finales, señor, que le traerán la palabra...

DIOS REVELADO EN CARNE HUMANA 51

Señor, en estos días, para que conozcamos todo lo que Tú

revelastes en estos días finales que estuviste aquí en nuestro

amado hermano Branham, Señor.

Ahora Señor, ayuda a Tu pueblo de modo que ningún

escogido se extravíe de Tu Palabra. Que ningún escogido

vaya a ser engañado por ningún falso ungido de estos días

finales, Señor, que le traerán la Palabra pervertida,

ligándosela Señor, con el Mensaje de una Dispensación que

ya pasó Señor.

Ahora, ayúdanos en esta hora Señor, a ver la hora en

que estamos y las cosas que Tú estás haciendo Señor. Que

podamos ver en la parte del camino en que Tú estás

moviéndote y en que Tu Pueblo se encuentra actualmente.

Ahora Señor, gracias por todo. Hemos de regresar a

nuestros hogares, Te rogamos vayas con nosotros y nos

cuides de todos los peligros espirituales, que son los más

dañinos y también Señor de los peligros físicos. En Tus

manos estamos Oh! Dios. Y Te lo pido todo en el Nombre

del Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores, el León

de la Tribu de Judá: William Marrion Branham. Amén y

amén.

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano

William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye

diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que quiera,

tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

50 WILLIAM SOTO SANTIAGO

Amén. Y estamos viendo cómo se está encarnando,

como se está encarnando esa Palabra en la Reina.

Vamos a inclinar nuestros rostros en esta mañana,

vamos a ser despedidos en oración en esta mañana.

También quiero que me recuerden en sus oraciones, en

cuanto a un viaje que hay pendiente para Venezuela, para

estar en una reunión de ministros allá. Y el hermano

Adalberto me ha invitado para que vaya con él y estemos

allá platicando, hablando la Palabra del Señor entre nuestros

amados y hermanos amados, hermanos ministros,

compañeros en esta Tercera Dispensación.

Así es que oren mucho. No sé, no recuerdo si es en este

mes, del 19 o el 20 en adelante, o si es el mes que viene del

19 o el 20 en adelante. Así es que ya el martes yo sabré

exactamente la fecha. Se me olvido el mes, pero sabré la

fecha y también, si he de estar también en ese viaje. Así es

que oren mucho al Señor por ese viaje que ha de ser

efectuado en estos días.

Ahora vamos a inclinar nuestros rostros, vamos a ser

despedidos en oración con nuestros rostros inclinados.

“Padre Nuestro que estás en el Cielo, Dios Eterno, he

aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos, Te damos

gracias por Tus bendiciones, gracias por esta bendición de

este alimento Espiritual que Tú nos has dado en esta

mañana. Ayúdanos en esta hora final en que estamos. De

modo que todos los escogidos Tuyos, los predestinados,

puedan escuchar Tu voz. ¡Oh! Señor, que ellos puedan ver

que es la misma voz que estuvo allá en la Primera Venida, y

luego pasó a los discípulos. Es la misma voz que pasó,

Señor, manifiesta en carne humana en el hermano Branham,

y luego está pasando a través de carne humana nuevamente,

DIOS REVELADO

EN CARNE HUMANA

1 9 7 5 Por: William Soto Santiago

…Los niños que presentamos al Señor en la actualidad,

ellos no llegarán a tener conocimiento de pecado. Así es que

no, no va a haber problema con ellos de que tengan que

arrepentirse de pecados que vayan a cometer porque no les

va a dar tiempo. Así es que ellos van a ir directitos allá

cuando estemos en la Tierra prometida, ellos van a estar allí

con nosotros, porque le hemos reclamado también, han

entrado en el reclamo. Y le hemos reclamado como

propiedad nuestra para estar allí.

Vamos a buscar en nuestras Biblias en Colosenses;

Colosenses, Capítulo 1, en el verso 9, está hablando San

Pablo a la Iglesia de los Colosenses, de allá del lugar, del

pueblo o ciudad de Colosa o Colosenses, allá. Y está

hablándole a los escogidos que hay allá, a la Iglesia que hay

allá. Entonces, ya aquí en el verso 9, dice el Apóstol San

Pablo, fíjense, el verso 1 dice:

“Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de

Dios…”

Recuerden, hoy los ministros y apóstoles, y los

maestros, y lo que haya, y pastores en este tiempo, hoy

podemos decir, el ministerio que hay en nosotros y decir: De

William Marrion Branham, por la voluntad de Dios. Si es

unos 10 pastores: Pastor de William Marrion Branham, por

la voluntad de Dios. O si es apóstol decir: Apóstol de

William Marrion Branham por la voluntad de Dios o el

ministerio que sea. Porque somos ministros de Dios y Dios

se llama ¿cómo? William Marrion Branham.


Así es que no hay problema en eso; es el mismo

Jesucristo en este tiempo con Su Nombre Eterno. Dice:

“Por lo cual también nosotros desde el día que lo

oímos, (que oyeron acerca de: el amor en el Espíritu que

había, de los hermanos allá en Colosenses, dice:)… no

cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos…

(fíjese)… y de pedir que seáis llenos del conocimiento de Su

voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual…,

¿Y por qué, el apóstol Pablo oraba por eso? Porque una

persona o una congregación, o un grupo de creyentes que

tenga conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría

e inteligencia, puede entonces caminar ¿cómo? en la

perfecta voluntad de Dios, haciendo las cosas que

corresponde para el día en que está viviendo.

… para que andéis… (¿ve? aquí lo dice:)… para que

andéis como es digno del Señor, (para poder caminar

correctamente como es digno del Señor)… agradándole en

todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el

conocimiento de Dios;

Tenemos que crecer también nosotros en el

conocimiento de Dios. Eso de que… de que cualquiera

puede decir: “Bueno a mí no… a mí no me interesa conocer

mucho… mucho de, de, de lo que Dios reveló. A mí no me

interesa tener mucho conocimiento de lo que Dios ha

revelado para este tiempo o de lo que Dios está haciendo.”

Si no le interesa conocer mucho, entonces ¿qué le pasará?

nunca podrá estar caminando como debe caminar en la hora

en que vive. Porque una persona que no conoce, si usted va

a los Estados Unidos, póngale a la ciudad de Nueva York y

coge un automóvil, o se pone a caminar por la ciudad de

Nueva York y no conoce cómo caminar allá, ¿qué estará?


corito, yo creo que podría ser este corito que dice de acerca:

“Si tú no sabes el Nombre nuevo, pues hoy la Novia te lo

dirá…. Yo creo que habla acerca de lo… de lo que Dios está

haciendo.

O puede… también puede darle el número de… de…

del himnario. Yo creo que ustedes tengan por ahí el

himnario, porque ese himnario es para usarlo. Fíjese es hasta

pequeñito para que quepa en la Biblia también, para que

siempre lo traiga. Si no consiguen ese, pueden conseguir el

que habla de la encarnación. Y la encarnación, la… la

encarnación de la Novia. Uno de esos dos habla de lo que

hemos estado hablando en esta mañana.

¡Bendito el Señor para siempre! Qué maravilloso es

poder ver cómo la Palabra, que es Dios, se está encarnando

en este tiempo, en usted, en mí, en los demás ministros, en

todos los predestinados.

Página número 37, Coro número 18. Vamos a

prepararnos…

Su Nombre en la Ley fue Jehová.

En la Gracia Jesucristo fue Su Nombre.

Y después de la Séptima Edad,

Marrion Branham por la Eternidad.


Marrion Branham por la Eternidad…

La Señal en la Ley sangre fue.

En la Gracia el Espíritu fue vida.


La Encarnación de la Reina será.


La Encarnación de la Reina será…


A través de los verdaderos ungidos, Dios ha hecho el

milagro de abrirles los ojos. A través de los falsos ungidos el

diablo ciega los ojos de mucha gente, para que no vean lo

que tienen que ver.

Así es que, por eso nos dice que nos cuidemos de los

falsos ungidos porque no queremos y Él no quiere que

nuestros ojos sean cegados nuevamente cuando Él ha hecho

un milagro tan grande y maravilloso en nuestros ojos

espirituales y comenzamos a ver. Lo primero que vimos fue

¿a quién? a el Señor. ¿Ve usted?

Y tenemos que seguir viendo al Señor, hablándonos y

revelándonos, enseñándonos todo lo que debemos de saber,

todo el Mensaje de esta Tercera Dispensación. No pierda de

vista al Señor en esta hora en que está viviendo. Porque El

se está velando y revelando a través de carne humana y va

creciendo en madurez hasta que llegue a plenitud en los

ministros y en los escogidos que han podido oír, oír a Dios a

través de esa carne humana que El está usando en este

tiempo final.

