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La arquitectura construida en tierra, Tradición e Innovación Congresos de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2004/2009. Coord.: José Luis Sáinz Guerra, Félix Jové Sandoval Editor: Cátedra Juan de Villanueva, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid ISBN: 978-84-693-4554-2 D.L.: VA-648/2010 Impreso en España Valladolid Septiembre de 2010 Publicación online.

Para citar este artículo: MERAZ QUINTANA, Leonardo; GUERRERO BACA, Luis Fernando; SORIA, Javier. “La casa tradicional de adobe en Yecapixtla, México: Un análisis tipológico”. En: Arquitectura construida en tierra, Tradición e Innovación. Congresos de Arquitectura de Tierra en Cuenca de Campos 2004/2009. [online]. Valladolid: Cátedra Juan de Villanueva. Universidad de Valladolid. 2010. P. 155-166. Disponible en internet: http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones/digital/libro2010/2010_9788469345542_p155-166_meraz.pdf

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155LA CASA TRADICIONAL DE ADOBE EN YECAPIXTLA, MÉXICO: UN ANÁLISIS TIPOLÓGICO

Dr. Leonardo Meraz Quintana Dr. Luis Fernando Guerrero Baca Dr. Francisco Javier Soria López

Cuerpo Académico en Conservación yReutilización del Patrimonio EdificadoDivisión de Ciencias y Artes para el DiseñoUniversidad Autónoma MetropolitanaXochimilco. Mexico D.F. Mexico

V Congreso de Tierra en Cuenca de Campos, Valladolid, 2008

Resumen

Dentro de los componentes del medio culturalque históricamente han resultado ser los mássustentables, se encuentran las construccio-nes que han utilizado a la tierra cruda comomateria prima debido, entre otros factores, aque el material con que se construyen no alte-ra el medio natural ni implica gastos energéti-cos para su elaboración y transformación edi-licia. Por otra parte, las viviendas de tierra sonaltamente eficaces en el control bioclimáticode los espacios por lo que su arquitectura seencuentra plenamente adaptada al medionatural y cultural. Estos valores de la arqui-tectura de tierra han sido conocidos por lamayor parte de las culturas desde tiempos

muy remotos por lo que alcanzaron unaamplia difusión en diversos contextos.

Un ejemplo destacado de esta arquitectura seencuentra en las viviendas tradicionales delos valles de Morelos, México en donde seconservan estructuras y organizaciones espa-ciales y urbanas cuyo origen se remonta a laépoca prehispánica.

En el presente trabajo se detallará la tipologíaconstructiva característica del poblado deYecapixtla en donde se conserva tanto la evi-dencia material de esta arquitectura vernácu-la, como una parte importante del patrimonioinmaterial que constituye el conocimiento delas técnicas constructivas que amalgamaron

LA CASA TRADICIONAL DE ADOBE EN YECAPIXTLAMÉXICO: UN ANÁLISIS TIPOLÓGICO

La arquitectura construida en tierra. Tradición e Innovación. http://www5.uva.es/grupotierra/publicaciones.html ISBN: 978-84-693-4554-2

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ARQUITECTURA CONSTRUIDA EN TIERRA

LEONARDO MERAZ QUINTANA, LUIS FERNANDO GUERRERO BACA, FRANCISCO JAVIER SORIA LÓPEZ

la sabiduría ancestral de las civilizacioneslocales con la cultura edilicia traída por losconquistadores españoles.

Se trata de construcciones en las que eltamaño de los adobes, el diseño de los siste-mas constructivos, las dimensiones de losespacios, las relaciones de vanos y macizos,los dinteles en platabanda, los cuescomates,hornos y temazcales entre muchos otros ras-gos tipológicos, manifiestan la supervivenciade una arquitectura que ha demostradodurante siglos ser plenamente armónica consu entorno.

