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LA FORMACIÓN LABORAL EN LA ESCUELA CUBANA. EXPERIENCIAS Y RESULTADOS
Curso 20
Autores:
Dr. C. Julio Cerezal Mezquita
Investigador Auxiliar
Subdirector Instituto Central de Ciencias Pedagógicas
MSc. Eduardo Ordoñez Suárez
Profesor del Canal Educativo
Dr. C. Mario Borroto Pérez
Metodólogo
Dirección Provincial de Educación
Ciego de Ávila
MSc. Alfredo Chinique Almeida
Aspirante a Investigador
Instituto Central de Ciencias Pedagógicas
Edición: Dr. Cs. Gilberto García Batista
Corrección: Lic. José Luis Leyva Labrada.
Diseño y composición: MSc. Nelson Piñero Alonso
© sobre la presente edición, sello editor Educación Cubana. Ministerio
de Educación, 2011.
ISBN 978-959-18-0619-2
Sello Editor EDUCACIÓN CUBANA Dirección de Ciencia y Técnica Avenida 3ra # 1408 esquina a 16. Miramar, Playa. Ciudad de La Habana. Cuba. Teléfono: (53-7) 202-2259
Índice
1. Introducción / 1
2. Planteamiento del problema / 3
3. La formación laboral y la cultura laboral. Lo politécnico y lo laboral / 6
4. El desarrollo de la conciencia de productores en los alumnos / 10
5. El estudio-trabajo, principio rector de la Pedagogía cubana. /
5.1 La combinación del estudio con el trabajo. / 12
5.2 La integración del estudio con el trabajo / 18
6. Algunas experiencias y resultados en la formación laboral de los
alumnos/ 29
6.1 La vinculación de las clases de Educación Laboral con los centros
de producción y servicios de la comunidad para potenciar la formación
laboral de los alumnos en la secundaria básica / 29
6.2 Vías para la Preparación en un Oficio a Jóvenes sin vinculo Laboral
ni estudiantil / 37
6.3 ¿Asignaturas prácticas por televisión? Una experiencia en la
asignatura Educación Laboral / 43
Conclusiones / 51
Bibliografía / 53
RESUMEN.
El presente curso ofrece experiencias desarrolladas en la vinculación de la escuela con la práctica social, la enseñanza con la producción y la teoría con la práctica, lo que halla su máximo reflejo en la escuela cubana en la combinación e integración del estudio con el trabajo, que como principio fundamental caracteriza a nuestra pedagogía internacionalmente.
En el contenido del curso se trata de dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿qué papel desempeña el trabajo en la formación del hombre, en el desarrollo de la personalidad?, ¿cómo integrar la escuela con la vida, los contenidos de enseñanza con la práctica social?, ¿sobre qué bases teóricas se sustenta el principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo en la escuela cubana?; ¿a qué llamamos formación laboral y a qué cultura laboral?, ¿cómo formar conciencia de productor en nuestros alumnos?, ¿que estrategia podemos asumir en la escuela, para integrar el componente académico (el estudio) de las diferentes asignaturas, con el componente laboral (el trabajo)?. La intención es ofrecer una propuesta para iniciar el debate y tomar experiencias para acercarnos a lograr una escuela integrada a la vida.
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Introducción
Como dijera nuestro Héroe Nacional José Martí, “Educar (…) es preparar al hombre para la vida”1, pero no es posible lograr ese propósito si la escuela esta divorciada de la vida, del trabajo, ya que la necesidad misma de vivir lleva implícita la necesidad de trabajar.
La enseñanza vinculada con la vida, con la práctica social, es en la actualidad uno de los objetivos de la escuela. Nuestra hipótesis se apoya en que para lograr ese encargo que le da la sociedad a la escuela es necesario que el proceso de enseñanza aprendizaje se vincule con la vida, que se relacione con el entorno social y productivo del territorio donde se encuentra la escuela, que se lleven y discutan en el aula los problemas de la práctica social y se le busquen soluciones a partir de la aplicación del contenido de enseñanza de las diferentes asignaturas.
La vinculación de la escuela con la práctica social, la enseñanza con la producción, la teoría con la práctica halla su máximo reflejo en la sociedad cubana en el principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo, el que caracteriza nuestra pedagogía.
Fructíferas experiencias a lo largo de estas 5 décadas en la aplicación de ese principio confirman su validez y actualidad, pero además plantean la necesidad de perfeccionar cada vez más su instrumentación pedagógica como vía insustituible para la formación del modelo de ciudadano que queremos formar, dotado de una cultura general integral, preparado para enfrentarse y dar solución a los problemas que se le presentan en la práctica social y para vivir en un mundo donde cada día son más numerosos los avances científicos, técnicos y tecnológicos.
Pero, cómo integrar la escuela con la vida, sobre qué bases teóricas se sustenta el principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo en la escuela cubana; a qué llamamos formación laboral y a qué cultura laboral, cómo formar conciencia de productor en nuestros alumnos, que estrategia podemos asumir para integrar el componente académico (el estudio), con el componente laboral (el trabajo).
1 José Martí Pérez: Obras Completas, t8, p. 281.
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Las respuestas a estas preguntas constituyen el hilo conductor del curso que les presentamos no son respuestas concluidas, son posiciones de apertura para el establecer el debate, el diálogo enriquecedor, con el ánimo de mejorar y perfeccionar nuestra práctica educativa.
Se presentan también 3 experiencias acerca de este tema de formación laboral, la primera de ellas es sobre la metodología para la vinculación de las clases de la asignatura Educación Laboral2 con los centros de producción y servicios de la comunidad, donde se aprovechan los recursos de esos centros para desarrollar las actividades laborales de los alumnos3 donde participan junto a los obreros en ese ambiente productivo.
La segunda experiencia muestra la estrategia seguida para la preparación en un oficio de jóvenes desvinculados del estudio y del trabajo, en un Consejo Popular en desventaja social. Se puede apreciar los pasos seguidos para el rescate de esos jóvenes y su inserción social.
La última experiencia esta dirigida a exponer los beneficios que brinda la televisión para mostrar los modelos o patrones acerca de las secuencias de pasos en la demostración de las acciones que sirven de base para el desarrollo de las habilidades prácticas en la asignatura Educación Laboral.
Queremos expresar que el contenido de este curso no pretende ofrecer soluciones a todo el universo de problemas que se pueden presentar en la aplicación del principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo, sino mostrar algunas vías y métodos que ayuden al maestro4 a encontrar la solución más adecuada en cada caso. El debate esta presentado, esperamos por sus experiencias y sugerencias.
Muchas gracias.
2 Asignatura del currículo de la secundaria básica en Cuba, también es conocida en otros países como Técnica, Tecnología, Trabajo, etc. 3 Utilizaremos el término “alumno”, como genérico para identificar a alumnos y alumnos de cualquier nivel de enseñanza. 4 Utilizaremos el término “maestro” como genérico para identificar a todos los maestros de cualquier nivel de enseñanza.
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La principal función social de la escuela consiste en trasmitir la cultura atesorada por el hombre de generación en generación, pero evidentemente la educación no puede sólo trasmitir conocimientos y experiencias sobre hechos y fenómenos de la vida, sino tiene que enseñar también al alumno procedimientos, el “saber hacer” o el “cómo hacerlo”.
Resulta evidente que frente al desarrollo de la ciencia y de la tecnología, los conocimientos profesionales se hacen cada día más anticuados. Las nuevas tecnologías impactan sobre los procesos productivos y la vida en general, es por eso que los sistemas educativos de muchos países, dentro de ellos Cuba, han considerado entre sus cambios, que la escuela debe proyectarse por darle la máxima prioridad a la adquisición del “saber y del saber hacer”.
Por otra parte, es necesario tener presente la actual crisis económica que experimenta el mundo, que no sólo es financiera, sino también energética, ambiental, alimentaría y social. Para tener una idea de lo que ha ocasionado esta crisis globalmente podemos mencionar algunas cifras:
Entre 250 y 300 millones más de pobres que en diciembre del 2008.
El incremento de 50 millones de desempleados.
Más de 167 millones de hambrientos para llegar en estos momento a un total de 1 020 millones.
El pronóstico de la muerte entre 1,4 y 2,8 millones de niños menores de 5 años en el período 2009 - 2015.
Nuestro país no podía estar ajeno y menos evitar sufrir el fuerte impacto de esta crisis, a pesar de no tener responsabilidad sobre ella y tampoco poderla evadir, pero además sobre la economía cubana en el año 2009 se volcaron tres poderosos factores adversos:
La baja de los precios del níquel, la reducción de los ingresos por el turismo y la disminución del acceso a financiamientos producto de la crisis económica global.
La persistencia del bloqueo económico y el acoso a nuestra economía por parte de los Estados Unidos.
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Los estragos ocasionados por los tres huracanes que nos azotaron en el 2008 que fueron valoradas en 9 mil 722 millones de dólares5.
Este es, en resumen, el panorama que presenta el mundo de hoy y la escuela no puede estar ajena a esta visión, lo cual debe constituir el principal referente para diseñar el proceso docente educativo, para formar ese ciudadano del Siglo XXI, que llegue a convertirse en protagonista de su proceso histórico, que esté en capacidad de insertarse en la complejidad de nuestro mundo, donde se privilegie la formación de valores morales y laborales.
Es la “sociedad” la que determina y orienta el modelo de ciudadano a formar, a partir de los ideales formativos a lograr en las nuevas generaciones y eso se traduce en el “fin y los objetivos de la educación”. El niño nace, se desarrolla y educa en una sociedad, influyen en su educación la familia, los seres más cercanos, la escuela y por supuesto la comunidad en su conjunto, por eso decimos que la educación es tarea de todos. Ese sistema de influencias es el que va tallando la personalidad del niño, pero es la escuela, en última instancia, la institución que realiza la educación de una manera más organizada, dirigida y orientada a cumplir con ese patrón que le propone la sociedad.
¿Cómo entonces lograr ese encargo que le da la sociedad a la escuela?
La respuesta está en vincular el proceso docente educativo con la vida, relacionarlo con el entorno social y productivo del territorio donde se encuentra la escuela, que se lleven y se discutan en el aula los problemas que se presentan en la comunidad, que se busquen soluciones a partir de la aplicación de los contenidos de las asignaturas, para que logre un proceso de enseñaza desarrollador, productivo y en esencia laboral.
Es en el trabajo, tanto productivo como social, que el hombre modifica la naturaleza circundante y se transforma a si mismo, ya que el trabajo constituye “…la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el
5 Tomado del Informe del Presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, publicado en el periódico Granma, 21 de diciembre del 2009.
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trabajo ha creado al propio hombre”.6 Su personalidad se va formando en la comunicación con los demás y en la actividad, todos sus conocimientos, capacidades, aspiraciones, motivos e intereses se ponen de manifiesto en su actuación en las distintas actividades que realiza.
Cuba, ha experimentado un desarrollo sostenido en el campo educacional, se han llevado a cabo grandes transformaciones que comenzaron con la Campaña de Alfabetización y continuaron con la aplicación de formas y métodos de vinculación de la teoría con la práctica en los diferentes tipos y niveles de educación.
Las diferentes modalidades de la combinación e integración del estudio con el trabajo propician amplias y variadas formas de interacción de los alumnos entre sí, de estos con sus maestros, así como con los trabajadores de la comunidad y con esta en sentido general, así como con la familia en sentido particular, lo que sin dudas ofrece magníficas posibilidades educativas en la formación de las cualidades, sentimientos y valores que deben caracterizar al hombre que aspiramos formar.
En nuestro país personalidades como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Martí, Enrique José Varona, entre otros enfatizaron la significación del trabajo como vía en la educación. José de la Luz y Caballero sentenció: “Vincular la enseñanza con la vida y la teoría con la práctica para enseñar a los niños a razonar. Sólo así, insistió, la escuela cubana lograría formar hombres verdaderos y no superficiales”.7
Fue destacada en la obra de nuestro Héroe Nacional José Martí la importancia del trabajo como fuente formadora de la juventud en toda su amplitud, así expresó: “Ventajas físicas, mentales y morales vienen del trabajo manual (...) El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos...”8. De sus pensamientos se puede extraer la preocupación y la necesidad de la utilización del trabajo en la formación de las nuevas
6 Federico Engels. “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, página 3. 7 Cartaya Colla, Perla. “José de la Luz y Caballero y la Pedagogía de su época. Editorial Ciencias
Sociales. pág. 78.1981. 8 Herminio Almendros. Ideario Pedagógico. José Martí. Selección e introducción. Pág.70
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generaciones. Nuestra educación, heredera de esos principios, apuesta a favor de las ideas de nuestros próceres.
Estos pensamientos de nuestros precursores se entrelazan con las ideas de destacados pedagogos de otras latitudes como: Domingo Sarmientos, Eugenio María de Hostos, John Dewey, Ovidio Decroly, William Kilpatrick, María Montesorí, entre otros, que se pronunciaron, de uno u otro modo, en el papel e importancia de vincular la escuela con la vida y con la práctica social.
