la sociologÍa analÍtica - gsadi.uab.cat la sociología... · en realidad, puede decirse que la...

36
CAPÍTULO 10 LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA por JOSÉ ANTONIO NOGUERA 1 Y ANDRÉS DE FRANCISCO 1. El surgimiento de la sociología analítica como alternativa: raíces y precedentes Aunque sus raíces se hunden en muchas de las aportaciones de la tra- dición sociológica clásica y contemporánea, puede decirse que la sociolo- gía analítica es una orientación intelectual y científica que sólo reciente- mente ha cobrado autoconciencia y se ha autoidentificado bajo esta expresión. Sin embargo, en los inicios de la segunda década del siglo XXI, la sociología analítica es ya un programa de investigación que despierta una notable atención internacional. Las revistas más prestigiosas abren más y más sus páginas a artículos escritos dentro de esta línea, y el movi- miento aumenta paulatinamente su visibilidad en congresos y reuniones científicas internacionales. Se trata de una tendencia cada día más reco- nocida como intelectualmente fructífera y vigorosa, está contagiando ese vigor intelectual a muchos científicos sociales y, en algunos casos, consi- guiendo sumar esfuerzos que se institucionalizan en comunidades inte- lectuales amplias. 2 1. José Antonio Noguera agradece el apoyo del MICINN a través del proyecto de I+D+i con refe- rencia CSO2009-09890 y del proyecto CONSOLIDER-INGENIO CSD2010-00034 («SIMULPAST»). 2. Desde el año 2009 existe una red europea de sociología analítica (ENAS, European Network of Analytical Sociologists, www.enas.org, que en su último congreso en París en 2011 decidió convertirse en red mundial con el nombre de INAS, International Network of Analytical Sociologists). La celebración de congresos y workshops específicos sobre «Sociología analítica y mecanismos sociales» tiene ya una periodicidad anual (Oxford y París, 2008; Turín, 2009; Barcelona, 2010; París, 2011; Nueva York, 2012); recientes congresos de la International Sociological Association (ISA) y del International Institute of So- ciology (IIS) han albergado sesiones monográficas sobre sociología analítica; el recientemente publica- do Oxford Handbook of Analytical Sociology (2009), compilado por Peter Hedström y Peter Bearman, da cuenta de la variedad e importancia de las contribuciones dentro de esta línea (véase también Manzo, 2010 y 2011). En España, la reciente creación del grupo de Sociología Analítica en la Federación Espa- ñola de Sociología (FES), del Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional (GSADI) de la Uni- versidad Autónoma de Barcelona (http://gsadi.uab.cat), o algunos de los debates al respecto (véase Aguiar, de Francisco y Noguera, 2009; Ovejero, 2009), son pasos modestos en la misma dirección. En mayo de 2007 se celebró en Barcelona la I Jornada sobre Sociología Analítica y Diseño Institucional, y en noviembre de 2009 se llevó a cabo una segunda edición de la misma. TITULAR 309

Upload: vothu

Post on 10-May-2018

220 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

CAPÍTULO 10

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA

por JOSÉ ANTONIO NOGUERA1

Y ANDRÉS DE FRANCISCO

1. El surgimiento de la sociología analítica como alternativa: raíces y precedentes

Aunque sus raíces se hunden en muchas de las aportaciones de la tra-dición sociológica clásica y contemporánea, puede decirse que la sociolo-gía analítica es una orientación intelectual y científica que sólo reciente-mente ha cobrado autoconciencia y se ha autoidentificado bajo estaexpresión. Sin embargo, en los inicios de la segunda década del siglo XXI,la sociología analítica es ya un programa de investigación que despiertauna notable atención internacional. Las revistas más prestigiosas abrenmás y más sus páginas a artículos escritos dentro de esta línea, y el movi-miento aumenta paulatinamente su visibilidad en congresos y reunionescientíficas internacionales. Se trata de una tendencia cada día más reco-nocida como intelectualmente fructífera y vigorosa, está contagiando esevigor intelectual a muchos científicos sociales y, en algunos casos, consi-guiendo sumar esfuerzos que se institucionalizan en comunidades inte-lectuales amplias.2

1. José Antonio Noguera agradece el apoyo del MICINN a través del proyecto de I+D+i con refe-rencia CSO2009-09890 y del proyecto CONSOLIDER-INGENIO CSD2010-00034 («SIMULPAST»).

2. Desde el año 2009 existe una red europea de sociología analítica (ENAS, European Network ofAnalytical Sociologists, www.enas.org, que en su último congreso en París en 2011 decidió convertirseen red mundial con el nombre de INAS, International Network of Analytical Sociologists). La celebraciónde congresos y workshops específicos sobre «Sociología analítica y mecanismos sociales» tiene ya unaperiodicidad anual (Oxford y París, 2008; Turín, 2009; Barcelona, 2010; París, 2011; Nueva York, 2012);recientes congresos de la International Sociological Association (ISA) y del International Institute of So-ciology (IIS) han albergado sesiones monográficas sobre sociología analítica; el recientemente publica-do Oxford Handbook of Analytical Sociology (2009), compilado por Peter Hedström y Peter Bearman, dacuenta de la variedad e importancia de las contribuciones dentro de esta línea (véase también Manzo,2010 y 2011). En España, la reciente creación del grupo de Sociología Analítica en la Federación Espa-ñola de Sociología (FES), del Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional (GSADI) de la Uni-versidad Autónoma de Barcelona (http://gsadi.uab.cat), o algunos de los debates al respecto (véaseAguiar, de Francisco y Noguera, 2009; Ovejero, 2009), son pasos modestos en la misma dirección. Enmayo de 2007 se celebró en Barcelona la I Jornada sobre Sociología Analítica y Diseño Institucional, yen noviembre de 2009 se llevó a cabo una segunda edición de la misma.

TITULAR 309

Page 2: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporáneaes más la resultante de una confluencia de esfuerzos y aportaciones que elsurgimiento de una orientación teórica radicalmente nueva. En efecto, lasobras pioneras de James S. Coleman y Raymond Boudon no sólo introdu-jeron en sociología los avances de la teoría de la elección racional y la teo-ría de juegos de estrategia, sino que adaptaron dichas herramientas parahacerlas sociológicamente aplicables y perfeccionaron un estilo de razo-namiento teórico y unos planteamientos empíricos caracterizados por elrigor lógico y la formalización matemática, algo que, desde presupuestosalgo diferentes, también habían conseguido otros sociólogos norteameri-canos como Arthur Stinchcombe y George Homans. Tras ellos, toda unaserie de sociólogos y científicos sociales con similar talante se lanzaron adesarrollar aplicaciones sociológicas de los modelos de elección racional,o a intentar completar la ampliación de dichos modelos en la línea de unmayor realismo y relevancia sociológica: Peter Abell, Christopher Edling,Hartmut Esser, Thomas Fararo, Diego Gambetta, Michael Hechter, Dou-glas Heckatorn, Karl-Dieter Opp y otros muchos. El propio RaymondBoudon, a partir de la década de 1980, encabezaría también esta etapa decrítica analítica de los modelos estándar o convencionales de elección ra-cional importados de la economía. De hecho, los modelos sociológicos deelección racional, ya desde Coleman y el primer Boudon, se inspirabanmucho más en clásicos de la ciencia social como Weber, Mill, Pareto oTocqueville que en la economía neoclásica (a esta lista podría añadirseparcialmente la obra de Marx, según Elster, y la de Durkheim, en opiniónde Boudon). Y, como luego se dirá, la aportación de Merton, exceptuandolos supuestos funcionalistas que a veces proclamaba, constituye tambiénun precedente de la sociología analítica en numerosos sentidos.

La teoría de la elección racional y sus ampliaciones no fueron, portanto, contra lo que a veces se cree, la única (ni quizá la principal) líneaque confluyó en la sociología analítica actual: también muchas de las me-jores críticas a dicha teoría (tantas veces denostada desde el desonoci-miento o con escaso fundamento), y algunos desarrollos bastante hetero-doxos de la misma, contribuyeron decisivamente a la formación de lacorriente analítica: entre ellos destacan sin duda Jon Elster y el grupo delos marxistas analíticos (como Erik O. Wright, Gerald Cohen, PhilippeVan Parijs, John Roemer o Adam Przeworski), quienes consiguieron, yadesde la década de 1980, introducir en la teoría social unos niveles de ex-celencia formal y de rigor teórico-metodológico que hasta entonces sólootras disciplinas habían conocido. La «trilogía de la racionalidad» de Els-ter, la formalización del materialismo histórico de Cohen, o la teoría de laexplotación y las clases sociales de Roemer, fueron el punto de partidapara una de las corrientes teóricamente más fértiles y prolíficas de la cien-cia social de las últimas décadas.

Adicionalmente, cabe también mencionar la línea de investigación pro-movida por John H. Goldthorpe desde Oxford, que abrió los modelos socio-lógicos de elección racional a ser contrastados mediante bases de datos de-

310 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 3: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

mográficos y actitudinales a gran escala provenientes de encuestas longitu-dinales, y que adoptó la lógica de la modelización de los problemas teóricosy el ajuste de los modelos a los datos empíricos como estrategia adecuadapara la derivación y verificación de hipótesis y el contraste de teorías en ma-cro-sociología; dicha estrategia ha hecho progresar decisivamente áreascomo la estratificación social, la sociología de la educación o la sociologíade la cultura (Goldthorpe, 2007a, 2007b; Chan y Goldthorpe, 2007).

Pero aún más decisiva en la configuración de la sociología analíticafue quizás la influencia de la idea, proveniente de una renovada filosofíapost-positivista de la ciencia, de la explicación por mecanismos (Elster,1989; Hedström y Ylikoski, 2010; Machamer, Darden y Craver, 2000), quepermitió superar la herencia del positivismo, del conductismo, del funcio-nalismo y de la sociología estadística sin caer en el descriptivismo herme-néutico de algunas sociologías comprensivas (Noguera, 2010a). Conjunta-mente con ello, los nuevos debates en el ámbito de la ontología socialanalítica, emprendidos por John Searle, Margaret Gilbert, Raimo Tuome-la, Philip Pettit y otros muchos, proporcionaron también una buena fun-damentación lógica del vocabulario y el estilo de teorización típicamenteanalítico. Finalmente, el auge de los métodos experimentales en cienciasocial (promovido por las estimulantes aportaciones de la nueva econo-mía experimental, pero también visible en ciencia política y en sociología,y en las nuevas teorías de la evolución cultural), así como la disponibili-dad de las nuevas técnicas y softwares de simulación basada en agentes(Axelrod, 1986; Epstein, 2006; Gilbert, 2007; Macy y Willer, 2002; Macy yFlache, 2009), pusieron a disposición de todos los investigadores de talan-te analítico dos herramientas idóneas para la implementación de sus mo-delos teóricos y el contraste de las hipótesis de ellos derivados.

Con todos estos ingredientes, la cristalización de la sociología analíti-ca como programa de investigación común y autoconsciente tuvo lugaren la última década del siglo XX, en torno a una conferencia sobre meca-nismos sociales organizada en Estocolmo en 1996 por Peter Hedström yRichard Swedberg que reunió a figuras como Jon Elster, Raymond Bou-don, Diego Gambetta, Arthur Stinchcombe, Thomas Schelling, Axel vanden Berg, Aage B. Sorensen o Timur Kuran (con la notable presencia deRobert K. Merton como asistente, quien proclamó su adhesión al movi-miento; cfr. Hedström y Udehn, 2009:43).

Durante la primera década del siglo XXI, Peter Hedström encabezadesde Oxford la defensa internacional de la sociología analítica comoperspectiva epistémica y metodológica y como programa de investigaciónempírica. Alrededor de los principios por él especificados en su texto pro-gramático de 2005, Dissecting the Social, se aglutinan científicos socialescomo Filippo Barbera, Peter Bearman, Michael Biggs, Diego Gambetta,Klemens Kröneberg, Stewart Lindenberg, Michael Macy, Gianluca Man-zo, P. O. Wikström, Andreas Wimmer, y muchos más. En 2009, ve la luz elOxford Handbook of Analytical Sociology, que constituye un compendio delas principales aportaciones empíricas, teorías y principios epistémicos y

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 311

Page 4: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

metodológicos de la corriente que nos ocupa, y un sólido testimonio de suvocación de vanguardia en la construcción de una sociología científicaque nada tiene que envidiar a otras ciencias, sociales o no.

Probablemente, una de las razones que subyacen a esta confluenciade esfuerzos que está en la base de la sociología analítica sea el diagnósti-co crítico que los sociólogos analíticos comparten acerca de algunas co-rrientes y prácticas extendidas en la sociología actual. Tres problemasprincipales destacan en esa situación a juicio de los analíticos:

1) La fragmentación epistémica de la disciplina (algo en ocasionesdefendido como inevitable y beneficioso; cfr. Noguera, 2010c), que haceimposible una auténtica comunidad científica basada en la crítica mutua,y convierte la sociología en una serie de discursos y vocabularios particu-lares con escasa posibilidad de comunicación entre sí. Esta situación ge-nera desde hace tiempo un recurrente debate sobre la naturaleza de la so-ciología, y un malestar en los científicos sociales que ven cómo la laborpropiamente científica se mezcla y confunde habitualmente con otros gé-neros de discurso: es el caso de lo que Boudon (2002) llama «sociologíaexpresiva», o de lo que Goldthorpe (2004b:123) denomina escritos de «re-velación social», de «poesía social», o pretend-social science; o, en fin, delo que Elster (2007) ha bautizado como soft social science (véase tambiénAbell y Reyniers, 2000, o Steuer, 2003).

2) La desconexión entre teoría sociológica (muchas veces entendidacomo mero comentario de conceptos y autores más que como construc-ción teórica propiamente dicha) e investigación empírica (a menudo ba-sada en un puro registro estadístico descriptivo o bien en la elaboraciónnarrativa de casos idiosincrásicos).

