Plata de Cervaeles, número 8,

bode se dirigirá toda la corresponden-

cia. No se devuelven origieales.

Revista Semanal, órgano de la Agrupación Cultural JUVENILIA

Administrador: F. lispillese 06r4sz

u• mes. . 0915 pi.

Rector de Espada, trimestre .11* pi.

tetraajere, trimestre . AMI pl.

Número suelte, CINCO cámbiame

miserias, hicieron retroceder un ápice al hom-

bre noble, todo corazón. Emigdio Santamaría nació en Elche el 5 de

Agosto de 1829. Joven aún, dedicóse con en-

tusiasmo a la política, logrando derrotar al ca-

ciquismo local en las elecciones municipales

del año 60. Nombrado alcalde, granjeóse las simpatías

de todo Elche por su bondad, rectitud y su

acendrado amor a las clases desheredadas.

Su conducta durante el cólera de 1860 fué

de una abnegación y de un altruismo sin lími-tes.

Cuando sobrevino la reacción de 1866, des-atáronse ferozmente los odios políticos contra Emigdio Santamaría. Se le intentó asesinar, muriendo equivocadamente en su lugar, de cin-

co balazos, el abogado Demetrio Agulló. A los pocos días, fué preso, pasando de la cár-cel de Elche al castillo de Alicante, de este a los presidios de Cartagena y Ceuta, y última-mente a Canarias, donde fué puesto en liber-tad en Noviembre de 1867.

Más tarde, cuando la revolución de Sep-tiembre cerníase sobre el horizonte, tomó par-te en las conspiraciones preparatorias y po-niéndose al frente de una partida recorrió la huerta de Orihuela llegando hasta Murcia.

En las Cortes constituyentes del 69, fué elegido diputado, por la circunscripción de Alicante, llegando a alcanzar dos veces más esta honrosa investidura. Siendo ministro de la Gobernación D. Francisco PI y Margall, el Gobierno de la República le nombró goberna-dor civil de Málaga, cargo que desempeñó has-ta que fué proclamado senador por la provin-cia de Cádiz.

Después de tantas vicisitudes y tantos des-engaños, al triunfar la restauración borbónica, retiróse de la vida pública dedicando sus en-

gil4a IV Elche 6 de Plgosto dt 1,16 hiíito, 235

SUSCRIPCIÓN

Piador: P.Piaster ?develé.

NUEVA ILLICE

DE iaLIS

DOS maemis fERRANDEZ Y COMP011 Se muele pronto y bien

birommiwidixstiffsdimmigwwaiwritasobudowdoVbxAbz -1100,1112.1

EMIGDIO SANTAMARIA

El nombre de este illicitano insigne, republi ,

cano de inquebrantables convicciones, verda-

dero y desinteresado apóstol de las multitudes,

a las que consagró su gran corazón y su por-

tentosa inteligencia, va íntimamente unido al

recuerdo de aquellos grandes acontecimientos,

que en la segunda mitad del siglo pasado con-

movieron el solar Español. Hermosas páginas

de nuestra historia que supo escribir con san-

gre, aquel pue blo viril, rebelándose con-

tra la despótica tiranía de los Borbones y en-

tonando un canto sublime y sentido al bello y

amoroso ideal de libertad y redención.

Al evocar aquella época de trastornos y des-

órdenes de energía vital y de amoroso sacrifi-

cio, no podemos dejar de dedicar un cariñoso

recuerdo, a aquel iaicitano que supo sacrificar-

se con amorosa abnegación, defendiendo las

reivindicaciones de las clases populares, escla

vizadas por el brutal caciquismo, que cual ve.

nenoso pulpo extiende sus miserables tentácu-

los por todos los ámbitos de nuestra patria. Y

ni las persecuciones y destierros, ni las veja-

ciones, ni las cárceles con sus iniquidades y

2 NUEVA ILLICE

tusiasmos y energías a la industria y a la es-critura de librs útiles y prácticos.

