OCT

SEP

2010

ALC

Enfermedades Crónicas en América Latinay el Caribe

68% de las muertes en América Latina y el Caribe son causadas por enfermedades crónicas.

Los países de América Latina y el Caribe han experimentado una rápida transición epidemiológica: 35% de las muertes en la región son a causa de enfermedades cardiovasculares mientras que si sumamos los casos enfermedades infecciosas como tuberculosis, malaria y HIV representan solamente el 10%.

Lo más alarmante es que existe escasa evidencia en la región sobre las mejores prácticas para el manejo de enfermedades crónicas. Entonces, ¿Cómo reorientamos los sistemas de salud para responder a las nuevas necesidades?

¿Qué son las enfermedades crónicas?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a las enfermedades crónicas como problemas de salud que requieren manejo durante años o decenios, esfuerzos coordinados de una gran variedad de especialistas en diversas áreas de la salud y acceso a medicamentos esenciales y sistemas de monitoreo. Dichos requisitos deben formar parte de un sistema de salud que promueva la coordinación y asegure la continuidad del cuidado del paciente y los incentivos para su participación.

Las enfermedades crónicas son muy costosas para las sociedades. Los costos directos e indirectos de las enfermedades crónicas ya plantean importantes desafíos económicos y fiscales, que pueden llegar a ser irreversibles en los próximos años si no se afrontan a la brevedad.

Los impactos sociales y económicos de las enfermedades crónicas en cada país no se han cuantificado lo suficiente. Estos pueden incluir la pérdida de empleo, una fuerte carga financiera y emocional por parte del paciente y su familia y la reubicación de la familia a locali-dades con acceso a centros de salud.

¿A quiénes afecta?

A todos, tanto pobres como ricos. Tradicionalmente, las enfermedades crónicas eran la mayor causa de muerte en los países de altos ingre-sos. Hoy, son también la principal causa de muerte en países de bajos y medianos ingresos. Los más pobres y también los más jóvenes están cada vez más expuestos a los factores de riesgo de enfermedades crónicas.

No obstante, las inequidades en el acceso a medidas de prevención y de cuidado de dichas enfermedades son notorias. La Organización

¿Por qué son importantes para América Latina y el Caribe?

Panamericana de la Salud estimó que las posibilidades de muertes prematuras por ataques cardíacos se duplica en las poblaciones más pobres en relación a las poblaciones más ricas de las Américas (OPS, 2009). Mientras los indicadores básicos de salud están mejorando en la región, las enfermedades crónicas tienen el potencial de convertirse en los principales impulsores de las desigualdades en salud en las próximas décadas, poniendo en riesgo los avances recientes.

Es decir, los impactos sociales y económicos de las enfermedades crónicas implican costos directamente ligados a los sistemas de salud y costos indirectos para las economías causados por descensos en la productividad de las personas con la enfermedad y sus familias.

Los sistemas de salud de la región no están aún preparados para afrontar esta rápida transición demográfica y epidemiológica de las enfermedades crónicas.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la región, representando un 35%.

No existe una única receta para afrontar los desafíos generados por las enfermedades crónicas, es necesario realizar intervenciones integradas. A través de la División de Protección Social y Salud, el Banco apoya a los países de la región en programas de fortalecimiento del sector salud que promuevan esfuerzos para responder a los desafíos que implican las enfermedades crónicas.

El apoyo del BID a la Región

1.- Fortalecimiento de la atención primaria de salud para la gestión eficaz de los factores de riesgo y enfermedad.

2.- Adopción de intervenciones costo- efectivas de prevención y tratamiento de enfermedades crónicas.

3.- Respaldar a los gobiernos en sus esfuerzos por fortalecer los mecanismos para establecer prioridades de atención basadas en criterios de costo-eficiencia, protección financiera y efectividad.

4.- Apoyar a los gobiernos para mejorar el acceso y la calidad a servicios de atención. Estos incluye, entre otros, la formación y capacitación de los recursos humanos, la revisión de la estructura de incentivos, el fortalecimiento de los procesos de planificación y asignación de recursos humanos y financieros, la consolidación de los sistemas de adquisición de medicamentos y otros insumos, la revisión de protocolos y la inversión en infraestructura y equipos.

5.- Diseñar mecanismos de incentivos financieros, tanto en la demanda como en la oferta, para promover comportamientos más saludables en los ciudadanos.

6.- Contribuir a la agenda de conocimiento a nivel regional y nacional, sobre mejores prácticas para la gestión eficaz de los factores de riesgo, registro de enfermedades, modelos de preven-ción y tratamiento y el análisis de los costos de la transición del perfil epidemiológico.

7.- Promover diálogos regionales de política en coordinación con socios locales con el fin de fomentar sinergias y compartir conoci-miento.

Intervenciones integradas y complementarias para afrontar los desafíos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una organización multilateral establecida como la principal fuente de financiación para el desarrollo económico, social e institucional en América Latina y el Caribe. A través de la División de Protección Social y Salud, el BID ofrece a sus países miembros financiación, capacitación y asistencia técnica con el fin de fortalecer los programas y políticas en protección social y salud y nutrición para promover mayor equidad y productividad en la región. También proporciona una red de expertos, y una plataforma para la generación, intercambio y diseminación de conocimientos y mejores prácticas en estas áreas.

División de Protección Social y Salud

Banco Interamericano de Desarrollo

scl-sph@iadb.org / www.iadb.org/salud