fons vitae nº2

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FONS VITAE Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón Diciembre 2013, Número 2 www.hhnssc.org

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  • FONS VITAE

    Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn

    Diciembre 2013, Nmero 2

    www.hhnssc.org

  • ndice

    1. Editorial2. Entrevista3. Vida de seminaristas4. Un trabajo parroquial5. Por tierras norteas6. Gracias Espaa, tierra de Mara7. A Ella le doy gracias8. Carta abierta a las madres9. Palabras del Papa10. Cmo ayudar

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    A. Fons Vitae www.hhnssc.org

  • (Arriba) Lugar donde naci Jess

    Editorial

    nio ante Dios es el de la confian-za. El nio, de una manera connatural no se apoya en sus propias fuerzas, en su propio valer, se sabe nio y aprende a caminar sabiendo que hay alguien detrs o delante suyo que le va a sostener, que acoger con aplau-so sus primeros pasos y que, incluso en el caso de que vaya a fallar o a tro-pezarse en el camino, le sostendr y le levantar del suelo. Es en la escuela de la confianza donde ese nio cre-cer con normalidad, se desarrollar armnicamente y se dispondr para

    Hay en la baslica de Beln una puerta la nica de acceso al tem-plo que se ha convertido en todo un smbolo: durante el tiempo de las Cru-zadas no era infrecuente que los sol-dados musulmanes irrumpiesen en el templo con sus caballos acometiendo a fieles y sacerdotes. Se tapi la gran

    puerta para impedirlo y se dej como nica entrada un portillo de poco ms de un metro de altura. An hoy hay que entrar a la iglesia por esa puerta, agachndose, hacindose pequeo. La llegada de la Navidad nos hace detenernos en este smbolo con el que se nos indica que es preciso ha-cernos como nios para acceder al misterio de Dios-Nio nacido en Beln. Son muchas las cualida-des que adornan la personalidad de un nio y a las que tendramos que atender para delinear los rasgos pro-pios de la infancia espiritual. Santa Teresita del Nio Jess, Doctora para nuestros tiempos en la enseanza de este caminito, nos dice que el rasgo ms caracterstico del que se hace

    ( 2 )

    1. Fons Vitae www.hhnssc.org

  • ponerse un da al servicio de Dios y los dems sin temor y con esperanza. Por el contrario si hay algo que percibimos a simple vista en el hombre de nuestro tiempo es la fal-ta de confianza. En nuestra sociedad

    nadie parece fiarse de nadie. Es una

    sensacin como de no pisar terreno firme, de temor al futuro. Esa descon-fianza en la que nos movemos genera

    inseguridad personal y nos dificulta

    la confianza en los dems. Vemos en

    tantos mbitos la dificultad que hay

    para crear amistades fuertes y defi-nitivas. Hay un ambiente generaliza-do de suspicacia e hipersensibilidad. Pensemos como esta desconfianza

    hiere de muerte a tantas familias rotas o desestructuradas, cuyo drama pasa una gran factura, dejando profundas huellas de inseguridades y angustias en los nios y en los jvenes de hoy. Ante este mundo adulto que no ha sabido crecer armnica-mente por esa falta de confianza,

    la fiesta de la Navidad se presenta

    ( 3 )

    como un aldabonazo para todos los hombres de buena voluntad. Es una nueva oportunidad para enderezar el camino. Podremos volver a confiar si

    nos hacemos como nios reconocien-do con humildad la verdad de nues-tra condicin de criaturas y de peca-dores y nuestra responsabilidad en las causas de los males que acechan al hombre de hoy. Hecho esto habremos dado el primer paso para descender a la cueva de Beln. Pero hay que dar el segundo paso sin el cual este primero no es posible. Se trata de abrir nues-tros ojos interiores, dejarnos admirar por la hermosura de un Dios que no se ha echado atrs ante nuestra debili-dad, sino que en el rostro de este Nio ha venido a decirnos a cada uno que nos ama, as como somos, criaturas y pobres pecadores. Este es el verdadero funda-mento de nuestra confianza. Este es

    el camino hacia Beln; el camino de la infancia espiritual, por el que so-mos invitados a transitar en esta Na-vidad, descubriendo en el Amor Mi-sericordioso de Dios la Fons Vitae de la que beber, cuya agua nos llena de fuerzas para seguir edificando la

    ciudad de Dios; el Reinado del Co-razn de Jess, la nueva civilizacin cimentada sobre la roca firme de la

    confianza en Dios.

    An hoy hay que entrar a la Iglesia como por esa puerta, agachndose, hacindose pequeo.

  • Entrevista

    ( 4 )

    2. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Siempre pensaste en la Hermandad cuando decidiste tu vocacin?Desde pequeo realmente solo pensaba en la vocacin, pero poco antes de ir al seminario D. Ignacio Manresa me dio a conocer su exis-tencia. Le ped los estatutos y me parecieron bien. Aunque an no tom ninguna decisin.

    Y cundo decidiste entrar definitivamente en la Hermandad?

    En el segundo curso del seminario, ms o menos...

    Qu fue lo que viste en la Hermandad?Por una parte me pareci que la vida en comn era para m una ayuda personal para vivir mejor la vida sacerdotal (la pobreza, la castidad y la obediencia). Pero sobre todo me pareci que la misin apostlica a la que me senta llamado como miembro de Schola Cor-dis Iesu en el sacerdocio poda llevarse a cabo con mayor eficacia y

    extensin en la Hermandad.

    Y en concreto, cmo resumiras esa misin apostlica?Uf! No es fcil, pero quiz la frase al Reino de Cristo por los Co-razones de Jess y Mara lo resume bastante bien. Personalmente le aadira el Corazn de San Jos tambin. Todo lo dems es para esto: Que el Corazn del Seor sea conocido y amado por todos y en todas partes!!

    Entrevista a D. Xavier Prevosti, sacerdote de la Hermandad.

