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La Bolivia que se va

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Page 2: La Bolivia que se va
Page 3: La Bolivia que se va

–– Staff ––

Gonzalo LemaResponsable

Marco A. León RadaDiseño portada y diagramación

Wendy PacoPublicidad

Editorial CanelasImpresión

Todos los Derechos Reservados R

Page 4: La Bolivia que se va

LA BOL I V I A QUE SE VA ,

LA BOL I V I A QUE VIENE.

Sábado 6 de agosto • 2011 3

Nota intro d u c t o ria del Di rector de Los Tiempos . . . . . . . . . . . . . .

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Jaime Paz Za m o ra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Filemón Escóbar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Gu s t a vo Fe rn á n d ez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Gl o ria Ardaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Carlos Sánchez Be rzaín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ma n f red Re yes Villa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ernesto Su á rez Sa t t o ri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Juan Del Granado Cosío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Carlos Mesa Gi s b e rt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ed u a rdo Ro d r í g u ez Veltzé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Evo Mo rales Ayma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Datos del entrevistador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Ín dic e :

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A ma n era de presen ta c ión . . .

En un momento de intenso debate y agu-

da polarización como el que estamos

atravesando en el país se edita “La Bolivia

que se va, la Bolivia que viene”, libro que reúne

entrevistas a importantes personajes/actores de

nuestra historia reciente que comienza en 1982 y

que aún tiene un final abierto.

La idea surgió de un narrador de historias y

creador de ficciones, al mismo tiempo de ser un

hombre público que desde el órgano electoral y el

Municipio, ha vivido intensamente parte de esa

historia. Se trata de Gonzalo Lema, quien, a prin-

cipios de año, visitó Los Tiempos para compartir

la idea de escribir este libro con un entusiasmo

tal que de inmediato la aceptamos, y nos propu-

simos distribuirlo en el Día de la Patria.

Como sucede en trabajos de esta naturaleza,

varias entrevistas propuestas no han podido ser

realizadas. En un par de casos, porque a quienes

se invitó ni siquiera contestaron; en otros, porque

no pudieron darse el tiempo para hacerlo y, en

muy pocos, porque el tiempo sirvió de pretexto

para no responder las agudas preguntas plantea-

das por Gonzalo Lema.

Al margen, el esfuerzo ha valido la pena y es posi-

ble decir que este libro de entrevistas ofrece una se-

rie de elementos que permiten compre n d e r, desde

d i versos enfoques que expresan diversas corri e n t e s

de pensamiento, lo que ha pasado en el país. Ad e-

más –y no es un dato menor- ayuda a conocer visio-

nes de país que pueden conve rtirse en respuestas a

n u e s t ras propias necesidades y expectativa s, como a

las circunstancias que conmueven al planeta.

Por lo demás, se trata de un esfuerzo –que no

es el primero ni, con seguridad, será el último-

que intenta escudriñar nuestra vida nacional con

la aspiración de establecer un derrotero que nos

permita consolidar la democracia e ingresar con

decisión y firmeza en el camino de un desarrollo

sustentable y con equidad social, en el que los

bolivianos –hombres y mujeres- podamos apro-

vechar todas nuestras potencialidades, y abramos

nuestras mentes para comprender que en un país

como el nuestro, diverso y complejo, hay más

motivos para unirnos que para dividirnos.

Si esta publicación nos acerca a esos propósi-

tos, habremos alcanzado, Gonzalo y Editorial Ca-

nelas, nuestro objetivo.

Cochabamba, 6 de agosto de 2011

Juan Cristóbal Soruco Quiroga

Director de Los Tiempos – Editorial Canelas

Page 6: La Bolivia que se va

P rólo g o

Quizás, a la manera de Bertold Brecht

–“Me parezco al que llevaba un ladrillo

consigo para mostrar al mundo cómo

era su casa”-, el líder político intenta mostrar su

verdad en cada palabra. La realidad, como bien

aceptado está desde hace unos siglos, puede ser

escudriñada a través de diferentes ventanas.

Aquel que opina que esas miradas deben –o pue-

den- estar limpias de ideología, se refieren, sin

duda, a ideologías contrarias a la suya. El ser hu-

mano profesa naturalmente un credo político.

Este libro busca hacer circular entre nosotros

la verdad que encierra la palabra –la mirada- de

cada líder político entrevistado. Que circule su vi-

sión de país, su explicación sobre nuestra historia

y su parecer sobre la coyuntura –su discurso, en

suma-, es lo mejor que puede pasarle a la socie-

dad boliviana, pues así vamos desarrollando con-

ciencia política y un sentimiento de pertenencia

social a este tiempo y a este particular espacio.

Existe un advertido, sin embargo: esa verdad no

lo es todo. Los políticos saben que la actitud es

siempre la última palabra del discurso.

Son varias voces, varias miradas. Pudieron ser

más, pero algunos invitados no encontraron el

tiempo y otros simplemente no quisieron atender

la entrevista. A todos ellos les manifiesto mi res-

peto y amistad.

El lector de este libro tiene la oportunidad de

contrastar su opinión con la de los líderes. La mo-

ral de este tiempo es pensar por cuenta propia.

Todo indica, por lo tanto, que iremos construyen-

do –palabra a palabra, ladrillo a ladrillo- una opi-

nión política para insertarla, además, en este

mundo ancho y casi siempre ajeno para nosotros.

Junto a esa conciencia debería llegarnos el respe-

to por el otro boliviano, por nuestras varias histo-

rias y presentes –que, bien vistos, hacen uno-, y

el entusiasmo sincero, esencial y necesario para

convertir nuestra realidad en un hecho extraordi-

nario. Dejemos atrás el lastre que nos condena a

no oírnos, ni vernos ni reconocernos.

El libro le debe todo a cada uno de los entre-

vistados. Le debe mucho a Juan Cristóbal Soruco

Quiroga, mi amigo. Le debe, también, a Dennis

Lema Andrade, mi joven ayudante.

Ojalá todos militemos en el optimismo crítico.

Gonzalo Lema

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Gonzalo Lema (GL): L agente se pregunta sie m p i eza un ciclo conel Presidente Evo Mo-rales o si, más bien, s ecierra alguno…

Jaime Paz Za m o ra (J P Z ) : Yo cre oque es muy importante difere n c i a rlo que es un “Cambio de Época” deuna “Época de Ca m b i o s”. El Ca m-bio de Época es una tendencia es-t ru c t u ral, con proyección, destinadaa marcar una etapa histórica de larg oa l i e n t o. Mi e n t ra s, la Época de Ca m-bios es cíclica y se agota en el tiempode la misma etapa. Por ejemplo: lap ri vatización a nombre de la capitali-zación neoliberal de nuestras gra n-des empresas y recursos natura l e sf u e, a mi juicio, un ciclo que, además,obedecía a un momento del merc a-do internacional. Pasado el ciclo, esoya no va y se re v i e rt e. Lo mismo pro-bablemente suceda ahora: un cam-bio de alcance cíclico con la nuevaConstitución, dependiente de unmomento específico de nuestra his-t o ria, que segura m e n t e, de aquí ad i ez años, se habrá agotado; con lobueno y con lo malo, pero agotado.Por el contra ri o, lo sucedido en Bo-livia a partir de los años 78-80, conuna transición dramática hasta el 82,año en que se instaura la democra-cia, es un Cambio de Época de pro-yección en tiempo y contenidos, detendencia estru c t u ral para una etapade largo aliento. Digo “instauró” lad e m o c racia y no restauró, porque enBolivia, al contra rio de otros paísescomo Chile o Uru g u a y, por ejemplo,no había sido posible hacerlo desde1825. Se intentó a finales del siglo XIXcon liberales y conserva d o res; se in-tentó en la Re volución Nacional del52, que era el gran momento para

hacerlo proyectando el inicial pro c e-so de democratización de la sociedadhacia una democracia institucionalsólida, autosostenible y pro d u c t i va .Y finalmente llegamos a la Bolivia deh oy que, desde el último cuarto delsiglo XX, protagoniza, por pri m e ravez en su historia, una Re vo l u c i ó nde la De m o c racia que marca un ve r-d a d e ro Cambio de Época, estru c t u-ral y de largo aliento, no sólo de al-cance nacional, sino también deconsonancia continental y mundial.Al fin nos hemos puesto de acuerd ocon nosotros mismos y con el mun-do en un diseño civilizatorio de con-v i vencia, pro g reso y modern i d a d .

Las grandes democracias delmundo tuvieron procesos pro l o n g a-dos de construcción democrática.Así, la Re volución Francesa de 1789l o g ra tra n s f o rmarse en un sistemademocrático institucional sólido, es-table y proye c t a d o, recién en laQuinta República de De Gaulle amediados del siglo pasado. Y los nor-t e a m e ricanos de igual manera. Sóloluego de la segunda guerra mundial,con la inmolación de Luther King depor medio y fenómenos como el delBlack Powe r, alcanzan a imponerses o b re la discriminación social y ra-cial. Los Estados Unidos tuviero nque esperar doscientos años, lo re-c o rdaba yo, un poco en broma y otropoco en seri o, delante de unive r s i t a-rios y de algunos funcionarios deUsaid, para colocar a Obama en lap residencia, mientras que Bolivia pu-so a Evo en menos de ve i n t i c i n c o …

G L : Y mucho antes a un vice-p re s i d e n t e , a diputados, a minis-t ro s …

J P Z : Así es. Estamos ye n d omás rápido pero no sé si con igual

J a i m e Paz Za mora: “ No hay de mocracia autén t ica sin alt er n a t i va s .

Uno de los grandes ava nces de la huma n i d a d ,

en este sig lo, es el rechazo al pen s a m i en to ún ic o ”

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DATOS

De familias de los valles del sur boli-v i a n o, nació en el valle de Cochabambaen el otoño de 1939, el día 15 de abril.Fundador del Movimiento de la IzquierdaRe volucionaria (MIR) en 1971 y compo-n e n t e , desde entonces, del liderato de ladenominada “Generación de la Democra-cia” que organiza la resistencia clandesti-na del pueblo boliviano contra la dicta-d u ra . Pa rticipa en la instauración de lademocracia en Bolivia y en su consolida-ción.

Fue Vicepresidente Constitucional delprimer gobierno democrático (1982-1985), Presidente del Congreso Nacional yPresidente Constitucional del tercer go-bierno democrático (1985-1989).

Vicepresidente de la Internacional So-cialista (1985-1995).

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solidez. A veces dudo si estamos plan-tando bien las estacas… La Bolivia deh oy está en la “edad del burro”, en laa d o l e s c e n c i a … En el inconform i s m op ropio de esa edad que no le perm i t eentenderse consigo misma; que no sa-be cómo pararse, ni cómo sentarse, niqué hacer con las manos que le hanc recido de la noche a la mañana, nicon el acné de la convivencia en la ca-ra…De ahí que cometemos errores, y aveces gra ve s. ¡Menos mal que esta si-tuación es transitoria! La adolescenciatambién tiene aspectos positivos por-que re p resenta una gran oport u n i d a den la vida. El adolescente lleva ya den-tro de si todos los contenidos de lo queserá como persona en el futuro, perotodavía sin ordenar y ajustar. De ahí suincomodidad, su rebeldía y tambiénsus inseguridades. La Bolivia democrá-tica está igual. Ya tiene incorpora d otodos los elementos de lo que será enel transcurso de su desarro l l o. ¡Eso esm a ravilloso! Y con la ventaja de que,si se sabe manejar bien en sus contra-dicciones y complejos, podrá alcanzarla expansión y el perfeccionamiento dela madurez. El desafío democráticohoy se llama madurar…

G L : Entonces hemos pasado de laColonia a la República de los golpesde Es t a d o, y de esa República a la de-m o c r a c i a . Al interior de la democra-cia hemos tenido “s a c u d o n e s” c í c l i-c o s , llamados cambios…

JPZ: Correcto, esa es la manera deanalizar nuestro devenir histórico y elmomento privilegiado -por su poten-cial- que vivimos como país. El mundoglobal del siglo XXI en democra c i ac o n s t i t u ye el gran cambio de época. YBolivia, con puntualidad históri c a ,dentro de ella. Con “sacudones” cícli-cos como tú los llamas pero ya dentrodel caudal inagotable de la democra-cia. La Bolivia que se va es la del Gol-pismo Civil- Militar Re p u b l i c a n o, co-mo sistema sostenido de gobiern o,que nos caracterizó como país ante elmundo por más de 150 años. En reali-dad, si se analiza con más acuciosidadnuestra historia política, la democracianunca fue una preocupación central niparámetro de definición hasta la gene-ración política de los 70–80 del sigloXX, cuyas va n g u a rd i a s, nacidas en la

resistencia, la colocaron como funda-mento constitutivo e insoslayable deun proyecto nacional, re f e rente deln u e vo país y de la nueva sociedad aconstruir entre los bolivianos. Por elloesas vanguardias se autocalifican co-mo “Ge n e ración de la De m o c ra c i a”.Hasta entonces la vida política se juga-ba en ser liberal o conservador, prime-ro, y más tarde en ser de izquierda o dederecha. Dependiendo de las circuns-tancias y del perfil del militar de turnoy de su equipo civil, las izquierdas olas derechas lo apoyaban o lo rechaza-ban. Unos lo sostenían desde la admi-n i s t ración del Estado y los beneficiost ra n s i t o rios del poder, y los otros seponían a conspirar hasta producir elsiguiente golpe, y así sucesivamente…Incluso la llamada Re volución Na c i o-nal surgió con un golpe de Estado delGeneral Seleme para luego ser rebasa-do por el movimiento popular, part i-c u l a rmente de La Paz y de las minas.Agotada políticamente después de 12a ñ o s, se volvió al sistema golpista tra-dicional.

Una anécdota ocurrida en el alti-plano ilustra el contenido de la cultu-ra política dominante en los inicios delproceso democrático. Como candidatovice presidencial, en 1979, entré muytarde en la noche a una tienda en Pata-camaya. El dueño, un comerciante ai-mara, me recibió con simpatía y al mo-mento de partir puso sus manos enmis hombros y mirándome a los ojosme dijo como lamentando: “¡Lo únicoque te falta es la gorra!”… (militar, seentiende).

G L : ¿ Cuál es el ve rd a d e roa p o rte de este gobierno aesta época democrática?Qué es lo que re a l m e n t eha hecho, e n t o n c e s …

J P Z : Es la presencia indo-mestizaen la gestión pública del Estado y sun u e vo protagonismo más visible en las o c i e d a d .

G L : Es la democratización de las o c i e d a d …

J P Z : Así es. Ese es el aporte tra s-cendente del actual gobiern o. Es ung ran aport e. Lo indo-mestizo ha toma-do la conducción de la administra c i ó n

pública y la de muchas institucionesde la vida nacional. Lo indio o lo indí-gena, en sentido estri c t o, está todavíaen ve remos en esta gestión. Si mep e rm i t e s, voy a plantear una metáfo-ra. No por nada estoy conve r s a n d ocon un gran litera t o. Haciendo re f e-rencia a nuestra ri q u eza cultural in-tangible -que la UNESCO ha re c o n o c i-do para el carn a val de Oru ro-, yo di-ría que el Señor del Gran Po d e r, cabe-za y jefe de la fiesta indo-mestiza -quecon ese nombre se celebra cada añoen La Paz- es hoy en día el Pre s i d e n t edel Estado Pl u rinacional; y que su co-r relato indo mestizo cochabambino, laVi rgen de Urkupiña, es la pri m e radama…Eso es lo que en realidad hap a s a d o, y esto no es realismo mágicol a t i n o a m e ricano…Es una ve rdad tang rande que la irrupción del mestizajecon dominancia “ i n d o” desplaza almestizaje criollo con dominanciablanca occidental. Ahora bien, en lamedida en que ese desplazamientoo b j e t i vo devenga una simbiosis nacio-nal de ambos mestizajes y no en ex-clusiones mutuas, se habrá cerrado elc í rculo de conformación de la naciónboliviana. Ese debería ser el alcanceútil de la re volución cultural queplantea el gobierno y no el que pare-ce verse en lo cotidiano de convo c a-t o ria al choque y la confro n t a c i ó n .

G L : Eso quiere decir quesi la democracia hicieraun recuento de su socie-d a d , ya están todos, n ofalta nadie…

J P Z : ¡ C l a ro, señor! Aunque estose dé muchas veces al costo de un re-t roceso de la gestión pública en ciert a sá re a s, pero no importa. La calidad ad-m i n i s t ra t i va se puede retomar en elt i e m p o, no así el impulso social dea p e rt u ra política y económica de unaj oven democracia en marcha. Bien va-lió la pena, más allá de que lo indo-m e s t i zo haya sido utilizado fre c u e n t e-mente como pantalla de planteamien-tos ideológicos exógenos prove n i e n t e sde ciertos marxismos tra s n o c h a d o sp ropios de la guerra fría o de una es-pecie de teocratismo cósmico telúri c ore t ro de piernas cort a s. Esa es la part en e g a t i va cuando hacemos el balance.Pe ro lo positivo justifica larg a m e n t e

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lo negativo. Esta incipiente democra-cia necesitaba llenar sus pulmones dea i re fre s c o.

G L : Además de la inclusión social,aunque falte integrar a los pueblosi n d í g e n a s , ¿no se podría afirmar queel proceso de descolonización tam-bién está en marc h a ?

JPZ: Depende. No debemos olvi-dar que el colonialismo que Evo y no-s o t ros rechazamos y condenamos seorigina en una superioridad tecnoló-gica. Nuestros pueblos fueron primerod e r rotados tecnológicamente y luegosometidos política y culturalmente. Nopudimos contra la pólvo ra ni el arc a-buz. Entonces, si se quiere descoloni-zar, y todos lo queremos, tenemos quee m p ezar por la tecnología. Si desea-mos aprender de esa dura lección his-t ó rica no podemos ponernos ahora ,por ejemplo, a comprar un satélite chi-no como pri o ridad. Nos enseñarán acaptar la señal y punto. El poder tec-nológico y el control serán chinos. Conesa filosofía seguiremos igual que en elpasado. La palabra modernidad quedac o rta para nosotro s, pues describe alas sociedades avanzadas. Tal vez seamás adecuada la palabra “m o d e rn ez”,con z, que expresa un nuevo concep-to, el de orientar urgente y prioritaria-mente los recursos disponibles haciael logro de la modernidad tecnológicay del conocimiento, que te sirve no só-lo para la descolonización interna sinop a ra integrarse al mundo global dem a n e ra competitiva. La nueva coloni-zación es más profunda que la ante-rior, pues con la revolución tecnológi-ca, particularmente en el campo infor-mático y del internet, no necesitan es-tar en tu país para colonizarte…

G L : Una postmodern i d a d …

J P Z : … En base a la ciencia, a loc i e n t í f i c o, en base a la re volución téc-nico-informática. El mismo presiden-te Obama no deja de convocar a losEstados Unidos para avanzar en esad i rección. La re volución digital, la in-geniería genética, la decodificación delgen que es la próxima re volución tec-nológica del siglo XXI. En t o n c e s, estadebería ser la preocupación del go-b i e rno si quiere descolonizar -de ve-

ras- Bolivia. Tendríamos que cambiarel viejo concepto de Un i versidad conel de Univerciencia, La universidad tie-ne que definirse claramente por laciencia. Bolivia debe estru c t u rar conu rgencia de vida o muerte un pactonacional histórico Estado-sociedadpor la ciencia y el saber tecnológico.De lo contrario habremos perdido unavez más el tren y el discurso anti-colo-nizador será hipócrita, anacrónico, re-tardatario.

Esto es posible de hacer hoy. Te-nemos los recursos económicos y lost e n d re m o s, según marca la tendenciai n t e rnacional del merc a d o, en los pró-ximos ve i n t e, treinta o cuarenta años.¡ Yo no sé por qué maldecimos al mer-cado global si nos está pagando quin-ce dólares la libra fina de estaño! Du-rante mi gestión estaba a un poco másde dos. La plata está a treinta y sieted ó l a res la libra fina. Antes era nueve.¡ Bendito mercado mundial! ¡Está pa-gando cien dólares por el barril de pe-tróleo que es el que fija el precio delgas! Entonces dejémonos de cuentose invirtamos ese dinero en constru i runa economía propia, sana y con de-s a r rollo constante y sostenible basadaen el conocimiento científico. Se a m o ss e ri o s. Dejemos de pelearnos entren o s o t ros y con medio mundo. Po n g á-monos a trabajar en base al conoci-m i e n t o. La pri m e ra meta: salir de lalista maléfica y humillante de los paí-ses más pobres del planeta.

G L : De s c o l o n i z a rnos através de la pro d u c c i ó nde ciencia y tecnología.Del saber, en buenascuentas… Y no con re vo-luciones culturales.

JPZ: Sí, porque los grandes líderesindígenas del siglo XVIII, si por algofueron derrotados, fue por su enfoquepolítico racista y discri m i n a d o r. Al ra-cismo le re s p o n d i e ron con ra c i s m o.Pl a n t e a ron una lucha contra el colo-nialismo y no convo c a ron a los cri o-l l o s, y, más bien, fueron contra loscriollos colocándolos en el mismo cos-tal colonial. El colonialismo nos dejó,a sangre y fuego, dos enseñanzas: lanecesidad tecnológica y la alianzamultiétnica… Deberíamos convo c a r-

nos a partir de lo que nos une y no delo que nos separa. El presidente Mora-les debería difundir en el mundo esaimagen de Bolivia: la de un país demo-crático unido en su diversidad alre d e-dor de la revolución del conocimientoy del desarrollo tecnológico y pro d u c-t i vo. Un país con ganas de ava n z a r,que lo recibió en la presidencia conrespeto y aplausos…

G L : Con vo t o s …

J P Z : Con vo t o s. Y llegó con todos:iglesia, ejérc i t o, policía, part i d o s, sin-d i c a t o s, empre s a ri o s, aunque estos úl-timos con cierto re c e l o, de todas ma-n e ras menor que con el que me re c i-b i e ron a mi…Bu e n o, eran otros tiem-p o s. Todos lo re c i b i e ron con la sensa-ción que confesaba el gran filósofoKant: “Recibí a la re volución fra n c e s acon una simpatía rayana en el entu-s i a s m o”. De la misma manera lo re c i-bí yo y Bolivia entera. Nadie antes queel presidente Mo rales había llegado alpoder en mejores condiciones políti-c a s, económicas y sociales, naciona-les e intern a c i o n a l e s, para gobern a rbien. En el hablar caribeño ya habrí-an dicho “A Evo se le pusieron los as-t ros en fila”… Por tanto, no le demosmás vueltas. Ahora se imponen la de-m o c racia y el merc a d o. Las democra-cias autori t a ri a s, como las del Ma g re b,las del Oriente Me d i o, o finalmente lade Berlusconi en Eu ropa, están caye n-d o. Y apre n d a m o s, sin complejos ideo-l ó g i c o s, que el mercado no tiene colorp o l í t i c o. Cada quien lo entiende a sum a n e ra y le da el color que quiere, quees distinto. Si no veamos qué hacenlos chinos…y los socialistas bra s i l e ñ o sy los chilenos… y los comunistas viet-n a m i t a s, que esos sí se fajaron contrael imperi o. ¿Vos sabes cuál es la gra nutopía del siglo XXI?

G L : No lo sé.

J P Z : Que las dos concepciones desociedad -política y economía- que haconocido y producido Oc c i d e n t e, elSocialismo y el Libera l i s m o, se ensam-blen, compaginen y articulen adecua-da y eficientemente para construir lan u e va sociedad y el nuevo mundo. Loadelantaba ya Octavio Paz. Esa es lautopía de este siglo.

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G L : Pa rece que el pasadono se queda quieto y aflo-r a , una y otra vez , en elp re s e n t e . ¿ Qué circ u n s-tancias político-socialesg e n e r a ron el liderazgo

apabullante de Evo Morales Ay m a ?¿Cómo fue que él acumuló tanto ca-pital social como el que demuestraen cada elección general?

J P Z : Evidentemente el pasadoa f l o ra una y otra vez. Ya nos sucediócon la UDP y nuestra prolífica candi-d a t u ra (He rnán Si l e s - Jaime Paz) que,con seguridad, bordeó el 65% de vo-tos ante una corte electoral corru p t aa rmada por el sistema político tra d i-cional golpista. Tuvimos que ganart res elecciones seguidas para que nospermitiesen ser gobierno, con tres gol-pes militares de por medio y dos gol-pes congresales dados por los viejosp a rtidos que no terminaban de acep-tar la alternativa democrática que traí-a m o s, desde la resistencia, las nueva sfuerzas emergentes. Finalmente llega-mos a palacio debilitados y tuvimosque re s i g n a rnos a convivir con nues-t ras propias falencias y contra d i c c i o-nes, y con la conspiración sin treguadesde la izquierda y la derecha antide-m o c r á t i c a s, que hacían imposible laacción de gobiern o, hasta el extre m ode raptar y poner pistola al pecho alDr. Siles en cautive rio (no fue Ze l a y aen Ho n d u ras el pri m e ro), para luegoterminar reduciéndole un año el man-dato y colgarle después el sambenitode hiperinflacionario…

Las mismas reivindicaciones y ra-zones históricas que ave n t a ron a laUDP ave n t a ron, con igual o mayo rfuerza, a Evo Morales y al MÁS. Con ladiferencia de un proceso de institucio-nalidad democrática ya avanzado en elpaís que hizo posible que una Co rt eNacional El e c t o ral, tra n s p a rente y deabsoluta imparcialidad, org a n i z a raelecciones y reconociera sin retaceos elt riunfo del MAS y que la conciencianacional, imposible antes, aceptara lapresidencia de Evo Morales sin proble-mas.

Pe ro la diferencia mayor se da enel hecho de que 25 años de pro c e s odemocrático y de práctica y cultura de-

mocratizantes, desarrollaron una masacrítica exponencialmente superior, encantidad y calidad, a la que existía ape-nas tres décadas antes en el país. Masacrítica enriquecida con los conteni-dos étnico-culturales “d e s - e l i t i z a d o-res” de la vida cotidiana, el ascenso enel nuevo contexto de lo “Cholo Me s t i-zo” o de lo “Indo mestizo” y de lo origi-n a rio-indígena que la democracia in-trodujo en la agenda nacional con po-líticas como la del tratamiento diferen-t e, por lo democrático, de la marc h aindígena del año 90 con el presidente ytodo su gabinete saliendo a su encuen-t ro y el subsiguiente re c o n o c i m i e n t ode terri t o rios indígenas históricos; lapromulgación como Ley de la Repúbli-ca del convenio de la Organización In-ternacional del Trabajo (OIT) sobre losDe rechos de los Pueblos Indígenas yOriginarios y la creación -por la inicia-tiva pionera de Bolivia ante la PrimeraCu m b re de Jefes de Estado y de Go-b i e rno de los Países Ib e ro a m e ri c a n o s -del Fondo para el De s a r rollo de losPueblos Indígenas de América Latina yel Caribe.

Existe una cierta actitud sesgada, amás de superficial, en el análisis queinsiste en ver las causas del ascensovertiginoso del evismo en el pasado dela democracia -tomado este en bloquecomo malo-, y en los partidos que lore p resentaban, igualmente en bloquecomo malos de toda maldad. Eso notiene fundamento real porq u e, en elpasado, no todo fue malo, como no to-do es malo hoy ni lo será mañana, yporque, si se ve de cerca y con objetivi-dad, los partidos políticos nunca an-tes se portaron mejor en nuestra histo-ria. En efecto, en democracia dejaronde golpear las puertas de los cuarteles- s a l vo en los pri m e ros cuatro años dela dolorosa transición-, se sometiero na una exigente ley de partidos -parainstitucionalizarse y ser re c o n o c i d o scomo tales-, aceptaron una ley electo-ral nueva con cortes electorales deconsenso, entre otras cosas. Pero, tam-bién es cierto que, “e n ro s c a d o s” en lanueva institucionalidad, generaron losvicios propios del sistema democráti-co: esconderse en el manto de la repre-sentatividad para re p a rtirse el poder,beneficiarse ilegalmente de él, generarexclusivismos y desprenderse de la vi-

da real y de los ve rd a d e ros pro b l e m a sde la gente.

Por tanto, si bien los pecados deantes sirvieron de detonadores, son lasenergías inherentes al potencial demo-crático en pleno desarrollo las que hi-cieron que todo estuviere maduro paracruzar el umbral de la nueva etapa. Po-día haber sido aye r, o mañana, perofue hoy. Y mejor así para la democra-cia. La natura l eza específica de la so-ciedad boliviana hacía que ese mo-mento se diera tarde o temprano pornecesidad histórica. Se dio con Evo,pero podía haber sido con cualquierao t ro parecido a él, que encarn a ra eln u e vo imaginario popular activa d o.Sólo que Morales tuvo la habilidad his-tórica de estar en el lugar adecuado, enel momento adecuado, con las condi-ciones humanas y políticas adecuadasy con los recursos a mano igualmenteadecuados.

G L : La opinión públicade los cafés y de los ám-bitos intelectuales indicaque ya tu gobiern o(1989-1993) contaba conun diagnóstico objetivo

de la realidad integral boliviana (ex-clusión social, centralismo estatal ex-t re m o, élites económicas muy fuer-t e s , p o b reza extrema en el campo) yq u e , sin embarg o, no echaste a andarla rueda de la democratización de lasociedad y del Estado (inclusión so-c i a l , descentralización administrati-va… En suma: p a rticipación popularen todo). Ese proceso frenado ori g i n óun re ventón social en la guerra delagua (2000), la del gas (2003), y lai r rupción de lo plebeyo en el Pa l a c i oQuemado el año 2005, con Evo a lac a b ez a . ¿ Qué fue lo que sucedió?

J P Z : Bu e n o, Go n z a l o, tu pre g u n t aes demasiado densa, lo que me obliga adesglosar la respuesta en cinco acápi-tes: 1.- En realidad, lo que frenó el pro-ceso fue el gra ve error del sistema que,en base a resultados electorales induci-dos más por el marketing político quepor información objetiva, dio paso a laelección de Ba n zer (ya enfermo) pri-m e ro y luego a la reelección de Sán-c h ez de Lozada. Dos presidencias que,vistas a la distancia y por encima de los

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p e r s o n a j e s, estaban históricamente pord e m á s. Sin lugar a dudas que los “re-ve n t o n e s” de la guerra del agua y la delgas precisaban la gestión rápida y flexi-ble de un liderato re n ova d o, convo c a-dor y pro g resista, con capacidad de in-ducirlas hacia soluciones democráti-c a s. 2.- El diagnóstico existía muchoantes de mi gobierno y sigue existiendou rticantemente hoy. El problema esq u e, entre el diagnóstico y la acciónadecuada, puede caber una etern i-dad…dependiendo de las condicioneso b j e t i vas y subjetivas existentes. Es de-c i r: que no siempre se puede hacer loque se quiere y menos en el momentoy el lugar en que se quiere. Mi gobiern oes el pri m e ro en la región encabez a d opor la izquierda después de las expe-riencias de Allende y de Siles Su a zo y,por lo tanto, visto con recelo por losUSA (mucho más dinero fugó del paíscuando subí yo que cuando lo hizoEvo). A los tres meses -nov i e m b re del89- cae el muro de Berlín y el 92 se des-ploma el bloque soviético poniendo ala izquierda universal con la cola bajoel rabo y a los gri n g o s, más soberbios ya t ro p e l l a d o res que nunca, como due-ños del planeta.

Pe ro, lo más delicado de todo esto,por sus consecuencias en nuestro pa-í s, es la coincidencia histórica que seda entre el ascenso del neolibera l i s m oa nivel mundial en los años 80, y lai n s t a u ración de la democracia en Bo l i-via. Dos fenómenos distintos, peroe m e rgentes ambos del proceso finalde la Gu e r ra Fría.

Pri m e ro In g l a t e r ra -con la Sra. Ta t-c h e r- y luego los Estados Unidos -conel Sr. Reagan-, se apre s u ra ron victori o-sos a relanzar el neoliberalismo comoel reinado eterno del mercado libreacompañados por el japonés de marra scon su libro del fin de las ideologías.Los organismos internacionales y lase m p resas transnacionales -algunasmás fuertes que muchos Estados-, en-c a b ezados por el FMI y el Banco Mu n-dial, con la comparsa del BID, la CAF yFon plata de entonces, y bien munidosdel Consenso de Washington, se aba-l a n z a ron sobre América Latina logra n-do que el que no seguía el libreto fuerac o n s i d e rado un paria sin derecho a in-versiones y créditos multi y bilatera l e s.

3.- Por ello yo creo que la manera másp rofunda de analizar el proceso demo-crático boliviano, más allá de pelos enla leche que no dicen nada, es conside-rarlo desde los años 80, hasta hoy endía, como una confrontación no acaba-da entre el neoliberalismo global delmomento y nuestra naciente demo-c racia, intentando aquel a cualquierp recio y con poderosos aliados políti-cos y empre s a riales intern o s, darle sud i rección y contenidos. Al frente sólof u e rzas políticas nacionales, sociales,c u l t u rales y económicas que re s i s t e nd i v i d i d a s, unas de manera irracional einviable y otras con racionalidad, pra g-m a t i s m o, visión del mundo y mayo rviabilidad, buscando dotar a la nov í s i-ma democracia de contenidos desco-l o n i z a d o re s, de un estado de bienestarque establezca una adecuada re l a c i ó nen los roles del mercado y del Estado,de una acción “d e s - e l i t i z a d o ra” de laa d m i n i s t ración de los bienes públicos yla sociedad, y de una descentra l i z a c i ó np rofunda del poder, generando cultu-ras de solidaridad y destino común so-b re las que asentar una ve rd a d e ra co-hesión social y nacional, tra n s p a re n c i ade gestión, equilibrio campo-ciudad eigualdad de oport u n i d a d e s.

En esta dramática contra d i c c i ó nplanteada por el neoliberalismo en elproceso democrático, se desbarató elMIR, confrontándose unas veces yconviviendo otra s, atrapado entre loviejo que no termina de irse y lo nuevoque no termina de llegar, y sobre va-luando sus responsabilidades en la go-bernabilidad de la democracia por en-cima de su misión ideológica y progra-mática de cambio. Ilustración clara deesta confusión histórica fueron sus vo-tos el 2002 a favor de dos adve r s a ri o simpenitentes del lirismo: Sánchez deLozada a la presidencia y Carlos Mesaa la vice presidencia. Votos dados en elc o n ve n c i m i e n t o, por otra parte ciert o,de que el candidato Evo Morales -a di-f e rencia del 2005- no tenía nada pre-p a ra d o, ni equipo ni pro g rama paraasumir el gobierno en ese momento.Casi seguros, por tanto, de estar colo-cando a Bolivia en el término de me-ses en la pendiente de la invo l u c i ó nhacia el golpismo civil-militar sosteni-do esta vez por el gonismo que habríasentido que le escamotearon el voto en

el Co n g re s o. No fue por nada que si-tuación tan compleja me hizo exc l a-mar desde el alma “¡Qué difícil es amara Bolivia en ciertas circ u n s t a n c i a s ! ” …4.- De igual manera mi gobierno, ape-nas el tercero del proceso constitucio-nal, fue un dique de contención difícilde sostener entre dos gobiernos neoli-b e rales: el de Paz Estenssoro y el deSánchez de Lozada, particularmente. Apesar de ello logramos potenciar el roldel Estado a través de sus empresas es-t ra t é g i c a s. ENDE, con ochenta megasmás y la electrificación rural; Entel, pa-sando su cobertura nacional e interna-cional de 30 poblaciones a 500, aña-diendo la estación terrena madre deLa Gu a rdia a la de Ti a h u a n a c o, únicae x i s t e n t e, incorporando el servicio ce-lular al sistema e interconectando elpaís al satélite. Pero, lo más importan-te –creo- se realizó con el potencia-miento de YPFB. Se introdujo los con-tratos de asociación (mitad-mitad, hoyn u e vamente vigentes), se exploró enprácticamente todo el territorio nacio-nal, desde las orillas del Madre de Dios- e n t re Pando y La Paz-, en Liquimunide los Yu n g a s, en Chuquisaca y en elaltiplano norte y sur de Oruro y Potosí.Se encontró petróleo en Co c h a b a m b a-pasando a ser este el cuarto depart a-mento petrolero- y, lo más trascenden-t e, el descubrimiento por YPFB de laestructura de Huamampampa, a cincok i l ó m e t ros y medio de pro f u n d i d a d ,que da nacimiento al mega campo degas de San Alberto con su pro l o n g a-ción a los mega campos de San Anto-nio e Itau, para extenderse luego aCampo Ma rg a rita. Este último eve n t ore p resenta, pro b a b l e m e n t e, el cambioe s t ru c t u ral más importante en la eco-nomía boliviana desde el descubri-miento de la mina de Potosí en la Co-lonia.

Por lo tanto me tocó gobernar en-t re el 21060 y la mal llamada capitaliza-ción. Al pri m e ro lo despojamos de lap rohibición de la declara t o ria en comi-sión de dirigentes sindicales, con loque se re o rganizó la COB y el mov i-miento obre ro, y, como complementose repuso el 1% para sedes sindicales. Yc o n t ra el flagelo de la re l o c a l i z a c i ó n ,que lanzó a miles de tra b a j a d o res haciala informalidad, se creó por decreto elrégimen impositivo simplificado que

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aún hoy en día es una re i v i n d i c a c i ó nsocial. Los contenidos estabilizadore sm a c roeconómicos del 21060 los incor-p o ramos en el decreto pro g ra m á t i c odel gobierno del Ac u e rdo Pa t riótico -el22407-, que estaba orientado al cre c i-miento positivo de la economía, objeti-vo que se logró después de casi 20a ñ o s, con un promedio del 4% no su-p e rado hasta hoy.

Por lo demás, como una especie dera ra avis, se gobernó en paz, con el me-nor número hasta ahora de paro s, blo-q u e o s, huelgas y, en los albores de lad e m o c racia, se dio un particular inte-rés en democratizar el Estado con elpotenciamiento de sus institucionesd e m o c r á t i c a s. 5.- En cuanto a lo ple-b e yo, está bien como concepto para lare volución francesa, contexto en el quenace como categoría social. Pa ra nues-t ro pro c e s o, lo adecuado es lo “C h o l oMe s t i zo” o lo “Indo mestizo”, como ca-tegorías sociológicas, porque incorpo-ran lo étnico-cultural a lo indigente yp o p u l a r. Y, en ese sentido, se puede ha-blar adecuadamente de “la irru p c i ó nde lo Cholo Me s t i zo” en el palacio deg o b i e rno el 2005 con Evo Mo rales a lac a b eza, lo que a mi juicio re p resenta sum a yor aporte al proceso democráticob o l i v i a n o.

G L : Muchos bolivianosa d ve rtimos que el quiebrefundamental entre elmundo andino-amazóni-co y el cri o l l o, su fatal de-s e n c u e n t ro, está en el ma-

nejo de los recursos naturales. A ellosles duele en el alma la enajenación delos mismos en manos extranjeras. E lmundo cri o l l o, en cambio, tiene opi-nión dividida, incluso fragmentada alre s p e c t o. ¿Cómo debe manejarse estetema? ¿Es posible un encuentro pací-fico de criollos y andino-amazónicos,por ejemplo, en torno al gas? ¿Este de-s e n c u e n t ro influye en las autonomíasre g i o n a l e s ?

J P Z : Lo andino–amazónico y a loque habría que añadir lo ri o p l a t e n s e -no son un sólo mundo sino tres mun-dos y muy diferentes entre sí, que sevan articulando penosamente desde elc o l o n i a j e, la fundación de la re p u b l i c ay, más dinámicamente, desde la guerra

del Chaco, la re volución nacional y lai n s t a u ración de la democracia. El cri o-llaje atraviesa tra n s versalmente a lost res aunque con densidad difere n t e.Pre c i s a m e n t e, el descubrimiento porYPFB de los mega campos de San Al-b e rto y San Antonio en 1990, los con-t ratos de asociación para su desarro l l oy la firma en febre ro del 93 -en Co c h a-bamba- del contrato de compra - ve n t ade gas con Brasil, re p re s e n t a ron el ini-cio del encuentro pacífico que tú re c l a-m a s. Hoy está consolidado con la dis-t ribución solidaria de estos ingentes re-cursos entre el gobierno central, los de-p a rt a m e n t o s, las alcaldías y las unive r-s i d a d e s, y con los bonos Juancito Pinto,Dignidad y Juana Az u rd u y, a los ques i rve de sustento. Pa ra darte solo unejemplo de la magnitud de esta distri-bución: el departamento de Pa n d o, alo t ro extremo del país de donde se en-c u e n t ra Ta rija, recibía años atrás delmega campo de San Alberto el equiva-lente de 20 millones de dólare s, jamásrecibidos en su historia. Hoy, con segu-ridad, esa cantidad de recursos se hai n c re m e n t a d o.

G L : Un logro muy aplau-dido de tu gobierno fue elde las cumbres políticas( reunión de los líderes po-líticos con voz en el parl a-mento) para la elabora-

ción de políticas de Es t a d o. Se siguepensando que es lo mejor para Bo l i v i ay para su relacionamiento con los paí-ses extranjero s , p o rque esas políticaso t o rgan seguridad y confianza. ¿ Po rqué el presidente Morales sustituyó alos líderes por los movimientos socia-les? En todo caso, ¿no era mejor quep a rticiparan ellos y ustedes?

J P Z : Las cumbres políticas, part i-c u l a rmente la de los acuerdos del 9 dejulio del 92, suponían una concepciónde democracia pluralista, institucionaly de alternabilidad gubern a m e n t a l ,por una part e, y, por la otra, de conti-nuidad en las políticas de nación y deE s t a d o, fuere quien fuere gobierno uoposición. De ahí surgió un sistemae l e c t o ral sano, las leyes de part i c i p a-ción popular, de partidos políticos, dere f o rma educativa, del ministerio pú-b l i c o, de las FFAA, del sistema judicial yla de necesidad de re f o rma de la Co n s-

titución, entre otra s. Pe ro en la concep-ción de partido único, y de no-altern a-bilidad ni plura l i s m o, son imposibles.El recurso a la va riante de los mov i-mientos sociales -que tienen otros ro-les en democracia- resulta un juego dea b a l o rios de frágil sustento para esavisión deformada de democracia, co-mo se está demostrando hoy despuésdel gasolinazo, con la aguda conflicti-vidad que presentan precisamente losm ovimientos sociales.

G L : Una política tuya,que siempre estuvo ene n t redicho en la opi-nión pública, fue la de“coca no es cocaína”.Casi veinte años des-

p u é s , a la luz de esta coyuntura y detodo lo vivido, ¿seguirías impulsandoesa suerte de diplomacia a favor de lahoja de coca?

J P Z : La política de “coca no es co-c a í n a” estuvo en entredicho en los Es-tados Unidos de América, pero nuncae n t re la opinión pública boliviana parala que re p resentó un argumento dea f i rmación nacional, hasta el punto deque una morenada con ese nombre -del famoso Jacha Fl o res- sigue animan-do carn a vales en Oru ro y otras part e s.La situación ha cambiado ahora con elexponencial aumento de la pro d u c c i ó nde cocaína boliviana para la export a-ción. Sin embarg o, la consigna, comoe x p resión de la conciencia nacional, si-gue siendo, a mi juicio, válida como loes la de la reivindicación marítima, sóloque ya no en tanto que punta de lanzade una ofensiva internacional, pero sícomo una tri n c h e ra de dignidad y re-sistencia pro g ramática contra el narc o-t r á f i c o, en el sentido de que si la cocare p resenta un valor nacional, es re s-ponsabilidad de los bolivianos que nose convierta en cocaína. El gobiern odebería repetirla con esos contenidos.

G L : Sa l vo los sectore si r reductibles del con-s e rva d u rismo boli-v i a n o, en muchasocasiones se adviert eun apoyo a Evo inclu-

so de parte del electorado de la oposi-c i ó n . Por ejemplo: en la lucha nadasencilla contra la corru p c i ó n . ¿ C ó m o

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se puede ayudar a este proceso decambio sin ser parte del gobierno o desu instrumento político? Es más:cuando visiblemente ha cerrado lasp u e rtas para los políticos como tú queson anteri o res al 2005…

J P Z : El político auténtico nunca esa n t e rior a nada, siempre es un pre s e n t ea c t i vo mientras vive. Yo suelo repetir enTa rija, un poco en broma y un poco ens e ri o, que a los tarijeños hay que ayu-darlos aunque no lo quieran… Lo mis-mo parece ocurrir con este gobiern o …Pe ro más allá: de lo que se trata es dec o l a b o rar con el proceso democráticoboliviano en todo aquello que puedare p resentar un cambio positivo, inclui-d o, claro está, el combate estru c t u ra lc o n t ra la corrupción, apoy a n d o, pore j e m p l o, la vigencia en la administra-ción pública cotidiana de mecanismoscomo los de la Ley SAFCO. De igualm a n e ra parecen entenderlo los pro p i o sm ovimientos sociales cuando en susmanifestaciones callejera s, post gasoli-n a zo, no portan wipalas sino tri c o l o re s,como dejando claro, instintiva m e n t e,que una cosa es apoyar al gobierno yo t ra movilizarse por sus intereses y losde la democracia.

Y por esta vía llegamos nueva m e n-te al tema de fondo que plantea la dis-tinción entre el Cambio de Época -quere p resenta la instauración histórica dela democracia- y la Época de Ca m b i o sque el actual gobierno se plantea re a l i-zar dentro de ella. Después de casi seisaños de gestión, lo sensato es dejar ya p oy a r, si es el caso, que la administra-ción actual haga lo que cree que debehacer en los términos de su mandato.El país, en cambio, deberá instalarseen la dinámica de largo aliento que nosplantea el Cambio de Época De m o c r á-tica, pre p a rando activamente lo quedenomino el Po s t e v i s m o, ese “d e s-p u é s” que Bolivia va a pre c i s a r, por-que la gente pasa pero el país perm a-n e c e. Pa ra ello es necesario empezar ac o n s t ruir una Ma yoría Altern a t i va, non e c e s a riamente de oposición, sino al-t e rn a t i va a lo que hoy existe. Altern a t i-va que encienda en el país la místicapor el desarrollo económico pro d u c t i-vo y el empleo digno, y lo movilice yo rganice en esa dirección. Que pase dela campaña política permanente al de-

s a r rollo pro d u c t i vo perm a n e n t e. Lapolítica y la ideología no se comen, só-lo son buenas cuando están al serv i c i odel pro g reso y del bienestar de la gente.Ningún pueblo puede vivir dignamentesin altern a t i va s, o, si se quiere, sin es-p e ra n z a s. Está inscrito en la condiciónhumana y, por tanto, en la democra c i a .No hay democracia auténtica sin alter-n a t i va s, no sólo por ra zones de equili-b rio sino por las igualmente import a n-tes ra zones de sobre v i vencia y proye c-ción.

1 1 . G L : En térm i n o ss e n c i l l o s , la gente pien-sa que la democracias i rve para solucionarlos problemas de la so-ciedad y el Estado en

p a z . Es decir: sin muert o s . Sin embar-g o, los gobiernos de la democracia bo-liviana (salvo el tuyo, en el que muri e-ron los secuestradores del empre s a ri oLonsdale) tienen incluso más muert o sque los de las dictaduras. Eso es unave rdadera barbari d a d . Pe ro en el casodel gobierno actual, todo se vuelvemás inexplicable: mucho muerto contantísimo apoyo popular. ¿ Qué es loque sucede? ¿Hay reminiscencias deprácticas dictatoriales en nuestros or-ganismos re p re s o res? ¿Qué debe ha-cer el Estado para corregir de raíz estac riminalidad habitual?

J P Z : Sencillamente aprender den o s o t ros mismos, de nuestro pro p i op ro c e s o, analizar la experiencia vivida.Tomar como pauta, por ejemplo, lagestión gubernamental del 89 al 93 enla que la democracia boliviana pro b óque se puede gobernar sin un solom u e rto por conflictos sociales o econó-m i c o s. Quedó claro, a diferencia del pa-s a d o, que una cosa es la re p resión alm a rgen de la ley que utiliza la dictadu-ra y otra, muy distinta, la coerción quee j e rce la democracia dentro de los mar-cos de la Constitución para pre s e rvar elo rden y la seguridad pública. La demo-c racia, para f raseando a Franz Ta m a yo,es una pedagogía nacional. Un pro c e s oc u l t u ral de largo aliento que se va desa-r rollando en paz: la conciencia, la ideo-logía y los comportamientos y actitu-des en sociedad de gobernantes y go-b e rn a d o s. Cuando la inseguridad ciu-dadana, en general, y la judicial, en

p a rt i c u l a r, se va instalando en la socie-dad democrática, quiere decir que es lad e m o c racia misma la que se va re p l e-g a n d o.

El caso Lonsdale fue un episodiodelincuencial que no se puede incor-p o rar dentro de fenómenos económi-c o - s o c i a l e s, y en el que, a más del em-p re s a ri o, fue asesinado un policía boli-v i a n o. El opera t i vo, planificado por ex-t ra n j e ros desde el Perú, estaba desti-nado a garantizar recursos para lasg u e r rillas que devo raban al vecino país.La pri o ridad para el Estado boliviano,en esos momentos, era la seguridad desus ciudadanos y el impedir, de inicio,que la violencia peruana se infiltra rap e l i g rosamente en el país.

G L : Nu e s t ro país va ae n f rentar un momen-to difícil si el MAS-IPSP decide relanzar aEvo como candidatopara otro período.

Una democracia formal no toleraa q u e l l o, p e ro un proceso social comoel que vivimos se daría modos de jus-t i f i c a rl o. ¿ Cuál es tu opinión a pri o ri alrespecto? ¿Gana o pierde el país y sudemocracia con estas decisiones dec o rte exc l u s i vamente político?

J P Z : La situación nacional es tandinámica que, lo que parecía válido almomento de hacerme la pregunta, nolo es hoy al intentar una respuesta. Losúltimos sondeos señalan que el 63% debolivianos no está de acuerdo con lareelección. Pe ro, más allá de ello y dela va l i d ez o no de los sondeos, en casiseis años el presidente Mo rales y su go-b i e rno han demostrado lo que son y re-p resentan. Por tanto, no hay ni habránada nuevo, ni en su ideología y pensa-m i e n t o, ni en su comportamiento en elp o d e r, y menos en sus reflejos jacobi-nos que inexplicablemente lo llevan am i rar siempre hacia atrás. Ya han mos-t rado sobradamente lo que saben ha-cer bien y lo que definitivamente hacenmal. Por tanto pare c i e ra que no tienennada nuevo que mostra r. ¿Cuál la ra z ó nentonces para quedarse y cuál para re-elegirlos? Al contra rio: yo visualizo laBolivia que viene como un país huma-namente joven, que quiere mirar ma-d u ramente hacia adelante con una de-

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m o c racia moderna, asentada en va l o-res nacionales unificadores del conjun-to y que, sin conflictos mayo re s, logrep royectarse como protagonista serio enel mundo global del siglo XXI. Es unaBolivia hastiada de la confrontación in-t e rna, que no soporta más el maltra t oque nos damos entre bolivianos y que,por tanto, espera una re p re s e n t a c i ó npolítica re n ovada, con un nuevo siste-ma plural de partidos políticos, igual-mente maduro s, que miren hacia ade-lante liberados del re t rovisor del pasa-d o.

En ese contexto, un intento de re e-lección del presidente Mo rales se mos-t raría como forzado por innecesari a .Más como un intento conservador dep rolongar un pasado re c i e n t e, sincondiciones de proyectar y administra rlo nuevo que viene y que la gente ansiay espera .

G L : Los bolivianos pen-samos que las autono-mías regionales acer-can la decisión políticay administrativa a las o c i e d a d , p o rque ya no

hace falta (no debería) viajar a La Pa zpara construir un puente en Ta ri j a ,por ejemplo. Pe ro queda la sensaciónde que las autonomías están re c o rt a-das en va rios aspectos por un Es t a d oaún centralista. ¿ Esa medida de re c o r-te o limitación se debe a peligros in-minentes de desmembramiento terri-t o rial? O, más bien: ¿son astucias polí-ticas para no regalar poder a nadie?

J P Z : En realidad el sistema de auto-nomías está a medio camino. Su imple-mentación real y sin subterfugios serála mejor garantía de cohesión nacional.Sólo los que administran lo local cerc a-n o, que es suyo, están en condicionesde comprender que los otros tambiénlo hagan y a defender, por tanto, la to-talidad percibida como patrimonio delc o n j u n t o. De proseguir el gobiern ocon su actual política de retaceos au-tonómicos no hará otra cosa que des-nudar ante el país su conserva d u ri s m o.El siglo XXI será el siglo de la mayo rd e s c o n c e n t ración del poder en la his-t o ria de la humanidad, como el mejormecanismo de modernidad democráti-ca, re p re s e n t a t i va y part i c i p a t i va, de

c o n v i vencia pacífica entre los dive r s o sy como el sistema, finalmente encon-t ra d o, para garantizar el prog reso sos-tenido y la mayor calidad de vida delos ciudadanos y sus comunidades.Lo “g l o c a l” es lo que viene inconteni-blemente: Globales y locales al mismot i e m p o.

G L : Las democraciasm o d e rn a s , a q u e l l a sque buscan realizar osatisfacer la mayor li-b e rtad del individuo,consolidan un siste-

ma de partidos políticos y agru p a c i o-nes ciudadanas. Con esa medida ga-rantizan que todos puedan part i c i p a ren contiendas electorales llevando suvoz . Cuando a cambio de aquello sebusca el partido único, la sociedadc o r re el riesgo de generar violencia,i n c l u s i ve guerri l l a , p o rque el indivi-duo no encuentra cómo hacerse es-cuchar a plenitud. ¿El gobierno ac-tual entiende de esa necesidad? ¿Ha ymuestras suyas en ese sentido o, m á sb i e n , en el otro ?

J P Z : Lamentablemente pare c eque no la entiende y las muestras in-dican que si la entiende no la compar-t e, en línea con el concepto de ejerc i-cio del poder que ha demostrado has-ta el momento. Uno de los gra n d e sa vances de la humanidad en este sigloes el re c h a zo al pensamiento único,trátese de política, sociedad, econo-mía, religión o cultura. Todos los part i-dos únicos están evolucionando co-mo en Taiwán, China, Rusia, Cuba oVietnam, entre otro s, o haciéndoset risas como en el Ma g reb y el mundoá ra b e. Lo notable es que está suce-diendo el mismo fenómeno en Eu ro p acon el diseño de fro n t e ras ideológicasi n t e rnas en los partidos e incluso másallá de ellos en la búsqueda, desde lasociedad, de nuevos re f e rentes en elaccionar cívico y político, como lo de-manda hoy la juventud española, pore j e m p l o. De igual manera, en los Es-tados Unidos de No rt e a m é rica, en losque sus dos part i d o s, prácticamenteú n i c o s, están dando espacios a la disi-dencia y a la conformación de bloquesi n t ra y extra part i d a rios para una ma-yor re p resentatividad interna y exter-n a .

Pienso que el gobierno tiene aúnel tiempo necesario para ponerse a to-no con el mundo y con las necesida-des de diversidad que el país le exige.A estas alturas de lo vivido, Bolivia -yp a rt i c u l a rmente su juventud- estáne s p e rando un nuevo sistema modern oy pluralista de part i d o s. En su deve n i r,el país ha tenido tres generaciones dep a rtidos políticos. Co n s e rva d o res yL i b e rales a fines del siglo XIX y co-m i e n zos del XX, la pri m e ra. Los ques u rg i e ron en el contexto de la Gu e r radel Chaco y la Re volución Na c i o n a ldel 52, la segunda. Y los que se org a n i-zan en la lucha por la democracia, sui n s t a u ración y desarrollo hasta el pre-s e n t e, la terc e ra. Las condiciones es-tán dadas para el surgimiento de lac u a rta generación que protagonice laBolivia madura y global del siglo XXI,con una democracia y ciudadanía ma-d u ras y con partidos políticos igual-mente maduros que les corre s p o n d a n .La re f o rma part i d a ria está pendiente.El MÁS se ha quedado en la simpledescalificación política del pasado. Noha demostrado re p resentar un nuevoc o m p o rtamiento ni voluntad de re n o-vación, hasta el extre m o, por el con-t ra ri o, de superar en muchos aspectoslos vicios de los así llamados part i d o st ra d i c i o n a l e s. El desafío político estápor tanto en mesa: “Desalienar y des-c o r ro m p e r”.

G L : Pasado un pri m e re n t u s i a s m o, la miradaextranjera se ha vueltoanalítica respecto an u e s t ro “p roceso dec a m b i o”. Algunas vo-

c e s , en otros idiomas, indican que lava n g u a rdia del proceso ha quedadoatrapada en el Palacio Qu e m a d o, e nmanos de colaboradores de ideologíar a d i c a l . Otras vo c e s , por supuesto, l oa p oyan de manera manifiesta. ¿ Cu á les la percepción que tienen los euro-peos de nuestra Bolivia actual? Po r-que me imagino que la perc e p c i ó nn o rt e a m e ricana es de re c h a zo …

J P Z : En realidad más re c h a zo tu-v i e ron, en su momento, el MIR y su li-d e rato de parte nort e a m e ricana, lle-gando incluso al montaje -con la cola-b o ración del gobierno boliviano deentonces- de los mal llamados narc o -

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vínculos que constituyó una lamenta-ble interf e rencia política con conse-cuencias negativas para el devenir dela democracia boliviana. En descarg odebo admitir que, cuando los EstadosUnidos se dieron cuenta del erro r, tu-v i e ron la dignidad de re c o n o c e r l o.Hoy constato un trato muy cuidadosoy condescendiente, sin pre c e d e n t e sen la política norte americana, haciael gobierno del MÁS y las actitudespersonales del presidente Mo ra l e s. EnEu ropa sucede un fenómeno part i c u-l a r. De la visión que se tiene y que no-s o t ros nos hemos encargado de darladesde siempre de Bolivia, como paísde indios, pareció normal -e inclusoplausible y un avance democrático-que surg i e ra un indio o alguien que sem o s t raba como tal en la pre s i d e n c i a .Pe ro en casi seis años, la visión hacambiado en la comprensión de loque realmente re p resenta el pre s i d e n-te Mo rales y su gobiern o, salvo, claroestá, en grupos radicales alterm u n-distas que aún lo aplauden. Me pare-ce que esperan pueda producirse unae volución positiva. Sin embargo see m p i ezan a dar hechos que encien-den las luces ro j a s, como por ejemplola decisión de Holanda, país de cola-b o ración directa en proyectos de de-s a r rollo sobre el terreno y desde la ba-

se con los movimientos sociales, dec e r rar su embajada en La Paz, así co-mo de otros países preocupados porel hecho de que el narcotráfico prove-niente de Bolivia empieza a inundarEu ro p a .

G L : En Bolivia se tie-ne el sentimiento deque Chile juega connuestra aspiración dere t o rno al mar. A lmismo tiempo, l a

apuesta del presidente Morales fuede persuasión y sensibilización enlos centros generadores de opiniónde esa sociedad, p e ro pasado el tiem-po estamos en lo mismo. ¿ Es esoc i e rto? ¿No hemos avanzado nadaoficialmente? Y, en su caso, ¿qué de-bería hacerse?

J P Z : Creo que los últimos aconte-cimientos son una respuesta sufi-ciente de lo que pasa al re s p e c t o. Si g opensando que lo mejor es estar pre-sentes en el mar ejerciendo nuestracualidad marítima. Ahí está Ilo porcien años re n ova b l e s. Pongamos unpié en Ilo para poder luego colocar elo t ro, en mejores condiciones de nego-ciación y acuerd o s, en el lugar que nosc o r re s p o n d e.

G L : ¿ Cuántas Bo l i v i ahas visto en tu vida,Jaime? Y, ¿con cuál deellas te quedarías?

J P Z : Po l í t i c a m e n t ehe visto y vivido dos Bo l i v i a s. Me que-do con la que tengo y he colaborado ac o n s t ru i r: la Bolivia democrática.

La otra Bolivia, la del sistema políti-co del golpismo civil-militar institucio-nalizado y mantenido desde los iniciosde la Republica como el modelo políti-co boliviano, creo que se ha quedado enel pasado definitiva m e n t e. Menos mal,sino qué habríamos hecho en pleno si-glo XXI entrando y saliendo del palaciode gobierno a tiros y sin un destino na-cional… ¿Estaríamos como Su d a m ?¿ Costa de Ma rfil? ¿Myanmar? ¿O tal vezcomo el Ma g reb africano? ¿O como Si-ria, Yemen, Bahréin en el Medio Ori e n-te?… Menos mal que lo definimos enel siglo XX. Por eso pienso que la mayo rre f o rma estru c t u ral de Bolivia en losúltimos treinta años fue la instaura c i ó nde la democracia que produjo un cam-bio de época en nuestra historia y nosdio viabilidad nacional e intern a c i o n a lcomo país.

Ta r i j a , El Picacho, m a y o - 2 0 1 1 .

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Gonzalo Lema (GL):Debido básicamente alp roblema de la cocae xc e d e n t a ri a , la opi-nión pública en gene-ral comienza a adve rt i r

que en los sindicatos cocaleros norige precisamente la disciplina. Sihacemos una re t ro s p e c t i va , y apro-vechamos tu experi e n c i a , ¿cuál erael comportamiento de los sindica-tos mineros en tiempos, por ejem-p l o, de Juan Lechín Oq u e n d o ?

