la guerra del peloponeso y la crisis de la democracia ateniense

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La Guerra del Peloponeso y la crisis de la democracia ateniense: Una democracia como la ateniense, que para desarrollarse requería del imperio, tarde o temprano terminaría enfrentándose con los intereses de otras polis. El demos, que había sido liberado por las reformas de Efialtes y Pericles, terminó transformándose en señor de las poblaciones de otras polis, y el imperialismo pasó a sustentarse en relaciones esclavistas, que sojuzgaban los derechos de los demos de otras ciudades y generaba resquemores. La democracia interior se transformó en tiranía exterior. La fuente más completa para analizar la Guerra del Peloponeso (431- 405 a. de C.) es el libro homónimo de Tucídides, historiador ateniense de fines del siglo V a. de C. Este historiador fue el primero que estableció las causas de largo alcance y las causas concretas de la guerra. Entre las causas de largo alcance, Tucídides puso sobre relieve la relación entre democracia y tiranía que se ha señalado en este acápite. Entre las causas concretas se encontraba la disputa entre Atenas y Corinto por las colonias corintias de Corcira y Potidea, y por la influencia en la ciudad de Mégara. Como Corinto era aliada a Esparta en la Liga del Peloponso, Esparta reclamó a Atenas por sus acciones y exigió que se retractara, para evitar la guerra. Como Atenas no lo hizo, Esparta le declaró la guerra. La guerra desató los conflictos internos en las distintas polis, y enfrentó en cada ciudad de la Hélade, a la aristocracia con el demos, a partidarios de Esparta contra los aliados de Atenas. Al mismo tiempo, favoreció la intervención de los persas, aliados exteriores de los espartanos, quienes se reposicionaron en Asia Menor, cortando la influencia ateniense en esa región. La rebelión de sus aliados, la presencia de los persas y, por cierto, las victorias militares de los espartanos, provocaron que finalmente los atenienses se rindieran tras la derrota de Egospótamos (405 a. de C.). Fruto de la derrota de Atenas, Esparta la sometió a una paz humillante: la obligó a renunciar a su imperio, a sus cleruquías y a su régimen político interno: una oligarquía, denominada “los treinta”, apoyada por los espartanos, fue la que se impuso finalmente, y la democracia fue abandonada.

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Page 1: La Guerra Del Peloponeso y La Crisis de La Democracia Ateniense

La Guerra del Peloponeso y la crisis de la democracia ateniense: Una democraciacomo la ateniense, que para desarrollarse requería del imperio, tarde o tempranoterminaría enfrentándose con los intereses de otras polis. El demos, que había sidoliberado por las reformas de Efialtes y Pericles, terminó transformándose en señor de laspoblaciones de otras polis, y el imperialismo pasó a sustentarse en relaciones esclavistas,que sojuzgaban los derechos de los demos de otras ciudades y generaba resquemores.La democracia interior se transformó en tiranía exterior.La fuente más completa para analizar la Guerra del Peloponeso (431- 405 a. de C.) es ellibro homónimo de Tucídides, historiador ateniense de fines del siglo V a. de C. Este historiadorfue el primero que estableció las causas de largo alcance y las causas concretas de la guerra.Entre las causas de largo alcance, Tucídides puso sobre relieve la relación entredemocracia y tiranía que se ha señalado en este acápite. Entre las causas concretas seencontraba la disputa entre Atenas y Corinto por las colonias corintias de Corcira y Potidea, ypor la influencia en la ciudad de Mégara. Como Corinto era aliada a Esparta en la Liga delPeloponso, Esparta reclamó a Atenas por sus acciones y exigió que se retractara, para evitarla guerra. Como Atenas no lo hizo, Esparta le declaró la guerra.La guerra desató los conflictos internos en las distintas polis, y enfrentó en cadaciudad de la Hélade, a la aristocracia con el demos, a partidarios de Esparta contralos aliados de Atenas. Al mismo tiempo, favoreció la intervención de los persas, aliadosexteriores de los espartanos, quienes se reposicionaron en Asia Menor, cortando la influenciaateniense en esa región.La rebelión de sus aliados, la presencia de los persas y, por cierto, las victorias militares delos espartanos, provocaron que finalmente los atenienses se rindieran tras la derrota deEgospótamos (405 a. de C.). Fruto de la derrota de Atenas, Esparta la sometió a una pazhumillante: la obligó a renunciar a su imperio, a sus cleruquías y a su régimen político interno:una oligarquía, denominada “los treinta”, apoyada por los espartanos, fue la que se impusofinalmente, y la democracia fue abandonada.