E:27 de Julio de 1882 murió, vilmente ase-sinado al trasladarse desde Madrid a unas ye-serías que poseía en Vallecas, aquel hombre esciarecido, de tan luminoso entendimiento co-me gran corazón. En él, al saber del pensador se aliaba en feliz maridaje la entereza del hom-bre de acción. Fué poeta inspirado y ardiente, escritor correcto, pero, sobre todo, politice honrado y sincero, que sacrificó hasta su vida por el triunfo de los ideales eh que cifraba el engrandecimieato de su Patria.

E -nigdio Santamaría Martínez fué el último illicitano que subió a las Cortes, interviniendo directamente en la cosa pública. Fué un hom-bre abnegado, generoso, bueno, que amó a Elcha y trabajó por engrandecerle. Fué hijo de nuestro pueblo. Sin embargo, aquí, donde se ha premiado a otros políticos sin méritos para

ello rotulando calles con sus nombres, no ha habido quien recordase el de aquel paladín de

la darnocracia que fué la voz de nuestro pue-

blo n las Constituyentes... C. y A.

zsee 41Przalleelet see sala anasase" ;lee elletzete nait~easleit 41«

EN LA PLAYA La he encontrado en la playa junto al agua es-

(pumosa

apuntando en Oriente de la aurora el rubor;

cuando el mar es de rosa como novia dormida

que sorprende y despierta con sus besos el sol.

Los fulgores purísimos de la 'naciente aurora

corno un trozo de cielo reflejaba su faz;

parecíame una perla que arrojara a la playa

envuelta en una ola, desde su fondo, el mar.

Ante tanta grandeza, la he dicho del tesoro

que para ella guardo de cazillo sin fin;

Ls he dicho que mi alma, que entera le dedico,

Mn el bien de su amor no podría vivir.

Y ha sido tan sublinae la magia de su acento,

acogiendo, benigno, la efrea la de mi amor,

que por siria el mar, ha callado un instante

el rumor de su a olas en inmensa atención.

9-mosimeassesamessussaviesuainan411~~111«~.~1111111~

pinstaies

NOCHE A LAS BARRACAS

...Si lencio ... ...Quietud. La tenue brisa, empuja el cansancio y la peras

estivales, dando al ambiente un perfume de dule sensación, que nos impresiona en bienestar y rePoso.

El crepúeculo agonizante, se lleva la luz natura y apenes deja sus huellas en las frágiles bandas vio láceas, que desaparecen vencidas por la obscur niebla.

Extiéndese mansa, corno espejo de plata, la 8

pedido de las aguas. Coronando el límite horizen tal y separando las dos inmensidades, ordénans con sublime ritmo, una fila de luces, pupilas inca') descentes, que al contraste con la obscuridad re nante, parecen agitarse y adelantarse unas a otra( proporcionando un vise de aguafuerte goyesca, las embarcaciones, que se mueven erguidas en su negras siluetas, y simulan asentir a la procesión d oro, que se desliza en las sombras nocturnales. Al largo, refiéjase la cadena de luceros de áureo rei plandor, sobre el brillo metálico del vasto lago, co serpientes policromas inquietas, que se persiguen retuercen rápidamente, viniendo a morir, bajo

breve chapotear de las barcas, que las aplastan de trayendo la vena vital que las animaba al nao

del disco amarillo de la llama la ilusión apa

ce centelleante y vive bellísima, alegrando el cue

Po y el alma, pero cuando llega clara la realida

híridese de goipe en las tinieblas, para no quedi

de ella después, mas que el recuerdo seco y aislad

sin esencia, ni substancia, yerto como un cadave

Las sombras avanzan y dan una semblain

de aquelarre al fantasmagórico conjunto las

ces van desapareciendo con irregularidad se ll

ga al misterio, a la soledad, y un frío llena el a

al invadir el capado el repiquetear del TIMO

que pasa suave, sin que se note su transcurso,

ciérnese como negro aguilucho, manchando el e

gris del fi rmamento y anunciando con /sets*

chillido el nuevo recuento de las horas. .

