la isla de las perlas · la acción en una de las bellas ... eplan muchas veces es mentira el amor...
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La isla de las perlas
Opereta en dos actos
Texto original de
EMILIO GONZÁLEZ DEL CASTILLO y MANUEL MARTÍ ALONSO
Música de PABLO SOROZÁBAL
PERSONAJES Y REPARTO
TAIPÓ ...................................... MARUJA VALLOJERA
GABY ..................................... ENRIQUETA SERRANO
TEHAÉ ........................................... ADOLFO SIRVENT
KEPLAN ......................................... PABLO HERTOGS
PEREANTON .................................... PEPE RIQUELME
DICK .................................... FRANCISCO DEL VALLE
MAYER ......................................... ANTONIO SEGURA .
Estrenada el 7 de marzo de 1933 en el Teatro Coliseum de Madrid.
S I N O P S I S La acción en una de las bellas y exóticas islas de Hawai, en la Polinesia. En ellas hay una
llamada «La isla de las perlas» en la que no ha vivido jamás ningún europeo, y donde se
desarrolla una intriga de amor entre Tehaé –príncipe de la misma– y Taipó; paralela a esta
historia están las coqueterías de Gaby, también vanesa –o sea, de la isla–, pero casada
con un diplomático francés y que, al viajar con él, ha sadibo adaptarse a las costumbres
parisinas. Tehaé, disfrazado de pescador de perlas, trata de tomar venganza junto con los
suyos de la invasión de extranjeros en aquellas islas, fijando una noche para el exterminio
de todos; pero cae al mar y es salvado por Keplan, un capitán americano que huyendo de
desengaños amorosos se ha establecido allí. Éste se ha enamorado de Taipó, prometida
de Hehaé, que al ver su valentía y su nobleza salvando de la muerte a su rival, empieza a
quererle. Los areois raptan a Gaby y a Taipó y se las llevan a la isla de las perlas, donde
acuden para rescatarlas Keplan y sus marineros. Vencido por los indígenas, Keplan es
perdonado por Tehaé, que además –ante el deseo de Taipó– consiente que se la lleve con
él. Pero en el momento de partir, al ver llorar a Teahé y acordándose de sus juramentos,
Tehaé vuelve a su primitivo amor.
Prólogo
UN ACTOR En los mares del Sur hay islas de corales
donde el hombre vivía como en un paraíso;
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se engalanaban ellas con flores tropicales:
comían dulces, frutas... Tenían lo preciso para la felicidad, como en un cuento de hadas;
amaban sus costumbres, no querían perderlas y arrancaban al mar sus conchas nacaradas
y comían la carne y arrojaban las perlas. Un día desdichado, la civilización
les llevó a la avaricia, el alcohol, la mentira... y al matar su inocencia les llenó el corazón
de ese ansia de placer que por lujo suspira. Hoy son aquellas playas placer de millonarios,
moda para elegantes, presa de aventureros; por sus mares azules, un tiempo solitarios
cruzan modernos barcos, potentes y ligeros. Sólo, por un secreto destino de la vida,
queda, entre tantas islas, una desconocida. La defienden albatros gigantes, en bandadas.
Son tantos, que al sol nublan si hacia los cielos [ vuelan,
y si un hombre se acerca, como despiertos velan, le atacan agitando sus alas desplegadas.
Les temen los marineros y huyen de aquel lugar porque abundan las conchas, pero no han de
[ cogerlas. Por eso nunca hay barcos que crucen aquel mar,
y aún se vive feliz en «La isla de las perlas». _____
TEHAÉ Pescador,
no olvides nunca tu amor
y no bajes al mar por perlas
que tu amada las guarda en su boca
y en un beso es más fácil cogerlas,
pescador.
Núm. 1.– Taipó y Keplan TAIPÓ Le vi pasar, le vi pasar;
era una noche de luna de mayo. Él me miró y en su mirar
vi como un fuego de estrellas brillar. Se fue acercando junto a mí;
no le miré pero le vi.
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Me habló de amor y al contestar
temblaba sin querer.
Me eché a llorar y aquel dolor
fue el despertar de una mujer.
Me avergoncé, le di mi blanca
flor de tiaré y entonces
él me dio un beso.
Le vi pasar, le vi pasar
y desde entonces para él he de ser.
¿Por qué vi pasar a Tehaé?
¿Por qué le vi pasar?
KEPLAN Muchas veces es mentira el amor
y en sus sueños llenos de placer
guarda la amargura y el dolor
de ver que se va y no ha de volver.
Muchas veces llega el despertar
y se olvida todo sin querer.
El amor no tarda en escapar
del corazón de una mujer.
