guthrie william k. c. - los filosofos griegos . de tales a aristoteles-libre (1)

7/25/2019 Guthrie William K. C. - Los Filosofos Griegos . de Tales a Aristoteles-libre (1)

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GRIEGOSWILLIAM K. C. GUTHRIE

O BREVIARIOS

J F d d C lt E i


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Prim era ed icin en ingls, 1950

Prim era edicin en espa ol, 1953

Segu nd a edicin , 1994

Sp tim a reim presin, 2010

G uthrie , W il lia m Keith Ch amb ers

Los filso fos griegos: d e Tales a A ristteles / W illia m

Keith C ham b ers G u thrie ; trad, de Florentino M . Tom er

2a ed . M x ic o : F C E , 1994

164 p. ; 17 x 11 cm (C olee. B revia rios ; 88)

Ttu lo or ig in a l Th e G reek Ph ilosophers . F rom Tha les

to A ristotle

IS B N 978-968-16-4527-4

1. F ilos ofa An tigu a I. Tom er, Flor en tin o M . II. Ser.

III. t.

LC B 171 G 7918 D ew ey 082.1 B 856 V.88

D i s t r i b u c i n m u n d i a l

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Ttu lo orig in a l:T h e G r e e k P h i l o s o p h e r s . F iK > m T h a l e s t o A r i s t o t l e

1950 M ethu en & C o. Ltd. , Lon dres

D . R. 1953, Fo n d o d e Cu l t u r a Ec o n m ic a

C arretera Pica cho- Aju sco, 227; 14738 M xico, D. F.

Se proh b e la rep rod u ccin total o pa rcia l de esta ob ra

in clu id o el d is e o tip ogr fico y de porta d a ,

sea cual fuere el medio, electrnico o mecnico,

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ISBN 978-968-16-4527-4

Im preso en M xico P r i n t e d i n M e x i c o
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NDICE GENERAL

I. Modalidades del pensamiento griego . . 7

II . Materia y forma. Jonios y pitagricos. . 31III. El problem a del mov imiento . Herclito,

Parmnides y los plural is t as ................ 53IV. La reaccin hacia el humanismo. Los

sofistas y S c rat e s ................................ 74V. Platn. 1) La doctrina de las ideas. . . . 93

VI. Platn. 2) Respuestas tica y teolgicaa los sofistas......................................... 115

VII. Aristteles. 1) El universo aristotlico . . 137VIII . Aristteles. 2) Los seres humanos . . . . 158

B r e v e s i n d i c a c i o n e s b i b l i o g r f i c a s p a r a l e c t u

r a s d e a m p l i a c i n ......................................... 181

n d i c e a n a l t i c o .............................................183


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I. MODALIDADESDEL PENSAMIENTO GRIEGO

P a r adet erm inar el alcance y objeto de las pginas

siguientes, lo m ejo r ser em pezar po r dec ir que sebasan en un breve curso de lecciones dest inadas aestudiantes consagrados no a los estudios clsicosprecisamente, sino a otras y muy diversas materias. Se supona que los oyentes no saban griego,pero que su inters en otras disciplinas, tales comoingls, historia o matemticas (pues entre ellos ha

ba por lo menos un matemt ico), o quiz simplemente su cultura general, les haba dado la im presin de que las ideas griegas constituan la base degran parte del pensamiento europeo posterior, suscit ando en ellos, por consiguiente, el deseo de sabercon ms exactitud lo que haban sido aquellas ideasgriegas en su expresin originaria. Puede suponerse que ya antes haban entrado en contacto con ellas,pero a travs de espejos que las de fo rm aban m s omenos, segn este o aquel escritor ingls, alemno de cualquier otra nacionalidad las haba usadopara sus propios nes, tindolas del color de supropio pensamiento y poca, o que quizs estaba in

conscientemente influido por ellas al formular suspersonales opiniones. Algunos haban ledo, t raducidas, obras de Platn y de Aristteles, y ciertas partesde ellas les haban parecido embrolladas y confusas;cosa muy natural, pues dichas ideas haban nacido en el clima intelectual del siglo iv a.c. en Grecia, ylos lectores se haban formado en el clima de una

t i dif t


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8 EL PEN SAM IEN TO GRIEGO

Sobre la base de tales supuestos, me propuse

com o m e lo p rop on go en es te lib ro respecto dellector que se encu entra en situ acin a n loga p ro

porcionar cierta informacin acerca de la filosofa

griega desde sus com ienzos, pa ra exp lica r a Platn

y Aristteles a la lu z de sus pred ecesores m s b ien

qu e a la d e sus sucesores, y da r una idea de los ras

gos cara ctersticos del pens am iento y de la concep

cin del m u nd o de los griegos .1 N o ha r referencias o har m u y pocas a su influ encia s obre los

pensadores europeos de tiempos posteriores ni so

b re los de nu estro p rop io pas. Y esto se deb e no

slo a las l imitaciones que me impone mi propia

ignorancia, sino tambin a la creencia de que al

lector le resu ltar m s a grad ab le y provechoso a d

vertir p or s m is m o esas in flu encia s y es ta b lecercomparaciones, de acuerdo con su cultura y con

sus persona les intereses. A l ha b la r de los griegos en

s mismos y atendiendo nicamente a lo que ellos

no ofrecen, ser m i p rop sito s u m inistrar m ateria

para tales comparaciones a la vez que una base

slida sobre la cual puedan sustentarse. He ledo

que un libro sobre el existencialismo inserta unrbol genealgico de la filosofa existencialista,

en cu ya raz aparece colocado S crates a causa, evi

den temente, de qu e fu e a u tor de la fra se "con cete

a ti m ism o. Apa rte del p rob lem a de si Scrates

* D eb o decir, an te todo, qu e esto ya lo h izo, y tan b ien

com o es da b le hacerlo, F. M . C om ford en B e f o r e a n d a f t e r

S o c r a t e s (C am b rid ge U n iversity Press, 1932). E l hech o de

que este lib ro est ag otad o y de qu e en las p resentes circu n s

tan cias segu ir estn dolo dura nte m u cho tiem po, es la m ejor

ju s tifica cin de es ta ob ra m a . S in em b a rgo, los lectores qu e

tengan la fortuna de encontrarlo, advertirn que Cornford

en foca el asu nto de m od o distinto, y que m i l ib ro, au nqu e es

un p oco ms extenso, contiene a lgo m s d e m ateria efectiva.


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EL PEN SAMIENTO G RIEG O 9

quiso dec i r con esas pa labras a l go parec ido a

lo que por ellas entiende el existencialista del siglo XX, ign ora ste que la fras e no fu e in vencin de

Scrates, sino una de tantas expresiones prover

b ia les de la sab id u ra griega cu yo au tor, si es qu e

pu ede ser a tribu ida a a lgn au tor, fue el dios Apolo.

Mas, sea de ello lo que fuere, Scrates, lo mismo

que todos los dems griegos, la conoca como uno

de los viejos preceptos inscritos en las paredes deltem p lo d e A polo en D elfos. N o es cosa sin im p or

tan cia qu e perteneciese a la ensean za d e la religin

apolnea, y el ejemplo, aunque pequeo, servir

para hacer ver la tergiversacin que un trazo aun

b revs im o del pensam ien to a n tigu o pu ede a yu dar

nos a evitar.

El punto de vista que yo he sugerido tendra la

ven ta ja de revela r cierta s d iferen cia s im porta n tes

entre el m odo de pensa r griego y el nu estro, d iferen

cias que tienden a oscurecerse cuando, por ejem

p lo, la ciencia a tm ica de los g riegos o la teora del

E stad o de Platn son arrancados de su su elo natu

ral en el mundo griego anterior y coetneo, y consideradas aisladamente como precursoras de la

fsica a tm ica o de la teora p oltica m oderna s. N o

obstante la inm ensa deud a qu e Eu ropa, y con E u ro

pa Inglaterra , tiene con tra da con la cu ltu ra griega,

los griegos siguen siendo un pueblo notablemente

e x t r a n j e r o , y requiere un verdadero esfuerzo pe

netra r en su m entalidad, porqu e esto sign ifica o lvida r mu chas de las nociones que se han convertido

en parte integrante de nuestro equipo mental, de

suerte que las llevamos con nosotros como cosas

incuestionables y la mayor parte de las veces in

conscientemente. En los grandes das de la erudi

cin victoriana, cuando se pensaba que los clsi-


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10 EL PEN SAMIEN TO G RIEG O

cos suministraban modelos, no slo intelectuales,

sino tam b in m orales, que deb a segu ir el cab a lleroingls, haba quiz la tendencia a sobreacentuar

las a na logas y am in orar las d iferen cia s. L a eru di

cin de nuestros das, inferior en muchos respec

tos, tiene, sin em b argo, esta ventaja: se ba sa en u n

estu dio ms in tens o de los h b itos m entales de los

griegos y de sus usos lingsticos, y en un cono

cim ien to ms extenso del equ ipo m ental de los pu eb los antigu os ta n to de G recia com o de otras partes .

G racias en pa rte a los progresos d e la a n trop ologa

y a los trabajos de los helenistas bastante inteli

gentes para advertir la concordancia de sus estu

dios con algunos de los resultados obtenidos por

los an troplogos, p odem os a firm a r sin arrogan cia

que estamos hoy en mejor posicin para estimar

los fundamentos ocul tos de l pensamiento gr ie

go, los supuestos previos que admitan tcitamen

te, lo m ism o qu e nosotros actu almente a d m itim os

las reglas cons agra da s d e la lgica o el hecho de la

rota cin de la Tierra .