De repeate surge con armonía celestial, el r

guear de una guitarra, que desencanta la difícil

tética, retocándola con sus murmullos y sus ria

que saltan en ondas y se esparcen en lentanan

como albores para la •Serenata», que ha de ente

el cantor. La dulce melodía arranca artística y desparrama por el firmamento; los limeros, se

rosas parecen sonreir al sentirse acariciados por Ina mímica; la luna, muestra, rozando con la

az. ilo, re

ra vio :ur

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de a .

ale da ed lad iv as is I e 11

NUEVA ILLICE 3

rra su pálida faz, con gesto de triunfo; el mar re

cobra. su aspecto moviente merced al soplo de acti-

vidad sobrenatural lanzado por la voz, que corre

las escalas, y sube, y vibra con hermosa maji atad

ca el Universo

Acoge el Océano el fin de la composición con el

arrullo de las olas costeras; la tierra desprende fra-

gante olor a azucenas y jazmines; y el cielo, ahora

azul, llora, derramando sus lágrimaa en rocío, como

uaa nilla enamorada de la tranquilidad y de la PAZ.

luan Orto Romín

Santa Pela 26 Julio 1916.

iss ommossimaissz IsvE allsAnleneXTMEMIezela ~mes itla~ ala

iAD10 1 En la muerte de mi entra-

ñable amigo Antonio Mar -

tinos Sánchez.

Bra la lora del mediodía; el sol caldeaba la ha-

bitaeléa donde reposaba el que por momentos iba

consumiéndosele la vida. Solamente se oía el respi-

rar tardo del agonizante, las palabras consolado

ras de sus más queridos y el musitar de rezos de un

sacerdote que con fervor y té pedía al Todo Pode-

roso, un rayo de esperanza de salvación para

aquel pobre ser que se encontraba en las postrime-

rías. A los breves momentos, dulcemente, cesó el silbo

so respirar del enfermo, los consuelos de sus allega-

dos, trocáronse en gritos desconsoladores, el minis-

tro del Señor abandonó su puesto, terminada su

misión; el agonizante había acabado de expirar, lo

delataba sus ojos vidriosos, la mueca trágica del

que se ve atenazado por la implacable, el color ce-

rúleo de su rostro, las manos rígidas, sarmentosas...

...Un amigo más que se hundo en las tinieblas de

la otra vida, abandonándonos en plena lozanía de

as existir, un buen amigo menos con quien compar

tir duelas y alegrías, quebrantos y esperanzas...

;Adiós, Tonteo, amigo queridísimo! ¡Descansa en

paz! f. 69pínooa Gómez.

ffil« 41~4.0411X4K1111~4~~~1.3"

LETRAS DE LU LO

A una edad bastante avanzada dejó de existir en la

pasada semana e, conocido herbolario y muy respetado

por todos los que lo conocían D. Pascual Ruiz.

Descanse en paz.

C2C

También en la pasada semana: falleció la señora Te

reas Agu 145 Pomares, esposa de nuestro queridisinro y

apreciado amigo Manue' Brotóns Amorós.

A entierro asistió un lucido acompañamiento, paten-

tizando una vez más las muchas simpatías de que pila

el amigo Brotóns. Si en tan tristísimos momentos puede atenuar su pena

la sincera expresión del leal afecto de sus amistades, se -

pa el veterano amigo nuestro y demás familia que com-

partimos su dolor.

2CC El miércoles, dejó el mundo de los vivos, víctima de

Un fulminante ataque, el respetado señor exconcejal del

M. I. Ayuntamiento, D. Juan Bautista Javaloyes.

Al sepelio, verificado en la tar le del mismo día, acu-

dió un numeroso y distinguido acompañamiento, a ren-

dir el homenaje posturno al apreciado Batisted.

Las cintas fueron guiadas por D. Francisco Llebrés

Javaloyes, D. Francisco Liebres, D. José Sempere Gitne -

nez, D. Vicente Sansano Fenoll, D. Juan A. García,

A. Magan y D. Francisco Galán Bernad.

El duelo fue despedido por D, José Selva Javaloyes,

D. Francisco Sánchez Fuentes, D. Juan Boix Rizo, Den

Rafael Javaioyes y D. Rafael Bañón Brace i.

