folleto ordenacion diaconal

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ESCUELA PA VICEPROVINCIA DE VENEZUELA

"De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate de todos". Mateo 20, 28 ORDENACIN DIACONAL Melvin Jos Santos Colman De San Pedro

Parroquia San Jos de Calasanz Carora Edo. Lara 31 de Octubre de 2009

1

CANTO DE ENTRADA Vamos, Cantad! Vamos, Cantad, Cantemos en la paz de Mi Seor Jess. Y que el Amor De Dios se torne en Nuestras vidas luz. ES TAN BUENO ESTAR AQU JUNTOS CANTANDO AL SEOR, SOLTANDO NUESTRA VOZ Y AS EXALTAR UN DIOS DE AMOR (2) Vamos, Gozad, Gocemos en la paz de Mi Seor Jess. Y que el Amor De Dios se torne en Nuestras vidas luz. SALUDO INICIAL: (celebrante Mons. Ulises Gutirrez). S. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. A. Amn. S. El Dios de la esperanza, que por la accin del Espritu Santo nos colma con su alegra y con su paz, permanezca siempre con todos vosotros. A. Y con tu espritu. S. El que quiera servirme, que me siga, dice el Seor; y donde est yo, all tambin estar mi servidor. Jn 12,26. INTRODUCCIN (Tailo Arabia) ACTO PENITENCIAL S. Al comenzar esta celebracin eucarstica, pidamos a Dios que nos conceda la conversin de nuestros corazones; as obtendremos la reconciliacin y se acrecentar nuestra comunin con Dios y con nuestros hermanos. R. Perdn, Seor, Perdn. Lectores: 1.- Seor te pedimos perdn por olvidarnos de atender a las necesidades de los Vamos, Alabad, Alabemos en la paz de Mi Seor Jess. Y que el Amor De Dios se torne en Nuestras vidas luz. Vamos, Adorad, Adoremos en la paz de Mi Seor Jess. Y que el Amor De Dios se torne en Nuestras vidas luz.

nios y personas que no tienen tantas cosas como nosotros y lo pasan mal. Porque somos egostas y no compartimos lo que tenemosR. Perdn, Seor, Perdn. 2.- Te pedimos Seor perdn por que muchas veces nuestros sueos consisten

en buscar nuestra propia comodidad, en sentirnos a gusto, en ser servidos, en tener todo a mano y enseguida, en que nadie nos moleste Sin pensar en nuestros hermanoR. Perdn, Seor, Perdn.

2

3.- Seor te pedimos perdn por nuestro individualismo, al querer que todos piensen como yo, que lo nico importante son mis cosas, mi tiempo Sin pensar que no podemos vivir slo para nosotros mismos y que con esta actitud nos alejamos mas de ti. R. Perdn, Seor, Perdn. 4.- Seor, reconocemos que como catequistas no hemos sido buenos pastores

con los nios, no estamos atentos a sus necesidades, a esos mensajes silenciosos que sus rostros nos entregan, acallando sus clamores, no dejndolos ser nios.R. Perdn, Seor, Perdn. S. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. A. Amn. Canto Penitencial: Seor ten piedad

Seor, ten piedad (bis) Cristo, ten piedad Por el que sufre en soledad Por el hambriento que no tiene un techo, Ni un trozo de pan, Por tantos nios en la calle Vagabundos sin hogar Por tantos pueblos arrasados Por la guerra, ten piedad Cristo ten piedad.