Solo con el triunfo de la Revolución las ideas de los pioneros de la pedagogía en Cuba y de los clásicos del marxismo leninismo acerca del decisivo papel del trabajo en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes pueden llevarse plenamente a la práctica en nuestro país bajo el concepto del compañero Fidel Castro de que “Ha de ser el trabajo el gran pedagogo de la juventud” y que “El objetivo de la educación es preparar al individuo para su vida social, su función en la sociedad y su tarea en la sociedad y eso está indisolublemente ligado al trabajo, a la actividad que ese ser humano tiene que desempeñar a lo largo de su vida”9.
La célula básica de la pedagogía cubana es este principio, cuyas fructíferas experiencias de aplicación a lo largo de 5 décadas confirman su validez y actualidad, como vía estratégica y procedimiento insustituible para la formación de una cultura general e integral de nuestros alumnos. Veamos a continuación, con más detalle, los principales conceptos asociados con el tema.
LA FORMACIÓN LABORAL Y LA CULTURA LABORAL. LO POLITÉCNICO Y LO LABORAL
Lo primero es precisar que la formación laboral en la escuela no es patrimonio exclusivo de una asignatura, es de todas; inclusive todas las actividades docentes, extradocentes y extraescolares contribuyen en mayor o menor medida a este propósito. La responsabilidad es del colectivo pedagógico con la participación efectiva de los órganos técnicos y de dirección, con el apoyo de la comunidad y de la familia.
9 Fidel Castro: “La educación en Revolución, página 98.
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La formación laboral y la cultura laboral son conceptos muy ligados uno al otro, el primero, está dirigido al proceso que se desarrolla para obtener como resultado el segundo.
En una precisión de estos conceptos se considera la “formación laboral” como el proceso de transmisión y adquisición por parte de los alumnos del conjunto de conocimientos, habilidades, procedimientos y estrategias que se necesitan para analizar, comprender y dar solución a los problemas de la práctica social; encaminados a potenciar el “saber”, el “saber hacer” y el “cómo hacerlo”; orientado por el sistema de valores adquiridos tanto en las clases como en la experiencia cotidiana. Está presente en todo el proceso educativo, tanto dentro como fuera del aula.
Se puede considerar a la “cultura laboral” como la preparación o educación que adquiere el individuo en la esfera del trabajo en su sentido más amplio que incluye no solo el desarrollo de habilidades laborales, también conocimientos y actitudes acerca del mundo laboral.
Los objetivos de la formación laboral se pueden agrupar en dos categorías: los económicos y los educativos, ambos muy vinculados entre sí.
Los objetivos económicos tienen que ver con los resultados de la actividad productiva en el sentido de formar habilidades y hábitos que contribuyan a elevar los bienes de consumo, lograr que la escuela genere recursos, aporte ganancias a la economía del país y forme conciencia económica a partir del ahorro y la recuperación de recursos tanto materiales como humanos.
Los objetivos educativos están dirigidos a formar conciencia obrera, de productores, actitudes positivas y de respeto al trabajo, fomentar el colectivismo, relacionar la enseñanza con la vida -disminuyendo el divorcio entre el trabajo intelectual y el manual- vincular la teoría con la práctica, enseñar a emplear los conocimientos y habilidades en la solución de problemas concretos de la práctica social, desarrollar intereses profesionales y, en general, organizar la actividad, de modo, que los alumnos participen en la toma de decisiones en relación con el trabajo.
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La cultura laboral, las capacidades, las cualidades del individuo no se heredan; estos componentes de la personalidad se forman en el proceso de la actividad y de la comunicación con otras personas.
De ahí, la importancia de una adecuada integración del estudio con el trabajo y de la necesidad de emplear la actividad laboral como fuente importante para la formación laboral de los alumnos.
El contenido de las actividades laborales debe estar ligado al trabajo, a la producción, a las necesidades de cada región, a los intereses y requerimientos de los alumnos y, por otro lado, adecuarse a las condiciones y posibilidades específicas de cada escuela y de cada territorio; debe estar relacionado con la práctica social, ser de aplicación en tareas técnicas, productivas y de servicio para que los alumnos se enfrenten a problemas reales de la vida cotidiana donde su participación sea útil, decisiva y se logre su desarrollo.
Resulta necesario destacar, por su importancia, el carácter politécnico, laboral e investigativo que se debe dar a la enseñanza para lograr el hombre que aspiramos formar.
El “carácter politécnico de la enseñanza” es el conjunto de contenidos que tienen en su base los fundamentos científicos generales de la técnica contemporánea, el desarrollo de la cultura tecnológica, tomados en su progreso y en todas sus aplicaciones, que permite a los alumnos una comprensión cabal de la aplicación que tienen los contenidos objeto de estudio.
El politecnismo no es ninguna disciplina especial de enseñanza, debe abarcar todas las asignaturas y reflejarse en la selección del material de estudio. La enseñanza politécnica familiariza a los alumnos con los principios fundamentales de los procesos productivos y ofrece la oportunidad de desarrollar hábitos en el manejo de herramientas sencillas, así como le da a conocer la importancia de la aplicación de la ciencia a la producción.
El “carácter laboral de la enseñanza” es el conjunto de contenidos para la solución de problemas de la vida social, que permite desarrollar la orientación profesional, el respeto al trabajo y hábitos de la conducta laboral, valores y normas de relación con el mundo, donde el individuo piense y actúe creadoramente manifestando una cultura laboral
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El “carácter investigativo de la enseñanza” está determinado por los métodos utilizados en el proceso de enseñanza, los que deben estar basados en los métodos de la investigación científica, que resultan fundamentales en la educación de los alumnos en el afán de búsqueda constante de nuevos conocimientos y en el logro de un individuo productor y creativo como rasgos de su formación.
En la enseñanza de cualquier asignatura, ya sea del campo de la ciencia o de la técnica existen dos componentes: uno teórico y otro práctico, donde se incluye lo académico y lo laboral los que se deben integrar para lograr la efectividad de la enseñanza y del aprendizaje.
Cada clase es el escenario perfecto para que los maestros puedan desarrollar un grupo de acciones que contribuyan a la formación laboral de los alumnos. Pero no solo en las clases o mediante el contenido de las asignaturas se logra el enfoque laboral de la enseñanza, este se pone de manifiesto en todas las actividades de la vida de la escuela; lo laboral más que conocimientos y habilidades laborales es también valores y normas de conducta.
Se educa hacia “lo laboral” cuando se exige y se crea en los alumnos hábitos de asistencia, puntualidad, orden, disciplina y responsabilidad, entre otras cualidades, en cualquier actividad de la escuela; cuando en la clase de una asignatura se trabaja por desarrollar habilidades de planificación, organización del puesto de trabajo, o cuando se relaciona el contenido de enseñanza con problemas prácticos de la vida, con la realización de actividades prácticas de laboratorios o talleres, cuando se enseña a manipular un instrumento o equipo y en la realización de actividades socialmente útiles y productivas vinculadas a la solución de problemas de la vida social, donde se desarrollan conocimientos, habilidades y valores.
Por tanto, las diferentes actividades de la escuela deben estar impregnadas de lo laboral, de modo, que este concepto en su concreción práctica se incorpore como forma diaria de trabajo en las clases de cualquier asignatura, en los laboratorios, talleres, en el huerto o parcela; en fin, en todas las actividades de la escuela.
El trabajo del maestro, su ejemplo como trabajador más cercano que tienen los alumnos, es una de las mejores maneras de incidir en la
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formación y desarrollo de cualidades que caracterizan al obrero y trabajador en general.
Cada asignatura debe responder a esos principios, no como algo agregado o complementario, sino como una necesidad encaminada a la formación de una cultura laboral. Y eso se logra cuando se garantiza que todos los implicados en la formación de los alumnos se sientan responsables por la formación laboral, en la misma medida que por lo académico, cuando valoren y hagan valorar a sus alumnos, en igual medida la actividad laboral como la académica, cuando logren integrar una en la otra.
De ahí que para garantizar una adecuada formación laboral, debe entenderse el aprendizaje, como un proceso de formulación y solución de problemas en y para la vida social y laboral, donde la escuela se relacione con la comunidad en que radica. Esta vinculación permite que los alumnos lleguen a conocer el mundo en que viven, participando en tareas socialmente útiles y productivas de la comunidad que rodea a la escuela.
En resumen podemos decir que para lograr el enfoque politécnico y laboral de la enseñanza se requiere vincular el contenido de estudio con la práctica social, relacionándolo con su aplicación en diferentes ramas de la técnica, la tecnología y la producción contemporánea. Lo “politécnico” está dirigido al “saber” y se relaciona con la cultura tecnológica, para lo cual toma como base los fundamentos de la ciencia y la técnica, lo “laboral” está dirigido al “saber hacer”, a la solución de problemas de la vida social y comprende hábitos de la conducta laboral y valores.
EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA DE PRODUCTORES EN LOS ALUMNOS
Si importante es desarrollar una adecuada formación laboral dirigida a lograr una cultura laboral en nuestros alumnos, también es primordial fomentar una conciencia de productores en contra de la corriente contemporánea del consumismo que se mueve por muchos países.
Pero, qué es formar conciencia de productores y no de consumidores, cómo contribuir al desarrollo de esa conciencia de productores tomando
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como base el sistema de actividades y de relaciones que se dan en la escuela y que constituyen el currículo escolar.
El término conciencia, en su sentido más general se puede precisar como el conjunto de procesos psíquicos que permite al hombre comprender el mundo objetivo y su ser personal, como el conocimiento de la realidad asumiendo las responsabilidades que ello encierra.
El conocimiento tiene lugar en la actividad y se inicia y desarrolla a partir de motivos e intereses. El conocimiento, entre otras cosas, es tener conceptos e ideas objetivas de la realidad, la conciencia es hija del conocimiento, por eso se afirma que sin cultura no hay conciencia de la realidad.
La conciencia de productores hay que verla a partir del conocimiento y las ideas que tiene el hombre (léase niño, joven o adolescente en formación), de la esfera de la producción de bienes y servicios y su rol en esta actividad.
Se puede definir la conciencia de productor como: “el compromiso moral que adquiere y se apropia por convicción una persona hacia el trabajo, hacia la actividad laboral, asumiendo las responsabilidades que ello encierra y manifestándose consecuentemente”. Es conocer el valor que tienen las cosas que son necesarias para vivir, que son el producto del trabajo del hombre, que para poder tener lo primero que se necesita es producir, que es el único modo de desarrollarse y de salir adelante.
La conciencia de productores en los alumnos se logra a partir de que lleguen a reconocer las condiciones objetivas en la cual viven y se desarrollan, la necesidad de la producción de bienes y servicios que tiene el país, y las circunstancias concretas que lo favorecen, es entender la necesidad de convertirse en productor transformando la realidad con su actividad, con el fin de elevar la calidad de vida de él y de la sociedad.
Trabajar en la formación de la conciencia de productores de los alumnos no es tarea fácil, desarrollar conciencia no se logra como se enseñan los conceptos y las habilidades, para ello es necesario hacer comprender el valor que tienen las cosas, con hechos que lo demuestren, es convencer, persuadir utilizando ejemplos cercanos a ellos, tocando las fibras de los sentimientos y de las emociones.
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Es a través de la comunicación y de la actividad, en ese proceso de socialización, que se desarrolla la personalidad y el ser humano actúa a partir de motivos e intereses, por eso el maestro debe aprovechar todo momento para trabajar sobre los sentimientos y las emociones de sus alumnos para provocar esos motivos e intereses que hacen al hombre actuar de un modo consciente.
En la figura que se presenta a continuación se puede apreciar la relación que existe entre la formación laboral como proceso para desarrollar la cultura laboral y la conciencia de productor como componente de esa cultura.
Fig.1. Relación formación laboral-cultura laboral-conciencia de productor
EL PRINCIPIO DE LA COMBINACIÓN E INTEGRACIÓN DEL ESTUDIO CON EL TRABAJO
La combinación del estudio con el trabajo
¿Cómo se combina el estudio con el trabajo?
La combinación del estudio con el trabajo se manifiesta en la concepción y organización del proceso docente educativo en la escuela cubana, donde el alumno, además de las actividades académicas, participa en unión de sus maestros, en diferentes actividades laborales en la escuela y sus entornos o vinculados a empresas de la producción industrial, agropecuaria o de los servicios.
Una adecuada combinación del estudio con el trabajo, requiere como base fundamental, la sistematización de todas las actividades
Proceso
CULTURA LABORAL
FORMACIÓN LABORAL
Resultado
CONCIENCIA DE PRODUCTOR
Componente
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laborales que realizan los alumnos en la escuela, tanto las productivas como las socialmente útiles, lo cual, por otra parte, permite que se garantice la necesaria articulación de estas actividades en y entre cada nivel de enseñanza.
