fotografía la fotografía brilla en la soleada · fotografía de moda, fotoperiodismo,...

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36 C on frecuencia una de las tareas más difíciles en relación con el coleccionismo de fotografía es encontrar una fuente fiable que nos ase- sore sobre los diversos aspectos del me- dio y los artistas. El coleccionismo de fotografía –o de cualquier otra discipli- na- está estrechamente ligado a la exis- tencia de un nexo de confianza con el galerista. Según el informe Acerca del Colec- cionismo de Fotografía, publicado por la Asociación Internacional de Mar- chantes de Fotografía: “Tras unas cuan- tas visitas se desarrolla un sentido in- tuitivo sobre qué galerías y qué mar- chantes pueden satisfacer las propias necesidades”. La elección puede verse influencia- da por el número de años que el mar- chante lleve en el negocio, su reputa- ción entre las galerías y coleccionistas, así como su sensibilidad para atender a las necesidades específicas y gustos de cada coleccionista. Este mes compartimos con nuestros lectores las reflexiones de un galerista cuya experiencia abarca más de tres dé- cadas: David Fahey, fundador de la Galería Fahey Klein de Los Ángeles. Su galería representa y expone fotó- grafos consagrados como Irving Penn, Horst P. Horst, Peter Beard, Man Ray, Henri Cartier-Bresson, Bruce Weber, fotografía La fotografía brilla en la soleada California Una charla con David Fahey El galerista David Fahey © Robert Maxwell, Cortesía de Fahey/Klein Gallery, Los Angeles Steve McQueen en su Jaguar XK-SS, Mulholland Drive, Los Angeles (mirando sobre su hombro mientras conduce -pl. 84/85), 1962. © William Claxton. Cortesía de Fahey/Klein Gallery, Los Angeles

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Con frecuencia una de las tareasmás difíciles en relación con elcoleccionismo de fotografía es

encontrar una fuente fiable que nos ase-sore sobre los diversos aspectos del me-dio y los artistas. El coleccionismo defotografía –o de cualquier otra discipli-na- está estrechamente ligado a la exis-tencia de un nexo de confianza con elgalerista.

Según el informe Acerca del Colec-cionismo de Fotografía, publicado porla Asociación Internacional de Mar-chantes de Fotografía: “Tras unas cuan-tas visitas se desarrolla un sentido in-tuitivo sobre qué galerías y qué mar-chantes pueden satisfacer las propiasnecesidades”.

La elección puede verse influencia-da por el número de años que el mar-chante lleve en el negocio, su reputa-ción entre las galerías y coleccionistas,así como su sensibilidad para atendera las necesidades específicas y gustosde cada coleccionista.

Este mes compartimos con nuestroslectores las reflexiones de un galeristacuya experiencia abarca más de tres dé-cadas: David Fahey, fundador de laGalería Fahey Klein de Los Ángeles.

Su galería representa y expone fotó-grafos consagrados como Irving Penn,Horst P. Horst, Peter Beard, Man Ray,Henri Cartier-Bresson, Bruce Weber,

fotografía

La fotografíabrilla en la soleadaCalifornia

Una charla con David FaheyEl galerista David Fahey © Robert Maxwell,

Cortesía de Fahey/Klein Gallery, Los Angeles

Steve McQueen en su Jaguar XK-SS, MulhollandDrive, Los Angeles (mirando sobre su hombromientras conduce -pl. 84/85), 1962. © WilliamClaxton. Cortesía de Fahey/Klein Gallery, Los Angeles

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Allen Ginsberg, Tina Modotti, EdwardWeston, Herb Ritts, Leni Riefenstahl,Richard Gere, Annie Leibovitz, Sebas-tião Salgado, entre otros.

La revista American Photo incluyóa Fahey, con el número 20º, en la lis-ta de “Las 100 Personalidades de la Fo-tografía”. A lo largo de estas tres dé-cadas ha participado, ya sea como ven-dedor o intermediario, en operacionesvaloradas en 75 millones de dólares.Fahey, con quien Tenden-cias del Mercado del Artetuvo el placer de conver-sar, es actualmente vice-presidente de la Funda-ción Herb Ritts y pertene-ce al comité asesor del Mu-seo J.Paul Getty.

Este año celebra el 35º ani-versario de su galería. ¿Cómo naciósu interés por la fotografía? ¿Cómose convirtió en galerista?Siempre me interesó el poder de la fo-tografía y el cine. La comunicación en-tre individuos, instituciones y nacio-nes es lo que dirige e impulsa nuestrospequeños mundos individuales, asícomo el gran mundo en el que vivi-mos. ¡Comunicarse a través del arte esemocionante!. Uno puede tener unaexperiencia de esas que te cambian lavida al entrar en contacto con un ar-tista, un coleccionista o un conserva-dor de museo brillante y bien infor-mado. Yo sabía que deseaba formarparte de este mundo desde que eramuy joven.

Los Ángeles es, obviamente, el centrode la industria de la imagen en movi-miento por excelencia. Sin embargo,en relación con las imágenes fijas, du-rante muchas décadas otras ciudadescomo Nueva York, o incluso París, handisfrutado de la condición de ser con-sideradas como “meca” de la fotogra-fía. ¿Existe un mercado para la foto-grafía en Los Ángeles?Siempre ha existido un público muy ac-tivo interesado en la fotografía. Algu-nos de mis coleccionistas dieron sus pri-meros pasos en 1975 cuando comencéa trabajar en una galería. El Museo deLos Angeles County cuenta con un im-portante departamento de fotografía yrecientemente ha contratado a un nue-vo director, Britt Salvesen. El Museo J.Paul Getty no sólo atesora una de las co-lecciones de fotografía más valiosas deEstados Unidos, sino que recientemen-te ha inaugurado un nuevo Centro deFotografía y varias salas con 700 metroscuadrados de espacio expositivo. El in-signe filántropo Wallis Annenberg aca-ba de abrir el Espacio Annenberg parala Fotografía con un intenso calendariode eventos. Muchísimos amantes de lafotografía asisten regularmente a los ex-posiciones en estas instituciones y, dehecho, algunos de ellos se han conver-tido en coleccionistas nuestros. Además,la comunidad de Los Angeles Arts lle-va apoyando a una serie de galerías de

fotografía desde 1975.