¿Qué hora es? ¿en qué tiempo estamos? ¿en qué parte

de camino estamos? estamos en la parte del camino y en el

tiempo en que Dios se está velando y revelando a través

carne humana, y los escogidos, los hijos de Dios lo están

viendo y están gozándose y disfrutando de lo que Dios está

haciendo en esta hora.

Dios nos bendiga, Dios nos guarde.

Vamos a estar puestos en pies en esta hora. Yo creo que

si… que si hay un pueblo contento, realmente es el Pueblo

que ha podido ver la hora en que está viviendo.

Vamos a cantar un corito entonces, un corito que nos

hable acerca de la hora en que vivimos. Vamos a cantar un


estará perdido todo el tiempo. Y así es en el Mensaje de la

hora; si usted no conoce, pues usted estará perdido en el

mismo Mensaje. Caminando en el Mensaje todo, sin saber

dónde está, ni por dónde va, ni hacia dónde va.

fortalecidos con todo poder conforme a la potencia de

su gloria, para toda paciencia y longanimidad (y

longanimidad);

con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos

para participar de la herencia de los santos en luz, el cual

nos ha librado de la potestad de las tinieblas,

y trasladado al Reino de su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de

pecados.

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de

toda creación.

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que

están en los cielos y las que están en la tierra, visibles e

invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados,

sean potestades, todo fue creado por medio de él y para él.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él

subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, -él

es el- él que es el principio, el primogénito de entre los

muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda

plenitud.”

Oremos al Señor:

“Padre Nuestro que estás en el Cielo, Dios Eterno, he

aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos, Te damos

gracias por Tus bendiciones, gracias por esta bendición de

poder estar aquí en esta mañana, para adorar y glorificar Tu

Nombre y escuchar lo que Tú quieres que nosotros


escuchemos para que conozcamos, para que entendamos, lo

que Tú tienes para nosotros en esta hora, para que

entendamos lo que Tú estás haciendo en este tiempo y no se

nos vaya a pasar por alto, así como se les pasó por alto

cuando vino Jesús de Nazaret. A los religiosos de aquél

tiempo se les paso por alto y no lo han reconocido todavía.

Pero los sencillos, los mansos, los humildes, los que eran

nada: por revelación, siendo predestinados, ellos vieron lo

que Tú hiciste en aquel tiempo y lo recibieron. Y luego

continuaste haciendo, lo que comenzaste lo continuaste en

los Apóstoles, y los predestinados vieron lo que Tú estabas

haciendo a través de los Apóstoles, y eran añadidos a Tu

Iglesia los que habrían de ser salvos, los predestinados para

salvación, Señor.

Ahora Señor, nos has permitido ver lo que Tú hiciste a

través de Tu manifestación en carne, en nuestro hermano

Branham, y también lo que hiciste a través de Jesús, así

también nos has permitido ver lo que Tú hiciste a través de

los apóstoles, comenzando el día de Pentecostés, en el

Aposento Alto. Ahora Te rogamos en esta mañana, nos

permitas ver lo que Tú estás haciendo en este tiempo, Señor,

en que Tú Señor, concluiste con Tu manifestación en carne,

en nuestro hermano Branham.

Pero Señor, permítenos… permítenos ver; la

continuación de lo que Tú comenzaste allá, permítenos verla

acá Señor, esa continuación; como fue la continuación allá

en los Apóstoles, permítenos ver esa continuación acá.

Porque Tú has dicho que, Señor, el tiempo Apostólico

regresaría nuevamente, para el beneficio de todo Tu pueblo.

Y estamos en el tiempo Apostólico.

Oh, Dios Eterno, estamos en ese tiempo glorioso en que


le lleva a ningún sitio, eso no le es de beneficio a nadie.

Solamente la revelación es lo que tiene valor y esa

revelación para ver la Palabra de la hora y la forma en que

Dios está obrando, eso solamente está ¿en quién? en los

escogidos.

Por lo tanto, tenemos que dar más que gracias al Señor,

si hemos podido ver, todo lo que Dios ha estado haciendo,

todo lo que Dios nos ha estado dando a conocer, nos ha dado

a conocer Su Nombre eterno, nos ha dado a conocer la

forma para Adorar hoy en día, nos ha dado a conocer Su

Venida. ¿Y qué es eso? El poder vivificador de Dios, el cual

da a conocer esas cosas, es el poder de Dios manifiesto.

Lo que pasa es que las gentes siempre que hablan, o

oyen acerca del poder de Dios, piensan enseguida en el

poder de Dios manifestado haciendo cosas físicas, cuando

las cosas espirituales son más grandes que las cosas físicas.

Los milagros espirituales son más grandes.

¿Ha podido usted ver la Venida, el Nombre nuevo en Su

Venida? ¿La forma para Adorar en esta Tercera

Dispensación? Ah, pues fue que ocurrió un milagro más

grande que un milagro físico en su vida. Ocurrió un milagro

espiritual muy grande en el cual sus ojos espirituales fueron

abiertos para ver lo que tenía que ver en este tiempo. Así es

que si una persona está muy contenta, porque Dios lo sanó

de que era paralítico, de que era ciego físico, con todo y eso

se va a poner ciego otra vez, cuando se muera va a cerrar los

ojos otra vez. Pero usted y yo que hemos recibido ese

milagro espiritual de que los ojos nuestros han sido abiertos,

tenemos que estar más que contentos por ese milagro

glorioso que Dios ha hecho. El diablo tratará de cerrarle los

ojos a usted.


Y no califican delante de los dos grupos, porque

salieron tres grupos en cada éxodo. En este tercer éxodo,

salieron tres grupos también, siguiendo el Mensaje. Y estos

instrumentos que Dios usa, no califican delante de los dos

grupos que siguie… que salieron siguiendo el Mensaje, no

califican para lo que Dios prometió que habría de hacer.

Pero no es si cualifican delante de la gente, Dios es el

que escoge y cuando Dios escoge algo, no le importa a Dios

si usted cree que cualifica o no cualifica. Usted si es un

escogido, si es un predestinado lo ve, si no… si no es

predestinado, si no es un hijo de Dios no lo ve, eso es todo.

Es como dijo el Señor a los fariseos y a los saduceos:

“Vosotros no podéis creer porque no sois de mis ovejas, mis

ovejas oyen mi voz y me siguen.” ¿Ve usted? Así es que,

eso siempre es presente, las ovejas oyen la voz del Señor y

la siguen. Oyeron la Voz del Señor en los apóstoles, oyeron

la Voz del Señor en cada uno de los mensajeros, oyeron la

Voz del Señor en el tiempo en que estaba aquí presente en

carne humana en el hermano Branham. Y oyen la Voz de

Dios en este tiempo en que la Voz de Dios todavía está.

Lo que pasa es que es Dios cambiando de velo, pero es

la misma Voz, lo que no cambia es la Voz; Él lo único que

cambia es el velo, el instrumento, el vaso que el usa. El va

cambiando de un vaso a otro, de un instrumento a otro, de

un… hasta que usa a todos los que Él ha predestinado para

usar, y todos los que El predestinó para escuchar, escuchan y

reciben el beneficio.

Y todos esos que han sido predestinados ¿quiénes son?

son los escogidos, los hijos de Dios. Si no lo es, por más que

se esfuerce, se rompe la cabeza y a lo más que puede llegar

es a tener un concepto intelectual de la Palabra, pero eso no


Señor Tú dijiste que, Señor, se escribiría otro Libro de Los

Hechos en este tiempo. Hemos visto el Libro de Los

Hechos, Los Hechos del Espíritu Santo manifiesto en los

discípulos, en los apóstoles, permítenos ver los Hechos de

Tu Espíritu Santo, manifestados en este tiempo en los

Apóstoles, en los ministros escogidos para Tú hacer lo que,

lo que has prometido hacer, Señor.

Oh, Dios Eterno, en Tus manos estamos, y Te lo pido

todo en Tu Nombre Eterno y glorioso, el Hijo de David,

William Marrion Branham. Amén, amén.

Pueden sentarse.

La Escritura que leímos, aquí nos muestra, la

manifestación de Dios en Jesús de Nazaret, y nos muestra

que en Él estaba la plenitud de Dios. Y a Dios le agradó que

en aquél hombre, aquel joven de allá de Nazaret, que en El

habitase la plenitud Divina, la plenitud de Dios. Dios se

complació en habitar en aquel joven de Nazaret.

Ahora, para el Mensaje de esta mañana, vamos a

titularlo, o vamos a ponerle por tema: “DIOS REVELADO

EN CARNE HUMANA.”

Vimos a Dios revelado en carne humana en Jesús de

Nazaret. Y vimos que allí la revelación de Dios en carne

humana fue una revelación plena. Vimos también a Dios

revelado en carne humana en Moisés, lo vimos en José, lo

vimos en Elías, lo vimos en Juan el Bautista y lo vimos en

los diferentes profetas. Pero en ellos estaba una parte de

Dios revelándose en carne humana. Pero cuando llegamos a

Jesús de Nazaret, encontramos que allí no estaba una parte

de Dios revelándose en carne humana, sino que allí estaba la

plenitud de Dios revelada en carne humana. Allí estaba la

Palabra de Dios encarnada, revelada en carne humana. O


sea, revelada en carne. Y cuando Dios se revela, Él se revela

en carne. ¿Ve usted?

