formación de las relaciones feudales

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las causas del surgimiento feudal.

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Formacin de las relaciones feudales

Las relaciones feudales en los pases de Europa occidental comenzaron a formarse mucho antes de la cada de la zona oeste del Imperio romano. La conquista de Roma aceler este proceso y aument la diferenciacin de clase en las tribus germnicas; se destac de stas una capa superior que, apoderndose de las tierras conquistadas, avasall paulatinamente a la poblacin campesina hasta entonces libre. La propiedad feudal de la tierra fue la base del feudalismo en desarrollo. Hacia los siglos IX y X, la mayor parte de la poblacin trabaja-dora libre de esos pases sufra ya la dependencia feudal (mejor dicho, prxima a la servidumbre). Al mismo tiempo se form la estructura jerrquica, tpica del feudalismo, de la propiedad territorial, en la que los propietarios de la tierra, unidos entre s por relaciones de vasalla-je, se dividan en rangos, de superiores a inferiores, de conformidad con su podero econmico y poltico. Marx y Engels hicieron notar que la estructura jerrquica de la propiedad territorial, y el sistema, relacionado con sta, de las milicias armadas, dieron el poder a la nobleza sobre los campesinos. Calificaron el rgimen feudal como una ... asociacin dirigida contra la clase oprimida y productora.

Una de las peculiaridades de esta asociacin es la vinculacin directa entre la propiedad de la tierra y el poder poltico, consistente en que el propietario, en mayor o menor grado, ejerce el poder sobre la poblacin de su posesin y, ante todo, sobre la clase avasallada y productora, la de los campesinos siervos. Todo un sistema de instituciones polticas, jurdicas y otras, del rgimen feudal, que respondan a las concepciones de los feudales, refrendaba el poder de stos sobre los campesinos. Las normas del derecho feudal, que eran las del ms fuer-te, un derecho de puo, consolidaban los privilegios de los feudales, legalizando su arbitrariedad con los campesinos sojuzgados. Las teoras polticas y jurdicas de la sociedad feudal de Europa occidental traducen la lucha de clases entre los feudales y la masa trabajadora por ellos explotada, as como tambin la que exista entre los diversos sectores dentro de la clase dominante, principalmente entre los feuda-les seculares y los eclesisticos.

La doctrina de la Iglesia Catlica.

La religin la doctrina de la Iglesia catlica fue la ideologa dominante de la Europa occidental medieval. Sobre sus dogmas se construyen tambin las teoras polticas de ese perodo. Engels hace notar que lo nico que haba quedado del desaparecido mundo antiguo era el cristianismo y algunas ciudades, medio destruidas, que haban perdido su anterior civilizacin. Consecuencia de ello como no poda ocurrir de otro modo en aquella etapa de desarrollo fue el monopolio de los sacerdotes sobre la educacin, con lo que sta adquiri un carcter predominantemente teolgico. El dogma de la iglesia era al mismo tiempo axioma poltico, y los textos sagrados tenan fuerza de ley en todos los tribuna-les. Aun despus de crearse el oficio independiente de los juristas, la jurisprudencia permaneci bajo la tutela de la teologa. La Iglesia presen-taba la sntesis y confirmacin ms generales del rgimen feudal existente. La religin cristiana fue utilizada ampliamente en el Medievo para justificar la explotacin feudal, propagar el oscurantismo y fundamentar la arbitrariedad y la violencia. La oposicin revolucionaria contra el feudalismo se manifiesta a travs de toda la Edad Media. Segn las circunstancias aparece como misticismo, hereja abierta o insurreccin armada. En la historia de las teoras polticas y jurdicas, se pueden distinguir tres perodos. Durante el perodo de formacin de la sociedad y del Estado feudales etapa del fraccionamiento feudal predominan las teoras teocrticas, que dan una justificacin teolgica a ese rgimen, y que traducen las pretensiones de los papas al dominio mundial. En contra de la clase dominante se manifiestan las herejas de los valdenses, cataros, albigenses y otros. En cambio, durante el perodo de la monarqua representativa de castas y de desarrollo de las repblicas urbanas (siglos XIV al XVI), aparece una serie de teoras que, en diversos grados, traducen la aspiracin a liberarse de la tutela de la Iglesia; hacen una aguda crtica de las teoras de los tecratas (Marcelo de Padua, Dante, los jurisconsultos medievales y otros). La lucha por el poder entre los feudales se-culares y los eclesisticos se acenta, expresndose en la polmica entre los escritores que tratan de justificar las pretensiones papales al dominio mundial, y los partidarios de los feudales seculares, que defienden la independencia y la primaca del poder secular. Estas modificaciones en la ideologa poltica de la Edad Media fueron determinadas por los cambios sustanciales que se operaron en la base de la sociedad feudal. El desarrollo de las relaciones mercanca-dinero en el curso de los siglos XIV al XVI re-quera inevitablemente la superacin del fraccionamiento feudal y el consiguiente acrecentamiento del poder de los monarcas medievales. Esto, como es natural, implicaba la ms enrgica pro-testa contra las pretensiones de la Iglesia catlica romana al dominio mundial, por cuanto fue ella la que apoy las guerras intestinas feudales en beneficio de sus propios intereses.

En ese perodo se agrava tambin la lucha de clases entre los feudales y las masas trabajado-ras. El aumento de las relaciones mercanca-dinero trajo el crecimiento de las necesidades de los feudales, quienes extremaron la explotacin de los trabajadores. El desarrollo del comercio y de los oficios, y el desenvolvimiento mayor de las ciudades crean condiciones favorables para la lucha de stas contra los feudales, a consecuencia de lo cual, en unas circunstancias se constituyen en repblicas urbanas independientes, y en otras, slo conquistan la libertad para sus habitantes y la autoadministracin. En el terreno ideolgico, la lucha de los trabajadores contra los feudales se expresa, como en el perodo precedente, en las herejas, entre las cuales cabe destacar, especialmente, la de Wycliffe, los lolardos, y la de Jan Hus y los husitas. Finalmente, durante el perodo de la desintegracin feudal, cuando en el seno de su sociedad comienzan a formarse las relaciones burguesas de produccin, se inicia el proceso de acumulacin primitiva de capital, se constituyen las fu-turas clases fundamentales de la sociedad capitalista y se crean las naciones y los Estados centralizados; la burguesa promueve sus propios ide-logos, que, en mayor o menor grado, se apartan de la concepcin religiosa del mundo y se dedican a elaborar la concepcin jurdica peculiar de esa clase (ver ms adelante cap. VIII).