3) Las serias limitaciones de los enfoques que han dominado la teo-ría sociológica del siglo XX, como el funcionalismo (lastrado, tanto en suversión estructural-funcionalista como en la marxista, por la utilizaciónde teleologías objetivas que atribuían sentidos sin agentes), el estructura-lismo (que entendía lo social mediante una arriesgada analogía lingüísti-ca, y hacía abstracción de los sujetos intencionales), las teorías hermenéu-ticas y comprensivas (a menudo atrapadas en la descripción narrativa deun «contexto» no capturado formalmente, en la renuncia a la explicacióncausal, y en la falta de controles metodológicos rigurosos para sus inter-pretaciones), la teoría de la elección racional estándar proveniente de laeconomía (basada en modelos altamente irrealistas de las capacidadescognitivas y las motivaciones del ser humano, y frecuentemente ancladaen un conductismo que prescindía de los estados mentales), las pseudo-integraciones teóricas (por ejemplo, entre «acción» y «estructura») quesuponen meras yuxtaposiciones lingüísticas o retóricas de conceptos y vo-cabularios extraídos de diversas «tradiciones» (véase Van den Berg, 1998),o, en fin, el postmodernismo y el postestructuralismo francés, que delibe-rada y simplemente abdican de cualquier cosa que pueda merecer el nom-bre de ciencia social.

312 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 5: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Frente a este diagnóstico, la sociología analítica tiene sus propias recetas:

ad 1) La sociología es una empresa cognitiva de explicación causalde los fenómenos sociales, y por ello exige un discurso claro y el uso de laformalización allí donde sea conveniente. La institucionalización de la so-ciología como una disciplina «a la carta», tan idiosincrásica que puede al-bergar géneros discursivos expresivos, crítico-políticos, técnico-ingenieri-les, u otros (Boudon, 2002) no ha sido beneficiosa para la misma. A juiciode los analíticos, la «sociología que realmente importa» es la que tienepretensiones primordialmente cognitivas, como cualquier otra disciplinacientífica. El problema es que, a diferencia de lo que ocurre en esas otrasdisciplinas, el buen trabajo explicativo de muchos sociólogos coexiste conotros géneros de discurso y otras prácticas que se pretenden «sociológi-cas» pero que tienen objetivos bien distintos, no por legítimos menos di-vergentes de los que suelen caracterizar a cualquier disciplina científica.

ad 2) La sociología analítica se inspira en buena parte en la ya vieja(pero poco practicada) idea de Merton de las middle-range theories o teo-rías de alcance intermedio. La manera de reconectar teoría e investiga-ción empírica es partir de patrones o regularidades empíricas reconoci-bles que requieren explicación, y construir teorías como conjuntos deproposiciones deductivamente conectadas a partir de las cuales es posi-ble derivar fácilmente hipótesis empíricas susceptibles de contrastación,esto es, teorías con contenido informativo que explican un rango concretode fenómenos típicos, en vez de grandes sistemas conceptuales que soncompatibles con casi cualquier mundo posible y, por tanto, imposibles derefutar. Para los sociólogos analíticos, explicar fenómenos sociales cientí-ficamente no es hacer una mera descripción en lenguaje pretencioso delos mismos, ni clasificarlos en una pura taxonomía conceptual, ni etique-tarlos con un nuevo lenguaje «metateórico», ni extraer el mínimo comúndenominador de todas las tradiciones de «pensamiento social», sino cons-truir teorías operativas y que especifiquen y puedan mostrar las causas deesos fenómenos, que superen el hiato entre la grandilocuencia de la teoríaentendida como «elaboración de conceptos» o «comentario de autores» yla investigación empírica ateórica o puramente descriptiva.

ad 3) En este sentido, la explicación por mecanismos sociales que lasociología analítica defiende parte de una idea de causalidad local (no le-galiforme), pero no basada en las meras correlaciones estadísticas, sinoen una concatenación plausible de acontecimientos capaces de generar elfenómeno necesitado de explicación. Los modelos de acción e interacciónsocial que la sociología analítica construye formalmente, la aportación delos microfundamentos a nivel individual de la acción social, la construc-ción de modelos realistas de motivaciones y cogniciones humanas, elabandono de debates teóricos esencialistas y de pseudo-integracionesconceptuales, y el uso de modelos de simulación basados en agentes (oagent-based models, ABM en lo sucesivo) permiten a los analíticos superarlas limitaciones de las corrientes dominantes en la sociología del siglo XX.

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 313

Page 6: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

2. La identidad de la sociología analítica: principios y rasgos básicos

Como lo anterior ya sugiere, la identidad de la sociología analíticacomo orientación de investigación científico-social es una cuestión com-pleja y, a menudo, discutida. Al decir de Manzo (2011, en prensa), «los pi-lares básicos de la sociología analítica [son] una forma compleja de indi-vidualismo metodológico, un concepto amplio de racionalidad, unaconcepción dinámica de las redes sociales, un uso cuidadoso de las esta-dísticas y los experimentos, y un fuerte compromiso con los modeloscomputacionales (…). La originalidad de la sociología analítica reside enla integración de esos elementos bajo un marco meta-teórico unitario».En otro lugar, dicho autor abunda en la misma idea pero va un poco máslejos al afirmar que la combinación de principios en que se basa la socio-logía analítica conforman una «agenda de investigación coherente» cuyo«rasgo distintivo» es «una sintaxis de la explicación, esto es, un conjuntode límites dentro de los cuales una explicación debe serconstruida y empí-ricamente testada» (Manzo, 2010:138).3 Por su parte, Hedström (2005:1)ofrece una definición más canónica, según la cual «la sociología analíticabusca explicar procesos sociales complejos diseccionándolos cuidadosa-mente y arrojando luz sobre sus componentes constitutivos más impor-tantes. Este enfoque se centra en preocupaciones tradicionales de la so-ciología pero usa estrategias explicativas que se hallan más a menudo enla filosofía analítica o la economía conductual. Se trata de un enfoque quebusca explicaciones precisas, abstractas, realistas y basadas en la acciónde diversos fenómenos sociales».

Lo primero que cabe advertir, por tanto, es que la sociología analíticano puede ser identificada con una «teoría», ni siquiera con una «orienta-ción teórica», pues en su interior pueden coexistir, y, de hecho, coexistenteorías diferentes e incluso, a veces, opuestas, aunque, y esto sí caracteri-za a los analíticos, sus defensores tengan claro qué reglas hay que seguirpara formularlas, dónde reside exactamente el eventual desacuerdo, y me-diante qué procedimientos cabría decidir la cuestión (lo cual ya es ungran avance en sociología). El pluralismo de teorías, la existencia de diver-sas teorías que compiten por explicar los mismos hechos o tipos de fenó-menos, es algo consustancial a toda ciencia: la competición entre distin-tas teorías, en términos empíricamente decidibles, es una condición deposibilidad del progreso científico. En la ciencia social de orientaciónanalítica han competido entre sí modelos teóricos diferentes para explicarhechos similares (por ejemplo, los modelos de Boudon, Goldthorpe yManzo para explicar las desigualdades educativas; o los modelos de Fehry Gintis frente a los de Binmore para explicar la conducta aparentemente

314 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

3. En este mismo texto puede consultarse con provecho la narración personal de uno de los prin-cipales sociólogos analíticos, Diego Gambetta, sobre cómo nació la expresión «sociología analítica», yqué principios fundamentales del quehacer sociológico buscaba capturar.

Page 7: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

prosocial de los individuos en diversos experimentos conductuales; o lasexplicaciones del surgimiento y mantenimiento de las normas socialesque ofrecen Coleman, Elster y Bicchieri; etc.).

Este saludable y necesario pluralismo teórico, sin embargo, no tienenada que ver con lo que usualmente se considera como tal en sociología, yque es, más bien, pseudo-pluralismo: la «coexistencia pacífica» entre diver-sas teorías autorreferentes, inasequibles a la evidencia empírica y a la críti-ca desde otras posiciones teóricas, y cultivadas por comunidades cerradasde adeptos, cual si de creencias religiosas o clubs de fans se tratase.4

Por otro lado, y como sugieren las dos definiciones mencionadas, lasociología analítica defiende también un sano pluralismo metodológico,que admite toda una serie de aproximaciones metodológicas científica-mente útiles para los propósitos explicativos enunciados: desde el inten-cionalismo al estudio de causas no intencionales o procesos evolutivos deselección cuasi-funcionales, desde la reconstrucción histórica formal almétodo comparativo, desde el diseño cuantitativo al cualitativo,5 desde elestudio de casos o la etnografía rigurosa (existe una «etnografía analíti-ca»)6 a la investigación demoscópica teóricamente orientada, desde la si-mulación multi-agente a la experimentación conductual. Lo importantees advertir (como Goldthorpe, 2007a, o King, Keohane y Verba, 1994) quetodas estas opciones metodológicas siguen una misma lógica de inferen-cia científica, ajena a la arbitrariedad y el «todo vale» que aún impera enalgunos círculos académicos en ciencias humanas y sociales.

Si la sociología analítica no es una teoría u orientación teórica, nitampoco una metodología particular, entonces ¿qué es lo que la distinguede otros tipos de prácticas y discursos dentro de la sociología actual? Enrealidad, como se ha sostenido en otro lugar (Aguiar, De Francisco y No-guera, 2009; Noguera, 2010b), y al hilo de lo apuntado por la definición deManzo, lo que mejor define a esta sociología es la integración de una seriede elementos y principios ontológicos, epistémicos y metodológicos tradi-cionalmente dispersos y su cristalización en un conjunto de principios

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 315

4. Goldthorpe (2000:7), por ejemplo, observa que el auténtico pluralismo «debe ir acompañado deuna vigorosa competición entre ideas, que a menudo sea incluso mortal. Por el contrario, el pseudo-plu-ralismo se caracteriza por el hecho de que ‘la confrontación de puntos de vista’ no se organiza como unacompetición, ya sea porque las escuelas rivales saben protegerse contra los ataques ‘ajenos’, ya porquesus ‘aproximaciones’ se formulan de tal forma que resulten inmunes en gran medida a todo tipo de crí-tica». Para evitar esta situación debe existir un «consenso metodológico básico que determine cuálesson las reglas fundamentales y los criterios de éxito de acuerdo con los cuales debe guiarse la competi-ción entre ideas». Obsérvese además lo que lúcidamente apunta Hedström (2005:37): «El pluralismo te-órico puede ser una valiosa propiedad de una disciplina en la medida en que suponga la competiciónentre diferentes enfoques, y en que esta competición estimule un desarrollo teórico ulterior. Pero el plu-ralismo dentro de una teoría o teórico particular no suele producir ningún resultado deseable. Por reglageneral, conduce a largas listas de factores potencialmente importantes sin que se especifique clara-mente ningún mecanismo en absoluto».

5. Véase King, Keohane y Verba (1994); Abell (1988); Lago (2008); el propio Elster afirma: «Loque se puede denominar como ‘el giro analítico’ en ciencias sociales no descansa, a mi modo de ver, enel uso de metodología cuantitativa, sino en un interés casi obsesivo por la claridad y la explicitud»(2007: 455).

6. Véase una panorámica a este respecto en Vaughan (2009).

Page 8: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

meta-teóricos, un «aire de familia» (por decirlo con Wittgenstein) que to-dos los científicos sociales analíticos comparten; este talante incluye, en-tre otros rasgos, los siguientes:

1) Claridad, precisión y rigor lógico. La precisión en las definicionesy la reducción de la ambigüedad, evitando los juegos de palabras supues-tamente ingeniosos que no aportan información alguna, y estableciendocon nitidez el significado de los términos y conceptos utilizados, es sinduda una seña de identidad inequívoca de la sociología analítica. Sólocuando todos usamos conceptos clara y distintamente definidos puede fa-cilitarse la replicabilidad de resultados o su refutación, y puede florecer ladiscusión científica sustantiva, en vez de la mera discusión por palabras.Asímismo, los analíticos están sumamente comprometidos con los idealesde la racionalidad del discurso y del rigor lógico de la argumentación. El«talante analítico» no busca primordialmente «sugerir», sino explicitartodos y cada uno de los pasos lógicos de una cadena argumental, asícomo asegurar la correcta trabazón entre ellos. En este sentido, su actitudepistémica es claramente racionalista, en la mejor tradición sociológica.

2) Mecanismos sociales. La explicación basada en mecanismos su-pone una concepción local de la causalidad (por tanto, antipositivista) yresulta especialmente adecuada para las ciencias sociales o la biología(aunque también para otras disciplinas). La idea general consiste en que,incluso en presencia de elevada variabilidad y altos niveles de compleji-dad (como los que las ciencias sociales afrontan), es posible explicar cau-salmente un fenómeno o rango de fenómenos haciendo referencia a pro-cesos causales típicos que pueden o no estar presentes en el contextorelevante. Aunque estos procesos causales típicos, o mecanismos, tienenuna generalidad mayor que el fenómeno a explicar (lo que permite esca-par de una mera narración de casos idiográfica), tampoco pueden recla-mar una generalidad de tipo nomológico o legaliforme, pues su presenciaen cada caso depende de factores locales o contextuales altamente varia-bles (Elster, 2007; Hedström y Ylikoski, 2010). Los sociólogos analíticosaspiran a tener relativamente «a mano» una «caja de herramientas» (porusar la expresión de Elster) repleta de posibles mecanismos cuya plausibi-lidad teórica y empírica esté ya testada, y con los que poder dar cuenta delos engranajes y cadenas típicas de eventos que son responsables de laaparición de diversos fenómenos sociales. En este sentido, Hedström defi-ne un mecanismo como «una constelación de entidades y actividades or-ganizadas de tal manera que producen con regularidad un particular tipode resultado» (2005:25).

¿Por qué la explicación en términos de mecanismos resulta más de-fendible que otros enfoques sobre la explicación en ciencias sociales? Enprimer lugar, y frente al modelo de la explicación nomológica o de la cove-ring-law hempeliana, el enfoque de los mecanismos ofrece mucha mayorviabilidad (pues cabe dudar de que existan leyes realmente generales enlas ciencias sociales), amén de proveer mayor inteligibilidad (especifican-

316 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 9: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

do, en vez de una «ley» opaca, las cadenas causales concretas responsa-bles de la aparición de cada caso empírico, sin necesidad de tener quesubsumirlo bajo un tipo general o clase natural; obsérvese que la meraenunciación de una «ley» sólo nos informa sobre la sucesión regular dedos tipos de acontecimientos en el mundo, no sobre el mecanismo causalque explica la regularidad de esa sucesión; véase Hedström, 2005:18-19).

