"foxcatcher", mecenazgo dramático (oja x oja 2015-03-16)

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14 Arequipa Lunes, 16 de Marzo de 2015 E l mejor cine que nos ofrece EE.UU. es el que retrata su estable deca- dencia. “Foxcatcher” de Bennett Miller suma un título más a esas cintas se- guidoras de la mitológica “Ciudadano Kane” de Or- son Welles. Un magnate, aparentemente dadivoso, termina convirtiéndose en el titiritero rojiazul de dos hermanos deportis- tas que practican la lucha grecorromana, las aspi- raciones de cada uno de ellos tienen como pretex- to una preciada medalla olímpica. Reconocimiento, di- nero, sumisión, mecenaz- go, éxito, manipulación, envidia, patriotismo, locu- ra, muerte, son los agrega- dos que se deben incluir en ese pesado batido lla- mado sueño americano, del que muchos segura- mente quisieran beber. Bennett Miller, fuera de ser un correcto cineas- ta, es un director preocu- pado por el máximo provecho que puedan ofrecer las interpretacio- nes dramáticas. Qué me- jor si estos papeles tienen un referente en esta vida que llamamos “real”. Ya lo hizo en "Capote" (2005) con un infatigable Philip Seymour Hoffman, que nos devolvió al mundo de los vivos a un comple- jo y atormentado escritor. Y en "Moneyball" (2011) con un cumplidor Brad Pitt, quien nos hizo parte de las angustias que su- fría un temerario gerente de un caído equipo de béisbol. Esta reciente en- trega toma muchos pa- Por: Omar Suri ¿ES COMPLICADO SACAR PROVECHO DE LAS ENTRAÑAS DE UNA MONSTRUO CAPITALISTA?, PUES MILLER LO CONSIGUE Steve Carrell (reconocido y tantas veces odiado co- mediante), quien con una sobrecarga de maquillaje y sobrepeso extra, nos lle- ga a inspirar miedo, apo- yado en silencios, miradas y frases cortas, su perfor- mance rezuma de a po- cos, con la pausa propia del eco cinematográfico de Miller, esa esquizofre- nia que desatará el sabido final. ¿Es complicado sacar provecho de las entrañas de una monstruo capita- lista?, pues Miller lo consi- gue. El arte, en cualquiera de sus manifestaciones, se sirve de muchos recur- sos (incluyendo la ficción) para potenciar el discur- so, enfatizar la señaliza- ción y hacer contunden- sajes de “Foxcatcher: The True Story of My Brother's Murder, John Du Pont's Madness, and the Quest for Olympic Gold”, libro confesional del medallis- ta olímpico Mark Schultz, uno de los implicados en esta historia, y digo impli- cado porque aquí hay un crimen anunciado. Miller cuenta con las logradas intervenciones de Channing Tatum como Mark Schultz (hermano menor desbrujulado); Mark Ruffalo, como Dave Schultz (hermano mayor maduro y sensato) y el sorprendente Steve Carell como John Du Pont (me- cenas insensible y esqui- zoide). Conformando con ello un compacto trián- gulo de personalidades, con patrones de conduc- ta bien marcados, pero con esas infaltables dosis de patología que padece cualquier humano co- rriente. Esas tres participa- ciones se suman para dar forma a la densidad de un drama que convenza a los tan variados gustos de cualquier platea. La fraternidad no derribará la comodidad y la inexo- rable alienación: dejar de ser uno para ser algo. John Du Pont, en la cinta, es un perturbado y excéntrico millonario, único heredero de un poderoso imperio de fár- macos. Inseguro y con- sumado drogadicto. Un poderoso condenado a la soledad y a la financiación de afectos. Du Pont, tiene extravagancias como el fetichismo por las armas, la taxidermia y la ornitolo- gía. Es un ser sumiso a las directivas y los destinos que le implanta su cas- tradora madre (la escena donde payasea como entrenador, para sentirse alguien ante su progeni- tora en silla de ruedas, es de las más patéticas de la cinta). Manipulador y encantador con las ven- tajas que le da el dinero. Desequilibrado en mu- chos aspectos, sobre todo en ver a los deportistas que aloja en su mansión como unos monos de pura sangre tan pareci- dos a los caballos que cría su madre. Un personaje muy complejo fue asumi- do portentosamente por "Foxcatcher", mecenazgo dramático te el mensaje. Así en un primer momento haya habido desacuerdos en la veracidad sobre lo proyectado (recordemos que este no es un docu- mental), Miller, con la dili- gencia propia del cine de autor que se está forjan- do, aprovecha el pretexto del biopic para hacer una obra maestra. La publicidad toma deseos, la propaganda, almas. Este axioma se aplica en una parte del metraje, cuando Du Pont consigue hacer un docu- mental que lo hace ver como ese altruista ne- cesario, con la necesaria dosis de liderazgo que necesita la colectividad para conseguir logros pa- trióticos. La escena don- de se autocontempla en su televisor, antes del fa- tídico desenlace, es de las partes más sentidas de la cinta, y resume quizá toda la falsedad en la que se ve inmerso. Probablemente esta nueva cinta de Miller pro- yecte, de alguna manera u otra, la abyección, la in- seguridad, la fragilidad y el hartazgo que padece- mos muchos de nosotros. El consagrado director transita dignamente en la aceras de Hollywood, entregándonos historias que nos permiten cues- tionarnos un poco. Miller, hasta ahora, guarda distancia con mu- chos de sus contemporá- neos que cambian sus ta- lentos por desenfadados contoneos para el éxito y los taquillazos; talentos sometidos a las merce- des de tantos Du Ponts, que finalmente controlan esa industria.

