la teoría económica neoclásica y el individualismo metodológico

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La teoría económica neoclásica y el individualismo metodológico. Para entender el por qué la Teoría del Capital Humano (TCH) llegó con gran aceptación a convertirse en la explicación e ideología dominante sobre el vínculo educación-trabajo, es necesario hacer un repaso histórico y de la corriente filosófica que dieron sustento y legitimidad a esta teoría. No es posible hablar del Capital Humano sin tomar en cuenta los postulados de la teoría economía neoclásica, la cual ofrece los elementos básicos que permitirán comprender los supuestos teóricos de la TCH. Haciendo una breve búsqueda sobre el contexto político que sirvió de antesala para que la teoría económica neoclásica, así como la TCH se convirtieran en explicaciones hegemónicas que dan cuenta de las relaciones educación-productividad, Gill Villa (1995) nos dice que gracias al conflicto armado de la Guerra Fría empieza a surgir en la opinión pública una amplia aceptación y euforia por el desarrollo de conocimiento y de tecnología. Es decir, en Estados Unidos empieza a construirse una visión muy optimista sobre el papel que la ciencia y el desarrollo tecnológico tienen en la sociedad. 1 1 Como es posible apreciar en este momento, el conflicto bélico existente entre los frentes occidental y oriental se trasladó a todos los ámbitos de la economía y la sociedad. El desarrollo de nuevos conocimientos y tecnologías se convirtieron en aspectos importantes para la competitividad, en este caso de ambos bloques. Además como es bien sabido, los conflictos bélicos son ambientes fértiles para el desarrollo de las ciencias. Basta con visualizar todo el desarrollo tecnológico de la industria armamentista en Estados Unidos durante los últimos 70 años,

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Algunas nociones de la racionalidad económica

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Page 1: La Teoría Económica Neoclásica y El Individualismo Metodológico

La teoría económica neoclásica y el individualismo metodológico.

Para entender el por qué la Teoría del Capital Humano (TCH) llegó con gran

aceptación a convertirse en la explicación e ideología dominante sobre el vínculo

educación-trabajo, es necesario hacer un repaso histórico y de la corriente

filosófica que dieron sustento y legitimidad a esta teoría. No es posible hablar del

Capital Humano sin tomar en cuenta los postulados de la teoría economía

neoclásica, la cual ofrece los elementos básicos que permitirán comprender los

supuestos teóricos de la TCH.

Haciendo una breve búsqueda sobre el contexto político que sirvió de antesala

para que la teoría económica neoclásica, así como la TCH se convirtieran en

explicaciones hegemónicas que dan cuenta de las relaciones educación-

productividad, Gill Villa (1995) nos dice que gracias al conflicto armado de la

Guerra Fría empieza a surgir en la opinión pública una amplia aceptación y euforia

por el desarrollo de conocimiento y de tecnología. Es decir, en Estados Unidos

empieza a construirse una visión muy optimista sobre el papel que la ciencia y el

desarrollo tecnológico tienen en la sociedad.1

Tuvieron que pasar unos 40 años para que de nueva cuenta la economía mundial

colapsara de nieva cuenta (después de la gran crisis de sobreproducción que

azoto a las principales economías a nivel mundial en el año de 1929). Esta nueva

crisis supuso el fin, inestabilidad e insostenibilidad del Estado de Bienestar por los

malos manejos en cuestión de finanzas y políticas públicas. En ese momento, lo

que aquejaba a las economías que adoptaron el modelo de bienestar era una

crisis de oferta sin precedentes, la cual supuso la pérdida de empleos, inflación

desmedida, un alto déficit público y una pobreza generalizada debido a la pérdida

del poder adquisitivo de los desempleados.

1 Como es posible apreciar en este momento, el conflicto bélico existente entre los frentes occidental y oriental se trasladó a todos los ámbitos de la economía y la sociedad. El desarrollo de nuevos conocimientos y tecnologías se convirtieron en aspectos importantes para la competitividad, en este caso de ambos bloques. Además como es bien sabido, los conflictos bélicos son ambientes fértiles para el desarrollo de las ciencias. Basta con visualizar todo el desarrollo tecnológico de la industria armamentista en Estados Unidos durante los últimos 70 años, aunque también es importante recordar que las ciencias sociales en su conjunto lograron impulsarse gracias a este periodo histórico en particular.

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A partir de la década de 1970, los economistas y gobiernos empiezan a retomar

los postulados del marginalismo y la teoría neoclásica como explicación de los

problemas generados por la crisis suscitada en esos momentos2. Dejando de lado

los factores históricos en economía, el carácter social de producción y el desarrollo

económico, el novedoso análisis neoclásico se centra su interés en un método

ahistórico a un nivel micro (subjetivo); es decir en la conducta individual de los

sujetos económicos.

El primer economista que propuso una definición diferente de la economía fue

Lionel Robbis en 1932, esa definición es la siguiente: “economía es la ciencia que

estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos

susceptibles de usos alternativos”. Esa definición sintetiza de buena manera el

objeto de estudio de la economía, la cual se considera como la ciencia de la

elección. El saber cómo utilizar los recursos, que de facto se consideran escasos,

es el elemento central de la economía neoclásica, además de otras ciencias

sociales como la administración y de disciplinas como la planeación de proyectos

en nuestros días.

