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DEPOSITO LEGAL V-1917-12

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EL ZAPATERO

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Zapatero remendn

arrglame los zapatos

que tengo dos agujeros

por donde los dedos saco.

A la suela ya gastada,

dale, dale martillazos,

y con clavos y con cola

pgala con cuidado.

Coloca tacones nuevos

para que est ms en alto,

de esos de punta tan fina

que cuando piso los clavo.

Dale lustre con betn,

de color anaranjado.

Casi nuevos, dan el pego,

esos zapatos usados.

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LA BRUJA

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Con mi varita y mi escoba

oficio de bruja tengo.

Varita de cinco puntas,

escoba con la que vuelo.

Diciendo palabras mgicas,

a las estrellas y al cielo,

hago las mil maravillas

arreglando los entuertos,

las envidias, mal de ojo,

cumplindose los deseos

de ensartar enamorados

con el Cupido ms bello.

Te transformo en animal,

en el insecto ms feo,

en el monstruo ms simptico,

o de un gigante a pequeo.

Los libros de brujera

para algunos tengo abiertos

y sern los elegidos

a lo que en mi escuela enseo.

Decirme todos vosotros:

a la bruja buena quiero!

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EL HOMBRE ARAA

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Ese s que es extrao: el hombre araa

que sube a la pared sin escalera,

se viste de arlequn de esa manera

por ser el valedor de tal hazaa.

No lo s, pero a m nunca me engaa

cuando al lanzar el hilo por la acera

se pega en la pared flecha certera

para atrapar al ser de mal calaa.

Sin teatro que diga quin y qu es,

que se quite el disfraz y la careta,

no siga con su empeo temerario.

Vale ya de correr como un ciempis,

anhelar ser un hroe primario!

Quisiera que me d su arma secreta.

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EL JARDINERO

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Ah, mi amigo, escultor con su tijera

que as repasa la naturaleza,

modelando, apartando la maleza

que deja la semilla aventurera.

Eres, en mi jardn, la costurera

que con la ms sutil delicadeza

resaltas de la tierra la belleza,

la adornas con la eterna primavera.

Qu oficio entre las flores y perfumes,

con el agua y la tierra de elementos,

y el verdor de los setos que te ciega!

Con tu tarea al fin siempre presumes

de pintar un tapiz con mil pigmentos

y aplicarlos como hbil estratega.

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EL CARTERO

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Qu noticias aqu traes, cartero!

Dame slo las buenas, que las malas

ya vendrn por caminos sin escalas,

las misivas ms gratas lo primero.

Ya nieve, truene, llueve, hiele, el sendero

de mi casa lo sabes y sealas

con tus pasos medidos, con tus alas

ocultas como el ms fiel mensajero.

Traer las primicias de Argentina,

Francia, Italia, Japn y Paraguay,

o cerca, de Madrid o Barcelona.

Mis amigos, la ta Paulina,

aquella que me hablaba en guirigay,

o quizs una carta anglosajona.

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EL MAGO

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Tengo la magia. Igual saco un conejo,

de mi chistera, la blanca paloma,

ramillete de flores sin aroma,

una varita mgica, un cangrejo,

igual desaparezco en el espejo,

te corto en tres pedazos medio en broma,

te lleno de colores y carcoma,

te transformo en pequeo animalejo.

Con mi capa me escondo, me evaporo,

oculto la entidad de mi equipaje

como mi ms apreciado tesoro.

Chistera, capa y varita es mi traje,

la ilusin fascinante la atesoro

y las llevo impecables en mi viaje.

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EL FUTBOLISTA Y LA CLILENA

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Me dicen las malas lenguas

que el futbolista un amor

ha encontrado. Es la chilena

que casi lo parte en dos.

Es cierto, se ha enamorado

y con ella mete un gol.

En el campo, como un lince,

certero chuta el baln

a la portera, corre,

regatea con asombro,

pasa, golpea, se cae,

se levanta., es el mejor!.

Traspasa toda defensa

con la total precisin

del que tiene la vala

y la figura de actor.

Con los brazos extendidos,

en un vuelo previsor,

como un pjaro en el aire

del perfecto jugador,

engaa al diestro portero

con un fantstico gol.

Alguien dijo: qu chilena!