¿Cuáles han sido los cam-bios más significativos ex-perimentados en el mer-cado de la fotografía enlas últimas tres décadas? El más importante ha sidoque el mercado ha creci-do espectacularmente am-

pliándose por todo el mundo. Los in-tereses de la mayoría de los jóvenes aco-modados y de los coleccionistas vete-ranos han gravitado hacia la fotografía.La mayoría de los particulares que em-piezan a coleccionar suelen decantar-se por la fotografía. La conciencia so-bre la importancia de la fotografía his-tórica y la contemporánea es común en-tre la mayoría de las personas que vivenen nuestro mundo visual de hoy. Enconsecuencia, debido al aumento delcoleccionismo, las obras de los grandesclásicos del siglo XX escasean, lo queimpulsa al mercado hacia nuevos y ex-citantes fotógrafos contemporáneos.

Entre su clientela, ¿qué porcentaje es

Burbuja sobre el Sena, Paris, Bazaar, 1963 © Melvin Sokolsky Cortesía de Fahey/Klein Gallery,

Los Angeles

“El coleccionismode fotografía ha

crecidobrutalmente en los

últimos veinteaños”

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de Los Ángeles? Y ¿cuál es extranje-ro?El 50% de nuestros clientes procedendel área de Los Ángeles, mientras queel otro 50% son del resto de EstadosUnidos, Europa y Asia. En general, el50% de nuestras ventas se producen através de internet. Hemos tenido unarespuesta muy favorable a nuestro si-tio web [www.faheykleingallery.com].

¿Qué áreas o géneros fotográficos des-piertan más interés entre sus clientes?A usted, como galerista, ¿qué es lo quemás le interesa?El interés por coleccionar fotografía seha disparado y ha aumentado la deman-da por todos los géneros. Existen co-leccionistas muy serios que compranfotografía de moda, fotoperiodismo, re-portajes, fotografía musical (Jazz y

Rock&Roll), deportiva, documentales,desnudos, paisajes, y fotografía contem-poránea. Exponemos y vendemos obrasde todos estos géneros tanto a nivel lo-cal como internacional. Como colec-cionista me interesan todos ellos aun-que mis favoritos son el fotoperiodis-mo y el reportaje.

¿Cómo funciona su gale-ría? ¿Cuántas fotos inte-gran sus fondos? ¿Cuán-tos artistas representa sugalería? Nuestra galería está espe-cializada en la fotografía como obra dearte, tenemos obras de todos los géne-ros firmada por los artistas más respe-tados. Contamos con un fondo de 4.500imágenes. Además de comisariar y mon-tar cada cinco semanas una nueva ex-posición, también exportamos entre 15

y 20 exposiciones anuales a museos einstituciones americanas y extranjeras.Nuestro equipo está formado por seispersonas que trabajan a tiempo com-pleto y tres que lo hacen a jornada par-cial.

Randee Klein Devlin y yo abrimosnuestra galería en 1986. En 1998, KenDevlin, quien comparte la pasión de suesposa Randee por la fotografía, se uniócomo copropietario y socio. En el 2005celebré mi 30º aniversario como gale-rista en Los Ángeles. Nuestra galeríavende fotografías contemporáneas quetienen una horquilla de precios que vadesde los 1.500 a 100.000 dólares asícomo raras fotografías de época de losmaestros del siglo XX valoradas entre3.500 y 750.000 dólares. El coleccio-nismo de fotografía ha crecido brutal-mente en los últimos 20 años. Los ré-

cords en subasta se suceden, y grandesmuseos e instituciones han creado oampliado sus departamentos de foto-grafía. ¡Estamos muy orgullosos de for-mar parte de este movimiento!

Como editores ¿cuáles han sido los vo-lúmenes publicados por la galería?

Hemos editado o coordi-nado la producción y re-dacción de numerosos li-bros sobre fotógrafos comoPeter Beard, Herb Ritts,Horst P. Horst, Sheila Metz-ner, Tom Baril, Bruce We-

ber, Sante D’Orazio, Peter Lindbergh,Jim Marshall, Mark Laita, Allen Gins-berg, Matthew Rolston, y Richard Gere,entre otros. La galería ha colaboradoen la producción de más de 50 publi-caciones sobre fotografía en los últimos25 años. A menudo hacemos coincidir

la publicación del libro con la exposi-ción del artista.

¿Cómo ha influido la era digital en lafotografía como objeto de colección?La edad clásica de la fotografía no que-da a nuestras espaldas ¡está aún por ve-nir!. La primera etapa, cuando todoslos fotógrafos utilizaban película, se tra-taba de explorar e inmortalizar el mun-do exterior. La siguiente fase, cuandolos fotógrafos adoptan fundamental-mente la tecnología digital, se trata dedescubrir el vasto mundo de las ideascreado dentro de nuestras mentes. Lafotografía digital amplía las oportuni-dades y los medios para crear una gamamuy amplia de imágenes diferentes.

¿Qué aconsejaría a quienes estén pen-sando en empezar a coleccionar foto-grafía?Ante todo, que coleccionen aquelloque le gusta. El coleccionista, en últi-ma instancia, tiene que ‘convivir’ consu compra, en su casa y en sus pare-des. Si la imagen que ha adquirido serevaloriza, ¡mejor que mejor!. Cierta-mente, si puede hacerse con la fotoque desea de un fotógrafo de renom-bre, esto es un plus añadido. Quieroanimar a que visiten regularmente lasgalerías y museos. Son las mejores es-cuelas para aprender. Además el co-leccionista novel debería empezar ha-ciendo acopio de libros o publicacio-nes sobre fotografía. Hay que leer so-bre la historia de la fotografía yfamiliarizarse con lo que está pasandoen la actualidad. Un género que toda-vía está infravalorado es el fotoperio-dismo y la fotografía documental. Aho-ra pueden adquirirse algunas de lasmás icónicas imágenes del fotoperio-dismo a precios muy razonables. Porejemplo, vendemos la fotografía Ni-ños vietnamitas huyendo de un ataqueestadounidense de napalm, de Nick Ut,ganador del Pulitzer de Fotografía.Esta foto, tomada en 1972 durante laguerra de Vietnam cuesta 3.000 dóla-res. Es una imagen estremecedora,además de ser una importante fotogra-fía histórica.