Revelar: es dar a conocer un misterio Divino, un

misterio de Dios. Entonces, cuando Dios se revela, es

cuando Dios se da a conocer a través de carne humana. Por

eso, Cristo es la revelación de Dios. O sea, la revelación del

misterio de Dios.

Entonces, cuando Él se mete en un velo de carne, ¿qué

es lo que Él hace a través de ese velo de carne? Él se revela,

o sea, se da a conocer; se da a conocer a los seres humanos

que estén viviendo aquí en la Tierra.

Ahora, una cosa es darse a conocer, revelarse, y otra

cosa es que las gentes que viven aquí en la tierra,

reconozcan a Dios en un velo de carne humana, dándose a

conocer.

Por eso es que, cuando Dios se revela, entonces Dios lo

que tiene que hablar, lo que tiene que decir, lo que tiene que

enseñar, lo que Él quiere que el pueblo, o la gente escuche,

Él lo habla a través de velos de carne, o sea, de seres

humanos. Porque Dios no habla a Su pueblo a menos que no

sea a través de carne humana.

Ahora vea usted que cuando Dios se revela en carne

humana, las gentes lo ven, pero viendo, muchos, muchos

viendo a Dios revelado en carne humana, viendo, no ven. Y

oyendo a Dios a través de carne humana, no oyen; porque

así dice el Profeta Isaías que sería para muchas personas,

viendo no ven y oyendo no oyen. Y se cumple lo que dijo el

Profeta Isaías: “Porque el corazón de este pueblo esta

engrosado, y de los oídos oyen pesadamente.” Y ¿qué pasa?

y no entienden.

Cuando Dios se revela, o se da a conocer a través de


quedan siempre plantados esperando que Dios haga con

ellos lo que El prometió; y sin embargo Dios nunca lo hace,

porque Dios se complace en obrar a través de cosas

pequeñas y de grupos pequeños.

Fíjese se complació de obrar a través de 120 y dejo

plantados ¿a qué? a los fariseos y saduceos, que eran

millones de creyentes en el mensaje de la Primera

Dispensación ¿Ve usted?

Así es que no podemos poner la vista en las cosas

físicas, en las apariencias, en grupos grandes, ni en cosas

grandes, ni en personalidades grandes, sino en la Palabra; y

saber que cuando venga algo de parte de Dios, viene en

forma tan sencilla, que lo único que a nosotros nos hará

reconocer a Dios obrando es que seamos predestinados. Es

que seamos un atributo de Dios expresado en carne humana.

Si usted es un atributo de Dios expresado en carne humana,

usted es un hijo de Dios, porque los atributos de Dios son los

hijos de Dios expresados en carne humana y ellos son los

únicos que pueden ver a Su Padre obrando, el resto no lo

puede ver.

Ahora, en esta mañana yo creo que hemos visto bastante

de lo que Dios ha estado haciendo en el pasado, de lo que

Dios hará en el futuro y de lo que Dios está haciendo en el

presente. Y esto no es otra cosa sino ¿qué? esto no es otra

cosa sino: Dios revelado en carne humana, Dios velándose

en carne humana y revelándose luego, a través de carne

humana; Dios velándose en instrumentos sencillos y

dándose a conocer luego a través de esos mismos

instrumentos sencillos, que no califican delante de las

religiones para… ni, ni… para ni siquiera ser ministros.

¿Ve?


escogidos; estamos viendo ese proceso, cómo se está

velando. ¿Ve? Como está velándose en carne humana, cómo

se está velando y vemos que siempre que la Palabra de Dios

esta velada en carne humana, en esa carne humana está el

Nombre de Dios.

Si la Palabra de Dios ha de velarse en carne humana en

una persona solamente una porción y nunca llegará a la

plenitud, esa persona solamente o ese grupo solamente podrá

tener una parte del Nombre de Dios. Pero si esa persona esta

predestinada o ese grupo está predestinado para la Palabra

de Dios velarse en carne humana plenamente, entonces en

esa persona y en ese grupo estará el Nombre completo de

Dios; porque ese es el velo de carne donde Dios se velará o

donde Dios se está velando y ahí tiene que estar

obligatoriamente el Nombre de Dios, porque ése es el

tabernáculo, el Templo del Dios viviente, esa es la Casa de

Dios, y la Casa de Dios tiene el Nombre de Dios. ¿Ve usted?

Ahora vea lo sencillo que todo está aconteciendo. Ahí

es que se tropieza, en la sencillez en que Dios hace lo que Él

ha prometido. Porque parece imposible para la mente

humana que se esté cumpliendo lo que Dios prometió,

porque la gente no puede concebir la forma en que Dios

hace las cosas.

Por ejemplo, la gente ven que Dios prometió algo bien

grande que va a hacer, siempre la gente está vigilando que

Dios lo haga a través de una persona bien grande, a través de

gente sabia, teólogos. Porque siempre la gentes esperan

cosas grandes a través de personas grandes. Pero siempre las

cosas grandes que Dios hace, las hace a través de cosas

pequeñas, de instrumentos pequeños. Por lo tanto, se quedan

plantados los instrumentos grandes, los grandes grupos se


carne humana, pues Dios lo hace en forma tan sencilla que

es una cosa, para muchas personas es una cosa normal, es

una cosa, que para muchas personas no le ven nada de, nada

de Divino a lo que Dios está haciendo. Y es porque Dios es

tan humilde, tan sencillo, que Dios cuando se manifiesta, se

manifiesta, se revela en simplicidad.

Y cuando Dios se revela aquí en la Tierra, Él lo hace

tan… en forma tan sencilla que cuando la gente lo ve

revelado, y siempre que se revela es en carne humana,

siempre que se revela es en vasos de carne, entonces la gente

mira, y lo que ven es un hombre normal o una mujer normal

si esta revelándose en las hermanas; porque viene un tiempo

en que Él estará revelado en hermanos y hermanas, porque

son partes… son miembros en parte del Cuerpo de Cristo.

Entonces, fíjese, la gente mira y si se está revelando a

través de un carpintero, la gente lo que ven es un hombre

ahí, un carpintero, pero no pueden ver a Dios metido en ese

hombre. Las gentes de allá de Nazaret, pues cuando miraban

aquel joven: Jesús de Nazaret, ¿qué era lo que ellos veían en

aquél joven? Bueno, ellos veían en José, ellos veían un

ebanista, un carpintero. Y cuando miraban a Jesús de

Nazaret, pues, bueno ellos veían un… otro ebanista. Uno

que quizás en el futuro, cuando José muriese, se encargaría

de todo el negocio de la ebanistería que José tenía. ¿Ve Ud.?

Ellos lo miraban como el heredero de una ebanistería.

Pero sin embargo, no era eso. Él era el Rey de reyes y Señor

de señores. Él era el Rey Dios Todopoderoso metido en un

cuerpo humano, en un cuerpo joven, el cual nació de una

virgen, de la virgen María, y el cual cuando nació ¿qué era?

era Dios en forma de un bebé. Luego, cuando llegó a la edad

ya un poquito más grandecita, pues bueno era Dios en la


forma de un niño. Luego, cuando llegó a la forma de un

jovencito, bueno, era Dios en la forma de joven, Dios

siendo un joven. Cuando llegó ya a la forma ya más

grandecita, y llegó a los veintinueve años por ahí, y llegó a

los veintinueve años y medio, pues ya era una persona ya

más madurita. Una persona joven, pero ya con más

experiencia, más capacidad. Y fue… y fue bautizado allá en

el Jordán por Juan el Bautista.

Pero la gente, ¿qué estaban viendo? bueno, ellos veían

cuando este joven fue bautizado allí, ellos veían otro más de

los que fue convencido por Juan el Bautista; otro más, que

ha sido engañado por ese predicador que está metiendo las

gentes al agua para ser bautizados.

Ahora vea usted que el… este Bautismo en Agua que

Juan estaba llevando a cabo, porque nada puede ocurrir, y

nada puede ser efectuado, a menos que no esté tipificado en

la dispensación anterior. ¿Ve usted? Entonces eso que es

efectuado en una dispensación anterior como tipo…

tipológicamente en símbolos, luego, para la otra

dispensación, eso muestra algo que será hecho en la otra

Dispensación.

Entonces, allá en el templo de Salomón había en cierto

lugar, allá en el… en la entrada, había un lugar con una

fuente de agua, y allí los corderitos que iban a ser

sacrificados, eran lavados allí y luego eran llevados al

sacrificio.

