hall, peter. ciudades del mañana. historia del urbanismo en el siglo xx

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  • Peter Hall

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    Historia del urbanismoen el siglo XX

    Ediciones del Serbal

  • Peter Hall

    -CIUDADES DEL MANANAHistoria del urbanismo en el siglo XX

    Traduccin de Consol Freixa

    Ediciones , del Serbal

  • Primera edIct6n 1996

    e 1988 Y 1996 Pete! HallPubUcado por Blackwell PubLishers, Oxford

    e 1996, edictn espat\ola. Edlciones del SerbalFrancesc Totrrega, 32-304 - 08027 Barcelona

    Impreso en Espall.aD. L: 8.32246-96DlsetIo grfico: Marina VilagelluImpresin: Grafos, S.A. - Arte sobre papelISBN 84-76280190-0

    SUMARIO

    PRLOGO 7

    AGRADECIMIENTOS :................................................ 9

    1. LAS CIUDADES DE LA IMAGINACINVISiones alternativas a la dudad de Dios, 1880-1987 11

    2. LA CIUDAD DE LA NOCHE ESPANTOSALA rtru:ci6n anu los barrics pobres Ik la ciudad del siglo XIX:JfIdrtS, PaT, Berln, N~ York, 1880-1900 24

    3. LA CIUDAD DE lAS VAS DE CIRCUNVALACINABARROTADASUu Ttas suburbanas tk trnsito masivo: Lotrt/res, Pars, &rln,Nueva York, 1900-1940 57

    4. LA CIUDAD EN EL JARDNlA sollldrl de la ciudad ;ardln: Londres, PIlJ', &rlln,Nun'a York, 1900-1940............................................................................... 97

    5. LA CIUDAD EN LA REGiNEl nacimiento de la planificacin regional: Edimburgo, Nueva York, Lotufrr5,1900-1940 147

    6. LA CIUDAD DE LOS MONUMENTOSEl movimiento tk la Ciudad Btlla: Chicago, Nueva Delhi, Most',1900-1945 ................................................................................................ 185

    7. LA CIUDAD DE LAS TORRESLa dudad radiante de Corbusier: Pars, ClJandisarh, Brasilia, Lotulrts,51 Louis, 1920-1970 215

    8. LA CIUDAD DE LA DIFCIL EQUIDAD Las comunidades autnomas: EdimbUfJO, lndore, Lima, &rlceley,Maccln(ield, 1890-1987 253

  • 6 CIUDADES DEL MAANA

    9. LA CIUDAD EN LA AUTOPISTALos barrios suburbanos del automvil: Long Island, Wiscosin, Los ngeles,Pars, 1920-1987 .. 285

    Prlogo

    BIBLIOGRAFA 431

    NDICE 483

    12. LA CIUDAD DE LA ETERNA POBREZALos sempiternos barrios bajos: Chicago, St Louis, Londres, 1920-1987 ........ 373

    "

    10. LA CIUDAD DE LA TEORAEl urbanismo y la academia: Filadelfia, Manchester, California, Pars,1955-1987 .

    11. LA CIUDAD DE LOS PROMOTORESLa prctica urbanstica cuestionada: Baltimore, Hong Kong, Londres,1975-1987 .

    13. LA CIUDAD A LO BELLE EPOQUELas infociudades y los ghettos sin informacin:Nueva York, Londres, Tokio, 1985-2010 .

    LISTA DE ILUSTRACIONES ..

    331

    353

    413

    479

    Todo el que escribe una historia del urbanismo debera hacer un prlogo para de-fenderse: los urbanistas deberan planificar, no retirarse a meditar. La verdad esque la escrib porque el tema me intrigaba. Como sucede con otras cosas de lavida, muchas veces nos damos cuenta de que lo que hemos pensado y hecho hasido pensado y hecho por otros antes que nosotros; hay que conocer las races. Estees el motivo.

    A diferencia de lo que sera de esperar no he tenido ninguna ayuda econmi-ca, de modo que no tengo que dar gracias a nadie; ni ayudante, o sea que soy elnico responsable. Y como tambin lo he pasado a mquina, doy las gracias a losannimos autores de WordStar y WordPerfect; a Chuck Pedle por su legendario Sirius1; y a los desconocidos fabricantes de su hermano de Taiwan que -siguiendo las le-yes de hierro del Fordismo perifrico- lo sustituy. Rosa Husain pas a mquinala bibliografa y luego elabor las notas con sumo cuidado, inicindose con ello enlos placeres y horrores del macros del WordPerfect.

    Pero, como siempre, quiero agradecer a los bibliotecarios y bibliotecarias porsu colaboracin. Los que piden que se reduzca el nmero de funcionarios pbli-cos, a los que a veces todos nos hemos sentido tentados a apoyar, no deben habertrabajado nunca en las grandes bibliotecas del mundo. Yo he tenido la suerte depasar muy buenos ratos en tres de ellas mientras trabaj en este libro: la British UbraryReference Division (o dicho de otra manera la Biblioteca del Museo Britnico), laBritish Ubrary of Political and Economic Science (la biblioteca LSE) y la Bibliotecade la Universidad de California en Berkeley. Doy las gracias de todo corazn alpersonal de todas ellas. Y en especial, aun a riesgo de crear resquemores, a ElizabethByrne por haber convertido la Environmental Design Library de Berkeley en elmagnfico lugar que es hoy.

    Algunos fragmentos de este libro han aparecido anteriormente: el comienzodel captulo cuarto apareci en forma de artculo en New Society (publicado denuevo en Town and Country Planning, y ms tarde en una antologa Founders ofTheWelfare State (Los fundadores del estado del bienestar) (publicada por Paul Barker);algunos fragmentos se utilizaron en Metropolis 1890-1940 de Tony Sutcliffe; una par-te del captulo noveno se inclu~ hace aos en Man in the City ofthe Future, publicadopor Richard Eells y Clarence Walton. Creo que lo que escrib sigue siendo correc-to y es por ello que no me disculpo por el plagio que me hago. El captulo dcimosegundo contiene una breve autobiografa que he considerado necesaria para po-der explicar bien la historia, de ah la aparente inmodestia.

    Mi editor, ]ohn Davey, fue siempre muy comprensivo. Espero que le guste eltrabajo realizado. Elizabeth Lake cuid muy bien el tema de las ilustraciones. Estoymuy agradecido a dos colegas y buenos amigos que me sirvieron de conejillos de

    !

    .'

  • CIUDADES DEL MAANA

    indias y leyeron el primer borrador: Lyn Davies en Readlng y Roge! Montgomeryen Berkeley. No creo que haya satisfecho todas sus sugereneas pero he tomado notade todas ellas. Tambin agradezco la colaboradn de Carmen Hass-Klau por haberrevisado la pane dedicada a Alemania.

    Finalmente doy las gradas. como siempre, a Magda por sus implicable ayuda

    logstica: y ms.

    Peter HallBerkeley y Londres

    AGRADECIMIENTOS

    El autor y los editores desean agradecer a Joho MUlTar (editores) LId, por permi-tirnos dtar el poema ~Slough,. de los Colltcted Poems de Jobo Betjeman.

    Tambin queremos dar las gradas por habemos pennitido reprodudr las ilus-traCiones ; Aerofils Ltd. por i1. 3.12; (C) 1988 The Art Irntitute of Chicago, todoslos derechos reservados. por Us. 6. I (Retrato de DanIel Henry BumhamJ, 6.2. 6.3(O.H. Bumham y E.H. Bennet Plan o(Chicago. 1908, lmina 85 Plan para un slsU-ma viario de drwlad6n (...) y lmina 132 Vista dt5de el 06U de la Plaza del CentroCvico (... ) de jules Guerin, cedido por la Ciudad d Chlcago al Art Institute deChicago; a Australian Oveneas Information 5ervice por canberra lis. 6.7, 6.8; a labiblioteca Huiton Picture de la BSC por il. 10.1; a la Bod.J.eian Ubrary de Oxford porlis. 2.5, 2.6 (R.W. DeForest &.: L VeIlier TM Tenememt House Problem, 1903, 247554.d2,pg. 10, 0pp. pg. 14), por 11.3.9 (RUnWin NorhingGained by Ovmrowding! 1912,2479116.d.4 (6), pg. 9, 6g.ll1), por il. 3.10 (Ministerio de Salud Type Plans amlEkvations, H.M.S.O. 1920, 2279.c.1O (10), lmina 9), por 11.4.8. (R.Unwtn TOW1lPlanning in Practiu, 1920, 2479116.d;5, pg. 172, lmina 116), por ti. 7.8 a.H.Forshaw &. P. Abercrombie County ofLorukm Plan, 1943, G.54.c.17.4Q.3, portada);por il. 3.7 (R.Reiss TM Homt 1 want, 1919, U755.e.77, Uustradn de la cubierta) aBodleian brary and Hodder&.: Stouhton LId.; por lis. 12.1, 12.3, 12,4 (fotografiasdeJun Fujlta) a Chicago Hlstorica1 Society; p.x iL 4.21 a la Biblioteca de la Universidadde Columbia, Rare Book and ManUSClipt Ubrary; por U. 4.16 a la biblioteca de laUniversidad de Comell, departamento de manuscritos y archivos; por il. 6.6 aCounny fe; po~ il. 7.3. a Counny Ufe Books 6.'1-; por ti. 7.3 a (C) DACS 1988; por7.3; por 11.7.2 Arrnand Dayot Louis XIy'lIluslTations d'aprrs de PdnWUs, Seu/plum,Gr~, OtJ;al, etc., du temps (Flammarion; 19(9); por ils. 'lA, 10.2 Letchworth,F1rst Garden CUy Heritage Museum; por il. 5.8 Tht Containmrnt ofUrban Englandde Peter Hall, Harry Gracery, Roy Drewett &.: Ray Thomas, con permiso de UnwinHyman mited; por J. 4.7 a The Hampstead Garden Suburb Archives Trust; porlis. 12.6, 12.7 a David Hoffman; por il. 9.8 a HoUday inn; por iJ. 4.12 a KruppGmbH, HislOrical AKhive; por 11. 3.11 Osbert tancaster Hm ofaJI Places (1959) conpermiso de John Murray editores Ltd. ; por fu. 2.4, 6.9 a LandeshildsteUe BerUn;por il. 11.1 Uverpool Daily Post &: Echo mited; por ils. 3.3, 4.6 a London Boroughde Ealing, Central Ubrary, Local History Ubrary; por i1. 11.5 Londan DocklandsOevelopment Corporation; por Us. 3.4, 3.5, 3.6 a Landon Transport Museum; poril. 6.5 a Mary Lutyens; por Us. 2.2 2.3 a Mansel1 Collection; por il. 12.5 a Moorland-Spingam Research Center, Howard Universty; por il. 5.2 a Sopbie Mumford; por 11. 9.1 a Museo de la Oudad de Nueva York; por 2.1 a Museo de Londres; por ils.5.1. 5.4, 5.5 a Biblioteca Nadonal de Escoda (fotografas; Antonia Reeve); por n.9.'1- a J.c. Nichols Company; por il. 9.2 a New York Dally News; por 11. 7.1 a

  • 10 CIUDADES DEL MAANA

    Popperfoto; por 4.5 a ]oseph Rown~Memorial Trust; por iJ. 7.11 a SI Louls Post-Dispatch; por 11. 1.10 a SI Louis Public Ubrary; por Us. 7A. 7.5 a Madhu Slorin; por11. 5.3 a SCottish 1oor15l Board; por 5.7 a Tennessee VaUey Authority; por Us. 3.8.4.1.4.9. 4.10. 4.11, 8.2 a Town and Country Planning Assodatlon; por 11. 8.1 aJohnF.C. Tumer; por Us. 2.7. 2.8, 2.9 iI Universidad de Winois en ChlCilgO, UniveniryLLbrary Oane Addams Memorial CoUection). por j. 12.2 a (ChJcago Woman's AidSociny Records); por 11. 9.7 a V~turi, Rauch 'f Sean Brown; por U. 9.5 a The Frant.L10yd Wright Memorial Foundation, Copyright (C) The frank Uoyd WrlghtFouncl.ation 1958. us otras ilustradones han sido cedidas por el autoc

    Hemos intentado dar el nombre de todas los organiSmOS que tienen dcrh05sobre I.1.s i1ustndones que hemos publicado. Si hemos cometido algn error estamos dispuestOS a enmendarlo en w futuras ediciones.

    Las ciudades de la imaginacin

    Entoncrs pregunt _si crea firmemente que U~ cosa es de una manera. :se con-vierte en eso?..