Las teoras teocrticas: el papa Gregorio VII, el reinado de Federico Barbarroja, la teora del Sol y de la luna, el papa Inocencia III

Un rasgo caracterstico de estas teoras es la tendencia agresiva, traducida en las aspiraciones de sus representantes, de hallar una fundamentacin terica para las pretensiones de la Iglesia catlica romana y de los papas, al dominio mundial. Estas tendencias se manifestaron con especial agudeza en los siglos XI y XII. A partir de la segunda mitad del siglo X, apoyndose en su podero cada vez ms acrecentado, la Iglesia catlica romana dirige sus esfuerzos a suprimir la dependencia del clero con respecto al poder secular, a subordinar toda la sociedad a aqul, y a establecer la autoridad papal ilimitada, tanto en los asuntos eclesisticos como en los seglares. Anteriormente, la clase sacerdotal catlica romana, para justificar su pretensin a la supremaca, invocaba el hecho de haber sido fundado el obispado romano, segn decan, por el propio apstol Pedro, al que Cristo, fundador mitolgico de la religin cristiana, habra dicho: T eres Pedro (en griego, roca, piedra), y sobre esta piedra crear mi Iglesia, y las mentiras del infierno no la vencern. Pero, con el correr del tiempo, este argumento result insuficiente, y los papas comienzan a recurrir a otro, sin tener escrpulos en valerse de documentos apcrifos. Las invocaciones histricas sirvieron de fundamentacin para el ulterior desarrollo de teoras relativas al dominio de la Iglesia sobre el Estado secular, de la luz sobre el reino de las tinieblas, teoras expuestas en el sistema filosfico de Agustn. Se formula, al mismo tiempo, la teora de las dos espadas, es decir, segn ellos, que Cristo habra entregado dos espadas al soberano eclesistico, quien, a su vez, entrega una al soberano secular, por lo cual aqul tiene supremaca sobre ste. En la teora referente a las llaves, recibidas por el apstol Pedro, y con las que ste cierra y abre el cielo, se expresan las pretensiones papales al derecho de deponer a los emperadores, por cuanto los papas se consideraban, al principio, como sucesores de ese apstol. La idea de la supremaca del poder papal hall clara ex-presin en las Actas del papa Gregorio VII, en las que se proclama que slo el obispo de Roma es ecumnico, y puede destituir y nombrar a todos los obispos, promulgar estatutos, instituir jerarquas. Es el nico en el mundo que se denomina Papa y derroca a los emperadores. Ningn conci-lio puede llegar a ser ecumnico sin su permiso, ni ningn libro reconocido como cannico. Nadie puede abolir sus resoluciones, salvo l mismo. Nadie es juez para l. Puede liberar a los sbditos de sus juramentos a los soberanos. Es natural que esas pretensiones encontraran una fuerte resistencia de parte de los emperadores germnicos y dems monarcas. En los enfrentamientos con stos, de manera hipcrita, la Iglesia pretende presentarse como la nica defensora del pueblo, apelando a ste y llegando hasta proclamar la idea de la soberana del mismo. Algunos representantes de las teoras teocrticas se pronunciaron, incluso, en favor del derecho del pueblo a las rebeliones y al regicidio. Tal es, por ejemplo la teora de John Salisbury, escolstico ingls (siglo XII), quien consideraba completamente legtimo el asesinato de un tirano. La Iglesia segn la teora del Sol y de la Luna se compara a s misma con el Sol y al Estado con la Luna, que recibe su luz del primero. El oro del poder eclesistico se contrapone al plomo del secular, o el da del poder clerical a la noche del poder imperial. Sobre esta base, se afirma que el papa tiene derecho a nombrar soberanos. Estos son elegidos por dios, pero por intermedio de los sacerdotes, lo cual se traduce en el acto simblico de la bendicin y uncin de los reyes. Todos los razonamientos de los partidarios papales, acerca de los derechos del pueblo, y sus invectivas contra los tiranos, muestran que los representantes de las teoras teocrticas se valan hbilmente, para sus fines, del descontento de las masas trabajadoras contra la opresin de las autoridades seculares y trataban de presentarse como defensores del pueblo en contra de la violencia y arbitrariedades de los tiranos. En realidad, el Papa y todo el clero repriman implacablemente todos los movimientos que surgan entre las masas trabajadoras, si estaban dirigidos contra la explotacin feudal. Los papas aplastaban tambin la aspiracin de autonoma de las ciudades. As, por ejemplo, Inocencio III (1198-1216), bajo cuyo pontificado alcanz la Iglesia su ms alto podero, castig sin piedad a las ciudades italianas que intentaban defender su independencia. Este papa, de quien el rey ingls Juan Sin Tierra se reconoci vasallo, comenz a llamarse, no solamente representante del apstol Pedro, sino del propio Cristo. Dirigi e inspir las guerras europeas de ese tiempo y organiz una campaa contra la hereja albigense, especialmente peligrosa para la clase dominante. 3Tambin los partidarios de los feudales seculares recurrieron a argumentos basados en la Sagrada Escritura. As, el obispo Waltram de Naumburg afirmaba que dios haba establecido dos poderes independientes que deben ayudarse mutuamente. El apstol Pablo, segn dice Waltram, denomina servidor de dios al prncipe, el cual no en vano lleva la espada. La sancin a los delincuentes no corresponde, pues, a los servido-res de la Iglesia, sino a los prncipes. Tambin los feudales seculares y sus partidarios, en su lucha contra los papas, tenan su propia teora de las dos espadas, segn la cual stas habran sido entregadas al Papa y al Emperador simultneamente. Este pensamiento se encuentra tambin en uno de los monumentos legislativos del siglo XIII, el Espejo de Sajonia. Durante el reinado de Federico Barbarroja, los jurisconsultos, que llegaron a ser sus consejeros ms allegados, le adjudicaron el poder y el derecho de propiedad sobre todo el territorio del Estado. Justificaron esas pretensiones mediante los preceptos del derecho romano, que fundamentaba jurdicamente el poder ilimitado de los csares. Apareci una teora que afirmaba que los emperadores eran los herederos de aqullos. En el siglo XII, algunos telogos llegan a una conclusin ms radical an y consideran que los obispos de un Estado deben subordinarse al soberano, como los hijos al padre, no por naturaleza, sino para mantener el orden, para conservar la unidad (Hugo de Fleury). Pero la protesta contra la Iglesia catlica romana encuentra su expresin, de manera especialmente aguda, en las herejas.

