guía de experiencias - encuentro con jesucristo en la calle y en la acción misericordiosa

39Encuentro con Jesucristo en la calle y en la acción misericordiosa

© Arquidiócesis de Bogotá, 2014

PLAN DE EVANGELIZACIÓN

Actividades Básicas del Gran GiroGX - GUÍA DE EXPERIENCIASEncuentro con Jesucristo en la calle y en la acción misericordiosa.

Texto: Vicaria de Evangelización. Centro de Dimensión social de la Evangelización.Arquidiócesis de Bogotá

Diseño, diagramación e ilustración:Juan Carlos Ramos Hendezwww.voxstudio.org

Impresión:ISPA. Instituto San Pablo Apóstolwww.ispaeducación.edu.co

© Todos los derechos reservados.

Estimados hermanos y amigos:

Desde los orígenes de la Iglesia, cada generación de bautizados ha tenido que asumir el desafío de aprender a reconocer a Jesucristo Resucitado pre-sente tanto en la vida de la comunidad eclesial, como en medio de las cir-cunstancias concretas de su vida, de su época y de su contexto, para poder discernir la voluntad de Dios para sus vidas. Hoy nos corresponde a nosotros asumir ese reto y, particularmente, aprender a discernir los signos de la pre-sencia y de los planes del Señor en medio de las complejas circunstancias de transición social y cultural, de pluralismo y de graves desigualdades y conflic-tos sociales en medio de las cuales vivimos.

Ante esta gran tarea que tenemos por delante, las palabras del Santo Padre Francisco nos iluminan: «Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas… Esa presencia no debe ser fabrica-da sino descubierta, develada. Dios no se oculta a aquellos que lo buscan con un corazón sincero, aunque lo hagan a tientas, de manera imprecisa y difusa.» (EG 71)

El Plan de Evangelización que estamos poniendo en marcha nos invita, en primer lugar, a dar un Gran Giro en la comprensión que tenemos de nosotros mismos como católicos frente a los nuevos tiempos que vivimos y en la ma-nera de entender y vivir la tarea evangelizadora, comenzando por un esfuer-

Cardenal Rubén Salazar GómezArzobispo de Bogotá

4 Guía de experiencias

zo sincero de salir al encuentro de Dios en la vida concreta de la gente que crece, trabaja, lucha, sufre, construye, sueña en nuestra ciudad y municipios.

Esa es la razón de ser de esta Guía. En ella, proponemos una serie de expe-riencias que nos ayuden a iniciarnos en la contemplación, con ojos y corazón de discípulos misioneros, de nuestra ciudad y municipios, reconociendo los signos, las huellas de la presencia de Dios en las cosas que pasan a diario y que nos ayuden a empezar a desarrollar más nuestra capacidad para dis-cernir lo que el Señor espera de cada uno de nosotros como bautizados en medio del contexto social en el que nos desenvolvemos.

El Espíritu del Señor nos conceda el don del discernimiento, de la sabiduría y de la fortaleza, para reconocer la obra que Él mismo está haciendo en su Igle-sia de Bogotá y ser dóciles a sus inspiraciones. Y sobre todo que el Señor haga arder nuestro corazón en deseos de ser los evangelizadores que Él necesita en medio de nuestra ciudad y municipios.

+ Rubén Salazar Gómez

Cardenal Arzobispo de Bogotá


INTRODUCCIÓN

Actualmente, en nuestra Arquidiócesis de Bogotá estamos iniciando la implementación del Plan de Evangelización, vi-viendo su primera etapa: “El Gran Giro”. En esta etapa se nos propone recorrer un camino de conocimiento, comprensión y acogida del espíritu de renovación que suscita el plan e iniciar una revisión crítica de nuestras acciones evangeliza-doras, para así adherirnos más a Jesucristo y a su proyecto del Reino.

Por esto, queremos invitar a los animadores de cada uno de los espacios eclesiales de la Arquidiócesis de Bogotá, a vivir experiencias de encuentro con Jesucristo y espacios de for-mación que les ayuden a profundizar en la riqueza y el espí-ritu de los criterios de renovación propuestos por el Plan y su nuevo paradigma misionero de evangelización.

