Era un día normal en la peluquería, el peluquero estaba sentado leyendo una revista.

Llego un cliente (hombre) muy tímido e inseguro quien quería un corte de pelo.

¡Hola! Quiero un corte de pelo.

. . .

El peluquero no le atendió y se quedó mirando la ventana. El hombre,

ansioso por un corte, no paraba de hablar; se veía nervioso. Tras la mirada sombría del peluquero le daba miedo

salir de allí.

Tras no llegar a un acuerdo el hombre decidió limpiar los pelos del piso y del asiento.

Todo limpio es

mejor.

. . .

El peluquero se sentó en el asiento ya limpio y le pidió un corte de barba al hombre, pero este lo corta sin querer, !UY¡ Lo

siento

Tras el horrible corte de barba, el peluquero pide un corte de pelo a hombre.

Pero le digo que

no sé.

Pe-lo

El hombre le estaba cortando horrible. En ese momento con la tijera le corta un mechón de pelo largo el cual, al darse cuenta de lo que había hecho decide

pegarlo de vuelta en la cabeza del peluquero pero no puede lo trata de pagar

con saliva pero es inútil, el peluquero, cansado, se levanta, se mira en el espejo y

le dice al hombre que tome asiento.

El peluquero y el hombre se preparan para un corte.

Pero…

Cortame bien,

parejito.

OK

El peluquero le clava una navaja al hombre, quien pega un gran alarido,

¡¡¡¡AAAAHHHH!!!!

El hombre cae muerto al piso en un charco de sangre. El peluquero se saca la estropeada peluca y se sienta a leer en su silla,

Camarógrafo: Mateo

Hombre: Facundo

Peluquero: Agustín Simone

Con la colaboración de mateo

Diseñador: mateo