Y al llega r a este pu nto he de d ecir francam ente,au nqu e sin el deseo de dem orarm e sob re u na d if i

cu ltad in icia l, qu e no es tarea f cil com p ren d er las

m oda lida des d el pens am iento griego sin algn co

n ocim ien to del idioma . Lengu a je y pens am iento se

entretejen, inextricablemente, y actan el uno so

b re el otro. La s pa la b ras tien en su h is toria y sus

asociaciones, las cuales constituyen, para quieneslas emplean, una parte muy importante de su sig

n ificado, sob re tod o porqu e sus efectos son incons

cientemente sentidos ms bien que aprehendidos

intelectu alm ente. Au n en idiom a s h ab lad os en una

misma poca, aparte de unas pocas palabras que

designan objetos materiales, es prcticamente im-


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EL PEN SAM IE NTO G RIEG O 11

posib le traducir un vocablo de manera que pro

duzca exactamente la misma impresin en un extranjero que la palabra original produce en quie

nes la oyen en su propia tierra. Respecto de los

griegos, esas dificultades se acrecen considerable

m ente p or el la rgo tran scu rso del tiem po y la d ife

rencia de a m b iente cu ltu ral, a m b iente que, cu an do

se trata de dos naciones europeas modernas, es

ampliamente compartido por el las . Cuando tenemos que conf iamos en palabras inglesas equiva

lentes, tales com o "ju s ticia o "virtu d, sin con ocer

los diversos usos de las griegas correspondientes

en contextos d istintos, n o s lo p erdem os gra n p a r

te del contenido de las palabras g r i e g a s , sino que

metemos en el las las asociaciones que guardan en

nu estro id iom a ingls, las cu ales son p or lo generalcompletamente extraas a la intencin significati

va del griego. P or con s igu ien te, m e ser necesario

algu na s veces u sar trm in os griegos y explicar con

toda la claridad posible el sentido en que fueron

empleados. Si esto tuviera por consecuencia inci

ta r a algu ien a estu diar gr iego, o a record a r el qu e

ha a prend ido en el colegio y que despu s ha a b andonado por dedicarse a otras materias, tanto me

jor . Pero este lib ro segu ir b a sndose en el su pu es

to d e qu e toda pa la b ra gr iega en l em plea da deb e

ser explicada .

Antes de segu ir adela nte, a lgu nos ejem p los con

trib u ir n qu izs a acla rar lo qu e qu iero decir cu an

do afirmo que, si queremos entender a un fi lsofogriego antiguo, como Platn, es importante saber

algo de la historia, las afinidades y los usos de las

pa la b ras m s im portan tes, p or cu alqu ier concepto,

qu e emplea, en vez de contentarn os con vagos equ i

va lentes en nuestra lengua , com o "ju sticia, virtu d,


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12 EL PENS AMIEN TO GRIEGO

dios, que es todo lo que nos ofrecen la mayor

pa rte de las tradu cciones. Y no p odra em p ezar conna da m ejor qu e con u na cita del p refa cio de C om -

ford a su p rop ia trad u ccin de la R e p b t i c a .

Muchas palabras fundamentales, como msica","gimnstica", virtud, "filosofa, han cambiado designificado o adquirido falsas asociaciones para losodos ingleses. Quien abra al azar la traduccin de

Jow ett y se encuentre con aqu ellas palabras segnlas cuales el mejor guardin de la virtud" del hom

bre es la filosofa atemperada con la msica, puedeirse con la idea de que, para evitar relaciones irregulares con las mujeres, lo mejor que puede hacer estocar el violn en los intervalos que le deje libres elestudio de la metafsica. Quiz haya en eso algo de

verdad; pero slo despus de leer detenidamenteotras partes del lib ro, descub rir qu e no era exactamente lo que Platn quera decir al afirmar que ello g o s , combinado con la m u s i k , es la nica salvaguardia segura de la a r e t .

Tom em os tres pa la b ras sob re las cu a les todos

estamos de acuerdo que expresan conceptos fun

da m entales en los escritos de todo fils ofo m ora l o

metafsico en que parecen: las palabras que tra

ducimos respectivamente por justicia, virtud y

dios.

La pa la b ra qu e trad u cim os p or ju s ticia es d i k e ,

de la cual procede el adjetivo d i k a i o s , ju s to, y de

ste a su vez procede u na form a ms larga del n om

bre, d i k a i o s y n e , "estado de lo que es justo. Esta

lt ima palabra es una de las que emplea con fre

cuen cia Platn en la fam osa discu sin acerca de la

natu raleza d e la "ju s ticia en la R e p b l i c a .

A h ora b ien: el s ign ifica do p rim itivo de d i k e pue-


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EL PEN SAM IE NTO GRIEGO 13

de haber sido literalmente camino o senda. Sea o

no ste su origen etim olgico, lo cierto es qu e susignificado ms antiguo en la literatura griega no

es otro que el camino que habitualmente sigue la

conducta de cierta clase de gente, o el curso nor

mal de la naturaleza. La palabra no implica que

sea se el cam in o recto n i su giere la m en or idea de

ob ligacin . E n la O d i s e a , cuando Penlope recuer

da a los criados qu buen amo era Odiseo, dicequ e nu nca h izo ni d ijo na da cru el n i altan ero, y qu e

n o tena favoritos, "com o es la d ik e de los s eores,

es decir, com o es el ca m in o qu e suele segu ir la con

du cta de stos, o su m an era hab itu al de com p or

tarse. Cuando Eumeo el porquerizo agasaja a su

a m o sin recon ocerlo, p ide discu lpa p or la sen cillez

de las viandas que le ofrece, diciendo: Poco es lo

qu e ofrezco, pero lo o frezco con la m ejor volu ntad ,

porque tal es la d i k e de los siervos como yo, que

viven s iem pre con tem or. Q u iere d ecir qu e aqu e

llo es lo norm a l, lo qu e deb e esperarse. Al des crib ir

una enfermedad, el escritor mdico Hipcrates

dice: La muerte no sigue a estos sntomas en el

curso de la d ik e " , lo cu al sign ifica sim p lem ente qu e

"no es lo normal que la muerte siga a tales sn

tomas.2

De este sentido sin contenido moral ninguno, y

qu e sign ifica s lo lo qu e deb e esperarse en el cu rso

normal de los acontecimientos, la palabra d i k e se

desliz fcilmente a significar algo de lo que vaimplcito en nuestras palabras cuando hablamos

de lo qu e se espera de un h om b re, o sea, que p ro

ceder con decencia, que pagar sus deudas, y as

2 O d i s e a , IV, 689 s; XIV, 58 s; Hipcrates, D e v o l n e r i b u s

c a p i t i s , 3.


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en todo lo dems. Esta transicin se produjo tem

pranamente, y en la poesa de Esquilo, un sigloantes de Platn, D i k e aparece ya personificada co

mo el espritu augusto de la rectitud, sentada en

un trono al lado de Zeus. Pero es imposible que el

primitivo sentido de la palabra hubiese dejado de

colorea r la m ente de los hom b res qu e la u saban, y

que, siend o nios, hab an a pren d ido a leer en H o

mero. En realidad, persista una especie de restopetrificado en el uso del acusativo, d i k e n , como

prep osicin entre el sentido de "co m o o "a la m a

nera de.

Como conclusin de los intentos para definir la

"justicia en la R e p b l i c a , despus de haber s ido

rechazadas varias definiciones que corresponden

ms o menos a lo que nosotros expresamos conesa palabra, al fin se acept la siguiente: justicia,

d i k a i o s y n e , el estad o del hom b re qu e sigue la d i k e ,

no significa otra cosa que "ocu pa rse de sus prop ios

asuntos, haciendo cada uno lo que debe hacer y

segn el modo como debe hacerlo, sin mezclarse

en las maneras de proceder de otras personas ni

tratar de hacer por ellas las tareas que les corresponden. Nos parece, quiz, que despus de tan

larga discusin esto es algo parecido al parto de

los montes, que tras formidable estruendo dieron

a lu z un ra tn? Si es as pu ede resu ltam os m s in

teresante si pensamos que lo que hizo Platn fue

rechazar los significados de la palabra corrientes

en su tiempo y, con un sentido histrico posiblem ente inconsciente, volver a su s ign ifica do p rim iti

vo. E ste s ig n ifica do ten a sus ra ces en la d is tin cin

de clases de la a ntigu a aristocracia hom rica, donde

la recta actu a cin se resu m a en qu e el h om b re su

piese cul era su lugar y se atuviese a l estricta


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EL PEN SAM IE NTO GRIEGO 15

mente; y para P latn, qu e qu era fu nd ar u na n u eva

aristocracia, la distin cin de clases b asa da en ladivis in de fu nciones cla ram ente defin ida , y deter

m ina da p or cons ideraciones ps icolgicas; p ero dis

tincin d e clase, al fin y a l cab o era el pr incipa l

sostn del Es tado.

N u estro segu ndo ejem plo es la pa lab ra a r e t , que

generalmente se traduce por "virtud". Se usa en

plural tanto como en singular, y lo primero quetenemos qu e ap rend er acerca de ella es que, com o

d ice Aristteles es u n trm in o relativo, qu e no se

emplea nunca en sentido absoluto, como emplea

m os la pa lab ra inglesa virtud .A r e t sign ifica qu e

a lgo es bu eno p a r a algo, y era na tu ral qu e un g rie

go, al or esta palab ra, preguntase: "La a r e t de qu

o de qu in? G enera lm ente va segu ida de un g en i

tivo su b ordina do o de un a d jetivo lim ita do. (N o

pido disculpa por usar estos trminos gramatica

les, pu es la idea qu e des eo ha cer fa m ilia r es qu e la

gramtica y el pensamiento, el lenguaje y la filo

sofa , se entretejen inextricab lem ente, y que, m ien

tras resulta demasiado fcil descartar algo como"asu nto m eram ente ling stico, en rea lida d no pu e

de existir nada que equivalga al divorcio entre la

expresin de un pens am iento y su con ten ido.) A r e t ,

pues, es una palabra incompleta por s misma.

H ay la a r e t de los atletas, de los jinetes, de los ge

nerales, de los zapateros, de los esclavos. Hay una

a r e t poltica, una a r e t domstica, una a r e t m ilitar. E n realidad, s ignifica "eficacia. E n el s iglo v a.c.,

apareci una especie de maestros ambulantes, los

sofistas, que pretendan ensear a r e t , particular

m ente la del p oltico y la d el ora d or p b lico. N o

sign ificab a esto que su ensean za fu ese pr im or

dialmente tica, aunque, ciertamente, el ms mode-


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16 EL PEN SAM IEN TO G RIEGO

rado de el los inclua la moralidad en su concep

cin de la virtud poltica. Lo qu e quera acentu ar erasu carcter prctico e inmediatamente til. La a r e t

era profesional, y si en la antigua Grecia hubieran

existido cursos p or correspond encia pa ra ens ear la

eficacia en los negocios, indudablemente habran

destacado la pa lab ra a r e t en sus anuncios.