Esta Guía de Experiencias (Gx) nos presenta una de esas actividades que se han diseñado para promover, mediante experiencias de salida a las calles de la ciudad, a las veredas en los municipios y de visitas a instituciones sociales, el acer-camiento a estos territorios y a la vida que allí acontece, con una mirada contemplativa, que permita el reconocimiento de los signos de la presencia de Dios y de sus planes en ellas, lleve a la valoración de la realidad urbano-rural como lugar del encuentro con Jesucristo y a una mayor comprensión del significado de los componentes del paradigma misionero de evangelización.

En consecuencia, esta guía presenta diferentes experien-cias que le permitirán a cada uno de los animadores a partir de la contemplación y la reflexión a nivel personal y grupal, acercarse al encuentro con Jesucristo en la calle y con la ac-ción misericordiosa, motivando la revisión de la vivencia de

Cada uno tiene una experiencia

de encuentro y seguimiento del Señor, que esperamos se

vea enriquecida por la

participación en las

experiencias que se

explicarán a continuación.


Salir al encuentro de Dios

Hacernos compañeros de camino:

Ser Fermento de la sociedad







la condición bautismal, la comunión y la misión, a través de los tres dinamis-mos propuestos por el nuevo paradigma de evangelización:

a) Salir al encuentro de Dios en la región ca-pital; es decir, “ponernos en movimiento ha-cia afuera, hacia el re-encuentro con el Señor en la historia concreta de las personas, en las búsquedas humanas y en las construcciones sociales” (PE No. 41)

b) Hacernos compañeros de camino: “nos hacemos compañeros de camino para discernir, anunciar y secundar la obra que el espíritu está realizando, la manera como, de acuerdo con cada corazón, va transformando la historia de cada uno en una histo-ria de salvación”. (PE No. 45)

c) Ser Fermento de la sociedad desde el Reinado de Dios por la comunión y el servicio: “El amor mi-sericordioso de Dios hecho consciente por el testi-monio de comunión y de servicio, y por el anuncio explícito, fermenta y hace crecer todo lo bueno, todo lo humano, haciéndolo más conforme con el proyecto de Dios”. (PE No. 49)

Cada uno tiene una experiencia de encuentro y seguimiento del Señor, que esperamos se vea enriquecida por la participación en las experiencias que se explicarán a continuación. Actividades que se invitan a vivir comunitariamen-te, pues es haciendo camino juntos como se hace más fecunda la gracia de Dios en cada uno de nosotros y en la Iglesia.

Nos lo recuerda el Papa Francisco:

«La Palabra de Dios también nos invita a reconocer que somos pueblo: «Vosotros, que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios» (1 Pe 2,10). Para ser evangelizadores de alma también hace falta desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de descu-


brir que eso es fuente de un gozo superior. La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene, pero allí mismo, si no somos ciegos, empezamos a percibir que esa mirada de Jesús se amplía y se dirige llena de cariño y de ardor hacia todo su pueblo. Así redescubrimos que Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado.

Nos toma de en medio del pueblo y nos envía al pueblo, de tal modo que nuestra identidad no se entiende sin esta pertenencia.

Jesús mismo es el modelo de esta opción evangelizadora que nos introdu-ce en el corazón del pueblo. ¡Qué bien nos hace mirarlo cercano a todos! Si hablaba con alguien, miraba sus ojos con una profunda atención amorosa: «Jesús lo miró con cariño» (Mc 10,21). Lo vemos accesible cuando se acerca al ciego del camino (cf. Mc 10,46-52), y cuando come y bebe con los pecadores (cf. Mc 2,16), sin importarle que lo traten de comilón y borracho (cf. Mt 11,19). Lo vemos disponible cuando deja que una mujer prostituta unja sus pies (cf. Lc 7,36-50) o cuando recibe de noche a Nicodemo (cf. Jn 3,1-15). La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de ese estilo que marcó toda su existencia. Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, cola-boramos material y espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegra-mos con los que están alegres, lloramos con los que lloran y nos compromete-mos en la construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad. (EG 268 – 269)

Vivamos con alegría y esperanza estas experiencias que se presentan como medios para un fin mayor: consolidar una actitud de permanente discerni-miento de la presencia de Dios en el contexto que vivimos, en nuestra reali-dad, para hacer su Voluntad en el aquí y ahora.