Eso estaba mostrando el Bautismo en agua que Juan

estaba llevando a cabo allá. ¿Ve usted? Entonces, por eso

fue que cuando el Señor fue a ser bautizado, Juan empezó a

luchar: “Pero, yo tengo necesidad de ser bautizado por ti y

Tú vienes a mí para… para que yo te bautice. No, no, no


Sin embargo, la mujer samaritana lo vio y lo reconoció

y le dijo: “Tú eres el Mesías, cuando El venga, El hará esto

mismo que Tú estás haciendo, revelarle los secretos del

corazón a la gente, y Tú lo estás haciendo. Y El le dijo:

“Tienes razón, Yo mismo que hablo contigo, Yo Soy.” ¿Ve

usted? Pedro le dijo: “Tú eres el Mesías, Tú eres el Cristo, el

Hijo del Dios viviente.” Y así también Natanael, y por el

estilo un montón de un grupo de escogidos lo reconoció,

porque ellos reconocen ¿a quién? ellos reconocen la

Palabra cuando esta encarnada y donde esté encarnada y

la reciben ¿Ve usted?

Entonces nosotros, estando viviendo en ese tiempo tan

poderoso, tan glorioso, tenemos entonces que estar más que

agradecidos al Señor, por lo que Él está haciendo, no

solamente por lo que hizo. Estamos agradecidos por lo que

hizo y estamos muy contentos por lo que El va a hacer. Pero

estamos muy regocijados y muy alegres con lo que Él está

haciendo. Porque eso es lo que importa para nosotros, lo que

El está haciendo.

Entonces vemos que en este mensaje titulado:

“Develando a Dios,” dice Dios a través del hermano

Branham, que donde quiera que esté la Palabra, esta velada.

¿Ve usted?

Entonces, vemos la hora en que vivimos, hemos visto a

Dios velado en carne humana en Jesús. Hemos visto a Dios

velado en carne humana en Su Iglesia, Su Novia. ¿Y cómo

vimos a Dios velado en carne humana en Su Iglesia? vimos

a Dios velado en carne humana en Su Iglesia en el hermano

Branham; porque Dios vino en la forma de hombre y estuvo

metido dentro de la Iglesia. ¿Ve usted? Y estamos viendo a

Dios velándose en carne humana en cada uno de los


el mundo a través de ese grupito; pero ahora lo que Él está

haciendo es velándose en usted y en mí. Y se está revelando

a través de la vida de Él en usted y usted nota que esa vida

que usted está viviendo, no es una vida natural, sino que es

una vida espiritual que está saliendo de adentro para afuera.

Es la Palabra que esta velada en usted y cuando usted oye

que Dios dijo a través del hermano Branham: “tal cosa y tal

cosa, y que esto no se puede hacer,” esa Palabra se vela en

usted y usted automáticamente, pues no lo hace. ¿Qué es

eso? Es esa Palabra revelándose a través de usted en

acciones de la vida diaria.

Pero algún día también el mundo entero va a ver esa

Palabra revelada a través de ese grupito pequeño, a través

del Mensaje que ellos sabrán que tenemos nosotros. ¿Ve

usted? Pero en cuanto a velarse públicamente para ser

predicado, para ser dado a conocer, eso está ocurriendo en

ministros. Dios velándose en ministros para expresarse a

través de ellos y darle a conocer a los escogidos lo que

corresponde para este tiempo. ¿Ve usted?

Y entonces cuando usted oye eso, entonces se vela en

usted automáticamente cuando usted le dice: Amén. Y lo

reconoce. Y luego más adelante, luego eso mismo se

manifestará públicamente en todos nosotros y el mundo lo

verá, aunque muchos no lo creerán. Porque una cosa es ver a

Dios manifestado en carne, y otra cosa es reconocerlo y

saber que es Dios.

Cuando los fariseos y saduceos vieron a Dios

manifestado en carne, velado en carne humana y

revelándose a través de esa carne humana ¿qué hicieron?

Dijeron: “Ese es Belzebú, ese es un samaritano y tiene

demonios.” ¡Pero lo vieron!


¡eso no puede ser!” Juan estaba esperando que el Señor

mejor lo bautizara a él, y él no bautizar al Señor. Porque

Juan se dio cuenta Quién era el que estaba viniendo a él para

ser bautizado, porque lo reconoció, porque el que le… el que

le envió a predicar y a bautizar le dijo que un día iba a venir

UNO donde él, para ser bautizado; y Aquel sobre el cual él

viese, el Pilar de Fuego, el Espíritu Santo, en forma de

Paloma viniendo sobre Él, ese era Él, ese era el Mesías. Y

Juan lo vio, y cuando lo vio le dijo: “Yo soy el que tengo

que ser bautizado por ti.” Entonces, empezó a luchar y el

Señor le dijo: “Mira, déjate de cosas, tu sabes que esto de

bautismo, esto no es así porque sí, tú sabes que los corderos

cuando van a ser sacrificados allá en el templo, primero

tienen que pasar por la fuente de agua para ser lavados y

luego ser sacrificados. Y entonces, ya tú sabes que yo soy el

Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Aquí estoy,

lávame en las aguas, porque más adelante seré sacrificado

para, no cubrir sino limpiar, extirpar el pecado de mi

pueblo.”

Y entonces Juan… (¿ve usted? La Palabra siempre

viene ¿a quién? a los profetas. Entonces, Aquél ¿era quién?

la Palabra hecha carne; tuvo que venir a un profeta y ese

profeta tuvo que bautizarle), entonces Juan, entonces

accedió y dijo: “Bueno, está bien; ahora sí entiendo esa

parte.” Y le bautizó. ¿Ve Ud.?

Entonces, Aquel no era cualquier persona, Aquél no era,

un joven… un joven carpintero o un joven ebanista, sino que

Aquél era Dios velado en carne humana, Aquél era Dios

revelándose en carne humana. Porque Dios cuando se revela

(revelarse es darse a conocer), cuando El lo hace, lo hace a

través de carne humana. Si usted quiere ver a Dios


revelándose tiene que verlo a través de carne humana, sino

nunca lo verá, porque Él es Espíritu y el Espíritu está en

medio nuestro, pero Él está, Dios está en Espíritu en medio

nuestro, pero está en otra dimensión, usted no puede ver el

Espíritu. Entonces, para El hacerse visible a usted, y darse a

conocer a usted, y hablarle a usted, y hablarme a mí, Él lo

tiene que hacer ¿cómo? velándose y revelándose a través de

carne humana.

Fíjese: velándose y revelándose; velándose, o sea,

cubriéndose de carne, o sea, teniendo un velo, metiéndose en

un cuerpo humano, y luego, a través de un cuerpo humano,

darse a conocer, o sea: revelarse al pueblo. Y Él es la

Palabra.

Por lo tanto, si Él se revela a través de carne humana,

entonces lo que tiene que salir a través de esos labios de

carne humana, si es un predicador, lo que tiene que salir es

¿qué? la Palabra, porque Él es la Palabra. Si lo que sale es

anti-palabra, bueno ahí hay algo que está velado, y se está

revelando a través de esa carne humana. Pero no es el

Espíritu Santo, no es el Espíritu de Dios.

Porque dice que de la abundancia del corazón ¿qué?

habla ¿qué? la boca. Y si Dios se vela; por ejemplo, Él es la

Palabra, y si el 50% de la Palabra está velada en una

persona, tiene que salir ese 50% de la Palabra que está

velada ahí, sellada en el corazón, tiene que salir por la boca.

¿Ve Ud.? Entonces, siendo un predicador, tiene entonces

que predicar la Palabra. Si está velada el ciento por ciento…

porque fíjese, una cosa es cuando se vela y luego de velarse,

luego se revela; para poderse revelar, primero se tiene que

velar, para poderse revelar a través de alguien, primero se

tiene que velar, se tiene que meter ahí y ser el dueño de ese


el Séptimo Sello abierto que es la Venida del Señor abierta

públicamente, dada a conocer públicamente en este tiempo,

la Venida del Señor con Su Nombre eterno y el propósito de

Su Segunda Venida y como Rey de reyes y Señor de

señores, el Hijo de David, el León de la Tribu de Judá.

Vea usted todo lo que estaba oculto ahí.

Así es que estando nosotros viviendo en este tiempo en

el cual estamos viviendo, debemos de estar más que

agradecidos de que podemos ver a Dios revelándose a través

de carne humana y eso es porque primero se ha velado en

carne para poderse revelar. Entonces, nosotros no podemos

tropezar en los velos de carne en los cuales Dios se vele.

Usted ve que la gente tropieza en los ministros que Dios se

vela, tropezaron en el Profeta donde Dios se veló y tropiezan

en los demás ministerios donde Dios se vele.