TAIPÓ Nuestro cariño es un amanecer.
Va a brillar el sol abrasador
que hará florecer mis sueños de amor.
Amor es rayo de sol,
es agua de un manantial,
es rosa en flor
que sólo vive en su rosal.
KEPLAN ¿Estás segura de tu querer?
TAIPÓ Como la llama que empieza a arder.
KEPLAN ¿Estás segura de no soñar?
TAIPÓ Yo en mis amores no sé engañar.
KEPLAN Adiós, Taipó; que seas feliz con tu amor.
TAIPÓ ¿Por qué le vi pasar
si es mi amor Tehaé?
¿Por qué le vi pasar?
Núm. 2.– Gaby, Pereanton, Dick y Mayer
PEREANTON ¡Ya te sorprendí!
DICK Y MAYER ¡Ya no hay salvación!
GABY Es dudar de mí; que equivocación.
DICK Y MAYER Hable con sentido.
PEREANTON ¿Cómo?
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DICK Y MAYER Como buen marido.
GABY ¡Sí!
PEREANTON Es muy grave lo que ví.
GABY El coquetear nunca ha sido amor.
PEREANTON Pero es empezar y eso es lo peor.
DICK Y MAYER Culpa del esposo
PEREANTON ¿Cómo?
GABY Por ser tan celoso.
PEREANTON ¿Sí?
GABY Porque en nada te ofendí.
Cabecitas locas de mujer
dicen muchos hombres sin razón,
y no saben ver que en el corazón
llevamos siempre la ilusión.
Cabecitas locas por amor
a quien no nos sabe comprender.
Ellas a querer y ellos a pensar,
cabecitas locas de mujer.
LOS TRES Toda mujer discreta
su amor sólo a un hombre
ha de entregar.
GABY ¡Ja, ja, ja!
LOS TRES Gaby, no seas coqueta;
con el honor no se puede bromear.
GABY ¡Ja, ja, ja!
Son crédulos
cuando la mujer es peor,
y escépticos
con las que les dan loco amor.
LOS TRES Todas dicen lo mismo;
burlarnos es su mayor placer.
GABY Con lo fácil que en amor
es llegar a comprender.
Cabecitas locas de mujer.
Núm. 3.– Keplan, Pereanton, Dick y Mayer
KEPLAN Nunca temí a la muerte
si ante mis ojos la vi.
La muerte es dama,
y por rendirla honor,
cortés a la cita acudí.
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Si oigo su desafío,
voy a su encuentro puntual;
que de una vez tan solo hay que morir,
el cómo y el cuándo es igual.
Muchas veces en la gran guerra,
cuando esperaba bajo la tierra,
al son marcial del Tiperery
saltaba afuera sin temor.
LOS TRES Tiperery, Tiperery,
es el canto vencedor.
KEPLAN Canto vencedor,
oyéndole un cobarde
recobra la fe y el valor.
LOS TRES Tiperery, Tiperery...
TODOS Por tus notas sé vencer.
La muerte es una dama,
soñemos al fin que es mujer.
Núm. 4.– Taipó, Keplan y coro general
CORO ¡Hurra, ya llegó!
¡Hurra, ya está aquí!
Al fin ya se salvó
el «Cabo de Tahití».
¡Ohé! ¡Ohé!
Cerca se le ve,
echa el ancla ya.
¡Ohé! ¡Ohé!
Hoy por fin arribó
el «Cabo de Tahití».
¡Suerte fue, no se hundió,
la vida trae aquí!
¡Ya llegó, ya le vi,
al mar por fin venció!
¡Mírenle, ya está aquí
el «Cabo de Tahití».
¡Hurra, ya llegó!
TAIPÓ ¡Murió mi Teahé!
¡La culpa tuve yo!
¡Yo fui quien lo mató!
KEPLAN Taipó, ¿qué sucedió?
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TAIPÓ Yo vi escondida en el mar,
en lo más hondo, una estrella; y él, sin quererme escuchar,
bajó hasta el fondo por ella. El alma puse yo en él
cuando en las olas se hundía, y luego, en ansia cruel,
al ver que ya no volvía. ¡Llamé, grité, gemí, lloré,
y no volvió, y no volvió mi Tehaé! CORO ¡Murió el más valiente!
¡Murió Tehaé! KEPLAN Taipó, no llores;
yo intentaré salvarle. TAIPÓ ¿Salvarle tú? ¿Pero es que puedes
tú resucitarle? KEPLÁN Lo intentaré.
CORO Oroatúa, tú que eres dios, muéstranos tu poder.
Oroatúa, haz que despierte al vivir Tehaé.