Que las preguntas de San Pablo en el camino a Damasco sean las nuestras en cada una de estas experiencias: “Señor ¿Quién eres? ¿Qué quieres que haga por ti?” (Hch 22, 7-10)


CÓMO ESTOY A NIVEL PERSONAL PARA IR AL ENCUENTRO CON CRISTO

EN LA VIDA COTIDIANA

El Plan de Evangelización, en su pri-mera etapa, nos invita a cambiar de mentalidad, a vivir la vida cotidiana de forma más cristiana, a ver con los ojos del corazón, de la solidaridad, y a dignificar al otro. Para lograr esta sensibilización al cambio de menta-lidad, se nos ha propuesto vivir una experiencia inicial de encuentro con Jesucristo en la vida cotidiana de la calle, de la vereda, de los espacios

públicos de nuestra ciudad y muni-cipios.

Para que la experiencia deje los fru-tos esperados, queremos invitarlos a poner primero la mirada sobre no-sotros mismos. En efecto, la actitud contemplativa que descubre a Dios en los acontecimientos de la vida cotidiana se funda en la capacidad de conocernos y reflexionar sobre nosotros mismos.

CONTENIDO DEL TEMA

UNA PREPARACIÓN PARA LA EXPERIENCIA


CÓMO ESTOY A NIVEL PERSONAL PARA IR AL ENCUENTRO CON CRISTO

EN LA VIDA COTIDIANA

¿Qué tanto me conozco?Dios me propone un proyecto para mi vida, y yo lo discierno para poder

decidir vivirlo o no. Para ello, debo volver la mirada sobre mí mismo y sobre la historia que estoy viviendo. Pues es allí donde Dios me va dirigiendo una palabra y me va mostrando su Voluntad. Por un instante, reflexionemos sobre nosotros mismos, antes de volver la mirada hacia afuera.

¡Preguntémonos!En la relación conmigo mismo: ¿conozco mis cualidades y limitaciones?,

¿valoro y respeto mi cuerpo? ¿cuido mi salud? ¿tengo un proyecto para mi vida? ¿me siento satisfecha(o) con mi vida? ¿De qué me siento agradecida (o) en mi vida?

En mi relación con los otros: ¿cómo veo mis relaciones con mis amigos, veci-nos, familia, en el transporte?, ¿qué le aporto a los demás? ¿qué valoro de las relaciones con los demás?

ESCRIBE TU REFLEXIÓN AQUÍ

Nos instruirá, nos mostrará

el camino que debemos seguir, dará los consejos

precisos y velará por

nosotros Salmo 32,8


... Y el mundo pasa, y sus

deseos; pero el que hace la voluntad

de Dios permanece

para siempre Juan 2,17

¿Discernir la voluntad de Dios para mí?

Reflexionar¿En qué aspectos de mi vida me siento agradecida (o) con Dios? ¿Qué pue-

do decir en este momento sobre el proyecto que Dios me propone para mi vida? ¿En qué situaciones o signos he ido conociendo ese proyecto que Dios propone a mi vida concreta? ¿Qué he hecho cuando la voluntad de Dios no ha coincidido con mi voluntad? ¿Qué estoy dispuesto a dejar para hacer la voluntad de Dios?


EN LA EXPERIENCIA CON LOS DEMÁS…

Estoy inserto(a) en un medio social determinado: vecindario, barrio, ciudad, municipio, vereda. ¿En qué medida soy capaz de salir de “lo mío” y darme cuenta de lo que se vive en esos sitios, cerca de mí? ¿En qué medida me in-teresa?

