Camila Bonilla

From Handicraft to Machine Art

El texto muestra la relación entre arte y técnica, que si bien en un principio se trataba estos dos conceptos de forma separada debido a sus diferencias, hoy en día van de la mano y se complementan el uno al otro. Al principio del texto se hace referencia a que, en los trabajos manuales, el autor se expresa, deja un mensaje, exterioriza parte de él, etc. Y esto no ocurre al hacer cosas con máquinas porque es todo más automatizado e impersonal.

La imprenta se muestra como ejemplo del hito que explica la relación cercana entre arte y técnica. Las primeras referencias de la imprenta que conocemos son los grabados en madera, y fue mucho después cuando se consolidó el invento del tipo móvil, facilitando que el trabajo se volviera menos tedioso. Además, la imprenta evolucionó de ser operada a mano por una persona, para luego ser automatizada y operada por un motor. La imprenta permitió a todas las personas (de todas las clases socioeconómicas) tener mayor y mejor acceso a la cultura global. Más adelante, con Gutemberg, su libro alcanzó la perfección, la cual aún no ha podido ser superada.

Para poder comprender el cambio de escritura (a mano) a impresión, es importante comparar las diferencias entre la letra manuscrita e impresa. En la letra manuscrita se revela información del autor, de su personalidad, sus hábitos, entre otros. Por otro lado, la letra impresa da la posibilidad de copiar libros, por ejemplo, con neutralidad e impersonalidad ya que no incorpora características del individuo, y además es más legible. Los calígrafos alcanzaban esta neutralidad por medio de la repetición. El texto habla también de que el desarrollo de las máquinas nunca debe alejarse demasiado de sus fuentes en las artes manuales. Se dice que la relación de el hombre con la máquina tiene que ser simbiótica, no parásita; tiene que estar dispuesto a disolver la relación cuando las máquinas amenacen la autonomía de las personas.

La pintura ha sufrido grandes cambios que dieron lugar a la aparición del cubismo, futurismo, expresionismo y surrealismo. Y, haciendo un paralelo con la tipografía, esta solo ha adquirido pequeños cambios como preferir fuentes sin tipografía serif ni sombras.

Los dos grandes resultados de la invención de la impresión mecánica han sido característicos de los avances similares en las artes industriales: han estandarizado en una moda más rigurosa un producto que ya estaba estandarizado, lo que progresivamente elimina a los artesanos la monotonía. Esto tenía una efecto directo en el copista, quien no fue necesario.

Desde el punto de vista del autor, los mayores desarrollos esperados en técnicas en el futuro no serán como uno tiende a pensar, sino que consistirá en usar las máquinas a escala humana, directamente bajo el control humano para poder satisfacer con mejor adaptación las necesidades que tengamos. El autor coincide con Peter Kropotkin, autor de Mutual Aid and Fields, Factories and Workshops) que entendía a las máquinas como un agente de vida humana.

Finalmente, se concluye que no existe una manera para humanizar las máquinas, ni de aprovechar la ventaja de agregarle personalidad. No podemos hacer que una máquina sea más humana solo porque le pintemos flores. Los canon de las máquinas son precisión, economía, severidad y restricción de lo esencial. Cuando esos canon son violados (por ejemplo, modificar la máquina para acelerar su velocidad), no estamos agregándole características humanas.

La conclusión final es que las máquinas no son sustitutos de los humanos. No se debe amar ni adorar a ninguna máquina. Uno de los efectos del arte de la máquina es restringir el área a

elegir que tiene el diseñador, y extender el área de influencia del producto. Por otro lado, la máquina si cuenta con libertad estética, la cual se transfiere desde el proceso a la etapa inicial del diseño.Uno de los efectos muy importantes del arte de la máquina es poder ser conscientes del rol que tiene la personalidad humana en ese pequeño espacio.

Durante el último tiempo todos nos hemos enfocado en la innovación y mejora de las máquinas. Esta posición, según el autor, significa que no podemos dominar y controlar a las máquinas ni ponerlas en el lugar que les corresponde. El hombre tiene que crecer y satisfacerse con lo que la máquina puede ofrecerle.