¿Hacia dónde cree que va la fotogra-fía?¡Es una gran pregunta!. Si hoy la foto-grafía es algo grande, mañana lo seráaún más. Todos formamos parte delmundo visual, y todas las formas de fo-tografía y cine se han convertido en unlenguaje universal que indica que se-guimos avanzando hacia una comuni-dad y una economía más global.

Rosalind Williams

Elefantes atravesando la hierba, Amboseli, 2008 ©Nick Brandt, Cortesía de Fahey/Klein Gallery, Los Angeles

“¡La edad clásicade la fotografía

está aúnpor venir!”

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grandes coleccionistas

“Me interesael arte que me irrita”

Harald Falckenberg

De izquierda a derecha: Georg Herold:What a life, 2004; Werner Büttner /Albert Oehlen: Apóstoles y Paisaje (Inn,Main, Po, Rhein), 1985; MartinKippenberger: Por mí, 1983; WernerBüttner: ¿Mi mujer lee y la tuya?, 1993.© Foto Egbert Haneke, Hamburg

Harald Falckenberg, empre-sario alemán nacido en 1943,es uno de los 200 mayores co-

leccionistas de arte del mundo segúnla última encuesta anual de la revistaArt News. Desde hace 15 años este ex-trovertido hombre de negocios ham-burgués (dirige una empresa de equi-pamientos para gasolineras), se inte-resa sobre todo por las manifestacio-nes artísticas más subversivas ytransgresoras, lo que le ha llevado areunir una excepcional selección de2.000 obras de artistas internaciona-les, desde la década de 1960 hasta nues-tros días sin restricciones de materia-les, medios ni formatos. Falckenbergexpone su colección en los espaciosrenovados de una antigua fábrica de6.500 m2 ubicada en Hamburgo-Har-burg, donde invita también a otros co-leccionistas a presentar una selecciónde sus adquisiciones (recientementelo hizo con la de Helga de Alvear).

A este doctor en derecho no le gus-ta cavilar sobre las razones que le em-pujan a coleccionar pero se brinda conentusiasmo a compartir su personalí-sima y atípica concepción del arte: “Elarte clásico como expresión de lo bo-nito, lo auténtico y lo bueno, o sea, elarte que remite a conceptos cristia-nos, nobles o burgueses no va conmi-go. Entiendo el arte como expresióndel espíritu de una época y de sus pro-cesos sociales y el artista como perso-na que tiene que hacer frente a la so-ciedad y a la política. Para mi el artees un discurso. Las artes plásticas com-paradas con la literatura o la músicatienen un carácter muy específico por-que ¡te permiten captar la esencia deuna obra de arte en fracciones de se-gundo!. Sin embargo, cuando se tratade libros o de música, debes concen-trarte en la obra durante más tiempo.Una obra de arte requiere desde elprincipio de la colaboración activa delobservador. Ésa es la diferencia” nosseñala el reputado coleccionista enconversación con Tendencias del Mer-cado del Arte.

¿Cuando empezó a coleccionar obrasde arte? Hay una célebre máxima que dice quese empieza a coleccionar cuando ya note queda espacio en las paredes de tupropia casa. Yo empecé a hacerlo en1994. ¿Por qué? No lo sé. ¡Eso debe-ría preguntárselo a un psicoanalista!.Supongo que es una especie de remi-niscencia de la infancia. Freud dijoque los niños necesitan ositos de pe-luche para superar la separación desus padres. Si creces sin hacerte adul-to, el coleccionismo, y especialmente

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“Evito el contacto directo con el artista”

“A los 50 años decidíreactivar mi vida con el arte”

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el de obras de arte, sirve para compen-sar las relaciones perdidas. Es algo psi-cológico. Sientes un vacío que quieresllenar con objetos. Desde luego la míafue una ‘crisis de mediana edad’ posi-tiva. Cuando cumplí 50 años decidíque no quería pasar el resto de mi vidasolo en la empresa o en el campo degolf sino que quería reactivarla con elarte.

¿Le interesaba antes de esto el arte?En mi época de estudiante incluso te-nía una colección, pero la dejé. Colec-cionar arte es algo diferente a visitarun museo, es moverse en otro nivel.Coleccionando relacionas el arte siem-pre con nuevas formas y conceptos.

¿Qué compra? ¿Lo que le ‘ enamoraa primera vista’ o busca a artistasconcretos?El ‘amor a primera vista’ es demasia-do romántico para mi. Me interesa elarte que me irrita, ¡incluso el que odio!.Esto me distingue de otros coleccio-nistas. En un segundo nivel tengo quevalorar la obra en cuestión. Para elloacudo a trabajos comparativos de otrosartistas o incluso del mismo autor. Hayque argumentar las diferencias. El artesiempre tiene que ver con el arte y sonlas famosas ‘pequeñas diferencias’ lasque convierten a una obra en algo im-portante o algo simplemente deriva-tivo.

¿Compra directamente a los artistaso en las galerías?Trato de evitar el contacto directo conel artista porque se pierde objetividad.Me resulta muy difícil decirle a un ar-tista que un trabajo no está logrado oincluso que no me gusta nada su obra.A un galerista, en cambio, puedo ma-nifestarle directamente mi opinión.Me es indiferente la situación perso-nal que tenga el artista. ¡Vive en unmundo diferente al mío! Lo que meinteresa es su debate con las cuestio-nes sociales y políticas y cómo se tra-duce esto en su arte.

