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La Lmpara MaravillosaCuatro ensayos sobre la educacin y un elogio de la lectura.Barcelona: editorial Mondadori, 2012, 98 pp.de William Ospina

Rosendo Lpez*

La ltima obra de William Ospina es asom-brosa, l la titula La Lmpara Maravillosayde ella emerge todo lo que se propone crear yargumentar con palabras; son cinco ensayos,cuatro dedicados al problema de la educaciny uno a elogiar, algo olvidado por la imagen, lalectura. Ospina no quiere ser Jorge Luis Bor-ges (1899-1986), pero uno y otro estn con-tagiados por una nostalgia de lo clsico. Lagenialidad del textoLa Lmpara Maravillosaes muy similar a la profundidad y creatividadde Borges enArte potica; son dos ttulos pa-recidos, ambos se asemejan al lugar donde na-cen los ros, son manantiales, de ellos brota lapoesa en su estado natural. No obstante, Wi-

lliam Ospina en su Lmparamaravillosainserta el lengua-je en un contexto crtico co-yuntural, en el cual no se sabequ es primero, si las palabraso las cosas, ambas emergen alunsono y forman un mundoreal pero a la vez maravilloso.

El primer ensayo nombradoPreguntas para una nueva

educacin, en el dilogo conel libro surge la siguiente pre-gunta: qu es el conocimien-to? En la respuesta Ospina seinclina por la docta ignoratiasocrtica, que puede abreviar-se en el saber que no se sabe.

l responde de la siguiente manera, refirin-dose a algunos maestros:

La creencia de que el conocimiento no es

algo que se crea sino que se recibe, haceque olvidemos interrogar el mundo a partirde lo que somos, y fundar nuestras expec-tativas en nuestras propias necesidades.Algunos maestros lograron, por ejemplo,la proeza de hacernos pensar que no meinteresaba la fsica, solo porque me trasmi-tieron la idea de la fsica como un conjuntode frmulas abstractas y problemas herm-ticos que no tena nada que ver con mi pro-pia vida. Ninguno de ellos logr establecerconmigo una suficiente relacin de cordia-lidad para ayudarme a entender que cente-

nares de preguntas que yo mehaba hecho desde nio sobre lavista, sobre el esfuerzo, sobreel movimiento y sobre la magiadel espacio tenan en la fsicasu lugar y su tiempo [p. 28].

El segundo ensayo est de-dicado a los que aprenden ya los que creen que ensean.El texto se titula Carta almaestro desconocido. Os-

pina plantea una nueva hip-tesis en el proceso de apren-dizaje, que se sintetiza enaprender con todo el cuer-po. Alejndose de las forma-lidades del cerebro en el pro-ceso de aprendizaje, sostiene

* Docente de la U

dad Distrital Fr

Jos de Caldas

tad Tecnolgica.

rlopezg@ud

edu.co

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Universidad Distrital Francisco Jos de Caldas - Facultad Tecnolgica

que la formacin debe tener en cuenta losinterrogantes que broten de cada sensibili-dad humana [p. 50]. Aunque no se desarrollan

criterios acerca de la hiptesis de aprendercon todo el cuerpo, deja entrever de maneracrtica que los cuerpos estorban y que en lacoyuntura actual se han impuesto las seales,las meras voces, en fin, el reino de Facebook.

El tercer ensayo, de corte borgeano, se de-nomina Lo que puede el lenguaje. En esteescrito Ospina se inspira en tres poemas deBorges: Lmites, El suicida y El go-lem. De igual manera, acoge a Porfirio Bar-ba Jacob y su Lamentacin balda. Tambinbrinda un homenaje a Hlderlin y al poetaque no puede faltar, Walt Whitman y su sacroCanto a m mismo. Ospina pretende, comoel cabalista judo, encontrar las palabras quepronunciadas sobre una estampa de arcillacon forma humana, le confiera a la figura eldon de la vida. Para Ospina el lenguaje esmgico y la combinacin de las palabras consentido completo solo puede producirla unmago. El ensayo bien ha podido llamarse elencantamiento de las frases, Ospina lo expli-

ca de la siguiente manera: el cielo est en eldiccionario, la sordera est en el diccionario,pero el sordo cielo es un invento o un descu-brimiento de Shakespeare, que quera expre-sar su sensacin de que los seres humanosestamos solos y de que no hay por fuera de latierra nadie que nos escuche [p. 56].

En el cuarto ensayo, nombrado El cuerpoy la creacin artstica, el maestro Ospinaaclara lo que es aprender con el cuerpo. So-

porta su hiptesis con las aporas de Zennde Elea y las ancdotas de Digenes Laer-cio y Alejandro de Macedonia, estableciendo

una gran diferencia entre los saberes tra-dicionales y los saberes racionales. Es tanhermosa la reflexin que se sugiere buscarla fuente primigenia, es decir, que sea ledadirectamente de la pluma de Ospina, puessera intil cualquier esfuerzo de expresarde manera reseada tan elevado escrito; deesta manera, como un adelanto en las pro-pias palabras del autor: Recordemos enton-ces que el principal secreto de la danza esque el pintor no es la pintura, el escultor noes la escultura, el msico no es la msica,pero el bailarn es la danza [p. 78].

El ltimo ensayo lleva el nombre del libro Lalmpara maravillosa. Se trata de un home-naje al ms grande de todos los poetas y alms inmenso de todos los libros. El poeta esHomero y el libro laOdisea. Nos cuenta Ospi-na que despus de leer a Homero comprendique uno de los tesoros de la humanidad es laimaginacin, pero tambin aprendi que esetesoro no es nico, que existen otros como la

experiencia: En los reinos de la imaginacinest permitido todo aquello que la experienciaprohbe [p. 87]. Para Ospina abrir un libro esencender la lmpara maravillosa, l comenta:se puede vivir sin libros, pero corremos elriesgo de que las peores cosas del mundo seapoderen de nosotros: la codicia, la prisa, elestruendo, la clera y sobre todo el tedio [p.92]. Y para que las infames cosas no se apo-deren de nosotros se recomienda este libro.

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