la problemática social abordada bajo el enfoque de la teoría comprensiva

5/10/2018 La problem tica social abordada bajo el enfoque de la teor a comprensiva - slide...

http://slidepdf.com/reader/full/la-problematica-social-abordada-bajo-el-enfoque-de-la-teori

La problemática social abordada bajoel enfoque de la teoría comprensiva1

3.1 INTRODUCCIÓN

A continuaci6n señalamos los antecedentes de la época en que Weber escribe sus obras. Weber nace

en Alemania, en Erfurt el 21 de abril de 1864 y muere en Munich en 1920. Fue el fundador de la

sociología comprensiva. Puede considerarse como un clásico representante del liberalismo y

también como uno de los más elaborados revisionistas del marxismo clásico, según se señala en la

nota a la segunda edición en español del libro Economía y sociedad.’

La primera parte de la teoría de Weber contiene la teoría de los conceptos (1918- 1920). La segunda

parte del manuscrito fue redactada antes de la Primera Guerra Mundial (probablemente de 1911 a

1913). Sobre el manuscrito anterior sólo se tiene información por el mismo autor en 1913, con su

artículo titulado Categorías sociológicas. En las ediciones posteriores no se ha conservado el orden

original porque ha habido variaciones en las diferentes ediciones.

El nombre de Max Weber suele ir vinculado a los orígenes del capitalismo (La ética protestante yel desarrollo del capitalismo). En este libro señala las relaciones existentes entre capitalismo y

protestantismo. Es este estudio del capitalismo el que lo lleva al examen profundo de las religiones.

Weber señala que “el capitalismo, en general, es un sistema de empresas lucrativas unidas por

relaciones de mercado, que se ha desarrollado históricamente en muchos lugares y en diversos

tiempos. Pero el capitalismo maduro de la época moderna se distingue del capitalismo en general

por su carácter racional y la organización racional de la mano de obra libre. ¿Cómo nació este tipo

moderno? Weber advierte que el problema de la aparición inicial es distinto de aquel del desarrollo

subsiguiente, ya que, una vez nacido, un sistema social se sustenta a si mismo. Sostiene Weber que

el nacimiento del capitalismo maduro fue afectado por la aparición de la ética protestante,especialmente la calvinista. De un modo preliminar dejó sentado que en la Alemania

contemporánea las zonas predominantemente protestantes son más ricas que las partes

primordialmente católicas de la nación, y después demostró la correlación entre el desarrollo del

capitalismo maduro y el del protestantismo’’ 2

Weber señala en su obra el problema de la racionalidad y el de la acción social. La racionalidad es

una facultad intelectiva del sujeto. Esta facultad le permite juzgar las cosas con un nivel de razón.

La racionalidad suele distinguir dos formas:

1. La objetiva, que se refiere a la selección de medios en una situación objetiva.

2. La racionalidad metodológica, que se refiere a un punto de vista del sujeto.

La racionalidad, para Weber, es la adecuación entre medios y fines. Esta adecuación tiene como

fundamento el ‘‘sentido mentado de las cosas’’. Puede alcanzarse, en su forma más plena, mediante

conceptos y reglas racionales (racionales con arreglo a valores o con arreglo a fines). También

señala que la sociología busca aprehender mediante conceptos teóricos y mediante la construcción

de tipos puros (ideales). Sin embargo, la sociología también emplea en su construcción de casos

(casuística) tipos- promedios del género de los tipos empírico-estadísticos, construcción que no

requiere de mayores explicaciones metodológicas. Cuando se habla de casos típicos no nos

1 El corresponde al capítulo 3 del siguiente libro: ZERMEÑO, Francisco de la Torre y BEDOYAGUTIERREZ, María Teresa. Introducción a las ciencias sociales, México, 1994, McGraw-Hill,páginas 39-54.



referimos necesariamente al tipo ideal, el cual puede ser irracional o racional. En la mayoría de los

casos se refiere a lo racional y se construye con adecuación al sentido; esto último es muy

importante en la teoría weberiana, porque su función se centra en:

l. la elaboración de tipos ideales de conducta.

2. Estos tipos ideales representan conductas que se repiten en las sociedades.

3. Las conductas de los individuos están relacionadas con los medios y los fines.

4. La acción social de los sujetos plantea relaciones de costo y beneficio, para lograr el mayor

beneficio para el sujeto.

5. El sujeto en la sociedad se adaptará en general de acuerdo con los medios para conseguir sus

fines.

Para Weber, la sociología es ‘‘una ciencia que pretende entender, interpretando la acción social para

de esa manera explicarla casualmente en su desarrollo y efecto’’

A continuación estableceremos la relación entre concepto de sociología y lo que Weber señala

como acción: “Debe entenderse como una conducta humana,... siempre que el sujeto o los sujetos

de la acción enlacen a ella un sentido subjetivo. La acción social, por tanto, es una acción en donde

el sentido mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta

en su desarrollo”

El concepto de acción social es orientado por la acción de otros. Esto puede darse en el presente, en

el pasado o en el futuro. Las acciones no son todas de tipo social; la conducta íntima de los

individuos es entre las culturas. Hay hechos que en Occidente aparecen en forma específica, yWeber se pregunta: ¿por qué aquí y no en otras partes?, ¿qué consecuencias tiene para nuestra vida

este hecho singular? Entonces, el trabajo de Weber se orienta a averiguar el origen y desarrollo

progresivo del predominio de lo racional en todos los aspectos de la cultura y del espíritu.

