idealismo practico en medicina de familia

5
REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA 103 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 313 95.235 «Su sentido de la medicina era más cor- dial, más humano que el nuestro. Aún no había desaparecido en ellos, bajo el fárra- go cientifista, el viejo médico familiar. (...) Acaso no sabían más que los que les suce- dieron, pero es seguro que fueron mejores, y, en suma, hasta más sabios; porque nos hemos ido olvidando de que la sabiduría no es sólo saber las cosas, sino también amarlas.» GREGORIO MARAÑÓN Medicina de familia es la práctica médica centrada en la persona, no en la enferme- dad 1 . El médico de familia es el médico personal, médico de cabecera, como se le llamaba en otras épocas. Tiempos pasados cuando la medicina tenía que ser así o no era medicina. No había entonces otros re- cursos para atender al paciente, ni tecnolo- gía que nos pudiera distraer del enfermo para centrarnos en la molestia. Los tiem- pos mudan, el progreso técnico evoluciona, pero el espíritu de la medicina de familia permanece. No obstante, ahora se hace ne- cesario explicar —para enseñar y apren- der— lo que antes se intuía y se practicaba espontáneamente. La medicina de familia tiene ahora la obligación de volverse explí- cita, de presentarse como ciencia con las credenciales que le confieren su cuerpo propio de conocimientos, sus métodos y sus líneas de investigación 2 . No basta la in- tuición o el sentido común. Hay que abrir- se camino para, en versión moderna y ac- tual, promover el protagonismo del paciente frente a la enfermedad. Y en esta misión, sublime, la medicina familiar se engrandece y define su identidad, que es, hoy como siempre, estar al servicio del en- fermo, de la persona. «El médico de familia no es el médico de su estómago, ni de su depresión, ni de su diabetes, ni de su artrosis. Cuida de todas estas cosas, pero es algo más. Es… su mé- dico.» Esta sencilla frase con la que nos co- locamos a disposición de nuestros pacien- tes es tal vez la definición más clara de lo que somos y de lo que hacemos. Algo que el paciente entiende a la primera, que bus- ca con más o menos conciencia, que nece- sita y de lo que se resiente cuando le falta, sin que le sirva de consuelo la técnica más moderna o el creciente progreso médico. La medicina de familia se afirma como es- pecialidad moderna en su afán por recupe- rar el personalismo en la actuación médica. Incorpora el progreso científico, certificado por las evidencias de calidad, lo asimila y digiere para llevarlo, en lenguaje compren- sible, hasta el paciente, hasta su paciente. Porque lo que más caracteriza la actuación del médico familiar no son las molestias que trata, sino las personas de las que cui- da. «Una conciencia frente a una confian- za», reza un viejo refrán. El paciente depo- sita su confianza en nosotros y, para honrarla, bueno será reflexionar brevemen- te sobre nuestra misión. Esa reflexión for- talecerá nuestra identidad y tornará trans- parente el contenido de la ciencia que practicamos. Y es una reflexión que trans- curre por lo que podríamos llamar los 4 pi- lares de la medicina de familia. Son las ba- ses teóricas y, al mismo tiempo, el campo preciso de actuación; son las condiciones necesarias para que la práctica llevada a ca- bo sea, de hecho, verdadera medicina de familia. Una reflexión que ayudará a cons- truir el escenario donde la medicina de fa- milia se hace realidad, se torna idealismo práctico 3 . «Doctor, ¿qué síntoma tengo que sentir pa- ra consultarle?», me preguntó cierta vez una señora en los pasillos de un ambulato- De los principios científicos para la acción: el idealismo práctico de la medicina de familia P. González Blasco Doctor en Medicina. Miembro fundador y Director Científico de la SOBRAMFA (Sociedade Brasileira de Medicina de Família). Brasil. Correspondencia: P. González Blasco. Sociedade Brasileira de Medicina de Família. Correo electrónico: [email protected] Manuscrito recibido el 10 de mayo de 2004. Manuscrito aceptado para su publicación el 10 de mayo de 2004. Palabras clave: Medicina de familia. Principios científicos. Educación médica. El médico de familia es el médico personal, médico de cabecera, como se le llamaba en otras épocas. La medicina de familia tiene ahora la obligación de volverse explícita, de presentarse como ciencia con las credenciales que le confieren su cuerpo propio de conocimientos, sus métodos y sus líneas de investigación. Lo que más caracteriza la actuación del médico familiar no son las molestias que trata, sino las personas de las que cuida. El paciente deposita su confianza en nosotros y, para honrarla, bueno será reflexionar brevemente sobre nuestra misión. Una reflexión que ayudará a construir el escenario donde la medicina de familia se hace realidad, se torna idealismo práctico. LECTURA RÁPIDA Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.