Las dificultades en la convivencia social han llevado a muchos a apartarse de los demás, a permanecer indiferentes frente a las problemáticas sociales. De ahí que sea necesario examinar nuestro interés y participación en el con-texto en que vivimos.

¿Participo en alguna actividad comunitaria de mi barrio? ¿Colaboro en al-gun voluntariado? ¿Ayudo en las actividades de la junta de acción comunal?


¿He promovido acciones para mejorar la vida y el desarrollo de mi barrio o vereda?

¿Por qué saco tiempo para participar en actividades en bien de la comu-nidad?, o, en caso contrario, ¿por qué no participo o promuevo actividades de promoción de la vida de la comunidad? ¿Qué temores tengo al respecto? ¿Qué puedo hacer para superar esos temores y tomar la iniciativa?


1ª. Experiencia

RECORRIDOS URBANOS-RURALES¿Para qué realizar un recorrido urbano-rural, en el marco del nuevo Plan de Evangelización?

Para dejar que la vida de la ciudad, del municipio, nos evangelice, nos hable a su manera de Dios y de lo que Él está haciendo por todos, así como de lo que espera de nosotros. Dios vive en la ciudad, en cada municipio y desde allí nos habla, pero es necesario aprender a discernir su voz, su presencia allí, bajo la luz del testimonio de las Sagradas Escrituras.

Mi mandamiento

es éste: Que se amen unos a

otros como yo los he amado

a ustedes Jn 15, 12

¿Cómo vamos a aprender a distinguir la voz de Dios en medio de tantas voces de la ciudad y de los municipios?

Ejercitándonos en los tres dinamismos que nos propone el nuevo paradigma arquidiocesano de evangelización. Pero, particularmente, queremos poner en práctica, en esta pri-

¿Qué es un recorrido urbano-rural?

Es una experiencia de encuentro con la vida de la ciudad, me-diante un recorrido, preferiblemente a pie, con una actitud con-

templativa que nos permita reconocer lo que pasa en ese territo-rio, la manera como la vida humana se desarrolla allí.


Pasaba Jesús por ciudades

y aldeas, enseñando,

mientras proseguía camino a

Jerusalén.Lucas 33,22

mera experiencia, el primero de ellos: salir al encuentro de Dios. “Salir al en-cuentro de la vida concreta de las personas; así como Dios ha salido al encuentro de la humanidad y vive en la ciudad, así la iglesia debe salir al encuentro de las nuevas circunstancias que vive nuestra sociedad urbana y rural en transición y en las cuales reconocemos la posibilidad del encuentro con Dios.” PE No. 37

Evangelii Gaudium 71: “ ...Necesitamos reconocer la ciudad desde una mira-da contemplativa, esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas. La presencia de Dios acompaña las búsquedas sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a sus vidas. Él vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia. Esa presencia no debe ser fabricada sino descubierta, develada. Dios no se oculta a aquellos que lo buscan con un corazón sincero, aunque lo hagan a tientas, de manera impre-cisa y difusa”.

¿A qué te invita la expresión “salir al encuentro de Dios”?


DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD

En unión con los demás compañeros animadores de la evangelización de la parroquia o del arciprestazgo y acompañados por nuestros párro-cos o el arcipreste, vamos a diseñar y hacer un recorrido por las calles, nuestros barrios, los caminos veredales, para tener una experiencia de acercamiento a nuestro contexto, pero con una actitud distinta, con una mirada diferente a la de todos los días, cuando pasamos por allí. Esta actitud será más contemplativa, incluso con extrañeza, como si fuera la primera vez que se pasa por allí, con el deseo de escuchar lo que esos territorios nos hablan la vida humana y sobre Dios. Por eso, vamos a abrir bien los ojos, a estar atentos, no como turistas que pasan, sino como dis-cípulos que quieren escuchar y aprender algo de su maestro.Terminada la experiencia nos encontraremos para compartir lo vivido, lo aprendi-do, lo sentido, lo no sentido etc.

PREGUNTAS ORIENTADORAS¿Qué características en común tienen los barrios?

¿Cómo es el comportamiento de las personas que me voy en-contrando en el recorrido?