Es importante señalar que la sociología comprensiva de Weber plantea ‘‘la ciencia de la realidad”,

como él mismo lo afirma. Es una ciencia que depende de la política, porque se origina en ella y, a

su vez, le sirve a ella. Max Weber retorna su discurso desde la estructura capitalista; sin embargo,

sus aportes se dirigen hacia los distintos campos de la ciencia tales corno la política, la economía, la

sociología, las religiones.

Propone establecer los límites entre el conocimiento de la realidad histórica y la realidad social.Pretende, también, llegar a las generalidades a partir de la validez de todos los fenómenos sociales

de carácter individual. Es en este espacio de análisis donde se plantea el objeto de la sociología.

Para Weber, lo más importante es explicar el origen del capitalismo moderno, inquietud que se

manifiesta a través de toda su obra. Este interés lo lleva a profundizar en varios campos de la

ciencia, así como lo hace en forma exhaustiva en el estudio de las religiones. Compara las

estructuras occidental-orientales para hacer más fructífero su análisis.

Para Weber el estudio de las ciencias histórico-sociales se diferencia del de la ciencia natural por su

orientación hacia la individualidad.

Por esta razón, plantea las siguientes características:



1. Las ciencias histórico-sociales buscan las relaciones entre fenómenos individuales.

2. A partir de las relaciones entre los fenómenos se explica cómo se ligan unos a otros.

3. Es muy importante la comprensión del significado que debe coincidir con las condiciones del

suceso, hecho o evento (aquí se plantea el fenómeno lingüístico de la denotación, aquello que

significa el objeto; y la connotación, variaciones de significación del mismo término).

4. Las ciencias histórico-sociales están en relación con los valores que delimitan el objeto de

estudio. Este objeto va a rodearse de múltiples datos empíricos. Aquí, la ‘relación de valor’’ es la

base para la determinación del campo de estudio.

5. La objetividad se logra a partir de la explicación causal de los fenómenos.

6. Las relaciones causa-efecto en el análisis de un fenómeno son muy amplias; por lo tanto, la

posibilidad de selección recae sobre muchos datos empíricos, referidos al problema.

7. El campo de investigación es limitado según el punto de vista específico desde donde se inicia la

investigación.

8. La explicación de un fenómeno tendrá como base de interpretación el punto inicial de partida.

9. La demostración del fenómeno, según Weber, se hará a partir de la comparación con el proceso

inicial, es decir, a partir de la elaboración de un proceso hipotético.

10. En la construcción de los modelos hipotéticos, se excluyen los elementos que aparecen en la

realidad.

11. Cuando se adjudica una causa a un fenómeno, se hace por vía indirecta. Estas causas pueden ser

identificadas como “causación adecuada”, cuando el modelo hipotético y el real no coinciden. En el

caso donde el modelo hipotético y el real coinciden, la causación es accidental. Esto nos remite a la

construcción de los juicios de posibilidad objetiva, determinados por los dos tipos de causación

anteriormente señalados.

12. Weber explica los fenómenos a partir de lo condicional.

13. La relación causa-efecto parte de una relación de condicionamiento.

3.2 PROBLEMAS QUE EXAMINA WEBER

Los problemas que plantea Weber los desarrolla a partir de la teoría de la acción. Empieza con la

definición de términos, plantea después las nociones de denotación y connotación, términos

utilizados posteriormente en lingüística. Estos términos los usa cuando habla del sentido de la

acción y del sentido “mentado” que servirán de base para la interpretación de la acción del sujeto o

los sujetos de una comunidad. El tema problemático es el de la racionalidad. A partir de esta

conceptualización de racionalidad el problema se estudiará en las diversas áreas del conocimiento.

Por ejemplo, plantea el problema de la política:

1. Formas modernas estructurales del Estado

2. Los partidos y su organización, su origen, su función



3. Los sistemas parlamentarios, relaciones con el patrimonialismo

Estos temas los resume en la sociología del dominio. Plantea el problema de los líderes en las

instituciones y su relación con el poder y la burocracia. El conflicto principal se establece entre la

política y la ética, como se señala en la ética protestante y el espíritu del capitalismo. Marca los

orígenes del capitalismo, inquietud que se refleja permanentemente en su obra.

El problema de toda situación social nace de la acción; la ciencia, por su parte, se justifica en las

posibilidades de la acción racional.

Entonces, la acción será racional si el conocimiento es racional también. Los conceptos sobre la

ética de responsabilidad originan el “supuesto de sentido” de la organización metodológica.

Los antecedentes de la problemática weberiana son la búsqueda del conocimiento del hombre y el

conocimiento de algunas verdades esenciales, pero sin recurrir a la especulación. La base sería el

instrumento del saber empírico de la historia. Tal vez bastaba con fundamentar: “la objetividad del

conocimiento histórico-social”.5

La época weberiana se caracterizó por una marcada influencia de la filosofía escolástica, donde

parecería muy difícil que surgiera la posición de un gran sistema como el que Weber planteó. La

posición de Weber tenía una orientación iluminadora, Karl Jaspers señala que Weber no es un

filósofo sino una filosofía en sí misma; esta afirmación corresponde a la visión existencialista de

Jaspers. Por eso se señala que la filosofía de Weber se orienta marcadamente hacia la parte

metodológica.

Los trabajos de investigación de Weber se orientan hacia la comprensión de su propia época, pero

con un gran significado actual e histórico.