Ten piedad Seor (bis) Cristo ten piedad, tengamos piedad por el que sufre en soledad tengamos piedad por quien no acepta su verdad tengamos piedad por tantos nios sin hogar tengamos piedad (bis)

Canto Gloria

Gloria, gloria, a Dios en el cielo, Gloria Y en la tierra paz (bis) Paz a los hombres Que ama el Seor Te alabamos (bis) Te bendecimos (bis) Te adoramos (bis) Te glorificamos (bis) Te damos gracias Por tu inmensa gloria Seor Hijo unignito Jesucristo, Seor, Dios Cordero de Dios, hijo del Padre 3

T que quitas del mundo, el pecado del hombre Acoge, acoge Nuestras splicas T que ests en el cielo A la diestra del Padre Ten piedad Seor, piedad de nosotros Porque T slo eres santo (bis) T slo el Seor (bis) T solo el altsimo (bis), Jesucristo (bis), Con el Espritu Santo En la gloria de Dios Padre, Amn (bis) En la gloria de Dios Padre

T que quitas del mundo, el pecado del hombre Ten piedad Seor, piedad de nosotrosOracin colecta

Amn.

Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el espritu de piedad y fortaleza, que convierta a este siervo tuyo en digno ministro de tu altar y lo hagas testigo valiente y humilde de tu Evangelio. Por nuestro Seor Jesucristo. A.- Amn LITURGIA DE LA PALABRA 1 Lectura: Lectura del Libro de los Nmeros (11, 11b-12,14-17,24-25a) (Ana Esther)

En aquellos das, Moiss dijo al Seor: - Por qu haces cargar a tu siervo con todo este pueblo?He concebido yo todo este pueblo o le he dado a luz para que me digas: Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llvalo a la tierra que promet a sus padres? Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. Si me vas a tratar as, ms vale que me hagas morir; concdeme este favor, y no tendr que pasar tales penas. El Seor respondi a Moiss: -Treme setenta ancianos de Israel que te conste que son ancianos al servicio del pueblo, llvalos a la tienda del encuentro y que esperen all contigo. Apartar una parte del espritu que posees y se lo pasar a ellos, para que se repartan contigo la carga del pueblo y no le tengas que llevar t solo. Moiss sali y comunic al pueblo las palabras del Seor. Despus reuni a los setenta ancianos y los coloco alrededor de la tienda. El Seor baj en la nube, habl con l y apartando algo del espritu que posea, se lo pas a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espritu, se pusieron a profetizar.Palabra de Dios. A. Te alabamos, Seor. Salmo Responsorial: Salmo 22 (Antfona cantada por Yelitza) R. El Seor es mi pastor, nada me falta.

El Seor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R. Me gua por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por caadas oscuras, / nada temo, porque t vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

4

Preparas una mesa ante m, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R. Tu bondad y tu misericordia me acompaan / todos los das de mi vida, / y habitar en la casa del Seor / por aos sin trmino. R.2 Lectura: Lectura del libro de los Hechos de los apstoles (6, 1-7b) (Olga de Santos)

En aquellas das, al crecer el nmero de los discpulos, los de la lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendan a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discpulos y les dijeron: -No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administracin. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espritu y de sabidura, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oracin y al ministerio de la palabra. La propuesta les pareci bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espritu Santo, a Felipe, Prcoro, Nicanor, Timn, Parmenas y Nicolas, proslito de Antioqua. Se los presentaron a los apstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusaln creca mucho el nmero de discpulos.Palabra de Dios. A. Te alabamos, Seor. Canto Interleccional:

Canta aleluya al Seor (bis) Canta aleluya (bis) Canta aleluya al SeorEvangelio (Padre Oscar Len) S. Proclamacin del Santo Evangelio de Nuestro Seor Jesucristo segn San Lucas

E

(Lc 10, 1-9)

n aquel tiempo, design el Seor otros setenta y dos y los mand por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir l. Y les deca: -La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueo de la mies que mande obreros a su mies. Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengis a saludar a nadie por el camino. Cuando entris en una casa decid primero: Paz a esta casa. Y si all hay gente de paz, descansar sobre ellos vuestra paz; si no, volver a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andis cambiando de casa. Si entris en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: Esta cerca de vosotros el reino de DiosPalabra del Seor.