¿Ha evolucionado como comprador/co-leccionista?¡Por supuesto! La capacidad para juz-gar, para razonar las diferencias, esohay que aprenderlo. Esencialmente sebasa en la experiencia. Si se fundamen-tara en la comparación, haría falta te-ner otras obras en la cabeza. Sino nose pueden confrontar. En este contex-to me resulta muy interesante visitar,acompañado de expertos, los espaciosde arte y pedirles que me señalen cuáles la mejor obra a su juicio. Nueve dediez apuntarán siempre a la misma.

“Me sientocomprometido con

el arte joven”

Ralf Ziervogel:Immobilie/Real estate,2004. ©Foto EgbertHaneke, Hamburg

Aparentemente eso se debe a una redde calificación que se desarrolla conel tiempo consciente y inconsciente-mente. A alguien puede no gustarlePicasso, ¡está en su perfecto derecho!,pero no puedes escapar de Picassocomo escala sobre la que también semiden obras nuevas. Las obras que nose dejan graduar sobre ningún patrón¡es mejor no tocarlas!

¿Qué piensa del mercado de arte ac-tual? ¿Se alegra de que algunas obrashayan vuelto a ser más asequibles?La evolución del mercado del arte nose puede desvincular de la del restodel mercado.

La depresión que tiene lugar en mu-chos mercados, y sobre todo tambiénen los mercados de lujo, se va a dejarsentir de forma retardada también enel del arte. Por el momento los precioshan bajado entre un 20% y hasta un30%. Eso repercute sobre todo en losdescuentos. Pero lo decisivo es que secompra menos. Si dura la crisis, y todoindica que va a ser así, en dos o tres añostendremos bajadas de precios masivas.Eso es sano porque permitirá que sevuelva a comprar a precios asequiblestambién a las figuras consagradas.

El aspecto negativo es que los cre-adores jóvenes lo van a tener muchomás difícil. El mercado se va a con-centrar en los valores ya consolida-dos. Por eso el arte moderno y anti-guo van a registrar una menor baja-da de los precios. En los últimos 5años, considerando el boom mundialdel arte, el mercado se había centra-do en la promoción especulativa devalores jóvenes. El valor de las obrascontemporáneas se multiplicaba enpoco tiempo. Los especuladores handesaparecido y con el bajo volumende ventas va a ser muy difícil, casi im-posible, estabilizar de nuevo al artejoven.

¿Tiene alguna vez dudas después deuna compra?¡Yo soy un mar de dudas! [se ríe]. Perono me importa. Significa que le dedicotiempo a la obra. Siempre hay que ana-lizar el contexto de una obra, que cam-bia constantemente. Poseo alrededorde 2.000, pero no llegan a 20 las queconsidero que fueron una compra to-talmente absurda. En eso soy muy to-lerante. ¡De alguna manera tengo queser transigente con mis propias estupi-deces!

300 artistas en buscade un coleccionistaAunque Falckenberg rehúsa dar nombres, susgustos se adivinan si echamos un vistazo a lanómina de creadores que integran sucolección: Vito Acconci, Franz Ackermann,John Baldessari, Philip-Lorca diCorcia,Fischli/Weiss, Günther Förg, MartinKippenberger, Robert Longo, Sarah Lucas, PaulMcCarthy, Otto Mühl, Albert Oehlen, NamJune Paik, Raymond Pettibon, Sigmar Polke,Richard Prince, Jason Rhoades, Martha Rosler,Paul Thek, Wolfgang Tillmans, Franz West,Emmett Williams, y Ralf Ziervogel, entremuchos otros.

“Si la crisisperdura,tendremosbajadas de

precios masivas”

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¿Se acuerda de todas las obras queposee? De hecho, sí. Llevamos un registroexacto y debido a las exposiciones ytraslados de los cuadros estoy en per-manente contacto con mi colección.También hago muchos préstamos amuseos y salas de exposiciones, queme obligan constantemente a reorga-nizar la exposición. Así que llevo uncontrol exhaustivo de las obras de los–¡por ahora!- 320 artistas de mi colec-ción.

¿Qué obras tiene en su casa?En mi casa, así como en las oficinas demi empresa, tengo muy pocas. Quie-ro reservar mi independencia, tambiénrespecto al arte.

Las obras están expuestas en la Fun-dación Falckenberg. ¿Cómo defini-ría su fundación? ¿Es un hobby, unalmacén o una plataforma para artenuevo?La colección es de mi propiedad. Sololas exposiciones temporales, tres o cua-

tro al año junto con otras coleccionesprivadas como la última con IngvildGoetz, de Munich, y exposiciones in-dividuales de artistas como Otto Mühl,Öyvind Fahlströms y Paul Thek, songestionadas por la Fundación.

En Art Basel ha presentado su últi-mo libro “Paul Thek: Artist’s Artist”.¿Cuándo empezó a escribir?Surgió de manera casual. En 2001 elperiódico alemán Frankfurter Allge-meine me pidió que escribiera un ar-tículo sobre la condición de coleccio-nista. A partir de ahí empecé a recibir

continuamente nuevos encargos y des-de aquel momento escribo sobre arte.A finales de 2007 compré dos edito-riales alemanas que se han especiali-zado en teoría del arte. El proyecto deexpansión de estas editoras será la ta-rea en la que volcaré mis esfuerzos enlos próximos años.

Desde hace diez años es presidentedel Círculo de Arte de Hamburgo yeste año ha recibido el Premio Art Co-logne al mejor coleccionista de Ale-mania. ¿Qué ha supuesto para us-ted?El Círculo de Arte de Hamburgo sefundó en 1817 y desde entonces apues-ta por el arte joven. Me siento muycomprometido con esta tradición. ElPremio Art Cologne se concede por elapoyo a la difusión del arte contempo-ráneo. Recibir esta distinción al igualque mis eminentes predecesores, meha alegrado mucho. Si la merecía o no,deben ser los demás quienes lo juz-guen.