Filemón Escobar (FE): Mi ra, lap regunta es bien acertada. El 2002é ramos la segunda fuerza electora lcomo MAS. Habíamos quedado ac u a renta mil votos del Sánchez deLozada. Yo estaba encargado de ha-cer el balance con los compañero sen Lauca Ñ y les dije: el Evo va a ga-nar las elecciones el 2005, el caminono solamente está asfaltado, estácon cemento rígido. At i é n d a n m ebien, compañero s. Voy a hablarahora de lo que es la conciencia po-lítica. Quiero empezar por transmi-tirles este hecho histórico de la mi-na de Catavi y Siglo XX, el 5 de mayode 1952. Dillinger renunció a la ge-rencia de la Patiño y entregó la ge-rencia al superintendente de la mi-na. Los mineros habían ido a La Pazel 1ro. de mayo con sus fusiles máu-ser a festejar la victoria. Se habíafundado la CO B, también. Ha b í aco-gobierno con el MNR. Y nos reu-nimos en un canchón que ahora esla plaza del minero. Ahí llegó el ge-rente en su auto Buick y colgó unpizarrón y sacó sus tizas a color.Desde el año 1920, hasta el abril de1952, el lenguaje en las minas erauno solo: el PIR, la nacionalizaciónde las minas, la re f o rma agra ri a ,muera la rosca minera… El POR ha-

blaba el mismo lenguaje. Los movi-mientistas hablaban el mismo len-guaje. Ese 5 de mayo los compañe-ros mineros van a escuchar un nue-vo lenguaje del gerente de la Patiño.Agarró su pizarra, dibujó unas ba-rras y dijo lo siguiente: 35.000 tone-ladas de estaño produce al año laPa t i ñ o, con esta ley y esta es la ga-nancia. ¡Si ustedes no mantienenesta producción en vano ha sido sud e r ramamiento de sangre! ¡Ca ra j o,qué golpe para los mineros, oyes!…Había un compañero que había si-do alumno de Quiroga, el rector dela universidad de Oru ro. Este mu-chacho tenía la información de queen la Unión Soviética había el desa-fío entre las empresas del Estadop a ra incentivar la producción. En-tonces este compañero pidió la pa-l a b ra: ¡Co m p a ñ e ro s, yo creo que elg e rente tiene la razón! La masacredel año 23, donde han muerto tan-tos compañeros, va a ser en vano sino mantenemos esta pro d u c c i ó n .Igual que la masacre del año 42,igual que las otras masacres. ¡Por lot a n t o, compañeros (les estoy con-tando a los chapareños), pro p o n g omantener y aumentar la disciplinade la Patiño! Ningún contra t i s t apuede fallar un solo día de tra b a j o,p rohibido robar un kallapo de lae m p resa, un grano de azúcar de lapulpería, oyes… Prohibida la huelgade salud y educación… ¡Oye s, nopuedes creer! Yo esperaba que lagente lo iba a silbar y la gente co-mienza a aplaudir. Esa asamblead e t e rminó mantener la pro d u c c i ó nde la Patiño hasta el día que llegarala nacionalización de las minas, su-perar la producción de la Patiño, su-perar su ganancia ese año. Y eso seva a repetir cuando yo estaba a car-go de la Federación de Mineros con

Fi l e món E s c obar: “ El resp e to recípro c o

entre el indio

y el bla nc o ”

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DATOS

Filemón Escóbar nació el 26 de octu-bre de 1936 en Uncía, provincia Bustillos,Potosí. Fue diputado por los mineros, can-didato a la Vicepresidencia y senador porel MAS, partido del cual es fundador. Diri-gente de la empresa minera Catavi, SigloXX y de la Federación Sindical de Trabaja-dores Mineros de Bolivia. Fue fundador ySecretario General de la Vanguardia Obre-ra . Fue asesor de las 6 Fe d e raciones delTrópico de Cochabamba y segundo secre-tario general del MAS. Fi g u ra , en la me-moria colectiva, como el padre ideológicode Evo Morales, pero en la actualidad estáalejado del Gobierno y del MAS. Es autorde varios libros de historia de los bolivia-nos.

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el compañero Simón Reyes, el año 85,86, en el gobierno de Víctor Paz aliadocon Ba n ze r. Yo soy el autor de la Te s i sde Catavi. Los precios de los mineralesestaban por los suelos, todo costabacentavos, daba ganas de llorar. En basea la Tesis nos hicimos cargo de la CO-MIBOL estando los minerales por loss u e l o s. ¡Y ahora! ¡Y ahora! ¡Todo estápor los cielos, puta mierda! Por eso leshe dicho a los mineros en Potosí: recla-men la cogestión al Evo. Las minas nopueden estar en manos del Estado.Hay que mantener la vida de la empre-sa. ¿Por qué? Po rque al liquidar a laCOMIBOL estamos liquidando a la Fe-deración de Mineros, y al tirar la Fede-ración están tirando la historia de laCOB y al liquidar a la COB están ma-tando la historia más importante deBolivia. Eso se llama conciencia políti-ca. ¿Han aprendido qué es concienciapolítica? ¡Sí! Es una acción de las ma-s a s, no es un problema de lenguaje.Por lo tanto, cuando este compañerogane las elecciones del 2005… ¡Ni unaplanta de hoja de coca en el trópico!Así como él está llegando al Palacio deGobierno con el símbolo de la hoja decoca, cuidado que luego la hoja de co-ca le corte el pescuezo. La gente aplau-día. El problema estaba resuelto: cuan-do Evo iba a ganar las elecciones, losc o m p a ñ e ros iban a hacer desapare c e rla hoja de coca por voluntad pro p i a ,por conciencia política, del Chapare,hasta que el Evo estuviera en el gobier-no. Gana las elecciones el Evo el 2005,se va al trópico y más bien legaliza elcato de coca… Ahora ha aumentado laproducción de la coca. Han decomisa-do más cocaína que en los gobiern o santeriores. La gente del trópico ha per-dido su conciencia política, porque es-ta era su prueba y su conciencia. Se haaplazado y lo han cagado al Evo, por-que ellos piensan que con la hoja decoca van a salir de pobre s. ¿Acaso ro-bando yo voy a salir de pobre? Enton-ces la falta de conciencia política esi m p re s i o n a n t e. Y la culpa la tiene co-menzando del Evo. Ya había sido apro-bada la medida en asamblea… Él de-bería ir al trópico y recordarles la deci-sión de la asamblea, esta línea ideoló-gica, porque van a liquidar al MAS, aél. Es el gobierno de aymaras y que-chuas, van a desprestigiar al gobierno,van a joder a este país…

G L : Los bolivianos de lasciudades decían, hasta an-tes de la desaparición dela CO M I B O L , que el mine-ro de base era la va n g u a r-dia del pueblo boliviano

en el afán de alcanzar una democraciap l e n a . No opina lo mismo del humildec o c a l e ro. Es decir: no le atribuye ni re-conoce ningún tipo de conciencia so-c i a l , y está lejos de considerarlo re p re-sentante de esa va n g u a rd i a . Sin em-b a rg o, el proceso de cambio que el go-b i e rno alienta, tiene como base sólidaa las federaciones de cocaleros delC h a p a re . ¿Dónde está el equívo c o ?

F E : Si el Evo al llegar a la pre s i d e n-cia controlaba la hoja de coca, inmedia-tamente se consolidaba en el gobiern oy ganaba prestigio mundial… El Evo pa-saba como uno de los mejores gobier-nos de la historia política, porque llegócon ese prestigio: el Papa citó al Evo, elRey de España lo recibió como otro Re yal Evo, y en cinco años lo jode la hoja decoca, el narc o t r á f i c o. Hay informes deque compañeros que eran pobres en eltrópico han comprado casas en Sa n t aCruz… Este comportamiento es lap rueba suprema de que en el trópico nose tiene conciencia política

G L : Además de trabajarpor el honor de la hoja dec o c a , evitando su cultivoe xc e d e n t a ri o, el pre s i d e n-te Morales debía apostarpor la autonomía en las

regiones y fortalecer la autonomía delos municipios, p e ro hasta hoy ha lo-grado resultados más bien adve r s o s :los cultivos exc e d e n t a rios de la coca,autonomías regionales débiles, t e m e-ro s a s , a destiempo del ímpetu bolivia-no y municipios que deben acudir a LaPaz para practicar sus re f o rm u l a d o sp re s u p u e s t a ri o s . ¿ No es una historia alrevés de lo demandado? ¿No son re s u l-tados más bien sorpre s i vo s ?

F E : A ve r, mira: el aymara Pa b l oZ á rate Willka ha hecho la guerra federa lp a ra el Estado Fe d e ral, ¡carajo! ¿Se olvi-dan de la historia, no? Nataniel Aguirreviajó a Su c re y le convenció a AndrésIb a ñ ez del Estado Fe d e ral. ¡Es el ideólo-go del Estado Fe d e ral! ¡No sólo es autorde Juan de la Rosa! El que los va a se-

guir a los dos es Zárate Wilka. La pro-clama de este señor en 1899, en Ca ra-c o l l o, cara j o, te quedas impre s i o n a d o :lo que Evo llama la refundación de Bo-livia, él llamaba la re g e n e ración de Bo-livia. ¿Y qué era la re g e n e ración? Era unc redo: “El respeto re c í p roco entre el in-dio y el blanco”. Sin respeto re c í p ro c ono hay el Estado Fe d e ral. Es un antece-dente históri c o, compañeri t o. ¿Qu i é n e sm i e rda dentro del MAS, oye s, se nega-ron a la autonomía? Po rque cinco de-p a rtamentos se fueron con él, ¿no? ElL i n e ras se fue a Achacachi y dijo quelos que estaban planificando las auto-nomías estaban dividiendo al país.¡ Llocqalla, carajo! ¡En Achacachi! ¡Deesa zona era Zárate Willka y era federa-lista! Se engañó al país en contra de lah i s t o ria del país. A los aymaras y que-chuas les hicieron votar por el No. ¡Qu éjodidos son éstos, che! En el últimoconflicto en el departamento de Po t o s í ,la gente gritó: ¡Potosí, federal! En t o n-c e s, la autonomía… ¿te das cuenta? ¡Esi m p resionante! El MAS contra la histo-ria, Nataniel Aguirre, Andrés Ib a ñ ez, elc ru c e ñ o, los Zárate Willka… Este es elm a yor error político del gobiern o, delos muchachitos que se han metido alMAS. Ahí viene la teoría del Linera ,oye s, que es catastrófica porque plan-tea la bifurcación, cinco años de con-f rontaciones con su teoría del empateh i s t ó ri c o. Y el drama final: no sólo eso:yo conozco a Nu ñ ez del Pra d o, yo nosabía que estaba trabajando en el mi-n i s t e rio de gobierno… se pro c l a m óg u e r ri l l e ro y se quedó como fierre ro. Elchico de los hermanos Pe re d o, declara-do fierre ro. El Linera… fierre ro. Ha yque preguntarles qué es hacer guerri l l aen época democrática. En t o n c e s, estalínea de los tierre ros son los ideólogosde la política de la confrontación. Ni n-guno de estos tiene nada con el MAS nicon la historia del país.

G L : La impresión delMAS-IPSP (partido de go-b i e rno) en sus inicios erai n c l u s i ve ro m á n t i c a : i n-d í g e n a s , c a m p e s i n o s , m i-n e ro s , m i n e ros re l o c a l i-

zados conve rtidos en cocalero s , e nt a x i s t a s , e intelectuales del campo yla ciudad que se sumaban para lu-char por el fin del colonialismo inter-n o, por la vigencia de todas las liber-

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t a d e s , el respeto a la ley, la re c u p e r a-ción de los recursos naturales y por lademocratización del Es t a d o. Sin em-b a rg o, con el paso de los años, e s aimagen ha sido substituida por el in-telectual de izquierda más radical,por el militante poco tolerante y porla contradicción dolorosa entre elcampo y la ciudad. Pa recería que elMAS no concert a , sino que impone.¿El MAS ha cambiado de perfil? ¿Essólo una falsa impresión?

F E : Bien jodido es este país, ¿no?En 29 años de democracia. ¿Qu i é n e sc o n s i g u i e ron la democracia? Cu a t romujeres mineras de Catavi, la DomitilaC h u n g a ra. Esas mujeres mineras sefunden en la lucha por la democracia.El actual cardenal era obispo de Oruroy ordena que la huelga de hambre serealice en todas las iglesias del país.Luego viene la democracia desde 1982.¿ Qué cosas tiene, a ver? El MNR quep a recía un partido nacionalista set ra n s f o rma en un partido neolibera l .Mi ra las cosas de la democracia. Mu-cho cuidado en este país. El MIR cruzaríos de sangre. El MIR tenía un símbolo( yo los conocía el año 71): “Na c e m o sen la filosofía del comandante CheGuevara”. ¿Qué quiere decir, psss, eso?,le pregunté a Oscar Eid en la Asambleadel 71. “Nosotros vamos a comer cuan-do el pueblo tenga comida. Nos vamosa vestir cuando el pueblo esté vestido.Vamos a tener casa cuando el pueblotenga casa”. ¿Cómo han terminado enla época democrática? Y el Motete Za-mora. Tenía un abrigo hasta su tobillo,ahí adentro guardaba una carabina M-2. Era el defensor de los pobres. Termi-na como candidato vicepre s i d e n c i a lde Banzer. Entonces, el proceso demo-crático desenmascara la falsa demo-cracia del banzerismo, el nacionalismodel MNR se vuelve neoliberal, el MIRa p a rece de nuevo hombre del CheGuevara,… te estoy diciendo: la demo-c racia desenmascara. Ese proceso dederrumbe de los partidos llamados tra-dicionales sufre el MAS, se caen lossueños de esperanza. A cinco años deg o b i e rno se derrumba. ¿Y por qué?Desde el 2004 hasta el 2005 se mete laizquierda tradicional, se meten los tie-rreros al MAS. El Pablo Solón era mili-tante trotskista. Está representando enlas Naciones Un i d a s. Es el autor de la

conferencia de Tiquipaya. El chico tie-ne la teoría más cojuda metida en lac a b eza: “Pa ra salvar a la madre tierratienes que aplastar al imperialismo”…Solos hemos quedado en la vo t a c i ó n .¡Fijate la posición de este llocqalla quenada tiene con el MAS! Y lo conve n c eal Evo de que pri m e ro tenemos queaplastar al imperialismo para salvar ala madre tierra. También se mete el Ra-fo Puente, que también se quedó comof i e r re ro. Los fierre ros dicen que ellosson los únicos consecuentes… ¡Los de-más somos mierda! ¡Ese es el MAS! Esun refugio de los muchachos como elhijo del pintor y de los “troscos”. Genteque nada tiene que ver con el MAS, semete al MAS. Asalta al MAS. ¿Quién esese Quintana? Es el autor del Porvenirp a ra cagarlo al Leopoldo Fe rn a n d ez .Nadie lo conoce. En t o n c e s, fíjate, oye :la metamorfosis del MAS del 2004 al2005 es el asalto de la izquierda tra d i-cional al MAS. Los seminarios del tró-pico eran; “no cometer los errores de lai z q u i e rda tra d i c i o n a l”. ¡Yo lo he colga-do el año 46 a Vi l l a r roel con el PIR! ¡Ytanto le debemos a Vi l l a r roel! Con elPIR y el POR, ¿entiendes, no? Ot roe r ror en el que yo soy coautor: “ ¡ To d oes preferible a que el doctor Paz siga enel gobierno!” Hicimos huelga en Oruroy se nos metió Ba r ri e n t o s, y le damosla oportunidad a este tipo para que lomate al Che Guevara. Si no se matabaen Arque se quedaba 20 años en el po-der. Es el autor del pacto militar-cam-p e s i n o. La clase media lo apoy a b a .¡ Er ror de la izquierda, compañero! Elotro error: Durante el gobierno del ge-neral Torres. En la asamblea, con todoslos izquierdistas ahí, se dijo: ¡Co m p a-ñ e ro s, el compañero To r res está ofre-ciendo co-gobierno! Nos está ofrecien-do la mitad del gabinete y de la admi-n i s t ración. La palabra: Ya ha habido,p u e s, co-gobierno con Paz. ¿Pa ra quévamos a aceptar? Oye, mira ese erro r.Como no aceptamos, ahí llega Ba n ze ry nos saca a todos del gobierno. La caí-da del general Torres contagia la caídade Allende, de Isabel Perón, la muertede más de 30.000 compañeros en la Ar-gentina. La COB ahora va a cometer elmismo error que nosotros cometimoscon el doctor Si l e s. No s o t ros plantea-mos salario mínimo vital con escalamóvil y se produjo una inflación de lag ran mierda. Teníamos una línea bien

e q u i vocada. En el DRU decíamos: nire f o rmismo ni fascismo. Ni el doctorSiles ni el fascismo. No s o t ros somosc o - a u t o res de un proceso bien jodido.Espero que en este proceso no se repi-ta nada de eso. Le hemos quitado unaño de gobierno a Si l e s. ¿Quién ganólas elecciones el 85? ¡Ba n zer nos ganaen todas las minas de la COMIBOL, ca-rajo! Hemos contribuido a un procesode re g resión de la conciencia política.Luego nos llega el 21060. El error estáen la izquierda. Entonces, este procesoque estamos viviendo tiene a esa iz-q u i e rda, sobre todo la fracción del Li-nera, que son los fierreros

G L : Pese al proceso de ca-tequización que desarro-lla la iglesia evangelista enn u e s t ro país, la iglesia ca-tólica conserva una in-mensa mayoría de feligre-

s e s . Cuando el gobierno discute tan ás-peramente con esa dirigencia cleri c a l ,¿no está mellando el sentimiento de lagente? ¿Es necesario poner a la iglesiacatólica “en su lugar” todo el tiempo?¿ Acaso no es mejor respetar su opi-nión como una más de las voces insti-tucionales del país aunque se tengauna opinión distinta?

F E : El mayor de los erro re s, así co-mo oponerse a la autonomía, legalizarel cato de coca en el trópico, es la pene-t ración de la izquierda tradicional en elMAS para su asalto, yo los he calificadocomo delincuentes políticos. Una obraque no es de ellos, aparecen como due-ñ o s, ellos mismos han orientado al go-b i e rno para atacar a la iglesia acusán-dola de imperialista, de defender a laso l i g a rquías del país, los han calificadode chapulines colorados… La iglesia enBolivia ha re volucionado la cuestiónpedagógica para la gente pobre. Aq u íen Cochabamba tienes la Ciudad delNiño y el colegio Juan XXIII. Estos sitiosde atención a los niños más pobres es-tán a lo largo y ancho del terri t o ri o. Ylos líderes de la iglesia: Julio Te r ra z a s,So l a ri, Arze, Ma n ri q u e, son los comba-tientes por la democracia en el país. ElEvo ha llegado al gobierno porque laiglesia ha logrado la democracia. So nlos luchadores por el ideal humano. Yoq u i e ro contarte aquí un hecho: Yo esta-ba en la COB cuando el gobierno de

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O va n d o. Había la guerrilla de Te o p o n t e.O vando estaba nacionalizando la Gu l f .Entonces vienen a la COB y dicen: ElO vando ha ordenado que los matenigual a los que se están entregando enTe o p o n t e. Yo salgo corriendo de la CO Bhacia el ministerio de Minería e Hi d ro-c a r b u ros que funcionaba en el ex localde la oligarquía minera, de los Ara m a-yo, y en el camino me encuentro con elc u ra Prats que era de Justicia y Paz, quee ra una figura gigantesca, y le digo aMa rcelo Qu i roga Santa Cruz hay estai n f o rmación. Una muchacha con sus o m b re ro lok·o que lo estaba acompa-ñando sacó un re vo l ver de su cart e ra yme dijo hijo de puta, los de Te o p o n t eno son cobardes para entre g a r s e. Ha b í asido la Ca rmen Pe re i ra del Jaime Paz. ElMa rcelo pide audiencia al presidente yse va al Palacio y vuelve a las dos hora s.Le he dicho que si no detiene eso, re-nuncio al gobiern o. El cura Prats estabade testigo. En t o n c e s, la defensa de la vi-da, la defensa del pobre, es obra de laiglesia católica. Y es una causa. En t o n-c e s, otro de los grandes erro res del Evo,de la gente que ha asaltado al MAS, esla línea contra la iglesia católica. ¡Nu n-ca nos han ayudado a nosotros lose vangelistas! Du rante el barrientismo yb a n ze ri s m o, todas las iglesias, de Si g l oXX, de Llallagua, eran refugio de los iz-q u i e rd i s t a s. Si el Filemón Escobar noha muert o, y tiene su pellejo bien pues-t o, es gracias a la iglesia católica. De s d eesta tribuna quiero rendir mi homenajea esa iglesia que luchó contra las dicta-d u ras de Ba r rientos y Ba n ze r.

G L : El “p roceso de cam-b i o”, como lo llama el go-b i e rn o, necesita de la ads-c ripción de todos los boli-vianos en el campo y lasciudades para consolidar-

s e , p e ro en sus fechas fundacionales,como el 22 de enero (fundación del Es-tado Pl u ri n a c i o n a l ) , la apatía e indife-rencia de la clase media es sorpre n-dente y re ve l a d o r a . Se podría afirm a rque desconocen la razón de esa fecha ysu consecuente va l o r. ¿ Qué es lo quefalla? ¿El discurso que emerge de lasmultitudes nacional-populares notrasciende?

F E : El MAS, al llegar al gobiern o,dijimos, se va a olvidar de la política de

c o n f rontación. Tenemos que conve r-t i rnos en enemigos de la confro n t a-ción. Adoptar el camino de la izquier-da tradicional, que es el de la confron-tación, es un suicidio para el MAS yp a ra el Evo. ¿Por qué ra zones? El Ta t aBelzu era proteccionista. Él te va a ge-n e rar el movimiento de la política delas nacionalizaciones, toda esa épocadel general Toro, Busch, después de lag u e r ra del Chaco. Luego Vi l l a r roel y elMNR. Todos vienen del Tata Belzu. Y elLinares era del libre cambio. Dejar ha-cer y dejar pasar. Esa pugna no ha de-s a p a recido hasta ahora. Es la famosapugna entre la izquierda y la dere c h a .La izquierda venía de Belzu, los coro-neles del Chaco, de Villarroel, del MNRdel 52. La derecha de Linare s, y luegose vuelve neoliberal con el MIR, conADN… El MAS ya no generaba esa ide-ología. El MAS representaba la filosofíay la cosmovisión andina del par. Laideología de la izquierda es ch’ulla, noreconoce al otro. La derecha tambiénes ch’ulla. La filosofía andina es al re-vés. Me explico ahora: en la época de laColonia, Vicente Pasoskanqui… ¿Sabescuál es su herencia de él? Era aymara .“El día en que la cultura indígena y lac u l t u ra española se combinen habre-mos conseguido una gran civilización”.¡Esa era la línea del MAS! Y llega al go-bierno y va a buscar confrontación conel imperi a l i s m o, aplastar a la oligar-quía, a los vende patria, ¿no te dascuenta? En la época de la guerra fede-ral, Pablo Zárate Willka: “la re g e n e ra-ción de Bolivia sólo es viable por el res-peto recíproco entre el indio y el blan-c o”. No plantea la confrontación. ElMAS busca la confrontación en contrade la historia de los grandes aymara s.Pasoskanqui, Zárate Willka y Franz Ta-m a yo que dice: “Los blancos tenemosque re e d u c a rnos para entender al in-d i o. Al indio hay que reeducar paraque entienda al blanco”. Jaime Mendo-za, qué te dice: “¡Vínculo de hierro en-t re Oriente y Occidente! ¡En t re el ay-mara y el guarayo!”

G L : La Constitución Po l í-tica del Estado Pl u ri n a-cional reconoce a todoslos pueblos indígenas quehabitan este terri t o ri odesde antes de la llegada

de los españoles. Sin embarg o, la Ley

Electoral no les da cabida a todos enla As a m b l e a , lo que inmediatamenteha provocado una frustración en esosp u e b l o s . Si el Estado se democratiza,en esta lógica pluri n a c i o n a l , ¿no de-bería permitir que los distintos boli-vianos estén re p resentados en el de-bate y la legislación?

F E : Yo escucho hablar del EstadoPl u rinacional, leo esto (So b re el pro-blema nacional y colonial de Bo l i v i a ,Jorge Ovando), y me quedo frío. Se hancopiado todo de Stalin para nuestraConstitución... Todo lo que pasaba enla URSS. ¡Se han copiado hasta la listaque está en este libro! Pa ra suerte deeste país este libro cae, después de sie-te años, en manos del aymara Fa u s t oReynaga. El Fausto Reynaga destru yeen media página (La revolución india)un libro de 500 páginas. A ve r. Ahorausted me va a hacer el favor de leer deaquisitos a aquisitos...

GL: Con todo gusto.

FE: Lea usted.

GL: “El marxismo ‘altoperuano’ hatomado a Bolivia como una naciónreal y al Estado como un real poder.Para el cholaje comunista, Bolivia esuna nación y un Estado al estilo delOccidente, y dentro de esta nación hatomado al indio como un conglome-rado de nacionalidades oprimidas. Enla creencia de que Bolivia es como lasanta Rusia, y el indio como las mino-rías étnicas y culturales opri m i d a spor el Zar, han inventado alegremen-te la existencia de 5 naciones grandes,8 nacionalidades pequeñas y 21 tri-bus y grupos etnográficos. Error e ig-norancia. Ignorancia y error”.

FE: Ahora, ¿qué es Bolivia para es-te tipo?

G L : Sigo leyendo: “ En la Co l o n i ahay dos sociedades, dos naciones, dosEstados: España y Tawantinsuyo”.

F E : Coincide con todos los que he-mos citado. ¿A qué llama re volución in-dia Reynaga? Esto tienes que leer bien.

G L : “ Luego la re volución india,superando la yuxtaposición de la na-

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ción mestiza sobre la nación india,unirá en carne y en alma orgánica ypsicológicamente y hará de ambasnaciones una sola nación, de las dosBolivia una sola Bolivia”.

F E : Esa era la misión del Evo. Lohan llevado por el camino de la con-frontación y lo han cagado este proce-so.

G L : Nunca quedó claropor qué te alejaste, o ale-jaron, del MAS. ¿Acaso nopiensas que hay que de-mocratizar la sociedad yel Estado? ¿Acaso no cre-

es que Bolivia es, ante todo, una reali-dad vital y única? ¿Acaso hay tantasoportunidades para dar pasos al fren-te y progresar como país?

F E : No me he salido. Me ha botadoel Evo. Me ha expulsado. El Evo me botacomo agente del imperialismo por ha-ber dejado pasar la Ley de los militare spor el Se n a d o. Hice una conferencia dep rensa acá, en pri m e ra plana Los Ti e m-pos publicó mi re l a t o, por si acaso te lopuedo mostrar ahorita. Un líder quemiente para mí dejó de ser líder. Un lí-der que calumnia para mí ha dejado deser líder. Y desde que llegó al gobiern oel Evo comenzó a mentir, a mentir, am e n t i r. Es el gobierno más mentiro s ode la historia política del país. Nos haengañado con la nacionalización delp e t r ó l e o. El 1ro. de mayo del 2006 todoshemos sido engañados. Nos han ofre c i-

do qué: ser el centro energético del co-no sur. Pasan cinco años y seguimosc o m p rando diesel y gasolina. Pe ro debodecir que yo he cometido un erro r: micandidato vicepresidencial era el Anto-nio Qu i roga. Lo proclamamos en el co-liseo del Don Bosco en La Paz. Ha cami-nado con el Evo abrazados por todo ElPrado hasta San Joaquín. Aquí está mie r ro r: A las seis suena el teléfono y An-tonio me dice: ¡Mi mujer no quiere quesea candidato! Y yo le digo: ya, herm a-n o. Con esa aceptación le entregamos lavice presidencia a dos agentes cubanos:los hermanos Pe re d o, y ahí se metió to-da la izquierda. Yo debía haberlo man-dado al Antonio Qu i roga a la mierda yno aceptar. Es mi erro r. El mismo erro rque comete Trotsky en Rusia. Se muereLenin y Trotsky está re s f ri a d o, no asistea su entierro. Stalin lee un discurso, loescuchan todos y se hace cargo del Es-t a d o. ¿Y para qué? ¡Pa ra luego el Anto-nio Qu i roga se divo rcia de la esposa! Mehe ido a rogar donde el Pablo Ra m o s,me ha mandado a la mierda. He idodonde la Silvia Rive ra, me ha mandadoa la mierda. Entonces fue mi erro r: semete la izquierda, se meten los fierre-ro s, se mete gente que no entiende quées la tradición andino-amazónica.

G L : ¿Tú crees que elp residente Evo Mo r a l e sva a ir a la reelección elaño 2014?

F E : A ve r: me pre-guntaron eso, en la prensa se ha publi-

c a d o. El MAS está en decadencia encinco años. El liderazgo del MNR durócincuenta años. ¿Por qué el MAS encinco años ya tiene su epitafio? Por laapuesta de la confrontación. La salva-ción del MAS está todavía por la líneade la complementariedad y la recipro-cidad, la erradicación vo l u n t a ria de lacoca en el trópico. La autonomía ya nom a rcha más, es otro engaño. De ene-migos de la autonomía hacia amigosde la autonomía… ¡A quién estás ma-m a n d o, pues! Nu e vamente Potosí halanzado la consigna de la federa l i z a-ción. Un solo Estado. Por tanto vamosa reponer el concepto de Re p ú b l i c a ,vamos a seguir festejando el 6 de agos-to y vamos a mandar a la mierda el 22de enero, porque es una propuesta sta-linista el Estado Pl u rinacional. Y tene-mos que derrotar esa propuesta. Va-mos a limpiar el camino, oye, para evi-tar que este proceso caiga. Ha pasadoel tiempo de la izquierda y dere c h a .Detrás de la derecha está la civilizaciónindividualista. Detrás de la izquierd aesta la civilización de los comunari o s,p e ro vamos a mandar a la mierda aquienes hablan por nosotros y los in-dios, y vamos a imponer la filosofía dela reciprocidad.

Cochabamba, febrero, 2005.

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Gonzalo Lema (GL):La gente, en el mundoe n t e ro, se pre g u n t aqué importancia tienesu propio país paralos Estados Unidos de

A m é ri c a . Esa obsesión indica, p o rel contrari o, la importancia quetiene “el imperi o” en el mundo en-t e ro. ¿ Es posible “d o rmir en paz”después de haber expulsado a suembajador de Bolivia? ¿De quédeberíamos pre o c u p a rnos a par-tir de ese momento? ¿O ahora síque estamos bien?

Gu s t a vo Fernández (GF): Re-c o rdemos pri m e ro, Go n z a l o, queningún país latinoamericano esuna amenaza a la seguridad nacio-nal de Estados Un i d o s, como lo fueCuba, cuando los soviéticos insta-l a ron una base opera t i va de misiles

en la isla. Ad e m á s, la atención del“ i m p e ri o” está ahora concentra d aen Ira q, Afganistán, Pa l e s t i n a - Is ra-el, en la imprevisible re volución enlos países árabes y en asegurar elflujo de petróleo del medio ori e n t e.

De otro lado, los lazos econó-micos de Bolivia con Estados Un i-dos ya no son significativo s. Esapotencia no tiene inversiones im-p o rtantes que proteger en el país yBolivia salió del circuito norte deln a rc o t r á f i c o, a principios de losn oventa en el siglo pasado. El in-c remento de precios de las mate-rias primas mejoró sustantiva m e n-te los ingresos por exportaciones ylas re s e rvas del Banco Ce n t ral y, enconsecuencia, el país ya no depen-de de donaciones intern a c i o n a l e so de los flujos de recursos condi-cionados del FMI o del BID.

Al mismo tiempo, creció signifi-c a t i vamente la relación económicay política de Bolivia con Brasil. Lasexportaciones de gas y los flujos denarcotráfico ahora se orientan prin-cipalmente a ese merc a d o. La ex-pansión de la fro n t e ra agrícola so-ye ra está estrechamente vinculadaa la inversión brasilera y al desarro-llo tecnológico de ese país. Es decir,cambió la dirección de nuestro rela-cionamiento extern o. Nos sudame-ricanizamos o, si prefieres, para po-nerlo más claro, nos brasilerizamos.

En dos palabra s, Estados Un i-dos no tiene intereses específicosen Bolivia, ni económicos ni de se-g u ridad y se ha reducido la depen-dencia de la cooperación financie-ra de organismos controlados porEstados Un i d o s. Bolivia no es unaamenaza para esa potencia.

G u s ta v o Fer n á n dez: “ Bolivia tiene gravita c ión

en el Pa c í fic o

de sde tiempo inmemor i a l”

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DATOS

Gu s t a vo Fernández Saave d ra , 7 2años, nació en Cochabamba (Bolivia),se diplomó como Abogado en la Uni-versidad Mayor de San Simón de esaciudad, en la que fue Profesor de Dere-cho Internacional Público. Director de

la Junta del Acuerdo de Cartagenaen Lima; Director de CoordinaciónLatinoamericana del SELA en Ca-ra c a s ; Consultor de PNUD/UNC-TAD en Quito. Director de Proyectode UNCTA D / C E PAL/PNUD Gi n e-b ra y consultor del ILPES y delBID. Presidente de la IX Asamblea

Ordinaria de la OEA, Presidente delConsejo Andino de Ministros de Rela-ciones Exteriores. Desempeñó las fun-ciones de Embajador de Bolivia anteel Gobierno del

Brasil en 1983-1984; Cónsul Ge n e ra lde Bolivia en Chile (2000-2001), Mi-n i s t ro Se c retario de In t e g ración en1978; Ministro de la Presidencia entre1989 y 1993; Mi n i s t ro de Re l a c i o n e sEx t e r i o res en tres ocasiones, 1 9 7 9 ;1984-85 y 2001-2002; candidato a laVi c e p residencia en 1989. Re p re s e n-tante de la Corporación Andina de Fo-mento en el Perú (1998-1999). Jefe dela Misión de Observación Electoral dela OEA en Ni c a ragua (2006) y en ElS a l vador (2009). Asesor de la Pre s i-dencia de la Corporación Andina deFo m e n t o. Mi e m b ro del Grupo de Re-f l exión del Se c retario Ge n e ral de laOEA. Consultor de varios organismosinternacionales. Autor de dos libros ynumerosos ensayos.

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Esas ra zones explican por qué sepuede expulsar al Embajador de Esta-dos Unidos sin esperar re p resalias in-m e d i a t a s. La relación costo-beneficiode una intervención militar nort e a-m e ricana en Bolivia sería muy alta yel ejercicio no vale la pena. Pe ro, esono nos hace inmunes a la acción deli m p e rio si decide actuar. Tiene mu-chas otras formas de hacer sentir sum a l e s t a r. Pe ro, clara m e n t e, ha decidi-do actuar con paciencia, como lo de-m u e s t ra el hecho de que sus expre-siones sobre Ve n ezuela y Ni c a ra g u ason mucho más duras que las queutiliza sobre Bolivia. En una ocasión,en Ni c a ragua, Tom Shannon me dijoque Estados Unidos podía espera r,que el proceso de inclusión social erainevitable y necesario y que no queríahacer nada que ofendiera a los boli-v i a n o s.

Por ciert o, otra cosa es con Bra s i l .Bolivia está en su zona de interés na-cional y de influencia. De c l a rar per-sona non grata a un re p resentante di-plomático de ese país pro b a b l e m e n t etendría consecuencias.

G L : No s o t ro s h e m o sc re c i d o e n u n m un dopolíticamente bipolar(EEUU-URSS) que lue-go devino en unipolar( U S A ) . Sin embarg o, l a s

noticias dan cuenta de la form a-ción de va rios “p o l o s” a pro p ó s i t ode diferentes temas: p e t r ó l e o, d e-s a r rollo nuclear, i d e o l o g í a , c o m e r-c i o, e t c é t e r a . Nu e s t ro pre s i d e n t eviaja a los países árabes, a f ri c a n o s ,a m e ricanos… ¿Es posible deducirun interés suyo de formar parte dealguno de esos polos? Y, si es así,¿mejor si es un polo manifiesta-mente anti-imperi o ?

G F : Unas palabras sobre la confi-guración del sistema internacional nosayudarán a poner las cosas en pers-p e c t i va, Go n z a l o. El sistema intern a-cional es unipolar en términos milita-re s. Estados Unidos re p resenta cerc ade la mitad (el 42%, para ser más preci-sos) del gasto militar mundial. Es decir,la suma de todas las otras potencias,amigas y competidoras, apenas alcan-za para igualar su gasto, lo cual no

quiere decir nada en términos tecnoló-g i c o s, terreno en el que nadie discutela hegemonía de los gringos. Pero, co-mo lo comprobaron la invasión sovié-tica en Afganistán y la americana enIrak, el poder militar no es, por sí, sufi-c i e n t e. Estados Unidos puede ganartodas las guerras y, aún así, le resultarádifícil imponer su voluntad.

En cambio, en el plano económi-c o, el mundo es crecientemente mul-t i p o l a r. Los poderes tra d i c i o n a l e s–Estados Un i d o s, Japón, Unión Eu ro-pea— ya no pueden administrar solosel mundo. Por eso se creó el G-20, pa-ra incluir a las potencias emerg e n t e sen el proceso de concertación econó-mica global (los BRICS), entre lascuales China es la nueva estrella. Esel segundo PIB del mundo. Pe ro toda-vía está lejos de Estados Un i d o s.7.973 mil millones de dólares de PI Bf rente a 14.260. A pro p ó s i t o, el PIB deA m é rica del Sur se encuentra en elo rden de los 400 mil millones de dó-l a re s.

A g reguemos otro dato que mar-cará el siglo XXI. Es el desplazamien-to pro g re s i vo del eje de poder econó-mico mundial, del Atlántico al Pa c í f i-c o. Estados Unidos seguirá siendo ac-tor pro t a g ó n i c o, en el plano econó-m i c o, pero compartirá la cabecera dela mesa con China, que desplazará deese lugar a Eu ro p a .

Por ciert o, Bolivia no es un actorglobal. No es Ve n ezuela, fundadorade la OPE P, con antiguos lazos conpaíses del medio ori e n t e. Ta m p o c oes Brasil, potencia de proye c c i ó nmundial, de raíz africana y vínculoseconómicos y comerciales import a n-tes con China. Los viajes pre s i d e n c i a-les al medio oriente y África no tienenexplicación económica o política sus-t a n t i va. Ni traen consecuencias. Elpaís no tiene intereses que proye c t a rni recursos que captar en esas re g i o-n e s.

El espacio del re l a c i o n a m i e n t oeconómico y político de Bolivia en elsiglo XXI será el Brasil y América Lati-na. Bolivia es la fro n t e ra más larga dela potencia emergente regional. Estáen su zona de influencia directa. Y

hay que re g i s t rar y repetir este dato,p a ra no olvidarlo.

G L : Eu ropa Oc c i d e n t a lmanifestó su agrado an-te la presidencia de EvoMorales Ayma y se afanóen re c i b i rlo con todoslos honore s . Al cabo de

algunos años, ¿cómo ha evo l u c i o n a-do la relación de esos países con eln u e s t ro? ¿Estamos más cerca queantes de Eu ropa a propósito de algu-nos temas?

G F : La historia de Bolivia y Amé-ri c a Latina está estrechamente ligadaa Eu ropa. Mal que nos pese, lleva m o sen los genes del mestizaje, la historia yla cultura de los conquistadore s, paraalgunos como culpa, para otros comom o t i vo de org u l l o. Hasta hace re l a t i-vamente poco, en el proceso de demo-c ratización de los años ochenta y en laconclusión de las guerras civiles cen-t ro a m e ri c a n a s, Eu ropa jugó un papelre l e va n t e, del lado de los buenos.Equilibró el peso del “ i m p e ri o”.

Pe ro los caminos se bifurcan. Eu-ropa está con las manos llenas en elp roceso interminable de constru c c i ó nde una identidad europea. Y sus an-gustias principales se concentran en elchoque de civilizaciones, en la fronterade los mundos cristiano y musulmán,en su dependencia petrolera y en la re-lación con sus viejas colonias afri c a-nas. En cambio, China es ahora el prin-cipal socio comercial de Brasil, Chile yva en camino de serlo de Perú, Colom-bia, Venezuela y Argentina. Y en la me-dida en que aumenta la distancia eco-nómica, comercial y tecnológica conEuropa, se diluyen antiguas afinidadesy se pierden afectos políticos. Es la cró-nica de una separación anunciada.

Tengo la impresión que la simpa-tía con la que la opinión pública euro-pea recibió a Evo Mo ra l e s, se ha idop e rdiendo poco a poco, en la medidaen que la llegada del presidente indí-gena dejaba de ser novedad e iba to-mando cuerpo la imagen de un régi-men nacionalista y contestatario quec o n f rontaba a sus intereses económi-c o s, a sus inversiones y a sus va l o re sc u l t u rales y políticos.

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Pe ro, en todo caso, eso no signifi-ca mucho, ni para bien ni para mal.Como traté de decirte antes, Eu ro p aestá cada vez más lejos.

G L : En nuestro subcon-tinente se adve rt í a , h a s-ta hace algún tiempo,una aproximación de lospaíses vecinos hacia no-s o t ros por la import a n-

cia del gas, p e ro en estos días no sepodría afirmar lo mismo. Chile noaltera ni modifica su posición re s-pecto a nosotro s . El Perú nos miracon distancia porque alguna torpez ahubo hacia ellos de parte nuestra. E lBrasil actual no nos manifiesta elmismo cariño de Lu l a . El Pa r a g u a yp re f i rió respetar sus leyes antes quecomplacer a nuestro gobierno en elcaso Ma rio Co s s í o. La Arg e n t i n a ,q u i z á s , es el país que mantiene unac e rcanía desde hace algunos años.¿ Para Bolivia no sería mejor jugarun rol esencial en esta área antesque buscar pertenecer a algún polocon países de otros continentes yotras culturas, i n c l u s i ve de otra civi-lización? ¿No podríamos nuclear an u e s t ros vecinos por el gas, el agua,el tránsito del comercio y cobraruna ve rdadera significación? De s-pués de todo, estamos en el centromismo de Sur Améri c a …

G F : Es una pregunta de muchasre s p u e s t a s, Go n z a l o. Co m e n c e m o spor destacar dos activos bolivianos. Elp ri m e ro es su emplazamiento geográ-f i c o. El segundo, el gas, como bien su-b ra y a s.

El emplazamiento geográfico deBolivia es su principal activo geopolí-t i c o. En el centro del continente, en lalínea divisoria de las aguas, Bolivia fueel espacio interior vacío de Améri c adel Su r, en la mitad de ninguna part e.La alejaban del Pacífico la Co rd i l l e rade los Andes y del Atlántico la fore s t ahúmeda del Amazonas y los desiert o sdel Chaco. Al promediar el siglo XX,los países ve c i n o s, que se desarro l l a-ron al borde del mar, descubri e ron suespacio interior y, en ese pro c e s o, see n c o n t ra ron con Bolivia. Esta afirm a-ción es part i c u l a rmente válida para elBrasil que, luego de la fundación de

Brasilia, desarrolló uno de los polosagrícolas más importantes del mundoen el centro - o e s t e, en Goias y Ca m p oGra n d e, en la proximidad de Bo l i v i a .En una escala distinta y con mediosd i f e re n t e s, volvió a cobrar fuerza en-tonces la marcha de las bandeiras ha-cia el Alto Perú y el Pa c í f i c o. Por esec a m i n o, Brasil podría alcanzar la vi-sión imperial de un Estado continen-tal, con acceso a dos mare s, en el pla-no económico, ya que no terri t o rial. Y,del otro lado, desde el Perú y Chile, to-mó impulso la urgencia de llegar alg ran mercado bra s i l e ro del futuro.

A la luz de esas tendencias, queri-do Go n z a l o, la ubicación espacial deBolivia toma otro carácter, muchomás intere s a n t e. En los cincuentas,Luis Fe rnando Guachalla habló deBolivia como punto de encuentro.A h o ra puede ser más que eso. El esla-bón que una, el puente entre lascuencas del Amazo n a s, del Plata y delPa c i f i c o. Pe ro eso exige que Bo l i v i adefina sus propias pri o ridades y, en lamedida de sus posibilidades, influyaen la agenda y en la orientación de lai n t e g ración regional. Pa ra eso, tieneque afirmar su gravitación en el Pa c í-fico y ser capaz de mantener su iden-tidad en el inevitable encuentro conla gran potencia bra s i l e ra. Bolivia nodebe ser, solamente, el terri t o rio en elque otros se encuentren, punto det r á n s i t o, pascana en el camino.

Esos son, si tú quiere s, la visiónl a rga, la vocación geopolítica y losdesafíos del país en este siglo.

Si e m p re queda la posibilidad, quehay que re s i s t i r, de re t o rnar a la visiónt radicional del uku runa, re p l e g a d os o b re sí mismo, desconfiado y temero-so de los ve c i n o s, inseguro de sus pro-pias fuerz a s. Ahora mismo, Bolivia es-tá distanciada del Perú y Pa raguay yc o n f rontada con Chile y Colombia. Ar-gentina nos mira otra vez como a loscabecitas negras cuya conducta no lo-g ra descifra r. Y el propio Brasil tienedudas sobre lo que efectiva m e n t epuede hacer con este pequeño paísque apenas distingue, lejos, tras lab ruma de las montañas, por el que tie-ne simpatía, pero que apenas entien-d e.

Estos son los países que ve rd a d e-ramente nos interesan. De lo que ha-gan, de la manera cómo nos re l a c i o-nemos con ellos, depende en buenamedida lo que podamos ser. No estoyc o n t ra de la amistad con Ve n ez u e l a ,aliado tradicional de Bolivia, desdeBo l í var y Su c re, padres de la patri a .No importa que su presidente seaC h á vez o Carlos Andrés Pérez. Pe rode allí a conve rtir la relación con Ir á ny Ni c a ragua (e inclusive con Ec u a d o ry Cuba) en eje de la proyección exter-na de Bolivia, hay mucho tre c h o.

Creo que ahora podemos hablarun poco del gas. Pa ra comenzar hayque anotar una pri m e ra diferencia: laplata y el estaño se vendían a las po-tencias de ultra m a r. El mercado pri n-cipal del gas está en América Latina.

Al comenzar este siglo nos sor-p rendió a todos la noticia que las re-s e rvas nacionales de gas natural habí-an aumentado cerca de diez ve c e s, de4 a 50 TC F s. Nu e s t ras re s e rvas podrí-an cubrir toda la demanda de energ í ade España por un siglo, como le dijo elPresidente de Repsol al Rey Juan Ca r-l o s, en una reunión en Ma d rid. Era unmomento especial. El producto era es-pecialmente apreciado por su limpie-za, los precios estaban en alza, el ga-soducto ya estaba tendido y la deman-da de Brasil crecía a ritmos sostenidos.Todo indicaba que el desarrollo delBrasil dependería del gas boliviano. O,por lo menos, eso es lo que cre í a m o s.A rgentina volvía a pedir gas boliviano,a r repentida de la decisión de 1990,cuando dio por concluida una opera-ción de más de veinte años. Todos sa-bían que la carencia de fuentes pro-pias de energía era una de las pri n c i-pales limitaciones estru c t u rales deld e s a r rollo de Chile y no había quepensar mucho para llegar a la conclu-sión que era o podía ser un incentivop a ra una forma de complementación,útil para re s o l ver los problemas bilate-ra l e s. Más aún, se abrió la posibilidadde exportar gas natural en estado lí-quido (LNG) al mercado de Ca l i f o rn i a .

Pe ro, al finalizar la pri m e ra décadadel nuevo siglo, esas expectativas to-c a ron techo. Acaba de publicarse quelas re s e rvas bolivianas de gas natura lc a ye ron del segundo al sexto puesto

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en el ranking latinoamericano (segúnlos últimos datos, las re s e rvas pro b a-das se encuentran en el rango de los 9TCFs). Algunos atri b u yen esa caída ala nacionalización del gas de 2006 y alescaso afecto que muestra el gobiern onacional a las inversiones extra n j e ra s,p e ro la ve rdad es que ocurri e ron cosasmás import a n t e s, que no habíamosp re v i s t o.

En efecto, la posibilidad de tra n s-p o rtar gas natural en estado líquido(LNG) en grandes buques tanquero s,borró de pronto la ventaja compara t i-va de la que Bolivia disfrutaba cuan-do el gas sólo se podía vender a tra v é sde ductos. La significación de estedato se puso en evidencia cuandotanto Brasil como Chile compra ro nLNG de Argelia y Trinidad Tobago y lop ro c e s a ron en plantas de re g a s i f i c a-ción. Como si eso no fuera suficiente,Brasil descubrió yacimientos gigan-tescos de petróleo y gas natural, enlos depósitos del pre-sal, en su mart e r ri t o rial, en Santos y a partir de esemomento la industria de San Pa b l oo p e ra con la cert eza de que ya no de-penderá de las compras de nuestrop a í s, que sus propias re s e rvas gara n-tizarán su autoabastecimiento dee n e rgía y que permitirán a Brasil in-g resar en el club de export a d o re smundiales de petróleo. Fi n a l m e n t e,p a ra cerrar el circuito de estas malasnoticias (para Bolivia, desde luego),en Estados Unidos y Eu ropa se incre-mentó la producción de gas no con-vencional, extraído de yacimientos dep i e d ra pizarra, facilitado por el desa-r rollo reciente de nuevas tecnologías,que presiona a la reducción de la de-manda global y de los precios de gasn a t u ral.

El resultado es claro. No sólo losp recios de gas natural tienden a labaja, sino que Bolivia perdió su con-dición de abastecedor privilegiado dee n e rgía. Esto no quiere decir, porc i e rt o, que dejará de producir y ve n-der gas. Significa que perdió las ve n-tajas de su posición geográfica y quese redujo su capacidad de negocia-ción para obtener ventajas económi-cas y políticas. Es un mercado dec o m p ra d o re s. Ellos fijarán las condi-c i o n e s.

Es innecesario decir que esan u e va realidad afectará las re l a c i o n e sde Bolivia con sus ve c i n o s.

Un apunte más, a mi juicio extre-madamente import a n t e. Habrás no-tado que Bolivia ya no pertenece aninguno de los bloques de integra-ción de América Latina. La Co m u n i-dad Andina dejó de existir para todoslos efectos y Bolivia no ha sido invita-da a formar parte del Arco del Pa c í f i-c o, la nueva organización económicay política de Chile, Perú, Colombia yM é x i c o. Costó mucho entrar en elGrupo Andino, reclamar y obtener unlugar entre los países de la Cu e n c adel Pa c í f i c o, para que, así, sin queapenas nos demos cuenta, nos en-c o n t remos que estamos otra vez re-plegados detrás de nuestras monta-ñ a s.

Y, del otro lado, tampoco nos in-c o r p o ramos al MERCOSUR. Nos invi-t a ron formalmente a ingre s a r, peroluego de la nacionalización del gas,Brasil, que es el ve rd a d e ro líder deese gru p o, dio un paso atrás y seconstituyó una comisión (que no seha reunido nunca) para discutir lascondiciones de nuestro acceso.

En otras palabras: ¿cómo espera-mos ser el Estado-puente que re c l a-ma nuestra vocación geopolítica, sino somos capaces de afirmar nuestrap resencia activa en los procesos dei n t e g ración regional?

No faltará el pesimista que se pre-g u n t e, además, cómo nos la arre g l a-remos ahora que pasó ante nuestro sojos y se alejó como una centella lao p o rtunidad de utilizar el gas natura lcomo instrumento de nuestro desa-r ro l l o, sunchu luminaria jina, comodecíamos los viejos cochabambinos.Pe ro, si tomo la pregunta, te diré quee n f rentamos momentos mucho peo-re s. Y no hace mucho. En los añosochenta, cuando colapsaron los pre-cios del estaño y en un sólo año per-dimos el sesenta por ciento de las ex-p o rtaciones y se despidió al ochentapor ciento de los tra b a j a d o res mine-ros del país. Pa recía que el mundo sehabía acabado, pero aquí estamos to-davía, Go n z a l o.

G L : La creciente impor-tancia de las re l a c i o n e si n t e rnacionales motivaa todos los países a for-mar personal para lo-grar una re p re s e n t a c i ó n

nacional de gran nive l . Esto implica,a d e m á s , la elaboración de políticasde Estado muy re f l e x i o n a d a s , de lar-ga duración, capaces de sobrevivir alcambio de los gobiern o s . Pe ro enn u e s t ro país la gente opina que sehan vaciado los cafés de la bohemiapara atender nuestro servicio diplo-m á t i c o. ¿ Por qué no somos capacesde “c re c e r” en todo este tema? ¿Po rqué no nos ave rgüenza la improv i s a-ción diplomática?

G F : Algo se hizo en la dire c c i ó nque señalas, estimado Gonzalo. No de-ben ser más de dos o tres décadas quese comenzó a formar personal pro f e-sional, con la Academia Di p l o m á t i c a ,por una parte y, por otra, garantizandola permanencia de los funcionarios ensus cargos y facilitando su rotación enel servicio exteri o r, como debe ser. Esc i e rt o, sin embarg o, que fueron muycontados los funcionarios de carre raque llegaron a ejercer dignidades deEm b a j a d o r. En las re p re s e n t a c i o n e simportantes, casi siempre se prefirió aEmbajadores políticos, designados porel Presidente de la República. Pensán-dolo bien, tienes razón. Hay una can-t e ra interesante de exMi n i s t ros y ex-Presidentes, con experiencia en el ejer-cicio de la función pública y conoci-miento de los problemas nacionales,que podrían complementar bien el tra-bajo de los funcionarios de Cancillería.En los ochentas, en el gobierno de Pre-sidente Siles Su a zo, el Dr. Wálter Gu e-vara fue Embajador en Venezuela y do-ña Lydia Gueiler en Colombia, amboscon gran éxito.

En los pri m e ros años de este Go-b i e rno se despidió un número impor-tante de funcionarios profesionales delMi n i s t e rio de Relaciones Ex t e ri o re s,p e ro tengo entendido que quedó ung ru p o, cuyo impacto en la política ex-terior no conozco. No estoy seguro quese hayan producido avances en el Ser-vicio Consular, donde, desde hace mu-cho tiempo, han pre valecido las re c o-mendaciones personales o políticas.

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A riesgo que me digas “mal de mu-chos, consuelo de tontos”, debo recor-dar que pocas Cancillerías de Américadel Sur han logrado institucionalizarla carre ra diplomática en seri o. De s d el u e g o, tienes que mencionar a It a m a-raty y Torre Tagle como ejemplos, perono todas llegan a ese nivel.

G L : Desde muy antiguose afirma que el re s p e t oa las leyes intern a c i o n a-les está estre c h a m e n t eligado al respeto que unp a í s , o va ri o s , s i e n t e n

p or otro u o tro s . Ese resp eto ese m e rgente de algunos poderíos, c o-mo por ejemplo el militar, pues esdifícil hacer respetar las leyes marí-timas ante una flota pesquera ru s aacompañada de algún submari n on u c l e a r. O del respeto a su desarro-l l o. La industrialización suiza fun-ciona mejor que un ejército que,a d e m á s , no lo tiene. ¿ Qué debe tra-bajar Bolivia para lograr un real re s-peto de parte de los vecinos y de lacomunidad internacional? ¿Qué ta-reas debemos desarrollar para quenos miren sin paternalismo alguno?

G F : Las exportaciones bolivianas,pese a todo lo que han crecido en losúltimos años, son menores que las deHo n d u ra s, Pa raguay o Uru g u a y. Nu e s-t ra población es menor que la delEc u a d o r, cuya superficie es bastantemás pequeña. El producto intern obruto de Bolivia, cerca de doce mil mi-llones de dólare s, es uno de los másbajos de América Latina. Y su podermilitar es muy bajo. Es decir, si se usanlos criterios habituales para calificar elpoderío de un país, al nuestro le faltabastante para calificar como potenciamediana regional.

En un trabajo que acabo de pre-sentar en un seminario en Río de Ja-n e i ro, describo así las limitaciones es-tructurales con las que nacimos comoRepública.

• Estru c t u ra política oligárq u i c a .Instituciones débiles. Au t o ri t a ri s m o.

• Exclusión social. Po b reza, desi-gualdad. Recursos humanos sin for-m a c i ó n .

• De s a rticulación terri t o rial. Po-blación pequeña en enorme terri t o-ri o. Inexistencia de mercado intern o.

• Aislamiento geográfico, agra va-do por el despojo de la cualidad ma-rítima en la guerra del Pa c í f i c o,

• Co n c e n t ración y tra n s f e re n c i adel exc e d e n t e. Bajo nivel de ahorro yde inve r s i ó n .

• In s e rción internacional frágil,v u l n e ra b l e, marginal y dependiente.Ex p o rt a d o ra de materias pri m a s.Co m p ra d o ra de manufacturas y co-n o c i m i e n t o.

Hemos comenzado a superar esasd i f i c u l t a d e s. La de hoy es una socie-dad con creciente grado de urbaniza-ción, alfabetizada, con índices de de-s a r rollo humano que se acercan a losdel promedio latinoameri c a n o, en unt e r ri t o rio crecientemente art i c u l a d o.Ca m i n o s, comunicaciones aére a s, te-lefonía, televisión, In t e rnet, unen unapoblación diez veces más grande quela original. La Paz, Cochabamba ySanta Cruz, proponen la soldadura delos tres pisos ecológicos de la nacióny establecen la base de un merc a d onacional. Son el núcleo de cohesiónnacional. Ese eje se une en la puert adel Pacífico con Oru ro y se proye c t aal Sur con Chuquisaca y Ta rija y alNo rte con Beni y Pa n d o. Por pri m e ravez, el país tiene la masa crítica míni-ma para generar un proceso de desa-r rollo económico, político y social ens e ri o.

Creo que conozco el Continente ydebo decirte que soy firmemente opti-mista sobre el potencial del país. Tene-mos una antigua y profunda raíz cultu-ral. Nu e s t ra identidad se mide en si-glos. A tropezones, con todos los erro-res que podamos contabilizar, segui-mos avanzando en integrar la nación yen cerrar los abismos que dividíann u e s t ra sociedad. Y habitamos un te-r ri t o rio con una envidiable dotaciónde recursos. Tenemos dónde crecer. Noes el caso de muchos países de Améri-ca Latina. La historia de Bolivia es dra-mática, pero lo es por el espíritu indo-mable de su pueblo. No hemos bajadonunca las manos.

G L : ¿ Conoces tú cuál esla opinión intern a c i o n a la c e rca de nuestro pro c e-so social? Es decir: ¿ h a-llarán que estamos másintegrados socialmente,

que estamos construyendo un cuer-po social único aunque lleno de en-ri q u e c e d o res matices? En buenasc u e n t a s : ¿pensarán que se está pro-fesando (¡al fin!) el respeto del indioal blanco y del blanco al indio?

G F : Una de las más antiguas y per-versas fra c t u ras bolivianas es la discri-minación y exclusión indígena. No ca-be duda. Mi padre me enseñó a ve r l a ,en Arampampa, en el norte de Po t o s í .Los de mi generación creímos que lahabía cerrado la Re f o rma Agra ria y laRe volución Nacional. No en vano la de1952 fue una de las cuatro grandes re-voluciones del siglo XX, junto a la me-xicana, la soviética y la cubana. Y nosdedicamos a construir la sociedad de-mocrática. Pe ro no era así, por lo quese ha probado en la práctica. Por eso,el proceso que tomó impulso a part i rde 2005 era necesario y es bienve n i d o.Ese problema tenía que re s o l ve r s e.

Yo no creo en la confro n t a c i ó n“ i n d i o - b l a n c o”. No re c o n ozco esas ca-t e g o r í a s. No forman parte de mi expe-riencia personal. Los indigenistas a ul-t ranza rechazan el mestizaje, pero nolo pueden negar. Es un dato. Co m odecíamos en Cochabamba, “todos so-mos cholos o yugoslavo s”. Y ésa es lam a t riz étnica que une el país, tra n s-ve r s a l m e n t e. De oriente a occidente.De sur a nort e. Estoy convencido quela confrontación cultural que marca lah i s t o ria boliviana reciente no es la deindios o blancos. Es la de los va l o re s,p rincipios y modos de vida del mundoru ral con los que trae el mundo urba-n o, provocada por el intenso pro c e s ode migración del campo a la ciudad yde las montañas a las tierras bajas.

En la ciudad se tra n s f o rma cadaaspecto de la vida humana. Los nive-les de vida, la estru c t u ra de la familia,las condiciones de tra b a j o, las habili-dades y el conocimiento, la re p re s e n-tación política, la relación con la natu-ra l eza, la idea del tiempo y la perc e p-ción de la existencia humana. No son

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mis palabra s, Go n z a l o. Las ha escri t oMa rtin Ja c q u e s, en su libro “W h e nChina rules the world” para explicarselo que está ocurriendo del otro ladodel planeta.

G L : Pasado el gobiern ode la señora Michelle Ba-c h e l e t, con quien el pre-sidente Morales pare c i ód e s a r rollar una amistad,los bolivianos sentimos

que la política chilena con Bolivia esd i s t r a c t i va y oport u n i s t a . S e g u i m o sdonde estamos desde que se perd i óla guerra (los puertos) en el sigloX I X . Considerando que es la únicaguerra donde perdimos todo, es dep resumir que no nos cansaremos dereclamar por lo menos algo de loque fue nuestro. ¿ No es tiempo dep resionar con mayor intensidad yp e rman entemen te s obre el lo s?Nuestra posición luce débil, c o n f u s ay simplemente vo l u n t a ri s t a …

G F : Esta es una pregunta comple-ja, Gonzalo y me vas a obligar a ela-b o rar una respuesta apro p i a d a .

L o rd Palmerston dijo, hace mu-cho tiempo, que los Estados no tie-nen amigos, sólo tienen intere s e s. Lasafinidades personales –o un part i d ode fulbito- pueden facilitar el diálogo,p e ro no re s u e l ven los pro b l e m a s. Yéste ya lleva más de ciento tre i n t aa ñ o s, lo que da una medida de lamagnitud de los obstáculos que hayque supera r. La señora Bachelet pare-cía tener una simpatía auténtica porEvo Mo ra l e s, como lo filtró uno de loscables de Wi k i l e a k s, pero no se mov i óun centímetro de la posición tra d i-cional de Chile.