Upload: francisco-javier-pinol-castillo

Post on 14-Nov-2015

191 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Buena explicación de lo que es un Medico de Familia

TRANSCRIPT

  • REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

    103 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 313

    95.235

    Su sentido de la medicina era ms cor-dial, ms humano que el nuestro. An nohaba desaparecido en ellos, bajo el frra-

    go cientifista, el viejo mdico familiar. (...)Acaso no saban ms que los que les suce-dieron, pero es seguro que fueron mejores,

    y, en suma, hasta ms sabios; porque noshemos ido olvidando de que la sabidura

    no es slo saber las cosas, sino tambinamarlas.

    GREGORIO MARAN

    Medicina de familia es la prctica mdicacentrada en la persona, no en la enferme-dad1. El mdico de familia es el mdicopersonal, mdico de cabecera, como se lellamaba en otras pocas. Tiempos pasadoscuando la medicina tena que ser as o noera medicina. No haba entonces otros re-cursos para atender al paciente, ni tecnolo-ga que nos pudiera distraer del enfermopara centrarnos en la molestia. Los tiem-pos mudan, el progreso tcnico evoluciona,pero el espritu de la medicina de familiapermanece. No obstante, ahora se hace ne-cesario explicar para ensear y apren-der lo que antes se intua y se practicabaespontneamente. La medicina de familiatiene ahora la obligacin de volverse expl-cita, de presentarse como ciencia con lascredenciales que le confieren su cuerpopropio de conocimientos, sus mtodos ysus lneas de investigacin2. No basta la in-tuicin o el sentido comn. Hay que abrir-se camino para, en versin moderna y ac-tual, promover el protagonismo del

    paciente frente a la enfermedad. Y en estamisin, sublime, la medicina familiar seengrandece y define su identidad, que es,hoy como siempre, estar al servicio del en-fermo, de la persona.El mdico de familia no es el mdico desu estmago, ni de su depresin, ni de sudiabetes, ni de su artrosis. Cuida de todasestas cosas, pero es algo ms. Es su m-dico. Esta sencilla frase con la que nos co-locamos a disposicin de nuestros pacien-tes es tal vez la definicin ms clara de loque somos y de lo que hacemos. Algo queel paciente entiende a la primera, que bus-ca con ms o menos conciencia, que nece-sita y de lo que se resiente cuando le falta,sin que le sirva de consuelo la tcnica msmoderna o el creciente progreso mdico.La medicina de familia se afirma como es-pecialidad moderna en su afn por recupe-rar el personalismo en la actuacin mdica.Incorpora el progreso cientfico, certificadopor las evidencias de calidad, lo asimila ydigiere para llevarlo, en lenguaje compren-sible, hasta el paciente, hasta su paciente.Porque lo que ms caracteriza la actuacindel mdico familiar no son las molestiasque trata, sino las personas de las que cui-da. Una conciencia frente a una confian-za, reza un viejo refrn. El paciente depo-sita su confianza en nosotros y, parahonrarla, bueno ser reflexionar brevemen-te sobre nuestra misin. Esa reflexin for-talecer nuestra identidad y tornar trans-parente el contenido de la ciencia quepracticamos. Y es una reflexin que trans-curre por lo que podramos llamar los 4 pi-lares de la medicina de familia. Son las ba-ses tericas y, al mismo tiempo, el campopreciso de actuacin; son las condicionesnecesarias para que la prctica llevada a ca-bo sea, de hecho, verdadera medicina defamilia. Una reflexin que ayudar a cons-truir el escenario donde la medicina de fa-milia se hace realidad, se torna idealismoprctico3.Doctor, qu sntoma tengo que sentir pa-ra consultarle?, me pregunt cierta vezuna seora en los pasillos de un ambulato-

    De los principios cientficos para la accin: el idealismoprctico de la medicina de familia

    P. Gonzlez Blasco

    Doctor en Medicina. Miembro fundador y DirectorCientfico de la SOBRAMFA (Sociedade Brasileirade Medicina de Famlia). Brasil.