Naturalmente, poda emplearse sola cuando no

haba duda acerca de su significado. En este caso,se sobrentenda que haca referencia al gnero de

excelencias ms ap reciad a po r una com u nida d p a r

ticular. As, entre los caudillos homricos signifi

cab a valor. Al u sa rla S crates, P la tn y Aristteles,

introdujeron en su sentido un elemento nuevo. La

ca lificab an con el a d jetivo a n t h r o p i n e , humana, y

esto le da b a u n sen tido general la excelencia deun hom b re com o tal, eficacia pa ra la vida , y sor

p ren d i a las gentes al su gerirles qu e no sa b an de

qu se trataba, pero que se tratab a de a lgo qu e deb a

ser bu scado. La bu sca se p ropon a ad virtas e el

legado de a r e t com o pa lab ra d e sentidop r c t i c o

descu b rir la fu n cin e r g o n , trab ajo o tarea del

hombre. As como el soldado, el poltico y el zapatero tienen cad a u no su fu ncin, as argu m enta

b an deb e de ha b r u na fu n cin genera l qu e to

dos tenemos qu e ejercer en virtu d de nuestra com n

humanidad. Averiguad cul es esa funcin, y sa

b ris en qu consis te la excelencia o a r e t hu mana.

Esta generalizacin, que por s sola acerca el sig

n ifica do de esa pa lab ra al de "virtu d , fu e hastacierto punto una innovacin de los filsofos, pero

ni aun en ellos desa pa reci p or com p leto la influ en

cia d e su s en tido esen cia lm ente pr ctico.

A r e t , pu es s ign ific en prim er lu gar h a b ilida d o

eficacia en una tarea determinada; y es fcil con-


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EL PENSA MIENTO G RIEGO 17

ven ir en qu e esa efica cia depende de la correcta

com prens in o con ocim ien to de la tarea de que setrate. P or lo tanto, no es sorp rend ente que, cu an do

los fi lsofos generalizaron la nocin hasta incluir

en ella la correcta ejecucin de la funcin que co

rresponde a un ser humano como tal, persistiese

su rela cin con el conocim iento. Tod os hemos odo

hablar de la "paradoja de Scrates, cuando deca

qu e la virtu d es conocim ien to". Q u izs esta a firm acin em pieza a pa recem os u n poco menos pa rad

jic a cu an do sab em os qu e lo qu e s ign ifica b a natu

ralmente para un contemporneo de Scrates era

a lgo co m o esto: "N o sers efica z si n o tom as el tra

b a jo de a p ren der tu ta rea .

Nuestro tercer ejemplo es la palabra griega que

significa dios: t h e o s . C u ando tratam os de comp ren

der las opiniones religiosas de Platn, nosotros,

com o estu dian tes de religin o de filos ofa , d am os

im portan cia a la cu estin de si era polites ta o m o

notesta, palabras estas dos formadas, ciertamen

te, con races griegas, p ero en los tiem pos m od er

nos, y para expresar una distincin moderna, nogriega. Comparamos las palabras de Platn (casi

siempre valindonos de traducciones) con las de

los telogos cristian os, h ind es u otros. Pero qu iz

es an ms importante tener en cuenta su idioma

na tivo, recorda n do u na a gu da ob servacin d el eru

dito alem n W ila m ow itz, segn la cu al t h e o s , la

palabra griega que tenemos presente cuando hab la m os del d ios de Pla tn , tiene p rim ord ia lm en te

un valor predicativo. Es decir, que los griegos no

afirmaban primero, como hacen los crist ianos o

los judos, la existencia de Dios, y procedan des

pu s a enu m erar sus atrib u tos, diciend o "D ios es

bu en o", "D ios es a m or, y as su cesivam ente. M s


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b ien se sentan im pres ionados o a tem oriza dos p or

las cosas de la vida y de la naturaleza notablesp or su capacidad de prod u cir placer o m iedo, y de

can: "Esto es un dios, o "aquello es un dios. Los

cristianos dicen: "Dios es amor; y los griegos: "El

am or es t h e o s " , o sea, "es un d ios . C om o lo ha ex

p licad o o tro escritor:

Al decir que el amor, o la victoria, es dios, o para serms exacto, un dios, queran decir primero y antetodo que son cosas ms que humanas, no sujetas a lamuerte, eternas... Todo poder, toda fuerza que vemos actuar en el mundo, que no nace con nosotros yque perdurar despus que nosotros hayamos muerto, poda ser llamada un dios, y la mayor parte lofueron.3

En ese estado de espritu, y con esa sensibilidad

pa ra percib ir el carcter sob rehu m an o de mu chas

de las cosas qu e nos ocurren, y que qu iz nos p ro

ducen sbitas punzadas de alegra y de dolor que

no alcan zam os a comp rend er, un p oeta griego es

crib ira versos com o ste: el recon ocim ien to entre

amigos es t h e o s " . Es un estado de espritu que in

dudablemente tiene no poca relacin con el tan

discu tido a su nto del m on otesm o o el politesm o de

Platn, si es qu e no le qu ita todo sentido. C om ford ,

en su leccin inau gural en C am b ridge, dijo qu e toda

discusin fi losfica en una poca dada est go

b ernada, en m ed id a sorprendente, p or u na serie desupuestos que rara vez o quiz nunca se mencio

nan. Esos supuestos son el cimiento de las ideas

corrientes que comparten todos los hombres de

una cultura determinada, y nunca se mencionan

3 G. M . A. G rub e, P l a t o s t h o u g h t , M ethu en , 1935, p. 150.


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EL PEN SAMIEN TO G RIEG O 19

poque se les conside obvios y como coss s

bids. Y cit ls siguientes plbs de Whitehed:

Cuando hagis la crtica de la filosofa de una poca, no d irij is principalmente la atencin a las posiciones intelectuales que sus partidarios crean necesario defender explcitamente. Siempre habr enellas a lgunos supuestos fundam entales que los partidarios de todos los diversos sistemas de la pocapresu ponen inconscientemente.

Aqu es donde el conocimiento del idiom sehce necesio. Estudindo l mne como losgiegos usbn sus plbs no slo los filsofos, sino tm bin los poets, los odoes y los histoidoes, en divesidd de contextos y situciones podem os penet hst los supuestosinconscientes de l poc en que v ivieon.

Com o ejemplo de los supuestos inconscientes dequell poc, podemos ecod cun pximos

estbn l fse m gic del pensmiento los giegos de los pimeos tiempos, y gn pte del

pueblo comn un en el peiodo c lsico. L mgies un fom pimit iv de l cienci plicd. Si se

quiee o no se quiee que en detemind fse delpoceso intevengn los espitus o los dioses, lscciones de stos hllnse meced del hombe que conoce l tcnic mgic coect, como si se

ttse de objetos innimdos. El mgo dispone

detemind sucesin de contecimientos, y despus l cus y el efecto se siguen con l mism ce

tez con que hce blnco quien, despus de punt coectmente, piet el gtillo del ifle. Lcienci plicd se bs en ls leyes de l ntulez. Eso fue l mgi, unque sus leyes en tles,

que nosotos hemos dejdo de cee en ells. Un


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20 EL PEN SAM IEN TO G RIEGO

ley fundamental era la de la simpata, que estable

ca una conexin natu ral entre determina da s cosasqu e a nosotros nos pa rece qu e no gu ard an entre s

conexin de ninguna clase. Su efecto consista en

que, estan do dos cosas relaciona da s d e esa ma nera,

cuando una de ellas actuaba o sufra, la otra ine

vita b lem en te ta m b in actu ab a o su fra . Esta clase

de relacin es la que existe entre un hombre y su

im agen o retrato. Asim ism o, existe en tre el h ombre y las cosas qu e en otr o tiem p o fo rm a ron pa rte

de l, com o un m echn de cab ellos o los recortes de

las uas, y hasta las ropas, que, mediante un con

tacto m u y estrecho, se ha n cargado de su person a

lida d. D e aqu las prcticas b ien con ocidas de m a l

tratar un m u eco al qu e se ha dad o el nom b re de

un enemigo, o de quemar, con las incantacionesprop ia s del caso, algu nos d e sus cab ellos o un trozo

de su ropa. E xiste tam b in sim pata en tre las cosas

y las personas y sus nombres. Hasta el escribir el

nombre de un enemigo en una placa de plomo,

atravesa rla y enterrarla (esto ltim o pa ra en trega r

la a los poderes d e u ltratum b a), p od a traerle da o

o causarle la muerte. Esta prctica, aunque en ex

tremo primitiva, era corriente en las cercanas de

Atenas m ism a en el s ig lo iv a.c.; es decir, en los m is

mos das en qu e vivan Pla tn y Aristteles.

Para gentes que piensan as, el nombre es, evi

dentemente, tan real com o la cosa, y le atae m u y

de cerca. Un n om b re ha d icho algu ien es tan

pa rte de u na persona com o una p ierna. Ah ora b ien,

el d i logo C r a t i l o , de Platn, trata del origen del len

guaje y discute ampliamente la cuestin de si los

nombres de las cosas les pertenecen "por natu

ra leza " o "p or con ven cin , si estn u nidos a ellas

com o un a de sus pa rtes na tu rales, o si les son a rb i


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EL PEN SAMIEN TO G RIEGO 21

timente impuestos po el hom be. L cuestin

pece bsud, y se di que un gues pntllse intepone ente nosotos y quells gentes que

emplebn hos y hos en discutil. eo gn

intes l luz de lo que hemos venido diciendo y

de ls obs de ntop logos como los de l escue

l fnces, epesentdos po Lvy-Buhl, quien

sostiene l existenci de lo que llm l mentlidd pelgic del hombe pimitivo, fse del des

envolvimiento humno en que los pocesos elesdel pensmiento son difeentes de los nuestos y

no existe lo que nosot os llmmos lgic. A Lvy-Buhl se le h censudo esto, y ceo que con zn.

No es que l mente humn hy tbjdo siguien

do diecciones completmente difeentes, sino, simplemente, que en el estdo de los conoc imientos en

quel tiempo ls pemiss de que ncb el zonmiento del hombe en tn distints de ls

nuests, que inev itblemente le llevbn conclu

siones que nuestos ojos son del todo extvgntes. Ciets coss se elcionbn o hst se

identificbn en sus mentes de un mne que nosotos nos pece icionl. El punto de vist

de Ctilo en el dilogo de ltn mnifiest exctmente el estdo mentl en que l socicin m gic es posible, cundo dice: m es muy sen

cillo. Quien conoce los nom bes conoce ls coss.

Sctes le pegunt si lo que quiee deci es que

quien h descubieto el nombe h descubieto l

cos que qul coesponde, y Ctilo le contest

que eso pecismente es lo que h queido deci.

Es inteesnte cmo, cundo se ve coldo po

los gumentos, cude como ltimo ecuso unexpliccin sobentul del oigen de ls pl-


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22 EL PEN SAMIENTO GRIEGO

bras: C reo qu e la m ejor solu cin de es tos asuntos

es sta, Scrates: que algn poder ms grande queel hu m an o pu so los prim eros nom b res a las cosas

y, por lo tanto, tienen que ser inevitablemente los

nicos a decu ad os.

