Giethoorn es un pintoresco pueblo entre los más bonitos de Holanda, por sus canales a cuyas laderas se construyen casas, muchas de ellas parecidas a granjas. Se puede recorrer el pequeño pueblo, a pie, en bicicleta y en barco, pero no está permitida la circulación de vehículos. Se fundó en 1230 y adquirió su peculiar aspecto como resultado de la extracción de turba, que con el tiempo propició la formación de estanques y lagos. Los estrechos canales se utilizaban para el transporte de turba. La turba es un material orgánico, de color pardo oscuro y rico en carbono. Está formado por una masa esponjosa y ligera en la que aún se aprecian los componentes vegetales que la originaron. Se emplea como combustible y en la obtención de abonos orgánicos.