    Me replic: e Todos los pocta.S O'ttn que uf sucede. y en los mas de Q imaginacin el:; firme creend, movi, monunu; pvo muchos son incapacel lit' aeerfinnemente m nada._

    Wll1.llm BlmTht MtII'rilIzto(H~ und Hdl (c.1790-3)

    Chr.;.smor, dijo Chrtstian, soy un HOO'lbrt' que vit'nf: dt' Q Dudad lit' Q Dt!:stNa::i6rr,Yn al Mmk Sin, y d hombrt que eQN m 1, Pueru al pr:indpio dd amino lDt'dijo; que 51 vu, ,qu. lDt' lD05tWiI.is al5aS t'XCdt'ntel, que lDt' ,yudi.ria.n m mi Vli.je

    john Buny,nTM P'ilgm'j Pros/m (1678)

    Pofque dt'bm1os coruldenr que semnos una dudad m 1, montal'\a.. Todos los otosnos mir.uin, de mant'la que Ji nos compoct~os m.t.I con nut:5trO Dios m este tra-bajo que hemos Iniciado, y h~os que l nos retire Su iKtUal ,yu

  • "Captulo 1

    Las ciudades de la imaginacin

    Visiones alternativas a la Ciudad de Dios,1880-1987

    .Los hombres prcticos que se creen que: no han recibido ningn tipo de Influencia Intefectual. nonualmente son esclavos de un economista que ya h.a muerto_,dijo "eynes. en un famoso pmfo al fina! de la Gmeral~ .Los locos que tie-nen pod~. escribi, _que oyen voces, han inspirado su locura en .lIgUR mal es-critor acadmico redentem.ente fallecido,.l. En lugar de economistas podra ltaberdicho u~nista.s.Mucho, si no todo 10 que ha pasado -para bien o para mal- a la:sdudades del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, puede hallarse en las Ideasde unos pocos visionarios que vivieron y ~bleron hace mucho tiempo. la ma-yorb de ellos prcticamente IgnoradO$ y totalmente despm::lados por sus con-temporneos. Han tenido su reivtndk:adn pstuma: en el mundo de los asuntospricticos; induso, podra decirse, que ban conseguido vengane.

    Este libro es soba: dios. sus visiones. y el decto de stas en el tnbjO cotkll.a-00 de construir dudada. Sus ooInbres se lrin ~tie:ndocomo si se ttaun de unhnte60 da UrbanismO: Howud. Unwin, PuUr, Osbom; Geddes, Mumfofd, Stein,Mac.K.1ye, Owe; Bumham. Lutyau.; Le Corbusicr, Well.s, Webber; Wright, Tumet,A1umdtt; friedmann,. ~tdls,HMvey. Lo esmci;al puk resumine brrvemente: la lIl.iIIyo. de dios fuuon~ pero mudw de sus idca5~ enbarbecho porque 105 tiempos no estaban ~uros. las visiones aan a menudout6pica.s. indU$O ayaban LiI Cft'enda en el milenio: no pandan sino versiones seculues de u Oudad Cdestia.l del Monte $16n de los pudW10S del siglo XVU,tradas a La tiern y dispuestas pua um tpoca que tambin peda recompensas.CUatldo por fin las visiones fueron descubtenaS Yresudladas, se apUaron, muchasveces, en lugares distintos y en ctn:unstandas muy diferentes, y, a menudo, a travs de mecanismos distintos de los que 5U5 autores haban imaginado. No es de 6-trat\a[ que, trasplantadas en el tiempo y en el lugar y tambin aplicadas a una situad6n sociotCon6mica distinta, tuvieran resultados que algunas veces fuuonutra11.os y otras catastr6fh::os. Para darse cuenta de eUo, primero habr que estudlar los distintos estratos ltist6ricos que enterraron y obscurecieron las Ideas ori-

    ginales; y, despus. entender La naturaleza del trasplante.

    , (Vbnsot oow en P'JUu. 21.)

    Las races anarquistas del movimJento pla.n.Bcadof

    El libro demostrari que en este proceso tardio de convtftir lo idul en rul, tuvolugar una monstruosa pervttSi6n histrica.. lo que ruIrnerne SOfpralde es quemuchas, aunque no toda$, de las primeas visiones del urbanismo oackron den-tro de{ movimiento atJMquisU que 8orecI6 en las h1nus dkadas del Siglo XIX Yen I~ primeras del XX. Esto es derto tri~to a Howard. Geddes YLa Asoc:Dd6n~ La p1anific:ad6n rtgionaJ de Ammca (RqionaI~ iWociation o(Amerial),UI como tambin para muchos de sus derivados en Euzoop. (EVidentemente. &teno es el caso de Le Corbusiu, que era un centralista autoritario, ID de La mayorlade los miembros del movtmiento de la Oudad 8eila (City &autifillJ, que eran fie-les sirvientes del capitalismo finandero o de dictadores total.ttariOS). La visin deestos pioneros anarquistas no era meramente una altematlva a la construcd6n, sinotambi&1 una alternativa a la sociedad, que no era ni capitalista ni burocrdco-so-dalista: se trataba de una sociedad basada tn la cooperacin voluntaria entre hom-bres y mujeres que trabajaran y Viviran en pequenas comunidades que ellos mis-mos gobernaran. As pues, no slo en su foona fulca, sino tambin en la espiritual,eran venlo~es seculares de la colonia puritana de Wlnthrop en Massachusetts: ladudad sobre la monrana. Sin embargo lo irnico fue que, la mayora de las veces,cuando Ueg el momento de que sus kJeales se convirtieran en realidad, se htw dela mano de las bullX:fada.s estatales. cosa que les habri.a horrortudo. Cmo fue estoposible, en qu manen ello fue la causa del consiguiente: desenga60 que produjoel wbanlsmo. son lemas cmtra.Jes que este libro deberj estudln

    NI la Idea, ni la manera como va a; ser mUdo ~ui, es nueva u original Us ra-ees anarquistas del~ han sido analizadas por dlvesos autores., especUl.mente por Colio Ward en GnnB~ y Oyde Weaver en k>s EsQdos Undl;lsl.Tengo una daK1a penoruJ con ambos. WltO a mv de sus libros como de Wconversaciones qut: he: mantenido con ellos. Por otra; plrte, en muchos de los as-pectos hist6dcos, este tUto se~r m fuentes seomdartas; la b.i.storl.t de:! tuba-nismo tiene Ullill bibUografia utremada.mmte da, que yo he utlUtado con liber.~d_ ~ por dlo que este libro deber luzgane como un texto de sntesis Yno demvestigadn. Hay, sin embargo, una acex1n Importante: he intentado que lasfiguras clave, las fuentes de las prtndpales Ideas, pudieranu~ iI travS desus propias palabras.

    Advertencia: obstcuJm haUadm en el camino

    la tarea no ha sido fdl. los visionarios suelen hablar UtranOS Idiomas, difidlesde InteIpretat; un sorprendente factor comlin en muchos de los grandes fundadoresdel urbanismo-ilunque afortw1adamente no en todos- es su Incoherencia.. Adems,sw primeros dl5dpuJos. ansiosos por lnidar su misl6n, iI veces han creado unevangelio distinto del de los lutos originales. Las ideas pueden hitber derivado delas de otros y, a su vez, bebido en las fuentes, creando una madeja dificil de de-

  • .. CIUDADES on MAflANA LAS crvOAOf.li DE LA IMAGINAaON "st:nredaL El ambiente cultural y OCial en el que vivieron. que: fue lo que les dio elmaterial esencial p.ra sus pcn:epciones. ha desapareddo ha ya mucho ti~po ysu U'COnstrucd6n es ardua: el pasado es un pas desconocido, con distintillengua.distintas costumbres sociales y una visin dlh:rente de la condicin humana.

    He intentado, siempre que ha ido posible, dejar que los fundadores hablaranpor si mismos. Como muchos divagan o tserlben de una manera confusa, o ambascosas a la vez, he utilizado una ~da hacha. que espero haya sido tuidosa: he eli-minado excnos, suprimido parntesis y prescindido de cosas que parecan pedirlo,intentando de esta manera hacer lo que ellos probablemente hubieran deseado.

    SI esto ya resulta laborioso, mucho ms dlfict.l ha sido 3verlguar cmo. con eltiempo, estas Ideas fueron descubiertas de nuevo, rehabilitadas y, a veces, tergi-versadas. Y es aqu donde aparece ti tema de la interpretad6n histrica. Una nue-va~ que actualmente domina. argumenta que el urbanismo, el todas sus rnanifestacjones, es UN. respuesta del mtmIa capiWista -y en particuW dd capitalismode estad-- a los problems que plante. la organizacin de la producdn Yespe-cialmente al dilema de las crisis continuu. Segn esta Interpretadn, se utilizarlala planificadn _y en consecuen~se adoptMiAn las visiones de los pioneros-precisamente cuando el sinema lo oea:sita, ni antes ni despus. Evidentemente,la simplicidad de este mecanismo reciptoco se esconde bajo una compleja masa dehechos histricos: los propios histortadom marxistas tambin consideran que eltiempo y la casualidad, aunque denao de unos limites, nos han alectado a todos.Pero los limites existen: por ltimo est el motor tecnol6gico-econmico que dirige el sistema soctoeconmico y, a travh de l, las respuestas de la vlvula de se-

    guridad poltica.Cualquiera que trate de escribir historia -y especialmente sobre un tema como

    hte, en el que tan refinados cerebros mar.xisw han trabajado- debe: tener en cuen-ta lis cuestiones parateolgicas de interp~dn.Vaya exponer la mia: los aao-res histricos actan en respuestil al mundo que encuentran y, en particular, a los ..problemas que encuentran en este mundo. Esto seguramente es UN. a"an;acin ob-vi; las ideas no emergen de la nada, por una especie de lnmacu1ada concepci6n.sin la colaborad6n de otros elementos. Pero de la misma manera, los seres huma-nos -especialmente los IIS inteligentes y originales- son infinitamente caprtchosos, creativos y sorprendentes; en consequenda, lo que rulmente nos intere-sa de la historia, adems de lo que es evidente, es la complejidad y variedad de lasreacciones humanas. Es por ello que, en este libro, la base mamana de los hechoshistricos se toma como algo evidente; lo que hace que la historia sea digna de serescrita, y lo que la hace digna de ser leda, es la comprensi6n de los diversos caminospor los cuales los estimulas generales se relacionan con las tespuestas particulares.

    Debo hacer ahora otra afirmact6n personal. A causa de la amplitud del tema,he tenido que ser muy selectivo. La eJecctn de los temas prlnctpales. cada uno delos cuales es objeto de un capitulo, ha sido fruto de mi opinin personal.Del.Iberadamente no he tratado de esconder mis prejuidos: creo que los padresanarquistas, aunque poco reallsw e incoherentes, tuvieron una magrflca visinde las posibilidades de la civtlizad6n urbana. lo cual es digno de ser recordado y

    celebrado; en conuaposidn. Le Corbusier, el Rasputin de esta historia, represen_ta el~ aUloritario, cuyas malas consecuencias estn siempre con nosotros.El lectOr pufdt: no estar de acuerdo con estas atinnadones, por lo menos ron la des-mesura con la que aqu ~ mantienen; dtbo decir qut no he escrito este libro conla idea de manlener un cmodo consenso.

    Hay ouo problema ms pedestre. Muchos hechos hbtrlcos rehsan obstina.damente seguit una clara seruenda cronolgica. Sobre todo en relactn con la hU-toria de las Ideas: los productos de la lntellgenda humana derivan los unos de losotros. se separan. se unen, permanecen en letargo o se despiertan de maneras comoplejas, lo cual pocas veces permite una clara descripcl6n lineal. AUn peor, no ad-miten tampoco un orden esquemtico. Por lo ~to, el analista que quiere escrIblIsobre estOS lemas se encontrara con qut se cruzan de una manera confusa y de-sordenada. Constantemente se acordara de aquel co~ de] Irlandes de la viejay conOCida historia: si quea ir all, nunca debi6 habe::r sal1do de aqu. El mtodoque heu~ ha sido el de contar cada historia por sepuado y de una manerapanlela: he seguido la pista de cada tema y de cada de. y, a ves, me he remon.tado a seis o siete dkadas. Esto significa~ constaruemmte en la historia,de manera que, a menudo las cosas l.rn hada. adelante y hada. atl"h. Querri. dedrtambin que, muchas veces, el orden en que se lean los captulos no es tan im.portante. Aunque esto no acaba de ser de] todo cierto porque he intentado expo-ner los tems de la manera menos confusa posible, es decir. siguiendo la lgica enla que las Ideas han Ido evoluctonando e lnfJuendndose. Ptto dtbo hacer una ad,vertenda: no siempre ha fundonado.