5

A. Gloria a ti, Seor Jess.

OrdenacinLedo el Evangelio, comienza la Ordenacin del dicono. El Obispo se sienta con mitra en la sede preparada. Monicin ( P. Edgar Romero):

En este momento damos inicio al rito de la Ordenacin Diaconal; el candidato ser llamado y presentado ante el Seor Obispo, quien en nombre de Cristo lo aceptar para el ministerio de los Diconos. Es la voz de la Iglesia quien llama. Es Cristo quien a travs del Obispo participa su ser y su misin a los que l mismo elige para el ministerio, para el servicio. Eleccin del candidato al diaconadoMinistro (P. Juan Alfonso Serra, Superior): Acrquese el que va a ser ordenado dicono: Melvin Jos Santos de San Pedro, religioso escolapio. Candidato: Presente. Y acercndose al Obispo hace una reverencia.

Peticin de la Ordenacin: Reverendsimo Padre, la Santa Madre Iglesia pide que ordenes de dicono a este hermano nuestro. El Obispo pregunta: Sabes si es digno? TESTIMONIO dado por Profesora Caterina Yamin.Interviene con unas palabras el Superior mayor P. Juan Alfonso Serra, y despus dice lo siguiente: Superior (P. Juan Alfonso Serra, Sch. P.):

Segn el parecer de quienes lo presentan, despus de consultar al pueblo cristiano, doy testimonio de que ha sido considerado digno.El Obispo: Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a este hermano nuestro para el orden de los diconos. Todos dicen:

Demos Gracias a Dios

HOMILASeguidamente, estando todos sentados, el Obispo hace la homila, en la que, partiendo del texto de las lecturas proclamadas en la liturgia de la palabra, habla al pueblo y al elegido sobre el ministerio de los diconos.

Monicin de promesas al diaconado (P. Edgar Romero):

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Ahora el Seor Obispo pedir al candidato para el orden del diaconado manifestar pblicamente su disposicin al ejercicio de este ministerio: Promesa del elegido dicono Querido hijo: Antes de entrar en el Orden de los diconos debes manifestar ante el pueblo tu voluntad de recibir este ministerio. Quieres consagrarte al servicio de la Iglesia por la imposicin de mis manos y la gracia del Espritu Santo?El elegido responde:

S, quiero.

El Obispo: Quieres desempear, con humildad y amor, el ministerio de dicono como colaborador del Orden sacerdotal y el bien del pueblo cristiano? El elegido responde: S,

quiero

El Obispo: Quieres vivir el ministerio de la fe con alma limpia, como dice el Apstol, y de palabra y obra proclamar esta fe, segn el Evangelio y la tradicin de la Iglesia? El elegido responde: S,

quiero.

La siguiente interrogacin ha de hacerse incluso a un religioso profeso El Obispo: Quieres, como signo de tu consagracin a Cristo, observar durante toda la vida el celibato por la causa del Reino de los cielos y para servicio de Dios y de los hombres? El elegido responde: S,

quiero.

El Obispo: Quieres conservar y acrecentar el espritu de oracin, tal como corresponde a tu gnero de vida y, fiel a este espritu, celebrar la Liturgia de las Horas, segn tu condicin, junto con el pueblo de Dios y en beneficio suyo y de todo el mundo? El elegido responde: S,

quiero.

El Obispo: Quieres imitar siempre en tu vida el ejemplo de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre servirs con tus manos? El elegido responde: S,

quiero, con la ayuda de Dios.

Seguidamente, el elegido dicono se acerca al Obispo y, de rodillas ante l, pone sus manos juntas entre las manos del Obispo. Si el elegido es un religioso, el Obispo dice:

Prometes respeto y obediencia al Obispo diocesano y a

tu Superior Legtimo?El elegido: Prometo

El Obispo: Dios, que comenz en ti la obra buena, l mismo la lleve a trmino.Y el elegido dicono vuelve a su puesto y se sienta

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Monicin (P. Edgar Romero): A continuacin, en seal de humildad y a la accin del Espritu Santo, el elegido se postrar rostro en tierra, siendo ste el gesto que indica que el ordenando acoge la propia vida de Cristo y se hace suelo para llevar a los hombres y mujeres a Dios.EL Obispo, sin mitra, con las manos juntas, vuelto hacia el pueblo, dice:

Oremos hermanos, a Dios Padre Todopoderoso, para que derrame bondadosamente la gracia de su bendicin sobre este siervo suyo que ha sido llamado al orden de los diconos:Solista: Corina.