Las Herejas en los siglos XI al XIV

El descontento por las normas existentes y, sobre todo, por el dominio de la Iglesia catlica adquiere amplias proporciones y recibe su expresin ideolgica, principalmente, en diversas teoras religiosas, contrarias a sus dogmas, las llamadas herejas. Engels seala que en las condiciones del rgimen feudal, ...todo ataque general contra el feudalismo deba primeramente dirigirse contra la Iglesia, y que todas las doctrinas revolucionarias, sociales y polticas, deban ser en primer lugar herejas teolgicas.

Engels distingue tres clases de herejas, de acuerdo con su contenido de clase. Las herejas dice expresaban la reaccin de los pastores patriarcales de los Alpes contra el feudalismo invasor (los valdenses); por otra parte, la oposicin de las ciudades emancipadas del feudalismo (los albigenses, Arnaldo de Brescia, etc.); final-mente, la insurreccin directa de los campesinos (Juan Ball). Desde el siglo XI hasta el XII, la hereja ms extendida fue la de los cataros (los puros). Anloga hereja obtuvo primeramente una amplia divulgacin en los pases eslavos, en Bulgaria y Servia, donde sus partidarios se llamaban bogumilos.

Estos rechazaban la propiedad privada, se manifestaban en contra de la explotacin de los trabajadores por los feudales seculares y eclesisticos, y negaban la jerarqua de la Iglesia. Aspiraban a restaurar el rgimen de las primeras comunidades cristianas; respondan a los intereses de los campesinos sojuzgados por los feudales blgaros (boyardos y clero). La base filosfica de su teora fue la idea de la lucha entre la divinidad y el diablo. Desde Bulgaria, esta teora se extendi, no solamente a lo largo de toda la pennsula Balcnica, sino tambin mucho ms all de sus fronteras. En el Occidente se form la hereja de los cataros. En la Rus surgi la secta de los strigolnikki (ver ms adelante cap. VII), que, en sus concepciones, coincidieron mucho con los bogumilos. La vasta envergadura de este movimiento testimonia que tena un contenido social definido: la protesta de las masas trabajadoras campesinos y artesanos contra la explotacin feudal. A este movimiento se adhirieron tambin los comerciantes, as como alguna parte de los caballeros. Los cataros tenan diferentes nombres: en el sur de Francia, se llamaban albigenses (por la ciudad de Albi, su centro); en Lombarda, humiliatos (de Humilia), a veces cataros o catarenos (andrajosos), y en Alemania, ketzer (herejes).Los Cataros

Los cataros eran contrarios a la Iglesia catlica y predicaban que el Papa era representante, no de Cristo, sino de Satans. Afirmaban que aqulla se haba hundido en extravos y pecados.

No slo se oponan a la Iglesia, sino tambin a una serie de rdenes del Estado: el servicio militar, la pena de muerte y, en general, a todo derramamiento de sangre. Hasta el matrimonio y la familia eran interpretados como engendros del mal. El papa Inocencio III organiz contra ellos, en el sur de Francia (albigenses), una cruzada (1209-1229), por ser esta teora muy peligrosa para la clase dominante. El movimiento hertico de los valdenses (llamados tambin desheredados lyoneses) surgi a principios del siglo XII y se dio el nombre por el de Pedro de Valdo, mercader de Lyon que haba distribuido sus bienes entre los pobres y predicaba la humildad y el arrepentimiento. Esta teora, surgida entre los pastores alpinos, se divulg tambin despus entre la parte ms pobre de la poblacin urbana. Negaban el Estado Y toda la doctrina de la Iglesia. Hubo entre ellos un cisma y la parte ms radical se fusion con los cata-ros. En el siglo XII tuvo lugar en Roma una rebelin de las masas ms pobres de la zona urbana contra el poder papal. La encabezaba el monje Arnaldo de Brescia, quien predicaba la vuelta a los hbitos de la Iglesia cristiana antigua, a la humildad apostlica, y propona despojar al Papa de todo poder secular. Como resultado de esta rebelin, el Papa fue privado de dicho poder y se estableci la repblica. Sin embargo, la parte noble de la poblacin urbana, aterrorizada por la envergadura del movimiento entr en una componenda con el Papa y acudi al emperador Federico Barbarroja para recabar su ayuda. El movimiento finaliz en un fracaso. El emperador, prfidamente, tom prisionero a Arnaldo, entregndolo al Papa para que lo castigara. En su calidad de hereje, termin en la hoguera. Las herejas aparecieron primeramente en las ciudades, extendindose despus tambin entre la poblacin rural. As, por ejemplo, en el norte de Italia estall una rebelin campesina (1302-1307), encabezada por el hereje Fra Dolcino, sucesor del artesano Segarelli, que haba fundado la secta hermanos apostlicos en Parma (alrededor del ao 1260). Dolcino enseaba que las bases del mal son la propiedad y la riqueza, exiga la implantacin de la comunidad de bienes, el aniquilamiento del clero y la represin violenta de los pudientes, con lo cual, as lo supona, instaurara el reino milenario de la justicia, en el que no habra propiedad ni desigualdad.

Las herejas en los siglos XI al XIV, fueron una especie de relampagueo que anuncia llegada del poderoso y terrible movimiento contra el catolicismo del siglo XVI, la Reforma. De las profundas huellas que han quedado de los movimientos herticos del siglo XIV, cabe destacar el movimiento de Inglaterra que, cronolgicamente, coincidi con la rebelin campesina encabezada por Wat Tyler. El movimiento hertico en ese pas apareci en la segunda mitad del siglo XIV. En 1365, el parlamento britnico decret la prohibicin de apelar al Papa contra las sentencias de los clrigos, as como la abolicin del tributo anual que los ingleses deban abonar, de acuerdo con el convenio concertado entre Juan Sin Tierra e Inocencio III. A las reiteradas reclamaciones del Papa de cumplir esta obligacin, el parlamento dio una respuesta negativa.