  • ( 5 )

    Y qu acontecimientos han marcado tu vida sacerdotal?La muerte de mi hermano, hace cuatro aos al inicio de mi sacerdocio, me hizo poner la mirada an ms en el cielo. Esto me ayuda mucho a m personalmente, pero tambin a la hora de tratar con las personas.

    Llevas casi 5 aos de sacerdote... cules han sido las actividades que has realizado?He estado cuatro aos de vicario en la parroquia de San Juan de vila en Talavera de la Reina. All he desempeado las tareas normales de un sacerdote en una parroquia: celebrar misa, predicar, confesar, visitas a enfermos, catequesis a nios y jvenes, etc. Adems la presencia de grupo como Peregrinos de Mara, el Camino Neocatecumenal o la Reno-vacin Carismtica me ofrecan la posibilidad de practicar la direccin

    (Arriba) D. Ignacio, D. Santiago, D. Xavier Prevosti y D. Jos Aurelio en Ftima

  • espiritual con muchas personas, charlas de formacin, campa-mentos de verano o tandas de ejercicios espirituales. Tambin fui profesor de religin en un Instituto de Talavera y colaboraba en el COF.Incluso llegamos a hacer un programa de radio sobre San Jos durante un ao!!

    Has mencionado el corazn de san Jos y has tenido que hablar de l durante un ao. Cmo lo vinculas con tu sacerdocio o tu vida espiritual?San Jos ha sido y es decisivo para vivir con paz. En San Jos mi experiencia es que las personas encuentran paz y luz sobre su vocacin, sea la que sea, su vida concreta y sobre la voluntad de Dios. San Jos tiene la misteriosa virtud de encerrar en s, de al-guna manera, toda la vida espiritual. Es un maestro de vida inte-rior, de Amor a Jess y Mara, de esperanza del Reino de Cristo, de confianza, trabajo, obediencia, pureza, sencillez... Est todo!!

    San Jos es increble, no se agota. Por eso es Patrn Universal...

    Volviendo a la pastoral, ahora que ests en Aoiz, qu haces?He dejado por un tiempo la actividad pastoral para terminar los estudios. Ahora mismo estoy terminando la tesina sobre la teo-loga de la historia segn Francisco Canals Vidal y empezando un mster sobre santo Toms de Aquino para preparar la tesis de doctorado.

    ( 6 )

    me pareci que la misin apostlica a la que me senta llamado como miembro de Schola Cordis Iesu en el sacerdocio poda llevarse a cabo con mayor eficacia y extensin en la Hermandad.

  • ( 7 )

    La eleccin de Canals junto con santo Toms es circunstancial?No, claro. Hay una voluntad de profundizar en las enseanzas de Canals y del tomismo que l recibi del padre Orlandis y Bofill. Es

    un servicio a la teologa y, por tanto, a la Iglesia.

    Y lo vinculas de algn modo a la misin de extender el Reino del Corazn de Jess?Nosotros podemos ayudar e interceder trabajando por la extensin del Reino de Cristo con nuestra oracin y ofrecimiento espiritual y material. En este sentido la teologa, y la formacin en general, sirven para el convencimiento del mundo de la necesidad de la oracin y splica fervorosa y confiada. Es para formar apstoles

    del Corazn de Jess. Me parece que Canals y el padre Orlandis lo entendan as...

    ltima pregunta, algn consejo prctico para profundizar en lo que es la misin apostlica de la Hermandad?Sin ninguna duda la oracin reposada. Y pedir la gracia de ser de esas almas que por la luz que del cielo recibiran, tendran una comprensin ntima de la devocin genuina al Corazn de Jess y de los designios que ha tenido Jess al pedirla.

  • santas, la compaa de los amigos y la alegra juvenil que se respiraba nos dieron fuerzas para preparar nuestra siguiente estacin: el campa-mento en Gavilanes. Esta actividad es siempre una de las ms gozosas y exigentes del verano. Los seminaristas nos volcamos desde semanas antes para prepararlo todo: los grupos, los jue-gos, las gynkanas, los deportes, el material, el teatro Se trata de in-tentar que los chicos lleguen a cono-cer ms a Jess a travs de las ms diversas actividades y pasndoselo muy bien en todas ellas. Efectiva-mente all tuvimos a unos 80 cha-vales entre 7 y 15 aos durante una alegre e intensa semana. Nuestra siguiente parada fue en Queralbs, en el campamento de jvenes de Schola Cordis Iesu. El marco natural incomparable, los Pi-rineos nos rodeaban y no pudimos resistir a la tentacin de hacer un par

    Vida de

    Seminaristas

    ( 8 )

    3. Fons Vitae www.hhnssc.org

    En sta ocasin la crnica de nuestras actividades tiene que remon-tarse hasta el principio del verano. Ve-rano que se nos present, como todos, muy animado y con la satisfaccin de un curso acadmico ya acabado. La primera actividad que rea-lizamos para ir abriendo el apetito fue una excursin montaera con los jve-nes de Schola Cordis Iesu. Nos reuni-mos todos en Estada con la generosa acogida de la familia Pueyo y al da si-guiente comenzamos la ascensin, en la que tras algunas escaladas llegamos sanos y salvos a la nieve. Desde all al-gunos afortunados pudieron alcanzar la meta y admirar el ibn congelado rodeado de blancas montaas. Al da siguiente nos diri-gimos a Javier, para participar en la XXIII Universidad de Verano Ramn Orlandis Despuig que en esta ocasin tuvo por ttulo En la Misericordia Divina el mundo encontrar la Paz. Las conferencias, las misas, las horas

  • ( 9 )

    (Abajo) Seminaristas en el balcn de Pineta

  • be y Josep Vives Bueno, somos 12 en total. Las primeras semanas las pasamos poniendo la casa a punto. Un descanso el da de la Natividad de la Virgen con el tradicional asado chileno, en que se volvi a probar la calidad gastronmica de este pas. Y alguna excursin a la sierra de Gredos con bao en el ro incluido. Pero enseguida llegan las cla-ses, el estudio, la vida acadmica y los exmenes. El da a da, que es lo ms frecuente en el seminario. Aunque tuvimos un fin de semana especial al

    acudir a la beatificacin de los mrti-res de la Guerra Civil en Tarragona. All participamos junto con otros j-venes de los actos organizados, espe-cialmente de la Santa Misa donde se beatificaron a tantos valientes testigos

    de la fe. Impresionaba pensar que muchos de ellos eran seminaristas de nuestras edades y lugares, como cual-quiera de nosotros. Ya empezado noviembre los seminaristas nos unimos a los Ejerci-