Lector Seor, ten piedad Cristo, ten piedad Seor, ten piedad Santa Mara, San Miguel, Santos ngeles de Dios San Juan Bautista, San Jos, San Pedro y San Pablo, San Andrs, San Juan y Santiago Santa Mara Magdalena, San Esteban, San Ignacio de Antioqua, San Ambrosio, Ireneo y Jernimo, San Lorenzo, Santos Pacomio y Antonio Santas Perpetua y Felicidad Santa Ins, San Gregorio, San Agustn, San Atanasio, San Basilio, San Martn, San Benito, San Francisco, Santo Domingo, San Francisco Javier, San Juan Mara Vianney, San Catalina de Siena, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola San Felipe Neri, San Jos de Calasanz, San Lus Gonzaga, San Pedro Claver, San Juan Bautista de la Salle San Juan Bosco, San Pompilio Mara Pirroti, Santa Paula Montal, San Martn de Porres,

Todos/as Seor, ten piedad Cristo, ten piedad Seor, ten piedad Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por Nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por Nosotros Ruega por nosotros Ruega por Nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros

Ruega por Nosotros Ruega por Nosotros

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Santa Teresa del Nio Jess, Santa Teresa Benedicta de la Cruz San Juan Diego y Santa Rosa de Lima San Estanislao, Santa Teresa de los Andes, San Maximiliano Kolbe, San Alberto Hurtado, Beato Pedro Casani y Mrtires Escolapios Beata Mara de San Jos Beata Madre Candelaria de San Jos Beata Madre Teresa de Calcuta Todos los santos y santas de Dios Mustrate propicio De todo mal De todo pecado De la muerte eterna Por tu Encarnacin Por tu muerte y resurreccin Por el don del Espritu Santo Nosotros que somos pecadores Para que asistas al Papa y al clero en tu servicio santo Para que hagas ms fecunda la vida de la Iglesia Para que lleves a los hombres a la plenitud de la vida cristiana Por el aumento de las vocaciones religiosas y sacerdotales Para que ayudes a nuestra Orden en su ministerio de ensear y educar Para que bendigas, santifiques y consagres a este hijo tuyo Para que le concedas la virtud de la perseverancia Jess, Hijo de Dios vivo Oh, Cristo, yenos Oh, Cristo, escchanosAcabadas las letanas el Obispo, en pie y con las manos extendidas, dice:

Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Ruega por nosotros Rueguen por nosotros Lbranos, Seor. Lbranos, Seor. Lbranos, Seor. Lbranos, Seor. Lbranos, Seor Lbranos, Seor. Lbranos, Seor. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Te Rogamos, yenos. Te rogamos, yenos. Oh, Cristo, yenos Oh, Cristo, escchanos

Seor Dios, escucha nuestras splicas y confirma con tu gracia este ministerio que realizamos: santifica con tu bendicin a ste elegido que juzgamos apto para el servicio de los santos misterios. Por Jesucristo Nuestro Seor. A. Amn.Todos permanecen en pie. Se hace la Ordenacin del dicono.

Ordenacin del dicono Imposicin de manos y Plegaria de Ordenacin diaconalEl Elegido para el Orden del diaconado se acerca al Obispo, que est de pie delante de la sede y con mitra, y se arrodilla ante l. El obispo le impone en silencio las manos sobre la cabeza.

