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PRINCIPIOS

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IJE LOJ'ALmfNOS IJE LA ACAIJEMIAI

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de Cadiz.

ADVERTENCIA.L y- ~

Como quiera que todos los tratados elemen-tales de Arquitectura que hai impresos, unosson incorrectos y defectuosos en sus sombras,otros voluminosos y de mucho coste; y ningu...no reune todas las cualidades necesarias paralainstruccion de los que se dedican á tan im...portante estudio; la Acade¡nia de Nobles Artesde esta ciudad, celosa del bien de sus compatri...cios y del mas ex6cto desempeño de sus debe...res, ha determinado coordinar y publicar á susexpensas para el uso de sus alumnos este tra-tado elemental. En él SE ha seguido el sistemade Pignola; y la construccion y proporcionesse han tomado de Delagardette; mas con algunavariacion. 1.101'exemplo: haber grabado todas susláminas á una sola línea, por producir mejorefecto; presentar completos los p6rticos de dosarcos; aiíadir por entero las plantas de los ca-piteles; una lámina al principio de la obra conlos cinco 6rdenes de Arquitectura, y otra con elornato de los paj/ones. Los templos y portadas

de lJelagardette se han suprimido, por juzgarsemas útil que los alumnos los copien de J7itrubioy Paladio en escala mayor. Se ha omitido eltratado de sombras; p{)rque es mas ventajosa lafnsefÍanza de ellas con la explicacion verbal ylos modelos de bulto; y tambien los elementos degeometria, en atencion á que lQSque se dediquenal estudio de la Arquitectura deberán tener estosconocimientos.

Aunque en lo sustancial se ha seguido el sis-tema de Yignola, se han consultado asimismolas mejores obras de este arte; por manera, queen este tratado se hallan reunidas las ideas masÚtiles 6 convenientes á la instruccion, y ademasen un apéndice se presenta una série de prin-cipios ó máxzmas generales para servir de guiaá los que se dediquen á la Arquitectura, y dar-les á conocer el verdadero buen gusto de ella.Se ha procurado que la explicacion sea clara,ex6cta y concisa; y aunque el fundamento éidea de estos principios no son nuevos, la Aca-demia cree tener la satisfaccion de presentar ásus alumnos para su instruccion un tratado com-pleto de los elementos de .drquitectura.

APROB.1CION DE L.l ACADE.LWIA.3

Habiendo la Academia de N ohles Artes deCádiz determinado, en junta de 1.° de agostode 1812, qne luego que se hallase concluidoel tratado de Principios de Arquitectura, dis-puestos y arreglados por su conciliario y secre-tario Don Tomas de Sisto, pasasen al exámen delos directores de la clase de Arquitectura, y ob-tenida que fuese su aprobacion se imprimiese ypublicase para el uso de sus alumnos, se vcri-fic6 esta resolucion en 22 de diciembre de 1B 12,remitiéndolo á los expresados directores, quienesen su contestácion se expresan del modo siguiente:

"Hemos visto y examinado cuidadosamente*J,eltratado de Principios de Arquitectura, dis-"puestos por el Señor secretario de esta Academia;

"Y hallándolos en un todo conformes con los prin-"cipios del arte, y sus láminas bien entendidas

"1 executadas, teniendo al rnismo tiempo una'~explicacion clara 1 met6dica; lo juzgamos mui"aprop6sito para la enseñanza de los alumnos"de dicha clase; mucho mas, cuando en el mismo"tratado se les ofrece. oportunamente y con el.

' d ,. d lA 1"meJor or en una serte e maXlmas genera es"para el ornato, suficientes á mostrarles el ca-"mino del buen gusto y apartarlós de lo vicioso

"Y repugnante en la decoracion. Y para qu~"conste lo firmamos hoi dia de la fecha en Cá-"diz. =Pedro Angel de Albizu: director.=ToroA"cuato José Benjumeda:' teniente-director."

P.RllVCIPIOS DE ARQUITECTURA5

SEGUN EL SISTEMA DE rIGNOLA..

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CAPITULO PRIMERO.

De la Arquitectura en general y partes en que

se divide"

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Llámase Arquitectura en general el arte' deedificar: esta ciencia abraza todos los ramos quetratan de la edificacion ; y, segun aquel á quese aplica, le acompaña un adjetivo, que es el quedetermina la parte de que trata. Por exemplo:si se construyen templos, palacios, teatros; ea..sas &c. se llama Arquitectura civil: si se hacenmáquinas para mover aguas Ó fluidos; A.rquitec..tura hidráulica: si se construyen embarcacio...nes, Arquitectura napal ~ y si; por último, se ha-cen fortalezas para defensa de los pueblos, Arqui-tectura militar 6 Fortijicacion.

Aun cuando para hablar con propiedad se de..heria siempre expresar si la Arquitectura de quese trata es civil; militar; naval ó hidráulica;siendo la mas practicada y general la civil., seentiende esta cuando solo. se dice Arquitec-tura.

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6" .

CAPITULO SEGUNDO.

De la Arquitectura civil.

Así como la Arquitectura se dividió en cuatroramos~ del mismo modo la civil se divide en tres.Lo prin1ero que se presenta á nuestra in1agina-cion en cualquiera edificio que va á construir...se, sea casa ó palacio &c. son las piezas ó habi..taciones en que debe dividirse para su mayor co..modidad:> á lo que se llama distribucion: lo se-gundo que se advierte es la robustez de los murosy paredes, y calidad de los materiales; y á estose llama edijicacion: lo tercero es el ad.orno quedebe tener el edificio para hacerle a'gradable á lavista, á lo que se llama decoracion.

Siendo esta parte de decoracion la única quese enseña en esta Academia. de Nobles Artes, selimitan estos Principios á la sola explicacion deeste ramo, siguiendo en su delineacion y propor-ciones el sistema de Vignola.

,CAPITULO TERCERO.

De los 6rdenes de Arquitectura en general.

Entre la multitud de invenciones que se hauhecho para adornar los edificios, se han distin-guido cinco, que por su belleza han sido gene..ralmente preferidos á los otros: á estos 10i) hanllamado los arqui teclos Ordenes de Arquitectura;

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7Y para lstlngulr os entre 81 os . an designadocon los nombres de su orígen Tosoono, DÓl'ico,J6nico, Corintio, y Compuesto. Y así , la dennicionde Orden en la Arquitectura es la colocacian ar-reglada de muchas bellas partes, llamadas miecn-bros , y de cuyo conjunto resulta la armonía deltodo que componen.

Aunque tod os cinco son di versos en sus prüeporciones y adorno3, todos guardan cierta seme-janza en el sistema general: esto es, cada unotiene tres cuerpos principales, que son colulnna,entablamento, 'J pedestal.

Columna es un sólido de planta circular, quese coloca á plomo, y stostiene al entablamento,Pedestal es un paralelepípedo, sobre el que est:tcolocada alguna cosa. Entablamento, Cornison, <JCornisamento es el techo con que se cubre eledificio.

Cada una de estas tres partes principales sesubdivide en otras tres, del modo siguiente: lacolumna, á que se da el nOlnbre de primer miem-bro ~ consta de otros tres, que son Capitel, Basay Fuste.

El Capitel de la colulnna es el conjunto deadornos Ó lnolduras que tiene en su parte Sil-

.perlor.

La Basa de la columna es el rodapié que estáen la parte inferior de ella.

Fuste es la parte casi cilíndrica de la colum-na, qne se halla entre el, capitel y la basa. .

El fuste es mas delgado en su parte supenor

8que en la inferior: esta se llama Imoscapo, y aque-lla Sumoscapo.

El Cornisamento, 6 segundo miembro, se sub-di vide en otras tres partes, que son Arquitrabe;Friso, y Cornisa.

Arquitrabe es un cuerpo que corre horizon-tahnente sobre los capiteles de las columnas, ysobre el que deben estribar las cabezas de las vi-gas que han de forinar la techumbre del edificio.

Friso es una faxa, que corre paralela é inn1e-diata al arquitrabe., y gue representa el espacioque ocupan las cabezas de las vigas: en él sesuelen entallar varios adol'nos mezclados con fi-guras de animales y baxos-relieves.

Cornisa es la parte superior del cornisamento~que tambien corre paralela al arquitrabe y friso,y representa la cubierta del edificio. Esta fYclrtese avanza mas que las otras para evitar que laslluvias perjudiquen á las que están debaxo.

El Pedestal, 6 tercer miembro, se divide enotras tres partes, que son Basa, Cornisa y Dado~

La Basa en el pedestal la componen las mol-duras de su parte iI1ferior.

La Cornisa del pedestal son las nl0lduras de

.Ell parte superior, y este nombre se aplica ge-neraln1ente á toda parte voladiza que corona uncuerpo de Arquitectura.

Dado es el pal'alelepipedo rectángulo que estáentre la basa y la cornisa.

.CAPITULO CUARTO.

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Del _Módulo.

Para que la di versa cOJ.nbinacion de estas par-tes fOrIne siempre un mismo efecto, es indis-pensable que todas ellas tengan en su altura vo-Jada y relieve cierta proporcion con el todo ócon alguna parte: á esta n1edida ~ que riguro-samente es la unidad de una escala~ es á lú (luellalnan los arquitectos Módulo.

Todos han convenido que por unidad ó lll()-dulo se tome un semidiametro de la co]uinna ensu parte inferior; pero como esta uIlidad era ne-cesario dividirIa en partes mas pequeúas, para po-der trazar con ellas las molduras que no llcgaLaná un lnódulo, Vignola propone que para losórdenes Toscano y DÓl'ico, cuyos adornos no sontan pequeños, se dividiese el ni6dulo en doce par-tes á que llamaron minutos; y en diez y ochopara los Jónico, Corintio, y Compuesto ~ que lostienen l11a8 delicados.

,CAPITULO QUINTO.

Del carácter distintivo de cada árden.

Para poder discernir á primera "Vista las pr~piedades de cada órden , se ha tenido por con-vCDiente poner el carácter distintivo de cada uno.