Dentro de lo que se ha denominado el Tallerde Reutilización de Espacios Preexistentesde la UAM Xochimilco, desde hace variosaños se ha buscado vincular las labores deenseñanza-aprendizaje de la arquitectura conla valoración y salvaguardia del patrimonionatural y cultural. En la presente ponencia sedescriben algunas nociones de las basesconceptuales de esta propuesta pedagógica,así como el resultado desarrollado por la últi-ma generación de alumnos que han sido for-mados bajo esta premisa, en el proyecto des-arrollado en el municipio de Yecapixtla, enparticular en el pueblo cabecera del mismonombre, en el estado de Morelos, México.

Introducción

En el Taller de Reutilización de la UAM-X seoptó, desde hace más de siete años, por tra-bajar en los Valles Altos del Estado deMorelos, por la gran homogeneidad en laestructura urbana de las poblaciones delárea, el carácter predominantemente habita-cional, semirural y tradicional de su arquitec-tura, así como sus notables similitudes forma-les, funcionales y materiales; su lento creci-miento económico y poblacional que hangenerado pocas alteraciones en comparacióncon otros núcleos urbanos cercanos alDistrito Federal. Se definió la región de estu-dio como la parte norte y noroeste del Estadode Morelos, en su límite con el DistritoFederal, los Estados de México y Puebla,donde se une la cordillera del Ajusco con elPopocatépetl. Esta región incluye las valiosaspoblaciones históricas que van desdeTepoztlán hasta Tetela del Volcán yHueyapan.

Es importante mencionar que el área de estu-dio se encuentra comprendida dentro de lazona declarada por la UNESCO comoPatrimonio de la Humanidad desde diciembrede 1994, bajo el nombre de los "PrimerosMonasterios del siglo XVI, sobre las laderasdel Popocatépetl". Además se trata de unaregión que se ha visto afectada por las fre-cuentes lluvias de cenizas del volcán, asícomo por la amenaza latente de una erupciónde mayores proporciones.

Otra razón, de carácter más práctico, que nosha motivado a trabajar en esta área, esenfrentar el ambiente de desinterés, entre lapoblación en general y las autoridades en par-ticular, por la arquitectura histórica y vernácu-la y el alarmante desconocimiento de losmateriales y sistemas constructivos tradicio-nales, que se suelen considerar inseguros,malsanos e incompatibles con la visión pro-gresista del diseño.

En los últimos siete años hemos desarrolladoejercicios de diseño en diversos poblados deesta región en los que persiste un considera-ble patrimonio construido, entre los que des-tacan conjuntos monásticos de gran valor his-tórico y arquitectura vernácula construida conadobe y tapial.

En el proceso de enseñanza-aprendizaje losalumnos desarrollan investigaciones detalla-das, en las que documentan los rasgos cons-tructivos de monumentos principales talescomo templos, conventos y haciendas, perotambién de viviendas vernáculas que constitu-yen la base de la estructura urbana y que,desafortunadamente se están perdiendodebido a la indiferencia que sus pobladoressienten hacia ellas. A partir de la documenta-ción obtenida, los alumnos generan proyectostanto de conservación, restauración y reutili-zación de las obras históricas, como de solu-ciones alternativas al crecimiento y moderni-zación de sus tramas urbanas. Los resultadosobtenidos generan, por una parte un beneficiodirecto para los estudiantes que adquieren unbagaje más amplio de la arquitectura que losayudará en su vida profesional y, en segundolugar, se coadyuva en la valoración progresi-va de la arquitectura histórica.

En particular hemos constatado que los edifi-cios históricos y tradicionales de tierra en esaregión, como en todo México, constituyen un


TRADICCIÓN E INNOVACIÓN


patrimonio cultural muy relevante por susvalores históricos y porque evidencian la per-manencia de los procesos de integraciónarmónica a la naturaleza de la mayor parte delas comunidades vernáculas del país.