¿Cómo se relacionan las personas con sus territorios que ocupa?

¿Cómo son los segundos pisos de las casas? ¿Qué veo que antes no me había fijado?

¿Qué sensaciones, sentimientos y/o emociones voy experimen-tando durante el recorrido?

¿Qué cosas de las que voy viendo, oliendo, escuchando me re-miten a Dios?

¿A qué me siento llamado, como hijo de Dios, ante lo que voy viendo?

¿Qué situaciones me hacen pensar en la ausencia de Dios?

La actitud fundamental del recorrido, independientemente de cómo se haga, es escuchar con atención, observar detenidamen-te, dejándome impresionar, cuestionar por las cosas que veo. La realidad que voy contemplando algo tiene que decirme en mi condición de discípulo misionero(a) y yo quiero acoger eso que me va a decir.


¿QUÉ ME DEJÓ LA EXPERIENCIA?Luego de haber participado en el recorrido, escribiremos acerca de lo expe-

rimentado en la contemplación de la realidad. ¿A qué me invita?

¿Cómo puedo seguir ejercitándome en una mirada contemplativa de los espacios en medio de los cuales construyo mi vida?


2ª. Experiencia

VISITAS INSTITUCIONALES O VISITAS SOLIDARIAS

Otra experiencia que se ha considerado importante para ser vivida en este proceso es la visita a un lugar en donde se preste un servicio social, una la-bor caritativa. Lo que allí acontece, con seguridad, nos ayuda a contemplar la presencia de Dios, por medio de las acciones humanas que expresan su misericordia.

Por eso, tomémonos unos minutos para pensar, en primer lugar, en las pala-bras de Jesús en el Evangelio sobre las acciones misericordiosas y repasemos lo que la Iglesia nos enseña sobre las obras de misericordia.

En ambiente de oración y meditación leamos:

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me acogieron; estaba desnudo, y me vis-tieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme.” Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te di-mos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos foras-tero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” Y el Rey les dirá: “En verdad les digo que cuanto hicieron a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron. “Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de be-ber; era forastero, y no me acogieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron.” Entonces dirán también éstos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” Y él entonces les responderá: “En verdad les digo que cuanto dejaron de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejaron de hacerlo.” E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.» (Mateo 25, 35-46)


Pensemos en las acciones misericordiosas a las que estoy invitada (o) a po-ner en práctica:

Dar de comer al hambriento

Dar de beber al sediento

Vestir al desnudo

Dar posada al forastero

Visitar a los enfermos

Visitar a los encarcelados

Enterrar a los muertos

Enseñar al que no sabe

Dar buen consejo al que lo necesita

Corregir al que se equivoca

Perdonar al que nos ofende

Consolar al triste

Sufrir con paciencia los defectos del otro

Rogar a Dios por los vivos y los difuntos

CORPORALES

ESPIRITUALES

VISITA:

Decidamos, junto con el arcipreste y el párroco, qué institución de ayuda social, que está presente dentro del arciprestazgo, vamos a visitar. Y nos co-municamos con esa institución para acordar el día y la hora de nuestra visita, así como las actividades que podríamos hacer para colaborar con dicha obra.

Nos organizamos, preparamos lo necesario y, en el nombre del Señor, va-mos.

La actitud fundamental ha de ser, como en la experiencia primera: una acti-tud de apertura para aprender, para escuchar, para dejarnos impactar por lo que allí sucede. El Señor nos va a decir algo en esta visita y debemos llevar el corazón dispuesto y los sentidos atentos, para captar aquellos que Dios nos va a decir.


Vamos a llenar esta información como parte de nuestra visita.

INFORMACIÓN GENERAL DE LA INSTITUCIÓN VISITADA

Nombre de la persona que guió el recorrido:

Nombre de la institución visitada:

Dirección:

Barrio:

Teléfono:

Correo electrónico:

Misión y servicios de la institución:

Población que atiende, características de ésta:

¿Cuáles son los servicios que se prestan en la institución?