En segundo lugar, frente a la explicación estadística en términos decorrelaciones, los mecanismos aportan microfundamentos y abren la«caja negra» que cualquier relación meramente estadística alberga: unarelación estadística entre dos fenómenos es algo a explicar (a microfunda-mentar mediante mecanismos), no una explicación (Boudon, 1998). Laadjetivación de la sociología que nos ocupa como «analítica» hace refe-rencia a la descomposición de procesos complejos en elementos más sim-ples, de cara a entender los mecanismos causales por los que éstos se im-brican y relacionan para componer procesos y fenómenos de enormecomplejidad. La sociología analítica intenta, por tanto, erradicar (o, comomínimo, minimizar) las numerosas «cajas negras» existentes en los dis-cursos habituales de la ciencia social (y, especialmente, de la basada en«explicaciones» estadísticas).

En tercer lugar, frente sustitución de la explicación causal por la«comprensión» del «sentido subjetivo» que los agentes dan a sus accio-nes, la perspectiva de los mecanimos ofrece dos ventajas indudables: pri-mero, evita la proliferación de conceptos cuya única función es el etique-taje y re-etiquetaje de fenómenos o la discusión sobre las esencias de losmismos (algo a lo que se ha visto abocada mucha investigación cualitativadentro de aquellas sociologías «comprensivas» que, contra Weber, renun-ciaban a la explicación causal), y, segundo, aporta una mayor generalidadsin renunciar a la idea weberiana de la Verstehen, puesto que, efectiva-mente, la comprensión de los sentidos subjetivos no es otra cosa que laatribución de deseos y creencias a los actores, una pieza fundamental decualquier mecanismo social que se precie (por ejemplo, en el enfoqueDBO de Hedström que se comentará más abajo). La «comprensión»,como ya sabía Weber, es un paso de la explicación causal en sociología, noun objetivo en sí mismo ni un sustituto de esa explicación.

3) El «barco de Coleman» y la transición macro-micro-macro. La es-trategia típica de explicación para un sociólogo analítico suele seguir loprescrito por Coleman en su famoso «barco» o diagrama de relaciones«micro-macro» (Figura 1).

En el diagrama de Coleman, las flechas 1, 2 y 3 representan la ruta quedebería seguir la explicación completa de cualquier fenómeno social. La«completud» aquí tiene un sentido puramente metodológico, no ontológi-co: obviamente, se podría seguir la cadena causal hacia atrás en el tiempo,reproduciendo el «barco» tantas veces como se quiera (o se tenga tiempo yrecursos para investigar); y, por supuesto, se podría seguir microfundamen-tando los fenómenos de nivel micro o indvidual en términos de elementos oniveles «inferiores» (psicológicos, neurobiológicos, químicos, físicos…),

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 317

Page 10: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

pero ello no necesariamente compete a los sociólogos (a menos que esténinmersos en investigaciones o equipos multidisciplinares) y además, típica-mente, no exime del tránsito por el nivel de las acciones individuales.

Cada una de las tres flechas representa un tipo de mecanismo:

• Mecanismos situacionales (flecha 1): lo que hacen otros individuos, ylas estructuras sociales que generan con esas acciones, constriñen einfluencian lo que creo, lo que quiero y lo que puedo hacer (o creoque puedo hacer). Esta influencia causal puede ser consciente (porejemplo, si formo conscientemente mis deseos y creencias sobre labase de la información que tengo sobre determinados estados ma-crosociales o sus correlatos en el nivel micro) o inconsciente (porejemplo, si mis oportunidades de acción se ven constreñidas o misacciones dirigidas hacia un determinado objetivo como consecuen-cia de esa influencia causal, sin haber formado creencias y deseosconsistentes con dichas acciones).

• Mecanismos de formación de acciones (flecha 2): mis creencias, de-seos y oportunidades conforman mis intenciones y acciones indivi-duales mediante diversos procesos causales. Sustanciar esta flechacausal podría considerarse como el aspecto «psicológico» de la ex-plicación sociológica, pero cabe aquí hacer dos precisiones: una,que (como ya apuntaba Weber) se trata de sustanciar procesos cau-sales simples muy típicos a nivel psíquico, y no de entrar en la ca-racteriología o psicología individual; y dos, que también a este ni-vel existen aspectos no psicológicos o no mentales en la manera enque, por ejemplo, las oportunidades individuales afectan a lo quecada individuo puede acabar haciendo, sean cuales sean sus creen-cias y deseos.

318 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Nivelmacro(social)

1

2

3

4

Nivel micro(individual)

FIG. 10.1. Relaciones micro-macro en el «barco de Coleman» (Coleman 1990).

Page 11: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

• Mecanismos transformacionales (flecha 3): las acciones de los indi-viduos se agregan o componen de forma compleja e interdepen-diente para dar lugar a fenómenos sociales en el nivel macro. Lacomplejidad de esta transición desde las acciones individuales a losresultados macrosociales nunca será suficientemente enfatizada:los resultados macrosociales, aunque generados a partir de accio-nes intencionales de individuos, no tienen por qué reflejar las in-tenciones, preferencias o expectativas de esos individuos; dicho deotro modo, la flecha 3 del diagrama no suele representar procesosde agregación simple, sino dinámicas complejas que dan lugar a fe-nómenos emergentes, cuyas propiedades no pueden ser predicadasde cada uno de sus elementos aisladamente (ese, y no ninguna mis-teriosa emanación mística, es para los analíticos el significado ca-bal del término «emergencia» en ciencias sociales). Sustanciar estaflecha causal con mecanismos plausibles y empíricamente testa-bles era, a juicio de Coleman, la tarea más importante y difícil de lasociología, la que puede conducir a resultados más contraintuiti-vos, y, por tanto, a los mayores progresos científicos.

Proveer mecanismos explicativos, para la sociología analítica, signifi-ca entonces conocer qué patrones de acción e interacción en el nivel mi-cro producen los fenómenos a explicar en el nivel macro (esto es, proveerde microfundamentos adecuados a nuestras explicaciones). Por tanto, elestablecimiento de meras relaciones o correlaciones directas entre fenó-menos de nivel macro (flecha 4) no es una auténtica explicación, pues sebasa en una «caja negra».

4) El individualismo estructural. La estrategia explicativa expuestaimplica un determinado tipo de individualismo metodológico, alejado delatomismo social y de las ideas originales al respecto de la escuela econó-mica austríaca, y que los sociólogos analíticos han acabado bautizandocomo «individualismo estructural» (Barbera, 2004; Hedström y Bearman,2009:4 y 8; Manzo, 2009): la idea básica es que (a) no sólo las propiedadesde los invididuos son explicativas, sino también las relaciones entre ellos(sus propiedades propiamente sociales); (b) un fenómeno macro previa-mente existente (como una determinada estructura social), aunque no seaotra cosa que una determinada configuración de acciones a nivel micro,puede tener influencia causal propia sobre las oportunidades, deseos ycreencias de los individuos en el momento temporal posterior. Esta ideaestaba ya inserta en la definición del individualismo metodológico queElster o Boudon dieron desde principios de la década de 1980, pero hasido refinada y clarificada por los sociólogos analíticos contemporáneos.El individualismo estructural sigue siendo una forma de individualismometodológico en el sentido de que «todos los hechos sociales, su estructu-ra y su cambio, son en principio explicables en términos de individuos,sus propiedades, acciones y las relaciones entre ellos», si bien «enfatizan-do la importancia explicativa de las relaciones y las estructuras relaciona-

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 319

Page 12: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

les», lo que es compatible con la tesis de que «todas las estructuras rela-cionales son explicables como resultados intencionados o no intenciona-dos de las acciones individuales» (Hedström y Bearman, 2009:8).7

Con todo, algunos teóricos sociales analíticos aceptan que puede ha-ber espacio para algún tipo de explicación cuasi-funcional de naturalezaevolutiva, que postule la existencia de mecanismos de equilibración porconsecuencias activados por atractores evolutivos ya sean de selección na-tural, ya de refuerzo (véase Van Parijs, 1982a y 1982b); obsérvese, no obs-tante, que dichas explicaciones evolutivas no operan con causas finalessino con causas eficientes (como por otra parte, lo hace la teoría de la evo-lución en biología), y que, para ser legítimas, deben estar nítidamente es-pecificados los mecanismos causales estándar que permiten la persisten-cia de un determinado rasgo o fenómeno (que lo «seleccionan») por susconsecuencias para las acciones individuales en un contexto dado. Comoadvierte Boudon con brillantez, «el concepto de función es aceptablecuando se usa como una especie de atajo para resumir procesos socialesque pueden también describirse sin usar ese concepto, aunque más tor-tuosamente. Para decirlo en la forma de un teorema metodológico: la no-ción de función sólo es útil si no es indispensable» (Boudon, 1990:136).8

5) Racionalidad amplia, distorsiones de la racionalidad y pluralismomotivacional. A diferencia de la economía neoclásica, del conductismo, ode la teoría del intercambio, la sociología analítica no se compromete conun supuesto motivacional universal de egoísmo o de auto-interés, sinoque asume y desarrolla las rupturistas aportaciones contemporáneas de laeconomía conductual y la ciencia social experimental que muestran el no-table pluralismo motivacional de la especie, esto es, la presencia de moti-vaciones altruistas, de aversión a la inequidad y de reciprocidad fuerte,que están ampliamente extendidas interculturalmente, y en virtud de lascuales los agentes asumen costes innecesariamente para conseguir ciertosresultados y distribuciones grupales de cargas y beneficios que percibencomo más deseables y/o equitativas que las que a ellos les convendrían.

Por otro lado, y a diferencia de la teoría de la elección racional con-vencional (otra cosa serían sus más recientes desarrollos conductualmen-te enriquecidos), la sociología analítica no se compromete con el supuestode racionalidad perfecta y maximizadora de los agentes, sino que lo admi-te como un mecanismo de formación de acciones entre otros muchos po-sibles, aunque poco realista en la mayoría de contextos de interacción so-

320 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

7. Resulta algo sorprendente que Hedström y Bearman identifiquen la posición de Elster con ladel «individualismo metodológico tradicional» (2009:8), cuando ellos mismos reconocen que la diferen-cia entre sus concepciones reside en el mayor o menor énfasis en este punto, y no en cuestiones subs-tantivas.

8. Sobre la legitimidad de las explicaciones evolutivas en ciencias sociales véanse Van Parijs(1982a) y Faia (1986). Véase asimismo el debate original sobre individualismo metodológico y explica-ción funcional mantenido sobre esta cuestión entre los marxistas analíticos en Cohen (1982), Van Parijs(1982b) y Elster (1982); o las posturas anti-individualistas de Pettit (1993) o Levine, Sober y Wright(1987), entre otros teóricos analíticos. De hecho, uno de los campos más interesantes de la filosofía de laciencia social es hoy el de la ontología social, inexplicablemente descuidado en la tradición sociológica.

Page 13: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

cial. Los sociólogos analíticos suelen preferir concepciones más «limita-das» de la racionalidad, basadas en las aportaciones de Herbert Simon ode las teorías sobre sesgos y heurísticas de base evolutiva; o bien concep-ciones más «amplias», como la teoría de la racionalidad cognitiva o axio-lógica de Boudon, que supera la idea de racionalidad puramente conse-cuencialista; o bien, en fin, aceptan sin más la existencia de distorsionesde la racionalidad en la interacción entre deseos, creencias y acciones enel nivel individual, en la línea de las aportaciones de Elster sobre los me-canismos del pensamiento desiderativo (wishful thinking), las «uvasamargas» o preferencias adaptativas, las preferencias contra-adaptativas,la «debilidad de la voluntad», etc. En el fondo de esta actitud hay un pro-fundo compromiso de la sociología analítica con el realismo, que la sepa-ra radicalmente del instrumentalismo de la mayoría de enfoques de laelección racional, ejemplificado en la posición clásica de Friedman(1966), según la cual no importa que los supuestos de un modelo seanirreales si éste hace predicciones empíricas adecuadas. Para los sociólo-gos analíticos, las explicaciones deben ser realistas, apuntar a los meca-nismos realmente presentes tras el fenómeno a explicar, y, por tanto, huirde las explicaciones del tipo «como si»: no se trata de predecir sin más,sino de hacerlo basándose en los mecanismos realmente existentes.9

6) Modelización formal. Los sociólogos analíticos suelen mostraruna marcada tendencia a formular modelos explicativos en lenguaje for-mal o matemático, y, cada vez con más frecuencia, implementables com-putacionalmente. La formalización y los modelos formales son para ellosherramientas útiles para la teorización y la explicación científica, queaportan ventajas tales como disciplina, sistematicidad, exhaustividad,economía intelectual, ahorro de tiempo y esfuerzo, replicabilidad de re-sultados, y explicitación clara de supuestos. Sin embargo, y a diferenciade algunas tendencias de la economía neoclásica, la modelización y la for-malización no son para los sociólogos analíticos más que un medio, nun-ca un fin de la investigación. El objetivo de la sociología analítica es siem-pre la producción de conocimiento y el aumento de la potenciaexplicativa de las teorías, no la ostentación de habilidades técnicas.

7) Una metodología innovadora: los modelos de simulación basados enagentes. Los llamados agent-based models (ABM) están convirtiéndose enla metodología favorita de muchos sociólogos analíticos en su intento porproveer mecanismos explicativos de los fenómenos sociales. No es extra-ño, pues tales modelos proporcionan una vía accesible y poco costosapara resolver el problema de la transición micro-macro, esto es, la genera-ción de resultados de macronivel en sistemas complejos no lineales, y con

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 321

9. Pueden verse dos potentes argumentaciones a favor del realismo explicativo y contra la simpli-ficación excesiva de algunos modelos formales en Elster (2007:24-26 y 461-464) y Hedström (2005: 60-66 y 107-108). Ello no obsta para que el principio de parsimonia siga siendo una guía de la construcciónde modelos explicativos en la sociología analítica: la cuestión es cuánta parsimonia o simplicidad cabesacrificar en aras de un mayor realismo de los modelos, una vez demostrados repetidamente determi-nados fallos predictivos de los mismos.