También el mundo tropezará en usted porque en usted

Dios se está velando; y el mundo va a tropezar en ese

grupito de creyentes en el cual estará Dios velado en carne

humana, como Él prometió que lo habría de hacer. Porque la

gente creen: “No, si Dios va a estar, está en… corte en el

audio…

…¿no tropezaron las religiones de aquél tiempo, en

aquél grupito donde se veló las primicias del Espíritu? ¿En

el grupito aquél de los apóstoles con los que seguían a los

apóstoles? ¿El grupito aquel de los 120?, ¿no tropezaron con

ese grupito? Y entonces, el Señor le dice a San Pablo que

estaba tropezando con ese grupito, le dice: “¡Pablo!, ¡Saulo!,

¡dura cosa te es dar coces contra los aguijones!” Dura cosa,

dura cosa es tropezar contra ese grupito, donde Dios se está

velando y a través del cual se va a expresar.

Por lo tanto, fíjese, Dios se expresará públicamente para


su lugar ¿para qué? para la perfección de los santos.” Por

eso como ninguno hemos llegado a la perfección, entonces,

para Dios llevarnos hacia la perfección y Dios revelarse, lo

tiene que hacer a través de ministros. Empezó con uno, con

el profeta, ministerio de profeta, y tiene que seguir a través

de los otros ministerios, velándose en ellos y revelándose a

través de ellos.

Ahora, es bueno siempre saber, fíjese, la revelación de

los Sellos, era bueno siempre saber a través de quién tenía

que venir; tenía que venir a través de un Profeta, que sería en

el cual la plenitud de Dios estaría.

Y hoy en día también tenemos que saber los ministerios

que corresponden a este tiempo, y a través de cuáles, o cuál

ministerio sería dado a conocer públicamente el misterio del

Séptimo Sello, el cual fue dado a conocer a través del

Profeta. Pero quedó oculto de los ojos de los creyentes.

Entonces, tenía que ocurrir un milagro en los creyentes

y ese milagro era abrirnos los ojos espirituales para ver lo

que estaba ahí. ¿Por qué? tenía que ocurrir ese milagro,

porque estábamos metidos de pies y cabezas, sin darnos

cuenta, en la Edad de Laodicea. Y ahí, todo el que está ahí

está ¿cómo? ¡Ciego! Laodicea esta ciega y todo el que este

ahí está ciego y no puede ver ¿qué? no puede ver la Segunda

Venida de Cristo con Su Nombre nuevo y todas esas cosas.

Entonces, Dios tenía que sacarnos de ahí y abrirnos los ojos

para ver lo que fue revelado.

Y nos dice Dios a través del hermano Branham en el

mensaje titulado: “Ya Salido El Sol,” Página 46, 24, 45, 47,

17, 25, 53 y 15, en todas esas páginas habla de esto, dice: El

Poder Vivificador nos permite ver Su Venida.

La venida del Señor ¿ve usted? Nos permite ver ¿qué?


tabernáculo. Estar ahí metido y entonces, comienza a

revelarse, a darse a conocer.

Entonces encontramos, que eso es Dios y Dios es

Espíritu, y Él es la Palabra, Él se vela de esa manera, y luego

se revela a través de esa misma carne donde se veló. Pero

también hay otro espíritu que se vela en carne humana, y se

revela a través de carne humana; y ese es el espíritu del

Anticristo.

Entonces, usted y yo, conocemos quién es el que esta

velado en carne humana a través ¿de qué? a través de la

enseñanza de la predicación que venga por esa carne

humana.

Por lo tanto, sabiendo nosotros que el espíritu del diablo

se velaría en carne humana también en este tiempo en los

falsos ungidos, Mateo 24:24, y engañaría si fuera posible

aún a los escogidos; entonces nosotros tenemos que saber

que hay dos espíritus que se velarían en carne humana y

luego de velarse, se revelarían. O sea, se darían a conocer a

través de carne humana, a través de la exposición de la

Palabra. Entonces, por la misma Palabra, nosotros al

llevarlos a la Palabra, entonces chequeamos esos dos

espíritus y entonces tenemos que descubrir por la Palabra

cuál es el espíritu correcto, cuál es el espíritu de Dios que

está velado en carne humana o que se está velando en carne

humana. Porque Él… fíjese, hay un proceso el cual nosotros

tenemos que entender, nosotros tenemos que entender que

Dios, y Dios es la Palabra: “En el principio era la Palabra y

la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios, y la Palabra se

hizo carne.” O sea, se veló, ¿ve?, se veló en carne humana, y

luego de velarse, ¿qué hizo? se reveló, se dio a conocer.

Entonces, sabiendo que la Palabra es Dios, y Dios es la


Palabra y que la Palabra se vela en carne humana, y luego se

revela, o sea, se da a conocer, entonces nosotros tenemos

que entender el proceso que toma todo esto, para que no se

nos pase por alto.

Fíjese, dice Dios a través del hermano Branham, que

nosotros nos convertimos en la Palabra a medida que la

recibimos, ¿ve usted? Fíjese, el 5% de la Palabra es recibida

por un ministro, ¿qué pasa? entonces ese 5%, al ser recibida,

al ser metida ahí dentro, ese 5% queda encarnado ahí. Ese

5% de Dios, de la Palabra, queda velado, o velada ahí. Hay

entonces, en esa carne humana un porciento de Dios velado

en carne humana. Por lo tanto, solamente un 5% de Dios es

lo único que se puede revelar a través de esa carne humana.

¿Ve Ud.? Pero se tiene que revelar, se tiene que dar a

conocer ese 5% que está ya velado en esa carne humana.

Porque a medida que se va velando en carne humana, a

medida que se va velando, se va revelando también.

Entonces, nosotros podemos ver y seguir el crecimiento

de esa Palabra que se va velando en carne humana, ¿cómo?

a medida que vemos cómo se va revelando a través de esa

misma carne humana. ¿Ve Ud.?

Entonces pudimos… podemos seguir ese proceso,

podemos seguir el crecimiento, el crecimiento de esa Palabra

que se está velando en carne humana. Así como vimos el

crecimiento de la Palabra allá, en Jesús. Vimos que, primero

nació, luego de ser engendrado y cumplir el tiempo de nacer,

vemos que después ¿qué? vemos que después nació un bebé.

¿Qué era aquello? la Palabra siendo un infante, la Palabra en

su infancia, en su comienzo. Luego cuando ya estaba un

niñito, vemos que la Palabra creció. ¿Ve usted?

Vemos que fue creciendo, Aquél era la Palabra hecha


Fíjese, muchos años atrás, usted tenía un porciento de la

Palabra velada y usted encontraba que usted estaba un poco

niño, no tenía mucha madurez en el conocimiento de la

Palabra de Dios para esta hora y el Mensaje que

correspondía para esta Dispensación; porque lo que tenía era

una porción muy pequeña de esa Palabra de Dios, porque El

es la Palabra. Entonces, luego encontró que fue creciendo,

fue madurando. ¿Qué es eso? es la Palabra, Dios en usted

creciendo y madurando.

Entonces va creciendo en perfección, madurando, hasta

que llega a la total perfección; entonces, cuando llega ahí, la

Plenitud del Espíritu de Dios estará ahí manifiesta a través

de carne humana, y entonces, no habrán limites.

Pero hoy en día estamos en el tiempo en que la Palabra

se está velando en carne humana y a través de esa misma

carne humana que se está velando, ¿qué es lo que hace? Se

expresa, o sea, se da a conocer a través de los predicadores

donde esa Palabra, y esa Palabra ¿es quién? es Dios, es

Cristo.

Y esa Palabra estuvo velada en el hermano Branham, y

al estar velada ahí, desde ahí se reveló, por eso se reveló a

través de él, de carne humana. Por eso lo que salió por sus

labios ¿qué era? era la Palabra la cual estaba sellada ahí,

salió y entonces fue abierto el misterio, los Sellos fueron

rotos.

Y luego encontramos que ese mismo proceso, por ese

mismo proceso pasamos nosotros. Y por ese mismo proceso

está pasando la misma Palabra hasta que todos lleguemos a

la perfección. ¿Ve usted? Entonces, para todos llegar a la

perfección ¿qué dice San Pablo? “A unos puso apóstoles, a

unos puso profetas, a unos puso evangelistas, cada cual en


Así es que en este tiempo final, como todas las cosas

serían reveladas, dadas a conocer públicamente, entonces

todo sería enseñado públicamente, y los entendidos lo

verían, entenderían, y brillarían como el resplandor,

resplandecerían.

Y eso es lo que pasa con los escogidos que oyen la voz,

entienden la voz de Dios. No es otra voz. Cuando… cuando

aparecieron los discípulos predicando el Evangelio,

comenzando el Día de Pentecostés, ¿qué era aquella Voz

que estaba saliendo de ellos? no era la voz intelectual de

aquellos discípulos, era la misma Voz del Señor que estaba

en Jesús de Nazaret y ahora estaba en los discípulos. Era la

misma Voz y la misma Palabra para dar a conocer

públicamente todo el misterio de Dios que había sido

revelado en aquel tiempo en carne humana en Jesús de

Nazaret, y ahora estaba dando, siendo dado a conocer

públicamente. ¿Ve usted? Pero a los diez días del apo… en

el Aposento Alto estaba siendo dado a conocer para los

escogidos nada más. Como hoy en día que está siendo dado

a conocer públicamente solamente para los escogidos. ¿Ve

usted?