Nadia Muenke

La autopista del arte El coleccionista alemán recomienda, a modode periplo artístico, visitar la región del sur deAlemania y Suiza. La ruta que va desdeFrankfurt hasta Zúrich cuenta con importantessalas de exposiciones, colecciones privadas yfundaciones. Colonia y Dusseldorf cuentan concélebres museos, así como y Berlín yHamburgo donde se localizan vanguardistascentros de arte contemporáneo.

De izquierda a derecha: ÖyvindFahlström, Blue Pool, 1968-69;Öyvind FahlströmSixteen Elements from “Chile 1”,1976/1989; y en al fondo tresobras de Arthur Köpcke.©Foto Egbert Haneke, Hamburg

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Como coleccionista mi motiva-ción principal ha sido la de co-nocer, aprender y evitar los

errores pero sobre todo poseer pie-zas que ‘me hablen’. Constituir unacolección de calidad dentro de la in-mensa variedad que ofrece el arte tri-bal” nos descubre el coleccionistaPierre Moos, director de la revistabelga Tribal Art y también propieta-rio de la más afamada feria de artetribal del mundo Parcours des Mon-des que adquirió hace dos años a sufundador, Rik Gade-lla, con el objetivo deconsolidar a Paríscomo sede principaldel ‘mundo del artetribal’.

Moos es un triun-fador hombre de ne-gocios que hizo su for-tuna con la empresaIleos, un gigante dela industria de la pa-quetería y el emba-laje de lujo. Hace másde treinta años co-menzó a adquirir artetribal, fundamental-mente antigüedadesafricanas aunque enlos últimos tiempos haya ampliado elabanico incluyendo arte de Oceanía,en particular de Nueva Irlanda. Sumagnífica y ecléctica colección com-prende no sólo cuatro centenares de

piezas de arte tribal sino tambiénobras de arte moderno, entre ellas,exquisitos dibujos cubistas, libros so-bre las vanguardias rusas, y curiososobjetos de baquelita, un tipo de plás-tico comúnmente usado durante el

periodo Art Decópara confeccionar ra-dios, teléfonos y fi-gurines.

“En 1962 viajé porrazones profesiona-les a Costa de Mar-fil. Fue mi primeraexpedición a África.Allí trabajé con un jo-ven marfileño que mellevó a visitar el po-blado del que era jefesu padre. Tras una ce-remonia, me obse-quiaron con una más-cara que conservé yque aún hoy sigue for-mando parte de mi

colección. Debo admitir que a mi re-greso a Europa, me olvidé por com-pleto de aquella máscara que fue aparar al fondo de un armario. En aque-lla época mis intereses iban por otro

camino, empezaba a coleccionar artemoderno, en particular dibujos, so-bre todo cubistas y surrealistas. Pa-saron dos años hasta que volví a sa-car esta máscara del oscuro rincóndonde la había confinado y, de pron-to, cobró otro sentido. Pude percibirlos vínculos existentes entre ciertaspinturas cubistas y el arte africano.Este hecho me empujó a investigarhaciéndome con infinidad de librossobre este arte que me era totalmen-te desconocido. Debo admitir que nome atreví a entrar en una galería dearte tribal durante dos años por mie-do a quedar en evidencia. En aque-llos momentos, existían muy pocasexposiciones y marchantes especiali-zados, así que acudía a las salas de su-bastas, donde sentía que mi exiguoconocimiento podía pasar más des-apercibido” nos relata Moos.

¿A qué piezas de su colección se sien-te más unido?A aquellas a las que les hablo y meresponden. Pasé mucho tiempo conellas y estoy convencido de que a me-nudo me han aconsejado correcta-mente. Con el paso del tiempo, se haido produciendo una selección natu-ral de mis obras africanas aunquepara un coleccionista como yo siem-pre es muy difícil separarse de suspiezas, salvo, evidentemente, cuan-do esta despedida implica la adqui-sición de otra pieza que completa y

grandes coleccionistas

El coleccionistatotal

PierreMoos

El coleccionista Pierre Moos

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enriquece el sentido de mi colección.

¿Recuerda cuál fue el primer obje-to que compró? Mi primera compra, en una subasta,la hice en 1964 y fue una máscaraBaoulé por la cual debí pagar alrede-dor de 300 ó 400 francos (60 euros).

¿Cuáles son sus culturas y periodosfavoritos? Es extremadamente difícil hablar deperiodos dado que la mayoría de laspiezas importantes conocidas de arteafricano fueron realizadas entre fina-les del siglo XIX y principios del XX,a excepción de la región de Malí don-de se puede remontar al siglo XI. Po-seo la máscara más antigua del Ga-bón que data del siglo XVI, pero éstaes la excepción que confirma la re-gla. Estas evidencias conciernen alas piezas de madera, ya que existenen África piezas arqueológicas de ba-rro cocido con más de 2.000 años deantigüedad. Podemos interesarnospor un periodo, pero es más esencialsu estilo y procedencia, así como suutilización ritual. El objetivo de uncoleccionista debe ser hallar el esti-lo más bello del periodo más antiguo,lo que obliga a investigar durante mu-cho tiempo.

Hasta hace ocho años, me dediquéen exclusiva al arte africano. Tras 35años de estudios, averiguaciones y ad-quisiciones, tenía la sensación de queno me quedaba nada más por descu-brir. Impresión, por supuesto, falsa.Por analogía con mis pinturas surre-alistas, decidí interesarme por el arteoceánico para volver a experimentarla sensación de volver a descubrir ya equivocarse. Para acotar mi ‘buli-mia coleccionista’, opté por restrin-gir mi colección a una pequeña par-te de la Melanesia: Nueva Irlanda.Cada pieza de esta región es algo másque una escultura ya que generalmen-te los volúmenes están adornados decolores.