En un par de re u n i o n e s, he escu-chado decir a gente seria, bien infor-mada, que este asunto ya está debuen tamaño, que Bolivia tiene otra st a reas más urgentes que atender yque el Go b i e rno y la Cancillería debí-an ocuparse de otras cosas, en lugarde vivir con la obsesión del mar. Po re s o, creo que es pertinente re c o rd a rlas ra zones por las que la demandade re i n t e g ración marítima ha ocupa-do un lugar tan prominente en la po-lítica exterior del país.

Es tanto la reivindicación de und e recho histórico cuanto expresión deuna necesidad actual, geográfica, eco-nómica y política actual. Más allá de lare c u p e ración de acceso soberano alm a r, a través de una conexión terri t o-rial igualmente soberana, implica afir-mar y proyectar la presencia boliviana,económica, cultural y política en todael área del Pacífico central. Hay mu-chas ra zones que justifican esa posi-ción. Unas encuentran su raíz en lah i s t o ria. Ot ra s, más actuales, tienenque ver con el desarro l l o. Bolivia per-dió cualidad marítima, no sólo terri t o-ri o. Es una situación diferente a la delas consecuencias de las guerras delAc re y del Chaco. Pe rdimos en esasc o n t i e n d a s, pero no dejamos de serpaíses amazónicos y platenses. Enc a m b i o, en 1879, dejamos de ser ri b e-reños del mar, nos quitaron la pre s e n-cia en el Pa c í f i c o. No somos parte de laA PE P. Quedamos enclaustra d o s. De-pendemos de la voluntad de otros paí-ses para canalizar nuestro comerc i oe x t e rior y para definir las modalidadesde nuestra inserción en el sistema in-t e rnacional. Y no deja de sublevar laidea de que no siempre fue así. Qu eteníamos mar, costa y puerto y que losp e rdimos por una guerra de expan-sión, fríamente planificada.

Y anotemos que no sólo perd i ócosta y cualidad marítima, sino quefue despojada de ri q u ezas mineras demagnitud mayor que la que soñamosnunca. Frente a Chuquicamata, pro-d u c t o ra de cobre, que quedó enn u e s t ro antiguo litoral, empequeñe-cen las minas legendarias de Potosí yLa Sa l va d o ra .

La mediterraneidad es un factorde atra s o. Diplomáticos y medios chi-lenos repiten constantemente que esono es cierto y que Suiza es la pru e b ade que un país sin acceso soberano almar puede figurar entre las economí-as más avanzadas del mundo. Y lo di-cen con tanta seguridad que algunosc o m p a t riotas han terminado poraceptar ese arg u m e n t o. La ve rdad esdistinta. En un informe escrito paraU N C TA D, el Dr. David Nowlan, Pro f e-sor de Economía de la Un i versidad deTo ro n t o, re c o rdó que “sólo cinco delos países mediterráneos del mundo

son países desarro l l a d o s. Los re s t a n-tes 21 están en las categorías de masbajos ingresos y 15 de ellos son losmas atrasados del mundo". Je f f re ySachs ha escrito va rias veces que lam e d i t e r raneidad es una causa de sub-d e s a r rollo y un reciente In f o rme delBanco Mundial (el del año 2009), in-siste en el punto. Te voy a leer el texto:“el aislamiento geográfico aumenta ladistancia económica a los merc a d o s.Es peor si el país es pequeño y no tie-ne mercado interno que justifique osustente procesos de industri a l i z a-ción y peor aún si los vecinos son po-b re s”. Menciona explícitamente a Bo-livia, para indicar que “los países me-diterráneos (sin acceso al mar) sonafectados por los altos costos det ra n s p o rte ocasionados por serv i c i o sde tra n s p o rte caros y poco confiables.A g rega, “son sistemas sobre re g u l a d o s,con servicios logísticos ineficientes,e m p resas oligopólicas y corru p c i ó nen los corre d o res intern a c i o n a l e s. Ca-da día de atraso aumenta el costo det ra n s p o rte en 70 km”.

Por ciert o, además, la re c u p e ra-ción de la cualidad marítima y el ac-ceso a las rutas marítimas, a través deun terri t o rio en el que ejerza juri s d i c-ción y soberanía plenas, es una con-dición esencial de la existencia delEstado boliviano y del cumplimientode su rol continental, de punto dee q u i l i b rio y conve rgencia.

A esas ra zones se suma un datoc o n t e m p o r á n e o. El riesgo que la on-da expansiva del crecimiento de last i e r ras bajas, impulsado por las ex-p o rtaciones de gas, hierro, soya, dañeel equilibrio geopolítico interno -larelación de poder entre occidente y elo riente boliviano-, con consecuen-cias impre v i s i b l e s. Ese peligro sólopuede contra r restarse aumentando lag ravitación y la presencia de Bo l i v i aen el Pa c í f i c o, estrechamente vincula-das con la demanda de re i n t e g ra c i ó nmarítima soberana.

Hay que decir otra cosa, fuerte yc l a ro. El enclaustramiento de Bo l i v i ano es sólo un problema boliviano. Escontinental, afecta la seguridad y lapaz regional, como lo declaró la me-m o rable Asambl ea de la OEA de

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1979. En sus palabra s, el acceso so-b e rano y útil de Bolivia al Océano Pa-cífico es de “interés hemisférico per-m a n e n t e”.

Si de algo sirvió el frustrado diálo-go de los 13 puntos, fue para sacar a las u p e rficie del debate político chileno,el reconocimiento de que está en el in-terés de Chile dar término a su conflic-to con Bolivia. Ya lo hizo con Argentinacon los acuerdos de Campos de Hielo.Procuró llegar a un resultado semejan-te con su esfuerzo para cerrar con elPerú los detalles de la Ejecución delTratado de 1929, pero el planteo pe-ruano sobre la delimitación del territo-rio marítimo repuso el estado de con-t roversia bilateral. Bolivia es su gra ntema pendiente. Simplemente ya nopuede ignorarlo. Trató de hacerlo des-de la conclusión de la guerra del Pacífi-co, pero esa certeza falsa se ha socava-do por la comprobación diaria de queel desarrollo del No rte depende de larelación con Bolivia, que la comunica-ción de los puertos del Pacífico con losm e rcados del Brasil re q u i e re paso port e r ri t o rio boliviano y que necesitae n e rgía boliviana para su desarro l l o.Tres ex Pre s i d e n t e s, cuatro o cinco exCancilleres, jefes militares en retiro, in-telectuales e histori a d o res chilenos,han dicho públicamente que el proble-ma ya no se puede soslayar, que hayque enfrentarlo y re s o l ve r l o. No tienemucho sentido renunciar a nuestro re-c l a m o, cuando aparecen señales deque hemos abierto brecha en la opi-nión internacional e inclusive en lachilena.

Con los precios de hidro c a r b u ro sen el nivel en el que ahora se encuen-t ran, el costo y la confiabilidad delabastecimiento es una va riable críticadel desarrollo chileno. La sustentabili-dad de su crecimiento está amenazadapor este factor. Ha realizado inve r s i o-nes importantes para importar LNG yplanea construir centrales nucleare spara cerrar esta carencia. El gas naturales un recurso crítico para Chile. La de-manda actual es atendida por gas ar-gentino. Sin embargo, en la medida enla que continúe la reducción de la ofer-ta de ese país, cuyas re s e rvas tendránque abastecer de manera pre f e re n c i a lsu propio merc a d o, el abastecimiento

boliviano es la opción natural. Pero lasd i f e rencias históricas se han demos-trado irreductibles. La opinión públicaboliviana no admitirá ningún acuerd ode venta de gas que no vaya acompa-ñado de una negociación sobre la rein-tegración marítima.

El agua es otro ejemplo de com-plementación posible. En la vasta re-gión desértica del No rte Grande yC h i c o, va rios megaproyectos minero se industriales chilenos re q u i e re nagua. Su fuente de aprov i s i o n a m i e n t on a t u ral es Bolivia. Tiene altern a t i va s,p e ro son costosas y reducirían la re n-tabilidad de sus productos y su capa-cidad de competir en los merc a d o si n t e rn a c i o n a l e s. En el futuro, los pro-pios centros urbanos aumentarán susre q u e rimientos de agua. Eso explicala búsqueda de operaciones de com-p ra de este re c u r s o. Sin embarg o, elasunto es complejo y re q u i e re de una c u e rdo internacional que regule lac o m p ra y venta de este re c u r s o, endos espacios jurídicos difere n t e s.

En el momento actual, el accesoal mercado boliviano debiera ser unam o t i vación menor en el interés na-cional de Chile. Con ocho millones dehabitantes y un ingreso por habitantecasi seis veces inferi o r, el potencial dei n t e rcambio con Bolivia es pocoa t ra c t i vo. Sin embargo esa situaciónpuede cambiar en el mediano plazo.La suma de diversos factores –estabi-lidad política, enganche con la eco-nomía bra s i l e ra, desarrollo del poten-cial gasífero, agrícola y minero, mejorcalificación de recursos humanos-p resagian la aceleración del ritmo ded e s a r rollo de Bolivia. Y, en esa medi-da, se conve rtirá en un mercado im-p o rtante para un país del tamaño deC h i l e, al que le resultará cada vez másdifícil competir con Argentina y Bra-sil, en las áreas en las que tomó ve n-taja del atraso re l a t i vo de las re f o rm a sen sus dos competidores básicos.

Bolivia ha intentado todos los ca-minos para avanzar en la solución delp roblema. En 1921, planteó su caso ala Sociedad de Na c i o n e s. En 1979,p resentó sus argumentos a la IXAsamblea Ge n e ral de la OEA, en LaPaz. Entabló negociaciones dire c t a s

con Chile en 1950, 1975, 1984 y 1986,e n t re otra s. En 2001 se estuvo cerc ade cerrar una negociación por la quese concedía una Zona Económica Es-pecial, en Pa t i l l o s, con soberanía fun-cional, para la instalación de unaplanta de licuefacción de gas natura l ,un puerto gasífero, era la export a c i ó nde LNG al mercado de Ca l i f o rnia.

En 2000 inició el diálogo sin ex-c l u s i o n e s, que se reinició en la ges-tión del Presidente Mo ra l e s, como la“Agenda de 13 puntos”. Esas conve r-saciones llegaron a su fin con el re-ciente anuncio presidencial que Bo l i-via re c u r rirá a los foros y tri b u n a l e si n t e rnacionales “demandando en de-recho y en justicia una salida libre ys o b e rana al Océano Pa c í f i c o”, el 23 dem a rzo de 2011. Las diferencias políti-cas que separan a los gobiernos deMo rales y Piñera y las limitacionesque ya se han hecho públicas paraa b o rdar el tema del acceso sobera n ode Bolivia al Pa c í f i c o, presagiaban es-te desenlace, pero no se esperaba quet o m a ra este ru m b o.

Estaba claro que, a esa altura, eldiálogo estaba agotado y recién hoyse sabe, por declaraciones del Ca n c i-ller Choquehuanca, que Chile nuncaquiso hablar del tema del mar, quee ra el único que lo justificaba.

La opinión pública boliviana seunió rápidamente en torno a la pos-t u ra gubernamental, en otra demos-t ración de la inva riable convicción dela legitimidad de la demanda históri-ca del país. Hay señales de que, porp ri m e ra vez, no pasó lo mismo enC h i l e. No tardarán en hacerse públi-cas las críticas de los partidos de laoposición al manejo del tema por elPresidente Piñera y el Canciller Mo re-n o. Los acusarán de haber actuadocon arrogancia y de haber empujadoo t ra vez a Bolivia a la alianza con elPerú, el adve r s a rio tradicional del Pa-c í f i c o. Si Humala gana la segundavuelta de las elecciones peru a n a s, enjunio de este año, esa sindicación se-rá clamorosa.

Un par de frases finales sobre estetema, querido Go n z a l o. Está claroque el único punto en el que se pue-

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de concretar la salida soberana deBolivia al océano Pacífico es al nort ede Arica. Es el sitio en el que conflu-yen los intereses históricos de los tre spaíses que se enfre n t a ron en la gue-r ra del Pacífico y el lugar en el que sedebe buscar el fin de esa contienda.Fue el eje de las negociaciones deC h a raña de 1975 y sus elementos es-tán incluidos en la Resolución de laAsamblea de la OEA de 1979. De esac i rcunstancia fluye otra conclusióncrítica. La negociación debe ser tri l a-t e ral. Tiene que incluir a Bolivia, Chi-le y Perú. De lo contra ri o, seguire m o sen el juego de tanto tiempo. Los pe-ruanos declarando que no serán obs-táculo para la solución del pro b l e m ay los chilenos atri b u yendo a los pe-ruanos la resistencia a aceptar elcambio de vecino en la fro n t e ra, en lalínea de la Co n c o rdia. Y tiene quequedar claro también que la gestiónpolítica en los foros intern a c i o n a l e spuede re f o rzar la posición bolivianacomo ocurrió en 1979, pero no re e m-plaza –no puede re e m p l a z a r-- la ne-gociación dire c t a .

Hay algo que estoy tratando dedecir desde algún tiempo. Bo l i v i atiene gravitación propia en el Pa c í f i-c o, desde tiempo inmemorial, antesde que existiera como Audiencia ocomo Estado. Los reinos aymaras see x t e n d i e ron hasta el mar. Du rante lacolonia, la plata de Potosí fue el poloque alimentó un gran espacio eco-n ó m i c o, que iba desde Charcas hastaLima. La Co n f e d e ración Pe r ú - Bo l i-viana se basó en una alianza natura le n t re el sur peruano y Bolivia. Y hoyestá claro que el occidente boliviano,el sur peruano y el norte chileno(que fue peruano y boliviano, no hayque olvidarlo), forman una macroregión en el Pacífico central. Lima ySantiago están lejos, se sienten lejos.La capital natural de ese espacio esLa Paz. Bolivia debe afirmar su pre-sencia cultural, económica y políticaen esta región. Es su zona de in-fluencia directa. Desde luego, la lle-gada soberana al mar consolidaríaesa presencia, pero no es una pre-condición. Debemos hacerlo, inclu-s i ve como una forma de pre s i o n a rp a ra la solución de la demanda his-t ó ri c a .

G L ; Es posible definirla ideología del boli-viano como naciona-lis ta re vo l u c i o n a ri ai n c l u s i ve hasta el díade hoy. Por supuesto,

alguna gente hace más énfasis en lonacionalista y otra en lo re vo l u c i o-n a ri o. Quizás esta ideología es laresponsable de que no aceptemosi n g e rencias de gringos o cubanos. Ove n ezo l a n o s . No nos gustan los ex-t r a n j e ros en nuestra política inter-n a , eso es. No somos “ i n t e rn a c i o n a-l i s t a s”, que es lo que la ideología cu-bana pro f e s a . ¿ Es una perc e p c i ó nc o r recta o equivocada? ¿Es sólo unp rejuicio de algunos sectores de las o c i e d a d ?

G F : En alguno de mis trabajos es-cribí que la tensión entre nacionalismoe intern a c i o n a l i s m o, entre pro t e c c i o-nismo y apertura, ha sido la contradic-ción principal de la política latinoame-ricana, desde la Colonia. De un ladolos productores que abastecen el mer-cado local. Del otro, los vendedores dem i n e rales y de productos agrícolas dee x p o rtación. Los pri m e ro s, re c l a m a n-do protección para la producción na-cional –agrícola y manufacture ra -f rente a la competencia de los bienesi m p o rtados de ultramar (el merc a d ol a t i n o a m e ricano era virtualmente ine-xistente). Los otros, afirmando que de-bía sostenerse el sistema de libre co-m e rc i o, para aprovechar las ve n t a j a scomparativas que resultaban de la do-tación de recursos naturales en nues-tros países.

Con diferentes nombre s, difere n-tes lidera z g o s, diferentes estru c t u ra sp a rt i d a ri a s, el sistema político re g i o-nal se agrupó en torno a esas dos po-s i c i o n e s. De un lado, los nacionalis-t a s, que postulan un Estado con unPoder Ej e c u t i vo fuert e, centra l i z a d o,p roteccionista. Su base tradicional depoder fue la iglesia, los militare s, losa rt e s a n o s, pro d u c t o res locales, agri-c u l t o res tra d i c i o n a l e s, sectores popu-l a re s. Del otro, los intern a c i o n a l i s t a s,que propugnan el comercio libre yuna organización estatal de equili-b rio de podere s, descentralizado o fe-d e ralista, abierto a la inversión ex-t ra n j e ra. Los sectores export a d o re s,

m i n e ro s, agrícolas y pesquero s, losintelectuales y los sectores de altosi n g re s o s, son habitualmente su plata-f o rma social de apoyo.

En esa lógica se pueden distinguir,con cierta claridad, los ciclos políticoslatinoamericanos. El liberalismo se im-puso desde fines del siglo XIX hasta losaños treinta del siglo XX, luego de la fa-se caótica de formación de los Estadosnacionales. En Bolivia, desde la guerradel Pacífico hasta la guerra del Chaco.Entonces se inició la fase nacionalista,en América Latina, que duró, más omenos, hasta fines de la década de losaños ochenta, cuando cayó el Muro deBerlín y se llegó al final de la histori a ,en la famosa frase de Fukuyama. Lasdécadas de los años ochenta y noventafueron neo-liberales, es decir predomi-nó nuevamente la visión de los quep ropugnaban la inserción plena en elsistema mundial, en la globalización. Aprincipios de la primera década del si-glo XXI, volvió a ganar impulso la resis-tencia a la globalización, se volvió a va-l o rar lo local, se abri e ron camino lasvisiones endógenas. Es decir, el neonacionalismo. Cuanto vaya a durar, nolo sé.

Sólo quería decirte que se trata deciclos históricos. No hay nada inmuta-b l e. En Bolivia, no cabe duda que elpensamiento nacionalista es muy fuer-te desde los años de la Revolución Na-cional. Pero, es también muy claro quela sociedad boliviana está cada díamás abierta a las corrientes internacio-nales. El comercio exterior se ha diver-s i f i c a d o. La gente viaja mucho más.Las remesas de los bolivianos en el ex-t ra n j e ro juegan un papel import a n t een la vida de las familias que se queda-ron en el país. Y en la medida en quenos integremos más a la economía re-gional y mundial, la visión nacionalistat radicional, dará curso a posturas querescaten el valor de la modernidad. Esun juego dialéctico, que no term i n anunca. Unos ganan hoy, para ceder ellugar a los otros, más tarde.

G L : Apenas el presiden-te Evo Morales asumióel cargo se advirtió quesu poderoso impulsoiba a lleva rlo a buscar

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un liderazgo mundial. El tema étnico,por un lado, y el ecológico, por el otro,parecían dos zancos capaces de supe-rar por alto cualquier dificultad. Perol u e g o, con el esmeril cotidiano, e s eimpulso ya casi no existe. ¿Cuáles sonlos intereses que priman en el mundoaunque no los aceptemos? ¿Qué es loque no terminamos de entender?

GF: El sistema económico y políti-co internacional es un sistema de po-der. Tu importancia se mide por tu pe-so militar, económico, tecnológico yc u l t u ral. Y se va l o ra en escalas. Ha yunas cuantas potencias globales, esdecir aquellas cuya opinión cuenta enlos asuntos de trascendencia mundial.En esta categoría se encuentran Esta-dos Un i d o s, Eu ropa, Japón y re c i e n t e-mente los BRICS (Brasil, Rusia, In d i a ,China, Su d á f rica). Luego vienen laspotencias re g i o n a l e s, cuya proye c c i ó nalcanza la cobert u ra geográfica de suc o n t i n e n t e. Argentina, Brasil y Méxicoen América Latina, por ejemplo. Oc a-

s i o n a l m e n t e, un país pequeño lograprotagonismo en el escenario global. Amediados del siglo XX, lo consiguióBolivia con la Re volución Nacional yCuba en la última parte de esa década.Pe ro el fulgor de esa presencia no sepuede sostener mucho tiempo. Y pasa.

Ciertamente, la llegada de un pre-sidente indígena en Bolivia llamó laatención y despertó simpatías, comoya hemos dicho. Pe ro eso no significóque Evo Mo rales alcanzara una posi-ción de liderazgo mundial. Los indíge-nas guatemaltecos quieren imitarlo,p e ro no seguir sus instru c c i o n e s. Losindígenas ecuatorianos lo reciben cari-ñosamente, pero tienen sus propios lí-deres. En el tema ecológico, la defensade la pachamama, añade un argumen-to cultural a un problema cuya urgen-cia no discute nadie. Como lo demos-tró Copenhague y Cancún, los titularesdel liderazgo en materia ecológica son,otra vez, Estados Unidos, China, Euro-pa, la India, Brasil, es decir los países

cuyas decisiones influyen de verdad enla dirección de los acontecimientos.

G L : En el supuestoque el presidente Evo(y el MAS) decidierap a rticipar en la elec-ción del año 2014 co-mo candidato a la

p re s i d e n c i a , ¿qué opiniones tendríala comunidad internacional? ¿Y la na-cional? ¿Debería entenderse comouna consolidación de la democraciaboliviana?

GF: Falta mucho para el 2014. Y losaños de la política boliviana son muylargos, casi interminables. Mira lo queha pasado en estos pri m e ros tres me-ses de 2011. Animarse a un pronósticos o b re lo que pueda ocurrir en Bo l i v i ade aquí a tres años es muy arriesgado.Puedes hacerlo en Uruguay, pero no enBolivia.

La Paz, 18 de abril, 2011.

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Gonzalo Lema (GL):Citando de memori aa Ma rio Va rgas Ll o s a ,dos demonios re c o-r ren nuestra época:la dictadura militar y

la dictadura ideológica. Las doso p ri m e n . Las dos desprecian alser humano. ¿ Cuán lejos estánde nuestra realidad nacional ac-tual? ¿Ya no existen?

Gloria Ardaya (GA): No cre oque los demonios se re d u zcan a lad i c t a d u ra militar y a la ideológica.Lamentablemente existen otra sd i c t a d u ra s. En nuestro país, seunen a las que señalas, otras quedan lugar a los autori t a rismos ded i versa índole. El autori t a rismo yla intolerancia están presentes enn u e s t ra cultura política, institucio-

nal, social, familiar… es parte den u e s t ra memoria larga y, por ende,de los distintos momentos consti-t u t i vos de la nación y del Estado delo que hoy llamamos Bolivia. Ytambién trabajan sobre los déficitsde la memoria corta, la de la de-m o c racia que se reinstala en 1982.El autori t a rismo es un elementoc o - c o n s t i t u t i vo de la política y, co-mo la violencia, también de la na-ción. Vu e l ven permanentemente yse re p roducen, al margen de lasi d e o l o g í a s. En la actualidad, hantenido importantes abonos ye m e rgen por todos los poros de lasociedad y del Estado.

El autori t a rismo estatal y so-cietal no han logrado erradicarse y,en ciertos peri o d o s, se pro f u n d i z a .Se profundiza especialmente cuan-

Glor i a A r d a ya: “ La asp i r a c ión de un

pa rtido ún ico está asociada

c on el tota l i ta r i smo ”

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DAT O S

Militante del Movimiento de Iz-q u i e rda Re volucionaria (MIR) du-rante la dictadura banze r i s t a . S o b re-viviente de la masacre de dirigentesmiristas en la calle Harrington du-rante la dictadura de Ga rcía Me z a .Socióloga con estudios unive r s i t a r i o sy de postgrado en la Un i versidad Ma-yor de San Andrés de Bo l i v i a , Be l g ra-no y la FLACSO de Argentina y Do c-t o rado en L'Ecole des Hautes Et u d e sen Sciences Sociales de Fra n c i a . Pro-f e s o ra en la UMSA, Un i versidad deBuenos Aire s , Pontificia Un i ve r s i d a dCatólica del Ecuador, Pro g rama deMaestría CESU/UMSS, F LAC S O / Bo l i-v i a , F LAC S O / E c u a d o r ; Un i ve r s i d a dAndina Simón Bo l í va r. In ve s t i g a d o radel CERES y CEDES. Di re c t o ra de laF LACSO - Bo l i v i a . C o n s u l t o ra del

Banco In t e ramericano de De s a r ro l l o,Banco Mu n d i a l , I L D I S , A L D H U ,U N I C E F, I R D C , P N U D, U N E S C O,C o n venio Andrés Bello y de la coope-ración internacional bilatera l . Mi e m-b ra del CRESALC - U N E S C O. Di p u t a-da Nacional en el Pa rlamento boli-v i a n o. Ha escrito varios artículos enl i b ros y revistas especializadas. C o n-f e rencista en seminarios y talleres na-cionales e internacionales. En t re susl i b ros destacan "De m o c racia y des-c e n t ra l i z a c i ó n " , " Me n o res en circ u n s-tancias difíciles", " Políticas sin ro s t ro.Mu j e res en la política boliviana"," Pe rfiles de la familia urbana en Bo-l i v i a " ; “ G é n e ro y desarrollo sosteni-b l e” ; “ Del patriarcado a la categoríag é n e ro” ; " Imaginarios urbanos y vio-lencia intrafamiliar" “Agenda contra

la exc l u s i ó n”, “ Pa rticipación política yl i d e razgos de mujeres en Bo l i v i a” y,“ Diputados uninominales. Ot ra for-ma de re p re s e n t a c i ó n”. En conjuntocon Luis Ve rdesoto "En t re la presión yel consenso: escenarios y pre v i s i o n e sp a ra la relación Bo l i v i a - Estados Un i-d o s " , " La cooperación externa en Bo-l i v i a " , "Racionalidades democráticasen construcción", " Ro s t ros de la fami-lia ecuatoriana", " In ventando la re-p re s e n t a c i ó n " , “ Las agendas de desa-r rollo de los 90” y, “ De s c e n t ra l i z a r,g rados de autonomía para enrique-cer la democra c i a”. C o o rd i n a d o ra dela Maestría “ De s c e n t ralización y Ge s-tión Pública” del CIDES/UMSA. Mi-n i s t ra de Estado en la Ca rt e ra de Pa r-ticipación Popular en el gobierno deCa rlos Me s a .

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do las instituciones de la democra c i ase debilitan y rige la llamada “ l í n e ac o r re c t a”. Fl o rece más fre c u e n t e m e n-te cuando el Estado agobia a la socie-dad y no la deja desarrollarse y expre-sarse; cuando no importan los mediosp a ra conseguir el fin… Cuando losm ovimientos sociales han perdido au-tonomía frente al Estado. Obv i a m e n-t e, el autori t a rismo es más fre c u e n t een contra de los sectores sociales másdébiles o vulnerables como hemos si-d o, tra d i c i o n a l m e n t e, las mujere s, losi n d í g e n a s, los jóve n e s, etc. El patri a r-cado y el racismo son moneda co-r riente en contextos de autori t a ri s m oy de intolerancia. Pe ro el patri a rc a d oy el machismo parecen ser los mási r re d u c t i b l e s, se re p roducen perm a-n e n t e m e n t e. Estas prácticas se danaún cuando está vigente la democra-cia, sea ésta re p re s e n t a t i va, comuni-t a ria o part i c i p a t i va .

La intolerancia que vivimos esf ru t o, entre otro s, de la falta de pro-fundidad de la democracia en el Es-t a d o, en la sociedad, en la casa, enlas relaciones de pareja, etc. No sólose trata de hacer a la democra c i amás part i c i p a t i va, si sólo part i c i-pan, por ejemplo, los hombres y sen o s s o m e t e a l a s m u je re s. To d oaquello impide que efectiva m e n t ec o n s t ruyamos una ve rd a d e ra comu-nidad política. La intolerancia esf ruto del no reconocimiento de lad i versidad y de la igualdad de dere-c h o s. Unos t ienen más dere c h o sque otra s, por ejemplo, y al marg e nde lo que se diga.

Por ello, es fundamental tra b a-jar por la libertad y por la igualdads i m u l t á n e a m e n t e, porque no se lu-cha contra el autori t a rismo y la in-t o l e rancia si no existen estas condi-ciones mínimas para avanzar en lap rofundización de la democracia yel ejercicio de la ciudadanía que noes otra cosa que el derecho a tenerd e rechos y a que sean eficiente-mente garantizados en la sociedad ypor el Estado.

Una palabra sobre los distintosi d e o l o g i s m o s... aquellos que habitú-an a la gente, a los “ h e rm a n o s” o alos “c o m p a ñ e ro s” a no pensar. El

ideologismo y la “línea corre c t a” es-tán destinados a sepultar, descalifi-car y ahogar el punto de vista de loso t ro s... Con el imperio de la línea co-r recta, lo único que se hace es deste-r rar a la política, al debate y a lac o n s t rucción de un destino comúnp a ra los bolivianos y bolivianas. Ensuma, al derecho que tenemos paradefinir el país que queremos cons-t ru i r.

G L : La larga lucha porl a i n s t a u r a c i ó n d e l ademocracia (1982) tuvoen ustedes, los miri s t a sde e nt on ce s, un re f e-rente exc e p c i o n a l . Si n

e m b a rg o, muy pronto (1989) esep restigio quedó en entre d i c h o. E lpacto con el general Ba n zer cues-tionó profundamente la convic-ción de sus pri n c i p i o s . Al cabo delt i e m p o, ¿cómo juzgas ese momen-to? ¿Se debía siempre mirar atrás?¿Se debía mirar hacia delante? ¿Sedebía mirar al interior de uno mis-m o ?

G A : No me excluyas de la cons-t rucción democrática de mi país. Yoc reo que mi generación, tanto comola tuya, tenemos el “g rato sabor” dehaber logrado la instauración de lad e m o c racia política en el país. Estono es poca cosa. Ese proceso no fuefácil. No es fácil, ahora. Ef e c t i va-m e n t e, el MIR jugó un papel muyi m p o rtante en ese momento. Fu eun partido que supo transitar desdela perspectiva re vo l u c i o n a ria y elsocialismo hacia la democracia, sinp e rder su esencia socialista y re vo-l u c i o n a ria. Es un mérito no desde-ñable en tanto fuimos uno de losp ri m e ros partidos en la región queh i zo esa tra n s f o rmación y pudo le-gitimarse para ser parte de ese pro-c e s o. Su contribución junto a otro sp a r t idos y movimientos socialesa g rupados alrededor de la Ce n t ra lO b re ra Boliviana, CO B, fue funda-mental. Pe ro no fuimos los únicos.El papel de Don He rnán Si l e s, tam-bién fue muy import a n t e. Ad e m á s,hubo factores internos y extern o sque contri b u ye ron y que muchasveces se quiere olvidar. Además dela lucha del movimiento popular -

p a rt i d o s, sindicatos, individualida-des- estuvo una fracción del ejérc i t oque hizo su part e. Tampoco te olvi-des de la política exterior nort e a-m e ricana, con Ca rter a la cabez a .No podemos olvidar la solidari d a di n t e rnacional con la causa bolivia-na. Al menos, en mi caso, ésta fuemuy importante y efectiva .

Yo siempre pienso que los hechosson resultado de muchas circ u n s t a n-c i a s. En tu pregunta, olvidas unacontecimiento fundamental : e lMIR, en 1981, perdió a la casi totali-dad de su Di rección Nacional Clan-destina, DNC. No conozco que nin-guna otra dirección nacional part i d a-ria, en ninguna parte del mundo, ha-ya sido aniquilada como ocurrió conla nuestra. El MIR fue un partido quesólo reconoció a la Di rección del par-tido establecida en el país. De la ma-s a c re del 15 de enero fuimos sobre v i-vientes Walter De l g a d i l l o, Pe d ro Ma-ri o b o, Ernesto Ara n í b a r, Coco Pineloy yo. Los pri m e ros porque no asistie-ron a aquella reunión y yo porq u em i l a g rosamente sobreviví. Este es unhecho que suele no considerarse almomento de evaluar la part i c i p a c i ó ndel MIR en los pri m e ros años de vi-gencia de la democracia re p re s e n t a-t i va. Yo creo que fue central en el cur-so posterior de los acontecimientos.Incluso los que militábamos enton-ces en el MIR, no supimos re f l e x i o-nar adecuadamente sobre aquel trá-gico acontecimiento. Pese a ello, elMIR continuó en la senda que se ha-bía tra z a d o.

Como todo el país sabe, el MIRse dividió en 1985 en tres tenden-cias y cuando ocurrió la alianza conel Ge n e ral Ba n ze r, en 1989, yo ya nomilitaba en el MIR. Creo que es esaf racción la que debe darle explica-ciones al país y a la izquierda inter-n aci on al , ya q u e in au gu ran u n apráctica política que será imitadaen otros países y part i d o s.

Lo que quiero rescatar del MIR yde otros partidos es su aporte a laconsolidación de la democracia en elp a í s, con sus luces y sombra s. Por in-t e reses coy u n t u ra l e s, se suele “o l v i-d a r” la contribución de aquellos. No

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q u i e ro decir con ello que éramos losm e j o res ni mucho menos, sino ubi-carlos en su justo equilibri o. En t o n-ces los partidos no eran ni tan ma-los como se los presenta, ni los ac-tuales son lo suficientemente “ b u e-n o s”, como se pretende hacer cre e r.Creo que la ve rdad histórica, el auto-conocimiento es absolutamente im-p o rt a n t e, antes y ahora, tanto comolo es la Responsabilidad. Digo Re s-ponsabilidad, con mayúscula, por-que es una virtud o principio que seha perd i d o.

En mi caso, rescato el valor delos partidos políticos en aquel mo-mento y, en lo personal, mi militan-cia en el MIR y, posteri o rm e n t e, enel MBL. Estos partidos fueron unaescuela extra o rd i n a ria, donde apre n-dí el “o f i c i o” de hacer política, laResponsabilidad en el ejercicio de lapolítica y la posibilidad de diseñarf u t u ros a través del debate, la con-f rontación y la negociación. Pe n s á-bamos el presente y el futuro de Bo-livia. Teníamos incert i d u m b res yc e rt ezas sobre el devenir históri c o.El MIR fue un partido que, en esem o m e n t o, como izquierda nacional,re i n t rodujo temas a la agenda nacio-nal como el del papel del campesi-nado a través del llamado Bloque So-cial Re vo l u c i o n a ri o, el de género conla creación del Frente de Mu j e re s, elde la descentralización, entre otro s.

Pe ro como en todo part i d o, elMIR tuvo un ciclo vital, su pro c e s ono fue homogéneo. Tu vo un inicio,una gloria y una muert e. Cada unade las tendencias respondió a unmomento histórico y a sus circ u n s-t a n c i a s. At ra vesó estos momentosh i s t ó ricos y se dividió. El MIR del 89ya no es el MIR que luchó por la de-m o c ra c i a .

Hay un MIR matricial que dioo rigen a muchas tendencias, a unp a rtido socialdemócrata, a una iz-q u i e rda modernizante y otra que re-coge las tendencias más actuales dei z q u i e rda y las emergentes en el mo-m e n t o. Hay tres pujas por recoger auna Bolivia que no acababa de na-c e r, ni asumir a las tendencias emer-g e n t e s.

Del MIR del periodo de 1971 a1985 quedaron flotando vo c a c i o n e s,prácticas y expresiones en el siste-ma político que luego fueron adqui-riendo forma, muchas de ellas in-c o n c l u s a s.

Incluso en su periodo de glori a ,el MIR no fue homogéneo, como nolo es ningún part i d o. Un partido enel que no emergen dive rgencias ytiene una sola voz, no es democráti-co ni expresa la diversidad del país.

El MIR del 89, ya es otro MIR. Esun partido que había cambiado susbases políticas y sociales, había re a-lizado va rias alianzas para insert a r-se en la coy u n t u ra y en fórm u l a se l e c t o ra l e s. Pa ra ello, trata de hacerun pacto inspira d o, cre o, en el deMoncloa y que luego se hizo en mu-chos países. No justifico ese pactocon el Ge n e ral Ba n ze r, pero mira d ocon perspectiva histórica, en unmomento el sistema político boli-viano tenía que buscar una form ade convivencia y de resolución delp a s a d o. Muchos países se “p a s a ro nde agache” esa resolución históri c a .Pe ro es sensato que los sistemas po-líticos busquen una resolución dec o n v i vencia y de acomodar la histo-ria presente con su pasado. No sepuede vivir con heridas abiert a s.Hay que cerrarlas y al MIR Nu e vaMa yoría “le tocó” hacer ese pacto.

Si se mira en perspectiva, a cadauna de las formas que adopta elMIR le ha tocado una tarea, la dec e r rar una parte de la historia. A ca-da tendencia le ha tocado “t ra n-s a r” / ” p a c t a r” / ” c o n c e rt a r” desde to-do el acumulado democrático comof o rma necesaria para la vigencia dela democracia boliviana.

Creo que nos toca re f l e x i o n a rs o b re algo muy importante en lapolítica y es el de analizar ¿en quéconsisten los principios en la políti-ca? Creo que los principios en la po-lítica son las grandes ideas-instru-mentos que te permiten entender elmomento y actuar entre la estra t e-gia y la táctica, y no separa d a m e n t e.Los principios son los instru m e n t o sde un acumulado histórico de la Re-

pública. Los principios no son sólolos límites a la táctica, sino los ins-t rumentos que permiten juntar lae s t rategia con la táctica, son instru-mentos y no sólo contenidos que tep e rmiten buscar/innovar en la bús-queda de las salidas a determ i n a d a sc oy u n t u ra s.

Tanto la oposición como el go-b i e rn o, por ejemplo, no tienen sali-da si no es entendiéndose, al menoseso dice el principio y la práctica de-mocrática de la política, aunque ellono ocurra en Bolivia. ¿Qué era Ba n-zer en ese momento? Fue y es un hi-to lamentable de la historia de Bo l i-via en el sentido de De rechos Hu m a-n o s, de entreguismo de los re c u r s o sn a t u ra l e s, de corrupción, de narc o-t r á f i c o, de un desarrollo capitalistad e p re d a d o r, etc. Pe ro las sociedadescaminan por buenos y malos cami-n o s, y hay que actuar con esos re s u l-t a n t e s. En ese momento, era “la de-recha que había”, la que no se suporefundar con otro lidera z g o. El dra-ma fue que Ba n zer siguió siendo ellíder de la derecha, la que no tuvocapacidad de cambiar de lidera z g ocomo ocurrió en otros países. Y lae x p e riencia muestra que uno puedevivir con las circunstancias de unp roducto político. Las circ u n s t a n c i a shacen del producto otra cosa. Jo rg eQu i roga, por ejemplo, es consecuen-cia, nació de eso, pero en su circ u n s-tancia política posteri o r, es difere n-t e. Qu i roga no pierde su pasado, pe-ro se puede caminar junto a él… Last a reas de la lucha por la democra c i ason diferentes en cada momento. Lasociedad no es la misma. Así comoEvo Mo rales Ayma dejará una marc ade re vanchismo étnico en la socie-dad, la dictadura dejó también la su-ya.

Con todo esto, lo que quiero esrescatar la idea de pacto, de acuer-d o, tan demonizado en Bolivia yque le hace bien a la democra c i a .

Creo que el pasado está ahí, pa-ra bien y para mal. No es que deba-mos anclarnos en el pasado. El futu-ro se hace en el presente sobre unac o n s t rucción del pasado. Por su-puesto que nunca me sent í bien

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p o rque mis ex compañeros hayanhecho ese pacto. Pe ro avanzamos yeso es lo import a n t e.

Lo importante es también anali-zar ¿qué queda en Bolivia despuésde casi 30 años de democracia? Qu e-da el paso de la política militar a lapolítica civil, queda la puja por cons-t ruir una izquierda política pro p i a-mente con inclusión de toda la di-versidad, no sólo indígena. Bo l i v i aestá inserta intern a c i o n a l m e n t e, consus luces y sombra s. Bolivia ya no essólo narcotráfico; ya no es sólo esta-ñ o. Ha sido reconocida como uno delos experimentos neoliberales máse x t re m o s, porque somos una socie-dad abigarrada, realidad que no po-demos soslay ar ni e ludir. Qu e d aconstancia de una idea de democra-cia étnica, que está más allá de la al-fabetización y de la re f o rma agra ri a ,más allá de los textiles. Una demo-c racia étnica que va allá de los indí-g e n a s. Es una Bolivia que “mal quem a l” cuenta con algunas institucio-n e s, menos de las que quisiéra m o s,p e ro con algunas. También, pese a lac ri s i s, al final quedan part i d o s, aun-que ahora no funcionen tan bien co-mo quisiera y que ahora adquiere nsello étnico, como defensa conserva-d o ra frente a la nación moderna.

Es una democracia que quisoconsolidarse como desnudamenteoccidental, pero que luego ha teni-do que enriquecerse con algunoscontenidos y formas interc u l t u ra l e s.Y no podía ser de otra manera. Bo l i-via presenta una trama social com-pleja, abigarrada y así será tambiénen el futuro. Como democracia, co-mo sociedad, ya no se trata sola-mente de ver a la pobreza, sino quepasamos de la Bolivia sencilla dep o b re s, a una que presenta ra s g o sde estratificaciones complejas.

Los terri t o rios marcan una exis-tencia diferenciada. Hasta hace po-co había regiones pre c a p i t a l i s t a s,a h o ra hay terri t o r ios integra d o s.Existe Santa Cruz, con alto desarro-llo capitalista, Ta rija, con las mayo-res re s e rvas de gas. Según el Índicede De s a r rollo Hu m a n o, estamos alb o rde de ingresar a la “clase media

del mundo” (no obstante la pobrez ay la inequidad que se aloja a su in-t e rior). Ya no somos los mismos delp a s a d o. Incluso los indios o campe-sinos no son los mismos, las clasesmedias se intern a c i o n a l i z a ron. Co-mo vemos casi cotidianamente, losm i n e ros ya no son los mismos.

La sociedad boliviana se tra n s-f o rmó y, en ese sentido, creo que lomás re t a rdado es el Estado. La socie-dad es difere n t e, no sé si para bien op a ra mal. Ya no somos la sociedadque producía actos y cambios sincomplejidad, sin profundidad. Esapolítica y esa Bolivia ya no existenm á s. Ahora es muy compleja. La de-m o c racia es compleja porque tam-bién han cambiado los comport a-mientos de sus bases sociales... La-mentablemente cada vez somos mási n f o rmales (económica y política-mente) y el Estado de De recho dejamucho que desear.

G L : E l Movi mi en t o deIz q u i e rda Re vo l u c i o n a-ria (MIR) transitó re s i s-tiendo más de una dé-c a d a d e d i c t a d u r a( 19 7 1- 19 8 2) so bre l l e-

va n d o, i n c l u s i ve , la muerte de al-gunos de sus compañero s . Pe ro,ll egada la democracia, debido ap roblemas poco claros (a juzgarpor sus roles posteri o re s ) , se divi-d i ó e n : M I R - N M , M I R - M A S A S yM B L . ¿ Qué fue lo que sucedió? ¿Re-cién se advirtió que los separabauna visión de la vida?

G A : Como todo partido que pre-tendía ser democrático, en el MIRexistían “t e n d e n c i a s”, inclusive en lalucha antidictatorial. No te olvidesque fundadores del MIR fueron Re n éZa valeta, Pablo Ra m o s, Silvia Rive ra ,e n t re otros… que luego migra ro nhacia otros partidos o mov i m i e n t o s.Las tendencias no sólo expre s a b a nuna visión de la vida, sino una visiónde país, de nación y del curso de lad e m o c racia y del socialismo. Cre oque eso es normal y no nos deberías o r p re n d e r. Las dive rgencias existen“hasta en la mejores familias”. Elp roblema sobrevino cuando esastendencias ya no pudieron coexistirni complementarse mutuamente.

Las tendencias eran claras y hubo unintenso debate a su interi o r, que de-rivó en la ru p t u ra. La fru s t ración nosolo fue interna, sino que yo cre oque el país lamentó esa fra c t u ra. Mi samigos extra n j e ro s, siempre me re-claman por esa división. Yo piensoque después del MIR, no hubo en elpaís una izquierda nacional que en-c a rne los intereses de la nación tannítidamente como lo hizo el MIR ensu momento.

Te re i t e ro, estas distintas tenden-cias o versiones fueron y deben ser,la expresión fecunda de las difere n-cias que se abren tras asumir la di-versidad que le dio origen. Se diero npor la necesidad que abrió la posibi-lidad de la transición a la democra-cia, como forma viable de la políticay del ejercicio de poder. Todos losque alguna vez hemos militado, sa-bemos que un partido político no esuna entidad inmutable. Es una enti-dad viva que camina junto a la socie-dad y a las circ u n s t a n c i a s. Ahora es-tas tendencias a las que dio lugar elMIR, tienen poco en común, quizássolo les queda la modernidad quec o m p a rten… Por ello, en lo poste-ri o r, encuentras miristas en todas lastendencias políticas que se expre s a-ron en la democracia. Esa era la ri-q u eza de la diversidad expre s a d a ,por entonces, en un solo part i d o.

Algo que debe compartirse entrela nueva y la vieja clase política es elsentido del pro g reso de la sociedad.Aquello que le da continuidad a lad e m o c racia, que la dirige hacia me-tas superi o re s, a mejorarla y a pro-yectarla. La forma republicana de lapolítica –condición necesaria de lad e m o c racia y del socialismo- es laque nos permite compartir la socie-dad y no necesariamente el part i d oo el Estado. Este es un apre n d i z a j el a rgo ya que muchas veces caemosen el apara t i s m o, compartimos ins-t ru m e n t o s, pero no los avances dela sociedad… Cada vez más piensoque en política, uno no comparte eldibujo de la sociedad actual y la as-p i rada, cada vez se comparten másactitudes e imaginari o s, formas dei n t e racción para construir en con-j u n t o, imaginarios flexibles.

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E s t oy clara de que mi imagina-rio de la década de los 70, ya no escomo el actual. Ya no es tal. Era uni m a g i n a rio de una sociedad campe-sina y obre ra, ort o d oxa y clásica. Elpaís demandaba esa forma socialis-ta. Había un pro l e t a riado minero yuna burguesía emerg e n t e. La socie-dad era otra cosa. Y el cambio teníao t ro contenido. Esa sociedad agra-ria ya no existe. Teníamos miedo alas diversas formas de capitalismoen el campo y no creíamos en lab u rguesía de Santa Cruz, que ahoraes una realidad. Re i t e ro esto, por-que la historia es un acto de lecturay re l e c t u ra perm a n e n t e s. Está ahí.Es la forma de leerla lo que cambia.Las lecturas son desde la estra t e g i a ,desde la circ u n s t a n c i a s. Es una re-c rea ci ó n h a ci a ad el a n te y h ac i aa t r á s, pero desde el pre s e n t e. Lo im-p o rtante es cómo la leemos desde lad e m o c racia, desde el re f o rm i s m oradical o pro g resista. Cómo hace-mos construcciones sociales y polí-t i c a s, desde el momento actual, dem a n e ra permanente y, por supues-t o, desde una izquierda ética.

Pe ro tampoco quiero decir quela democracia debe hacerlo todo. Lad e m o c racia es un proceso de ava n-ces y re t rocesos y, en perspectiva ,es tan poco el tiempo del logro de-m o c r á t i c o, que perderlo es muy do-l o roso así como no re c o n o c e r l o. Elactual proceso de cambio es unaacumulación de todo este tiempo.Ad e m á s, reconocer que los logro s, ad i f e rencia de otros países, nos cos-t a ron muchísimo. Claro, a algunos,no les costó nada… sólo los goz a-ron, por ello pueden tirarlos por lab o rd a …

G L : M i e n t r a s e l M I R -N M a c o rd a b a t á c i t a -mente un plan de alter-nancia en el gobiern ocon Acción De m o c r á t i-ca Nacionalista (el par-

tido del general Hugo Ba n zer Su á-rez ) , el Movimiento Bolivia Libre ,escindido del MIR, g o b e rnó con elMovimiento Nacionalista Re vo l u-c i o n a rio (MNR) de Gonzalo Sán-c h ez de Loz a d a . Después de todo loque te tocó vivir, ¿cómo evalúas es-

tos comportamientos? ¿No se po-dría afirmar que el mirismo sóloanhelaba llegar al poder?

G A : Pretender llegar al gobiern ono es ningún pecado. Todo part i d opolítico se lo plantea. Creo que elp roblema es cómo cada sujeto polí-tico llega a él. El MIR llegó de mane-ra legal, pero con pies débiles en lalegitimidad. El MBL llegó en unaalianza, con un papel subord i n a d o.Pe ro en tu pregunta te olvidas delMIR MASAS -lo que actualmente esel MSM- que hizo una alianza con elMAS, también para llegar al gobier-n o.

Creo q u e l o qu e aq u í v al e ese valuar políticamente esas alianzas,su significación política, y no re d u-cir la mirada a la ética. Creo que porello exc l u yes al MSM. Lo import a n t ees ver sus significaciones políticas.Pa ra evaluar las alianzas no es pre-ciso sancionar el acceso al poder,sino deslindar el acceso a-históri c ode ese acceso al poder.

Todos los partidos y, en especialla izquierda moderna, se planteanacceder al gobierno y a ejercer elbuen gobiern o, a aplicar una buenagestión pública. A las alianzas hayque evaluarlas también por sus re-s u l t a d o s, desde la óptica de la polí-tica pública específica en la que sep ro d u j e ron y desde la óptica de laconsolidación y afirmación de lad e m o c racia. Ev i d e n t e m e n t e, los pa-r á m e t ros de evaluación son distin-tos: el MIR que ejerció al ejecutivo yp a rticipó en el Pacto por la De m o-c racia, del MBL que entró al gobier-no cuando se rompió ese pacto porla democracia y del MSM, que asu-mió una alianza como actor emer-gente y que debió dejar por la evi-dente exclusión democrática de esea c u e rd o. Las tres alianzas re s p o n-den a circunstancias específicas yt u v i e ron logros también específicos.

Podría afirm a r s e, como hipóte-s i s, que en los tres casos, -MIR- N M ,el MBL, el MSM- las tres ve rt i e n t e sdel MIR, funcionaron en cada mo-mento como puentes de modern i-zación y de relación con actores su-

b o rdinados de la sociedad y de va-cilante consecuencia democrática,como lo fueron en su momento, laAD N , e l M N R y e l M A S . Fu e r o nalianzas en que los aliados, unosmás que otro s, habían desempeña-do roles diferentes en la constru c-ción del Estado, de la democracia yde la economía boliviana, así comotambién se habían aliado bilatera l-mente para excluir a terc e ros acto-res de importancia estratégica, enla historicidad democrática de las o c i e d a d b o l i v i a n a . D e s d e e s t epunto de vista, no es cuestionableel acceso al gobiern o, y sí es cues-tionable el ejercicio de un mal go-b i e rno y la irresponsabilidad públi-ca que se ha conve rtido en monedac o r riente y donde la rendición decuentas es inexistente. Aquí aclaro.Re ndi r cuen tas no e s dar con l oo b ra d o.

Ac e rca de los contenidos de lasa l i a n z a s, es importante señalar que,e f e c t i va m e n t e, se ubican en dive r-sas orientaciones tácticas re s p e c t ode las tareas que se planteaba elm ovimiento popular, el empre s a ri a-do emergente o la alianza instaura-d o ra de una corriente nacional esta-tal. Lo anteri o r, no pretende justifi-car “o p o rtunismos históri c o s”, aun-que si comprender la asociación def u e rzas políticas y sus roles en cadam o m e n t o.

La historia se constru ye dentrode la memoria de cada hecho histó-ri c o, pero también dentro de cadac i rcun stancia n ecesar i a para e la vance de la sociedad. La memori ah i s t ó rica es el diseño estratégico deun camino y cada sociedad acomodasus circunstancias para avanzar en lam o d e rnización y en el cambio. Estoq u i e re decir que la ética importa pa-ra la construcción de la historia, tan-to como la historia precisa de cir-cunstancias leídas desde las virt u d e séticas acumuladas por una sociedad.

La relación entre la ética y la ve-rificación histórica no es una ve ri f i-cación lineal, sino de constru c c i ó ns i e m p re re n ovada de lo público, laque no debe ser pragmática, sinoo b j e t i va.

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G L : La opinión públicaa d v i e rte que una demo-cracia moderna re q u i e-re d e u n s i s t e m a a m -p l i o, d i verso y sólido dep a rtidos políticos. Do s

p re g u n t a s : a) ¿No se podría pensar,más bien, que el gobierno bolivia-n o a n h e l a u n a d e m o c r a c i a c o np a rtido único? b) La tercera gene-ració n de p artido s po lítico s, e nn u e s t ro país, p a rece haber llegadoa su fin. ¿Cómo deberíamos imagi-nar una cuarta generación?

G A : Co m p a rto tu cri t e rio de quela democracia boliviana re q u i e re unsistema de partidos y, cuando habla-mos de sistema de part i d o s, se ex-c l u ye por sí misma la idea de un par-tido único, así como también la ideade un partido hegemónico. La ideade un sistema de partidos debe ser lae x p resión de una sociedad plura lque busca un gobierno plural. La di-námica de gobierno-oposición comoe s t ru c t u ra d o ra de la re p re s e n t a c i ó nde una sociedad diversa.

Por tanto, desde mi punto de vis-ta, la aspiración de un partido únicoestá asociada con el totalitari s m o,como producto o hijo directo del in-t e g rismo étnico o social, y re p re s e n-ta a la intolerancia de la cual hablá-bamos al inicio de esta entre v i s t a .

A diferencia de lo que piensanlos intolera n t e s, yo creo en la cons-t rucción de una sociedad socialista,basada en la cohabitación de dive r-s o s, en la libertad de los flujos de to-do tipo, entre la sociedad, el merc a-do y del Estado. En convivencia de-mocrática para procesar pacífica-mente los conflictos humanos de lamas va riada índole en el seno de unasociedad autorregulada.

Ev i d e n t e m e n t e, la situación ac-tual nos obliga a pensar en una so-ciedad boliviana con un nuevo sis-tema de part i d o s, tolera n t e, capazde incluir democráticamente va ri a-bles antes no consideradas como laétnica, y todas las diversidades co-mo la diversidad sexual, la de los te-r ri t o ri o s, las de género, etc., y bus-cando siempre, como fin pri m o r-

dial, la autorregulación de la socie-dad en la búsqueda de la equidad,la profundización de la democra c i ay el pro g re s o. Esto es en definitiva elsocialismo modern o.

En esta perspectiva, deberíamosponer énfasis en la construcción deun sistema de partidos adecuado alas nuevas circ u n s t a n c i a s, al nuevoo rdenamiento terri t o rial del país,tanto del actual como del aspira d o.La sociedad boliviana del futuro de-berá construirse desde los aport e sautonómicos al objetivo nacionalp ri m o rdial, que es la nación bolivia-n a .

Y el nuevo sistema de part i d o spolít icos que lo sustente deberáadecuarse a esta precisa fórmula dec o n c u r rencia de las autonomías pa-ra construir la nación.

En resumen, una de las cara c t e-rísticas centrales de la democra c i aes el plura l i s m o. Y a diferencia dem u c h o s, me considero una demó-c rata y socialista. Asumí la demo-c racia con todas sus consecuencias.Siendo Bolivia un país de alta com-plejidad, un partido único no puedere p resentar la diversidad social, po-lítica, regional, étnica, genera c i o n a ly de género.

Ad e m á s, ya conocemos la expe-riencia de los partidos únicos en elmundo y el sufrimiento que han oca-sionado a sus re s p e c t i vas socieda-d e s. Es hora de aprender de otras ex-p e riencias y dejar de creer que so-mos únicos. El “a d a n i s m o” estuvo“ b i e n” en el medioevo, pero ahora ,en la época de la globalización y delas comunicaciones, es re a l m e n t ef u e ra de lugar sentirse “ ú n i c o” o pio-n e ro. Por ello, hay que rechazar to-das las formas del autori t a rismo y,en nombre de la l iber tad y de laequidad, combatirlos.

G L : La caída de la dicta-dura de Ba n zer fue pre-cipitada por la huelgade hambre de las muje-res mineras. La “s a l i d a”de Palacio de Gonzalo

S á n c h ez de Lozada fue pre c i p i t a d apor Ana María Ca m p e ro que se ple-

gó a la huelga pidiendo su re n u n-c i a . Una mujer, doña Silvia Lazar-t e , p residió la Asamblea Co n s t i t u-yente de principio a fin. Los ensa-yistas de arte indican que Ma ri n aN ú ñ ez del Prado y María Luisa Pa-checo son las artistas más impor-tantes de Bo l i v i a . ¿ Qué rol jugaránlas mujeres en un futuro próximo?¿ Cu á n t o i n f l u i r á n e n e l p e n s a -miento de los hombres?

G A : Yo no creo en actos aisladosde personas individuales. No cre o,por ejemplo, como nos enseñaro nen la escuela, que Bo l í var dio la li-b e rtad a Bolivia. Los procesos sonc o n s t rucciones históricas que lle-van mucho tiempo de acumulación.Son construcciones colectiva s, deacumulaciones objetivas y subjeti-vas en el seno de la sociedad. En ela rt e, por supuesto creo y acepto quehay genialidades como Ma rina Nu-ñ ez del Prado y María Luisa Pa c h e-c o. Son indiscutiblemente las mejo-re s.

También, de lo que sí estoy con-vencida es que las mujeres no so-mos recién llegadas a la política,p e ro nunca fuimos bienvenidas enel sistema político. Las mujeres par-t i c i p a ro n e n t od o s l o s ac to s dec o n s t rucción de la nación, del Esta-do y de la sociedad. Sin embarg o, ycomo lo he re i t e ra d o, su part i c i p a-ción siempre tiende a ser invisibili-zada y no reconocida. La historia deBolivia está plagada de actos indivi-duales y colectivos que dan cuentade la participación de las mujere s,aun antes de la existencia de Bo l i v i acomo Re p ú b l i c a .

En ese contexto, ya jugaron unpapel, lo juegan en la actualidad yseguirán haciéndolo en el futuro.Ellas son fundamentales en la re p ro-ducción de la fuerza de trabajo y lasc risis las golpean con toda intensi-dad y son víctimas de la intolera n c i aque se expresa en la violencia en ra-zón de género. En el país, se han in-c o r p o rado en el mercado de tra b a j of o rmal e informal, sin contar con ladoble o triple jornada que re a l i z a n .Ganan menos que los hombres porel mismo tra b a j o, al margen del de-

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sempeño que muestren. Tienen me-jor rendimiento educativo en todoslos nive l e s, pero eso no les gara n t i z auna adecuada inserción laboral. Po-dría seguir mencionándote más si-t u a c i o n e s, pero aquí me quedo.

El problema central de nosotra s,las mujere s, es que no logramos ar-ticular una agenda y llevarla ade-lante y tenemos problemas en re-p resentar los intereses estra t é g i c o sde genero. También tenemos pro-blemas en acumular lo logrado yp royectarlo a la sociedad.

Por el momento, a mí no me in-t e resa ni pretendo influir en el pen-samiento de los hombre s. Lo que sípienso es que debemos construir unm ovimiento de mujeres desde la so-ciedad y con autonomía del Estado,t ratando de evitar la cooptación deq u i e n e s, en realidad, les interesa quelas cosas sigan igual, al margen de lam a yor visibilidad que ahora osten-tan las mujere s. No importa cuántasm u j e res están en el poder, si aque-llas no re p resentan los intereses delas mujeres que, en definitiva, sonlos intereses de la sociedad.

Te re i t e ro, no hay que influir enel pensamiento de los hombre s, sinoen el pensamiento de la sociedad,caso contra rio vo l vemos a ratificar elp a t ri a rcado en la sociedad y de esoya hemos tenido y tenemos bastante.

G L : El gobierno de EvoMorales ha term i n a d ode “ i n s t a l a r” a los indo-m e s t i zo s en l a d e m o -cracia boliviana. En es-tos veintiocho años de

re c o r rido democrático, por lo tan-t o, se habría equipado nuestra re a-lidad con sus elementos y estaría-mos preparados para pro p o n e rn o sc recer en todo orden de cosas. Nofalta nadie, no falta nada. ¿ Es t a-mos listos para votar por una mu-jer pre s i d e n t a ?

G A : No estoy de acuerdo contigo.En los procesos históricos no es elo b j e t i vo instalar a alguien, en estecaso haber instalado a un indio paraque ahora le toque a una mujer.

Los procesos históricos re s u e l-ven sus liderazgos a partir de legiti-midades que emergen en cada co-y u n t u ra y de sus acumulaciones so-c i e t a l e s. Es un error considerar quea h o ra le toque a una mujer o a uni n d i o. Pa ra ser Presidente de la Re-pública es preciso dotar a esas deci-siones de legitimidad. La legitimi-dad de los liderazgos se constru ye yno deviene ni por la conciencia cul-pable de una sociedad y de sus ac-t o re s, ni por la discriminación posi-t i va.

En Bolivia habrá otra vez unamujer presidenta cuando deba ha-berla. Por sus propios méritos polí-ticos y como respuesta a la expre-sión de las necesidades sociales. Pa-ra ejemplo de lo que planteas ahoratenemos muchas mujeres en el go-b i e rno que no necesariamente mere p resentan ni re p resentan a los bo-l i v i a n o s. Son tan patri a rcales y au-t o ri t a rias como el conjunto de quie-nes ejercen el poder.

Tampoco creo que las tareas de-mocráticas y socialistas estén cum-p l i d a s. Eso hablaría de un estanca-miento y de considerar que las so-ciedades no cambian. Nos falta mu-cho para concretar una sociedadve rd a d e ramente democrática y, mu-cho más aún, una sociedad socialis-ta, las que siempre serán una uto-pia, por el avance permanente de las o c i e d a d .

