La trilogía de la comunicación y bases

del coachingpor Silvana Fucci, Adaptación de Norberto

Paciullo y otros.

Cuerpo, emocionalidad y lenguaje conforman una estructura de coherencia en donde los tres dominios influyen entre sí, y en su totalidad. Esto abre la posibilidad de utilizar cualquiera de ellos para modificar a los otros (como puede suceder utilizando la biodanza, para modificar un estado de ánimo)

Nuestras emociones son determinantes en lo que podamos o no lograr en los contextos de familia, trabajo, aprendizaje, sociabilidad, etc.

Cuando conversamos, por ejemplo, es importante asegurarnos que el estado de ánimo de la conversación sea el adecuado para lograr lo que se espera que esa conversación produzca.

Nuestras emociones y estados de ánimo son como lentes, y a través de ellos observamos el mundo. Las emociones y estados de ánimo son diferentes aperturas al futuro. Nuestros estados de ánimo conforman el mundo en el que vivimos.

Podemos darnos cuenta del estado de ánimo de una persona a partir de su postura corporal y de su lenguaje.. Un cambio en nuestro estado emocional produce modificaciones biológicas, puede provocar latidos del corazón más lentos o más rápidos, que el nivel de adrenalina en nuestra sangre sea más alto o más bajo, sudor, fatiga, dolor de estómago, etc.De forma similar, el lenguaje influye positiva o negativamente en los estados anímicos, y viceversa.Podemos predecir qué postura corporal adoptarán las personas si sabemos en qué estado emocional se encuentran, y viceversa. Cuando cambian nuestros estados de ánimo, también lo hacen nuestras posturas corporales. Cambiando nuestras posturas corporales, podemos cambiar nuestros estados de ánimo. La forma en que nos paramos y movemos en el mundo, denota la forma en que enfrentamos el mundo.

Nuestro cerebro reacciona ante determinada situación generando una mayor segregación de neurotransmisores, hormonas y demás sustancias que generan sensaciones en nuestro cuerpo a las que solemos etiquetar con palabras: miedo, ansiedad, enfado, ira, tristeza, pasión, rabia,...y aunque disponemos de muchísimas etiquetas verbales, que no siempre sabemos utilizar, la sensación aparece por primera vez en nuestro cuerpo. 

Estas cuatro posturas fundamentales, apreciables en la corporalidad podemos representarlas con los cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire.

Podemos ver la determinación de una persona al caminar o al moverse. Un paso decidido, con mirada al frente, movimiento enérgico de manos, son señales de determinación y fuerza que se asemejan al fuego.

Por otro lado la flexibilidad de una persona en relación con los otros, se puede ver desde la postura, movimientos suaves, hace que el movimiento se asemeja al fluir del agua, que se adapta a todos los contornos por donde pasa.

Para estar en armonía se mantiene la conexión con el piso, una pisada firme, completa de talón punta, con pasos sólidos. Es la representación del elemento tierra.

El soñador, desde la creatividad, es un generador de ideas y generalmente con su mirada hacia arriba, construyendo imágenes, pisada ligera, como andando en las puntas. Esta dimensión la podemos asociar con el elemento aire.

 Las emociones son las que determinan nuestra predisposición a movernos, a actuar o a detenernos. Y el cuerpo refleja directamente nuestra emocionalidad. Esta condición tiene como consecuencia fundamental de que una emocionalidad determinada no puede coexistir en una corporalidad antagónica con la emoción. 

Nuestra corporalidad la observan todos, y con ellas trasmitimos lo que sentimos, no lo que decimos. Por eso muchas veces es fácil detectar la congruencia o integridad al relacionarnos con la gente. Una falta de congruencia puede comprometer severamente la confianza. 

Actúo según mi estado anímico, del mismo modo que mi estado anímico es según actúo.

El lenguaje es acción porque a través de nuestras conversaciones, creamos realidades y posibilidades, abrimos y cerramos opciones, encontramos soluciones, nos metemos en problemas, tomamos decisiones, emprendemos nuevos retos.

Por otra parte, somos lo que somos en función de nuestras acciones.Dada la importancia de la palabra, en la interacción de coaching ontológico utilizamos la conversación como una de las principales herramientas para conocer al coachee.

