i concurso de microrrelatos "pepe ortuÑo"

I Concurso de Microrrelatos "Pepe Ortuño"

Microrrelato nº1NO SOY PERFECTA PERO ME QUIEROMe llamo Clara y esta es mi historia, soy una chica como vosotras algo rellenita y con la cara llena de granos por mi edad.

Era feliz hasta que empecé a salir con mis amigas, eran tan perfectas con sus cuerpos tan delgados y su piel tan limpia que, sin saberlo empecé a entrar en un infierno psicológico por la presión social a las que ellas me sometían día y noche.

Hoy lucho por salir de una enfermedad que se llama anorexia, yo no soy perfecta pero ya me quiero

Jornadas de Cultura y Compromiso 2011Asamblea Local de IULV-CA de Cabra


Microrrelato nº2SOY LIBREElena era una joven enamorada con una hija de diez años, su marido era muy celoso y la tenía encerrada en casa porque según él no hacía más que provocar a todos los hombres.

Lucia su pequeña niña lloraba cada vez que su padre le pegaba a su madre una y otra vez impotente por no poder hacer nada.Cada noche las dos soñaban con que su pesadilla terminase para siempre.

Hasta que un día Elena consiguió escaparse de su cárcel y pidió ayuda y mientras corría junto a su hija gritaba SOY LIBRE.



Microrrelato nº3 MIRADAS ROTASEl viejo mendigo llega a la cafetería.

No le gusta mucho la gente, y pasa varias veces por la puerta,

observando cuántas personas hay dentro, antes de entrar cuando

más tranquilo está todo.

Lleva sus cosas, todas sus cosas, consigo.

Apenas hay nadie a esas horas, luego llegará la gente y las

miradas extrañadas, curiosas o hirientes que le dirigen al

pasar a su lado, como si mirarán a un animal.

Él no ve a nadie, a nadie conoce. Coge de nuevo sus bolsas,

paga y se marcha; al pasar, saluda al hombre reflejado en

la ventana. Otros viajeros llegan.



Microrrelato nº4CÍRCULO VICIOSOSoñó con un matrimonio estable, un trabajo de ama de casa, dos hijos rubios con los ojos azules y viajar cada mes a un lugar paradisíaco. Sin embargo, veinte años más tarde, nada de esto se cumplió. Su marido, moreno de ojos oscuros, apenas llegaba a final de mes para mantenerles.

Una tarde, atrapada sin salida en su círculo vicioso, el destino, esta vez, no quiso darle la espalda y tras lanzarse al vacío desde un primer piso, un exitoso empresario de melena rubia y ojos claros que conducía un Ferrari Testarrosa le concedió su último deseo.



Microrrelato nº5EL ARMA MÁS EFICAZLa música, pese a su inocuidad, se ha revelado como el arma más eficaz para que los dictadores devuelvan a sus pueblos la libertad.

Ben Alí resistía hasta que sonó en el palacio presidencial “Imagine” de John Lennon y decidió abandonar Túnez.

Mubarak no cedió el poder hasta que oyó “Sultans of swing”, de Dire Straits tras lo cual dejó Egipto.

Gadafi abandonará Libia, dejando atrás miles de muertos, sólo después de escuchar “Sunday Bloody Sunday“ de U2, Saleh, Obiang, Kim Joon y demás tiranos cederán ante “Great balls of fire” de Jerry Lee Lewis.

La música amansa las fieras.



Microrrelato nº6LA SEGUNDA OPORTUNIDAD El tiempo se paró por un instante y comenzó a correr hacia atrás, el futuro ya no existe, estamos regresando al pasado y será el fin de la humanidad.

Si al regresar evitamos las guerras y erradicamos el hambre; basamos nuestra existencia en la solidaridad y la paz; si convivimos en armonía con nuestro entorno natural, la humanidad tendrá una segunda oportunidad para borrar de nuestra historia tantas atrocidades cometidas por el hombre, quizás así podamos recuperar un futuro mejor que el perdido. Desgraciadamente el humano es el único ser capaz de cometer dos veces los mismos errores.



Microrrelato nº7LA VIDA DEBAJO DEL MUNDO No trates de convencerme, papá. Sí, hay mucha luz pero este sitio es muy húmedo y no tengo ningún sitio para conectar la consola. Además, ¿dónde me ducho? Y encima el aire,que sopla fuerte y frío. Si al menos tuviéramos puertas… ¡Y yo no aguanto el frío, papá!