John Wycliffe

John Wycliffe, sacerdote y profesor de la Universidad de Oxford, dio la fundamentacin terica de esta negativa. En sus obras formul una serie de proposiciones, abiertamente contrarias a toda la doctrina de la Iglesia catlica. El gobierno, que pleiteaba con el pontfice, apoy primera-mente dichas proposiciones. Pero posteriormente, cuando en Inglaterra se desencaden un vasto movimiento campesino, la actitud del gobierno ante Wycliffe se modific, aun cuando ste, di-rectamente, no ejerci ninguna influencia sobre dicho movimiento. De sus teoras, los reyes britnicos sacaron la conclusin de que tenan derecho, no solamente a quitarle al Papa el poder secular, sino tambin de confiscar las tierras de la Iglesia en beneficio del Estado. Wycliffe afirmaba que la Sagrada Escritura es la nica fuente de la doctrina religiosa. Ninguna interpretacin del Papa ni de los Padres de la Iglesia tiene valor para los creyentes. En las Sagradas Escrituras no se dice nada del poder papal, ni de la jerarqua eclesistica, ni tampoco del derecho del pontfice al poder secular. Los sacerdotes pobres (los lolardos), partidiarios de Wycliffe, sacaron de la teora de ste una conclusin ms radical an, y predicaron el retorno a la primitiva sencillez de vida de las co-munidades cristianas. Esta prdica hall eco en el pueblo, por cuanto el alto clero posea en Inglaterra colosales riquezas y llevaba una vida lujosa y regalada que no los diferenciaba en nada, a losojos del pueblo, de los feudales seculares que saqueaban a los campesinos. En Inglaterra, merced a la agitacin des-arrollada por los lolardos, se propag un verso en el que se haca esta pregunta: Cuando Adn cavaba y Eva hilaba, dnde estaba entonces el caballero?. Esta prdica ejerci gran influencia en torno a las reivindicaciones campesinas durante la rebelin de Wat Tyler.

Santo Tomas de Aquino

Las acciones de las masas populares contra los feudales, incluida tambin la Iglesia, provoc en esta ltima la tendencia a dar un carcter ms organizado a la lucha contra los herejes, lo cual requera tambin la elaboracin de la correspondiente teora, capaz de llegar a ser el arma ideolgica contra esos enemigos. Para realizar esta tarea se instituy la orden monacal de los dominicos (su fundador fue Domingo Guzmn), cuyo estatuto fue aprobado por el Papa en 1216. Estos se convierten en especialistas de teologa y se apoderan de todas las ctedras de esta materia en las universidades. De entre ellos surgi Toms de Aquino, pilar de la teologa medieval. Para luchar contra los herejes, la Iglesia necesitaba la ayuda del aparato estatal feudal, razn por la cual aparecen entre el clero partidarios del fortalecimiento del poder real. En diversos Esta-dos, particularmente en Francia, la Iglesia catlica romana pierde su anterior posicin, llegando al extremo de que algunos papas caen bajo la de-pendencia de los reyes, como sucedi durante el famoso cautiverio de Avignon (1308-1378). De conformidad con ello, se observa tambin cierto viraje en las teoras eclesisticas, aun cuando si-gue predominando la idea de la supremaca de la Iglesia frente al Estado. Este viraje se ve en la teora de una de las autoridades ms grandes del Medievo, mencionada ya anteriormente: Toms de Aquino.

Toms de Aquino (1224-1274), monje catlico, hijo de una familia ducal, es representan-te tpico de la escolstica y del oscurantismo eclesistico.

La escolstica fue la corriente dominante en la filosofa medieval Su objetivo principal era el de demostrar, mediante un razonamiento lgico formal, la autenticidad de los dogmas cristianos. La filosofa deba desempear un papel auxiliar en la realizacin de este objetivo; por eso, la tesis de que la filosofa es la sirvienta de la teologa fue el principio bsico de la escolstica. Esta trataba de utilizar tambin para la fundamentacin de los dogmas cristianos, las teoras de los pensadores antiguos, particularmente las de Aristteles, que, a partir del siglo XIII, llega a ser una autoridad inapelable en la filosofa y en la ciencia. De esa manera, la escolstica medieval intentaba colocar un fundamento filosfico debajo de todo el edificio de la fe. La teora escolstica recibi su ms clara expresin en la filosofa de Toms de Aquino, cuyo punto de partida es la afirmacin relativa a la subordinacin de la nacin a la fe. En su filosofa trata de apoyarse en Aristteles, a cuya teora de la forma y materia da una interpretacin eclesistica, reaccionaria. La Iglesia catlica romana lo considera Prncipe de los Telogos. En 1879, el papa Len XIII di una Encclica en la que Toms es pro-clamado Maestro de toda la filosofa y teologa; en ella se dice que ha destruido todos los errores de los griegos, herejes y racionalistas. Es aleccionador el hecho de que su filosofa sea utilizada bastamente en la actualidad por los crculos reaccionarios de Europa occidental y Amrica. Su teora, renovada y adaptada a las condiciones de la sociedad capitalista (el neotomismo), constituye en los tiempos actuales una de las normas ideolgicas que poseen los tericos burgueses en su lucha contra la democracia y el socialismo. Toms es un defensor celoso de los inter-eses de la clase dominante y, en primer trmino, de los pertenecientes a los feudales eclesisticos. Como Agustn, afirma que, aun cuando dios ha creado libres a los hombres, la esclavitud existe como castigo inevitable por los pecados. Comparte la opinin de los jurisconsultos romanos, quienes afirmaban que la esclavitud es una institucin del derecho de gentes (jus gentium), que existe entre los pueblos, y que se basa en leyes de la guerra que mandan convertir al enemigo vencido en esclavo.

La escolstica fue la corriente dominante en la filosofa medieval Su objetivo principal era el de demostrar, mediante un razonamiento lgico formal, la autenticidad de los dogmas cristianos. La filosofa deba desempear un papel auxiliar en la realizacin de este objetivo; por eso, la tesis de que la filosofa es la sirvienta de la teologa fue el principio bsico de la escolstica. Esta trataba de utilizar tambin para la fundamentacin de los dogmas cristianos, las teoras de los pensadores antiguos, particularmente las de Aristteles, que, a partir del siglo XIII, llega a ser una autoridad inapelable en la filosofa y en la ciencia. De esa manera, la escolstica medieval intentaba colocar un fundamento filosfico debajo de todo el edificio de la fe. La teora escolstica recibi su ms clara expresin en la filosofa de Toms de Aquino, cuyo punto de partida es la afirmacin relativa a la subordinacin de la nacin a la fe. En su filosofa trata de apoyarse en Aristteles, a cuya teora de la forma y materia da una interpretacin eclesistica, reaccionaria. La Iglesia catlica romana lo considera Prncipe de los Telogos. En 1879, el papa Len XIII di una Encclica en la que Toms es pro-clamado Maestro de toda la filosofa y teologa; en ella se dice que ha destruido todos los errores de los griegos, herejes y racionalistas. Es aleccionador el hecho de que su filosofa sea utilizada bastamente en la actualidad por los crculos reaccionarios de Europa occidental y Amrica. Su teora, renovada y adaptada a las condiciones de la sociedad capitalista (el neotomismo), constituye en los tiempos actuales una de las normas ideolgicas que poseen los tericos burgueses en su lucha contra la democracia y el socialismo. Toms es un defensor celoso de los inter-eses de la clase dominante y, en primer trmino, de los pertenecientes a los feudales eclesisticos. Como Agustn, afirma que, aun cuando dios ha creado libres a los hombres, la esclavitud existe como castigo inevitable por los pecados. Comparte la opinin de los jurisconsultos romanos, quienes afirmaban que la esclavitud es una institucin del derecho de gentes (jus gentium), que existe entre los pueblos, y que se basa en leyes de la guerra que mandan convertir al enemigo vencido en esclavo.