    Correspondencia: P. Gonzlez Blasco.Sociedade Brasileira de Medicina de Famlia.Correo electrnico: [email protected]

    Manuscrito recibido el 10 de mayo de 2004.Manuscrito aceptado para su publicacin el 10 demayo de 2004.

    Palabras clave: Medicina de familia. Principioscientficos. Educacin mdica.

    t

    El mdico de familia es elmdico personal, mdicode cabecera, como se lellamaba en otras pocas.

    t

    La medicina de familia tieneahora la obligacin devolverse explcita, depresentarse como cienciacon las credenciales que leconfieren su cuerpo propiode conocimientos, susmtodos y sus lneas deinvestigacin.

    t

    Lo que ms caracteriza laactuacin del mdicofamiliar no son las molestiasque trata, sino las personasde las que cuida.

    t

    El paciente deposita suconfianza en nosotros y,para honrarla, bueno serreflexionar brevementesobre nuestra misin.

    t

    Una reflexin que ayudara construir el escenariodonde la medicina defamilia se hace realidad, setorna idealismo prctico.

    ss

    LECTURA RPIDA

    s

    Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • 314 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 104

    Gonzlez Blasco P.De los principios cientficos para la accin: el idealismo prctico de la medicina de familiaREFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

    rio pblico. Puede usted consultarme so-bre lo que quiera. Cuidamos de personas.No se preocupe de los sntomas, le res-pond de inmediato. Eso es, en lenguajepopular, lo que llamamos atencin prima-ria, el primero de los pilares de nuestra re-flexin. Atencin primaria es la puerta deentrada al servicio de salud, el primer con-tacto del enfermo que, sin saber lo que tie-ne, quiere un mdico que le cuide y orien-te. Como deca un viejo profesor, somos losmdicos de sentirse mal. Cuando las per-sonas tienen dolor de cabeza consultan alneurlogo; si sienten dolor en el pecho,buscan al cardilogo, y al traumatlogo, oquiz al reumatlogo, se le consulta cuandoel dolor es en la espalda. Pero si se sientenmal nos consultan a nosotros. Basta sen-tirse mal, o quiz tener miedo de sentirsemal, o estar asustado porque un conocidose sinti mal.Estar abierto para cualquier consulta y condisposicin para lo que va a entrar por esapuerta, como deca un colega tambinmdico de familia, no es una simpleza, sinola postura correcta para actuar competente-mente en atencin primaria. Sabemos quelas cosas comunes son corrientes, y las mo-lestias raras se presentan muy de tarde entarde. Tambin sabemos que los sntomasiniciales de lo complejo y lo sencillo se en-trelazan y confunden al inicio de las enfer-medades. Nos sentimos cmodos tratandoy cuidando, al tiempo que esperamos laevolucin sindrmica, sin que nos inquietela falta provisional de diagnstico o el re-traso de unos anlisis y la precisin anato-mopatolgica. Habr quien no consiga ac-tuar sin tener el diagnstico, o piense quees peligroso para el enfermo. Usted diceque casi la mitad de los enfermos que leconsultan la primera vez salen sin diagns-tico me dijo un estudiante cierta vez.Eso es muy peligroso, no? No me diotiempo de constestar; lo hizo un compae-ro, mdico de familia con experiencia queestaba a mi lado: No te creas, joven. Lopeligroso es colocarle el diagnstico a laprimera.Diagnstico secuencial, ponderacin sin-drmica o, como dicen los anglfonos,watchful waiting, una espera atenta, cario-sa y cientfica a la vez, donde observamos laevolucin de la molestia mientras vamosconociendo a la persona, que nos orienta al