Page 14: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

agentes indviduales sumamente heterogéneos y dinámicamente interde-pendientes. Los ABM son, hoy por hoy, la mejor manera de testar y re-construir (si bien virtualmente) la eficacia de los mecanismos pertinentessin «cajas negras» (siguiendo el principio verum-factum de Vico, que tan-to agradaba a Marx, de que sólo se comprende realmente lo que uno pue-de fabricar o producir).

Los ABM han dado lugar a lo que Epstein denomina «ciencia socialgenerativa» (Epstein, 2006), y en sociología son los analíticos los princi-pales defensores de esta estrategia metodológica, cuyos pasos típicos sonlos siguientes (Hedström y Bearman, 2009:16):

1. Identificar con claridad la regularidad o hecho social a explicar.2. Formular diferentes hipótesis sobre mecanismos en el nivel mi-

cro (de acción e interacción) que podrían generar el fenómeno enel nivel macro.

3. Implementar esas hipótesis en un modelo computacional basadoen agentes.

4. Ejecutar las simulaciones y controlar la sensibilidad de sus resul-tados a ciertas condiciones (como el número de agentes, o el nú-mero de rondas de simulación).

5. Comparar los resultados simulados con los patrones empírica-mente observados. De esta comparación pueden obtenerse dosposibles resultados:

1. a. Sólo uno de los mecanismos propuestos es capaz de generarel resultado empíricamente observado (de forma aproximati-va): en este caso, se dice que la suficiencia generativa del mo-delo (su capacidad para generar virtualmente el resultadoque se busca explicar) basta para sustentar la hipótesis.

1. b. Más de uno de los mecanismos propuestos muestra dicha su-ficiencia generativa: en este caso será necesaria una calibra-ción empírica mayor o más profunda del modelo (ya sea enlas condiciones iniciales como las propiedades de los agen-tes, la distribución de los mismos, o sus reglas de actuación,ya sea exigiendo suficiencia generativa también en estadiosintermedios de la simulación y no sólo en el resultado final);ello implica el refinamiento y complejización de las implica-ciones de los mecanismos propuestos hasta discriminar cuálde ellos está presente.

Los ABM han aportado a la ciencia social reciente algunos resultadossorprendentes y contraintuitivos, basados en dos posibilidades típicas enlas transiciones micro-macro: primera, las preferencias individuales ma-yoritarias en un sentido pueden dar lugar a resultados macrosociales enun sentido opuesto (como ocurre en los procesos de segregación social si-mulados por Schelling, 1978), por lo que no es aconsejable inferir explica-

322 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 15: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

ciones directamente de la observación de fenómenos macro, sin «abrir lacaja negra» mediante un modelo ABM; segunda, variaciones muy ligerase incluso triviales en las condiciones de micronivel pueden causar enor-mes diferencias en las consecuencias a nivel macro (una ligerísima dismi-nución del nivel de tolerancia a los diferentes en los agentes del modelode Schelling produce aumentos espectaculares en la segregación social;una ligera variación en los umbrales de participación de los individuospuede producir el éxito o el fracaso de una acción colectiva; un ligero au-mento en el número de individuos que transmiten un mensaje puede pro-ducir una cascada informacional que convierta ese mensaje en crenciadominante, etc.).

Los ABM resultan suficientemente abiertos y flexibles como para in-corporar diferentes tipos de agentes, creencias, preferencias, redes socia-les, estructuras sociales y reglas de interacción, y como para endogeneizartodas esas propiedades, en vez de tomarlas como dadas. Frente a ellos (oal menos esta es la opinión cada vez más extendida entre los sociólogosanalíticos), otros métodos como la experimentación o el uso de las esta-dísticas y las encuestas acabarán teniendo un papel auxiliar o comple-mentario en la explicación mediante mecanismos, aunque no menos im-portante y necesario: la experimentación puede ser clave para testar laplausibilidad empírica de un mecanismo y sugerir su rol en ciertos fenó-menos, aunque no sea una estrategia apta para generalizar o explicar fe-nómenos de nivel macro, mientras que las grandes bases de datos estadís-ticos obtenidos mediante encuesta seguirán siendo claves para ofrecerinformación sobre regularidades sociales o motivaciones de actores, ypara calibrar empíricamente los modelos ABM. Sin embargo, al decir deManzo (2011), sigue existiendo una diferencia entre proveer un mecanis-mo, probando su eficacia generativa (algo que sólo los ABM podrían ha-cer), y simplemente inferir su existencia y posibles efectos a partir de unaevidencia indirecta o parcial.

3. Los temas de la sociología analítica

Aunque una panorámica completa de las aportaciones de la sociolo-gía analítica excede los límites del presente capítulo (véase Hedström yBearman, 2009, para la más completa hasta la fecha), no estará de másofrecer algunas indicaciones sobre los principales temas y campos de in-vestigación que los sociólogos analíticos han abordado, y sobre los frutosque su trabajo ha generado.

3.1. LA INVESTIGACIÓN BÁSICA SOBRE MECANISMOS SOCIALES

En consonancia con la preferencia de la sociologia analítica por laexplicación mediante mecanismos, muchos de los principales teóricos

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 323

Page 16: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

dentro de la misma han dedicado un gran esfuerzo a especificar los prin-cipales mecanismos típicos que cabe encontrar en la interacción social.En este sentido cabe destacar tres aportaciones teóricas fundamentales:

1. Teoría DBO (Hedström, 2005). La formulación de la llamada teo-ría DBO (DBO theory)10 por parte de Peter Hedström ha sido probable-mente el paso más importante de la sociología analítica en busca de loque Manzo denominaba «un marco meta-teórico unitario». Dicha «teo-ría» (que, en rigor, y como su propio autor admite, no es tal, sino queconstituye más bien un conjunto de principios y orientaciones para la for-mulación de teorías concretas) busca sistematizar conceptual y metodoló-gicamente los componentes básicos de los mecanismos más típicos en laacción y la interacción social. Su objetivo es enfocar la teoría sociológicahacia la generación de modelos explicativos plausibles (tanto psicológicacomo sociológicamente, esto es, que admitan desviaciones respecto de laracionalidad estándar y mecanismos de influencia social no estratégicos),simples (que apunten a los elementos y mecanismos fundamentales queexplican los patrones y regularidades sociales, haciendo abstracción delas anécdotas y detalles irrelevantes), e intencionales (dotando así a unosindividuos heterogéneos y a sus intenciones de plena influencia causal enlos resultados sociales, y huyendo tanto de los modelos sociales atomistascomo de una concepción sobresocializada del ser humano).

El enfoque DBO permite incorporar, además de la racionalidad estra-tégica o paramétrica (ya sea en sentido estándar o en su sentido limitado),otros mecanismos típicos de interacción entre deseos, creencias y oportu-nidades, como el pensamiento desiderativo, las preferencias adaptativas ycontra-adaptativas, o la debilidad de la voluntad. Hedström muestra cómodiversas concatenaciones de dichos mecanismos pueden hacer emerger di-versos patrones típicos de interacción social. Es importante distinguir, aeste respecto, un efecto de interacción social (lo que cada individuo cree-quiere-hace está determinado por lo que cree-quieren-hacen los demás) deun mero efecto ambiental (lo que cada individuo hace está determinadopor las condiciones ambientales objetivas) o de un efecto de selección (laexposición reiterada a ciertos filtros y presiones ambientales ha seleccio-nado a ciertos individuos en ciertos contextos, o a ciertas creencias y dese-os dentro de los mismos). Efectos típicos de interacción social estudiadosmediante el esquema DBO son la imitación racional, la coordinación so-cial, la reducción de disonancia, la influencia social, las cadenas de opor-tunidad, las profecías que se cumplen (o inclumplen) a sí mismas, etc.

2. Racionalidad, emociones y normas sociales (Elster, 1989b, 1999,2007, 2009a y 2009b). Probablemente sea Jon Elster el teórico analíticoque más ha destacado en la empresa de ofrecer un «inventario» lo másamplio posible de mecanismos «listos para el uso» del científico social,

324 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

10. DBO son las iniciales en inglés de deseos (desires), creencias (beliefs) y oportunidades (oppor-tunities).

Page 17: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

aunque haya sido al precio de una menor sistematicidad conceptual quela ofrecida por la teoría DBO. Aunque toda su trayectoria teórica es unarica ilustración interdisciplinar de dichos mecanismos a muchos niveles,destacan sin duda sus elaborados intentos por ofrecer una visión plausi-ble (y coherente con todo lo que las ciencias cognitivas y neurológicascontemporáneas saben) de la interacción entre racionalidad, emociones ynormas sociales. En este sentido, y por poner un solo ejemplo, su distin-ción reciente entre normas sociales y morales es un ejemplo de buena de-finición científico-social, que «corta la realidad por sus junturas»: la dis-tinción resulta empíricamente iluminadora, operativa, y se basa en elmecanismo causal subyacente que es propio de cada tipo de norma, pueslas conecta con una emoción típica asociada a cada una de las conductaspertinentes. En el caso de la norma social, la conformidad con la normaes meramente conductual y se apoya en la vergüenza que sentiríamos alser descubiertos infringiéndola, mientras que las sanciones que recibiría-mos se apoyan en el desprecio que sentirían quienes presencien dicha in-fracción (piénsese, por ejemplo, en la conducta de escupir en el suelo).Por el contrario, en el caso de una norma moral, la conformidad con lanorma es psíquica, y la infracción hace nacer sentimientos de culpa en elinfractor (tanto si es descubierto violando la norma como si no), y de iraen el resto, en caso de cobrar conciencia de la violación (piénsese, porejemplo, en un asesinato por dinero).

3. Racionalidad cognitiva y axiológica (Boudon, 1992, 1995, 2001,2003 y 2009): Uno de los problemas tradicionalmente irresueltos por lasociología y la economía, pero que la sociología analítica no elude, tieneque ver con lo que se ha llamado mecanismos situacionales: ¿cuál es elorigen causal de las creencias y deseos de los individuos, en base a loscuales forman sus acciones e intenciones? Seguramente es RaymondBoudon quien ha abordado con mayor profundidad y seriedad este pro-blema (mostrando, contra lo que Coleman sostenía, que la flecha causalque va de lo macro a lo micro puede resultar tan compleja e intrincadacomo la que va de lo micro a lo macro). En una serie de trabajos durantelas últimas dos décadas, Boudon ha defendido un concepto de racionali-dad cognitiva más amplio que (y previo a) la racionalidad instrumental oestratégica. Dicha racionalidad tiene que ver con la justificación cotidianade nuestras creencias en base a «buenas razones», y englobaría también,como un sub-tipo, a lo que Boudon llama racionalidad axiológica (que ten-dría que ver con la justificación de los valores y creencias normativas osobre lo que es «bueno»). El objetivo de dicha teoría no es, sin embargo,psicológico, sino netamente sociológico: persigue la explicación de lascreencias y valores sociales que la teoría de la elección racional estándartoma como «dados» en los individuos, y que las sociologías estructuralis-tas o sociologistas simplementen adscribían a fuerzas deterministas ocul-tas e irracionales. Para Boudon, albergar ciertas creencias, fácticas tantocomo normativas, acerca de la sociedad, puede explicarse, por lo general,en base a una racionalidad puramente cognitiva semejante a la que utiliza

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 325

Page 18: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

el método científico (que, en el fondo, no es sino racionalidad de sentidocomún, pero refinada y sistematizada); dicho método se basa en la deriva-ción lógica de proposiciones a partir de un sistema bien establecido deprincipios y proposiciones más generales, y en el examen de la correspon-dencia de las proposiciones así derivadas con la realidad percibida. Fuer-tes razones basadas en principios y evidencias cognitivamente bien esta-blecidas (o percibidas como tales) nos harían seleccionar ciertascreencias como defendibles o no. La racionalidad cognitiva no es otra, se-gún Boudon, que la racionalidad que los filósofos de la ciencia ponen enla mente de los científicos: la racionalidad como consistencia y veracidadde nuestros sistemas de creencias.

A partir de estos sencillos supuestos, Boudon se lanza a explicar, en-tre otras, creencias muy extendidas pero contrarias a la evidencia, creen-cias contraintuitivas o valores aparentemente irracionales. Para ello haceun amplio uso de todos los sorprendentes descubrimientos de la psicolo-gía y la economía conductuales recientes, de las teorías de los sesgos quesistemáticamente afectan nuestros juicios y conductas, y de las heurísti-cas que utilizamos para hacer inferencias rápidas y tomar decisiones encontextos cotidianos. Un ejemplo típico lo constituye su explicación de lascreencias y rituales mágicos, como la danza de la lluvia de los indiosHopi, analizada por Merton, pero que prescinde del famoso concepto defunciones latentes de Merton (inadecuado, según Boudon, por adscribirfinalidades sin un sujeto consciente de las mismas): para Boudon, los in-dios Hopi creen realmente que la danza de la lluvia produce la lluvia, por-que esa creencia es coherente con el resto de creencias que albergan, y seve reforzada porque perciben una correlación empírica aproximada (aun-que inexistente) entre el ritual y la lluvia efectiva (correlación posiblemen-te causada por el hecho de que los responsables de programar el ritual lohagan de forma intuitivamente acorde con sus previsiones climáticas ba-sadas en la experiencia, o bien por sesgos de autoconfirmación que sobre-estiman la importancia de las predicciones correctas, y viceversa). Estesimple mecanismo cognitivo evita tanto la necesidad de explicaciones te-leológicas como la atribución de irracionalidad a los agentes.