La divisin de las clases sociales propuesta por Tomas de Aquino

Adems, en defensa de la esclavitud, Toms repite las consideraciones formuladas por Aristteles sobre la desigualdad natural, y cita argumentos de tipo econmico: la necesidad de los esclavos para los menesteres de la economa domstica. Desempea abiertamente, el papel de defensor de la desigualdad y de la jerarqua feudal; estima que los campesinos y los habitantes urbanos que ganan sus medios de subsistencia mediante la agricultura, constituyen el grupo inferior de la poblacin. Son asalariados y gente oscura, predestinados a ejecutar una labor, inferior: no pueden tomar Parte en la direccin del Estado. No forman parte de l, pese a que su existencia es necesaria para la economa, ya que slo son un complemento de los otros elementos del Estado. A este grupo pertenecen tambin los Pequeos artesanos. La clase media comprende a los guerreros, jueces, administradores, cientficos, sacer-dotes y nobles; la clase superior, es la gobernante. La nobleza tiene inclinacin hacia la virtud.Teora referente al Estado y del derecho

En su teora referente al Estado y el derecho, Toms trata de apoyarse en las teoras de los filsofos griegos y de los jurisconsultos roma-nos, dndoles una interpretacin en el espritu del oscurantismo eclesistico. Introduce una serie de correcciones en la teora aristotlica para refrendar sus conceptos feudales. A diferencia de Aristteles, que considera que el Estado tiene la tarea de organizar una feliz vida terrenal, Toms, siguiendo a Agustn, no considera posible que el hombre logre una felicidad completa por la fuerza del Estado, sin la ayuda de la Iglesia; solamente en la vida de ultra-tumba estima posible alcanzar definitivamente este objetivo. Trata de fundamentar la inamovilidad del rgimen feudal existente, e insta a los ciudadanos a la obediencia, atribuyendo valor decisivo al principio de poder. Segn l, el poder es el nico principio que une el Estado, y sin el cual ste est condenado a la desintegracin. Compara las relaciones mutuas entre el poder y el Estado con las que existen entre dios y el mundo, entre el alma y el cuerpo.

De conformidad con el derecho divino y natural, los inferiores deben subordinarse a los superiores, por cuanto, segn las leyes de la naturaleza, todo lo inferior es puesto en movimiento por lo superior. Pero cree que se deben establecer lmites para esta subordinacin. Previendo un posible choque entre la Iglesia y el Estado, estima admisible la resistencia al poder del Estado, incluso la sublevacin contra l. Esto es aceptable en circunstancias en que el poder ha sido adquirido ilegalmente (por ejemplo, mediante la violencia o el soborno), e incluso cuando esta adquisicin es legal pero sus ejecuto-res no hacen uso correcto o abusan de l. Por esto, como afirma Toms, el origen divino del poder slo se refiere a su esencia; en cambio, su adquisicin y utilizacin pueden ser contrarias a la voluntad de dios. Toms de Aquino reconoce que, en tales casos, los sbditos tienen derecho a no subordinarse al usurpador o al gobernante indigno, y el pueblo est en lo justo al sublevarse cuando existe una utilizacin incorrecta o abusiva del poder. Considera que esta sublevacin es, incluso, un deber en los casos en que las leyes divinas son transgredidas, o sea, cuando se perjudican los intereses de la Iglesia, la que tambin puede y debe ofrecer resistencia en estas circunstancias. Sin embargo, no recomienda recurrir al regicidio, ya que no se puede permitir que cual-quiera haga justicia por su propia mano contra el soberano, por cuanto esto puede ocasionar un gran dao al Estado. Estos razonamientos suyos acerca del derecho y el deber del pueblo a resistir el poder de Estado hasta sublevarse, fueron utilizados por la Iglesia en su lucha contra feudales seculares, a fin de atraer al pueblo a su lado. Toms, como todos los jerarcas de la Iglesia, cuidaba celosamente los intereses de sta en contra de las pretensiones del poder secular. Vivi durante la encarnizada lucha por el dominio mundial que tuvo lugar entre el Imperio germnico y el Papado. Utilizando hbilmente esta lucha, los papas se hacan pasar por defensores del pueblo. As, por ejemplo, Inocencio III liber no pocas veces a los prncipes, obispos y ciudadanos de su juramento prestado al emperador. Colocaba en el trono imperial a sus propios candidatos. Frecuentemente justificaba estas acciones con la preocupacin por la libertad del pueblo germnico El amor al pueblo de Toms fue del mismo tipo. Toms estima que la monarqua es la mejor y ms natural forma de gobierno. El soberano no es slo un soberano, sino tambin un creador del Estado, ya que por su voluntad se pone en movimiento todas las partes del mecanismo estatal. El soberano representa al pueblo.