Ideas sim ilares vendr n en n u estra ayud a cu an

do ms adelan te estu diemos la concepcin d el l o g o s

en H erclito, el cual pa rece ser al m ism o tiem po, de

manera superlativamente confusa, la palabra quepronuncia, la verdad que ella contiene y la reali

da d exterior qu e piensa estar d efin ien d o y a la qu e

da el nombre de fuego. Los pitagricos, que eran

tanto una hermandad rel ig iosa como una escuela

filosfica, ofrecen muchas huellas de eso. El ms

antiguo de ellos sostena que las cosas eran n

m eros, y pa ra dem ostra rlo deca: "M ira ! 1 es unpunto ( . ) , 2 una l nea ( .---- .), 3 una superficie

( ) y 4 un slido ( vS. ). D e esta su erte, tenemos cuerpos sl idos engendrados por nmeros.

Pod em os lla m a r a esto un salto in ju stificad o y ver

daderamente incomprensible de las abstracciones

intelectuales de las matemticas a las realidades

slidas de la naturaleza. La pirmide que sacaban

del n m ero 4 n o e s u na p ir m id e de p iedra o d e

madera, sino una p irm ide inmaterial, u n m ero con

cep to del entendim iento. Aristteles estab a ya dem a

siado lejos de esa mentalidad para comprenderla,

y se lam entab a de qu e convirtiesen en entidades sin

peso los elementos de entidades que tenan peso".

Pero el antroplogo vuelve a decimos: La menta

lidad prelgica, que no dispone de conceptos abs

tractos, no separa distintamente el nmero de los

objetos nu merad os. E n realida d, los n meros, com o

todas las dem s cosas ya sean objetos, ya lo qu e

distinguimos de los objetos como meros smbolos


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EL PEN SAM IENTO GRIEGO 23

convencionles, plbs o nom bes estn dot

dos de popieddes mgics y de finiddes que lesson popis. El sbe lgo de eso nos yud

cecmos quellos pimeos pitgicos con unpoco ms de simpt.

Antes de bndon este sunto, tengo que hce un dvetenci (po ext que e ll pezc)

p que no se conced demsido peso lo que

cbo de deci. itgos no e un pimitivo. Lnlog con l mente pimitiv nos llev hst

cieto punto, peo no ms ll. itgos e ungenio mtemtico. Ente ots coss, descubi que ls nots concodntes de l octv musicl co

esponden zones mtemtics fijs, y culesson ess zones. Su tendenci mtemtic ejeci

pofund influenci en todo su pensmiento; peo tmbin contibun m oldelo sus supuestos inconscientes, y ls consideciones que qu hemos

expuesto, si se ls plic cutmente y con sentidoctico lo que conocemos de sus doctins, pueden yudm os descubi el seceto de lgunos de

esos supuestos. Sin embgo, hy que mntenelsestictmente en el lug que les coesponde. Elpunto de vist ntopolgico plicdo l conoci

miento de los giegos es tn fscindo, que hdescido lgunos buenos helenists. uede se

que l mgi y l hechice fuesen, como he dicho, coientes en el tiempo de ltn. Igualmente

importante es que l las condenaba rotundamente.Si lo que he dicho deja la impresin de que lospensadores griego s fueron una especie superior dehechiceros con mezcla de pensamiento racional,sera algo peor que intil. Para lo que t iene que ser

vir, es para dar una idea de las dificultades con quetuvieron que luchar, y eso aunque, al elevamos


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24 EL PE NS AMIEN TO G RIEG O

hst ellos, t odo cecient nuest estimcin po

los esultdos que lcnzon. Adems, l histoidel pensmiento giego es, en uno de sus spectos,el poceso de emncipcin de quellos pejuiciospopules, muchos de los cules pueden estudisetodv hoy ente los cmpesinos de l Grecia

moderna, y esto en s mismo constituye una introduccin aconsejable al conocimiento de aquella

filosofa.Al emprender el estudio histrico de la filoso fa

de una poca tenemos, naturalmente, que adoptaruna definicin de la palabra con que caracterizaremos el pensamiento de aquel tiempo. Permtasenos, pues, definirla de una manera con la cual quizno estn de acuerdo todos los que hoy se llaman

filsofos, pero que es satisfactoria respecto de los f ilsofos griegos. Sin embargo, sostengo, aun exponindome al desacuerdo, que la div isin que adoptar, para nuestros fines presentes, de la materiasobre la cual vers aquella filosof a conviene tantoa los problemas intelectuales del presente como alos de los antiguos.

Dicha filosofa ofrece dos vertientes principales,si bien descubri juna tercera vertiente cuandoalcanz la madurez.

1. Especulativa o cientfica. La constituyen losintentos del hom bre para explicarse el universo enque vive, el macrocosmo. En nuestros das las ciencias especiales de la naturaleza se han desarrollado de tal manera, que se han diferenciado de lafilosofa, y este ltimo trmino ha quedado reser

vado, en este aspecto, para la metafsica. Pero nosotros hemos de hablar de una poca en que ciencia y filosofa estaban en la infancia y no habaentre ellas lnea divisoria.


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EL PEN SAM IEN TO G RIEGO 25

2. P r c t i c a (que incluye el aspecto tico y el po

ltico). La constitu ye el estu dio del h om b re m ism o,del microcosmo, de su naturaleza y lugar en el

mu nd o, y de sus relaciones con sus semejan tes. Por

lo genera l, lo qu e m otiva este estu dio n o es la m era

curiosida d, com o ocu rre con la esp ecu lacin acer

ca de la naturaleza del universo, sino el fin prc

tico de a verigu ar cm o p u eden m ejorarse la vida y

la cond u cta hu manas.V erem os que, cron olgicam ente, el p rim ero apa

reci antes que el segundo, aunque debemos dis

tin gu ir entre la m ed ita cin acciden ta l sob re la vida

y la conducta humanas, de un lado, y la filosofa

m ora l de otro.

La reflexin moral, como consecuencia de las exigencias de la vida en com n, proced i a la reflexinsobre la naturaleza, mientras que la reflexin crtica sobre los principios de la conducta, suscitadapor aquellas mismas exigencias, no empez sino mstarde.

Esta observacin de Henri Berr, en su prefacio

al G r e e k T h o u g h t , de Rob in , est form u la da con un

alcance general. Ap liqu m os la a G recia, y verem os

que la poesa gnmica y didctica de un Hesodo,

de u n S oln o de un Teognis, llena de sentencias y de

aforism os, p reced i a los com ienzos de la filoso fa

na tural en Jonia, en el s iglo vi a.c. Por otra pa rte, tenemos que esperar hasta el final del siglo v para

encontrar algo que pueda l lamarse f i l o s o f a de la

conducta humana, o sea el intento de basar nues

tras acciones sobre una coordinacin sistemtica

de sa b er y de teora . E sta apa reci con los sofistas

y con Scrates, cua nd o ya se ha b a a gota do la p ri


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26 EL PEN SAMIENTO G RIEG O

m era olead a d e entu siasm o p or la filosofa n atu ral

y la con fia n za de sus ad ictos se vea, m inad a p or elescepticismo.

3. H e d ich o qu e la filos ofa , al desa rrollars e, des

cu b re una tercera vertiente. E s sta la f i l o s o f a c r

t i c a , qu e inclu ye la lgica y la epistem ologa o teora

del conocimiento. Slo cuando alcanza una fase

relativamente avanzada del pensamiento, empieza

el hombre a preguntarse a s mismo cul es la eficacia de los instrumentos con que le dot la na

turaleza para entrar en contacto con el mundo

exterior. E n qu se basa ltim a y defin itivam en te

nu estro conocim ien to? E n el testim on io de los sen

tidos? Pero sabemos que los sentidos pueden

engaamos a l g u n a s v e c e s . Tenemos alguna prue

b a de qu e nos pon en s iem pre en con ta cto con larealida d? Son s eguros y correctos nu estros pr oce

sos mentales? Lo mejor que podemos hacer es

estudiar esos procesos en s mismos, analizarlos y

ponerlos a prueba, antes de lanzamos a pensar

acerca del mundo exterior. stas son las cuestio

nes que corresponden a la filosofa crtica, que

tiene por asunto el pensamiento en s mismo. Esuna filosofa qu e tiene conciencia en s m ism a. E n

cuentra el caminopreparado as que un fi lsofo

empieza a dudar del testimonio de los sentidos,

como hicieron, cada uno a su manera, Herclito y

Pa rm nid es en la G recia de p rin cipios del siglo v.

Esta fi losofa no hizo muchos progresos hasta los

ltimos aos de Platn; pero nos resultar intere

sante ver cm o fu e dejn dose s entir gradu alm ente

su necesida d.

V olvien d o a las dos ram as p rim era s de la filo

sofa la m eta fsica y la tica , verem os qu e al

gunos filso fos se interesa ron igua lm ente po r am -


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EL PENSAM IEN TO G RIEGO 27

b as y qu e logra ron com b in a rla s en u n s is tem a b ien

coord inado. Ta l fu e el ob jetivo de Platn, cu yo p rops ito filos fico era com b a tir dos tendencias co m

plementarias de su poca: 1 ) , el escepticismo inte

lectu al, qu e negab a la posibilid ad del con ocim ien to

fu nd nd ose en qu e no h ab a ningu na real ida d p er

manente que conocer; 2 ) , la anarqua moral, es

decir, la opinin de qu e no h ab a reglas de cond u c

ta perm anentes y u niversa les, ni criterio d e a ccinsu perior a lo qu e le pa reca m ejor a un hom b re pa r

t icular en un momento determinado. Como solu

cin que abrazaba este doble problema, propuso

su doctrin a de las Forma s, a la cu al volverem os en

m om ento oportu no.

Lo ms frecuente es que los pensadores se sien

tan atrados por una u otra de las dos vertientes,com o S crates p or la d e la cond u cta y Ana xgoras

p or la d e la esp ecu lacin csm ica. Ta m b in es fre

cuente que, en su conjunto, el pensamiento de una

poca se in clin e m s a la u na qu e a la otra, p orqu e

esto depende, en parte al menos del estado de la

socieda d . Los filsofos no piensa n en el vaco, y sus

ideas pueden considerarse como el producto de

temperamento x experiencia x f i losofas anterio

res. E n otras p alab ras, son la reaccin de d eterm i

nado temperamento ante el mundo exterior tal

como ste se presenta a aquel hombre particular,

in flu ida , en el caso d e la m a yor pa rte de los fils o

fos, por la m ed ita cin sob re los restos de filosofa santeriores. Y podemos estar seguros de que, as

como no son exactamente iguales los tempera

mentos de dos hombres, tampoco lo son sus mun

dos exteriores, es decir, sus experiencias.

sa es la razn por la cual las respuestas a las

cuestiones esenciales de la filosofa difieren tanto


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28 EL PENSAM IEN TO GRIEGO

entre s . Dos hombres de temperamentos contra

puestos estn sujetos a dar respuestas diferentes alas cuestiones filoscas. En realidad, es probable

qu e las respu estas n o sean ni siqu iera con tra d icto

rias; sern, sencillamente, im pos ib les de coord ina r.