Para lograr este propósito es necesario que todas las actividades laborales que se programen por la institución docente se interrelacionen bajo un sistema y se complementen entre sí. Este primer paso en la concepción del proceso docente educativo, es lo que permite que se pueda lograr la combinación efectiva del principio estudio-trabajo.
Por supuesto, no se trata que el proceso laboral marche paralelo al proceso académico, sino lograr que ambos se combinen e integren en uno solo, enriqueciéndose mutuamente, conformando un verdadero proceso docente educativo.
El contenido de las actividades laborales debe estar relacionado con la práctica social y ser de aplicación en tareas técnicas, productivas y de servicio, de manera que los alumnos se enfrenten a problemas reales de la vida cotidiana, donde su participación sea útil y decisiva.
Se debe estudiar en cada caso, las posibilidades de trabajo que existen en la propia escuela, en empresas e industrias locales y en otros centros de la producción o de los servicios de la localidad, donde se pueda vincular a los alumnos.
La participación de los alumnos en tareas directas de la producción y de los servicios, además de su valor formativo, constituye un aporte económico y una contribución de la escuela a la solución de múltiples problemas de la comunidad.
En la presentación y durante el desarrollo de las actividades laborales es necesario motivar la investigación y la solución de problemas en los cuales resulte necesario aplicar los conocimientos asimilados anteriormente y se despierte la necesidad de adquirir nuevos conocimientos para resolver las tareas planteadas.
Se debe lograr que los alumnos utilicen sus conocimientos en el trabajo, que no trabajen de forma mecánica, sino pensando y razonando acerca de lo que hacen y cómo solucionar los problemas que se presentan durante la actividad. El alumno adquiere conocimientos y
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se educa mediante el trabajo, realizando actividades prácticas fundamentadas por el maestro a partir de un problema, investigando sobre el mismo y resolviendo problemas.
Es necesario garantizar una enseñanza, donde el trabajo, la actividad práctica, constituya el punto de partida, enfrentando constantemente a los alumnos ante situaciones problemáticas, que activen la búsqueda e investigación para encontrar su solución y donde tengan que aplicar lo conocido y descubrir los nuevos conocimientos.
Ellos deben experimentar las vivencias de ser trabajadores, tratando de lograr, en el desarrollo de las actividades laborales, un ambiente similar al de los obreros, donde exista organización y disciplina laboral, emulación, control de la productividad y calidad del trabajo, así como estimular este.
Toda actividad laboral, debe ser propuesta a los alumnos como un problema al cual ellos deben dar solución. El maestro, al presentar la actividad debe motivar a los alumnos para su realización, dando a conocer los principios técnicos que la fundamentan. Analizar y discutir la importancia y necesidad de la misma, el aporte económico que representa de modo que se identifiquen con la actividad y se establezca un compromiso para su cumplimiento.
Al concluir las actividades, los alumnos deben conocer y valorar los resultados obtenidos, así como recibir estímulos por la labor realizada.
Las actividades laborales en que participan los alumnos se programan y organizan de modo que se combinen con el resto de las actividades docentes, pero cada escuela lo realizará de un modo particular, teniendo en cuenta: las características, el tipo y contenido de trabajo, así como las condiciones y posibilidades concretas de la escuela y de las que se presentan en el territorio. Para esto se debe partir de:
a) Definir en cada nivel de enseñanza y en cada centro docente, el Sistema de Actividades Laborales, donde se integran todas las actividades productivas y socialmente útiles que realizan los alumnos en la escuela.
b) Cambiar la concepción metodológica del proceso docente educativo, donde se resalte el carácter prioritario de lo laboral y lo investigativo, como parte del contenido de las diferentes asignaturas, de modo que
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las clases se desarrollen más vinculadas a los problemas de la práctica social, de la comunidad donde se encuentra la escuela.
La organización y el diseño del Sistema de Actividades Laborales en las diferentes instituciones docentes no es responsabilidad de una asignatura en particular, es el colectivo pedagógico el encargado de seleccionar aquellas en que los alumnos pueden participar, atendiendo a las particularidades de su desarrollo y a las condiciones y posibilidades que se dan en cada territorio.
A continuación se relacionan las diferentes modalidades de actividades laborales (productivas o de servicios) que se aplican en los distintos niveles de educación:
- Educación Preescolar.
En los Círculos Infantiles10 se incluyen las actividades productivas y otras socialmente útiles, entre estas el autoservicio, garantizando de manera sistemática y masiva, la incorporación de los niños al trabajo, desde edades tempranas, junto a sus educadoras.
Entre las actividades productivas que se desarrollan en estos centros se incluye: la atención a canteros, jardines, áreas ornamentales, parques y huertos escolares, de acuerdo con un programa de formación laboral, donde los niños realizan encomiendas en estas áreas atendiendo a la edad de los mismos. También se fomentan los jardines escolares, los que pueden ser sembrados con plantas ornamentales, lo que hace más agradable el ambiente de la institución.
Además, los niños de estas instituciones realizan juegos de roles relacionados con distintas esferas de la producción y los servicios, poniéndose de manifiesto la formación de ellos en el ámbito laboral, así mismo sucede con las representaciones artísticas, que en ocasiones se relacionan con las actividades laborales que desarrollan los trabajadores en sus centros laborales.
Otra forma de manifestación de lo laboral esta dada a partir de la coordinación con centros laborales que se encuentran ubicados en la zona del Círculo Infantil, donde se pueden programar encuentros con trabajadores, o también organizando visitas de pequeños grupos de niños a los centros laborales del territorio.
10 Denominación que se da en Cuba a las instituciones del nivel preescolar.
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- Educación Primaria.
En este nivel de enseñanza se incluye, en su plan de estudios, la asignatura Educación Laboral, en cuyos programas se contempla el trabajo en diferentes áreas, lo que constituye un elemento importante a considerar para la organización del Sistema de Actividades Laborales de la escuela.
Otra actividad laboral son las productivas agrícolas en su modalidad de huerto escolar, para lo cual se pueden fomentar, en la propia escuela o sus alrededores, jardines escolares, canteros y huertos, donde los alumnos trabajan y desarrollan habilidades.
Los alumnos también se pueden vincular a círculos infantiles, comedores obreros y escolares, talleres, centros de producción cercanos a la escuela para realizar diferentes tareas productivas, en dependencia de las condiciones de la escuela y de las posibilidades que pueda ofrecer el territorio. Se puede utilizar la visita a centros laborales, donde los alumnos puedan apreciar el trabajo que se desarrolla en ellos.
Otras formas de actividad laboral, que se manifiestan en las escuelas son: el trabajo de los monitores, las aulas pedagógicas, los círculos de interés científico técnicos, y el movimiento guerrilleros de la enseñanza, entre otras.
- Educación secundaria básica.
En la secundaria básica se incluye, al igual que en la primaria, la asignatura de Educación Laboral, con diferentes áreas de trabajo. Otra forma de actividad laboral son las concebidas a través de las Brigadas de trabajo, lo cual consiste en organizar a los alumnos de los diferentes grados, en brigadas para la solución de tareas laborales propias de ella o de la comunidad, vinculando a los alumnos a tareas productivas o socialmente útiles. Entre las actividades laborales que se pueden organizar están: atención a huertos y parcelas para el autoabastecimiento; trabajos de mantenimiento y reparación en tareas de restauración del mobiliario escolar, albañilería, carpintería, plomería, pintura; trabajos de encuadernación y reparación de libros escolares; trabajos con materiales textiles confección y reparación de prendas de vestir, uniformes escolares y otros; tareas de limpieza y autoservicio en la escuela; trabajos diversos en tareas de la producción
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o de los servicios en la comunidad, insertando a los alumnos en empresas, industrias locales, cooperativas de producción agropecuaria y otras.
El trabajo productivo agrícola, es otra forma de actividad laboral, el que a partir de este nivel de enseñanza tiene dos modalidades fundamentales: la Escuela al Campo para los centros urbanos y la Escuela en el Campo para los centros ubicados en zonas rurales con régimen de internado.
La Escuela al campo es la actividad productiva agrícola que de forma sistemática y organizada realizan los alumnos bajo la orientación y dirección de los maestros de las escuelas secundarias básicas urbanas (ESBU), durante un período de un mes. Durante este período la escuela se traslada para campamentos ubicados en zonas agrícolas, donde los alumnos desarrollan su jornada laboral diaria con tareas adaptadas a sus edades, sexo y posibilidades. Es importante la vinculación que se logre entre los contenidos de las diferentes asignaturas y la actividad laboral agrícola realizada.
El Trabajo Productivo Agrícola, en las escuelas secundarias básicas en el campo (ESBEC), adquiere una forma distinta de realización debido a la permanencia del alumno en un centro interno en el campo. Una vía que posibilitará la obtención de mejores resultados consiste en el planteamiento de un conjunto de alternativas que permitan una flexibilización en la forma de participación de los alumnos en estas labores, en dependencia de las condiciones del centro, necesidades de la agricultura, tipo de labor, ubicación, etc. La fuerza de trabajo estudiantil garantiza el desarrollo de importantes planes agrícolas.
En las escuelas secundarias básicas, al igual que en las escuelas primarias existen otras formas de actividad laboral, como son: el trabajo de los monitores, las aulas pedagógicas y los círculos de interés científico técnicos, entre otras. También se pueden organizar visitas a centros laborales, así como también la visita a Museos y Centros Históricos de la Comunidad, lo cual es una forma de desarrollar la cultura general de los alumnos y contribuir a su orientación profesional.
- Educación preuniversitaria.
En los centros preuniversitarios, al igual que en las secundarias básicas, son válidos los aspectos generales analizados anteriormente.
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El Trabajo productivo agrícola se realiza bajo la misma concepción de organización y flexibilidad que en las secundarias básicas, tanto en la modalidad de Escuela al Campo para los centros urbanos, (IPU) o de Escuela en el Campo para los Institutos Preuniversitarios en el Campo (IPUEC).
Las Brigadas de Trabajo se constituyen siguiendo los mismos postulados que para las secundarias básicas. Las actividades laborales serán seleccionadas atendiendo a las posibilidades que brinda la comunidad y las condiciones del preuniversitario, así se pueden realizar actividades diversas, incluyendo todas aquellas que se enunciaron en el caso de secundaria básica.
De las aulas pedagógicas y el trabajo de los monitores se derivan actividades laborales, que constituyen una fuente valiosa para desarrollar la orientación profesional de nuestros jóvenes alumnos de los preuniversitarios.
Resulta necesario añadir la reciente creación de los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Pedagógicas (IPUPED) en todo el país, centros donde se integran las actividades académicas con el trabajo encaminado a la orientación pedagógica con el objetivo de elevar el nivel de ingreso a estas carreras en las Universidades de Ciencias Pedagógicas.
Los Círculos de Interés Científico Técnicos, así como las Sociedades Científicas, constituyen otra vía para el desarrollo de diferentes actividades laborales por parte de los alumnos, lo que también se debe aprovechar para orientarlos y dirigirlos hacia profesiones y oficios deficitarios en el territorio o en aquellos donde existe demanda de fuerza de trabajo.
La integración del estudio con el trabajo
El punto de partida para desarrollar el contenido de estudio debe ser la vida, la práctica social, los problemas inherentes a la realidad social y para cuya solución se preparan los alumnos, “[…] la educación debe desarrollarse, no haciendo girar la vida alrededor de las ideas, sino las ideas alrededor de la vida […]”.11
11Gaspar Jorge García Galló: El marxismo-leninismo y su importancia en la educación, p. 5.
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Las actividades laborales no se pueden ver divorciadas del estudio, por eso hay que lograr establecer una relación entre lo que los alumnos aprenden en las aulas con lo que realizan en las actividades productivas o socialmente útiles y garantizar que estas actividades se complementen.
Las diferentes asignaturas deben aportar los fundamentos de la ciencia y de la técnica, utilizando ejemplos de la práctica social y de las tareas laborales en las que participan los alumnos y por otro lado, en el desarrollo de las actividades laborales se deben utilizar los conocimientos y habilidades aportados por las otras asignaturas para realizar una aplicación práctica de los mismos. Esto es lo que llamamos integración del estudio con el trabajo, cuando se logra no sólo combinar lo académico con lo laboral, sino cuando ambos momentos del proceso docente educativo están interrelacionados de modo que en cada uno de estos momentos se manifieste el otro.
En todo este proceso de integración desempeña un papel decisivo el colectivo pedagógico, el cual debe ser capaz de integrar las potencialidades laborales que ofrece la comunidad con las condiciones y posibilidades que proporciona el proceso docente educativo que se desarrolla en el centro y las diferentes actividades laborales que realizan los alumnos.
La integración del estudio con el trabajo se manifiesta en dos sentidos:
1. Cuando en la actividad académica se revelan los fundamentos de la ciencia y de la técnica y se vincula el contenido de enseñanza con su aplicación en la práctica social y en las actividades laborales que realizan los alumnos en su práctica laboral.
2. Cuando en la actividad laboral se utilizan y aplican los contenidos de enseñanza aportados por las distintas asignaturas para dar solución a los problemas que en ella se presentan.