    Adems este problema se compone de otro. En la prctica el urbanismo semezcta Imperceptiblemente con los problemas de las ctudades. y stos con la eco-noma. la SOCIologa y la poltica de las ctudades, y, a su vez, con la vida soda1-eco-nmica-polltica-cultural de su tiempo; no hay final, ni Umite. a estas interrdacto-nes, sin embargq hay que encontrarlo por muy arbitrario qut bte sea. Contamnoslo necesario PMI explicar el fen6meno del urbanismo; lo situarmlOS daramente,a !lo manera marxiana, partiendo de la~ sodoeconmic.a, para. de esta mane-ra, pxl.er irciar lo que realmente interesa al historiador.

    Induso estil decisin deja problemas de delimitaciones pendientes. El primerode ellos est reIadonado con el significado de esta expresi6n tan elstica:: pjanifkad(:wtde la dudad. CasI todo el mundo. de Patria Geddes en adelante, estar de acuer.do en que debe indur la planificad6n de la regln que la rodea; muchos, siguien-do de nuevo el liderazgo de Geddes y de la Asociact6n para la planiflcactn regio-nal de Amrlca;lo ampliaran a su regi6n natural, por ejemplo la cuenca de un roo el espado que tiene una cultura regional particular. YcasI todos los urbanistas oplanificadores diran que su cometido supone no solamente la planificacin de esaregin en panicular, sino tambif:n la de las reladones que Ulsten entre diversas re-giones: por ejemplo. la relacin entre la Megal6poUs que sigue aeclendo y la zonaagricola que la rodea que se halla en fase de despoblacin. Dnde termina el temade nuestro estudio ? indu}'t' la planlficad6n econmica regionaL que lgicamentees inseparable de l' planifiGK:i6n econmica nacional Ydel de:sarroI.Io econmico

  • 16 CIUDIWES Da MAN'ANA LAS CIUDADES DE Lo\. IMAGINACiN 17

    en general; de nuevo los crecientes circulas amenazan con devorarlo todo. De nue-vo habr que establecer un lmite ms o menos arbitrario; lo trazar de manera queincluya los debates generales sobre la politica de wbanismo nadonal y regional, peroque excluya las cuestiones de pura planificacin econmica.

    El segundo problema en la delimitadn es cundo empezar, Se supone que estOes, o era, una historia del urbanismo del siglo XX. Pero como esta disciplina nadcomo reaccin a la dudad del XIX, es necesario empezar por ahi: concretamenteen la Inglaterra de los ail.os 1880. Sin embargo las ideas que prevalecan en aquelmomento pueden rastrearse hasta 1880 y 1840, a veces incluso se puede retroce-der hasta 1500. Como siempre la historia es una marai'l.a sin fin, un nudo gordiano, que requiere dedsiones arbitrarias que hagan posible el inido.

    Hay todava un tercer problema: el geogriflco. Se supone que sta deberla seruna historia global. sin embargo, dadas las evidentes Umitaciones de espacio y deconoctmienro del auto, no ser asi. MI estudio ha quedado claramente centrado enel mundo anglonorteamericano. Esto puede justificarse, o por lo menos excusarse; como pronto se ver, muchas de las Ideas clave del urbanismo occidental delsiglo XX naderon y crederon en pequeil.os y confonables clubs de Londres y NuevaYork. De manera que el Ubro tratar someramente otras import1lltes tradidones urbansticas aparecidas en Franda, en Espail.a y Amrica Latina, en la Rusia Imperialy en la Unin Sovietica, y tambin en China. Este tema debe ser objeto de otrostextos y de otras plumas.

    Finalmente debo decir que ste es un libro sobre las ideas y sus impactos. Por10 tanto las Ideas son el tema central; los Impactos, o realizadones, son tambincrudales, pero sern tratados como expresiones -a veces casi irreconocibles- de lasideas. Ello nos ayudar a comprender dos de las prindpales caractersticas del 11-bro. Primera, como las Ideas tienden a aparecer antes, el texto se ha centrado enlos primeros cuarenta atIos del siglo. Segunda, muchas de las realizaciones clave dela planificadn han sido tratadas de manera superficial, o no han sido tratadas en ~absoluto. Los libros, como las substancias peligrosas, deberan llevar advertencias,la ma seria: no lean este libro como si fuera un manual de historia del urbanismo;seria peligroso para la salud, espeda1mente para la de los alumnos que preparan exmenes universitarios.

    Evidentemente todo esto no deja de ser ms que una manera de hacer frente aposibles criticas. los analistas podrn disfrutar con las evidentes omisiones y confusiones del libro; pero -para defenderme y evitar que el potendal comprador hagaun gasto intil, con el consiguiente disgusto- har una exposldn ms detalla delas directrices de este trabaJo para que sirva como gua en medio de la espesura.

    Gua para cruzar ellaberlnto

    El libro parte de la base de que el urbanismo del siglo XX es un movimiento inte-lectual y profesional que surge como reaccin a (os majes de la dudad del siglo XIX.Esta es una de aquellas afirmaciones que no son originales, pero que son terrible

    mente importantes: muchas de las ideas claves, y de los principios clave, no se en-tienden si se les contempla fuera de este contexro. A continuadn, pero tambinde manera central, asegura que en el urbanismo del siglo XX ha habido unas po..cas ideas clave, que se repiten. se reciclan y se mezclan. cada una de ellas ha sidola creadn de un personaje clave, o como mucho de un grupo muy reduddo: sonlos padres fundadores de la planificadn de la dudad moderna. (Desafortunadamteno ha habido madres fundadoras; y las consecuencias que esto ha trado, deberiuzgarlas el propio lector). A veces estos fundadores se apoyan unos en otros; otras,entran en conflicto: como en la visin del Cristo de Blake, el hombre es el peor ene-migo de otro hombre.

    E! captulo segundo afirma que los ongenes del wbanismo del slgl.o XX se en-cuentran en el siglo XIX. Trata de demostrar que las preocupaciones de los primerosque se interesaron por el terna surgieron al observar, de una manera objetiva. lasdificultades de los millones de pobres que malvivian en los miserables barrios vic-torianos; tambin puede ser que, con menor buena fe petO mostrando una in-quietud que nos parece totalmente compresible, muchos de los que lanzaron el menosaje estuvieran obsesionados por la vlolencia y el temor a la insurreccin. Aunqueel problema y la preocupacin consiguiente se dio en todas y cada una de las du-dades del mundo occidental, fue ms evidente y se percibi con mayor fuerza enel Londres de los atlos 1880 donde haba una sociedad urbana afligida por gran-des tensiones sociales y las nuevas ideas polticas; ste es el ncleo del captulo.

    E! captulo tercero expone una Ironia histrica: cuando se estaban hadendo lasprimeras experiencias para CIear una nueva planificacin en el orden sodaI, lapropa ley del mercado empez a hacer desaparecer los barrtos miserables de ladudad por medio de un proceso de suburbanizacl6n en masa. Sin embargo este cambio ~ hizo a expensas --cosa discutible y no siempre evidente- de crear otros pro-blemas. De nuevo fue Londres el que, durante un tiempo dirigi el proceso, aun-que para hacerlq tuvo que importar las tcnicas norteamericanas de transporte yde direccin de empresas. Por lo tanto, de nuevo habr que centrarse en el espa-do angloamericano pero hactendo un desvo para preguntarse por qu Pars yBerln tardaron tanto en seguir este camino.

    La primera respuesta a la dudad victoriana, y la ms importante, fue el concepto de ciudad jardn de Ebenezer Howard, un _amateur.. (puesto que, por defi-nidn, no habia entonces profesionales), de gran visin y perseverancia, que de-sarroll esta idea entre 1880 y 1890. Se propona resolver, o por 10 menos mejorar,el problema de la ciudad victoriana llevando una gran parte de la gente y de lostrabajos a la nueva constelacin de nuevas dudades autosufidentes que construira en el campo, lejos de los barrios pobres, del humo -y, de algo mucho ms im-portante, de los altos precios del suelo- de la gran dudad. Como mostrar el captulo cuarto, esta idea se fue extendiendo por gran parte del mundo, adquiriendo,durante el proceso, una serie de caractersticas que casi la hideron irreconocible.Sus realizaciones fluctuaron desde el puro barrio dormitorio suburbano, que Ir-nicamente era la anttesis de 10 que Howard habia propuesto, a utpicos planes pen0sados para disminuir la densidad de las grandes dudades y recolonlzar el campo.

  • 18 CIUDADES DEl MAl"lANA lAS CIUDADES DE LA IMAGINACIN "Muchas de estaS varianles. asl como tambin la pura visin howardlana. fue reaIluda por sw luganenienles. que, como consecuenda. consiguieron su propio lu-gar en d plntcn del urbanismo: fueron R.1ymond Unwin, Barry hrbr y FrcdericOsbom en Gran Brctat\a., Henri ~Uier en Francia, Emst Mar y Martn Wagner enAlemania, y Oarence Stein y Henry Wright en los Estados Unidos. Otras ideas se
  • 20 CIUDADES DEl. MAANA lAS CIUDADES DE tA IMAGINACIN Zl

    1960 en adelante. tri segn qu zonas de~ qu dudades -pero sobre todo lagente que viva en ellu- en lugar de mejorar, tmpeoraba. por lo menos en senti-do !dativo, y quizs umbin en el absoluto. se dijo que podb ser~ much.l deesta ~te estuvltta transmitiendo sus problemas y dlficultades de generac:l6n engener.td6n, inGJ~de seguir la lJYICh de la economia y di!: la sociedad que seiba alejando ad, vez mis de ellos. .se critic esta upUadn con indignacin, 10-dU50 con memenda. pero no sirvi de nada puesto que los hechos permanecie-ron. En el captulo duodkimoan~este deb,te y los probkma.s que lo cau-~n.

    Es por elld que en el libro aparece una e

  • La ciudad de la noche espantosa

    las grandes ciudades de la tierra (... ) se han convertido (... ) en repugnantes luga-res de fornicacin y codicia -el humo de sus pecados sube hacia el cielo como elhorno de Sodoma; y su contaminacin est pudriendo y atacando los huesos y lasalmas de los aldeanos que las rodean, como si cada una fuera un volcn cuyas ce-nizas causaran llagas sobre el hombre y la bestia.

    John RuskinLetters to the Clergy on the Lordls Prayer and the Church (1880)

    A qu tipo de gente te refieres? se permiti preguntar Hyacinth.Oh, gente rica, los que lo tienen todo.No se les llama gente observ Hyacinth, dndose cuenta al momento de que sucomentario era un tanto primitivo.Supongo que t los llamars miserables, sinvergenzas sugiri Rose Muniment,riendo alegremente.Todo lo que t quieras, pero no tienen cerebro, replic su hermano.No, claro. Qu estpidos son, verdad? dijo su seora. De todas maneras nocreo que se vayan al extranjero.Al extranjero?Quiero decir como los nobles franceses que huyeron. Se quedarn en casa y lu-charn; ser mucho ms que una pelea. Creo que lucharn muy duro.

    Henry JamesThe Princess Casamassina (1886)

  • Captulo 2

    La ciudad de la noche espantosa

    La reaccin ante los barrios pobres de la dudad del siglo XIX:

    Londres, Pars, Berln, Nueva York,

    1880-1900

    En 1880 James Thonuon. poeta victoriano CUy;J laboriosidad nunca lIt:g a como~ su monumental falta de talento. public una coleccin de YUS05 que litu-l con las primeras paJabr;ls de uno de ellos: se trataba. de un largo y .ca. Qul.s W. T. Stead, el sensacionalista editor del diario londinense Pa/1 MallGJutu, se acord, consdcnt~enteo inconsdent~ente, de cstos ftCS05 cuando, en una editodal de octubre de 1883, escribi que el_Fonnidable escritor Oorenli-no podria haber a"aclldo a los horrores de su visin de.l1nfiemo lID paseo por unban10 pobre de Londres.