    (Derecha) Chicos del campamento despus

    de la misa en Mijares

    (10)

    de excursiones a la montaa. All el deporte, la convivencia, la oracin, la formacin todo ayud a que se crea-ra un ambiente muy agradable y pro-picio para que el Seo derramara sus gracias. Las cosas ms bonitas de estos campamentos son las que no se ven. Ya a los postres del men veraniego, los seminaristas pudimos acudir cada uno a su casa con su fami-lia, a descansar y disfrutar con ellos. Pero en seguida llega septiembre, y aunque no hay suspensos que recupe-rar, s que llega la vuelta al cole. A primeros de mes nos reunimos todos los seminaristas contando las batalli-tas del verano y con la perspectiva del nuevo curso. Tenemos nuevos ficha-jes: Chema Garca, Javi Lpez, lva-ro de Riba y Gaspar Prieto que llega desde Chile (hay que decir que han mejorado la calidad y cantidad de los partidos de ftbol). Adems este ao Juan Ganuza y Jos Ignacio Orbe hacen el noviciado. Y si Dios quiere acabaremos el curso con tres nuevos diconos: Lucas Prieto, Nori Watana-

  • (11)

    cios Espirituales al Seminario Mayor de Toledo. Tuvimos una semana para rezar en silencio e ir poniendo cada uno sus cosas delante de Dios. Y mientras tanto, el tiempo pasa, algunos celebran su cumplea-os, encomendamos a otros el da de su santo, celebramos las fiestas litrgi-cas de nuestros patrones, leemos, reza-mos, estudiamos, descansamos, juga-mos a algn juego de mesa, hacemos deporte Y as se van trenzando los

    das y ya nos plantamos en las navi-dades. Aprovechamos para desearos los seminaristas, una feliz y santa Na-vidad a todos y pediros que no dejis de encomendarnos junto al portalico.

    Jos Ignacio Orbe

  • Un TrabajoParroquial

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    4. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Queridos amigos de la Hermandad, en esta ocasin he sido yo el encargado de contaros algunas cosas de esta comunidad, desde el ltimo nmero de la revista. Coma ya sabris, el nuevo curso ha trado algunos cambios a esta comunidad: D. Xavier nos ha dejado para irse a tierras del norte, con los hermanos que estn en Aoiz. En su lugar D. Eusebio Guindano ha venido desde Toledo para establecerse y ayudarnos a poner un poco de orden, mesura y a deleitarnos de vez en cuando con ese saber hacer en el piano. Una gran parte de nuestro apostolado transcurre en pe-queos pueblos de una zona llamada Sierra de San Vicente. En con-creto seis pueblos de la provincia de Toledo, pero que estn algunos de ellos muy cercanos a la provincia de vila. Por esta zona, cuando hablamos de un pueblo pequeo se trata de un pueblo realmente pequeo, de unos 300 habitantes; en el ms habitado, Navamor-cuende, viven unas mil almas. Es muy bonito en estos pueblos ver cmo la fe y la piedad popular impregnan todava muchas de las cosas de la vida y estn en el corazn de los fieles. En las fiestas, los das del Patrn o en la

    Semana Santa, las primeras comuniones, etc., todo el pueblo se pre-para para vivir sus fiestas. Estas cosas tocan realmente el corazn

    de las personas y es lo que marca el ritmo del ao. Recuerdo una seora ya mayor que me dijo que ella era una mujer que viva de fiesta en fiesta. Claro, a m me llam la atencin aquella expresin,

    pero es un reflejo fiel de lo que en verdad sucede; cuando acaba

  • (13)

    la Navidad, ya se mira con gozo las fiestas de san Blas que son en febrero,

    y as todo el ao. Esta conciencia no est slo en las personas mayores, sino tambin en los ms jvenes, aunque es cierto que mucho menos, tristemen-te. Los jvenes, que normalmente no suelen acercarse a los sacramentos, en los das del Patrn se engalanan y sa-ben que hay que or la Misa Mayor, y adems han de confesar. Es verdad que durante la Misa se ven algunos resoplidos y miradas al reloj, pero ya de paso uno aprovecha para hablarles del amor de Dios y darles un par de consejos para la vida. Otra de las cosas que yo agradezco es la visita a los ancia-nos y enfermos. A pesar de sus achaques y soledad, en la mayora de los casos me encuentro con almas llenas de Dios que me dan una leccin de paciencia y de abandono en Dios. Recuerdo a una

    (Arriba) Procesin del Corpus Christi en Cervera

    Es muy bonito en estos pueblos ver cmo la fe y la piedad popular im-pregnan todava muchas de las cosas de la vida y estn en el corazn de los fieles.

  • anciana que siempre se quejaba de que el Seor no la escuchaba. Su marido ha-ba fallecido haca poco y ya no encon-traba sentido a seguir en este mundo. Me deca: Yo me quiero ir con Dios, pero si an estoy aqu ser por algo. Un da me asegur que Dios ya la ha-ba escuchado. Al poco muri. Cunto bien hacen las oraciones aprendidas de

    memoria cuando somos nios. Son las oraciones que recordamos en los momentos de sufrimiento y las que nos sirven de luz cuando estamos a oscuras. Estos ancianos, no se acordaban de lo que haban hecho el da anterior, pero te recitaban de corrido aquel verso que siendo nios aprendieron un da para su Primera Comunin. Cada verano intentamos organizar una peregrinacin con fieles de entre todos los pueblos que tenemos encomendados. El ao