A la inconsolable viuda, hijas, nietos y demás ternilla,

enviamos la expresión sincera de nuestro pésame.

Ilt El viernes dejó de existir el joven literato, redactor de

«La Defensa» y distinguido colaborador nuestro Anto-

no Martínez Sánchez, víctima de una peno,ísima en-

fermedad. - A la conducción de los restos mortales del malogrado

Tónico a su última morada, acudió un lucido y nume •

roso acompañamiento. Las cintas fueron guiadas por los

jóvenes Vicente Bañón, Vicente Alonso Pérez, Lamber-

to Rodríguez Giménez, nuestros redactores Francisca

Más Candela y Francisco Espinosa Gómez y el de «La

Defensa» Francisco Torregrosa Saiz.

Despidieron el duelo, el vicario de Santa María Don

Rafael Javaloyes, el Alcalde D. Tomás Alonso B asco, el

jefe del Partido Tradicionalista D. Jo-, é Pascual Urbán

y D. Manuel Diez Pomares y D. Francisco Sánchez

Ma co, tíos del finado.

Descanse en paz y reciba su desconsolado padre, tíos,

prometida, demás parientes y redacción de tLa De-

fensa», nuestro ri ás sentido pésame.

xera-rafi«e~szgla Ilesxxsaa aaasitalaes ora zetiawimmeszies muga isprom

DOS PREGUNTAS Al Sr. Alcalde: ¿Es verdad que el Salón Moderno no está en con-

diciones? ¿Y 11 fábrica que tiene D. Tomás Alonso Biftec°

en la calle Barrera, lo está?

Un aparecido.

4 NUEVA ILLICE

iliTEMPESTAM

(CUENTO)

¡Teenpesta, Tempesta! ¡Pobre loca! Tu locura de-

biera enaltecerte en vez de servir de mofa y risa al

paeb'o que te oye. Tu locura te eleva a lo infinito

euanda cuentas a tu pueblo tus absurdos, y los ríen

sin comprender que tu loco pensamiento rementa

tan alto, que pasas sobre las miserias humanas sin

contagiarte la lepra infecta que la consume, sin ad

quat ir las bajas pasiones que I arrastra a cometer

los actos más abominables y rastreros; marchas so-

bre el Indo sin mancharte en él. Dejas por la fan-

tástico, por lo ideal, lo real. Las imaginarias ice -

herencias que tu extraviado cerebro piensa, son su-

blimes, grandes por ser tuyas; ¡pobre demente!

El pueblo ríe, el pueblo goza, cuando le cuentas

tus sueños, que tu crees realidad; tus historietas ab

surdas, causan risa a ese pueblo que no alcanza a

comprender la sublimidad de tus palabras.

Este pueblo a quien tu habas, en vez de respetar,

burlan tus frases, cuando al decirles tú que eres hi-

ja de Neptuno, que eres diosa, cuentas tu nacimien-

tu faatastico; pero de una fantasía hermosa, porque

tu lo eres y porque quieres, en tu locura, ser más

que el resto de los tares, quieres ser diosa, quieres

ser divinidad y tu mente desviada te da los medios

porque así lo eres o así lo crees.

Cuando en días en que todo en la Naturaleza es

helio, todo habla, tú, Influida por tus ideas, marchas

b ala playa, envuelto tu hermoso cuerpo con tú-

nica blanca pagana; ciñendo la frente, a guisa de

guirnalda, con ramas de laureles. Allí te diriges a

imaglaarios seres y les hablas arrogante y flora co-

me una reina, tus grandes ojos negros tienen una

singular expresión de noble fiereza; tu cuerpo joven,

de enérgica musculatura de atleta, aa erguirse roa

jestuo3o, deja adivinar bajo la ajustada túnica, for

mas elegantes y de!icadas de mujer perfectamente

moldeada, cual estatua maravillosamente esculpida.

Tu vos suave y dulce, tornase enérgica y potente

culasdo arengas a tu3 invisibles vasallos; y tu riza-

da y fina cabellera, en gran abundancia cae sobre

tus espaldas en forma de espeso manto, esparcida

en gracieae y natural desorden sobre tus hombros

a impulsos de fresca brisa.