El rigor científico de Weber partirá de una pregunta que abarca grandes ramificaciones. Esta

pregunta es la que lo lleva al rigor científico, a veces exagerado. La pregunta es: “Qué es lo

constitutivo y peculiar de la Civilización Occidental?’’. Weber estudia temas aparentemente muy

disímbolos que van desde la música al estudio de la organización política y social de una cultura,

pasando por los rituales de las religiones. Estos estudios generalmente se centran en la construcción

de tipos y de comparaciones.

Por esta razón, la racionalidad en Weber tiene un carácter plural y problemático, porque ciertos ritos

pueden tornarse irracionales en las culturas y dejar sin contenido las mismas leyes que sustentan a

estas culturas.

El problema de sentido “mentado”, y el sentido que da a las cosas el individuo o el grupo de

individuos, en una cultura, generan los procesos de interpretación de la acción.

El problema de la individualidad del su jeto en una sociedad donde se prescribe la libertad, lo

analiza a partir de la racionalidad.

Otro problema que señala Weber es el de la gran influencia de los rituales, los valores y las

religiones en la sociedad.

Los conflictos entre racionalidad con arreglo a fines, con arreglo a valores, con arreglo a la

afectividad y con arreglo a lo tradicional o a lo habitual son ejes centrales para el análisissociológico.



Otro de los problemas fundamentales es el de la metodología; los modelos teóricos son construidos

a partir de la definición de los conceptos. Esta definición precisa, clara y concreta de los conceptos

llevaría al sujeto a la objetividad.

A continuación aparece un cuadro sobre los temas más importantes que Weber aborda:

Sociología Significado en la construcción de la acción social.

Metodología Bases filosóficas, orientadas a los métodos. Construcción de tipos ideales.

Política Los partidos políticos. Relaciones económicas. La burocracia.

Religión Acciones virtuosas, religiosas y caritativas. Fanatismos de racionalismo

exagerado (crítica a los derechos del hombre).

Historia Las ciencias socio-históricas, su objeto, su método en contraste con la

construcción de las ciencias naturales.

Axiología Teoría de los valores. Acción racional con arreglo a fines.

Economía Pánico bursátil, retomado por la explicación racional o irracional de la acción

política o militar.

Biología Estudia las diferencias biológicas de las razas. Hechos fisiológico del tipo y de la

necesidad de alimentación.

La burocracia Tipos de líderes: 1. carismático, 2. impuesto, 3. natural.

Es conveniente señalar que hay una temática mucho más amplia abordada por Weber; éstos son

algunos elementos de análisis.

Con objeto de enriquecer la información del tema anterior, presentamos a continuación el siguiente

texto sobre uno de los problemas políticos que aborda Weber y que se refiere a los líderes:

TEXTO 6 CARÁCTER DE LA AUTORIDAD CARISMÁTICA

Se aplicará la palaba “carisma” a cierta cualidad de una personalidad individual por virtud

de la cual se le pone aparte de los individuos corrientes y se le trata como a quien está

investido de poderes o cualidades sobrenaturales, sobrehumanas, o por lo menos

específicamente excepcionales. En cuanto tales, no son accesibles a la persona

corriente, sino que se las considera de origen divino, o ejemplares, y a base de ellas el

individuo en cuestión es tratado como jefe. En circunstancias primitivas este tipo peculiar

de deferencia se les rinde a los profetas, a individuos con fama de sabiduría terapéutica o

jurídica, a los jefes de la caza y a los héroes de la guerra. Se cree con mucha frecuencia

que descansa en poderes mágicos. Para los fines de la definición es completamente

indiferente cómo se juzgue en definitiva la cualidad en cuestión desde un punto de vista

ético, estético u otro cualquiera. Lo único que importa es cómo consideran realmente a

ese individuo los sometidos a la autoridad carismática, sus “secuaces” o “discípulos”.

Para el objeto presente será necesario tratar diferentes tipos que se consideran dotados

de carisma en este sentido. Comprende éste el estado del “berserker”, cuyos accesos de



pasión maniática so han atribuido a veces, erróneamente desde luego, al uso de drogas.

En la Bisancio medieval se conservaban como una especie de arma un grupo de

individuos dotados de este tipo de pasión guerrera carismática. Comprende al “chamán”,

especie de mago que en su tipo puro sufre ataques epiieptoldes como un medio de caer

en trance. Otro tipo es el de Joseph Smith, fundador del mormonismo, quien empero, no

puede ser clasificado de esta manera con absoluta seguridad, ya que existe la posibilidad

de que haya sido un tipo muy complicado de farsante deliberado. Finalmente, comprende

al intelectual, como Kurt Eisner, que es arrastrado por su propio éxito demagógico. El

análisis sociológico, que debe abstenerse de juicios de valor, los tratará a todos en el

mismo plano como individuos que, según los juicios tradicionales, son los héroes, los

profetas y los salvadores “más grandes”...

La autoridad carismática está específicamente fuera del campo de la rutina diaria y de la

esfera profana. En este respecto, es diametralmente opuesta a la autoridad racional y

particularmente a la autoridad burocrática y a la autoridad tradicional, tanto en su forma

patriarcal como en la patrimonial u otra cualquiera. Lo mismo la autoridad racional que la tradicional son específicamente formas de la rutina diaria de control de la acción: mientras

que el tipo carismático es la antítesis directa de ellas. La autoridad burocrática es

específicamente racional en el sentido de estar vinculada a reglas intelectualmente

analizables, mientras que la autoridad carismática es específicamente irracional en el

sentido de ser extraña a todas las reglas. La autoridad tradicional está enlazada a los

precedentes legados por el pasado y en esa medida se orienta también hacia reglas.