    diagnstico correcto y al tratamiento efi-caz. Medicina centrada en la persona, sa-biendo que conocerla es tan importante a veces ms que conocer la molestia quela persona padece4. Relacin clara, disposi-cin de ayudar y de comprender el univer-so del enfermo en todas sus variables, te-niendo conciencia de que la enfermedadque afecta al cuerpo y la mente tambin seve afectada por las circunstancias familiaresy sociales para cristalizar, con expresinnica, en aquella persona, en aquel enfer-mo. La enfermedad es siempre de la perso-na, de aquella persona5,6.Y cmo se ensea a actuar as?, podemospreguntarnos contemplando el panoramaabsolutamente fragmentado de la educa-cin mdica universitaria. La pregunta nosintroduce en la segunda cuestin que con-tribuye a definir nuestra identidad. Laeducacin mdica es el segundo pilar sobreel que se apoya la medicina de familia. Losmotivos histricos son claros y comprensi-bles cuando se piensa en el proceso de ins-talacin de la medicina familiar comociencia y como especialidad. La construc-cin acadmica de un nuevo paradigma deprctica mdica centrada en la persona,no en la enfermedad requiri, para con-quistar credibilidad en el ambito mdicouniversitario, pensar en el proceso educa-cional y solicitar la colaboracin de educa-dores y pedagogos. Esta colaboracin es-trecha, que en varios pases cristaliz ensociedades de profesores de medicina defamilia (consultar: www.stfm.org), confi-gura al mdico de familia como un educa-dor que piensa, en primer lugar, en el mo-delo mdico que su especialidad propone,pero tambin en el proceso educacional delalumno de medicina, tornndose as un co-laborador importante en la formacin inte-gral de los futuros mdicos. Basta consultarlas publicaciones especializadas en educa-cin mdica para ver que los mdicos defamilia ejercen un importante protagonis-mo en este tema.Muchos son los frutos que produce la es-trecha colaboracin entre la medicina defamilia y las cuestiones relativas a la educa-cin mdica. El mdico de familia ve al pa-ciente antes de ver la molestia, porque elpaciente es la clave que orienta su accinmdica. Igualmente es el alumno consus expectativas, dilemas, dudas y proceso

    t

    Como deca un viejoprofesor, somos losmdicos de sentirse mal.Basta sentirse mal, o quiztener miedo de sentirsemal, o estar asustadoporque un conocido sesinti mal.

    t

    Nos sentimos cmodostratando y cuidando, altiempo que esperamos laevolucin sindrmica, sinque nos inquiete la faltaprovisional de diagnsticoo el retraso de unosanlisis y la precisinanatomopatolgica.

    t

    Diagnstico secuencial,ponderacin sindrmica o,como dicen los anglfonos,watchful waiting, una esperaatenta, cariosa y cientficaa la vez, donde observamosla evolucin de la molestiamientras vamosconociendo a la persona,que nos orienta aldiagnstico correcto y altratamiento eficaz.

    t

    Y cmo se ensea a actuaras?, podemos preguntarnoscontemplando el panoramaabsolutamente fragmentadode la educacin mdicauniversitaria.

    ss

    LECTURA RPIDA

    s

    Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • 105 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 315

    Gonzlez Blasco P.De los principios cientficos para la accin: el idealismo prctico de la medicina de familia REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

    permiten un mejor conocimiento del serhumano. Por eso, cultivar las humanidadesno es un apndice cultural o una aficin,sino una verdadera necesidad, como lo sontambin los diversos saberes tcnicos ac-tualizados.La palabra humanizacin est de moda.El deseo que anima las continuas campa-as de humanizacin en hospitales, clni-cas y servicios de salud es probablementesincero. Sin embargo, con frecuencia faltala ciencia que construya una humanizacinreal, verdadera y sustancial sobre la actua-cin mdica. Se adoptan soluciones super-ficiales que ornamentan el ambiente perono llegan hasta el ncleo de la persona, delenfermo, que no se siente cuidado ni indi-vidualizado con afecto. No se compensa lafalta de atencin y de inters con msicaambiente, plantas y cuadros en las paredes.Las soluciones fast-food de humanizacinque se ofrecen al enfermo a cambio decomprensin y hasta de educacin se vuel-ven ridculas, cuando no ofensivas.El humanismo es una actitud innata a laprofesin mdica. Un mdico sin huma-nismo es algo muy prximo a un mecnicode personas, por muchos ttulos que tenga.El conocimiento cientfico no le habilitaautomticamente para cuidar a quien, porsentirse frgil a causa de la enfermedad,posee especial sensibilidad para juzgar es-tos predicados. Y es que el enfermo nuncapodr valorar cientficamente al mdicoque le atiende, ni ser capaz de ponderar susaber tcnico. La nica valoracin que elpaciente hace del mdico y en esto esabsolutamente certero es sobre su cali-dad como persona, es decir, su capacidadhumanista8.El humanismo no es privilegio de la medi-cina de familia, ni sta reclama el monopo-lio de la humanizacin. Deben practicarlatodos los mdicos y ensearse a los estu-diantes, profesionales del futuro. Si un es-pecialista ser valorado por sus pares en laespecialidad por las competencias especfi-cas que debe tener, el mdico de familia loser por su capacidad de relacin con susenfermos. En otras palabras, el humanis-mo, que es recomendable a todos, es con-dicin de supervivencia para el mdico fa-miliar. Carecer de humanismo es sinnimode incompetencia. Y, as como se exige ac-tualizacin en los diversos saberes mdi-