Observaciones:

PREGUNTAS ORIENTADORAS

¿Qué sentimientos experimento frente a la obra de miseri-cordia que realiza la institución visitada?

¿Cómo se da el encuentro con Jesucristo en esta obra de misericordia?

Luego de la visita a la institución En mi vida diaria, ¿a qué me comprometo desde mi acción evangelizadora, para realizar una verdadera obra de misericordia?

¿Cómo encuentro a Jesucristo en el otro, en el que es ne-cesitado?


¿QUÉ ME DEJÓ LA EXPERIENCIA?Luego de haber visitado la institución y de haber contemplado las diferen-

tes obras de misericordia, reflexiono: ¿Cómo me fue en la experiencia? ¿Me encontré con el Señor? ¿Cómo lo reconocí?


3ª. Experiencia

CINE FORO“Descubriéndonos en el séptimo arte”

¿Por qué un Cine Foro? Las diversas expresiones de las realidades y dinámicas sociales presentes

en la región capital plasmadas en la filmografía colombiana, pueden ser re-conocidas y reflexionadas con una mirada de fe. Su interpretación y acción evangelizadora es inspiración y fuente de conocimiento de la Palabra que Dios nos dirige hoy a nosotros.

¿Qué es un cine foro?

Es una herramienta pedagógica que permite facilitar el diálogo entre los sujetos y una obra audiovisual. Busca

poner en reflexión los contenidos encontrados en la historia narrada en una película y los saberes propios de los espec-

tadores. Busca superar la mirada pasiva y hacer recons-trucción de las propias experiencias motivadas

por las historias de los realizadores.

Dios habla en nuestra historia y a través de la historia. De ahí la necesidad de “asumir, con prioridad, la dimensión comunicativa que tiene la evangelización, y su proyección en el escenario de los medios de comunicación social, matriz cultural, lugar fundamen-tal en la construcción de la realidad social en la que vivimos. Desarrollar un uso crítico y una mentalidad más integral para el aprovechamiento de los medios y para su uso en la evangelización.” (PE No. 53h)

El nuevo paradigma nos invita a realizar una lectura permanente de la reali-dad, discernimiento e inculturación urbana.

A través de la proyección de películas con características que reflejen algu-na realidad o dinámica social presente en el contexto de la región capital que


comprende la Arquidiócesis de Bogotá, se promueve la reflexión personal, en torno a la comprensión y compromiso cristiano de asumir las realidades como un proceso de conversión personal, comunitario y pastoral decidida-mente misionero.

Desarrollo del Cine-Foro: De acuerdo con el arcirpeste o el párroco decidimos la película sobre la reali-

dad bogotana que vamos a ver. Fijamos una hora y una fecha y nos reunimos para verla. También es posible que veamos la película a nivel vicarial.

INTRODUCCIÓN A LA DINÁMICA DEL CINE FORO

Es preciso ponerse en disposición, para observar con deteni-miento todo aquello que nos llame la atención, si es necesario anotarlo para luego posibilitar un análisis y una reflexión al res-pecto.

PROYECCIÓN DE LA PELICULA:

Sentirme cómodo, ubicarme en un lugar donde escuche y vea bien la pantalla, apartar todo aquello que me distraiga, como celulares, susurros entre otros; si cuento con las condiciones óptimas podré disfrutar y aprovechar la proyección.

DIÁLOGO

Conocer nuestro contexto es un llamado a realizar, junto con otros, una lectura de las realidades que están presentes en di-ferentes escenarios de nuestra sociedad. Cuando nos ponemos en disposición de observar, escuchar e interpretar una película, haciéndonos compañeros de camino, cobra sentido la necesi-dad de reconocer de manera respetuosa la diferencia, de ana-lizar e interpretar la realidad y de posibilitar la contemplación a la luz de la fe.


Junto a la vida de comunión

está el servicio a la persona y a

la sociedad; es decir, el amor al

prójimo que se actualiza en el

compromiso por el cuidado de los otros, cercanos y

lejanos.