Dices ser nacida en noche de amor entre Neptu-

no y una diosa desconocida, por tí inventada «Ve-

sus misteriosa', que para engendrarte, Neptuno

enfureció loa mares en tempestad imponente, cuyas

gigantescas olas eran tan alt a come montañas, y

sobre una de catas montadas de agua nacistes tu

earno brotada de ella, ceceo creación sublime y be

lla, dándote el nombre de Teropesta y marchande

luego sobre el mar que en calma, parecía rendir a°menaje a la que iba a ser y reconocía Como 8

reina. Cuentes que tu reino es vasto, inmenso, mu

grande, interminable y de incalculables riquezas su ;palacio todo de cristal con adornos de oro plata incrustados de valiosa pedrería, continua mente circulan en él, infinidad de pajecillos rubio esperando tus órdenes, tu duala y señora, Ninfablancas de cabellos negros y ojos verdes, distraía tu soledad con músicas suaves y tenues melodía cadenciosas, trovas de amores y sueno' de rosa cuentos de Hadas misteriosas que con sus mágico hechizos curan males de nilias enfermas do amo res. Tu lema es: <Fuerza, amor, arte y poesía.»

š El día amaneció gris, plomizo, densos nubarr

bes cubrían en compacta masa el fi rmamento. aire se hacía pesado con sabor a humedad, parecí que en vez de respirarlo se mascaba pegándose paladar. Nada de vientos, la atmósfera pesaba c mo si las gigantescas nubes que la cubrían, pesara sobre nuestras espaldas forzándonos a ir encara dos. De tiempo en tiempo, un lejano estruendo una llamarada intensa, llegaba hasta nosotros, c mo presagio de una próxima y fuerte tormenta, q

no tardaría en llegar. Cada vez se percibían m cercanos los truenos, una luz rápida, cada vez m viva, cegaba con más fuerza nuestros ojos El roa casi sin movimiento, refl-jaba como un espejo color triste y pizarroso del cielo. •

De pronto, ya en la noche, obscura y negra co

noche de brujas, una vivísima luz iluminó el esp

cío durante algunos segundos; un estampido me

decedor, pavoroso, como bárbaro estallido de

Naturaleza toda, siguió al relampago; colosales e

lumnas de agua se sucedían y que al fuerte imp

so 'del huracán, marchaban veloces, con Itepe

brutal a estrellarse contra la costa; quejido de

cas que a duras penas podían contener el tremes

empuje de las olas; el silbido penetrante del vi«

la abundante lluvia que a torrentes caía, con!

tiendo las calles en lechos de csaidalosos ríos,

dos los elementos desencadenados, parecía haber

puesto en lucha, para ver cual de elles era más

tente, más temible; y yo desde la costa, contempl

ba y admiraba, abstraído en ella, la bárbara po

de la Naturaleza. Borrasca, lluvia, truenos, relámpagos, la bru

espansión de los elementee; todo es hermoso

que es imponente, es poesía, por que es granda

con esa grandiosidad de lo incomparable y eo

tal lo admiro absorto en su contemplación.

En la negrura de la noche, una tenue V181

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NUEVA ILL10E

blanca se percibe allá a lo lejos, que paulatinamen-

te ea agrandándose a medida que eilenciosa se

acerca. Dos ojos brillantes como diminutos faroles

de potente luz se me acercan, a tiempo que un bra-

ao desnudo, toreo y cálido, a pesar de estar mojado,

rodea mi cuello y una voz dulce y mnsical susurra

a mi oido estas frases: «¿Oyes, tú? ¿Oyes como rujo

el mar con furioso acento y moles de agua amena -

san destruir la tierra? ?Oyes có rujo el huracán,

cómo silba estridente y aterrador el viento? ¿Lo

oyes? Es Neptuno mi padre y Venue misteriosa,

leí madre, que me llaman a Bu lado, llaman a su

bija Tempesta y marchando sobre el mar apacigua-

ré su furia y me reuniré a ellas.» «Mírame, soy hermosa ¿verdad? hermosa como

lo que soy, como una diosa; pero mi hermosura es

peligrosa, es dañina, porque nadie puede profanar

nadie puede pensar en poseerme, porque soy di-

vinidad y solo a otra divinidad puedo pertenecer.