Cabe aclarar que no se piensa que la edifica-ción con tierra sea una panacea, un materialconstructivo que resuelve todos los proble-mas. Se trata solamente de un componentede nuestro patrimonio del que es importanteconocer sus cualidades, vulnerabilidad y limi-taciones, para saber cómo actuar ante sudeterioro y poder plantear respuestas innova-doras que contribuyan a resolver los proble-mas de habitabilidad sustentable de nuestropaís. De esta manera, en el Taller deReutilización hemos procurado balancear elregistro y análisis de monumentos de primerorden, tales como los conjuntos monacales yotros monumentos, con esa arquitectura ver-nácula vulnerable y desprotegida que losrodea y complementa.

Historia y medio ambiente

El pueblo de Yecapixtla se encuentra situadoa 80 km de la Ciudad de México, a una alturade 1600 mts sobre el nivel del mar, cuentacon un clima templado que presenta, básica-mente, una estación lluviosa y una seca. Es lacabecera del municipio del mismo nombre.Su población como municipio es de aproxi-madamente 36,500 habitantes, de los cuales14,000 habitan en la cabecera. Sus activida-des comerciales se basan principalmente enla agricultura, el comercio y la ganadería.

Yecapixtla, al igual que muchos asentamien-tos en esa región, presenta una rica historiacon antecedentes que se pierden en el perio-do prehispánico; diversos vestigios arqueoló-gicos encontrados han permitido saber que lazona estuvo ocupada por la cultura olmecaalrededor del año 1500 a.C. Como ya semencionó, (la razón que motivó originalmentenuestro trabajo en esta localidad surgió delinterés por estudiar el importante monasteriode origen agustino construido en el siglo XVI,considerado como parte de la Lista dePatrimonio Mundial y su relación con laherencia constructiva vernácula de adobeque afortunadamente se preserva en laregión).

Existe un debate alrededor del significadotoponímico del nombre de este pueblo que,naturalmente, es de origen prehispánico; laversión más aceptada propone que significa:"la tierra de los hombres y mujeres de narizafilada", haciendo alusión al uso de piedrasatravesadas en la nariz de los guerreros loca-les que les conferían un aspecto agresivo ybélico como defensores de su territorio.

Al igual que el resto de los monasterios edifi-cados durante el siglo XVI, el de Yecapixtlafue fundado como estrategia de reordena-miento político, religioso, y espacial, pocodespués del periodo de la conquista españo-la, en el mismo sitio donde se encontraba unasentamiento preexistente con una poblaciónnumerosa e importante.

Se trataba de un pequeño señorío o "altepetl",de origen Tlahuica y Xochimilca (dos antiguosgrupos étnico-culturales), que se había con-formado por un sistema de pueblos y asenta-mientos menores desde el siglo IX d. C. que,al momento de la llegada de los europeoshacia 1521, estaban sometidos al poderosoImperio de la Triple Alianza del valle deMéxico, al cual tributaban regularmente algo-dón y otras mercancías que el señorío produ-cía.

Dado que los antecedentes más lejanos depoblamiento del área de Yecapixtla se remon-tan a la cultura Olmeca, es decir, varios siglosantes del asentamiento de los Tlahuicas,podemos proponer que, entre las posiblesrazones de este poblamiento tan remoto,sobresale el hecho de que estas tierras pre-sentan características muy favorables a laagricultura por su posición inmediata a laSierra Nevada, que proporciona abundanteagua todo el año, y a su clima templado calu-roso. Además, encontramos que es precisa-mente el factor geográfico el que mejor expli-ca la exacta localización del asentamiento,que se desarrolló al centro de un pequeñovalle, en un punto de confluencia de largas yprofundas cañadas formadas por la erosiónde las aguas que bajan de la Sierra, que leprocuraban seguridad ante posibles ataques yal mismo tiempo le suministraban agua per-manentemente.