    Stead encabeZilba su editorial con estas palabras: NO HA LLEGADO YA LAHORA? En el conocido esl:1Jo que lo haba hecho famoso, arengaba a un pbllco ra.dical de cta..se media: los horrores de los barrios pobres>o, escribi, _50n el gran pro-blema nacional que la religin. el pas en general y 105 polticos de Inglaterra deben501udonar.. Con un agudo olfato perl0d5lico para encontrar el momento justo, yun talento especial para captar el tema del dla, utiliz un libelo que acababa de po-bUcar Andrew Mearos. sacerdote congregactonali5ta. Promocionado astut

  • 26 CIUDADE.S DEL MAl'lANA LA CIUDAD DE LA NOCHE E$I'A!'lI'OSA 21

    pane del PIlIl Mall Gaztttt sino tambin de peridiCOS ms conservadores como 17JtTimes y Punch, e indwo de la propia reina Victoria, conmbuyendo directamente aque en 1884 se organiWa la Comisin Real para la Vivienda de las ClasesTraba~.Fue uno de los textos ms influyentes de toda la historia de las rrlormas sodaIts bri-lnicas; Sread e:saibia ms tarde que al haber provocado la aeadn de U. ComisinReal, habioll sido uno de los artfices de la legisladn soda! moderna'.

    El amazgo grito

    No babia sido el. primer intento de dtsperW.JI la 50dedad vic:1Qrian.J de su conlortabIeconflanu; pero fue la gota que colm el vaso. Y d10~ debido a 1;1 gran l1abUllhd que mostr MeUD5 al pasear a sus lectores por los banios pobres. Incluso M100n, Cm ai\o5 ms taJde, sus de5crtpdOnes nos ponen la piel de gaIlin.i. Ynos revudYenti estmago; tienen una cualidad casi televisiv. Slo una dta nos permitir com-prcnd~ el !mpacto ca~do:

    Pocos de los que leen esw pigirw; tienen Ida de lo que $01'1 esas pestilcrlle5~ri muerto en lamisma habitaCin. Mb all una viu

  • ~o otros no estaban de acuerdo; la Comisin ReaJ conduia que _el nvel demoralidad (...) es ms alto de lo que podri~ espenrse"n.

    Primero. aunque ha habido una gran mejora (...) en las condldones de Ia.s cass delos pobres en relacin a hace ueinu aftos, sin embargo los males del hacinamien-to, espialmente en l..ondrcs, son todavia un escndalo pblico, yen muchas lo-calidades twJenl~segundo, hay mucbllSI~ previsW pan evtw estos IDa-les, pero no se p1lcan. much;as de e11as han sido letra muena desde el miSmomomento en que' 51:' incluyeron en la 1qW.Ki6n'I.

    Z9LA CIUDAD ot LA J'iOCHE ESPANTOSA

    Afumo que no nosa~os a contar todo)o que sabemos, y me sab.1 muy ltWentrar en detalles de cosas que no conolCO; pero dart un tjemplo sobff: las malasconsealendas de:! sistema de una seU habitaci6n. y no es una muestra de lo peor.Esto sucedi el afio pasado, pero suele OCWTI con frecuenda. Un amigo mio, di-rector de una gran escuel, iba caminndo por uno de esos patios interiores cuando vio dos ninos de tierna edad. dlt'% u once afias, tratando de mntener relacio-nes sexuales en medio del pasillo. Cam. agan al chlqulllo y 10 levant; elcomenlarlo del muchacho fue: _Por qu me coge? Por aqul hay docenas que h~cm lo mlsmo~. Como comprendern su comportamiento no era debido a sus tm-dmeilS suuales, sino que Simplemente Imitaban lo que haban vistblemas de cncimimto ydclna:s rasgos n!'PUgnantes que' constantemmte 51:' observaen estQl; lugan!'S (...)

    Aqui encontnmos a un nino de tres afJos recogiendo mendfugos sucios depan que v;a comiendo. Entramos por una de W puerta.!l encontnmos una runa dedoce anos. _Dnde est tu madre? En el manicomio. Cunto hace que est alll?Quince meses. Qulm le cuida?La pequen.. que esu se:ntada m una vieja mes.JIhaciendo certllas, responde: _Cuido a mis hennanos tan bien como puedo~.

    Estos miserables deben viviJ: en alglin sitio. No tienen dinero pan. Ir en tren o tnn-vi ~ los arrabales per1ft\co5; y, por om. parte. cmo podrian iI1ldat tres o cuatromillas de Ida '1 ottas tantas de vudta, con sus cuerpos hambrientos '1 dmlacradosdespus de haber mbajado doce hons o ms por un cbelin, O por menO$?''''

    segun Meanu:

    La Comuln Real Britnica de 1885

    Quin puede Imaginar el sutrinumtO que' Sor eKOnde detris de este c;uo? Una.~bre mujer en .~nudoestado de agot.amiento. redUCId c:ui Jo los huesos. vive enuna h.1bit.:loo con un marido borncho y cinco hijos. Cuando ~ If, visit est2~comiendo unos pocos guisanles. Los nU\os h.ibian ido a busar unos cuantos ~.los pan hervif cu;JtKl pautas que habia sobre la mes.JI, y que iba a KI" todo lo queaquella b.mili.l comerf aquel db. (".) En una habi~n de la mle Wych, en e:! terCeI piso, sobff: una tienda de pi'oduetos parll la marina, ~ hizo hce poco una in$-peccin en reladn a la muerte de un nino. Un hombre. su esposa y cinco runosviVan en ella. El nitlo era el segundo que haba muerto, envenenado por la pesti-lente atmsfera: se hilO la autopsia en la misma habitacin donde sus padres yhennanos vivlan, coman y donnian, porque la pilrTOquia no tenia depsito de ca-dveres ni ninguna otra sala donde se: pudieran n!'allzar los se:rvlcios post mortem!No hay que extranane de que los funcionarios que n!'allzaron IllS diligencias enfumatan nle las nauseabundas uha1K:l0nes".

    Cuando Mearos lleg al _qu hay que hacel'. no tena la menor duda de que:_Debemos reconoa:r que sin la intervendn del Estado no se podr hacer nada grMl escala.. Y t:StD es un hecho-u. La raz del problema en simple y llanamente~nmica. LI gente viN bacinada porque en pobre, y puesto que: en pobre no po- di~ pcnnitirsc t. solucin obvia; milfCh~ne a otro sitio dond~ las casas fue-an msbMaw:

    Este texto consigui tocar la fibra sensible. Yaunque algunos comerttarisW, comoel marqus d~ Sallibury, queran organtur uodadones de caridad y otros comojosepb Chamberlain, pretendian que fu~ran las autOl1dades locales las que se b.l.deno cargo cid problema, hubo una volunQ

  • filJ. 2.2. La Comisin rnl para la vivienda dt' lasc~ tf",baladoras en una deSUl seslone1, 1884.En el centro a 1.1 derha. Shaftesbury explica la manera de vivir de lOS pobrtS.i el cenlro. a la Izquierda. el Pndpe de Gales. inclinado hada delame. parece horrorizado.

    1 LA CIUOAD DE LA NOCHE ESPAN'l"OSA 31

  • 32 U CIUDAD DE U II:OCHE ESPA,,"'05A 3J

    Esto quilis en un tanto reconfortante. Pm> 10 mas nouble en que el habitantede estas viVIendas tena mucho mmos espiIdo cid que d gobierno victoriano ui-gia para las personas encarceladas y las que estaban conflnolldas en hospidos.Lgicamente los ni\'des de mortalidad -espKialmente en rdad6n a los nitios- $C-guan siendo alarmantemente altos. Los que sobrevivan, segn calculaba laComisin, perdan un promedio de veinte das de trabajo al nO porque ...se de-priman y se cansaban-. y a todo ello se aJ\adla un hecho que ni el _mayor defensOrde los pobres podra negar: la falta de hbitos de limpieza.u ,

    La raz de todos los pwblemas, como Meams haba senalado, estaba en su po-breza y en la consiguiente imposibilidad de cambiar de vivienda. Los trabaJadoreslondinenses sin ningn tipo de preparad6n, como los vendedores de frutas y verdUlas y los buhoneros. ganaban slo de 10 a 12 chelines a b semana; los estiba-dores un promedio de 8 a 9 chelines; el trabajador medio de Clerkenwdl xxIia llegar a llev;r a casa 16 chdlnes. Casi I.t mitad de las familias londinenses. un '46 :Klfdento. nea:sitaban un, cuana parte de estos mseros suddos~ el alquiler. Y mien-tras los aJquil~ suban. no suctdiJ lo mismo con 105 sa1arlo5zs. Esta pobreu tam-bin dependa de un tipo de trabajo muy iearono y mal pagado. que indua el quehadan en caJa las esposas; "de manera que- un gran nmero de los habitantes de:estOS barrios superpoblados se veWt obligados a vivir~ de sus trabajos, fuerancuales fueran los preciOS o las condldones de los lugares donde babitaban..:l6. Loscaseros. que aJquUaban casas en contratos de arriendo a cono plazo, explotabande una manera descarada la falta de viviendas. Problema que se haba agravado conlos derribos -se estaban abriendo nuevas calles como Chartng Ctoss o la avenidaShaftesbury, puesto que desde 105 anos 1880, Londres haba Iniciado una minl-Haussmannlzadn, y adems se estaban construyendo nuevas escuelas de .acuer-

    do con la ley de Educacin de 187o:z1.Agravando ms esta situacin estaban las administradones locales incompe-

    tentes y a veces corruptas que eran incapaces o no quedan utilizar el poder que te.Ran. Fuera de Londres la Ley de salud pblica de 187S habia puesto las bases paraque las administradones locales de gobierno fueran m5 efect1vas:::l; pttO en la ca-pital todava exi$la un sistema arcaico y catico. En todo Londres slo 2 juntas dedistrito solm: 38, haban tomado~ medidas al respecto. Prcticamente: no ba-ba UlSpectom: MUe End, una zona pobre, tena slo uno pan 10S.000 personas..y los que habla eran poco competentes.: en una parroquia de Londres, el ayudan-te del inspector era alguien "que anteriOnnente habia estado reladonado con la o.yeria segUn cont un fundonario, que atlad: ...No pienso que sea necesarlo te-ner ningUn tipo de preparacin. SI alguien tiene sentido comn ya es preparadnsuflciente_l',

    En cOnse

  • CIUD\,DES DU !o'!A-'NA 3S

    compensar los agravios de la mayoria. l6. Sin embargo estas discusiones quedabanreduddas a la .intelligentsia.: .en realidad. entre los trabajadores manuales no ha-ba ningn sector que conspirara (...) con .1"1 veneno del SOCialismo. Naddos y cria-dos en medio de una pobrez.a crnica y de las enfermedades debi\ltadoras, los ha-bitantes de los barrios pobres se haban hundido en una apatia embrutecedora (...).El fermento surgi. segn las memorias que Betrtce Webb escribira cuarenta anosms tarde. dentro de una parte de la clase gobernante victoriana; se trataba de unanueva conciencia de pecado., .una condencla colectiva o de clase; una crecienteinquietud, que se converta en conviccln. de que el organismo industrial, que ha-ba proporcionado rentas. intereses y beneficlos a magnfica escala. haba fracasa-do en dar un medio de vida decente y unas condlclones tolerables a la mayora dehabitantes de Gran Bretaa~J7. Ms tarde los historiadores no tendran ningunaduda en afirmar que la emocln predominante no fue la culpa, sino el temor. se .so-la describir a los pobres como groseros, embrutecidos, borrachos, e inmorales; des-pus de aos de negllgencla y satiSfacdn se haban convertido en una sIni.estra ame-naza para la dvilizadn"J3.

    Las reacclones fueron muchas veces apasionadas. Los Fabianos, apstoles delgradualismo, a quienes Beatrtce Webb muy pronto se unira. enseguida redactaronun documento que llevaba el sello de George Bernard Shaw, y que conclua con es-tas lacnicas frases:

    EJ gobierno establecido no tiene derecho a llamane Estado de la miSma manera queno puede considerarse que el humo de Londres forme parte de su clima.

    Es mejor hacer frente a una Guerra Civil que tener que vivir otro siglo de sufrimientocomo el que hemos pasado39. .

    H.M.Hyndman. lider de la Fundactn Democrtica Social, escribi aquel mis-mo al'l.o que .Incluso entre los hombres y mujeres Intiles que se llaman a si mis- ~mos .sociedad", se puede detectar una corriente de Inquietud. La terrible palabra.Revoluctn. a veces se comenta en broma. pero la mayora de ellas se susurra enserio .o. Hyndman dudaba de que el fermento se restringiera a las clases medias;

    puesto que

    (...) en los talleres y en las casas se pueden encontrar libros, libelos y octaviJ\as quetratan este problema de manera exhawtiva. Estas teoras que se han inSpirado enlos importantes estudios del Dr. Karl Marx sobre el capital o en los programas delos socialdemcratas alemanes y en los colectivisW franceses. circulan en te.uos ba-ratos y de fdIIKtura".