Plan Evangelización,

pág. 32(51)

PREGUNTAS ORIENTADORAS

¿Cómo evoluciona el argumento de la pelí-cula? ¿cuál es su nudo y su desenlace? ¿Qué aprendizajes me quedan de la película?

¿Qué impresiones y sentimientos suscitó en mí la película?

¿Qué preguntas me dejó la película? ¿En qué me hace pensar?

Lo mostrado en la película de alguna manera ¿se relaciona con mi vida o la de mi comuni-dad?

¿Qué es lo que Dios quiere comunicarme a través de la película? ¿A qué me siento llama-do(a)?

¿QUÉ ME DEJÓ LA EXPERIENCIA?Después de realizado el ejercicio del cine foro, describo: ¿qué me dejó la

experiencia? ¿qué pude descubrir de la acción de Dios en la vida cotidiana, en la historia?


4ª. Experiencia

CONSTRUCCIÓNDE MAPAS

¿Qué es la Cartografía Social?

Es un instrumento o herramienta participativa, que permite a la comunidad reflexionar, redescubrir y reconocer su territorio, a partir de la elaboración conjunta de un mapa. En él se evidencian varios factores que facilitan reconocer la realidad circundante.

¿Qué es un mapa?

Un conjunto de dibujos, signos y palabras escritas de muy va-riado aspecto, como un croquis dibujado en papel. Pero un mapa es siempre el esquema de la realidad, y su elaboración obedece a numerosos acuerdos y convenciones que deben conocerse para su correcta interpretación.

¿Qué es el territorio?

Es mucho más que el espacio físico que habitamos. Es una construcción social, incluso construcción histórica (cambia a tra-vés del tiempo), es la manera de habitar un espacio geográfico y de hacerlo propio. La noción básica para la construcción de la sociedad es que el territorio es un nicho para la vida, un lugar para que la vida florezca, se despliegue y se desarrolle. Orlando Fals Borda llama a ese nicho para la vida “Bio-Espacio”, espacio de vida. Se hace necesario pensar sobre cómo hace la gente para que los espacios que habita sean espacios vitales, lugares para poder vivir dignamente, territorios existenciales.


Al hablar de territorios existenciales se hace alusión a las personas, a las relaciones interpersonales y a las estructuras sociales.

¿Qué suscita en mí la expresión “vivir en Cristo una vida de comunidad”?


Junto a la vida de comunión

está el servicio a la persona y a la sociedad; es decir, el amor

al prójimo que se actualiza en el compromiso por el cuidado

de los otros, cercanos y

lejanos, por la solidaridad con

el que sufre.

¿A qué te llama la expresión “servicio a la persona y a la sociedad”?

SABIAS QUÉEl amor misericordioso de Dios hecho consciente por el testimonio de co-

munión y de servicio, y por el anuncio explícito, fermenta y hacer crecer todo lo bueno, todo lo humano, haciéndolo más conforme con el proyecto de Dios.


ACTIVIDAD PRÁCTICA Se trata de realizar esta experiencia con los grupos parroquiales o del espa-

cio dentro del cual nos desenvolvemos en la evangelización.

Se invita a los asistentes para que en grupo elaboren un mapa detallado del lugar donde viven, ubicando los principales espacios y actores que hacen parte de la comunidad, con el fin de reconocer e interiorizar el territorio que habitan, identificar los espacios claves y los elementos que caracterizan ese territorio y poder identificar las relaciones, los aspectos que más influyen so-bre la vida de la comunidad y sus tendencias más fuertes.

Cada grupo identificará y dibujará en el mapa los siguientes espacios:

-¿Cuáles son los cinco lugares más importantes y representativos del barrio o vereda?

¿Cuáles son los lugares donde más se congregan los jóvenes?

¿Cuáles son los lugares donde más se congregan los adultos?

¿En qué lugares han ocurrido acon-tecimientos que marcaron la vida y evolución del lugar?

¿Cuáles son los lugares más reco-rridos por la gente y cuáles no son frecuentados?

¿Qué espacios se consideran prohi-bidos o causan temor?

-¿Cuáles son los espacios para el descanso y los momentos de entre-tenimiento?