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El mejor cine que nos ofrece EE.UU. es el que retrata su estable decadencia. “Foxcatcher” de Bennett Miller suma un título más a esas cintas seguidoras de la mitológica “Ciudadano Kane” de Orson Welles. Un magnate, aparentemente dadivoso, termina convirtiéndose en el titiritero rojiazul de dos hermanos deportistas que practican la lucha grecorromana, las aspiraciones de cada uno de ellos tienen como pretexto una preciada medalla olímpica.

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Page 1: "Foxcatcher", mecenazgo dramático (Oja x Oja 2015-03-16)

14 ArequipaLunes, 16 de Marzo de 2015

El mejor cine que nos ofrece EE.UU. es el que retrata su estable deca-

dencia. “Foxcatcher” de Bennett Miller suma un título más a esas cintas se-guidoras de la mitológica “Ciudadano Kane” de Or-son Welles. Un magnate, aparentemente dadivoso, termina convirtiéndose en el titiritero rojiazul de dos hermanos deportis-tas que practican la lucha grecorromana, las aspi-raciones de cada uno de ellos tienen como pretex-to una preciada medalla olímpica.

Reconocimiento, di-nero, sumisión, mecenaz-go, éxito, manipulación, envidia, patriotismo, locu-ra, muerte, son los agrega-dos que se deben incluir en ese pesado batido lla-mado sueño americano, del que muchos segura-mente quisieran beber.

Bennett Miller, fuera de ser un correcto cineas-ta, es un director preocu-pado por el máximo provecho que puedan ofrecer las interpretacio-nes dramáticas. Qué me-jor si estos papeles tienen un referente en esta vida que llamamos “real”. Ya lo hizo en "Capote" (2005) con un infatigable Philip Seymour Hoffman, que nos devolvió al mundo de los vivos a un comple-jo y atormentado escritor. Y en "Moneyball" (2011) con un cumplidor Brad Pitt, quien nos hizo parte de las angustias que su-fría un temerario gerente de un caído equipo de béisbol. Esta reciente en-trega toma muchos pa-

Por: Omar Suri

¿ES COMPLICADO SACAR PROVECHO DE LAS ENTRAÑAS DE UNA MONSTRUO CAPITALISTA?, PUES MILLER LO CONSIGUE

Steve Carrell (reconocido y tantas veces odiado co-mediante), quien con una sobrecarga de maquillaje y sobrepeso extra, nos lle-ga a inspirar miedo, apo-yado en silencios, miradas y frases cortas, su perfor-mance rezuma de a po-cos, con la pausa propia del eco cinematográfico de Miller, esa esquizofre-nia que desatará el sabido final.