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Estando el elegido arrodillado ante l, el Obispo, sin mitra, con las manos extendidas, dice la Plegaria de Ordenacin:

Asstenos, Dios todopoderoso, de quien procede toda gracia, que estableces los ministerios regulando sus rdenes; inmutable en ti mismo, todo lo renuevas; por Jesucristo, Hijo tuyo y Seor nuestro - palabra, sabidura y fuerza tuya con providencia eterna todo lo proyectas y concedes en cada momento cuanto conviene. A tu Iglesia, cuerpo de Cristo, enriquecida con dones celestes variados, articulada con miembros distintos y unificada en admirable estructura por la accin del Espritu Santo, la haces crecer y dilatarse como templo nuevo y grandioso. Como un da elegiste a los levitas para servir en el primitivo tabernculo, as ahora has establecido tres rdenes de ministros encargados de tu servicio. As tambin, en los comienzos de la Iglesia, los apstoles de tu Hijo, movidos por el Espritu Santo, eligieron, como auxiliares suyos en el ministerio cotidiano, a siete varones acreditados ante el pueblo, a quienes, orando e imponindoles las manos, les confiaron el cuidado de los pobres, a fin de poder ellos entregarse con mayor empeo, a la oracin y a la predicacin de la palabra. Te suplicamos, Seor, que atiendas propicio a ste tu siervo, a quien consagramos humildemente para el Orden del diaconado y el servicio del altar. ENVIA SOBRE EL, SEOR, EL ESPIRITU SANTO, PARA QUE, FORTALECIDO CON TU GRACIA DE LOS SIETE DONES, DESEMPEE CON FIDELIDAD EL MINISTERIO. Que resplandezca en l un estilo de vida evanglica, un amor sincero, solicitud por pobres y enfermos una autoridad discreta,

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una pureza sin tacha y una observancia de sus obligaciones espirituales. Que tus mandamientos, Seor, se vean reflejados en sus costumbres, y que el ejemplo de su vida suscite la imitacin del pueblo santo; que, manifestando el testimonio de su buena conciencia, persevere firme y constante con Cristo, de forma que, imitando en la tierra a tu Hijo que no vino a ser servido sino a servir merezca reinar con l en el cielo. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Todos/as:

R. Amn. Entrega del libro de los Evangelios Monicin (P. Edgar Romero): Acabada la oracin de consagracin, el ordenado ser revestido ahora con la estola, segn el modo diaconal y la dalmtica, signos del ministerio que acaba de recibir.Concluida la Plegaria de Ordenacin, se sientan todos. El Obispo recibe la mitra. El ordenado se levanta y unos presbteros (Jess Vzquez y Jess ZuaZua) le impondrn la estola, segn el modo diaconal, y lo revisten con la dalmtica. En este momento se puede hacer un canto apropiado:

Canto: Tu fidelidad Tu fidelidad es grande Tu fidelidad incomparable es Nadie como t, bendito Dios, Grande es tu fidelidad.El ordenado, con las vestiduras diaconales, se acerca al Obispo, que entrega el libro de los Evangelios, mientras ste est arrodillado ante l, diciendo:

Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva ensalo, y cumple aquello que has enseado.Y se retira, despus, el dicono ordenado a su puesto En este momento se puede hacer un canto apropiado:

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Canto: 1. El Espritu de Dios est en este lugar. El Espritu de Dios est en este lugar El Espritu de Dios se mueve en este lugar Est aqu para liberar Est aqu para consolar Est aqu para guiar El Espritu de Dios est aqu. Muvete en m (Bis) Toca mi mente y mi corazn Llena mi vida de tu amor Muvete en m Dios Espritu Muvete en m

2. Espritu de Dios Espritu de Dios Llena mi vida Llena mi alma Llena mi ser (bis) Y llname, llname (bis) de tu presencia, llname (bis) de tu poder, llname (bis) de tu verdad

LITURGIA DE LA EUCARISTALa liturgia eucarstica se celebra como de costumbre, pero se omite la preparacin del cliz. El dicono recin ordenando asiste al Obispo en el altar.

Canto de Ofertorio: T me dijiste

1.T me dijiste Seor que en mi camino Ir encontrando hambrientos de mi pan Que habr sedientos que vengan a mi puerta Enfermos tristes de fro y soledad T me dijiste que sufres en el pobre Que ests desnudo y no tienes libertad Que en el anciano que esperas t me esperas Y en ese nio que de hambre morir Aqu me tienes Seor yo quiero amarte Amando al pobre y aquel que sufre ms Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente Ven a mi casa y amor encontrars (Bis).

2.En el camino hay siempre un hombre herido Que necesita mi ayuda y mi amistad, No mil discursos que hablen de justicia, No mil palabras que el viento llevar, En el camino Jess me ests mirando, En tu mirada hay pena y soledad Quiero entregarte mi alma y alegra Toda mi vida en ofrenda de amistad.

Oracin sobre las Ofrendas: Dios, Padre Santo, tu Hijo quiso lavar los pies de los discpulos para darnos ejemplo; recibe los dones que te presentamos y haz que, al ofrecernos como oblacin espiritual, nos llenemos de espritu de humildad y de celo. Por Jesucristo nuestro Seor.

A.

Amn.

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PREFACIO DE LAS ORDENACIONES IICristo, origen de todo ministerio eclesial

V. El Seor est con vosotros. R. Y con tu espritu. V. Levantemos el corazn. R. Lo tenemos levantado hacia el Seor. V. Demos gracias al Seor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario

En verdad es justo y necesario,alabarte y darte gracias, Padre santo, Dios omnipotente y misericordioso, de quien proviene toda paternidad en la comunin del Espritu. En tu Hijo Jesucristo, sacerdote eterno, siervo obediente, pastor de los pastores, has puesto el origen y la fuente de todo ministerio, en la viva tradicin apostlica de tu pueblo peregrino en el tiempo. Con la variedad de los dones y de los carismas t eliges dispensadores de los santos misterios, para que en todas las naciones de la tierra se ofrezca el sacrificio perfecto, y con la palabra y los sacramentos se edifique la Iglesia, comunidad de la nueva alianza, templo de tu gloria. Por este misterio de salvacin, unidos a los ngeles y a los santos, cantamos con gozo el himno de tu alabanza:Santo

Santo (3 veces) Santo es el Seor, Dios del universo Llenos estn el cielo y la tierra de su gloria Hosanna en al cielo (bis) Santo

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PLEGARIA EUCARSTICA IIIEl sacerdote, con las manos extendidas, dice:

Celebrante

Santo eres en verdad, Padre,y con razn te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Seor nuestro, con la fuerza del Espritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.Junta las manos y, mantenindolas extendidas sobre las ofrendas, dice:

Concelebrantes

Por eso, Padre, te suplicamosque santifiques por el mismo Espritu estos dones que hemos separado para ti,Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cliz conjuntamente, diciendo:

de manera que sean Cuerpo y Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Seor nuestro,Junta las manos.

que nos mand celebrar estos misterios.En las frmulas que siguen, las palabras del Seor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de stas.

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Porque l mismo,la noche en que iba a ser entregado,Toma el pan y, sostenindolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tom pan, y dando gracias te bendijo, lo parti y lo dio a sus discpulos, diciendo:Se inclina un poco.

Tomad y comed todos de l,porque esto es mi Cuerpo, que ser entregado por vosotros.Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexin. Despus prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena,Toma el cliz y, sostenindolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tom el cliz, dando gracias te bendijo, y lo pas a sus discpulos, diciendo:Se inclina un poco.

Tomad y bebed todos de l,porque ste es el cliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que ser derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdn de los pecados. Haced esto en conmemoracin ma.Muestra el cliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexin. Luego dice una de las siguientes frmulas:

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Celebrante

ste es el Sacramento de nuestra fe.Y el pueblo prosigue, aclamando:

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreccin. Ven, Seor Jess!Despus el sacerdote, con las manos extendidas, dice: Concelebrante

As, pues, Padre,al celebrar ahora el memorial de la pasin salvadora de tu Hijo, de su admirable resurreccin y ascensin al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta accin de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Vctima por cuya inmolacin quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espritu.

Concelebrante primero

Que l nos transforme en ofrenda permanente,para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con Mara, la Virgen Madre de Dios, los apstoles y los mrtires, [san N.: santo del da o patrono] y todos los santos, por cuya intercesin confiamos obtener siempre tu ayuda. Te pedimos, Padre, que esta Vctima de reconciliacin traiga la paz y la salvacin al mundo entero.

Concelebrante segundo

Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N.,

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Puede hacerse tambin mencin de los Obispos coadjutores o auxiliares y, en las concelebraciones, del Obispo que preside la celebracin.

El Obispo, cuando celebra en su dicesis, dice:

a m, indigno siervo tuyo,Cuando celebra un Obispo que no es el Ordinario, dice:

a mi hermano N., Obispo de esta Iglesia de N., a m, indigno siervo tuyo,

al orden episcopal, a los presbteros y diconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y splicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Rene en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. A nuestros hermanos difuntos

y a cuantos murieron en tu amistad recbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,Junta las manos.

por Cristo, Seor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. Toma la patena, con el pan consagrado, y el cliz y, sostenindolos elevados, dice:

Celebrante o concelebrantes

Por Cristo, con l y en l,a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.El pueblo aclama: Amn. Despus sigue el rito de la comunin.

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RITO DE COMUNINUna vez que ha dejado el cliz y la patena, el sacerdote, con las manos juntas, dice

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza: Canto: Padre Nuestro t que ests Padre nuestro t que ests En los que aman la verdad, Haz que el Reino que por ti de dio Llegue pronto a nuestro corazn, El amor que tu hijo nos dej, El amor, habite ya en nosotros. Y en el pan de la unidad Cristo danos t la paz Y olvdate de nuestro mal Si olvidamos el de los dems; No permitas Que caigamos en tentacin, Oh Seor Y ten piedad de nosotros Uuuuu Y en el pan de la unidad

El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue l solo:

Lbranos de todos los males, Seor, y concdenos la paz en nuestros das, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libre de pecado y protegidos de toda perturbacin, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.Junta las manos. El pueblo concluye la oracin, aclamando:

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Seor.Despus el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Seor Jesucristo, que dijiste a tus apstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concdele la paz y la unidad.Junta las manos.

T que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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El pueblo responde:

Amn.El sacerdote, extendiendo y juntando las manos, aade:

La paz del Seor est siempre con ustedes.El pueblo responde:

Y con tu espritu.Luego, el dicono dice:

En el Espritu de Cristo resucitado, dmonos fraternalmente la paz.Canto de paz: PAZ SEOR. Paz Seor, en el cielo y la tierra, paz Seor, en las olas del mar, paz Seor, en las flores que mueven sin saberlo la brisa al pasar. T que has hecho las cosas tan bellas y les das una vida fugaz, pon Seor tu mirada sobre ellas y devuelve a los hombres la paz. Paz, paz, paz Seor. Paz, paz, paz y Amor. (Bis) Cordero Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad (bis) Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo; danos la paz (3)El dicono recin ordenado comulga bajo ambas especies, y sirviendo al Obispo, realiza el ministerio del cliz. Los padres y familiares del ordenado pueden comulgar bajo ambas especies.

Antfona de Comunin: Padre Santo, consgralos en la verdad. Como t los enviaste al mundo, As los envo yo tambin, dice el Seor. ( Jn 17, 17- 18). Cantos de comunin:

1. UN HOMBRE CLAVADO EN UNA CRUZ. Una noche estando yo dormido Me senta inquieto y sin razn Casi me saltaba el corazn Cuando escuche una voz y un quejido Rpido Sal a buscar quien era Y encontr una gran cruz de madera Y hombre clavado de pies y manos Quien puede hacerle esto a ser humano