3.2. INVESTIGACIÓN APLICADA: LA EXPLICACIÓN DE FENÓMENOS SOCIALES

CONCRETOS

La misión primordial de la sociología, según Hedström (2005:67), esexplicar fenómenos sociales y propiedades colectivas que no son predica-bles de ningún miembro individual de la colectividad. Ejemplos habitua-les son acciones, deseos y creencias típicas, distribuciones y patronesagregados, topologías de redes o normas sociales. Tomaremos (comple-mentándola libremente) esta lista como guía para mencionar algunos delos programas de investigación empírica aplicada más prometedores de lasociología analítica actual:

326 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 19: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

1. Acciones, deseos y creencias típicas. La sociología analítica hamostrado, ya desde Coleman, un amplio interés por los mecanismos dedifusión de conductas, creencias y valores. Desde el clásico modelo de di-fusión de una innovación médica de Coleman y sus colegas (1957), hoydía se ha avanzado hacia la explicación de la difusión de conductas tandispares como los atentados terroristas suicidas (Gambetta, 2005), el con-sumo de best-sellers y el éxito de determinados productos culturales(Hedström, 2006; Salganik y Watts 2009), la explicación de ciertas creen-cias y valores dominantes (Boudon, 1992, 1995, 2001; Goldstein, 2009), elconformismo como dependiente de la interacción repetida (Rydgren,2010), las prácticas de elección de pareja (Bearman et al., 2004) o el diag-nóstico del autismo (Bearman, 2011).

Dos campos que se han visto particularmente desarrollados en esteaspecto han sido la criminología y el estudio de las acciones colectivas.En el primer campo, los estudios de sociólogos analíticos como Esser(2009), Wikström (2006) o Kroneberg (2006, 2010) han cristalizado en losque hoy en día resultan los modelos más prometedores de explicación delas conductas desviadas y criminales (aunque pueden funcionar tambiéncomo teorías generales de la acción): la teoría de la acción situacional deWikström y el modelo de «selección del marco» de Esser y Kroneberg, quecomparten la idea de combinar elementos de cálculo racional con normasy compromisos morales en un marco unificado de explicación de la con-ducta; según el segundo de estos modelos, por ejemplo, determinados fra-mes o «enmarcados» de un cierto contexto de interacción social permitenactivar ciertos mecanismos psíquicos de «neutralización» de las sancio-nes y frenos internos que serían esperables a la hora de violar normas so-ciales, morales y legales; ello, en combinación con las variables más tradi-cionales de los modelos de elección racional (valor de lo obtenido con lainfracción, probabilidad de que la infracción sea detectada y sancionada,etc.), puede predecir razonablemente bien la probabilidad media, para undeterminado tipo social de individuo, de embarcarse en actividades delic-tivas (en términos más generales, de seguir o violar una determinada nor-ma). En cuanto a las acciones colectivas, los modelos de los sociólogosanalíticos han superado ampliamente las limitaciones de los modelos clá-sicos de elección racional inspirados en Olson (1965) a la hora de explicarla participación en dichas acciones y sus probabilidades de éxito (véanse,por ejemplo, los trabajos compilados en Aguiar, Miller y Robles, 2007, oBaldassari, 2009), incorporando variables como el compromiso moral, lacreencia en la eficacia de la propia contribución, la influencia social, laestructura de las redes sociales de los participantes potenciales, la hetero-geneidad motivacional de los agentes, sus umbrales de participación, etc.

2. Distribuciones y patrones agregados. Los individuos cuyas creen-cias, deseos y oportunidades configuran los fenómenos macrosociales sedistribuyen de maneras determinadas tanto en el espacio (geográficamen-te, residencialmente), como en las posiciones de mercado (por ejemplo, elmercado de trabajo), como en la jerarquía social (estratificación social),

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 327

Page 20: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

como, en fin, en función de determinados recursos (educativos, económi-cos, etc.). Los sociólogos analíticos han intentado desentrañar la intrinca-da red de procesos causales que genera estas distribuciones sociales y pa-trones agregados, aislando los mecanismos fundamentales que permitenexplicarlos. Por poner sólo algunos ejemplos, basten los siguientes: a) Lasdinámicas de segregación residencial y geográfica en zonas urbanas sonun tema clásico de la sociología analítica desde los estudios de Schelling(1978); Van de Rijt, Siegel y Macy (2009) han mostrado, mediante mode-los ABM, cómo dichos estudios acertaban en lo fundamental: la segrega-ción residencial no tiene por qué ser el producto de una conspiración so-cial para oprimir a las minorías, sino, más plausiblemente, el resultado dedecisiones residenciales interdependientes de individuos cuyas preferen-cias no son especialmente segregadoras, pero sí ligeramente homofílicas(esto es, se prefiere ligeramente convivir con los iguales que con los dife-rentes). b) Las desigualdades educativas por clase social (otro de los te-mas clave de la sociología) dependen, como han mantenido varios soció-logos analíticos desde Boudon y Goldthorpe, de decisiones sobre lastrayectorias educativas que los individuos toman en función de un cálculoaproximado sobre sus costes, riesgos y oportunidades de éxito asociadas acada nivel educativo (cálculo que no es perfectamente racional sino quepuede seguir heurísticas simples y a menudo inadecuadas, y puede estarmediado por el conocido mecanismo de la privación relativa; véase Man-zo, 2009); ello permite explicar la evolución y la persistencia de las desi-gualdades educativas relativas (e, indirectamente, de las desigualdades declase) en numerosas sociedades de nuestro entorno. c) Las teorías delmatching (o «emparejamiento») han iluminado los mecanismos subya-centes a muchas dinámicas estructurales, como las del mercado de traba-jo, las formas de familia, u otras; su idea fundamental es estudiar los pro-cesos por los que los individuos se asocian entre ellos en pares exclusivos,escogiendo «parejas» de entre un pool de potenciales «socios» (tanto si seescoge pareja sexual o cónyuge, una universidad, o una vivienda, como sise firma un contrato de trabajo). Los estudios al respecto han mostradocómo la información disponible y las normas sociales de emparejamientosuelen ser más determinantes que las preferencias de los invididuos o suestructura de oportunidades a la hora de restringir sus elecciones posi-bles, y que tales procesos conducen típicamente a la formación de agrupa-ciones o clusters locales (Stovel y Fountain, 2009).

3. Redes sociales y capital social. El interés de los sociólogos analíti-cos por desentrañar los mecanismos de micronivel que están detrás de lasdinámicas macrosociales les ha dirigido con suma frecuencia hacia el es-tudio de las redes sociales. La ciencia de las redes sociales es hoy una sub-disciplina sumamente fértil de la sociología, que está realizando aporta-ciones muchas veces sorprendentes. Tres ejemplos ilustrativos, desderegistros muy diferentes, son los que siguen: a) Duncan Watts, en sus li-bros Small Worlds (1999) y Six Degrees (2003), ha sido probablemente elprincipal responsable del notable avance analítico en el estudio de las re-

328 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 21: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

des sociales, sus determinantes y sus efectos, usando para ello metodolo-gías de simulación. La famosa hipótesis de los «mundos pequeños», yaavanzada por Milgram o Granovetter, fue matematizada y generalizadapor Watts; una red presenta el rasgo de ser un «mundo pequeño» cuandola mayoría de sus nodos no están conectados directamente entre sí, pero,al mismo tiempo, a la mayoría de ellos se puede llegar por un camino re-lativamente corto (con pocos pasos); Watts encontró que numerosas redessociales y naturales exhiben esta propiedad, por sus notables ventajas evo-lutivas. b) Peter Bearman y sus colegas (2004), en su estudio sobre las re-des sexuales entre los universitarios, mostró con un modelo ABM el meca-nismo que explica que dichas redes tomen la forma de árbol extensivo sinnodos centrales y sin ciclos: el mínimo ciclo sexual entre individuos hete-rosexuales consta de 4 personas, pero cerrar un ciclo semejante implicatener relación sexual con la ex-novia del sujeto que ahora está con tu ex-novia (o con el ex-novio de la chica que ahora está con tu ex-novio), locual hace perder estatus en las comunidades estudiantiles. Este es el úni-co mecanismo capaz de generar una red de interacciones como la que seobserva empíricamente. c) Los avances de la ciencia de las redes socialeshan sido aplicados también al estudio de uno de los temas centrales en laobra de Coleman: el capital social y la confianza; invertir esfuerzos enmantener y conservar relaciones sociales de confianza y ayuda mutua re-porta diversas utilidades a los individuos, y puede resultar un factor clavepara la movilización de recursos y personas, pero la eficacia y rentabili-dad de esas relaciones dependen mucho del tipo de redes sociales en lasque se hallen inmersas. González-Bailón (2010) ha mostrado, mediante elanálisis de redes con modelos ABM, como algunos de los supuestos máshabituales de las teorías del capital social deberían ser revisados (como elde que la densidad de la red está directamente relacionada con la difusióneficiente de información o recursos a través de la misma).

4. Normas sociales y reglas informales. Las aportaciones teóricas deElster han sido completadas por numerosos estudios empíricos sobrenormas sociales, la mayoría de ellos experimentales, tanto de campocomo de laboratorio. En primer lugar, la investigación sobre normas deconducta prosocial ha fructificado durante las dos últimas décadas (Boh-net, 2008; Camerer y Fehr, 2004; Fehr y Gintis, 2007; Lindenberg, 2006;Kroneberg, 2006; Tena, 2010), y hoy día estamos mucho más cerca de en-tender en qué contextos y por qué se activan motivaciones no egoístaspara actuar según dichas normas (ya sean puramente altruistas, de reci-procidad fuerte, o de aversión a la inequidad). En segundo lugar, ha avan-zado mucho el estudio empírico de la emergencia y mantenimiento denormas (Axelrod, 1986; Bicchieri, 2006; Hechter y Opp, 2001; Ullman-Margalit, 1977), incluyendo casos de difícil explicación como el de lasnormas impopulares o irracionales, hoy satisfactoriamente resueltos me-diante los mecanismos de la ignorancia plural y similares procesos de fal-sificación de preferencias (Centola, Willer y Macy, 2005; Kuran, 1995).Por último, cabe mencionar los estudios sobre confianza social (Herreros,

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 329

Page 22: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

2002; Gambetta, 2005) y su aplicación a la teoría de la señalización (sig-naling theory; véase Gambetta, 2009a, 2009b), que explica, entre otrosfenómenos, cómo comportamientos muy costosos, autolesivos o dañi-nos para el propio agente pueden representar una ventaja estratégicapara el mismo, al señalizar de forma fiable la pertenencia a un determi-nado «tipo», y permitir la confianza de los demás en la posesión de unadeterminada propiedad social o grupalmente valorada (esta teoría ha te-nido interesantes aplicaciones, por ejemplo, al estudio de las organiza-ciones mafiosas o criminales, el comportamiento en las cárceles, las cre-denciales educativas, el comportamiento en diversos mercados, lapublicidad, las donaciones caritativas, la política internacional, la com-petición electoral, las conductas de derroche u ostentación, la búsquedade pareja, etc.).

5. Instituciones y organizaciones. Las instituciones sociales de ma-cro y meso-nivel son fenómenos cuya emergencia y rasgos diferencialespueden ser explicados en base a los principios de la sociología analítica,que se interesa, asímismo, por los procesos mediante los que esas institu-ciones y organizaciones constriñen o amplían las oportunidades de losactores. Como más abajo se comentará, esta es sin duda una de las inten-ciones centrales del proyecto de una macrosociología histórica analítica:puede verse un impresionante resultado reciente de este proyecto enWimmer y Kroneberg (2011), quienes, mediante un modelo formal im-plementado computacionalmente y empíricamente calibrado, muestrancómo la emergencia de «naciones» más o menos integradas desde unpunto de vista étnico, con mayor o menor intensidad de episodios popu-listas, depende crucialmente de la centralización del poder estatal, la mo-vilización de masas, y la organización de la sociedad civil, factores todosellos que impulsan (y aquí estaría el mecanismo testado) a los actores po-líticos y sociales a negociar estratégicamente unas u otras clasificaciones«étnicas». La ventaja de este tipo de modelos es que se sitúan a medio ca-mino entre las narrativas de micronivel o los estudios de caso, y la gransociología macrohistórica huérfana de modelos formales. Wimmer yKroneberg muestran, adicionalmente, cómo bajo determinados supues-tos la sociología analítica puede trabajar con «actores corporativos»como sus unidades de análisis, en la línea propuesta por Coleman en suobra seminal.

4. Las críticas a la sociología analítica

Como todo enfoque meta-teórico con voluntad de reordenación de ladisciplina, la sociología analítica ha recibido críticas y ha generado deba-tes, en ocasiones suscitados por algunos de sus propios defensores o sim-patizantes. Sin ánimo de exhaustividad, podemos agrupar las discusionesmás relevantes en cuatro apartados:

330 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 23: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

1) El debate epistemológico sobre el enfoque de los mecanismos esrecurrente a la hora de enjuiciar la sociología analítica. Varias cuestionespueden suscitarse al respecto:

a. ¿Qué es un mecanismo y cuál es su estatus ontológico? No existeconsenso acerca de una única definición de los «mecanismos so-ciales» (véase Hedström, 2005:25, para una lista de definiciones,cada una con connotaciones diferentes), ni sobre cuál sea su esta-tus ontológico: para unos, más realistas, como Manzo (2011), losmecanismos están «en el mundo real», y son concatenaciones deeventos que producen otros eventos; para otros, más idealistas, setrata de una mera herramienta conceptual, y la delimitación deuno u otro conjunto de eventos como «mecanismo» depende dediferentes criterios de relevancia explicativa y de qué dimensio-nes de la «potencia explicativa» de una teoría se quieran priorizar(Gross, 2009; Hernes, 1998; Ylikoski y Kuorikoski, 2010).

b. ¿Cómo se «comprueba» un mecanismo? Frente a la pretensión deque los ABM sean la única manera de «ver» realmente el meca-nismo en acción (su suficiencia generativa), algunos científicossociales han sostenido que el uso de esos modelos no siempredebe ser transparente (por ejemplo, en modelos relativamentecomplejos, ¿qué datos y en qué momentos de la simulación nosdemostrarán la eficacia del mecanismo hipotetizado?; ¿no seacabará obteniendo, en última instancia, unas correlaciones es-tadísticas internas a la propia simulación, que renueven la nece-sidad de abrir la «caja negra»?); que no siempre está claro cómogarantizar en ellos la calibración o suficiencia empírica; y que, encambio, otras metodologías, como la experimental, o determina-do uso semi-experimental de los datos estadísticos o las encues-tas, pueden ser también aptas para determinar la eficacia causalde ciertos mecanismos.