Dentro de la esfera de sus pretensiones, la autoridad carismática rechaza el pasado, y en

este sentido es una fuerza específicamente revolucionaria. No admite la apropiación de

cargos de poder por virtud de la posesión de riqueza, ni por parte de un jefe ni de grupos

socialmente privilegiados. Para ella, la única base de legitimidad es el carisma personal,en la medida en que está demostrado, es decir, en la medida en que es reconocido y

puede satisfacer a los secuaces o a los discípulos. Pero esto dura sólo tanto como dura la

creencia en su inspiración carismática.

No es necesario insistir más en lo anterior. Lo que se ha dicho se aplica a la posición de

autoridad de monarcas elegidos, como Napoleón, usando el plebiscito. Se aplica al

“dominio del genio”, que elevó a individuos de origen humilde a tronos y a altos mandos

militares, lo mismo que a los profetas religiosos o a los héroes de la guerra.

En las épocas tradicionalmente estereotipadas, el carisma es la mayor fuerza revolucionaria. La fuerza igualmente revolucionaria de la “razón” opera desde afuera

alterando las situaciones de acción y, en consecuencia, sus problemas, modificando al fin

de esa manera las actitudes de los hombres hacia ellos; o intelectualiza al individuo. Por

otra parte, el carisma puede implicar una reorientación subjetiva o interna nacida del

sufrimiento, de antagonismo o del entusiasmo. Entonces puede producir una alteración

radical del sistema central de actitudes y direcciones de la acción, con una orientación

completamente nueva de todas las actitudes hacia los diferentes problemas y estructuras

del mundo”. En épocas prerracionalistas, la tradición y el carisma entre ellas casi han

agotado toda la orientación de la acción.

Necesidad de la rutinización



En su pura forma carismática la autoridad tiene un carácter específicamente extraño a las

estructuras rutinarias cotidianas. Las relaciones sociales directamente afectadas son

estrictamente personales, basadas en la validez y la práctica de cualidades personales

carismáticas. Si esto no ha de ser un fenómeno puramente transitorio, sino que ha de

tomar el carácter de una relación permanente que forme una comunidad estable de

discípulos, o una banda de secuaces, o un partido, o cualquier clase de organización

política o hierocrática, es necesario que cambie radicalmente el carácter de la autoridad

carismática. Realmente, en su pura forma carismática puede decirse que sólo existe la

autoridad en el proceso de su nacimiento. No puede permanecer estable, sino que o bien

se tradicionaliza, o se racionaliza, o ambas cosas a la vez.

Los principales motivos que sustentan esa transformación son los siguientes: 1) los

intereses tanto ideales como materiales de los partidarios en la perduración y la

reactivación constante de la comunidad; 2) los intereses ideales y materiales aún más

fuertes de los individuos del personal administrativo, de los discípulos o los partidarios del

jefe carismático, en continuar sus relaciones. No sólo esto, sino que tienen interés en continuarlas de tal manera, que tanto desde un punto de vista ideal como desde un punto

de vista material, su situación se asiente sobre una base diaria estable. Esto significa,

sobretodo, hacer posible la participación en relaciones familiares normales o, por lo

menos, gozar una posición social segura, en vez del tipo de discipulado aislado de las

conexiones mundanas ordinarias, principalmente en la familia y en las relaciones

económicas.

Texto tomado de: Weber, Max, La rutinización del carisma, en: Amitai y Eva Etzioni

(comps.), Los cambios sociales, México, Fondo de Cultura Económica, 1964, pp. 19-23.

3.3 CÓMO PLANTEA LOS PROBLEMAS

El instrumento conceptual que Weber utiliza es justamente el esquema teórico del “tipo ideal”, a

través del cual se dirige a la realidad empírica regresando nuevamente, con objeto de modificarlo

con base en esa realidad. Cabe señalar que desde la perspectiva weberiana se puede lograr que el

fenómeno, objeto de estudio, incremente cada vez más su grado de satisfacción.

No obstante, el tipo ideal no es una hipótesis, aunque suele proporcionar una guía pasa su

construcción se trata de una descripción de la realidad; sin embargo, se propone proporcionar la

descripción en cuestión, los medios precisos de expresión. Lo que Weber consideraba en principio

no era precisamente una hipótesis ni siquiera un promedio o una descripción fiel de la realidad,mucho menos el modelo adecuado; se trataba de una acentuación de lo que el investigador concibe

como las características y las tendencias básicas del fenómeno objeto de estudio y que obviamente

se puede utilizar en calidad de instrumento para la explicación en su individualidad.

Por otra parte, Weber trata de caracterizar con mayor precisión el cambio de la investigación de la sociología comprensiva; de ahí que parta de la definición de la conducta. Conviene destacar que

Weber concibe la conducta como cualquier tipo de acción del hombre frente a determinado objeto

encontrando en él su término de referencia, de tal manera que se identifique con la acción de los

humanos siempre que esté condicionado por determinada situación objetiva. A pesar de lo anterior,

la conducta de interés para la sociología no es precisamente la acción humana, sino la acción social

que la orientación caracteriza debido a la conducta de los demás y, por ende, la posibilidad de llegar a un entendimiento con base en esta orientación.