Y de ella yo me he enamoro.

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JUGADOR DE BALONCESTO: LA CANCHA

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Lneas rectas, campo cuarteado,

smil tangente en la geometra,

con la particular geografa

cruzando por la cancha lado a lado

Crculos, semicrculo enfrentado,

secantes, radios que sirven de gua,

rombo, trapecio, plana orografa,

zona, cosmos, espacio transitado

La canasta, flotando en pleno cielo,

suspendida en la altura de un gigante,

con la cesta, la red abierta al suelo.

El jugador se para, hace un desplante,

la pelota en el aire riza el vuelo,

su trayecto dirige hacia adelante.

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EL BOMBERO

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Subido a las alturas me contengo.

No tiemblo con mi mano en la manguera.

El agua la manejo de esta manera

y el chorro dirigido lo mantengo.

El miedo no me asusta, lo retengo.

He de vencer la llama traicionera

desde aqu, en esta frgil escalera

que por tener es slo lo que tengo.

Los gritos me traicionan los sentidos

golpeando con fuerza mis odos,

cuando el fuego se extiende en la ventana

y unos brazos suplican el rescate.

La vida con la muerte no se hilvana

si salgo victorioso del combate.

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EL CAMARERO

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Al camarero pido Coca-cola,

patatas fritas, sndwiches de queso,

hamburguesas y el ktchup ms espeso;

para picar la tortilla espaola.

Qu hambre tengo! Con esta merendola

nadie dir que tengo fino el hueso.

Camarero, al terminar caf expreso!

Todo esto para m, aunque est tan sola.

l, no quiere mirarme de reojo,

est asombrado al ver tanta comida.

No cabe ms. La mesa est tan llena

que ms bien se parece a la alacena,

la hora punta del metro en la salida,

o quizs el capricho de un antojo.

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LA PELUQUERA

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Dime por dnde te corto

este cabello enredado,

que se parece a un jardn

de ramas y de hierbajos.

Si quieres dar color

a tus rizos, y mis manos

te cambiarn a una diva

que canta en el escenario.

Sers como Marilyn:

rubia, de un rubio dorado,

como la lady Gag

con su cabello engomado,

o como la Monserrat

con su negro moo en lo alto.

Si prefieres te har trenzas

en el estilo africano,

esas que son tan delgadas

(parecen fideos largos).

Mientras te cambio la imagen

me dices lo que ha pasado

con el cantante de moda,

el prncipe enamorado,

el deportista famoso

al principio del verano.

La prensa de corazones

relees con desparpajo,

esa que dicen que es rosa

pero atacan con descaro.

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EL MAESTRO

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De pura sabidura

tendr con su voz un gesto.

Aqu tenis la leccin

de fcil entendimiento.

Dos ms tres, una ms una,

tres menos tres cero,

la suma contra la resta

seala firme el maestro.

Hoy tocan las matemticas,

despus el alfabeto,

un poco de geografa,

y al final, ya veremos.

Lo miro con la ternura

de quien pone todo esmero

para que pueda aprender

lo que tiene en su cerebro.

Parece que es un galn,

un artista sin complejos

un ngel condescendiente.

As es y ser, mi maestro.

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EL MDICO

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Mi mdico lo cura todo, todo.

Ya sea un sarampin o un resfriado,

varicela, la tos de un constipado,

y el microbio que busca su acomodo

en mi cuerpo pequeo a cualquier modo.

Cuando me enfermo estoy a su cuidado

Le sonro. Me siento muy confiado.

Por su cara ser sabelotodo.

Con su aparato escucha el corazn,

el ruido que se sale de mi pecho.

Faringitis, otitis, laringitis.,

siempre acaba la enfermedad en itis.

Para los males tiene explicacin

Si me cura se siente satisfecho.

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EL MSICO

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Vuelan libres en el aire

las notas del pentagrama

No hay silencios que confundan,

en las lneas solitarias,

corchea, redonda y negra

con la plica de la blanca,

aunque escondidas se encuentren

la clave de sol o de fa.

El sonido ya no es ruido

si sale de la guitarra,

del violn, del contrabajo,

del saxofn o la flauta,

las trompas, el violonchelo.

el piano, el oboe, el arpa.

Harmona, acorde y ritmo

componen la serenata.