    pasado estuvimos en Roma, ste, sin embargo, marchamos a Lour-des. Cuntas gracias tenemos que dar al Corazn de Jess que dando nosotros tan poco, l nos da el ciento por uno. El viaje fue una ma-ravilla pues todos los que fueron quedaron tocados por La Virgen. Ellos mismos te explican la diferencia entre uno de esos viajes cultu-rales que les organizan, incluso para visitar edificios religiosos, y una

    peregrinacin con sacerdotes que celebran la Misa cada da, donde se puedan confesar, y tambin, claro pasarlo bien. Especialmente bo-nito fue el viacrucis que pudimos celebrar por la maana. Todos nos dijeron que haba sido de lo ms bonito y que se iban con el corazn lleno de Dios. Cuntas cosas ms podra contar de las maravillas que Dios va haciendo en las almas. Nosotros los sacerdotes somos pobres ins-trumentos y testigos de todo esto. l con su Providencia nos va colo-cando all donde quiere y espera que pongamos esa gotita de agua en la gran obra de Misericordia que l obra en los corazones.

    lvaro Gonzlez, hnssc

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    (Arriba) Celebracin de las fiestas en Cervera

  • Por TierrasNorteas

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    5. Fons Vitae www.hhnssc.org

    En la comunidad San Miguel vivimos seis sacerdotes de la Her-mandad que tratamos de colaborar con el Seor en el pastoreo que l rea-liza en las almas, y cada da gozamos al ver cmo el Seor comparte con nosotros su solicitud por ellas y su alegra por la respuesta de amor y de conversin de los hombres. Junto con la intimidad con Jess en la oracin, sta es la fuente de nuestro gozo: ser testigos de las acciones del Seor en las almas y ser llamados a colaborar en esta obra tan grande. En la comunidad tenemos la alegra de una nueva incorporacin para este curso. D. Xavier Prevosti ha dejado la comunidad de Talavera y ha venido a Pamplona para terminar su tesina de licenciatura, hacer un ms-ter en estudios tomistas y comenzar su tesis doctoral. Aparte de estar in-merso en el estudio colabora con di-versos apostolados de la Hermandad, tanto en Schola Cordis Iesu, en espe-

    cial en Barcelona, donde viaja para atender espiritualmente a los grupos de jvenes y de nios, como en la pa-rroquia, donde colabora en la tarea de la catequesis. Vivimos en la villa de Aoiz, donde D. Antonio Prez-Mosso es el prroco y da a da lleva los sacra-mentos y el consuelo de la gracia a to-dos, y en el que los dems sacerdotes colaboramos en la labor de catequesis para preparar a la juventud a recibir los sacramentos. En Aoiz se mantie-ne una religiosidad popular honda y sencilla, en especial a la Virgen de la Misericordia y a san Miguel, a travs de la cual el Seor todava hoy pue-de llegar a muchos, como pudimos disfrutar el da de la fiesta mayor del

    pueblo, el 29 de Septiembre, con la procesin de san Miguel. En los pueblos de la montaa trabaja D. Ignacio Gonzlez, donde lleva la presencia misericordiosa de Cristo a los valles de Arce y Aezkoa.

  • (Arriba) Schola Madrid

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    All celebra la Eucarista, administra los sacramentos, prepara a los jve-nes en la catequesis, visita a las fami-lias, repara los templos, etc., con la ilusin de que el Seor pueda seguir llegando a tantos hombres y mujeres que le buscan con sincero corazn.En Pamplona trabajamos D. Santiago Arellano, D. Fernando Maristany y servidor. D. Santiago y D. Fernando estn en la parroquia de San Fermn, donde atienden diferentes realidades pastorales: las catequesis parroquia-les, Comunidades Neocatecume-nales, Vida Ascendente, grupos de Critas, etc. Desde la parroquia, D. Fernando, D. Santiago y tambin D.

    Antonio, atienden el grupo de Schola Cordis Iesu de Pamplona. Los sba-dos por la tarde se renen las familias en la parroquia para la formacin de los mayores, con D. Antonio, y la ca-tequesis de los pequeos, en la que trabajan D. Santiago y D. Fernando. Los viernes, tambin en la parroquia, el grupo de jvenes tienen su Hora Santa semanal, y despus disfrutan juntos de un rato de convivencia. Tambin los viernes, una vez al mes, los sacerdotes disfrutan mucho con el grupo de Tarsicios, en el que los nios y nias de Schola adoran al Seor en la Eucarista. Los lunes D. Santiago y D. Fernando dirigen la formacin del

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    grupo de universitarios de Schola. Este ao los jvenes estn profundi-zando en los puntos ms bsicos de nuestra espiritualidad, en la devocin al Corazn de Jess tal y como nos la ensean santa Margarita Mara, el pa-dre Ramire y santa Teresita del Nio Jess, las tres etapas en las que el pa-dre Orlandis sealaba que se haba desenvuelto esta providencial devo-cin al Corazn de Cristo. Aparte de las actividades semanales, el grupo de Schola ha tenido este trimestre di-ferentes actividades entre las que de-bemos destacar dos: la peregrinacin a Tarragona, donde nos hemos pues-to bajo la proteccin de los mrtires,

    testigos y maestros en la esperanza del Reinado del corazn de Jess en nuestro pas; y los Ejercicios Espiri-tuales que ha predicado D. Xavier Prevosti, donde cuarenta jvenes se han querido poner ante el Seor para dejar que les vaya purificando el alma

    y moldeando la vida, para poder ser-vir en todo a su Divina Majestad. Desde la comunidad de san Miguel tambin colaboramos con el grupo de Schola de San Sebastin. D. Santiago, D. Fernando y D. Xavier co-laboran en el grupo de jvenes orga-nizando adoraciones al Santsimo y mediante el ministerio de la direccin espiritual, y Antonio colabora una vez al mes en la formacin de las familias. Y por ltimo, un servidor est estrenando apostolado. Este ao don Francisco Prez, obispo de Pam-plona, me ha encomendado ser cape-lln del colegio Nuestra Seora del Huerto de Pamplona, dirigido por religiosas, las Hijas de Mara Santsi-ma del Huerto. Llevo slo dos meses, pero para m est siendo una alegra inmensa palpar los frutos de la accin del Seor en las almas de tantos nios y jvenes (y tambin profesores) que va mucho ms all de lo que podra preverse humanamente. En el colegio puedo confesar a los chicos durante las clases, iniciar una labor de direc-

    para m est siendo una alegra inmensa palpar los frutos de la accin del Seor en las almas de tantos nios y jvenes (y tambin profesores) que va mucho ms all de lo que podra preverse humanamente.