Fue así que los padres agustinos, al igual quelos dominicos y franciscanos, eligieron cons-truir sus impactantes conjuntos monásticos


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donde existían comunidades importantes, conel fin de integrar a la población indígena en unmodelo social y urbano con característicasafines al modo europeo con un sentido cen-tralista. El primer monasterio que construye-ron los agustinos fue el de Ocuituco en 1534,en la misma región, y el segundo el deTotolapan de 1536. Fray Jorge de Ávila, famo-so alarife que trazó el convento de Ocuituco,muy posiblemente participó también en laobra de Tlayacapan, que data de 1554 a 1560(Estrada, 1983: 17). Del convento enYecapixtla no se tiene información específicaque pueda determinar su fecha, o fechas, deconstrucción.

La mayoría de las poblaciones fundadas, orefundadas, en este período presentaban unatraza urbana organizada ortogonalmente ycuidadosamente orientada y modulada cuyoorigen ha suscitado diversas especulacionesy polémicas.

Yecapixtla, al igual que muchas otras comuni-dades indígenas, atravesó por procesos decambio y explotación, y fue centro de disputade los intereses de los distintos actores virrei-nales que la llevaron a ligarse con personajestan célebres como el mismo conquistador de

México, Hernán Cortés quién, por poco tiem-po, poseyó los derechos de tributación deeste señorío. Sin embargo, a nuestro juicio,fue la acción planificadora de los agustinos laque dejó la huella más profunda en la crea-ción de la fisonomía urbana y arquitectónicaque nos interesa destacar, pues esta pobla-ción ha mantenido hasta tiempos muy recien-tes, las mismas características que adquirió alser modificada por estos frailes.

Yecapixtla: un caso de urbanismo monás-tico

Estructura urbana y sistema de barrios. Apesar de que los frailes agustinos aprovecha-ron básicamente la red de asentamientos yvías de comunicación que ya existían, notodos los núcleos preexistentes se mantuvie-ron dado que la nueva política estableció lasllamadas "reducciones" o "congregaciones".En ellas numerosas poblaciones menoreseran integradas en una sola, que se denomi-naba cabecera, donde los frailes construíansus conjuntos monásticos y practicaban sudoctrina.

Figura1. Plano de la cabecera de Yecapixtla




Yecapixtla, al final del siglo XVI, presentabauna traza urbana con características similaresa otras poblaciones, donde se instauró unatrama ortogonal con manzanas regulares y elconjunto monástico al centro, con dependen-cias tales como el atrio, claustro, templo,huerta, capilla abierta, capillas pozas y todoslos componentes de esta tipología edilicia.Como en otros poblados, el emplazamientodel convento correspondía con el del centroceremonial prehispánico del que se extrajo elmaterial constructivo después de su destruc-ción.

A su alrededor se presentaba una organiza-ción por barrios que contaban a menudo conuna capilla barrial. La mayoría de estas sub-divisiones urbanas también eran una continui-dad de las prehispánicas y conservaban sunombre asociado sincréticamente al del santopatrono impuesto por los evangelizadores. En

el caso que nos ocupa la traza de los barriosse vio fuertemente marcada y delimitada porla geomorfología de las barrancas del lugar.Dentro de las poblaciones también ocupabaun sitio muy destacado la plaza de caráctercivil que en los asentamientos del siglo XVI sesolía ubicar al frente del atrio del convento. Noobstante, en el caso de Yecapixtla dicha plazase localizó, atípicamente, al oriente del con-junto, es decir en la parte posterior y por lotanto opuesta al atrio y se denominó "plaza dela Tributación", hecho que pondera el caráctercomercial y centralizador que el pueblo pre-sentaba desde el periodo prehispánico, quemantuvo durante el colonial y que hasta lafecha se presenta en sus ferias y "tianguis" omercados que se establecen en días determi-nados en la localidad.

Desde este temprano periodo colonial, se for-maron los barrios centrales y periféricos del

Figura 2. Detalle de la traza del centro de Yecapixtla


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pueblo que a la fecha existen. En el territoriomás amplio del antiguo señorío se mantuvie-ron algunos núcleos que pasaron a ser "visi-tas" del monasterio, en los cuales se preser-van por lo menos cuatro con sus correspon-dientes trazas urbanas originales.