Lento, adagio o moderato

tambin, as es, la sonata.

El msico sigue atento,

el director le seala,

sus dedos marcan las notas,

la msica se derrama.

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LA BAILARINA

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Se abre la caja de msica.

Despierta la bailarina,

danza y danza sin parar,

etrea, gil, gira y gira,

vuela por el escenario

salta y salta de puntillas,

segura, sin ataduras,

coqueta, la bailarina.

Sus brazos en movimiento,

en perfecta sintona,

reproducen en el aire

piruetas de equilibrista.

Quin dira que parece

una diosa o una diva

en el centro de la caja,

o la ms bella Afrodita.

Se detiene un instante.

La msica finaliza.

Silencio. La luz se apaga.

La oscuridad es su cita.

La caja ahora se cierra

hasta prximas visitas.

.

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EL INFORMTICO

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Navega por la red el informtico.

Sus dedos delimitan el teclado,

el margen para un mensaje cifrado

que se transforma en cdigo automtico.

El plano del usuario es telemtico

Qu tecnologa ha rescatado!

Qu confn terrenal ha conectado

con el lenguaje puro y matemtico!

Busca con fervor dnde est el enlace

centrado en la pantalla luminosa

si ese ratn la mano lo maneja.

Con el ordenador no hay desenlace

el mundo conocido es otra cosa,

en el espacio nada se acompleja.

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EL AVIADOR

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Sin fronteras en el cielo,

como un ave con motor,

atravesando las nubes,

vuela, vuela el aviador.

El viento empuja las alas

en una sola direccin,

y l con acierto dirige

con los mandos el avin.

Panza arriba, panza abajo,

recorta el viento veloz,

recorrido supersnico

en total excitacin.

El horizonte infinito

contiene el mismo color.

Las distancias las acorta,

el mundo se parte en dos.

El feliz aterrizaje

ha sido con precisin.

Al destino hemos llegado,

os lo dice el aviador.

Pasajeros, bien venidos,

el viaje ya termin!

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EL ATLETA

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Debiste ser un guepardo en la llanura,

la ms gil gacela de la pista,

la fuerza y el tesn del alpinista

para alcanzar la gloria en ms altura.

Parece que se rompe tu figura

cuando pones empeo en la conquista

por tener la virtud del finalista

de llegar a la meta en galanura.

El cansancio no rompe tus esquemas.

Tus pies con paso firme perseveras

con tus msculos fuertes como acero.

Sers parte de frases y de emblemas

luciendo tus medallas hechiceras.

Victoria! Slo vale ser primero

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EL MARINERO

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El mar no tiene fronteras.

Surcando las aguas va

el marinero

Espuma

sobre las olas.

Resaca

sobre la orilla.

En un barco

de madera o de metal

de Madeira hasta Estambul

de Londres a Gibraltar,

de la India al Uruguay

por todos los mares va

el marino.

Las corrientes

hacia la costa le arrastran

o hacia el puerto ms cercano

con una cinta azulada.

Con las velas o al timn

entre las sirenas va

el marinero, y l as es,

del mar, su copia virtual.

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BATMAN

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Qu pose tiene este hroe

con su mitad dividida!

Capa azul en su interior,

careta negra partida,

ojos con fuego encendidos,

orejas de sierra altiva.

Tiene el cuerpo de un atleta

msculos en ofensiva,

con la fuerza de un len,

y la medida energa

con lgica y con razn.

de habilidad deductiva.

Un murcilago en el pecho,

detrs la luna amarilla,

y unas nubes que parecen

regueros de las heridas.

Es el caballero oscuro.

Al villano atemoriza,

los criminales le temen

y tras las rejas terminan.

Este Batman es mi hroe.

La ciudad est ms limpia

de malhechores proscritos.

Reina orden con justicia.

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EL COCINERO

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Cocinero, a tus fogones!,

que has de hacer buenas comidas

con tu saber culinario

y la paciencia infinita.

En la mesa se amontonan

las sartenes y ollas lisas,

ternera, cerdo, pichn

y un relleno de gallinas;

las verduras ms variadas,

lechugas con hojas finas

calabaza, berenjena,

pimientos de Andaluca

y de la huerta murciana

rodando por la mesita.