¿Cómo integrar el contenido de las asignaturas con las actividades laborales?
Para lograr el enfoque laboral en la propia clase, es necesario que se establezca adecuadamente y no de modo forzado, el vínculo del contenido que se va a impartir con la vida y con la actividad laboral que se desarrolla en la comunidad donde está ubicada la escuela, y muy
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especialmente con la actividad laboral que sistemáticamente realizan los alumnos.
En la enseñanza de las asignaturas surgen interesantes posibilidades de relacionar el contenido de estudio con la actividad laboral, aprovechando los talleres, áreas productivas y laboratorios de la escuela. Uno de los principales problemas que se dan es que los alumnos no saben aplicar, los conocimientos que supuestamente aprenden en la escuela, en la solución de un determinado problema de la práctica social, por lo que es necesario crear en la conciencia de ellos más vinculo entre los conceptos estudiados, las leyes de la ciencia y los diferentes fenómenos de la vida, en especial con aquellos que están presentes en las actividades laborales que realiza.
En la siguiente figura se ilustra la relación que se debe lograr entre las actividades académicas (el estudio), las actividades laborales (el trabajo) y los problemas de la práctica social (la vida).
Para lograr esto se requiere de ejercitación constante en las clases de las distintas asignaturas, utilizando conexiones entre los contenidos de los programas y las actividades laborales, utilizando ejemplos de la vida cercana a los alumnos y enfrentándolos a problemas donde tengan que aplicar esos conocimientos.
El contenido de enseñanza de todas las asignaturas, ofrece en mayor o menor medida, posibilidades para vincularse con el contenido de trabajo de los alumnos y del entorno, tanto al mostrar la aplicación de lo que se aprende con lo que se realiza durante el trabajo o en la vida en general, como en la búsqueda de explicaciones a los fenómenos que se observan en la práctica laboral o en su actividad cotidiana.
Este doble carácter motivacional debe ser explotado por el maestro, en el desarrollo de sus clases, al explicar un nuevo contenido, buscando la aplicación que tiene el mismo en la práctica social o en aquellas actividades laborales que realizan sus alumnos tratando de encontrar una situación problemática o un problema que provoque la reflexión, meditación y aplicación de los conocimientos.
Los maestros deben ser capaces de aprovechar cada instante de la clase, del trabajo de los alumnos para hacerlos reflexionar sobre problemas disímiles que se presentan en todo proceso de trabajo,
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donde se requiere hacer uso de los conocimientos aprendidos a través de otras asignaturas para darle solución.
Si en el proceso de enseñanza, durante la clase, se utilizan ejemplos de la vida circundante, hechos de la experiencia laboral, y se enseña a identificar lo común que hay en diferentes objetos de la vida, entonces los conocimientos tienen una mayor posibilidad para ser aprehendidos y empleados como guía de acción en las tareas laborales.
Para esto es necesario que los maestros conozcan previamente las actividades laborales en que van a participar los alumnos, para establecer gradualmente y sin alteración del programa, la integración necesaria entre el estudio y el trabajo.
Otra vía para integrar el contenido de enseñanza con las actividades laborales es a partir de la definición del componente laboral de cada asignatura, concebido no sólo como las aspiraciones a lograr en la esfera del trabajo manual y práctico, sino que encierra el conjunto de contenidos que tienen aplicación en la solución de problemas de práctica social y que están implícitos en todas las disciplinas del plan de estudio.
Por supuesto que hay asignaturas que tienen más dirigidos sus objetivos y contenidos hacia "lo laboral" que otras, en las cuales no quiere esto decir que no existan, sino que en cierta medida no se ven tan declarados, por lo que en ocasiones le resulta difícil al maestro poderlo extraer y dirigir la clase hacia lo laboral. Por otro lado, no es menos cierto, que durante años se le ha exigido más a los maestros, la transmisión de conocimientos que la aplicación que estos tienen en la vida en general, y mucho menos en el cómo aplicarlos para resolver problemas de la práctica social.
A continuación se presentan, algunas preguntas que, como guía puede hacerse el maestro, en la preparación de su clase, para lograr y orientar el enfoque laboral de la enseñanza.
1. ¿Qué aplicación tiene el contenido de enseñanza que se va a desarrollar en la práctica social y laboral?
2. ¿Qué tipos de problemas podrá resolver el alumno cuando se apropie de este nuevo contenido de enseñanza?
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3. ¿Qué procedimientos necesita aprender para aplicar el nuevo contenido de enseñanza en la solución de nuevos problemas de la vida social y laboral?
4. ¿En qué medida se relaciona el nuevo contenido de enseñanza con los aprendidos anteriormente y que constituyen la base para su aprendizaje?
De este análisis podemos concluir que el componente laboral dirigido a la preparación del individuo para la solución de problemas de la práctica social, está incluido en todas las asignaturas del plan de estudio. En unas se presenta explícito, directo y concreto y en otras implícito o menos directo.
Que para lograr un proceso docente educativo dirigido hacia lo laboral, es necesario que el maestro sea capaz de extraer el componente laboral del programa de su asignatura, encontrar los problemas de la práctica social en los cuales se aplica el contenido a desarrollar y las actividades laborales que realizan los alumnos y que tienen relación con ese contenido.
Este modo de integrar la enseñanza de las asignaturas con lo laboral y vincularla con las actividades laborales que se realizan en la comunidad, o con las profesiones y oficios que se ofertan a los alumnos, resulta un método eficaz para desarrollar la orientación profesional de acuerdo con las propias demandas locales, no creando expectativas alejadas de las posibilidades reales.
Indiscutiblemente, la preparación del maestro es fundamental para desarrollar ideas y encontrar las formas y modos de integrar el contenido de su asignatura con "lo laboral", en lo que resulta importante la interacción con el resto del colectivo pedagógico y conocer toda la información laboral necesaria para lograr la integración.
Veamos seguidamente el proceso inverso, cómo a partir de las actividades laborales se puede aprovechar el conocimiento que tienen los alumnos para la solución de problemas.
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¿Cómo integrar las actividades laborales con el contenido de las asignaturas?
Es precisamente, en el desarrollo de las actividades laborales, que se van formando tanto habilidades intelectuales como cualidades morales; a través del trabajo se crea en los alumnos la conciencia de productor, en oposición a la de consumidor y de igual modo se contribuye a eliminar las diferencias sociales que se derivan de la división entre el trabajo físico y el intelectual.
Durante el desarrollo de las actividades laborales se presenta a cada instante posibilidades para relacionar los problemas que se dan durante el trabajo y situar a los alumnos a pensar en qué conocimientos de los aprendidos en otras asignaturas necesitan aplicar para dar solución a ese determinado problema laboral.
Generalmente durante el trabajo, los alumnos no se remiten a sus conocimientos y no los utilizan para resolver problemas que se presentan durante el desarrollo de las actividades laborales, el trabajo se realiza de forma mecánica, sin razonar acerca de lo que se hace, con lo cual pierde, en gran medida su significado formativo.
Esto, usualmente ocurre cuando el maestro proporciona todo elaborado, con las indicaciones de lo que debe hacer cada alumno, lo cual los priva de su iniciativa y papel activo, transformándolo en simples ejecutores de la tarea.
Si queremos que, a través de las actividades laborales, se desarrolle el pensamiento creativo de los alumnos y se motive la utilización de sus conocimientos en la práctica, es necesario que se ejercite de forma sistemática la solución independiente de problemas tecnológicos.
Estos problemas no deben ser inventados, sino aprovechar aquellos que resultan de la práctica laboral y que con más frecuencia se presentan, desde la planificación, organización y ejecución del trabajo hasta la valoración final de la tarea realizada. Para esto se puede utilizar un diálogo con los alumnos, de manera que se incite la aplicación de sus conocimientos. Resultan provechosas preguntas como las siguientes: ¿Qué solución proponen ustedes para resolver el problema surgido?; ¿Qué conocimientos de los estudiados en clases anteriores, en las distintas asignaturas, se pudiera aplicar en la solución
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del problema?; ¿Qué ocurrirá si no tomamos en consideración esos conocimientos?
Otras preguntas que ayudan al razonamiento, son aquellas que surgen de las problemáticas que se presentan directamente en el desarrollo de las prácticas laborales, ejemplo de ellas son las siguientes: ¿Qué podemos hacer para resolver el problema?; ¿Cómo podemos hacerlo?; ¿Qué ustedes creen que debemos hacer primero y qué después?; ¿Por qué debemos hacerlo de ese modo?, ¿consideran que sería posible otra manera de resolverlo?; ¿Qué medios y herramientas debemos utilizar y en qué orden?; ¿Por qué utilizas la herramienta de ese modo y no de otro?. Busca una posición que te sea más cómoda; ¿Cómo podemos unir o ensamblar las piezas?
Hay que tener presente que en toda actividad laboral está implícito el planteamiento de un problema al que hay que darle solución, este proceso puede ser descrito de la forma siguiente:
Planteamiento e identificación del problema (en general una necesidad que hay que resolver). Invitar a los alumnos a la búsqueda de su solución.
Determinación del núcleo central del problema y el reconocimiento de cuándo es solucionable, haciendo uso de los conocimientos, habilidades y capacidades desarrollados.
Puesta en acción de todos los recursos de conocimiento disponibles. Análisis del problema, búsqueda de principios de solución técnica posibles, selección del más adecuado, planificación para realizarlo.
Puesta en práctica de la solución seleccionada, optimización y adaptación a las condiciones concretas, tratando de garantizar calidad y economía en tiempo y en recursos materiales y humanos.
Evaluación del resultado y del proceso seguido para alcanzar la solución del problema planteado.
Este procedimiento contribuye a desarrollar el interés de los alumnos y su inclinación por el trabajo, así como sus capacidades para analizar un problema y presentar soluciones originales. Todo lo cual ejerce una influencia positiva en la formación laboral y favorece en gran medida a
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la búsqueda y aplicación de los conocimientos desarrollados por otras asignaturas.
Si el maestro de cualquier asignatura debe tener conocimiento acerca de todas las actividades laborales que rodean a los alumnos, los maestros de asignaturas prácticas, como la Educación Laboral y todos aquellos que se encargan de la orientación del trabajo, deben conocer cuáles son aquellos contenidos de enseñanza que se aplican en cada actividad laboral para lograr la integración esperada.
De todo lo anterior podemos resumir que un importante medio para impulsar el empleo de los conocimientos durante el trabajo de los alumnos, es enfrentarlos y hacer resaltar los problemas que se presentan, orientarlos hacia la utilización de la teoría y de los conocimientos adquiridos que resulta necesario aplicar para la solución del problema. Ellos mismos deben encontrar respuesta a los problemas que surgen durante el trabajo.
Hasta aquí, algunas formas de integrar el contenido de enseñanza de las diferentes asignaturas con las actividades laborales y viceversa. El tema no está agotado, hay mucho camino por recorrer, son los maestros, poniendo en acción sus conocimientos, su maestría pedagógica y su creatividad los que hacen posible la integración
Recordemos que es la vida, los problemas que se presentan en la cotidianidad, aquellos inherentes a la práctica social, que están presentes en el entorno más cercano a la escuela, que resultan vivencias de los alumnos, los que deben constituirse en el principal referente a tomar en cuenta para desarrollar nuestra clase, de modo que se logren las aspiraciones de una educación que prepare para la vida.
Estrategia propuesta para aplicar en las instituciones docentes
La materialización de la formación laboral de los escolares no sería posible sin el logro de una sólida cohesión entre la escuela, la familia y los demás factores de la comunidad. Para ello se sugieren, entre otras, las acciones siguientes:
Motivar al colectivo pedagógico, para crear un clima favorable para desarrollar una adecuada formación laboral y una conciencia de productores en nuestros escolares.
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Demostrar la factibilidad de la integración del estudio con el trabajo a partir de los contenidos de cada asignatura; tomando como ejemplo profesiones y oficios característicos del territorio.
Analizar los problemas que en la práctica inciden y entorpecen la aplicación de la estrategia para la formación laboral.
Caracterizar la comunidad para poder conocer las profesiones y oficios que tienen mayor presencia, los principales centros de producción y de servicios del territorio, así como las condiciones y posibilidades para establecer compromisos y obtener su apoyo.
Diagnosticar el nivel de aspiraciones de los alumnos y su descendencia social.
Determinar las profesiones y oficios que se ofertan a los alumnos para desarrollar un trabajo de formación vocacional y orientación profesional dirigido hacia aquellos necesarios y deficitarios en el país y en el territorio donde se encuentra la escuela.
Utilizar las sesiones de preparación metodológica dirigidas a estudiar formas y vías de aplicación del principio de integración del estudio con el trabajo para desarrollar una adecuada formación laboral y desarrollar una conciencia de productores en los alumnos.
Organizar a los alumnos para el desarrollo de las actividades laborales.