N o slo d iferir n en su con tenido, s ino que sern

dos g n e r o s diferentes de respuesta. Un ejemplo

nos ayudar a ver esto con ms claridad. Supon

gam os que dos hom b res discuten acerca de la m ateria de que est hecho el mundo, y mientras uno

dice que todo es agua, el otro afirma que todo es

aire. En este caso, los dos responden a la misma

pregu nta del mism o m odo, pero sus respu estas son,

sencillamente, contradictorias. Los dos argumen

tan sobre la misma base, cada uno de ellos puede

a du cir hechos comu nes a la ob servacin de am b osen apoyo de su opinin, y es posible que el uno

acabe p or con vencer al otro. Pero su pongam os que

la sigu iente pregun ta: Q u es el m u nd o, en ltim o

anlisis?, est siendo discutida en un plano no tan

cru da m ente m aterial, en u n plan o ms filos fico, y

que uno de los hombres dice que el mundo no es

otra cosa que cargas de electricidad positiva y ne

gativa, mientras el otro afirma que es una idea en

la m ente de Dios. Es poco prob ab le que gasten pro

vechosam ente su tiem po en a rgu m en ta r ni qu e lle

gu en a ning n resu ltad o s a tisfactorio pa ra los dos.

Son dos especies diferentes de hombres. Quizs el

segu nd o est m u y dispu esto a acep ta r lo que el p ri

mero dice de la electricidad, pero no admite que

ello afecte en n ada a su prop ia respu esta. D e man e

ra an loga, el prim ero, au nqu e prob ab lemente ms

inclinado a negar la verdad de lo que el otro dice,

replicar qu iz qu e pu ede ser o no s er cierto, pero

que, en todo caso, no es pertinente.


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EL PEN SAM IEN TO GRIEGO 29

Ls dos espuests coesponden los dos tipos

filosficos pedublemente opuestos, y que se mnifiestn en sus contestciones l que Aisttelesllm b l pegunt eten: Qu es l elidd?

No es un pegunt tn imposible de contest comopece. Signific, sencillmente: l pens en uncos culquie, y se el univeso todo, y un

objeto pt icul de los que hy en l, qu es lo que

consides esencil en es cos, qu es lo pimeo que dis si te peguntsen qu es? Y qu es lo queconsides como secundio, y sin impotnci?

Todos podemos v eigu fcilmente cul de losdos tipos petenecemos. Supongmos que l pegunt es l siguiente: Qu es este pupite?, y pensemos cul de ls dos espuests siguientes se nospesent como ms inmeditmente decud:

a), mde; b), un cos p pone enc im libosy ppeles. Ests contestciones, como se ve, no soncontdictois, sino que son de difeente gneo.

Y l inmedit e instintiv eleccin de un de ellsnos dice si uno es po tempemento inclindo l

mteilismo o l teleolog.Los dos tipos son clmente discemibles entelos ntiguos giegos. Unos definn ls coss conefeenci su mtei, o c om o tmbin dec n losgiegos, quello de que est hech. otos, loesencil e el destino o funcin, incluyendo en estol fom, poque (como, po ejemplo, lo dice l

tn en el Cratilo) l estuctu sive l funcin ydepende de ell. El pupite tiene l fo m que tiene

cus del fin que est destindo. Un lnzdetiene ciet fom poque tiene que desempeciet funcin en mnos del tejedo. Y s, l p ime oposicin que se pesent l mente gieg

fue l que existe ente mtei y fom, llevndo


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30 EL PE NSAM IENTO GRIEG O

este ltim o trm in o s iem pre im p lcita la n ocin de

fu ncin. Y al respon der a la pregu nta eterna, lospens ad ores jon ios p rim ero y despu s los a tomistas

contestaron en trm inos de m ateria, y los p ita g ri

cos, Scrates, Platn y Aristteles en trminos de

forma.

Esta divisin de los filsofos en materialistas y

teleologistas filsofos de la m a teria y filsofos de

la form a es qu iz la m s fu nd am enta l que pu ede ha cerse en cu a lqu ier poca, inclu ida la nu estra.

Adem s, y pu esto qu e amb as vertien tes es tn cla ra

y vigoros a m en te representad as en la tra d icin grie

ga desde sus com ienzos, ha rem os m u y b ien en te

n er con stan tem ente presente esa d ivisin .


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II. MATERIA Y FORMA

Jon ios y pitagricos

H e m o s vis to en el ca p tu lo a n terio r qu e la filosofa , en lo qu e respecta a nu estro pu nto de vista,

ofrece dos vertientes principales, pues trata, de un

lado, de la naturaleza y origen del universo en ge

neral, y de otro lado, de la vida y la conducta hu

manas; y a dvert a qu ienes se in teresan p rim or

dialm ente por el pensa m iento tico y p oltico, qu e

cuando nos remontamos a los comienzos de la

filos ofa eu ropea en G recia, lo prim ero qu e encon

tramos es la especulacin acerca del universo. El

p eriod o a qu e vam os a pa sa r revista su ele divid irse

en dos p artes po r el n om b re de S crates ya vere

mos c m o se ju s tifica esto , y la sea l cara cters

tica del pensamiento presocrtico es la ardientecuriosidad por el cosmos. La poca de Scrates

con oci u na reaccin contra la especu lacin fsica

y un ca m b io del inters filos fico h a cia los asu ntos

hu man os. C laro est qu e esto slo es a p roxim a da

mente cierto, como suele ocurrir con todas las ge

neralizaciones muy amplias. Mientras en la parte

oriental del m u ndo g riego los jon ios estab an ab sorb idos en los p rim eros in tentos de u na exp licacin

cientfica del universo, en la parte occidental los

pitagricos enarbolaban el ideal de la filosofa

com o u na gu a pa ra la vida, y la h erm an da d filos

fica com o u na orden religiosa ; y los grandes su ceso

res de Scrates, Platn y Aristteles, sin descuidar


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32 M ATERIA Y FORM A

los problemas de la vida humana, se interesaron

tam b in p or la especu lacin acerca d el mu nd o enque vivim os. E n realida d, en P latn el alm a h u m a

na constituye el centro de sus meditaciones; mien

tras qu e en Aristteles lleg al m ximu m la a ficin

a las desin teresad as investiga ciones sob re la na tu

raleza. Posey el temperamento cientfico en ms

alto grado que ningn otro griego. Por otra parte,

el inters de los pitagricos por el alma humanaera m s b ien religioso y m s tico qu e filos fico. P o

dem os decir, em pero, que la devocin e x c l u s i v aque

los jonios consagraron a la naturaleza externa se

h izo para s iem pre im pos ib le despus de la qu iebra

m an ifies ta d e la filos ofa na tu ra l en el siglo v, y de

las inquietantes preguntas de Scrates, que lleva

ron al centro m ism o de la escena los p rob lem a s dela vid a hu ma na. C m o ocu rri esto, es lo que ahora

va m os a ver.

La fi losofa europea, en cuanto intento para re

solver los p rob lem as del u niverso s lo p or la ra zn

que se opone a aceptar explicaciones puramente

mgicas o teolgicas, comenz en las prsperas

ciu da des com ercia les de Jonia, en la costa d el As iaMenor, a principios del siglo vi a.c. Fue, como dice

Aris tteles , p rodu cto de u na p oca qu e ya posea

las cosas necesarias al bienestar fsico y al ocio, y

su m otivo fu e la m era cu riosida d. L a escu ela jonia

o milesia est representada por los nombres de

Ta les , Ana xim a n d ro y Anaxim enes ; y es t m u y ju s

tificado llamarla escuela, porque estos tres pen

sadores n acieron en la m ism a ciu da d jon ia d e M i

leto, vivieron en la m ism a poca , y la trad icin dice

que tuvieron entre s relaciones de maestro y dis

cpulos.

D e dos m an eras p u ede defin irs e el ob jeto de sus


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MA TERIA Y FORMA 33

investigaciones. Buscaban algo permanente, estable,

en medio del caos del cambio constante; y creanqu e lo en contrar a n pregu ntn dose: D e qu es

t hecho el mundo? El mundo, tal como lo perci

ben nu estros sentidos, apa rece in qu ieto e inestab le.

M u estra cam b ios continu os y m an ifiestam ente a za

rosos. El crecimiento natural puede producirse o

puede ser frustrado por fuerzas exteriores ciegas.

E n cu a lqu ier caso, le sigu e siem pre la decad encia ,y n o hay nada qu e dure pa ra siempre. Ad em s, ve

m os u na in fin ita plu ralida d de ob jetos qu e no gu ar

dan entre s ningu na rela cin. La filos ofa com en z

p or la creencia d e qu e detrs de este caos ap aren te

existen u na p erm a n encia oculta y u na u nidad , dis-

cem ib les p or la mente, si no por los sentidos. E sto se

aplica, natu ralmente, a toda filosofa . C om o ha d icho

un m od ern o escritor sob re el m tod o filos fico:

Parece haber hondamente enraizada en la mentehu mana una tendencia a bu scar... a lgo que persistaa travs del cambio. En consecuencia, el deseo deuna explicacin slo parece satisfacerse al descu

b rir que lo que parece nuevo y diferente existi s iempre. D e ah la bu sca de una identidad s u b y a c e n t e , deuna materia persistente, de una sustancia que perdure a pesar de los cambios cualitativos y por lacual pu edan explicarse esos mismos cam bios.*

E sa des cripcin del pen sa m iento filos fico pu do

hab er sido escrita es pecia lm ente pa ra los m ilesios.Ya eran filsofos , y los p rob lem a s b sicos de la fi

losofa cambian poco con el tiempo. Es central la

creencia de que detrs de la aparente multiplici

* L. S. S tebb ing, A m o d e m i n t r o d u c t i o n t o l o g i c , 2a ed.,

Methuen, 1933, p. 404.


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34 M ATERIA Y FORMA

da d y con fu sin d el u n iverso qu e nos rod ea existen

u na s encillez fu nd am ental y u na estab ilida d qu e larazn pu ede descub rir.