    Pero Hyndman tambin llamaba la atencin sobre otro fenmeno que no po-da dejar de ser observado: Entre los peores males de la SOCiedad moderna estnlas numerosas bandas organizadas de malhechores (...) que se pasean por nuestrasciudades, y que no slo se pelean entre ellas. sino que atacan al pacfico viandan-te..iZ. Aseguraba que slo en Londres y segn fuentes policiales. haba ms de300.000 individuos que podan ser considerados miembros de las .c1ases peligro-

    sas~U. Nadie, continuaba Hyndman .se haba preocupado en analizar de qu ma-nera esta gente haba llegado a unos extremos de tal brutalidad"....

    Algunos ni tan slo pensaban que valiera la pena perder tiempo en ello. Sinembargo, durante 1886 y 1887, los ciudadanos respetables de Uverpool se queja-ban de que una serie de grupos los tenan aterrorizados; .la lOna comprendidaentre la calle Athol y la de Luton. estaba infestada por esos bribones... escrtba conindignadn un lector al diario local en el ano 1887. El mismo mes una de las mispeligrosas. la banda de los destripadores., haba inidado una serie de salvares al-borotos por las c~lles de Uverpool. atacando indiscriminadamente a hombres, mu-jeres y nlnos con cuchillos y hondas, y robando las casas de empeo. El 20 demayo, otra banda, formada. segn rezaba la descripcin .por cuatro jornaleros, in-solentes y sin educacin_ fue juzgada en Uverpool por ocho acusadones de ata-que a mano armada y robo con violencia. El juez, Mister Justicia John CharlesFrederlck Segismund Day, un !exagenario barbudo y con patillas, senta una pro-funda desconfianza por las modernas teorias penales y estaba convenddo de quelos transgresores violentos necesitaban un tratamiento fuerte; o como de una ma-nera muy singular dijo su hijo .la nica manera de apelar a su razn era a travsde su epidertpis.~~.

    Despus de haber manifestado que .con toda su e.x.perienda nunca haba odohablar de una conducta ms ultrajante-, orden una de las sentencias ms dIaconianasque se hayan dietado en los juzgados de la Inglaterra victoriana; adems de trabajosforzados, cada uno de ellos deba recibir tres sesiones de castigo de veinte latigazos.satisfecho con su manera de resolver el problema de la criminalidad. eJ setl.or Dayvolvi a la carga en los siguientes juicios del mes de noviembre, donde -adems deordenar siete sesiones de latigazos en eJ mismo da- castig a dos hombres con vein-te latigazos a cada uno por haber robado medio penique y un rollo de tabaco. Losdudadanos respetables. dijo su hijo ms tarde, estaran eternamente agradecidos alsetlor Day, aunque .miembros de SOCiedades filantrpicas, y algunas otras personas,denunciaron al 'Juez de los latigazos', calificndolo de salvaje bien Intencionado yconsiderando que sus mtodos eran anticuados e inadecuados.OIi En todo caso, nohay ninguna prueba de que durante el reinado del terror estableddo por Day se so-ludonaran los problemas de delincuenda violenta en Uverpool. Lo extral'l.o es que,en la Inglaterra victoriana y. a pesar de los temores de los dudadanos, los delitos ha-ban ido decrectendo a lo largo del siglo. aunque, ocasionalmente. hubieran explo-siones peridicas de violenda como sucedi a mediados de los atlas 1880.

    Lo que en realidad teman las clases medias, a pesar del esceptidsmo de BeatrlceWebb, era que la clase trabajadora se levantara en una insurrecin. Y este miedono era en ningn lugar ms patente que en el propio gobierno. En febrero de 1886,sus temores se convirtieron en realidad. Durante semanas los trabajadores sin em-pleo y los intelectuales socialistas haban estado reunindose en Trafalgar Square.Un lunes, el 8 de febrero. una gran concentradn que, Inelula .un nmero con-siderable. mayor de lo nonnal, de elementos violentos~ choc con una fuerza de600 polldas. stos, temiendo que atacaran el palacio de Bucklngham, se situaronen el Mall; pero. la multitud. que oscilaba entre las tres mil y las cinco mil perso-

  • 36 CIUDADES DEL MAANA lA CUDAD OE U. NOCHE f.SJ'ANTOSA J7

    nas, se enfureci y, despub de pasar por los clubs de Pall Mall, se dirigi hada Stjames y Mayfa!r, rompiendo cristales y saquundo tiendas. Una invesligad6n ofi-dal conden6 a la pollea metropolitana por wntIollnadecuado de la multitud, yd oficial responsable fue obligado a dimlti~.

    El nuevo comisionado, Sir Charles Warren. era ms severo. Durante el olonode 1887 la tensin se agudiz de nuevo: grandes multitudes se reunieron en HydePuk y en Tra/algar 5quare para or diKunos. Hubo diversos choques con la poli-ca. TM 1tmd que normalmente se refera a esa gente como .Ios llamados destm-pleadQs... mgi6 acdn inmediata:

    Confiamos en que si e5tO$ hombres, u otroS cualquiera de su m.i.smJ, cine, mlm-tan llevar a cabo sus ameJUUS como hide:ron el .mo pasado. mconmrn su as-tilO. no unos cuantos mees de dtcel.. sino un.;a~ peni de pmln (...) El Unjro prob/em.J es wbcr euiI de 105 dos grupos es el. ms fuerte -los rompedores deventanas y Q

  • 38 CnJDAOE.S DEL MANA.'U lJl CIUDAD DE lJl NOCHE ESPANTOSA J9

    Londr~, un 11 por dento de la poblacin de la dudad. Boom los descrlbia comoun grupo que estaba siempre en situadn de _necesidad crnica_: .Esta genu:,como cl~. ~n ~rezosos, viven al da, estn pendientes de sw propios placeresy siempre son pobres; su Ideal es trabajar cuando quieren y disfrutar cuando les apeot~..~. E! probltmil era lo aleatorio de sw Ingresos. Indua un relativamente altonmero de viudas, muieres $Olteras. gente joven y runos. Boom pensaba que la so-ludn al problema de la pobrua .~ rW.rar todo este grupo de la lucha diariapor la wstenda_ porque .eran una continua carga~ el Estado (...) Su presen-cia en nuestra! dudades signifia una costosa y a VKr:5 intil lucha para lntentardevu el nivel. de vida Yde yIud-u .

    Acontinuad6n,.se encontraba la clase: C. ron unas 74.000 pttSOlUS en el wtEnd y alttdedor de un.u ZSO.OOO en todo Londns: cuca de un 8 PO( dento de ~totilid Enn .un grupo digno de Ihtima, que tstaba~prind~teporgene que luchaba y que sufria sin esperanza (...) er.m las vctimas de La competenCiay Obre dlas ~ia La severi~ de las divet'SLS y~tes dqlroion~lII. Su pro-blema en la naturaleza Imgulu de susin~. Yftnalment~ estab, ~ clase O, losque tenianin~ regulaMs pero bajos. Este grupo indua UIW 129.{)(X) personasen el East End, ~~taba un 1-4,5 por dento de la poblacin de la dudad; es de-dI unas 'tOO.{)(X) personas en Lon

  • auoAOES DEL MIJlANA LA CIUDAD DE~ NOCHE ESPANTOSA .1

    Aunque la Ley era contradictorta en reladn a la manera como las autoridades locale5 debian disponer de sus propiedades y organizM la cuestin de las Y1Viendas-puesto que la Parte 11m dJsuadfa mientras que la Pane 111 si bien 10 ptrnliria nolo alentaba- el nuevo Consejo de Londre5 se acogi a e5ta nuevill posibilidad e inmediatamente establK16 una Comisin para la construccin de casas para po-bres6l. En 1894 la Ley se ampU pennitiendo que se pudieran pedir prstamm; en1900, se ;autortz a las ;autoridades loca.le5, el Consejo y los nuevos distritos deI..ondm que. por una Ley.sobre ti. gobierno de Londres del ai\o anterior, haban subs-titudo a la antigua. organizadn de la dudad, a comprar timas fuera de sus pro-pim limites pala .ui poder realizar l.u prerrogativas que la Ley de 1890 les habaconcedido".

    La dudad pobre en Europa

    Fue en Londres, y no en el resto de dudades de la Gran Bretana, donde se vivi gran parte de este drama. Ello fue debido -como la Real Comisin reconoden 1885- a que el problema de la vivienda era alli ms grave; por la sencilla raznde que Londres era ms grande. Con sus 5.6 miUones de penonas al prindpio delos anos 1890, nguna otra zona urbana britnica poda comparrsele: todos los pro-blemas desde la densidad de la poblacin, al coste del suelo, el transporte. competencia por el espado, se presentaban all con gran agudeza.

    Induw a escala intemacionaJ, comparndose con los 4.1 millones de la reginde Pars y 1m 1.6 millones del gran Berln, Londres seguia siendo de manera 10-dUcutible la mayor dudad de Europa e incIuw del mundo'U. Pero estas otns du-dades al ser ms peque"as y tener mayor densidad de pobladn, tenian sus pro-pias ttagedi;u...En la dudad vieja de Pas vivan, en 1891,2.45 millones depersonas, el doble que en la zona londinense. Benillon consideraba que, en esta'"fecha, el 14 por dento de los~ de Paris. unas 330.000 per3Onas, se hacinabanen casas superpobladas; el problema de: la vivienda era peor que en Londres.. Selliercalculaba que en 1911 habla unas 216.000 pt'l"5Onas, a las que se at\.adan otras85.000 de los barrios perif&icos, viviendo a un promedio de dos o ms por babi-tadn11 . Alli, la leg1Slad6n -leyes de 1894, 1906 Y1912- tambin permita la cons-trucd.6n de viviendas de bajO coste para las clases trabajadoras, y la ltima de ellasfacultaba a las autoridades locales a nombrar fundonarios encargados de la cons-truccin y gestin de viviendas, todo ello subvendonado con dinero pblico. Sinembargo en 1914, slo se hablan construido IO.oc() viviendas de este tipo en la zonade Paris, un resultado poco brillante 51 se compara con lo que consigui el Consejode Londres12. Lo que pasaba era que ni la dudad ni el estado tenan el dinero 5U-f1denle para e1lmlnar los banios bajos: las grandes obras pblicas -la construcdn de escuelas y de la Sorbona entre 1880 y 1890, Ydel metro en la dcada com-prerldida entre 1900 y 191~ tuVieron prtoddad1l.

    Berlln. cuya pobladn creca casi a 'Il"Iocidad norteamericana -prcticamentese dobl en veinte a"os, de 1.9 millones en 1890 a 3.7 en 191~ era como Pus,

    una zona extraordinariamente compaaa y, en consecuencia, una dudad muy den-sa: los nuevos habitaDles se fueron acomodando en viviendas de alquiler situa-das en awteros edificios de dnco pisos construidos alrededor de estrechos patiosqul' podian llegar a tener tan slo 15 pies de ancho, lo suftdentl' para que pu_diera instalarse el material contra incendios. Este tipo de edificio, que haba sidoideado por Federico el Grande para acoger a las familias de los soldados, se ge_nl'raliz .. partir de 1858 como resultado de:! plan para la dudad dirigido porJames Hobrecht. responsable de la polida; dlsenado aparentemente pua quehubiera una inll~gradnsocial entre ricos y pobres en el mismo edifido, lo ni-co que cons'lgui fue crear miserables situaciones de congestin.Desafortunadamente, este modelo se extendi Incluso a los nuevos barrios su-burbanos despu~sdel cambio de legislacin de los anos 1890l4; la especuladn,dirigida por estl' plan y fomentada por un sistema de hipotecas excepdonal.mente favorable. hlcteron el resto 'S .

  • Nueva York; el tumor en las viviendas

    De la misma manera, en Alemania, en un texto de 1920 titulado die Angsr vorder Stadt, se reflejaba el miedo a la descomposicin social, basndose en el nme-ro de suicidios, alcoholismo y enfennedades venreas, en la excesiva radonalldad,.yen la falta de estabilidad polticaas.

    Andrew Lees concluye su monumental estudio sobre las actitudes urbanas del 51-gio XIX considerando que, e] miedo y el disgusto por la dudad eran, prlndpalmente,un fenmeno anglo-germnico: Pocos noneamericanos comparten este Visceralretbazo por la vida en la ciudad que aparece en la literatura gennnica.; sin em-bargo .muchos hombres y mujeres se han dado cuenta de los defectos que estro-pean las dudades, tanto las estadounidenses como las europeas", Este miedo seperCiba claramente, casi obsesivamente, en el Nueva York de los a(os 1890, Allla preocupadn tpicamente jeffersonlana, que COnsideraba que la ciudad era pes_tilente para la moral, la salud y las libertades de lml ciudadanos y un cncer o tu-mor en el cuerpo social y poltico, creci con la Industrializadn y la inmigracin:Nueva York se convirti en la dudad con mayor nmero de inmigrantes del mun-do, con casi tantos Italianos como en Npoles, tantos alemanes como en Hamburgo,el doble de irlandeses que en Dubln y dos veces y media ms judlos que enVarsovia,,81.