Desarrollar escuelas de padres a través de los consejos de escuela con el objetivo de que puedan incentivar en sus hijos la motivación e interés por la actividad laboral que realizan, el conocimiento de las características laborales del territorio, la importancia de las diferentes profesiones y oficios para lograr una cohesión entre la escuela y el hogar.
Acciones generales a desarrollar
A continuación se precisan las acciones que resultan más generales y comunes para desarrollar en los distintos niveles de educación:
Aprovechar las diferentes actividades que se desarrollan en la escuela para argumentar mediante la descripción de algunos resultados de trabajo en diferentes aspectos de la vida del país:
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agrícola, industrial, de servicios. Y cómo todo lo que disfrutamos es producto del trabajo.
Transmitir conocimientos relacionados con las labores que realicen, su aporte productivo y económico; contribuyendo a que eleven su cultura económica, laboral y de ahorro.
Aprovechar el contenido de las diferentes asignaturas del currículo para desarrollar la formación laboral utilizando conexiones entre los contenidos de los programas y las actividades laborales, utilizando ejemplos de la vida cercana a los alumnos y enfrentándolos a problemas donde tengan que aplicar sus conocimientos.
Rediseñar los Círculos de Interés y las Sociedades Científicas a partir de las actividades productivas fundamentales que se desarrollan en la zona, garantizando la participación de los especialistas de la producción y los servicios.
Realizar trabajos de curso y otros referidos a la formación laboral, y la presentación de sus resultados en eventos a los diferentes niveles.
Divulgar temas que contribuyan a enaltecer el papel del trabajo y de los trabajadores en la sociedad; a formar conciencia de productores de bienes materiales y sociales.
Propiciar la observación de materiales audiovisuales, análisis y discusión de artículos publicados en periódicos y revistas en los que se destaquen los procesos productivos más importantes que se desarrollan en nuestro país, los problemas económicos y sociales presentes, las vías y formas para enfrentarlos y darles solución.
Desarrollar visitas y excursiones a centros de la producción y de los servicios de la comunidad para conocer los procesos productivos que se aplican, los resultados de la producción, y realizar encuentros con los trabajadores y dirigentes vinculados al trabajo en estos centros.
Promover charlas y conversatorios con obreros destacados y héroes del trabajo.
Vincular a los alumnos en tareas directas de la producción y los servicios -en correspondencia con las condiciones que se ofrecen en
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la propia escuela o en centros de la producción y de los servicios de la comunidad- siempre que sea necesario y existan las condiciones de trabajo y que económicamente sea factible.
Desarrollar las distintas alternativas para reforzar la vinculación de cada escuela a un espacio donde se realicen actividades productivas vinculadas a la agricultura y que formen parte del sistema de actividades laborales de la escuela.
Valorar la importancia que tiene para el país el desarrollo de diferentes tipos de trabajos y de oficios, de la incorporación de las mujeres en alguno de ellos que antes estaban reservados a los hombres.
Ejemplificar y valorar la importancia del trabajo voluntario y del trabajo socialmente útil para la sociedad.
Analizar el ahorro como una necesidad para la economía y el desarrollo del país, y expresar las diferentes formas de participar en campañas de ahorro.
Valorar -utilizando algunos artículos del Código del Trabajo- cómo las leyes de nuestro país establecen los derechos de los trabajadores.
Demostrar en el cumplimiento de sus deberes escolares, actitudes y cualidades positivas hacia el trabajo en el cuidado de materiales de estudio, en la ayuda a sus compañeros en el ahorro.
Desarrollar escuelas de padres donde se les enseñe cómo conducir la formación laboral de los niños desde el hogar y ampliar la información sobre las actividades laborales que resultan menos motivantes para los alumnos.
Explicar y ejemplificar algunas normas establecidas que protegen la salud de los trabajadores y su importancia en la prevención de accidentes o enfermedades.
Definir sus ideas sobre el amor al trabajo utilizando ejemplos del resultado de entrevistas a trabajadores vanguardias, de los datos extraídos de revistas, periódicos y literatura popular sobre hazañas laborales.
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Analizar de forma general las ideas que sobre el hombre, la naturaleza y la sociedad reflejan las lecturas; y expresarse adecuadamente sobre ello.
Utilizar diferentes vías y alternativas de divulgación para que llegue a todos los implicados (maestros, alumnos, directivos, familiares y vecinos de la comunidad).
Todo lo aquí expresado permite concluir que debemos orientar nuestra educación en la consecución de una cultura laboral en los alumnos con una clara conciencia de productores, en la que resalte como medio el trabajo, como método el de la ciencia, el investigativo y como proceso la formación laboral.
Hasta aquí algunos ejemplos e ideas básicas para poder integrar el estudio con el trabajo, en el proceso docente educativo.
Algunas experiencias y resultados en la formación laboral de los alumnos
A continuación se presentan tres experiencias que muestran diferentes vías para la formación laboral, desde la metodología para la vinculación con las empresas locales para insertar a los alumnos en actividades prácticas en los centros de producción y de servicios del territorio, la estrategia para el rescate de jóvenes que no estudian ni trabajan y las acciones llevadas a cabo para su preparación en un oficio y la inserción a la sociedad, y finalmente las ventajas que ofrece la televisión para mostrar el proceder en el uso de los medios y herramientas de trabajo.
6.1 La vinculación de las clases de Educación Laboral con los centros de producción y servicios de la comunidad para potenciar la formación laboral de los alumnos en la secundaria básica.
En la provincia de Ciego de Ávila, ubicada en el centro de la República de Cuba, se lleva a cabo una experiencia, con gran efectividad, donde las escuelas secundarias básicas se vinculan con los centros de producción y servicios del territorio, y los alumnos, como parte de la asignatura Educación Laboral, realizan actividades laborales específicas tanto en el taller escolar como insertados en el proceso de producción y servicio de esos centros laborales, todo lo cual constituye una excelente vía para lograr la formación laboral de los alumnos, a partir del principio de la combinación e integración del estudio- trabajo.
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Lo anterior posibilita que los maestros organicen las actividades laborales propias del programa de Educación Laboral aprovechando las potencialidades que ofrecen los centros de producción y de servicios de la comunidad para contribuir a una formación laboral relacionada con la realidad más cercana a la clase obrera y a la vida, pero además favorecer a crear nuevas relaciones de producción que, con carácter de regularidad, se establecen entre las actividades laborales que se realizan en el taller de la escuela y las específicas del contexto productivo de la comunidad.
El personal docente y de las empresas con las cuales se relacionan los alumnos, tienen ante sí la importante tarea de cooperar en la formación de éstos. La misión de enseñar, no tiene que pertenecer solo al maestro, sino además al ingeniero, al técnico y al obrero simple que se relaciona con el alumno.
Cada uno de los sujetos que interactúan en esta relación (alumnos, maestro, técnicos y obreros) ejerce su influencia sobre los demás.
Al maestro le corresponde: Proporcionar el sistema de conocimientos, hábitos y habilidades politécnicas y laborales que les permitan al alumno, el estudio de la técnica, la tecnología, la organización de la producción y la economía; desarrollar la orientación adecuada al sistema de producción; desarrollar la capacidad para el trabajo a través del análisis del proceso de producción, su ejecución y evaluación y fortalecer los valores a partir del desarrollo de la actividad laboral.
A los alumnos les corresponde: Realizar las operaciones tecnológicas fundamentales para el proceso productivo específico, integrarse en las diferentes ramas de la producción para su formación integral, tomando la esencia de los procesos, los métodos y los procedimientos de los paradigmas tecnológicos existentes en Cuba y en el mundo; relacionarse con la clase trabajadora en el contexto de la empresa y fuera de este.
Los obreros, por su parte, constituyen un componente esencial en la formación del alumno, ya que a partir de sus experiencias pueden tributar a la formación vocacional hacia la producción de bienes y servicios. Ellos propician que los alumnos tengan la vivencia del trabajo en la industria, en puestos de trabajos reales, conocer las
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características de la producción con fines económicos, el flujo de producción y la evaluación de la calidad de la misma.
En general, podemos decir que la participación de los alumnos en tareas productivas y de servicios específicas del contexto productivo de la comunidad, a través del contacto directo con los técnicos y obreros de los centros de producción y de servicios permite:
Estrechar la comunicación entre alumnos y trabajadores, a través de un intercambio educativo y profundizando en un sistema de conocimientos, habilidades y hábitos politécnicos – laborales propios de los centros de producción y servicios.
Contribuir al desarrollo de sentimientos, actitudes y valores que caracterizan a la clase obrera; a la formación ideológica.
Elevar la responsabilidad y compromiso ante la actividad laboral que se realiza.
Establecer relaciones entre el proceso constructivo y económico de la empresa y el proceso constructivo de la asignatura Educación Laboral.
Profundizar en hábitos de seguridad e higiene del trabajo, así como crear una actitud vigilante y activa hacia los peligros potenciales, y ser capaces de prevenirlos.
El éxito de esta vinculación radica en la selección adecuada del trabajo que van a realizar los alumnos, lo que ha llevado a reelaborar y proponer cambios en el proceso constructivo. Ellos deben participar en la toma de decisiones, en la aprobación del plan de producción, de manera que se sientan comprometidos para emprenderlo.
Como paso previo se incluye la visita a los centros de producción y servicios, donde podrán determinar las necesidades interactuando con los trabajadores en un ambiente de trabajo real, logrando una formación a tono con la realidad de la comunidad, con el fin de formar una conciencia para el trabajo desde la más temprana edad, desarrollando en ellos hábitos y habilidades que les permitan transformar su entorno y fortalecer su sentido de pertenencia, así como su responsabilidad con el mejoramiento de la comunidad en que viven.
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A continuación se ofrece una síntesis de la metodología para la vinculación de las clases de Educación Laboral con los centros de producción y servicio de la comunidad.
Esta metodología se elaboró teniendo en cuenta las siguientes exigencias didácticas:
Las actividades laborales deben propiciar la asimilación de conocimientos, el desarrollo de habilidades, la formación de hábitos y la creación de valores morales.
Las fuentes de enseñanza más importante deben ser los objetos y medios de trabajo, así como los procesos tecnológicos en los que participan los alumnos.
Las clases pueden realizarse, además de en los talleres docentes, en las empresas industrias y en áreas agrícolas de la comunidad.
El planteamiento de problemas constructivos debe partir de situaciones reales que se presentan en los centros de producción y servicios de la comunidad.
La estimulación al debate y a la reflexión para dar solución a las necesidades de la comunidad.
La creación de un ambiente comunicativo que repercuta en todas las esferas de la personalidad de los alumnos.
La Metodología se ha estructurado en 2 etapas. La primera está organizada en 5 acciones y la segunda en 6, en ellas se precisan los pasos lógicos que se deben tener en cuenta para la vinculación, así como los procedimientos metodológicos a realizar:
Primera etapa: Planificación del proceso de vinculación de las clases de Educación laboral con los centros de producción y servicios de la comunidad.
Esta etapa incluyen 5 acciones que garantizan los pasos necesarios para la adecuada planificación de la vinculación de la escuela con los centros de producción y de servicios de la comunidad, como paso previo para su organización y ejecución.
Las acciones a desarrollar son las siguientes:
Primera acción: Caracterización de la comunidad.
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Esta acción requiere de un estudio riguroso, por parte de la escuela, de la comunidad donde esta enclavada la misma, donde se identifiquen y precisen sus características físicas, históricas, demográficas, económicas y político socio culturales, así como las características propias que identifican al centro de estudio.
Segunda acción: Análisis con las empresas e industrias de la zona.
En este análisis participan representantes de los consejos de dirección y principales implicados, tanto de la escuela como de las empresas e industrias locales. Se verá en la práctica las potencialidades del taller de Educación Laboral de la escuela para realizar tareas productivas de la empresa y también las posibilidades de inserción de los alumnos en puestos de trabajo de la industria.
En esta reunión se precisará las actividades laborales que puede enfrentar los alumnos, teniendo en cuenta los programas de Educación Laboral; las características de los alumnos y maestros; las condiciones de las áreas de trabajo y definir los grupos de alumnos que podrán vincularse con el trabajo de la empresa.
También se definirá los recursos necesarios; la cantidad de artículos a producir; las posibles operaciones que incluye la elaboración del artículo; el tiempo que se requiere; el valor social y económico, así como el papel que deberá asumir el técnico u obrero en el proceso de formación laboral de los alumnos.
En esta reunión se establece un convenio escrito donde se plasmarán las responsabilidades de ambas partes.
Tercera acción: Análisis con el colectivo pedagógico.
Se realizará una reunión inicial con los colectivos de maestros por grado, donde se analiza y discute la caracterización realizada y el convenio asumido entre la escuela y las empresas locales para el desarrollo de actividades laborales, tanto en los talleres de la escuela, como en las de los centros productivos y de servicio.
El objetivo es reflexionar acerca de los compromisos que asumió la escuela, las actividades laborales que realizarán los alumnos; analizar el Plan de Producción General y lo que le corresponde a cada grupo.