Además, no quepo en el colchón y cuando llueve se me mojan los pies, porque aquí hay goteras.

Y bichos, ¡muchos bichos! No papá, no, haz algo que yo quiero volver a casa, no me gusta vivir debajo de un puente, con todo el mundo pasando por encima.



Microrrelato nº8CAPRICHOSTengo la familia más exigente del mundo: quieren comer todos los días.



Microrrelato nº9PROMESASCon él iba a llegar el cambio. En su programa electoral marcó como principales objetivos hacer una autovía, construir colegios y hospitales, bajar los impuestos, disminuir el gasto del sector público y reducir la tasa de paro. Prometió transparencia y eficiencia en la gestión junto a un cambio estructural en todos los ministerios. Reformas profundas, soluciones drásticas en economía, comercio exterior, sanidad, medio ambiente y servicios sociales. Lo eligieron por mayoría. Y sí, en ocho años, hubo grandes cambios: su corte de pelo y el volumen de su cuenta corriente.



Microrrelato nº10CARNE DE CAÑÓNCondenado por vivir, esa fue la sentencia que llevaba marcada en la frente. Su madre era madre soltera y lo tuvo con dieciséis años tras caer en las redes de su ignorancia, las pastillas de diseño y la incomprensión por el qué dirán. Malcriado entre abuelos, ignorado por un padre que no conoce y no querido nunca por quien lo parió, malvive en un suburbio a sus diez años. Ya conoce la droga, el delito y su mundo es la violencia. La escuela una cárcel. La sociedad su enemiga. La calle la libertad. Su destino estaba escrito, la prisión.



Microrrelato nº11GALÁCTICOSViven entre nosotros algunos seres extraterrestres cuyo objetivo es colonizar nuestro país. Aunque intentan confundirse con el resto de los ciudadanos y tener apariencia humana son los únicos capaces de experimentar transformaciones ultraterrestres, obtener nebulosas mejoras patrimoniales y vivir en paraísos fiscales; muestran una impasibilidad no humana ante cualquier acusación por muy grave que sea….

Son representantes políticos que juegan por banda derecha o izquierda y tiran diagonales al centro (da igual la posición) como Cristiano, son duros y dan leña (a las arcas públicas) cual Materazzi y driblan y golean desde todos lados (al personal) mejor que Messi.



Microrrelato nº12NADIFA Y LABAANTodo su cuerpo es piel y huesos. En sus brazos un pequeño, tan famélico como ella, se aferra a la vida intentando que de los pechos resecos de su madre fluya el alimento que le mantenga vivo. Succiona sin fuerzas pero en vano mientras ella aprieta su seno en un último intento de alargarle la vida.

El pequeño muere en su regazo, de sus ojos ni una lágrima, todo en ella es sequedad. Al igual que su hijito, la muerte es su único e inminente destino.

Se llamaban Nadifa y Labaan. Nadie les conocía, nadie les llora, nadie les recordará.



Microrrelato nº13SENSIBILIDADA la joven forense, aún le duele su trabajo. Roza con la punta de los dedos la frente del anciano antes de ponerse los auriculares y los guantes. Mientras escucha “Alhambra” de Sarah Brightman, corta, pesa, mide y da tejidos a analizar al patólogo. A mediodía, el cadáver parece el viejo cascarón de un barco. No tiene hambre. Deja el sándwich envuelto en plástico sobre la mesa metálica, y redacta el informe: “Causa de la muerte: abandono con sobre dosis de tristeza”.



Microrrelato nº14PUEBLO MINEROChimeneas que soplan nubes grises y blancas de olor intenso. Cintas transportadoras. Torres altas de pozos profundos. Y el espectro de un minero descubriendo una cinta blanca en la frente al quitarse el casco. Un día más sin grisú, un día más de polvo negro. Nuevo silbido en los pulmones.



Microrrelato nº15AVARICIALa abuela dice que mi futuro está en manos de la justicia y le tiembla la barbilla como si fuese a llorar. “Eso es por el estrés”, me contesta cuando le pregunto. El estrés debe de ser el tío Raimundo, porque cuando vino a casa, también le temblaba la barbilla. Ayer, un señor trajo una carta y la abuela dijo que llamaría a un abogado muy bueno para la defensa. Dijo que el tío Raimundo sólo quiere quedarse con la pensión y habló de una síndrome de Down que era su nieta. La abuela se equivoca, porque yo soy Azucena.