    La opinin que los intelectuales tenan sobre las consecuencias era unnime.Henry James escri.bi que .Nueva York era a la vez, msera y dorada, con ms mo-tivos para huir de ella que para disfrutarla,,. En 1885, muchml aceptaron los ra-zonamientos de Josiah Strong que pensaba que en esta ciudad podlan encontrar.se todos los males que amenazaban a la democrada norteamericana: pobreza ycrimen, socialismo y corrupcin, inmigracin y catolicismo 89. Alan Forman, enla American Magzine de 1885, escri.bi que Nueva York era 4un hervidero de gen-te, tan ignOrante, tan vidosa y depravada que no parete que pertenezcan a nues-tra especie., por la cual era casi de agradecer que la tasa de monalidad de los ha-bitantes de esas viviendas estuviera por encima del 57 por dento.90 En 1892, unperidico tan prestigioso como elN~ York Times, se lamentaba de la invasin 4delos despojos fislcos, morales y mentales de Europa, un tipo de gente del quemuy bien podramos prescindlr.'I. Incluso el American oumal o(Sodology, se veaforzado a admitir en 1897 la validez de .la creencia popular- que afirmaba que lasgrandes dudades eran grandes ncleos de corrupcin social y (...) degeneracln.n.F. J. Klngsbury lleg a comentar en 1895 que, despus de leer todo lo que se haescri.to sobre los males de la dudad desde Can a las ltimas elecciones de NuevaYOrk. slo 10 que se hizo con Sodoma y Gomorra me parece un buen remedio parala presente sltuadn..'J.

    El hombre que expres estos sentimientos con mayor fuerza fue ]acob RUs,Rlis que era dans y haba naddo en el campo, emigr a Nueva York a los 21 a(osy se convirti en periodista siete aflOs ms tarde. Su libro How tht Other Hal(LivtS

    43L\. CIUDAD DE L\. NOC,HE ESPANTOS.A

    La lnglaterra del pasado era un pas reservado, de hombres silenCiosos, dispersos enpequen.mI pueblos, villas y casas de campo (...) el problema de los prximos anoses precisamente el problema de (...) las caractersticas fisicas del habitante de la Ciu-dad: enclenques, estrechos de pecho, que se cansan con facilidad; pero que sin em-bargo son volubles, exdtables, con poca capaddad de resiStenda -buscan estimu-lo en la bebida. en las apuestas, en cualquier conflicto que se salga de lo corrienteque pueda ocurrir en casa o fuera de ellatol

    CI!JDADES DEl MAANA

    Segn los clculos de 1903 de F. C. HorsfaJl, pionero del urbanismo britnico.los resultados fueron los siguientes: mientrils que en el aflos 1891 en Londres el pro-medio de habitantes por edificio era de 7.6. en Berlln fue de 52.616; en 1916, sloun 79 por ciento de todas las viviendas tenan una o dos habitaciones con cale-faccin". Adems los berlineses pagaban mucho ms de alquller que sus conciu-dadanos de Hamburgo o Munich -irnicamente, eran los pobres los que, en pro-porcin, pagaban una cantidad ms alta de su salario en concepto de vivienda7'l.Por otra parte, a pesar de que Alemania electrific su sistema de tranvas antes queGran Breta(a, las compaflas privadas berlinesas no contemplaban el servicio deconexin con el exterior cosa que s hadan las del Consejo de Londres, adems laconstruccin del metro se demor a causa de discusiones legales"'. PatrickAberoombie, urbanista britnico que visit Berln poco antes de la Primera GuerraMundIal, se sorprendI por su contraste con Londres: .Berln es la ciudad mscompacta de Europa: al crecer no se extiende edificando sencillas casas suburba-nas a lo largo de los caminos, sino que va prolongando lentamente sus anchas ca-lles y sus colosales edificios de viviendas por e] campo ahieno, convertindolo degolpe en una dudad completamente desarrollada"llO.

    En las capitales europeas, hubo una interesante reaccin en contra de] crecimiento y la densificacin: tanto Londres como Berlm, empezaron a temer que lapobladn de sus dudades no fuera biolgicamente sana. Alrededor de 1900, los re-clutamientos forzosos para la Guerra de Surfrica, pusieron al descubieno que, enManchester, haban sido rethazados 8.000 de 11.000 muchachos y slo 1.000 ha-ban sido declarados hbiles para e] servicio activo. Ms tarde, durante la PrimeraGuerra Mundial, la Comisin Vemey volvi a confirmar que, fsicamente, los ha-bitantes de 135 ciudades britnicas haban ido empeorando, y los reclutamientospudieron llevarse a cabo slo en el campo'l. De la misma manera, en 1913, sloel 42 por ciento de los jvenes berlineses fueron considerados aptos para e] servi-cio, en comparacin al 66 por dento de sw compatriotas de las zonas ruralesu ...

    A partir de ah se empez a pensar que la gente de la dudad -y a la larga toda .la poblacin- seria incapaz de reproducirse, esta opni6n fue expuesta por prime-ra vez en los afos 1890 por Georg Hansen en su libro Die drei BevOlkmmgsseu(en,y desarrollada en 1918 por Oswald Spengler en su clsico TIte Decline o( WtSt:4Ahora la ciudad gigante absorbe el campo, de manera insaciable y sin parar pidey engulle frescas reservas de hombres, hasta que se agota y muere en medio de unpas destruido y casi deshabitado,.lIJ. Pero en ambos pases, haba otros temores.Charles Masterman, un parlamentario liberal, sugiri en su libro TIte Heart o( thtEmpire (El corazn de] Imperio) (1901) que los londinenses eran inestables;

  • .. CIUDADES OU MAIilANA-

    LA CIUDAD DE L.A NOCHE ESl'ANl'OSA

    (Cmo vive la otra mitad), publicado en 1890, caus la misma sensadn de angustiaque, siete aflos antes. haba producido en Londres Tht BittrT C~. f.Ia una piezade periodIsmo briUanlt. En las descripciones de las viviendas de los barrtos balos,combinaba con habUklad dO'! de los temores de sus contemJXXneos: la dudad comoparsito en el cuerpo de la nadn, y la Inmigradn como comJplora de la purezaradal noneamertcana y de la i1nnona social. Estos nuevos inmigrantes, .. hombresvmddo! de raza5 vendcUs; que han fracasado en la lucha por la e:dstend,.." sehan convertido en una amenaza para el orden e induso para el futuro de laRcpblln. RKordando los alborotoS de 1863 en Nueva York. dK.J:

    Una gran cantidad de pobbdn. como si fuera UI1iI marea aprisjonadl, respira condificul.tad en sus vtvienda5. u que un vez fuera nuestra c:itKbd,. iI quien le !un UepdO l.u oblJpcione5 Ymponsabilidades de l.I grandcu metropotitilfU. mIes de quepudltno medir La ClI~ de sus posibill

  • 46 LA CIUDAD DE LA NOCHE E.SPANrOSA "

    Figs. 2.5. Y2.6. Dumbbtlls en Nueva York (ViViendas de alquiler construidas segn lasley~ antiguas), Como en Berln, este nuevo diseno .mejorado_ no slo quitaba la luzy el alfl' sino que fomentaba el exceso de poblacin.

    de bebida; los chicos vagabundean en pandillas, las chicas en la calle... La redencin de la gente que vive en estas viviendas depende de la posibilidad de que la fa-milia, la unidad ms conservadora de la civilizacin, pueda volver a compartir unespacio, con luz y aire natural, donde pueda cultivar las artes domsticas, entre lasque se encuentra la limpieza personall09.

    los comisionados concluan:

    Los distritos de pisos de alquiler de Nueva York son lugares en los que miles depersonas viven en el espacio mnimo en el que es capaz de vivir un ser humano -ha-cinados en hl!bitaeiones oscuras y mal ventiladas, en muchas de las cuales el sol mm-ca ha entrado y el aire fresco es desconocido, Son centros (sic) de enfennedad, vi-cio y crimen, donde lo extraordinario no es que los chicos crezcan y se conviertanen ladrones, borrachos y prostitutas, sino que muchos de ellos lleguen a convertirSeen personas decentes y re:spetables"O,

    El problema era muy grave; la Comi5i6n norteamericana coinddfa con laComisin real britnica de 1885. Sin embargo, cuando lleg el momento de pro-poner soluciones, Vellier y el resto de comisionados tomaron un camino distin-to del de los brttnicos -y tambin del resto de Europa. Estudiaron elmdelo britnico de vivienda pblica pero lo rechazaron con dedsi6n. No tiene sentido_,concluyeron: como mucho las viviendas municipales .mejoraran las condido-nes de vida de unos pocos favoreddos. pero no harian nada ms de 10 que la be-nevolencia privada ya ha ofreddo en el pasado y puede seguir ofreciendo en eltuturo~; ~era muy difidl decidir ~d6nde trazar la lnea entre los que se deberlaayudar y los que no. lll . Adems, pensaban que favorecer el sistema de viviendapblica significaba fomentar la burocracia y el patronazgo poltico y disuadiral

  • .. CIUDADES DEl MAANA LA ClUOAD OE LA NOCHE UPANTOSA "capital privado. Por lo tamo se resistieron: la normativa ti!!ca impuesta al em-presario privado sera la respuesta. La Ley de 1901, dividida meticulosamenteen ms de \00 detalladas secciones, codificaba los espadO$, [as normas contra In-cendios, el servicio de aguasJl2. Si tenemos en cuenta la poca y el lugar, es po-sible que fuera una decisin realista; aunque pronto, reformistas como EdithElmer Wood, Frederick Ackennan -empezaron a criticarla. Fuera como tuera yencomparacin con Europa, retras el tema de la Vivienda pblica en EstadosUnidos durante varias dcadas. como en los ai\os treinta se lamentara CathertneBauerlU.

    Las razones han Intrigado a 1m; historiadores. Porque en Estados Unidos ellotrajo consigo la separacin entre las nacientes artes de la planificacin de casas yde ciudades. EJ primer urbanismo norteamericano, como se mostrar en el captulosexto, estuvo dominado por el movimiento de la Ciudad Bella, que pretenda pla-nificar prescindiendo de toda finalidad sodal-o quiZs incluso siendo regresivo eneste aspecto; mientras que la zonificacin, movimiento que influy profunda-mente el curso del desarrollo suburbano norteamericano, excluy el factor socialy olvid su impacto en la sociedad. Los planes regionales, como el celebrado ptanregional de Nueva York de 1931, slo proporcionaron-mejores casas a aquellos quelas podan pagar. De manera que la vivienda, considerada como el problema cen-tral en tres de los momentos ms importantes dentro de la evolucin del urbanis-mo de los Estados Unidos, se present siempre unido a otros aspectos y, en cadauna de estas ocasiones, las soluciones que se dieron o no tenan nada que ver conel problema de la vivienda o de hecho, lo agravaron"ll.

    Peter Marcuse considera que esto sucedi porque las tres razones por las quela vivienda apareca como problema --el fuego y el peligro de enfermedades, la preocupacin por el orden social, y la prote

  • so CIUDADES DEL MA.l'lA...." LA CIUDAD DE LA SQCHE ESPANTOSA "

    Flgs. 2.8 Y2.9. VIVlmdas de alquiler en Chicago, !rededor de 1900. Lo5 emigrantes, madrese hilos, esptnon la vUlta de un miembro de La HuJl Howt.