En segundo lugar, les pareci a los primeros

pensadores que esa estabilidad hay que buscarla

en la sustancia de que est hecho el mundo. Pero

no es sta la nica respuesta pos ib le. Tam b in pu e

de suponerse que los componentes materiales del

mund o e s t n en un flujo constante de decadenciay ren ovacin , qu e s o n diversos e incomprensibles;

pero que el e lemento permanente y comprensible

cons iste en su estru ctu ra o form a . S i nu eva m a te

ria igu al a aqu lla a dop ta la m ism a estructu ra, es la

estructura lo que debemos tratar de comprender.

E n la m ism a G recia, tu vieron su vez los d efensores

de la form a contra la m ateria. M as al p rin cip io lapregunta, reducida a sus trminos ms sencillos,

era sta: "D e qu est hecho el m u n do?" Ta les de

M ileto d ijo qu e era agua, o hu medad , respu esta que

pu ede apu ntar a toda clase d e posib ilida d es intere

santes, si no fuera que apenas si conocemos algo

ms de sus ideas y slo por conjeturas podemos

entrever el m od o d e pensa r qu e le llev a esa conclusin. La explicacin ms obvia parece estar en

qu e el agu a se presenta, na tu ralmente, a los sen ti

dos, sin necesidad de ningn experimento cientfi

co que no pudiera realizarse entonces, en las tres

formas de slida, lquida y gaseosa, como hielo,

com o agu a y com o vapor. E sta es, en efecto, la ex

plicacin que primero se le ocurre a los eruditos

modernos; pero es interesante el hecho de que

Aris tteles su giera a lgo m u y d iferen te. Ta m b in l

p roceda p or conjetu ras todos los escritos de

Ta les se hab an perd id o ya en su tiem po ; pero por

lo menos, era griego y estaba ms cerca de Tales


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M ATERIA Y FORMA 35

que nosotros. Deseo indicar algunas razones por

las cuales me parece que quiz Aristteles estabaen lo cierto; p ero ste es u n asu nto qu e ser m ejor

tratar despus que hayamos examinado las opi

niones de los otros dos pens ad ores m ilesios.

Aparte de esta a firm acin de que la sustancia sub

yacente del universo es el agua, conocemos muy

p oco m s d e las ideas filos fica s de Tales. H a y u no

o dos a forism os, d ifciles de in terpretar sin su contexto, y varias ancdotas. Lo que refiere Herdoto

de que predijo un eclipse solar, que puede ser fe

cha do en el a o 585 a.c., pu ede considerarse com o

bastante b i e n t r o u v para da m os su fecha a proxi

mada. La p rediccin n o es de ning n m odo im p o

sib le con ayud a de los registros b ab ilnicos, a cu yo

estudio se dice haberse dedicado Tales. Algo ms

sab emos de su joven conciu da da no An axim an dro,

qu ien dej escritos qu e pu dieron con ocer A ris tte

les y Teofrasto, y la ob ra de Teofra sto sob re las O p i

n i o n e s d e lo s f i l s o f o s n a t u r a l e s fue la base de las

complicaciones grecorromanas que han l legado

hasta nosotros.El pensamiento de Anaximandro presenta ya

cierta s u tileza. C ons iderab a este m u n do co m o u na

concurrencia de cualidades opuestas que mantie

nen entre s constante guerra. Cuatro de esas cua

lida des caliente y fr o, seco y h m edo son p ri

marias. El proceso del mundo es cclico. El calor

del sol seca el agua, y el agua apaga el fuego. Enu na esca la u n iversa l, es to se ad vierte en el ciclo de

las estaciones, y au nqu e u no u otro de los opu estos

puede prevalecer durante algn tiempo, el equili

b r io se res tab lece constantemente. Ahora b ien, pu es

to que lo esencial en esas cualidades en su mutua

opos icin, se sigu e de a h que la su stancia p rim a


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36 MATERIA Y FORMA

i del univeso no puede se ccteizd po nin

gun de ells, no puede serningun de ells, hbdicho Anximndo, poque es muy poco pobble

que en quell pimitiv fse del pensmiento fuesen difeencis culidd y sustnci. Si se le hubiese peguntdo Anximndo si, cundo hblbde "cliente y "fo", designb un sustnci o

un culidd, pobblemente no hubie entendi

do l pegunt. o consiguiente, si todo fuese oiginimente gu, como hb supuesto Tles, o"humedd , no pod hbe ni clo ni fuego, puesto que el gu no engend fuego, sino que lo destuye. o eso imginb Anximndo el pimeestdo de l mtei com o un ms indifeenci-d de enome extensin, en l que los elementos n

tgnicos o sus popieddes n no estbn difeencidos, unque los conten en s de un modo ltente o potencil, en complet fusin. L llm

b el apeiron,plb que signific "sin lmites, yque en el giego posteio tuvo dos sentidos: a ) nolimitdo exteiomente, es deci, espcilmenteinfinito; y b )sin lmites intenos, es deci, sin p

tes o elementos componentes sepdos. Es pocopobble que Anximndo hubie llegdo lnocin de l pu infinitud espcil, y unque in

dudblemente conceb quell pimitiv mtiz dotd de un vst e indetemind extensin, lide pedominnte en su pensmiento e pob

blemente l usenci de difeencic iones intens,

y que ste es el concepto que eso lve el poblem que evidentemente se hb plntedo, o se eldel estdo oig inio de los opuestos.

Segn Anximndo, quell ms oigini es

tb en incesnte movimiento, y, com o consecuen

ci de ste, ocui, en lgn tiempo y en lgn lu-


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M ATERIA Y FORMA 37

g de ell, que ls culiddes opuests, o ls sus

tncis que ls contienen, empezon sepse, de donde se oig in l simiente o gemen de unmundo, un ncleo fecundo, poque tom est expesin del cmpo de l ntulez ognic. Alpincipio, debi se lgo pecido ls nebuloss gitois que conoce l stonom moden. ultinmente, el elemento f o y hmedo se condens

en un ms hmed de tie, en el cento, oded de nubes o de vpo. El elemento cliente y secotom l fom de un esfe de llms que ode

b todo el conjunto, el cul, l gi, se dividi ennillos o ueds de fuego, odedos tmbin, com ol esfe, de un niebl espes y ondulnte. As ex

plic l fom cin del Sol, de l Lun y de ls estells que le pecn, en efecto, nillos de fuego queoden l Tie, unque slo son visibles pnosotos cundo se poduce un gujeo en los vpoes envolventes y tvs de l bot el fuego,como el ie po un pinchzo en l llnt de un

biciclet. En l esfe, bjo l ccin del fuego, se

fueon secndo ptes de l Tie y sepndose del gu que ls odeb. Dunte este poceso, l

vid peci po vez pim e en el cieno cliente,o limo, pues l vid se oigin en l humedd sometid l clo. o lo tnto, los pimeos nimles tuvieon fo m de peces, con l piel cubiet deespins o de escms. De ellos pocedieon todos

los nimles teestes, incluso el hom be, que, polo tnto, es l evolucin finl de un especie de pez.

En est concepcin l tie es cilindic, como un tmbo, y est situd, sin poy o ninguno, en elcento de un univeso esfico. Con esto, Anxim ndo dio, un cuestin que dunte mucho tiempo

h b d t d l g i g t


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38 MATERIA Y FO RMA

qu e po r su s u tileza se a n ticip a m u chos de sus su

cesores. Sob re qu se apoyab a la Tierra? S i se a poyab a sob re el agua, com o ha dicho Tales, sobre qu

se ap oyab a el agua a su vez?, y as su cesivam ente.

N o se ap oya s obre nada, contest An axim an dro, y

la razn por la cual no cae es, simplemente, que,

estan do en el centro de un u n iverso es frico y, p or

lo tanto equidistante de todos sus puntos, no hay

motivo para que caiga en una direccin ms bienque en cualquier otra. Es la misma situacin del

asno colocado exactamente a medio camino entre

dos haces de heno, y que morira de hambre en la

in d ecis in de a cu l de ellos dirigirse.

La cosmogona de Anaximandro, no obstante

los elementos fantsticos que contiene, fue una

p roeza notab le en la au rora del pen sa m iento ra cional. Anaximandro hizo uso de la observacin al

apoyar su teora de la desecacin gradual de la

Tie rra en la presencia de conchas fos iliza das en lu

gares a leja dos del mar; y su idea de qu e el hom b re

haba evolucionado desde una forma de vida infe

rior, en el hecho de que se encuentra desvalido y

dependiente durante mucho tiempo despus delnacim iento. Q u iz_hu bo un a p oca en que las cras

eran l levadas de un lado a otro bajo la proteccin

de los padres, y esto, dice Anaximandro, es lo que

ha cen ciertas esp ecies de grandes peces. Pa ra a pre

ciarla en todo su valor, no debemos slo conside

rarla desde nuestro punto de vista actual, sino en

relacin con la Grecia anterior y contempornea.

Era una poca en que lo sobrenatural se admita

toda va co m o cosa corrien te, en qu e las fu erzas de

la na tu ra leza se atrib u an a la a ccin de dioses an-

tropomrficos, Zeus o Poseidon, y se haba halla

do el origen del universo en mitos grotescos rea-


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M ATERIA Y FORMA 39

tivos a la u nin sexu al del cielo y de la tierra, con

cebidos como grandes deidades primitivas, y a suforzada separacin por otro espritu gigantesco.

Con An axim an dro, la ra zn h u m ana se reaf irm y

prod u jo u na exp licacin pu ram ente natu ral, cierta

o equ ivocada , del origen del m u n do y de la vida.

D e An axim enes, tercera figu ra d e la escu ela m i

lesia, no tenem os una cosm ogon a s istemtica, pero

s una nueva sustancia considerada como sustancia primaria. Es el aire (en griego a e r , pa lab ra que

en lengu aje corriente y en a qu ella poca no h ab a

una term in ologa cien tfica tcn ica sign ifica

aire, vah o o n ieb la ). E n su estad o natu ral, o com o

Anaxim enes deca , en su estado m s igu a lm ente

repartido, es la atmsfera invisible; pero puede

condenarse en niebla y agua, y aun en sustancias

slida s, com o la tierra y las piedra s. C u and o se en

rarece, se calienta y se convierte en fuego. El prin

cipa l inters d e An ax im enes pa rece h ab er cons is ti

do en descubrir el proceso natural por el que

pu diera s u ponerse qu e su cedan los cam b ios d e la

su stancia prima ria , m edian te los cua les ha b ra l legado a existir nuestro mundo mltiple y diverso.