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Es importante precisar las ventajas que ofrece la vinculación de la escuela con una empresa de la comunidad no solo por los recursos que le facilita, sino por la importancia social que tiene la participación activa de los alumnos en la solución de problemas de la práctica social, vinculándolos con la clase obrera y creando en ellos los valores necesarios en una sociedad de productores.
Los colectivos docentes deben analizar cómo integrar el estudio con el trabajo, desarrollar las habilidades y capacidades establecidas en los programas, desarrollar la motivación y el interés por el trabajo y las posibilidades que se ofrecen para una adecuada orientación profesional.
En esta reunión es importante que estén representantes de las empresas que fueron seleccionadas con anterioridad, para coordinar la visita que se realizará por los alumnos y maestros.
Cuarta acción: Diseñar el componente laboral de la asignatura Educación Laboral.
El punto de partida para diseñar el componente laboral deberá ser el convenio establecido entre la escuela y los centros de producción y servicios del territorio, donde están declaradas las actividades laborales en las que participarán los alumnos.
El maestro debe planificar y organizar su clase tomando en consideración el contenido del programa de Educación Laboral y su relación con las actividades laborales que realizarán los alumnos.
Se debe tener en cuenta: el diseño del proceso de enseñanza - aprendizaje que permita desarrollar las actividades laborales en un ambiente de éxito para dar respuesta a los problemas de la práctica social; el conocimiento que ofrecen los contenidos de otras asignaturas del grado necesarios para interpretar y dar solución a las actividades laborales que se organizan, que faciliten elevar la formación laboral del alumno; los conocimientos que el alumno posee, para darle solución al problema presentado en la práctica social y vincular los conceptos conocidos con las leyes de la ciencia y los diferentes fenómenos de la vida.
Quinta acción: Organizar los alumnos en brigadas o equipos de trabajo y precisar las actividades laborales que se deben acometer.
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Para la estructuración y formación de brigadas o equipos de trabajo, el maestro debe tener en cuenta: afinidad, intereses individuales y colectivos, selección del jefe de brigada, el que actuará como coordinador y orientador.
Se distribuirán las responsabilidades, cuidando asignar las tareas, atendiendo a las capacidades y habilidades individuales y colectivas de la brigada, así como establecer la emulación entre ellas y en la propia brigada, donde se analice y valore: la disciplina mantenida durante la actividad, los resultados de la tarea desarrollada, el aporte de cada uno de sus miembros, así como la estimulación; contribuyendo de esta forma a la educación económica y política-ideológica de los alumnos.
Segunda Etapa: Desarrollo de la vinculación de las clases de Educación Laboral con los centros de producción y servicios de la comunidad.
Después de crear las condiciones en la primera etapa, el maestro debe planificar y organizar cómo desarrollar el sistema de clases que le permitan cumplir con la vinculación de los centros de producción y servicios de la comunidad con el éxito requerido. Las acciones a desarrollar son las siguientes:
Primera acción: Precisión de los objetivos de la clase.
Se debe tener en cuenta los objetivos generales del grado y los específicos de la asignatura, que se encuentran en el programa de estudio de la misma, además los de las unidades. El maestro debe ser capaz de derivar los objetivos formativos generales que cumplan progresivamente lo que se propone en la unidad y en la clase.
Segunda acción: Análisis de la elaboración de la tecnología, de las diferentes variantes de artículos que se previeron con anterioridad con la empresa.
Teniendo en cuenta los objetivos previstos, y los artículos convenidos con la empresa, el maestro debe analizar: los niveles de dificultades y exigencias de las actividades laborales que debe realizar el alumno, considerando que su objetivo es enseñar el uso de las diferentes técnicas y tecnologías, utilizando el proceso constructivo de artículos. Se hará la precisión del análisis operacional en correspondencia con el proceso constructivo que se debe desarrollar.
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Tercera acción: Preparación de las condiciones para realizar las actividades laborales.
Es necesario que previamente a la ejecución de la actividad laboral convenida con la empresa, se pueda cumplir con los requerimientos siguientes: selección de los medios de trabajo y la preelaboración de los materiales (si es necesario); confección de los medios de enseñanza; mantenimiento a los medios de trabajo, y organización del taller docente; chequear las normas de protección e higiene de la herramienta, maquinas herramientas y del local; preparación de la demostración que se realizara a los alumnos y confección del plan de rotación que se realizara por parte de los alumnos, con el objetivo que todos puedan pasar por los distintos puestos de trabajo.
Cuarta acción: Precisión de la proyección metodológica que se seguirá en las clases.
En esta acción el maestro debe tener en cuenta: la motivación de los alumnos; la organización de las actividades en la empresa para efectuar la visita; la interrelación con las clases televisivas y aprovechamiento de los contenidos y demostraciones realizadas en estas; los elementos necesarios para realizar el análisis operacional del artículo a construir; el mejor momento para realizar las demostraciones; la organización de los alumnos para el desarrollo de las actividades; la atención a las diferencias individuales y en correspondencia con estas dosificar sus actividades; el control y evaluación del proceso de trabajo; la orientación y el uso del libro de texto y de consulta; la estimulación y valoración del trabajo realizado por parte de los alumnos.
Quinta acción: Ejecución del proceso constructivo de artículos de utilidad social.
En esta acción el alumno debe obtener toda la información necesaria para cumplir la tarea encomendada, a partir del análisis operacional. Por su parte el maestro, utilizando la demostración debe adiestrar al alumno en las nuevas técnicas operatorias.
Se visitará el centro de producción o servicios seleccionado antes de la participación de los alumnos analizando todos los aspectos de interés que posteriormente se observarán: materia prima, área técnica, área de mantenimiento, maquinarias con que cuenta, normas de protección e higiene, proceso de producción y características de los obreros. Se
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debe preparar con anterioridad al personal de la empresa, para la atención que les debe brindar a los alumnos.
El maestro, antes de la visita prepara a los alumnos donde le informa de las tareas que le corresponden realizar, la Importancia económica del proceso de producción o servicio; las medidas de ahorro que tiene establecidas, entre otras actividades. De esta forma el alumno se encontrara en una situación favorable para darle solución, en unión del maestro y los obreros al problema planteado y cumplir con éxito las etapas del proceso constructivo de artículos en el taller docente.
Sexta acción: Análisis de los resultados del trabajo.
La valoración del trabajo realizado constituye la fase final de la de clase o el sistema de clase de Educación Laboral y tiene por objetivo, analizar con los alumnos la actividad desarrollada para llegar a conclusiones y derivar recomendaciones. Entre los aspectos que deben analizarse, se encuentran: calidad del trabajo realizado; rendimiento y desarrollo alcanzado por los alumnos; actitud hacia el cumplimiento de las tares asignadas; orden y limpieza mantenidos durante el trabajo; logros individuales y colectivos; errores cometidos durante el trabajo y sus causas; cumplimiento de las normas de protección e higiene; disciplina mantenida; cumplimiento del plan de producción.
Con la Metodología presentada se logró una mejor efectividad en el proceder de los maestros para relacionar a los alumnos con la comunidad, con la clase obrera, desarrollando amor al trabajo y a lo que realizan con su esfuerzo, ya que pudieron apreciar que lo que ellos producen tiene un fin y un sentido utilitario. Se pone de manifiesto el trabajo, la laboriosidad del alumno, potenciando el interés laboral y el colectivismo, logrando que la actividad laboral que se realiza en las clases de Educación Laboral de las Secundarias Básicas condicione la formación laboral y contribuya a elevar la cultura laboral.
6.2 Vías para la Preparación en un Oficio a Jóvenes sin vinculo Laboral ni estudiantil
El Instituto Central de Ciencias Pedagógicas en colaboración con la ONG Save the Children de España viene desarrollando el proyecto de investigación “Los Chicos del Barrio. Participación e integración social de niños, adolescentes y jóvenes en desventaja social”, en dos Consejos Populares de la Ciudad de la Habana.
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El objetivo del proyecto es contribuir a garantizar a los niños, adolescentes y jóvenes en situación de desventaja social una atención diferenciada e integradora desde la escuela y la comunidad, basada en la flexibilización del currículo escolar. Uno de los resultados de este proyecto es “La inserción social de los jóvenes desvinculados del estudio y/o del trabajo.
A continuación se presentan las acciones desarrolladas en esta experiencia y los principales resultados alcanzados.
Es conocido que aún, a pesar de la cobertura que brinda el Sistema Nacional de Educación y de los esfuerzos que realiza el estado por reducir la tasa de desempleados, en el país existe una cifra representativa de jóvenes desvinculados laboralmente y del sistema educacional.
De ahí surgió la idea de implementar alternativas locales que posibiliten un acercamiento de estos jóvenes a la actividad laboral y a su integración social, mediante acciones que brinden orientación hacia el mundo del trabajo y desarrollen motivaciones e intereses por profesiones y oficios, especialmente de interés comunitario, para lo cual resulta importante la implicación de las organizaciones del barrio y de los trabajadores sociales.
En la actualidad existe un grupo de 442 jóvenes en el barrio de Jesús María que no estudian ni trabajan por diversas causas que van, desde la mala orientación que han recibido, las oportunidades que no tuvieron, la incomprensión tanto de padres como de instituciones, la baja escolaridad, el poco nivel de autoestima, la complacencia de la familia, la poca exigencia de esta última, etc. En ocasiones, los hábitos y los malos ejemplos han llevado a que exista este grupo de jóvenes.
Es por ello que se asumió la tarea de encontrar las vías para ofrecerles la oportunidad de estudiar y aprender un oficio (lo que verdaderamente les guste de lo que se ofertó) y recibir un sueldo que los respalde económicamente.
Todos sabemos que la educación es un proceso en el cual intervienen múltiples factores además de la escuela. Educa todo cuanto rodea al hombre y todos esos factores influyen en la esfera intelectual, volitiva y afectiva de la personalidad.
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La educación es a la vez producto de la sociedad y productora de esa misma sociedad, por lo que las influencias entre la sociedad y la educación solo pueden entenderse como una interacción recíproca, una interdependencia que se manifiesta compleja y diversa. De lo que se trata es de ampliar en la práctica el concepto de educación, sacarlo de los limitados muros del recinto escolar, lo que no resulta una tarea fácil de concretar máxime, en un contexto comunitario socialmente desfavorecido como resultado de la herencia de marcada inequidad legada por el pasado capitalista y de las pesadas barreras económicas que nuestro país ha tenido que derribar.
Por otra parte existe en los jóvenes una estrecha vinculación entre los problemas de aprendizaje y de conducta que a veces no logran delimitarse. Entre las causales socio familiares para todos los grupos, se destaca con un alto porcentaje la desatención familiar, son hijos de madres no trabajadoras y padres ausentes.
En tal sentido nos propusimos, dentro del proyecto, contribuir al desarrollo de motivaciones vocacionales e intereses laborales en los jóvenes desvinculados del Consejo Popular de Jesús María, que condicionen su incorporación activa a la sociedad y al mundo del trabajo, mediante las siguientes acciones:
Creación de una institución comunitaria para el desarrollo de perfiles de oficios de interés local, “Taller de oficios para jóvenes del Consejo Popular de Jesús María”.
Favorecer la incorporación de los jóvenes habilitados en el dominio de oficios, a una vida laboral y social activa.
El alcance de estas acciones debía ofrecer un impacto directo en la satisfacción de las expectativas laborales, en revertir las deformaciones estructurales microeconómicas que trascienden al ámbito familiar y comunitario. Las producciones y cobertura de servicios se dirigieron a la solución de problemas locales a través de la inserción de los jóvenes en sus prácticas y una vez alcanzados su oficio. De ahí que los beneficios tendrían impacto no solo en las tasas de empleo e ingresos que se reflejan en el propio joven, en su familia y otros segmentos poblacionales, sino en la capacidad económica y productiva de ciertos sectores de la comunidad.
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La incorporación de los jóvenes, previo al inicio del funcionamiento del taller de oficio, ha representado una singular y significativa experiencia en la incorporación social de los jóvenes al hacerlos protagonistas en la gestación de su futura institución. Esto ha sido a través de la participación de un grupo de ellos en el programa de iniciación y familiarización en oficios que incluyó la formación de brigadas para la realización de los trabajos de remodelación del local y la preparación de las áreas para el montaje del equipamiento técnico.
Junto al aprendizaje técnico logrado, se han reflejado otras actitudes personales como son el compromiso, la responsabilidad, el compañerismo y el reforzamiento de las motivaciones por una integración social útil.
La presencia de este nuevo espacio creó una marcada expectativa entre los jóvenes del barrio, que rebasa sus capacidades iniciales. Ya se han incorporado aprendices de oficios para las laborales constructivas de las obras de la micro brigada social del territorio y se realizan las restantes matrículas.