  • 52 CIUDADES DEl. MA,'\II\NA LA CIUDAD DE LA NOCHE ESPANTOSA

    Un problema internacional

    Las soluciones fueron diferentes. Pero el problema y la percepcin que de l seroyO, fueron sImilares en ambos lados del Atlntico. El problema era la ciudad g-ganre en s misma. Se perciba como fuente de multiples males sociales, posiblesdecadencias biolgicas y polendales insurrecciones polticas. Desde 1880 a 1900,quizs hasta 1914, las clases medias -los que tomaban decisiones, los principalesescritores. los que redactaban libelos, los activlstas - estuvieron asustados. Muchode ese miedo se exager de una manera que llego a ser grotesca, yen muchos ca-sos de se hizo tieUberadamente. Pero la realidad era ya de por si sufidentementehorrible y estaba causada por la pobreza. Si hubiera habido una revolucin, los ricos habrian repartido su riqueza con los pobres pero no hubiera sido una buenasolucin, puesto que era demasiado poco para tanta gente. la pobreza haba sidoun mal endmico desde los comienzos de la sociedad, pero en el campo quedabams o menos escondida: al concentrarse en la ciudad era cuando quedaba al des-cubierto. Los pobres que desde Wessex o East Anglia se dirigan a Londres o que des-de [talla y Polonia iban a Nueva York, estaban, en realidad, mejor de lo que habanestado en sus tierras de origen; o, al menos, eso era lo que ellos crean, y ellos eranlos que podan saberlo mejor.

    la diferencia vino con la concentracin: cuando unos miln de ricos y algunosmillonn de gente de las cJa.ses medias estuvieron en contacto con millones de per-sonas pobres o muy pobres. En este sentido, la industriallzacln y la urbanizacin,como los marxistas siempre han dicho, haban creado un nuevo tipo de relacio-nes sodales y de percepcin soctaJ. Pero, como ya he dicho en el primer captuloesto no deja de ser una manera de afirmar lo que ya es obvio. Hasta 1883-S enLondres y Uverpool, hasta 190).1 en Nueva York y Chicago, la burguesa urbanahaba permanecido felizmente ignorante del terrible destino de sus vednos prole-tarios. Despus y!1 no pudo haber ninguna duda. Tanto VeiUer como Hunter des-cribieron su situacin de una manera muy grfica. Velller preguntaba a una mu-jer que viva en una de esas viviendas:

    asociacin para salvar a "las mujeres cadas., y una guardena. Iniciaron tambinuna serie de estudios inspirndose en la encuesta de Booth, y trabajaron en favorde la reforma de las leyes laborales.119. Tambin organizaron campail.as en con-tra de los lugares donde se venda ginebra:

    Estos vulgares e ilcitos jolgorios nos recuerdan las juergas incontroladas del Londresde la restauracin, y son, de hecho, sus herederas directas, estn adecuadamente ro-merciallzadas, siguen confundiendo alegria con lujuria. y la diversin con elllber-tinajel:lO.

    Unos aos ms tarde, despus de que una dcada de ley seca hubiese llevadola violencia a las calles de Chicago, Jane Addams todava la defenda, sugiriendoque la respuesta estaba en desarmar a los ganstenUl .

    Era conmovedor. Los visitantes procedentes de la Gran Bretail.a, como JohnBums, director de Toynbee Hall. estaban sorprendidos ante la evidente ausencia detoda intervencin municipal: la situacin en la que se hallaban las viviendas, don-de los inmigrantes seguan sus costumbres rurales en medio de [a ciudad -matan-do ovejas y cociendo pan en las plantas bajas- era algo que, en su opinin, se hu-biera considerado llegal en Londres lZ2. Sin embargo el programa de la Hull Houseera tan slo una variante especialmente idealista y excepcionalmente bien pro-mocionada de lo que ocuni en todas las ciudades norteamericanas antes de laPrimera Guerra Mundial: haba .seis centros como bte en 1891, ms de 100 en1900 y ms de 400 en 1910123 El objetivo era integrar al inmigrante' en la dudad,primero por medio del ejemplo moral individual. segundo -si esto fallaba- de laImposicin e incluso, por lo menos eso era lo que algUnos de ellos opinaban, pormedio de la segregadn o la repatriacin ..del vagabundo, de! borracho, del indi-gente, dellmbdl.t:4. Pero, y ste era el tercer paso, todo ello deba ir acompail.a-do de una mejora sistemtica del entorno urbano, parques y lugares de juegos y.a la larga, de la construccin de un amplio sistema de dudades iardn que, comodeca Frederlck Law Olmsted, el padre de la arquitectura norteamericana del pai-saje, ejerceran ..una Influencia armonizadora y de refinamiento que favoreceranla cortesa, el autocontrol y la tempianza"l2.,l. Algunos de sus defensores iban to-dava ms lejos, pensaban que un renadmiento de la vida vec1nal seria una manerade mejorar la calidad de la vida urbana, aunque Jane Addams no crea en~ tipode ..salvacin geogrfica.- I26 Fue a partir de ah que surgi la idea de que la propiaciudad poda engendrar lealtad civica, y, en consecuencia, garantizar un orden ar-monioso y moral; la apariencia fsica de la dudad simbolizara su pureza moral. Estefue el dogma principal del movimiento de la Ciudad Bellam . Parece-que a nadiese le ocuni preguntar a los ms directamente afectados si esto poda ser el subs.tituto adecuado de la planlficactn estatal. de viviendas. A nivel prctico, JaneAddams slgui los principios de Lawrence Vei1ler: consigui que Robert Hunteriniciara una Investigacin sobre las vivendas de alquiler de Oticago, que fue el eqUi-valente e.'taeto del estudio que se haba llevado a cabo en Nueva York; de estemodo se puso en evidencia la honible sltuadn en la que se hallaban, cosa que, asu vez, provoc la promulgacin de la Ley de 1902 sobre viviendas1zs

    SmarioMrs. Mili"

    S

  • CIUOADES OU MAl'l"ANA LA cruooW DllA rJCHE ESPAN''TOSA "y e'lte es el testimonio de Hunter describiendo el modo de vtda en las casas de

    madera de Chicago:

    El problema era. pues, casi universal. Lo que el historiador debe dlluddar espor qu los planteamientos fueron tan diferentes si en los prindpale'l paisesIndustriales las estructuras econmicas y las reladones sociales eran. en 1900,tan similares. Esta pregunta se repetir una y otra vez en los prximos captulos.

    ... lu~, 196Zb. P'SS. 55.57." dl. lbid. paJ. S.f.,. Rlis, 18'Xl, pq. 296.., Ibid. p.ip. 19, 20... Fofd. 1936, p.ip. 187. 188-.. Abnms, 1939. Mgs.. n. 73.

    lOO lbld., piI. 187; sc:ou. 1969, pig. lO.101~ YVel.Iief, 1903, vol 1, pi&. 101;~. 1962b. p.ip.. 30, 31.

    .. Howe. 1976, pig.27.IOJ GliIIb YBrown, 1976, pis. IS2.11M Fofd. 1936, pg. 205.111 Lubo\le, 1962b, pap. 82, 82. 90.93, IZ5

    a 127, 132 a 139... [bid.. pp. 131. 134.lO' OcFordl Y Velller, 1903, vol.!. pg. 112.,.. [bid.. vol.1. pip. 112. 113.'09 Ibid.. vol.!. pig. 05.[lO [bid.. vol.J, pg. 10.m [bid.. voll, pig. "'4.In Frtedman, 1968, pgs. 33 a 35, 76.'u lubove, 1962b, pigs. 178, 179. 182,

    183.U< Mal'CllX, 1980, pig. 38.m Tbid...

  • I,

    ,

    La ciudad de las vasde circunvalacin abarrotadas

    Y lo nuevo que el todo! Habas visto su aspecto mezquino, su aWJ. alidad?Sabis cmo son esas nuevas dudada que hMI surgido como 5CtaS durantt: losltimos mos: fuyes. 5OOgh. Dagmham. t1c? Su ftUldad. sus fUmantes ladrillosroj05, sus escaparates provision.J..Ies con chocolalirw iI mitad dt: pudo y recambiosde radio.

    G

  • "Captulo 3

    La ciudad de las vasde circunvalacin abarrotadas

    Las reas suburbanas de transito masivo:Londres, Pars, Berln, Nueva York

    1900-1940

    Era cui el U\o 1900 aando, como lUCdn a los horrores de los burios pob~ "!deteriorados de ~ dudad del siglo XIX, el reloj de la hi5tom. del urbanhmo em-pez il sonar. Ptro, pilrild6jicamentl!:, mientras esto suceda otro tipo de reloj msantiguo y ms grande lo silenci puesto que ti problema que el nadente movtm.ientoplanificador pretendIa solucionar empcz6 a cambiar casi a putit de aquel mismomomento. Muchos de los fundadores del urbanismo siguieron obsesionados porlos males de Jos saturados barrios pobres de la dudad victoriana -que, hay que re-conocu. perdunron hasta casi la 5egunda Guerra MundJaI, induso hasta los.mos1960. Pero, durante todo este tiempo, La du~ gig;lnte fue cambiando. en partegracW a la

  • Fig. 3.1. Old Oak, construido hacia 1913. Los arquitectos del Consejo del Condado de Londressuperaron al propio Unwin: estilo vernacular germnico, curvas y tejados al estilo de Sitte.

    les permiti empezar a trabajar enseguida en cuatro zonas diferentes. Y, aunque apartir de aquel mismo ao el partido moderado (conservador) pas a controlar elConsejo, mantenindose hasta 1914, se sigui con el mismo programa. Entre 1900y 1914, este organismo pudo ofrecer 17.000 viviendas situadas en espacios ante-riormente ocupados por barrios deprimidos dentro de sus propios lmites, y otras11.000 en la periferia y en propiedades fuera del condado.

    En 1899, antes de obtener la autorizacin del Parlamento, el Consejo adqui-ri la propiedad de Totterdown Fields en Tooting al sur de Londres6. Pensaban pro-mocionar la zona gracias a la electrificacin del tranva que haban comprado unosaos antes a una compaa privada. En mayo de 1903, cuando el prncipe de Galesinaugur la lnea que iba desde Westminster y Blackfriars Bridges hasta la calle deTotterdown, pudo visitar tambin las primeras casas que, haca poco, se haban ocu-pado. Una segunda propiedad en la periferia, en Norbury, fuera de la jurisdiccindel Consejo, result algo ms problemtica; los tranvas del Consejo terminabanen el lmite del condado, una milla antes de llegar. Una tercera, White Hart Lane

    61LA CIUDAD DE LAS VAS DE CIRCUNVALACIN ABARROTADAS

    en Tottenham en el norte de Londres, a dos millas de la lnea del condado, fue unreto todava mayor: el Consejo crey que, teniendo en cuenta la mana construc-tora de l~ poca eduardiana, se hara una lnea de metro, pero no fue as?

    En la cuarta propiedad, Old Oak en el oeste de Londres, tuvieron ms suerte;el barrio se planific en torno a la extensin del ferrocarril del centro de Londres,que, empezado en 1913, se retras debido a la Primera Guerra Mundial y no se pudoinaugurar hasta 19208. La zona, aunque pequea, es un ejemplo clsico de pobla-miento satlite planificado a lo largo de una lnea de transporte de la ciudad; se an-ticip en ms de una dcada a lo que Bruno Taut hara en Berln en los aos 1920y lo que, mucho ms tarde, en el perodo comprendido entre 1955 y 1965, haraSven Markelius en las zonas de Vallingby y Farsa en Estocolmo.

    Sin embargo hubo un problema, puesto que el Consejo no controlaba el pre-cio de los billetes del metro, aunque s lo tena sobre el de los tranvas. Desde el pri-mer momento se consideraron los tranvas como un instrumento de poltica so-cial>,9: las reducciones en las tarifas de las primeras horas de la maana asegurabanque los billetes de transporte y los alquileres seran menores que los alquileres delas viviendas en el casco urbano londinense. Era por ello que

  • Los primeros planes de urbaniZacin de ciudades

    La finalidad de estJ. ley es ofKe:l unu condiciones qu~ pmnlWl 011 la gente me)o-r.iI! su Sillud flsica, su moral., su carcte:l y su condicin 5OCiolI1 en conjunro (...) E5Uley pret~lldt Yespen propordOn.ar un bopr saludable, UIto1I Co1ISiI bonita. un pue-blo o1Igradollble. una dudad dignifiCollda, Yun ba.rrio sanol1.