Aparte de arte tribal ¿coleccionaotras cosas?Sí. ¡Me apasiona todo! Coleccionotambién arte moderno, principalmen-te de los periodos entre 1915 y 1940.También soy un enamorado de lasvanguardias rusas; logré formar hacetreinta años una colección de cuadrosy libros de la que me desprendí haceocho años para volcarme en mi pa-sión por Oceanía, aunque todavía con-servo algunos libros y cuadros valio-sos. También he reunido una singu-lar colección de objetos de baqueli-ta (fichas de casino, radios, televisiones,

ceniceros, encendedores, teléfonos,etc.).Volviendo al arte pictórico, y en con-creto a la abstracción, colecciono tam-bién textiles Nazcas (Perú). He lo-grado atesorar unas sesenta piezas degran valor, una clara manifestaciónde la abstracción del arte de los Naz-cas, una cultura que floreció mil añosantes que Kandinsky, Malevitch, Mon-drian... También me apasioné por unpintor cubista mexicano, Ángel Zá-rraga, que junto con Diego Riverapintó en París entre 1907 y 1916 in-tensos cuadros cubistas, aunque suobra sigue siendo desconocida. Porese motivo he decidido editar un ca-tálogo razonado y una importante mo-nografía sobre él.

¿Cómo ha evolucionado el arte tri-bal en términos de mercado y de re-conocimiento artístico en Occiden-te?Suele hablarse de arte ‘no-occiden-tal’ para describir el arte tribal. Sureconocimiento artístico en Occiden-te se remonta a principios del sigloXX. En esa época sus únicos colec-cionistas eran los artistas; es, por tan-to, un mercado reciente fuertemen-te vinculado a las aventuras colonia-les, principalmente de Francia y Bél-gica, pero también de Inglaterra,España, Portugal y Alemania.

El mercado de los coleccionistas yde los museos puede clasificarse endos. Por un lado Europa, y por otro,Estados Unidos. La capital interna-cional del mercado de arte tribal esParís, seguida de Bruselas. La inau-guración del museo del Quai Branlyparisino confirmó y subrayó la pre-dominancia francesa. Hoy en día elmercado funciona como un circuitocerrado ya que todas las piezas im-portantes no se encuentran en sus pa-íses de origen, sino en Europa y Es-tados Unidos.

Existen en el mundo 80 galeríasde arte tribal (60 en Europa y 20en Estados Unidos). Si se consideraque en un solo edificio del barrio de Chelsea en Nueva York hay 80 ga-lerías de arte contemporáneo, pode-mos constatar que la rareza es la notadefinitoria de este mercado. El tra-bajo de los marchantes ha sido fun-damental ya que han sido los descu-bridores y transmisores. ¡Sin ellos, no habría coleccionistas!. La exposi-ción que realizamos en septiembredel 2009 durante el certamen Par-cours des Mondes, titulada Regardsde marchands, muestra la huella quedejaron estos marchantes en el artetribal.

“Poseo la máscaramás antigua de

Gabón que data delsiglo XVI”

“No existenespeculadores en el

arte tribal”

“Mis piezas me‘hablan’ y a menudo

me aconsejan”

Nazca: tejido Nazca, 700-1000 a.C.

Galoa: Máscara de Gabón del siglo XVI.Colección privada.

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¿Ha afectado la crisis al mercadodel arte tribal?¡Naturalmente!, pero en menor pro-porción que el resto de segmentos,debido a la rareza de las piezas.

¿Quedan todavía piezas –de calidadmuseística- al alcance del compra-dor o están ya todas en los museos? Incluso hoy se pueden adquirir obrasmaestras a precios razonables. Losmuseos se benefician de reservas im-portantes, lo que no es el caso de loscoleccionistas. Recientemente fui tes-tigo de como un marchante madrile-ño (sin duda el mejor del mundo),vendía una obra maestra del arte Danal precio equivalente a un dibujo pe-queño de Matisse. De la misma for-ma, salas de subastas como Sotheb-y’s (París y Nueva York) ofrecen cadaaño una gran variedad en las que pri-ma la calidad y el conocimiento.

Usted dijo que el mercado del arteprimitivo es “más de coleccionistasque de especuladores”. ¿Cuál es elperfil del coleccionista?Efectivamente, no existen especula-dores en el arte tribal. Este tipo decoleccionistas nunca compran pararevender. Además son extremadamen-te discretos y suele ser difícil visitarsus colecciones privadas. La ausen-cia de especulación explica que elmercado sea más fuerte y se haya vis-to afectado por la crisis en menor me-dida en comparación con el resto demercados.

¿Se ha expoliado las culturas afri-canas por marchantes occidentalesinfrapagando la pieza? ¿Existe al-guna ley de Patrimonio para con-

servarlas en su lugar de origen?Las culturas africanas, tras haber su-frido duras agresiones por las guerrasétnicas, misionarios destructores y laoccidentalización, pudieron vendera través de las redes locales africanaspiezas a marchantes extranjeros. Huborealmente apenas unos diez marchan-tes que coleccionaron piezas in situ,un número realmente insignificanteen relación con el número de piezasque circulan en el mercado. Existenleyes para proteger el patrimonio perolo deseable sería, sencillamente, ¡quequedaran piezas para proteger!

Las falsificaciones disuaden a losnuevos coleccionistas. ¿Cómo pue-de tenerse la seguridad de que loque se compra es auténtico? Como en cualquier otro mercado re-lacionado con el arte (pintura, escul-tura, bibliofilia, mobiliario...), exis-ten falsificaciones, es decir, obras re-alizadas recientemente con la inten-ción de engañar imitando lascaracterísticas de las piezas antiguas.El único medio de asegurarse de queno estamos comprando copias es acu-dir a marchantes serios, responsables,que tengan los conocimientos ade-cuados y puedan aconsejar tanto a losnuevos como a los coleccionistas másveteranos.

Los marchantes están obligados aproporcionar al cliente un certifica-do de autenticidad que precise la pro-cedencia, las características físicas yla época de realización de la pieza.Este certificado compromete la res-ponsabilidad del anticuario.

¿Cómo nace la iniciativa de Parcoursdes Mondes?Parcours des Mondes, creado por RikGadella hace ocho años, se inspira enla filosofía de la feria Bruneaf que secelebra en Bruselas, y que fueron losprimeros en imaginar un paseo lúdi-co a través de galerías. Retomamosel Parcours des Mondes en el 2008para dinamizar e internacionalizar elconcepto.