    de aprendizaje el que orienta al mdicode familia como profesor. As, el aprendi-zaje basado en problemas cuya mejorversin es el paciente real, colocado encontacto con el alumno; el profesor comomodelo que estimula el potencial vocacio-nal en el alumno; la atencin para la edu-cacin afectiva del estudiante; el ejemplosimultneo de cmo se ejerce la medicinacon competencia y tica, con ciencia y ar-te; saber ensear mientras se ejerce la me-dicina mostrando, en la prctica, cmo seintegran los diversos saberes mdicos esel terreno adecuado donde el mdico de fa-milia se desenvuelve como profesor.Lo que se inici hace ms de 30 aos co-mo una necesidad para conquistar credibi-lidad y mostrar seriedad acadmica de unanueva especialidad es actualmente condi-cin sine qua non, un verdadero consenso.No se puede, hoy da, ejercer la medicinade familia en el mbito universitario sinpensar en educacin mdica. La conviven-cia de profesor y alumno, en el mbito dela medicina familiar, se ha hecho tan estre-cha como la del mdico con sus pacientes.Descuidar este aspecto privara a las facul-tades de medicina de la importante cola-boracin de quien es un educador genuinoy pondra en riesgo no slo la continuidadde la medicina de familia como especiali-dad, sino su propia identidad, su compro-miso educacional7.Se comprende fcilmente el paralelismoque existe entre el paciente y el alumno pa-ra el mdico de familia como mdico y co-mo profesor cuando se recuerda que el ob-jetivo de su actuacin es la persona, el ser humano. Esta mirada antropolgica ejerciendo la medicina y enseandointroduce el tercer pilar de la medicina defamilia en nuestra reflexin: el humanismomdico. Humanismo no es dar solucionesfilosficas a las enfermedades, como unafuga de la competencia cientfica. Huma-nismo no es cultivar un diletantismo queadorne, superficialmente, una prctica m-dica tecnicista. Humanismo es, antes quenada, tener presente de modo prctico yreal que el objeto de la actuacin mdica esun ser humano, una persona, aquella per-sona, nica e irrepetible. Y para no olvidaresto, y para conocer mejor a la persona ensu riqusimo espectro, el mdico de familiautiliza todos los recursos necesarios que le

    t

    La construccin acadmicade un nuevo paradigma deprctica mdica centradaen la persona, no en laenfermedad requiri,para conquistar credibilidaden el ambito mdicouniversitario, pensar en elproceso educacional ysolicitar la colaboracin deeducadores y pedagogos.

    t

    As, el aprendizaje basadoen problemas es el terrenoadecuado donde el mdicode familia se desenvuelvecomo profesor.

    t

    La convivencia de profesory alumno, en el mbito dela medicina familiar, se hahecho tan estrecha comola del mdico con suspacientes.

    t

    Esta mirada antropolgicaejerciendo la medicina yenseando introduce eltercer pilar de la medicinade familia en nuestrareflexin: el humanismomdico.

    t

    El humanismo es unaactitud innata a la profesinmdica.

    t

    La nica valoracin que elpaciente hace del mdicoy en esto esabsolutamente certeroes sobre su calidad comopersona, es decir, sucapacidad humanista.