G L : La defensa de estep r o c e s o d e c a m b i oque vivimos los boli-vi an os p arec e hab erre q u e r ido la per m a-nente movilización de

los distintos sectores sociales. Si ne m b a rg o, la pobreza en el campo,en las minas, en las ciudades, h a c eque esa movilización vuelva a lascalles pero, esta vez , con demandasante el gobiern o. ¿ Qué es lo que su-cede? ¿Se apoya o no se apoya elp ro c e s o ?

G A : Tu pregunta me da la ra z ó nde que todavía existen tareas in-c u m p l i d a s. Me pregunto si ¿la “p o l í-tica en las calles”, “la plebe en ac-

c i ó n”, la permanente “m ov i l i z a c i ó ns o c i a l” es una forma superior de lapolítica?. Creo que la “política en lasc a l l e s” es una for ma necesaria yc o m p l e m e n t a ria de la instituciona-lidad. La movilización tal como lavivimos en Bolivia, no asegura nid e m o c racia ni incidencia en las de-cisiones públicas. La part i c i p a c i ó nen sus diversas formas puede con-ve rtirse solamente en elemento dea p oyo del desarrollo del capital so-cial, en sustento de la eficiencia dela política pública, en palanca cor-p o ra t i va de intereses part i c u l a res o,en su defecto, puede crear basesi d e n t i t a rias de los actores para queaccedan al sistema de decisiones,f o rmas o modalidades de identifica-ción de intereses comunes con elresto de la sociedad y para la cons-t rucción de lo público y la mov i l i-dad. Podría ser una forma coopera-t i va de la institucionalidad públicaen la búsqueda del bien común. Lam ovilización, por si misma, no bus-ca la igualdad, la equidad o la de-m o c racia. A veces solamente es ex-p resión de grandes desconfianzas,públicas y pri va d a s.

Este un tema que deberíamospensarlo más. A veces también ese x p resión de los consensos activo s.

G L : No se ha tenido las u t i l eza de difere n c i a rc l a ra me n t e l a l uc h acontra la corru p c i ó n( n e c e s a ri a , a p oy a d apor todos) de la lucha

política por la toma del poder. Es esin sa bor q ueda en el am bien te.Qu i z á s , a partir de ese hecho, s earraigue el temor de expresar ideasc o n t r a rias al gobiern o, lo cual se-ría una lástima en la pro f u n d i z a-ción de la democracia. ¿Cómo per-cibes tú este problema? ¿No debe-ría afinarse la Ley?

G A : En Bolivia, el entendimientoh i s t ó r ico de la corr upción se hadesviado por dos rutas que no apor-tan a su clarificación. Por un lado,el entendimiento de que el fin justi-fica los medios, hizo de la corru p-ción un mecanismo político plena-mente justificado por los “o b j e t i vo s

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s u p e ri o re s” de la equidad social, delEstado o del part i d o. Por otro, en elpaís despreciamos una acumula-ción histórica del sentido de lo jus-to y de lo ético. De s p reciamos loque hemos aprendido de cada etapah i s t ó rica de la formación social y dela determinación de la composiciónde lo público en el presente y en elf u t u ro. Si e m p re pensamos que lopasado fue malo y que hay que des-t ruirlo y creo que no debe ser así.

Por ello, el acatamiento a la leydebe provenir de una ciudadaníasólidamente formada en que lo jus-to no surge de la particular inter-p retación de los intereses pri va d o ssino que la ley se sostiene “por sim i s m a” y no en los va i venes de laaceptación corpora t i va de las con-veniencias y que se re s u e l ven en laagenda publica.

El Estado de De recho es una ne-cesidad de la democracia, tanto co-mo la aplicación democrática de lal e y, siendo que ésta se remite a lac o n s t rucción histórica de la ciuda-danía. En este contexto, creo en lal i b e rtad y en la equidad y no se de-ben perder ni lo uno lo otro.

También me parece import a n t ereflexionar -sobre lo que Za va l e t anos enseñaba- y es el perm a n e n t ere t o rno de la “casta señori a l” que sere p roduce perm a n e n t e m e n t e. Aq u í ,en este tema, no hay “re s e rvas mo-rales de la humanidad”. El patri m o-nialismo -uso pri vado de la cosapública- sigue vigente en el paísdesde la pri m e ra a la última autori-dad. Antes había una corrupción delos de “a r ri b a”, ahora es una “c o-r rupción de base ancha” que ha sal-picado a muchos más de lo que qui-s i é ra m o s. .

G L : Toda la acumula-ción de capital socialalcanzado por el mo-v i m i e n t o p o p u l a rd e s c a n s a e n l a s e s -paldas de su máximo

l í d e r: Evo Morales Ay m a . No hay, n ipor asomo, o t ro líder que lo alcan-ce en import a n c i a . Por todo ello, e sde suponer que el año 2014, en lase l e c c i o n e s g e n e r a l e s , vo l ve rá a

p resentarse como candidato. No hade faltarle legitimidad, y, si re f o r-ma la Co n s t i t u c i ó n , tampoco lega-l i d a d . ¿ Cuánto bien habrá de ha-c e rle a nuestra democracia ese he-cho? Se lo pregunto a una mujer dei z q u i e rd a …

G A : No comparto contigo estaa p reciación. No es democrático nisocialista -ni siquiera comunitari o - ,pensar que la historia y el rumbo deun pueblo descansen sobre las es-paldas de un líder. En el mundo del“social ismo comunitar i o” lo quep rima es la rotación. Si ocurre loque dices que pasará en las eleccio-nes de 2014, puede haber legalidad,p e ro no legitimidad. Ve a m o s. Ta m-poco creo en líderes mesiánicos ei n s u s t i t u i b l e s. Los líderes surgen encada contexto y nadie es indispen-s a b l e.

El personalismo y el caudillismono son expresión del capital social.Es justamente lo contra r io de lat rasmisión de la confianza interper-sonal y social/cotidiana hacia lasi n s t i t u c i o n e s. Valga la re i t e ra c i ó n :es la expresión de la constru c c i ó ninadecuada de instituciones ya querompe el código de la asociacióne n t re las instituciones y la confian-za, en la que el liderazgo se sustentaen una apelación sentimental. Po rello surge el vínculo del clientelis-mo que se da entre el caudillo y lamasa, entre el patrón y sus clientes.En Bolivia se ha estru c t u rado unsistema clientelar tan sólido alre d e-dor del Estado y entre los part i d o sp o l í t i c o s, ahora, como el que emer-gió en el periodo de decadencia dela Re volución Nacional, con re s u l t a-dos caudillistas similare s. Esta si-n e rg i a n e ga t i v a de f ac to re s q u easientan al clientelismo, sólo podráser rota re s t i t u yendo los lazos delcapital social con las institucionesde la democracia. En esta tarea, se-g u ramente habrá que contar con unrol esencial de los sectores medios,de las élites -re f e ridas en su estri c t osentido- y de los subsistemas políti-cos que estru c t u ran a los terri t o ri o s.En suma: creo en una democra c i ade la alternancia. No en la de caudi-llos ni líderes mesiánicos.

G L : B o l i v i a t i e n e e lp roblema enorme dela coca exc e d e n t a ri ay de la cocaína. El go-b i e r n o a f i r m a ( c o nrazón) que la erradi-

cación debe ser concertada con losc o c a l e ro s . Sin balas. Sin embarg o,p a rece cierto que se erradica undía y se vuelve a plantar coca alo t ro día. Mien tras tanto se des-p restigia un país, un gobierno y unp re s i d e n t e . ¿ Cuál es tu opinión alre s p e c t o ? ¿ Q u é d e b e r í a h a c e rn u e s t ro país para superar este te-m a ?

G A : En el corto plazo, esto tienemucho que ver con la consigna quedio el candidato ganador a Pre s i-dente de la República en el Chapa-re, cuando finalizó su discurso di-ciendo: “m u e ra el imperi a l i s m o, vi-va la coca”. En el l argo pl az o, e lasu n to pú bl ico de l a coca co moconsumo tradicional de una part ede la población boliviana, cada vezm á s, está siendo desbordado por eltema de las amenazas a la seguri d a di n t e rnacional que surge de su co-m e rcio ilícito y de la comerc i a l i z a-ción de la cocaína.

Cada vez más el tema debe serun tema nacional y no constitucio-nal. Desde la negociación entre elg o b i e rno y los cocaleros term i n asiendo parte de la agenda intern a-cional de seguridad, en que la co-munidad internacional ya no sola-mente observa sino que presiona alos bolivianos.

Nu e s t ros vecinos han tomadoasunto respecto a la producción yc o m e rcialización de la cocaína, y nosólo USA, el principal demandanteantes de la cocaína producida enBolivia y principal consumidor. LaUnión Eu ropea, nuestro pri n c i p a lc o o p e ra n t e / d o n a n t e, también miracon preocupación la evolución deeste tema. Nu e s t ra inserción inter-nacional no puede realizarse a par-tir de esta agenda negativa.

En el plano intern o, tampoco sedebe realizar concesiones que dis-torsionan el proceso pro d u c t i vo, la

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i n s e rción internacional, pero fun-d a m e n t a l m e n t e, el hacer social del os bo li vi an os. La i l egali dad delasunto impregna otras re l a c i o n e ss o c i a l e s, políticas y económicas.

El principal interesado en re s o l-ver adecuadamente este tema debeser el actual gobierno boliviano, nosólo por el sello que se imprime enel exterior a sus intervenciones entema del narc o t r á f i c o, sino por elhecho de que el Presidente de la Re-pública es el principal dirigente delos cocaleros y porque sus mismasbases sociales están intrínsicamen-te contaminadas con la economía ysociedad del narc o t r á f i c o.

G L : ¿ Cuántas Bo l i v i a shas visto en tu vida,Gl o ria? ¿Crees que al-g u n a y a s e h a i d o ?¿ C re e s q u e y a e s t a -mos viviendo otra?

GA: Yo he nacido y voy a morir enuna sola Bolivia. La de mis quere res ypreocupaciones. Creo en una sola Boli-via, la que somos, la que ha ido cam-biando, pero no he visto una nueva to-davía. En Bolivia, la casta señorial sereproduce permanentemente e impideese ava n c e. De alguna manera, somoscomo la cueca boliviana, la del zapateoen un sólo lugar y al mismo ritmo. Qui-siera que también seamos la del taqui-rari, que se mueve más.

Es un infantilismo muy gra n d ec reer que a Bolivia se la cambia condiscursos e ideologismos. Mi Bo l i-via, la que amo, es una sola quepugna por romper sus atávicas liga-zones con la mala forma de hacerpolítica, con la irre s p o n s a b i l i d a dpública y la ausencia de políticaspúblicas que no nos dejan salir deuna economía extractivista y de lap o b reza, de la intolerancia. Bo l i v i av i ve en el seno de abigarradas con-t ra d i c c i o n e s, pero de ellas debere-mos salir y proye c t a rnos hacia unmejor futuro.

9 de mayo de 2011.

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Gonzalo Lema (GL):En sus orígenes (los4 0 ’s ) , y debido a lospostulados que re i v i n-d i c a b a , el Mov i m i e n t oNacionalista Re vo l u-

c i o n a rio (MNR) tenía una base so-cial campesina, p ro l e t a ria y mine-r a . Décadas más tarde (los 90’s ) ,bajo el liderazgo de Gonzalo Sán-c h ez de Loz a d a , sus postuladoseran tan distintos que su base so-cial estaba en la clase media y em-p re s a ri a d o. El MNR había “s a l i d o”del campo para asentarse en lasc i u d a d e s . ¿ Así comenzó su decli-ve? Po rque una revuelta popularlo desalojó (2003) del Pa l a c i oQu e m a d o …

Ca rlos Sánchez Be rzaín (CSB):Podemos resumir los postuladosfundamentales del MNR –en todotiempo- en “la liberación del pue-

blo boliviano a través de la alianzade clases, para la construcción de laNación Boliviana y del Estado Na-c i o n a l”. En este pro p ó s i t o, el MNRsiempre ha buscado transformar lassituaciones de injusticia, crisis y de-sigualdad para que el pueblo boli-viano conforme una nación dehombres y mujeres libres con igual-dad de oportunidades.

En los orígenes del part i d o, enla década de 1940, la realidad ob-j e t i va del país (70% ru ral) hacía im-p e ra t i va la incorporación del cam-pesinado a los derechos políticos yciudadanos y, por eso, la pri m e ramedida de la Re volución Na c i o n a lfue el VOTO UNIVERSAL (libera-ción política). Era necesaria la in-c o r p o ración del campesinado ald e recho de propiedad como form ae f e c t i va del ejercicio de la ciudada-nía y, bajo el principio de “la tierra

Ca r lo s S a nchez Ber zaín: “ Evo Morales ha creado

su propia legalidad

q ue no es legítima ni es líc i ta ”

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DATOS

Nació en Cochabamba en Se p-t i e m b re de 1959. Estudios cursadosen el Colegio La Salle de Cochabam-b a , Un i versidad Mayor de San Si-m ó n , Florida International Un i ve r-sity USA –Flacso, Argentina.

Abogado ex p e rto en De re c h oC o n s t i t u c i o n a l , Master en Ci e n c i aPolítica y Master en Sociología, Poli-t ó l o g o. Mi e m b ro fundador del At e-neo Jurídico Bo l i v i a n o. Ca t e d r á t i c ode Derecho Constitucional y de Dere-cho Internacional Público. Ha patro-cinado en Bolivia causas históricasen materia de defensa de las liberta-des fundamentales y del control dec o n s t i t u c i o n a l i d a d . Co-autor del li-bro Recursos constitucionales en Bo-

livia. Conferencista y analista políti-co. Director del Interamerican Insti-tute for Democracy.

Mi n i s t ro de Estado de la Re p ú-blica de Bolivia cinco veces. Ministrode la Presidencia de la República endos ocasiones (1993-94 y 2002-03),Mi n i s t ro de Gobierno dos ve c e s(1994-96 y 1997) y Mi n i s t ro de De-fensa Nacional (2003), en los gobier-nos del Presidente ConstitucionalGonzalo Sánchez de Lozada. Ha im-pulsado y participado en la ReformaConstitucional de 1994-5, las medi-das de reforma conocidas como Ca-pitalización Social, Bonosol, Partici-pación Popular, Reforma Educativa,Seguro Universal Materno Infantil yotras. Como Ministro de Gobierno ha

dirigido la lucha contra el narcotrá-fico en Bolivia por mas de tres años ypromovido el desarrollo alternativo.Pre-candidato presidencial del MNRel año 1996. Diputado Nacional porCochabamba de 1997 a 2002; Jefe deBancada y Jefe de la oposición parla-mentaria en el mismo periodo.

Se c retario Ej e c u t i vo Na c i o n a ldel Movimiento Nacionalista Re vo-lucionario (MNR) de 1999 a 2003.Director Ejecutivo y Jefe de Campañaa nivel departamental y nacional delMNR (1997-2002).

Autor de varias obras, comenta-rios y artículos sobre temas de liber-t a d , d e m o c racia e institucionalidaden las Am é r i c a s . Vi ve como asiladopolítico en los Estados Unidos.

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es para quien la tra b a j a”, se determ i n óla REFORMA AGRARIA (libera c i ó neconómica y social). Constituía uni m p e ra t i vo la pre p a ración del ciuda-dano para la construcción de la Na-ción Boliviana y por eso se puso enm a rcha la REFORMA EDUCAT I VA (li-b e ración integral), medida funda-mental para que todos los niños y ni-ñas de Bolivia se eduquen en las ciu-dades y en el campo, en va l o res yp rincipios nacionales e iguales a losque antes no habían tenido acceso.Era necesaria la protección del tra b a-jador y se impulsó la SEGURIDAD SO-CIAL (liberación social). En el marc ode la economía mundial de ese mo-mento -y de la situación nacional- eran e c e s a rio el fortalecimiento económi-co del Estado y se planteó y ejecutó laN AC I O N A L I ZACION DE LA MINAS.La pri m e ra etapa de la Re volución Na-cional tra n s f o rmó positivamente elpaís y puso en marcha un pro c e s oq u e, pese a los problemas e interru p-c i o n e s, no se ha detenido hasta ahora .

Cuando el Dr. Víctor Paz Estensso-ro asumió la presidencia en 1985, elmundo ya era otro, había cambiado yBolivia también era otra, que ademásestaba sumida en la más gra ve hipe-rinflación y crisis económica de lah i s t o ria. Frente a esta nueva re a l i d a d ,el Presidente y Jefe del MNR puso enm a rcha la segunda etapa de la Re vo-lución Nacional. El Presidente Paz Es-t e n s s o ro resumió exactamente la si-tuación de Bolivia cuando dijo: “LAPATRIA SE NOS MUERE”. Las medi-das fueron las necesarias y adecua-d a s, pero los postulados y objetivo sno cambiaron. Nu e vamente era nece-s a rio liberar al pueblo boliviano, aun-que esta vez de la cri s i s, de la hiperi n-flación y de la miseria que estas tra e n .Esta etapa del proceso de libera c i ó nse puso en marcha con la NUEVA PO-LITICA ECONOMICA, con el tan ata-cado De c reto Su p remo 21060 que estávigente hasta hoy y que garantiza aúnlo poco de estabilidad y seriedad quele queda al país.

En el gobierno de Gonzalo Sán-c h ez de Lozada (Goni) de 1993 a1997, el MNR continuó con el pro c e-so de la Re volución Nacional hacien-do la REFORMA CO N S T I T U C I O N A L ,

y puso en marcha medidas re vo l u c i o-n a rias como LA PA RT I C I PACION PO-P U LAR, LA CAPI TA L I ZACION SOCIAL-con su efecto social inmediato elBONOSOL-, LA NUEVA REFORMAE D U C AT I VA Y LA REFORMA DEL SIS-TEMA DE PENSIONES, LA DESCEN-T R A L I ZACION, el sistema re g u l a t o ri oy otra s. Todas estas medidas son par-te del ideario nacionalista y re vo l u-c i o n a rio fundado en la búsqueda dela liberación del pueblo boliviano. Eneste momento histórico se tra b a j a ro nn u e vos avances del proceso de libera-ción social, política y económica delpueblo boliviano, sentando las basesa través de la captación de tecnologíade punta e inversión económica ma-s i va para el crecimiento y tra n s f o r-mación de empresas estatales que es-taban hundidas en corrupción, faltade inversión y ausencia de tecnolo-gía. Ma yor participación política,mejor distribución del gasto público,más autoridad en manos de la gente yen el lugar donde viven, educaciónrespetando la unidad en la dive r s i d a dy tantos cambios positivo s.

La mezquindad política creó la le-yenda negra de la venta del país ent o rno a la capitalización, cuando, enrealidad, con esta medida lo que seh i zo fue atraer capitales, tecnología ei n s e rtar al país en la modernidad, dela que hoy está nuevamente ausente.La satanización de la capitalizacióne s t u vo dirigida por intereses econó-micos de sectores –políticos y sindica-les- que quedaron afectados al serp ri vados de fuentes de corrupción yde enriquecimiento ilícito en las em-p resas estatales y logra ron confundirel sentimiento nacional, conve n c i e n-do a un sector importante de bolivia-nos de una venta que nunca existió,p o rque -como siempre hemos expli-cado- la capitalización fue “a u m e n t ode capital con pre s e rvación del patri-monio nacional en manos del pueblob o l i v i a n o”.

Esta terc e ra etapa de la Re vo l u-ción Nacional ha creado la base delg ran momento económico del que had i s f rutado el primer gobierno de EvoMo rales y que ya ha dilapidado. Mo-rales ha tenido la suerte de cosecharlo que el gobierno del MNR sembró,

p e ro ha destrozado el proyecto de li-b e ración social y económico nacio-nal... Se ha comido la gallina de losh u e vos de oro.

La etapa de la Re volución Na c i o-nal liderada por el Presidente Sánchezde Lozada se vio lamentablemente in-t e r rumpida el año 1997 porq u e, pore r ro res en la conducción part i d a ri a ,no se pudieron llevar a buen fin laselecciones internas para tener uncandidato presidencial salido de unadecisión democrática de los militan-tes y simpatizantes del MNR. Ha b í a nt res precandidatos mov i m i e n t i s t a s :Gu i l l e rmo Be d regal, Juan Carlos Du-rán y Carlos Sánchez Be rzaín. La cam-paña interna comenzó genera n d og ran expectativa y, en pleno desarro-llo de la misma, el Jefe del Pa rtido im-puso a René Blatman, un candidatoe x t ra ñ o. El argumento fue que teníamejor respaldo en las encuestas, peroel resultado fue desastro s o. Se g u i m o spagando hasta ahora ese erro r, por-que el partido se desmovilizó, se evitóla consolidación de nuevos lídere s, eld e d a zo reemplazó a la democracia in-t e rna y lo más gra ve fue que perd i m o sunas elecciones que estaban práctica-mente ganadas si hubiéramos abiert oel MNR con las elecciones intern a s.Cu a l q u i e ra de los candidatos que hu-b i e ra ganado la interna estaba encondiciones de ganar la elección na-cional. Juan Carlos Durán, que term i-nó siendo el candidato de re p u e s t o,no pudo ganar porque el partido sehabía desmovilizado y dividido y lagente había reducido su confianza.Todos fuimos responsables: Sánchezde Lozada por su decisión y nosotro s,los diri g e n t e s, porque de una u otram a n e ra terminamos aceptándola.

Si el MNR hubiera continuado enel gobierno de 1997 a 2002, el benefi-ciado mayor hubiera sido el pueblob o l i v i a n o, pues la inversión social ge-n e rada con la capitalización hubieratenido continuidad, se habría podidod e s a r rollar seriamente el tema de laexportación de gas, desarrollo humanoy desarrollo sostenible para achicar lasdesigualdades (que cuando un país notiene estabilidad no es que sean más,sino que se hacen más notorias y sec o n v i e rten en un tema político cen-t ral). Incluso luego de salir segundos

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en la elección de 1997 intentamos for-mar parte del gobierno de Bánzer, peroél no aceptó las condiciones pro g ra-máticas mínimas que he descrito y, ensu animosidad contra Sánchez de Lo-zada, pidió como condición para acep-tar que se excluyera al Jefe del MNR deun eventual acuerdo.

Pe rdido el gobiern o, las medidasde la terc e ra etapa de la Re vo l u c i ó nNacional fueron administradas de1997 a 2002 al margen de cri t e rios depolítica de Estado. Eran medidas in-conclusas y en desarrollo y las defor-m a ron, mutilaron, para l i z a ron y/ot e rg i ve r s a ron antes de que sean ple-namente logra d a s. En unos casos selas frenó y distorsionó, como el casode la capitalización social. En otro scasos se las modificó o cambió den o m b re, como el caso del Bo n o s o l .La re f o rma educativa y la part i c i p a-ción popular fueron inadecuadamen-te continuadas. Y así en cada caso.

Nu e s t ra acción de oposición des-de el Parlamento pudo evitar algunosdaños extre m o s, pero no pudo contri-buir a que se ava n z a ra positiva m e n t e.

Respondiendo la segunda part ede esta pregunta, hay que explicarque lo que sucedió de 1952 a 1982 (dela Re volución Nacional a la re c u p e ra-ción de la democracia en Bolivia) yluego hasta fines del siglo XX, comom u e s t ra el Censo del año 2001, es queBolivia se tra n s f o rmó de ser un paísdos terc e ras partes ru ral a un país conmás de 62% urbano, y similar pro c e s odebió seguir el MNR.

El país se convirtió de ru ral en ur-b a n o, de mayo ri t a riamente campesi-no en citadino, y el MNR hizo lo pro-p i o, aunque con mermas en apoyo des e c t o res que se sentían eve n t u a l m e n-te afectados por medidas de nuestro sg o b i e rn o s. Por ejemplo, perd i m o sa p oyo minero sindical con la re l o c a l i-zación de 1985 sin la que el país noh u b i e ra salido de la crisis económica,p e ro ganamos apoyo coopera t i v i s t a ;p e rdimos apoyo en zonas ru rales deLa Paz y crecimos en zonas ru rales delO ri e n t e. Sin embarg o, si se revisan losresultados electora l e s, el MNR siem-p re mantuvo gran apoyo en las zo n a s

ru rales y por eso tuvimos el primer Vi-c e p residente indígena (indígena ve r-d a d e ro, no disfrazado) y una bancadap a r l a m e n t a ria con una import a n t ep resencia campesina, funcional y sec-t o rial. El gra ve deteri o ro, no sólo parael MNR sino para todos los part i d o s,vino con y luego del derro c a m i e n t odel Presidente Sánchez de Loz a d a .

Lo que sucedió el 17 de Octubre de2003 fue el derrocamiento del Pre s i-dente Constitucional Gonzalo Sánchezde Lozada y del gobierno del MNR-M I R-NFR y UCS. Fue la ru p t u ra de lademocracia como consecuencia de unp roceso deliberadamente pre p a rado ypúblicamente anunciado. Co n s p i ra-ción, sedición, traición, violencia deli-b e rada, intervención externa, un go-bierno débil, una coalición no articula-da y un presidente extre m a d a m e n t econfiado en su legitimidad. Todo esot e rminó no sólo con el gobierno sinocon la democracia en Bolivia.

Llamar revuelta popular y desalo-jo del Palacio Quemado a los hechosdel 2003 es una simplificación nacidadel discurso oficial de los golpistas,que ahora están en el gobiern o, quehan destrozado la democracia y el Es-tado Nacional y están en proceso deliquidar la Nación Boliviana.

No debemos olvidar mínimamen-te: 1.- Que Evo Morales convocó públi-camente a “d e r rocar a Sánchez de Lo-z a d a” el 6 de agosto de 2002 cuandoéste último juraba como Presidente deBolivia en el Co n g reso Nacional. 2.-Que en febrero de 2003 hubo un inten-to de asesinato y golpe de Estado con-t ra el Presidente Sánchez de Loz a d a .3.- Que, luego de derrocar al Presiden-te Sánchez de Lozada, lo pri m e ro quelos “s u bve r s i vos y tra i d o res victori o-s o s” buscaron fue el amparo de una“a m n i s t í a” firmada por Mesa, y queamnistía quiere decir “perdón de deli-tos”, y que no se perdona a los inocen-tes sino a quienes, firmando y benefi-ciándose de tal amnistía, han confesa-do públicamente sus crímenes. 4.-Que es Evo Mo rales el acusador en eldenominado juicio de re s p o n s a b i l i d a-des contra el Presidente Sánchez deLozada, su equipo de gobierno y el Al-to Mando Mi l i t a r, y es el régimen de

Mo rales el que impide el esclare c i-miento de estos hechos, porque Mora-les, los co-autores y sus cómplices de-berían estar como acusados y no comoa c u s a d o res o testigos. 5.- Que el go-bierno actual impide esclarecer –entreo t ras cosas- el complot, la planifica-ción subve r s i va, la presencia extra n j e-ra, los crímenes delibera d o s, el iniciode la violencia armada y el financia-miento del proceso desestabilizador ygolpista. 6.- Que los partidos y diri-gentes políticos, después del 17 de oc-t u b re de 2003, cre ye ron que carg a n d otodos los males y responsabilidades aSánchez de Lozada, al gabinete de Mi-n i s t ros y al Alto Mando Mi l i t a r, ellosestaban a salvo, pero hoy ya han sidoatrapados por la máquina represiva delg o b i e rno de Mo rales y están enjuicia-d o s, pre s o s, perseguidos, exiliados ohaciéndole el juego al gobierno paramantenerse en libertad y/o pre s e rva rsus negocios y patrimonio. 7.- Que loque vive Bolivia desde el derrocamien-to del 17 de octubre de 2003 ha sido unpermanente y creciente proceso de co-acción, amedre n t a m i e n t o, persecu-ción, enjuiciamientos, masacres, asesi-n a t o s, crímenes políticos encubiert o s,violaciones a los derechos humanos, alas libertades individuales y de prensa,que han convertido al país en un Esta-do no democrático e intervenido.

G L : Algunos analistas in-dican que el nacionalis-mo re vo l u c i o n a rio (NR)es una ideología con dosp u e rt a s : a la derecha y ala izquierda de las ideas

p o l í t i c a s . El MNR ha transitado pora m b a s . Ha liderado la Re volución del52 y ha participado de golpes de Es-t a d o, alguno de ellos contra un mili-tar de izquierda (To r re s , 1 9 7 1 ) . Es t ec o m p o rtamiento pragmático ha da-do lugar a una va riedad sin límite dem i l i t a n t e s . ¿ No ha sido contrapro d u-cente la indefinición? ¿A quién re-p resenta ahora el MNR?

CSB: El nacionalismo revoluciona-rio del MNR es una ideología que ini-cia la derrota y la desfiguración delconcepto clásico de derechas e iz-q u i e rd a s, ya que frente a la “lucha dec l a s e s” del marxismo -a la que hacíajuego la oligarquía- el MNR plantea la

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“A L I A N ZA DE CLA S E S”. Frente a lac o n f rontación, la Unidad del puebloboliviano para lograr su liberación. An-te la necesidad de liberación, el dogmade derechas e izquierdas resulta unaposición discursiva, una anécdota his-t ó rica para el MNR. Ahora, en el sigloXXI, la categoría de derechas e izquier-das ya no sirve, está superada y necesi-ta cuanto menos urgente redefinición,pues, por ejemplo, si vemos que algu-nas de las democracias más sólidas deSur América son Chile, Brasil y Uru-g u a y, y han logrado gran desarro l l oeconómico con gobiernos denomina-dos de “izquierda” impulsando el librem e rc a d o, la inversión externa, las li-bertades individuales, económicas y lainstitucionalidad, con un modelo eco-nómico que se denominaría “neo libe-ral”, estamos hablando ya de otro con-cepto de izquierda, o mejor dicho, yano podemos hablar de izquierda.

El gobernar y tomar decisiones,de acuerdo a la realidad nacional ymundial, fue calificado como el “p ra g-m a t i s m o” de Paz Estenssoro o delMNR, pero en ve rdad es el re a l i s m oh i s t ó ri c o, fundado en lo que el Jefe Vi-talicio de mi partido denominaba “ l arealidad objetiva”, en busca del cum-plimiento de la meta que no ha cam-b i a d o, que –re i t e ro- fue y sigue siendo“LA LIBERACION DEL PUEBLO BOLI-VIANO Y LA CO N S T RU CCION DELE S TADO NACIONAL EN BASE A LAN ACIÓN BOLIVIANA”.

El MNR re p resenta a un pueblo bo-liviano oprimido y sometido, a un pue-blo al que la agenda política tra n s n a-cional de Mo rales lo ha llevado -y loq u i e re seguir llevando- a ser un puebloc o n f rontado y dividido. El MNR debere p resentar hoy la necesidad de unidadnacional frente a la política de divisióny confrontación racial, étnica, social,regional, gremial, generacional y de to-do tipo que impone Mo rales para debi-litar el espíritu nacional boliviano. ElMNR está en cada ciudadano libre queq u i e re cambio pero con respeto y cono rden. El MNR re p resenta como siem-p re el ideal de Pa t ria y de libertad y lap ropuesta es la unidad para que el pue-blo boliviano lo re c u e rde y podamosre c u p e rar la libertad y la democra c i aen Bolivia. El MNR es la fort a l eza de un

p roceso re vo l u c i o n a rio que está inte-r ru m p i d o, infamado y deform a d o, peroque vive en el corazón de las bolivianasy bolivianos que quieren un futuro del i b e rtad, pro g reso y seguridad para sush i j o s. Hay un nuevo tiempo y un nuevodesafío en el difícil camino de la libera-ción del pueblo boliviano.

G L : El año 2002, los re-sultados electorales de-mostraban que el MNRhabía caído en las pre f e-rencias ciudadanas (suv i c t o ria electoral era dé-

bil) y el Movimiento al Socialismo(MAS) emergía con inmenso apoy o.Pa recía la fuerza de la histori a . ¿ Po rq u é , más bien, se impuso la lógica deg o b e rnar a toda costa? ¿No se advir-tió la animadversión de esa inmensamayoría que no votó por Sánchez deL ozada? In c l u s i ve sus “o c a s i o n a l e s”aliados políticos no le tenían simpa-t í a …

C S B : En la elección del 2002 elMNR le ganó la elección al MAS, def o rma que mal se puede decir que ha-bía “a n i m a d versión de una inmensam a yo r í a”. En esta lógica –si todo elque no vota por ti está en tu contra- elMAS tenía mayor animadversión queel MNR al haber salido en segundol u g a r. En las encuestas y en los re s u l-tados electorales Evo Mo rales teníamás negativos que Sánchez de Loz a-da. Lo que había en ese momento eraun país en cri s i s, en una terrible cri s i seconómica y con un alto nivel de de-sempleo que generaba un gran des-contento social; era, además, un paíscon el Estado debilitado y sin autori-dad, esa fue la herencia del gobiern ode Bánzer y Jo rge Qu i ro g a .

Ot ro elemento de la elección del2002 era la división entre los part i d o spolíticos en torno a liderazgos perso-nales y no a ideas o pro g ra m a s. Si su-mamos la votación del MNR con Sán-c h ez de Lozada 22,46%, del NFR conRe yes Villa 20,91%, el MIR con Ja i m ePaz 16,31%, la UCS con Johnny Fe r-n á n d ez 5,51%, tienes 65,49%, casi dost e rcios del total de votos frente al MAScon el 20,94%. El MAS era una fra c-ción del vo t o, sin apoyo alguno enmuchas regiones y en estas condicio-

nes no se puede hablar de inmensoa p oyo. Si hubiera tenido inmensoa p oyo nos hubiera ganado la elección.

En torno a la “a n i m a d ve r s i ó n” …Una elección es una competencia porel favor del voto popular y lo que ha-bía respecto a Goni, en ese momento,e ra la natural confrontación electora l .Luego hicimos un gobierno de coali-ción que empezó con un gran diálogonacional que no dio resultados por ra-zones estrictamente económicas. Nohubo dinero en el momento oport u n op a ra poner en marcha el plan “o b ra scon empleos”, no hubo coopera c i ó ni n t e rnacional, se necesitaban solo 150millones de dólare s, Estados Un i d o sno cumplió, y el equipo económicodel gobierno no quiso aumentar eldéficit fiscal para tener re c u r s o s. To d olo contra rio: el gabinete económico seempeñó en incrementar la re c a u d a-ción en un momento de cri s i s.

El fracaso del diálogo nacional deagosto a diciembre de 2002 fue elt riunfo de los conspira d o res sobre losd e m ó c ratas en la política nacional y delos economistas sobre los políticos enel gobiern o, que abri e ron la puert a–por la crisis económica- a que la con-vo c a t o ria que hizo Mo rales el mismo 6de agosto de 2002 para “d e r rocar a Go-n i ”, se encamine y finalmente tengaé x i t o.

G L : Si bien el pre s i d e n t eS á n c h ez de Lozada saliódel Palacio Quemado de-bido a la revuelta popu-l a r, todavía hizo el inten-to de trasladar su gobier-

no a la ciudad de Santa Cru z . Es de-c i r : Occidente me re c h a z a , p e roOriente me guare c e . Si se concre t a b aesa decisión, el país se ponía al bord ede una fractura. ¿ ” Cu á n t o” del MNRa p oyaba esa iniciativa? ¿Cuáles eranlos argumentos de quienes insistíanen resistir a toda costa?

C S B : Necesitamos –nueva m e n t e -una precisión histórica esencial: Elp residente Sánchez de Lozada saliódel país traicionado y derrocado co-mo resultado de una conspiración yun golpe de Estado exitosos que lof o rz a ron a renunciar y salir exiliado.

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El 17 de octubre de 2003 se ro m p eel orden democrático de Bolivia, co-mo ya he explicado, aunque esta si-tuación se revista de la formalidad dela renuncia que el propio Sánchez deL ozada, en su carta, pide que no seaaceptada. Leamos la carta llamada de“re n u n c i a” :

“ Ho n o rables Congre s a l e s :Bolivia está viviendo horas crucia-

l e s . La democracia está bajo el asediode grupos corpora t i vo s , políticos y sin-dicales que no creen en ella y que lautilizan según su conve n i e n c i a . To d oesto configura un cuadro de sediciónq u e , con el pre t exto de la ex p o rt a c i ó ndel gas natura l , ha violado la esenciade la democra c i a , que es el respeto alve redicto de las urnas para la elecciónde los gobernantes. Se ha utilizado esab a n d e ra , rehusando el diálogo, p a rabuscar mi re n u n c i a , a t r i b u y é n d o m eno sólo la responsabilidad de los pro-blemas actuales que confronta la Re-p ú b l i c a , sino también la falta de solu-c i o n e s . Si así fuera , mi re n u n c i a , q u eh oy pongo a consideración del Ho n o-rable Congreso Na c i o n a l , debería sersuficiente para la solución de los pro-blemas nacionales. Aunque lo deseof e rvo ro s a m e n t e , me temo que la solu-ción no sea tan sencilla. Las causasp rofundas de esta crisis obligan a unra zonamiento esencial, que las pasio-nes ahora desatadas no nos permitena l c a n z a r. El tiempo se encargará deh a c e rlo por nosotro s , y a él me enco-miendo en pro c u ra de un balance sere-no y objetivo que las circ u n s t a n c i a snos niegan hoy. A los bolivianos nos hacostado mucha sangre y mucho dolorconquistar y sostener la democra c i a .Hoy sabemos que la democracia es unprivilegio que hay que pre s e rvar paramantener la unidad de la Nación boli-v i a n a , con libertad y dignidad. El Pre-sidente de la República es símbolo deesa unidad, en medio de la dive r s i d a dn a c i o n a l , d i versidad que debe serfuente de orgullo y no de conflicto nide violencia. Al poner mi renuncia ac o n s i d e ración del Ho n o rable Congre s oNa c i o n a l , lo hago con la íntima con-vicción de que la aceptación de la mis-ma no corresponde ya que no se puedere t i rar a un Presidente elegido demo-c r á t i c a m e n t e , por mecanismos de pre-sión y de violencia que están al mar-

gen de la ley. Este es un funesto pre c e-dente para la democracia boliviana yc o n t i n e n t a l . El Congreso de acuerdo ala atribución contenida en el art í c u l o68 inciso 4to. de la Constitución Po l í t i-ca del Estado debe decidir si la aceptao la re c h a z a . Si la acepta el Vi c e p re s i-dente de la República deberá asumirla Presidencia y ejerc e rla hasta la fina-lización del período constitucional pormandato del artículo 93-II de la Ca rt aFu n d a m e n t a l . Esta es una tarea que elC o n g reso debe encarar con la re s p o n-sabilidad que exige la hora pre s e n t e .Pe ro es mi deber adve rtir que los peli-g ros que se ciernen sobre la Patria si-guen intactos: la desintegración nacio-n a l , el autoritarismo corporativista ysindical y la violencia fra t r i c i d a . Es t o sp e l i g ros se asientan en la circ u n s t a n-cia histórica en que los fundamentosde la democracia han sido puestos enc u e s t i ó n . Qu i e ra Dios que algún día notengamos que arrepentirnos de todoe s t o. Ho n o rables Congre s a l e s : He serv i-do a Bolivia con entrega y dedicaciónsin límites. Esa es la más grande re-compensa que haya podido alcanzar alo largo de mi vida. A g ra d e zco a Di o spor ese privilegio y le pido desde lomás profundo de mi corazón que ilu-mine y bendiga a todas las bolivianasy bolivianos.

Gonzalo Sánchez de Loz a d aPresidente Constitucional de la Re-

p ú b l i c a”.

Respecto al supuesto intento det rasladar el gobierno a Santa Cruz, esaidea nunca existió y ni siquiera seconsideró. El Presidente Co n s t i t u c i o-nal fue forzado en el derro c a m i e n t opensando en la unidad nacional y enla situación del país. El derro c a m i e n-to se había producido y no había car-ta de renuncia, entonces el Pre s i d e n t erecibió todo tipo de presiones y cedióa firmar una carta sólo para evitar lasuspensión de la ayuda intern a c i o n a la Bolivia, cuando el Embajador deUSA, otros funcionarios intern a c i o n a-l e s, senadores y diputados lo pre s i o-n a ron y explicaron que sin la carta to-da la cooperación sería quitada de in-m e d i a t o. Aunque yo nunca estuve dea c u e rdo con que el Presidente firm ela carta de renuncia, intervine en mo-dificar el texto de la misma. La cart afue corregida y firmada en el aero-

p u e rto de Santa Cruz y pedía QUE NOSEA AC E P TA D A .

Esta carta es un documento qued e m u e s t ra y tiene vicio del consenti-miento y es por lo tanto nula. Fue fir-mada por el Presidente contra su vo-luntad y por presiones extremas deli-b e radamente creadas para someter aél y a su gobierno. Además de demos-t rar en si misma la violencia ejerc i d ap a ra obtenerla, esta carta ha serv i d o -p a ra disfrazar de “re n u n c i a” un “g o l p ede Estado”. Al firmarla bajo pre s i ó ni r resistible pudo más el patri o t i s m odel Goni que su propia seguridad polí-tica.

G L : El “paso al costado”del gabinete (y quizás delg o b i e rno) dado por el Vi-c e p residente Ca rlos Me-s a , con anteri o ridad a lossucesos de octubre , t e r-

m i n a ron salvando la sucesión pre s i-dencial institucionalizada de nuestrad e m o c r a c i a . Al cabo de ocho años,¿cómo juzgas lo sucedido? ¿Fue una c i e rto de Ca rlos Me s a ?

CSB: El denominado “paso al cos-t a d o” de Carlos Mesa fue solamenteTRAICIÓN, que es una falta alevosa einfame a la lealtad y a la confianza.Mesa quería ser presidente a toda cos-ta. Al empezar la campaña del 2002 mehabía pedido -y llegó a decirle a Goni-que él (Mesa) debería ser el candidatoa la presidencia. Pa ra ser candidato ala Vice Presidencia puso condicioneso n e ro s a s, en los hechos vendió su in-greso a la candidatura, al punto que elmismo día de la proclamación de can-didatos, Mesa seguía negociando con-diciones económicas y espacios de po-d e r. Cometí el error de jugarme porMesa, cedimos a sus imposiciones yterminamos pagando el precio.

En enero de 2003, fracasado el Diá-logo Nacional, Mesa me propuso elp royecto de “sustitución ordenada deGoni” porque lo veía muy “c a n s a d o”.Discutimos y le pedí que nos ayude af o rtalecer el gobierno y de inmediatoi n f o rmé al Presidente Sánchez de Lo-zada; se generaron reuniones, Mesa senegó, reiteró su lealtad al Presidente yéste le ratificó su confianza, alegando

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en pri vado que no podía despedir alVice Presidente; el resultado fue unaintensa campaña indirecta, mediáticay política de Mesa contra mi persona,bajo la consigna encubierta de que:“para bajar a Goni había que bajar pri-mero a Sánchez Berzain”

Mesa quería a toda costa ser Presi-dente de la República y, como le dijeen pri vado y en público en re i t e ra d a so p o rt u n i d a d e s, tenía tiempo para lo-grarlo, y yo creo que lo hubiera hechosin necesidad de ser un traidor y liqui-dar el proyecto de país con el que ter-minó por su ambición política y eco-nómica.

El anuncio del paso al costado fueun acto de traición a Bolivia, al Pre s i-dente y al gobiern o. Sólo fue el actode mostrar sus cartas en una bara j aque venía jugando, al principio en se-c reto y luego abiert a m e n t e.

Mesa conocía todo lo que estabap a s a n d o, lo había aprobado y autori-zado porque participó de todas lasreuniones en las que se tomaron deci-siones y además todas las decisionese ran legales. Hasta su declaración delpaso al costado, Mesa se empeñabaen estar inform a d o, pro p o s i t i vo, apo-yando e interesado en la solución delos conflictos. Eso frente al Pre s i d e n-t e. Por el contra ri o, era el que pedía–en pri vado- acciones y decisionesque denominaba más enérg i c a s.

Mesa tenía toda la inform a c i ó ndel gobiern o, pero el Pre s i d e n t e, parap roteger la imagen de Mesa, había li-mitado su exposición pública con lostemas del conflicto, y Mesa, con suimagen intacta, usó la inform a c i ó np a ra llevar adelante la traición infor-mando y pactando con Evo Mo rales ylos opera d o res del derro c a m i e n t o.

Prueba de la traición es la deno-minada “agenda de Oc t u b re”, pri m e racto de gobierno de Carlos Mesa, queestablece “amnistía para los golpistas,juicio a Sánchez de Lozada y sus cola-b o ra d o re s, y asamblea constituye n t e”,a lo que agregó “g o b i e rno sin part i-d o s”. Prueba escrita y pública de lat raición son los dos decretos de am-nistía: el DS No. 27234 de 31 de octu-

b re de 2003 y el DS. No. 27237 de 4 deNov i e m b re de 2003. En estos decre-t o s, Carlos Diego Mesa como Pre s i-dente se perdona a si mismo y perd o-na a sus opera d o res y socios de losdelitos que cometieron para llevarlo ala presidencia.

El decreto supremo 27234, en sup a rte considera t i va, dice: “ Que laConstitución Política del Estado en eln u m e ral 13 del Artículo 96 establececomo atribución del Presidente de laRepública decretar amnistías por deli-tos contra la seguridad del Es t a d o ; p o rlo que los delitos contra la seguridaddel estado acontecidos en las últimasp rotestas sociales, son delitos cataloga-dos como políticos………que según ladoctrina penal, el delito político no sedefine por criterios objetivos sino sub-j e t i vo s , que tienen que ver con los mó-viles que determinan la acción que see n c u a d ra en un tipo penal determina-do……que los hechos ocurridos en elmes de Oc t u b re , formalmente puedenser interpretados como delitos de tipopenal en la Ley del Sistema Na c i o n a lde Seguridad Ci u d a d a n a , p e ro consi-d e rando sus características y antece-dentes en cuanto al móvil que impulsóestas acciones, resulta evidente que losmismos no respondían al deseo de co-meter un delito de orden penal……….

Los delitos contenidos en la Leydel Sistema Nacional de Se g u ri d a dCiudadana y objeto de amnistía son:instigación pública a delinquir; e va-s i ó n ; f a b r i c a c i ó n , c o m e rcio o tenenciade sustancias ex p l o s i va s , a s f i x i a n t e s ,e t c ; atentado contra la seguridad delos medios de tra n s p o rt e ; a t e n t a d o sc o n t ra la seguridad de los servicios pú-b l i c o s ; lesiones gra v í s i m a s ; l e s i o n e sg ra ves y leve s ; lesión seguida de muer-t e ; ro b o ; robo agra va d o ; y ex t o r s i ó n . Ti-pos delictivos justificados en la amnis-tía de Mesa porque él decreta que “n orespondían al deseo de cometer un de-lito de orden penal…(¡!)”

Fi n a l m e n t e, no olvidemos que laamnistía se dictó sólo para los sedi-ciosos mientras se ponía en marcha lapersecución y enjuiciamiento deq u i e n e s, formando parte del gobier-n o, defendieron el orden público, lad e m o c racia y el Estado de De re c h o.

G L : EL MNR ya no está enel gobiern o. Con el pasodel tiempo se puede ad-ve rtir que la Pa rt i c i p a-ción Popular (1994) fueuna medida re vo l u c i o n a-

ri a , igual que el Bono Solidari d a d( B O N O S O L , 1 9 9 7 ) , q u e , en los he-c h o s , es una renta de ve j ez para losc a m p e s i n o s . ¿ Qué medida re vo l u c i o-n a ria se quedó sin ejecutar? Au n q u eel último gobierno (2002-3) pare c í asimplemente preocupado de corre g i rla marcha de la capitalización…

C S B : Ac l a remos que el Bonosol noes una renta de ve j ez de los campesi-n o s, es una renta de ve j ez de todos losbolivianos de la terc e ra edad, inclui-dos los que tienen jubilación, puesp roviene del propio dinero del puebloboliviano fruto de la capitalización.Ya hemos re c o rdado que la Bolivia delaño 2001 es más urbana que ru ra l .Lamentablemente el Bonosol, ademásde cambiarle el nombre a Bono So l i-d a ri o, ha sido desvirtuado y no es sos-tenible en el tiempo porque lo hanvuelto una dádiva estatal que se aca-bará junto con los otros bonos cuan-do el Estado no tenga recursos parap a g a r, y eso ya está muy cerc a .

Lo primero que había que hacer enla gestión que comenzó en agosto de2002 era superar la crisis económicacreando empleo. Por el derrocamientodel 17 de octubre de 2003 quedó sinejecutar la urgente generación de em-pleo para superar la crisis; así se evitófundamentalmente un gran impulso aldesarrollo rural con sistemas de riego,equipamiento, incremento de produc-ción destinada al mercado interno y ala exportación, electrificación ru ra l ;era y es necesario convertir al campe-sino en ciudadano productivo y de cla-se media. Conexiones de gas natura ldomiciliario para todos los hogares bo-l i v i a n o s, construcción masiva de vi-vienda social, caminos como la cons-trucción carretera Víctor Paz Estensso-ro, asfaltada de Cobija a Tarija, la dobleruta este-oeste y otra s, que hasta hoyel país necesita y no se han hecho.

En lo estratégico era el tiempo dea vanzar con medidas sociales como elSUMI (Se g u ro Un i versal Ma t e rno In-

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fantil) para institucionalizarlas y ha-cerlas sostenibles en el tiempo; la re-f o rma educativa necesita atenciónp a ra poner a nuestros niños en el ma-nejo de la tecnología y darle una edu-cación que los haga competitivos enel mundo actual; salud y educación,como estrategia de disminución de ladesigualdad. En lo político debíamosp rofundizar la Pa rticipación Po p u l a r,a f rontar una nueva re f o rma constitu-cional pre s e rvando la democracia y elEstado de De re c h o. En lo económicobuscar asegurar a Bolivia una econo-mía sólida, por medio del estableci-miento de mercados a largo plazo pa-ra el gas y el incremento de la pro d u c-ción; la liberación económica paraperpetuar y multiplicar los ingre s o spor exportaciones de gas, que con eld e r rocamiento de 2003 y medidasp o s t e ri o res no ha sido posible.

G L : Al pueblo boliviano,casi en su conjunto, no legusta que se pri va t i c e nn u e s t ros recursos natu-rales ni nuestras empre-sas estatales. El MNR lo

h i zo (1993-97) y, q u i z á s , fue la causade su caída. ¿ Qué beneficios nos tra-jo la capitalización de Ya c i m i e n t o s(YPFB)? O, en su caso, ¿la capitaliza-ción del L l oy d Aéreo Bo l i v i a n o( LAB)? ¿O la venta de la empresa na-cional de ferro c a r riles (ENFE)? Es a“e p i d e m i a” de capitalizaciones enA m é rica Latina pareció tan sólo algodel momento, pues ahora luce fuerade moda en todo el contexto…

C S B : Los recursos naturales nun-ca se pri va t i z a ron. Los recursos natu-rales se mantuvieron y se mantienende propiedad del Estado (es el régi-men constitucional creado por elMNR desde iniciada la Re vo l u c i ó nNacional). Solamente se mejoró el ré-gimen de concesiones (que ya existía)con un moderno sistema re g u l a t o ri oc reando las superi n t e n d e n c i a s.

El proceso de capitalización tam-poco fue una venta. Debemos re c o r-dar que se establecía el valor de lae m p resa nacional, y los intere s a d o sen capitalizarla debían ofrecer un va-lor que se inve rtía en la misma em-p resa, quedando el valor de la empre-

sa nacional como acciones en pro p i e-dad del pueblo boliviano. Pre s e rva-ción de patrimonio con incorpora-ción de capital, tecnología y adminis-t ración pri vada para atacar la corru p-ción. El Estado cedió sus acciones alpueblo de Bolivia que recibía las utili-dades por medio del Bonosol; esas ac-ciones eran administradas en un Fo n-do de Capitalización. La capitaliza-ción es técnicamente un aumento decapital con ingreso de nuevo socio yc o n t rato de administración. Por ra zo-nes políticas ya explicadas, sataniza-ron la capitalización y hoy Bolivia hare t o rnado al estatismo, sin capital, sintecnología de punta, con menos pro-ducción y con mucha corru p c i ó n .

Los beneficios del proceso de capi-talización han sido dilapidados porEvo Morales y su gobierno. La capitali-zación del LAB fue la mas crítica, por labatalla política que sus dirigentes sin-dicales genera ron con intereses mez-quinos y sin visión para pre s e rvar sufuente de trabajo. Esta empresa fue li-quidada por decisión y presión políticadel gobierno actual para despre s t i g i a rel proceso de capitalización. El LA Bestaba volando más aviones y más ru-tas, incluso a Europa, cuando –nueva-mente- con juicios y acusaciones digi-tadas desde el gobierno sacaron delpaís a su principal ejecutivo. Hoy hancreado BOA y están tratando de repetirlo que hicieron al LAB con Ae ro s u r(enjuiciar ejecutivos pri vados de em-presas para quebrarlas o quedarse conla empresa).

La capitalización de ENFE se hizoen dos empresas: la Red Oriental y laRed Occidental; la Red Oriental fun-cionó sin problemas porque no tieneen su ruta la competencia de una ca-rretera asfaltada como si la tiene la RedOccidental, que quedó -por razón de lacarretera- reducida a ser transportado-ra de minerales en un momento enq u e, por los precios intern a c i o n a l e s,no se podía exportar minerales de Bo-livia. Con una carre t e ra asfaltada quec u b re los mismos tramos y destinosque la Red Occidental, no hay maneraq u e, sin subve n c i o n e s, funcione elt ra n s p o rte ferrov i a rio de pasajeros eincluso de carga no minera; por ejem-p l o, es más barato y rápido traer un

container o un vehículo de Arica en ca-mión que en tren, y es más barato y rá-pido viajar en bus de Cochabamba aOruro, a La Paz o a Arica que en tren oferrobús; esto afectó a poblaciones in-termedias y se produjo el natural des-contento por corte de tramos y serv i-cios no re n t a b l e s, situación que fuesindical y políticamente aprove c h a d aen el proceso de satanización de la ca-pitalización. Ad e m á s, en el caso deENFE, lo que manchó este proceso fuela corrupción en la ENFE residual, osea la parte de ENFE que no se capita-lizó; esto fue lo desastroso por lo quee j e c u t i vos y responsables de esa ges-tión fueron procesados y encarcelados.

G L : En el proceso inve r s oa las capitalizaciones es-tán las nacionalizacio-n e s , como las que vienepracticando el pre s i d e n-te Evo Mo r a l e s , casi siem-

p re los 1ro. de mayo. Desde la distan-cia (física, y de oposición política),¿cómo crees que prospera esa medi-da? ¿Vamos a seguir explorando enbusca de gas como con las empre s a sextranjeras? ¿Cuál debería ser unabuena solución para el pueblo y elEs t a d o ?

C S B : Nacionalizar no es lo mismoque estatizar y lo que ha hecho Mo ra-les son estatizaciones no nacionaliza-c i o n e s. No se puede nacionalizar lonacional, puedes estatizar lo pri va d oy esto último es lo que hace Mo rales am e d i a s.

Las denominadas nacionalizacio-nes de Evo son sólo “e s t a t i z a c i o n e s”,ya que las empresas capitalizadasnunca dejaron de ser nacionales, era ne m p resas bolivianas, sus re g i s t ros yo p e raciones eran en Bolivia, el 50% desus acciones pertenecían a los boli-v i a n o s, debían cotizar en la bolsa bo-liviana, estaban sujetas a las leyes bo-l i v i a n a s, generaban empleo e impues-tos en Bolivia, seguían siendo empre-sas bandera bolivianas, pero no era na d m i n i s t radas por el gobierno de tur-no y no formaban ya parte del botínpolítico y sindical. La estatización deMo rales solamente le ha quitado alpueblo boliviano sus acciones parare g resarlas al gobiern o, le ha ro b a d o

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al ciudadano boliviano su fondo depensiones y ha expropiado part i c i p a-ciones de socios extra n j e ros some-tiendo al país a demandas millona-ri a s, destrozando la credibilidad deBolivia en materia de inversión o pa-gando precios extra o rd i n a rios y a ve-ces de negociado para re t o rnar a lac o r rupción política en beneficio solodel gobierno de Mo ra l e s. Las seudoseudo nacionalizaciones de Mo ra l e sson estatismo y centralismo puros yno es lo mismo que ser nacionalista.

El tema del gas está casi term i n a-do para Bolivia. Estamos fuera dem e rcado y fuera de tiempo. Se hap e rdido el momento histórico paraque seamos una potencia gasífera .Esto ha sucedido precisamente por eld e r rocamiento de octubre de 2003,los enfoques estatistas y los actos ydecisiones demagógicas de Evo y sug o b i e rn o.

Bolivia tendría que estar expor-tando gas a México y Ca l i f o rnia y, co-mo este fue el pretexto para el golpede estado de 17 de octubre de 2003, li-q u i d a ron el proye c t o. El Perú se hapuesto por delante de Bolivia en lap roducción y exportación de gas. Bo-livia ha bajado su producción por fal-ta de exploración y disminución deexplotación, como resultado de la fal-ta de inversión y de confianza pro-ducto de las estatizaciones de Mo ra-l e s.

Deberíamos estar vendiendo másgas al Brasil y el año 2004 debió ha-berse construido un segundo gaso-ducto de más capacidad (más ancho)a ese país. Han logrado todo lo con-t ra rio: la producción actual apenasalcanza para cumplir con Brasil y he-mos reducido los volúmenes a la Ar-gentina. Brasil y Argentina han en-c o n t rado grandes campos gasífero sque están desarro l l a n d o. Bolivia notiene ni el capital ni la tecnología parael desarrollo intensivo de este re c u r s o.Chile no quiere el gas boliviano y Bo-livia tampoco quiere ve n d e r l e. Ha yincluso escasez de gas en Bolivia, eltendido de redes domiciliarias de gasn a t u ral -que ya deberían cubrir todoel terri t o rio nacional- está muy atra-s a d o.

Más pronto que tarde Bolivia de-berá vo l ver por el camino del re a l i s-mo y, en la mejor forma posible, bus-car capital y tecnología. Cuanto mást a rd e m o s, más atrás y más pobres nosi remos quedando.

G L : El presidente EvoMorales debe intentarpasar a la historia dandosolución definitiva alp roblema de la hoja dec o c a . Ya se sabe que el

e xcedente se vuelve cocaína. Al mis-mo tiempo, se afirma que su consu-mo diario y constante es medicinal,p e ro es posible tener dudas. ¿ Qué sedebe hacer al respecto? ¿Cuál es tue x p e riencia? Po rque también en elg o b i e rno de Sánchez de Lozada set u vo coca exc e d e n t a ria y mucho nar-cotráfico…

C S B : Evo Mo rales sigue siendo ellíder nacional de los cultiva d o res decoca ilegal. Ellos lo han llevado al po-der y lo sostienen allí y eso tiene uncosto político que es el incre m e n t odel cultivo de la coca ilegal que sólotiene como destino la producción ded roga. El incremento de la pro d u c-ción de la droga que proviene de lacoca en Bolivia, es parte de las necesi-dades políticas del gobierno de EvoMo ra l e s. Lo demás son sofismas.

De acuerdo a ley y a las conve n-ciones intern a c i o n a l e s, en Bolivia hanquedado sólo dos clases de cultivo sde coca: 1.- Los cultivos legales, ubi-cados básicamente en los Yungas deLa Paz, con una extensión máxima de12.000 hectáre a s, destinados al con-sumo tradicional, medicinal, legal.2.- Los cultivos ilegales ubicados en eltrópico de Cochabamba, denomina-ción genérica de Chapare, que el año2003 estaban en -más o menos- 3.000h e c t á reas (se habían reducido en 10años casi en 15 veces). Esta coca estásolamente destinada al crimen deln a rc o t r á f i c o.

La pregunta es si Bolivia es ya unn a rco-Estado o… ¿cuánto le falta?Pa ra responder esta cuestión hay quecumplir las leyes y los convenios in-t e rn a c i o n a l e s. Pe ro esto es pre c i s a-mente lo que Evo Mo rales no puede

h a c e r, porque pierde el respaldo polí-tico y la movilización de los cocalero si l e g a l e s, y aún peor: empezaría a te-ner conflictos sociales y confro n t a c i o-nes en las que él mismo ha part i c i p a-d o, pro m ovido y dirigido en el pasado.La razón por la que hoy los cocalero sde Chapare no son un problema parael gobierno es porque son el gobier-no; con respaldo estatal, hacen lo queq u i e ren, no cumplen la ley, incre m e n-tan los cultivos y han terminado dei n t e g rar el circulo de la producción ded roga, porque ahora, casi la totalidadde la pasta base de cocaína se pro d u-ce en el mismo lugar de pro d u c c i ó nde la coca ilegal y la producción delc l o rh i d rato de cocaína casi íntegra-mente en Bo l i v i a .

La diferencia con nuestros gobier-nos es que el MNR llegaba al podercon el apoyo de sectores sociales conlos que cumplía políticamente conmedidas de gobierno legales y gober-namos para todos los bolivianos.Nu e s t ra contribución a la re d u c c i ó nde la coca ilegal fue fundamental y deeste hecho nace la confrontación conEvo Mo rales y la animadversión inclu-so personal y amenazas hasta dem u e rte que él ha expresado pública-mente contra mi persona. En la luchac o n t ra el narcotráfico implementa-mos el mejor sistema posible con co-o p e ración internacional, que Evo haroto a nombre de una soberanía coca-l e ra pero no nacional.

La lucha contra el narc o t r á f i c oe ra, hasta el 17 de octubre de 2003,una política de ESTA D O, luego pasó aser una política de gobierno y, mást a rd e, una política de un grupo de sin-dicatos pro d u c t o res de coca ilegal quet e rm i n a ron con toda la coopera c i ó ni n t e rnacional en la lucha real contra eln a rc o t r á f i c o. La producción de coca yde cocaína se ha incrementado en esteg o b i e rno y lamentablemente el consu-mo interno también. De ahí surge lacuestión regional y mundial cada vezmas persistente de que si Bolivia es unn a rco Estado o está en proceso dec o n ve rtirse en un narco Estado, go-b e rnada como está –por decir lo me-nos- por los cultiva d o res de la cocailegal. El presente y futuro de país eneste tema son muy peligro s o s.