2. CADA AMANECER. Cada camino en la vida Que t recorriste pensando en el bien Cada sendero marcado que en el viento Abriste para recorrer Cada surco, cada senda Que t y yo andaremos mirando el ayer Cada sendero trillado se vuelve camino Cada amanecer

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Un hombre clavado en una cruz Es el sacrificio del amor Y tu yo seguimos sin cesar Hundiendo los clavos en su humanidad Al llegar a l me desesper Dije no te preocupes yo te bajar En el mismo instante me dijo que no Hasta que se unieran para hacerlo todos Me pidi que fuera por el mundo Y dijese a ancianos jvenes y nios Que tomen conciencia de este sacrificio Que hay un hombre clavado en una cruz Un hombre clavado en una cruz..

Cada historia que viviste Pensando en los nios, Pensando en el bien Cada fuego que t hiciste Sonriendo en silencio cantando tambin Cada mirada fecunda Y cariosa que echaste a la vez Toda tu historia fecunda Se convierte en vida cada amanecer Cada esperanza que diste Al que es nio pobre y triste tambin Cada dulzura de gente Que t regalaste con buen parecer Cada beso en la mejilla Cada palmadita que diste tambin Cada abrazo sin reparo Se vuelve esperanza cada amanecer. Cada camino en la vida Que t solo abriste con miedo y con fe Cada camino que andamos Sintiendo tus pasos al amanecer Cada esperanza que diste al que es Nio, pobre y triste tambin Esa esperanza que vivo Haciendo tu historia cada amanecer

3. CUANDO EL AMOR. Como entre creyentes Existen tantas divisiones Como despreciamos A quien creemos pecadores Cuando el amor le damos al hermano Es la seal de que somos de los suyos (bis). Como en nuestro pueblo hay nios en las calles Como hay ancianos y enfermos abandonados Como hay quien se hunde En los vicios y en las drogas Como existen jvenes Que han perdido sus ilusiones. Cuando el amor le damos al hermano

Rito despus de la comunin Oracin despus de la comunin Concede, Seor, a tu siervo,

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alimentado con esta Eucarista, procurar tu gloria y la salvacin de tus hijos, siendo siempre fiel ministro del Evangelio, de los sacramentos y de la caridad. Por Jesucristo nuestro Seor. A.- Amn. PALABRAS DE AGRADECIMIENTO: DICONO Melvin Santos

Rito de ConclusinBendicin finalEl obispo con las manos extendidas sobre los ordenados y el pueblo, pronuncia la bendicin:

El Dios que dirige y gobierna la Iglesia mantenga sus intenciones y fortalezca sus corazones para que cumplan fielmente su ministerio.Todos/as:

R. Amn. El que te ha confiado a ti, dicono, la misin de predicar el Evangelio de Cristo y de servir al altar y a los hombres te haga en el mundo su testigo convincente y ministro de la caridad.Todos/as:

R. Amn. Y el que te hizo dispensador de sus sacramentos Te conceda ser imitador de su Hijo Jesucristo, Para ser en el mundo ministro de unidad y de paz.Todos/as:

R. Amn. Y a todos ustedes, que estn aqu presentes, los bendiga Dios todopoderoso Padre,Todos/as:

Hijo y Espritu Santo.

R. Amn. Dicono: La alegra del Seor sea nuestra fuerza. Pueden ir en Paz. Canto de salida: HUBO UN HOMBRE.

Hubo un hombre que pas por esta tierra. Hubo un hombre que se dio por los dems,

Como un padre para el que no tuvo padre, Un hermano para el que no tuvo hermano, 21

Hubo un hombre que supo ver en los nios Futuros hombres de una nueva humanidad (bis) San Jos de Calasanz, San Jos de Calasanz, Supiste dar tu vida por los dems (bis). Ensendoles a amar.

Como un amigo para aquel que en esta vida no ha tenido el cario de un amigo (1) No ha conocido a Jess su gran amigo (2).

PARA MAYOR GLORIA DE DIOS Y UTILIDAD DEL PRJIMO

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