lo soy para los hombre, sino para los dioses. ¿Sa

bes? Para los dioses».. Y una fuerte contrae

ción de sus brazos, atrajo mi cuerpo al cuyo, sin-

tiendo en mis labios la quemazón de los suyos, que

parecían fuego. «Para los dioses Para loo dio-

ses » Su cuerpo, cubierto solo con la fina túnica em-

papada en agua, ardía; sus ojos fosforescentes mi-

raban los míos con insistencia feroz. La luz produ

cidro por la sucesión consecutiva de varios relám

pagos, me hizo ver su cara, bella de belleza gran

de, imponente y salvage. Efectivamente, como ella

decía, su hermosura debía ser peligrosa; ha bia que

temerla, como se teme a lo desconocido o incierto.

E quejido de las rocas al ser combatidas por una

imponente y gigantesca ola, se percibió claro y con-

ciso corro si quejido humano -fuera «¿Oyes?

dijo»-Me llaman,... me llaman,.. , me llaman . . y

rápida alejose de mi lado.

Corrí tras ella temiendo hiciera alguna locura,

pero más práctica quo ye en andar por aquellos pa•

rajes de rocas y atajos, y favorecida por las pro

fundas tinieblas de la leche, desapareció ante mi

corno una visión, como se desvanece un sueño de

dores y amor.

Los primeros albores de la mañana, cuando ya la

tormenta trocase en calma, diseñaron la silueta

blanca de un cuerpo humano entre unos escollos,

con las vestiduras hechas girones y completamente

pegadas al cuerpo, detallando perfecta, las formas

dance das al par que enérgicas y sublimes de Tere

puta. ¡Tm:apesta, Tempestal Decías haber brotado del

mar en noche de tormenta horrible y el mar te aco-

le en otra noche. igual; decías salir de él y a él has

vuelto llevándote para siempre; decías ser hija del

5

mar y el mar te reclama guardándote en BU seno.

Tu paso por la tierra ha sido un sueño leve y dicho

so. Y para que yo constantemente te recuerde, de-

jaste en mí el fuego penetrante e inextinguib l e di

tus labios

nntonío Brusetto

Tabarca Julio 916.

stsx'óbeiacustseaseseeeexelexleenoK"eseome~esse*exelesqWeffil

Archivo illicitano Progresa not , hlemente la organizsción de este servicio

que enaltece a «Juvenilia, y que prestará utilísimos servi-

cica a la cultura illicitana. Hasta ahora, el <Archivo iilicitano» comprende, respacto

a Prensa, las coleceionee encuadernadas de <La. Semana»,

(castro tomos) «La Acción», <La voz de la verdad», *La

Razón», «La Defensa», (des tomos), <Liberaoióna, <Traba-

m», Cm tomo) y <Nueva Illice», (dos tomos).

Deaeando completar este servicio: y para ello acudimos

púb'icamente a aquellos de nuestroa paisanos que puedas

contribuir a este fin, rogándoles nos proporcionen los nú-

meros que puodan de los periódicos que nos faltan por co-

'accionar. En esta elección daremos (menta de loe números que nos

falten y de los donativos que se Dos hagan.

Fdltan: De <La Libertad» (primera época) los números 2, 3, 5

3, 7, 10, 12, 13, 16, 18, 19, 21, 22, 37, 39, 12, 43, 44 y 45

segunda época los números 1, 4, 5,7, 9.11, 16, 25, 28, 50,32,

88,45, 243, 264, 269, 282 y 307, Fe «El Bou> (segunda época) los números 5, 12, 16, 19

21, 22, 24, 25, 23, 43, 44, 46, 47 y 50.

De <F1 Pueblo de Elche» los números 4 y 18.

De "El Buzón" el número 10.

