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LA LITERATURA ES UN HOBBIE O UN OFICIO?

Para m, escribir bien es alcanzar la mxima

eficacia para contar.

Antonio Muoz Molina

INTRODUCCIN.-

Esta y muchas otras interrogantes plantea la literatura, por ejemplo: qu se puede hacer con la

literatura; para qu sirve la literatura; la literatura posee todava un poder? Yo me he planteado

esta pregunta: la literatura es un hobbies o un oficio?

Partamos de la revisin del significado de estas palabras: Hobbies es una palabra francesa que la

hemos adaptado al castellano. Es una actividad cuyo valor reside en el entretenimiento de aquel

que lo realiza, no busca una finalidad productiva concreta y se realiza en forma habitual. Este

trmino se aplica a todo aquello que se realiza sin un carcter de ejercicio profesional, por aficin

personal-fin de cita. Oficio, segn el diccionario es: una profesin manual o mecnica.

Ocupacin habitual. Destreza o habilidad en la prctica de una actividad. As pues, cada uno de

nosotros(as) antes de seguir adelante con lo primero que hemos escrito, debemos hacernos esta

pregunta: para m, la literatura es un hobbies o debo asumirlo como un oficio?.

CUERPO.-

Luego de la revisin de estas definiciones fcilmente podemos concluir que el hombre o mujer

que se dedica a la literatura no lo hace por entretenimiento, sino que lo asume o debe asumirlo

como un oficio. Al respecto el escritor espaol Antonio Muoz Molina, Premio Prncipe de Asturias

y de las Letras, 2013, asevera: El oficio es una destreza que se va ganando. Se ejerce con el

talento que se descubre en hacerlo. Como tantos otros oficios, es una actividad prctica. Recurre a

materiales comunes. En nuestro oficio, se trabaja con las palabras de todo el mundo. Es una

materia prima baratsima. No somos orfebres y no trabajamos con oro. El escritor es un artesano.

Fin de cita

Con seguridad, todo escritor(a) tanto de poesa como de narrativa o ensayo, cuando decidi

dedicar su vida a la literatura, se vio en la necesidad de tomar algunos cursos, talleres, leer mucho

ms de lo que lo haca antes, porque se dio cuenta que no existe ese soplo mgico llamado

inspiracin, que nos dicte la palabra precisa, la metfora correspondiente, e l buen manejo del

lenguaje, en fin, todo lo que requerimos para contar una historia, versar sobre aquello que nos

haya conmovido, tratar el tema que nos interese. No, no existe una iluminacin divina, un

entusiasmo creador que de pronto empiece a traducir en palabras lo que sentimos, hablar de

nuestras vivencias, recuerdos, alegras o pesares. Pues, cuando estamos frente a una pgina en

blanco, comprobaremos que no existe la inspiracin, porque esta es solo: una accin y efecto de

inspirar; iluminacin divina con esta definicin del diccionario tal parece que la inspiracin solo es

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un entusiasmo creador que siente el escritor, el orador o el artista y nada ms, as pues ser

necesario tener en cuenta lo que afirma Muoz Molina respecto a lo que tenemos que hacer: un

trabajo lento, que demanda sutileza y esfuerzo. Significa descubrir elementos valiosos en sus

materiales y obtener el mximo resultado con ellos. Que no requieran ser explicados- fin de cita.

Con referencia a esta ltima frase: que no requieran ser explicados yo me permito agregar que

un escritor o escritora comete un pecado capital cuando explica el poema, o el cuento que est

por leer, le quita todo el encanto al momento, pues debe ser el oyente el que encuentre una

explicacin, una respuesta a la pregunta que toda obra literaria debe plantear, segn Javier

Cercas, escritor espaol, jams el autor(a) deber responder a la pregunta planteada. Su opinin

al respecto: Para m, el escritor, el novelista, no es quien da respuestas, sino quien formula

preguntas, y de la forma ms compleja posible, algo que tampoco nunca debe hacer el creador

es, hablar del mensaje que lleva la obra, si es que tiene alguno, es el lector o el oyente quien

responder la pregunta, sacara su leccin, su mensaje, como alguien ha dicho: es el lector el que

acaba de escribir la obra.

Aparte lograr un buen manejo del lenguaje, tendremos tambin que agudizar nuestro sentido de

observacin, dedicarle el tiempo necesario a la investigacin del tema que hemos elegido y esto

vale tanto para el cuento, novela, poesa, la investigacin no solo debe ser una exigencia para el

ensayo, debemos pretender siempre mejorar nuestro trabajo, pues por el descomunal poder que

tiene la literatura, tenemos la obligacin, adquirimos el compromiso de escribir bien y ser siempre

fieles a nuestros principios, a nuestra ideologa. Al respecto cito palabras del clebre y nunca

olvidado Gabriel Garca Mrquez: La gran contribucin poltica del escritor, es no evadirse ni de

sus convicciones ni de la realidad, sino ayudar a que, a travs de su obra, el lector entienda mejor

cual es la realidad poltica y social de su pas o de su continente, de su sociedad; y creo que esa es

una labor poltica positiva e importante: y creo que esa es la funcin del escritor fin de cita.