c. ¿Mecanismos o leyes de cobertura? Karl-Dieter Opp (2005, 2011),entre otros, ha cuestionado que el enfoque de los mecanismosdeba abandonar tan rápidamente la pretensión de explicar fenó-menos sociales mediante leyes de cobertura (covering-laws); suargumento es sencillo: para seleccionar como explicativamenterelevante un mecanismo respecto de otros posibles, hacemos su-puestos implícitos sobre leyes generales que asocian tipos de fe-nómenos entre sí; por ejemplo, ¿por qué se asume que la peres-troika de Gorbachev, y no la victoria de Steffi Graf y Boris Beckeren Wimbledon en 1989, está en el origen causal de las protestasen la República Democràtica Alemana en ese mismo año?: segúnOpp, estamos utilizando un criterio de selección para atribuircausalidad potencial al primer factor (y no al segundo) que, en elfondo, se basa en leyes de cobertura del tipo «mayor informacióny transparencia públicas producen mayor descontento social» y

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 331

Page 24: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

«a mayor descontento social, mayores protestas». En suma, se-gún este punto de vista, el enfoque de los mecanismos y el de lasleyes de cobertura no sólo no serían incompatibles, sino que elprimero requeriría del segundo.

d. ¿Cómo interpretar el «barco» de Coleman? La aparente simplici-dad del esquema micro-macro de Coleman, como han apuntadoalgunos teóricos, esconde algunos problemas no siempre adverti-dos. Baste enunciar aquí dos: primero, ¿qué tipo de mecanismoscorresponden a cada flecha causal, y cómo decidir cuáles son losmás relevantes desde el punto de vista explicativo?; o, dicho deotro modo, ¿es siempre necesario recorrer todas las flechas delbarco en cualquier investigación social? Parece que algún tipo decriterios de relevancia sobre poder explicativo y causalidad sonnecesarios para responder estas preguntas (Ylikoski y Kuorikos-ki, 2010). En segundo lugar, a menudo el esquema de Colemanconduce a confudir relaciones causales con relaciones constituti-vas entre fenómenos micro y macro, o, en términos gráficos, un«barco» con un «cubo» de ángulos rectos: unos miles de indivi-duos comprando acciones no causan una subida de la bolsa, sinoque la constituyen («n individuos compran acciones» y «la bolsasube» son dos descripciones extensionalmente equivalentes delmismo fenómeno, una en el nivel micro y otra en el macro),mientras que unos miles de individuos vendiendo acciones en elmomento t causan (ahora sí), en el momento t+1, una pérdida deconfianza generalizada en la posibilidad de obtener beneficiospor parte del resto de inversores potenciales. Distinguir entre es-tos dos tipos de relaciones no siempre es fácil, y los ejemplos delpropio Coleman a menudo no acertaron a hacerlo plenamente.

e. ¿Sociología explicativa vs. descriptiva? Contra la pretensión deBoudon y otros de que la misión fundamental de la sociología espuramente explicativa, autores como Goldthorpe (2004a) han re-clamado un mayor énfasis en la utilidad y necesidad de una so-ciología descriptiva, que, basándose en generalizaciones estadís-ticamente rigurosas, pueda proveer de información fiable a lossociólogos sobre regularidades sociales a gran escala, que consti-tuyan los explananda para la sociología analítica, y que permitancalibrar y testar empíricamente sus modelos. En este sentido, la«sociología que realmente importa» sigue siendo, para los analíti-cos, la que construye teorías explicativas de los fenómenos socia-les, pero ello no obsta para que muchas otras tareas cognitivasy/o instrumentales sean también necesarias en una disciplinacientífica.

2) El papel de las intenciones y de las acciones individuales en lasexplicaciones sociológicas ha generado también un intenso debate. Algu-nos autores han criticado la preferencia de la sociología analítica por las

332 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 25: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

explicaciones intencionales y el individualismo estructural, y han llegadoa hablar de «fundamentalismo intencional» para referirse a la tesis de quela microfundamentación de una explicación en base a las intenciones indi-viduales debe por fuerza conducir a una mayor inteligibilidad de esa expli-cación (Ylikoski y Kuorikoski, 2008). Quienes han defendido dicha tesis,como Boudon o Elster, argumentan que la sociología analítica siempre haadmitido explicaciones causales no intencionales, y, al mismo tiempo, queel considerar a las intenciones como causas de muchas acciones (según laposición clásica de Davidson, 1963) es precisamente lo que evita un re-duccionismo mal entendido en ciencias sociales, al que nos veríamos abo-cados si buscásemos causas directamente en el nivel sub-intencional. Sinembargo, otras críticas a la predilección por la explicación intencional,como ya se comentó, provienen de la posibilidad de «salvar» algún tipo deargumento cuasi-funcional a la hora de explicar la evolución de las insti-tuciones sociales (Linares, 2011).

3) En ocasiones, se ha criticado un supuesto desinterés de la socio-logía analítica por las investigaciones de tipo cualitativo o que se centrenen los aspectos narrativos e históricos de la comprensión de los fenóme-nos sociales. Aunque la existencia de este desinterés es muy dudosa (basteconsiderar, por ejemplo, la obra entera de Elster, o bien Abell, 1988; Gam-betta, 1993; Wimmer y Kroneberg, 2011), es cierto que ha habido un cier-to debate en torno al lugar que dicho tipo de estudios pueden encontraren la sociología analítica. No cabe duda de que la sociología analítica esplenamente sensible a la naturaleza histórica de la realidad social y a lainsoslayable dimensión histórica de las ciencias sociales; su «valor añadi-do» consiste, en este caso, en aportar a la sociología histórica modelosformales que puedan hacer visibles patrones y mecanismos en el materialhistórico y cualitativo que, de otro modo, pasarían por alto a las lentes,más intuitivas, del historiador, el erudito o el etnógrafo. Por ejemplo, tan-to los modelos de juegos evolutivos, como los ABM, permiten simular di-námicas históricas de un modo controlado y obteniendo resultados deuna generalidad superior a la habitual en las disciplinas históricas. Almismo tiempo, muchas corrientes de investigación históricas como el ne-oinstitucionalismo, la sociología económica, las «narrativas analíticas»,11

o las teorías de la path-dependence (o «dependencia del sendero»), hanconvergido con la sociología analítica en el empeño por introducir unamayor formalización y potencia explicativa de las teorías y modelos den-tro de estos campos de investigación.

Desde la perspectiva analítica, por tanto, la sociología histórica, com-parativa o no, puede ser tan científica como cualquier otra subdiscipli-

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 333

11. Las «narrativas analíticas» intentan utilizar la elección racional enriquecida conductualmenteen el estudio de la historia social. Puede rastrearse el interesante debate al respecto en textos comoAbell (2007, 2004), Bates et. al. (2000, 1998), Gould (2007), Levi (2006), Schiemann (2007). El AmericanPolitical Science Review (vol. 94, n.º 3) y la revista italiana Sociologica (n.º 3/2007) han publicado sendossimposios monográficos sobre el tema.

Page 26: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

na.12 En general, los mismos principios que la sociología analítica propo-ne para el estudio de los fenómenos sociales presentes pueden ser aplica-dos sin más para el de cualesquiera fenómenos históricos. Es verdad quela sociología histórica tiene limitaciones metodológicas intrínsecas que elanálisis comparado no puede erradicar, como ya señaló Max Weber en sudía, y como Goldthorpe (1991) volvió a recalcar en el célebre debate de losnoventa. Estas limitaciones tienen que ver con la naturaleza de segundogrado del saber socio-histórico y con la «libertad» del sociólogo históricopara elegir las interpretaciones historiográficas que mejor se amolden asu esquema general. Sin embargo, la presencia de estos reisgos no impidehacer análisis científicamente rigurosos y progresos reales en este campo:por ejemplo, la teoría de Rueschmeyer, Stephens y Stephens (1992) corri-ge la de Barrington Moore («sin burguesía no hay democracia») a la horade explicar las trayectorias democráticas europeas, con una tesis alterna-tiva: «sin proletariado no hay democracia»; o la teoría de Brenner (1988)sobre la transición al capitalismo corrige las teorías exogenistas y determi-nistas proponiendo una explicación endógena y contingentista basada enla lucha de clases. Habría otros muchos ejemplos. Lo que sí acostumbrana rechazar los analíticos es la utilización de eslóganes sobre «la historici-dad de lo social» como coartada para la ausencia de controles metodoló-gicos rigurosos.

4) Por último, cabría hacerse eco aquí del debate, sin duda no ex-clusivo de la sociología analtíca, pero también presente en ella, sobre lasimplicaciones normativas de la investigación social. Resulta obvio que,junto a la preocupación por la ética y la honestidad intelectual, la sociolo-gía analítica es plenamente compatible con cualquier inquietud por la éti-ca y la justicia social (no cabe olvidar que ha existido y existe un «marxis-mo analítico», y que los científicos sociales que utilizan este enfoquemantienen posiciones políticas a lo largo de todo el espectro ideológico).Pero los analíticos también están de acuerdo en que ello no implica nin-gún compromiso «esencial» de la sociología analítica en términos políti-cos; la utilidad social y política de la sociología, y el compromiso personalde quienes la cultiven, es perfectamente compatible con su «neutralidadvalorativa» en el sentido weberiano, como no puede ser de otro modo enciencia, si se quiere evitar el sesgo ideológico en el planteamiento de mo-delos teóricos, hipótesis, selección de casos y recogida e interpretación dedatos.

¿Quiere esto decir que la sociología analítica como tal es insensible alas implicaciones éticas y políticas de la ciencia social? En absoluto. Re-sulta también obvio que la ciencia social puede tener una dimensión prác-tica, orientada también a la intervención social. Una buena sociologíacientífica, además de explicar fenómenos sociales, o precisamente por

334 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

12. Así lo certifican, por ejemplo, los trabajos recientes de Tilly (2006, 2008), que pueden situarsesin demasiadas reservas dentro del enfoque de los mecanismos sociales, o el más clásico de Rueschme-yer, Stephens y Stephens (1992).

Page 27: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

ello, será capaz de hacer buenos diagnósticos sociales, que son imprescin-dibles para cualquier intervención social sensata y para cualquier pronós-tico social: como sabía el Marx que se encerró durante años en la bibliote-ca del Museo Británico, la acción práctica sostenida en el tiempo, si noestá basada en un buen conocimiento teórico, está condenada al fracaso,por muy bienintencionada políticamente que sea.

En este sentido, algunos (cfr. Aguiar, De Francisco y Noguera, 2009)hemos sostenido que la perspectiva analítica aún puede ir más allá en esteterreno (más allá, por cierto, de lo que ninguna «sociología crítica» ha idonunca): para intervenir en la sociedad, para contribuir al progreso socialcomo saber práctico no bastan los diagnósticos y las explicaciones causa-les: hacen falta ideales o principios normativos y claridad sobre las razo-nes que los sustentan. El rigor analítico que se le exige al conocimiento delo que es, se le puede exigir también al conocimiento de lo que debe ser.Así pues, el giro analítico de la sociología podría ser también una invita-ción a desarrollar una sociología normativa con personalidad propia, aligual que existe una economía normativa o economía del bienestar plena-mente asentada como sub-disciplina científica. Una tarea importante, porrealizar, de la sociología analítica podría ser precisamente desarrollar unarama normativa, articular un concepto (o familia de conceptos) con losque la sociología podría organizar un saber normativo capaz de «discutir»en pie de igualdad con la ética social o la economía del bienestar. Esa fa-milia de conceptos podría ordenar el rico complejo conceptual elaboradopor la tradición sociológica, un complejo que incluye conceptos como losde cohesión social, cooperación y confianza, solidaridad y reciprocidad,identidad y pertenencia, capital social y cumplimiento de normas, jerar-quía y autoridad, etc., con vistas a clarificar sus implicaciones normativasy a resolver los posibles trade-off que se puedan plantear en la aplicaciónde los mismos.

5. Conclusión

En suma, la sociología analítica busca replantear las preocupacionesde la tradición de pensamiento social clásico y de la teoría sociológica delsiglo XX de modo compatible con los conocimientos provenientes de otrasdisciplinas científicas (sociales o no), y con los valores epistémicos de lacientificidad y el avance del conocimiento racional, pues, como bien sabíaHarsanyi, «no existe ninguna incompatibilidad entre, de un lado, el pen-samiento claro y preciso que sigue las mejores tradiciones de las cienciasmatemáticas, y, de otro lado, una preocupación profunda por los valoreshumanos, en la línea de las mejores tradiciones de las humanidades y lafilosofía política clásica» (Harsanyi, 1969:168).

En realidad, como advertía Manzo, el reciente «giro analítico» en so-ciología no supone algo conceptual o científicamente novedoso como tal;es más, implica en gran medida una vuelta atrás, un retorno a los funda-

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 335

Page 28: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

mentos clásicos de la disciplina. Pero, en el contexto institucional y acadé-mico de la sociología, presenta también aspectos notablemente novedosos:la apuesta por la interdisciplinariedad (estableciendo relaciones inclusocon disciplinas tradicionalmente alejadas de la sociología, como la biología,la arqueología, las ciencias cognitivas o la inteligencia artificial);13 la utili-zación de técnicas de investigación innovadoras (como la simulación basa-da en agentes o la experimentación conductual); la refrescante perspectivametodológica de los mecanismos sociales; la introducción de una perspec-tiva evolucionaria en la ciencia social; el desarrollo de nuevas teorías yfructíferos campos de investigación acumulativa. Todo ello hace albergaresperanzas sobre un prometedor futuro para el «programa» analítico.