La función de la sociología comprensiva consiste en realizar los tipos de conducta idóneos, esto es,

acciones sociales susceptibles de ser discernidas en forma recurrente en el modo de comportamiento

de la gente, motivo por el cual la consideración de la orientación se ha constituido en la clave de la

conducta. Así determinado tipo de conducta se ubica por los medios correspondientes para realizar

determinado fin establecido en forma exacta: la conducta racional, vinculada con los fines,

constituirá el esquema interpretativo.

Ahora bien, considerando este tipo real, la sociología comprensiva continúa formulando otros tipos

ideales derivados para comprender las condiciones que impliquen un menor grado de racionalidad.

Asimismo, el concepto de racionalidad que se atribuye al accionar social nos lleva a la relacióncosto-beneficio de la acción, con la consecuente maximización de la utilidad en el ejercicio del

sujeto. El sujeto social que ejecuta la acción actúa con base en la razón y de acuerdo a la misma

responde a la obtención (con una mayor posibilidad) de sus cometidos por los medios adecuados

para asegurar que la acción redunde en un beneficio. El ampliar a escala social el accionar basado

en la razón por parte de un sujeto le permitiría incrementar su ‘‘posibilidad de existencia social”

conforme a un entender de su realidad social y actuar de acuerdo con la vía más directa y segura

para conseguir sus fines.

Weber incursiona asimismo por el ámbito de la sociología política, ocupándose de las acciones

sociales controladas por el poder. Concibe al Estado como el ente donde acciona la política pero sin

producirla, puesto que es únicamente su manifestación. Considera que la actividad política se

desarrolla en un entorno delimitado cuyos participantes adoptan comportamientos significativos; de

ahí que el elemento básico de la actividad mencionada sea para él precisamente la dominación.

Weber considera, en lo tocante a autoridad, que la política consiste en una actividad cuya función es

reivindicar el derecho de dominación, pudiendo usar la fuerza en última instancia; además, concibe

la actividad política como el enfrentamiento entre diversos grupos por el poder.

En este contexto, la dominación se usa para hacer que los individuos acaten las órdenes de quien

gobierna; de ahí que Weber sostenga que la dominación se vale de los tres siguientes tipos de

legitimidad:

Legal hace que los dominados crean en un sistema de leyesestablecido racionalmente y en la legitimidad de un jefenombrado por ley

Tradicional se basa en la creencia de las tradiciones y costumbres

Carismática es la sumisión al carisma de un líder

Según el tipo de legitimidad imperante en determinada sociedad, será el tipo de dominación que

predomine: la legal vinculada con una dominación burocrática, que se basa en servicios definidos y

competencias establecidas en forma adecuada; la legitimidad tradicional se manifiesta mediante una

dominación de carácter patrimonialista; y, finalmente, la carismática de corte carismático, cuyo

poder es ejercido por un líder.

Concluimos este tema con un interesante texto:

TEXTO 7 LA TESIS DE WEBER: PROTESTANTISMO Y CAPITALISMO



Si los estudios sobre la ética protestante se consideran, como deben serlo, en el contexto

de su obra total sobre las Weltreligionen, entonces resulta bastante evidente que, aunque

Weber mantuvo el diálogo con Marx e introdujo modificaciones en su método, bajo ningún

concepto debe pensarse que pretendió refutarlo. (En realidad, la tesis sobre la relación

entre el protestantismo ascético y el espíritu del capitalismo fue desarrollada por Weber

muy tempranamente; y si bien nunca la abandonó de modo explícito, en sus escritos

posteriores trasladó el énfasis a una variedad de otras condiciones que pueden incluirse

bajo el rótulo de “la especial peculiaridad del racionalismo occidental”, como él lo llamó.)

En todos estos estudios, en los primeros tanto como en los posteriores, sobre las

religiones de China, la India e Israel, reconoce la importancia fundamental de lo que él

llama el “factor económico”, e insiste en que se debe “tomar en consideración las

condiciones económicas”.

Pero en La ética protestante se fija una tarea especial, o sea, examinar las implicaciones

económicas de una ética religiosa específica, problema que —según opinaba— no había

recibido la atención que merecía. Aunque a veces habla de correlación y otras de influencia causal, afirma con mucha claridad que trata deliberadamente de “sólo un

aspecto de la cadena causal”, a saber, la influencia de los valores religiosos sobre la

conducta económica. (En sus estudios posteriores, dirigió su atención hacia los dos

aspectos causales, aunque por cierto no de una manera sistemática.) En La ética

protestante recuerda una y otra vez al lector lo limitado de su propósito: “clarificar el papel

que han desempeñado las fuerzas religiosas en la formación de la trama en desarrollo de

nuestra cultura moderna específicamente secular, en la compleja interacción de

innumerables factores históricos diferentes”. Weber combate en forma simultánea en dos

frentes. Por una parte, trata de refutar la idea de que la Reforma fue una consecuencia

históricamente necesaria de procesos económicos. Pero por la otra, no tiene ninguna intención de sostener una tesis tan disparatada y extremista como la que afirma que el

espíritu del capitalismo (en el sentido provisional del término explicado antes) sólo pudo

haber surgido como resultado de ciertos efectos de la Reforma, o aun que el capitalismo

—como sistema económico ns una creación de la Reforma. El hecho de que ciertas

formas importantes de organización comercial capitalista fueran conocidas desde

bastante tiempo antes de la Reforma es una refutación suficiente de tal afirmación. Por el

contrario, sólo queremos discernir si en la formación cualitativa y la expansión cuantitativa

de ese espíritu por el mundo han tomado parte fuerzas religiosas, y de ser así, en qué

medida.