Oroatúa, tú que a la noche haces amanecer:
Oroatúa, llena sus ojos de luz otra vez.
TAIPÓ Vuelve a la vida, mi Tehaé. Vuelve, que Taipó llora por ti.
¿No ves que llorar? Contéstame. Piedad de mí.
¿No ves cómo sufro? Despiértate, mi Tehaé.
Mi Tehaé, mi Tehaé, despiértate. ¿Eh?... ¿No oísteis?...
Un suspiro de su boca escapó. ¡Vive! ¡Vive! ¡Ya despertó!
¡Tehaé! TEHAÉ ¡Taipó!
Dormía, y en sueños vi tus bellos ojos mirándome así.
Era en lo más hondo y en lo más azul
donde vi brillar la estrella de oro
que ansiabas tú.
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En ella veía
tu dulce mirar
y tras ella, porque me atraía,
me hundí en el mar.
Más hondo, más hondo,
la estrella buscaba;
llegaba hasta el fondo
y se me alejaba.
Luché por tenerla,
mi mano extendí,
y al ir a cogerla
las fuerzas perdí.
Ahora al despertar
todo lo olvido;
quiero más pensar
que un sueño ha sido.
Ya te vuelvo a ver,
tú eres la vida
que creí perder
y que volvió
en un beso de mujer.
Un amanecer de rosas
donde tú el rocío
pones al llorar,
esas perlas más hermosas
que las otras perlas
que yo robo al mar.
Cuando allá en el fondo
ya el mar me vencía
y el corazón sin fuerzas sentí,
no pensé en luchar,
que tus ojos vi
y aún pensaba en ti.
Era en lo más hondo, etc...
¡Mi vida por ella,
pensé para mí!
Y aquí está la estrella.
Por ella vencí.
¡Era para ti, mi amor, Taipó!
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Núm. 5.– Romanza de Keplan
KEPLAN Volvió el amor a hacer sufrir,
a renovar el dolor de mi herida.
Volvió el amor a revivir
una ilusión que ya estaba perdida.
Mi amor ha vuelto a despertar
con la mentira del placer;
volvió a pasar una mujer.
Volvió el amor a hacer sufrir,
viene a traer a mi vida el dolor.
¿Por qué la vi pasar
y ahora en mi vida
renueva la herida de amor
que no logré olvidar?
Ella es la única mujer
que me puede hacer soñar;
sus besos me han de curar.
Una mujer fue mi vida
y esa mujer me engañó,
y como yo la quería
aún me acuerdo de su amor.
Todas saben de mentiras,
todas saben de traición.
Taipó, que nunca tu cariño
venga a aumentar mi dolor.
Una mujer al pasar
vuelve a traer el amor.
Núm. 6.– Vanesas, marinos y todos los personajes
CORO Upa, upa, hay que bailar,
upa, upa, sin descansar,
upa, upa,
upa, upa.
GABY Tu boca es encendida...
TODOS Upa, upa.
GABY ...y en ella me abrasé.
TODOS Upa, upa.
GABY Escomo roja herida...
TODOS. Upa, upa.
GABY ...y yo la curaré.
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TODOS Upa, upa.
GABY Te bailo mis amores...
TODOS Upa, upa.
GABY ...hasta el anochecer.
TODOS Upa, upa.
GABY Tu cuerpo huele a flores...
TODOS Upa, upa.
GABY ...y me hace enloquecer.
Si vas en tu piragua
las olas al pasar,
asoman sobre el agua
queriendo todo besar.
Y un alto cocotero
al verte se asombró;
pensaba que un lucero
del cielo se cayó.
GUERREROS Upa, upa, al guerrear,
upa, upa, hay que matar,
upa, upa, al atacar,
upa, upa, no hay que temblar.
Upa, upa, al combatir
no hay que cejar,
hay que luchar
hasta morir
o hasta matar.
TEHAÉ ¡Quietos!... ¡Quietos!
Este hombre es mi amigo
porque mi vida salvó.
Dejad los odios a un lado,
los dioses han perdonado;
volvamos a nuestra isla
con mi amada Taipó.
KEPLAN La vida me salvaste,
tu deuda me has pagado.
TEHAÉ Taipó me lo ha pedido,
es ella quien te ha salvado.
KEPLAN ¿Te vas con él?
TAIPÓ Lo prometí,
quise salvaros a todos
y más que a todos, a ti;
y por salvarte la vida
mi felicidad perdí.
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KEPLAN Entonces, ¿me engañaste?
TAIPÓ Mi deber de amor cumplí:
salvé tu vida y la de todos
aunque no creas en mí.