Los barrios y los pueblos. El registro másexacto y análisis de la estructura y formaurbana del pueblo de Yecapixtla, y algunos delos antiguos asentamientos o visitas del áreade influencia del antiguo monasterio, nos die-ron como resultado una interesante relaciónentre la división de sus viejos barrios y la exis-tencia de numerosos cementerios.

La división barrial tiene una relación directacon la organización eclesiástica en parro-quias, estructura que por siglos permaneciócomo soporte de las interrelaciones sociales.Así, los barrios centrales de La Cruz Verde,Tepetlapa, Tlascuapa y La Concepción estánvinculados con la iglesia de San JuanBautista en el monasterio agustino. En tantoque los templos periféricos, algunos con cam-posantos en sus atrios o en su cercanía, seubican en los barrios de San Pablo con lacapilla La Concepción; el barrio de Zahuatlán

con la capilla a Santa Lucía; y el barrio SantaCecilia con la capilla San Marcos.

Sin embargo, los siete barrios pertenecen a laParroquia de San Juan Bautista, como unasola unidad eclesiástica.

En torno a estos barrios de la cabecera, estánlos antiguos pueblos de visita donde registra-mos la misma relación entre los estableci-mientos religiosos y sus cementerios. Seencuentra Achichipico con la iglesia de SanEsteban, Xochitlan con los templos de PadreJesús, San Agustín y Santa Cruz, Pazulcocon la iglesia de Santa María La Asunción yTlamomulco con la iglesia de San Miguel.

La casa de adobe en Yecapixtla

Yecapixtla, como buena parte de esta regióndel estado Morelos cercana a las faldas delPopocatépetl, tiene una gran tradición deconstrucción con adobe, costumbre que des-afortunadamente está desapareciendo acele-radamente. De este modo el medio natural ycultural se ve fuertemente afectado ya quepor desgracia la nueva arquitectura es radi-calmente adversa a las condiciones ecológi-cas y económicas de la región y tiene un fuer-te impacto en la pérdida del patrimonio queconstituye el secular uso de la tierra comomaterial constructivo.

Figura 3. Atrio y portada del monasterio

Figura 4. La construcción con adobe es cada díamenos frecuente en Yecapixtla y las casas tradicio-nales que aún persisten presentan diversas trans-formaciones. En la imagen la ventana a la fachadaha sido cegada y la cubierta de teja se ha sustitui-do por lámina de asbesto-cemento




A pesar de lo anterior todavía es posibleencontrar inmuebles construidos con adobeque mantienen buena parte de sus caracterís-ticas morfofuncionales tradicionales y queson una evidencia de la integración a las con-diciones geográficas que caracterizan el sitio.Entre los rasgos tipológicos que definen lavivienda tradicional de adobe en la localidadpodemos destacar los siguientes:

Construcciones de adobe. El material másusado en la arquitectura tradicional de laregión para construir muros es el adobe asen-tado con barro crudo. Aunque las dimensio-nes de los adobes varían en función de laépoca en que fueron elaborados, los más uti-lizados poseen 52 cm de largo por 36 cm deancho y 9 cm de altura. Están hechos con tie-rra moderadamente arcillosa, que ha sidoestabilizada utilizando paja y estiércol. Elbarro que se emplea procede de bancosnaturales en los que es común la presenciade arenas, limos y una proporción importantede gravas. Esta diversidad granulométrica leda una notable resistencia a los adobesmuchos de los cuales subsisten en asombro-sas condiciones de conservación a pesar dehaber perdido su recubrimiento o nuncahaberlo tenido.

Los adobes son colocados en un aparejo asoga, lo que les confiera a los muros un espe-sor de 36 cm en promedio. La longitud deestos elementos está modulada de maneraque las esquinas presenten un adecuadotraslape de los adobes para que, además deno desperdiciar materiales, se logre unacorrecta transmisión de los esfuerzos.

