LA REVOLUCIÓN MEXICANA 1910-1920

La Revolución Mexicana empezó a causa de un problema político, la sucesión presidencial de Porfirio Díaz, pero las masas populares de todas las regiones pronto se involucraron en una lucha que iba más allá de lo político. Una lucha por amplias reformas económicas y sociales. Algunos ensayo sostienes que dentro de la revolución mexicana, la sociedad experimentó una crisis extraordinaria y cambios muy serios. Los movimientos campesinos y los sindicatos obreros pasaron a ser fuerzas importantes. Y una nueva Constitución representaría un respeto por las peticiones de igualdad y de justicia. Esto nos permite intuir, que en la práctica, las reformas sociales y económicas no eran muy diferentes de las que se llevaron a cabo durante los mismos

años, sin guerra civil, en los países de Perú, Chile y Argentina. Algunos otros textos atribuyen a la Revolución mexicana como la primera revolución social del siglo XX, comparándola con la Rusa y la China. Mientras que otras, como en la obra de Alan Knight, Ramón Ruiz afirma que México no sufrió una revolución sino una “gran rebelión”. De lo cual nosotros en lo personal no estamos de acuerdo. La interpretación que se hace en el libro de Jonh Womack es principalmente de historia política. Se habla poco de los movimientos sociales porque su aparición fue poca. Pero sí se habla mucho de la política creadora del nuevo Estado, porque de esta forma, dice Womack, se puede explicar la razón del resultado de La revolución mexicana.

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RONDABA EL ESPECTRO EN 1910-1913

El espectro rondaba en México a partir de 1910, se requería una reforma política, puesto que ésta tenía que cambiar al país, pronto, porque su institución política central, y el presidente Porfirio Díaz, era mortales y Díaz contaba con 80 años. Por lo tanto se necesitaba un cambio profundo después de 30 vigoroso años de desarrollo capitalista y astuta dictadura. Bancos, compañías mineras y petroleras, de nacionalidades británicas, norteamericanas, alemanas y mexicanas se disputaban los bonos, concesiones y mercados nacionales. Después del fraude electoral y las represiones del verano de 1910, muchos antirreeleccionistas consideraron que una revolución era su deber y la solución en esos momentos. En octubre de 1910, los planes para esta revolución se maduraron en San Antonio, Texas. En esa población, tras escapar de México, Francisco I. Madero habló con los más destacados antirreeleccionistas, así como también con los miembros más emprendedores de su extensa y rica familia. Los hacendados de los estados del norte del país se interesaron por un nuevo gobierno. Una cláusula, contenida en el Plan de San Luis, prometía estudiar las quejas de los poblados por la pérdida de sus tierras, lo que llamó mucho la atención, sobre todo a los estados de Chihuahua y Morelos. Para una población mexicana de 15 millones de habitantes. Se inició con unos 25

mil revolucionarios en pie de lucha, la pretendida revolución. En menos de un año ya se había derrocado al gobierno de Porfirio Díaz, el cual aceptó dimitir el 25 de mayo y una semana después zarpó rumbo a Francia desde Veracruz en la embarcación llamada Ipiranga. Con esto, se llevaron elecciones democráticas que dieron el poder a Francisco I. Madero.

Funcionarios norteamericanos burlaron las leyes de neutralidad en beneficio de los revolucionarios. Y el general Bernardo Reyes, que pudo quitarle la iniciativa a Madero, no abandono su exilio de Europa, tiempo después la revolución tenía una mal iniciativa. El día 1º de octubre, en las elecciones, que probablemente fueron las más libres de la historia de México, la popularidad personal de Madero y la maquina progresista de Gustavo (su hermano), salieron victoriosas. La candidatura de Madero-Pino Suárez obtuvo el 53 por ciento de los votos. El 6 de noviembre de 1911, Madero, reconocido por el gobierno de los Estados Unidos y por Europa, tomó posesión de su cargo para un periodo de 5 años. Permanecieron la

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mayoría de los Científicos en sus puestos políticos, asimismo Ernesto Madero (tío de Francisco) asumió el cargo de ministro de Hacienda. Las buenas lluvias de 1912 y el crecimiento de la economía, no restauraron el nuevo orden, los conflictos de las grandes compañías, sobre todo petroleras y la organización vigorosa de los trabajadores sacudieron las fuerzas del gobierno. Así como el disgusto del Zapatismo, denunciaban en su Plan de Ayala, hacer que las haciendas les devolvieran las tierras a los poblados, que se sentían en derecho de reclamo. Madero, nunca hizo nada al respecto. Esto fue una amenaza seria de revolución social, que se escapaba del orden establecido. El tercer intento de golpe militar en contra del gobierno de Madero tuvo su efecto triunfal. El 18 de febrero, Victoriano Huerta ordenó la detención de Madero, del vicepresidente Pino Suárez y de los miembros del gabinete, declarando en esos momentos al gobierno del país a su cargo. Ese mismo día el embajador de Estados Unidos, Huerta y Félix Díaz (sobrino de Porfirio Díaz), firmaron el Pacto de la Ciudadela, donde surge el compromiso de que: Huerta sería presidente interino, nombraría un gabinete de católicos, reyistas y científicos. Se impulsaría la candidatura de Félix Díaz para la llegada al poder de éste, el cual tenía el apoyo del gobierno norteamericano. El 22 del mismo mes, Huerta asesinó a Madero y Pino Suárez, Lo que dio en llamarse la Decena trágica, con esto comenzó una de las traiciones de Huerta con la finalidad de afiansarse en el poder, no obstante que carecía del apoyo de sectores importantes y

más adelante tampoco satisfacía las demandas de los Estados Unidos.

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LA USURPACIÓN DE VICTORIANO HUERTA 1913–1914

A igual que el ejército, el Congreso y el Tribunal Supremo, casi todos los gobernadores, aceptaron la autoridad de Huerta. Pero el surgir de los científicos, los principales sindicatos, los estados de Sonora, Chihuahua, Morelos y Coahuila, pronto estallaron contra la usurpación de Huerta. El gobernador de ese entonces Venustiano Carranza, en Coahuila, encabezó la resistencia y en marzo de 1913 proclamó el Plan de Guadalupe, que no contenía ninguna palabra sobre reformas económicas y sociales. Huerta se enfrento a las pruebas decisivas: El intento de desacreditar las elecciones del 26 de octubre, durante septiembre las bandas de los constitucionalistas de Chihuahua, Durango y Zacatecas que formaban ahora la división del norte; la organización de Carranza nombrando a Álvaro Obregón comandante del ejercito del noroeste y a Pablo González comandante del noreste. Carranza anunció la formación de un gobierno provisional con su respectivo gabinete. Cuando Huerta disolvió el Congreso con la aprobación del ministro británico, la oposición del presidente Wilson se volvió implacable. Realizó un intento de intervención, el cual fracaso, pero el 22 de abril 6000 norteamericanos desembarcaron en el puerto de Veracruz. Huerta entonces, recibió poderes dictatoriales del Congreso,

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movilizó manifestaciones patrióticas e incitó a todos los rebeldes a unirse a sus tropas federales para hacerles frente a la invasión yanqui. Carranza denunció la intervención norteamericana tachándola de violación a la soberanía. Emiliano Zapata también juró que lucharía contra las fuerzas norteamericanas sí penetraban en su territorio. Tiempo después Huerta dimitiría, no sin antes nombra a Francisco S. Carbajal quien era ministro de Relaciones Exteriores, quien fue el hombre que lo sustituiría. El ejército constitucionalista triunfó, pero Carranza, con estrategias y artimañas, no hizo participe a la división del norte, de la victoria final. Trazó sus verdaderas intensiones, de la clase social a la cual pertenecía, lanzó su primera negativa para llegar a un acuerdo con todos los revolucionarios, sobre la construcción del nuevo régimen.

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EJÉRCITOS REVOLUCIONARIOS 1914-1915

Tres de los cuatro ejércitos se habían formado de un modo tan distinto, que la lucha por la edificación del nuevo régimen empezaría como una lucha, aunque fuese disimulada, por las relaciones sociales de producción. Y habiéndose formado de un modo tan independiente unas de otras, las diferentes fuerzas no tenían ningún partido en el cual mediar el conflicto. Tanto el ejército, noroeste como el noreste, los jefes revolucionarios, a principios de siglo, eran jóvenes emprendedores: muchos de ellos comerciantes, agricultores y rancheros

provinciales. Algunos eran magonistas en 1906, la mayoría se identificaban ser antirreeleccionistas en 1910, casi todos ellos eran Maderistas en 1911 y todos ellos eran funcionarios municipales o estatales en 1912, para salvar su carrera, pasaron a formar parte del grupo de los constitucionalistas en 1913. La división del norte que comandaba Pancho Villa, era un ejército profesional, 30 000 soldados a los que se pagaba con regularidad, era el cuerpo militar más fuerte del país. De los ejércitos revolucionarios, el zapatista del sur era el más sencillo, no era profesional y sus 15 000 regulares y 10 000 guerrilleros no cobraban. El ejército del sur no pertenecía a Zapata, sino a los poblados que los habían levantado y reclutado, tanto a ellos como a sus tropas, se les había dado el apoyo necesario para una guerra cuyo objetivo principal era obtener tierras de cultivo. Enraizados en los poblados, gozando de mucha confianza. Los jefes del sur eran, por lo tanto, entre todos los revolucionarios, los más decididos a efectuar los más genuinos y verdaderos cambios económicos y sociales. Venustiano Carranza se había aposentado en el gobierno de México, sin que Estados Unidos hubiese aceptado en reconocerlo, más bien, apostaban por Villa para edificar al nuevo régimen. Porque Pancho Villa (Doroteo Arango) era el más pro norteamericano de los generales constitucionalistas, fue quien dominó la maquinaria bélica más potente del país, en esa época revolucionaria. El primero de septiembre de 1914, Carranza convenció al

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norteamericano Hopkins, para que fuera su consejero. En 1914 reunida la convención en Aguascalientes, se votó por deponer al jefe constitucionalista (Venustiano Carranza) y fue elegido Eulalio Gutiérrez, quien prestó juramento para presidente el día 6 de noviembre. El 2 de junio el gobierno de los Estados Unidos hizo el ofrecimiento de dar su reconocimiento al hombre o grupo de hombres que tuviera la capacidad de instaurar un gobierno en México y acabará con todas las rivalidades. Después de la reunión del grupo ABC (Argentina, Brasil y Chile), así como también Bolivia, Guatemala y Uruguay. Concluyeron que; entre las discordias y disputas de los revolucionarios por el poder, el más apto para asumirlo, era el partido de Carranza, por ende los Estados Unidos reconoció a Carranza como el gobierno legal en México, con ello redujeron a los villistas y zapatistas a simples rebeldes.

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UN NUEVO ESTADO MEXICANO 1915-1917

El día primero de mayo de 1917 apareció oficialmente el nuevo Estado mexicano. El primer jefe prestó juramento como nuevo presidente en la Ciudad de México, cargo que debería ocupar hasta noviembre de 1920, mientras tanto continuó la <<reconstrucción nacional>>, es decir, la conexión duradera de los negocios extranjeros y nacionales con la política nacional y regional. Todo lo anterior tuvo, desde luego, sus antecedentes;

después de la guerra civil de tres años, donde Carranza tomó la actitud de hacer caso omiso a la doctrina Monroe 1 elevó los impuestos que pagaban las compañías extranjeras, creó un Banco central, realizó diversas emisiones de billetes infalsificables, poco a poco devolvió las haciendas expropiadas a sus antiguos dueños, institucionalizó la mediación de los conflictos entre hombres de negocios, patrón y el trabajador. Aplastó a los campesinos y trabajadores que supuestamente eran <<desobedientes >>. El nuevo jefe no negó la cuestión agraria que Villa y Zapata todavía representaban y por la cual luchaban. El 19 de enero de 1916 decretó la creación de una Comisión Agraria Nacional. El nuevo organismo, con todo, no se encargó de distribuir tierras, sino de supervisar y circunscribir las decisiones que se tomaron legalmente sobre las reclamaciones de los poblados.

1 La Doctrina Monroe. En 1823 Jacobo Monroe declaró que los Estados europeos no tendrían, a partir de esa fecha, ninguna posibilidad de colonización en suelo americano. Dicha doctrina se resume en la famosa frase “América para los americanos”

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El primero de diciembre de 1916, Carranza, había propuesto el borrador de la nueva Constitución, los únicos cambios favorables que se hacen, respecto de la Constitución de 1857, fueron dirigidos a reforzar la presidencia, debilitar el congreso y los gobiernos de lo estados y autorizar la creación del Banco central. En el plazo de una semana de discusiones en el congreso los carrancistas perdieron el liderazgo y el comité que dirigía a los diputados exigió que se incluyesen en la nueva Constitución cláusulas referentes a reformas sociales y económicas. Carranza ganó una presidencia más fuerte. Pero el comité ganó sus cláusulas sociales y económicas; el artículo 3º prohibió la educación religiosa, el 27º dio a la nación mexicana la propiedad de los recursos naturales del país, declaró como propiedad de los mexicanos la tierra y el agua, y ordenó expropiaciones de los latifundios. El

123º limitó la jornada laboral a 8 horas, declaró el derecho a formar sindicatos y emplazamientos a huelgas. El 130º reglamentó el culto religioso y prohibió a los sacerdotes criticar la Constitución. El gobierno de Venustiano Carranza, en esos momentos clave, fue sometido a diversas presiones, por parte de las diferentes facciones, el congreso, los grupos revolucionarios, y por Estados Unidos, quien rechazó y exigió la derogación del artículo 27º que afectaba los intereses de inversión económica de los norteamericanos.

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LA CONSTITUCIÓN, VENUSTIANO CARRANZA Y SU POLÍTICA

EXTERIOR 1917–1918

En este lapso de tiempo se definió la política exterior de Carranza, asimismo la economía del país se empezó a recuperar lentamente. La economía norteamericana comenzó a estimularse por la guerra mundial y con ello aumento la demanda de productos mexicanos. La Standard Oil, la Mexican Petroleum y el Águila, aumentaron su producción de petróleo. También las más importantes compañías mineras de oro y plata alcanzaron niveles altos.

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Carranza siguió complaciendo a los hacendados devolviendo más haciendas a sus antiguos propietarios. Pero en esos momentos lo más arriesgado de su política exterior fue el hecho de decretar un nuevo impuesto para el petróleo, así como también el que se pudiera dar la posibilidad de denunciar las tierras no registradas y la exacción de impuestos. Todo ello ocurrió el 18 de febrero de 1918, amparado Carrranza, desde luego, en el artículo 27º de la nueva Constitución.

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DESENLACE DE LA REVOLUCIÓN 1918–1920

En este periodo, el más tenso del gobierno de Carranza, terminó la guerra mundial y los Estados Unidos se alzó como una potencia vencedora. Se empezó a disfrutar la nueva libertad mundial. Por tanto, sin que se observara una injerencia directa en la política de México, el gobierno de Estados Unidos actuó

condicionando su reconocimiento, al gobierno de Carranza, sólo y sí, éste accedería a negociar el artículo 27º de la Constitución. También a partir de noviembre de 1918 los conflictos más apremiantes del país pasaron a formar parte de la lucha cuya resolución se esperaba en las elecciones de julio de 1920: Obregón lanzó su candidatura a la presidencia, lo mismo hizo Pablo González. Carranza, por su parte, no queriendo aceptar la delantera de los posibles contrincantes y teniendo en mente los deseos de buenas relaciones con Estados Unidos, escogió a Ignacio Bonillas, el cual en esos momentos, se creía que tenía relaciones influyentes en Washington.

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El 10 de abril es asesinado Zapata y Villa siguió en actividad revolucionaria de manera local. Se formó el Partido Laborista Mexicano, con la participación destacada de CROM,2 la cual apoyó la candidatura de Obregón. Carranza al percibir que Obregón era en esos momentos el hombre más fuerte y popular, decidió que se le detuviese con los cargos de sublevación al gobierno, pero afortunadamente esta acción fracasó. El 22 de abril de 1919 los Obregonistas de Sonora, una vez que declararon su independencia del gobierno Federal. Publicaron el Plan de Agua Prieta en Inglés y un día después en español para la

población mexicana, en tal Plan se hacen las denuncias a las constantes violaciones de Carranza a la Constitución; Plutarco Elías Calles y otros oficiales y funcionarios de mayor rango, dieron el nombre de ejército Liberal Constitucionalista a las fuerzas sublevadas, nombrando jefe supremo a Adolfo de la Huerta, gobernador del estado de Sonora. El día 7 de mayo Venustiano Carranza huyó, junto con parte de su gabinete, Bonillas, el Tribunal Supremo y numerosos congresistas, funcionarios y sus familias, con destino a Veracruz. Pero el día 21 de mayo fue asesinado en Puebla.

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La burguesía Sonorese, habían derrotado a Carranza, De la Huerta asumió el gobierno interino del país, y afirmó que México no aceptaría ninguna condición para el reconocimiento de su gobierno o posteriores, que fueran emanados de la revolución, sin embargo, se pagaría lo que el país debía de acuerdo al derecho internacional.En la << revolución >> no había nada que fuese históricamente definitivo, sus principales resultados económicos y sociales fueron: existían las mismas grandes compañías de antes, e incrementándose unas cuantas más, que dependían de mercados y bancos norteamericanos; disminuyó la población por la guerra, la migración y las enfermedades que la baajron de 15 millones a 14.7 millones de habitantes; con una deuda de más de 1000 millones de

2 En marzo de 1918 se fundó la primera Confederación de Trabajadores con carácter Nacional, a esta se le denominó: Confederación Regional Obrera Mexicana. La CROM, surgió después de concluida la lucha armada y tras una serie de conflictos entre los sindicatos pertenecientes al periodo revolucionario.

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pesos e intereses vencidos de 300 millones; un ejército de 100 000 hombres, que se llevaban el 62 por ciento del presupuesto; también empezaron a emerger las nacientes confederaciones de comerciantes y fabricantes; por otro lado la formación de las diferentes confederaciones sindicales, en las cueles se percibían potenciales movimientos; campesinos sin tierras,

que seguían en espera de las propiedades que exigían como legitimas. De esta manera, el día 1º de diciembre del año 1920, Y sin el reconocimiento de Estados Unidos, Gran Bretaña ni Francia, Álvaro Obregón prestó juramento para ocupar la presidencia de México.

TEXTO PREPARADO POR EL PROF. JOEL NEGRETE HERNÁNDEZ

BIBLIOGRAFÍA

Womack, Jonh, “La Revolución mexicana, 1910-1920”, en Leslie Bethell (ed.), Historia de América Latina, México, América

Central y el Caribe, 1870-1930, vol. 9, Barcelona, Editorial Crítica, 1992, pp. 79-145.

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