CEMCRUZ

MÉTODO DE

1ª PARTE

SANTA CRUZ -o- BOLIVIA

POSICIÓN DE LA GUITARRA CLÁSICA

La Posición de la Guitarra, por la comodidad y estabilidad del instrumento es como sigue: Sentarse adelante y a la derecha de una silla normal; el pie izquierdo sobre un banquillo o taburete, la altura del mismo varía de acuerdo al ejecutante pudiendo ser de 10 a 15 cm. El pie derecho llevarlo un poco atrás, abrir la rodilla derecha, lo necesario para colocar la guitarra que descansará sobre el muslo izquierdo. La columna debe quedar recta, sin forzarla inclinar el cuerpo hacia adelante, al quedar apoyado en la guitarra se logra una integración con el instrumento.

La posición correcta donde debe tocar la mano derecha es sobre la boca de la guitarra, aunque si queremos obtener otros efectos de sonido podemos desplazar la mano derecha hacia el mástil de la guitarra (sonido más suave) o bien hacia el puente (sonido más seco y metálico).

Los dedos de la mano derecha los vamos a numerar de la siguiente manera:

Pulgar: Con la letra “p”

Índice: Con la letra “i”

Medio: Con la letra “m”

Anular: Con la letra “a”

Meñique: Con la letra “ñ”

Los dedos de la mano izquierda los vamos a numerar de la siguiente manera:

Índice: Con el número 1

Medio: Con el número 2

Anular: Con el número 3

Meñique: Con el número 4

Las cuerdas de la guitarra los vamos a indicar con los números dentro de círculos de la siguiente manera:

1ª Cuerda Mi: Con el número 12ª Cuerda Si: Con el número 23ª Cuerda Sol: Con el número 34ª Cuerda Re: Con el número 45ª Cuerda La: Con el número 56ª Cuerda Mi: Con el número 6

a im

ñ

p

12 3

4

RESEÑA HISTÓRICA DE LA GUITARRA CLÁSICA La primera referencia escrita sobre la guitarra data del siglo XIII y se encuentra en las Cantigas de Santa María del rey Alfonso X el Sabio. Se desarrolló probablemente en España, donde en el siglo XVI fue el equivalente en las clases bajas y medias de la aristocrática vihuela, instrumento de similar forma y origen, con seis cuerdas dobles.

La mayoría de los historiadores se inclina por considerarla como sucesora o variante del laúd, introducida en España en el siglo VIII.

Si bien con la denominación árabe, la guitarra en España pudo ser introducida por los musulmanes como muchos historiadores opinan, existía ya con anterioridad en España una especie de “guitarra latina”, pudiéndose demostrar la existencia de la guitarra en Europa a partir del siglo XIII. Finalmente la guitarra se impone debido a modificaciones en las cuerdas, la afinación y a la publicación del primer tratado de la misma (1586).

En el siglo XVI aparece una guitarra de cinco órdenes de cuerdas; de tal manera que la prima (1ª cuerda) es la cuerda que cronológicamente fue agregada en última instancia por el poeta y músico andaluz Vicente Martín Espinel (1550-?) al cual también se le debe el sistema de afinado de la guitarra. Del mismo modo en el siglo XVIII aparece la sexta, cuerda introducida por Fray Miguel García en 1760, quien también fue el primero en escribir música para guitarra en notación musical moderna. En el siglo XVIII aparecen los grandes concertistas como Fernando Carulli (1770-1841), Dionisio Aguado (1784-1849) y Fernando Sor (1778-1839).

En el siglo XIX la aparición del piano la relego a un segundo plano hasta el advenimiento de Antonio de Torres Jurado (1817-1892), quien volvió a diseñar la guitarra hasta adquirir las características de la que conocemos hoy. Francisco de Tarrega (1854-1909), junto a Andrés Segovia (1893-?) demostraron finalmente todas las posibilidades de la guitarra, la llevaron a todos los conservatorios del mundo y a las salas donde se interpreta música para los públicos más exigentes pasando a ser el instrumento más universal.