  • (18)

    cin espiritual, convivencias con cada curso, etc. Para m tambin es un gozo grande poder atender el grupo de Schola Madrid, junto con Jos Mara Alsina (padre), que se inici el ao pasado, sigue creciendo casi cada semana y en el que tambin est ha-biendo abundantes frutos. Los jve-nes se renen todos los viernes para su formacin semanal en la casa de las Hermanitas de los Pobres que nos acogen que mucha generosidad. Este ao estamos profundizando en dos temas: la historia de la Iglesia y la de-vocin a san Jos. Adems, un Jueves al mes los chicos adoran durante toda la noche al Seor en la Eucarista, y tambin una vez al mes, algunos de ellos profundizan ms en su forma-cin cristiana en un seminario sobre santo Toms de Aquino que dirige Jos Mara Alsina. Tambin hay que destacar, y aprovechamos para pedir oraciones, los Ejercicios Espirituales que tendrn lugar, Dios mediante, los das previos a la fiesta de Navidad.

    Espero que estas lneas os muevan a dar gracias al Seor con nosotros por tanto bien que el Seor realiza a nues-tro alrededor y que es como un gusto anticipado del gozo que tendremos aquel da en el que todos los hombres aceptarn su yugo suave y su carga ligera; y tambin para que sigis re-zando por nuestros apostolados, para que el Corazn de Jess sea ms cono-cido y amado en nuestros ambientes.

    Javier Pueyo, hnssc

  • Gracias Espaa,Tierra de Mara

    (19)

    6. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Qu tenan dentro esos jvenes para ir cantando a la muer-te? Qu haba en el Corazn de Santiago para llegar al fin de la tierra?

    Qu movi a Sta. Maravillas a fundar en el Cerro de los ngeles? Qu quisieron defender Pelayo y sus seguidores en aquellas montaas astu-rianas? Qu arda en el corazn de Javier para llegar a tantos pases y hasta las costas de China? Cmo sera el amor de ese obispo que pudo vestir una casulla regalada por la mismsima Virgen Mara?... Mientras avanzbamos en nuestro caminar por tierras espa-olas se iba iluminando en nuestros corazones lo que intuamos era la respuesta a todas estas preguntas y a tantas otras. Apenas se nos comenzaba a abrir un mundo y ya queramos conocerlo todo. Es im-posible describir con palabras todo lo vivido durante esos quince das de cielo por tierras hispanas.

    (Izquierda) Grupo de profesoras del Colegio san Francisco de Ass junto con D. Esteban y D. Javier

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    Habamos vivido apenas las dos primeras jornadas y co-nocido El Cerro de los ngeles, vila, Zaragoza y Barbastro. Ya en ese punto crea que no caba ms dulzura y belleza en mi corazn. Cuntas emociones! Cunta intensidad espiritual! Necesitaba que se dilatara mi corazn Cmo bamos a poder recibir todo lo que vena en los siguientes trece das que nos quedaban? Tantos santos que deseaba conocer ms de cerca y aho-ra me poda presentar ante ellos. Existi un encuentro vital con

    cada uno, en cada uno de sus lugares. Ahora he visitado sus casas y se me ha hecho ms fcil abrirles la ma Uno a uno aparecieron Santa Teresa de Jess, la Madre Maravillas, Santa Bernardita, San Juan de la Cruz, San Francisco Javier, San Ignacio de Loyo-la, el Apstol Santiago, San Rafael Ar-naiz, San Josemara y tantos otros Parece increble!, todo un ejrcito de amadores de Dios que acudan, en rescate, ante mi pequeez.

    Desde Barbastro fuimos a Lour-des donde nos encontramos de nuevo con la presencia de la Virgen y con la

    Iglesia de miembros enfermos mendigando la salud corporal y es-piritual. Como dice mi amiga Vernica: das especiales en que percib tan cerca y de una manera tan profunda y real la mirada mi-sericordiosa de la Virgen, en que sent cmo me mimaba cada da, en que mis lgrimas no paraban de brotar de mis ojos al sentirme tan amada tal cual soy, con toda mi imperfeccin humana. ramos un grupo de 105 profesores y padres de alumnos del colegio San Francisco de Ass de Santiago de Chile. Y en to-dos se dio un mismo espritu. Fueron das de un ritmo fuerte, de mucho agotamiento, en los cules podran haberse producido di-ferencias en los intereses, ciertas tensiones, situaciones de falta de

    Fueron das especia-les en que percib muy cerca y de una manera muy profunda y real la mirada misericordiosa de la Virgen, en que sent cmo me mimaba cada da.