-¿Cuáles son las personas más in-fluyentes en la vida del territorio? -¿Cuáles pueden ser las personas menos tenidas en cuenta dentro del territorio? Si las hay, ¿cuáles espa-cios o lugares del territorio podrían ser considerados como periferias del sufrimiento?

-¿Cuáles son los lugares de alegría y paz?

Y se hará la pregunta por lo espacios o personas donde reconocemos signos de la presencia de Dios dentro de la comunidad y dentro del territorio. Y se comparte por qué se consideran signos de la presencia de Dios.

Plenaria: Luego cada grupo presenta su mapa a los demás y se va hacien-do un mapa que recoja las respuestas de todos y que luego se irá completan-do por ejercicios semejantes.

Nos preguntaremos, además: ¿Qué tan presente está nuestro territorio a la hora de realizar nuestras acciones evangelizadoras?

¿La acción evangelizadora llega a todos los espacios y grupos de personas que habitan o transitan en el territorio?

El mapa se guardará para que la gente lo siga completando con sus expe-riencias.


Y se concluirá el ejercicio con un momento de gratitud para con todos aque-llos que han contribuido a la construcción de la comunidad, así como con una oración de acción de gracias por aquellas presencias de Dios que hemos reconocido dentro del territorio y en la comunidad.

Para asumir nuestra condición misionera es necesario apropiarnos de un nuevo modo de entender la evangelización marcado por tres dimensiones: Salir al encuentro de Dios en la región capital; hacer-nos compañeros de camino para anunciar y cuidar la obra que Dios está haciendo en cada uno, especialmente en quienes sufren, y hacer creer (fermentar) la obra de Dios en la sociedad por nuestro compro-miso de vivir en el amor, tanto en la vida de comunidad, como en el servicio a la sociedad.

Hasta ahora, ¿Cuál es la forma de llevar a cabo mi acción evangelizadora?





¿Qué compromisos me siento llamado(a) a asumir en mi condición de discípulo (a) misionero (a) luego de

haber reconocido mejor el territorio dentro del cual me desenvuelvo?

Luego de las experiencias en las que he participado, ¿qué significan para mí los tres dinamismos a los cuales nos invita

el nuevo Plan de Evangelización?

Salir al encuentro de Dios en la región capital:








Ser fermento de la sociedad desde el Reinado de Dios, por la vida de comunión y de servicio:



CONVOCATORIA

EXPOSICIÓN DE EXPERIENCIAS DEL ENCUENTRO CON JESUCRISTO EN LA CALLE Y LA ACCIÓN MISERICORDIOSA

Apreciados animadores,

Queremos invitarlos a realizar registros fotográficos y audiovisuales que evi-dencien nuestro encuentro con Jesucristo en la calle y la acción misericor-diosa.

Al finalizar cada experiencia se propone presentar una galería fotográfica y audiovisual con el objetivo de plasmar los resultados de las experiencias vivi-das y el compromiso que asumiremos a partir de estas experiencias.

La socialización de las galerías fotográficas y los vídeos se realizarán en di-ferentes niveles:

- Parroquial

- Arciprestal

- Vicarial

Estas se definirán de acuerdo a la programación específica de cada arcipres-tazgo.

También se realizará una exposición a nivel arquidiocesano, que nos permi-tirá compartir las experiencias como pueblo de Dios.

¿Tienes preguntas, dudas, sugerencias o comentarios? Comunícate con nosotros:

Vicaría de EvangelizaciónCentro de Dimensión social de la Evangelización

Curia Arquidiocesana, Oficina de la Vicaría de Evangelización:

Carrera 7 No. 10-20. Tel: 350 5511 ext. 1105

[email protected]

Páginas de internet:

www.planebogota.comwww.arquibogota.org.co

Redes Sociales:www.facebook.com/plane.arquidiocesisdebogota@PlanE_Bogota

Direcciones de correos electrónicos:

[email protected]

[email protected]

Con ctados

guía de experiencias - encuentro con jesucristo en la calle y en la acción misericordiosa

Documents