El postulado neoclásico de la economía, suponía el fin del intervencionismo estatal

en cuestiones económicas, como la fijación de precios, el pago de aranceles

(impuestos) y la producción de bienes y servicios para la sociedad. Ahora el

dispositivo que debe de regular la eficacia económica es el mercado, porque él y

solo él puede erigirse como distribuidor de los recursos económicos.

Según Brunet (1998) el análisis económico neoclásico se dedica a demostrar dos

supuestos fundamentales de la economía clásica en forma matemática. A nivel

macro, un mercado competitivo, el equilibrio eficiente, un grupo de individuos

perfectamente aislados, con un vinculo compartido único que es el nivel de

2 Sin embargo la teoría económica marginalista se desarrolla, aproximadamente, 100 años antes de ser tomada en cuenta como explicación legitima de los fenómenos sociales. Sus fundadores fueron Jevons, Lenger y Walras, ellos empezaron a teorizar a partir del último tercio del siglo XIX sobre algunas cuestiones que la economía clásica dejaba de lado. El interés no se centraba en la producción, oferta, consumo o el costo de los bienes producidos, como los clásicos Smith, Ricardo o Marx lo hacían. Más bien las variables relevantes para del análisis marginalista son el consumo, la demanda y la utilidad. Como sus postulados fueron el inicio de la teoría neoclásica, se llega a considerar al marginalismo como sinónimo de este término.

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precios, de la interpretación correcta del porqué de ese precio y debida utilidad

son los supuestos fundamentales. A nivel micro la teoría económica se enfoca en

el sujeto racional, en su capacidad cognitiva, en utilidad personal según el precio

la cual debe maximizarse y a la elección que se puede tener según la información

dentro de mercado (p. 348).

Sin duda ambos postulados se encuentran relacionados uno al otro. La

competencia perfecta, el equilibrio automático de los precios, y los agentes

económicos como individuos se encuentran vinculados con la elección libre que

estos pueden ejercer, la cual maximizara sus beneficios en un determinado plazo

de tiempo.

De hecho, la teoría económica neoclásica no considera dentro del análisis al

Estado, es más lo deja fuera de toda intervención económica y solo es

considerado como agente en la medida que este pueda garantizar la paz social, la

seguridad de los ciudadanos y la política asistencial dirigida hacia los sectores

más desfavorecidos de las sociedades. Por ese motivo se dice que la teoría

neoclásica es una teoría sin Estado, de la libertad de los agentes económicos y de

la competencia perfecta3.

Según Anaya Espino (2004), la teoría económica de competencia perfecta

descansa bajo los supuestos filosóficos del filósofo John Locke, el cual desarrolla

una teoría del individuo como depositario ultimo de todos los derechos y

obligaciones de la sociedad. Locke plantea que el Estado, ese artificio de orden

superior que garantiza la seguridad a sus individuos, fue la suma de las

voluntades individuales de los ciudadanos, los cuales decidieron conformar su

figura, solo con el fin de mantener sus derechos y propiedades (p.79). Siguiendo

con este autor, los elementos que sustenta la doctrina económica neoclásica son

los siguientes:

3 Alguien que deja claro el papel que toma el estado dentro de la economía de libre mercado es José Anaya Espino cuando hace una revisión de teorías modernas el estado. En el apartado sobre la economía de los mercados competitivos menciona claramente ese aspecto, de hecho redacto una nota introductoria dejando en claro al lector los ejes fundamentales de la también llamada teoría marginalista, que son los que se han mencionado líneas más arriba.

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1) economía centrada en el equilibrio, todos los mercados están en equilibrio en el

sistema económico. Esto significa que toda oferta crea su propia demanda (ley de

Say)4; es decir los precios por los cuales son intercambiados los bienes están en

equilibrio (todo vale según lo que se haya invertido), los costos marginales se

igualan a los beneficios marginales. 2) la economía es perfectamente competitiva,

hay una cantidad igual de grande de vendedores y compradores; 3) los individuos

que intercambian bienes y servicios conocen toda la información sobre los precios

presentes y futuros, así como la localización de los bienes en el mercado; 4) los

agentes económicos (consumidores, productores, gobierno) se comportan

racionalmente son capaces de emplear la información de que disponen para

maximizar su utilidad y beneficios, además ellos solo se preocupan de su bienestar

individual. La elección es maximizadora porque los individuos elegirán aquella que

les ofrezca el mayor rendimiento (utilidades, beneficios, ganancia). Es egoísta

porque no toma en cuenta aspectos éticos, sociales, políticos o institucionales

relacionados con su decisión (Espino, 2004, p. 80).

4

Según Osmar Loaiza, en su texto publicado en 2012, la Ley de Say explica porque la teoría económica neoclásica pone especial interés en los factores de oferta, haciendo de este supuesto uno de los más importantes de dicha teoría. En palabras más simples, cuando se menciona: “toda oferta crea su propia demanda”, la ley de Say se está refiriendo a que el incremento de la oferta crea poder de compra para adquirir nueva producción. Otro punto importante de este postulado es la equiparación entre el ahorro y la inversión, pues implica que aquella parte del ingreso no consumido se traduce en satisfacer necesidades de inversión (o de acumulación), es decir aquel recurso que no se consume se destina a la inversión de otra cosa, como la tecnología o el conocimiento.