Actos Lingüísticos:

• Afirmaciones- Realidad

• Juicios: Opiniones

• Declaraciones: Juicios que crean futuro • SI –NO -NO SE• Gracias• Perdón• Te amo• Peticiones• Ofertas

Afirmaciones, son hechos o descripciones, observaciones de algo que ya ha ocurrido.

Cuando hacemos este tipo de afirmaciones, normalmente quienes nos escuchan confían en que aquello que decimos es verdadero, confían en nuestra palabra. Las personas nos otorgamos mutuamente confianza cuando conversamos, siempre y cuando no ocurra algo que nos haga dudar o desconfiar de la palabra del otro. Juicios, aquí estamos emitiendo una opinión, es fundamental el saber distinguir los hechos (afirmaciones) de los juicios (opiniones).

En el proceso de coaching, exploramos cómo se están utilizando los juicios. Hay que saber interpretar si se emiten en exceso, con muchas generalizaciones y con pocas evidencias que los avalen (“Siempre me pasa lo mismo”…) si se confunden hechos con opiniones (“Las cosas son como yo digo”…), si son juicios que están limitando la capacidad de resultados del coachee (”ya lo he intentado todo”, “no hay nada que pueda hacer al respecto”…)

Decir NO es un tipo de declaración que todos necesitamos tener disponible y que, sin embargo, muchas personas manejan con dificultad, tiene que ver con ser honesto con uno mismo y actuar con congruencia con lo que realmente queremos y necesitamos. Cada vez que decimos SI, queriendo decir NO, estamos siendo deshonestos con nosotros mismos e incongruentes con nuestros objetivos.

Cuando utilizamos la declaración de SI, es para no dejar temas abiertos, para cerrar un compromiso, en respuesta a una petición, para conseguir lo que deseamos o incluso para comunicar nuestros deseos. Cuando alguien tiene dificultades para hacer este tipo de declaraciones, provoca una imagen pública de falta de compromiso.

Decir NO SE implica aceptar que necesitamos ayuda, que no tenemos todas las respuestas, que nosotros solos no podemos. Finalmente, la declaración de NO SE es un requisito previo al aprendizaje.

Las declaraciones de gratitud son necesarias para evitar dejar temas abiertos. Generamos estados de ánimo positivos en nosotros mismos y también en los otros.

Saber pedir perdón sirve para solucionar conflictos y evitar el resentimiento. Cuando pedimos perdón y cuando perdonamos, nos liberamos y liberamos al otro.

La declaración de BASTA, es fundamental en el coaching ontológico. Es una declaración de necesidad de dar por termino algo (quiebre).

Una petición es un tipo de declaración en la que le pedimos a una tercera persona que nos dé su aceptación, que haga una declaración de SI, se genera una promesa, se crea un compromiso que vincula a las dos partes.

Hacer peticiones en la forma adecuada es una habilidad conversacional absolutamente crucial, que nos permite coordinar acciones con otras personas, habitar en el mundo de los compromisos, aceptar responsabilidades y aclarar expectativas.

Hacer una oferta significa ofrecerle al otro algo que nosotros pensamos que podemos darle. Está relacionado con el valor que nos damos a nosotros mismos. Cuando nos ofertamos, le estamos ofreciendo al mundo el valor que podemos aportar. Cuando no nos ofertamos, nadie se entera de que somos una posibilidad. Las personas que tienen dificultad para ofertarse, esperan que los demás valoren sus cualidades y tengan en cuenta sus capacidades, sin necesidad de hacerlas valer.

Este constante coordinar de acciones con otros, tiene que ver con el equilibrio entre el pedir y ofrecer, con el compromiso que reclamamos al otro y el que entregamos.

Nuestra identidad pública está muy ligada al modo en que cumplimos con las promesas. Cuanto más cumplimos nuestros compromisos, más confiabilidad generamos y más poder nos da para generar nuevas acciones. Los compromisos nos sirven para generar futuro, para coordinar nuevas acciones, para establecer nuevas relaciones, para mantenerlas y mejorarlas y, en suma, para mejorar nuestros resultados.

Por el contrario, cuando incumplimos nuestros compromisos, perdemos confiabilidad y poder para coordinar nuevas acciones, nos cerramos al futuro y nuestras relaciones se ven afectadas

Gracias