De <La Industrie y el Pueblo», loa números 3, 5, 26, 29

52,83 y 61

Nuestro queridiairoo y apreciado amigo José Ifaciá Pe-

n'Ova, coa desprendimiento digno de imitación y elogio, ha

donado para el Archivo de nuestra agrupación 169 núme-

ros de "El pueblo de Elche", uno de "Justicit", 4 de «La

Arañas, 12 de «El Buzón», 78 de «La industria y el Pu*.

'bicis y la colección completa de «Gente Nueva».

Agradecemos en cuente vale el generoso rasgo del amigo

Pepico, que viene a aumentar notablemente el ya conside-

rable Archivo de nuestra Agrapacióa.

2104111W1111M110 1411R/dlit~yelalebtnaltwinniltlah&gdiesakalahn~1111(

Lea V. 4 espafia" &matarlo cic la Ida nacoínla

leausuresesseasmesesawldiaMakuhu-lanalta~ilatinarktroali«~Int

NUEVA 11.LICE

Las fiestas de Agosto Ya se kan publicado loe programas de nuestras

testas tradicionales.

La parte religiosa es como de costumbre, salvo

que durante a Alea rezada del da 14 la eminente

arpista Gloria Keller ejecutará selectas composi-

ciones. Los festejos civiles comprenden Tire de Pichón,

Carreras de Bicicletas y Matchs de Foot Ball; ocho

conciertos musicales y una comida a los pobres en

el Casino; veladas en la Plaza Mayor, Glorieta y

Paseo de Francos Rodríguez; Cinematógrafo públi-

co en la Paseo de Francos Rodríguez: Cuerda de

Fuegos Japoneses en el paseo de Francos Rodrí

guez; Traca que terminará en el Paseo de Francos

Iledríguez; Concurso • de Rondallas, Serenata a

Muestra Sra. de la Asunción, y la tradicional Al-

borada y el clásico Castillo de fuegos artificiales.

Amenizarán las fiestas la excelente Banda del

Reeimieate de Sevilla, que dirige nuestro paisano

el eminente compositor D Alfredo J.-svaloyes, La

Filarmónica, Blanco y Negro y la Orquesta Sinfó

Rica de Crevillente,

aossaasaasaigaeassaisaiss ~vea 111c Slinx1W 441 -~0.171115

De la Cartera Por la prensa de Madrid nos enteramos de que

a nuestro particular y estimado amigo, el Teniente

de Navío D Fernando Pérez Ojeda, ha sido corlee

dida la Cruz roja de primera clase del Mérito naval,

pensionada, lo cual celebramos; y por este motive

damos al condecorado y a su distinguida y aprecia-

ble familia la más cumplida enhcrabuena

C C Los indisolubles lazos del matrimonio han con

traido, la simpática y bellísima Srta. Crédula To-

rres Sabuco, hermana de nuestro distinguido cola-

borador Marcial, con el muy querido amigo de los

de esta casa, D. Francisco Ferrandez.

Enviamos nuestra enhorabuena a loe felices aspo

Pos y les deseamos larga e interminable luna de miel.

CCI Hemos tenido el gusto de saludar a nuestro cola

borador D. Antonio Pérez Brusotto, que de paso

para Santapola estuvo breves momentos entre nos

etros y nos prometió enviarnos varias de sus vano

saz producciones, publicando hoy la primera de

ellas, un magnifico cuento.

—Para San Sebastián ha salido, con objeto de pa, Bar la temporada de veraneo, entre las muchas amistades de la cretrone estas flola, con que cuenta

el distinguido y acaudalado banquero D. Antonio P-ral Irles.

Grata le sea la estancia en la capital vasca. —Después de pasar la temporada de bi,raa de

San Jaime en Ssntapola, ha salido para la villa y corte nuestro queridísimo amigo Arturo Siss.rra, acompañado de su distinguida esposa.

—Entre nasotros se encuentra, de regreso de Sale

tapola, donde fué a pasar la temporada de Iniloa, nuestro querido amigo y subscriptor en Pues tollano, Jacinto Martínez Lledó.

C Por exceso de original no publicamos la resella

de la función celebrada en el Kursaal el jueves él

timo.

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