Según las encuestas y entrevistas aplicadas a jóvenes del barrio, con una muestra de 60 se pudo constatar que 42 de ellos (70%) viven en familias disfuncionales, son desatendidos por la madre o el representante legal, son hijos de reclusos o ex reclusos, padres alcohólicos o psiquiátricos, con conductas político-morales inadecuadas, existe el maltrato y los malos ejemplos, pocas opciones recreativas, ambiente que obstaculiza la integración a las actividades educativas, expresiones machistas y un ambiente delincuencial.
También encontramos familias en contextos socioeconómicos muy difíciles: bajos ingresos económicos, viviendas en condiciones de precariedad por su deterioro debido a los problemas constructivos del fondo habitacional, y hacinamiento; factores estos que en ocasiones son detonadores de conductas desviadas y a la comisión de delitos
Los jóvenes con que tratamos, en su inmensa mayoría, provienen de esas familias que hemos descritos y parecería que las imitan, la conducta de estas van pasando de generación en generación provocando un círculo que crece sin atención expresa.
De 18 alumnos en el primer curso, 12 habían sido sancionados, lo cual les impedía estar en la escuela pues no recibían un salario que a su vez
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les exigía el tribunal, de ahí se desprende que ya ellos no pueden superarse sin que medie dinero de por medio pues lo tienen prohibido; estamos hablando de jóvenes de 18 a 24 años.
Existe otro grupo de jóvenes que aunque tienen mejores condiciones de vida no dejan de tener problemas graves y dentro de estos están los mantenidos (por alguna mujer u hombre que se dedica a la prostitución, según sea, el sexo o mantenido por un familiar que emigró, o algún negocio ilícito) y están los que practican algunas de las religiones mas arraigadas en estos barrios.
Cuando se les da confianza y se logra que se identifiquen con toda sinceridad reconocen sus errores y expresan que quisieran ser de otro modo, llegan a ser buenos compañeros, solidarios y preocupados por el trabajo que realizan, brindan amistad y cariño, en el fondo son buenos jóvenes, solo les faltó comprensión, cariño, y sobre todo mucha atención que es lo que no tuvieron en su niñez.
Para el trabajo con este tipo de jóvenes debíamos tener un plan de actividades bien concebida y planificada que diera la oportunidad de ganarnos la confianza de ellos y que vieran la razón de nuestro trabajo como la ayuda de un amigo que solo quiere verlos feliz. Lo primero que hicimos fue desarrollar un grupo de actividades culturales y sociales. El Taller de transformación Integral del Barrio de Jesús María fue nuestro primer escenario, en él preparamos las condiciones para los cines –debates y las conferencias sobre temas de interés (VIH-SIDA), también se organizaron debates sobre la historia del barrio. Fueron muchas las acciones acometidas para la captación y motivación de los jóvenes. Estas son algunas de ellas:
Actividades culturales, deportivas y recreativas como son. Excursiones a lugares de interés histórico y social, paseos y caminatas, cine debate, charlas, conferencias.
Visitas a centros de producción y de servicios.
Trabajos manuales en beneficio de la niñez y la comunidad.
Jornadas de trabajos constructivos
Visitas a centros de investigación.
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Reconstrucción de Locales de la comunidad para la posible instalación de nuestra sede.
Seguidamente se produce un acercamiento con las empresas del territorio, algo verdaderamente difícil por el antecedente de trabajo con estos jóvenes, pero este paso era indispensable y a pesar de las negativas encontramos oídos receptivos que permitieron el acercamiento. Después de este contacto todo cambió para bien pues ya teníamos el local y algo de apoyo para acometer la reparación y remodelación.
Para la conformación de los planes temáticos se tuvieron en cuenta las herramientas manuales, herramientas eléctricas de mano y máquinas herramientas con que contábamos, así como los trabajos que desarrollaríamos en el futuro y el principio bajo el cual trabajaría el taller: Aprender Trabajando, Se elaboró un plan de trabajo que proporcionara un currículo flexible y abierto al cambio donde el alumno pudiera realizar trabajos dirigidos a varias fuentes que darían la posibilidad de la sostenibilidad futura del taller
El taller en la actualidad consta de 6 áreas fundamentales como son: Carpintería, Herrería, Electricidad, Albañilería, Peluquería, Barbería y Manicura.
En cada una de estas áreas existe como promedio 10 alumnos, pudiéndose admitir más si alternamos los días de la semana pero al necesitar nuestros alumnos un sueldo por ser la mayoría sancionados o con pocos recursos económicos y en ocasiones el sostén de la familia y la micro brigada no poder ofrecer más salarios, es que ponemos una cuota aunque existe la variante sin salario para alumnos sin graves problemas mencionados anteriormente.
En el caso de las áreas de Peluquería, Barbería y Manicura atendidas por la empresa de servicio provincial las clases teóricas y prácticas se llevan a cabo en nuestro propio local que tiene las condiciones para ello.
En todas las áreas se presentan temas paralelos que ayudan al buen desempeño del trabajo, también se realizan otras actividades como son excursiones, visitas a museos, charlas literarias, talleres, video debates y se trabaja para la puesta en funcionamiento del laboratorio de computación y el patio de los ejercicios
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La evaluación se realiza de forma sistemática a través de trabajos de carácter teórico como prácticos y al terminar el curso el instructor determinará qué alumno está en condiciones de presentar su trabajo final, lo cual se realizará frente a un tribunal seleccionado para estos fines.
Si el alumno no adquiere los mínimos necesarios, según la opinión del instructor este puede proseguir el próximo curso como un trabajador del taller, teniendo la posibilidad de concurrir nuevamente al tribunal de calificación.
En el caso de nuestra escuela, vinculada a distintas Empresas del territorio y entre cuyos objetivos esta la sustentabilidad de la misma se proyectan trabajos de distinta índole, donde los alumnos junto a los instructores deberán producir para mantener la institución e invertir en nuevas tecnologías y materiales. En todas las áreas regirá el concepto que ha entregados frutos muy notables “Aprender Trabajando”.
De la experiencia aplicada en este Consejo Popular se derivan, como principales resultados: poder contar hoy con un grupo de 112 de estos jóvenes preparados e incorporados a la vida social y laboral, y 3 de ellos que son trabajadores del propio taller el cual representan y dirigen.
Junto al aprendizaje técnico se ha logrado la formación de valores, lo que se ha reflejado en el cambio en las actitudes personales como son el compromiso, la responsabilidad, el compañerismo y el reforzamiento de las motivaciones por una integración social útil.
Se aprecia un fortalecimiento de los lazos entre la familia, el taller de oficios y la comunidad, se logró fomentar vínculos entre reconocidas instituciones científicas, educacionales, culturales, recreativas, deportivas y empresas del territorio, todo lo cual ha facilitado el éxito del trabajo, la participación e integración social de los jóvenes.
6.3 ¿Asignaturas prácticas por televisión? Una experiencia en la asignatura Educación Laboral.
A partir del curso 2000–2001 se introducen en nuestro país cambios significativos en el sistema educacional lo cual lleva la utilización más generalizada de las nuevas tecnologías (televisión, video, computadora), con la finalidad, en primer lugar, de lograr que los
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alumnos aprendan cada día más y paralelamente que sirvieran como el complemento necesario para los maestros.
Como apoyo al trabajo que desarrollan los maestros, se incluyeron dos modalidades fundamentales de presentación de los contenidos por televisión, hablamos de las teleclases y de las videoclases, cada una con sus características muy propias, con sus ventajas y desventajas; pero como un complemento muy valioso para los maestros y del cual se van constatando resultados satisfactorios. De igual forma se incluye otro grupo de emisiones educativas dirigidas a la formación general e integral.
Es bueno plantear que todas nuestras aulas, en la enseñanza secundaria, poseen un televisor de 29 pulgadas y un equipo de video. Se trasmiten en la actualidad, para este nivel, por la red nacional de televisión teleclases de Ciencias Naturales, Conociendo la Historia, Cívica, Geografía y Educación Laboral y se poseen grabadas en videos, todas las clases de Español, Historia, Física, Matemática e Inglés.
En el plan de estudio de la Secundaria Básica existe un grupo de asignaturas donde la realización de las actividades prácticas y demostraciones ocupa un tiempo significativo del total de horas clases de cada programa. Entre estas asignaturas se encuentran: las Ciencias Naturales y Educación Laboral; esta última con un peso importante de sus contenidos dedicado a la confección de variados artículos mediante el uso de diferentes materiales y medios de trabajo.
Conociendo que estas asignaturas tienen un componente fuerte en las demostraciones y las actividades prácticas en los laboratorios y talleres, y sabiendo que destacados especialistas consideran que el medio televisivo no está diseñado para el desarrollo de hábitos y habilidades de tipo manual, nos enfrentamos a una gran disyuntiva: ¿Utilizamos el medio para estas asignaturas o, por el contrario, lo rechazamos?
Si analizamos con determinada cautela las potencialidades educativas que tiene la televisión, sus ventajas y como se viene utilizando con mayor fuerza en diferentes países en el ámbito educacional creemos que no debíamos rechazarla, sino aprovecharla al máximo, pero siempre teniendo en cuenta, que en el caso de las asignaturas prácticas, la televisión “Puede influir en el entrenamiento, pero solamente a formar algoritmos patrones para complementarlos luego
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con la ejercitación.”12 Y para poder hacer realidad lo planteado se debe explotar al máximo las ventajas que presentan este medio, recordando que la televisión sola, nunca lo podrá lograr, pues debemos tener claro que el trabajo del maestro en el aula es insustituible.
Un alto por ciento de las tele clases de la asignatura Educación Laboral están dedicadas a tratar todo lo relacionado con la manipulación de los medios de trabajo. En este sentido debemos explicar que para poder alcanzar determinados hábitos y habilidades manuales en la manipulación de diferentes medios de trabajo, se debe tener en cuenta que se hace necesario conocer sus características, sus partes y el papel que juega, su principio de trabajo, su funcionamiento y, por supuesto, su manipulación correcta y sobre todos estos aspectos la televisión sí puede prestar una gran ayuda.
Veamos cómo algunas de las ventajas de este medio pueden complementar las acciones para lograr el desarrollo de hábitos y habilidades manuales, en el uso de diferentes medios de trabajo, útiles o instrumentos.
Se conoce que para enseñar el uso correcto de un medio de trabajo se debe observar cómo se manipula correctamente, “El maestro, al enseñar al alumno el modo de actuación y al mostrárselo prácticamente, en caso de necesidad, asegura que el alumno reproduzca después prácticamente este método con la finalidad de asimilarlo.”13,
Aprovechando una de sus ventajas fundamentales, la televisión nos permite que un especialista de alto nivel explique las características de determinado medio de trabajo y lo manipule correctamente; esta secuencia de acciones pueden ser observadas por una gran audiencia, sin ninguna discriminación, con posibilidades iguales para todos los alumnos, de eso no existe duda, por lo tanto, todos están observando un modelo positivo, que tiene una gran importancia si queremos que sirva como modelo a todos los alumnos, para su futuro trabajo en la búsqueda de la adquisición de habilidades manuales. 12 González Castro Vicente Teoría y práctica de los medios de enseñanza. Editorial Pueblo y Educación. 1986. Pág. 244. 13 M.A Danilov y M.N. Skatkin.- Didáctica de la escuela media. Editorial de Libros para la Educación. 1981. Pág. 186.
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La demostración es una premisa fundamental para que el alumno se sienta, en primer lugar, motivado; por lo tanto, cuando esta se utiliza en las emisiones televisivas, además de cumplir con los requisitos que se exigen, debemos explotar los recursos y posibilidades que nos brinda este medio. El tamaño de los televisores que se utilizan en nuestras aulas (29 pulgadas) posibilita y favorece la observación de los planos de detalles, primer plano, plano medio y plano general. Estas tomas, debidamente editadas, pueden reforzar, en gran medida, la explicación que se brinda durante una demostración, sobre el uso y el principio de trabajo del medio que se explica.
Un plano de detalle o un primer plano es como si el alumno estuviese a un metro de la demostración, puede observar cada uno de los movimientos, desplazamientos, el agarre, posición del operario, el desprendimiento de la viruta o el color del material o sustancia que se elabora, así como otros aspectos de interés. Estos planos son de gran utilidad en experimentos y demostraciones. De igual forma el uso de movimientos de cámaras como el paneo, traveling, tilt, dolly y zoom combinados con otros recursos tan sencillos como la cámara lenta o la congelación de imágenes son muy recomendables y su utilización nos ha brindado buenos resultados al lograr aceptación del mensaje deseado.
Estos planos han sido utilizados con la frecuencia necesaria en las demostraciones sobre la manipulación de un medio de trabajo y hemos querido seguir un movimiento o un recorrido determinado, por ejemplo, cuando se le ha explicado la manipulación del serrucho de carpintero, o la forma de realizar el limado de superficies planas. Recordamos que la observación es una habilidad que debe entrenar el maestro, por lo tanto la debe dirigir si se quieren obtener buenos resultados y esto lo debe hacer antes de la emisión para complementar y motivar al alumno hacia lo que aprenderá.