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G L : La población boli-viana en general empie-za a especular sobre laposible candidatura delp residente Morales elaño 2014. Aunque aún

falta mucho tiempo, ya es posible ad-ve rtir que el eje de la discusión está enla confrontación de dos conceptos: l e-galidad versus legitimidad. El mov i-miento popular boliviano (indígenas,p ro l e t a ri o s , m i n e ro s , c o c a l e ro s ) , m i e n-tras tanto, se preocupa porque todo el“p roceso de cambio” descansa en las es-paldas de su líder. ¿ Cuál es tu opinión alrespecto? ¿Qué crees que sucederá?

C S B : Mo rales y su gobierno no sonun proyecto político boliviano. Son par-te del socialismo del siglo XXI llamadotambién proyecto boliva riano o gru p odel Alba (Alianza Bo l i va riana para lasA m é ricas) nacido de la unión entre Ca-racas y La Habana, que re c reó, a pri n c i-pios de este siglo, el foquismo castri s t ade la década de los sesenta y lo convirt i óen foquismo electoral, reemplazando lalucha armada eventualmente por el ma-nejo de elecciones. Como resultado dela alianza entre Ca racas y La Ha b a n a ,Ca s t ro tuvo ingresos de dinero y petró-leo que lo salva ron de la agonía econó-mica que sufría a fines de los noventa yHugo Chávez obtuvo seguridad, el pro-yecto político y la experiencia (knowh ow), de la dictadura más antigua y du-ra d e ra del hemisferio para perm a n e c e ren el poder.

Los demócratas latinoameri c a n o st a rdamos mucho en percibir este pro-yecto transnacional, neo- imperialista ya u t o ri t a ri o. Hoy, aún muchos políticos,s i n d i c a l i s t a s, empre s a ri o s, académicos yciudadanos no ven la ve rd a d e ra natura-l eza de un poder político regional quec o n t rola dictatorialmente Cuba y que,d e s t rozando las democra c i a s, está lle-vando en ese camino a Ve n ezuela, Bo l i-via, Ecuador y Ni c a ragua; que intentó, ysigue intentando, tomar Ho n d u ra s.

El socialismo del siglo XXI tieneg ran influencia –via acuerdos políticosde provisión de petroleo ve n ezolano- eno t ros paises como los que conform a nPe t ro c a ri b e, lo que les ha dado mayo r í ade votos a nivel regional y les perm i t eun manejo político casi discrecional de

la Organización de Estados Ameri c a n o s(OEA) entre otros org a n i s m o s.

Una característica esencial de estaf ranquicia política del siglo XXI es queviene disfrazada de democracia, conmucho dinero para la acción y mov i l i a-zación políticas, con presentación po-pulista y discurso de pretender term i n a rcon la exclusión, la pobreza, el ra c i s m o,o cualquier otro elemento que se apli-que a la realidad del país donde opera n .Su discurso fundamental (anti capitalis-ta, anti imperialista y anti nort e a m e ri c a-no) se disfraza de democracia hasta quetoman el poder. Sus slogans y símbolossiguen siendo castristas: ¡Pa t ria o muer-t e … ve n c e remos!; ¡Hasta la victori as i e m p re!; su símbolo es el Che Gu e va ra ,su centro de pere g rinación La Ha b a n a ;no tienen adve r s a rios políticos, señalane n e m i g o s. Se pesentan con bandera sc o n t ra la pobreza y lo que hacen es au-m e n t a r l a .

Sus políticas estatistas y centra l i s t a ssólo buscan la concentración total delpoder y la permanencia indefinida en elm i s m o, a través de re f o rmas constitu-c i o n a l e s, bajo un modelo contratado apseudo académicos de una unive r s i d a despañola que han diseñado las Co n s t i-tuciones de Ve n ezuela, Bolivia y Ec u a-dor y con las que han articulado hastaun doctorado de De recho Co n s t i t u c i o-nal en La Habana.

En t re los medios de acción queusan se encuentran: la campaña de des-p restigio del sistema de partidos políti-cos buscando su eliminación, la cre a-ción o aprovechamiento de cri s i s, y laexacerbación de tensiones y confro n t a-ciónes internas o extern a s, como Mo ra-les ha hecho en Bolivia siguiendo al piede la letra esta agenda.

En el camino al poder trabajan porel desprestigio de la democracia, las ins-tituciones y los líderes sociales, empre-s a ri a l e s, políticos y re g i o n a l e s. Obtenidoel poder, desatan la persecusión de polí-t i c o s, peri o d i s t a s, empre s a ri o s, diri g e n-tes sindicales, líderes cívicos y de todapersona que disienta o tenga proye c-ción. El objeto es amedrentar a la ciuda-danía con el terror y mandar la señal alciudadano común de que estará bien sino se mete con el gobierno o no entra

en política; nada es posible contra elp residente –cocalero en el caso de Bo l i-via- que está concentrando todo el po-der y dando los últimos toques a un sis-tema de partido único. Con discursosn a c i o n a l i z a d o res se apoderan de em-p re s a s, medios de comunicación y re-c u r s o s, con el fin de cortar libert a d e se c o n ó m i c a s, de expresión y financia-miento a iniciativas democráticas; losi n s t rumentos utilizados incluyen, entreo t ro s, la politización de la justicia paraperseguir y anular a los opositores cre-ando delitos y procesos en manos deuna justicia propia y/o servil, ciminali-zando la actividad política e incluso lade la prensa libre.

Estos países, controlados por el pro-yecto ve n ezo l a n o - c u b a n o, mantienenp resos políticos, perseguidos y exiliados.Confiscan y realizan agresiones contramedios de comunicación y atentan con-t ra la libertad de prensa; violan sistemá-ticamente los derechos humanos y des-conocen el derecho de propiedad enn o m b re de una re volución que pre t e n-den sea permanente pese a su fra c a s oh u m a n o, económico, social y político.

El proceso incluye una nueva cate-goría de ri c o s, miembros del poder polí-tico y los amigos del poder, con re c u r s o sve n ezo l a n o s, de la corrupción y de otro sdelitos que se realizan con auspicio deese poder. Están formando su pro p i ab u rguesía (boliburguesía en Ve n ez u e l a )y se ponen en evidencia por la pobrez adel país y la ostentación de los nuevo sbienes y lujos de que disfrutan los acto-re s, sus familias, amigos y allegados.Están creando mayor desigualdad, yaque los auto denominados re vo l u c i o n a-rios del siglo XXI acceden a re c u r s o sinalcanzables para los ciudadanos co-m u n e s. In c remento de la corru p c i ó n ,c risis económica, menos empleo, costode vida más caro y niveles alarm a n t e sde inseguridad. El narcotráfico term i n apor enseñorearse convirtiendo -en di-verso grado- a los Estados en cuasi falli-d o s. Estos países han re t rocedido -gra-cias a este proceso- entre 30 y 40 añosen sus avances democráticos, sociales,institucionales y económicos. Lamenta-b l e m e n t e, el país cocalero de Mo rales esuno de estos Estados que, aplicando lamisma receta, están obteniendo inclusomás rápidos resultados de desastre.

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En Bolivia han logrado aprobar ile-gal y violentamente la constitución deEvo Mo rales y él podrá intentar re e l e g i r-se las veces que quiera, porque puedere f o rmar el texto constitucional con unaley ord i n a ria a través de un Poder legis-l a t i vo que le pertenece y a cuyos miem-b ros ha quitado incluso la inmunidadde gestión parlamentaria. No existe po-sibilidad de ningún control de constitu-cionalidad porque se ha apodera d otambién del Poder Judicial, incluye n d oel Tribunal Constitucional. Además haa p robado sus leyes re p re s i vas para todo,e m p ezando por los políticos, pasandopor los periodistas y terminando en losd i rigentes sindicales que cre ye ron quelo llevaban al poder.

Mo rales ha creado su propia legali-dad que no es legítima ni es lícita, puesnace de la violación sistemática y re i t e-rada de la Constitución Política del Esta-do Boliviano y de su suplantación. Haq u e b rado toda la institucionalidad de-mocrática de Bolivia y la ha re e m p l a z a-do con leyes espúreas para ejercer el po-der total. La constitución de Mo rales esconstitucionalmente NULA y la re c u p e-ración de la democracia en Bolivia pasapor dejarla sin efecto, por terminar conesta seudo legalidad (que han disfra z a-do de Estado Pl u rinacional y otras fala-cias), por re ve rtir la quiebra institucio-nal y extinguir la formalización (no ins-titucionalización) de mecanismos paraviolar la libertad y los derechos funda-m e n t a l e s.

El problema que tiene Mo rales parareelegirse no es legal, ni siquiera de vo-t o s, porque también controla el sistemae l e c t o ral y de re g i s t ro ciudadano y pue-de hacer el fraude que quiera. Su pro-blema son los resultados de su gobier-n o, la crisis económica a la que ha lleva-do al país -y que será cada vez más gra-ve-; la crisis de seguridad ciudadanavinculada al crecimiento del narc o t r á f i-co de cuyos pro m o t o re s, interesados yresponsables es part e, protector y lidernacional; la crisis de expectativas nocumplidas y el propio laberinto que hac reado; los pre c i o s, la pobreza y la desi-gualdad que, en lugar de disminuir, es-tán aumentando. Mo rales sabe esto y losabe tanto que ahora está jugando lac a rta de la reivindicación marítima parat ratar de re c u p e rar apoyo popular.

El desprestigio de Mo rales en el ám-bito internacional es creciente porque elmundo ha empezado a ver quién es yqué hace. Gu a rdando difere n c i a s, “Mo-rales pudo ser Mandela y pre f i rió serMu g a b e”. Pudo haber sido un lider na-cional y pre f i rió destruir la Nación y serun tira n o.

G L : La lucha contra lac o r rupción se ha vistom ezc l a d a , desde unp ri n c i p i o, con la luchap o l í t i c a . Algo falla en laLey como también en la

administración de justicia. Pa rte de laoposición se halla fuera del país. Pe roesas no son novedades para los bolivia-n o s . Debido a estos motivo s , ¿el MNRseguirá presentándose en las eleccio-nes nacionales con candidatos sin pre-dicamento alguno? ¿Cómo piensan su-perar los riesgos actuales y pre s e n t a runa candidatura altern a t i va ?

C S B : El problema del gobierno deMo rales en el tema de la lucha contra lac o r rupción lo podemos sintetizar en tre scosas: 1.- El gobierno de Evo Mo ra l e stiene más corrupción que ningún otro.2.- Mo rales ha conve rtido la lucha contrala corrupción en un instrumento de re-p resión política contra sus adve r s a ri o s,l í d e res cívicos, empre s a ri o s, sindicalis-t a s, peri o d i s t a s, ciudadanos e inclusomilitantes propios que quiera castigar oe l i m i n a r. 3.- Mo rales controla todo el sis-tema de fiscales y de jueces según su in-t e r é s, ha criminalizado la política y hajudicializado la re p resión, de maneraque la llamada lucha contra la corru p-ción de este gobierno es, en si misma, elacto más grande de corrupción y de vio-lación de los derechos humanos.

Parte de la oposición son hoy pre-sos políticos en Bolivia, otros están en-juiciados y perseguidos; hay lidere sp o l í t i c o s, cívicos, empre s a ri a l e s, jue-ces, sindicalistas y ciudadanos que es-tá fuera del país perseguidos y exilia-dos porque en Bolivia su vida corre pe-l i g ro y además no tienen manera dedefenderse porque no hay pre s u n c i ó nde inocencia, no hay debido pro c e s o,no hay jueces imparc i a l e s, no hay ga-rantía alguna, y en general los acusanlos autores de los crímenes que se pre-tenden juzgar. Bolivia tiene EXILIO

P O L I T I CO y el exilio se produce porPERSECUCION POLITICA, y esto síque es una novedad en la democra c i aboliviana recuperada el año 1982, aun-que no en la historia nacional.

La novedad es más gra ve aún y con-siste en que Bolivia ha dejado de seruna democracia y tiene un gobiern oque llegó al poder por elecciones peroque es autori t a rio y no democrático,p o rque con sus actos no cumple hoycon los elementos esenciales de la de-m o c racia enunciados por el Art. 3 de laCa rta Democrática In t e ra m e ricana dela OEA, que, además de tratado intern a-cional vigente, es ley en Bolivia.

El Art. 3 de la Ca rta Democrática In-t e ra m e ricana establece que: “Son ele-mentos esenciales de la democracia re-p re s e n t a t i va , e n t re otro s , el respeto a losd e rechos humanos y las libertades fun-d a m e n t a l e s ; el acceso al poder y su ejerc i-cio con sujeción al estado de dere c h o ; l ac e l e b ración de elecciones periódicas, l i-b re s , justas y basadas en el sufragio uni-versal y secreto como ex p resión de la so-b e ranía del pueblo; el régimen plural dep a rtidos y organizaciones políticas; y las e p a ración e independencia de los pode-res públicos”.

Un elemento esencial es aquelloque constituye la natura l eza de la cosa,lo que es permanente e inva riable a ella,lo más import a n t e, algo de lo que de-pende la existencia misma de la cosa, eneste caso la democracia. De maneraque a falta de cualquiera de los cuatroelementos tra n s c ri t o s, la democracia yano es tal, ya no existe.

Aplicando el Art. 3 de la Ca rta De-mocrática In t e ra m e ricana al Estado Pl u-rinacional de Mo ra l e s, vemos que: 1.-No existe respeto a los derechos huma-nos y a las libertades fundamentales;que se ha creado una propia “f o rm a l i-dad de leye s” (no de derecho) violatori ode los derechos fundamentales de dife-rentes grupos de personas, sectores y re-giones; 2.- Que los organismos electora-les están controlados y copados por elg o b i e rno y ya no son independientes;3.- Que el sistema de partidos políticosha sido destrozado y sus dirigentes dete-n i d o s, enjuiciados y/o exiliados, cuandono subordinados al gobierno que busca

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consolidar un sistema de partido único,el MAS; 4.- Que la separación e inde-pendencia de poderes ya no existe por-que Mo rales controla el Poder Legislati-vo, y enjuició, destituyó, amedre n t ó ,obligó a renunciar a los miembros delTribunal Constitucional y de la Co rt eSu p rema de Justicia para nombrar –des-de el Poder Ej e c u t i vo- a los suyos y con-t rolar el Poder Judicial, con el que persi-gue y criminaliza a quien quiere. Ahoraamaña una elección de magistra d o sp rosiguiendo con la creación de su pro-pia legalidad.

En este escenario de un país sin de-m o c racia, las elecciones son un sainete,una simulación en la que los partidos ytodos los sectores que defienden la li-b e rtad en Bolivia deben buscar la con-f o rmación de un frente unido, un pro-yecto de unidad nacional para la re c u-p e ración de la democracia y la re s t i t u-ción del Estado de De re c h o.

Hay una sola acción política que elMNR debe tratar de liderar o en la quedebe participar y es este proyecto deunidad nacional para re c u p e rar la de-m o c racia. Hay que construir una solac a n d i d a t u ra contra el autori t a rismo yrestituir la democracia. Esta es una tare asimilar a la de fines de los 70 contra lasd i c t a d u ras militare s, pero más difícilp o rque el autori t a rismo de hoy está dis-f razado de democracia. El actual eje dela contradicción histórica en Bolivia estáe n t re la perpetuación del autori t a ri s m oy la reposición de la libertad y la demo-c ra c i a .

G L : Los bolivianos aspi-ramos a despegar eco-n ó m i c a m e n t e , a form a rp a rte de una nueva ga-ma de países que arm o-nicen el mercado capi-

talista y lo mejor del socialismo, a con-f o rmar una sociedad democrática, ad e s a r rollar el ámbito rural… ¿Cuál es,a tu juicio, la Bolivia que viviremos lospróximos diez años?

C S B : La Bolivia del corto plazo esuna Bolivia en cri s i s. Ya está en cri s i s.Hay crisis de democracia, hay crisis de li-b e rtad, hay crisis económica, hay cri s i sde seguridad, hay crisis de empleo, hayc risis de confianza, corrupción, inter-

vención extra n j e ra… y recién está empe-z a n d o. Hoy, en Bolivia, hay poca genteque está ganando mucho dinero, hayauge de la construcción, de import a c i o-nes y de contra b a n d o. Hay aparente cre-c i m i e n t o, obra s, pero en la otra cara esuna Bolivia con desempleo, con alza delcosto de vida, con disminución del va l o ra d q u i s i t i vo y del ingre s o, Con mayo re sdesigualdades sociales y económicas,con crecimiento del narcotráfico a tra v é sdel incremento de la producción y delconsumo de droga. Hay un gobierno queve aumentar su déficit fiscal y que debecontinuar subvencionando los carbu-rantes; que ha establecido una impor-tante cantidad de bonos que técnica-mente no tiene con qué pagar. Las ex-p o rtaciones legales muestran incre m e n-to de pre c i o s, no de volumen ni de dive r-sificación, hemos vuelto a ser un paísfundamentalmente minero y export a d o rde materia prima. No hay inversión ex-t ra n j e ra seria. Hay un conjunto de nue-vos socios como Cuba, Ve n ezuela, Irán yo t ros que, si tuvieran el capital suficien-t e, no tienen la tecnología necesari a .

Pe ro el tema no es sólo la economía.Lo social y lo político es más gra ve. Lasociedad boliviana está confrontada ytiene crecientes re n c o res en esa divi-sión. Mo rales no sólo ha logrado actua-lizar la lucha de clases, ha pro m ovido ysostiene con éxito la lucha étnica y ra-cial, la confrontación regional, el en-f rentamiento generacional, sectorial yhasta funcional. Hay sectores pri v i l e g i a-dos -como los cocaleros de la coca ile-gal- y sectores marginados -como elm a g i s t e rio-, por ejemplo. Existen re g i o-nes oficialistas como El Alto y el Chapa-re y regiones sometidas por la fuerza co-mo los departamentos del oriente boli-v i a n o, el Chaco y regiones de los va l l e s.

Re i t e ro que Bolivia es hoy un paíscon presos políticos, con perseguidosp o l í t i c o s, con exiliados políticos. Co ngente sometida y acallada que, como di-ría Pe d ro Domingo Mu ri l l o, vive unas u e rte de destierro en el seno mismo desu Pa t ri a .

Antes de que Mo rales concluya estep e riodo para el que se ha re e l e g i d o, Bo-livia estará sintiendo seve ramente losefectos de la cri s i s, agra vada por el ejer-cicio totalitario del poder.

G L : ¿ Cuál dirías tú quees la Bolivia que se va yla Bolivia que viene?

C S B : La Bolivia quese quiere denominar ne-

o l i b e ral y de la democracia pactada, quee ra la Bolivia de la re c u p e ración y lac o n s t rucción de democracia y estabili-dad económica, ya se fue. Se acabó el2005 luego de agonizar desde el derro-camiento de Sánchez de Loz a d a .

La Bolivia que se va es la de unaconstitución que divide en lugar de unir,que amenaza en lugar de pro t e g e r, quereglamenta en lugar de establecer pri n-c i p i o s, que está hecha para el abuso yno para las gara n t í a s, la cocalera. EstaBolivia que no es Bolivia, que ya no laq u i e ren llamar Nación, dividida en 36n a c i o n a l i d a d e s, que la han denominadoEstado Pl u rinacional en lugar de EstadoNacional. Un país obligado a la confro n-tación interna e intervenido por un pro-yecto extern o.

El que se va es el Estado autori t a ri oy cocalero creado por Mo rales que no esBolivia porque no tiene libertad y simu-la democracia. Se va la Bolivia sometidaa un proyecto político y a un experi-mento económico que nunca quiso yque no merecía. Se va el país que vive ya vanza en una crisis total, una crisis deE s t a d o, de gobierno y de identidad.Puede que tarde un poco, pero es la quese va porque no es históricamente posi-ble ni viable, es antinacional y antihistó-rica. Se va el intento de un país a contra-mano de la historia, de un proyecto in-v i a b l e.

La Bolivia que viene, viene despuésde una gravísima cri s i s, es el post-mora-l i s m o. Es una Bolivia en la que es vitalc o n s t ruir unidad y consenso, acuerd o smínimos que le den fort a l eza, pro g re s oy seguridad a largo plazo; es urgente su-p e rar los elementos de confro n t a c i ó nque ha generado la cri s i s, reponer la de-m o c racia y el Estado de De re c h o. LaBolivia que viene es moderna, muchomás parecida a los países exitosos deA m é rica Latina que a los fracasados yc o n f l i c t i vo s. Esta es la Bolivia que le de-bemos a las próximas genera c i o n e s.

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Gonzalo Lema (GL):Evo Morales tiene unabase social nítida com-puesta por el mundoi n d í g e n a , los mestizo sdel indígena y los eco-

nómicamente pobres de nuestradispersa sociedad, lo cual incluyeinmediatamente a sectores gru e-sos de la clase media. ¿ Cuál es labase social que apoya el liderazgode Manfred Reyes Villa? ¿Es posibleidentificarla objetivamente?

Ma n f red Reyes Villa (MRV) . Elt rabajo realizado desde la Ho n o ra-ble Alcaldía Municipal de Co c h a-bamba, logrando que esa ciudad al-cance los primeros lugares en desa-r rollo humano, ha logrado conve n-cer a gran parte de la población, so-b re todo a los sectores más empo-b re c i d o s, jorn a l e ro s, art e s a n o s, co-m e rciantes minori s t a s, en fin, loshabitantes de las laderas, y tambiénprofesionales o componentes de lossectores más acomodados. Conven-cerlos, decía, que con el trabajo te-

s o n e ro en busca de mejor calidadde vida relacionada con su entorno,p rovocaba también mejor disposi-ción en la búsqueda de mejores in-gresos y por tanto mejorar sus con-diciones de vida. Este despertar dela conciencia y esfuerzo de la co-chabambinidad, se fue irradiando alos sectores ru rales del depart a-mento y con mayor fuerza a otra sciudades del país y sus áreas ru ra-les. Esa de inicio es la base nacionaly, si se quiere darle como apelativo,social, con la que podemos contar.Di versa, pero necesitada de logra rcondiciones para su desarrollo indi-vidual, familiar y social en su con-junto.

G L : Jugando con imá-genes se advierte el re-gocijo de miles de bo-livianos ante fraseselaboradas por el pre-sidente Mo r a l e s , c o-

m o : “ G o b e rnar obedeciendo (alp u e b l o ) ”, lo que quiere decir quetanto el discurso político, como el

Ma n fr ed R eyes Vi l la: “ La pol í t ic a

se hace de sde

d on de uno esté”

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DATOS

Ma n f red Reyes Villa Ba c i g a l u p o( La Pa z , 19 de abril de 1955) es unmilitar y político boliviano. Al c a l d ede la ciudad de Cochabamba desde1993 hasta el año 2000, Prefecto deld e p a rtamento de Cochabamba des-de 2006 hasta el revocatorio de 2008,fue también candidato a la Presiden-cia de la República en las eleccionesde 2002 y 2009.

En el año 1973 ingresó al ColegioMilitar de Ejército. Como parte de suformación, fue entrenado, durante elaño 1976, en la Escuela de las Améri-

c a s . Ob t u vo el grado de Su b t e n i e n t een 1982. Ese mismo año tuvo su pri-mer destino oficial en el batallón dePolicía Militar de la ciudad de LaPaz. Durante su carrera militar ocu-pó cargos de import a n c i a , como laDocencia en Asuntos de Especializa-ción Mi l i t a r, en la Escuela de lasAméricas en Pa n a m á , A g regado Mi-litar de la Embajada de Bolivia enBrasil y en los Estados Unidos y la Se-cretaría General de la Agrupación deA g regados Mi l i t a res de Su d a m é r i c aen Washington D.C., EEUU.

En 1986 dejó definitivamente la

carrera militar con el grado de Capi-tán de Ejército, para residir en los Es-tados Unidos y dedicarse a la vida ci-vil. Ejerció, en su área de formacióna c a d é m i c a , la administración dee m p re s a s , ocupando cargos de im-portancia, como Vicepresidente de laC ra w f o rd International Si l ve rSpring, en Maryland, y Presidente dela empresa de bienes raíces MAREVIInternacional, con sede en Miami.

De retorno a Bolivia empezó suc a r re ra política a principios de losaños 1990 en Acción De m o c r á t i c aNacionalista (ADN), fundado por el

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mismo programa de gobiern o, e m e r-ge (o debe emerger) de abajo haciaa r riba en estos tiempos. Pe ro un lí-der político como tú, s u rgido de lac i u d a d , más bien da la impresión dellegar a la ciudadanía con discurso yp rograma de arriba hacia abajo. ¿ Esuna apreciación equivocada? ¿Es po-sible ser oído en el campo? ¿No hayuna marcada ajenidad tuya re s p e c t oa su cultura política?

M RV: No creo que el cubrirse dela lluvia, lo más efectivamente posi-b l e, parta de inventar un para g u a sque se lo lleve por debajo de los pies.Las propuestas se realizan no porvoluntad o invención en labora t o-ri o s, se las elabora pre c i s a m e n t eauscul tan do las necesidades delp u e b l o, anhelos y dificultades, y enbase a ello se buscan las fórm u l a sadecuadas para re s o l ver o al menosminimizarlas en el tiempo.

Por otro lado, no encuentro obe-diencia al pueblo en el “g a s o l i n a zo”ni en la escalada de precios de art í-culos de pri m e ra necesidad, los con-flictos se ahondan cuando no se sabea quién se escuchará, si al puebloque demanda mejoras salari a l e sa c o rdes a la pérdida del poder adqui-s i t i vo, al que demanda alza de tari f a sde tra n s p o rt e, incremento en el pre-cio del pan o aquel que se manifiestaen no permitir el incremento de lospasajes ni el alza del precio del pan,al que clama por la subida de la leche

o carne de pollo y re s, o al que deses-p e radamente reacciona pro t e s t a n d oc o n t ra esas medidas.

Hablando de pro g rama de gobier-n o, debemos anotar que el actualo f rece el cambio, efectivamente lasm a yorías nacionales han estado bus-cando un cambio en la manera de ha-cer gobiern o, de re l a c i o n a rnos entrec o n n a c i o n a l e s, de conseguir mejore so p o rtunidades y, en fin, de sentirsecobijados por un gobierno que sea detodos y para todos. Lamentablementeel cambio en el que puso su confianzael pueblo, se ha ideologizado de talm a n e ra que está dividiendo a los ha-bitantes de nuestro país en dos gru-pos antagónicos entre sí. Esos discur-sos de las derechas o izquierdas yason re s f ri a d o s, lucha contra el neoli-b e ralismo practicando políticas neoli-b e ra l e s, se convierten en un cuentochino más. No está mal el hacerlo pe-ro no se debe pintar de oveja al loboni viceversa. El 2002 ofertamos pre c i-samente un cambio positivo, cuatrore voluciones con planteamientos quepodrían considerarse de un extremo ao t ro en el espectro izquierd a s - d e re-c h a s, pero era un cambio ve rd a d e ro alas condiciones de vida y oport u n i d a dp a ra los bolivianos. El 2010 plantea-mos las cuatro seguri d a d e s, hoy cadavez más ausentes en el país: la jurídi-ca, la social, alimentaria y económica.De sólo revisar nuestros pro g ramas deg o b i e rno en los momentos actuales sepuede deducir cuál realmente es de

abajo hacia arriba comparando con elplan de gobierno actual y su accionardesde el poder.

G L : Los líderes re g i o n a-les p arecen significarmucho para su contextod i recto y nada para elcontexto nacional. Ha yejemplos al re s p e c t o. Pa-

ra colmo, el escenario político actual(con el sistema de org a n i z a c i o n e spolíticas debilitado) no parece pro-picio para generar estos liderazgosque toda sociedad necesita. En t o n-c e s , una de dos: o nos quedamos conlos líderes que tenemos desde antesdel año 2005, o aprendemos a cono-cer a los nuevos en cada elección ge-n e r a l . ¿Cómo podríamos generaruna re n ovación de liderazgos políti-cos nacionales que aleteen en esteambiente de aire quieto?

M RV: Un intento a esa pre o c u p a-ción ha dado en llamarse Co n ve rg e n-cia. ¿Qué significa en resumen esa pa-labra? Significa llegar desde la periferiaal centro. La última campaña hemosdado lugar a que cada uno de los de-p a rt a m e n t o s, a través de sus institu-ciones más re p re s e n t a t i va s, elabore lalista de candidatos para ser puestas aconsideración de cada uno de los habi-tantes del departamento corre s p o n-d i e n t e. Pro b a b l e m e n t e, al ser una pri-mera vez en que se ha pretendido utili-zar este método, el resultado no hayasido el óptimo. Co n s i d e ro que en el

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General Hugo Banzer Suárez. Siendoc o n c e j a l , y mediante una alianzacon el centro - i z q u i e rdista Mov i-miento Bolivia Li b re , ganó la Al c a l-día de Cochabamba, la terc e ra ciu-dad en población del país. Luego ga-nó dos veces más la Al c a l d í a , p e rocon su propio partido: Nueva FuerzaRepublicana (NFR).

En 2002, NFR postuló a Reyes Vi-lla como candidato a la Presidenciade la República de cara a las eleccio-nes a celebrarse el año 2002.

El 2005, Reyes Villa se postuló co-mo independiente en las denomina-

das agrupaciones ciudadanas, p a raPrefecto del departamento de Cocha-b a m b a , en los inéditos comicios re-gionales simultáneos con las genera-l e s , siendo el primer Prefecto electode Cochabamba, por la Alianza deUnidad Cochabambina (AUN).

Desde un principio, Reyes Villa sec o n v i rtió en uno de los más firmesopositores al gobierno de Evo Mora-les. En diciembre de 2005, al cumplirun año de mandato como pre f e c t o,convocó a un multitudinario cabildocívico que inauguraría la oposicióna dicho gobierno.

El 10 de agosto de 2008 se llevó acabo un Referéndum re vocatorio paralos cargos de Pre s i d e n t e ,Vi c e p re s i d e n-te y prefectos de los nueve depart a-mentos del país. Reyes Villa fue re vo-cado de su cargo y fue acusado antetribunales por los enfre n t a m i e n t o sdel 11 de enero de 2007 en esa mismac i u d a d .

En abril de 2009 retornó al paíst ras una ausencia de dos meses yanunció su candidatura a la Pre s i d e n-cia de Bo l i v i a , donde contendió contraEvo Mo rales y salió segundo. En la ac-tualidad vive en Estados Un i d o s .

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tiempo esta metodología debería darlugar al nacimiento de liderazgos re-gionales fuertes y que luego, gracias asu “m e ri t o c ra c i a”, esfuerzo y fort a l ez a ,en competencia leal puedan nacer lí-d e res nacionales capaces de competircon base a ideas, oferta y cumplimien-to de sus propuestas.

En t retanto observamos un afánmuy claro de destruir a todo posible li-d e razgo que haga competencia al MAS,re c u r riendo a arm a s, no importando sucalidad de innobles, lo importante es lad e s t rucción de cualquier posibilidadc o m p e t i t i va, sea judicializando la polí-tica, inventando motivos para buscar sualejamiento del país e incluso amedre n-tando y amenazando cada vez que al-guno surge con declaraciones alejadasdel gusto del partido gobern a n t e.

G L : Las imágenes perso-n a l e s , las que se tiene desí mismo, se completan (odeberían completarse)con la imagen que la gen-te tiene de uno. Eso ame-

rita un análisis a fondo. ¿ Qué cre e sque los bolivianos de la ciudad y elcampo piensan de ti? ¿Cómo cre e sque te valoran? Porque la transferen-cia del liderazgo local al regional yluego al nacional es un camino largo,con dos puentes…

M RV: No es fácil ni agradable darseuna va l o ración y muy complejo logra rque el grueso de la gente entienda algu-nas de las actitudes que tomamos. Co-mo ejemplo: el ingreso de Nu e va Fu e rz aRepublicana al gobierno de Sánchez deL ozada. Darle el hombro al país en unmomento en que el índice ri e s g o - p a í sestaba por los suelos y amenazaba concolapsar la economía nacional y conella la de los bolivianos, pero la más im-p o rtante: el lograr desde dentro uncambio radical en las políticas de eseg o b i e rn o, revisar la capitalización, mo-dificar la ley de hidro c a r b u ros a favo rdel país, incluir las figuras de constitu-yente y referéndum en la constituciónpolítica, entre otra s, ¿acaso no eran po-líticas reclamadas por los bolivianos enlas calles? Sin embarg o, los menos desesenta días en gobierno no nos perm i-t i e ron lograr esas metas y tuvimos quec a rgar un oprobio no mere c i d o.

G L : Este “p roceso dec a m b i o”, como se ha ve-nido a l lamar desde elmismo gobiern o, t i e n ecomo afán esencial de-mocratizar la sociedad y,

por consiguiente, su Es t a d o( p l u ri ) n a c i o n a l . Algo así como abri rel paraguas y cubrir a todos los boli-vianos de la lluvia y el sol, i n c l u i d otodo el terri t o ri o, c l a ro. Al mismot i e m p o, con la re n ovación del perso-nal político y burocrático del Es t a d oy sus dependencias, se intenta demo-cratizar también el poder. ¿ Por qué,sin embarg o, la oposición denunciaque la democracia en Bolivia es sóloun cuento del discurso oficialista?A l g u n o s , más tajantes, indican que elúnico período democrático transcu-r rió del 82 al 85, con la UDP, por elfestín de los derechos humanos.

M RV: Una consideración impor-tante la hicimos con relación a unap regunta anteri o r. “El proceso dec a m b i o”, llamado así por el actual go-b i e rn o, tiene un profundo contenidoi d e o l ó g i c o, de corte pro b a b l e m e n t em a rxista leninista, aunque el pre s i-dente Evo Mo rales se declara socialis-ta, marxista-leninista, comunista yo t ras tendencias incluso incompati-bles entre sí. El proceso de cambio sedefine como anti neoliberal y adoptapolíticas de corte neoliberal, se decla-ra absolutamente independiente ys o b e rano de los imperios y se entre g amanos y pies a la dominación cuba-n o - ve n ezolana, pregona gobern a robedeciendo al pueblo y le imponeun “g a s o l i n a zo”, en fin: un sin núme-ro de acciones que demuestran que“el proceso de cambio para vivirb i e n”, no es más que un eslogan quefinalmente está dejando al pueblom e rced a la lluvia y sol intenso. Ca m-b i a ron la pollera pero la chola siguesiendo la misma, como dirían enn u e s t ro pueblo.

G L : Producto del pro c e s opolítico social que esta-mos viviendo en nuestrop a í s , los sectores másc o n s e rva d o res empiez a na reconocer que el indio

boliviano existe y que se lo exc l u y ódesde siempre . Además de ello, q u e

al mestizo del indígena se lo ha su-bestimado y discriminado sin re-m o rd i m i e n t o s . Eso demuestra que lamentalidad colonial está vigente aúna h o r a , p o rque por supuesto Bo l i v i atiene matriz indígena. ¿Son esos sec-t o res sociales “c o l o n i a l i s t a s” los queno votan por Evo? Y, más aún: al serun líder de la oposición, ¿no se correel riesgo de re p resentar a estos sec-t o res por el hecho de contraponeruna visión al presidente?

M RV: Creo que es al contra rio: es-te último tiempo es cuando la discri-minación va en aumento y de ambosl a d o s, del mestizo al blancoide y deeste al mestizo, del indígena al mesti-zo y viceversa, podemos hacer todaslas combinaciones posibles. Pe ro nosólo es discriminación, se está sem-b rando el odio entre grupos que pro-bablemente ya ni deban considera r s era c i a l e s. En el pasado, las oport u n i d a-des para diferentes sectores han esta-do re s t ringidas pero no por condiciónde piel, color ni apellido, tal vez porra zones de poder económico, re l a c i o-nes sociales o educación, hábitos hi-g i é n i c o s, que sin embargo han sidos u p e rados ampliamente. Y, en nuestrah i s t o ria, e incluso en nuestras ve c i n-d a d e s, tenemos personas que se hans u p e rado y que en número pro b a b l e-mente sean iguales a aquellas que na-c i e ron con mejor fort u n a .

El colonialismo finalmente esmental. Probablemente en los nive l e sde formación escolar y unive r s i t a ri aes donde debería erradicarse esa per-c e p c i ó n .

G L : Los líderes de oposi-ción le reclaman al go-b i e rno abrir el diálogo yle recomiendan que seas i n c e ro. Pe ro, la oposi-ción tampoco dialoga en-

t re sí, y sus líderes incurren en la sor-n a , i ronía o agresión verbal contrasus adve r s a rios políticos. ¿ No debe-r í a , un líder de convicciones, n u c l e a ra quienes tienen un pensamientoafín respetando sus matices? Y, s i nrenunciar a la fiscalización, ¿no de-bería ayudarse a construir el país?Nu e s t ro retraso es ve rg o n zoso re s-pecto a los países ve c i n o s …

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M RV: Estos probablemente seanlos pri m e ros pasos de una oposiciónque debe rendir pri m e ro resultados asu región antes de hacerlo al part i d ode oposición común o al país. Esperoque en el tiempo se superen esas con-t ra d i c c i o n e s. Sin embarg o, es siempremás democrático y pro p o s i t i vo quetener bancada obsecuente a las indi-caciones de un líder.

G L : No s o t ros somos hi-jos de la Re vo l u c i ó nNacional del 52, en to-do sentido, y Evo Mo r a-les es de nuestra gene-ración y se podría afir-

mar de él lo mismo, aunque con par-t i c u l a ridades muy acentuadas, p o rs u p u e s t o. ¿Tú crees que a partir desu mandato comienza otra Bo l i v i a ?¿ Que nunca más seremos los mis-mos? Y, si es así, ¿significa que hemosdado un paso hacia la democraciaplena? ¿Que el gobierno actual eran e c e s a ri o ?

M RV: Ojalá no se cumplan esasp re m o n i c i o n e s, si es que el autori t a-ri s m o, la soberbia y decisiones al ca-lor de humores significa consolidaruna democracia plena -así sea con unsolo paso- estamos perd i d o s. Es evi-dente que Bolivia no será la misma,d e b e remos re c u p e rar mucho terre n op e rd i d o, probablemente todo gobier-no sea necesario: unos para pro g re s a ry otros para re t roceder a fin de, ena d e l a n t e, tener los cuidados corre s-pondientes para no caer en la mismat ra m p a .

G L : ¿Existe distancia oc e rcanía entre la clasemedia y el pre s i d e n t eMorales? En las callesse puede adve rtir quehay una creciente “d e-

re c h i z a c i ó n” en el discurso político

c i u d a d a n o, p e ro, al mismo tiempo,se advierte también un contento porlas medidas que se imponen. Unejemplo contundente fue la obligato-riedad de cubrir el mercado (o con-sumo) interno con el pollo y el acei-t e , además con precio determ i n a d o,antes de su export a c i ó n . Todos losbolivianos afirm a ron que “e s o” era loc o r re c t o. Que sacaba cara por la po-blación y ponía en su lugar al empre-s a ri o …

M RV: Nu e s t ras clases medias tie-nen miedo. No menos cierto es quelos grupos que se mantenían en per-manentes protestas son los que hoyestán en Palacio de Go b i e rno y, aun-que los golpes a la economía popularsean fuert e s, han de ser de considera-ble enve rg a d u ra para alentar pro t e s-tas y siempre ajenas a las clases me-d i a s. Em p i ezan los descontentos pre-cisamente en los estratos populare s.

G L : Mientras tanto,pese a algunas noti-cias ciertas (bro t e saislados de desconten-to o protestas airadas),el campo parece estar

sin fisuras, militante con su líder.Existen desave n e n c i a s , c l a ro, p e ro noru p t u r a s . Y es posible afirmar lo mis-mo de los minero s . ¿ Estás de acuer-do? ¿O tú crees que el apoyo del cam-po y las minas es re l a t i vo, f r a g m e n t a-do o condicional? Hay que re c o rd a rque esos sectores no escuchan losdiscursos que llegan de la ciudad…

M RV: Creo que escuchan su pro-pia decepción frente a promesas in-cumplidas y estándar de vida alenta-do en las minas únicamente por losp recios internacionales de las mate-rias pri m a s, sin más aliciente que elque les pro p o rciona su propio esfuer-zo. En el campo, como he manifesta-

d o, son controlados por jera rcas queestaban inscritos en las protestas enel pasado y probablemente sean re b a-sados por sus bases al darse cuentaque los beneficios del cambio sólo al-canzan a esos diri g e n t e s.

G L : ¿ Qué le espera aBolivia? ¿Es posiblep re ver la mejora de sugestión interna? ¿Qu eel dinero llegue a losbolsillos de la gente

más pobre y, en infinidad de casos,por primera vez? ¿Que la educacióne s c o l a r, u n i ve r s i t a ria y técnica mejo-re? ¿Salud para todos? ¿Vivienda? ¿Yen lo político?

M RV: La espera desespera, peroes importante no perder las espera n-zas de que tus preguntas se re s p o n-dan en positivo con un ve rd a d e roc a m b i o.

G L : ¿ Es posible “ h a c e r”política desde más alláde nuestras fro n t e r a s ?

M RV: La política sehace desde donde uno

e s t é .

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Gonzalo Lema (GL): L asociedad boliviana, l adel campo y la ciudad,e x i g e , m í n i m a m e n t e ,respecto entre los Go-b e rn a d o res y el Pre s i-

dente del Estado Pl u ri n a c i o n a l .Cuando ello no ocurre cunde el de-s á n i m o, p o rque se advierte queo t ros temas se pri o rizan antes queel trabajo y el desarro l l o. ¿ Cuál es surelación actual con el Presidente yel Gobierno Central? ¿Cómo cre eque evolucionará esta re l a c i ó n ?

Ernesto Su á rez Sattori (ESS): Mirelación con el Presidente es nula ycon el Go b i e rno Ce n t ral escasa yb u rocrática, algunas veces tensa,por los re i t e rados re c o rtes pre s u-p u e s t a rios discrecionales e incon-s u l t o s, que algunos ministerios re a-lizan al presupuesto De p a rt a m e n t a l .Por nuestra part e, en el marco den u e s t ras responsabilidades consti-t u c i o n a l e s, venimos desempeñandoactividades en beneficio del pueblo.La evolución hacia el futuro, de lasrelaciones con el Presidente y el Go-b i e rno Ce n t ral, estará de acuerdo alcambio de actitud de ellos con re l a-ción a nuestra administración De-p a rt a m e n t a l .

G L : La democratizaciónde la sociedad y el Es t a-do han dado lugar aque los Alcaldes y Go-b e rn a d o res sean elec-t o s . Cada uno de ellos

tiene “s u” m a y o r í a , su base social, l aque hay re s p e c t a r. Sin embarg o, d e-bido a cambios súbitos en la Ley, va-rios Gobern a d o res y Alcaldes elec-tos enfrentan procesos judiciales y,en su lugar, o t ros gobiern a n . ¿ No esun desaire a la voluntad popular?

¿ No es un atropello respecto a lo queopina esa mayoría regional o local?

E S S : El proceso democra t i z a d o ren el De p a rtamento del Beni ha per-m i t i d o, como en ningún otro De p a r-tamento del país, no sólo la elecciónde Go b i e rnos Municipales Au t ó n o-m o s, sino, además, la conform a c i ó ndel primer Go b i e rno De p a rt a m e n t a lAutónomo del Beni, constituido poruna Asamblea Legislativa De p a rt a-mental y un Órgano Ej e c u t i vo De-p a rtamental integrado por el Go b e r-nador del De p a rt a m e n t o, Sub Go-b e rn a d o res en cada Provincia y Co-r re g i d o res en las Secciones Mu n i c i-p a l e s, todos ellos electos por el vo t od i recto de la ciudadanía en sus co-r respondientes circ u n s c ri p c i o n e s,estableciendo de esta manera unÓ rgano Ej e c u t i vo, part i c i p a t i vo yp l u ral, que está obligado a coord i-nar acciones para el mejor cumpli-miento de sus atri b u c i o n e s, sin quepor ello, como Go b e rn a d o r, tra t e-mos de desestabilizar a quienes per-tenecen a tendencias políticas dife-rentes a la nuestra. La Ju d i c i a l i z a-ción de la política que viene ejecu-tando el Go b i e rno Ce n t ral, median-te “No rmas Legales” de ultimo mo-m e n t o, muchas de ellas descono-ciendo la propia Constitución Po l í t i-ca del Estado en vigencia, no sólo esun desaire a la voluntad popular ydemocrática de la gente, sino, ade-m á s, un atropello y desconocimien-to a la soberanía de los pueblos en laelección de sus autori d a d e s.

G L : Todavía lejos de in-t e g r a rnos físicamente( c a m i n o s , vías férre a s ,pequeños aero p u e r-t o s ) , los bolivianos te-nemos poca curi o s i-

Er n e s to S uárez Sattor i :“ Los ben i a nos no nos aven t ur a mo s

c on pro y e ctos pol í t icos de

poca con si s t encia y futuro ”

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DATOS

Ernesto Su á rez Sattori, i n g e n i e ro in-d u s t r i a l . Dirige la agrupación políticaPr i m e ro el Be n i . Es uno de los políticos,opositor al gobierno central, más recono-cido en Bo l i v i a . Nació el 31 de marzo de1966 en Tr i n i d a d , Be n i . Está casado conNaneth Aponte y es padre de tres hijos.

Se graduó de ingeniero industrial enFlorida, Estados Unidos. Inició su carrerapolítica hace 18 años en la desapare c i d aAcción Democrática Nacionalista (ADN)en su tierra natal. Fue concejal en 1993.Fue prefecto durante el gobierno de HugoBanzer Suárez (ADN). En 2002 salió electocomo diputado. Renunció a su curul paraser candidato a prefecto por Poder Demo-crático y Social (Po d e m o s ) . En diciembrede 2005 fue electo pre f e c t o. En 2010 fueelecto Gobernador del mismo De p a rt a-mento.

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dad por saber del “o t ro” b o l i v i a n o, e ld i s t a n t e . ¿ Que se piensa del aimara enel Beni? ¿Qué se piensa del quechua?¿ Qué se piensa del “c o l l a” en general?¿Se advierte que se trata de una civili-zación andina?

E S S : Por la poca ve rt e b ración ca-m i n e ra e integración con el resto delpaís y las características del medio ge-ográfico en el que nos desenvo l ve m o s,el beniano siempre fue amante y que-rendón de su tierra, y solidario y hos-p i t a l a rio con quienes, viniendo deo t ros De p a rt a m e n t o s, o el exterior delp a í s, contri b u yen a nuestro pro g reso yd e s a r ro l l o. Nu e s t ro modo de vida, cos-t u m b res y tradiciones milenarias sed i f e rencian claramente de la de lospueblos de otras latitudes geográficas,e n t re ellas la de la civilización andina.

G L : En ese afán de inte-g r a rnos y desarro l l a rn o scomo miembros de unsólo país, ¿no debería-mos pensar en trabajaraunando capacidades,

e s f u e rzos y potencialidades? Po re j e m p l o : La Paz con Pa n d o, el Be n icon Co c h a b a m b a , Chuquisaca conTa rija y Po t o s í , y Santa Cruz comouna locomotora económica. ¿ No ad-v i e rte usted que las autonomías handejado bastante solos a De p a rt a m e n-tos como Pa n d o, Oru ro y el suyo? Ca-si librados a su suert e …

E S S : La concepción de Au t o n o m í aDe p a rtamental, como la percibe nues-t ro pueblo, es precisamente País Au t ó-nomo In t e g ra d o, es decir que, a másde elegir Au t o ridades De p a rt a m e n t a-l e s, Provinciales o Mu n i c i p a l e s, nosp e rmita analizar, pri o rizar y ejecutarp ro g ramas y proyectos que desarro-llen nuestro De p a rt a m e n t o, en unac o o rdinación perm a n e n t e, democráti-ca y respetuosa, con los otros De p a r-t a m e n t o s, pero sobre todo con el Go-b i e rno Ce n t ral, que es el que tiene laobligación de asignarnos los re c u r s o seconómicos suficientes para que de-s a r rollemos nuestras potencialidadesen beneficio del De p a rtamento y delp a í s. No compartimos la apre c i a c i ó nde que la autonomía ha dejado más“d é b i l e s” a algunos De p a rt a m e n t o s,e n t re ellos al nuestro. Ot ra cosa es que

la posición centralista del actual Go-b i e rno Nacional, en su afán de perju-dicar y frenar el proceso autonómico,esté cercenando recursos económicosque legalmente les corresponden a losDe p a rt a m e n t o s.

G L : Algunos políticosa f i rman que las autono-mías se han impuesto“d e r ro t a n d o” a las élitesc ri o l l a s . A f i rm a n , a d e-m á s , que una vez instala-

das lucen débiles, lejos del entusias-mo de la gente y sometidas aún alc e n t r a l i s m o. ¿ Cuál es el sentimientodel pueblo beniano ante esta re a l i d a da d m i n i s t r a t i va? ¿Esta autonomía re-aliza o concreta su vieja aspiración?

E S S : El Proceso Autonómico ini-ciado por nuestros pueblos hace unosaños atrás, ha tenido un import a n t ea vance con su constitucionalización,conseguida después de esfuerzo, lu-cha y sacrificio de miles de bolivianos,que le impusieron a un Go b i e rno Ce n-t ralista como el actual esta situación.La conquista Autonómica alcanzadahasta este momento no es suficientep e ro, como todo pro c e s o, tiene etapasque desarrollar y objetivos y metasque cumplir. Nu e s t ros pueblos estándecididos a hacer realidad sus aspira-c i o n e s, pues entiende que la autono-mía es el medio para alcanzar su desa-r rollo y no el fin de su pro p ó s i t o.

G L : La historia del mov i-miento popular bolivia-no estuvo siempre cen-trada en los minero s ,p ro l e t a rios e indígenasdel occidente del país.

Qu i z á s , como primer dato “f u e rt e” d elos indígenas amazónicos, apunta sul a rga marcha de 1990. Sin embarg o,ahora que los “ ve”, que sabe que exis-t e n , le otorga un respaldo muy fuer-t e . ¿ Como trabaja su gobernación af a vor de ellos? ¿Cómo logra que ma-d e re ros y ganaderos respeten a estagente? ¿Cómo piensa integrarlos a sus o c i e d a d ?

E S S : El particular modo de vida den u e s t ro pueblo ha permitido que lai n t e r relación, entre todos los actore sdel quehacer pro d u c t i vo, sea perm a-

nente y fra t e rna. No s o t ros no hemos“d e s c u b i e rt o” a los Pueblos Ori g i n a-rios Indígenas Campesinos del Beni ap a rtir de la Ma rcha por el Te r ri t o rio yla Dignidad de 1990. Si e m p re han sidop a rte de nuestro cotidiano vivir, enc o s t u m b re s, en tra d i c i o n e s, en folklo-re o como parte del aparato pro d u c t i-vo De p a rtamental. Por esta razón te-n e m o s, en el Órgano Ej e c u t i vo De p a r-tamental, una Se c retaría Mu l t i é t n i c a ,con dos Di recciones: una Indígena yo t ra Campesina, para canalizar pro-yectos específicos de Fo rt a l e c i m i e n t oy De s a r rollo a estos importantes sec-t o res de la comunidad beniana. Y parasu re l a c i o n a m i e n t o, en igualdad dec o n d i c i o n e s, con los otros actores pro-d u c t i vos de la colectividad beniana.

G L : Se conoce a la socie-dad beniana (asentadaen sus ciudades) como lamás conservadora en elp a í s . Su tradición social ysu vida cultural pare c e n

i n c o n m ovibles a los sacudones quev i ve el mundo entero. ¿ Cuánto espa-cio hay, en esa sociedad, para las ide-as de cambio? ¿Cómo sintió y perc i-b i ó , esa misma sociedad, el arribo ala Presidencia de Evo Morales Ay m a ?

E S S : El tradicional descuido queha tenido la mayoría de los Go b i e rn o sNacionales por re s o l ver los pro b l e m a sy las necesidades de la gente del Be n i ,ha hecho que estos bolivianos, solida-ria y mancomunadamente, aúnen es-f u e rzos para convivir y re s o l ver susp roblemas y necesidades. Por esta ra-zón, la mayor parte de los recursos den u e s t ro presupuesto De p a rt a m e n t a lha sido destinada a mejorar la calidadde vida de nuestros habitantes conp royectos concretos como el Se g u roUn i versal de Salud Autónomo (SUSA),el apoyo e incentivo a la educacióncon la dotación anual de útiles escola-res a los estudiantes del ciclo pri m a ri ode los establecimientos fiscales de to-do el De p a rtamento contenidos en laMochila Autonómica, además de Be-cas Alimenticias, Sillas de Ru e d a s, Pl a-cas Dentales y otros Pro g ramas de be-neficios directos para los habitantesde nuestro De p a rt a m e n t o. Por otrap a rt e, no me parece correcto “c a t a l o-g a r” a los habitantes de Beni como

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c o n s e rva d o res y reacios a los cambios,pues precisamente estos habitanteshan sido los impulsores y pro t a g o n i s-tas del más importante cambio de laa d m i n i s t ración pública de nuestro pa-í s, como es la conquista de la autono-mía, con el mayor porcentaje de acep-tación nacional (73.8 % de vo t a c i ó n ) .Situación diferente es que los benia-nos no nos ave n t u ramos con proye c-tos políticos de poca consistencia y fu-t u ro. Por esta razón, vimos con re c e l oy desconfianza el arribo a la Pre s i d e n-cia de don Evo Mo rales Ayma, aspectoq u e, por otra part e, la situación actualdel país nos las está confirm a n d o.

G L : Pese a la apro b a c i ó nde la nueva Co n s t i t u c i ó n ,se sigue discutiendo lava l i d ez del concepto deEstado Pl u rinacional ve r-sus Re p ú b l i c a . Por su-

puesto que la nación boliviana estácompuesta por los pueblos ori g i n a-rios y el cri o l l o, y que todos mere c e nre s p e t o. Sin embarg o, ¿usted cre eque los nuevos símbolos y fechas na-cionales nos unen más que los anti-guos? ¿No ha sucedido, más bien,que ahora recién valoramos los anti-guos símbolos y fechas?

E S S : Es importante aclarar que laConstitución Política en vigencia fuea p robada mediante Referéndum enC i rc u n s c ripción Nacional. En lo part i-cular hubo va rios De p a rtamentos que,en su circ u n s c ripción, mayo ri t a ri a m e n-t e, estuvieron en contra de esta, entreellos el De p a rtamento del Beni. Na t u-ralmente que todos los bolivianos esta-mos obligados a respetarla, cumplirla yhacerla cumplir. Por esta razón, mu-chas de sus conceptualizaciones sondesconocidas para la mayoría de nues-t ro pueblo, entre ellas los conceptos deEstado Pl u rinacional versus Re p ú b l i c a ,y la creación de nueva simbología na-cional, aspectos indiferentes para nues-t ra gente que ha cultivado su civismo yp a t riotismo con los símbolos tra d i c i o-nales de la República de Bo l i v i a .

G L : En esa misma líneade análisis, Filemón Es-cobar señala (como va-rios intelectuales ayma-ras y criollos) que en Bo-

livia existen dos civilizaciones: la An-dino-Amazónica y la Occidental o Eu-ro p e a . Al interior de ellas, f u e rtes ys u a ves matices étnicos. Si eso es así,¿qué deberíamos hacer para alcanzarel respeto re c i p roco entre los indios ylos blancos? Si lo lográramos, Bo l i v i aestaría lista para trabajar en paz porsu futuro como una gran nación…

E S S : Respetamos la línea de análi-sis de Filemón Escobar, así como la deo t ros intelectuales, sobre la cara c t e ri-zación de la sociedad boliviana. Si t u a-ción que, por otra part e, la Re f o rm aA g ra ria, la Re f o rma Ed u c a t i va, el Vo t oUn i versal, la Nacionalización de lasMinas y otras medidas que fueron dic-tadas en su momento, tra t a ron de in-c o r p o ra r, en el ámbito socio–políticodel país, a importantes sectores indí-genas y campesinos en igualdad decondiciones y oport u n i d a d e s, que los“o t ros bolivianos”. Lamentablemente,en este último tiempo, por intere s e sp o l í t i c o - s e c t a ri o s, se ha intro d u c i d oun lenguaje y una fraseología discursi-va, discri m i n a t o ria y de difere n c i a-ción entre bolivianos (collas ve r s u sc a m b a s, campo versus ciudad, occi-dente versus oriente), sembrando deesta manera odios, resentimientos yre n c o res entre las familias bolivianas,con gra ve perjuicio para la integri d a dy la unidad nacional. Pa ra lograr elrespeto re c i p roco entre todos los boli-v i a n o s, lo pri m e ro que tenemos quehacer es reconocer nuestra dive r s i d a dé t n i c o – c u l t u ral, para construir desdelas regiones un proyecto de nación,ú n i c o, autonómico y solidari o, quet raiga beneficio para todos los bolivia-n o s.

G L : Los bolivianos deotras regiones mira-mos al Beni como une n o rme paraíso, p e ropoco podríamos decira c e rca de su gente.

¿ Qué es lo que el “c o l l a” debería en-tender del beniano? ¿Cuáles son las“c l a ve s” de su mentalidad? ¿Qué re-q u i e re del “c o l l a” el hombre beniano?

E S S : Es evidente que el “c o m ú n”de los bolivianos, sobre todo del occi-dente de nuestro país, consideran alBeni como una región no del pre s e n t e,

si no de un “ h e rmoso futuro”, y, poresta razón, poco o nada han hechopor incorporarlo al desarrollo nacio-nal, no obstante los inmensos re c u r-sos naturales que tiene. Pa ra nosotro s,el problema está en los más de cuatro-cientos mil bolivianos que habitann u e s t ro De p a rt a m e n t o. Que viven, su-f ren, se sacrifican y trabajan en estap a rte del país, que necesitan salud,educación, viviendas, caminos y unsin numero de otras necesidades quedeben ser atendidas y resueltas “a h o-ra” y no mañana. Los benianos necesi-tamos no sólo del “c o l l a” sino de todoel país, que nos permitan conservar yexplotar racionalmente nuestros re-cursos natura l e s, que no sea un buró-c rata de escri t o ri o, de otras latitudesg e o g r á f i c a s, que no conoce nuestroDe p a rtamento y nuestro modo de vi-da, quien planifique y ejecute “p ro g ra-m a s”, que sólo le interesan política-mente a él. No necesitamos inva s o re s,que a titulo de “c o l o n i z a d o re s”, estánd e p redando los montes, que nuestro santepasados y nosotros hemos sabidoc o n s e rva r. Esta es la razón esencial,del profundo sentimiento autonomis-ta, arraigado en nuestra gente.

G L : El Beni estuvo cas-t i g a d o, durante mu-chos años, por la pre-sencia masiva de las fá-b ricas de cocaína. Us-t e d , como líder de su

re g i ó n , ¿cómo piensa que debería ad-ministrarse el problema de la coca?¿Cómo deberíamos escapar, d e f i n i t i-va m e n t e , del circuito del narc o t r á f i-c o ?

E S S : Es necesario manejarnos conc i e rto cuidado respecto a determ i n a-dos conceptos que hacen a este flagelode la humanidad. No es cierto que enel pasado “el Beni estuvo castigado,d u rante años, por la presencia masivade las fábricas de cocaína”. El terri t o-rio del De p a rtamento del Beni se hac a ra c t e rizado por no tener plantacio-nes de coca (materia prima para lap roducción de cocaína). Di f e rente esq u e, por la inmensidad de nuestra sl l a n u ra s, el Beni fue y seguramente si-gue siendo un “p u n t o” de tránsito parasacar la cocaína, sobre todo pro d u c i-da en el Chapare, por vía aérea, hacia

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el exterior del país. Pe ro pro d u c t o re sde cocaína nunca hemos sido. Re c i é nen los últimos años, por la expansiónde la fro n t e ra cocalera del Chaparehacia el Te r ri t o rio Indígena Pa rq u eNacional Is i b o ro Se c u re (TIPNIS), sehan “d e s c u b i e rt o” lugares en este par-que de producción de cocaína. Pe ro esi m p o rtante aclarar que los habitantesde dicho parq u e, que son las Et n i a sBenianas del TIPNIS, nunca han esta-do comprometidos con la pro d u c c i ó nde cocaína. En cuanto a lo que debe-mos hacer como país para salir del cir-cuito del narc o t r á f i c o, todos sabemosque este delito de lesa humanidad tie-ne que ser combatido, de forma com-p a rtida, entre pro d u c t o res y consumi-d o re s, de manera coordinada y solida-ria, para que dé resultados positivo s.La responsabilidad de nuestro país de-be estar centrada en combatir y des-t ruir los cultivos de coca exc e d e n t a ri a ,q u e, de acuerdo a informaciones del

p ropio Go b i e rno Nacional, está desti-nada a la producción de cocaína. Estaresponsabilidad, en este momento,c reemos que no está eficientementee n c a ra d a .

G L : Usted es el pri m e rG o b e rnador del Beni yfigurará por siempre enla histori a . ¿ Cuál cre e ,en su experi e n c i a , q u ees la Bolivia que se va ?

¿Y cuál cree que es la Bolivia que vie-ne y nos tocará vivir?