  • (21)

    caridad entre nosotrosetc. Y, sin embargo, todos estbamos me-tidsimos en la peregrinacin, todos en lo mismo, todos rebosantes de un amor tan grande era un cuerpo que peregrinaba. As lo comenta un compaero de peregrinacin: todo hablaba: la alegra y la devocin de los peregrinos. Y yo, que tena terror a esa mul-titud! Cunto uno aprende de los otros!, qu bien hace caminar en comunidad!... Qu bien hace las cosas Dios! Una peregrinacin que queda grabada en mi corazn para toda la eternidad Entrar caminando en Santiago de Compostela, rezando, cantando, confesndonos, y la Misa en la catedral, con botafumeiro incluido, fue algo verdaderamente indescriptible. Se me vuelve a hacer un nudo en la garganta al recordarlo. Entrbamos despus de miles de hermanos nuestros, muchos de ellos ahora santos, se-guamos sus pasos buscando al amigo del Seor para rogarle con

    (Arriba) Los peregrinos delante del castillo de Javier

  • (22)

    toda nuestra alma nos conceda un ardor en la fe capaz de incendiar el mundo, como l lo hizo. Terminar nuestra peregrinacin en Ftima fue el culmen de todos los regalos recibidos. All nos encontramos con una cal-ma interior increble, nos encontramos con el abrazo de Nuestra Madre, que nos ayudaba a expandir el corazn para dejar lugar a todo lo que habamos recibido. Como me comentaba J.L., cuando llegamos a Ftima se respiraba algo divino. Bajamos de los buses, en la explanada estaba la Capelia, lugar donde se apareci Mara. Los Padres D. Javier Jaurrieta y D. Esteban Medina nos invitaron a entrar a la explanada en un profundo silencio. Lo hicimos de dos en dos, con nuestros rosarios, caminando lentamente por el estre-cho sendero que muchos peregrinos hacen de rodillas. Poco des-pus pudimos apreciar la bellsima imagen de Mara. La Virgen de Ftima con toda su historia nos estremeci. Hacia el fondo, un lienzo con la frase No tengis miedo que se extenda inmensa y colorida a los pies de la Baslica, donde yacen los pastorcitos. Por cierto, todos quedamos encantados con el P. Esteban. Al principio, cuando nos lo presentaron, nos pareci demasiado joven Pero, una vez ms, las apariencias engaan. Todo un lujo de sacerdote. Al terminar todos, absolutamente todos, nos lo queramos llevar con nosotros a Chile.

    (Izquierda) Peregrinos en algn lugar de Espaa

  • (23)

    Antes de terminar esta crnica-resumen comparto con vo-sotros el testimonio de dos profesores peregrinos: (Annimo) Ben-ditos nuestros labios que besaron la Santa Cruz en Santo Toribio de Libana, el mismo madero del seor que lo sostena mientras colgaba lleno de dolor, suspirando por nosotros. Benditos nues-tros labios que besaron el pilar donde pos su pies Nuestra Seora, para que, animando al apstol, pudiera llegar un da la fe tambin hasta nuestra tierra, hasta Amrica. Benditos nuestros labios que besaron la piedra en donde se pos la Virgen Mara al visitar a San Ildefonso, benditos nuestros pies que pisaron la tierra donde visit La Virgen a los pastorcitos de Ftima, benditas nuestra manos que tocaron la piedra de la gruta de Lourdes y el agua que ella hizo bro-tar. Benditos nuestros ojos y todos nuestros sentidos que pudieron mirar y respirar, con el corazn estremecido, el lugar santo de los mrtires de Barbastro. Hemos pisado tierra regada por la sangre de los mrtires que nos esperaba a nosotros tambin, para dar fruto en nuestras almas y en nuestra propia patria. M.M deca: Qu emocionante caer en cuenta del enorme amor de la Virgen Mara!, quien estando an en este mundo, se traslad para animar al apstol Santiago, all dnde se acababa la tierra, all donde l entregaba la vida por Cristo difundiendo la Buena Nueva. Ella, Madre de toda madre, est siempre velando por sus hijos, va y le socorre, le anima, se le muestra ah, sobre un pilar, tan humilde, tan simple, con tanta ternura. La Madre va al confn de la tierra, y con Santiago, la salva, la hace germinar en la fe. Esos nuevos hijos hispanos irn tambin, como Santiago, hasta el fin de la tierra y ganarn esta nuestra Amrica para Dios. Tanta

    gracia derramada en Espaa a travs de los siglos por nuestra Ma-dre!... y Amrica es ahora de Cristo Rey. Gracias, Espaa, gracias, tierra de Mara. Han ido pasando los das desde nuestro regreso y nos he-mos ido dando cuenta que este grito, este canto, ha pasado a for-mar parte de nosotros y que nosotros tambin gritamos: Y qu ideal? Por ti mi Reina, la Sangre dar. Viator

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    7. Fons Vitae www.hhnssc.org

    misa el domingo y comulgar, pues vi-va en pecado y saba que antes tendra que confesarme, pero realmente me arrepenta?, acaso quera yo comul-gar? Ya ni siquiera crea en todo eso. En realidad nunca llegu a ser ateo. Por aquel entonces me con-sideraba agnstico, no entenda cmo mis padres podan estar tan seguros de que Dios existiera, ni entenda que mis amigos estuviera tan convencidos de que no existiera. No se puede sa-

    Casi todos me llaman Chema, soy de Madrid y el menor de una fami-lia de cinco, tengo dos hermanas ma-yores, Roco y Carmen, y tambin un hermano que muri antes de nacer y que est ya disfrutando de la vida eter-na, esperndonos al resto. A mi familia le debo la fe, pues en ella me educaron mis padres desde siempre: me lleva-ban a misa, hice la primera comunin, me ensearon a rezar (por ejemplo las tres avemaras al irme a la cama antes de dormir, y an hoy las rezo)... Hasta los 14 aos no me su-puso ningn problema creer en Dios. Pero entonces lleg el tiempo en que empec a conocer el mundo ms all de las puertas de mi casa, y en eso mis amigos me hacan preguntarme cosas sobre Dios para las que no tena respuesta. Apareci clara la pregunta: Realmente existe Dios? Mientras pa-saba esto, yo iba entrando en un tipo de vida no muy compatible con el cris-tianismo. No tena ningn sentido ir a