Para los escogidos, y después cuando tengamos la

plenitud del Espíritu de Dios, entonces será predicado

públicamente, por eso es que nos quedamos quietecitos; nos

quedamos quietecitos escuchando y recibiendo lo que Dios

tiene para nosotros, hasta que llegue ese tiempo.

Ahora, ¿por dónde estamos actualmente? actualmente

estamos por la Palabra, Dios velándose en carne humana,

estamos en el tiempo en que la Palabra se está velando. No

ha terminado de velarse totalmente, esta velándose y va

creciendo.


carne; la Palabra hecha carne fue creciendo, creciendo,

creciendo, y entonces cuando ya llegó a su madurez,

entonces vemos la Palabra encarnada ya adulta. ¿Ve usted?

Entonces, cuando El estuvo aquí en la Tierra y era un

niñito, pues no podía salir y estar siendo predicado a través

de esa carne humana lo que fue predicado después de los 29

años y medio en adelante. Porque todavía, la Palabra estaba

¿cómo? en estado de Infancia, y luego en estado ya de un

muchachito mas grande. Y de acuerdo a: el tiempo que tenía

era lo que salía. Pero ya cuando llegó a madurez, entonces

salía ¿qué? la plenitud de la Palabra para ese tiempo. ¿Ve

usted?

Y entonces, así también fue en el hermano Branham;

vimos cómo la Palabra estuvo en su infancia, luego la vimos

creciendo, creciendo, y vemos que por esa causa, cuando

estaba en su infancia ya, vemos que entonces, ¿qué paso?

vemos que no podía ser predicado, vemos que no podía ser

revelado a través de esa carne, lo que fue revelado del 63

para adelante; porque ya del 63 para adelante, la Palabra

llegó a madurez, y entonces la Palabra en plenitud podía

revelarse a través de esa carne humana. Pero antes no; antes

de 63 la Palabra no podía salir a través de esos labios

humanos en toda su plenitud, porque todavía no había

llegado a madurez.

Por eso es que encontramos que desde el 63 para acá,

para atrás, encontramos que aun el hermano Branham

predicó “Los Sellos,” pero él dice: “Los prediqué de acuerdo

a como los… a como lo enseñan y lo predican las demás

gentes.” ¿Ve Ud.? ¿Por qué? Porque todavía la Palabra no

había llegado a madurez, por lo tanto no podía ser revelada

esa Palabra en plenitud a través de Su instrumento. Porque


todavía estaba en infancia, ya estaba bastante joven pero no,

no había llegado a la madurez esa Palabra en él. ¿Ve Ud.?

Entonces encontramos, fíjese, ya en el 62 encontramos

que fue predicado el Mensaje “La Más Grande Batalla,”

donde es enseñado acerca de cuerpo, alma y espíritu. Donde

fue enseñado, este dibujo fue mostrado y todo. Y cuando fue

enseñado por el hermano Branham, encontramos en ese

Mensaje que el hermano Branham, en el dibujo, coloca el…

en el primer círculo, ese rojo que ustedes ven ahí, el coloca

el cuerpo, con cinco sentidos. Y luego en el segundo círculo

que ustedes ven ahí, él colocó el alma, con cinco sentidos.

Entonces luego encontramos que colocó, en el centro, en la

parte blanca aquí, luego encontramos que coloco ¿qué? que

colocó el espíritu humano. Eso fue en el 62, y le puso un

sentido a: el espíritu, al del centro. Y le puso cinco sentidos

al alma y lo colocó en la parte azul…azul.

Pero luego del 63 para adelante, encontramos que

cuando él enseña acerca de cuerpo, alma y espíritu, la forma

en que uno está formado por Dios, entonces coloca: cuerpo,

espíritu y alma. Como está ahora en el dibujo ahí, está

colocado cuerpo, espíritu y alma, entonces el cuerpo tiene

cinco sentidos, el espíritu tiene cinco sentidos y el alma tiene

un solo sentido. Pero en el 62, él colocó el alma donde iba el

espíritu, y el espíritu donde iba el alma. ¿Por qué? porque la

Palabra todavía estaba allí, pero no había llegado a madurez.

¿Ve usted?

Usted piensa o puede decir: “él se equivocó.” No, él no

se equivocó cuando lo trajo de aquella forma, porque era la

única Luz que había, y la única forma que lo podía ver en

aquel tiempo, porque todavía la Palabra no había llegado a

madurez y los Sellos no habían sido abiertos. ¿Ve Ud.?


hoy en carne humana en nuestro amado hermano Branham?

¿Está velado en usted el Nuevo Orden de Adoración?

Entonces, ¿cómo se ha velado eso? antes de velarse en usted

eso, tuvo que velarse en ministros. Para ellos entonces

poderlo predicar y entonces los escogidos poderlo recibir.

Porque ellos no ven nada más que la Palabra. Entonces ellos

la pueden ver ¿cuándo? ¿Cuándo es que los escogidos ven la

Palabra? Los escogidos ven la Palabra, cuando la Palabra se

vela en alguna persona y luego se revela a través de esa…

Ellos dicen: “Esa es la Palabra, esa es la Verdad.” Mientras

tanto, el escogido no puede ver la Palabra. Ese es el

momento cumbre en el cual los entendidos entenderán,

mientras tanto no.

Por eso mire, por aquí dice Daniel, eso es para este

momento, para esta hora en la cual estamos viviendo, él dice

hablando acerca de este tiempo final, él dice algo muy

importante, lo cual no debemos pasar por alto, dice por aquí

en el Capítulo 12… 12, verso 2, y dice… dice:

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del

firmamento (¿Quiénes? Los entendidos); y los que enseñan

la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua

eternidad.” (¿Ve usted?)

Entonces fíjese hay dos, hay dos grupos ahí, los

entendidos, o sea, los que entienden (los que entienden lo

que Dios este haciendo y revelando) y los que enseñan. ¿Lo

vio usted? Dice:

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del

firmamento y los que enseñan la justicia a la multitud, como

las estrellas a perpetua eternidad.”

¿Ve que están juntos? Los que enseñan a la multitud, y

entonces los entendidos, ambos resplandecerán.


la Segunda. Por eso es que San Pablo y el mismo Señor y los

discípulos usaban el Antiguo Testamento, para predicar

fíjense usaban la Palabra de la Primera Dispensación, la

usaban para predicar el mensaje de la Segunda. Y la usaban

como tipos y figuras para mostrar lo que correspondía al

mensaje de la Segunda Dispensación. Y por eso usted

encuentra que el hermano Branham usaba el mensaje de la

Primera Dispensación y de la Segunda Dispensación como

tipos y figuras para entonces decir: “Y es lo mismo hoy.”

¿En qué? en esta Tercera Dispensación. Estas cosas de… de

allá, ahora nos están mostrando lo que Dios haría acá en esta

nueva Dispensación ¿Ve usted?

Entonces, ¿por dónde estamos hoy? estamos hoy,

realmente, estamos hoy viendo a Dios revelándose en carne

humana. ¿Qué por ciento de Dios? el por ciento de Dios que

hay. Pero sabemos que eso seguirá en aumento hasta que

llegue al ciento por ciento. ¿Ve usted? Entonces, nadie

reclama tener la plenitud. Nadie reclama que la plenitud este

encarnada en algún ministro, pero tampoco, pero tampoco

nos negamos a decir que haya una porción y bastante grande

de la Palabra ya hecha carne en ministros y en escogidos que

han oído esos ministros. Porque solamente se encarna esa

Palabra en aquellos que oyen esa Palabra viniendo, esa

Palabra revelándose a través de aquellos donde esté velada.

Entonces, primero se vela, primero se vela en ministros y

luego se revela a esos escogidos que están escuchando la

Palabra a través de esos ministros. Y entonces cuando eso

sucede, entonces ¿qué pasa? se vela en esos oyentes. Y sigue

velándose y velándose, sigue encarnándose.

¿Está encarnado en usted el Nombre nuevo del Señor?

¿Está encarnado en usted la venida del Señor manifestado


Entonces la Palabra llegó a madurez cuando los Sellos

fueron abiertos. ¿Ve Ud.? Entonces, ahí en la madurez de la

Palabra, entonces todo queda colocado como es, en su lugar

correcto y entonces lo que estaba fuera de lugar del 63 para

acá, entonces es arreglado y colocado en su lugar correcto.

¿Ve Ud.?