ESS: Es evidente que, por vo l u n t a dy decisión democrática del pueblo be-n i a n o, he sido electo como el pri m e rGo b e rnador del Beni. La experi e n c i apersonal acumulada es la de haber te-nido la posibilidad de part i c i p a r, juntoa otros miles de bolivianos, en la bús-queda de un mejor destino para nues-t ros pueblos a través de un pro c e s o

d e s c e n t ralizador (Autonómico), naci-do e impulsado desde la “p e ri f e ri a”,hacia el centro del país. Proceso sociop o l í t i c o, destinado a “s e p u l t a r” la Bo l i-via centralista que se va, proceso quetiene importantes ava n c e s, pero quee n c u e n t ra en su re c o r rido obstáculospor concepciones obsoletas que nole permiten desarrollarse a pleni-tud. Estas “c o r rientes conserva d o-ra s” son las que nos tienen a losbolivianos en la situación en la queestamos después de casi doscien-tos años de administración centra-lista en nuestro país. A la Bo l i v i ap re s e n t e, y a la que viene, le co-r responde continuar luchandohasta consolidar una autonomíaplena, solidaria y mancomunada,que permita desarrollar a los De-p a rtamentos para construir y con-solidar la Nación Boliviana.

Tr i n i d a d , 8 de abril, 2 0 1 1 .

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Gonzalo Lema (GL): S epodría afirmar que laopinión pública estáconfundida a partir dela ruptura de la alianzaque sostenías con Evo.

Desde ese hecho, la gente contrari aa este “p roceso de cambio” p a re c e-ría que te apoya y, los que lo apo-y a n , te echan maldiciones. Es unah i s t o ria al revés de hace unos años.¿ Qué es lo que sucede? ¿Cuáles sonlos seguidores fieles de Juan De lGr a n a d o ?

Juan Del Granado ( J D G ) : E sp robable que hayan algunos con-f u n d i d o s, aunque más bien a lagente se le va aclarando que una co-sa es el cambio, la transformación, yotra cosa es quienes lo conducen.

Debo decirte que este momentoque vive el país, en el sentido históri-co de los momentos, lo empecé av i s l u m b ra r, a amasar como utopía,cuando apenas había cumplido 18a ñ o s. Ya estaba en La Paz, en agostode 1971, y se me ha hecho imborra-ble esa imagen de los aviones de laFu e rza Aérea ametrallando el mono-bloc de la UMSA donde pasaba mis

p ri m e ras clases de De re c h o. Ese he-cho brutal selló mi militancia en lai z q u i e rda y sembró definitiva m e n t een mi alma la semilla del cambio. Lat ra n s f o rmación y el cambio ra d i c a l e sen nuestra patria son impre s c i n d i-bles porque tenemos que constru i run país de ve rdad, y en esa tarea ve-nimos fracasando 186 años.

La dictadura banze rista, la delos aviones ametrallando unive r s i-d a d e s, estaba iniciando el epílogon e g a t i vo, fru s t rado y tra i c i o n a d odel otro momento de cambio y det ra n s f o rmación que forjamos y de-s a p rovechamos los bolivianos: laRe volución de 1952. Sí, ese fue elp rimer intento de tra n s f o rm a c i ó nprofunda del país, con la nacionali-zación de las minas para re c u p e ra rlos recursos naturales y el exceden-te de manos de una casta enriqueci-da a costa de la pobreza del país; lare f o rma agra ria y el voto unive r s a lp a ra iniciar la construcción de unasociedad de iguales en un país depocos latifundistas y muchos pon-g o s. Fu e ron gruesos pincelazos dela historia que intentaron iniciar unn u e vo tiempo, que quisieron abri runa nueva época en medio del bu-

J ua n Del Gr a n a d o :“Es de sde la persp e ct i va del cambio

q ue tien en que for mula rse

las prop ue s ta s ”

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DATOS

Juan Del Granado Cosío nacióen marzo de 1953 en Cochabamba,-Bo l i v i a .

A sus 17 años se trasladó a LaPaz e ingresó a la Facultad de De re-cho de la UMSA donde fundó los pri-m e ros núcleos universitarios delMovimiento de Iz q u i e rda Re vo l u c i o-naria (MIR). Pese a las condicionesre p re s i va s , a sus 22 años culminó su

c a r re ra y obtuvo la licenciatura enCiencias Jurídicas y Políticas en1 9 7 5 . Continuó su actividad políticay sindical en el No rte de Po t o s í , d o n-de entre 1975 y 1976 fue asesor de lossindicatos mineros de Catavi y Si g l oX X , y periodista de radio La Voz delMi n e ro. Fue apresado y exiliado du-rante la dictadura banze r i s t a . A suretorno a La Paz fue Asesor Ju r í d i c o

de la Ce n t ral Ob re ra Bo l i v i a n a(COB) y de varias organizacionessindicales (1980). Su segundo ex i l i ose produjo durante la dictadura deGa rcía Meza (1980-1981). En 1984asumió uno de los retos más impor-tantes de su vida, la acusación y elenjuiciamiento del ex dictador Lu i sGa rcía Meza a nombre de los fami-l i a res de los márt i res de la dictadu-

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llicio enorme de las milicias arm a d a s,del auge de los sindicatos y sin dudaen medio del temor de los que ve í a nderrumbarse privilegios.

Quién iba a imaginar en medio dela efervescencia popular, en medio delos sueños revolucionarios que sólo 12años duraría ese proceso. Y fue la con-ducción la que falló; fue el partido degobierno, sus líderes, sus visiones

limitadas del país y sobre todo susprácticas individuales y de grupo lasque nos llevaron a la frustración, al va-ciamiento de los contenidos libertariosde la gesta, a la re p roducción de nue-vas castas, a la repetición de las viejasmañas burocráticas y corru p t a s, a lare i t e ración de nuevas exc l u s i o n e s, denuevas desigualdades, de similares do-minaciones y de muy parecidos auto-ritarismos represivos.

Desde enero de 2006 estamos vi-viendo como bolivianos nuestra se-gunda oportunidad de escribir la his-toria de manera diferente. Otra vez te-nemos la oportunidad de llevar ade-lante el cambio, la transformación pa-ra construir, te decía, un país verdade-ro. Cuando Evo Morales, después de laelección de diciembre de 2005, ingresaen enero de 2006 al palacio de gobier-n o, estaba iniciándose otro momentop rofundo de esperanza, con otros ac-tores, a partir de la vieja acumulaciónde problemas no re s u e l t o s, despuésdel renovado fracaso de otras élites, deo t ros modelos económicos, despuésde otras muertes y de otras masacres.

No fueron esta vez las armas sino laa b ru m a d o ra mayoría de los votos loque volvía a inscribir en la agenda ur-

gente la re c u p e ración nacional del ex-c e d e n t e, el protagonismo de los exc l u i-d o s, la tra n s f o rmación integral de lavieja institucionalidad part i d o c r á t i c a ,el pluralismo ve rd a d e ro, más democra-cia, más inclusión y el re s t a b l e c i m i e n-to de la soberanía y de la dignidad delpaís frente al mundo entero y especial-mente frente a los poderosos del plane-t a .

Por eso el MSM apoyó sin condi-ciones a Evo, al MAS y al proceso queese enero de 2006 se iniciaba, y decidi-mos seguir apoyándolo después de 4años cuando re n ovamos nuestra alian-za para las elecciones de 2009. Y es queen la gran evaluación de la pri m e ragestión sopesamos los aciertos y lose r ro re s, las luces y las sombra s. Co t e j a-mos el protagonismo en la vida públicade los pueblos ori g i n a ri o s, la de los an-tiguos pongos, que ahora emergían co-mo los actores centrales del país; cote-jamos ello con el exceso discursivo in-digenista, con un inicial racismo al re-vés que ahora discriminaba a lo no in-dígena. Cotejamos el re s t a b l e c i m i e n t odel rol conductor del Estado, el iniciode la re c u p e ración de los recursos na-t u rales y de las empresas públicas; conla improvisación, la ineficiencia y losp ri m e ros gra ves índices de corru p c i ó nen la administración del nuevo apara t odel Estado, o con una también inicialvisión estatista extrema, negadora de lap l u ralidad, exc l u yente de lo pri vado o,p e o r, exc l u yente de lo comunitari o. Co-tejamos el logro de la Asamblea Co n s t i-t u yente y de la nueva Constitución Po-lítica del Estado, con el abandono de lab a n d e ra autonómica, con la polari d a di n n e c e s a riamente exacerbada entreo riente y occidente. Evaluamos el enor-

me impulso democratizador desdeabajo y la consecuente ampliación delespacio público para los marginados ylo cotejamos con las ya visibles señalesde caudillismo, de hegemonismo y dei n t o l e rancia con la disidencia, con laoposición, con las ideas difere n t e s. Ydespués del cotejo, de la eva l u a c i ó n ,c o n venimos que eran mayo res las lu-ces que las sombra s. Y de ahí vino esaconsigna pública nuestra, especial-mente difundida cuando el re f e r é n-dum re vo c a t o rio: “consolidar los acier-t o s – c o r regir los erro re s”. Por eso apoy a-mos nuevamente a Evo en diciembredel 2009 para consolidar los aciert o s,p a ra corregir los erro res y ganamos laselecciones de ese año juntos. Ju n t o sobtuvimos el 63% de los vo t o s. Fue en-tonces que, unilatera l m e n t e, el MASdecidió la ru p t u ra con nosotro s. Leye-ron a su modo, leye ron mal, ese 63% lol e ye ron sólo como suyo, como una es-pecie de cheque en blanco por losa c i e rt o s. Vi e ron en las cifras enorm e sde los votos el momento de la hegemo-nía, del partido único, y por lo mismocomo el inicio de una construcción aje-na al plura l i s m o. Ro m p i e ron la alianzacon el MSM y de cara a las inmediataselecciones municipales se apre s t a ron atomarse todos los espacios del poderlocal y regional, pero además definie-ron enfre n t a rnos y descalificarnos es-pecialmente en La Paz donde, dura n t ed i ez años en el municipio paceño, ha-bíamos desplegado anticipadamente elcambio con una manera diferente dehacer gestión pública. Y perd i e ron enLa Paz estrepitosamente pero también,en manos de MSM, perd i e ron Oru ro, elNo rte de Potosí, Colomi y Tolata en elValle alto de Cochabamba; Culpina yCa r re ras en los Cintis Chuquisaqueños,

ra , de la COB y la Un i versidad Bo l i-v i a n a . En 1993 y al cabo de nueveaños se logró la sentencia de 30 añosde cárcel sin indulto para Ga rc í aMe z a , Arce Gómez y 43 de sus princi-pales colabora d o re s . Ese mismo añofue electo Diputado por el Mov i-miento Bolivia Li b re (MBL) y asu-mió la Presidencia de la Comisiónde De rechos Humanos además de

ser miembro titular de la Comisiónde Constitución. Desde 1996 esm i e m b ro de la Comisión Andina deJu r i s t a s . En 1999 fundó el Mov i-miento Sin Miedo (MSM) y ganó laselecciones ediles en La Pa z . Fue pose-sionado como Alcalde en febre ro de2 0 0 0 . En su primera gestión se logróel re o rdenamiento institucional y elsaneamiento financiero municipal.

En su segundo período (2005-2010),se encaró la transformación de lac i u d a d .

No se postuló a una nueva ges-tión municipal, p ro m oviendo lac a n d i d a t u ra de Luis Re v i l l a , que ga-nó la elección en La Pa z . Ac t u a l m e n-t e , como Se c retario Político delM S M , es parte de la conducción na-cional de ese part i d o.

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Pu e rto Qu i j a r ro en el Mutún, y apare-ció el MSM como la segunda fuerza na-cional desde la izquierd a .

La derrota electoral del MAS dea b ril del 2010 fue la derrota de unae r rada conducción política y de unae q u i vocada posición ideológica, delh e g e m o n i s m o, del sectari s m o, del au-t o ri t a rismo; fue la re a f i rmación de laadhesión ciudadana al pluralismo, a ladisidencia, a la convivencia democráti-ca entre quienes pensamos diferente.

La derrota callejera de diciembredel mismo año, luego del gasolinazo,ya fue la derrota de la improv i s a c i ó n ,de la ineficiencia, de la ausencia deuna re n ovada visión estratégica de laeconomía, de la producción, del em-pleo, de la reactivación económica, den u e s t ra inserción en los mercados in-t e rn a c i o n a l e s, de la industri a l i z a c i ó n ,de la competitividad y de un nuevomodelo pro d u c t i vo capaz de sustituirel viejo modelo extractivista pri m a ri oe x p o rt a d o r, igualmente inútil con go-b i e rnos neoliberales o con gobiern o spopulistas. Fue ese rechazo popular alg a s o l i n a zo el que desnudó la fra g i l i-dad de la conducción gubern a m e n t a lespecialmente en la columna vertebralde todo proceso, que es la transforma-ción económica, la lucha contra la po-breza y la inequidad.

Está claro que la transformación yel cambio son imprescindibles paradarle viabilidad de largo plazo al país,p e ro que la conducción está equivo-cando estructuralmente el camino.

Por eso la necesidad y la urg e n c i ade reconstituir y construir una nuevaalternativa política para la conduccióndel pro c e s o. No debe culminar lo quese inició en enero del 2006 en una nue-va frustración, debemos impedirlo; nopuede haber una re s t a u ración de lapartidocracia, del neoliberalismo, de lae xclusión. La errónea conducción delproceso está incubando peligrosamen-te la posibilidad, como ocurrió antes,que las fuerzas conservadoras y oligár-quicas se re a rticulen re a p a re c i e n d ocomo señuelo salvador, intentando re-tomar el poder, re s t a u rar el viejo “o r-d e n”, envilecer otra vez el país y darpaso nuevamente al entreguismo y a la

exclusión social. Pero al mismo tiem-po no pueden consolidarse, a riesgo deliquidar el proceso, el autoritarismo, elestatismo extre m o, la negación delpluralismo, la improvisación, la ausen-cia de planes estra t é g i c o s, la coopta-ción de la sociedad civil, lo que ya esuna impostura indigenista, suplanta-d o ra de una ve rd a d e ra constru c c i ó np l u rinacional. Y esa es la tarea en laque el MSM está empeñado en estosdías y meses, y seguramente en lospróximos años.

Defendemos el cambio y la tra n s-formación, estamos en contra de quie-nes desde el gobierno lo están emba-rrancando, pero también en contra dequienes batiendo palmas están olvi-dando que ellos fueron los arquitectosmás recientes del barra n c o, especial-mente por los veinte años anteri o re sen los que envilecieron los sueños dela recuperación democrática.

Por eso te decía que, a estas altu-ra s, deben ser ya pocos los confundi-dos.

G L : Existe un sentimientode fractura en el conjuntode la población boliviana.O es el campo contra laciudad (hay ejemplos) o esel oriente contra el occi-

dente del país. Y claro que viceve r s a .Por supuesto que la democracia no so-licita aquello. Por el contrari o : la de-mocracia es la concertación de los sen-timientos y pensamientos diversos ali n t e rior de una sociedad. En el caso dela Capitalía plena demandada históri-camente por Su c re , ¿no era mejor unaconsulta popular (re f e rendo) que elmitin del millón que tú org a n i z a s t e ?Después de todo, el problema es nacio-n a l …

J D G : La leyenda popular paceña dacuenta que la cabeza de Túpac Ka t a riestá todavía enterrada en el mirador dekili Killi que, al cabo de los siglos, haquedado en medio de la ciudad; sucuerpo y sus extremidades las dispersa-ron en tierra de prov i n c i a s. Ese des-c u a rt i z a m i e n t o, esa fra c t u ra, es una delas expresiones más dolorosas del por-qué no hemos podido construir país enestos 186 años.

Se trata de una fra c t u ra geológica,de una falla estru c t u ral que nació conla República de 1825 y que se gestó enla Colonia. Aquella falsa discusión desi los indígenas tenían o no alma, sie ran o no seres humanos, al igual quelos peninsulare s, para justificar su ex-plotación y su exterm i n i o, no se cerrócon la independencia de Bolivia. Y lah i s t o ria nuestra, de estos casi dos si-glos tra n s c u r ri d o s, es aun la histori ade la discriminación, de la cert ez aerrónea de que la cultura occidental ess u p e rior a la ori g i n a ria encontra d apor los españoles en pleno desarro l l oy que la sangra ron y la abort a ron. Elra c i s m o, la exclusión de esa enorm ecantidad de bolivianos indígenas y delos mestizos con predominancia indí-gena, explica grandemente nuestro sf racasos integrales como país, ya ni si-q u i e ra como re g í m e n e s, ni como go-b e rn a n t e s. Si a ello sumas la exc l u s i ó nc e n t e n a ria de las mujeres era imposi-ble construir país con semejante mi-noría. La emergencia de los exc l u i d o sha sido siempre la marca del adve n i-miento de las nuevas épocas, en todoslos tiempos. Por eso el MSM consideraesencial el protagonismo de los pue-blos ori g i n a rios en todos los espaciosde la vida pública y por ello tambiénalentamos con fuerza la constru c c i ó nde un país plurinacional, donde lasc u l t u ras distintas no sólo convivan si-no dialoguen, se complementen y en-ri q u ezcan unas a otra s.

Sin embargo es probable que tup regunta tenga que ver más bien con lae x p resión concreta de dos tipos de ra-c i s m o, uno antiquísimo como el queconoció Ba rtolomé de la Casas; y elo t ro de ahora que los están sintiendolos bolivianos mestizos pero con pre-dominancia occidental.

Es que, como dijo Roger Co rt ez ,con Evo en palacio, los excluidos salie-ron del sótano y ocuparon toda la casa,especialmente el living, donde radica elp o d e r, y como el edificio no fue inme-diatamente ampliado y tra n s f o rm a d o,los viejos ocupantes sintieron una pro-funda incomodidad, porque ni siquieranos apretujamos sino que unos despla-z a ron a otros y éstos últimos no acabande asumir que nunca más habrá sóta-nos y que el living deberá ser de todos.

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El otro ra c i s m o, el re c i e n t e, es elsentimiento natural fermentado enva rios siglos, pero que está siendo ins-t rumentado por los blancoides de pa-lacio: sólo indios nada de corbatas, só-lo ponchos. Es todo lo contra rio a loque debería ser una nueva constru c-ción social. Ese inocultable saborc i l l ode venganza histórica, este “a h o ra nostoca a nosotro s”, “nunca más los ká-ra s”, está en camino de inviabilizar elcambio ve rd a d e ro. Bajo el mando delos negro s, a la cabeza de Mandela, seinició la construcción de un nuevo pa-ís en Su d á f rica, blancos incluidos, pors u p u e s t o. Esa era la gran espera n z aque encarnaba Evo Mo rales Ayma; ba-jo la conducción de los pueblos ori g i-n a ri o s, a la cabeza de un aymara, ha-bía que construir el nuevo país desco-l o n i z a d o, el de todos; el de la casag rande con sus espacios ampliados yespecialmente integra d o s. Pe ro la vi-sión indigenista extrema de los no in-dígenas del MAS, de aquellos que de-magógicamente ve n e ran Orinoca yque en la práctica están suplantandolo que debería ser una visión unive r s a lindígena que nos abarque a todos; esavisión palaciega apareja la re p o s i c i ó ndel ra c i s m o, de la fra c t u ra, de la fallageológica, con el agra vante del com-ponente regional, que se traduce malen ésta artificiosa confrontación entreo riente y occidente.

Si el asesinato continuado de Ka-t a ri, antes y después de él, desató losdemonios de la exclusión racial, de ladominación cultural, del re s e n t i m i e n-t o, del pongueaje, de la humillación,de la pobreza extrema, todo con ro s t rom o re n o, y por lo mismo de la inviabi-lidad de Bolivia; estos “f e l i p i l l o s” al re-v é s, están re a b riendo en el palacio lacaja de pandora, están dejando libre so t ra vez los demonios del re s e n t i-miento milenario y las bases de nue-vas exclusiones dolorosas; cuando delo que se trata es de restablecer la in-t e g ridad del cuerpo de Ka t a ri entre to-dos para alcanzar una sociedad deiguales entre distintos, donde las con-diciones básicas de una vida digna notengan cert eza sólo para unos cuantosa p e l l i d o s, donde el color de la piel seasólo parte de la policromía étnica delpaís y donde el ejercicio democráticodel poder no pase por la confro n t a-

ción racial ni regional, sino por la con-f rontación de propuestas entre quie-nes quieran y puedan efectiva m e n t ehacer país.

Ahí reside la enorme vitalidad y lag ran perspectiva que nos abre el art í-culo 2do de la nueva Constitución Po-lítica del Estado que establece al plu-ralismo como el eje de la descoloniza-ción y de la nueva construcción nacio-nal.

Pl u ralismo de cultura s, de siste-mas jurídicos, de ideas políticas, demodelos económicos. Y si para eso ne-cesitaríamos convocar no a un “m i t i n”,sino a un otro cabildo de dos milloneslo haríamos de nuevo.

Es que ese fue el sentido de esae n o rmísima movilización de bolivia-nos en La Paz nunca vista antes enBolivia. Ese viernes 20 de julio no nosm ovió la idea de atemorizar a Chu-quisaca, estábamos urgidos de para ren seco la conspiración conserva d o raque utilizando de la peor manera estademanda histórica de Su c re, pre t e n d í am a l o g rar de modo irre p a rable laAsamblea Co n s t i t u yente e impedir laforja de un nuevo texto constitucional.

Fu e ron ellos, los extremistas con-s e rva d o res de la “media luna”, los quep l a n t e a ron la confrontación, fuero nellos los que alentaron ese desconoci-miento suicida de los grandes equili-b rios que, pese a todo, había alcanza-do el país en cien años y que mal quebien nos habían mantenido unidos.Nadie insistió en crear un décimo de-p a rt a m e n t o, nadie negó las autonomí-a s, nadie desconoció que Su c re es lacapital de Bolivia, nadie podía re t a c e-arle a La Paz su aporte centenari o. Esque el occidente de Bolivia, su enorm ee n e rgía pro d u c t i va y comercial, su pe-so sobre el norte de Chile y el sur delPerú, su rol de equilibrio con ori e n t e,no son comprensibles sin La Paz, sinese herv i d e ro de hombres y mujere sen medio de 300 ríos.

No hubieron voces paceñas quere i v i n d i c a ran el hecho bélico estúpidoy fra t ricida de 1898; la victoria de Pa n-do no está en los grandes anales delo rgullo paceño. Me correspondió co-

mo Alcalde acuñar esa frase de que LaPaz, sin pretender ser capital de nada,es la gran capitana de Bolivia. Son lassimbologías las que defendieron losp a c e ñ o s. Los 30.000 funcionarios pú-blicos de los poderes del Estado nohan generado desarrollo ni pro g re s oen La Paz, La Paz es tal vez la pri m e ravíctima del centra l i s m o. Es queLa Paz, sede de gobiern o, simboliza lae n o rme ri q u eza minera tra n s f e ri d ap a ra el desarrollo del ori e n t e, significael lugar donde se derro t a ron dictadu-ras y se re s t a b l e c i e ron libert a d e s, en-c a rna desprendimiento porque los pa-ceños piensan poco en La Paz y pien-san más en el país. La “capitalía plena”no estaba destinada a beneficiar a Su-c re. Era una consigna afilada para cor-tar la yugular al proceso constituye n-t e, arriesgando inclusive la fra c t u ra delp a í s. Y eso quedó al descubierto lue-g u i t o, cuando la oposición conserva-d o ra pasó al asalto de oficinas públi-c a s, al desconocimiento de la legali-dad democrática e incluso a la conspi-ración seudoterro rista. Po rque paraellos no interesaba para nada Su c re.Es que después de la re f riega no que-dó nada nuevo para Su c re. Ni plan in-t e g ral de desarro l l o, ni Co n t raloría delE s t a d o, ni Co rte o Tribunal El e c t o ra l ,ni Defensor del Pueblo; solo habíanexacerbado y utilizado un re s p e t a b l esentimiento cívico de nuestro herm a-nos sucrenses para otros fines, politi-q u e ro s, mez q u i n o s, de grupos pri v i l e-g i a d o s.

Po rque se defendía la unidad delpaís y porque se defendía el pro c e s oc o n s t i t u ye n t e, es que los cientos demiles que subimos ese viernes desdela Pérez, por la Mo n t e s, trepando lasl a d e ras hasta El Alto, llevamos más,muchas más banderas bolivianas quep a c e ñ a s. Y eso mismo habían hechocientos de miles de alteños que ese 20de julio madru g a ron una hora antes, alas cuatro de mañana, para org a n i z a rla recepción de multitudes; e, igual,los ponchos y las pollera s, cientos demiles de las prov i n c i a s, llegaron conwiphalas pero sobre todo con la deBolivia flameando en los camiones, enlos micro s, hasta en las bicicletas, eramás el ro j o, amarillo y ve rd e. Sí, claro,tienes razón, era un problema nacio-n a l .

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G L : Se tiene la impre s i ó nque el tema de las autono-mías regionales ha perd i-do fuerza debido a su malmanejo político. Las auto-nomías habrían llegado

t a rde al ímpetu inicial de la gente aun-que “d e r ro t a n d o” a sus élites cri o l l a s .Pe ro, además de tard e , bastante con-t roladas desde el poder central. El sen-timiento general indica que seguimosviviendo un centralismo. ¿ Qué deberíahacerse para recuperar el entusiasmo?¿O simplemente pasó su hora sin penani glori a ?

J D G : El nuevo Estado autonómicoes consustancial a la tra n s f o rm a c i ó ni n t e g ral del país y es, en la otra ve rt i e n-t e, una respuesta estru c t u ral a la fallageológica de la que te hablaba antes. Esque no llegaron a nuestras tierra s, hace500 años, un grupo emprendedor decolonos españoles que venían en buscade una nueva vida. Esos 170 hombre sal mando de Pizarro, si bien eran ave n-t u re ros temera rios que ve n c i e ron a losm o n s t ruos marinos y a las cataratas delfin del mundo, eran en gran parte unosf o rajidos que deambularon meses bus-cando fortunas fáciles, que las encon-t ra ron en lo que es ahora América y so-b re todo en los ameri c a n o s.

Im p l a n t a ron sobre la base del ex-terminio y de la esclavitud un sistemade despojo de nuestra ri q u eza espe-cialmente mineral y, para ello, estruc-turaron no un sistema de gobierno si-no un centralizado engranaje adminis-trativo de exacción. Fue eso lo que he-redamos sin beneficio de inve n t a ri oen 1825: una columna ve rt e b ral cen-t ralizada en torno a los centros dep roducción y comercialización de mi-n e ra l e s, acompañada pobremente porlatifundios circundantes que pro d u c í-an algunos alimentos básicos y unab u ro c racia peninsular y criolla alber-gada en caseríos que se denominabanc i u d a d e s, donde se habían leva n t a d oiglesias, audiencias, cuarteles y juzga-dos.

El centra l i s m o, esa concentra c i ó ne xc l u yente de actividades en un ejetroncal, fue el dispositivo colonial parala extracción y exportación de nuestrosrecursos naturales y marcó el abando-

no y la exclusión del 80 por ciento delt e r ri t o rio nacional que, después de1825, siguió careciendo de gobiern o,en el sentido más elemental que es laadministración institucional de los in-tereses colectivos.

Así como no era posible constru i rpaís exc l u yendo al 80 por ciento de lapoblación por el ra c i s m o, tampoco loera con la exclusión y el abandono dela inmensa geografía nacional. Por elloes que iniciamos la República con másde 2 millones de kilómetros cuadradosy después del Pacifico y del Chaco nosquedamos sin mar y sólo con un mi-llón ochenta y cuatro mil kilómetro s.Pe ro sobre todo por ello alentamosuna extraña e inviable visión de “desa-rrollo” sólo en tres o cuatro centros ur-banos de occidente, otra vez producto-res y comercializadores de mineralesy no encaramos para nada los grandesd e s e q u i l i b rios poblacionales, la des-vertebración caminera, la ocupación eintegración del territorio.

La reivindicación autonómica re-gional y departamental, pese a la ini-c i a t i va post 52 de avanzar hacia elo ri e n t e, tiene su origen profundo enesta otra exclusión colonial que generóuna administración central macrocefá-lica, especialmente en La Paz y en oc-cidente sin estrategias geopolíticas, sinb u ro c racias eficientes, sin pro c e s o sdescentralizadores, sin gobiernos loca-les. Era el país de pocos, no sólo racial-mente sino territorialmente.

De ahí el enorme error que come-tió el MAS y el gobierno cuando en lu-gar de abanderar la lucha autonómicacomo consustancial a la tra n s f o rm a-ción y a la descolonización, la abando-nó en manos de los sectores conserva-dores especialmente del oriente, que lad e s p l e g a ron con lucidez y con éxitoporque expresaban el sentimiento y lareivindicación centenaria de casi todaslas regiones. Por eso la fuerza inicial deestos sectores durante el primer perio-do de gobierno del presidente Morales;de ahí la consistencia de liderazgos lo-cales y regionales que además han pa-sado con éxito ese primer periodo.

Pero posiblemente ahí también ra-d i q u e, en la falta de convicción auto-

nomista del gobierno, su enorme com-plejo a la hora de la implementaciónautonómica e incluso a la hora de suconcepción integral en el texto Consti-tucional.

Ot ra vez el concepto medular deplu ralidad, en este caso terri t o rial, es elque debe presidir el desarrollo concep-tual constitucional pero sobre todo eldespliegue institucional autonómico, ypor eso tu pregunta se queda corta, sequeda en las autonomías re g i o n a l e sque habrían “p e rdido fuerz a”.

En ve rdad, en este primer momen-to largo de construcción del nuevo Es-tado autonómico no existen, salva n d oel Chaco, autonomías re g i o n a l e s, éstasserán sólo una construcción futura; loque se ha establecido son autonomíasmunicipales plenas, autonomías depar-tamentales y, algo muy import a n t e, au-tonomías indígena–ori g i n a ri a – c a m p e-s i n a s, con competencia exc l u s i vas com-p a rtidas y concurrentes más o menosbien enumeradas en el texto constitu-cional, pero ya inicialmente malogra-das en la ley marco de autonomías. Y esque en esta Ley vuelve el complejo an-tiautonomista o no se supera la visióncolonial centralista del poder y del terri-t o ri o. Se mantiene, desdiciendo laConstitución, el control central sobrelos gobiernos autónomos, agra vado elloa h o ra con la burda centralización delos presupuestos en la Ley financial; nose otorgan los recursos suficientes parael ejercicio de la nuevas competencias yse crea en la ley marco un dispositivotorpe e ilegal de copamiento de gober-naciones y municipios por la vía judi-cial que precisamente permite la sus-pensión de autoridades electas a solaacusación fiscal. Culmina agra vando uo s c u reciendo el panorama la ningunac l a ridad respecto a la construcción au-tonómica indígena- ori g i n a ria que ten-dría que ser el punto de partida terri t o-rial de la construcción plurinacional, osea de la re c o n s t rucción de las nacioneso ri g i n a rias pero como parte indisolubledel nuevo Estado y de la nueva socie-d a d .

Sólo con las autonomías, con elconjunto de autonomías contempladasen la Constitución, podremos constru i rcalidad de vida para todos hasta en el

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último rincón del terri t o rio nacional; enlas fro n t e ras y en las ciudades interm e-dias; en el oriente y en el occidente; enlas tierras comunitarias de origen o enlas aéreas metropolitanas de las gra n-des urbes.

Por eso en agosto de 2010 le plante-amos como MSM al país, que en el se-gundo periodo de gobiern o, después dela victoria electoral de diciembre de2009, cuatro eran los desafíos del cam-bio y de la tra n s f o rmación, que ya nadatenían que ver con la confrontación ymucho menos con la persecución y lasatanización de las ideas difere n t e s. Elp ri m e ro, el desafío de la constru c c i ó neconómica y pro d u c t i va, el de la for-mulación de un nuevo modelo de acu-mulación y distribución que supere elmodelo extractivista, que genere va l o ra g re g a d o, que industrialice los re c u r s o sn a t u rales estra t é g i c o s, que definaalianzas con el sector pri vado que ge-n e re empleos perm a n e n t e s. El segundo,el de la construcción autonómica, el dela descentralización profunda de com-petencias y re c u r s o s, todo esto que teacabo de descri b i r. El terc e ro, el de lac o n s t rucción legislativa institucional,que debe re c o n f i g u rar las institucionesp ú b l i c a s, que debe formular las nueva slíneas de legislación nacional y sentarlas bases norm a t i vas de todos los esce-n a rios públicos gubern a m e n t a l e s, estoespecialmente urgente cuando se haredefinido el rol pre p o n d e rante del Es-tado en la economía y la gestión del de-s a r ro l l o. Y en cuarto lugar la constru c-ción plurinacional, tra n s versal a las an-t e ri o re s, que no es sino la constru c c i ó nde la nueva sociedad de iguales y nosólo pensando en las personas, sino es-pecialmente en los pueblos y en lasc u l t u ras diversas que tienen que des-plegarse en igualdad de condiciones,donde ninguna es más o mejor que lao t ra y donde todas tienen que aportar ala construcción de un sólo Estado.

Yo creo que lo que tú denominas“p é rdida de entusiasmo”, suponiendoque el MAS hubiese tenido alguno, noes sino la pérdida de rumbo del gobier-no respecto a estos cuatro grandes de-s a f í o s, entre ellos, por supuesto el dela construcción autonómica. Ni n g u n ade ellos está siendo encarado por lagestión gubernamental y esto lo plan-

teamos en agosto del 2010, cinco me-ses antes del gasolinazo. ¿Tú sabes cuálfue la respuesta del gobierno? Lo en-juiciaron de inmediato a nuestro alcal-de Luis Revilla e iniciaron una irracio-nal ofensiva verbal y judicial contra elMSM.

El gobiern o, con jueces y fiscales depor medio, se tomó las alcaldías de Su-c re, Qu i l l a c o l l o, Wa rn e s, Punata y Bu e-na Vista. También están en su mira lasautonomías departamentales; ya sehan tomado la Go b e rnación de Ta rija yestán acechando sobre Santa Cruz y elBeni. Y ojo; nuestra disidencia, con laacción gubernamental autori t a ria e ile-gal, nada tiene que ver con impunida-des que no aceptamos respecto a ex al-caldes o ex gobern a d o res corruptos oque cometieron actos ilegales que de-ben ser investigados y sancionados, pe-ro por esos actos, no por disentir del go-b i e rn o, y a través de procesos e inve s t i-gaciones efectivamente imparc i a l e s.Por ahí parece explicarse mejor la pér-dida de entusiasmo, por ahí radica estáp é rdida de fuerza que destacas en tup re g u n t a .

G L : ¿ Qué es lo que suce-de con nuestra justicia?La gente aprendió a co-n o c e rte por el ard u o,m o roso y riesgoso juicioque sostuviste contra

Ga rcía Meza y sus colaboradores para,f i n a l m e n t e , al cabo de muchos años,l l e va rlos a la cárc e l . ¿ No está todo de-masiado apresurado ahora? Los man-damientos de detención pre ve n t i vacontra los políticos de oposición estána la orden del día, p a recen librarse consuma facilidad…

J D G : Son muy pocos los momen-tos en que como ciudadano y abogadohe creído en la justicia. Uno de ellosfue el que vivimos en Sucre a las 7 de lanoche de un miércoles 21 de abril de1993. Terminaba de leerse al cabo de 4h o ras ininterrumpidas la sentenciacondenatoria contra Luis García Meza,Luis Arce Gómez y 43 de sus principa-les colaboradores. Fue un largo esfuer-zo colectivo que, al final, fue corre s-pondido por la mayoría de jueces queaquella vez integraban la Corte Supre-ma de Justicia bajo la presidencia de

Edgar Oblitas. Es que afirmar que nun-ca hubo justicia ve rd a d e ra en Bo l i v i ano es un juicio exagera d o. Y en esesentido cuando me preguntas ´´qué eslo que sucede con nuestra justicia” tediría simplemente que NADA NUEVO.Y esto es lo grave, en 5 años no se hamodificado casi en nada esta cuasi au-sencia de justicia.

Sin embarg o, ese miércoles por lanoche la percibí, sentí que habíamoslogrado justicia para Marcelo QuirogaSanta Cruz, para Carlos Fl o re s, paraGu a l b e rto Vega, para mis compañero sdel viejo MIR masacrados en la calleHa r rington, para dirigentes campesi-n o - o ri g i n a rios como Ge n a ro Fl o re s,p a ra los mineros ametrallados en Ca-racoles, para los sacerdotes como Espi-nal, para los unive r s i t a ri o s, para losperiodistas, en fin: para todos los boli-vianos que tuvimos que deambular 14meses en nuestro país con el testa-mento bajo el brazo.

Ef e c t i vamente hoy existe gran agili-dad en los mandamientos de deten-ción pre ve n t i va en las acusaciones fis-cales que suspenden de sus cargos ao p o s i t o res electos, al tiempo que no sea vanza un sólo centímetro en la inve s-tigación sobre el para d e ro de los desa-p a re c i d o s. Pa rece que no será posibleacceder a los arc h i vos secretos de lasd i c t a d u ras en el Estado Ma yo r, al tiem-po que en ese mismo lugar se conde-c o ra al Ej é rcito nada menos que con laO rden ´´Ma rcelo Qu i roga Santa Cru z ̈ .Pe ro, te re i t e ro, las cosas no fueron dis-tintas aye r. La derrota de las dictadu-ra s, la re c u p e ración democrática de los80 fue rápidamente, en no más de 4a ñ o s, vaciada de sus contenidos liber-t a ri o s. El impulso ciudadano de octu-b re de 1982 se diluyó en la crisis ude-pista y luego, “d e m o c r á t i c a m e n t e”, seinstaló una part i d o c racia que al tiempode pactar la gobernabilidad pactó la re-p a rtija de todos los espacios públicos,y los de la justicia entre los pri m e ro s.Los nombramientos judiciales, con ex-cepciones por supuesto, dependían delas coaliciones que reunían suficientesvotos en el Co n g reso para nominar alos Ma g i s t rados Su p re m o s, y luegoellos continuaban la re p a rtija en lasCo rtes de Di s t ritos y prácticamente entodos los Ju z g a d o s.

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Por eso no sólo la pésima adminis-t ración de justicia, lenta, ineficiente,e l i t a ria, racista, improvisada, subasta-da; sino, por eso, la impunidad para losg randes delincuentes y para los perso-n e ros de un sistema político que se en-cubría a sí mismo.

El comportamiento mayo ri t a ri a-mente venal de jueces y fiscales no hacambiado; y esto es lo penoso porque lamantenida situación del pasado equiva-le a un enorme re t ro c e s o. En tiempos dec a m b i o, que deberían ser de ra d i c a lt ra n s f o rmación de la justicia, desde suscontenidos norm a t i vos y pro c e d i m e n t a-les hasta sus opera d o res judiciales, loque se ha modificado es sólo la titulari-dad de quienes digitan los nombra m i e n-tos que, con dos terc i o s, no re q u i e ren decomponenda pública alguna, porque lacomponenda se ha trasladado ahora ali n t e rior del partido de gobiern o.

Pe ro esta mantenida ausencia deinstitucionalidad jurisdiccional que re-dunda en ausencia de justicia, en inse-g u ridad jurídica, en irresolución dec o n f l i c t o s, en agra vamiento de la delin-cuencia mafiosa, en impunidad, etc., seha hecho más visible porq u e, como se-ñalas en tu pregunta, se están utilizandolos mecanismos judiciales, las denun-c i a s, la investigación de los fiscales, laacción “c a u t e l a r” de los jueces comoi n s t rumento ventajoso de persecuciónpolítica. Y con ello se ocasiona un dobledaño institucional: El pri m e ro a la pro-pia justicia que se la confina nueva m e n-te a la calidad de apéndice de los pode-rosos de turn o, y el segundo porque sedaña lo que debería ser una ve rd a d e ra yo b j e t i va lucha contra la corrupción y laimpunidad de quienes delinquieron ene j e rcicio de funciones públicas actualesy anteri o re s. Esa tarea de saneamientoético de la función pública ha quedadobanalizada y profundamente despre s t i-giada por la partidización y la politiza-ción que el gobierno le ha impre s oc u a n d o, apre s u ra d a m e n t e, como tú di-c e s, son pre f e rentemente alcaldes y go-b e rn a d o res opositores los que sufren elt rabajo diligente de jueces y fiscales queal tiempo que imputan ya están listosp a ra acusar, suspender e inhabilitar. Po resa vía este gobierno está convirt i e n d oen héroes a algunos que más bien tie-nen pro n t u a rio de villanos.

Pa ra este año están anunciadas lasp ri m e ras elecciones en la historia deMa g i s t rados Su p re m o s, Co n s t i t u c i o n a-les y Agra rios; elecciones que conlleva ncomplejidades y limitaciones como lap reselección de candidatos exc l u s i va-mente por los dos tercios de la Asam-blea Legislativa, o como la pro h i b i c i ó nabsoluta de campañas. Te n d remos queelegir entre una lista de abogados y abo-gadas que seleccionen los Asambleístasdel MAS, con sólo los datos y los méri t o sque publique y difunda el Tribunal Su-p remo El e c t o ral. Pe ro aún así es unao p o rtunidad de oro para intentar sacu-dir fuertemente la anquilosada estru c-t u ra judicial, para intentar mediante elvoto elegir hombres y mujeres distan-ciados de la confrontación política yojalá comprometidos con una pro f u n d are n ovación de la justicia. Es una oport u-nidad para desmontar un andamiajejudicial montado por los nuevos gober-nantes con las viejas piezas judicialesque sirv i e ron a todos los gobiern o s.

Podría abrirse un nuevo tiempo dec o n t rol jurisdiccional sobre los otro só rg a n o s, de desarrollo juri s p ru d e n c i a lconstitucional, de armonización decompetencias entre los gobiernos au-t ó n o m o s, de deslinde, pero sobre todode promoción de la justicia indígena–o ri g i n a ria, aquella que después de lasl e yes toledanas quedó eliminada en lascolonias y que tiene contenidos deequidad y de participación poco cono-cidos en la ve rtiente romano occiden-tal. Podría ser el tiempo de iniciar lajusticia gratuita para todos, el tiempode la desjudicialización no sólo de lapolítica, sino de los conflictos ciudada-nos cotidianos y, ojalá el tiempo en quea fuerza de ciudadanía, los jueces re-pongan la memoria viva de los desapa-re c i d o s, acaben de juzgar a va rios ma-s a c ra d o re s, a va rios tort u ra d o re s, a losque esa noche memorable de abril enSu c re no les llegó la sentencia histórica.

G L : Algunos analistas po-líticos opinan que EvoMorales debería conti-nuar en la pre s i d e n c i ahasta agotar totalmentesu discurso político, p u e s ,

de otra manera, e j e rcitaría una oposi-ción quizás virulenta contra el gobier-no constituido. Esto significaría su

p e rmanente participación en eleccio-nes generales. ¿ Debe agotarse Evo pa-ra recién respetarse la Co n s t i t u c i ó nPolítica del Estado? En ese caso la po-lítica estaría antes que la Ley, p o rq u ela Constitución votada por el puebloboliviano le niega esa pretensión…

J D G : Si esos analistas están enten-diendo por discurso “e v i s t a” el cambioy la tra n s f o rmación, el riesgo más bienestá en que la conducción masistaagote pre m a t u ramente ese cambio yesa tra n s f o rmación, que la fru s t ren yque sienten las bases para la anomiaestatal o para la re s t a u ra c i ó n .

Pe ro tu preocupación va por otrol a d o, por ese doble temor o de un ter-cer periodo de Evo o de otro gobiern odespués del 2014 con Evo bloqueandolos caminos. No son nuestros temore s.Como te decía, somos parte del cam-b i o, de la tra n s f o rmación, y nos vaquedando claro frente a la mala con-ducción gubernamental, al pro g re s i voe x t ravío masista, de la urgencia de unaa l t e rn a t i va política capaz de re c o n d u-cir ese cambio y esa tra n s f o rmación. Yno estamos hablando de candidatura s.

Este reduccionismo de la política yde los procesos a las candidaturas mere c u e rda una conversación larga, final-mente grata, que sostuve con Evo Mo-rales candidato. Fue en la segundaquincena de mayo de 2009, cuando ca-mino al acto de inicio de obras de laplaza del Bi c e n t e n a ri o, en su mov i l i d a dp residencial, me preguntó a quemarro-pa si para las elecciones que se ve n í a nen diciembre quería ser senador o di-p u t a d o. Obv i a m e n t e, con patru l l e ro sde por medio, la charlita de 12 cuadra se n t re el Palacio y la UMSA no daba pa-ra mucho y quedamos en reunirnos elfin de semana en la residencia. Ese do-mingo la conversación se inició casiigual: senador o diputado. Le hablé,como siempre, con franqueza y tal vezsin la previsión aconsejable le dije queno sería candidato a nada porque re-cién en mayo del siguiente año, del2010, terminaría mi segundo mandatocomo Alcalde; que eso era lo pri o ri t a-ri o, que ese era mi compromiso esen-cial. Y Evo Mo rales insistió para des-pués de mayo, ¿y el gabinete? ¿y porqué no la Co rte Su p rema? Co n ve r s a-

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mos al menos dos hora s, habrá otromomento para comentar aquellacharla donde, luego de las candidatu-ras, evaluamos los 4 años de su primergobierno y decidimos continuar con laalianza y el acuerdo estratégico paralas elecciones de diciembre.

Pero había hablado con Evo candi-dato que, con sagacidad, quería cercio-rarse de no tener problemas en casa, almenos con los parientes; sí, aquellavez lo éramos y cerc a n o s. Y te cuentoesto porque tampoco nos pre o c u p aEvo candidato por terc e ra vez. Claroque hay un problema constitucional;son sólo dos periodos continuos y elp ri m e ro, así sólo sea de 4 años, se locuenta como el inicial expresamentepor la disposición tra n s i t o ria pri m e rade la nueva Constitución.

Para ello, el 22 de septiembre pasa-do (cuatro meses antes de las negati-vas encuestas de febrero de este año),cuando el presidente Morales anuncióa la cadena internacional CNN su de-seo pre m a t u ro de seguir gobern a n d odespués del 2014, candidato en unat e rc e ra elección nacional de por me-dio, le dijimos públicamente que antesque seguir gobernando después del2014 debería preocuparse por gober-nar mejor ahora, pero que si ya habíadecidido su candidatura le señalamosque para ello debería promover una re-f o rma constitucional, que tenía losdos tercios de la Asamblea para ello,que luego debía someterse a Re f e r é n-dum; le dijimos que no temiera al re-feréndum. Pe ro también le anuncia-mos que, si igual, pese a la prohibiciónconstitucional sería candidato, den u e s t ra parte no había temor, que loe n f rentaríamos democráticamente yelectoralmente; no tanto con una can-d i d a t u ra, nos resistimos al re d u c c i o-nismo electoral, sino con un renovadop royecto político que conduzca co-rrectamente el cambio y la transforma-ción.

Por ello no se trata de que ¨se ago-te¨ el discurso de Evo, sino que todoslos bolivianos asumamos no sólo co-mo irre versible sino como necesaria ybuena la tra n s f o rmación que estamosviviendo; que la asumamos como eln u e vo escenario de la política, de lo

p ú b l i c o, de las grandes decisiones co-l e c t i vas y también de lo cotidiano, dela vida diaria de todos. Y ese escenarioes el que queremos re va l o ri z a r; deba-tamos los contenidos más pro f u n d o sdel cambio, formulemos distintas vi-siones sobre él y sobre sus componen-t e s, sobre los pro t a g o n i s t a s, sobre susdistintos desemboques y, sobre todo,hagamos permanente el flujo de ideas,de propuestas sobre la nueva estructu-ra del país, sobre sus vocaciones pro-d u c t i va s, sobre su inserción activa enla región y el mundo. En fin, re va l o ri-cemos la política y dejemos de lado eseo s c u rantismo de los autori t a rios queno admiten disidencia, que están vien-do fantasmas hasta en la más pacíficam a rcha de protesta; que imaginan alos chicos “c e b ra s” o a los “f ru t i l l i t a s”municipales como subve rt o res; quecasi histéricos pensaron que el MSMera la fuerza oculta que movió a dece-nas de miles contra el gasolinazo; yque están pregonando que nosotro s,además de candidatos, somos los quequeremos “voltear al indio”, ya que pa-ra ellos Evo, como el santuario de Ori-noca, debería ser eterno.

Son los “f e l i p i l l o s” al revés de losque te hablaba, los intrigantes de Pala-cio que, con o sin Evo candidato el2014, tienen que concurrir a nueva selecciones. El MSM no quiere voltear anadie y tampoco quiere que el discur-so de Evo se agote; estamos en la difícilt a rea de construir dentro el pro c e s ootra opción política, una alternativa deconducción al MAS. Y serán pues losbolivianos los que decidan quién pue-de mejor conducir los destinos del pa-í s, porque irán también a escru t i n i olos sectores conserva d o res que efecti-vamente quieren agotar con Evo latransformación, aquellos que miran elsótano para los otros y que extra ñ a ndesconsoladamente el living.

Sin embarg o, está claro que el es-c e n a rio de la confrontación ha cam-biado. Es desde la perspectiva del cam-bio que tienen que formularse las pro-puestas. Y está claro que la gobernabi-lidad ya no dependerá en el futuro lar-go de los pactos ni de las componen-das, sino de mayorías electorales abso-lutas y de consensos mayoritarios sos-tenidos y ampliados con motivo de la

gestión estatal y gubernamental que yano podrá ser sólo de elites sino grande-mente part i c i p a t i va. No será posiblegobernar, no porque Evo sea opositor,sino porque los futuros gobiernos noc o n s t ruyan una nueva unidad deoriente y occidente, porque no institu-cionalicen ni profundicen el pro t a g o-nismo indígena sin exc l u s i o n e s, por-que no formulen y articulen un nuevomodelo productivo plural, o porque noresitúen al país respecto a la región yal mundo.

G L : La realidad social delpueblo boliviano y la es-c a s ez de respuestas delEstado hace que la políti-ca de alianzas entre parti-dos y políticos se impon-

ga como una necesidad real, verifica-ble cotidianamente. ¿Cómo podríansuperarse los retos y contradiccionesde otra manera? Si esto es así, ¿ p o rqué criticaste tanto la alianza del MIRcon ADN? Si esa alianza no se practi-c a b a , el neoliberalismo ingre s a b ac u a t ro años antes a nuestro país. A lmismo tiempo, ¿qué lógica te susten-tó para trabajar con Sánchez de Loza-da?

J D G : Acá puedo ser más bre ve ymás concre t o, aunque tus fechas y al-gunas de tus apreciaciones no son co-r rectas: El neoliberalismo ingresó alpaís el 29 de agosto de 1985 cuandoPaz Estensoro dictó el decreto 21060.Cuando después del acortamiento delperiodo constitucional de Siles y de laU D P, el 14 de julio de ese año Ba n ze r,el que ametrallaba universitarios, cam-pesinos y mineros, ganaba “democráti-c a m e n t e” las elecciones nacionales y,sobre todo, cuando después de la mar-cha por la vida, se dispersó en la in-mensidad del altiplano de Ca l a m a rc aesa vanguardia heroica de mineros quedesde 1940, había intentado cambiarnuestro país.

Y re c u e rdo esa victoria electoral deBa n zer con el 28%, seguido por Paz Es-t e n s o ro con el 26%, quien se hizo conese magro porcentaje pre s i d e n t e, por-que no es “una necesidad re a l” la polí-tica de alianzas entre part i d o s. Esa fuela muletilla para las gra ves carencias dere p resentación de un sistema de part i-

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dos que sí se había agotado, que por ar-te de magia no sólo que inventaba em-pates tri p l e s, sino que tra n s f o rm a b aexiguas minorías electorales en mayo-rías parlamentarias que ungían pre s i-dentes que también tenían la pre t e n-sión de gobernar etern a m e n t e, aunquehaciendo turnos cuatri e n a l e s. No “t ra-b a j e” con Sánchez de Lozada. Fui elegi-do primer diputado por La Paz por elMBL en junio de 1993, ocho años des-pués de que el neoliberalismo se insta-l a ra en el país con paso de parada yc u a t ro años después de que se leva n t a-ran puentes para cruzar los ríos de san-g re de los héroes que, cómo mis com-p a ñ e ros de la “Ha r ri n g t o n”, re c u p e ra-ron las libertades democráticas. ElMBL post elecciones, decidió unaalianza con el MNR de Sánchez de Lo-sada. Yo era parte del MBL y fui part ede ese gra ve error históri c o. No era untiempo de grandes claridades -imagi-na, re c u e rda la conciencia nacional dela gente votando por Ba n zer pre s i d e n t ecasi a la vuelta de la esquina de Tolata yEpizana-. Se trataba de impedir pre c i-samente la habilitación de Ba n ze r, delex dictador como gobernante constitu-cional, al tiempo que se bloqueaba aquienes ya en ese tiempo habían coa-gulado debajo de los puentes la sangrede los caídos. Se trataba de alentar loque parecía, ingenuidad o miopía lan u e s t ra, una opción de centro.

Grave error histórico para gente dei z q u i e rda como nosotros que perd i-m o s, por un momento, la perspectival a rga y, tal vez, la cert eza de la cons-trucción alternativa propia. Tal vez porello allí acabó el MBL. En abril de 1993,después de 9 años, había acabado eljuicio a García Mesa y en junio me pos-tulé con el MBL para diputado.

No medité lo suficiente cuandodespués de un resultado electoral po-b re, estuve de acuerdo con mis com-p a ñ e ros Toño y Miguel de MBL en elpacto con Sánchez de Losada. Fui par-te de ese error pero es probable quesobreviví al MBL porque los 4 años dep a r l a m e n t a rio los concentré no en lacapitalización y sus secuelas y ni si-quiera en las leyes de participación po-pular y re f o rma educativa que teníansaborcillo progresista, sino en la defen-sa de los Derechos Humanos, en la lu-

cha contra la corrupción y la impuni-dad y en la gestión de intereses ciuda-danos verdaderos.

Estos días (pri m e ra quincena demarzo de 2011), por otros intereses, losm i n i s t ros del MAS han desempolva d oel informe y la ri g u rosa inve s t i g a c i ó nque efectué sobre los narc ov í n c u l o sdel MIR. Y junto a ese informe hay 20más que desmontaron estructuras de-l i c t i vas en el ejercicio del poder comolos negociados de tierras en “Bolibras”,c o r rupción en el Fondo de De s a r ro l l oCampesino, el sobreprecio de vacunas,matufias en el “LA B ”, el “ra t e ri o” de“Fa n c e s a”, el tráfico de influencias enlos nombramientos judiciales; o quef re n a ron el atropello a los dere c h o shumanos de los cocaleros como EvoMo ra l e s, de los petardistas como Ga r-cía Linera, de los confinados en el Es-tado de sitio, de los mineros en Ama-yapampa y, especialmente, de los máshumildes en las cárceles o en las celdaspoliciales de la PTJ.

El punto de ru p t u ra, no con elMNR con quien nunca tuve cerc a n í a ,sino con el MBL fue precisamente lam a s a c re de Amayapampa, en la navi-dad de 1996. A mis 22 años, term i n a n-do la carre ra de dere c h o, me fui a vivira Siglo XX, a Uncía, a Catavi en mediode la mítica va n g u a rdia pro l e t a ria. Allícaí preso cuando Ba n zer en 1976 asaltólos campamentos minero s, estuve allícuando ametra l l a ron, como el mono-bloc de la UMSA, la consola de ra d i o“La voz del minero”, donde tra b a j a b acomo periodista. Amayapampa, Ca p a-c i rca y Chuquihuta estaban a una horade Uncía, muy cerca del campamentoVi l l a r roel donde viví con Artemio Ca-m a rgo en Siglo XX, 20 años antes. Y loque vi en Amayapampa, junto a Ed g a rRa m í rez, de la CO B, junto a los diri g e n-tes de esa mina apellidados Ma n c i l l a ,lo había sufrido con los mineros en Ca-tavi cuando Ba n ze r. Lo vi preso a Pe l a-gio To r ri c o, mi compadre, el que en1976 trabajaba como obre ro en la plan-ta “sink and float” de Siglo XX; re c o n o c íen el hospital de Coposa el cuerpo ba-leado y sin vida de José Espinoza, mic o m p a ñ e ro del viejo MIR, que en losaños 70 tenía un taller de mecánica enLlallagua. Casi todos ellos se habíanvuelto cooperativistas y enfre n t a ro n

con va l o r, junto a los mineros de Ama-yapampa, Ca p a c i rca y Chuquihuta laa r remetida policíaca y militar que Sán-c h ez de Losada ordenó para re s o l ve run problema obre ro patronal. La de-m o c racia se había vuelto dictadura .Evite al menos en Amayapampa, esaNavidad de 1996, la extensión y el agra-vamiento de la masacre, al fin y al caboe ra el presidente de la comisión de De-rechos Humanos de la Cámara de Di-putados y una especie de defensor delpueblo de facto re s p e t a d o.

Ha sido re c o n f o rtante el cari ñ oque me pro d i g a ron los mismos mine-ros de Amayapampa, a la cabeza de losMancilla, el otro día, el 10 de diciem-b re del 2010, cuando sus hijos men o m b ra ron padrino de promoción ypusieron en letras grandes mi nombrejunto al Escudo del “Colegio Na c i o n a lZa rate Vi l l c a” en Chuquihuta. Sé meatascó un poquito la garganta cuandoalgo de esto les conté a esos flamantesb a c h i l l e re s, a mis ahijados, que ojalánunca más conozcan masacres ni ma-sacradores.

G L : La gente re c o n o c eque eres un exc e l e n t ea b o g a d o, un exc e l e n t epolítico y que fuiste une xcelente conductor dela comuna paceña. Si en

el futuro fueras nombrado pre s i d e n-te de los bolivianos, ¿cuál sería tupolítica respecto a la coca exc e d e n t a-ria? Este tema es fundamental paran u e s t ro país y su contextualizaciónen el mundo…

JDG: No estoy pensando en la pre-sidencia, pero todos deberíamos pen-sar en la coca. Cuando el Art. 384 de lan u e va Constitución establece la pro-tección del Estado a “la coca original ya n c e s t ra l”, está sentando el pri n c i p i obásico de uso legal y tradicional de lahoja, pero el resto de su form u l a c i ó nes insuficiente dejando por ello la te-mática de su “re va l o rización, pro d u c-ción, comercialización e industrializa-ción” a una futura ley.

Esta temática, la de la coca, su pro-ducción exc e d e n t a ria, la pro d u c c i ó nde cocaína, el narcotráfico, su vincula-ción persistente con las esferas del po-

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der; todo ello en un mundo occidental,alta y unilateralmente penalizador,debería ser uno de los temas esencia-les de un amplio debate nacional quetoque abiertamente sus dos gra n d e scomponentes: la coca por un lado y lacocaína por el otro, sabiendo que soncasi indisolubles pero que no son lomismo.

¿ De cuánta coca legal y tra d i c i o-nal estamos hablando? Los datos, vo-lúmenes y regiones que definió la ley1008 el año 1988, son apenas una re-f e rencia inicial para el debate, ya queel nuevo texto constitucional, al ha-blar de re va l o rización y de industri a l i-zación, está planteando un hori zo n t eque pasa largamente lo ancestral yo ri g i n a rio y que tiene en mente pre c i-samente la producción exc e d e n t a ri ac u yo destino inocultable hoy es la co-caína. Si bien ese texto constitucionalha cumplido recién dos años, el go-b i e rno nacional, que hace 5 años en-c a b eza nada menos que el pre s i d e n t ede las 6 federaciones cocaleras delC h a p a re, ha avanzado muy poco en laf o rmulación de una política estataldistinta de la coca; al tiempo que losdatos últimos dan cuenta que los cul-t i vos exc e d e n t a rios han avanzado a30.000 Ha s.. Una definición estatal dep o l í t i c a s, que debemos establecer en-t re todos -con el gobierno y los pro-d u c t o res de coca del Chapare y de losYungas en la pri m e ra fila-, en un de-bate nacional sin re s t ri c c i o n e s, tieneque sincerar y tra n s p a rentar las cifra sde los cultivos y tiene que establecerla viabilidad económica o no de la in-d u s t rialización del exc e d e n t e, al tiem-po que redefine los alcances y los mé-todos de la interdicción, en el su-puesto teórico que el uso tra d i c i o n a l ,la industrialización pro g re s i va, juntoal control de la producción actual y ala interdicción consensuada, deberíane n c o n t rarse en algún punto en el quela producción de coca para el narc o-tráfico sea cero.

Dos contextos imprescindibles pa-ra que la formulación teórica puedaefectivizarse en políticas y re a l i d a d e smuy concretas: en el país un nuevomodelo de desarrollo pro d u c t i vo queo f rezca dinamismo económico alter-n a t i vo al de la coca; y a nivel intern a-

cional la despenalización de la hoja,junto a una renovada visión de lo quedebería ser la famosa pero ya anquilo-sada “responsabilidad compart i d a”del mundo consumidor de droga.

Un plan estratégico seri o, consen-suado nacionalmente, sustentado eni n f o rmación confiable y articulado enuna propuesta de desarrollo econó-mico pro d u c t i vo, incluyendo a la co-ca, que en determinados plazos tem-p o rales establezca cero coca para lap roducción de droga, de inicio ten-dría que contar con la despenaliza-ción internacional de la hoja y sus de-ri vados medicinales, alimenticios yc o m e rc i a l e s.

Ese sería el escenario racional bá-sico para una nueva legislación y paraun nuevo enfoque de la pro b l e m á t i c aen nuestro país, pero se debe tener encuenta que a nivel mundial el narc o-tráfico ha desplegado una maquinari amafiosa y violenta enorm e, que estádesestabilizando la gobern a b i l i d a ddemocrática de vastas regiones y paí-s e s, y sigue penetrando impunementeen las estru c t u ras de poder. Sin temordebemos plantear otro debate, ya ini-ciado con cierta timidez, que es el dela legalización de los estupefacientesp a ra dar paso a una norm a t i va re g u l a-t o ria mundial combinada con enfo-ques médicos y de rehabilitación, co-mo se lo hace hoy día con el tabaco yel alcohol. Pe ro lo que está claro esque ni podemos aceptar los chantajesn o rt e a m e ricanos o europeos de eli-minación radical de los cultivo s, nipodemos mira r, con un solo ojo, im-pasibles el incremento de cocaína y laampliación suicida del submundo deln a rcotráfico en la vida diaria de losb o l i v i a n o s, y peor en la vida públicadel Estado.