Microrrelato nº16¿VOCACIÓN POLÍTICA?... Eso ya no se lleva en estos tiempos que corren, en los que priman los intereses personales y NO los del pueblo, “y si puedo ayuda a los de mi círculo familiar y de amistad, y si encima me lucro… pues mejor”.

Por eso, pienso que es una pena que queden pocos ciudadanos de éste y de otros muchos pueblos, que tengan ese afán de querer y poder ayudar a sus vecinos/as en sus inquietudes, sean grandes o diminutas, sin ningún tipo de distinciones de clases sociales, de creencias, de nacionalidades…

¡Auténtica vocación política era la que tenía Pepe Ortuño!



Microrrelato nº17TERROR NOCTURNOCambió la cerradura de la puerta. Consiguió una orden judicial de alejamiento. Pero todas las noches, entra en sus sueños.



Microrrelato nº18(SIN TÍTULO)La conocí en la playa, cuando tenía frío. Un frío calado después del largo viaje marítimo.

Sólo quería que su hijo pudiera comer algo al día, que no se notaran tanto los huesos tras la fina piel morena, y que sonriera, aunque ella no pudiera verlo desde la lejanía.

Estaría contenta de saber que su vida iba mejorando.

Sólo quería eso, y aquí no la entendíamos. Aquí todos errábamos al juzgarla y malinterpretábamos su acción.

Su historia cayó en el olvido, como tantas otras; pero alguien tenía que contarla.



Microrrelato nº19(SIN TÍTULO)Al olor del papel quemado, huyeron las palomas.

El destrozo cultural que se había causado, era irreparable.

El que lo hiciera, al quemar las obras, había hecho desaparecer no solo el cuero del lomo de cada libro, sino con él todas las ideas de las personas que en él habían influido.

Décadas de pensamiento callado; luego transcrito al papel que se borrarían de la memoria colectiva. Futuros lectores en potencia que no saborearían esos manjares.

Dos jóvenes estudiantes, los únicos conscientes de lo que pasaba, lloraban en silencio, mientras juraban vengarse del dictador.



Microrrealto nº20CIEN Cien palabras lanzadas al viento, para que como guerreras lleven aliento de esperanza,

desde oriente a occidente, para que como gotas de lluvia en primavera, haga renacer

en los pueblos adormecidos y cautivos, del conformismo y la pasividad, la simiente de la justicia y de la libertad.

Cien hijas del poeta desolado, que no dio su vida sino que se la quitaron, por hablar de amor entre hermanos.

Pasado, presente y futuro; tiempos, de los infinitos tiempos, recordaremos, viviremos, soñaremos juntos, y juntos seguiremos por el sendero de los hombres y mujeres libres.

Cien palabras escritas, cien voces vivas.



Microrrelato nº21 IGUALESDialoguemos para afrontar objetivos,

Para solucionar nuestros problemas,

Para escuchar las voces desesperadas,

Para acallar el llanto de la hambruna,

Para hacer de la igualdad un hecho,

Y no un sueño herido y maltrecho.

Hablemos sin condiciones de acciones,

Para que las palabras sean luces,

Que difuminen las sombras,

Para que la mentira no se esconda,

Disfrazada de absoluta verdad.

Habla, yo te escucho,

Pero óyeme, cuando yo te hable,

Escucha lo que le dijo el manzano al peral,

_No somos iguales hermano_

_ te equivocas hermano, árboles somos y fruta damos, solo que tu eres peral y yo manzano_.



Microrrelato nº22LA ESQUINATuvo que cambiar su puesto en el banco por una esquina de la Gran Vía; su tarjeta de visita, por un cartel de cartón; los cheques y los depósitos, por unas pocas monedas en el fondo de un vaso de plástico. Poco a poco, se fue acostumbrando a su nueva vida, pero una mañana que se había quedado dormido en el cajero automático, cuando llegó a su esquina, se encontró a otro, más joven, mejor preparado, ocupando su lugar.



Microrrelato nº23HIPOCRESÍA MALDITASuzanne, aprovechando la excitación de su cliente, le ató las manos al cabecero de forja de la mugrienta cama. Sin vacilar y contorneando sus caderas, extrajo una pistola de su bolso y le disparó a bocajarro para no fallar.

Se había propuesto terminar con el mundo del que le era imposible escapar.

Dejando atrás el tercer cadáver, que bien podía ser el de un banquero, un fontanero, un profesor, un padre de familia, un hijo, un hermano… salió de aquella pensión camino de su cuarta víctima. La noche no había hecho más que empezar.



Microrrelato nº24HUELGA GENERAL El corazón de mi abuelo hizo huelga el 29 de septiembre. Como era Huelga General, le siguió el resto del cuerpo, como tenía que ser. Era la única forma que tenía de protestar... y como siempre, fue contundente.



Microrrelato nº25DIÁLOGOS PELUDOSNunca has visto un pelo tan suave y brillante como el mío – dijo el astracán.- Pero mis rayas son tan monocromáticas y geométricas que te superan en belleza – repuso la cebra.- ¿Todavía no os habéis enterado que este año las manchas causan verdadero furor? – replicó el guepardo.Desde su percha, la rebeca de lana sintética observaba una absurda discusión entre abrigos de piel auténtica. Estaba tranquila: sobre su conciencia no pesaba la muerte de ningún animal.



Microrrelato nº26(SIN TÍTULO)María escucha una chacarera. Sahira un nouba, Oksana deja caer una lágrima mientras en la radio suena Katiusha. A pesar de la distancia, las canciones parecen susurrarles lo mismo a las tres mujeres: “Te extrañamos, hija, vuelve pronto.”.



Microrrelato nº27 (SIN TÍTULO) Lucía está en el suelo. Su cabeza cae ladeada sobre la alfombra. Lucía no se queja. No habla. No grita. Ni llora. Daniela ha dejado tirada a su muñequita en el suelo después de zarandearla y darle patadas, yéndose como si nada. Cuando le he preguntado que qué hacía, respondió que lo mismo que papá. Sin querer, Daniela me ha convencido. Mañana mismo nos vamos de casa.



Microrrelato nº28(SIN TÍTULO) Esa noche, los niños soñaron con que las calles se llenaban de paquetes envueltos en colores cuando sonaban las sirenas. Fue un sueño tan real, que al día siguiente, cuando tronaron las alarmas, salieron corriendo a la calle a recibir sus regalos. Cuando les estalló en la cara comprendieron que el sueño no se había hecho realidad. Pero ya era demasiado tarde.



Microrrelato nº29 CORRIGIENDO INIQUIDADESAl cabo de seis meses de para, mengano consigue trabajo. Cuando va al cajero automático a retirar el salario de su primer mes de paga, queda perplejo. No tiene dinero. Su banco se cobró comisiones y cuotas de manejo atrasadas.

Para corregir esta iniquidad, se aprueba una ley obligando al Ministerio de Hacienda a cubrir tales deudas en nombre de mengano.

Así funciona el Estado de Derecho. De eso se trata la justicia social.

«Hubiera sido más justo sancionar al banco, prohibirle que cobre comisiones por servicios que jamás prestó», opino y, por hacerlo, me quitan la licencia de abogado.



Microrrelato nº30TRASTOS VIEJOS Con los años se ha hecho viejo y ya no sirve para nada. Los niños han crecido y ya no lo necesitan en sus juegos, ni se suben a sus rodillas. Sentado en la mecedora, enfrente del televisor, deja pasar el tiempo. En casa, apenas reparan en él, se han acostumbrado a que esté, en el salón, pero se acaban de mudar a un piso más pequeño y ahora no hacen más que cambiarlo de sitio. A veces, alguien se tropieza y protesta: “¿pero no podéis llevarlo a otra habitación?”. Ayer, por fin, decidieron subirlo al desván.



Microrrelato nº31LA PROFECÍA Tendrá una salud deficiente y su esperanza de vida apenas superará los cuarenta años. Poseerá una dentadura cariada y su formación académica será nula. Se valdrá por sí misma antes de salir de la infancia y cuidará de sus hermanos menores. Vivirá en la frontera de la legalidad y coqueteará con drogas antes de cumplir los quince. El amor pasará de puntillas a su lado pero sabrá cómo satisfacer el deseo ajeno. Tendrá un embarazo en plena adolescencia y luego seis más; un aborto mal provocado el costará la vida.

Se llamará Yalagaby y en breve nacerá en Tailandia.



Microrrelato nº32ENROQUE CARITATIVO Una tarde de invierno, un mendigo espera la caridad de la gente. Algunos, al pasar a su lado, le miran con pena, otros ni se dan cuenta de su presencia, absortos en sus asuntos.

La misma tarde, un ejecutivo, se detiene frente al mendigo. Apoya en el suelo su maletín y extrae un billete de su cartera.

–“Para que se vaya a comer un bocadillo en el bar de la esquina”.

Y, abrochándose los botones de la gabardina, se arrodilla, sosteniendo la cajita de monedas.



Microrrelato nº33CIEN PALABRASCuando el pordiosero me pidió una limosna, le propuse un trato: le daría todo el dinero que llevaba en el bolsillo, si me resumía su vida; eso sí, en menos de cien palabras. "Mi vida en menos de cien palabras", balbuceó. Pude ver cómo una lágrima se deslizaba por su mejilla antes de que inclinara el rostro. No dije nada, sólo le entregué el dinero y me alejé pensando que ni siquiera un millón de palabras serían suficientes para describir la tristeza, el dolor, las ausencias y las pérdidas que bullían en el limitado ámbito de aquella lágrima.



Microrrelato nº34LÁGRIMAS UNIVERSALES Millones de personas se pusieron a llorar a la vez en el mundo durante el estreno mundial de “El llanto de un hombre”, la película que narraba la caída de un empresario desde la cumbre del éxito hasta los abismos del desempleo y la miseria, un largometraje que estaba llamado a ser uno de los grandes melodramas de la historia del cine.

Y mientras los millones de espectadores lloraban al ver las lágrimas deslizarse por la gran pantalla, la solidaridad se frotaba las manos. Albergaba la esperanza de que de la tierra fertilizada por tantas lágrimas naciese una nueva Tierra.



Microrrelato nº35DESDE EL SUBSUELO Su esposa lo abandonó de la noche a la mañana; a la semana, se quedó sin trabajo; y al mes, sufrió una grave hepatitis.

Cayó muy bajo, tan bajo como el sótano de un edificio de los arrabales, en donde vivió durante el tiempo que necesitó para convalecer de la hepatitis, encontrar otro empleo y amar sin esperanza de ser amado.

Superó la hepatitis, halló un trabajo, amó a quien no le amaba y fue amado por quién él no amaba. ¿Un hombre fracasado? La literatura lo adoptó como uno de los suyos, incluso le dedicó un cuento.



Microrrelato nº36UNA PALABRA Aunque era la palabra más débil del diccionario, en la voz de aquel maestro temporalmente desempleado, vencedor contumaz del desaliento, sonó como un ciclón arrollador:

-Mi debilidad es mi fuerza.



Microrrelato nº37EL INFIERNO DE LOS OTROS “El infierno son los otros”, se dijo el inmigrante sin trabajo mientras se alejaba cabizbajo del grupo de personas que lo había rechazado. Metros más adelante, se detuvo bajo un árbol del parque y añadió unas palabras de su cosecha al famoso adagio existencialista: “El infierno son los otros… cuando no te aceptan entre los suyos”.



Microrrelato nº38UN DÍA MÁS Hoy, después de parar el despertador pensé no ir a trabajar, me sentía cansado, había pasado la noche inquieto en continuo duermevela.

En veintitrés años que llevaba en la empresa no había faltado un solo día sin una buena justificación y no iba a hacerlo ahora por un simple cansancio pasajero así que, presuroso, me levanté.

Al llegar al polígono industrial aminoré la velocidad hasta parar en el arcén, crucé los brazos sobre el volante dejando caer mi cara sobre ellos y comencé a llorar.

Hoy no tenía que ir a la fábrica, no iría nunca más, ayer me despidieron.



Microrrelato nº39LA BONDAD DEL EJERCICIOEl hombre, desempleado desde hace unos meses, realiza todos los días treinta flexiones de tronco y cincuenta de piernas, antes de emprender una larga caminata por las principales calles de la ciudad.

Durante el trayecto, se detiene varias veces: aquí da a un pedigüeño unas monedas de sus menguantes ahorros; allí, conforta al amor viudo; acá, se agacha para ayudar a incorporarse al caído; al doblar la esquina, traslada a paso ligero la cesta de la compra de una anciana… Se encuentra en óptimo estado forma él, el gimnasta bondadoso al que nadie ofrece un trabajo remunerado.



Microrrelato nº40 SANGRÍASentado en el sofá, noto como los poros de mi piel se abren de par en par y empiezan a escupir borbotones de sangre.

No sé qué hacer; tras cinco minutos la sangría no cesa. Y frente a mí, el locutor del telediario sigue narrando la muerte de 157 personas en Conakry por su oposición a la junta militar que gobierna Guinea, los 60 muertos en el ataque suicida de Faluya, los 15 tras un ataque talibán en Kabul, 40 más en un terremoto en Samoa… A duras penas logro desenchufar la tele y paradójicamente mis poros se taponan.



Microrrelato Nº41DESDE LAS TERRAZAS …dieciocho, diecinueve y veinte. ¡Voy! ¿Estás en el salón?

¡Nooo!

¡Vale! ¿Estás en la cocina?

¡Tampoco!

¡Ya lo sé! Estás en la habitación de tu hermana…

¡Sí! pero… ¿dónde?

¡Debajo de la cama!

¿De cuál?

¡De la de la derecha según entras…!

Bueno…

¡Ven a la terraza, te toca “ponerla”!

Así es como se forjó nuestra amistad y nos hicimos hombres: mirándonos a los ojos, siendo completamente sinceros, comprometiéndonos en la distancia. Alegrándonos y doliéndonos juntos. Y por esa música que nos tiene completamente vencidos…



Microrrelato Nº142JUAN CON MIEDO Rodear su bosque hacía que tuviera que caminar todos los días durante dos horas más. Tiempo que aprovechaba para pensar, oler flores, hipnotizar moscas y respirar sol.

El tiempo creció y el bosque desapareció.

Rodear el centro comercial cada día para acercar a sus hijos al colegio caminando, hablando y haciendo el tonto le hacía recordar el porqué de sus miedos y lo que le habían ayudado. Con una sonrisa.



Microrrelato Nº43PELONES Con cara de papel cerró la puerta de la oficina. Cogió el ascensor directo a la puerta de su coche. "Ya voy, ya voy. Me he entretenido como nunca, lo siento". En diez minutos estaba en los pasillos de Hospital Infantil y su eterno olor a colegio. Un dedo martilleando un reloj impacientemente que respondió encogiendo los hombros. Una sonrisa, como siempre, disculpó su retraso. Sentado ante es espejo se miró la calva. Su única huella. Se ajustó la bata de colores. Un último repaso a la sonrisa y a su nariz colorada. Tomó la guitarra y... ¡¿Cómo estchán ustchedesssshhh?!



Microrrelato nº44RITMANDO VIDA Las baquetas en la mochila van marcando el ritmo de sus días. Cuando lleva a las niñas al colegio, cuando coge el teléfono en la oficina, cuando sueña, cuando escucha su voz, cuando escribe, cuando lee, cuando estudia, cuando vuela, cuando ama, cuando se bifurca en mil caminos por veredas, ríos, mares, soles, islas, espejos, fantasmas, jardines, palabras, silencios, fantasías, relaciones,poesía...

Cuando se pone a tocar es su imaginación la que va colocando todo, centrándose en la vida, en esa que reúne tantas otras, que son tribu, al tam-tam de su latir sincopado.



Microrrelato nº45VALORES ¿Cuánto cuesta una mirada? ¿Y una sonrisa? ¿Y la compañía? ¿Y sentir aliento? ¿Y jugar con un rayo de luz a hacer figuras en la misma pared? ¿Y oler el pelo? ¿Y oler un guiso chopchopeando a fuego lento? ¿Y el brillo en los ojos? ¿Y un hombro? ¿Y si todo esto encima es tuyo?

Tú lo tuviste gratis. Ahora, muy caro: Te pido lo mismo.



Microrrelato nº46(SIN TÍTULO)Sentir pena y llenarse los bolsillos, sentir pena y olvidarlo en un minuto, sentir pena y llenarse la boca, sentir pena y mirar para otro lado.

Tremenda hipocresía


i concurso de microrrelatos "pepe ortuÑo"

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