¿Hay coleccionistas españoles queasistan a la feria?Sí, hay coleccionistas españoles queasisten y seguramente compran. Elaño pasado, la galería Arte y Ritualde Madrid, organizó durante el Par-cours des Mondes una maravillosa ex-posición (Gems) que suscitó elogiosunánimes por la calidad de las piezasexpuestas y su exquisita puesta en es-cena.

Vanessa García-Osuna

El artífice de un éxitoConocimos a Pierre Moos hace 12 años a través del editor de la revista Tribal Art -Alex Arthur- alcual nos unía un vínculo de amistad además de compartir el amor por las Artes Primeras. Surgióasí una relación con Moos, una de las más influyentes personalidades del área del arte primitivo,según nuestra opinión, ya que además de adquirir la revista y elevarla a altas cotas deprofesionalidad, compró también la feria Parcours des Mondes de París convirtiéndola en la mayormanifestación mundial del arte primitivo. Su competencia como relaciones publicas y artífice deeventos -como las exposiciones non profit que acompañan cada año al Parcours- han hecho deéste una cita obligada para los amateurs de todo el planeta. Su gran pasión le ha llevado aconstituir una valiosa colección con algunas obras maestras de diferentes regiones del mundo.Participamos en Parcours des Mondes desde sus comienzos y siempre con un gran entusiasmo yaque París se ha erigido en la capital del arte primitivo. Su nacimiento coincidió con un eventofundamental: la incorporación de ‘les arts premiers’ a las salas del Louvre con una selección de120 obras maestras. Esto, unido a la las grandes exposiciones oficiales organizadas porprestigiosas pinacotecas internacionales -Metropolitan, British, Moma, Fundacion Beyeler- y alascendente interés por parte, no sólo de coleccionistas tradicionales, sino de compradores de artemoderno y contemporáneo que descubrieron su importancia histórica y su potencial de inversión,originó una progresiva subida de los precios de mercado que culminó con la consecución derécords hasta entonces nunca imaginados.

Ana y Antonio Casanovas. Propietarios de la Galería Arte y Ritual.

“Se pueden adquirirobras maestras a

precios razonables”

“Sólo hay 80 galeríasde arte tribal en el

mundo”

“Las piezas másimportantes ya noestán en sus países

de origen”

Óleo de A. Zárraga. Colección Moos

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Alas afueras de París, en Fonte-nay sous Bois, tiene su estudioel escultor español José Subi-

rá Puig, desde hace varias décadas.Llegar hasta su casa, no es tarea fácily menos un día de nieve e intenso fríode invierno. Una vez en la entrada, su-bimos una ancha escalinata. Nos abrela puerta el escultor, pequeño de es-tatura, con las manos en los bolsillos yunos grandes bigotes. El porte con-trasta con lo que hallamos a continua-ción, unas monumentales estatuas demadera en una sala inmensa que másparece un hangar. En el centro, unaestufa de color negro a la que nos acer-camos para calentarnos las manos.

Subira Puig es hombre de pocas pa-labras. Quizá a raíz del grave acciden-te de carretera que sufrió en 1993. De-trás de sus gafas, refleja una miradaexpresiva e inteligente. Al poco tiem-po, me conduce hasta una habitacióndiminuta, tapizada por un sinfín de es-culturas de mediano y pequeño tama-ño. Como si me hubiera metido en unacripta religiosa, se respira un ambien-te espiritual que me recuerda al arterománico. No por nada José SubiráPuig nació y estudió en Barcelona, ciu-dad que alberga el museo de Mont-juïc, uno de los más importantes delmundo en arte románico, hasta que en1954 el escultor decidiese instalarseen París.

Veo personajes estilizados, cabezaserguidas, animales, que miran con ele-gancia y armonía en sus formas. Meconquistan los colores, el olor de lamadera, la suavidad de sus curvas. Todoa mí alrededor es belleza. Sus equili-brados volúmenes también nos acer-can al arte de Gaudí. Asimismo, Espa-ña está presente también en la sobrie-dad de sus composiciones y su aparen-te simplicidad. Sus exposiciones siemprehan estado a caballo entre los dos pa-íses, en donde ha cosechado éxito y ad-miración por su originalidad como ar-tista que no se ha dejado dominar porla moda. El escultor habla con insis-tencia de la importancia del ensimis-mamiento del artista, a la hora de con-cebir su obra.

En 1938, con apenas 14 años, JoséSubirá-Puig elige el arte de la made-ra como asignatura en el curso noc-turno en la Escuela de Bellas Artes yOficios de Barcelona. Material quese convertirá en pasión exclusiva.¿Cuándo se dio cuenta de que la ma-dera podía esconder una obra de arte? Rápidamente, fue una necesidad el darcuerpo a un sentimiento de hallazgo.Como escultor, es necesario sentir esedominio en la materia que he escogi-

do. La madera, su materia, su olor, sucolor, su textura son elementos esen-ciales.

Después de haber seguido diversasformaciones, Bellas Artes, prácticasen el estudio de escultores como J.Ros, o Enrique Monjo, ¿dónde con-sidera que está la escuela de un es-cultor de maderas: en un taller deebanista o en una escuela de BellasArtes?La única escuela de mi trayectoria deescultor es mi taller que utilizo comoun laboratorio de búsqueda.

Usted viene de una familia de músi-cos, su padre le matriculó muy jovenen el conservatorio mientras ustedasistía a clases nocturnas de arte,¿piensa que la música está presenteen su arte?Muy probablemente en la sensibilidadse encuentran música y escultura.

En 1954, después de una primera es-tancia en París en la que conoció aVieira da Silva y Arpad Szénès, tam-bién viaja por Italia ¿Qué es lo quele hizo instalarse definitivamente enParís?España se encontraba en una postgue-rra muy dolorosa y además con unavida cultural inexistente. A mi llegadaa Francia, aprecié la dinámica de lasmúltiples manifestaciones artísticas lo

que me produjo un gran entusiasmopara trabajar.