Otro aspecto que ha favorecido la televisión es la utilización de simuladores o animados que logren simplificar o reforzar determinada explicación. De igual forma se puede utilizar la cámara lenta o la rápida, como se ejemplificó, recuerden que investigaciones han demostrado que la mayor parte de lo que uno aprende le llega a través de la vista y el oído (83%) y además es capaz de retener el 50% de lo que ve y escucha, por lo tanto las imágenes televisivas, acompañadas de una
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buena explicación, de seguro favorecen la permanencia del conocimiento de forma muy significativa.
Por ejemplo, estos aspectos se tuvieron en cuenta en la emisión dirigida a explicar como realizar la operación del acepillado. Quien conoce la operación sabe que la herramienta (cepillo de carpintero) se debe desplazar sobre la madera, ejerciéndose diferentes presiones de acuerdo con la posición en que se encuentre la herramienta; en este caso, además de las imágenes en un primer plano se utilizó un sencillo animado para destacar, mediante saetas y otros señalamientos, la variación de la presión que se ejerce durante la operación.
De igual forma siempre que deseamos conocer -detalladamente- cómo una herramienta desprende la viruta al cortar, se acudió al uso combinado de la cámara lenta con planos de detalles y, posteriormente, se apoyó con un animado, donde se puntualiza el principio de corte de las herramientas.
Hablamos anteriormente sobre la necesidad de que el alumno se sienta motivado para emprender el camino hacia el logro de hábitos y habilidades manuales. Mucho puede contribuir a ello las actividades prácticas, y para lograr estos importantes propósitos explotamos otra de las ventajas que tiene la televisión y es la posibilidad de mostrar, mediante el uso de fragmento de materiales fílmicos, la utilización práctica del medio de trabajo que se explica, en diferentes esferas de la producción o los servicios como pueden ser: industrias, centros hospitalarios o científicos, en la agricultura, etc., ya sea en nuestro país o en otro; estas secuencias, debidamente editadas, con la explicación adecuada en frecuencia con las imágenes, favorecen la motivación, además de contribuir -de forma especial- al cumplimiento de la vinculación del principio de la combinación de la teoría con la práctica.
En las actualidad, con la finalidad de perfeccionar las emisiones se graban en centros de producción de manera tal que los alumnos puedan observar lo que estudian y su aplicación en la esfera productiva con la finalidad de orientar profesionalmente y desarrollar la mentalidad de productores.
En tal sentido, se está aprovechando al máximo las posibilidades que brinda el medio televisivo al realizar las grabaciones de las emisiones televisivas en exteriores, de esta forma “estamos llevando” a los
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alumnos a lugares donde se emplean los nuevos avances tecnológicos, donde pueden observar la aplicación y el uso de los medios en laboratorios o talleres; de lo contrario, cuando se realizan en los estudios, debemos lograr que los set estén debidamente ambientados. En este caso juega un papel fundamental la escenografía que se monte, la cual debe estar en correspondencia con el tema que se explica, de seguro el cumplimiento de estos requisitos nos ha permitido lograr un ambiente positivo hacia el programa que se está observando.
Otro aspecto que se ha tenido en cuenta, al desarrollar las demostraciones o los experimentos en el medio televisivo, es la imperiosa necesidad de cumplir con todas y cada una de las indicaciones relacionadas con las normas de seguridad e higiene. Este aspecto no puede ser violado bajo ningún pretexto, recuerden que la emisión es un modelo a imitar.
Al realizar las demostraciones se ha tenido el cuidado con los medios utilizados, se ha exigido que sean los tipificados para ese nivel de enseñanza y debidamente organizados, respetando las indicaciones relacionadas con la seguridad y la higiene. Ante las dos posibilidades existentes de presentar las demostraciones y los experimentos en el medio televisivo, en vivo o grabados, hemos utilizado la segunda con mayor frecuencia y es la que recomendamos. La grabación de un experimento o demostración nos asegura, en primer lugar, que el modelo a enseñar se logre, sin los posibles errores o riesgos que pudieran presentarse si se realiza en vivo; además, la grabación nos permite el uso de diferentes planos, de trucajes, así como de variadas técnicas, ya mencionadas, que permiten enriquecer la información visual.
Al tratar de contribuir al logro de hábitos y habilidades con este medio debemos tener presente que: “Aun cuando se trata de un medio unidireccional, como se dice algunas veces, hay actividad individual no solo con las manos, sino con el pensamiento. La forma de exponer propicia la participación mental mediante ejemplos, de procedimientos deductivos e inductivos y de preguntas con respuestas diferidas o sin respuestas, para dejar abierta la búsqueda y la elaboración posterior”.14
14 Teoría y práctica de los medios de enseñanza. Vicente González Castro. Editorial Pueblo y Educación. 1986.
Pág. 244.
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Por lo tanto, la explicación que acompaña a la demostración debe estar debidamente estructurada y dirigida al alumno promedio y tratar que dé motivos para que despierte en ellos el deseo de utilizar (de forma adecuada) el medio de trabajo que se muestra. En este sentido hemos cuidado, en primer lugar, que exista una correspondencia, prácticamente exacta, entre lo que se dice y lo que se observa por los alumnos.
De no suceder esto se corre el riesgo que se puedan introducir, de forma involuntaria, errores de contenido o confusiones que le restarían calidad a la clase y contribuirían negativamente en la formación de los patrones o algoritmos para el uso de los medios. En segundo lugar, al realizar las explicaciones, se utilizó el vocabulario técnico, adecuado a la asignatura y al nivel de los alumnos, lo cual evita confusiones y contribuye a elevar la calidad de la exposición.
Al realizar cada una de las demostraciones se cumplió fielmente con su metodología que nos plantea, de forma general, que esta debe lograr hacerse -inicialmente- a un ritmo normal y –después- a un ritmo lento, que sería aprovechado para puntualizar detalles importantes de la operación y posteriormente se deberá repetir a un ritmo normal.
Hasta aquí se ha planteado como se ha trabajado para que las emisiones televisivas dedicadas a la asignatura Educación Laboral contribuyan al desarrollo de hábitos y habilidades manuales en el uso de útiles o medios de trabajo. Ya hemos referido que la televisión no desarrolla habilidades manuales, ni destrezas, para lograrlas es necesaria e insustituible la actividad práctica en la escuela. El maestro del aula es irremplazable y, por lo tanto, le corresponden determinadas actividades que complementan las acciones acometidas por las teleclases.
Es fundamental que el maestro del aula conozca con anterioridad el contenido de la transmisión, esto le permitiría determinadas ventajas sobre sus alumnos, como por ejemplo: la de realizar una introducción relacionada con lo que se observará, haciendo un llamado hacia lo fundamental, que puede ser un experimento o la demostración sobre el uso de un medio. En este sentido se envía un boletín con el contenido general de cada emisión además se han producido y enviado a cada escuela un grupo de programas, dirigidos a los maestros, donde se dan
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indicaciones metodológicas especificas de la asignatura y otros encaminados al conocimiento de los medios de trabajo de la dotación.
El maestro debe estar al tanto de las reacciones de sus alumnos, esto le permitirá conocer, de alguna forma, lo comprendido o no y lo que deberá tratar al concluir la emisión y tener que particularizar la atención a sus alumnos, actividad que puede desarrollar mediante preguntas, ejercicios, resúmenes y otros procedimientos.
Ahora, si queremos complementar la actividad en función del desarrollo de habilidades manuales y destrezas en el uso de medios, equipos, instrumentos o herramientas, necesariamente el alumno tendrá que manipular estos medios, bajo la dirección y observación del maestro y, por supuesto, tomará en cuenta la explicaciones y demostraciones realizadas por el tele profesor en la transmisión. En este sentido el maestro debe retomar lo planteado, de forma tal que los alumnos dominen el sistema de acciones que requiere determinada habilidad práctica o sea que “… lleguen a apropiarse de la base orientadora para la acción. Esto no es más que el cómo deben proceder para realizar una determinada actividad…”. 15
Hasta aquí todo está muy bien estructurado, pero faltaría el complemento para el desarrollo de las habilidades manuales y las destrezas para la manipulación de los medios de trabajo. Este complemento lo logramos cuando en el taller de la escuela se realizan las actividades prácticas, a partir de lo observado en la teleclase y de las aclaraciones realizadas por el maestro, de acuerdo con su experiencia y las posibilidades reales, y que los alumnos comiencen a manipular los medios. Las dudas surgirán en los alumnos y, mediante las aclaraciones y la individualización, comenzarán a apropiarse de la base orientadora para las acciones, y se irán formando las habilidades y hábitos manuales.
La televisión, por si misma, no puede formar hábitos y habilidades manuales, pero sí puede realizar una contribución significativa al mostrar modelos adecuados de cómo hacer, que representen la
15 Cerezal Mezquita. Julio ¿Se trabaja en las clases de Educación Laboral? y otros. Editorial Pueblo y
Educación. 1994. Pág.18
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visualización de patrones que posteriormente puedan reproducirse exitosamente y entrenarse para su sistematización.
Aprovechar debidamente las ventajas que nos brinda la televisión, utilizar las diferentes técnicas al producir un programa y tener siempre en cuenta que la prioridad es el alumno, al que llegamos a través de la cámara. Por otro lado, debe quedar claro que el maestro del aula es quien materializa el modelo presentado, sin su accionar nada se podría lograr y quedaría solamente la demostración, por la televisión, en el plano teórico.
Estas son algunas consideraciones que hemos querido expresar con la finalidad de compartir criterios y continuar profundizando en el uso de las nuevas tecnologías en el campo de la educación y –específicamente- sobre la televisión y las emisiones de las teleclases. Los criterios están dados a partir de la experiencia como maestro de una asignatura práctica en la escuela media y como tele profesor de la Dirección de la Televisión Educativa en nuestro país. Esperamos que puedan ser compartidas, discutidas, y, por último, lo más deseado: que sean enriquecidas con sus valiosas reflexiones y que puedan resultar de utilidad para su trabajo.
Conclusiones
La vinculación de la escuela con la vida, con la práctica social, la enseñanza con la producción, la teoría con la práctica halla su máximo reflejo en la sociedad cubana en el principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo, el que caracteriza nuestra pedagogía.
El desarrollo vertiginoso de la ciencia y de la tecnología, su impacto en los procesos productivos y la vida en general, imponen como necesidad la formación de un modelo de ciudadano dotado de una cultura general integral, preparado para enfrentarse y dar solución a los problemas que se presentan en la práctica social y para vivir en ese mundo donde cada día son más numerosos los avances científicos y tecnológicos. Por eso la escuela debe proyectarse por darle la máxima prioridad a la adquisición del “saber y del saber hacer”.
Es necesario la adecuada aplicación del principio de la combinación e integración del estudio con el trabajo, donde cada maestro realice un
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adecuado aprovechamiento de las posibilidades que brinda el proceso de enseñanza aprendizaje, así como del conocimiento de sus alumnos y grupos para formar y desarrollar, a través de todo el proceso, cualidades que deben caracterizar al obrero y trabajador en general visto mediante la imagen del maestro como trabajador más cercano. En especial el respeto, el interés y la motivación por el trabajo que realiza, así como propiciar el rescate de una cultura laboral, a través de un proceso de formación laboral, haciendo énfasis en las tradiciones de cada territorio en particular.
La formación y desarrollo del individuo está muy ligada a la comunidad, ya que el centro de estudios no es la única institución que educa, sino también la familia, los medios de comunicación masiva, los centros de trabajo, los grupos sociales y culturales. En tal sentido los alumnos están en contacto con el mundo material y social fuera del ambiente escolar, y hay contenidos y tareas que incluso pueden aprenderse mejor en una fábrica o taller que dentro de la propia escuela.
Para lograr este propósito es necesario que el colectivo pedagógico tenga bien presente dos aspectos fundamentales: primero el conocimiento de toda la información laboral requerida para poder vincular el contenido de su asignatura y lo segundo, tener un conocimiento cabal del sistema de acciones para combinar e integrar el estudio con el trabajo.
De esta forma resulta, que la clase no es para enseñar un nuevo contenido que después hay que buscar dónde y cómo aplicarlo, sino que la clase es para aprender a resolver un nuevo problema de la vida, y para lo cual se requieren de nuevos conocimientos y habilidades que permitan dar solución al problema planteado.
La destreza que se logre acerca del cuestionamiento y definición de la aplicación, que en la práctica de la vida social tiene el contenido de enseñanza que se va a desarrollar, la habilidad para demostrar su aplicación en nuevas situaciones; la relación que guarda el nuevo contenido de enseñanza con las actividades laborales que desarrollan los alumnos y de aquellas tradicionales y que caracterizan a la comunidad, son las herramientas básicas que necesita el maestro para lograr el enfoque laboral en la enseñanza de las asignaturas.
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Maestro, lo invitamos a buscar en la vida, en los problemas cotidianos, en el entorno más cercano a la escuela y a sus alumnos, el referente y fundamento para desarrollar el contenido de enseñanza, para cumplir ese encargo social de formar a un hombre preparado para la vida.
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