KEPLAN Una mujer fue mi vida
y esa mujer me engañó.
TAIPÓ Y como tú la querías
aún te acuerdas de su amor.
KEPLAN Todas saben de mentiras,
todas saben de traición.
TAIPÓ Pues ódiame, pero no olvides
cómo te quiere Taipó.
TEHAÉ Un camino de olas
abre el ancho mar,
y en la isla de las perlas
quiero tu trono alzar.
TAIPÓ Le vi pasar, le vi pasar
y desde entonces peno mi vida.
Le vi pasar, le vi pasar
y aunque quisiera no puedo olvidar.
KEPLAN ¿Por qué la vi pasar?
TAIPÓ ¿Por qué le vi pasar?
Núm. 7.– Taipó y vanesas
VANESAS Cuando en los montes
entre oro y rosas amanecía
y era el rocío perla en la flor,
cogimos rosas para adornarte
porque es el día en que tú aprendes
lo que es amor.
Hoy es tu hora de ser amada,
pronto sabrás qué dulce es querer,
y si adivino muchas tristezas
en tu mirada es que un secreto
debes tener.
TAIPÓ Siento temor no sé de qué,
si es el amor yo no lo sé.
Un amor soñé, no lo olvidaré.
Una vela en el mar
como blanca gaviota
que no sabe volar;
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una vela en el mar
me traerá la alegría,
dejaré de llorar
cuando vea un buen día
una vela en el mar.
Núm. 8.– Gaby y vanesas
GABY Así son hoy las modas de París
que triunfarán durante la «seasón»,
pero como andan lilstos
la tienen los modistos
otros model de la Chanel,
Poaré, Poqué o Guart.
Y al estrenar un traje de «soaré»
viene otra moda y ya está «demodé».
La moda es flor de un día
que sin cesar varía
y el «dernier cri»
«ton jours c’est plus jolie».
VANESAS Así son hoy las modas de París, etc...
Núm. 9.– Taipó, Gaby, Tehaé y coro
CORO Día del amor, hora del placer;
ya por fin llegó, qué feliz va a ser.
Hoy el dios hablará
con la luz del sol,
con la luz del mar.
Del amor juzgará. Escuchemos.
Día del amor, hora del placer,
ya por fin llegó.
TAIPÓ Una vela en el mar
como blanca gaviota
que no sabe volar...
GABY Una vela en el mar
traerá la alegría.
Dejarás de llorar
cuando veas un buen día...
TAIPÓ Una vela en el mar.
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CORO Danza la vida
como el sol por los cielos rueda; danza la luna
por la noche al cruzar el ancho mar.
Danzan las estrellas locas al brillar.
TEHAÉ Hoy ante el dios te juraré amor por una vida entera.
TAIPÓ Hoy ante el dios prometeré ser tu sumisa compañera.
TEHAÉ Por fin llegó lo que ha de ser como una gloria de mi vida.
TAIPÓ El dios dirá lo que ha de hacer y si merezco tu querer.
TEHAÉ Taipó... ¿me quieres? Habla... ¿no respondes?
Taipó... contesta, porque la duda me causa dolor.
¿Qué piensas?, di. TAIPÓ Pienso en mi amor.
TEHAÉ El dios es luz de sol que en su claridad
descubre la verdad de los corazones.
LOS DOS El dios es luz de sol, etc. El dios dirá, su voz oiré.
TEHAÉ No temas nunca a la verdad, Taipó. El dios de luz te inundará
y en tu alma pura he de ver yo. Él te dirá que enloquecí por ti,
que el dulce amor me encadenó y que por siempre será así.
Él dios dirá, su voz oiré. GABY Lo que no quiere una mujer decir
el dios jamás lo acertará; que somos diosas al fingir.
El dios un pecho al descubrir dirá: «Es mujer qué bien está»...
El dios dirá lo que yo sé. TAIPÓ Yo estoy temblando por si el dios en mí
descubre toda la verdad: lo que en mi amor al capitán sentí.
El dios dirá que yo pequé.
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CORO ¡El dios negó!... ¡El dios negó!
¡Era mentira su querer!
TEHAÉ El dios negó, el dios negó.
Era mentira su querer.
¡Que mueran los blancos que quieren
robarnos la paz de esta tierra!
¡Que mueran, que caigan heridos
al golpe de lanzas y flechas!
Corred sin cesar acosándoles.
Vengad nuestros odios matándolos.
TODOS ¡Que mueran!
TEHAÉ Los blancos que quieren
robarnos la paz y el amor.
¡Que lleguen las flechas
al fondo de su corazón!
¡Que mueran!