¿De haberse quedado en Cataluña,hubiera tenido su arte esta misma tra-yectoria?Es muy posible que no. Las influen-cias exteriores tienen una dominanteimportante en mi obra, pero creo quenunca he perdido el aporte románicoque he tenido durante toda mi juven-tud en Barcelona.

¿Ha sentido usted nostalgia de su tie-rra?Naturalmente, la nostalgia aparececuando hay un abandono total de usos,costumbres y lengua y faltan los apo-yos morales necesarios y espirituales.Tal y como lo vivo yo mismo.

Como usted, muchos fueron los ar-tistas extranjeros que emigraron aFrancia. De su generación encontra-mos a Xavier Valls, Gómez-Pablos,José Canés, Xavier Vilató ¿Podemoshablar de amistad fraternal entre losartistas españoles de la Escuela deParís?El español tiene mucha personalidad,pero la amistad estaba siempre pre-sente y se manifestó en muchísimasocasiones. Por ejemplo, nos encontrá-bamos regularmente en las inaugura-ciones de los artistas españoles en Fran-cia, donde nadie faltaba nunca.

En 1966, se exponen sus esculturasen la famosa galería “Cahiers d’Art”de Yvonne y Christian Zervos, en laRue du Dragon. Gracias a esta pare-ja, Cahier d’Art es la galería y la re-vista de Picasso, Braque, Miró, Le-ger, Matisse, que participaron en laconservación de las obras de arte dela Republica española amenazadaspor la guerra civil. Allí usted conoceal poeta René Char a quien le uniráuna gran amistad. ¿Nos puede hablarde ese encuentro?Conocí a René Char en la Galería Ca-hiers d’Art donde hice mi primera ex-posición en París. El pintor Luís Fer-nández con quien había trabajado ami llegada a París, me lo presentó. Elpoeta apreció mi labor, me organizóesta exposición junto con los Zervoscon el tema “le Bestiaire” y quiso darun título a cada una de mis obras. Laexposición tuvo un éxito inesperadopara un joven escultor. Se inició unproyecto para ilustrar poemas suyos.Desgraciadamente, no pudo realizar-se por la desaparición de los Zervos,editores de René Char también. El po-eta me escribió un poema muy bello“José Subirá Puig / escultor / He aquí

entrevista

JoséSubiráPuig

Un hijode los

árboles

“La nostalgia aparececuando faltan

los apoyos morales yespiritualesnecesarios”

“Mi escuela hasido mi taller”

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un hijo de los árboles, / ensambladorde duelas, / que hacia nosotros vuelve/ desde el naufragio del arca / desde elrayo de Hiroshima.

Sus esculturas se construyen desdedentro. El espectador siempre sientecuriosidad por descubrir ese interioroculto que permite ensamblar las di-ferentes piezas de madera. ¿Tiene laobra en mente antes de su composi-ción? ¿Piensa en la próxima escultu-ra antes, mucho antes de realizarla ocuando ya está con los elementos enlas manos?El trabajo es la base en escultura y labúsqueda su realización. No importala forma que tiene la materia en su ini-cio, únicamente en densidad. Mi téc-nica es muy personal, no trabajo la ma-dera en el árbol, sino por los elemen-tos, cada uno escogido y asimilado deforma individual. No siempre piensoen la próxima obra con los elementospreparados con mucha antelación. Em-piezo cuando el dibujo mental está muypreciso y me invade el frenesí de lacreación.

¿Podemos hablar de satisfacción cuan-do finaliza una de sus obras, o es us-ted de los artistas que experimentauna actitud de crítica, de insatisfac-ción?Hay dos situaciones que se presen-tan casi siempre: terminada la obra,me encuentro satisfecho, contento,feliz. Un lapso de tiempo más tarde,

me ocurre todo lo contrario. No lapuedo soportar y la dejo un momen-to para que “madure” y pueda acep-tarla. También destruyo mucha obra.Supongo que inconscientemente to-das mis obras tienen coherencia enmi visión creativa. No obstante cuan-do empiezo otra obra, siempre estoyseguro de que ésta, al fin, será mi obramaestra.

Usted es uno de los escultores másoriginales hoy en día. Su visión delmundo, su concepción, son tambiénde una armonía sin igual. ¿A qué ar-tistas se siente más próximo?Los años pasan y los puntos de vistacambian. Prefiero acogerme a ciertosmovimientos o estilos que perduran.Como ya se ha dado cuenta, el Romá-nico ha quedado siempre para mí enprimer lugar; su austeridad, el ritmocallado de sus personajes, y su poten-cia expresiva son, en mi obra, funda-mentales.

Ya que las láminas de madera reco-gen la luz, y crean sombras, es evi-dente que la luz y las sombras tienenun sentido en su obra, como teníanlos huecos en las esculturas de PabloGargallo. ¿Busca usted ese juego de

luz y sombra o aparece de forma ca-sual?El hecho de trabajar exclusivamentela madera como elemento, me permi-te dejar ciertos entreluces que seránsometidos a la forma total de la escul-tura.

¿Y el color? Una vez lo empleó en susesculturas que realizó al inspirarseen los bodegones de la obra de Mo-randi. ¿Han existido otras obras su-yas en color, o fue sólo una experien-cia momentánea?El color me interesó en su momento.Aparece en mi obra para acentuar lasestructuras interiores que crean el es-pacio interior-exterior. Aparte de es-tos bodegones que realicé a finales delos años 90, la verdad es que mi obrarecoge sólo los colores que ofrece lamadera.

¿Qué consejos daría a un joven es-cultor?Sólo dos. El entusiasmo y la labor.

¿Puede hablarnos de sus proyectosartísticos para el 2010?Por supuesto. Voy a realizar una expo-sición personal en el Museo Goya deCastres, en primavera. Este Museo esuno de los más significativos en Fran-cia para nosotros ya que contiene, des-pués del Museo del Louvre de París,la más importante colección de arteespañol en Francia.

Jacinta Cremades

“Siempre creo que laúltima será mi obra

maestra”