    (Arriba) Chema jugando baloncesto en el campamento

    A Ella le doylas gracias

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    ber, pensaba. En mi casa era el ateo y con mis amigos el creyente va-mos, que me pegaba con todo el mun-do. Quera tener certeza de si exista o no, lo que fuera, pero estar seguro de ello, pero al no estar seguro me man-tena en medio. Mientras, sin embargo, la Iglesia me molestaba para vivir como me apeteca, yo quera divertirme y eso pareca contrario a ser catlico, porque si yo haca lo que quera luego tena que confesarme. Haba que to-mar una eleccin, as que a divertirse! Me pase por el gran teatro del mun-do gastando mal mi talento. Ahora que miro atrs veo cunto dao hace el pecado a quien lo comete y a los que le rodean. Pero la Virgen no me dejara sufrir esto mucho tiempo, con su su-tileza caracterstica me condujo hasta un confesionario: dos sillas de plstico debajo de un rbol en Lourdes, y des-de all me subi a un autobs camino de Medjugore, donde, por medio de una monja el Seor me quit las es-camas de los ojos. Hubo un momento

    de gracia, de desengao, en el que me encontr interiormente con Dios (y f-sicamente, porque estaba expuesto el Santsimo). Quisiera o no, mi vida ya haba cambiado. Pensamiento de mis amigos cuando vuelvo de Medjugore y recha-zo las drogas: Ya est! A Chema le han comido el tarro. Pero lo cierto es que yo no dej la droga, sino que me hice adicto a una mucho mejor, Dios y su Iglesia. Qu se le va a hacer? Yo no lo eleg, el hijo del hombre ha ve-nido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Yo le recomiendo a todo el mundo esta comedura de tarro. Esto sucedi en el verano an-tes de 2 Bachillerato, el 2008. Poco a poco fui conociendo a Dios gracias a unos religiosos, los Guadalupanos Eu-carsticos. Al poco tiempo una monja de ellas me dijo tienes cara de fraile, y claro, desde entonces me plante la vocacin. Me fui a Navarra a estudiar filosofa y all yo peda a Dios que me

    diera o novia o convento, pero que no me dejara a dos velas, quera saber qu quera l de m, y saber qu hacer

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    con mi vida. Esto al principio me traa algo de angustia, pretenda sacarle a Dios su voluntad cual saca-corchos, pero as no funciona la cosa. En Pamplona conoc la Her-mandad y Schola, donde me he ali-mentado espiritualmente estos aos de Pamplona. En 2 fui a los ejerci-cios espirituales con otros jvenes de Schola. Con toda la intencin de sacar el corcho claro, digo yo que en cuatro das de pura oracin lo con-seguira no? Pues en la charla intro-ductoria nos dijeron que furamos simplemente a estar con el Seor, no a

    buscar solucin a nuestras cosas, eran das para estar con l. Esto me gust, y milagrosamente pude tomarme los ejercicios con esta actitud, gustando internamente las cosas de Dios. Lle-g el sbado, tercer da de ejercicios (y Sbado Santo), y D. Jos Mara Alsina, que diriga los ejercicios, cont una ancdota sobre un hombre al que fue a dar la extremauncin. Una historia muy bonita, y al terminar la ancdota D. Jos Mara dijo: y le mand a to-mar caf con San Pedro. En ese mo-mento todo me cuadr absolutamen-te. Lo que yo quera hacer, lo que Dios

    (Arriba) Seminaristas en Queralbs

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    En ese momento todo me cuadr absolutamente. Lo que yo quera hacer, lo que Dios quera de m, lo que yo iba a hacer, todo coincida: mandar a la gente a tomar caf con San Pedro, es decir, ser medio de Dios, desde el sacerdocio, para que las almas se salven.

    quera de m, lo que yo iba a hacer, todo coincida: mandar a la gente a tomar caf con San Pedro, es decir, ser medio de Dios, desde el sacerdocio, para que las almas se salven; o como yo digo, siguiendo la broma del caf, ser secretario de Pedro. Fue un Sbado Santo, que dentro de la Semana Santa, es el da para dejarse acompaar por Mara, a ella le doy gracias por todo lo que ha hecho en m, por presentarme a su hijo y por mostrarme el sentido de mi vida. Fue un momento de mu-cha paz y alegra interior. Luego, poco a poco, con la ayuda de D. Santiago, que era mi di-rector espiritual fui afinando el odo y

    viendo que, en concreto, el Seor me quera en la Hermandad. As que hace casi tres meses, en septiembre, me un a los seminaristas en Toledo, con el apoyo y alegra de prcticamente toda mi gente cercana.

    Jos Mara Garca

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    Carta abiertaa las madres

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    Queridas madres de familia:

    El otro da le la noticia de una sencilla llamada he-cha por un sacerdote en pueblo de Italia, Lu Montferrato, que durante la primavera de 1881 motiv a un grupo de madres a orar para que el Seor enviara obreros a sus campos. Los re-sultados fueron impresionantes. Aquella oracin estremeci el cielo regalando una cantidad de vocaciones, que hasta hoy se producen, en un pueblo que no supera los 1.300 habitantes. Gracias a la oracin, han surgido 323 vocaciones a la vida con-sagrada, de las cuales 152 son hombres que han sido presbte-ros o religiosos; y 171 mujeres que se han consagrado a Dios en 41 congregaciones distintas. En algunas familias se han llegado a producir hasta siete vocaciones. El ejemplo ms conocido es el de la familia Rinaldi. Sus dos hijas se consagraron como re-ligiosas y cinco varones fueron sacerdotes salesianos. El ms conocido de los cinco hermanos, es el beato Filippo Rinaldi, quien dej un noviazgo para ser sacerdote a los 20 aos, edad en que conoci personalmente a San Juan Bosco y fue su hijo espiritual. Rinaldi se convertira ms tarde en el tercer sucesor de la Congregacin salesiana desde 1922 hasta 1931. Al leer esta noticia me sent movido a haceros una in-vitacin a vosotras, madres que cuidis y os preocupis por

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    la fe de vuestros hijos y que sufrs al ver que tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo ya no conocen a Jesucristo y por tantos motivos viven lejos de la Iglesia. El Seor, de las cosas concretas a que nos invit fue que pidiramos que el Dueo de la Mies enviara operarios. La palabra de Jess nos lleva a pensar lo necesaria que es esta oracin y lo eficaz de la misma.