¿Es complicado sacar provecho de las entrañas de una monstruo capita-lista?, pues Miller lo consi-gue. El arte, en cualquiera de sus manifestaciones, se sirve de muchos recur-sos (incluyendo la ficción) para potenciar el discur-so, enfatizar la señaliza-ción y hacer contunden-

sajes de “Foxcatcher: The True Story of My Brother's Murder, John Du Pont's Madness, and the Quest for Olympic Gold”, libro confesional del medallis-ta olímpico Mark Schultz, uno de los implicados en esta historia, y digo impli-cado porque aquí hay un crimen anunciado.

Miller cuenta con las logradas intervenciones de Channing Tatum como Mark Schultz (hermano menor desbrujulado); Mark Ruffalo, como Dave Schultz (hermano mayor maduro y sensato) y el sorprendente Steve Carell como John Du Pont (me-cenas insensible y esqui-zoide). Conformando con ello un compacto trián-gulo de personalidades,

con patrones de conduc-ta bien marcados, pero con esas infaltables dosis de patología que padece cualquier humano co-rriente. Esas tres participa-ciones se suman para dar forma a la densidad de un drama que convenza a los tan variados gustos de cualquier platea. La fraternidad no derribará la comodidad y la inexo-rable alienación: dejar de ser uno para ser algo.

John Du Pont, en la cinta, es un perturbado y excéntrico millonario, único heredero de un poderoso imperio de fár-macos. Inseguro y con-sumado drogadicto. Un poderoso condenado a la soledad y a la financiación de afectos. Du Pont, tiene

extravagancias como el fetichismo por las armas, la taxidermia y la ornitolo-gía. Es un ser sumiso a las directivas y los destinos que le implanta su cas-tradora madre (la escena donde payasea como entrenador, para sentirse alguien ante su progeni-tora en silla de ruedas, es de las más patéticas de la cinta). Manipulador y encantador con las ven-tajas que le da el dinero. Desequilibrado en mu-chos aspectos, sobre todo en ver a los deportistas que aloja en su mansión como unos monos de pura sangre tan pareci-dos a los caballos que cría su madre. Un personaje muy complejo fue asumi-do portentosamente por

"Foxcatcher", mecenazgo dramáticote el mensaje. Así en un primer momento haya habido desacuerdos en la veracidad sobre lo proyectado (recordemos que este no es un docu-mental), Miller, con la dili-gencia propia del cine de autor que se está forjan-do, aprovecha el pretexto del biopic para hacer una obra maestra.

La publicidad toma deseos, la propaganda, almas. Este axioma se aplica en una parte del metraje, cuando Du Pont consigue hacer un docu-mental que lo hace ver como ese altruista ne-cesario, con la necesaria dosis de liderazgo que necesita la colectividad para conseguir logros pa-trióticos. La escena don-de se autocontempla en su televisor, antes del fa-tídico desenlace, es de las partes más sentidas de la cinta, y resume quizá toda la falsedad en la que se ve inmerso.

Probablemente esta nueva cinta de Miller pro-yecte, de alguna manera u otra, la abyección, la in-seguridad, la fragilidad y el hartazgo que padece-mos muchos de nosotros. El consagrado director transita dignamente en la aceras de Hollywood, entregándonos historias que nos permiten cues-tionarnos un poco.

Miller, hasta ahora, guarda distancia con mu-chos de sus contemporá-neos que cambian sus ta-lentos por desenfadados contoneos para el éxito y los taquillazos; talentos sometidos a las merce-des de tantos Du Ponts, que finalmente controlan esa industria.