El órden Toscano es el mas sencillo de todose

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la. .b " b1Cinco: se atn u ye su orIgen a unospue ¿os an...tiguos de la Lidia, que poblaron la Toscana. Sehace reparable por la sencillez de sus miembros:su columna tiene catorce lnódulos ~ y su cornisano tiene modillones ni dentellones. (Lámina pri-mera: véase Toscano.)

El órden Dórico, ménos rústico que el Tos-cano, tiene diez y seis módulos; y se conoce porlos triglifos que lleva repartidos en el friso de sucornisa mento , los cuales son unos como almoha-dillados, divididos por intervalos iguales: en estosse esculpen glifos ó canales verticales, separadospor tres listelos : la disposicion de estos triglifoses de modo que sus exes correspondan á pIornosobre los de las columnas, 6 en los intercolumniosde puertas y ventanas; en su arquitrabe llevaunas gotas, que corresponden debaxo de los tri-glifos. (Lámina primera v. Dórico.)

El órden Jónico, cuya columna es de diezy ocho módulos, le hacen reparable las volu-tas de su capitel: su arquitrabe tiene tres fa-xas, y su cornisa está adornada de dentellones.(Lámina primera v. J ónico. )

El órden Corintio, filas exvelto aun que el Jó.nico, se conoce por los' delicados adornos del ca-pitel, que está adornado con dos órdenes de hojasy diez y seis volutas : su cornisa tiene dentellonesy modillones, y su arquitrabe tres faxas: la co..lumna tiene veinte módulos de altura ~ 6 diezdiámetros. (Lámina primera v. Corintío.)

El órden Compuesto, á que. Escamosi llama Ro-

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ltl3.nO, y cuyas proporciones son las ¡uismas quelas dd Corintio, se diferencia dé este por el caJpite! que tiene volutas selllejantes á las del Jó-nico, unidas 6 atadas con un colIarino; y dos ór-denes de hojas COlnoel Corintio : su cornisa par-ticipa mncho de la J6nica en lo que son los den-icHones; y su arquitrabe tiene dos 6xas sola-n1eDte~

Se ha dicho en el capítulo tercero que los cincoórdenes que se han preferido por mas bellos sonlos que se han designado; pero para dar á cono-cer algunos otros se pone una sllcinta descri pcionde los adornos que los caracterizan; y estos sonlos conocidos con los non1bres de Pestun'1,ó Po-sidonia, Rústico, P érsico, Cariatz:de, Gótico,y Lltico. Cada uno de ellos se distingue por su~adornos y proporciones. El órden de Posidonia6 P estuni es notable por su nobleza y sencillez:parece ser una especie de órden Dórico, cuyacolulnna tiene mui corta altura con respecto ~ísu diálnetro : el capitel carece de astragalo 6colIarino.

El órden Rústico es aquel cuya colunlna estáahnohadillada.

El órden Pérsico es aquel que en lugar de co~lumnas tiene figuras de esclavos para so~tcner elcornisamento.

El órden Cariatide es afIue! qUé tiene figurasde mugeres en lugar de columnas.

El G6tico se aparta enteraIT1Cntede las propor-ciones antiguas, y al pareéer no se sujeta á regla

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alguna. Su C0111pOSlCIonha sido obra de la ima...ginacion extravagante y caprichosa de algunosarquitectos. En unos se venIas hojas del acanto,berza, carelo, y otras plantas: en otros, figurasgrotescas de hon1bres y aniInales, n1al dibuxadospor lo general.

El Atico es un órden de lnas corta proporcion,con una cornisa arquitrabada por cornisament~este órden jaIl1as produce buen efecto.

ICAPITULO SEtXTO.

De los ordenes de Arquitectura en particulat"

Orden Toscano.

Este órden tiene de altura veinte y dos 1nó-dulos y un sexto ó dos partes, en la forma si~guiente: catorce la columna, tres y seis partesel cornisan1ento, y cuatro y ocho partes, ó el ter-cio de la altura de la columna, el pedestal. Cuan-do este órden no tiene pedestal solo tiene de al ~

tu fa diez y siete módulos y medio.I)ara hallar el módulo con que debe construir-

se todo órden en una altura determinada, se di-vidirá esta por el núlnero demód ulos del órden,esto es: si hubiere de llevar pedestal, será el di-visor veinte y.dos módulos y un sexto; y si nolo tuviere, diez y siete y medio: y los pies, pul--gadas ó líneas de que resultase el cociente dela divisian, será el módulo ~dido; el que se di...

13vidirá en doce minutos segun previene el capí-tulo cuarto.

Pedestal y Basa de la colUlnna.

(L(w/iua segunda.)

Este pedestal, como acabamos de decir, tienecuatro mÓdulos y ocho partes de alto, iuclu-yendo su basa y su cornisa, que caJa una tieneseis partes. El ancho del dado del pedestal es io'ualá la Inayor salida de la basa de la columna. (Entodas las láIninas el vivo de todos los Clli'l'pOSyvuelos se cuentan desde el exe de la COllUlJIIa.)

La basa de la colurnna siempre tiene un mó-oulo de alto; pero en este ónlen y en el l)ó-rico el fj]ete de la basa se cOlnprehendc en elmód ulo de su altura: en los ot1'O&órJenes peL''''tellece al fuste de la columna.

Cornisamento y Capitel.

(Lamma terara.)

Ya queda dicho qlie el cornisa mento de este6rden tiene tres n1ódulos, y seis partes de alto,Ó la cuarta parte de la altura de la columna; yque ]a del capitel siempre es igual al senIiJiá-metro de aquella. El friso del capitel y el vivodel cornisamento vienen sielnpre á plolno con elsumosCapo de la columna. }Jara trazar el capi..tel mas pronto y con m~sexáctitlld, se Ji viJiráen tres partes iguales: despues, tomando tres par-

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14-tes del módul()~ y poniéndolas encima y debaxode la línea inferior del ábaco, determinan el an-cho de este, y elcuarté bocel, quedando Unaparte para los listelos.

NOTA = A cada 6rden acompañan tres lámi-nas: una deintercolumnios, otra de arco sinpedestal, y ctra de ateo cón pedestal. Por ellas$e vendrá en cQnocimiento del hueco de sus in""'tercolumnios y demas. dimen$iones que le son

I .caractet~stJcas.

Orden D6rico.

Cuando este órden tiene pedestal, su altura esde veinte y cinco módulos y cuatro partes, ásaber: la columna ocho di&metros J diez y seismódulos; el cornisa~ento cuatro módulos ó elcuarto de la columna;. y el pedestal cinco mó'"dulos y cuatro partes, 6 el tercio de la misma al-tura de la columna. Cuando no tiene pedestales de veinte módulos.

Para construir el órden Dórico en una alturadada, se procederá á hallar el in6dulo.Sí el órdenllevare pedestal se dividirá la altura por veinte ycinco y tercio, y el cociente de la division es lalongitud delmádulo, la que se subdividirá endoce partes, COlIiose ha dicho en el capítulo cu.ar...

. . ','. '.. .to :Si no tUv1esepedestal será el drvlsor veInte, quees el nurnero de módulos que tiene el órden, y Sf;practicará lo mis1no que se lleva' dicho.

Cuaudo el 6rde.n. se haya de hacer c.an arco~

. , .1 d d

15se tendra CUICa o. . e no entregar las columnasal müro mas de un s~xto.de su diámetro, paraque lo.s vuelo.s de las lmpo.stas 110.pasen del cen-tro. de las co.lumnas, lo que servirá de reO'Ia (re-

b bneral para todo.s lo.scaso.ssemejantes, y en todoslo.s órdenes'. En. el apéndice que se po.ne al finse encuentran algunas observaciones so.bre las Co.-lumnas y su co.lo.cacio.u.

Pedestal y Basa D6rica.(Lámina s4plima.)

Se ha dicha que el pedestal Dórico. tiene dealto. cinco. D1ódulo.s y cuatro. partes: la basa tlela co.lumna, incluyendo. el filete superio.r, es tleun módulo..

Este órden no. tiene mas que veinte estriasque le so.n peculiares, en las que se tacan una áotra en arista viva. Estas estrías se hacen de do.smo.do.s: ó can un semicírculo. en las mas pro.-fundas, ó co.n un triángulo. equilatero en las queno. la son tanto. Es práctica panel' las estrias masprofundas en las columnas que están dentro de

.un edificio., y las ménos profundas en las queestán exterio.rmente: estas últimas estrias fo.rnlanuna arista viva n1énos aguda; y por consiguienteno tan fácil de rOIDperse.

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Cornisamento y capitel D61'ico del teatro deMarcelo.

(Lamina oGtava.)

Para hacer este cornisamento con.mas facilidady exftctitud se dividirá, despues de haber pueitoel todo, el capitel, el arquitrabe y triglifos entres partes iguales: luego. se dividirá en dos laparte superior del arquitrabe; una servirá parael listelo, y la otra para las gotas y su filete.

Las gotas son redondas: por arriba tienen me-dia parte, y por abaxo una y tres cuartos. Divi-didos los triglifosverticalmente en tres partes, sepondrá una á cada lado de las líneas del me-dio para encontrar las estrias interiores; y paralas dos semiestrias de los extremos del triglifo, setrasladará esta medida á los lados interiores de lasmedi~ canales de este mismo triglifo.

Se ha dicho que los triglif08 representaban elextremo de los maderos del suelo: siempre tie-nen un módulo de ancho. La Metopa eselespa....cio comprehendido entre dos triglifos, y se haceperfectamen te cuadrada; desde el medio de untriglifo hasta el otro medio hai dos ,módulos ymedio.

Cornisalnento D6rico de Yignola.

(Lamina novena.)