Deseaba evaluar de algún modo el aporte de la ética protestante al moderno sistema

económico, en particular, y contribuir al conocimiento de cómo las “ideas se convierten en

fuerzas efectivas en la historia”, en general.

Así, Weber se propone completar el método de Marx; reconoce la importancia

fundamental de las condiciones económicas, pero sugiere que deben explorarse otras

influencias. No afirma, por cierto, que el protestantismo causó el capitalismo, ni ningún

otro disparate semejante. Creía que no era factible cuantificar o asignar un peso exacto a

los diversos «factores», y esto lo condujo a lo que él consideró como el único enfoque

metodológico posible: abordar el mismo problema desde diversos puntos de vista y perspectivas. En general, el acento metodológico de estos ensayos recae en que no se

puede probar ni refutar su hipótesis; cuando se aborda un problema tan complejo como


http://slidepdf.com/reader/full/la-problematica-social-abordada-bajo-el-enfoque-de-la-teoria

éste, todo lo que se puede hacer es presentar los argumentos mejores y más coherentes.

En los últimos párrafos recuerda nuevamente al lector que ha rastreado las influencias en

una sola dirección y admite que, desde su propio punto de vista, sólo ha realizado la

mitad de la tarea, ya que es igualmente necesario investigar de qué modo el ascetismo

protestante, a su vez, recibió la influencia, en su desarrollo y su carácter, de la totalidad

de las condiciones sociales, en particular de las económicas. El hombre moderno es, en

general, aun con la mejor voluntad, incapaz de dar a las ideas religiosas la importancia

para la cultura y el carácter nacional que ellas merecen. Pero no es mi propósito, por

supuesto, sustituir una interpretación causal materialista unilateral de la cultura y la

historia, por otra interpretación causal espiritualista igualmente unilateral. Es posible

ofrecer ambas por igual, pero si cada una de ellas no sirve como preparación para un

estudio, y se presenta en cambio como conclusión de éste, no es mucho lo que una y otra

pueden aportar a la verdad histórica.

Texto tomado de: Irving Zeitlin, Ideología y teoría sociológica, Amorrortu, Buenos Aires, 1979,

pp. 31 a 34.

El problema fundamental en la época moderna no se centra en un cambio de racionalidad, sino en el

hecho de que esta racionalidad creara conflictos y se volviera problemática. Este conflicto limitó el

desarrollo de tipos de racionalidad como la afectiva y la valorativa. Los juicios de valor pararon a

ocupar un lugar secundario. Esta forma dentro de cualquier cultura impide el desarrollo integral del

hombre. Es una manifestación irracional. Para Weber, la racionalidad se caracteriza por ser

orientada hacia los fines y la otra orientada hacia los valores que compiten entre sí, y por esto se

convierte en ‘absoluta’.

El problema real se podría resumir así: el conocimiento a través de la historia se había convertido en

un motor hacia la humanización transformadora en las culturas; sin embargo, se convirtió en unconocimiento demasiado formalizado y fue apropiado por las instituciones.

Esta razón instrumental adquiere un carácter formal, normativo, abstracto, útil y universal. Se

fundamenta en la ciencia y en la tecnología, y es el capitalismo el que desarrolló una ideología en

torno a los dos. Todo lo que esté fuera de estos criterios se considerará no racional y no científico.

De aquí se deriva que una organización es racional cuando es rentable y un esfuerzo es racional

cuando es compensado. Estos postulados en algunas instituciones parecerían no existir. También, en

algunas instituciones, tiene predominio la objetividad y se persiguen la exactitud, la precisión, el

cálculo, la manipulación, la cuantificación, etc. Por lo tanto, se ha abandonado en forma irracional

la parte afectiva que es la característica que enriquecería a la naturaleza humana del hombre.

Para complementar la información de este tema, incluimos a continuación una interesante lectura:

TEXTO 8 EL PAPEL DE LAS IDEAS EN LA HISTORIA

El problema central para nosotros en una historia universal de la cultura no es, en último

análisis, ni siquiera desde un punto de vista puramente económico, el desarrollo de la

actividad capitalista como tal, que sólo en la forma difiere en culturas diferentes: el tipo

aventurero, o capitalismo que ve fuentes de ganancia en el comercio, la guerra, la política

o la administración. Lo es, más bien, el origen del capitalismo burgués serio con su organización racional del trabajo libre. O, en términos de historia cultural, el problema es

el del origen de la clase burguesa occidental y de sus peculiaridades, problema que,



indudablemente, está estrechamente relacionado con el del origen de la organización

capitalista del trabajo, pero no es lo mismo en absoluto, pues el burgués, en cuanto clase,

existió con anterioridad a la aparición de la peculiar forma moderna de capitalismo, si bien

es cierto que sólo en el hemisferio occidental.