Rajueleado de las juntas. La mezcla queasienta los adobes recibe durante la construc-

ción, la colocación de pedacería de barro opiedritas en las juntas que sobresale de lasuperficie mural como un elemento de suje-ción del mortero de recubrimiento, y como unaforma de protección ante la intemperie, cuan-do los muros han perdido su revoque.

Muros revocados. Los muros de adobe reci-ben para su protección ante la lluvia y la ero-sión un recubrimiento de cal y arena que sepinta periódicamente. Para ahorrarse trabajoy dinero los pobladores locales sólo realizan elrevoque de aquellos locales que se ven desdela calle, dejando los adobes expuestos o sola-mente pintados a la cal en las partes privadasde las viviendas.

Cimentación de piedra. La estabilidad de lasconstrucciones se debe en gran medida a labuena calidad de las cimentaciones de piedra,las cuales son asentadas con mortero de cal yarena. Las piedras que se utilizan para lacimentación son del tipo ígneo extrusivo por loque resultan notablemente porosas. Aunque

Figura 5. Traslape de los adobes en las esquinas

Figura 6. La rajuela en las juntas no sólo les damás resistencia, sino que mejora la adherencia delrevoque sobre el muro


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esta característica las hace menos resisten-tes que otras rocas presentes en la región,resulta fundamental como sistema de aisla-miento de la humedad del subsuelo. Lasrocas porosas permiten la rápida evaporacióndel agua freática que es absorbida por capila-ridad de manera que los adobes quedan pro-tegidos en su base.

Presencia de sobrecimientos o rodapiés. Lascimentaciones de piedra tradicionalmente hansido edificadas de manera que sobresalgandel terreno natural con lo que además de faci-litar la evaporación del agua antes menciona-da, protegen las bases de los muros de laabrasión derivada del roce de los vehículos,los animales de tracción y los transeúntes, asícomo de las salpicaduras pluviales y de lasavenidas de agua que son frecuentes duran-te las temporadas de lluvia en esta región.

Terrazas y tecorrales. También para proteger-se de las corrientes de agua la mayor partede las viviendas se desplantan sobre unaterraza artificial que eleva los pisos habitablesdos o tres escalones. Para contener losempujes laterales de la tierra que forma laterraza, se construyen unos muros de conten-ción conocidos como tecorrales hechos abase de piedras colocadas a hueso sin mor-tero para permitir el drenado de las áreasaltas.

Habitaciones alineadas en zonas urbanascéntricas. En la zona central del poblado, asícomo en los núcleos de sus barrios, el empla-zamiento de los locales destinados a la estan-

cia y dormitorio dentro de los predios habita-cionales, se suele localizar al paño de las via-lidades y ligados a las viviendas colindantes.Este hecho aunado a la presencia de altasbardas o tecorrales en torno a los patios yhuertas generan paramentos urbanos con ali-neamientos cerrados y continuos.

Habitaciones centrales en zonas urbanasperiféricas. Conforme se va uno alejando delcentro del poblado, los predios son compara-tivamente más extensos y el emplazamientode los locales destinados a la estancia y dor-mitorio se ubica sin seguir regla alguna. Aveces están al paño de las vialidades al igualque en las zonas céntricas, pero casi siemprese localizan cerca del centro del predio sinningún elemento funcional o formal evidenteque determine su ubicación.

Habitaciones de un nivel. Los locales parahabitación están construidos sólo en plantabaja. Esto se debe, entre otras cosas a que lafuerte pendiente dada a las techumbres por locálido del clima y por cuestiones pluviales,obliga a tener muros de gran altura que serí-an inestables si presentaran niveles adiciona-les.