    ss

    LECTURA RPIDA

    s

    Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • cos, tambin se le exigir un permanentecrecimiento en la dimensin humanista. Silos especialistas tienen que dedicar tiempoa actualizarse en nuevas tcnicas, el mdi-co de familia tendr que invertirlo paraconstruirse como humanista.El mdico de familia se construye en la re-flexin humanista y se perfecciona comoespecialista en vnculos, como experto enrelaciones, como conocedor del ser huma-no, que con frecuencia enferma y necesitacuidados. El carcter reflexivo de la medi-cina de familia es una marca registrada quese acopla al tercer pilar de nuestra refle-xin. Y practicando lo que con acierto seha denominado ejercicio filosfico de laprofesin crece en conocimiento propio,que es la dimensin profunda del verdade-ro humanismo. Para no olvidar que elotro, el paciente, es un ser humano, esnecesario recordar que yo, mdico, soyhumano y no puedo ni debo abdicar de se-mejante condicin. El ejercicio filosficode la profesin es lo que los pensadores an-glfonos denominan reflective practitioner,otro de los trazos caractersticos del mdi-co de familia. Y en esa actitud reflexiva elmdico de familia integra su conocimientocientfico, la sabidura para aplicarlo, el en-tendimiento del mundo del paciente y laconstruccin de su propia persona, en unacto nico que unifica esos 4 cuadrantesdel conocimiento mdico9.La actitud reflexiva que fomenta el conoci-miento propio nos conduce hasta el cuartopilar de nuestra reflexin: la formacin delderes. Instalar un nuevo paradigma deatencin mdica implica contar con lde-res, esto es, con formadores de opinin,con elementos que sepan crear, soar, eje-cutar y convocar seguidores en torno de unideal. Pero el liderazgo verdadero comien-za por uno mismo, supone ser lder de unomismo, conductor del propio destino. Sa-ber quin somos y qu queremos es condi-cin imprescindible para arrastrar a otros eimplantar ideas nuevas10. Necesitamos l-deres para poder construir la medicina defamilia con seriedad. Lderes que tenganorgullo de ser lo que son, mdicos de fami-lia por opcin vocacional, porque esa fue sudecisin profesional. No se puede cons-truir nada serio y duradero con material dederribo, con restos. No se puede construirla medicina de familia con quien no la es-

    cogi, que se encuentra en ella por falta deotra opcin, porque no consigui ser espe-cialista. La medicina centrada en la perso-na que nuestra especialidad propone nopuede apoyarse en una prctica generalistainundada de sentimientos de frustracinde quien quera ser especialista y no pudoserlo11.Liderazgo significa entender la grandezade la misin que nos ha sido encomenda-da. Cuidar de personas, en todo el espectroriqusimo que el ser humano ofrece, y ade-ms ser testigos cualificados de historias devida, no puede convivir con sentimientosde mediocridad. Necesitamos crecer, cuali-ficarnos, mostrar competencia profesional,seriedad cientfica. Necesitamos establecercentros de excelencia en formacin conti-nuada, proyectar a nuestros investigadores,publicar los resultados de nuestros trabajosvenciendo el conformismo o la dificultadde traducir en parmetros mensurables loque, con emocin, comprobamos diaria-mente: que conseguimos mejorar la vida delas personas que cuidamos. Necesitamosformar profesores que enseen en la uni-versidad, que sean modelos reales y que,entusiasmados con su profesin sabien-do lo que son y lo que quieren, despier-ten entre los estudiantes liderazgos futurosy lleven a la continuidad vigorosa de nues-tra especialidad12.Liderazgo es saber convivir con todos,agregar valores, ser positivos, promover laciencia mdica al servicio del enfermo, yaque es se el verdadero sentido de la profe-sin. Aglutinar los saberes, promover la sa-lud y tornarla accesible a todos, sin distin-cin de raza, credo o cultura. Es evidenteque para ejecutar todo esto y, sobre todo,para permitirse soarlo antes hacen fal-ta lderes que tengan un entusiasmo apa-sionado por la medicina de familia y quehayan sabido hacer de ella una opcin devida; algo que alcanza una distancia infini-tamente mayor que los compromisos pol-ticos o las gestiones administrativas deprctica profesional, universo gris donde,por falta de lderes adecuados, quedan se-pultados los verdaderos ideales de la medi-cina familiar. Reducir la medicina de fami-lia a polticas de sanidad o a programas desalud pblica es amputarla en lo que tienede ms genuino: el cuidado de la persona.Y si los mdicos familiares pueden capaci-

    316 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 106

    Gonzlez Blasco P.De los principios cientficos para la accin: el idealismo prctico de la medicina de familiaREFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

    t

    Carecer de humanismo essinnimo de incompetenciaPara no olvidar que elotro, el paciente, es unser humano, es necesariorecordar que yo, mdico,soy humano y no puedo nidebo abdicar de semejantecondicin.

    t

    Instalar un nuevoparadigma de atencinmdica implica contar conlderes, esto es, conformadores de opinin, conelementos que sepan crear,soar, ejecutar y convocarseguidores en torno de unideal.