Las cinco formas de gobierno

Toms distingue cinco formas de gobierno: la monarqua, la aristocracia, la oligarqua, la democracia y una forma mixta, combinacin de aristocracia y democracia. En defensa de la monarqua, como la mejor forma, cita sus analogas predilectas: el orden mundial, en el que reina un solo dios; el organismo humano, al que un slo rgano, el corazn, pone en movimiento; el alma, que rige la razn; un colmenar, que tiene por reina a la machiega, etc. La experiencia histrica, segn l, viene a confirmar la superioridad de la monarqua. El Estado en que uno solo sustenta el poder, prospera; en cambio, donde hay muchos, surgen siempre las perturbaciones y los desrdenes. Reconociendo la monarqua como la mejor forma, proclama, demaggicamente, que la tarea de los monarcas es la de preocuparse por el bien del pueblo, y sobre esta base formula una serie de acusaciones contra los tiranos. Estas, desde luego, no fueron el resultado de su atencin efectiva hacia el bien del pueblo, sino, simplemente, un ejemplo tpico de demagogia clerical. Por sus concepciones referentes a la monarqua, Toms de Aquino aparece as como representante caracterstico de la ideologa feudal. Resuelve en favor del clero el problema de las relaciones mutuas entre el poder eclesistico y el se-cular, y afirma que el Papa est completamente autorizado para excomulgar a emperadores y re-yes. Igual que Agustn, exige que el Estado ex-termine las herejas. Si ste persigue por falsificar monedas, con mayor severidad an debe sancionar la perversin de la fe. Los herejes deben ser ajusticiados. Pero la Iglesia debe adoptar medidas previas para tratar de corregirlos, y slo cuando stas no dan resultado, debe entregarlos al poder secular para que pronuncie y ejecute la sentencia. En el siglo XIII, para perseguir a los herejes, se instituyo la Inquisicin, una de las manifestaciones ms abominables del oscurantismo clerical. La orden dominicana, a la que perteneci Toms, dio no pocos inquisidores que se hicieron famosos. Se sentan tan orgullosos de su lealtad a la fe y al pontfice, que se dieron el nombre de Perros del Seor (domini canes). Toms, el dominico, vigilaba celosamente la pureza de la fe Y trataba de fundamentar tericamente la necesidad de la Inquisicin. Es tambin el autor de la teora relativa a las indulgencias, es decir, el derecho de la Iglesia a entre-gar salvoconductos de absolucin de los pecados, ya que, segn l, dios tiene creado un fondo in-agotable de mritos provenientes de las hazaas de los santos, a cuyas expensas puede perdonar a los pecadores. Trat de dar una fundamentacin terica a esta institucin del catolicismo, repulsiva por su cinismo. Las indulgencias fueron fuente de in-mensos ingresos para el tesoro pontifical. Se negoci con los delitos La oficina papal lleg a confeccionar incluso una lista de precios y un catlogo de delitos con el nombre de Tarifa de la Santa Oficina Apostlica. En la solucin del problema sobre la esencia del derecho, no hace ninguna diferencia entre ste y la moral, y fundamento para ambos en las leyes del cosmos. Aspira a justificar el rgimen feudal, tomando como ejemplo el orden del universo e interpretando sus leyes de conformidad con los dogmas de la teologa catlica. Toms divide las leyes que rigen el orden mundial y social en cuatro categoras: 1) ley eterna; 2) la natural; 3) la humana, y 4) la divina. En esto sigue la teora de los estoicos y la de los jurisconsultos romanos, introduciendo en ella correcciones, en consonancia con los dogmas de la fe catlica romana. La ley eterna, segn afirma, es la funda-mental cabeza todas las dems. La que gobierna al mundo es la propia vela en los fenmenos naturales, como el orden necesario de stos. Esta ley preside tambin las inclinaciones naturales y la actividad de la parte del raciocinio que descubre las verdades ms evidentes. La ley natural, segn su teora, es el reflejo de la ley eterna en todos los seres vivos. De conformidad con estas leyes se efecta el nacimiento y crianza de hijos, etc. La ley natural es la base de la legislacin positiva y, gracias a ella, existe una similitud de las normas jurdicas entre diferentes pueblos. As, pues, las leyes naturales son las mismas que las de la naturaleza, a las que Toms llama ley eterna, pero que rigen en el terreno de la naturaleza orgnica. Adems, la ley natural es la que establece las normas de la moral. La ley humana es el derecho positivo. As, por ejemplo, la ley natural comprende la exigencia de sancionar por un asesinato, pero son las normas del derecho positivo las que fijan el carcter de dicha sancin. Esta ley humana, segn afirma Toms, puede discrepar de la natural. Igual que los jurisconsultos romanos, distingue entre el derecho de gentes (jus gentiun) y el positivo (jus civile). Este ltimo es el que rige en un determinado Estado, siendo adems el que en sus peculiaridades especficas traduce los preceptos que a veces discrepan de la ley natural. expresa La ley divina, segn ensea Toms, es la revelacin que se expresa en la Sagrada Escritura y est predeterminada para corregir la falta de perfeccin de la ley humana. De esta manera, Toms complica y enreda an ms, con sus agregados teolgicos, las clasificaciones de los jurisconsultos romanos. Todo este voluminoso y confuso sistema tiene por objeto demostrar la superioridad de la enseanza eclesistica sobre la sabidura humana. Su teora concerniente al derecho viene a confirmar plenamente la caracterstica de la ideologa medieval que dio Engels al sealar que toda cultura, incluida tambin la jurisprudencia, se hallaba por aquel entonces bajo tutela de la teologa. Las concepciones de Toms en cuanto al derecho civil se caracterizan por el hecho de reflejar, por un lado, las relaciones feudales tpicas y, por el otro, el proceso del desarrollo de las relaciones mercanca dinero de esa poca La institucin de la propiedad privada, segn l, no tiene origen divino, sino humano. Segn el derecho natural, todo pertenece a dios; sin embargo, la propiedad privada no contradice el derecho natural. Su sistema de concepciones constituye una expresin tpica de la ideologa del clericalismo medieval. Al mismo tiempo, se reflejan en l los procesos que durante el siglo XIII venan operndose en la economa, en el rgimen poltico y en la vida cultural de los pueblos. Permaneciendo en el terreno de la concepcin eclesistica del mundo y predicando el oscurantismo, Toms, en cierto modo, representa la opinin de los crculos de la clase dominante que tendan a superar el fraccionamiento feudal, lo cual se pone de relieve en su teora referente al poder del Estado. La influencia de Aristteles sobre la concepcin del mundo, en Toms, es testimonio significativo de que la Iglesia se vea obligada a adaptarse a la nueva situacin que se cre en Europa occidental en esa etapa de desarrollo del feudalismo, y a valerse, para sus fines, de la filosofa del mundo antiguo, superior por su nivel terico, y cuyo conocimiento se fue propagando mucho ms ampliamente en ese perodo a consecuencia de las intensas relaciones que existan con el Oriente y, en particular, con los rabes.

Los idelogos de la monarqua representativa de castas y la superacin del fraccionamiento feudal.