Este cornisamento tiene las mismas propor-cioI;les que el anterior, y solo se diferencia en las

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molduras. ,Se. dividirá como. el primero; el capi~tel, los ttlghfos y el arquitrabe en trcs partesiguales, siguiendo en todo las mislnas subdivi-siones para los triglifos; pero se repartirá la cor-nisa en cuatro partes iguales: cada una tendrácuatro partes y media de módulo. En este cor-nisamento no hai denteIlones; pero tiene modi-lIones: estos caen á plomo del triglifo, teniendoel mismo ancho, y representan las cabezas de losmaderos t como se ha dicho hablando del orí(ren. ~de la Arquttectura.

Los intercolumnios de este órden están deli-neados en las Láminas 1o , 1 1 Y 1 2 : sus n1e-didas están acotadas, y sus aplicaciones se expli-can en el apéndice.

Orden J6níco.

Este órden es un medio entre los órdenes só-lidos y los delicados: tiene un carácter elegante.Su columna es de nueve diámetros, ó diez y ochomódulos; el cornisarnento cuatro y medio; y elpedestal seis, componiendo todo el órden con pe-destal 'Veinte y ocho y medio módulos, y sin élveinte y dos y medio.

Pata colocar el órden J ónico en una alturadeterminada, se dividir~ esta por el número demódulos que tiene de altura el órden, esto es:.si fuere con pedestal, se dividirá toda la altura porveinte y ocho y medio, y el cociente será el I~Ó'"dulo. Si no lo tuviese, por veinte y dos y medIo;

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Y en uno y otro caso se dividir~ esta distancia,que es el módulo,. en diez y ocho partes ,como sedixo en el capítulo cuarto.

La basa y pedestal Jónicos están bastante in...dividualizados en la Lámina 13.

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En la cornisa se ha de procurar distribuir losdentelIones de modo que siempre caiga uno enmedio de cada columna. (Lámina 16.) El módulode este 6rden ó su semidiámetro inferior se di-vide en diez y ocho partes, que tan1bien se Ha..man minutos. Esta division es proporcionada ála delicadeza de las moldllras; y así se aplica igual.mente al módulo de los órdenes Corintio y Corn..puesto.

Las estrias de las columnas: J ónicas, COffi(j)tam-bien las de las columnas Corintias y Compuestas,son veinte y cuatro, estando separadas unas deotras por entre calles ó listelos; y en esto se di-ferencian de las estrias del órdcn Dórico, que se

. .. ,.-tocan en arIsta VIva, y cuyo numero SIempre esde veinte. En el órden Jónico se hacen, repartíen.do la circunferencia de la columna en veinte ycuatro partes iguales, y subdividiendo despues cadauna de estas en cinco: la del medio sirve para]a entrecalle, y las otras para las estrjas : obsér-. . Avese que SIempre venga, una estna exactamentecon el medio de cada frente.

17Qluta.

La vista de las Láminas cato1'cey quince danbastante idea para la construccion del capitel

Jónico. Siendo la nnica dificultad que pueda p:'!sentarse á los alumnos la delineacion de la Voluta,pasemos á su constrnccion geolnétrica: en lalínea inferior del cimacio señálense dos puotosque cada uno diste del exe un módulo; desdecada puato de estos háxese una perpendicular, ~Lla .quese da el nombre de Cateto: cÓrtese este de 16partes que es la altura total de las volutas:divída-se este en dos partes desiguales que tengan arri-ba 9 partes y 7 ahaxo ~ y este punto será el ccn-trodel ojo de la voluta: por este tírese una pcr-pendicular al cateto; trácese un círculo desde estecentro, que tenga de diámetro un noveno de nló-dulo ó dos partes, y será el ojo: por los puu-tos en que los dos diálnetros cortan el círculotírense cuatro líneas, y quedará inscri pto un cna-drado, con10 se representa en la figura que paramayor claridad se ha puesto en escala Illayor (veajeLám,ina 14): cada lado del cuadrado divída-se por medio en los puntos 1, 2, 3 Y 4: J.cs-de estos tírense las líneas 1, 3, Y 2, 4 ; cad~una de estas divídase en seis partes iguales; porlos puntos 1, 2, tírese la 1, 2, .B, indefinida;por los 2, 3, la 2 , 3 ' ~;por los 3 , 4, la 3 ' ~, ~;porlos4,s,la4,s,E;porloss, 6,Ia 5, G,F;por los 6, 7 '

la 6, 7 'G ; porolos 7, 8, la 7, 8 , J{;

por los 8 , 9, la B~9, Y ; por los 9, 1o, la 9, 10, J;por los 10, J 1 , la 10, 1 1 , L ; pOol'los 1 1, 1,2)la 1 1, 1 2 , 1\1.; coa cuya opcraClon se habranencontrado 'los cp.ntL'OSde la espj¡Oal extcrior de

.la voluta. Despues, con elintervalo que hai des-

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de el punto 1 al punto A del cimacio de don~de sale el cateto, tomado c-omo radio, descríbaseel arco AB; con el inte-rva:lo 2 B de&críbase elarco B e -;que termina -en laprolongacion de la lí-nea 2 3 e; y continuando de este modo hf1cl,?ndocentro sucesivamente en los puntos 3, 4, 5, 6 ~7~8, 9 ~ 1o, 1 1, 12, Y trazando los arGoS:de cír-culo CD, DE, EF, FG &.c., quedat'á delinea.¡.do el c()ntol'no exterior de la voluta.

La espiral interior!> que es la qtIe determinael ángulo interior del listeloó línea que separaá este del canal de la voluta, se traza del modosjguiente:

El listelo es , segun se ve en la Lámina 16,el tercio del canal, y es preciso conservar es-ta proporcion constantemente hasta encontrar conel ojo de la voluta. Para ello se hará en la figurade construccion de la Lámina 14 la operacionsjguiente: Divídanse los intervalos 1, 5; 2, 6; 3, 7;4, 8; en cuatro partes iguales cada uno; y serán lospuntos 13 , 14, 15 Y 16 , Y desde el punto 13como centro, y con el intervalo desde 13 l1astael borde inferior del filete, trácese un árco que ter-inine en la línea 2 B; Y siguiendo el mismo siste-tna se tendrá trazada una vuelta de espiral queconcluirá en el punto F: síganse dividíendoenla figura de construccion los espacios 5, 9 ; 6, 10;7, 11; 8, 12; como en la primera vuelta, y con-tinuando el mismo sistema hasta llegar alojo, .etendrá delineada la voluta.

2j

Orden Corintio.

Vitrubio atribuye al escultor CaIÍInaco la 1n-vencion del capitel Corintio, y le da el orÍo'en. . b

sIguIente:Muri6 una doncella de Corinto

'J y sn afila pu-so sobre su sepulcro un canastito en que estabanalgunos enredillos y varios dixes que mnaba ladifunta: su aya tuvo el cuidado tIe cubrir elcanastito con una losa para prcservar de la in-temperie lo que habia dentro. Casualnlente habi:tdebaxo una planta de acanto: á la prilnavera si-guiente crecieron las hojas, 10 rodearon, y sefueron, levantando, encorvándose con cierta gra-cia hasta debaxo de la losa quc lo cubria. Ca-límaco vi6 esta disposicion casual, la que le su.,girió la

-idea del capitel Corintio, y 10 adornó de

este modo.La colulnna Corintia tiene veinte módulos de

alto 6 diez veces su diámetro. (J7éase lálninaprimera. )

Pedestal y Basa Corintia.-(Lámina vigesima.)

Si el pedestal Corintio no tu viese mas .que ~ltercio del alto de la columna, solo tendna SCISmódulos y doce partes; '.pero Vignola le da siete

F

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lnódulos, con la mira de que siendo la altura deldado del pedestal dupla de su ancho haga maiexvelto y sea mas conveniente á la delicadeza delórden.

Para colocar un órden Corintio sin pedestal enuna altura dada, se dividirá esta por veinte ycinco, y una de estas partes será el módulo , quese dividirá en diez y ocho partes. Si tuviese pe-destal será el divisor treinta y dos, y una de ellasel n1ódulo, que igualmente se dividirá en diezy ocho.

Capitel Corintio.

(Lamina vigésima-primera.)

Para construir este capitel se tiene por masexpedito el método siguiente: trácese el cuadra-do a, b, c, d, de cuatro módulos de diagonal; enlos extremos de las diagonales dibúxese la plantade los ángulos del ábaco, como lo indican lasmedidas; sobre cada lado del cuadrado, conside-rándolo como base, trácese un triángulo equi-latero; desde el cúspide e, como centro, trácenselas curvas ab, bc, ed, &c., y se tendrá la plantadel ábaco.

Para trazar las hojas se divide la circunferen-cia del círculo de la columna en diez y seis par-tes, y el n1edio de las hojas se coloca en los ra-dios que se tiran desde el centro por los diez yseis puntos señalados en el círculo del tambor.

El cornisamento Co:ri.[.ltioque se ve en la Lá-

. .1'.11

.

2 3mlna 22 manluesta en e a sus diferentes di-mensiones acotadas al mfirgen : en su cornisadebe haher un modilIon, con cuyo exe coincidacada columna, é igualmente el de un den-tículo. En la gola que corona el todo del corni-samento habrá un roseton sobre cada modilIon.

Orden Compuesto.

Este 6rden tiene las mismas proporciones queel Corintio: la diferencia está en las partes, COlnopuede verse por lasLáminas 26,27,28,29,3 0,3 I.

El pedestal, capitel y cornisamento COlllpues-tos tienen las mismas proporciones, y se Cons-tru yen del mismo modo que los del órden Co-rintio.

Orden de Pesto 6 Posidonia.

Creyendo oportuno dar á los alumnos una ideadel órden de Pesto ó Posidonia se ha c.olocadouna lámina que tiene el capitel y cornisamentode un templo de Pesto, por la que se vendrá enconocimiento de sus diferentes dimensiones: en ellava expresado el diátnetro inferior de la columna,que no tiene basa, pues se halla colocada 80-breel mismo pavimento del edificio; los interco-lumnios del templo de donde se ha tOJnadoel mo-delo , varian; siendo el mayor de cuatro mó-dulos y cinco y media partes, y el menor de cua-tro módulos y dos tercias"partes : la altura de la

24d

~ , '.1' .

columna, que corresponde al.

lametro lnlerlor ex..

presado en la.lá'~ina, es t,reinta y ~re~pies .d~spulgadas y seISbneas de Burgos. (Lamzna trel/luay cinco.)