    6JlA CIUDAD ()f LAS vtAs DE CllCU!'VAI..AClN AJAnOTADAS

    Para dar .hogares saludables.. las autoridades locales necesitaban tener mspoderes para derribar los barrios pobres y volver a tdlficar: .En relactn al tema d~la vivienda, esla ley trata de hacer desaparecer, reconstruir y evitar el barrio bajo.Pide -por lo menos yo lo hago- a la Cmara de los Comunes que haga algo paraque estos ghetros de miseria y eslas AIst1as -barrio bajo londinense del siglo XVIIfamososo por ser guarida de ladrones- de inmundicia que pueden verse en muchaszonas de Gran Brttatl.a. desaparezcan.l'. Esta ley rdormabilla legWad6n de 1890.dando a las autoridades daros poderes pua conservar las asas que tdificaban du-rante las campatlas de reconsrrucdll. pr~parandode esta manen e! camino pilr.il

    Si se compara con e! trabajo del Consejo del Condado Londres, hay que m:ono-cer que e! restO de autoridades munidpales hideron relativamente poco. Muchascompartan las Ideas de Boom y pensalnn que una m~loradel mnspone urbanoy de la constnLcC!n privada serian la prindpal soludn del problema: e! naciente me de la urbanllldn de dudades debla limitarse a ofrecer mejores estnLetu-ras para que los promOtores pudieran realizar su trabaja. Esta lgica llev a! gobiernoliberal a presentar una Ley sobre casas y planlflcadn de dudades que tuvo pro-blemas en el Parlamento -su segunda IKhJra fue retrasada por lo menos dieci-nueve veces, presentada al fina! de la temporada 1907-8, lntroduclda de nuevo, tuvono menos d~ 360 enmiendas en la amara de los Lores-- pero finalmente fue apr~bada en 19091. Para ddenderla, John Bums -que en ahora presidente de Iajuntilde gobierno 1(X;il1, utiliz un estilo que recordaba la oratoria que, mteriormente,se babia odo en Trafalgu SqUill't

    ma un permanenle dntur6n verde. separando la nuevoll ciudad satlit~de las~w hileras de asas adosadas de Nonh Kensington que esUlban a un milb. de di.s-WlCia.. Aqu, como en otros sitios, el Conse;o habla trabajado bajo grandes presiOneS:los COSles deban ser de 50 libras por habitacin, las densidades nan de 30 asas,o 130 personas. por acre (cosa, que como AbeTcrombie y Fonhaw opinaron trdn-ta ai\os despus, hubiera ~xigido una soludn a base de piSOS). Detrb de cada es-quina haba una pared. Sin embargo. consiguieron crear un mundo mgico: todavahoy y a pesar de estar medio abandonadas y llenas de .graffiti. tienen capacidadpara sorprendemos. M\S tarde, en una segunda etapa (1919-21) en Norbury, hicieron1m tour Ik fOICt dentro de la tradicin de Unwin y Parker y cul superaron a losmaestros: sacaron provecho de una pequena colina creando un brlllante conjunto de hileru de casas adosadas que se elevaban por las calles como si se tratara deuna dudad amurnlada alemana de la poca medieval.

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    Sin embargo par.l los que lograron escap.u, el efecto debi de ser espectacular.Las primeras construedones de la pertferia y las mas numeros-s reconsnuccionesm zonas amenonnenle ocupadas por casas pobres. fueron, en Inglaterra. los pri-meros ejemplos de planificacin de dudad a gran escala, y en ambos casm sc con-sigui un nivel extraordinariamente alto, tanto en relacin iI la arquitectura comoal urbanismo. Todo ello fue obra del nu~o departamento de arquitectura delConsejo, donde coincidieron una serie de jvenes profesionales que seguan la tra-dlctn inidada por William Mortis, Norman 5haw y el movimiento de Artes yOficios. Esta va a ser la primera vez, pero no la ltima, que la cronologia y la his-toria no coinciden en este libro: la manera de actuar del Conselo de la primera po.ca fue en muchos ilSpl!'CtOS idntica, en espiritu y en resultados prcticos a la quedurante los mismos anos praeticaron Raymond UnWln y Barry Park~r en NewEa.rswick Garden VUlag~ en las afu~ru de York. en Letchworth Garden City y enHampstead Gardm Suburb, que constituyen uno de los ten'W prtnd~de estudiodel captulo cuarto.

    las diferendall que hubo m estu primeras rulizadones no fueron debidas planteamientos filosficos 'lino resultado de imposidones legales. Al mbajar fue-r.iI de las dudades. y tMnbim de lu presiones de las lTadidon.illles autoridades k>cales, Unwin y hrker pudlaon prescindir de los rigldos reglamentos locales (by_Iws) que, Irnicamente, se hablan dietado treinta o cuarenta afies antes con lafinalidad d~ garntizar unos niveles minimos d~ luz y air~ en lu viVIendas d~ lostrabajadoffl, pero qu~, sin ~mbargo, hablan produddo traz.ados aburridos y unl-fonnes. P~ro los arquitectos del Consejo no tuVIeron tanta suerte. En el primero d~los planes, tennlnado ~n 1900 -la call~ Boundary en Sho~ltch, un proyectO dereconstrucd6n en una zona anteriormente ocupada por casas pobres a! l.1do delJago,famoso batrto balo del siglo XLX- consiguieron un efecto notabl~ colocando blo-ques de cinco pUos, en forma de grandes pabellones en tomo iI una plaza et:ntra1: una especie de palado para pobres, que x1Ivia. hoy resu..ltillmpresionante despusde los noventil anos tnnseurridos y d~ la mala siruadn en que se encuenm de-bido a los lecol tes presupuestarios qu~ han sufrido las autoridades locales. hro, enlas primeras ~ones, tilnto dentro del CiIJCO wbano como en b. periferia-1.261 casa.s en Tottmlown Aelds (1903-9), 881 ro Whlt~ Hm tane (1904-13) y47Z en Norbry (1906-10)- se vlw>n obligados a adaptarse a la estructura de CU3-dcula sacndole ~I m~rimopartido: variaron la longitud e hideron retroceder luhileras de casas adOsadas, lTatafon las fachadas con lmaglnad6n, y_en Tottenham_Incorporaron un espado abierto, que habla sido donado privadamente. pata cre-ar un lnteresam~cuadrnguJo d~ casas alrtdtdor d~ un parqu~lS.

    Slo a partir d~ 1910 empezaron a t~n~r ms libertad. En el pequet'lo solar paraJ04 casas d~ Old Oa}:; en HamrnersmJth, donde tuvieron carta blanca, pudiaon,por primera vez. trazar calles curvadas, creando un paiSaje urbano .unwinesco_ deacogedoras esquinas, aleros en los extrw10S y entradas que permitan vtslumbmpatios menores medio escondidos. La trama estaba iDtdJgentement~traz.ada entomo a la estadn de! mmo, y colocada en e! extremo de la gran extensin ver-de de Wormwood Scrubs. que --como e! H~am de Hampstead Carden Suburb- for-

  • ...

    flg. 3.2. Norbury hada 1921. Casas en una coUna: otro proyecto de 10$ arqui~os delConseto de Londres siJuimdo las eruen.anzas de Unwm.

    ..los proyectos que se llevaron a cabo despus de la Primera Guerra Mundial; tam-bin permita que la Junta de Gobierno Local pudiera presionar a las corporacio-nes mis recaldtt:mtes l '. Pero los articu.l05 mis Intef'eSjntes esta~n tdAdonadotcon los nuevos pod~ que ~tian unn~ urbanismo ya que, segn Bunuupc. cstilley ~intmtadisminuir el nUm~ de lo que se ha~ en IUlD.lr 'ca-lles reg!Mnmtlldas' (by-faw smets), con poco rqlammto y mueblo monoton.L Yprescindir de 'los caminos regulados' que. a menudo, son tan regulares que no po-:leen esa lnea de la belleza que, segn Hoganh. es la curva,.20.

    El modei9 a seguir era el pequefto grupo de proyectos que haba conseguidoescapan' de l.1 tirana de l.1 regLamenLldn munldpal (by-/awj); _slo tienen quecoger el coche o cualquier otro vdticuJo y visitar Balham., MilIblnk" Boundary,St.Tooting. Ealing. Hampstead y Nonhfidd pu;I~ como estin prognsando losnuevos planes urmnisticos y los proyectos de: tnnsporte:, ttaDviu. trenes Ymetr05que los acompal\an.ll .

    Partiendo de la base de que la pobladn de Londres seguirla upanslonndo-se fuera de sus limites. 1 ley pretendla planificar el creCimiento de manera que elsector publico y el pdvado pudieran colaborar. .consegulr que ambos trabalenbajo un mismo planteamiento y un mismo plan. en lugar de que sepd~ en pro-pio detrimento.~.

    Tomemos por qemplo BoumvUle~ los pobies y Boumemou.th pua los ricos; YChelsea~ las da.se:s altas y Tooting pira las !;>alas. Con qu nm encontramOS?Vertmos que en estos cuatro casos las corporadones pblicas y los propietarioscon preocup.ctones ctVlClU se han puesto manos a la obra, y (...) nos daremoscuenta de que se la hecho mucho sin perjudla nadie,~ que pretendemos ha-cu universal por medio de esta leyU.

    La prmsa no se dej6 impresionar po SU oratoria. Sin embargo, finalmente. el3 de didemtn de 1909, b ley fue apmtwta Sus duq1las mis importantes pmnitiany animaban Ollas autoridades locales a elaborar planes para grandes iteas donde pos-teriormente se ediflcarlan nuevas viviendas. El primer proyecto que la Junta deGobierno local aprob fue la urbanizactn de tres zonas que quedaban conecta-das y estaban situadas al oeste de Birmingham: Edgbaston, Harbome y Quinton.oon un totIJ de 2..320~ pronto le sigui un proya:tD pua el este de BUmingtwn.con la firme intend6n de, a la larga, e:ttmdme por la periferia de la dudad. En 1915George dbury coment que de esta manera se hman conseguido~ .losgrandes movlmiemos de desasosiego socI.al, que es uno de los problemas mis pre-ocupantes de nuesttos dias,.. puesto que, .lndudablemente uno de los prindpalesfactores de la lnquietud social es el deseo que tienen las masas de la dase ttabaja-dora de poseer una cna para qu~ dIos y sw familin puedan tener una vida dig-na,.u. Sin embargo Otro tminente indUSlria1 y rdorm~or social de Blrmingh&m.J.5. NenlefoId. que tW; idem unos pgnes imitando la mqor tradld6n urbansticaalemana, dudaba que tuviera estos efKtos: .Nlnguno de los dos plomes deBirmingham puede ayudar a la gente que necesita ser atendida con urgencia, aten-dn que debemos prestarles aunque slo sea por el bien de sus hl}os.zs.

  • 67LA CIUDAD DE lAS v1As Of. CIRCUNVALACIN AlAbOTAOAS

    El problema fue que hasta 1900 hubo pocos tranvas. Esto sucedi sobre todoen Nueva York y Chicago, demasiado extensas para tener este tipo de transporte

    y, donde, ms adelante, se construy el metro. Nueva York Inaugur !U primer tra-mo en 1904, que se prolong en los a!"los posteriores. Pero como la Comisin de

    Casas de Alquiler setl.al en 1900, a pesar de que era _lgico suponer que las me-joras en los transportes harn posible que los Inquilinos mis ambidosos y mejor

    pagados consigan casas en las afueras de la dudad (...) es evidente que la gran ma-

    Tenm lavabos con agua corrienle r ba!"los que llenaban con los generosos sumi-nistros del agua municipal; los dcllslas circulaban por los nu~ pavimentos as-flticos; y se truladaban en tranVa a los barrios de las afueras por el mismo precioque pagaban los viajeros del casco urbano por trayectos ms conosl7 .

    En Estados Unidos y se h.JIbian hecho cosas meto~. Los barrios suburbanos cl.i-siros del siglo XIX y!k principios del XX, construidos en tomo a w estaciones deferrocarril-Uewel.lyn Park en New Jersey, Lake Forest y Rlvmlde en las fueras !kChicago, Forest HlIls Gardens en Nueva York- poseen un alto nivel !k dise!"lo;Rjvmlde, como veremos en el CUrtO captuJo fue uno de los modelos pra laOudad Jardn de E.benezer Howard. Y, como w corporaciones munldpa1es de lasdudades norteamericanas llevaron los servicios bsicos hada las afueras con rapi-

    dez, los habitantes de estOS nuevos barrtos suburbanos fueron los primeros en benefidane:

    truyeron en Ealing. Lo que tambin decepciona en Ruisllp es la calidad del traza-do. El ncleo es RUlSlip Manor, y su centro es un eie prtndp.tl que sube gradw.l-mente, cruza una serie de distribuidores de tr.ifico, se convterte en tona comercial.donde encuentra la lnea del ferrocarril metropolitano, '/liso" d'hn de la urbanl-zadn, y de ah se encarama a la dma de una elevada colina que esti orientadahada el norte desde donde se ve un e.'uenso cinturn verde ~adocomo zonade~eo.

    Es evidenle que si se mira desde el punto de Vista del urbanismo de w .CilI.Iesregiamentadas_ representa un nouble progreso: hay una coherenda de tipo for-mal, los espados abiertos son generosos y estn dispuestos de manera flexible (haypor ejemplo un espado verde que discurre a lo largo del fmoc.aIrtl YIkga hasta latornI di! comerdos), algunas de W CUTeteras son 1nter!:San[e5.. Pero,