El crecimiento de las ciudades y el acrecentamiento del poder real durante los siglos XIII y XIV hallaron su reflejo en la ideologa poltica. Entre los feudales comienzan a aparecer teoras que traducen la protesta contra las pretensiones de los papas al dominio mundial. Entre ellas, teoras polticas que intentan fundamentar la necesidad de la monarqua representativa de cas-tas. La protesta de los trabajadores, tanto en esa poca como anteriormente, tiene su expresin en la aparicin de diversas herejas, cuya esencia de clase se modifica con el crecimiento de las ciudades.

La lucha entre los feudales seculares y los eclesisticos

Los conflictos existentes entre los pontfices y los seores feudales seculares, incluidos tambin los monarcas de los grandes Estados, sirven de pretexto para la aparicin de teoras en defensa del poder secular. Especialmente grave fue el choque entre los papas y el rey francs Felipe IV el Hermoso, as como con el rey Luis de Baviera, quien posteriormente lleg a ser emperador germnico. Estos conflictos dieron lugar a una vasta literatura polmica, en la que tambin algunos representantes del clero se manifiestan como defensores del poder secular.

As, en uno de los conflictos ms agudos entre Luis de Baviera y el papa Juan XXII, los monjes franciscanos defendieron activamente la opinin secular. Se encontraba entre ellos el escolstico Guillermo Occam, quien se dirigi al emperador con estas palabras: T me defenders con la espada y yo a ti con la pluma. Fue autor de una serie de tratados en los que demostr la necesidad de deslindar el poder imperial y el Pontifical; el origen directamente divino del poder y de la propiedad de los soberanos, sin intervencin de los papas; la supremaca de los soberanos en el tribunal secular, e incluso la posibilidad de una nueva estructuracin de la propia Iglesia, es decir, el reemplazo del Papa por un concilio eclesistico. Marcelo de Padua (nacido en 1280; el ao de su fallecimiento se desconoce), durante algn tiempo rector de la Universidad de Pars, se manifest con singular mordacidad contra el Papado. Fue tambin el heraldo de la idea de la libertad de conciencia. En su obra Defensor de la paz (Defensor pacis) aplica la teora aristotlica de la materia y la forma a su propia teora sobre la sociedad y el Estado. En ste, segn l, los hombres son la materia y las leyes que estructuran el organismo esta-tal, la forma. Tratando de ensalzar la importancia del Estado, afirma que el objetivo de ste es el bien fsico y espiritual de todos los miembros de la sociedad; que el Estado es la forma ms alta y ms compleja de relaciones, a la que preceden la familia, la tribu, el clan y la ciudad. En su defensa de la monarqua representativa de castas postula que el poder estatal, dotado de plenipotencia para legislar, debe pertenecer, en principio, solamente al pueblo, aun cuando por este ltimo no entiende a las masas populares, sino slo a la capa superior de la sociedad feudal, representada en los rganos electivos de la monarqua representativa de castas. Marcelo hace una diferencia entre poder el legislativo y el ejecutivo; la organizacin de este ltimo, segn l, est determinada por el pueblo, es decir, por los representantes de castas. Estima que la monarqua es la mejor forma de gobierno. Distingue entre la monarqua hereditaria y la electiva, y se manifiesta partidario de esta ltima.

Considera necesario conservar en el Estado el rgimen de castas, como una definida posicin de cada una de ellas. Dentro del Estado deben existir seis grupos sociales, clasificados en dos categoras: la primera, labradores, artesanos y comerciantes, que deben preocuparse por los intereses personales; la segunda, el clero, la administracin y los militares, que deben cumplir deberes sociales. Segn l, todo estar bien cuando cada casta cumpla su misin y no tenga injerencia en los asuntos de los dems. La concepcin de castas de Marcelo est dirigida contra las pretensiones del clero de intervenir en los asuntos seglares mucho ms all de los marcos de sus intereses especficos. Pero no abriga ninguna duda con respecto a la legitimidad de la explotacin feudal. Los postulados tericos de Marcelo lo lleva-ron a importantes conclusiones con respecto a las relaciones entre el poder secular y el eclesistico. Determinando la diferencia entre las leyes jurdicas y las religiosas, llega a la conclusin de que los sacerdotes deben actuar con el consejo y la conviccin, y no por la coaccin, razn por la cual el pontfice no puede poseer el poder secular, y slo lo recibir por la voluntad del emperador. El Evangelio no es una ley, sino una enseanza: por eso no puede haber coaccin en los asuntos de la fe; sta es una cuestin de conciencia. Marcelo llega, as, a una conclusin, suma-mente avanzada para su poca: se pronuncia en favor de la libertad de conciencia, y es el heraldo de uno de los principios proclamados por las revoluciones burguesas. Para asegurar la confianza del pueblo hacia los servidores del culto, reclama que stos, independientemente del grado jerrquico a que pertenezcan, hasta el propio pontfice, sean elegidos por los creyentes, lo que es una idea bastante audaz para su poca. Sin embargo, con todo el carcter progresista de sus concepciones, no rebas los lmites del raciocinio medieval.

Inters por el derecho romano

En la lucha entre los feudales seculares y los eclesisticos, as como entre los defensores del fraccionamiento feudal y los partidarios de la centralizacin del Estado feudal, fueron utilizadas en vasta escala las doctrinas de los jurisconsultos medievales.