Núm. 10.– Gaby y coro
GABY En Tahití todas son así;
la fidelidad no se estila allí.
¡Salvajes!... ¡Sin trajes!...
¡Oh, encantador Tahití!
TODOS En Tahití, etc...
GABY Quiero ser salvaje,
que es el traje
que ahora gusta más.
La hoja es elegante
por delante
como por detrás.
Todos los amores
sin temores,
pueden obtener,
y el que no es un loco,
por un coco,
tiene una mujer.
TODOS Quiero ser salvaje, etc...
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Núm. 11.– Taipó y Keplan
KEPLAN Al fin tiene tus palabras
el sonar de la pasión;
al fin oigo de tus labios
el sentir del corazón.
TAIPÓ Al salvar a Tehaé
tu nobleza me rindió.
La vida le devolviste
y mi vida te doy yo.
KEPLAN ¿No me engañas por salvarme?
TAIPÓ En amor no sé fingir.
KEPLAN ¿Sabes ya lo que es cariño?
TAIPÓ Sé que empiezo ya a vivir.
KEPLAN Al fin tienen tus palabras
el sonar de la pasión.
También tengo yo un secreto
que ocultó mi corazón.
Taipó, mi corazón
tiene escondida en el fondo
una herida de amor
que no logré olvidar.
Tú eres la única mujer
que me ha vuelto a hacer soñar,
tus besos me han de curar.
Una mujer fue mi vida
y esa mujer me engañó,
y como yo la quería
aún me acuerdo de su amor.
Tú no sabes de mentiras,
tú no sabes de traición;
que nadie nunca con su engaño
deje en tu vida un dolor.
TAIPÓ Te quiero.
KEPLAN Nuestro cariño no puede ser.
TAIPÓ Ven, que nuestro amor
a todos puede vencer.
KEPLAN Dejar aquí a los míos
sería cobardía.
TAIPÓ Mira que llega la hora.
¡Ya está muriendo el día!
¡No dudes!
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KEPLAN Para salvarles yo espero aquí.
TAIPÓ Es que tu amor perderé
y es la ilusión para mí.
KEPLAN ¿Es verdad?
TAIPÓ Tuya he de ser.
KEPLAN Por tu amor yo sabré vencer.
TAIPÓ Sueño de felicidad.
KEPLAN Una mujer fue mi vida
y esa mujer me engañó,
y como yo la quería
aún me acuerdo de su amor.
Tú no sabes de mentiras,
tú no sabes de traición;
que nadie nunca con su engaño
deje en tu vida un dolor.
TAIPÓ Una mujer fue tu vida
y esa mujer te engañó
y como tú la querías
aún te acuerdas de su amor
Nunca temas mi mentira,
nunca temas mi traición;
que yo jamás con un engaño
deje en tu vida un dolor.
LOS DOS Tú que me hiciste soñar,
tú que me das el amor.
Núm. 12.– Romanza de Tehaé
TEHAÉ ¡No me quiere
la mujer que me quería,
y en lugar de despreciarla
y olvidarla
yo la quiero con más ansia todavía!
¡No me quiere!
Su cariño me mentía
y en el alma se me muere
la ilusión que yo tenía
desde el día que la vi pasar.
Luché por dar a los míos
de nuevo la libertad
y al ir buscando su suerte
perdí mi felicidad.
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Al dios la muerte le pido
por ver si en ella hay olvido
y el dios no quiere escuchar.
¡El dio no sabe de amor
y ríe de mi dolor
y no se apiada de mí!
¡Por ti... Taipó!
¡Por ti sufro yo!...
Y en el alma se me muere
la ilusión que yo tenía.
¡No me quiere!
Su cariño me mentía
y en el alma se me muere
la ilusión que yo tenía
desde el día que la vi pasar.
¡Y su amor no he de olvidar!
Final
TAIPÓ ¡Tehaé!
TEHAÉ ¡Taipó! ¡Taipó!
¿Es que aún me quieres?
TAIPÓ ¡Perdón!
TEHAÉ ¿Por qué? Si has vuelto a mí.
TAIPÓ Te vi llorar
y despertó con el llanto
aquel amor
del pesacador
Tehaé.
TEHAÉ ¡Por fin huyó el dolor!
TAIPÓ Mi amor te hará olvidar.
KEPLAN Adiós, gentil mujer
que vi al pasar. Adiós.
TAIPÓ Y TEHAÉ Qué hermoso es amar.
En tus besos me parece
que entre flores amanece.
Ya te/me quiere
la mujer que te/me quería
y la luz del sol que muere
nos envía su alegría
con un rayo abrasador,
¡que es amor!...