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La historia

de Jesús

Desde Nazaret donde vivían, José y María, cercano ya el parto de su hijo, llegaron a Belén, la ciudad de David, del que eran descendientes.

El motivo de su viaje —unos 150 km.—, empadronarse allí porque el emperador romano Augusto, como ya había hecho en otras provincias del Imperio, mandó hacer un censo de la población de Palestina. Y allí, año cero, día D, nació Jesús.

Sólo a unos pastores —entonces gente medio indeseable— se dio tan Buena Noticia: el nacimiento del Salvador. También unos orientales, al observaruna estrella extraordinaria, dedujeron que había nacido el Mesías esperado por los judíos. Días después, al verlo en el templo de Jerusalén, dos buenos ancianos —Simeón y Ana—, con la luz del Espíritu, también le reconocieron.

En Nazaret, aldea de Galilea de fama muy regular, vivió alrededor de 30 años como un vecino más. Llegó allá la fama de Juan Bautista —su pariente— y Jesús entendió que era el momento de comenzarsu misión; seencaminó hacia el valle del Jordán para recibir el bautismo de Juan y, al salir del agua, se oyó desde el cielo la voz del Padre: “Este es mi Hijo amado, mi predilecto.”

A partir de entonces, Jesús anuncia con palabras obras, la gran noticia de que Dios ama a todos y de que había llegado el tiempo en que este amor se manifestaba en El. Mucha gente le seguía, pero Jesús escogió a 12 —los apóstoles— para que fueran sus compañeros y para enviarlos después a dar tan maravillosa noticia a todo el mundo. Ellos, dejándolo todo, le siguieron.

Unas veces con ejemplos, otras con milagros, otras hablando con quienes, buenos y no tan buenos, acudían a El. Jesús decía a la gente que Dios es un Padre fenomenal con un corazonazo en el que cabe la humanidad entera —sin diferencias de ninguna clase—, que se desvive porque todos nos enteremos de que somos sus hijos y con El formemos una familia en que nos queramos como hermanos. “¿Veis cómo soy yo con vosotros? Pues así es mi Padre, vuestro Padre.”

Jesús les explicaba también cómo han de vivir cuantos quieran ser buenos hijos de Dios. Y casi volvía a decirles idénticas palabras: “¿Veis cómo me porto yo con vosotros? Haced vosotros lo mismo.” Por eso mismo no le gustaban nada las personas que se sentían orgullosasporque “cumplían” muy bien sus deberes con Dios, pero que, al mismo tiempo, machacaban a los demás; y les decía: “Por ahí no pasa mi Padre, hipócritas. ¡Cambiad de vida!”

Jesús demostró en varias ocasiones su cariño a los niños. En una, por ejemplo, corrigió a los apóstoles porque eran bruscos con ellos y no les dejaban acercarse a El. La más bonita fue un día, en que les llamó la atención porque discutían sobre quién de ellos era el más importante yles dijo que la verdadera grandeza consiste en hacerse como niños ante Dios, con humildad y confianza, y ante los demás demostrando con todos una actitud de servicio y acogida.

Los dirigentes religiosos de los judíos se opusieron a Jesús —no congeniaban con sus ideas y con su manera de entender la vida— y decidieron acabar con El. Primero, logran que Judas le traicione; después le condenan porque decía que erael Hijo de Dios,y luego, ante Pilato, le acusan de revolucionario. Total, que lo crucificaron. Pero Jesús, porque es el Hijo de Dios, ha resucitado, vive para siempre y sigue revolucionando la vida del mundo y de los hombres.

FIN

Texto e imágenes

Revista Gesto, Nº 89

Power Point

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