Dinteles escarzanos. Los vanos que confor-man puertas o ventanas presentan una desta-cada solución constructiva para sus dinteles,consistente en el aprovechamiento de losadobes de los muros para funcionar comodovelas de arcos escarzanos. Las construc-ciones que han ido perdiendo su revoqueponen en evidencia la calidad constructiva de

Figura 7. En el centro de la población las casas sealinean a la calle, dejando los espacios abiertoshacia el interior del predio

Figura 8. Arco escarzano en una puerta al interiorde una vivienda




estos notables elementos arquitectónicos,cuyo dimensionamiento por la resistencia delmaterial, incide en el notable parecido propor-cional entre las fachadas.

Vanos enmarcados. Las puertas y ventanasde las fachadas a la calle poseen enmarca-mientos que suelen consistir en una banda deaproximadamente 30 cms. que corre perime-tralmente a los vanos, formando una especiede cenefa continua entre jambas y dintel.Dependiendo de la época de construcción ydel material empleado, se tienen desde mar-cos muy sencillos, apenas insinuados por uncambio de color, hasta destacados altorelie-ves de argamasa o piedra, ornamentados condiversos motivos geométricos o vegetales.

Ventanas pequeñas. Como resultado del sis-tema constructivo de los dinteles escarzanosantes mencionados así como de las condicio-nes climáticas, las ventanas de las habitacio-nes son muy pequeñas en proporción con elárea maciza de los paramentos.Normalmente van de 60 a 100 cms. de anchoy de 90 a 120 cms. de alto. El espesor de losmuros obliga a que se construyan derrameshacia el interior para aumentar la luminosidadde los recintos.

Cubiertas de tejas. A pesar de las modifica-ciones constructivas que se han tenido con elpaso del tiempo, se conservan muchasviviendas con locales cubiertos con tejas cur-vas de barro de fabricación artesanal, soste-nidas mediante apoyo simple. La forma detejado tradicional incluía la combinación dedos tipo de tejas: las curvas de tipo árabe quese colocaban de su parte convexa hacia arri-

ba y unas tejas planas con sus bordes latera-les levantados y que se colocaban debajo delas anteriores para configurar el sistema com-binado.

Techos con una pendiente. Las cubiertas sonde una sola vertiente y se estructuran median-te vigas con separaciones de 50 a 80 cms. ytravesaños ortogonales de carrizos u otates,para soportar las tejas. En años recientesestos elementos de soporte transversal sehan ido substituyendo por placas de barrococido que se colocan sobre las vigas y queademás de requerir menor mantenimientoconfieren a los espacios un mejor aislamientode la intemperie.

Techos inclinados hacia el interior. Aunque setrata de una región predominantemente seca,la época de lluvias presenta precipitacionespluviales muy intensas, por lo que resultaindispensable el rápido desalojo del aguamediante una fuerte pendiente de los techos.

Tapancos. La gran altura de los espacios inte-riores que se deriva de la fuerte pendiente delos techos es ocupada mediante un entresue-lo que sirve como lugar de secado y guardadode los productos agrícolas, además de funcio-nar como una cámara de aire que mantieneconfortables los espacios habitables. El entre-piso del tapanco está hecho de tablas sopor-tadas por vigas y se accede a su parte supe-rior utilizando una escalera de mano.

Pisos de adobe. Un elemento constructivo deorigen prehispánico que ya prácticamente seha perdido es la presencia de pisos en lashabitaciones hechos de adobe. Sobre el suelo

Figura 9. Combinación tradicional de tejas planas ycurvas

Figura 10. Piso de adobe recubierto con una capade barro crudo


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compactado previamente se realizaba el ten-dido de una capa de adobes asentados sobreun barro similar al mortero de liga de losmuros. Estas piezas era protegidas finalmen-te por una capa de barro al cual se le agrega-ba una substancia conocida regionalmentecomo "nejayote". Se trata del líquido quequeda como residuo del tratamiento que se leda al maíz con agua caliente y cal -se conocecomo nixtamalización- la cual facilita su pro-ceso de transformación para la elaboraciónde los platillos que son la base de la alimen-tación en México.