Qu serio est con su gorro!

Una torre ms arriba

que en su cabeza se posa

como frrea estalactita.

Preprame una paella

que no comiera en mi vida,

un surtido de entremeses,

chorizo, patatas fritas,

y de postre, ya veremos

si es meln o sanda,

un helado de turrn

baado con la sangra.

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EL BARRENDERO

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El barrendero est aqu.

Si parece un polica!

Le han vestido de astronauta:

azul y franja amarilla,

para que todos lo vean

porque l es el que limpia.

Papeles, cacas de perro,

el aire de una sonrisa,

la hoja que del rbol cae,

restos de fruta mordida,

montones de cigarrillos

que con destreza retira.

Completan su vestimenta

negras botas de alpinista,

un rastrillo gigantesco

que por la arena rastrilla.

Ya no existen desperfectos,

quizs la lata perdida

bajo la sombra del banco.

El parque tiene otra vida.

Venid, mayores y nios,

que el sol la tierra ilumina.

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CONDUCTOR DE TRENES

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Traspasando la llanura,

como un caballo de hierro,

el conductor acelera

con su tren de pasajeros.

Es un cuchillo afilado

que avanza y recorta el viento

con la veloz precisin

que separa tierra y cielo.

Caminos bajo sus ruedas

delgadas lneas de acero,

carreteras de metal

entre penumbra y silencio.

El conductor de los trenes

acelera, corta el tiempo

de una a otra estacin, y deja

la huella de su trayecto.

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EL CICLISTA

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El ciclista, solitario

sobre sus almas gemelas,

avanza en afilada sombra

hasta llegar a la meta.

Es, innato equilibrista

con apoyo de la tierra,

solapado movimiento

acompasado en sus piernas.

Es, mquina voladora,

como un jinete que suea

con victorias sin derrotas

que del sudor se alimentan.

Est atento, ensimismado,

una y otra vez pedalea,

avanza, sube a la cima,

y como un titn acelera.

Desciende raudo y veloz.

En el pedal se concentran

la templanza de sus nervios,

la voluntad de su fuerza,

ese espritu valiente

que recorta su silueta.

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EL ARQUITECTO

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l es como un artista en lo sensible,

equilibra la tierra en sus cimientos

despierta los espacios somnolientos,

modula lo que parece infalible.

Quiere latir la arcilla indivisible,

el agua con la roca en sus segmentos,

en la altura vestir con ornamentos

el tiempo que se muestra indestructible.

El arquitecto, en la naturaleza,

define con sus ritmos el diseo

de una torre, un jardn, o un alto muro.

El fin y el objetivo es la belleza,

alcanzar la respuesta a todo un sueo

de ser la referencia en el futuro.

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NDICE

PORTADALAURA BALAGUER

LOS OFICIOSVICTORIA GIMNEZ

EL ZAPATERO.VCTOR BALAGUER

LA BRUJAVICTOR BALAGUER

EL HOMBRE ARAA.VICTOR BALAGUER

EL JARDINERO..VICTOR BALAGUER

EL CARTERO..VICTOR BALAGUER

EL MAGO.VICTOR BALAGUER

EL FUTBOLISTA Y LOA CHILENA.VICTOR BALAGUER

JUGADOR DE BALONCESTO: LA CANCHA.MANUEL GIMNEZ

EL BOMBERO.VICTORIA GIMNEZ

EL CAMARERO...VICTORIA GIMNEZ

LA PELUQUERA.VICTORIA GIMNEZ

EL MAESTROVICTORIA GIMNEZ

EL MDICOVICTORIA GIMNEZ

EL MSICOVICTORIA GIMNEZ

LA BAILARINA.VICTORIA GIMNEZ

EL INFORMTICOMANUEL GIMNEZ

EL AVIADOR.VICTORIA GIMNEZ

EL ATLETAVICTORIA GIMNEZ

EL MARINEROVCTOR BALAGUER

BATMAN.VICTOR BLAGUER

EL COCINERO. VICTORIA GIMNEZ

EL BARRENDEROVICTORIA GIMNEZ

EL MAQUINISTA.VICTORIA GIMNEZ

EL CICLISTA.MANUEL GIMNEZ

EL ARQUITECTO.VICTORIA GIMNEZ