la montaña 3 junio 2015 - el campanero

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La Montaña, 3 de junio de 2015. “El Campanero” Buenos días mis queridas semillas, Esta mañana muy temprano, he ido a visitar el pueblecito de al lado, es una pequeña ciudad, preciosa, muy pintoresca y me he encontrado un señor con la cabeza bajada, muy triste y le he preguntado ¿No se encuentra bien? Y él me ha contestado “No, soy el campanero, el que toca las campanas en la iglesia”, ¡Ah esa es una gran alegría! Porque cada vez que suenan las campanas es que nos dan noticias y nos llega al corazón, “Lo que vienen de decirme, es que me han despedido”, ¿Por qué, está usted incapacitado? “¡No! Simplemente que me han pedido el certificado de estudios y no los tengo”, no es grave, dígales que lo ha hecho durante tantos años que puede continuar, “No, señora –me dijo- ahora se necesita el certificado de estudios porque todo es en automático y se necesita saber muy bien las combinaciones”, lo siento muchísimo le dije, pero seguro que una solución encontrará, conozco muchas personas, que tienen una Enseñanza maravillosa y ellas siempre encuentran soluciones, nunca tienen problemas, el señor me miró, me sonrió y se fue. Iba muy preocupado porque tenía familia, hijos y cada mes estaban esperando su salario, al llegar al pueblo, se sentó en el bar y pidió un café, sus compañeros estaban allí y les explicó lo que le había pasado, “No te preocupes”, el hombre dijo: “¿Tenéis un cigarrillo?” “No mira se ha acabado el tabaco, hay que ir a Córdova

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La Montaña, 3 de junio de 2015.

“El Campanero”

Buenos días mis queridas semillas,

Esta mañana muy temprano, he ido a visitar el pueblecito de al lado, es una pequeña ciudad, preciosa, muy pintoresca y me he encontrado un señor con la cabeza bajada, muy triste y le he preguntado ¿No se encuentra bien? Y él me ha contestado “No, soy el campanero, el que toca las campanas en la iglesia”, ¡Ah esa es una gran alegría! Porque cada vez que suenan las campanas es que nos dan noticias y nos llega al corazón, “Lo que vienen de decirme, es que me han despedido”, ¿Por qué, está usted incapacitado? “¡No! Simplemente que me han pedido el certificado de estudios y no los tengo”, no es grave, dígales que lo ha hecho durante tantos años que puede continuar, “No, señora –me dijo- ahora se necesita el certificado de estudios porque todo es en automático y se necesita saber muy bien las combinaciones”, lo siento muchísimo le dije, pero seguro que una solución encontrará, conozco muchas personas, que tienen una Enseñanza maravillosa y ellas siempre encuentran soluciones, nunca tienen problemas, el señor me miró, me sonrió y se fue.

Iba muy preocupado porque tenía familia, hijos y cada mes estaban esperando su salario, al llegar al pueblo, se sentó en el bar y pidió un café, sus compañeros estaban allí y les explicó lo que le había pasado, “No te preocupes”, el hombre dijo: “¿Tenéis un cigarrillo?” “No mira se ha acabado el tabaco, hay que ir a Córdova a buscar más tabaco, pues aquí en el pueblo ya se ha terminado”, “¡Qué lástima! hoy necesitaba un cigarrillo para quitarme la ansiedad” y le dijeron sus amigos: “Oye porque no vas tu andando y nos compras tú el tabaco a todos y te damos una comisión y así se te pasará esa angustia y el tiempo se irá más de prisa”. El hombre se levantó sin alegría y fue a la ciudad vecina, compró el tabaco, llegó y cada quien le dio su comisión, un par de euros, un par de

dólares y él se lo guardó, pero no estaba satisfecho, pensaba siempre ¿De qué viviré? ¿Cómo voy a alimentar a mi familia? ¿Qué haré en la sociedad más tarde?

Al día siguiente de nuevo fue al café y le dijeron: “Oye no tenemos ni cerillas, ni gas, ni mechero” él se levantó automático y cogió una lista “Escríbeme aquí todo lo que necesitas”, fue al supermercado y le

dijo: “Escríbeme aquí, los tomates, pimientos, patatas, lo que necesitas” y así fue de tienda en tienda que le hacían una lista y fue empezando a comprar, cada día, cada día iba a comprar y lo repartí, así fue durante años.

Llegó el momento que ya no podía contar el dinero que tenía y lo llevó al banco; le aconsejaron “Tienes que abrir una cuenta al banco, ábrela y así estarás seguro”. Cuando llegó al banco dijo: “Buenos días señor director, desearía abrir una cuenta, pues ahora mis hijos están estudiando, quiero comprar una casa y abrir un mercado, una establecimiento, una tienda, un gran supermercado, donde todos puedan venir a abastecerse, no tener que andar y encontrar todo aquello que necesitan”. El director del banco le dijo: “Muy bien, aquí le doy los formularios, rellénelos y me firma”, el hombre lo miró y le dijo: “Disculpe usted señor director, pero no sé leer, no sabría que poner”, “¡¿Cómo?! Y todo este montón de dinero que usted trae, ¿Cómo lo ha ganado?”, “Trabajando día a día, yendo a comprar y a vender”, “Pero, dígame ¿Qué hubiese hecho usted, si hubiese sabido leer y escribir?”, el hombre lo miró y le dijo: “Aún seguiría tocando las campanas”.

Mis semillas, cuando estéis angustiados, preocupados, cuando penséis que os ha caído un castigo injustamente o que “Dios os ha castigado”, entre comillas que eso no existe, acordaros de este campanero, sin tener estudios se hizo millonario, vosotras mis estrellas que tenéis esa Luz Divina, que todos sois licenciados, que tenéis el chacra 6 y vuestras Manos Divinas ¿Qué milagros podéis hacer? ¡Mucho más! Y transmitir la felicidad y volver a que esos seres maravillosos que son los humanos, tengan confianza en ellos y creer y Creer.

Así se empieza, no sabemos andar y a veces queremos correr, hay que gatear, hay que levantarse, hay que dar un pasito y después volar.

Mis semillas ir haciendo como este hombre sabio, que céntimo a céntimo, logró un sueño que ni siquiera él creía, si aún no habéis llegado a esa riqueza, no desesperéis, pues recordar que ayer el frondoso helecho, fue maravilloso en el bosque y el majestuoso y noble bambú necesitó 5 años para echar raíces, quizás estáis como ese hombre joven, que si no ha encontrado lo que anhelaba o lo que deseaba, como vosotros, es que aún os falta tiempo para echar raíces. Acordaros bien, si no tenéis aquello que deseáis, dar el tiempo a echar raíces y lo lograréis, el árbol siempre da los frutos a su tiempo, ni muy maduros ni verdes, es a su punto cuando hay que tomarlos para comer.

Mis estrellas, mis semillas, sois los seres más hermosos de la Creación y del Universo, en la Sencillez está la Sabiduría, en lo Más pequeño está lo más grande, en lo más grande, están Ustedes.

Siempre, siempre y siempre con todo mi amor,Vuestra Jardinera