Anaxim and ro des ignab a es e p roceso qu e d io na

cimiento a nuestro mundo con la palabra disgre

gacin, pero puede decirse con exactitud que eso

no era m s qu e un a b rilla n te conjetu ra, sin co m

probacin en ninguno de los procesos conocidos

de la naturaleza, que Anaximenes sustitua conlos hechos observables de la condensacin y la ra

refaccin, por los cuales vemos el aire convertido

en humedad o viceversa. Para ilustrar con ejem

plos la con exin de la ra refa ccin con el ca lor y de

la condensacin con el fro, deca que si respira

mos con los labios muy cerrados, el aliento sale


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40 MATERIA Y FORMA

fro, mientras que si abrimos la boca para darle

ms sa lida , sa le ms caliente.Uno de los principios que sostena Anaximenes

arroja alguna luz sobre el conjunto de su escuela

filosfica. D eca qu e en su form a ms pu ra y ms

enra recida , el a ire, qu e es la su stan cia p rim a ria

del m u nd o, es tam b in el elem ento de la vida . U na

pequea pa rte de ese elemento-esp ritu , qu e prop ia

mente pertenece por su naturaleza a los confinesms rem otos del u niverso, m s a ll d e la a tm s fe

ra adulterada que respiramos, est aprisionada en

el cuerpo de todo animal y de todo ser humano, y

constitu ye su alma . N u estra a lm a deca u no de

sus discpu los es a ire, ms ca liente que el a ire que

nos rodea, pero mucho ms fro que el del Sol."

Este discpulo expresaba tambin la misma cosad iciend o qu e el a lm a d el hom b re es una p equea

parte del dios, entendiendo por dios el univer

so, con lo cual averiguamos que aquellos hombres

an consideraban el universo como un ser vivien

te. A pesa r de su sorp rend ente lib ertad resp ecto de

los preju icios teolgicos , a n perdu rab a entre ellos

esa idea. Era, evidentemente, un legado del pensa

miento prerracionil, pues esa concepcin material

del alma c om o a ire o a liento es, natu ralm ente, una

concepcin p rim itiva a la que los an trop logos ha n

hallado paralelos en todos los pueblos salvajes del

mundo, y entre los griegos primitivos iba unida,

indudablemente, a la idea de que el universo es

una cria tu ra viviente.

Haba, sin embargo, una razn especial para

que a aquellos primitivos cientficos les pareciera

todava necesaria dicha concepcin. Adems de la

pregu nta qu e se form u lab an D e qu est hecho

el m u nd o? , ha y otra, a nu estro pa recer, que ta m


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MATE RIA Y FORMA 41

b in neces ita contestacin , a saber: S i el m u n do es

en el fondo, y lo fue originariamente, una sustancia, por qu no sigu i siend o u na masa m u erta y

esttica de agua, o de lo que fuere? Cul fue la

causa que motiv que empezase a cambiar? Esta

pregunta se nos ocurre a nosotros porque hemos

hereda do de la ciencia reciente la n ocin de qu e la

materia es en s misma algo muerto o inerte, que

necesita ser puesto en movimiento por una fuerza

exterior. Q u iz la d is tin cin entre m ateria y fu er

za no es tan cla ra en n u estro siglo com o lo fu e en

el anterior, ni el cientfico natural de nuestros das

con sidera de su incu m b encia tratar el prob lem a de

u na causa prim era. P ero la filos ofa no pu ede ign o

rarlo, y estamos hablando de hombres para quienes cien cia y filos ofa cons titu an u n ca m p o n ico

de conocimiento. Cmo trataron ellos este pro

b lem a de la cau sa del m ovim ien to?

Como dice Comford, si queremos comprender

a los filsofos del siglo vi, tenemos que librar a

nuestras mentes de la concepcin atomstica de la

materia muerta en movimiento mecnico, y del. . .du a lism o de m ateria y esp ritu ". Aristteles, qu e ya

criticab a a los jon ios porqu e, segn le pa reca , eli

minaban indolentemente" la cuestin de la causa

p rim era, ob serva en un lugar, sin comentarlo, que

ninguno de ellos hizo de la tierra la sustancia pri

m ordial . Segu ram ente tena u na b u ena razn para

eso. Necesitaban una sustancia que e x p l i c a s e s u p r o p i o m o v i m i e n t o , com o en a qu ellos das rem otos

era toda va p osible im agin a rse qu e lo hiciera. Pen

sab a u no en la incesante a gita cin del mar, recor

da b a otro la fu ria d el vien to, y en los u mb rales del

pensamiento racional se ofreci como explicacin

natural de su movimiento autocausado la idea de


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42 M ATE RIA Y FORM A

qu e viva n eternam ente. As vem os qu e todos ellos,

aunque en otros respectos evitaban el lenguaje dela relig in y descartab an p or com p leto el an tropo

morfismo de su tiempo, sin embargo, aplicaban el

nom b re de "dios , o de "lo d ivin o a su su stancia

pr imera . As l lamaba Anaximandro a su a p e i r o n y

Anaxim enes a l a ire. Se a trib u ye a Ta les la frase:

"Todo est lleno de dioses, que Aristteles inter

p reta b a en el sen tido de que "el esp ritu anda m ezcla do con tod o. La su stancia del mu n do deb e ser

la sustancia de la vida, y por eso creo yo que hay

m u cho m s qu e decir de lo qu e piensan los m oder

nos com entaristas a cerca de las conjetu ras d e A ris

tteles sob re la r a zn qu e m ovi a Ta les a elegir el

agu a com o m ateria p r im era de l mu ndo. D ice A r is

tteles:

Prob ab lemente sac su idea del hecho de que el alimento de todas las cosas es la humedad, y que elcalor mismo es engendrado por la humedad y conservada por ella... y que la simiente de todas las criaturas tienen una naturaleza hmeda, y el agua es el

origen de la natura leza de las cosas hmedas.

L a orientacin del pen sa m iento qu e ins in a Aris

tteles es la qu e vincu la el agu a a la idea de la vida:

la h u m edad en cuan to pa rte necesa ria d el a l im en

to y de la s im iente, y el h echo d e qu e el ca lor vital,

el calor de un cu erpo vivo, es s iem pre u n ca lor h

medo. (La relacin entre el calor y la vida, hechopalmario de experiencia, como esencial y causan

te, fu e sealada con m s ins istencia p or los griegos

qu e po r los pensa dores actu ales.) Si sa fu e la idea

de Tales, la vem os exp lcita m ente m an ifestad a p or

Anaxim a ndro, qu e exp licab a el orig en de la vid a


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M ATERIA Y FORMA 43

po l cc in del clo sobe l mtei gunos o

legmos.Al dveti que esos pensdoes no se hc n

ms pegunt que st: "De qu est hecho el m undo? , se ve uno tentdo clsificlos como mtei

lists. Sin embgo, esto se un eo, y que esplb, en el lenguje coiente modeno, design

l individuo que h hecho su eleccin ente l co

noc id ltentiv de mtei y espitu com o ltims cuss de ls coss, y que conscientementenieg todo pode custivo lo espiitul. Lo quetenemos que esfozmos po compende es unestdo mentl nteio l distincin de mtei y

espitu, de suete que l mtei, que e l fuente nic de tod existenci, se l consideb dotd de espitu o vid. A medid que l fi losof po

ges, v encont ndo cd vez ms difc il sosteneest concepcin l vez doble y uniti, y no es elspecto menos inteesnte del desollo del pensmiento gie go quel que nos muest l cecientetintez que l mtei y el espitu someten los

vnculos que los unn. A l mtei hy que concedele cd vez ms tibutos espiitules, inclusoel pensmiento, hst que el poblem lleg su

punto culminnte y se hce inevitble l uptu.Dedicemos l ltim pte de este cptulo

hbl de los pitgicos. En ls postimes del Ant igedd se hblb de l escuel joni y de l

itlic como de ls dos coientes pinciples del tdicin del pensmiento giego pimitivo. Lltim de ess coientes empez con itgos,

quien, unque e giego oientl de ncimiento,bndon muy joven su isl ntiv de Smos, e m ig l su de Italia hacia el ao 530 a.c., y fund suhermandad en Crotona. Por razones polticas, sus


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44 M ATERIA Y FORMA

discpulos fueron perseguidos y dispersados, y en

el siglo V ya se encuentran comunidades pitagricas espa rcida s p or varias p artes de G recia. N o h a

b la r de la tra d icin p ita grica sera da r u na id ea

m u y pa rcia l de la filoso fa griega y om itir a lgo que

ejerci poderosa influencia sobre el pensamiento

de Platn . Pero qu iz fru strara nu estro actual pro

psito el dedicarle mucho espacio en estas pgi

nas, deb id o a la oscu rida d qu e envu elve gran pa rtede su d octrin a y de su historia.

Dos son las causas de esa oscuridad. Para los

p itagricos, el m otivo pa ra filosofa r no fu e el m is

mo que para los jonios, o sea, la mera curiosidad

cientfica. C onstitu an u na herm anda d religiosa , y

esto tuvo ciertas consecuencias. Una parte por lo

m enos de su d octrina se considerab a secreta, y nodeb a ser com u nicad a a los p rofan os. E l fu nd ad or

m ism o fu e can onizad o, o cons iderad o com o semi-

d ivino. E sto significa, en p rim er lugar, que le rod ea

ba una b ru m a de leyendas m ila grosas, de las cu ales

es difcil desenmaraar la verdadera vida y ense

anzas del Pitgoras histrico. En segundo lugar,

se considerab a un deb er piad oso a trib u ir toda d octrina nu eva a l fu nd ad or m ism o, y teniendo en cu en

ta qu e la escu ela tu vo una h is toria m u y larga, qu e

incluye un renacimiento en particular floreciente

entre los romanos del tiempo de Cicern, resulta

eviden te la dificu lta d de d escu b rir con certeza cu

les fueron las ideas del propio Pitgoras o de la

escu ela en sus prim eros tiemp os.

En su aspecto religioso, el ncleo del pitagoris

mo era la creencia en la inmortalidad del alma

hu mana, y en su progreso a travs de sucesivas reen

carnaciones no slo en cuerpos humanos, sino en

los de otras criatu ras. C on sta se relaciona el ms


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MATERIA Y FORMA 45

importante de los tabes pitagricos, o sea la abs

tencin de com er carne, p orqu e la b estia o el p ja roqu e u no com e quizs estu vo a nim ad o po r e l a lm a

de un prop io antepasado.

Si es as, si la transmigracin de las almas es

posible y habitual, todas las vidas estn emparen

tadas entre s, y el parentesco de la naturaleza es

otro de los principios del pitagorismo. Esto se ex

tiende mucho ms de lo que nosotros podemos

pensar , porqu e el m u n do anim ad o era m u cho ms

extenso para los pitagricos que para nosotros.