Cornisamento de Pesto &Posidonia.

(Lamina trigésima quinta.)

Las proporciones de eite cornisamento Dóricono se apartan de las que da Vitruhio~ sino enque el vivo del arquitrabe vuela fuera del vivodel sumoscapo de la columna; 10 que; segun esteautor,es falta de solidez. Tambien seadvierte quelas canales de los ttiglifos rematan en medio pun..to por arriha, y por la planta son triangulares;que tiene un triglifo en el ángulo del friso, y quesobre cada uno hai un modillon, como tatnbiensobre cada metopa~

". l.CAPITULO SEPTIMO.

De la delineacion de las Molduras geomdtricas~

Para que las curvas compliestas de arcos decírculo tengan gracia, y no formen ángulo enlos puntos en que para continuadas se varia decentro, es menester que los dos centros; esto es,el que se dexa y el que va áservir nuevamente, yademas el punto de la curva esten en una mi5malínea recta: segun este principio están delinea..

25das las inolduras de la l~mina 34, figuras 1, 2,3, 4 Y 5.

Construccion de la Escocia.(Lamina 34 figura 6.)

La Basa Atica, cuya hermosura es digna derecoluendacion, se COlllponeentre otras Inoldurasde una escocia, cuya altura y filetes que Ja ter-minan está dada: para ello hai una construccionmui sencilla, y tal es : Desde el punto 13, quees el mas avanzado de la escocia en la parte Sll-perior, báxese la perpendicular Bb; t6Inese enella un punto C, de suerte que, cn sea, concorta diferencia, del tercio de 13b; á esta JÍneale-vántese la perpendicular CF en el punto C; des-de este, con el intervalo CB, trácese el cuadran-te de círculo BF; tómese la parte CG en la pl'O-longacion de CFigual á :;f CF; desde el pu ntoG y con el intervalo GF trácese el arco I~II, ~íarbitrio, con tal que no pase de 45.°; en la JJG'prolongadl señálese el punto 1 ,mas arriha delpunto G: en el punto E el mas avanzado dela parte inferior de la escocia lev~1ntese la per-pendicular EL indeterminada: cÓrtese en estaEL=HI: tírese la recta LI desde los puntos L, 1como centros, y con un intervalo mayor que ]anlitad de LI hágase una interseccion por encinlay otra por debaxo de dicha línea; como Tepre-genta la figura; por estos puntos tírese la 1\1:0que cortará. á, la EL erf;'el pun tq O: desde este

G

26

Y el punto 1 tírese la 01 indeterminada hastael punto N; con el intervalo IH trácese el arcoHN, Y con el radio ON el arco NME, Y que..dará trazada la escocia BF HN ME.

I .

CAPITULO OCTAVO.

De la disminucion de las columnas.

(Ltzmina trigésima-tercera. )

Las columnas se disminuyen de diferentes h10""dos; pero el mas usual y conveniente es como.sIgue: .

Dada la altura de la columna, t6mese desde suparte inferior el tercio de su altura, tírese la líneaCA perpendicular al exe de la columna, y sobreella como diámetro trácese el semicírculo CBA;desde el exe en la parte superior y por baxodel astrágalo tómese el semidiámetro superior dela columna que determinará el punto D: des-de este háxese la perpendicular DI; divídaseel arco 1 A en tantas partes iguales como sequiera, y en igual número los dos tercios su-periores del exe de la columna: por estos pun-tos a, c, e, tírense las horizontales ab, cd, ef, conlo que quedarán determinados los puntos b, d, ~por los que se hará pasar la curva qne forma elcontorno de la columna.

Generalmente cuanto mas altas sean las colum-nas de todos los 6rdenes, tanto ménos acomejaPaladio que se las disminuya, respecto á que

í'. d do . o

2 7el electo e su menor IsmlDUClonse compensacon que formando los rayos visuales un ángulomenor parecerán mas delgadas, aunque en rea-lidad no lo SOD.

,CAPITULO NOVENO.

Del ornato de los Paflones.

(Lamina trigesirna-segunda.)

En esta lámina se hallan dibuxados el ornatode los diferentes Paflones, segun corresponde ácada órden : en ella están acotadas sus n1edidasarregladas al módulo del órden á que pertenecen.

-

'-3~'

~

APENDICE

lntroduccion.

El objeto de este apenuice es presentar al alumno una sl'rie demaxlmas generales acerca del verdadero unen g'usto dc la Anlllitl'c-

tura, las que podr:ln servirle de guia para invcnttU', luego <jue se

halle impu.esto en el mouo de constl'Uil' IOi órucllcs, y haya copiado

a Vitrubio y Paladio: por ellas conoccl'a que cosas 8011ucfcduosas

en el ornato, cuales deben evitarse, cuÜles pueden o no cmplcarse

segun las diversas aplicacioncs, y cuáles tinalmcnte son cu si her-

mosas, y constituyen la nobleza en el adomo,

De las doctrinas de Vitl'ubio j Palaclio , MiJizia, Scamozzi} 'j otros,y del examen de los mejores mOllumentos antiguos, se hall dedu-

cido las mJxlmas que forman este apclluicc: el ülUI/IIIO q IIC descu

aprov(>char debcra dedicarse a comparar la divcrsi~ad de gusto cntre

las varias epocHs de la Arquitectul'a. examil1é.llulo en particular la

belleza n'spediva de sus ouras; para cuyo fiu fraucluca la Acadcmia

5U biblioteca) en donde e~¡stell las mejores obras del arte.

-

De los Ordenes en genetal.

Siendo propiamente los ordenes, en que se nota caracter parti-

cular, el DÓrlco, J'Jnico, y Corintio, pues el 'rosca no 110cs lilas

que un Dórico tosco, y el Compuesto un mixto del J¡'mico y Corint,io,

:resulta ser ellos por SI suficicntes a toda especie de f'lbricas; por-

que para las que requieren mas solidez, basta el Dorico, cUYl:1spro-

porciones le dan la mayor firmeza posible, sin que carezCól de deli-

cadeza; y para las obras que piden mucha elegancia íiCempl~a el <':0-11

30l'intio; pues no tiene ni la robustez del primero, ni k1 elegancia delsegundo: esta es toda la graduacion de lo sólido a lo delicado queha discurrido el ingenio.

Del Orden Dorico.

El orden Dórico ha sido siempre el favorito de los arquitectos, apesar de las muchas difitultades que ofrece su manejo, y sujecio~nes que da para su desempeño: suelen nevar sus columnas cana-les o estrias; pero mejor seria hacerlas todas lisas: la basa de estacolu mna es la atica, la mas hermosa y perfecta que se conoce; ra~zon por que se permite emplearla en los demas ordenes.

El capitel dorico es hermoso, fuerte y sencillo.. aunque el menoielegante de todos.

Si es cierto que toda la hermosura de este orden consiste en suentablamento, tampoco se puede negar que del mismo miembrQnacen sus defectos, y gran dificultad en manejarJo: su arquitrabees roni sencillo, y a su friso dan mucha gracia y expresion lostriglifos y metopas.

La cornisa de este entabla mento es de tres especies; pues se ha-llan entablamentos dóricos, con cornisas lisas sin modiIlones, concornisas con dentellones, y con cornisas con modilIones. De las tres,la mas autorizada es la segunda; pues sin modillones seria defec-tuosa, por su vuelo excesivo.

Los. defectos de su entablamento son su dureza y pesadez: sudureza, porque tiene muchas molduras cuadradas y pocas redondas:su pesadez.. porque la corona de la cornisa tiene mucho vuelo;defectos que estan todos compensados por el efecto que resulta dela combinacion de los trigIifos y metopas.

Las roetopas pueden adornarse con escultura analoga al destinodel edificio, poniendo siempre objetos sencillos que produzcan unefecto grandioso.

Del Orden Jonico.

El orden Jonico, que es mas ligero y delicado que el Dorico;no tiene ningun merito sobresaliente; pero goza el privilegio detener pocos defectos: no tiene aquella robustez varonil que distin-gue al Dorico. ni aquella riqueza y magnificencia que realza alCQrintio: su merito esencial consi~te en cierta gracia que Ieina

31en todas partes: al fuste de la columna se le señalan veinte y cHa-tro o treinta estrías semicirculill'es, y llenas en el primer tcrcio debaquetas, las que se omiten cuando el brden esta alO'o elev<ldoy

o ,sin riesgo de encontrones. Los arquitectos hallan defectuosa 1;.basa

que pone Vitrubio en el órden Jonico, a la que se sostituyc la her-

mosa atica

El capitel jonico es la parte donde hai mas invencion : su gTan

hermosura proviene de ]<lSdos volutas que lo terminan por ambos

lados. Se nota que el capitel jonico antiguo es el dorico, al clIal se

le han añadido las volutas.

El entablarnento jonico corresponde a la agraciada sencillez de

todo lo demas. Su arquitrabe está dividido en tres faxas, de allcho ui-

ferente; siendo la primera ]a menor, y ]a llltima la mayor J que

remata en un gracioso talon: pero ya que el arquitl'abe u"rico tiellc

una faxa sola, el j("nico dcbcl'ia tener dos, y tres el corinlio, cuya

gradacion seria mui conforme con el caradel' UCcada (ml,'I!.

El f..jso, aunque es por lo comon todo liso, tUlllhien pUt'dc scr

entallado, segun lo eXIja la conveniencia uc la mayol' (, /lIL'lIor ri-queza en el orden.

La comisa es dc un gusto exquisito: su vuelo es medianoJ y en

ella no se halla uada peligl'Oso 11i rt'pugna oteo Tiene pocos IIIlem-

bros cuadl'ados, y por lo mism~ no es dura: las uisonancias son

pocas, y aun estas esF\n preparadas y sulvauas con tal tiuo, (lue

componen una armoola mlli apacible.

Lu cornisa jÓnica es sin comparacion la m~jor de todas. Sus ador-

nos son sencillos: por otra parte, es tanta su ligereza. comodidad, y

corresporidencia, que no pocos artistas la prelicren a las <lemas. Ile

aqul el motivo por que los buenos arquitectos echal.l mano ue ella

siempre que les dan mucha sujccion los dernas ordel1es.

Acerca de los dentlculos que suelen darse á la comisa YlIlica, como

parte esencial de eUa, autores hai que los gTaduan de uCllIasiado de-

licados, y sostituyen modillones CII su lugar; fUIH!anuose CII <¡ue,

dado caso que se usen genticulus, deben dexarsc para el (,J'(1('1)Co-

rintio, dando modillones al J unico, para que la delicadeza de las

partes corresponda a la del todo.

Pero si se usaren dentÍcu!os, sera necesario que SlI parte superior

entre los intervalos sea algo hueca mas arriba dellilete de la frente;

lo que causa una sombra fu~te que los hace mas notables.

Los rosetones de la corona no deg~nvola l' fuera de su su perfici e

horizontal; ni ser mui variados, por "no qucbra nlar la unidad de la

.--------

32composicion, y caus.ar confusion a la vista. Esta es la razon porque 108ad01'1108de los modiI1oncshan de ser todos de Un solo géuero,(, de dos cuando mas.

Los casetoncs que hai entre los rnodillones han de ser cuadrados,y sus bordes todos semejantes.

Del Orden Corintio.

El orden Corintio es la obra mas sublime de la Arquitectura. Aun~que hai gran variedad, así en los monumentos como en los autoresacerca de la altura de su columna, tiempos ha que se le dan diezdiametros cabales.

La blisa que Vitrubio da a este órden, bien que menos defec-tuosa que la jonica, tiene sin embargo grandes imperfecciones. Laprincipal consiste en ser demasiado delicada, y carecer de ciertogrado de solidez, necesario a toda basa: sus molduras son tan finas,que a la menor carga o encuentro se desportillan. Desele, pues, a es-te orden la be;rmosa basa atica, la (mica que no tiene defecto al-guno, añadiendo un astrágalo sobre cada toro, de lo cual hai mu-chos exempiares.

El capitel corintio es sin duda invencion de un gran maestro; yen esto aventaja este orden a todos ]08 dernas : tiene stima riqueza,y toda la gracia que cabe; porque sus ctlatro partes j á saber: lashojas pequeñas, las grandes, los eauHculos, y el abaeo crecen su-biendo. Hai en toda esta comp'Osiciondulzura, armonia j naturali-

dad, variedad, y gracia indecihle. ¡CUanto desvarian aquellos ar-quitectos que sostituyen en el capitel corintio hojas de laurel Y olivoen lugar de las de acanto!

El entablamento corintio se parece mucho aljonico; pero tienemas multiplicados los adornos, y su corni5a no es, ni con mucho,;tao perfecta. El arquitrabe esta dividido del mismo modo que eljonico, en tres faxas de ancho desigual; pero ii cada UIla de ellas laadorna una moldura: a la primera la (:o1'onaun astraga]o , á ]a se-gunda un talon, y ~ la tercera estas dos molduras juntas. Este ar-quitrabe es el mas perfecto de todos, por n.o teper dureza. alguna,;y estar colocadas gradualmente todas sus partes.

El friso no debe ser convexO; y puede hacerse ljso ~ o ente."lIado de escultura, asemejandose en esto al friso jónico.

La cOl'nisa se compone de un dentlculo j que jamas debe estar di-vidido en (.heutes, de un astragalo') un OVQlo, de los modillQl1~sCQ..

q.....

10~

ronados de un ta on, de una corona, un laton y Hna g'ob derccha.

La composicion de esta cornisa es mui SUiI\'C, por<lue áutes y des~pues de toda moldura cuadrada hai otra rcdonda.

Dos defectos se notan en esta comisa; mucho vueJo, y Il1Uclh)S

rniembl'Os: el primero se rcmedia con dar al entahlamcnto un ter-

cio de la altura de la columna; y el seg'undo se prccavc suprimicn-

do el astrag'alo dcbaxo del ovolo, y el talon <1uc esta cncima delg'ociolatoio.

Para apeo y caracter de la corniSia corintia se han dc IIsar nlO~

dillones entallados; J pam que se diferencie de la j('mica, se ha-rán en esta los modillones delicados y adol'l1ados, y en aqut%t gTan-

des y lisos. En los modillones corintios los adomos de la comisa sue-

len ser de hojas grandes en los sofitos, y de ht~as peqneilas en el

ClmaclO.

De todo lo expuesto se deduce q~lCcada 11110de los tl'es ordenes

tiene su caraeter pmticular ; y que, sin ctllharg'o de haher entre su!>

partcs principales mucha semC'janza, discrepan linos de otros cn co-

sas nota~les. Ademas de sus proporciones caractt'rlslicas, ticne cada

lino su entablamcnto y capitel peculiar; á mas de qnc, hahlando en

rigor, sus basas pueden ser distintas. Todas estas difcrcncias dehen

tenerse pl'esentes en la pl'actica, cuidando no eqnivocat' dichas pro-

piedades; porque nada demostraria mas patcntemcnte la ignorancia

de un arquitecto, a no ser que intentase formar un orden Ct\lIlpUl'~t().

Del Orden Compuesto.

Siemp.re ha sido l'icito a

composiciones de capricho,

de los Órdenes griegos.

El arquitecto que quisiese formar una composicioll llueva dehe

tener suma atencion en combinar sus miembros, para 110(lltcbrantar.

las leyes generales, y para hermanar la gracia con la solidez. El

orden compuesto de Vitrubio puede scrvir de modelo; pues IOoTÚ

reunir las partes esenciales de distintos ordencs , y forlllar lUlOnuc-

VO,que tiene su caracter partiGular. Sin emharg'o, prC'senta este com-

puesto algunos defectos, cuales son: no corresponder su cntalJlamcnto

a la hermosura del capitcl ,en el que amontona muchas lJIolduras

en una parte tan pequeña como la cara de un arquitrabe: no hacer

el caveto buen efecto, porque sU perfil no ticne grH.ciu: ser lIIui

pesada la cornisa, por repetir demasiado un mismo miembro: laf

los arquitectos variar sus ol)ra~ y ideando

combinando entre SI el difercllte gusto

:~4forma de los tilodillones es mezql1ina: y el vuelo de la corona, masalta de los modíllones, ]os inutiliza enteramente.

Es de extrañar queJos arquitectos no se hayan dedicado con masempeño a idear nuevas composiciones ; pues que de ningun modoes inventar el unir, por exemplo, la cornisa de un orden con elfriso y arquitrabe de otro, colocar e] entablamento entero de Un or-den sobre la COl"nisade 1>tro, ó hacel' otras combinaciones de estaespecIe.

Leyes, licencias y defectos del ornato.

Todo orden de arquitectura puede adornarse o enriquecerse maso menos: para 'adornarle sirven las molduras; y el enriquecerlepue-de executa'rse de tres rnodos: primero, con lo precioso del material:segundo, con lo exquisito de la labor: tercero, con uno y otro.

De las dos espécies de molt1uras, esto es, las cuadradas)' lasredondas: las primeras tienen algo de bronco y duro, y las segun-das mucha dulzura y delicadeza: el cornbinarlas con gusto es 10que produce un efecto agradable. Para esto no hai otra regia que

el discernimiento particular de cada arquitecto que haya acostum-brado su -vista á las mejores producciones del arte, antiguas y mo-dernas.

Por )0 que rnira a la riqueza de los ordenes) se ]ogra o con loprecioso de la materia, o con lo exquisito de la labor; o con unoy otro, concurriendo al mismo tiempo los primóres de la escuaura.

Otro modo de engalánar ]os ordenes de la arquitectura consisteen entallar sus miembros, teniendo siempre presente que en estaparte cualquiera exceso es vicioso. Es" pues, buena lliaxíma no gar.-tal' escultura en iodos los miembros de Un orden; pues convienedexar interva]o$ y descansos, 'y que los relieves sean lo mas baxoposible.

De la Columna.

La columná ha de ser redonda, y debe ir disminuyendo acÍa S11part~ superior; por tanto) son defectuosas las columnas panzudas,las alrnohadilladas) las salomonicas j las de t:anales enroscadas, yotras semejantes; prodúcidas pOl' imaginaciones extravagantes.

En las basas y capiteles contiene usar pocas molduras para evi-tar partes veqlieñas y mezquinas j contrarias ti. la nobleza y buen&'U8tO.

De las Pilastras.35

Las piIastra& son columnas cuadrangulas, que tienen la misma basa,

el mismo capitel, la misma cornisa, con los mismos vuelos y altura

que las cohímnas, y llevan los mismos nombres que los ordenes; de]0 que se infiere j que estaS son una mala imitacion de las columnas,

y manifiestan pobreza del arte. Las pilastras jamas son necesarias,

ni tienen otro origen que la ignorancia, ni mas lei que la costum-

bre: generalmente se usan por ser mui costosas las columnas; y ~n

este caso de economia, mas vale no usar orden algnno ; pues tambien

se pueden hacer sin ordenes edificios hermosos: a pesar de estasrazones, se usan pilastras aisladas, pilastms angulares arrimad.ls al

muro, y pilastras entregadas al muro.

Las pilastras aisladas jamas son necesarias; porque en los pórti-

cos y en las lonjas solo convienen columnas hermosas y aisladas, cJ

pilares sencillos, ya que se quiera excusar los ordenes de arquitec-

tura.

En sentir de algnnos arquitectos, las pilastras son precisas en los

angulos de los edificios con columnas aisladas; porque ulli debe

procurarse mayor solidez; mas aun en este caso podrian evitarse,

dando á las columnas mayor diamctro y menos disminucion. llien COIl-

firman estas razones el ver enteros al cabo de veinte siglos pedazos

de porticos antiguos, sin pilastra alguna angular.

Pocas veces las usaron los griegos, y casi nunca las disminuian,

como las columnas, ni daban a sus bases y capiteles las llIuldul'asde sus ordenes.

Si las columnas entregadas al muro son defectuosas, lo son tam.

bien las pila~tras; y en caso de usarlas, deber:! darsclcs de vuclo

un cuarto de su diámetro, con lo que los capiteles coriutios qucua-

ran regulares; pero es necesario darles mas vuelo cuando entt'c ellas

corra cornisa de ventar1as e impostas.Siempre que las pilastras esten detras J y arrimadas a las colum-

nas, bastara darles un oetuvo úe vuelo, con tal que no sobresalga

mas la cornisa corrida; pero si la columna estlJvicre mui cercana

al muro, sera superflua la pilnstl'a, perjudicando á la hermostlra.Cuando las pilastras estuvicren ti bastante di~tancia ddras de las

columnas J como en los pcJrticos y, peristilos, deberán sobresalir de]a linea del muro un sexto de su diametro, con lo que seran mas to-

lerables; pero lo mrjor es imitar aJos antiguos, quielles en todos sus

perticos dexaban liso y hermoso el muro detras de la columna.

36Si las pilastras hubiesen de estal' en una misma Hnea con las co~

lumnas, el vuelo de estas determinará el de aquellas; el cual, porconsiguiente, no podl'a sel' menos de un semidiamctl'o ; porque nin.guna columna puede estar mas entt'egada.

Algunas veces se suelen acanalar las pilastras, da1.1dolessiete ea.naks por cara; no olvidando jamas que es de mal gusto adornarlascon recuadros y esculturas.

Tengase siernpre presente que la mejor composicion será aquellaen que se evite la co10cacion de pilastras , y que en el caso de usarlass~a COIlla mayor econom!a, en vista de las r.azones expuestas, ydel mejor gusto de la arquitectura antigua.

Colocacion de las Columnas.

La columna debe estar en situacion vertical; porque siendo su ofi.cio sostener todo el peso, cuanto mas a plomo estuviere, tanto masfuerte sera: tambien debe estar aislada, para que no desdiga de suorIgen y destino.

Son defectuosas las columnas entregadas en el muro, porque quitarnuchlsima gracia a una columna todo obstaculo que borra o tapa al-guna parte de su contorno. por pequeña que sea. Verdad es, quecomo nuestras babitaciones no son soportales, y SI edificios cerradospor todas partes, ocurren casos donde la precision de cerrar los¡ntercol umnios obliga a entregar las columnas: entonces el no de.xarlas aisladas no será defecto, sino licencia autorizada de la ne-cesidad. Pero toda licencia es imperfeccion, ó la supone: debe' por]0 mismo usarse con sumo mil'amiento, y solo cuando no hai otro

remedio. Por consiguiente, siempre que el arquikcto no pudiere menosde entregar las columnas, lo executara lo menos que pueda: a losumo una cuarta parte, y aun menos, con el fin de que aUIl es-tando as} aprisionadas, les quede algo de- aquella libehad y des-ahogo que las da tanta gracia. Mucba cordura seria precaver la ne-cesidad de entregar las columnas; pero con máS cordura todaviaobrara el profesor que usare cúlumn;Js soJo en los porticos, dondepueden estar enteramente aisladas, y excusare ponerlas en todos losparages donde suele ser forzoso arrimadas a algun muro. Finalmen-te, aun cuando no sea posible eximirse de esta sujecion , ¿ quienquita dexar soia la columna para que este toda entera a la vista?

La columna se ha de co¡ocar inmediatamente sobre el pavimento:eíl PQr lo ta nto practica dcfectuoia aselltar las coh¡mnas sobre pe~

37destales; porque si las columnas son, digélmoslo as), las piernas deledificio, es un absurdo ponerlas a ellas mismas otras piernas. Lospedestales se han inventado solo por pobl'eza, clJaodo no se bailopiedra con que hacer' columnas de competente altura: ademas; los}>edestalesangostan los intercolumnios por la parte de abaxoJ dondeprecisamente deben ser mas anchos.

Las columnas pueden plantarse sobre un macizo de pared continua,esto es , sobre un zocato sencillo sin basa ni cornisa , y de medianaelevacion, siempre que que se edifique un portico, cuyo piso in-terior sea mas alto que el del sitio que circunda el portico, 10 quede este modo hará mui buena vista.

Casos hai en que cada columna puede colocarse sobre un pequeñozocalo se:parado , cuando llena los intercolumnios una balaustrada quesirve de antepecho. Este segundo modo es menos perfecto; y seriadefectuoso, a no ser que lo autorice la precision de ptantar unabalaustrada de antepecho en un portico que este en el primer pisodel edificio. Pero poner pedestales debaxo de las cQlumnas en ell)iso del suelo, es un abuso que por ninguna razoll se puede disimular.

Casi los mas de los altares de las iglesias se hallan cargados depedestales. Se quiere que por fuerza haya columnas; y como esmui costoso hallarIas de modulo bastante grande para plantarlas in-mediatamente sobre el pavimento, es forzoso apelar a los pedestaIes;pues dicen que seria cosa ridlcula colocar columnas en el suelopara acompañar el ara de Qn altar. Pero ¿ qué necesidad haide emplear columnas postizas para adornar el retablo de los altares-?y si absolutamente sequisiere usar de semejante decoracion, mejor

será plantar columnas en el pavimento con su entabla mento , y unacupula encima, quedando el altar aislado en medio. En una pala-bra, los pedestales solo pueden servir para las estatuas; y quebrantalas leyes del buen gusto el que las emplea para otros usos.

No faltara quien diga que los pedestales se han usado en todostiempos: que Vitrubio y sus coment.adores dan el suyo a cada brden",y se hallan en los edificios mas hermosos de la antig'üedad; perQa esto se responde que debe reprobarse por mala toda invencionrepugnante a la naturaleza, o de la cual no se pueda dar razonque satisfaga, aun cuando la abonen h-ombresautorizados.

Quede, pues, sentado que solo en casos mui raros pueden usarsepedestales ; pero aun entonces deben concurrir ~n ellos dos circuns-tancias sumamente esenciales, a sab'er: una forma mui sencilla, y~uma exactitud en sus proporciones.

k

38Las figufft triangulares ~ circulares ~ polIgonas~ y mixtiJineas,con

resaltas~boquillas, y vientres en el dado ~ puestas en forma de ha-laustres ~ cintas, festones ~ y recaadros de extraña figura, son cosasinsoportables en los pedestales, del mismo modo que en todo la de..mas de la buena Arquitectura.

En cuanto a las dimensiones del pedestal, varian los autores: Pa-ladio señala la cuarta parte del alto de la columna: . Vignola la terceraparte. Si el uso del pedestal es defectuoso , cuanto mas alto sea este,tanto mimos reparable sera el defecto.

Situacion de las Columnas.

Las columnas pueden colocarse con intercolumnios ~ pareadas, yen arcos.

Para señalar con acierto e] espacio del intercolumnio, debe aten-derse a la firmeza, comodidad y hermosura del edificio, teniendopresente que las columnas gruesas ,colocadas roui juntas.. parecenmas gruesas de )0 que son; y las delgadas.. puestas IDui distantesentre SI , parecen mas delicadas igualmente. Vitrubio, Scamozzi ~Milizzia, y Vignola, han determinado estas respectivas distancias,cada uno segun su gusto.

En toda fachada han de colocarse las columnas en numero par~a fin de que haya en medio un intercolumnio para la puerta o en-trada. En los porticos.. vestlbulos, peristiJos, y gaIerias ~ han deser iguales unos áotros los intercolumnios, cuanto sea posible; ysi alguna vez conviene dexar el de eomedio algo mas ancho ~ bade ser el exceso lo menos posible. Así ]0 practicaron los romanos, quehacian este exceso de solo un modiHon, o de uo triglifo yuoa

metopa; pero en los edificios griegos todos los intercolumnios soniguales, sin atender a puerta &c.

El numero de los intercolumnios depende de la extension de]apared que se ha de adornar; pero los intercolumnios determinan al-gunas dimensiones particulares, como pabellones.. resaltos ~ patios,vestlbulos., lienzos de habitaciones&c. ; entre cuyas cosas ha dehaber alturas proporcionadas.. y adecuadas a la distribuci~n interior~y al carácter del edificio.

Columnas pareadas.

Lo que va dicho acerca de los iQtercolumnios, manifiesta qUé no

39es digna de alabar la práctica-~ tan del gusto de los modernos, y nodel todo desconocida de los antiguos ~ de parear las columnas.

Debe confesarse, sin embargo, que en algunos casos son necc~sarias las columnas pareadas. En las esquinas de los edificios que Ue-van .ordenes con divisiones pequeñas y medianas, parece no puedemenos de parearse una columna o pilastra, a fin d~ dar mayorfuerza ~ y que el macizo sea, por lo mimos,igual a los demas de lafachada. En estas esquinas suele usarse de almohadilladas Qofaxas;pero no viene bien este recurso donde campean los ordenes de Arqui-

»

tectura.Es preciso parear las columnas, siempre <¡tiC,a causa de la distri-

bucion de las ventanas, puertas, nichos, u otras decoraciones, losintercolumniossean demasiado anchos, y por ]0 mismo endebles y des-agradables. Claro esta que en estos y otros casos semejantes se le da niintercolnmnio , con parear las columnas, no solo una pr.opof'cionmasacertada, sino tambien mayor fuerza; porque las p.iezas del arquitra-be van unas dentro de otras. Es de advertir que los intercolumnioschicos tienen 1lnaapariencia mezquina y poco noble.

Las columnas pareadas son un recurso para casos que no debenprocurarse de intento; y siempre que por alguna extraña necesidadsea forzoso usarlas~ conviene hacerlo de modo que sea poco reparablela irregularidad que se origina de tan viciosa disposicion.

Un caso ha.idonde las columnas pareadas se pueden usar sin in-conveniente alguno; y es cuando van colocadas en el aocho del muro:cuando coge este tanto de grueso, que no basta para apearle unacolumna sola. En .fin, las columnas pareadas debe pedirlas la natu-ralezamisma de la fabrica, y alguna necesidad tan urgente, quesin este doble apeo no sea posible levantar, ni pueda subsistir eledificio.

De los Arcos.

Los arcos no son de tanta magnificencia y hermosura como lBscohlmnatas seguidas; pero son mas sl)lidos y mas acomodadOl parapatios, entradas, plazas, y para todos los vanos de extraordinarialuz, como las 'Puertas por donde pasan coches.

Hai varios modos de fabricar y adornar los arcos :columnas solas: segundo J con machones sencillos :machones acompañados de columnas o pilastras.

Primero: Las columnas ~olas no ppeden usarse en los arcos , sinode dos maneras: una col1Siste en poner el arranque de los arCQi

primero, contercero, con

40inmediatame.nte sobre 109capiteles de las columnas ; defecto en quese ha incunído por espacio de mucho tiempo, y qU~ se comete aunel dia de boi, sin embargo de ser lnui perceptible que carga en'falso el pie ~el arco, y que repugna con la solidez fe al y aparente.

El segundo lOodo consiste en voltear los arcos encima del sobre-ornato de las columnas, poniendo junto a las columnas principa-lfS otras que 'reciban de plano dicho sobre-ornato.

Es practica 'rnui propia de las 'Obras rob\lstas asentar los aTeOSsonre machones sencillos. Por ló que mira á la altura de su vano,no debe ser ni mucho mayor, ni mucho 'menor que el duplo de suluz. De aqul se puede sacar una regla general y adecuada para losarcQs de todos los ordenes; y esta consiste en dividir el ancho 'dado

de un arco cualquiera en doce partes iguales) y dar veinte y tresde ellas a la altura del arco del orden Toscano ) veinte y cuatro al

Dorico, veinte y cinco al J<>nico) y veinte y seis al Corintio.El ancho de los machones ha de ser una mitad cUando mas) y dos

quintos c1lando menos del ancho de la luz, estando los machones sinpedestal; bien que en todo debe guiarse el arquitecto por la cargaquelosmaf:hones han de aguantar: el grueso de estes depende delancho del portico; pues ban de tener robustez sufiCiente paTa re~sistir el empuje de la boved2.

La parte circular del arco, cuando lleva moldura> se llama ar~chírolta: suele colocarse en medio de ella unac1ave) u otro ador-no de escultura, que sir",! de apeo al arquitrabe.

En fin, acompañan a estos machones columnas o pilastras: estatercer especie de arcos no 6.Sinvencion mui feliz en sentir de al..gunos arquitectos, fundandose e1\ que el machon y la columna sonOOSestribos diferentes:. qne no conviene usar para. apear un mismopeso; pues si basta la columna, eS excusado el machOn del afco: ysi no, ponganse mas colunJnJl8 a nn de que asiente sobre ellas decuadrado el afCO: si tanta multitud de columnas embarazase, o pi~dicre arcos el destino de la fahri<;li, haganSle estos con matbonessencillos sin columnas inutiles, y se excusara. un gasto superfluo.De todo esto infieren dichos arquitectos que nu()cadeben Usarsemachones, acompañados de columnas i> pi\astras. En gp..fleral,el buenefecto de)os arcos de.pende: ptimef(~J de la forma del vn~o: segundo,de la aplicacioll de los órdenes: tercero, de la propofcion de laspiezas <>miembros comprebéndidos en loi arcos, como aletas &ti, ,

Y cuarto ~ dQ la~ ioo()Qita$> archivQItas y dave:i.

~

Arma, le w ~rCft. fl

Lo8 arcos mas hermosos son los de medio punto: los e8~rZ8nO!,peraltad08,y rebaxados, lo son menos; siendo los de peor vista Iotarcos apuntados.

Su ancho o luz ha de ser arreglada a su destino: 8U8proporcion~dependen del caracter de ellos; y sus machoues, de la expresion delorden á que corresponden.

De las Aletas.

Las aletas son la parte del machon que hai de cada lado de la~olumna o pilastra. Su ancho depende del intercolumnio: cuandolas aletas pecan de anchas p angostas, no hacen buena vista la.columnas. Lal aletas de lo¡¡edificios antiguos son anchas, a propor..cion del peso que hai encima, á fin de que parezca mas 8olidoeledificio; pero, por razon de la solidez, mejor seria aumentar el grue-so de los machones que no su ancho, por no alterar la propor-cion que hai entre toda. las parte. que componeo la hermosura delos arcos.

Las aletas han de ser tanto mas anchas, cuanto mas robustos sonlos ordenes; y mas en los arcos altos que ('11los baxos. De la pro-porcion de )as aletas resulta la de la archivoJta ; y esta determina Jasimpostas y las cJaVt'fI.

La mejor proporcion de laflaletas en 109ord~ne. 8in pedestal etelsemidiametro de la columna; y para los ordeoea con pedcltal unmódulo y un cuarto.

De las lmpostas.

Las imposta5 rara ve~ fe suprimen: cuando ma., le .upten enl1na platabanda.

El destinode la imposta e!1, como queda dicho en su Jugar. re.cibir el arl'anque del arco, el cual suele hacerse mas ancho paraocultar)a union de la curva del arco con la línea recta del machon,{, a fin de que tenga la imposta)a apariencia de un cuerpode mayorresistencia. que apee el peso, y contrareste el empuje del arco. Porlo tanlo, cuantQ mayores sean los arcos, tanto mai fuertes han d.parecer las impostas.

En todoarco debe procurarse qu~~Ja parte eircutar no n'iZC8 inme-

diatamente de la imposta. sino poco mas arriba; un caarto, un medio,lo

4~o dos tercios, segun el mayor ó menor vuelo de la imposta; á fut deque pueda verse entero el arco desde su correspondiente punto de vista.

En los arcos grandes, cuya imposta es un cornison entero i U.otra cornisa de mucho vuelo, conviene plantar encima un plintotan alto como el vuelo: su Jinea ha de enrasar con la del machol1,estando un poco mas adentro el arranque del arco. Pero si de estose siguiere irregularidad en la clave i 6 en laarchivolta, se pondrála imposta mas abaxo de su verdadero punto.

La imposta debe estar levantada de modo que jamas parta pormedio la columna.

De la .4rchivolta.

La archivolta suele ir junta con la imposta, y cuando se omitaesta, lo mejor sera omitir tambien aquella. En los edificios sencl-Jlos, donde las aletas son demasjltldo angostas y no pueden llevartodas sus proporciones, debe omitirse la archivolta.

La archivolta ha de tener mimos vuelo y altura que la imposta;y suele ser un octavo cuando maa, <>un decimo cmmdo menos delvano. El numero de sus miembros debe ser arreglado al carilcterdel orden.

De las Claves.

En 108 arcos grandes jamas se omite la clave; y puede hacersea manera de meDsola, y tangente debaxo del sofito del arquitrabe;el cual, por razon de su mucha tirantez, pide un apeo en medio.Por tanto, son inutiles estas claves y mimsolas cuando los arcosestan sin orden, cuando el cornison vuela sobre las columnas, ycuando es corto Sl1vuelo.

Como la clave esta mui a la vista, su forma ha de ser agrada-dable, y tener adornos- analogos á los capiteles: por razon de 8Udestino ha de ser de nna apariencia solida.

Despues de determinada la base de la clave, sus dos lechos debenconcurrir -al centro del arco, y su altura no podraser menos deun modulo, ni mayor de dos y un tercio; en cuyo caso sera lamisma que la de 108 capiteles corintios, conforme se exeeuta ge.neralmente ; bien que la mayor proporcion de esta altura es de dosmodulos. Su trasdos, (, ~ara superior, ha de ser plana, para quetenga mejor asiento el arquitrabe; y su vuelo no podra ser mayorque el de este miembro. De aqui es, que son defectuosas las clavesque nada apean y vuelan al aire.

Del Entablamento.43

El entabla mento debe MentOl' siemp,'e sohre 13s col~mnasJ sin

formar en toda su longitud angulo ni resalto alguno.

De las tres partes que componen el entahlamento , que SOharqui.

trabe, friso J y cornisa J el arquitrabe es la unica que se puede ydebe usar sola cuando hai difel'entes pisos de Arquitectura unos

sobre otros. El friso y la cornisa no pueden menl)s de ir juntos, y

con el arquitrabe; es decir: que. siempre que se use friso <>COI'.

nisa ha de estar completo el cornison. Muchos al'quitedos se han

tomado la licencia de suprimir el friso cuando les ha faltado altura..

juntando la comisa con el arquitrabe. Esto es un gran defecto; por.

que carece entonces de sus proporciones el cornison, respecto a

ql1e el friso se introduxo naturalmente para figurar un intervalo en.

tI'e las piezas que co'.nponen el cielo y l<la que componen Ja 81'.madura. Por cOllsi~uiente, el arquitecto que suprime el friso falta

a un precepto; y esta supresion, ademas de hacer mui mala vista,

arguye que tOI1)Omal su~ medidas.

Hai quien duda si de,baxo del fronton debe dexarse entero el en.

toblamento. Lo cierto es que se ven exemplares en pro y en con.

tra; pero si se recurre a los verdaderos principios, la cornisa, que

es parte f'~encial del techo, se poclra excusar en todo entablamcnto

que este debaxo de un fronton; de lo cual se srguidn mui buenos

efectos: primero, no figurará techo sino donde esté el techo v('rda.

dero: segundo, el gran vuelo de la cornisa inferior no tapará ('1

tilOpan o del frontol}: tercero, se excusara el desagradable encuentro

de dos cornisas , la del fronton y Ja del entablamento, que forma.

rian UIl angulo mui agudo en los dos extremos del fronton.

Uso de los Ordenes de Arquitectura.

Los grqoitectos principiantes J dice Milizzia, "que han estudiado

"el dibuxo de los ()rdentOs, mas que otra cosa, quisieran emplearlos

en todas Partes; y creyendo qlJe donde no hai ordenes arquitcc.j, ,

n tonicos no hai Arqu:teclnra ni regla que guardar, cometen, He.

"vados de su cQpricho i los mas enormes absurdos" Es necesario

s-.Iber' que, aunque. es cierto que los ordenes son el mas bello ador.

no para la ArfHlitectnra J hai ocasiones donde no d~'ben usarse ~ya

~'I)r la ine!Iularidad del sitio, ya pq,rJalta de matcrwlcs convenlCn.,

.~, ya p;r otros motivos; de nl()do, que podra decorarse un edi.

42o uos tercios, segun el mayor ó menor vuelo de ]a imposta; á fin deque pueda verse entero el arco desde su correspondiente punto de vista.

En los arcos grandes, cuya imposta es un cornison entero, U.otra cornisa de mucho vuelo, conviene plantar encima un plintotan alto como el vuelo: su linea ha de enrasar con la del machon,estando un poco mas adentro el arranque del arco. Pero si de estose siguiere irregularidad en la clave j Ó en laarchivolta, se ponilra-la imposta mas abaxo de Sil verdadero punto.

La imposta debe estar levantada de modo que jamas parta pormedio la columna.

De la Archivolta.

La archivolta suele ir junta con la imposta, y cuando se omitaesta, lo mejor sera omitir tambien aquella. En los edificios senci-Ilos, donde las aletas son demasi;a.do angostas y no pueden )levartodas sus proporciones, debe omitirse )a afchivolta.

La archivolta ha de tener menos vuelo y altura que la imposta;y suele ser un octavo cuando mai, oun decimo cuando menos delvano. El numero de sus miembros debe ser arreglado al caracterdel orden.

De las Claves.

En ]08 arcos grandes jamas se omite )a clave; y puede hacersea manera de mensola, y tangente debaxo del sofito del arquitrabe;el cual, por razon de su mucha tirantez, pide un apeo en medio.Por tanto, son inutiles estas claves y mensolas cuando los arcosesta n sin orden, cuando el cornison vuela sobre las columnas, ycuando es corto Stl vuela.

Como la clave esta mui a la vista, su forma ha de ser agrada-dable, y tener adornós- anaJogos á los capiteles: por razon de sudestino ha. de ser de nna apariencia solida.

Despnes de determinada la base de la clave , sus dos lechos debenc::oncurrir -al centro del arco, y su altura no podraser menos deun modulo, ni mayor de dos y un tercio; en cuyo caso sera lamisma que )a de los capiteles corintios, conforme se exeeuta ge.neralmente ; bien que la mayor proporcion de esta altura es de dosmodulos. Su trasdos, o ('ara superior, ha de ser plana} para quetenga mejor asiento el arquitrabe; y su vuelo no podra ser mayorque el de este miembro. De aqui es, que son defectuosas las clavesqRe nada apean y vuelan al aire.

Del Entablamenlo.43

El entabtamentodebe Mental' siempl'é sohre las col~mnas, sinformar en toda su longitud angulo ni resalto alguno.

De las tres partes que componen el ental>lamento .. que son arqui-trabe, friso J y cornisa j el arquitrabe es la unica que se puede y

debe usar sola cuando hai diferentes pisos de Arquitectur\! unos

sobre otros. El friso y la cornisa no pueden menl)s de ir juntos, y

con el arquitrabe; es decir: que, siempre qne se use f.'iso <>COI'.

nisa ha de estar completo el cornison. Muchos arquitecto!' se hun

tomado la licencia de suprimir el friso cuando les ha faltado altura..

juntando la comisa con el arquitrabe. E~to es un gran defecto; por.

que carece entonces de 8US proporciones el cornison, respecto a

ql1e el friso se introduxo naturalmente para figurar un intervalo en-tre Jas piezas que CO'~lponen el cielo y laa que componen Ja al'.

madura. Por consig:uiente, el arquitecto que suprime el friso falta

a un precepto; y esta supresion, ademas de hacer mui mala vista,arg-uye que tomo tnHI su~ medidas,

Hai quien duda si debaxo del fronton debe dexarse ent('ro el en.

toblamento. Lo ci<,rto es que se ven exemplares en pro y 1:'.11con.

tra; pero si se recurre a los verdaderos principios, la cornisa, que

es parte f'~('ncial del techo, se podra excusar en todo entablamcntoque este deba"o de un fronton ¡ de Jo cual se sE'guirán mui buenos

efectos: primero, no fig-urar/t techo sino donde esté el techo v{'rda.

dero: segundo, el goran vuelo de Ja cornisa ¡nft.'rior no t3pnrá <'1tlmpano del fronton: tercero, se excusara el desagradable <'ucuentro

de dos córnisas , la del fronton y la del entablamento, qne forma.

rian Ull angulo mui agudo en los dos extremos del troulon.

Uso de los Ordenes de Arquitectura.

Los grqoitectos principiantes, dice Milizzia, "que han cstudiado~) el dibuxo de los brdent's, mas que otra cosa, quisieran emplearlos

.1,en todas partes; y creyendo qlJe donde 110hai ordenes arquitcc-~, tonicos no hai Arqu':tectl1ra ni regla que guardar, cometen, He-

"vados de su capricho j los mas enormes absurdos" Es necesario

a-.lber que, aunque. es cierto que los ordenes son el mas bello ador-no para la ArfluitectlJra J hai ocasiones donde 110 d.cben usarse ~

ya

,'I)f la ¡..-regularidad del sitio, ya p"9.f falta de matcflHlcs convenlC~.

.~, ya por otros motivos; de modo, que podra decorarse un eal.

44ficio ~ sin necesidad de llevar orden alguno nrquitectonico; pero co-mo toda fabrica no pllede menos de referirse á alguno de! los tresmodos que bai" solido, delicado~ y medio ~ los (JUalescaracterizan,segun se ha dii::ho, los tres ordenes -~ es indispemrableque todo

edificio tenga analogl8 con alguno de elIoe. El modo de detorarsin emplear orden alguno adtnioo va-ri-ogador11os~ como embasa-mentos ~ niehos ~ y toda espeoie de ]aoores de escultura en los te-JlM:esde puertos y venbmu8 ~ ron mas o menos riqueza ~ ~egunsea roas () menos sencilla la faehllda del edificio; resultando de loexpuesto. que aun sin ordenes puede baber Arquitectura tan hermosay propia como se desea. Bosta saber us¡¡r las adornos que ellaadmite; pues no bai duda en que la regularidad de las proporcio-nes~ aCompañada de la euritmia , 6S suficiente para hacer apreciableuna fabrica ~ aunque carezca de otro cualquier adorno.

El merito principal de toda fabrica ~ y la leiinviolable delor..nnto , es que del caráct&l' de un edificio se infieta su destino.

Puede tambien decorarse un edíficio usando de los ordenes co-mo principales adornos del arte: en este caso, la primer regla esemplearlas como corresponde a las masas y al caracter de toda lafabrica; pero de modo que al mismo tiempo que la adornen parez..Ciln partes esenciales suyas.

Ya que los ordenes son el principal adorno de la Arquitectu-ra ~ razOll será q.ue sobresalglln entre los demas que lleve el edi-ficio : por lo mismo han de sor grandiosos, a fin de que cada una desus partes sea bien perceptible, mirada desde proporcionada dis-tancia. De aqul es.~ que lOs ordenes con:vienen mal en los edifi..cios pequeñoi, donde parecen mas chicos todavia: sirven de es-torbo ~ y sus partes llegan a hacerse imperceptibles. Para huir deestos inconvenientes ~ ttmgase por maxima que el diametro de losordenes no ha de ser, por lo regular ~ tnenor de dos pies; pero silos ordenes no han de ser pequeños -, tampoco es bueno tenganuna apariencia colosal'; por cuyo motivo en los edificios particu..larea rara vez se les oora un diametroque pase de tres y mediopies: podra ser mayor en 108 publicos, segun fuere ma¡ o meno.grandiosa lo fabiiw.

Estii es )a razon principal por que no se han de usar los orde-nes unos encima de otros; y por que cuando predomine en UIftlfa-cbada un orden magestuoso , será un gran defecto el 'emplearOrd~nes chicos en puertas, ventanas, oaticos; y mayor aun el cor-ttrlo eon lineas horÍzontales en la superficie del muro. Finalmente~

45nnnca deben usarse los ordenes en plantas irregulares y de corta~xt{'nsion; porque resultan confuso>: siempre que falta gTandiosi-dud en las masas.

Cuando un edificio es en parte sencillo J y en partecon t,rdenes, su arquitectura se puede llamar mixta;clpa de las dos antecedentes.

La ÁI'quitcctul'a mixta se usa particularmente en las fJÍbricas demucha c:dcnsiol1 ; en donde J para practicarla con acierto J se debeproporcional' primero la masa general de todo edificio J y acomodardespucs las Inusas particulares con igual correspondencia de propor-cIOnes.

engalanadopues parti-

Los ('sl/'eclws n mites de este tratado elemental nQpermiten dar.

' l ' '" ' [ ' l.

,}]H(1JorfxtrnslOn a as maxunas expu.estas en e ,. gne Sl ncn no .'~on

todas las (JlU' puede np.cesitar un arquitecto en los diversos cas?s

que se le oji'í'::.can J son sin duda las mas esenciales para evitm'contraiJenga a los preceptos del atte!J a las le¡;es del buen gusto.

<U'CADIZ; iMPRENTA DEL ESTADO-MAYOR-GENERAL. ANO DE 1813,

LÁMINAS

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TOSCdl\TO. IJORICO...TONii!o. CORIlVTIo. C03fPUESTo.

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A. FIM{I' di' ltl (;,llll/tI.

lJ. /f'lide.

F. Ttz1(1n.

G. .Dado del Pedl'dlal.

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