Entre stos se formaron tres grupos: los legistas, que se apoyaban en las normas del derecho romano; los decretistas, defensores del derecho cannico, y los partidarios del derecho consuetudinario. El inters por el derecho romano comenz a despertarse en los siglos XI y XII a raz del desarrollo de las relaciones mercanca-dinero en la economa feudal. nicamente la industria y el comercio primeramente en Italia y ms tarde en los dems pases impulsaron el desarrollo de la propiedad privada, ya que fue tambin entonces cuando se sac a relucir y se convirti en autoridad el derecho privado elaborado por los roma-nos.6 No solamente las ciudades, sino tambin los feudales, estaban interesados en la aplicacin de este derecho. Los emperadores y reyes encontraron en l la fundamentacin jurdica de sus pretensiones al poder absoluto, haciendo uso de la conocida frmula de Ulpiano: lo que desea el Estado, tiene fuerza de ley. La escuela de los jurisconsultos de Bolonia (Italia), que recibieron el nombre de glosadores, fue el foco de propaganda del derecho romano. Esta escuela se propuso estudiarlo en sus prime-ras fuentes, persiguiendo objetivos fundamental-mente tericos. Durante el siglo XIV apareci la escuela de los pos glosadores, o comentaristas, quienes no se limitaron a estudiar dicho derecho, sino que se valieron de l para aplicarlo a las nuevas relaciones surgidas en la sociedad feudal, a consecuencia del desarrollo del comercio y de la industria. Los partidarios de ambas escuelas (principalmente los comentaristas) recibieron el nombre de legistas Y desempearon un gran papel como asesores de emperadores, reyes y otros feudales de rango inferior. En la lucha entre feudales seculares Y eclesisticos, los legistas se colocaron del lado de los primeros. Tambin ayudaron esforzadamente a los monarcas en su lucha contra los feudales, por el fortalecimiento del poder de los primeros, y por un Estado centralizado. En la solucin de los problemas referentes a la propiedad, lucharon contra los feudales por la concesin del derecho de propiedad de la tierra para el estado llano. En ello radicaba el papel progresista de los legistas. Pero stos ofrecieron a los feudales un arma terica, tomada del arsenal del derecho romano, para justificar el sojuzga-miento feudal. No es de extraarse que los campesinos los hayan odiado, llegando incluso a reclamar su ex-pulsin del pas, como en Alemania. La escuela de los decretistas estudiaba el derecho cannico, que comprenda las decisiones de los concilios ecumnicos (los cnones) y los decr-tos. una mezcla de fragmentos del derecho romano y local, extrados de las obras de los Padres de la Iglesia y de los mensajes de los obispos. La prime-ra recopilacin de derecho cannico, confecciona-da por el monje Graciano, recibi el nombre de Derecho de Graciano. Fue la corriente ms reaccionaria entre los jurisconsultos medievales, por cuanto sus representantes defendan incondicionalmente las absurdas pretensiones de los pontfices romanos al dominio mundial. El tercer grupo de los jurisconsultos se apo-yaba en el derecho consuetudinario; al igual que los legistas, se colocaron del lado del poder secular en su lucha contra los papas. Algunos de estos jurisconsultos, por ejemplo, el famoso conocedor del derecho usual francs, Beaumanoi, mantuvieron una actitud opuesta a la servidumbre feudal, afirmando que sta era contraria al derecho natural. Diversos jurisconsultos de este grupo mantuvieron una actitud negativa frente a las pretensiones de los soberanos al poder absoluto, y expresaron objetivamente los intereses de los feudales que se oponan a la creacin del Estado centralizado. Esta concepcin est expresada con particular nitidez en el Espejo de Sajonia, monumento del derecho germano del siglo XIII. Hay un rasgo comn en los jurisconsultos de todos estos grupos, y es el raciocinio escolstico.

Las herejas del siglo XV

Dentro de los movimientos herticos de ese perodo se destaca especialmente, por su enverga-dura y compleja composicin de clase, el de los husitas de Bohemia. El movimiento nacional religioso checo no era homogneo, ni por su composicin social ni por la expresin de sus reivindicaciones polticas y religiosas.

Las Predicas de Jan Hus

La expresin ms moderada de este movimiento se tradujo en las prdicas de Jan Hus, quien se manifest contrario a las indulgencias y proclam que la Sagrada Escritura es la nica fuente de la religin. Pero este dirigente hertico no exhortaba a acabar con el poder pontificial. Exiga que se extendiera a los seglares la misma liturgia7 de comunin establecida por los servidores del culto. Esta exigencia, religiosa por su carcter, traduca la inclinacin democrtica de la doctrina de Hus, por cuanto tenda a restringir los privilegios de los servidores del culto. Al mis-mo tiempo se manifest enrgicamente en contra de la propiedad territorial de la Iglesia y el diezmo. La importancia histrica de su actividad radica en que su prdica reformadora, ntimamente vincula-da con el movimiento de liberacin nacional, despert la conciencia de las masas populares para la lucha contra los opresores. Hus fue citado al concilio efectuado en 1415 en la ciudad de Constanza y, sentenciado all por hereje, termin su vida en la hoguera. Su muerte de mrtir suscit un tempestuoso movimiento en Bohemia; sus continuadores encabezaron no solamente el movimiento religioso, sino tambin la vasta lucha de emancipacin nacional (las guerras husitas). Los caballeros y los ciudadanos fueron los que, primeramente, desempearon el papel diri-gente entre los husitas; se limitaron a la reivindicacin de la libre prdica de la palabra divina, igual comunin para seglares y servidores del culto, privacin del poder secular y de la propiedad territorial al clero, concesin a dicho poder del derecho de sancionar los pecados mortales, sobre todo de los que constituan peligro social. Este grupo recibi el nombre de caliztinos (hermanos del Cliz) o utraquistas.

Los Taboristas

Los representantes de otra corriente ms radical se llamaban taboritas, por el nombre del lugar fortificado en que este grupo se haba organizado durante la lucha contra las tropas del Emperador y del Papa. Sus partidarios negaban el culto a los iconos, las reliquias, el juramento y la pena de muerte. Segn su doctrina, la fe y la virtud son la base del poder. La superioridad estatal debe pertenecer a la sociedad de santos, que tiene el derecho de entregar el poder a quien ellos eligen, vigilarlo y destituirlo. Estos herejes traducan los intereses de los caballeros de grado inferior y de los campesinos, interesados en el aniquilamiento del rgimen feudal. Exigan la supresin de todo privilegio aristocrtico y de la diferencia de castas. El conocido jefe militar Jan Ziska fue el dirigente de los taboritas ms moderado. Pero en este movimiento existi tambin una corriente ms extremista, con el nombre de milenaristas, quienes predicaban la antiqusima doctrina cristiana del advenimiento del reino milenario de Cristo, no en la vida de ultratumba, sino en la de la Tierra; reino milenario que habra de traducirse en la restauracin de todo lo que caracterizaba, a juicio de estos herejes, el cristianismo de los pri-meros tiempos, esto es, el primitivo comunismo cristiano de consumo y la abolicin, no solamente de la diferencia de castas, sino tambin de la pro-piedad privada. La prdica de los milenaristas obtuvo un gran xito; muchos de ellos vendieron sus bienes, incendiaron sus casas y se marcharon a las ciudades, donde creyeron estar a salvo, o a las montaas, donde organizaron sus vidas de acuerdo con los principios del comunismo de consumo. A consecuencia de la falta de unidad del movimiento husita, ste, en ltima instancia, no tuvo xito, pese a que las tropas imperiales enviadas contra los taboritas sufrieron ms de una derrota, en la lucha que en el curso de once aos (de 1420 a 1431) libraron contra ellos. La traicin de los caliztinos que tomaron el camino del compro-miso con el Emperador Y el Papa, hizo que aqullos se vieran aislados, pereciendo en una lucha desigual