Ahora bien, la peculiar forma occidental moderna de capitalismo fue, a primera vista, muy

Influida por el desarrollo de las posibilidades técnicas. Su racionalidad depende hoy

esencialmente de la medida en que sean calculables los factores técnicos más

importantes. Pero esto significa fundamentalmente que depende de las peculiaridades de

la ciencia moderna, en especial de las ciencias naturales basadas en las matemáticas y

en el experimento exacto y racional. Por otra parte, el desarrollo de esas ciencias y de la

técnica que se apoya en ellas recibe ahora importante estímulo de los intereses

capitalistas en su aplicación económica práctica. Es cierto que el origen de la ciencia

occidental no puede atribuirse a esos intereses. El cálculo, hasta con decimales, y el

álgebra, se practicaron en la India, donde fue inventado el sistema decimal. Pero sólo lo

usó el capitalismo en desarrollo de Occidente, en tanto que en la India no llevó a la aritmética moderna ni a la teneduría de libros. Tampoco fue determinado el origen de las

matemáticas y de la mecánica por los intereses capitalistas. Pero la utilización técnica de

los conocimientos científicos, tan importante para las condiciones de vida de la masa del

pueblo, sin duda fue estimulada por consideraciones económicas, que fueron

extremadamente favorables para ella en Occidente. Pero ese estímulo se derivaba de las

peculiaridades de la estructura social de Occidente. Debemos preguntarnos, por lo tanto,

de qué partes de esa estructura se derivó, ya que no todas ellas tuvieron igual

importancia.

Entre las de importancia indudable están las estructuras racionales del derecho y de la administración. Pues el capitalismo racional moderno no sólo necesitó los medios

técnicos de producción, sino un sistema jurídico previsible y una administración

gobernada por reglas formales. Sin esto, son posibles el capitalismo comercial aventurero

y especulador y todas las especies de capitalismo políticamente determinado, pero no la

empresa racional bajo la iniciativa individual, con capital fijo y cálculos exactos. Ese

sistema jurídico y esa administración sólo en Occidente estaban a disposición de la

actividad económica en un relativo estado de perfección jurídica y formalista. Debemos

preguntarnos, pues, de dónde procedía aquel derecho. Entre otras circunstancias, los

intereses capitalistas contribuyeron a su vez, indudablemente, pero de ningún modo solos

ni siquiera principalmente, a preparar el camino para el predominio en el derecho y la administración de una clase de juristas especialmente preparados en derecho racional.

Pero aquellos intereses no crearon por si mismos aquel derecho. Operaron en ese

desarrollo fuerzas muy diferentes. Y por qué los intereses capitalistas no hicieron lo

mismo en China o en la India? ¿Por qué el desarrollo científico, artístico, político o

económico no siguieron en esos países el camino de la racionalización que es peculiar de

Occidente?

Texto tomado de Weber Max. ‘El papel de las ideas en la historia’ en Amitai y Eva Etzioni

(comps). Los cambios sociales. México, Fondo de Cultura Económica, 1964, pp. 54-56.

3.4 ELEMENTOS ESENCIALES DEL PROBLEMA



Weber parte de que el conocimiento tiene una base histórica y social. Weber afirma que los valores

culturales se habían amalgamado con los valores científicos, lo cual llevaría a aceptar la objetividad

en forma universal. Esto sugiere el hecho de que las normas de objetividad aparecen incertadas en

lo social, pero bajo formas de práctica social que son determinadas por las mismas normas.

El planteamiento de la filosofía weberiana tiene su origen en los cambios que surgieron en la

sociedad industrial. Weber señala que, para llegar a la comprensión de las formas socialessignificativas se partirá de dos ideas centrales: el tipo ideal y la acción racional.

El término racionalidad se emplea en una forma amplia y daría la impresión de que sólo existiera

una; peto en realidad sus diversos significados implican formas diversas. Sería interesante analizar

esta implicación planteada por Weber cuando dice:

‘Max Weber ha considerado que, entre otras cosas, el racionalismo occidental aparece caracterizado

por el hecho de que en Europa se han constituido culturas de expertos que reelaboran

reflexivamente la tradición cultural y, de este modo, aíslan sus partes componentes en un sentido

cognitivo estructo, estético-expresivo y práctico-moral. Estas se especializan a su vez, en cuestiones

relativas a la verdad, al gusto o a la justicia.’6 Por eso los dos elementos esenciales que aparecenantes de la Revolución Industrial del siglo XVIII son: la racionalidad instrumental y la racionalidad

valorativa. Desde la concepción del antiguo Estado griego, Platón demarcaba ya la existencia de la

racionalidad “absoluta”, cuando se explica en la República el tipo de educación para los

gobernantes: el gobernante autocrático, el déspota y el democrático. Los griegos tomaron como

base el ser y la conciencia. La razón lleva al acto de pensar, según la sabiduría. Para los clásicos la

razón tiene un carácter de universalidad.

Durante la Revolución industrial (la Ilustración), se generó una nueva racionalidad que Weber

analiza a partir de una concepción religiosa. El espíritu puritano crea la necesidad imperiosa del

trabajo, para servir mejor a Dios, valor opuesto para otras concepciones religiosas. Esta concepciónde la racionalidad recibe el nombre de instrumental y va a adecuarse: “de medios afines”. Max

Horkheimer la explica de la siguiente manera: ‘‘tiene que ver con la relación entre finalidades y

medios, Con la adecuación de los modos de comportamiento a los fines, que como tales se aceptan

sin someterlos a una justificación razonable’’

Presentamos a continuación una interesante lectura.