El nejayote tiene almidón de maíz e hidróxidode calcio, substancias que le brindan un ade-cuado nivel de impermeabilidad y resistenciaa los pisos del interior de los locales.

Áreas para huerta. Las zonas localizadas alfondo de las parcelas y por tanto en los núcle-os de las manzanas, se han destinado desdehace muchos años a la siembra de árbolesfrutales y algunas hortalizas para autoconsu-mo. Normalmente ocupan la mayor parte dela superficie de los predios teniendo ademásefectos sobre el microclima de las viviendasen particular y las poblaciones en general. Cuescomates. Este pequeño silo, cuyo origen

se remonta a la época prehispánica, general-mente presenta dimensiones adecuadas parala conservación de la cosecha de maíz obte-nida de una parcela familiar. Se destinan alalmacenamiento y protección del grano con-tra la lluvia, el polvo y principalmente contralos roedores, que no pueden escalar susparedes lisas y extraplomadas.

Es de forma ahuesada, con una base cilíndri-ca de 2 a 3 metros de diámetro que se ensan-cha en su parte media y termina como uncono truncado. La base es de piedras mam-posteadas y cumple tres funciones principa-les: la de cimentación, la de aislamiento con-tra la humedad del suelo y la de proteccióndel muro contra los roedores. La pared peri-metral está constituida de un armazón devaras entretejidas cuidadosamente y recu-biertas por ambos caras con lodo mezcladocon paja finamente cortada.

Antiguamente se construía el techo con hacesde paja tejida y dispuesta de modo muy com-pacto, detalle que le daba un bello aspecto deligereza y continuidad formal, pero por su difi-cultad de fabricación y mantenimiento reque-rido, hoy en día quedan muy pocas de estastechumbres, habiendo sido substituidas porcartón asfáltico o láminas acanaladas. Debidoa la pérdida paulatina de las destrezas yconocimientos requeridos para hacer estoscuescomates, los campesinos los han venidoreemplazando por estructuras rectangulares ocilíndricas de adobe o bajareque con sencillostechos prefabricados de una o dos aguas.

Conclusiones

La arquitectura de tierra constituye uno de loscomponentes más significativos de la culturaconstructiva de México y ha estado presentedesde tiempo inmemorial en las diversasregiones que componen su territorio.

Utilizando la tierra las sociedades prehispáni-cas pudieron adaptarse al medio ambientegenerando espacios que convivían de mane-ra armónica con la naturaleza. A la llegada delos conquistadores españoles esta culturaconstructiva se vio enriquecida por el conoci-miento de sistemas estructurales que permi-tieron dar una dimensión mayor a los espa-cios con lo que la estructura de las ciudadescambió.

Figura 11. Los cuescomates son una herencia deorigen prehispánico de singular valor patrimonial




La arquitectura de tierra surgida a partir deentonces y el espacio urbano que se desarro-lló permaneció prácticamente sin cambios pormás de cuatro siglos gracias a la eficientemanera de resolver las necesidades de unapoblación con un desarrollo fundamentado enuna economía agrícola, que en cierta medidasigue vigente a pesar del paso del tiempo.

Sin embargo, los cambios culturales recientesy sobre todo la introducción de materialesconstructivos comerciales vinieron a alterarde manera irreversible el equilibrio entre natu-raleza y cultura de los poblados rurales.

Yecapixtla es un ejemplo muy significativo deeste proceso debido a que a pesar de la fuer-za de su cultura y el apego a sus tradiciones,

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no han podido escapar a la transformaciónurbana que se fundamenta en la destrucciónde las viviendas históricas, por ser considera-das anticuadas, inseguras e insalubres.

La pervivencia de algunas viviendas de adobees una muestra del error de estos prejuiciospor lo que se hace indispensable su estudio ydocumentación. El trabajo que aquí se ha pre-sentado pretende ser una contribución haciala conservación de un tipo de patrimonio que,a pesar de su riqueza es sumamente vulnera-ble.


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