Entonces, en ningún momento el hermano Branham se

equivocó, sino que conforme a la Luz que había para el

tiempo pasado, era que él podía obrar. Obrar y actuar y

hablar. Entonces, si no estaba todavía velado y revelado a

través de él, el misterio de los Sellos, pues no podía

entonces, cuando hablaba de los Sellos, no podía entonces

traerlos totalmente como era, porque todavía no había

llegado a la madurez de la Palabra. Y los Sellos entonces no,

no estaban abiertos. Pero ya del 63 para adelante, los Sellos

quedaron abiertos y entonces ya de ahí para adelante,

entonces se podía ver y salía a través de su velo de carne,

salía todo en la madurez de la Palabra. ¿Ve usted?

Así es que ya era de ahí para adelante, la plenitud de la

Palabra saliendo a través de labios humanos. Y si nosotros

observamos en Jesús, cómo vino el crecimiento, y

observamos en el hermano Branham como vino ese

crecimiento, pero que observamos que primero para, para

venir ese crecimiento, tuvo que primero que haber un

nacimiento. ¿Ve Ud.? Y así nosotros podemos observar

también todas estas cosas, podemos observar, después que

se fue el Señor podemos ver que hubo un nacimiento allí el

día de Pentecostés y luego hubo un crecimiento. ¿Ve usted?

Así es que si nosotros observamos todas esas cosas,

podemos ver entonces el tiempo en que estamos y entonces

podemos ver cómo ha nacido en este tiempo, lo que tenía


que nacer y cómo está la Palabra, que es Dios, cómo está

velándose. Y luego al velarse, pues entonces se expresa a

través de carne humana. Y al expresarse entonces, podemos

ver a Dios en forma de Palabra, ¿ve usted?, en forma de

mensaje, porque él es la Palabra. El mensaje y el mensajero

son la misma cosa: “En el principio era la Palabra, y la

Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios.” La Biblia es

Dios en forma de letras, el mensaje de la hora es Dios, la

enseñanza correcta de la Palabra es Dios. La enseñanza

incorrecta del mensaje de la hora es el Anticristo. ¿Ve usted?

Así es que nosotros tenemos que tener siempre la

posición correcta para ver lo que Dios hizo, y entonces a

través de lo que Dios hizo, entonces ver lo que Dios está

haciendo hoy. Hoy en día, pues sabemos que nadie puede

proclamar de que tiene la plenitud, nadie puede proclamar

de que la plenitud de la Palabra ya se ha velado en él. Pero sí

podemos decir y podemos ver, que parte ya de la Palabra

está velada en nosotros, en usted y en mí. ¿Y cómo ha

venido eso? Bueno ha comenzado, y siempre las cosas

comienzan por, comienzan por uno y siguen a otro, y siguen

a otro hasta que se… hasta que llega a todos aquellos a los…

en los cuales tiene que velarse esa Palabra.

Por ejemplo, vamos a poner algunos ejemplos para que

sea más claro, porque no queremos que nadie salga con duda

cuando hablamos de estas cosas profundas; son profundas

pero son sencillas.

Por ejemplo, encontramos el misterio del Séptimo Sello,

encontramos que el misterio del Séptimo Sello es la Venida

del Señor, la segunda venida de Cristo de la cual nadie sabía

nada. Y sabemos que esa Segunda Venida de Cristo sería

con Su Nombre nuevo; porque Él cuando ascendió, Él


Entonces, no dice que la Visión de La Carpa, ¿no dice

que el hermano Branham luego entraría a un lugar pequeño?

El Mensaje y el Mensajero son la misma persona. El

Mensaje y el Mensajero son la misma persona. Entonces, si

el Mensaje y el Mensajero son la misma persona, entonces,

el Mensaje tenía que entrar, ya estaba ya en aquel

Tabernáculo, y en esa cabañita vieja fueron revelados “Los

Sellos,” ¿Ve Ud.? Pero luego dice que en un lugar pequeño,

desde ahí él ministraría y nadie lo vería, solamente

escucharían su voz. ¡Su voz! ¿Cuál es la voz de él? El

Mensaje, la Palabra; su Voz.

Bueno, yo creo que estamos más cerca de ver lo que

debemos de ver, de lo que nosotros nos imaginamos; porque

hoy en día hemos estado oyendo la voz de Él. No la voz de

predicadores interpretando esto o lo otro, no la voz

intelectual de cada cual diciendo: “Yo creo que es esto, yo

creo que es lo otro,” conjeturando por aquí o por allá, sino

que hemos estado escuchando nuevamente ¡la misma Voz

que oímos en carne humana en el hermano Branham! la

estamos escuchando o la hemos estado escuchando

nuevamente donde mismo se paró, ¡donde mismo se paró!

Se paró allí, reveló el Séptimo Sello, pero no lo dio a

conocer públicamente, y ahí mismo ha comenzado, dando a

conocer públicamente ¿qué? el misterio del Séptimo Sello,

de los Truenos, del Nombre nuevo, de la nueva Adoración,

todo eso, lo cual lo había traído pero en secreto.

Por eso usted encuentra en los mensajes que es hablado

como en doble sentido, ¿Ve Ud.? Hablando como del tiempo

de la Segunda Dispensación; pero si usted con detenimiento

ve, él está… porque es el mismo plan desarrollado en la

Primera Dispensación, es el mismo Plan que se desarrolla en


Entonces, ¿dónde Dios se paró? ¿dónde Dios se paró?

El se paró en el Séptimo Sello, allí, y allí cuando le tocó dar

a conocer el Séptimo Sello, lo que hizo fue que trajo la

revelación del Séptimo Sello, pero no la trajo abiertamente

para el público. O sea, que no dijo, el no dijo en esa ocasión:

“El misterio del Séptimo Sello es la Segunda Venida de

Cristo, la cual está cumplida en mí.” No, porque el decir eso,

le tocaba después a: la continuación de Dios obrando en

aquellos que Él había escogido para ese trabajo. No le toco

al Señor decir: “La Primera Venida de Cristo ¡soy Yo! ¡soy

Yo! La Primera Venida de Cristo ahora soy Yo viniendo a

redimirlos a ustedes.” El no les dijo: Yo soy, Yo soy el… el

Hijo de Dios. El se identificó como el Hijo del Hombre, dice

el hermano Branham. ¿Ve usted?

Entonces, encontramos que había problemas entre los

fariseos y saduceos, pero identificar al Señor en Su Primera

Venida, identificarlo como fue identificado por los

Apóstoles el Día de Pentecostés, eso no le tocaba al Señor

hacerlo, sino que le tocaba ¿a quién hacerlo? A el que fuera

escogido para hacerlo en ese tiempo, y el resto se tenía que

poner al lado de esa persona que fue escogida para traer la

revelación del mensaje que correspondía para esa nueva

Dispensación. Traer la revelación de la Primera Venida de

Cristo, del Nombre del Señor para Redimir, el cambio de la

nueva dispen… de… de una Dispensación a otra, y todas

esas cosas le tocó, no al Señor darlo a conocer públicamente,

El no le tocaba hacerlo públicamente (aquí parece que quiere

bajar algo y quiero que ustedes lo capten). No le tocaba

hacerlo al Señor públicamente desde el Tabernáculo llamado

Jesús, le tocaba hacerlo al mismo Señor desde otro

Tabernáculo (aquí como que quiere venir algo).


recibió un nuevo Nombre, entonces cuando desciende,

desciende con Su nuevo Nombre. Entonces, ese misterio

pues, el misterio del Séptimo Sello, dice el hermano

Branham, en “Los Sellos," o dice Dios a través del hermano

Branham; dice, en un sitio dice que el Séptimo Sello está

abierto y en otro sitio dice que no está abierto, y dice que no

sería abierto, el Séptimo Sello no sería abierto al público o

en público hasta que llegue esa hora; sin embargo fue

abierto. Vea usted eso.

Todos los Sellos fueron abiertos conforme a como

vemos en los mensajes. Todos los Sellos fueron abiertos

porque todo el misterio de Dios fue consumado.

Ahora vea usted que una cosa es cuando lo… los

misterios son abiertos, porque Dios viene y los expresa, esos

misterios, esa Palabra esta velada, estaba velada en carne

humana en el hermano Branham. Y luego al estar velada se

expresó a través de carne humana.

¿Quiere que le diga una cosa? Ustedes han oído muchas

veces que el hermano Branham dice: “Y allá en una cabañita

vieja, fueron abiertos esos Sellos.” Pero usted póngase a

observar, póngase a observar; cuando los Sellos fueron

abiertos, fueron abiertos ¿dónde? en el Tabernáculo, en el

nuevo Tabernáculo. Cuando los Sellos, los Ángeles le

aparecieron al hermano Branham, fue allá en Arizona, en

Tucson, Arizona, allá sobre un Monte, y él subió donde

estaban los Ángeles, fue arrebatado allá. No vemos ninguna

cabañita ahí tampoco, una cabañita vieja.

