Pedro desde sus primeros años, siendo pastor de los rebaños de su padre, aprende a contemplar, descubrir y sentirla presencia de Dios en la naturaleza.

“Para agradar a Dios pocos discursos y muchos afectos es lo más acertado”.

“Lo que ha de hacer el hombre para que su alma no se pierda es examinar su interior”.

¿Y qué es estar en la

presencia de Dios?...

“Es estarse todo el día y toda la noche

alabando a Dios,

amando a Dios,

obrando por Dios y

comunicando con Dios”.

Le pregunta un hermano atraído por su manera tan frecuente y familiar con que se comunica conel buen Dios: Hno Pedro¿ qué es orar ?... “Orar hermano mío es estar en la presencia de Dios”.

“Concédeme buen Señor, fe, esperanza y caridad y ya que eres generoso una profunda humildad y antes y después de esto que haga tu santa voluntad”.

En presencia del tabernáculo se le olvida la tierra,

“Yo no puedo más con este misterio, ya que pierdo el juicio, Él me dé el remedio”