TEXTO 9 ELEMENTOS ESENCIALES DEL PROBLEMA

...Ahora bien, sería de desear no solamente el hacerse cargo del “valor para la

conservación” de las funciones de cada uno de aquellos tipos diferenciados —cosa relativamente fácil— y el explicar aquella diferencia ción, tanto si no se admite el supuesto de

la herencia de las capacidades adquiridas, como si, al contrario, se le admite (y en este caso,cualquiera que sea el modo de interpretar ese supuesto), sino también el poder saber:

1) qué es lo que decide el comienzo de la diferenciación en individuos originariamente

neutrales o indiferenciados, y

2) qué es lo que ocasiona que el individuo diferenciado se conduzca (en el promedio) en la

forma que de hecho es útil al interés de conservación del grupo diferenciado.

Siempre que se ha adelantado algo en esta dirección ha sido por la demostración experimental (o

sospecha) de la existencia de excitaciones químicas o situaciones fisiológicas (procesos digestivos,castración parasitaria, etc.) en los individuos en cuestión. Hasta qué punto subsiste la esperanza



problemática de mostrar como verosímil, por medios experimentales, la existencia de unaorientación “psicológica” y “con sentido”, es cosa que ni los mismos expertos pueden hoy decir.

Una descripción controlable de la psique de estos animales sociales sobre la base de la“comprensión” de sentido, no parece que se pueda lograr, ni aun como meta ideal, sino dentro de

muy estrechos límites. En todo caso, no puede esperarse de ahí la inteligencia de la acción social

humana, sino más bien al revés: se trabaja y debe trabajarse allí con analogías humanas. Quizá

podamos esperar que esas analogías nos sean alguna vez útiles en la resolución del siguiente problema: cómo apreciar en el estadio primitivo de la diferenciación social humana la relación

entre el campo de la diferenciación puramente mecánico-instintiva y lo que es producto de la

acción individual con sentido y lo que posteriormente ha sido creado de un modo consciente. La sociología comprensiva debe tener en cuenta con toda claridad que también para el hombre, en los

estadios primitivos, predominan los primeros componentes y que en los estadios posteriores de suevolución siguen éstos cooperando siempre (y a veces de un modo decisivo). Toda acción

tradicional ( 2) y anchas zonas de la carismática (cap. III) en su calidad de núcleos del “contagio”

psíquico y portadores, por tanto, de “estímulos de desarrollo” sociológico, están muy próximas, y

en gradaciones insensibles, de aquellos procesos que sólo pueden ser captados biológicamente y

que no son explicables por sus motivos, ni comprensibles, sino muy fragmentariamente, por su sentido. Pero todo esto no ibera a la sociología comprensiva de la tarea que le es propia y que sólo

ella puede cumplir, aunque tenga conciencia de los estrechos límites en que se encuentra

encerrada.

Las “leyes”, como se acostumbra a llamar a muchas proposiciones de la sociología comprensiva

—por ejemplo, la “ley” de Gresham—, son determinadas probabilidades típicas, confirmadas por

la observación de que, dadas determinadas situaciones de hecho, transcurran en la forma

esperada ciertas acciones sociales que son comprensibles por sus motivos típicos y por el

sentido típico mentado por los sujetos de la acción. Y son claras y comprensibles, en su más alto grado, cuando el motivo subyacente en el desarrollo típico de la acción (o que ha sido puesto como

fundamento del tipo ideal construido metódicamente) es puramente racional con arreglo a fines y, por tanto, la relación de medio a fin, según enseña la experiencia, es unívoca (es decir los medios

son ineludibles). En este caso es admisible la afirmación de que cuando se ha actuado de un modo

rigurosamente racional, así y no de otra manera ha debido de actuarse (porque por razones

técnicas”, los partícipes, en servicio de sus fines —claramente dados—, sólo podían

disponer de estos medios y no de otro alguno). Precisamente este caso muestra lo

equivocado que es suponer a una psicología cualquiera como fundamento último de la

sociología comprensiva.

Los conceptos constructivos de la sociología son típico-ideales no sólo externa, sino

también internamente. La acción real sucede en la mayor parte de los casos con oscura semiconsciencia o plena inconsciencia de su “sentido mentado”. El agente más bien

“siente” de un modo indeterminado que “sabe” o tiene clara idea; actúa en la mayor parte

de los casos por instinto o costumbre. Sólo ocasionalmente —y en una masa de acciones

análogas únicamente en algunos individuos— se eleva a conciencia un sentido (sea

racional o irracional) de la acción. Una acción con sentido efectivamente tal, es decir,

clara y con absoluta conciencia es, en la realidad, un caso límite. Toda consideración

histórica o sociológica tiene que tener en cuenta este hecho en sus análisis de la realidad.

Pero esto no debe impedir que la sociología construya sus conceptos mediante una

clasificación de los posibles “sentidos mentados” y como si la acción real transcurriera

orientada conscientemente según sentido. Siempre tiene que tener en cuenta y esforzarse por precisar el modo y medida de la distancia existente frente a la realidad,

cuando se trate del conocimiento de ésta en su concreción. Muchas veces se está



metodológicamente ante la elección entre términos oscuros y términos claros, pero éstos

irreales y “típico-ideales”. En este caso deben preferirse científicamente los últimos. (Cf.

sobre todo esto, Arch. F. Sozialwiss., XIX, loc. cit. [cf. supra, 1. 6].)

Texto tomado de: Weber, Max, Economía y sociedad, FCE, México, 1984, pp. 14 a 18.

la problemática social abordada bajo el enfoque de la teoría comprensiva

Documents