    t

    Necesitamos lderes parapoder construir la medicinade familia con seriedad.

    t

    Necesitamos formarprofesores que enseen enla universidad, que seanmodelos reales y que,entusiasmados con suprofesin sabiendo loque son y lo que quieren,despierten entre losestudiantes liderazgosfuturos y lleven a lacontinuidad vigorosa denuestra especialidad.

    t

    Reducir la medicina defamilia a polticas desanidad o a programas desalud pblica es amputarlaen lo que tiene de msgenuino: el cuidado de lapersona.

    ss

    LECTURA RPIDA

    s

    Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • tarse para cuidar de comunidades es por-que antes, y en todo momento, saben cuidar de cada una de las personas quecomponen esa comunidad. Primero lo in-dividual, la persona; despus, slo despus,lo colectivo.Los 4 pilares de la medicina de familia atencin primaria, educacin mdica,humanismo y formacin de lderes sonsimultneamente apoyo y norte de accin,bases tericas que garantizan la identidadde los valores y estrategias de actuacin;son combustible y engrenaje que permitenel funcionamento de lo que con expresinfeliz se denomin el idealismo prcticode la medicina de familia13. Un idealismohecho realidad que encuentra en la perso-na paciente, alumno y mdico que se au-toconstruye con sabidura humanista supunto de convergencia. Un idealismo prc-tico que es antropologa activa que, conciencia y arte, sabe cuidar, marca la dife-rencia en la vida del enfermo y es privile-gio para los que somos llamados a practi-carla.

    Bibliografa1. Stewart M, Belle Brown J, Wayne Weston W,

    McWhinney IR, McWilliam CL, FreemanTR. Patient-centered medicine: transformingthe clinical method. Thousand Oaks: SagePublications, Inc., 1995.

    2. McWhinney I. A textbook of family medici-ne. New York: Oxford University Press, 1997.

    3. Roncoletta AFT, Moreto G, Levites MR, Ja-naudis MA, Blasco PG, Leoto RF. Princpiosda medicina de famlia. So Paulo: Sobramfa,2003. Disponible en: www.sobramfa.com.br

    4. Mc Cormick J. The death of the personaldoctor. Lancet 1996;348:667-8.

    5. McWhinney I. The importance of being dif-ferent. Part I: the marginal status of familymedicine. Can Fam Physician 1997;43:193-5.

    6. McWhinney I. The importance of being dif-ferent. Part II: transcending the mind-bodyfault line. Can Fam Physician 1997;43:404-6.

    7. Blasco PG. Medicina de famlia & cinema:recursos humansticos na educao mdica.So Paulo: Casa do Psiclogo. 2002. Disponi-ble en: www.sobramfa.com.br

    8. Blasco PG. O mdico de famlia, hoje. SoPaulo: Sobramfa, 1997. Disponible en:www.sobramfa.com.br

    9. Stange K, Miller WL, McWhinney I. Deve-loping the knowledge base of family practice.Fam Med 2001;33:286-97.

    10. Bogdewic S. The questioning machine. FamMed 2002;32:670-2.

    11. Blasco PG. Medicina de famlia: cincia e artecom metodologia acadmica. Videtur [revistaelectrnica], julho 2003, n. 22. Disponible en:http://www.hottopos.com/videtur22/pablo.htm

    12. World Organization of Family Doctors(WONCA) & World Health Organization(WHO). Improving health systems: the con-tribution of family medicine. A guidebook.(Collaborative project of the World Organi-zation of Family Doctors-WONCA & WorldHealth Organization-WHO.)

    13. Bogdewic S. Practical idealism: a blueprint forcaring. Fam Med 2000;32:372-5.

    111 | Aten Primaria 2004;34(6):313-7 | 317

    Gonzlez Blasco P.De los principios cientficos para la accin: el idealismo prctico de la medicina de familia REFLEXIONES EN MEDICINA DE FAMILIA

    t

    Los 4 pilares de la medicinade familia atencinprimaria, educacin mdica,humanismo y formacin delderes sonsimultneamente apoyo ynorte de accin, basestericas que garantizan laidentidad de los valores yestrategias de actuacin;son combustible yengrenaje que permiten elfuncionamento de lo quecon expresin feliz sedenomin el idealismoprctico de la medicina defamilia.

    n

    ss

    LECTURA RPIDA

    Documento descargado de http://www.elsevier.es el 10/04/2015. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.