A mí me tocó investigar los narco-vínculos del MIR, el año 1994, luego deque se develaron y no se investigaronlos narc ovínculos de la ADN con Ro-berto Suarez o los del MNR con Huan-chaca y el narcoavión. El MAS ha de-sempolvado mi informe pero lo ha he-cho sólo para atenuar lo que pare c e nn u e vos narc ovínculos de uno de susaltos jefes policiales. Pa rece la puntade una madeja que revela que la pene-t ración mafiosa es impermeable a las

ideologías, y que los narcos tienen unat e x t u ra muy flexible para convivir conlos tiempos de cambio, como convivie-ron con los neoliberales.

La lógica es la misma: políticas yvisiones altamente re p re s i vas con re-sultados casi nulos; instituciones poli-c i a l e s, fiscales y judiciales ineficientesy altamente vulnerables; y estru c t u ra sp a rt i d a rias y gubernamentales abier-tas a la corrupción. Y por ello tambiénlas explicaciones y justificaciones separecen: nadie lo sabía, nunca nos in-f o rm a ron, eran funcionarios subalter-nos, la DEA nos tendió una trampa, esla venganza de los gringos, solo fuerondos ve c e s, no era tanta droga… Sólocambian los actores, antes eran el osoC h a varría, el Co ronel Rico To ro, elBarbaschocas, ahora es Sanabria.

Pe ro te aclaro que estas son algu-nas visiones personales como ciuda-dano; no son del MSM que aún no haf o rmulado una política al respecto ymucho menos me ha elegido candida-to. Por eso también te decía no pense-mos tanto en elecciones y pensemos ydebatamos profunda y anticipada-mente sobre la coca y la cocaína.

G L : La democracia boli-viana ha ido incorporan-do conceptos (re f e re n-d o s , re vo c a t o ri o s , e t c é t e-ra) y realidades (inclu-sión social, etcétera) a su

seno, pero, al parecer, estos logros es-tán desorganizados o exacerbados.A l g u n o s , i n c l u s i ve , minimizados (laeducación bilingüe-re g i o n a l , p o rejemplo). Al mismo tiempo, da la im-p resión que algunos temas no van aresistir el paso de los años (el Es t a d oplurinacional en vez de la República).Yo diría que hace falta que ahora noss e renemos y organicemos del todonuestro Estado y nuestra sociedad pa-ra lograr una realidad más hecha. ¿Túconsideras que esa podría ser la pró-xima tarea de nuestra democracia? Esd e c i r: sentarse a reflexionar qué estábien y qué está mal y org a n i z a rn o smejor…

JDG: Ya respondí a varias de tus in-quietudes respecto a los nuevos con-ceptos y realidades que se han incor-

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p o rado a la democracia boliviana. Meestás preguntando cómo organizar elc a m b i o, acá ya sólo algunos comple-mentos:

El desorden es inevitable. Se estáintentando una nueva construcción ytodavía está ahí, persistente, la vieja, laanterior. Los cuatro desafíos -el econó-m i c o - p ro d u c t i vo, el autonómico, elinstitucional y el plurinacional-, pu-dieran ser, en nuestro criterio, ordena-d o res de la agenda estratégica de lospróximos años, y nuestra pre o c u p a-ción está en que no se los está enca-rando o se lo está haciendo de manerae q u i vocada. El desarrollo o el desafíol e g i s l a t i vo institucional debería ser elp rincipal elemento ordenador u org a-nizador, pero después de aprobarse lascinco leyes que prescribía la Constitu-ción parecería que la Asamblea Legis-l a t i va se ha quedado sin agenda. Y enesas cinco leyes hay mucho de impro-visación y muy poco debate e innova-ción. Está en proceso acelerado la des-va l o rización de la Asamblea; bajo lapremura de los plazos se coartó el de-bate en temas esenciales como las au-t o n o m í a s, el órgano jurisdiccional, eló rgano electoral, el Tribunal Co n s t i t u-cional. Cada una de sus corre s p o n-dientes leyes re q u i e ren de análisis es-pecial, pero el común denominador hasido la ausencia de consulta y part i c i-pación ciudadana, así como la pobrezaen él debate intern o, desperd i c i a n d ooportunidades y escenarios para gene-rar no sólo propuestas especificas ent o rno a las leyes en debate, sino paraampliar y universalizar en otros secto-res de la población la temática delcambio. Siempre se informa de opinio-nes que se hubiesen recabado de las“o rganizaciones sociales”, pero no sehan organizado foros en las unive r s i-dades, en los colegios profesionales, enlas promociones de bachillere s, en lasasociaciones de productores, entre laso rganizaciones sindicales de asalari a-d o s, en los empre s a ri o s, en las juntasde vecinos. Son otras las instancias dela sociedad las que organizan eve n t o sde debate pero de reducido alcance ysin destino en los niveles de decisión,especialmente sin eco entre los Asam-bleístas. Parecería también que el cam-bio está camino a su anquilosamientointelectual porque un re d u c i d í s i m o

g rupo de iluminados tendrían claro ylisto el libre t o, que no sería necesari om a yor debate y el que no está deacuerdo es que se cruzó a la acera delfrente donde en su caso deberá ser ob-jeto de alguna investigación fiscal.

El debate ideológico, condiciónesencial para volcar los enunciadosconstitucionales generales a las leye se s p e c í f i c a s, ha sido sustituido por laconsigna y, en algunos casos, por lasveleidades intelectuales de quienessostenían que el modelo de Estado de-bía responder al “capitalismo andino”,acusando de irresponsables a quienespropugnaban el socialismo, señalandoque no existían condiciones para eso,lo que no obstó para que un par demeses después los mismos pro p u s i e-ran como modelo el “socialismo co-munitario”, sin mediar explicación al-guna del por qué las condiciones ine-xistentes un par de meses antes aflora-ron milagrosamente.

Pe ro, además de los cuatro desafí-o s, el MSM ha planteado el 5 de di-c i e m b re último, 20 días antes del gaso-l i n a zo, 10 tareas urgentes para el 2011,que con ese alcance temporal de unaño podrían ser, igualmente, org a n i z a-d o ra s, como tú dices, de nuestra vidapública. Te las resumo: Un o, la vigenciaplena del pluralismo democrático, delas libertades ciudadanas y de los De re-chos Humanos frente a un sistemáticoaccionar gubernamental intolera n t econ la diversidad, la crítica y la disiden-cia y para consolidar y desarrollar tantola democracia re p re s e n t a t i va antigua,respetando el voto popular, como la di-recta y comunitaria impulsando la ini-c i a t i va legislativa, el referéndum y lad e l i b e ración indígena. Dos, la re va l o ri-zación de la Asamblea Legislativa, re s-tituyéndole plenamente su cualidad deespacio de debate público nacional, defiscalización independiente, dejandode lado el nuevo rodillo parlamentari op a ra la formulación de una re n ovada yconsensuada agenda legislativa y don-de los dos tercios del MAS estén abier-tos al debate, al disenso y al respeto delas minorías. Tre s, el re s t a b l e c i m i e n t ode la legalidad del voto popular en losmunicipios que descabezó el MAS, me-diante la inmediata convo c a t o ria an u e vas elecciones municipales en las

alcaldías de Su c re, Qu i l l a c o l l o, Wa rn e s,Punata, y Buena Vista, condición bási-ca de la construcción autonómica di-versa y descentralizada, Cu a t ro, el su-f ragio universal para la conform a c i ó nde la cabeza del órgano judicial y laelección de magistrados Su p re m o s,Constitucionales y Agra rios de los quete hablé ya en otra part e. Cinco, la con-solidación y fortalecimiento del estadoa u t o n ó m i c o, ya no sólo sobre la basedel respeto al voto y a la pluralidad, si-no a partir también de un pacto fiscalp a ra re d i s t ribuir y reasignar re c u r s o sde acuerdo a las competencias de cadauna de las Au t o n o m í a s, elaborando almismo tiempo, de manera part i c i p a t i-va, los nuevos estatutos autonómicosd e p a rtamentales y las nuevas cartas or-gánicas municipales. También ya ha-blamos de esto con motivo de tu pre-gunta sobre pérdida de impulso de lasa u t o n o m í a s. Se x t o, la re va l o rización dela función pública y de la lucha contrala corrupción despolitizando los pro-cesos e investigaciones, creando y for-taleciendo los sistemas preventivos, je-ra rquizando la función pública, des-p a rtidizando y profesionalizando lac a r re ra administra t i va, respetando ladignidad de todos los empleados pú-blicos y dándole forma e instituciona-lidad a las nuevas empresas públicas.Siete, la formulación de la agenda eco-nómico pro d u c t i va que al menos enalgo re s t a b l ezca el norte del manejoeconómico luego del descalabro de di-ciembre, y esta tarea fue reclamada an-tes de ese descalabro, junto a la octavare f e rida a la generación de empleop e rm a n e n t e, de industrialización y dee n c a ramiento de las acentuadas desi-gualdades que nos certificó Na c i o n e sUnidas en su último informe. La nove-na fue realmente pre m o n i t o ria cuan-do la planteamos la pri m e ra semanade diciembre de 2010, exigiendo unave rd a d e ra política pública de seguri-dad alimentaria, frente al retroceso dela producción, frente a lo que ya era nconocidos déficits productivos en azú-car y en maíz, no tanto por el contra-bando sino por los desincentivos irres-ponsables que impuso el gobierno a laproducción; y finalmente, pero no enúltimo lugar, la tarea diez, la redefini-ción y efectiva lucha contra el narc o-tráfico que me planteaste en tu ya res-pondida pregunta 7.

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Sin duda, al desorden connatura lal cambio se ha agregado después del26 de diciembre el auto desorden ofi-cialmente decretado, y que hasta aho-ra aparece sin abro g a t o ria y sin re t o r-no. Hoy, en marzo, en medio de la tra-gedia por las lluvias, estamos con losc h o f e res en paro para elevar los pasa-j e s, estamos con 10% de incre m e n t osalarial con decreto pero sin consenso,con una inflación que se ha comido endos meses la proyección oficial de me-dio año y con las 4.7 toneladas de co-caína que Sa n a b ria había export a d om i e n t ras ejercía la jefatura de inteli-gencia del Mi n i s t e rio de Go b i e rn o.Complicado ordenar todo esto.

GL: La humanidad enteraluce sin paciencia paraescuchar discursos pro-venientes de la izquierd ao de la derecha. La demo-c r a c i a , después de todo,

exige que se amalgame lo mejor decada uno de estos pensamientos polí-ticos para vencer el problema delhambre, la falta de trabajo y la margi-nalidad social. En suma: vencer a lap o b rez a . ¿ Qué piensa el partido quelideras al respecto? Considerando tusa n t e c e d e n t e s , ¿se lo podría conside-rar de una izquierda nacional? ¿Cu á les su ideología?

J D G : Después de diciembre de1996, después de Amayapampa, sinapresuramientos, y esta vez meditandom u c h o, vino marzo de 1999 cuandofundamos el MSM. Éramos unas 250personas, hombres y mujeres, la mayo-ría jóvenes de no más de 25 o 30 añosde distintas corrientes de izquierd a ,del PS-1, de “Co m u n a”, del MIR–MA-SAS, independientes, del MBL. Yo yatenía 43 años, pero todos teníamos encomún la cert eza que a nosotros y alpaís nos habían estafado casi 20 añosde reconquista democrática. Por eso,en nuestra pri m e ra proclama de hace12 años, decíamos que frente al neoli-b e ra l i s m o, la corrupción y la part i d o-cracia había llegado el momento de re-asumir la tarea de re c u p e rar la demo-cracia; que en esos 17 años transcurri-dos desde 1982 no se habían re s u e l t olos problemas esenciales del país, quemás bien se los había agravado, que losbolivianos éramos más pobres y me-

nos dignos, que desde 1985 vivíamos eldespliegue de un proyecto de re o rd e-namiento estatal de los sectores mino-ritarios que acumularon poder econó-mico y político bajo la protección y sa-queo del Estado . Ca ra c t e ri z a m o s,aquella vez, el retorno de Banzer a pa-lacio, a través de los votos y de los pac-tos, como la expresión condensada dela deformación que había sufrido la re-conquista democrática y que los parti-dos tra d i c i o n a l e s, al reciclar dictado-res, estaban mostrando su decadencia,su anacronismo y su incapacidad deg e n e rar un liderazgo nuevo. Ap ro b a-mos 22 principios que nos definían co-mo una fuerza de izquierda, es decirimpulsora de cambios en beneficio dela mayoría del país, pero desde una vi-sión igualitaria, pluralista, y democrá-tica. Nacimos en La Paz pero con voca-ción de proyecto nacional e iniciamosla organización de ese nuevo proyectop a rt i d a ri o. No pre veímos ganar en di-ciembre de ese mismo año, con solo 9meses de vida, las elecciones munici-pales en La Paz y cuando en febre rodel 2000, iniciando el nuevo siglo, ini-ciamos nuestra primera gestión muni-cipal tuvimos que concentrar todosn u e s t ros esfuerzos y energías para sa-car a la Alcaldía paceña de un enormeatolladero de corrupción, de ineficien-cia, de quiebra económica, de cuoteosp a rt i d a rios y de ingobernabilidad queal menos en el último lustro habían su-mido a la ciudad en el abandono y lainviabilidad.

Es posible afirm a r, al cabo de 10años de gestión, que los dos gra n d e so b j e t i vos fueron alcanzados: la re c u-peración de la Alcaldía y la transforma-ción de la ciudad. Pero como proyectopolítico nos quedamos en La Paz. Po reso abril del 2010 fue una prueba defuego para intentar el re l a n z a m i e n t o,el segundo lanzamiento del MSM co-mo proyecto alternativo.

¿ Cuál nuestra ideología? ¿Cu á n t ohemos cambiado desde 1999? ¿Cuántose han modificado los 22 principios dela proclama de marzo? El contexto esotro. Nosotros iniciamos el cambio enLa Paz y el MAS, con otros componen-tes especialmente desde la visión indí-gena, lo empezó a desplegar desde2006 en el país. De eso ya hemos ha-

b l a d o, hemos acompañado con deci-sión ese gran esfuerzo nacional; noeludimos nuestra cuota de responsabi-lidad en los errores cometidos y no nosa t ribuimos gran protagonismo en losaciertos.

La historia corta de la ruptura conel MAS es conocida y pese a los “c o n-f u n d i d o s” de tu pri m e ra pregunta, enabril se han sentado positivamente lasbases de este relanzamiento nacionalsin miedo. Con un todavía modesto15% de los votos municipales en todoel país, y especialmente con las vigoro-sas victorias en La Paz, en Oru ro, enLlallagua, Uncía, en Colomi, en PuertoQuijarro y en una veintena más de mu-nicipios hemos emergido desde la iz-quierda como la segunda fuerza nacio-nal.

Nu e s t ra identificación con latransformación iniciada el 2006 nos si-túa, en ese re n ovado contexto, en eldesafío de la construcción de una al-t e rn a t i va ideológica política y org a n i-zacional al MAS. Ya me he re f e rido an u e s t ra irre versible distancia con laconducción masista y sus erro res ydesviaciones gra ve s, y también te hedado cuenta de nuestros temores so-b re la fru s t ración que esa conducciónpuede ocasionar.

Estamos por ello en la tarea, queq u e remos y debemos compartirla conla mayor parte de la gente, de renovary de actualizar nuestra visión sobre elpaís y de plantear una propuesta pro-g ramática que por supuesto tiene queapuntar a re s o l ver el eterno pro b l e m anacional de la pobreza, el hambre y lamarginalidad, pero que tiene que ha-cerlo formulando un proyecto integralde país, ese que no podemos leva n t a ren 186 años.

Al cabo de 12 años, te re i t e ro, nosratificamos y re a f i rmamos en la iz-q u i e rda porque reivindicamos comomuestra la tradición y las luchas por laigualdad, la libertad, la justicia, la au-t o d e t e rminación. Ser de izquierda esreivindicar la construcción de una so-ciedad justa de iguales, de libre s, queha inspirado a millones de hombres ymujeres en el continente y el mundo yque en nuestro país ha tenido un idea-

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rio no suficientemente reivindicado enlos luchadores del 52, en los intelec-tuales como Zabaleta y Almaraz, y es-pecialmente en los héroes de la re c u-p e ración democrática frente a las dic-t a d u ras como Ma rcelo Qu i roga Sa n t aCruz, los dirigentes del MIR de la calleHarrington, en hombres como Luis Es-pinal, Carlos Fl o re s, Gu a l b e rto Ve g a ,que hoy no están siendo suficiente-mente reivindicados junto a los héroesindígenas cuya lucha milenaria contrala opresión y la exclusión es ahoratambién, como debió ser siempre, nu-triente vertebral de las luchas naciona-les y populares.

Podría decirte que somos socialis-tas en el sentido de la utopía universalde libertad de dignidad y de justicia,p e ro para nada compartimos el régi-men de partido único, el caudillismo,la intolerancia y la represión de la disi-dencia, el achicamiento de la demo-cracia, el centralismo burocrático de laeconomía, el estatismo extremo o lassucesiones políticas cuasi monárq u i-c a s, que son va rios de los rasgos del“socialismo real” que ha generado tan-ta deserción del campo popular, tantadecepción respecto al cambio y tantotemor a las propuestas de izquierda.

Zabaleta ya lo explicó: somos unaformación social abigarrada, conceptoque da cuenta de la yuxtaposición dediversos modos de producción y de di-versas formas organizativas políticas ys i m b ó l i c a s. Ese abigarra m i e n t o, esayuxtaposición es el resultado del cho-que, de la fractura en términos de con-quista y dominación que produjo eldescalabro colonial. Y la Bolivia que te-nemos que construir no deberá ser yadesordenada y conflictivamente abiga-rrada. Deberá ser un país plural desco-l o n i z a d o, donde nuestra dive r s i d a dp ro d u c t i va, org a n i z a t i va, de sistemasde autoridad, de modelos de pro d u c-ción, de sistemas de unidad y org a n i-zación de culturas y sistemas simbóli-c o s, deban fundarse en relaciones dec o m p l e m e n t a riedad y no de domina-ción, ya que la coexistencia democráti-ca de lo plural tiene que darse enigualdad y en libertad.

Para ello requerimos un patrón deacumulación que genere riqueza para,

p re c i s a m e n t e, afrontar la pobreza, lainequidad, el hambre y la marg i n a l i-dad, pero como resultado de la com-p l e m e n t a riedad de lo plural. El plura-lismo económico debería articular losmodos distintos de pro d u c i r; el gra na rticulador debería ser el Estado queno puede ser de ninguna manera el ac-tor único ni necesariamente el pri n c i-pal. La empresa pri vada de todos lost a m a ñ o s, la producción comunitari a ,la cooperativa, junto a la inversión pú-blica, deben darle viabilidad y visibili-dad a un horizonte de producción y dedistribución de la riqueza que no pue-de seguir empantanando al país en ele x t ractivismo pri m a rio export a d o r,que debe generar industria pero en ar-monía con el hábitat y el medio am-biente y necesariamente en re l a c i ó nproactiva con la región y el mundo.

Hoy, marzo de 2011, 12 años des-p u é s, estamos rediscutiendo todo estoen el MSM. Los jóvenes de 25 años del99, como Luis Revilla, están hoy díaconduciendo el municipio de La Paz ylos que nos estamos aproximando a larenta dignidad no hemos perdido im-p u l s o.

GL: En términos reales,Bolivia luce poco inte-grada con sus ve c i n o s .E xceptuando la re l a-ción del gas con Brasil yA rg e n t i n a , y el comer-

cio con Chile, poco o nada tenemoscon el Perú y el Paraguay. Esta pobre-za de vinculación es aún mayor másallá de nuestras fro n t e r a s . Ir ó n i c a-m e n t e , rompemos relaciones con al-gunos países y abrimos relaciones cono t ros por temas absolutamente ideo-lógicos aunque no se pre vean re s u l t a-d o s . ¿ No podríamos imaginar una Bo-livia integrada a todo el mundo ofre-ciendo lo mejor de sí? Costa Rica es unbuen ejemplo. Suiza también…

J D G : Hemos logrado más biena vances en nuestro re p o s i c i o n a m i e n t oi n t e rnacional y es probable que comonunca antes hayamos establecido unai m p o rtante cuota de soberanía enn u e s t ras relaciones intern a c i o n a l e s.Hay erro re s, no tanto por ausencia si-no por exc e s o, pero deberíamos estarconscientes de que nuestro país, en los

últimos 5 años, ha tenido y tiene unp rotagonismo y una simpatía intern a-cional que nunca tuvo antes.

La presidencia de Evo Mo rales es yha sido un hecho mundialmente re c o-n o c i d o, ha despertado simpatía en to-do el orbe y al menos en un primer mo-mento largo ha permitido mejora rg randemente nuestra posición intern a-c i o n a l .

Como Alcalde de La Paz he apre-ciado con mucha cercanía el antes y eldespués de Evo Presidente en las re l a-ciones internacionales especialmentelas multilatera l e s, las de la coopera-ción internacional. En t re el 2002 y el2004 me tocó negociar con uno de losbancos de cooperación internacional elp rimer gran crédito para La Paz. Másallá de la disposición favo rable de losp e r s o n e ros del Banco y de las misionesque enviaron, el gobierno municipal,vale decir el país, tenía que ajustar sust é rminos a los lineamientos que teníadefinidos previamente el Ba n c o, sinono había crédito. Después del 2006, erala visión y los lineamientos del munici-p i o, del país los que determinaban loscomponentes de los nuevos créditos.Hasta la actitud de los coopera n t e scambió. Antes, como que nos hacíanun favor al darnos créditos; despuésdel 2006 ellos eran los más pre o c u p a-dos para que se los contra i g a .

Una relación “e s t ra t é g i c a” o pri o ri-zada con países de la región o el mundoa partir de mayo res afinidades ideológi-cas no es necesariamente mala, salvoque se la entienda, como está ocurri e n-d o, como negación de otras re l a c i o n e si n t e rnacionales que no tienen en lo ide-ológico sino en el estricto interés prácti-co del país su motivo pri n c i p a l .

El abanico latinoamericano de loscinco años anteri o res era gra n d e m e n t ep ropicio para consolidar alianzas re-gionales a partir de afinidades políti-c a s. Go b i e rnos de izquierda de dive r s o smatices se habían instalado en Chilecon Bachelet, en Argentina con Ki r s h-n e r, en Uruguay con Tabaré, en el Bra s i lcon Lula, en el Ecuador con Co r rea, enPa raguay con Lugo y, por supuesto, enVe n ezuela con Hugo Chávez. ¿No eraese abanico pro g resista una imperd i b l e

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o p o rtunidad para avanzar integra c i o-nes regionales? Y en ese sentido no hasido hasta ahora contra d i c t o rio el AL-BA con la Comunidad Andina y de ahíse ha avanzado a UNASUR dejandoatrás un estancamiento de décadas delp roceso integrador sólo salvado a mo-mentos por los intereses comerc i a l e sdel MERCO S U R .

El desafío está en que, ese visiblea vance integra d o r, no se detenga o de-s a rticule por el cambio de perfil políti-co que ha iniciado Piñeira en Chile yque bien podría continuar en otros paí-ses de América del Sur en los próximosa ñ o s. Pe ro es evidente que el re l a c i o-namiento internacional en su conjuntono puede estar sólo guiado por afinida-des ideológicas en un mundo tan di-ve r s o, tan complejo, tan globalizado ytan ineludible.

No alcanza este lugar para comentarlo que debiera ser una estrategia bolivia-na internacional, pero al menos cuatroe s c e n a rios son imprescindibles en nues-t ro pasos exteri o res : Chile y Perú, el pri-m e ro, en torno a la reivindicación marí-tima inscrita bajo condición de sobera-nía en el texto constitucional; pero ade-más como macro región a crearse en elpacifico central con el occidente bolivia-n o, el norte chileno y el sur del Perú quebien debiera preceder y posibilitar losa c u e rdos al parecer aun lejanos sobre lare i n t e g ración marítima boliviana. El se-g u n d o, nuestra política exterior con mo-t i vo del gas que es el cordón umbilicalp rincipal con Brasil y la Argentina y que,en su momento, con las grandes re s e r-vas de gas que parecía que teníamosalentaba una visión boliviana de centroe n e rgético del cono sur. Ello re q u i e re serreplanteado para no desaprovechar laso p o rtunidades de industrialización delg a s, al tiempo que acrecentamos y hace-mos sostenibles nuestras re s e rvas yn u e s t ra producción para la export a c i ó n .El terc e ro, el de la relación con los nort e-a m e ricanos que tiene que dejar de sert raumática, sabiendo que los tra u m a sp rincipales los provocan ellos con suc e n t e n a ria conducta prepotente e impe-rial. Estuvo bien la expulsión del emba-jador americano y de la DEA de conoci-da y re i t e rada injerencia y manipulacióni n t e rna en el país; lo que está mal es quehasta ahora, y después de 2 años, no ha-

yamos restablecido y re d e f i n i d o, en basea cri t e rios sobera n o s, nuevas re l a c i o n e scon Estados Un i d o s. Fi n a l m e n t e, y no enúltimo lugar, está la visión que el país de-be definir respecto a la inversión extra n-j e ra que, al tiempo de ser millonaria, de-be responder a un plan nacional de de-s a r rollo en el que estén claros los gra n-des objetivos nacionales, el beneficiop ri o ri t a rio del país, la explotación ra c i o-nal y pro d u c t i va de nuestros re c u r s o sn a t u ra l e s, pero también las reglas delj u e g o, la seguridad jurídica para los in-versionistas y un escenario de alianzase s t ratégicas con los capitales intern a c i o-n a l e s.

Estamos viviendo una nueva y pe-culiar crisis del sistema capitalistamundial, iniciada en Estados Unidos yespecialmente motivada por los altosp recios de las materias pri m a s, por las o b re va l o ración de la producción, porla recesión, así como por una debaclec rediticia hipotecaria en los merc a d o s.La raíz se encontraría en la expansióna rtificial del crédito para la compra in-m o b i l i a ria causada por el flujo enorm edel dinero fácil de los banqueros nort e-a m e ri c a n o s, vale decir por el pre d o m i-nio especulativo del capital, subord i-nando la visión pro d u c t i va .

Pe ro este fenómeno mundial com-plejo y cíclico no nos aproxima siquieraal post capitalismo. El capitalismo estáen crisis pero no está agotado y másbien aparece en expansión con la incor-p o ración de otros países que perf i l a nun emergente liderazgo mundial de re-cambio del sistema como la China, In-dia, Rusia y el propio Brasil, y que aso-man como una re n ovación de la “ l o c o-m o t o ra” capaz de tejer nuevas re l a c i o-nes de interdependencia con EstadosUn i d o s, la Unión Eu ropea y el Japón, enuna visible re c o n f i g u ración del ord e ni n t e rnacional. En ese orden nuevo, asísea capitalista, es evidente la declina-ción del liderazgo nort e a m e ricano co-mo superpotencia mundial y ese debi-litamiento abre un nuevo escenario pa-ra las relaciones de América Latina eng e n e ral y de Bolivia en part i c u l a r, no só-lo con los Estados Unidos sino con laUnión Eu ropea y los países emerg e n t e sdel Asia. Podemos tener ahora mejore scondiciones para diseñar y construir unp royecto propio con re l a t i va autonomía

de las visiones imperiales y que tome encuenta que nuestro rol en el mundo escomo región, no a través de alianzas po-líticas coy u n t u ra l e s, sino a partir de po-sicionamientos integrales regionales ysub re g i o n a l e s.

Nu e s t ro relacionamiento intern a-cional, necesariamente debe estaro rientado por un plan estratégico de loque queremos hacer en la región, en elcontinente y más modestamente en to-do el concierto internacional; pero elelemento ordenador pri m e ro y último,debe ser el cómo hacemos que nues-t ras relaciones exteri o res sean otrocomponente esencial de nuestras me-tas de desarrollo nacional, insepara b l eya del mundo, del cambio científicotecnológico y de la informatización. Yf rente a ese mundo globalizado tene-mos que acortar las bre c h a s.

Alguien del gobierno dijo re c i e n t e-mente que no estábamos sino a 15años de distancia de Suiza, pero des-pués del garro t a zo de la gasolina uneconomista con pesimismo establecióque estamos a 60 años del Pe r ú .

G L : En Bolivia se haideologizado inclusiveel tema del dólar. L o sa h o r ristas en esa mo-neda han perdido mu-cho dinero, desde el ad-

venimiento de este gobiern o, sin ma-yor explicación. Si antes tenían $us.100.000 equivalentes a Bs. 8 0 0 . 0 0 0 ,ahora tienen Bs. 6 9 7 . 0 0 0 . Hace unosm e s e s , el Banco Central bajó otropunto a su cotización. ¿ No es posibleg o b e rnar al margen de esas disputasd o c t ri n a rias que no reditúan nadapráctico? ¿Cómo debería manejarse laeconomía de los bolivianos para quenadie se empobrezca por una simpleo c u r rencia ideológica?

J D G : No estoy seguro que la conti-nua re valuación del boliviano y las mi-ni devaluaciones del dólar estén dire c-tamente vinculadas con ese re i t e rado ye xc e s i vo discurso anti imperialista delg o b i e rn o.

Los economistas dicen que es unamedida monetaria para contra r restar lainflación que importamos con los pro-

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ductos del exteri o r, con poco efecto re-al sobre el control inflacionari o, perode un efecto grandemente negativo pa-ra nuestros export a d o res que ahora re-ciben menos dólares por sus ve n t a s,amén de la pérdida que destacas paralos ahorristas en dólare s.

Re i t e ro que no se está encara n d oeste desafío central de la tra n s f o rm a-ción que es el de la construcción eco-nómica pro d u c t i va, el de la genera c i ó nde un nuevo modelo de acumulaciónque supere el extractivismo pri m a ri oe x p o rt a d o r, ya que para salir de la po-b reza y lograr el enriquecimiento delp a í s, como ha escrito re c i e n t e m e n t eGonzalo Chávez, debemos encarar ens e rio la temática de la pro d u c t i v i d a dque sólo se alcanza logrando pro d u c i runa mayor diversidad de productos in-d u s t riales y no tanto ya sólo bienes pri-m a ri o s, ya que si las re f o rmas estru c t u-rales no producen saltos en la pro d u c-tividad de las fuerzas pro d u c t i va s, enespecial de la mano de obra y del em-p l e o, no generarán ni ri q u eza ni cre c i-miento sostenible. En este sentido,analizando las políticas de apre c i a c i ó ni n t e rna de la moneda, destaca Chávezque las devaluaciones del dólar tampo-co generan saltos en la pro d u c t i v i d a dya que la sobre va l o ración del bolivianosofocará las industrias de export a c i ó n ,especialmente las manufacturas gene-ra d o ras de tra b a j o.

De lo que estoy más seguro es queel gobiern o, después del gran desord e nque generó el gasolinazo, está comociego en laberinto apelando a todos losrecursos monetaristas y fiscales queu t i l i z a ron 20 años, después del 21060,los gobiernos neoliberales para mante-ner a sangre y fuego la estabilidad y elc o n t rol inflacionari o. Y esto ya seríacambio de ideología o, como dicen va-rios masistas en re p l i e g u e, despisteideológico total.

Sin embarg o, debo decirte que heva l o rado y va l o ro la ideología desde misp ri m e ras lecturas de marxismo en el úl-timo año de secundaria. No es posiblehacer política sin ideología; no es posi-ble gobernar sin una visión integral delconjunto del país, sin una concepciónu n i versal de lo que es y de lo que debe-ría ser Bolivia. Los periodos oscuros de

n u e s t ra historia ocurri e ron, pre c i s a-m e n t e, porque se perdió la ideología, see n s o m b re c i e ron las utopías, se alejaro nlos sueños. Te hablaba del tiempo del21060, del fracaso de la UDP, de la enor-me tri s t eza nacional después de la mar-cha por la vida. Fue ese tiempo en elque también se habló del fin de la histo-ria porq u e, derrotadas las ideologíasd i s t i n t a s, había que rendirse ante la in-m o rtalidad del capitalismo.

Pe ro no estamos en el tiempo de“ i d e o l o g í a s” de manual o de catálogoque tienen todas las respuestas a pedi-do del cliente o del modelo que esco-j a m o s. Es un tiempo también de re n o-vadas construcciones ideológicas ap a rtir de la pluralidad y de la gran mo-vilidad y re n ovación del pensamientou n i versal. Sería una torpeza propia só-lo de los dogmaticos de los extremos -tanto de los neoliberales como de losneoestalinistas- echar en el canasto odejar en el museo el pensamiento eco-nómico que inspiró “la ri q u eza de lasn a c i o n e s”, las ideas libert a rias pre m o-n i t o rias de los socialistas utópicos, lose s c ritos de Ma rx, el humanismo cri s-t i a n o, el pensamiento we b e ri a n o, el deLenin, o las elaboraciones más re c i e n-tes de Po rt a n t i e ro, Ha b e rmas y Laclau.Y cómo no releer a Zabaleta, a Alma-raz, a Reinaga, a Qu i roga Santa Cru zjunto a los escritos nuevos de Luis Ta-pia, Fe rnando Calderón, Simón Ya m-p a ra o Raúl Prada. Sin dejar de men-cionar el pensamiento latinoameri c a-no de Manuel Ug a rte o de Haya de laTo r re.

No es el tiempo para los chalecosideológicos uniquistas, aquellos a losq u e, como en la cama de Pro c u s t o, te-nían que ajustarse la realidad y la pro-blemática del país. Y esa pro b l e m á t i c ad e s b o rdó siempre a la teoría con la querepetidamente se desencontró; espe-cialmente con las formulaciones ort o-d oxas marx i s t a s, por su ra c i o n a l i d a dsecante con la que operaban a part i rdel carácter supuestamente fundantede las relaciones socioeconómicas re s-pecto a las políticas y a la situacións i e m p re deri vada que tenía el Estadode ese núcleo económico fundante.

Creemos en el MSM que ni la so-ciedad se funda y despliega a partir de

un único principio fijado a pri o ri, yque tampoco ningún actor social tieneuna identidad fijada de antemano queg a rantice su rol de conducción de losp rocesos sociales. El sujeto o los suje-tos sociales de la tra n s f o rmación sontambién una construcción política,una construcción real. Es que no exis-te una implicación necesaria entre elantagonismo en las relaciones de pro-ducción y otros tipos de antagonismo.El marxismo pensó que la abolición dela propiedad pri vada, es decir, la re s o-lución re vo l u c i o n a ria del antagonismoen las relaciones de producción, casia u t o m á t i c a m e n t e, re vo l u c i o n a r í atambién las restantes relaciones so-ciales de dominación. Por ello se pen-só que la expropiación de la burg u e-sía “ i m p l i c a b a” la extensión de la li-b e rtad y ni se sospechó que una socie-dad sin pro p i e t a rios podía ser terri b l e-mente autori t a ri a .

Y ya en nuestro país, al derru m b ede los gobiernos nacional-populare sno siguieron procesos re vo l u c i o n a ri o ssino sangrientas dictaduras militare sque obligaron a repensar y re va l o ri z a rla “d e m o c racia form a l”. La re c u p e ra-ción de la democracia re p re s e n t a t i vacomo acervo de la izquierda es una ad-quisición que la reivindicamos y que ham o t i vado que re a f i rmemos el ideari ode las libertades políticas, de la libert a dde pensamiento, de expresión, de aso-ciación. Y, en general, de la integri d a dde los De rechos Hu m a n o s.

Estos bre ves comentarios te dancuenta que debemos entender de ma-n e ra distinta lo “ i d e o l ó g i c o” o la ideolo-gía, porque la vida diaria de la gente,que en mayor o menor medida tieneun idea grande de lo que quisiera de suexistencia y de su país, no tiene espas-mos ideológicos cotidianos. No se co-me ideologías y los más grandes idealessucumben ante la desocupación y elh a m b re o se desportillan con los gaso-l i n a zo s, mucho más si estos vienen conf i rma y rúbrica de quienes siguen escri-biendo libros jacobinos tra s n o c h a d o sq u e, en lugar de desbrozar el caminodel futuro, están más bien ajustando elespejo re t rovisor del viejo izquierd i s m ot o t a l i t a ri o.

La Paz, marzo de 2011.

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Gonzalo Lema (GL):Un consejo de V í c t o rPaz Es t e n s s o ro diceque el intelectual y ela rtista no deben ad-ministrar lo político,

aunque sí pueden acompañar losp ro c e s o s . Quizás dijo esto porq u ela mentalidad de ambos es con-t e m p l a t i va y la del político esp r á c t i c a . En tu experi e n c i a , ¿ q u éhace que el político luzca otra mo-ral y otra ética?

Ca rlos Mesa (CM): La pri m e rareflexión es si un intelectual y una rtista no pueden ser políticos, cre oque sí pueden y en ese caso las ari s-tas de la respuesta se hacen másc o m p l e j a s. Lo que es evidente esque Paz tenía razón en lo básico. Enesencia la tarea de unos y de otro ses distinta por su aproximación a larealidad. Reflexión, análisis, duda( s o b re todo la duda cre a d o ra )acompañan a artistas e intelectua-

l e s. La duda es un arma letal paraun político si se ancla en su ánimo.El político debe re s o l ver la duda,debe actuar, hacerlo rápido y demodo ejecutivo, debe decidir aún sila duda se mantiene en su espíri t u .En cuanto a la ética, la realidad estiránica, la realidad es la natura l ez ahumana, esa natura l eza para d ó j i c ahace imposible las respuestas abso-lutas desde la perspectiva de la éti-ca. Al difuminarse la línea entre loque debe hacerse y lo que puedeh a c e r s e, o de hecho se hace, se dalugar a la ambigüedad y, sobre to-d o, ese contexto permite al políticoa m p a rarse en la famosa “razón deE s t a d o”, cuando estás en ella todoes posible, más allá de la ética. Pe rolo básico es que un político queq u i e ra hacer de la ética su columnave rt e b ral acabará derrotado por larealidad, que expresa las pulsionesc o l e c t i vas y que no se compadecede las ra zones ni del espíritu. Lapolítica no sólo es el arte de lo posi-

Ca r lo s Mesa “ S a lvo el gobi er no de Evo Mor a l e s

no creo que alg ui en crea

q ue soy neol i ber a l”

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DATOS

Ca rlos D. Mesa Gi s b e rt nació enLa Pa z , 1 9 5 3 . Ex Presidente de laRepública de Bo l i v i a

Hi s t o r i a d o r, periodista y políti-c o. Eg resado en litera t u ra .

Ej e rció el cargo de Vi c e p re s i-dente de la República y Pre s i d e n t edel H. C o n g reso Nacional (2002-2 0 0 3 ) . Fue Presidente Constitucio-nal de Bolivia (2003-2005). Su go-bierno reformó la Constitución, g a-nó el referéndum de Hi d ro c a r b u ro s ,c o n vocó la Asamblea Constituyen-t e , elección de prefectos y re f e r é n-dum autonómico, d e r rotó un altodéficit fiscal, reactivó la economía y

p ropulsó el respeto a la vida y losd e rechos humanos.

Fue fundador y Di rector de laCinemateca Boliviana de la que esf i d e i c o m i s a r i o. Periodista desde1 9 7 9 , en pre n s a , radio y televisión.Fue subdirector del periódico Ul t i-ma Ho ra y director de dos canalesde TV. Fue fundador y dire c t o r(1990-2007) de la pro d u c t o ra y re dde televisión Periodistas As o c i a d o sTelevisión (P. A . T. ) . Analista de in-f o r m a t i vos de TV desde 1985. Di-rector del pro g rama de entre v i s t a sDe Ce rca durante diecinueve años.

C o l a b o rador de El País de Es p a ñ a .Autor de trece libro s , e n t re ellos:

Presidentes de Bo l i v i a : En t re Ur n a sy Fu s i l e s , Historia de Bolivia y Pre-sidencia Si t i a d a . Ha realizado másde un centenar de documentalesjunto a Mario Es p i n oz a . Su serie dedocumentales históricos Bolivia Si-glo XX vendió más de 50.000 copiasen DV D.

En 1994 ganó el premio de pe-riodismo Rey de Es p a ñ a . Es miem-b ro de la Academia Boliviana de laHistoria y de la Sociedad Bo l i v i a n ade Hi s t o r i a .

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b l e, sino y sobre todo el de los re s u l t a-dos tangibles. Al político, a fin dec u e n t a s, se lo juzga por los re s u l t a d o s.

G L : El mismo pueblo seda modos de adve rtir lasd i f e rencias existentes en-t re un intelectual (tu ca-so) y un político. Su co-m e n t a rio no siempre es

f a vorable al intelectual en función deg o b i e rn o. Lo halla temero s o, d e m a-siado re f l e x i vo y, c u ri o s a m e n t e , h a s t ale reclama mano dura. Sin embarg o,casi siempre le reconoce honestidadabsoluta y muy buenas intenciones.¿ Pe rcibes lo mismo? ¿Y no será queen democracia necesitaremos másbien de los intelectuales para gober-nar?

C M : Tiene que ver con los re s u l t a-d o s, tiene también que ver con las ex-p e c t a t i vas sobre esos re s u l t a d o s. Ha yuna cierta identificación desde afuerae n t re el poder y el autori t a ri s m o. Laescuela de la democracia es una es-cuela difícil y nosotros no hemos re c o-r rido el camino suficiente. En la medi-da en que una sociedad atraviesa cri-sis tras cri s i s, lo que quiere es salir deellas al precio que sea. Ot ra para d o j a ,ese precio es frecuentemente doloro s oy vulnera derechos humanos. Si se ins-tala en la idea de la mayoría que hayviolencias buenas y violencias malas,si la lógica de la re volución que lo jus-tifica todo se sigue imponiendo, po-d remos seguir asistiendo a la tra g e d i ade que hay muertos buenos y muert o sm a l o s, muertos de izquierda y muer-tos de dere c h a .

Necesitamos una combinación di-fícil, pri m e ro que nada personas deE s t a d o, eso re q u i e re sabiduría, no ne-c e s a riamente calidad intelectual, se-g u n d o, personas con convicciones hu-m a n i s t a s, terc e ro proyectos de larg op l a zo anclados en la ética en su senti-do más amplio. Un intelectual puedere u n i r, o no, esas cara c t e r í s t i c a s.

G L : Durante el gobiern oúl t im o d e S án c hez d eL oza da (2 0 02 -2 0 0 3) ,trascendía hacia la opi-nión pública tu mala re-lación con la gente más

dura de esa línea. Luego llegó la no-ticia de un “paso al costado” t u y o,en una suerte de inteligente espera.Muchos movimientistas considera-ron esa conducta como una trai-c i ó n . Ot ro s , más analíticos, c o m ouna pre v i s i ó n . Pe ro el re s u l t a d o, p a-ra nuestra sociedad, fue que ante lasalida del presidente pudimos con-tinuar la institucionalidad de la de-mocracia con el vicepre s i d e n t e .¿ Qué fue lo que en realidad pasó? Esi m p o rt a n t e , para la histori a , que locuentes en detalle…

C M : Lo he contado con gran de-talle como no lo ha contado ningunode mis antecesores en el carg o. El li-b ro Presidencia Sitiada tiene cuatrocapítulos enteros dedicados al asun-to (2 Las puertas del In f i e rn o, 3 Elcanto de las sire n a s, 4 La iniciación,5 La ficha fuera del tablero y 6 Laf u e rza irresistible contra el objetoi n a m ov i b l e, pp. 29 a 86). Pa ra re s u-mirlo diré: Du rante todo el gobiern odel Presidente Sánchez de Lozada lee x p resé a él y a va rios de sus colabo-ra d o res mis diferencias pri m e ro, miso b s e rvaciones de fondo después y lasra zones de mi ru p t u ra finalmente.Pronuncié algunos discursos hacien-do públicos esos puntos de vista, pe-ro especialmente dos, el pro n u n c i a-do ante los empre s a rios pri vados ena b ril de 2003 y el mensaje del 6 deagosto de 2003 como Vi c e p re s i d e n t e.

La pri m e ra lealtad de un indivi-duo es la lealtad con su conciencia.Yo acompañé al gobierno aún distan-c i a d o, por elemental re s p o n s a b i l i-dad, pero cuando se desencadenóuna política explícita de contenciónde la crisis social y política por la víade la violencia, la ética me impuso larenuncia. No fue declamativo, afor-tunadamente en mi gobierno demos-tré que en condiciones muy pare c i-das de presión, era posible re s p o n d e rcon mesura, respetando la vida y, siesto no era posible, renunciando alc a rg o, que es lo que hice. Re i v i n d i c oe n é rgicamente mi renuncia definiti-va como un compromiso por encimade todo con los DDHH y jamás comoun cálculo político. Será bueno quede una vez por todas algunos políti-cos entiendan que es inaceptable

confundir lealtad con obsecuencia.Los obsecuentes se las dan de leales,esa obsecuencia es la peor tra i c i ó n ,la de la propia conciencia y la de lap ropia dignidad.

G L : Retomada la demo-cracia en 1982, y pasadoel primer gobierno deesta etapa (UDP, 1 9 8 2 -85) caracterizado por lafiesta exc e s i va de los de-

rechos humanos, el pensamientoneoliberal quiso imponerse a ul-t r a n z a . De hecho comenzó su cami-no con Víctor Paz E. ( 1 9 8 5 - 1 9 8 9 ) ,aunque luego se frenó un tanto conel gobier no de Jaime Paz (1989-1 9 9 3 ) , p a r a , por fin, i n g resar conf u e rza en 1993 con Sánchez de Lo-z a d a . ¿Cómo te vinculas con esepensamiento o doctrina? ¿La gentedebería quedarse con la idea de quee res neoliberal?

C M : Me parece que decir “f i e s t ae xc e s i va de los DDHH” no es acepta-b l e. Sa l vo el gobierno de Mo rales noc reo que alguien crea que soy neoli-b e ral. Si lo cre ye ra que se remita a lasacciones de mi gobiern o. ¿Ne o l i b e ra li n c o r p o rar la Asamblea Co n s t i t u ye n-t e, el Re f e rendo y la libertad de agru-paciones ciudadanas y pueblos indí-genas para presentarse a las eleccio-nes? ¿Ne o l i b e ral el triunfante Re f e-rendo de hidro c a r b u ros que re c u p e-ró la propiedad de estos para el Esta-d o, refundó YPFB y que permitió in-c rementar los impuestos sobre lasp e t ro l e ras de un 27% a un 53%? ¿Ne-o l i b e ral impulsar las ferias a la inve r-sa y el compro boliviano? Lo terri b l ees que el actual gobierno está ganan-do la batalla de calificar de “n e o l i b e-ra l” todo el pasado democrático deBolivia desde 1982 y en especial des-de 1985. El primer gobierno de Sán-c h ez de Lozada, incluso en su medi-da más polémica y en muchas cosasmuy cri t i c a b l e, la Capitalización, in-ventó el mecanismo del Bonosol co-mo una inversión social sostenible(cosa que no tienen los bonos otor-gados por Mo rales). Pe ro lo que esa b s u rdo es calificar de neoliberal a laPa rticipación Po p u l a r, que otorgó re-c u r s o s, capacidad de decisión, des-c e n t ralización real y autonomías mu-

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nicipales (que configura ron más deun centenar de municipios indígenasy va rias mancomunidades indígenas)medida más re vo l u c i o n a ria que cual-q u i e ra que haya implementado la ac-tual gestión. Menos aún la Ed u c a c i ó nIn t e rc u l t u ral y Bilingüe que ahora seadjudica Mo ra l e s, peor todavía la LeyINRA que reconoció la tierra comu-n i t a ria andina y las TCOs en los lla-n o s, la función económica y social dela tierra y los impuestos sobre el lati-f u n d i o.

Si no frenamos la fra s e o l o g í aacrítica del gobierno acabare m o sc o n t ri b u yendo a la falsificación de lah i s t o ria en la que está empeñado.

Sí, Sánchez de Lozada fue libera len su idea de reducción del Estado,como es neoliberal Mo rales al pro p o-ner un brutal aumento de los hidro-c a r b u ros con el argumento central deque hay que incentivar a las petro l e-ras para que inviertan en explora c i ó ny explotación de hidro c a r b u ro s. Me-nuda “n a c i o n a l i z a c i ó n” la que nos re-galó el gobiern o.

G L : El neoliberalismoque profesa el escri t o rMa rio Va rgas Llosa incu-r re , muchas ve c e s , a mij u i c i o, en una falta dec o n t e x t u a l i z a c i ó n . Un

neoliberal inglés debe atender, p o rs u p u e s t o, t a reas muy distintas a unneoliberal boliviano o peru a n o. Sudemocracia ha “ i n s t a l a d o”, a lo lar-go de los siglos, a todos y todo bajoel paraguas del Es t a d o. En Bo l i v i a ,en cambio, ni siquiera ahora lospueblos indígenas gozan de esa pro-t e c c i ó n . S á n c h ez de Loz a d a . el neo-liberal que acompañaste como vice-p re s i d e n t e , p a recía un inglés, p u e slucía demasiado lejos de la sensibi-lidad del indígena boliviano. ¿ Qu étenían ustedes dos en común? ¿Qu élos vinculaba? ¿Por qué apoyaste lasegunda etapa de su política neoli-beral tan drástica?

C M : Caes otra vez en los tópicos.De nuevo, la Pa rticipación Po p u l a r, laRe f o rma Ed u c a t i va, La Ley INRA,más el SUMI, más el Bonosol (la pri-m e ra jubilación de hecho a los indí-

genas no asalariados del área ru ra l ) ,tienen como protagonistas pri n c i p a-les a los indígenas andinos y de losl l a n o s. Es una falacia toda la teoríaque el propio Sánchez de Loz a d ac o n t ribuyó a acuñar con su segundagestión de la que yo formé part e, loque no me impide reconocer que fueun error histórico de gran magnitud.

Me gustaría que me explicara scuál fue su “política neoliberal tand r á s t i c a” en 2002. El fru s t rado incre-mento de los impuestos de febre rosólo afectaba al 25 % de los asalari a-dos y a menos del 12% de la pobla-ción económicamente activa. Se hizopor una razón y con un objetivo. Larazón, la imprescindible re d u c c i ó ndel déficit que heredó el gobierno del9% del PI B, el más alto desde 1985.Habría que ver qué haría Mo ra l e scon un déficit así, si con superávitfiscal pretendía la medida bru t a l-mente neoliberal: un incremento del73% de la gasolina y 83% del diesel.El objetivo, elevar impuestos en vezde aumentar la gasolina para afectara menos del 12% de la población,c o n t ra el efecto universal de un im-puesto a los más pobres que significaun aumento de los hidro c a r b u ro s.

G L : Quienes estudian elp e ns a mi en t o p o lí t ic oindican que el neolibe-ralismo y el socialismovan a tener que combi-n a r s e . Nada sustituye el

l i b re albedrío de las personas, su in-ve n t i va para generar economía, p e-ro se re q u i e re que el Estado re g u l elas actividades, re d i s t ribuya la ri-q u eza y cuide que la brecha entrep o b res y ricos sea más que tolera-b l e . Esa simbiosis, ese equilibri o,debería alejarnos de cualquier fana-t i s m o. En el caso boliviano, ¿qué po-dríamos tomar a favor de uno y otropensamiento? ¿Con qué elementospodríamos costurar un pensamien-to político más nuestro ?

C M : La pri m e ra premisa es en-tender que somos una parte muy pe-queña de un todo muy complejo.Nu e s t ra autonomía de pensamientoy de decisión depende del lugar queo c u p a m o s. El pensamiento políticoboliviano ha respondido históri c a-

mente a las grandes corrientes ideo-lógicas mundiales. Este tiempo no esla excepción. Si e m p re he cre í d o, tan-to como periodista como cuandoe j e rcí la presidencia, que el peor ene-migo de un proyecto consistente esel dogmatismo. Soy hetero d oxo en elpensamiento y lo soy en política y eneconomía. Esa fue la virtud mayor dePaz Estenssoro. Me queda claro por-que vengo del pensamiento nacionalre vo l u c i o n a rio -que elaboré dinámi-camente en función de la experi e n c i ah i s t ó rica de su praxis- que el Estadojuega un rol fundamental en una so-ciedad, rol que en muchos ámbitoss o b re todo en la protección social desus ciudadanos no es negociable. Mequeda claro también que mientras elmundo funcione bajo la economía dem e rc a d o, es necesario adecuarse aella con eficiencia, búsqueda de ex-celencia y práctica de inserción. Cre osin embargo que el problema de hoyes más complejo que eso. Lo que estáen juego es el paradigma mundial delp ro g reso humano. Estamos al bord edel abismo. Nada que hayamos he-cho hasta hoy sirve suficientemente,hay que re i n ventar y cuestionar in-cluso los parámetros del cre c i m i e n t oy del desarro l l o, hay que voltear elcalcetín. Soy enemigo mortal de laespeculación financiera, del obscenom e rcado desregulado (que se con-funde con el término genérico dem e rcado), de la falacia de que sólo lat o rta más grande re p a rte mejor; lat o rta más grande re p a rte más a losmás podero s o s. El desafío hoy se lla-ma batalla por la igualdad. Hay qued e s e n m a s c a rar las peores perve r s i o-nes del capitalismo sin plantear la te-sis de que el capitalismo agoniza. Loque agoniza es el paradigma econó-mico global.

G L : Si bien hemos alcan-zado las autonomías re-g i o n a l e s , se advierte unafalta de entusiasmo ge-neral para trabajarl a s .Ad e m á s , p a recen autono-

mías demasiado reguladas por el po-der central. ¿Cómo se debe pensar es-te problema? En este proceso las éli-tes criollas han sido “d e r ro t a d a s”, p e-ro el orgullo departamental sigue enp i e : el camba, el “ l l a j t a m a s i”, el “q u i r-

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q u i n c h o”, el chapaco… Hay una fuer-za ahí abajo que no se extingue. M á sque autonomistas, ¿no somos, sin sa-b e rl o, f e d e r a l i s t a s ?

C M : Las elites criollas (la exc re-cencia de esas elites en part i c u l a r )han sido derro t a d a s, pero el proye c-to regional autonómico ha tri u n f a-do en toda la línea. Las autonomíasse han impuesto a pesar de la men-talidad y la vocación centralista delPre s i d e n t e, su gobierno y su part i-d o. Circunstancialmente están re s-t ringidas por el poder gubern a m e n-tal, pero eso es efímero, las autono-mías llegaron para quedarse y enbuena hora .

Lo que corresponde es apre n d e rl e c c i o n e s. El gran riesgo es creer quelas autonomías son como la lámparade Aladino. Su mayor mérito no esmultiplicar dinero (el dinero estatalen Bolivia está casi totalmente re p a r-tido), sino multiplicar poder local,decisiones desde la base de la demo-c racia. Sus peligro s, la feudalizacióny lo que es peor, un peso desmesura-do de las buro c racias locales quepueden ahogar eficiencia y tra g a rmás dinero del que se debe usar a fa-vor del pueblo.

G L : Un paso histórico detu gobierno fue la con-vo c a t o ria a eleccionesde pre f e c t o s . Ot ro, t a m-bién fundamental, fue elre f e rendo por el gas. A

p a rtir de esos hechos, es práctica-mente imposible no pensar en des-centralizar y desconcentrar el Es t a-do y su ri q u ez a . ¿ Qué medida audazse te quedó en el escri t o ri o ?

C M : Lo que todavía me sorpre n-de es que en el contexto en que metocó gobernar pudiéramos hacer loque hicimos. Conduje el gobiern oque tuvo que enfrentar el mayor nú-m e ro de conflictos sociales de la his-t o ria democrática, resolví la mayo rp a rte de ellos, otros muchos acaba-ron ahogándome, pero debo re c o rd a rque fuimos la gestión que re s o l v i ómás conflictos con un menor costoeconómico para el TGN de entre to-dos los gobiernos democráticos.

Pa ra hacer la “n a c i o n a l i z a c i ó n”de Mo ra l e s, pre f i e ro los re s u l t a d o snotables del Re f e rendo en funciónde la re c u p e ración del papel y losi n g resos del Estado en el tema. Ob-viamente no pude llevar adelante laAsamblea Co n s t i t u yente que convo-qué y no pude coronar las autono-mías que propuse al país en mi dis-curso del 20 de abril de 2004. Pe rola Asamblea fue una gran fru s t ra-ción, no logró un nuevo pacto socialy aún quedan muchos dolores quevivir como consecuencia de su pési-mo manejo y peor cristalización. Encuanto a las autonomías, es un ca-m i n o q u e s e e n d e re z ar á c o n e lt i e m p o.

G L : Debido básicamentea una indisciplina sindi-cal (además de la pobre-za y de la baja escolari-d a d , c l a ro ) , el cultivo dela hoja de coca ha pro l i-

ferado en Bo l i v i a . Nadie niega que lacoca exc e d e n t a ria es un hecho con-c reto de nuestra re a l i d a d . De allí, ala cocaína, son apenas unos pasos.¿ Cuál debería ser la política de la“hoja sagrada”? Al mismo tiempo:¿cómo perciben los europeos estep ro b l e m a ?

C M : Es un error creer que lacuestión la podemos re s o l ver noso-t ros solos. Yo comparto una idea so-b re el tema que va rias personalida-des mundiales han desarro l l a d o. Hallegado el momento de descri m i n a l i-zar las dro g a s, que no es lo mismoque legalizarlas. Las naciones consu-m i d o ras y las pro d u c t o ras deben re-plantearse toda la fracasada luchac o n t ra el narc o t r á f i c o. Tengo la espe-ranza de que más temprano que tar-de Estados Unidos dará un giro enesa dirección. Mi e n t ras tanto, es ob-vio que Bolivia no logrará despenali-zar la hoja.

Pe ro, mientras internacional e in-t e rnamente el tema del narc o t r á f i c osea el delito que es, hay que actuaren consecuencia. El problema es quepor muchas ra zones este gobiern oestá hipotecado en el tema de la cocay eso va a generarle a él y a nosotro sg randes dolores de cabez a .

G L : Con tanta zozo-bra viv id a des de e laño 2003, p a rece cla-ro q ue, más all á delos papeles, los boli-vianos queremos se-

guir construyendo una nación ques e a , a d e m á s , cada día más democrá-t i c a . Pe ro nuestra realidad social re-fleja una economía menuda, p ro p i ade pobre s , y una escolaridad bajísi-m a . ¿ Es posible tensionar a nuestropueblo y re t a rlo a producir un des-pegue económico? ¿Qué nos faltapara un pacto social, d e c i d i d o, v i g o-roso y contundente que nos perm i t ac recer económica y humanamentesin descanso?

C M : Hay una cuestión esencials i n l a qu e n ada se podr á lo gra r.Romper la anomia social en la queestamos metidos desde el año 2000.El mito de la “d e m o c racia de las ca-l l e s” y el “g o b i e rno de las calles”amenaza con todo, pero sobre todocon un orden democrático y unaopción para cualquier gobierno dep roponer y aplicar políticas que re-s u e l van nuestros problemas bási-c o s. O construimos un espíritu de-mocrático y sobre todo una ideac l a ra de nuestra re s p o n s a b i l i d a dciudadana, o nos hundire m o s. Ca d aboliviano y boliviana deben enten-der que su pri m e ra tarea es sentirseciudadano con debere s, insisto, de-b e re s, y con dere c h o s. Una sociedadfunciona en el seno de una naciónp o rque hay un pacto entre ésta y elE s t a d o, entre mandantes y manda-d o s, lo que implica tareas de re s-ponsabilidad común. En Bolivia esono existe.

La fórmula es simple pero titáni-ca en su ejecución: educación de ca-lidad para todos.

G L : La opinión públi-ca boliviana ya deba-te el escenario electo-ral del año 2014: c o nEvo y sin Evo. Si espe-culamos sobre la pri-

mera posibilidad, “s u p e r a n d o” la li-mitación del texto constitucional,¿ Evo llegaría de candidato con undiscurso agotado? Hay quienes afir-

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man que el presidente todavía tienemuchas tareas que re a l i z a r …

C M : Me da la impresión de que elPresidente ha desperdiciado ya lao p o rtunidad histórica que tuvo, lam a yo r, mejor y más increíble que ha-ya tenido Presidente boliviano algu-n o. En el segundo año de su segundog o b i e rno enfrenta un escenario queél mismo ha cre a d o, impensable ha-ce pocos meses. Me preocupa el fu-t u ro.

G L : Tu re t o rno al pe-ri o d i s m o, oficio en elque tuviste un bri l l oe x t r a o rd i n a r i o, n op a rece aún maduroni fluido debido a la

c e rc a n í a , en el tiempo, de tu actua-ción política. En la política, en cam-b i o, existe una expectativa por co-nocer si vo l verás a postularte comocandidato o si acompañarás el pro-ceso de cerca apoyando alguna al-t e rn a t i va . ¿ Cuál es tu proyecto per-sonal? ¿Cómo piensas vivir tus si-guientes años?

C M : Me gustaría vivir desarro-llando una intensa vida intelectual,tengo muchos proyectos en esa di-rección que me entusiasman mucho.C i e rtamente extraño mucho el peri o-d i s m o, sobre todo el que me perm i t i-ría desarrollar reflexión y análisis conel “p l u s” de mi experiencia política,p e ro como señalas no es un tema fá-cil en el actual contexto.

En cuanto a la política. Una vezque has entrado es difícil salir. Hoypor hoy no está en mi cabeza, pero sien el futuro siento que tiene sentidohacerla porque puedo contribuir conalgo útil y necesario al país, haría po-l í t i c a .

La Pa z , m a r zo de 2011.