    Los datos que sabemos de muchas dicesis espao-las y congregaciones religiosas son alarmantes. La media de edad del clero de bastantes lugares en Espaa ronda los 70 aos. Ante esta tremenda realidad todos nos tenemos que sentir urgidos a orar especialmente para que el Seor haga el milagro de un nuevo florecer de vocaciones al sacerdocio y a

    la vida consagrada. Las oraciones de las madres tienen que ser de las ms escuchadas en el cielo. Jess siempre que ve a una madre en la tierra rezar pensar en su bendita Madre! Con este motivo os invito a vosotras a que pidis para que si es su voluntad, el Seor se digne llamar a un hijo vuestro al sacerdocio. Como las madres de este pueblo en Italia pedidle todos los das a Nuestro Seor: Seor, haz que uno de mis hijos llegue a ser sacerdote! Yo misma quiero vivir como buena cristiana y quie-ro conducir a mis hijos hacia el bien para obtener la gracia de poder ofrecerte, Seor, un sacerdote santo. Amn. Realizad esta sencilla oracin a ser posible ante el Sa-grario, o la imagen del Sagrado Corazn de vuestro hogar, o

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    la imagen de Nuestra Seora. Hacedla solas y mejor si puede ser unida con otras madres. Promoved esta oracin entre las madres cristianas y estad convencidas que el Seor en vuestros hijos o en el seno de otras familias cristianas escuchar vuestra oracin. El tesoro ms grande que puede tener un sacerdote es el de haber tenido una madre que acogi la llamada del Seor a su hijo, disponindose a ella, acogindola con generosidad y gratitud y ofreciendo su oracin continua por su santidad y perseverancia. Que Dios bendiga tanto bien que hacis al servicio de la Iglesia. Con mi afecto, reconocimiento y oracin.

    Jos Mara Alsina, hnssc

    (Arriba) Vocaciones del pueblo de Lu Montferrato

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    Palabras del Papa

    9. Fons Vitae www.hhnssc.org

    Al buen sacerdote se lo reconoce por cmo anda ungido su pueblo; esta es una prueba clara. Cuando la gente nuestra anda ungida con leo de ale-gra se le nota: por ejemplo, cuando sale de la misa con cara de haber reci-bido una buena noticia. Nuestra gen-te agradece el evangelio predicado con uncin, agradece cuando el evan-gelio que predicamos llega a su vida cotidiana, cuando baja como el leo de Aarn hasta los bordes de la reali-

    dad, cuando ilumina las situaciones lmites, las periferias donde el pueblo fiel est ms expuesto a la invasin de los que quieren

    saquear su fe. Nos lo agradece porque siente que hemos rezado con las cosas de su vida cotidiana, con sus penas y alegras, con sus angustias y sus esperanzas. Y cuando siente que el perfume del Ungido, de Cristo, llega a travs nuestro, se anima a confiarnos

    todo lo que quieren que le llegue al Seor: Rece por m, padre, que tengo este problema.... Bendgame, padre, y rece por m son la seal de que la uncin lleg a la orla del manto, porque vuelve convertida en splica, splica del Pueblo de Dios. Cuando estamos en esta relacin con Dios y con su Pueblo, y la gracia pasa a travs de nosotros, somos sacerdotes, mediadores entre Dios y los hombres. Lo que quiero sealar es que siempre tenemos que reavivar la gracia e intuir en toda peticin, a veces inoportunas, a veces puramente materiales, incluso banales pero lo son slo en

    Nuestra gente agradece el evangelio predicado con uncin, agradece cuando el evangelio que predicamos llega a su vida cotidiana.

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    apariencia el deseo de nuestra gente de ser ungidos con el leo perfumado, porque sabe que lo tenemos. Intuir y sentir como sinti el Seor la angustia esperanzada de la hemorroisa cuando toc el borde de su manto. Ese momento de Jess, metido en medio de la gente que lo rodeaba por todos lados, encarna toda la belleza de Aarn revestido sacerdotalmente y con el leo que desciende sobre sus vestidos. Es una belleza oculta que resplandece slo para los ojos llenos de fe de la mujer que padeca derrames de sangre. Los mismos discpulos futuros sacerdotes todava no son capaces de ver, no comprenden: en la periferia existencial slo ven la super-ficialidad de la multitud que aprieta por todos lados hasta sofo-carlo (cf. Lc 8,42). El Seor en cambio siente la fuerza de la uncin divina en los bordes de su manto.

    Francisco, homila Santa Misa Crismal, 28 de marzo de 2013

    (Arriba) Papa Francisco

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    Con vuestra oracin por nosotros:

    Os invitamos a rezar a Nuestra Seora del Sagrado Corazn la oracin Acurdate, pidiendo para la Hermandad: La santidad de sus miembros

    El aumento de sus vocaciones

    La fecundidad en sus apostolados

    Con vuestra ayuda econmica*:

    Con un donativo puntual

    Becando a un seminarista (beca mensual: 350)

    Con una cuota peridica

    *Podis hacer un ingreso en la cuenta de La Caixa 2100-1224-86-0200234363 (Titular: Hermandad de Hijos de Nuestra Seora del Sagrado Corazn).

    **Los donativos hechos a la Hermandad pueden desgravarse en la declaracin de la renta. Podemos remitiros un justificante.

    Como ayudar?

  • Oracin del Acurdate

    Acurdate, Nuestra Seora del Sa-grado Corazn, de las maravillas que hizo en Ti el Seor. l te esco-gi por Madre y te quiso junto a su Cruz. Ahora, te hace partcipe de su Gloria y escucha tu plegaria. Ofr-cele nuestra alabanza y nuestra ac-cin de gracias. Presntale nuestras peticiones... (se pide la gracia que se desea alcanzar). Haznos vivir como T, en el Amor de tu Hijo, para que venga a no-sotros su Reino. Conduce a todos los hombres, a la Fuente de Agua Viva que brota de su Corazn, ex-tendiendo sobre el mundo la espe-ranza y la paz, la misericordia y la salvacin. Mira nuestra confianza, responde a nuestra splica y mus-trate siempre nuestra Madre. Amn. (Arriba) Nuestra Seora del Sagrado Corazn