Este planteamiento es tan irrefutable, que el mismo Alonso Cueto hablo de este tema, con

ocasin de comentar una obra de teatro que se exhibe actualmente: La Cautiva, Cueto menciona

que la guerra interna que hemos vivido ha sido el evento de nuestra historia ms frtil para las

obras de escritores, dramaturgos y cineastas peruanos y menciona que La explosin de violencia

que signific motivada sin duda por la injusticia, el resentimiento, la discriminacin, la indiferencia

del estado y otras marcas de nuestra historia, sigue cobrando vctimas y provocando asombros

fin de cita.

Llegados a este punto creo que tambin es imprescindible repasar brevemente una pregunta

sobre la que se desarrollo en un Encuentro internacional de escritores, organizado por la

Universidad de Lima, bajo la genial batuta del Dr. Jorge Cornejo Polar, el ao 2002. La pregunta

fue: Qu hacer con la literatura? Para responder a esta pregunta asistieron escritores(as) de 10

pases de Amrica Latina y dos de Europa: Espadaa y Francia. No voy a hacer un recuento de todo

lo que se trat en este irrepetible evento literario, ni tampoco mencionar a cada una de las

celebridades que acudieron, pero s me gustara destacar parte de la respuesta que propuso el

excelente escritor Colombiano, Hctor Abad Facioline a esta pregunta, l responde: Podemos

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hacer que la vida sea ms intensa y ms interesante. Podemos multiplicar por nmeros infinitos

nuestra experiencia. Podemos conversar con los difuntos y escuchar con los ojos a los muertos,

como deca Quevedo, es decir, mantener vivo un antiguo arte que ha servido para despertar las

conciencias, para no tragar entero las palabras de los poderosos para cuestionar lo que pasa, para

identificar mejor la maldad, la hipocresa y el engao - fin de cita.

En su turno, Luisa Valenzuela, escritora argentina, con tono irreverente responde as a la pregunta:

Ante tamaa pregunta y desafo, propongo hacer con la literatura lo mismo que ella hace con

nosotros: ponerla en jaque. Si las grandes obras suelen cuestionar nuestras ms caras

convicciones, nuestras mscaras, con la literatura cosa para nada novedosa- seamos iconoclastas,

irreverentes, movmosle despiadadamente el piso como ella no se priva de movrnoslo a

nosotros tanto cuando somos casi pasivos lectores como cuando intentamos la enormsima

aventura de escribir fin de cita.

Otra pregunta destacable sobre la que tambin debemos despejar interrogantes, sobre todo

cuando nos sentamos frente a la computadora con la intencin de escribir un poema, un cuento o

una novela es la siguiente: la literatura posee todava un poder? La respuesta de Javier Cercas, ya

mencionado es rotunda: La literatura tiene un poder descomunal, mucho mayor que los tanques,

esto no es una ilusin: es una evidencia cotidiana. Lo que ocurre es que es un poder que se puede

usar para bien o se puede usar para mal. Fin de cita. Todos sabemos que, a lo largo de muchos

siglos la literatura siempre ha causado desconfianza, inquietud a los dueos del poder, sobre el

tema el colombiano Abad nos dice: En un rgimen autoritario la literatura tiene un papel claro,

evidente, la literatura es un corrosivo potentsimo contra el oscurantismo de un poder que tiende

a la arbitrariedad y a la autarqua, fin de cita. Y esta realidad persiste y continuar inclume

mientras no cambie el sistema, pero nuevamente me auxilio con las palabras de Abad cuando

sostiene que: No podemos caer en el autoengao de que todo lo que digamos o publiquemos

ser siempre intil, neutralizado no por las prohibiciones sino por el cmulo, por la explosin

inabarcable de la imprenta, la televisin, la informtica, el hipertexto, internet, etc. La literatura

sigue teniendo un gran papel, y una capacidad cuestionadora y transformadora en las sociedades

abiertas del primer mundo, y en las ms o menos abiertas de nosotros en el tercer mundo. Fin de

cita

Todos estos planteamientos y otros ms, estamos obligados a repasar cuando nos sentamos

frente a la computadora, porque nuestro primer deber con la Literatura es producirla, producirla

con pasin, hacer con la palabra un trabajo de orfebres, pulir las palabras, cuidarlas, combinarlas,

mejorarlas, pero todo esto con la mayor humildad, pues muchos crticos coinciden en que el peor

defecto de escritores(as) latinoamericanos es la figuracin, al respecto permtanme concluir con

palabras de Muoz Molina, quien sostiene que: La figuracin tiene que limitarse al mximo

porque es casi inevitable que te trastorne. Te pone en una posicin falsa, en una posicin de

privilegio que no se condice con nada. Y no hay manera de ser natural. Actas obligadamente fin

de cita. Si pues, en fcil creerse alguien especial por escribir. Nunca debemos perder la humildad,

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porque finalmente, trabajamos con las palabras que pertenecen a todo el mundo. No olvidemos

que apenas somos artesanos de la palabra.

ZELIDETH CHVEZ CUENTAS Chulucanas , 27 de noviembre de 2014