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Gonzalo Lema (GL): L aopinión pública en ge-neral ha quedado con-fundida con el nuevotexto constitucional:¿Seguimos siendo una

República? ¿No se nos ha extravia-do el concepto en el “p roceso dec a m b i o”? Al mismo tiempo, ¿es to-davía posible hablar de la “n a c i ó nb o l i v i a n a” sin entrar en contradic-ciones? Apelo a ti debido a tu for-mación juri s t a …

Ed u a rdo Rodríguez Ve l t z é( E RV) : Los textos constitucionalesno siempre reflejan ideas sencillasp a ra la opinión pública. La anteri o rConstitución agregaba a Bolivia “Re-p ú b l i c a” seis adjetivo s, la actual Bo-livia “Estado Un i t a rio Social de De re-cho Pl u rinacional Co m u n i t a ri o”también lleva otros seis, tres son co-m u n e s. Un hábito que persigue la

p roducción norm a t i va en nuestrac u l t u ra jurídica -aun muy conserva-d o ra- es la ampulosidad de los tex-t o s. Todavía se privilegia el efecto li-t e ral antes que la genuina vo l u n t a dl e g i s l a t i va, reflejada en ideas senci-l l a s, para la gente. Suele ser pri s i o n e-ra de re d a c t o res o corre c t o res de úl-tima hora, oficio librado a abogadoso políticos presionados por plazos oc o m p ro m i s o s.

La nueva Constitución, cuyoPreámbulo proclama que se deja enel pasado el Estado “Re p u b l i c a n o”,todavía cara c t e riza a Bolivia como“Re p ú b l i c a” en diez artículos de sut e x t o. En todo caso, más allá de lasd i f e rencias que entrañan una Bo l i-via antes “Re p ú b l i c a”, hoy “E s t a d oPl u ri n a c i o n a l”, me parece que elp roceso constituyente y el pro c e s ode cambio que lo sucede, nos abree x t ra o rd i n a rios desafíos a todosquienes conformamos la “n a c i ó nb o l i v i a n a”, compartimos su terri t o-rio y respetamos nuestra dive r s i d a dp a ra convivir más fra t e rn a l m e n t e.

G L : ¿Y cuán claro haquedado el institutoconstitucional de la re-elección del pre s i d e n t edel Estado Pl u ri n a c i o-nal? La pregunta es

muy import a n t e , p o rque esta Co n s-titución fue votada a favor por laciudadanía boliviana y tenemos laobligación de re s p e t a rla y hacerl are s p e t a r …

E RV: El texto constitucional defi-ne que el período del mandato delPresidente y Vi c e p residente es de

Ed ua r d oRodr íg uez Velt z é :

“ El ej erc ic io de la presi denc i a ,

más allá de la íntima satisfa c c ión del deber

c umplido, puede ser ta m bi én una pesadi l la ”

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DATOS

Nació en Cochabamba (1956), e sabogado por la Universidad Mayor deSan Simón y tiene una Maestría enAdministración Pública por la Escue-la de Gobierno de la Un i versidad deHarvard. Trabajó como abogado en elámbito privado y en la Ad m i n i s t ra-ción Pública; en el Ministerio de Rela-ciones Exteriores y Culto y la Contralo-ría Ge n e ral de la Re p ú b l i c a . Fue Re-p resentante en Bolivia del In s t i t u t oLatinoamericano de Naciones Unidasp a ra la Pre vención del Delito (ILA-NUD). En 1999, el Congreso de la Re-pública lo designó como Mi n i s t ro de

la Corte Suprema de Justicia, en 2004fue elegido como su Presidente y enJunio de 2005, el Congreso lo designócomo Presidente de la Re p ú b l i c a . Enesta capacidad convocó a eleccionesg e n e rales y transmitió el mando enenero de 2006. A su retorno a la CorteSuprema, presentó renuncia a la fun-ción judicial.

Actualmente se desempeña comodocente y decano de la Facultad deDerecho y Ciencias Políticas de la Uni-versidad Católica San Pa b l o, en LaPaz.

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cinco años y pueden ser reelectos poruna sola vez de manera continua.También establece que los mandatosa n t e ri o res a la vigencia de la nuevaConstitución deben ser tomados encuenta a los efectos del cómputo de losn u e vos períodos de funciones. Ambasdisposiciones parecen bastante clara s.En Bolivia ya se ha producido una ree-lección continua, lo que limita unatercera postulación, por lo menos esose colige del espíritu del constituyente:sólo es posible ser reelegido una vez.

Estimo, sin embargo, que el debatetrascenderá la sola interpretación jurí-dica y se instalará en la arena política.Se trata de una tensión entre las tradi-cionales pretensiones de pre s e rva c i ó no acceso al poder, la norma jurídicacon sus mecanismos de interpre t a-ción judicial y política y la vo l u n t a dciudadana. Esta última no siempre esla que define los rumbos.

G L : En algún momentodel proceso democráticoboliviano alguna gentea f i rmaba que, si los go-b e rnantes simplementecumplieran la Ley, ya sig-

nificaría un pro g reso para nuestropaís. Tú, un ex juez boliviano, ex pre-sidente de la Co rte Su p re m a , ¿ a d ve r-tiste que esa pretensión (cumplirsiempre con la Ley) es prácticamenteimposible para el presidente del Esta-do? Porque también fuiste presidentede la República…

E RV: Esta pregunta incumbe nosólo al Presidente y los gobern a n t e s,sino a todos los ciudadanos. Puede re-f o rmularse cuestionando nuestra cul-t u ra ciudadana y dentro de ella nues-tra cultura jurídica, nuestra percepcióny valoración sobre la ley.

Mi respuesta es directa: la culturajurídica en Bolivia (posiblemente si-milar en muchos países de la re g i ó n )todavía tiene gra ves rezagos del tiem-po colonial. El dicho ...” la ley se acatapero no se cumple”… sigue retratandola debilidad de la ley, la ausencia des e g u ridad jurídica como un pro d u c t oespontáneo y no forzado del Estado deDerecho, una tradición jurídica toda-vía cubierta de exc e s i vos ri t u a l i s m o s,

f o rmalidades y trámites que mueve nmuchos papeles, insumen tiempo y noc o n t ri b u yen a solucionar los pro b l e-mas de la gente, una colisión de intere-ses políticos y manipulación judicial aconveniencia del poder de turno, nor-mas que no alientan la buena fe, exi-gen múltiples y repetidos trámites y sec o n s t i t u yen en la mejor barre ra a lainiciativa y el desarrollo de la actividadciudadana, pero sobre todo un descré-dito del valor del derecho, de la vigen-cia plena de la ley y de las institucionesencargadas de velar por su efectiva ob-servancia. Una cultura de anomia queno acaba de conmover al Estado y sepreserva pacientemente por los ciuda-danos por generaciones.

Este es el escenario cultural en elque nos desplazamos ciudadanos ya u t o ri d a d e s, un círculo vicioso que,para romperlo, se requiere, como ano-ta el Profesor Binder, una contra cultu-ra, una acción sostenida, de múltiplesactividades (educación, legislación,e t c.), que incumben a todos, genera-ciones íntegras, pero primordialmentea los opera d o res del De re c h o, la justi-cia y los gobernantes.

G L : El boliviano no tienebuena impresión de laLey. Ese viejo dicho popu-l a r: “Al amigo todo, a lenemigo la Ley” p a re c eser el principio rector de

la burocracia boliviana. La gente, e ngeneral, se mofa de su universalidad yde su eficacia. Después de todo, tantoen democracia como en dictadura, l agente muere en las calles en manosdel Es t a d o. ¿ Qué hace falta para quese entienda que la Ley es la columnavertebral de la paz social y de la cali-dad del Estado? ¿El ejemplo de los go-b e rnantes? ¿Educación en las escue-las?

E RV: Sigo en la línea de la re s p u e s t aa n t e ri o r: la tra n s f o rmación de nuestrac u l t u ra jurídica tiene una extra o rd i n a-ria oportunidad para auto examinarsee iniciar un proceso de tra n s f o rm a c i ó na partir del nuevo orden constitucio-nal, independientemente de los afectoso desafectos al texto vigente. La cons-t rucción del nuevo Estado, plura l i s t a ,m u l t i c u l t u ral y dive r s o, obedece a una

voluntad democrática inva riable du-rante los últimos 30 años, esa fort a l ez adebe también reflejarse en una poten-te dosis de autocrítica para compre n-der cuánto se han impregnado nues-t ras culturas con los tiempos y lasprácticas coloniales, pre y post re p u b l i-c a n a s, cuán capaces somos de asumirn u e vos rumbos más prácticos, sin ide-alizar ni satanizar a protagonistas di-ve r s o s, quienes, en términos prácticos,son irre l e vantes a la hora de supera rn u e s t ros rezagos y diseñar la institucio-nes y las políticas públicas.

La ley es un instrumento de poderi n s u p e ra b l e. Su manipulación parac o n ve rtirla en factor de hegemonía odominación la hace también un ins-t rumento peligroso que genera el es-cepticismo de la gente sobre las bon-dades de un positivismo, un legalismoincuestionable, pero ineficaz y falso.

GL: El gobierno del presi-dente Morales ha defini-do ya que celebre m o selecciones para consti-tuir las instancias de laadministración de justi-

cia, esto en consonancia con la Cons-titución. ¿Es buena idea que el ciuda-dano vote para ese efecto? ¿Esta elec-ción no terminará pareciéndose a lasde las cooperativas de teléfonos? Por-que es difícil imaginar que los part i-dos políticos no tomen acción, a u n-que sea solapada, en ese evento… Yque no se realice algún tipo de cam-paña y gasto de dinero…

ERV: Ninguna modalidad de elec-ción de jueces, a mi juicio, define nigarantiza su absoluta idoneidad. Es subuen desempeño, su adhesión a la ley,al buen y sano juicio y su predictibili-dad, entre otros va l o re s, lo que debeevaluarse para conformar el cuerpo demagistrados y jueces para los Tribuna-les. Aún en los países donde se eligen alos jueces por voto popular, la vo t a-ción se produce para refrendar la per-manencia de jueces que ingre s a ro npor mecanismos meritocráticos y for-man parte de un sistema de carrera.

Creo que pueden mejorarse sus-tancialmente los diseños constitucio-nales previstos para la elección de jue-

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ces, y para la configuración funcionaldel nuevo Órgano Judicial del EstadoPl u rinacional. Pa rtiendo de la esenciamisma del cambio en materia judicial,la Constitución define que la juri s d i c-ción, la potestad de juzgar, nace delpueblo soberano y se delega al ÓrganoJudicial, pero en su configuración seomiten aspectos esenciales que seanc o r respondientes a esta prox i m i d a dcon la gente y con el principio del “plu-ralismo jurídico” que define al nuevoEstado Plurinacional.

Veamos un par de ideas: 1) La es-t ru c t u ra del órgano judicial no tomaen cuenta la descentralización ni a lasautonomías territoriales o sus órganosl e g i s l a t i vos para la distribución decompetencias o la elección de autori-dades judiciales. 2) El pluralismo jurí-d i c o, por la Ley del Deslinde Ju ri s d i c-cional, se ha reducido a un mero “dua-l i s m o”, centralista y unitario que re s-tringe la jurisdicción indígena origina-ria campesina a una suerte de re s e rvalegal, paternalista, que limita una inte-g ración, cooperación y coord i n a c i ó ncon otros y muy diversos sistemas jurí-dicos, locales, nacionales y globales.

En fin, se puede elaborar muchomás en torno a esta materia que, porahora, no parece ser del mayor interésde los factores de poder central o re-gional.

G L : Los alemanes afir-man que con una buenapolicía y una buena ad-ministración de justicianingún país es tan pobre.En el caso boliviano, l a

gente sufre porque no tiene fiscal nij u ez garantizados en cada capital desección municipal o localidad impor-tante y debe viajar en camión buscan-do justicia, o, en su caso, esperar queesas autoridades lleguen a su ve c i n-d a ri o. ¿ Acaso la administración dejusticia no genera el dinero suficientepara corregir ese error? ¿Y acaso no esobligación del Estado que la adminis-tración de justicia esté en todo el te-rritorio nacional?

E RV: En esta entrevista hago re f e-rencia a algunas de las bondades y de-ficiencias de la reforma constitucional

en materia de justicia. Significo la im-p o rtancia de la introducción del pri n-cipio del “p l u ralismo jurídico” comoun cimiento común a múltiples siste-mas jurídicos que puedan intera c t u a r,complementarse y coordinar en pro-cura de espacios de justicia más acce-sibles y confiables para todos los ciu-dadanos. El derecho a la cultura de pazes otro factor que debe contribuir ac o n f i g u rar un nuevo De re c h o. Ta m-bién destaco la falta de corresponden-cia del diseño orgánico judicial con lan a t u ra l eza del Estado, en lo pluri n a-cional, descentralizado y con autono-m í a s, a lo que debo agregar deficien-cias y omisiones muy importantes co-mo la ausencia de jurisdicción admi-nistrativa o la jurisdicción de paz, so-brecarga centralizada de recursos (ju-rídicos) en Sucre en todos los tribuna-les con sede en esa ciudad, cuestiona-ble diseño de la jurisdicción constitu-cional que arrastra las dificultades de-batidas y no resueltas del antiguo régi-men, etc.

Los diagnósticos sobre el funcio-namiento del sistema judicial en Bo l i-via han dado pautas muy claras paradiseñar re f o rm a s, el acceso al serv i c i oy la tra n s f o rmación de la cultura jurí-dica que distorsiona su esencia y capa-cidades son aspectos esenciales.

G L : En tu experiencia dep rimer mandatario delp a í s , ante los dive r s o sproblemas que se presen-t a n , ¿ p rimó tu mentali-dad jurista? ¿No tuviste

que actuar políticamente en algunac i rcunstancia? Po rque la opinión pú-blica dice cotidianamente que los in-telectuales y los artistas no sirven pa-ra políticos… ¿Un juez sirve para con-ducir un país?

E RV: La rutina es distinta, un Ju ezatiende y re s u e l ve todos sus pleitoscon un ritmo procesal muy re g l a d o,las partes exponen sus pretensiones demanera escrita, ordenada, con plazos,ritualizada por abogados patro c i n a n-tes en múltiples otrosíes. En contras-t e, el Pre s i d e n t e, además de la carg ab u rocrática que le llega de su pro p i aa d m i n i s t ración del Órgano Ej e c u t i vo,debe tomar conocimiento de pleitos,

q u e j a s, demandas y re q u e ri m i e n t o sque vienen de todos los confines delt e r ri t o ri o, de ciudadanos, sindicatos,partidos, organizaciones y movimien-tos sociales, en los que, casi invariable-mente, se agrega el mensaje de que deno ser atendidos se tomarán medidasde presión, muchas “hasta las últimasc o n s e c u e n c i a s”. Debe firmar docu-m e n t o s, títulos, gra d o s, oficios, pode-re s, etc., asistir a audiencias, sesiones,desfiles y visitar todo tipo de institu-c i o n e s. Es un oficio de múltiples e in-t e rminables dimensiones que en Bo l i-via creo que exceden lo racional.

En mi caso, la experiencia jurídica,tanto judicial como administrativa quelogré en mis años de funcionario en laCo n t raloría, me aliviaron bastante larutina de conocer y comprender variost e m a s, aunque en muchos otros eraimprescindible el concurso de mis co-laboradores para examinar la perspec-tiva política u otras, según el caso.

No puedo dejar de re f e rir que latransición que me tocó conducir exigióun complejo esquema de acuerd o spolítico-constitucionales para celebrarelecciones generales y no sólo paraPresidente y VP como disponía laConstitución; para celebrar una Asam-blea Co n s t i t u ye n t e, un re f e r é n d u mautonómico y la pri m e ra elección dep refectos depart a m e n t a l e s. No menoscompleja fue la determinación de asig-nar escaños para circunscripciones de-p a rtamentales y otras complejidadesque se sumaron en un brevísimo perí-o d o. La sola aproximación jurídica alos asuntos de Estado es insuficiente,o t ros ingredientes políticos, económi-c o s, y de múltiples materias son in-dispensables pero indisolubles a lapreservación de la juridicidad que legi-tima toda la actuación del ejecutivo.

G L : Si e m p re apelando atu formación intelectual,p e ro además a tu expe-riencia de presidente dela Re p ú b l i c a , ¿cómo ex-plicarías el momento que

estamos viviendo los bolivianos?¿Qué nos ha traído, como buena noti-cia, el “proceso de cambio”? Por ejem-p l o : ¿La inclusión social es un hechocierto? ¿La economía del Estado?

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E RV: Las buenas noticias part e ncon la maduración de un proceso de-mocrático cada vez más incluye n t e, ca-paz de superar crisis complejas como lao c u r rida en 2003 y 2005 y abrir la vo l u n-tad constituyente ciudadana para cele-b rar una Asamblea Co n s t i t u yente yconsolidar las autonomías terri t o ri a l e s.

La Asamblea pudo haber sido me-jor conducida para garantizar mayo re sespacios de reflexión y proximidad conlas aspiraciones de todos los bolivianossin distinciones, sobre todo ideológicas,p a ra lograr aproximaciones a mejore sc o n s e n s o s. Pe ro culminó con un pro-ducto que, si bien no es perf e c t o, supe-ra en legitimidad a muchos pro c e s o sa n t e ri o res y mantiene abierta la posibi-lidad de que sean los propios ciudada-nos los que ejerzan su voluntad consti-t u ye n t e, siempre vigente. La Co n s t i t u-ción no está labrada en piedra.

La Constitución exhibe como fort a-l eza la inclusión de los sectores indíge-na ori g i n a rio campesinos en el marc ode un pluralismo que garantiza la tole-rancia y el aprecio a nuestra dive r s i d a d .In c o r p o ra también una re f o rma estru c-t u ral del modelo y visión del país cuyaimplementación en el “p roceso dec a m b i o” trae inclusión social y re n ova-ción de ideas y prácticas, pero tampocoestá libre de enormes dificultades yc o n t ra d i c c i o n e s, part i c u l a rmente en laviabilidad del modelo económico quee x i g e, hace ya mucho tiempo, mayor in-versión pro d u c t i va para garantizar elc recimiento sostenido, el empleo dignoy la superación de los indicadores dep o b reza y pobreza extrema que siguenafectando a grandes sectores de la po-blación. Todavía no se aprovechan to-das las oportunidades de acceder an u e vos merc a d o s, capital y tecnologíadel resto del mundo que son indispen-sables para tra n s f o rmar nuestros mo-delos de economía aun tan pri m a ria.

G L : En esta democraciade 28 años de edad losbolivianos hemos pasa-do por diversas etapas:la fiesta de los derechoshumanos (1982-1985),

el re o rdenamiento de la economía( 1 9 8 5 - 1 9 8 9 ) , las marchas indígenasdel Oriente y la demanda de tierras

(1989-1993), la capitalización y enaje-nación de nuestras empresas y recur-sos naturales (1993-1997), el debilita-miento de la conducta democrática yla exacerbación de las demandas po-p u l a res (1997-2002), la rebelión delaymara ante el “poder” criollo (2002-2003), la transición (2003-2005) hastael gobierno indo-mestizo que refundael Estado (2005 hacia adelante). ¿Quét a reas se deben cumplir en el futuropróximo? ¿In g resar de lleno al impe-rio de la Ley?

E RV: Vu e l vo a evocar re s p u e s t a sa n t e ri o res: creo que la vigencia de lanueva Constitución marca los rumbosque deben permitir aprox i m a rnos aun tiempo de mayor pluralidad y tole-rancia, para conocernos mejor, en-t e n d e rnos y confra t e rnizar entre losque conformamos la nación boliviana,fortaleciendo los valores comunes quenos unen y respetando la diversidad dec o s m ovisiones y cultura s. Este pro p ó-sito concurre con la gestión gubern a-mental que tiene la tarea de implantarlas nuevas estru c t u ras del Estado Pl u-rinacional, a cuyo efecto dispone de lalegitimidad electoral, pero que no essuficiente ni útil si no se complementacon otra legitimidad que privilegie laindependencia de órganos de poderpúblico, como la judicatura, la contra-loría y otras entidades que preservanlas garantías de los ciudadanos y la in-t e g ridad de la gestión pública, cono t ra legitimidad deri vada de la re f l e-xión, la pluralidad y la proximidad delos gobernantes con los ciudadanos,e x p resada básicamente en descart a rafanes hegemónicos y de re p ro d u c-ción o concentración innecesaria depoder público.

G L : Algunos analistaspolíticos piensan quelas autonomías re g i o-nales se han debilitadomucho debido a quel l e g a ron luego de una

confusión gubernamental y a des-tiempo del ímpetu social. Ot ro s , e ncambio, afirman que las élites criollashan sido derrotadas pero que la fuer-za de los departamentos es creciente,lo cual apuntaría hacia una federali-zación, que, en el caso del paro poto-sino, ya se hizo sentir como demanda.

En todo caso, el centralismo de cual-quier gobierno es reconocido comoun anacronismo o freno que impideel desarrollo de nuestras re g i o n e s .¿Cómo crees que evolucione este te-ma? ¿Cuál es el sentimiento de nues-tra gente?

E RV: En el diseño e implantaciónde las autonomías concurren efectoss i m u l t á n e o s, unos centrífugos quebuscan separa r s e, huir del centro contodas las competencias y factores depoder posibles en beneficio de los go-b i e rnos locales y, simultáneamente,o t ros centrípetos, re a c t i vo s, que tien-den a anular cualquier menoscabo deltradicional centralismo. Es posible -si-guiendo esta analogía gráfica-, pensarque se trata más bien de tensiones ov i b raciones expansivas de muchosf a c t o res que varían en intensidad ycontenido según se vaya descubri e n-do la funcionalidad del nuevo diseñoconstitucional y las aspiraciones de to-dos.

La evolución de este proceso pasa-rá por asimilar estas tensiones, básica-mente la falta de correspondencia en-tre la norma, las expectativas regiona-les y la capacidad del propio Estadop a ra sostener un régimen descentra l i-zado y con autonomías. En t re los te-mas más críticos de ese proceso estánaquellos re f e ridos a los recursos eco-n ó m i c o s, el pacto fiscal, la coord i n a-ción con el poder central, conflictos te-rritoriales sin mecanismos de soluciónp r á c t i c o s, ausencia de reglas clara srespecto a las autonomías indígenas,su terri t o rialidad y su incorporación ala institucionalidad estatal, entre otros.

Para mucha gente, el modelo auto-nómico es la re f e rencia del conflictoentre la región y el centro, en el que sup rotagonismo es muy reducido puesno tiene, individualmente, cómo que-jarse del incumplimiento de las bon-dades de su autonomía o de las obliga-ciones del gobierno central respecto asus derechos. La ausencia de un dere-cho administra t i vo bien desarro l l a d oque garantice a ciudadanos autonomí-as terri t o riales y al propio Estado deespacios de jurisdicción accesible, in-dependiente y eficaz para solucionarconflictos y asegurar derechos re ve l a

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las gra ves falencias en el diseño nor-m a t i vo, pero también, la pre s e rva c i ó nde una vocación centralista e indolen-te frente al ciudadano. El Estado sí sea s e g u ra de tener mecanismos paraenjuiciar al ciudadano, por la vía pe-nal, coactiva, tri b u t a ria, etc., pero noa b re espacios para ser demandado yasumir su responsabilidad extra c o n-t ractual. La ausencia de este espaciode resolución pacífica de conflictosseguirá generando protesta social cor-porativa y violenta.

G L : Tu presidencia cie-rra el proceso de transi-ción entre las eleccio-nes generales del año2002 y las del año 2005.Eso no significa que tú

hubieras cerrado etapa alguna en lademocracia boliviana, sino que sesubsanó la caída de Sánchez de Loza-da (2003) y la democracia continuó.Sin embarg o, los bolivianos pensa-mos que para ti concluyó una etapade tu vida. ¿ Qué proyecto personaltienes ahora? ¿Cómo se desarrolla tuvida de entonces en adelante?

ERV: Dediqué mi carrera profesio-nal de abogado al servicio público enun tiempo en el que el país apostabano sólo a re c u p e rar la democracia, si-no a consolidarla y mejorarla, un tra-yecto que todavía tiene mucho por re-c o r rer en el futuro. El azar y las cir-cunstancias me colocaron a la cabez adel Estado para sostener un pro c e s oquebrado por dentro, pero que encon-tró -en la misma democracia- los me-canismos para superarlo en paz y abrirn u e vos tiempos de cambio. Un con-traste interesante con lo que ocurrió el2009 en Ho n d u ras o lo que sucede enel Medio Oriente.

Re t o rné a la Co rte Su p rema al díasiguiente de la posesión del Presidente

Morales, pero mi permanencia se hizoinsostenible por las acusaciones políti-cas y las intrigas -al seno de la mismaCorte- de algunos ministros empeña-dos en suceder mi Presidencia del Tri-bunal. Preferí renunciar a la judicatu-ra y asumir desde el llano mi defensa,tarea que tampoco resulta sencilla porla ausencia de garantías al debido pro-ceso.

Después de la Presidencia la vidano fue fácil del todo, la difusión de lainfamia por la acusación de los misileschinos traspasó fro n t e ra s, limitó laso p o rtunidades y afectó mi ánimo y elde mi familia. El Estado no me recono-ce privilegio alguno, tampoco lo he re-clamado. El ejercicio de la Presidencia,más allá de la íntima satisfacción deldeber cumplido, puede ser tambiénuna pesadilla.

Hace un par de años he re t o rn a-do a la vida unive r s i t a ria, soy docen-te y decano de la Facultad de De re-cho de la Un i versidad Católica Bo l i-viana en La Paz, una actividad en laque encuentro espacios muy va l i o-sos para compartir y seguir apre n-d i e n d o. El nuevo orden constitucio-nal abre a la academia el desafío det ra n s f o rm a r s e, investigar más y con-t ribuir al cambio de la “c u l t u ra jurí-d i c a” en un Estado que por el nuevoo rden constitucional está fundadoen el “Pl u ralismo Ju r í d i c o”, un ci-miento que hay que encontra r l o,d e s c u b rir sus virtudes y defectos pa-ra construir el nuevo y mejor dere-cho que rija el país.

G L : ¿ Por qué se te mo-lesta con el tema de losmisiles chinos? La gen-te no alcanza a adve rt i rcuáles son las accioneso rasgos de sospecha

que tú hubieras desplegado…

E RV: La infamia no tiene ra c i o n a-lidad, el tema de los misiles chinos sereduce a una historia cada vez másc l a ra. Mi l i t a res bolivianos sucumbie-ron a las presiones de la misión mili-tar de los EEUU para re t i rar 28 misilesde origen chino, unos artefactos pe-queños de aproximadamente 60 cen-t í m e t ro s, para ser desactiva d o s. Ad u-j e ron ra zones de obsolescencia y cau-tela, pues la OEA, la OACI, el G8, etc. ,recomendaban recaudos para evitarque caigan en manos terro ri s t a s. Ap a-re n t e m e n t e, en el pasado, algún ar-mamento de las Fu e rzas Armadas bo-livianas ya había salido irre g u l a rm e n-te del país. No tuvieron el menor in-c o n veniente en montar un opera t i vode fin de semana para enviarlos a losEEUU. El asunto fue utilizado electo-ralmente y el Mi n i s t e rio Público nun-ca realizó una investigación re s p o n s a-ble antes de formalizar mi acusación.En rigor jurídico, a mi no me compe-tía intervenir en dicho opera c i ó n ,pues se trataba de una actuación mili-tar que debía seguir determ i n a d o sp rocedimientos que se omitiero n .Además el opera t i vo se organizó elfin de semana cuando me encontra b aen Brasil, en una cumbre. Cuando to-mé conocimiento de los alcances deeste asunto, dispuse que el gobiern of o rmalice una protesta diplomática ala Embajada de los EEUU e instru íp rocesos a quienes part i c i p a ro n .Después de más de cinco años, nohay seguimiento a la satisfacción queEEUU aún debe al país por este inci-d e n t e, ni el proceso judicial ha sidoa u t o ri z a d o. Se han develado nuevo selementos de juicio que confirman miversión sobre los hechos y, por su-p u e s t o, mi inocencia.

La Paz, 13 de abril de 2011.

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Gonzalo Lema (GL): S e-ñor Pre s i d e n t e : En es-tos ve i n t i n u e ve años dedemocracia continua,los bolivianos hemosincorporado conceptos

“re m ove d o re s” de nuestra concien-cia ciudadana: bonos para todos,p a rticipación popular, alcaldías in-d í g e n a s , a u t o n o m í a s , g o b e rn a d o re se l e c t o s , recursos naturales e im-p u e s t o s , inclusión social, tierras co-m u n i t a ri a s , lucha contra la menta-lidad colonialista interna… ¿Qu éconceptos deberían ser los próxi-mos en arri b a r ?

Presidente Evo Mo rales Ay m a( E M A ) : Por supuesto es continuar

con el cambio de mentalidad. Loque más cuesta es hacer cambiar lamentalidad. Cambiamos la Co n s t i-tución, los procedimientos paraa c e l e rar la inversión… Se puedecambiar las norm a s,.. Lo que no sepuede cambiar fácilmente es lamentalidad. Si queremos cambiarBolivia, pues tenemos que cambiarn o s o t ro s. Si nosotros no cambia-m o s, ¿cómo podemos pensar en elcambio? Y eso pasa por tres temasque están en la Constitución: elama suwa, ama llulla, ama quilla. Ap a rtir de ese momento, si imple-mentamos como una asignaturauna revolución de ética desde la es-cuela pri m a ria, secundaria, quémejor si también en el estudio su-

Ev o Morales Ayma“ El Estado Plur i n a c ion a l

nos expresa y

r ep r e sen ta a tod o s ”

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DATOS

Juan Evo Mo rales Ayma (Or i n o c a , 26 de octubre de1959) es el octogésimo cuarto y actual presidente de Bo l i v i a .Fue uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo( M A S ) , el cual lideró gran parte de las protestas socialesocurridas en Bolivia en los primeros años del siglo XXI, re-clamando principalmente la re c u p e ración de la pro p i e d a destatal plena sobre el gas y otros hidro c a r b u ros capitaliza-dos por privados durante el gobierno de Gonzalo Sánchezde Lozada (1993 a 1997).

Mo rales ha despertado interés en el mundo por ser elprimer mandatario de origen indígena en la historia de Bo-l i v i a , a lo que se suma su propuesta de cambios radicales enlas estructuras del Es t a d o.

En 1980, la familia Mo rales emprendió viaje al trópicode Cochabamba para comenzar una nueva vida de colonosen un lugar llamado San Fra n c i s c o. Evo Mo rales ha re p re-sentado durante su carre ra como legislador al sector de loscolonos inmigra n t e s , campesinos cultiva d o res de coca de laregión del Chapare boliviano. En 1981, fue nombrado Se c re-tario de De p o rtes de su sindicato. En 1985 fue nombrado Se-c retario Ge n e ral de la misma organización.

En 1997, bajo la presión de las fechas electora l e s , se ne-

cesitó un partido ya re g i s t ra d o, por lo que la Confedera c i ó nde Tra b a j a d o res del Trópico Cochabambino, l i d e rada porsu persona, decidió fusionarse con el Movimiento al Socia-lismo (MAS). Lu e g o, el 23 de julio de 1997 fue refundado ba-jo dirección de Mo ra l e s . Ese mismo año llega al Pa rl a m e n t ocomo diputado uninominal por Cochabamba con el 70%de los vo t o s .

En las elecciones presidenciales del año 2002, Mo ra l e salcanzó el 20,9% de los vo t o s , 1,6% detrás del ganador Sán-chez de Loz a d a .

En las elecciones de 2005 (18 de diciembre ) , Evo Mo ra l e so b t u vo casi el 54% de los vo t o s , lo que le permitió acceder ala presidencia de la Re p ú b l i c a . Asumió el poder el 22 de ene-ro de 2006.

Es el tercer mandatario boliviano en la historia de laRepública elegido por mayoría absoluta de votos (el prime-ro fue Hernán Siles Zu a zo en 1956 y el segundo fue V í c t o rPaz Es t e n s s o ro en 1960).

El 6 de diciembre del 2009 se celebra ron elecciones pre-sidenciales en Bo l i v i a . Evo Mo rales logró la reelección conc e rca al 64 % de los vo t o s , asumiendo el cargo el 22 de En e rodel 2010.

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p e ri o r, pero que sirva para cambiar lamentalidad, y que el ser autoridad, seamunicipal, regional, nacional, o decualquier estru c t u ra del Estado Pl u ri-nacional, va a ser siempre de serv i c i oal pueblo, un compromiso con el pue-blo. No ser un funcionario, sino un ser-vidor. Ese proceso está costando, peroese proceso debe ser un cambio desdela pri m a ria. Yo había planteado en laCo n s t i t u yente cambiar el nombre deministro a servidor: servidor en educa-ción, servidor en planificación, serv i-dor en economía, servidor en pre s i-dencia… Me re c h a z a ron la pro p u e s t a ,y yo entiendo, porque es parte de lademocracia interna que tenemos en elMAS. Pe ro, en el fondo, ya estamosaplicando esta forma de serv i c i o.Cuando se trata de servir al pueblo nohay límite de tiempo, no hay seis horasde trabajo, no hay ocho horas de traba-jo, pues uno se compromete para ser-vir el tiempo que tiene por mandatodel pueblo. Pa ra mí, lo más pro f u n d opara consolidar este inicio del procesode cambio: re c u p e ración de los re c u r-sos naturales, bonos, esta forma de de-mocratizar la economía boliviana, quelos recursos económicos del pueblovuelvan al pueblo, que la participacióndel movimiento indígena… Pe ro, eneste tema, es un cuestionamiento in-t e rno que me hago, sobre todo en lasc i rc u n s c ripciones especiales. En unac i rc u n s c ripción como en la ciudad deEl Alto se necesitan ciento cincuenta ociento setenta mil votos para ser dipu-t a d o, pero un chipana necesita qui-nientos vo t o s, un yuracaré necesitadoscientos setenta vo t o s, y todos tie-nen los mismos derechos, y es enormela diferencia, pero esa es la part i c i p a-ción, se siente, eso es el Estado Pl u ri-nacional, aunque en algún momentohabrá que dar ciertos límites. No esposible que haya tremenda diferencia.Es un cuestionamiento interno mío.Inclusive algunos hermanos indígenasdel Oriente me decían treinta y cincon a c i o n a l i d a d e s, treinta y siete diputa-dos uninominales, especiales... Surgenalgunos con cincuenta, setenta, tal vezcon ochenta votos pueden ser diputa-dos. Es como una discriminación posi-t i va, como se conoce. En t o n c e s, paraconsolidar este pro c e s o, es cambiar lamentalidad, para que no haya algunosp ro f e s i o n a l e s, intelectuales, que dicen

“nosotros hemos estudiado para man-dar a los indios, para dominar a los in-d i o s”. En t o n c e s, ¿cómo cambiar eso?Es un proceso. Es lo más profundo pa-ra mí. Lo demás, repito, podemos cam-biar las leye s, podemos democra t i z a rla economía nacional dependiendocómo están nuestras re s e rvas y parabien de los pueblos, para inve r s i ó n ,para generar divisas, bueno, pero todoeso es trabajo, es gestión. Pero lo otro,es un cambio de mentalidad.

G L : La opinión públicaboliviana continúa deba-tiendo sobre el concepto“ Estado Pl u ri n a c i o n a l”registrado en nuestraCo n s t i t u c i ó n . El mayor

temor es que, en el futuro, alguna (omuchas) de estas naciones aspiren auna vida independiente. En su opi-nión, ¿no era mejor fortalecer el con-cepto de República?

EMA: El Estado Plurinacional, másbien, nos junta. Que los vilipendiadosde toda la historia de Bolivia, o deA m é rica, ahora sean part e... Si no hu-bieran sido parte, eso hubiera sido unalucha por su independencia. Pa ra míhubiera sido más peligroso quedarnossólo con la República. In t e n t a m o s,pues, antes, una reforma a la Constitu-ción. Este tema de lo pluri c u l t u ra l ,¿verdad? Pero sin ningún resultado, so-lo quedaba como una sigla, como uneslogan, y eso sí causaba una mayo rrebelión de los indígenas frente al Es-tado Colonial. De nombre era una Re-pública, en el fondo era un Estado Co-lonial. En t o n c e s, no cambiar pro f u n-damente de un Estado a otro… Yo nosé. La República era una especie desándwich entre el Estado Colonial y elEstado Pl u rinacional. Pe ro sí, mante-ner la República incorporando algunosconceptos como lo pluri c u l t u ral erasólo mantener lo mismo. Para nosotroses más importante en este Estado Plu-rinacional re c o n o c e rnos: quiénes so-m o s, lo que somos, para qué somos.Pe ro, además de eso, es la integra c i ó nde la diversidad. El Estado Plurinacio-nal garantiza la unidad en la dive r s i-dad que ya algunos intelectuales, pro-fesionales y escri t o res mencionaro np e ro en los hechos no se “a t e r ri z ó ”.Nosotros hemos “aterrizado”. Bolivia es

muy intere s a n t e. Yo recién estoy lle-gando a conocerla poco a poco, puesno solamente hay diversidad fisonómi-ca, sino cultural, geográfica, económi-ca, y con este Estado Plurinacional ga-rantizamos esta diversidad. Ahora lospueblos tienen una re p resentación enla Asamblea De p a rtamental, nacional,alcaldes, concejales… Recordarás esostiempos de Remedios Llosa, saluda-mos, respetamos, era compañera en elPa r l a m e n t o. Era noticia, era la única,un lunar, pero ahora sólo hay pollerasen la Asamblea. Esa pollera que no po-día entra r, hace cincuenta años, en laPlaza Mu ri l l o, está en el Legislativo yen el Ejecutivo. Eso es el Estado Pluri-nacional.

G L : En un conglomeradode latinoamericanos y ca-ribeños es fácil reconoceral boliviano. Ya no se tra-ta de un color de piel, s i-no de una forma de ser.

Los bolivianos somos distintos (esuna buena noticia) inclusive a los pe-ruanos y ecuatorianos. Si eso es así, yademás nos alegra, ¿por qué la Cons-titución no dice nada de la nación bo-liviana? Es decir: ¿la nación crecientede los mestizos?

EMA: Primero, si estás en algún pa-ís caribeño, al boliviano le dicen mexi-cano. Tal vez fisonómicamente nos pa-recemos a los mexicanos. Ahora, si es-tás en Estados Unidos o en la Argenti-na o en Europa, si es boliviano se diceque es honesto y trabajador. Eso dicende un boliviano de a pie. Es una gra ndiferencia en el mundo: que es hones-to y tra b a j a d o r. Lo otro: Bolivia estásiendo ahora conocido (y espero quese me entienda bien), quiero decir quese habla de Bolivia y es Evo. Se hablade Evo, se habla de Bolivia. Antes yoera “viajerito”, desde el noventa, desdeel ochenta, y más se hablaba de la COBy no de Bolivia. Lo que nunca, desde lafundación, por primera vez, Bolivia nosolamente es conocido sino respetadopor la política social que estamos im-plementando, eso es lo que quería de-c i r. Pe ro, atendiendo a tu pre g u n t a :¿Qué es, pues, el Estado Plurinacional?Están, pues, los mestizos, porque creoque ya no hay cri o l l o s. Y, de algunam a n e ra, creo que todos tenemos algo

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de indígena y algo también de mesti-z a j e. En t o n c e s, ese es el Estado Pl u ri-nacional. Este Estado no solamente ex-p resa o re p resenta a quechuas, ayma-ras y a todos los hermanos indígenasdel Oriente boliviano. Representa a esemestizo, porque es la interacción, es lasíntesis entre los distintos sectores so-c i a l e s. Pe ro si quisiéramos decir queexprese la Constitución a los mestizos,tendríamos que poner a los yuracarés,a los guara n í e s, los chipayas, como sif u e ran puro s, sin mestizaje… En t o n-c e s, ¿dónde vamos a terminar? No set rata de eso. El Estado Pl u ri n a c i o n a lrepresenta a todos.

GL: Los bolivianos de cla-se media se han “a r re b a-t a d o” s i e m p re ante losdiscursos del sindicalis-m o. Les suenan muy du-ros, como hechos a sople-

te. Y tanto el gobierno, como muchosd i rigentes del MAS, suelen hablar deesa manera. Si se está constru y e n d oun país para todos, ¿no es posible de-s a r rollar afectividad y encuentro so-cial en la línea discursiva?

E M A : Bu e n o, puede ser una re a l i-dad eso. Claro, cuando un abogado esp re s i d e n t e, seguramente todas las fa-cultades de De recho se sienten org u-llosas porque reivindica a ese sector. Siun ingeniero es pre s i d e n t e, igualmen-t e. Si uno de la clase media es pre s i-d e n t e, si uno de la clase alta es pre s i-d e n t e, seguramente su equipo lo apo-ya. Si un militar, vía democrática o dic-tadura, asume la presidencia, las Fuer-zas Armadas dicen “¡Ese es militar!”. Yodecía que eso puede ser un problema.C l a ro, ahora, como un sindicalista espresidente, y como un sindicalista tie-ne que imponerse, la gente piensa así,p e ro finalmente un presidente sale decualquier sector y trata de administrarel país desde ese punto de vista porqueesa es su experiencia. Yo re c u e rd os i e m p re, y lo he dicho públicamente,p a ra mi pri m e ra reunión de gabineteyo hice un orden del día, como en misreuniones de Lauca Ñ con los cocale-ros. Claro, pues. A mí me hicieron pa-sar seminarios y talleres para ser diri-g e n t e, pero para ser presidente… notuve nada de eso. He tenido que apren-der de cero. Y uno errando y erra n d o

aprende, va ubicándose. Ahora, tal vezs oy exagera d o, pero en todo caso esaes mi escuela. Esos discursos socialespueden chocar o molestar a algunossectores, eso lo entiendo perfectamen-t e. Provo c a r, asustar… eso puede seruna debilidad. Ahora, cómo adecuaresa mi vivencia para la población, esami experiencia, tal vez hay que re d i s-cutir esas formas de mensaje a la po-blación…

GL : Es notable que el mo-vimiento popular, a s e n-tado en el trópico cocha-b a m b i n o, haya logradoc o n s t ruir su instru m e n t opolítico nacional. Esa ca-

pacidad genuina para organizarse einterpelar al Estado es digna de pro-fundas consideraciones. Lo que ex-traña es que, en su pensamiento polí-t i c o, los intelectuales del MAS tengandependencia del pensamiento políti-co (marx i s t a , l e n i n i s t a , stalinista) eu-ropeo o asiático bastante superadopor la re a l i d a d . Sin embargo de ello,¿se puede esperar que las bases so-ciales del MAS elaboren un pensa-miento político genuino?

E M A : A ve r: si estaríamos con elpensamiento ajeno… son otros pri n c i-p i o s, estaríamos con el socialismo dea n t e s, con el comunismo o finalmentecon el capitalismo. Pe ro, en el fondo,¿qué es el socialismo comunitari o ?¿ Qué es el “vivir bien”? No vivir mejor,sino vivir bien. Son principios que na-cen del movimiento indígeno-ori g i n a-ri o - c a m p e s i n o. In c l u s i ve tenemos di-f e rencias con algunos sectores obre-ro s. En t o n c e s, yo quisiera que tú mecites qué intelectuales o pro f e s i o n a l e sdel MAS están importando ideologíae u ropea o asiática. A ve r, dime... Y nosólo quién, sino qué pri n c i p i o s. ¿El“vivir bien” viene de Eu ropa? ¿El socia-lismo comunitario viene de Asia? Dí-g a m e …

G L : No, esos son principios denuestra cultura andino-amazónica.Entonces usted no está de acuerd ocon ese tipo de perc e p c i ó n …

E M A : Estamos con nuestros pro-pios principios basados en el “v i v i rb i e n” y en el socialismo comunitari o.

No solamente buscamos, en el marc odel socialismo comunitari o, la satisfac-ción económica, social o cultural del serh u m a n o, sino que desde aquí estamosimpulsando la vivencia con arm o n í acon la Ma d re Ti e r ra. Eso es import a n t e.Eso es propio nuestro. Por estos pri n c i-pios Bolivia es respetada. No s o t ros se-guimos convencidos que el ser humanono puede vivir sin la Ti e r ra, pero la Ti e-r ra estaría mejor sin el ser humano. Amí me preocupa que los europeos on o rt e a m e ri c a n o s, si un día se quedansin petróleo, con qué comerían. ¿Qu éharían? Y nosotros más bien estamosimpulsando otra forma de vida. No vivirm e j o r, porque si alguien quiere vivirmejor tiene que explotar a su prójimo,e n t rar a la competencia. No s o t ros esta-mos impulsando complementari e d a d ,no competitividad, como parte del so-cialismo comunitari o. Si hay competen-cia, sabemos quiénes van a ganar yquiénes van a perd e r. Y cómo. Por eso,estamos en esta dura batalla de cómosocializar mundialmente esta manerade concebir. Yo siento que hace faltauna nueva tesis política para el planeta.Una tesis basada en el “vivir bien”. Po r-que vivir mejor es el consumismo. Enbase al “vivir bien” debería hacerse unatesis para la humanidad que habita enel planeta Ti e r ra. Eso sería cambiar alc a p i t a l i s m o, superar al socialismo tra d i-cional y lograr una síntesis… En Chapa-re, nos “a y u d a b a” bastante, pues, la pre-sencia de nort e a m e ricanos que conocí-an a militares y policías bolivianos, ynos llamaba mucho la atención que lose x t ra n j e ros vinieran a comandar an u e s t ras Fu e rzas Arm a d a s, a nuestraPolicía Nacional. Pe ro, además de eso,re p rimir al movimiento campesino. Deuna pequeña reivindicación económicay cultural pasamos a una defensa de las o b e ranía. Yo estaba viendo, hace unosd í a s, unos videos: Ma rcha por Di g n i d a dy So b e ranía. Y ahí abajito: Coca y Te r ri-t o ri o. Eso nos ha permitido tener apoyodel pueblo boliviano. A mí me pre o c u p aque algunos diri g e n t e s, en este mo-m e n t o, no estén por una re i v i n d i c a c i ó nsocial sino por una ambición personal.Esa es la vieja mentalidad. Mi e n t ra sq u e, en el trópico, tal vez este tema dig-nidad ha calado profundamente y noshemos dado cuenta quiénes somos, dedónde ve n i m o s, de nuestros lídere sd e s c u a rt i z a d o s, abandonados, olvida-

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dos… Se g u ramente me has escuchado,en estos últimos días he estado hablan-do fuerte sobre sindicato Estado, Esta-do sindicato. Po rque sindicato era Esta-d o. Ayllu era Estado. Comunidad era Es-t a d o. En t o n c e s, ahora que nos fort a l e-cemos part i d a ri a m e n t e, ganamos auto-ri d a d e s, me hago otro cuestionamiento:estamos perdiendo sindicato Estado,ayllu Estado, comunidad Estado. ¿Y porqué me preocupa todo eso? Po rque an-tes el sindicato, el ayllu y la comunidadresolvían todo. El Estado Colonial noa p a recía. Si aparecía era para hacer tra-bajar y cobra r. Un ejemplo: pre s t a c i ó nvial. Yo era niño, yo he visto. Cada año,cada comunario tenía que trabajar tre sdías para apert u ra o mejoramiento dec a m i n o, y el Estado le daba una papele-ta por eso. Si no tenía esa papeleta dep restación vial no se podía viajar a laciudad. Y en la ciudad estaba la policía yla gente contro l a n d o. Yo he vivido eso.Yo he vivido en Orinoca, usted puedep re g u n t a r. Pe ro el ayllu estaba para eso.Con prestación o sin prestación igualhacía su camino. Estoy hablando delayllu. El sindicato en el Chapare, evi-d e n t e m e n t e. Ahora, cuando hay pro-blema de caminos, la gente reclama ala l c a l d e, el gobernador… Estamos dis-cutiendo esto, lógicamente. El sindica-t o, el ayllu, la comunidad no se puedenp e rd e r. Debemos re c u p e rar lo que éra-mos antes. Lo más importante para mí,por supuesto junto al movimiento indí-g e n a - c a m p e s i n o - o ri g i n a ri o, es pensaren la Pa t ria y no pensar en el sector. So-mos tan diversos geográficamente, ca-da región tiene su propia part i c u l a ri d a dy su propia reivindicación, pero por en-cima de los sectores y las re i v i n d i c a c i o-nes pri m e ro está la Pa t ria.

G L : Debido a dive r s o sf a c t o res acaecidos en losúltimos años, se adviert e(y se sufre) la ruptura delcuerpo social integrado:campo y ciudad. Pe ro Bo-

livia es esa suma: campo y ciudad.¿ Qué se debe trabajar para que el re s-peto re c í p roco entre el indio y elblanco sea parte indisoluble de nues-tra mentalidad?

E M A : Bu e n o, yo creo que en algu-na pregunta hemos hablado bastantes o b re este tema, ¿no? Pe ro, yo saludo

una experiencia de las elecciones delaño 2009. A lo mejor estaba tu hijo.Era la campaña para que yo vo l v i e ra aser pre s i d e n t e. La clase media, la alta,los empre s a rios… En Santa Cruz consus bombos y sus bandas. ¿Qué es loque ha pasado? Hay un cambio dementalidad. Les pregunto por qué sesuman, y me cuentan que habían di-cho: “No nos gusta la cara del pre s i-d e n t e, pero nos gusta su política. Po reso lo estamos apoy a n d o”. Y se cambiade mentalidad en la juventud. Yo diríaque no desprecio eso. Sa l u d o, másbien, porque no se trata de cara s, o co-l o re s. Se trata de propuestas ideológi-cas y, básicamente, pro g ra m á t i c a s.Que beneficien a Bolivia buscandoi g u a l d a d e s. Y honestidad. No s o t ro shemos tenido experiencias en diri g e n-tes sindicales y del MAS que dicen:“A h o ra nos toca. Hay que aprove c h a ral máximo”. Ese es un debate intern o.Tenemos que descolonizarn o s, porq u eesa es la herencia de gobiernos ante-ri o re s. Ahí están esas pugnas en algu-nos depart a m e n t o s, pero felizmentelas estamos supera n d o. Antes se pen-saba que si uno era jefe depart a m e n-tal, automáticamente debía ser sena-d o r, diputado, alcalde, algo… Es unamentalidad.

G L : La necesaria luchacontra la corrupción (unamedida apoyada por to-dos) se ha mezclado conla política. Au t o ri d a d e se l e c t a s , con mayoría re-

gional o local, han sido sustituidascasi de inmediato por procesos judi-ciales seguidos en su contra. En su lu-gar gobiernan quienes no ganaro nesas elecciones. ¿ No hace falta cam-biar la Ley para que la diferencia en-t re lo judicial y lo político quede másc l a r a ?

E M A : Así como autoridades estánsiendo cambiadas, las nuevas tambiénvan a ser cambiadas. Yo estaba re v i-sando algunos datos y no me ave r-g ü e n zo de decir la ve rdad: en este mo-mento hay más alcaldes del MAS en-c a rcelados que alcaldes de la dere c h a ,c l a ro que tenemos muchos alcaldes.Aquí no se castiga solamente a la opo-sición, como dicen cada día. Re v i s e nlos datos.

G L : Pe ro el sentido de la pre g u n-t a , p re s i d e n t e , es que aún el alcaldedel MAS, que es destituido por pro-ceso judicial, también tiene su ma-yoría local. La Ley debería evitarque llegue a elecciones para no fru s-trar a nadie, para respetar a esa ma-y o r í a .

E M A : Hay un tema de fondo acá:Si el alcalde quiere ratificarse haceuna buena gestión, tra n s p a re n t e. Si elalcalde sabe que se va a ir, pre f i e rea p rovechar ese momento. No entien-do cómo podemos caer en ese pensa-m i e n t o. Los buenos alcaldes quiere ns e rvir otros cinco años. Pe ro los malosson el “q u i n c i ñ o”, el “d i ez m e ro”… eld i ez m o, el quince por ciento, claro, ylas empresas son las cómplices. De b e-m o s, más bien, buscar la norma parae s o. Pe ro muchas veces no hay cómod e s c u b rir la coima.

G L : Al margen del nece-s a rio re p l a n t e a m i e n t omundial sobre la cocaí-na que debe realizarse loantes posible (con re s-ponsabilidades claras

para países pro d u c t o res y consumi-d o re s ) , se advierte que el sindicalis-mo de los cocaleros no ha logradof renar la producción exc e d e n t a ria dela hoja de coca. ¿ Esa actitud desbor-dante se debe a una falta de concien-cia política?

E M A : Hay un tema de fondo, ¿no?Antes la reducción, o la erra d i c a c i ó n ,e ra con violencia, ahora es concert a-da. ¿Qué presidente entraba a LosYungas a erradicar? A ve r, dígame.Ni n g u n o. Ahora, ellos mismos hanreducido más de mil hectáre a s. Re-ducción concertada. Esa es la con-ciencia del hermano campesino. Al-gunos sectores son ri va l e s, claro. Al-gunos concertan, reducen, otro sv u e l ven a plantar. Pe ro hay una con-ciencia de que debemos mantener elc a t o. En el Chapare, especialmente.Pe ro hay cierta resistencia, evidente-m e n t e. Tienes razón. Tenemos ra z ó n ,p o rque no toda nuestra coca tienem e rcado legal, hay que decir, hayque limitarse al cato. Pe ro hay quemantener la línea de la concert a c i ó n ,sin balas.

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GL : Las autonomías al-canzadas en nuestro pa-ís parece que ostentan elt riunfo sobre las élitesc riollas re g i o n a l e s . Si ne m b a rg o, todas ellas lu-

cen alicaídas, débiles y todavía inter-mediadas por el gobierno central. Pa r-te de la opinión pública afirma que sup residencia es centralista. ¿ Con quémedidas contundentes piensa dar unimpulso definitivo a estas autonomíasque son el anhelo del pueblo bolivia-n o ?

E M A : Bu e n o. Pri m e ro: lamentable-mente manejaron las autonomías des-de un punto de vista político y, además,de oposición. Les dijeron que mediantelas autonomías iban a re s o l ver el pro-blema de sus pueblos en cada depart a-m e n t o. Yo diría que la autonomía eco-nómica ha ido antes que la autonomíapolítica. En t o n c e s, en este mensaje deque la autonomía era la solución llególa autonomía constitucionalizada, no“c h u t a”, pero la descentralización, quees la tra n s f e rencia de recursos del go-b i e rno central a las re g i o n e s, cuando lasautonomías legales se instaura ron ya sehabía re a l i z a d o, ya no había qué mást ra n s f e ri r, porque toda la economía yaestaba tra n s f e rida. Ahora la gente diceestamos en autonomía pero seguimosen lo mismo. La única forma de cómoconsolidarlas es implementando lascompetencias compartidas y las exc l u-s i va s. Es todo un proceso y cuesta la im-plementación. Hay ejemplos en elm u n d o. Lo que sí debemos recalcar es:autonomía sin división. Au t o n o m í a sp a ra unirn o s. Re c u e rdo el 4 de mayo de2008, las consultas inconstitucionalesque se hicieron. El pueblo lo sabe. Elpueblo se autoconvocó para re c h a z a resas autonomías. Eran ilegales y sepa-ra t i s t a s. Las élites se quedaron sin dis-c u r s o. El gobierno central garantiza lasa u t o n o m í a s, dentro la Ley, pero hayque decirle al pueblo que la economíaya ha sido tra n s f e ri d a .

G L : Altos dignatarios deEs t a d o, y muchos diri-gentes masistas, a f i r-man que el mov i m i e n t opopular boliviano y elMAS como instru m e n t o

p o l í t i c o, no tienen “re c a m b i o” en su li-

d e r a z g o. Que Evo Morales es insustitui-b l e . Eso significa, por lo tanto, que sea b rirá un debate nacional (e intern a-cional) en torno a dos conceptos: l e g a-lidad y legitimidad. ¿ Qué es lo que de-ben entender los bolivianos y el mundos o b re este tema, señor Pre s i d e n t e ?

E M A : No creo que estén en debatelegalidad y legitimidad. Lo que a mí mep reocupa es que todo un proceso gireen torno a una persona. Pa rece que esc u l t u ral eso. En Bolivia y tal vez en elm u n d o. Yo quisiera ver que cualquierapueda sustituir a Evo. Pe ro hay dive r-gencias… Hemos visto al MNR: H, I,A… pero luego, muerto el líder… muer-to el MNR. En t o n c e s, ¿cómo cambiar lamentalidad dentro de un partido? Nodeberían depender de las personas, si-no fundamentalmente de sus pri n c i-pios y pro g rama. Pe ro, ¿por qué esta di-visión? Es ambición. Yo he estado pen-sando: la división es ambición. ¿Cómocambiar de cultura partidista? Ahí tene-mos otra herencia colonial. Yo no quie-ro que dependan del Evo. En los ayllusnunca hay votación. Después nos me-t i e ron el cabildo y la votación. En el ay-llu no hay mayorías ni minorías. El sin-dicato nos ha traído mayorías y minorí-a s. Si todos pensáramos en la felicidadde todos no habría mayorías ni minorí-a s. Cuando hay intere s e s, cuando hayambiciones se dice “a mí me toca”. Esoes import a d o. Lo andino, lo ori g i n a ri o,es distinto. El sindicato ya es distinto.En Lauca Ñ a mí me han derrotado va-rias ve c e s. Yo les he dicho a los compa-ñ e ros que todos son libres de tener sup a rt i d o. A mí me acusan en la oposi-ción de dictador. Eso no es ve rdad. Losc o m p a ñ e ros lo saben, porque muchasveces han ido en mi contra en Lauca Ñ.Alguna vez, durante la re p resión, conun muert o, dos muert o s, un compañe-ro dijo: “Ellos quieren cero hoja de coca,aquí va a ver cero partidos libera l e s.Ve n d e p a t ri a s”. Hemos llegado al discur-so de ese compañero. Ese dolor se vuel-ve discurso político.

G L: Desde la fundaciónde la República (1825),pasando por el arribo aesta democracia conti-nua (1982) y hasta ela d venimiento de su

Presidencia (2005), Bolivia ha recorri-

do un camino de golpes de Es t a d o,guerras y mutilaciones terri t o ri a l e s ,una re volución no terminada y unas e rie de felices conquistas sociales.Tenemos el alma y el ro s t ro forjadosen ese fuego. ¿Qué Bolivia es la que elmundo verá en los próximos años?

E M A : Hay que desarrollar mucho,¿no? Necesitaríamos mucho tiempo. Yodecía: un presidente para dos Estados.Un Estado Colonial que se va, un Esta-do Pl u rinacional que nace. Un Estadoc e n t ralista que termina, un EstadoPl u rinacional con autonomías nace.Una persona: Evo Mo rales que confíaen esta transición. Del liberalismo o delas dictadura s, a una profunda tra n s-f o rmación democrática. No nos equi-vocamos al decir que esta es una revo-lución democrática. Cuando se hablade revolución se piensa en el arma y labala. Nosotros hemos cambiado la ba-la por el vo t o. Es la re volución demo-crática y cultural, ¿ve rdad? Por tanto,esto tiene mucho compromiso con elp u e b l o, mucha esperanza, pero tam-bién sectores más abandonados tie-nen mucho orgullo por este pro c e s o.¿ Qué nos espera? El mundo. Un paísque sea esperanza del mundo enteroen base a nuestros recursos natura l e s.Por supuesto, darles el valor agre g a d orespetando los derechos de la Ma d reTi e r ra. Ese es el debate que tenemos.¿Por qué la esperanza del mundo? Porel litio. Los expertos dicen que la ener-gía generada por el litio nos ayudaría ac o n s e rvar el medio ambiente. Pe ro ellitio se trabajará en Bolivia. Y no queotra vez el tema litio, que el hierro, co-mo el petróleo, pueda ser igual que elcerro rico de Potosí. Por tanto estamoscon el convencimiento de cerrar lasvenas abiertas de América Latina. Queel litio se trabaje en Bolivia para noso-t ros y el mundo. Y que el país tengap roductos ecológicos. Esa es otra in-versión. Yo estoy convencido: si no fal-ta agua en el campo, no faltará alimen-t o s. Eso es inversión pri o ri t a ria parag a rantizar alimento en la ciudad y enel campo. Eso significa que es un paísp ro d u c t o r, no consumidor. Pro d u c t o sque sean de beneficio para la vida delplaneta y para el ser humano.

La Pa z , Palacio Qu e m a d o,17 de marzo, 2 0 1 1 .

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Gonzalo Lema (Ta ri j a - Bolivia, 1959), ba-chiller en Humanidades y Música del InstitutoEd u a rdo Laredo (1976) y Licenciado en Cien-cias Jurídicas y Políticas de la Universidad Ma-yor de San Simón (UMSS, 1985).

Vocal de la Corte Departamental Electoralde Cochabamba (1987-89), Vi c e p re s i d e n t e(1990-91) (1995-96), Presidente (1996-2001) yVocal de la Co rte Nacional El e c t o ral (2001-2003).

Candidato a Alcalde de Co c h a b a m b a(2004) por el Movimiento Al Socialismo (MAS).Concejal Vi c e p residente (2005), concejal(2006-2009) y Presidente del Concejo (En e ro -Mayo, 2010).

Primer Premio Nacional de novela (1998).Anteriormente, Finalista en Casa de las Améri-c a s, Cuba (novela, 1993), Premio Gu t t e n t a g( n ovela, 1983) y Mención Ho n rosa en AndrésBello (cuento, 1976).

Fue considerado uno de los diez jóve n e ss o b resalientes en Bolivia y distinguido con elPremio TOYP de la Cámara Junior (1994).

Tiene publicadas, entre otra s, las siguien-tes novelas: La huella es el olvido, La vida meduele sin vo s, Co n t ra nadie en la batalla, Elmar, el sol y MariSol y la zaga policial completaSantiago Blanco (cuentos y novela).

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