C rean ellos qu e el universo en su tota lida d era una

criatura viviente. En esto estaban de acuerdo con

los jonios, p ero en esa concepcin im plicab a n m u

chas cosas ajenas a An ax im a nd ro y a Anaximenes,y que procedan de fuentes religiosas msticas ms

b ien qu e raciona les . E l cosmos, decan , est rod ea

d o de u na can tida d ilim ita d a d e aire o a liento que

im p regn a el tod o y le da vida . Es la m ism a cosa la

que da vida a las criaturas vivientes individuales.

D e este resto de creencias popu lares, ra cion a liza do ,

como hemos visto, por Anaximenes, los pitagricos sa caban u na enseanza religiosa . E l aliento o

vid a del h om b re y el a lien to o vid a del u n iverso in

fin ito y divin o eran esencialmente lo m ism o. E l un i

verso era uno, eterno y d ivin o. Los hom b res son

muchos, divididos y mortales. Pero la parte esen

cia l del hom b re, el alma , no es morta l, y deb e su in

m orta lida d a l hecho de qu e es un fra gm en to o chispa del alma divina, separada y aprisionada en un

cu erpo mortal.

As, pues, el h om b re tiene un fin u ob jetivo en la

vid a ; lib ra rse de la corru pcin del cu erpo, y, con

vir tin d ose en esp ritu pu ro, volver a u n irse al

esp ritu u niversa l, al cu al pertenece esencia lmen te.


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46 M ATERIA Y FORMA

H as ta qu e el esp ritu no se pu rifiqu e por comp leto,

debe pasa r por una serie de transm igraciones, ca mb ia nd o un cu erpo p or otro. E s to im p lica la conser

vacin de la in d ivid u a lida d m ientras es t in com

p leto el correspond iente ciclo de nacim ientos; pero

no cab e du da en qu e el ob jetivo fin al era la a n iqu i

lacin de s mismo por la reunin con el espritu

divino.

Los pitagricos compartan estas creencias conotras sectas msticas, particularmente con la que

daba sus enseanzas en nombre del mtico Orfeo,

Pero ad vertim os la origin a lid a d de P it goras al pre

gu n tam os p or qu m edios poda n lograrse la pu ri

ficacin y la unin con lo divino. Hasta entonces,

la p u reza se ha b a b u scado p or m edio del r itu al y

p or la ob servan cia d e proh ib icion es m ecn icas, tales como evitar la vista o la proximidad de cad

veres. P it gora s conserv a lgo de es to, p ero aad i

u n m od o p a rticu la r suyo, el m od o d el filsofo.

L a d octrin a del pa rentesco de la na tu raleza, que

puede considerarse como el primer principio del

pitagorismo, es resto de una antigua creencia, y

tiene mucho de comn con la nocin de la sim

pa ta m gica. E l segu nd o principio es ya raciona l y

tpicam ente griego, y cons iste en la im portancia qu e

Pitgoras da a la forma o estructura como objeto

p rop io d e la m editacin, ju n ta m ente con la exalta

cin de la idea de l m i t e . Si, com o deca recien te

m ente u n p rofesor de filolog a cls ica en su leccin

ina u gu ral, es un ra sgo caracterstico de lo griegos

su preferencia por lo inteligible, lo determinado,

lo mensu rab le, com o opu esto a lo fantstico, lo vago

y lo in form e, entonces Pitgoras fue el prim er aps

tol del espritu heln ico. Los pita gricos, com o du a

listas morales convencidos, disponan dos colum-


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M ATE RIA Y FORMA 47

as bajo las rbricas de "cosas buenas y "cosas

m alas ". E n la colu m na d e las cosas bu enas, a l lad ode la luz, la unidad y lo masculino, figuraba el l

mite, y en la columna de las cosas malas, con la

oscu rida d, la plu ralida d y lo femenin o, figu rab a lo

ilimitado.

L a r eligin de Pitgoras inclu a, com o hem os vis

to, u na especie de pa ntesm o. E l m u n do es divino,

p or lo ta nto es bu eno, y es u n todo nico. S i es b u eno, si es u n s er vivien te y si es u n todo, se deb e, se

gn Pitgora s, a qu e es l i m i t a d oy a qu e ob edece a

un o r d e n en las relaciones de sus diversas partes.

La vida p lena y efica z depen de de la orga n iza cin .

As lo vem os en las cria tu ras vivas in d ividu a les , a

las que l lamamos organismos para indicar que

tienen todas sus partes dispuestas y subordinadas

al fin de mantener vivo el todo (el griego o r g a n o n

significa treb ejo o in stru m ento). L o m ism o ocurre

con el mundo. El nico sentido en que puede l la

m rsele un todo n ico as com o b u eno y viviente,

estriba en que tiene lmites fijos, y por lo tanto, es

capaz de organizacin. Se pens que la regulari

da d de los fenm enos na tu rales ap oyab a esa teora.

Los das su ceden a las n oches y las estaciones a las

estaciones en el orden debido e invariable. Las gi

ratorias estrellas ofrecen (segn se pensaba) un

m ovim ien to circu la r eterno y perfecto. E n su ma , el

mundo puede ser l lamado k o s m o s , palabra intra

ducibie que combinaba las ideas de orden, correspondencia y belleza. Se dice que fue Pitgoras el

p rim ero qu e lo lla m de esa ma nera.

Filsofo por naturaleza, Pitgoras deca que si

qu erem os iden tificam os con el cosmos viviente, con

el cual nos creemos esencialmente emparentados,

debemos, sin olvidar los antiguos preceptos reli


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48 M ATERIA Y FORMA

giosos, estudiar an te tod o y sob re tod o cm o act a

y averigu ar cm o es. Esto, por s solo, nos a cercarams a l, y nos capacita ra p ara d irigir n u estra vid a

en conformidad ms estrecha con los principios

que nos revela. As com o el u niverso es un k o s m o s ,

es decir, u n todo ordena do, pensab a Pitgora s qu e

cada hombre es un k o s m o s en miniatura. Somos

organismos que reproducen los principios estruc

tu rales del macrocosm o; y estu dian do esos p rin cip ios estructu rales, desa rrollam os y estim u lam os en

nos otros m ism os los elementos d e la form a y del

orden. El filsofo que estudia el k o s m o s se hace

k o s m i o s ordenado en su propia a lma.

Los intereses intelectuales de Pitgoras fueron

ante tod o m atem ticos. Pu ede da rse p or cierto qu e

esto no significa que se entregase a meros juegossu persticiosos con los n m eros, sino qu e h izo ver

daderos y considerables progresos en las mate

mticas. Sus descubrimientos fueron total y sor

prendentemente nuevos. Si no l legamos a damos

cuenta de cu n interesantes y nu evos d eb ieron pa

recer, no podremos comprender la apl icacin ex

traordinariamente amplia que le pareci correctodarles. Tambin^aqu encontraremos un resto de

pensamiento primitivo: recordemos lo que se ha

dicho acerca de la confusin irracional entre los

salvajes de los nmeros y los objetos numerados.

Pero sus prop ios y notab les descu b rim ientos qu iz

pa recieron con firm a r irrefu tab lemen te, au nqu e en

un terren o pu ram ente raciona l, aqu ellos ras gos delpens am iento prim itivo.

Su descubrimiento ms sorprendente, el que se

dice qu e ejerci la m a yor influ encia sob re su pen

sa m iento y sirvi de fu nd am ento a su filos ofa m a

temtica, lo rea liz en el cam po de la m sica. D es


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MATERIA Y FORMA 49

cubri que los intervalos de la escala musical, que

se l laman todava, segn creo, consonancias perfectas, pueden expresarse aritmticamente como

las razones entre los nmeros 1, 2, 3 y 4. Estos

nmeros, sumados, dan 10, y el nmero 10, en la

curiosa com b in a cin p ita grica de m atem ticas y

m is ticism o, se llam ab a el n m ero perfecto. E sto se

ilu stra grficam ente con la figu ra llam ad a t e t r a k t y s :

L a octava es redu cida p or la ra zn 2:1, laquinta por la razn 3:2, y la cuarta por la razn

4:3. Ahora bien, si uno no sabe esto, no es una de

esas cosa s qu e pu edan ocu rrrsele m ientras toca la

lira, aun quizs eligiendo las notas con alguna in

tencin experim enta l. E l descu b rim iento de P it go

ras se bas en la existencia de un orden i n h e r e n t e ,

de una orga n izacin n u m rica en la na tu raleza d el

son ido m ism o, y se m an ifest com o un a especie de

revela cin concern iente a la natu raleza del universo.

El principio, general al que el descubrimiento

s irvi com o la ilu stracin fu e el de la im p os icin

del lm ite ( p e r a s ) a lo ilim ita d o ( a p e i r o n ) pa ra p ro

du cir lo lim ita d o( p e p e r a s m e n o n ) .

sta es la frm ula general pita grica pa ra la form a cin del m u nd o

y de todo lo qu e contiene, e ib a de pa r con el co ro

lario moral y esttico de que lo limitado era bueno

y lo ilim ita d o malo, de su erte que la im pos icin del

lm ite y la formacin de un k o s m o s , que ellos decan

advertir en el mundo como un todo, era la prueba

de la b onda d y la b elleza del mu nd o y un ejem ploque deban seguir los hombres. Gracias al des

cubrimiento de Pitgoras, la msica suministr a

sus discpulos el mejor ejemplo de aquel principio

en accin. Y su ap rop ia cin pa ra el caso se vea re

forzada por la b e l l e z a de la msica, a la cual Pit

goras, com o la m a yor pa rte de los griegos, era mu y


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50 M ATERIA Y FORMA

sensib le, porqu e la pa lab ra k o s m o s les su gera a los

griegos tan to la idea de b elleza co m o la de orden.Fue, de este m odo, u na pru eba m s de la igu aldad

entre l mite y bondad el hecho de que su imposi

cin al ca m p o del sonido sacase b elleza de la des

armona. Todo el campo del sonido, pues, exten

dindose indefinidamente en direcciones opuestas

alta y ba ja es un ejem plo de lo ilim ita do. E l lm i

te est representado por el sistema numrico derazones entre las notas concordantes, que reduce

el tod o a un orden, y respond e a un plan inteligib le.

Este plan no le es impuesto por el hombre, sino

qu e est a ll desde siem pre, esperan do a ser descu

b ierto. Seg n las pa la b ras de C orn for

guthrie william k. c. - los filosofos griegos . de tales a aristoteles-libre (1)

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