La sociología analítica, además, y a diferencia de otros programas uorientaciones teóricas en sociología, no busca crear ortodoxia o «escuela»alguna. Para los analíticos, es inviable querer mantener los propios uni-versos discursivos como reinos de taifas impertérritos a la crítica externae impermeables a la evidencia empírica y el progreso del conocimiento.En Economía y sociedad, Weber definía así la sociología: «una ciencia quepretende entender, interpretándola, la acción social para de esa maneraexplicarla causalmente en su desarrollo y efectos» (1922: 5). Este y nootro es el objetivo de la sociología analítica. Aunque a veces, desde uncierto desconocimiento de la misma, puedan emitirse acusaciones de«cientifismo» o similares, los analíticos no suelen verse impresionadospor las mismas, a la luz de los frutos que su perspectiva ofrece. La ciencia,con todas sus limitaciones y episodios oscuros, nos libera de la ignoranciay confiere al ser humano un enorme poder de transformación de la reali-dad; un poder (todo hay que decirlo) tan grande que a menudo nos ciega,y que puede también tener consecuencias negativas y ser susceptible deusos éticamente cuestionables: como sabía Manuel Sacristán, es el buenconocimiento el que resulta peligroso.14 Pero los analíticos tienen claroque abdicar del saber o renunciar a la racionalidad científica no nos va asituar en mejor posición para hacer frente a nuestros problemas, sinotodo lo contrario: por decirlo con Mosterín (2000), sería tan absurdocomo cortarnos las manos porque pueden servir tanto para acariciar comopara golpear.

336 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

13. Véase, a este respecto, el macro-proyecto de investigación SIMULPAST (www.simulpast.com), que reúne a investigadores de todas estas y otras disciplinas, incluidos algunos sociólogos analíti-cos españoles, en el intento de usar modelos de simulación basados en agentes para responder algunaspreguntas clave sobre la evolución de algunas de las sociedades primitivas humanas de las que se tieneconstancia arqueológica.

14. Véase Sacristán (1983:201): «lo característico de la tecnociencia contemporánea (como detodo conocimiento, en realidad) no es una supuesta bondad o maldad, sino su constitutiva ambigüedadpráctica»; todo producto científico «conlleva un riesgo probablemente proporcional a su calidad episte-mológica».

Page 29: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Bibliografía comentada

Dado que la sociología analítica es, como se ha dicho, un movimiento intelec-tual relativamente reciente en sociología (al menos bajo esa denominación), exis-ten aún pocos textos introductorios a la misma en español. El volumen compila-do por José A. Noguera, Teoría sociológica analítica (Madrid, Centro deInvestigaciones Sociológicas, 2010), compendia algunos de los textos programáti-cos de este enfoque, así como algunas aportaciones que constituyen precedentesclásicos del mismo. La Revista Internacional de Sociología publicó, en su vol. 67,n.º 2 (2009) un texto polémico de Fernando Aguiar, Andrés de Francisco y José A.Noguera, con el título «Por un giro analítico en sociología», que desató un ilustra-tivo debate posterior con otros sociólogos españoles, publicado en ese mismo nú-mero. Otro comentario útil en español sobre la sociología analítica es el de FélixOvejero, «Sociología analítica: por lo menos, el qué», publicado en la Revista deLibros, n.º 151-152 (2009). También existe una traducción del texto programáticode Raymond Boudon «La sociología que realmente importa» en Papers. Revista deSociologia, n.º 72 (2004; original de 2002). En italiano, una excelente panorámicade la sociología analítica es la de Filippo Barbera, Meccanismi sociali. Elementi disociologia analitica (Bologna, Il Mulino, 2004).

En inglés, la bibliografía sobre la sociología analítica es mucho más amplia.El germen de la perspectiva tal y como hoy la conocemos es el libro compilado en1988 por Peter Hedström y Richard Swedberg Social Mechanisms. An AnalyticalApproach to Social Theory (Cambridge, Cambridge University Press), que incluyelas ponencias de la primera conferencia sobre mecanismos sociales celebrada enEstocolmo en 1996. Posteriormente, Hedström dio a la sociología analítica su ex-posición más acabada hasta la fecha en Dissecting the Social. On the Principles ofAnalytical Sociology (Cambridge, Cambridge University Press, 2005). Sin embar-go, el compendio más completo y sistemático de las aportaciones realizadas den-tro de la línea analítica a la sociología es el volumen editado en 2009 por el propioHedström y Peter Bearman, The Oxford Handbook of Analytical Sociology (Oxford,Oxford University Press).

Un par de textos esenciales (ambos traducidos al español) que adoptan la óp-tica de la sociología analítica presentando puntos de vista particulares son los deJon Elster, La explicación del comportamiento social (Barcelona, Gedisa, 2010; ori-ginal de 2007) y John H. Goldthorpe, De la sociología: números, narrativas e inte-gración de la investigación y la teoría (Madrid, Centro de Investigaciones Socioló-gicas, 2010). También de suma utilidad son el volumen recientemente compiladopor Pierre Demeulenaere, Analytical Sociology and Social Mechanisms (Cambrid-ge, Cambridge University Press, 2011) y dos piezas de Gianluca Manzo: «Analyti-cal Sociology and Its Critics», European Journal of Sociology, vol. 51, n.º 1 (2010),y «The whole is greater than the sum of its parts. Some remarks on The Handbookof Analytical Sociology», European Journal of Sociology (2011, en prensa).

La obra de James S. Coleman es ingente, pero probablemente sus aportacio-nes fundamentales están recogidas en Foundations of Social Theory (Cambridge,The Belknap Press, 1990). De la también extensísima obra de Raymond Boudoncabría seleccionar, entre otros, el ya clásico de 1977 Effets pervers et ordre social(París, PUF) y los más recientes La racionalidad en las ciencias sociales (BuenosAires, Nueva Visión, 2010; original de 2009), Raison, bonnes raisons (Paris, PUF,2003) y The Origin of Values. Sociology and Philosophy of Beliefs (Londres, Tran-saction, 2001). Asímismo, uno de los libros más programáticos de Jon Elster para

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 337

Page 30: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

los sociólogos analíticos ha sido Tuercas y tornillos. Una introducción a los concep-tos básicos de las ciencias sociales (Barcelona, Gedisa, 1991; original de 1989),aunque El cemento de la sociedad (también traducido por Gedisa en 1991; originalde 1989) y Alquimias de la mente (Barcelona, Paidós-El Roure, 2002; original de1999) son también textos clave en la evolución de su teoría de las normas y lasemociones, que en su forma más acabada aparece en el citado La explicación delcomportamiento social y en sus capítulos incluídos en el Oxford Handbook ofAnalytical Sociology.

Algunas de las principales discusiones metodológicas en la sociología analíti-ca pueden rastrearse en textos como los siguientes: sobre la perspectiva de losmecanismos sociales, una buena panorámica es la de Peter Hedström y Petri Yli-koski, «Causal Mechanisms in the Social Sciences», Annual Review of Sociology,vol. 36 (2010). Los debates sobre el lugar de los estudios cualitativos y narrativosen la explicación causal pueden hallarse en textos como The Syntax of Social Life(Oxford, Oxford University Press, 1988) y «Narrative explanation: an alternativeto variable-centred explanation?», Annual Review of Sociology, vol. 30 (2004), am-bos de Peter Abell, o en R. H. Bates et al., (1998). Analytic Narratives (Princeton,Princeton University Press, 1998). La mejor crítica de algunos usos de la metodo-logía cualitativa y de los enfoques histórico-comparativos puede encontrarse enJohn H. Goldthorpe, De la sociología, ya citado. En cuanto a las discusiones sobrela viabilidad de las explicaciones funcionales, dos textos básicos son los de JonElster, «Marxismo, funcionalismo y teoría de juegos. Alegato en favor del indivi-dualismo metodológico», y Gerald A. Cohen, «Réplica a «Marxismo, funcionalis-mo y teoría de juegos» de Elster», ambos traducidos en Zona Abierta, n.º 33 (1984;originales de 1982).

Los modelos de simulación basados en agentes (ABM) fueron utilizados pio-neramente por Thomas Schelling en Micromotivos y macroconducta (México,FCE, 1989; original de 1978) y por Robert Axelrod en La complejidad de la coope-ración (Buenos Aires, FCE, 2003; original de 1986). Buenas introducciones a estainnovadora forma de hacer ciencia social son las de Michael Macy y Robb Willer,«From Factors to Actors: Computational Sociology and Agent-Based Modeling»,Annual Review of Sociology, vol. 28 (2002), y Jon Epstein, Generative Social Scien-ce: Studies in Agent-Based Computational Modeling (Princeton, Princeton Univer-sity Press, 2006).

Aunque la sociología analítica se dedica mucho más a desarrollar su progra-ma de investigación que a criticar a otros, algunos textos valiosos para entendersu descontento con las corrientes dominantes en la «teoría social» son los de Pe-ter Abell y Diane Reyniers «On the failure of social theory», British Journal of So-ciology, vol. 54, n.º 4 (2000); John H. Goldthorpe, «The Scientific Study of So-ciety», British Journal of Sociology, vol. 55, n.º 1 (2004), así como, del mismoautor, la introducción y algunos capítulos del ya citado De la sociología; y Axel vanden Berg, «Is Sociological Theory Too Grand for Social Mechanisms?», incluidoen el Social Mechanisms de Hedström, y Swedberg. Debates sustanciosos en estesentido pueden hallarse también en los ya citados artículos de Aguiar, De Francis-co y Noguera (2009) y Manzo (2010).

338 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 31: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Referencias bibliográficas

Abell, Peter (1988): The Syntax of Social Life. Oxford, Oxford University Press.Abell, Peter (2004): «Narrative Explanation: An Alternative to Variable-Centered

Explanation?», Annual Review of Sociology, vol. 30, pp. 287-310.Abell, Peter (2007): «Narratives, Bayesian Narratives and Narrative Actions», So-

ciologica, n.º 3/2007 (http://www.sociologica.mulino.it).Abell, Peter y Reyniers, Diane (2000). «On the failure of social theory», British

Journal of Sociology, vol. 54, n.º 4 (December), pp. 739-750.Aguiar, Fernando; Miller, Luis Miguel y Robles, José Manuel (eds.) (2007). Acción

colectiva: enfoques, desarrollos y problemas actuales. Monográfico de la RevistaInternacional de Sociología, n.º 46.

Aguiar, Fernando; De Francisco, Andrés y Noguera, José A. (2009), «Por un giroanalítico en sociología», Revista Internacional de Sociología, 67(2): 435-456.

Axelrod, Robert (1984): La evolución de la cooperación: el dilema del prisionero y lateoría de juegos. Madrid, Alianza, 1996.

Axelrod, Robert (1986): La complejidad de la cooperación. Buenos Aires, Fondo deCultura Económica, 2003.

Baldassarri, Delia (2009): «Collective Action», en P. Hedström y P. Bearman(eds.), The Oxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford UniversityPress.

Barbera, Filippo (2004): Meccanismi sociali. Elementi di sociologia analitica.Bologna, Il Mulino.

Bates, R. H.; Greif, A.; Levi, M.; Rosenthal, J.-L. y Weingast, B. R. (2000): «TheAnalytical Narrative Project», American Political Science Review, vol. 94, n.º 3,pp. 696-702.

Bates, R. H.; Greif, A.; Levi, M.; Rosenthal, J.-L. y Weingast, B. R. (1998): AnalyticNarratives. Princeton (NJ), Princeton University Press.

Bearman, Peter (2011): «Generating the Autism Epidemic», ponencia presentadaen la IV Conference of the European Network of Analytical Sociologists: Analyti-cal Sociology at Work, París, junio de 2011.

Bearman, Peter; Moody, James y Stovel, Katherine (2004): «Chains of Affection:The Structure of Adolescent Romantic and Sexual Networks», American Jour-nal of Sociology, vol. 110, pp. 44-91.

Bicchieri, Cristina (2006): The grammar of society. The nature and dynamics of so-cial norms. Cambridge: Cambridge University Press.

Bohnet, Iris (2008): «Trust in experiments», in S. N. Durlauf y L. E. Blume (eds.)The New Palgrave Dictionary of Economics (2.nd ed.). London: Palgrave y Mc-Millan.

Boudon, Raymond (1977): Effets pervers et ordre social. París, PUF.Boudon, Raymond (1990): «Reply to Elster», en Jon Clark, Celia Modgil and So-

han Modgil, eds., Robert Merton: Consensus and Controversy, London NewYork: Falmer Press.

Boudon, Raymond (1992): L’art de se persuader des idées fausses, fragiles ou dou-teuses. París, Seuil.

Boudon, Raymond (1995): Le juste et le vrai; essais sur l’objectivité des valeurs et dela connaissance. París, Fayard.

Boudon, Raymond (1998): «Social mechanisms without black boxes», en Hed-ström, P. y Swedberd, R. (eds.), Social mechanisms. An Analytical Approach toSocial Theory. Nueva York, Cambridge University Press.

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 339

Page 32: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Boudon, Raymond (2001): The Origin of Values: Sociology and Philosophy of Be-liefs. Londres, Transaction Books.

Boudon, Raymond (2002): «La sociología que realmente importa», Papers. Re-vista de Sociologia, n.º 72, pp. 215-226, 2004.

Boudon, Raymond (2003): Raison, bonnes raisons. Paris, PUF.Boudon, Raymond (2009): La racionalidad en las ciencias sociales. Buenos Aires,

Nueva Visión, 2010.Brenner, Robert (1988): «Estructura de clases agraria y desarrollo económico en

la Europa preindustrial», en T.H. Aston y C.H. E. Philpin (comps.), El debateBrenner. Barcelona. Crítica.

Camerer, Colin y Fehr, Ernst (2004): «Measuring social norms and preferencesusing experimental games: A guide for social scientists», in J. Henrichet al., Foundations of human sociality. Economic experiments and ethnogra-phic evidence from fifteen small-scale societies. Oxford: Oxford UniversityPress.

Centola, Damon; Willer, Robb y Macy, Michael (2005): «The Emperor’s Dilemma:A Computational Model of Self-Enforcing Norms», American Journal of Sociol-ogy, vol. 110, n.º 4, pp.1009-40.

Chan, Tak Wing y Goldthorpe, John H. (2007): «Social stratification and culturalconsumption: The visual arts in England», Poetics, vol. 35, pp. 168-190.

Cohen, Gerald A. (1982): «Réplica a «Marxismo, funcionalismo y teoría de jue-gos» de Elster», Zona Abierta, n.º 33 (1984).

Coleman, James S. (1990): Foundations of Social Theory. Cambridge, The Belk -map Press.