Cuando el hermano Branham estaba estudiando los

Sellos para predicarlos después por las noches, él estaba

encerrado en un cuarto, en… en un cuarto de una… en una

casa de unos hermanos muy buenos, no recuerdo el nombre


de ellos. No sé si es… era la casa del hermano Wood o algo

parecido. Y estaba en un cuartito con las cortinas cerradas,

encerrado allí con luz, con la luz eléctrica prendida,

estudiando, para luego llevar la Palabra del Señor, la

revelación de los Sellos. No vemos una cabañita vieja ahí

tampoco.

Bueno, ¿y dónde está esa cabañita vieja de… de la cual

el hermano Branham dice: “Y allá en una vieja cabaña

fueron abiertos los Sellos”? ¿Quiere ver esa vieja cabaña?

Esa vieja cabaña donde fueron abiertos esos Sellos, esa vieja

cabaña tenía unos… le voy a decir, tenía unos cincuenta y…

cincuenta y cuatro años por ahí más o menos, cincuenta y

tres para cincuenta y cuatro años. Y esa vieja cabañita era

ese viejo Profeta. ¿Ve Ud.? Esa vieja cabañita era el

hermano Branham, porque en esa vieja cabañita era que

estaba velada esa Palabra, ¡estaba velada!, ¡ese misterio de

los Sellos!; y entonces ¡fue abierto!, ¡fue revelado, fue

abierto, salió de él! Entonces al salir y ser revelado, ser

abierto… el Séptimo Sello fue abierto, pero… pero dice:

“pero no está revelado al público o en público.” No sería

revelado en público, públicamente no sería revelado hasta

que llegase esa hora.

Y él otra vez, después más adelante dice que vendría

esa hora; y esa hora sería por ahí en, alrededor de la Venida

del Señor, cuando estuviera ese tiempo cerca, ahí ocurriría

que sería abierto en público, o sea, públicamente. Y mientras

estuvo el hermano Branham aquí en la Tierra, el misterio de

Séptimo Sello públicamente nunca fue abierto. Fue abierto,

fue revelado, pero públicamente no fue revelado.

Una cosa públicamente… es una cosa… decir: “esto es

esto y esto es esto,” como fue abierto públicamente el


entonces lo único que nosotros teníamos que mirar para

atrás, como dice el hermano Branham: “Usted quiere saber

lo que viene, pues mire para atrás y vea lo que pasó y usted

sabrá lo que viene.” Entonces, si miramos para atrás,

entonces vemos el plan que El desarrolló allá en el tiempo

de Su Primera Venida en Jesús, en ese Segundo Éxodo; y si

miramos más para atrás vemos lo que sucedió en el Primer

Éxodo y cómo vino a suceder todo. Después que Dios

terminó con Moisés, luego El no se quedó quieto, continuó

con Josué, para el establecimiento de todo lo que fue

revelado y traído al pueblo. Porque Moisés le abrió los

Sellos al pueblo: “Los diez mandamientos.” ¿Ve usted? Le

trajo la revelación de los diez mandamientos y luego todo

eso fue establecido ¿Ve usted?

Entonces hoy en día no podíamos estar tratando de

adivinar que hará Dios, cómo hará Dios las cosas, cómo

Dios nos dará la revelación de… de Su Nombre, como Dios

nos dará a conocer el misterio del Séptimo Sello, porque

nadie sabe nada acerca de esto. Cómo Dios nos dará a

conocer ese misterio que los Siete Truenos hablaron y

revelaron, cómo Dios obrará de aquí en adelante ya que

nuestro amado hermano Branham se fue, el cual era el

instrumento donde la plenitud de Dios estaba.

Entonces teníamos que buscar todo lo que Dios

prometió a través del hermano Branham qué Él habría de

hacer después que él se fuera. ¿Ve usted? Entonces, todo lo

que Dios comenzó en el hermano Branham lo continúa

luego que él se fue.

Lo que Dios comenzó en Jesús luego lo continúan los

apóstoles. ¿Ve usted? Es una continuación de lo comenzado

allá.


entendido, aunque fue revelado, porque no fue revelado

públicamente. Pero fue prometido que sería revelado

públicamente. Entonces teníamos que estar esperando ¿qué?

ese momento en que Dios lo diera a conocer públicamente y

si lo habría de dar a conocer públicamente, si para revelar

los misterios de los Sellos usó un ministro, para dar a

conocer el misterio de los Sellos públicamente, también

tiene que usar otro ministro, tiene que usarlo porque Dios no

obra a menos que no sea a través de carne humana.

Entonces, ¿qué sucede? teníamos que buscar todo lo

que Dios prometió que Él habría de hacer después que Él

terminara Su trabajo a través del hermano Branham; así

como teníamos que buscar lo que Dios dijo que habría de

hacer en Su Primera Venida, después que El terminara y

ascendiera a los cielos, Él dijo lo que iba a hacer después y a

través de quiénes lo iba a hacer. ¿Ve usted?

Entonces teníamos que entender cuál era el plan de

Dios, que iba a desarrollar luego que Él ascendiera a los

cielos. Y Él les dijo: “Después que yo ascienda a los cielos,

yo voy a venir nuevamente en Espíritu a ustedes y voy a

estar con ustedes y en ustedes, y entonces ustedes van a dar

a conocer por todo el mundo esto que ha pasado, la Primera

Venida y el propósito de la Primera Venida; y van a bautizar

a todo el que crea, a todo el que crea y se arrepienta lo van a

bautizar en el nombre de Padre, Hijo y Espíritu Santo.” Que

ellos sabían que era: SEÑOR JESUCRISTO. ¿Ve usted?

Entonces, eso era el plan de Dios que el desarrollaría

después que Él terminara Su labor de la Primera Venida de

Cristo en carne humana.

Entonces hoy en día nosotros teniendo ahí el ejemplo de

la Primera Venida y lo que le siguió a la Primera Venida,


misterio de los… del Quinto Sello y del Sexto Sello. El del

Quinto Sello ¿qué era? eran los que murieron, los mártires

que murieron martirizados por… por… por Hitler, ¿Ve?

Aquellos judíos. Y el… y el misterio del Quinto Sello eran

dos Profetas con los 144.000 que creerán el mensaje de los

dos Profetas. ¿Ve?

Eso fue abierto públicamente: “esto es esto, esto es esto

y esto es esto.” Pero el Séptimo Sello fue revelado, pero no

públicamente. Fue revelado: “Esto es la Venida del Señor de

la cual nadie sabe nada, ni aún los ángeles.” Pero que

cuando Él saliera del Lugar de intercesión, entonces vendría

entonces como León, y entonces vendría a reclamar Sus

predestinados, Sus atributos, los cuales estarían

manifestados en carne humana en ese tiempo. Y entonces,

cuando Él viniera a hacer esa reclamación, ¿qué pasaría? ese

sería el misterio del Séptimo Sello, la Venida del Señor; y

vendría ¿cómo? vendría como vino Juan el Bautista y como

vino el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo vino

Juan el Bautista? ¿vino como qué? vino como el precursor

de la Primera Venida. ¿Cómo vino el Señor Jesucristo? vino

como el Mesías prometido, Dios hecho carne.

Entonces, el misterio del Séptimo Sello, ¿es qué? un

profeta como precursor de la Primera Venida de Cris… de la

Segunda Venida de Cristo, y el Mesías: “Dios encarnado en

un hombre.” Y la cosa se cumplió en la misma persona. ¿Ve

usted? entonces, ese es el misterio del Séptimo Sello, la

Venida del Señor en carne humana haciendo dos trabajos: el

trabajo de precursor y el trabajo de precursado. ¿Ve usted?

Y entonces, viniendo en esa manifestación en carne

humana, hecho carne viniendo con Su Nombre nuevo puesto

¿dónde? en Su vestidura y en Su muslo.


La vestidura de carne de Dios tenía que tener ese

nombre, porque ese velo donde Dios estaba plenamente

tenía que llevar el Nombre. Porque ¿cómo dice Apocalipsis?

que tiene sobre Su vestidura y sobre Su muslo ¿qué? un

Nombre que ninguno entendía…corte en el audio…

… el misterio de ese Nombre. Los truenos revelan el

misterio de la Venida del Señor, por lo tanto, cualquiera que

diga que sabe de lo que los Truenos emitieron tiene que

saber cuál es el Nombre nuevo, porque ese es el misterio que

los Truenos dan a conocer: la Venida de: el Señor. ¿Ve

usted?

Y entonces, todo eso estaba revelado pero estaba oculto.

Estaba revelado, todo está ahí en el… en lo que fue revelado

pero estaba velado de nuestros ojos. O sea, todo ahí frente a

nosotros revelado, pero viendo no veíamos y oyendo no

entendíamos. ¿Ve Ud.?

Entonces, Dios hizo el milagro de revelar todo lo que

estaba velado en aquella vieja… vieja cabaña: en el hermano

Branham. Pero luego tenía que hacer el milagro de revelar

públicamente el misterio del Séptimo Sello. Entonces para

revelar públicamente el misterio del Séptimo Sello, ