¡Fieles al Deber!

Colegio Tabasco

HISTORIA DE MEXICO II

Dulce Cecilia López García

Higiene y Salud “B”

No. Lista: 12

Mtra: Teresita de Jesús Bautista Valles

LA QUIMERA PETROLERA

Cuando el presidente Echeverría dejó el poder, el desarrollo estabilizador se consideraba un modelo del pasado. El crecimiento económico se detuvo. El endeudamiento iniciado en los años setenta se convirtió en la sombra que acompaña a la economía mexicana.

Para 1977, México poseía amplias reservas petroleras, con lo que regresó el optimismo para la economía mexicana, y así, el petróleo se convirtió en eje de varios planes de desarrollo industrial y agrícola.

Sin embargo, el gobierno de López Portillo aumentó la capacidad productora de PEMEX, pero vendiendo el petróleo por debajo de los precios establecidos en el mercado, esto debido al aumento en los precios mundiales del petróleo.

México siguió siendo un país vulnerable y dependiente de la economía internacional, y era incapaz de competir en el mercado internacional.

Se plantearon algunas reformas respecto a la economía industrial, agrícola y comercial, pero éstas nunca llegaron, habiendo así desequilibrio, inflación, endeudamiento, fuga de recursos y corrupción, cosa que se daba en otros países petroleros.

En lo político, López Portillo puso en marcha una reforma que haría más democrático el sistema político, esto aumentando la presencia de partidos de oposición en la Cámara de Diputados.

De mayor trascendencia fue la política exterior de México con otros países de Centroamérica en sus revoluciones. En 1979 triunfó la revolución sandinista en Nicaragua, mientras que en Guatemala y El Salvador se recrudecía la guerra.

En Estados Unidos, llega en 1980 Ronald Reagan al poder, implantando así una política conservadora y anticomunista, y como tal, apoyó a los dictadores de los países de Centroamérica, pues para él, las revoluciones en esos países eran otro desafío para la Unión Soviética y Cuba.

Pero México se opuso a la política estadounidense, y apoyó abiertamente al gobierno sandinista, reconociendo favorablemente a la guerrilla salvadoreña y reafirmando su relación con Cuba.

En 1981, los precios del petróleo cayeron drásticamente, repercutiendo en la economía mexicana y disparando la inflación, y aumentando la deuda externa de 26 mil millones a 80 mil millones de dólares. Debido a esto, López Portillo decretó la nacionalización de la banca, responsabilizándola así de la gran fuga de capitales.

México llegaba a los años ochenta en medio de una crisis económica que afectaba la vida de la sociedad, mientras el sistema político se encontraba en tela de juicio, pues la corrupción y el nepotismo cubría el inicio de esa década en México.