Coleman, James S.; Menzel, Herbert y Katz, Elihu (1957): «La difusión de una in-novación entre los médicos», en Félix Requena Santos (ed.), Análisis de redessociales. Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 2003.

Davidson, Donald (1963): «Actions, Reasons and Causes», en Essays on Actionsand Events. Oxford, Oxford University Press, 1980.

Demeulenaere, Pierre (ed.) (2011): Analytical Sociology and Social Mechanisms.Cambridge, Cambridge University Press.

Elster, Jon (1982): «Marxismo, funcionalismo y teoría de juegos. Alegato en favordel individualismo metodológico», Zona Abierta n.º 33 (1984).

Elster, Jon (1989a): Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos delas ciencias sociales. Barcelona, Gedisa, 1991.

Elster, Jon (1989b): El cemento de la sociedad: las paradojas del orden social. Bar-celona, Gedisa, 1991

Elster, Jon (1999): Alquimias de la mente: la racionalidad y las emociones. Barcelo-na, Paidós-El Roure, 2002.

Elster, Jon (2007): Explaining Social Behavior. New York, Cambridge UniversityPress. [Traducción española en La explicación del comportamiento social, Bar-celona, Gedisa, 2010].

Elster, Jon (2009a): «Emotions», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), The OxfordHandbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Elster, Jon (2009b): «Norms», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), The OxfordHandbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Epstein, Jon (2006): Generative Social Science: Studies in Agent-Based Computa-tional Modeling. Princeton, Princeton University Press.

Esser, Hartmut (2009): «Rationality and Commitment. The Model of Frame Se-lection and the Explanation of Normative Action», en Mohamed Cherkaoui y

340 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 33: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Peter Hamilton, eds., Raymond Boudon: A Life in Sociology. Essays in Honourof Raymond Boudon. Oxford, Bardwell Press.

Faia, Michael (1986), Dynamic Functionalism: Strategy and Tactics. Cambridge,Cambridge University Press.

Fehr, E. y Gintis, H. (2007) ‘Human motivation and social cooperation: experi-mental and analytical foundations’, Annual Review of Sociology, vol. 33, pp. 43-64.

Friedman, Milton (1966): «La metodología de la economía positiva», en Ensayossobre economía positiva. Madrid, Gredos, 1967.

Gambetta, Diego (1993): La Mafia siciliana. El negocio de la protección privada.México, FCE, 2007.

Gambetta, Diego (2005): Streetwise. How taxi drivers establish customers’ trust-worthiness. New York, Russell Sage Foundation.

Gambetta, Diego (2009a): «Signaling», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), TheOxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Gambetta, Diego (2009b): Codes of the Underworld. How Criminals Communicate.Princeton, Princeton University Press.

Gambetta, Diego (ed.) (2005): El sentido de las misiones suicidas. México, FCE,2009.

Gilbert, Nigel (2007): Agent-Based Models. Londres, Sage.Goldstein, Daniel G. (2009): «Heuristics», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), The

Oxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.Goldthorpe, John H. (1991): «The uses of history in sociology: reflections on some

recent tendencies», British Journal of Sociology, vol. 42, n.º 2, pp. 211-230.Goldthorpe, John H. (2000): On Sociology. Numbers, Narratives and the Integra-

tion of Research and Theory. Oxford, Oxford University Press (1ª edición). Goldthorpe, John H. (2004a): «Sociology as Social Science and Cameral Sociolo-

gy: Some Further Thoughts», European Sociological Review, vol.20, n.º 2, pp.97-105.

Goldthorpe, John H. (2004b): «The Scientific Study of Society», British Journal ofSociology, vol. 55, n.º 1, pp. 123-126.

Goldthorpe, John H. (2007a): De la sociología: números, narrativas e integración dela investigación y la teoría. Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas,2010.

González-Bailón, Sandra (2010): «El papel de las redes sociales en el capital so-cial y los experimentos de simulación», en Noguera, José A. (ed.) (2010a). Teo-ría sociológica analítica. Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas.

Gould, R. V. (ed.) (2007): The Rational Choice Controversy in Historical Sociology.Chicago University Press.

Gross, Neil (2009): «A Pragmatist Theory of Social Mechanisms», American Soci-ological Review, vol. 74, pp. 358-379.

Harsanyi, John C. (1969): «Rational-Choice Models of Political Behavior vs. Func-tionalist and Conformist Theories», World Politics, vol. 21, n.º 4, pp.513-538.

Hedström, Peter (2005): Dissecting the Social. On the Principles of Analytical Soci-ology. Cambridge, Cambridge University Press.

Hedström, Peter (2006): «Experimental Macro Sociology: Predicting the NextBest-Seller», Science, vol. 311, pp. 786-787.

Hedström, Peter y Bearman, Peter (2009), «What is Analytical Sociology AllAbout? An Introductory Essay», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), The Ox-ford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 341

Page 34: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Hedström, Peter y Lars Udehn (2009), «Analytical Sociology and Theories of theMiddle Range», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), The Oxford Handbook ofAnalytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Hedström, Peter y Petri Ylikoski (2010), «Causal Mechanisms in the Social Sci-ences», Annual Review of Sociology, vol. 36, pp. 49-67.

Hedström, Peter y Swedberg, Richard (eds.) (1998): Social Mechanisms. An Ana-lytical Approach to Social Theory. Cambridge, Cambridge University Press.

Hedström, Peter y Bearman, Peter (eds.) (2009): The Oxford Handbook of Analyti-cal Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Hechter, Michael y Opp, Karl-Dieter (eds.) (2001): Social Norms. New York, Rus-sell Sage Foundation.

Hernes, Gudmund (1998): «Real virtuality», en Hedström, P. y Swedberd, R.(eds.), Social mechanisms. An Analytical Approach to Social Theory. NuevaYork, Cambridge University Press.

Herreros, Francisco (2002): ¿Por qué confiar? El Problema de la creación de capitalsocial, Madrid: Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Institu-to Juan March de Estudios e Investigaciones.

King, Gary; Keohane, Robert O. y Verba, Sidney (1994): Designing social inquiry:scientific inference in qualitative research. Princeton (N.J.), Princeton Univer-sity Press.

Kroneberg, Clemens (2006): «The definition of the situation and variable rational-ity: The Model of Frame Selection as a general theory of action», University ofMannheim, Sonderforschungsbereich 504, Working Paper 06/05.

Kroneberg, Clemens, Heintze, I. y Mehlkop, G. (2010) «The interplay of moralnorms and instrumental incentives in crime causation», Criminology 48(1):259-294.

Kuran, Timur (1995): Private Truths, Public Lies: The Social Consequences of Pref-erence Falsification. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.

Lago, Ignacio (2008): La lógica de la explicación en las ciencias sociales. Madrid,Alianza.

Levi, Margaret (2006): «Modelando procesos históricos complejos con narrativasanalíticas», Revista Uruguaya de Ciencia Política, n.º 15, pp. 11-29.

Levine, Andrew; Sober, Elliot y Wright, Olin Erik (1987): «Marxismo e individua-lismo metodológico», Zona abierta, n.º 41-42.

Linares, Francisco (2011): «Funcionalismo, reduccionismo y sistemas cumulati-vos: ¿Qué tipo de teoría social analítica necesitamos?», en Revista Internacio-nal de Sociología, en prensa.

Lindenberg, Stewart (2006): «Prosocial behavior, solidarity, and framing process-es», en D. Fetchenhauer, A. Flache, A.P. Buunk, and S. Lindenberg (eds.), Soli-darity and Prosocial Behavior. An Integration of Sociological and PsychologicalPerspectives. New York, Springer.

Macy, Michael y Willer, Robb (2002): ‘‘From Factors to Actors: Computational So-ciology and Agent-Based Modeling’’, Annual Review of Sociology, vol. 28, pp.143-166.

Macy, Michael y Flache, Andreas (2009): «Social Dynamics from the Bottom Up:Agent-based Models of Social Interaction», en P. Hedström y P. Bearman(eds.), The Oxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford UniversityPress.

Manzo, Gianluca (2009): La spirale des inégalités. Choix scolaires en France et enItalie au XXe siècle. Paris, Presses de l’Université Paris-Sorbonne.

342 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA

Page 35: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Manzo, Gianluca (2010): «Analytical Sociology and Its Critics», European Journalof Sociology, 51(1): 129-170.

Manzo, Gianluca (2011, en prensa): «The whole is greater than the sum of itsparts. Some remarks on The Handbook of Analytical Sociology», EuropeanJournal of Sociology.

Opp, Karl-Dieter (2005): «Explanations by Mechanisms in the Social Sciences.Problems, Advantages, and Alternatives», Mind and Society, vol. 4, n.º 2, pp.163-178.

Opp, Karl-Dieter (2011): «Social Mechanisms, Analytical Sociology, and RationalChoice Theory. Their Relationships and the Research Program of EmpiricalTheory Comparison», ponencia presentada en la IV Conference of the EuropeanNetwork of Analytical Sociologists: Analytical Sociology at Work, París, junio de2011.

Ovejero, Félix (2009): «Sociología analítica: por lo menos, el qué», Revista de Li-bros, 151-152: 36-40.

Mosterín, Jesús (2000): «Ciencia, filosofía y humanidades», Pasajes. Revista dePensamiento Contemporáneo, n.º 4 (septiembre).

Noguera, José A. (2010a): «Prefacio» a José A. Noguera (ed.), Teoría sociológicaanalítica. Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas.

Noguera, José A. (2010b): «Por qué necesitamos una sociología analítica», en JoséA. Noguera (ed.) (2010a): Teoría sociológica analítica. Madrid, Centro de Inves-tigaciones Sociológicas.

Noguera, José A. (2010c): «El mito de la sociología como ciencia multiparadigmá-tica», Isegoría. Revista de filosofía moral y política, n.º 42: 31-53.

Noguera, José A. (ed.) (2010a): Teoría sociológica analítica. Madrid, Centro de In-vestigaciones Sociológicas.

Olson, Mancur (1965): La lógica de la acción colectiva. México, FCE, 1985.Pettit, Philip (1993): The Common Mind: An Essay on Psychology, Society and Pol-

itics, New York, Oxford University Press. Rueschmeyer, D, Stepehens, E.H. y Stephens J.D. (1992): Capitalist development

and democracy. Cambridge, Polity Press.Sacristán, Manuel (1983): «Entrevista con Manuel Sacristán», Mientras tanto, n.º

16-17, pp.195-211.Salganik, Matthew J. y Watts, Duncan (2009): «Social Influence: The Puzzling Na-

ture of Success in Cultural Markets», en P. Hedström y P. Bearman (eds.), TheOxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford University Press.

Schelling, Thomas (1978): Micromotivos y macroconducta. México, FCE, 1989.Schiemann, John W. (2007): «Bizarre Beliefs and Rational Choices: A Behavioral

Approach to Analytic Narratives», Journal of Politics, vol. 69, n.º 2, pp. 511-524.

Steuer, Max (2003): The Scientific Study of Society. Dordrecht, Kluwer.Stovel, Katherine y Fountain, Christine (2009): «Matching», en P. Hedström y P.

Bearman (eds.), The Oxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, OxfordUniversity Press.

Tena, Jordi (2010) ‘El pluralismo motivacional en la especie humana. Aportacio-nes recientes desde la ciencia social experimental’, Papers. Revista de Sociolo-gia, vol. 95, n.º 2.

Tilly, Charles (2006): Why? What Happens When People Give Reasons... and Why.Princeton, Princeton University Press.

Tilly, Charles (2008): Explaining Social Processes. Boulder (CO), Paradigm Press.

LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 343

Page 36: LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA - gsadi.uab.cat La sociología... · En realidad, puede decirse que la sociología analítica contemporánea es más la resultante de una confluencia de

Ullmann-Margalit, Edna (1977): The Emergence of Norms. Oxford: Oxford Univer-sity Press.

Van de Rijt, Arnout; Siegel, David y Macy, Michael (2009): «NeighborhoodChance and Neighborhood Change: Comment on Bruch and Mare», AmericanJournal of Sociology, vol. 114, n.º 4, pp. 1166-80.

Van den Berg, Axel (1998): «Is Sociological Theory Too Grand for Social Mecha-nisms?», in Hedström, Peter y Swedberg, Richard (eds.): Social Mechanisms.An Analytical Approach to Social Theory. Cambridge, Cambridge UniversityPress.

Van Parijs, Philippe (1982a): Evolutionary Explanations in the Social Sciences, To-towa, New Jersey: Rowman and Littlefield.

Van Parijs, Philippe (1982b): «El marxismo funcionalista rehabilitado. Comenta-rio sobre Elster», Zona Abierta, n.º 33 (1984).

Vaughan, Diane (2009): «Ethnographic Analytics», en P. Hedström y P. Bearman(eds.), The Oxford Handbook of Analytical Sociology. Oxford, Oxford UniversityPress.

Watts, Duncan (1999): Small Worlds. The Dynamics of Networks between Orderand Randomness. Princeton, Princeton University Press.

Watts, Duncan (2003): Six Degrees. The Science of a Connected Age. Londres,Heinemann.

Weber, Max (1922): Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva. Méxi-co, Fondo de Cultura Económica, 1964.

Wikström, Per-Olof (2006): «Situational action theory», en Francis Cullen y Pa-mela Wilcox (eds.), Encyclopaedia of criminological theory. Beverly Hills, Sage.

Wimmer, Andreas y Kroneberg, Klemens (2011): «Negotiating the nation: a for-mal model of boundary making in modernizing states», ponencia presentadaen la IV Conference of the European Network of Analytical Sociologists: Analyti-cal Sociology at Work, París, junio de 2011.

Ylikoski, Petri y Jaakko Kuorikoski (2008): «Intentional Fundamentalism», enHieke, A. and H. Leitgeb (eds.), Reduction and Elimination in Philosophy andthe Sciences - Papers of the 31st International Wittgenstein Symposium, Vol XVI,Kirchberg am Wechsel, Austria: Austrian Ludwig Wittgenstein Society, 405-407.

Ylikoski, Petri y Kuorikoski, Jaakko (2010): «Dissecting Explanatory Power»,Philosophical Studies, vol. 148, n.º 2.

344 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA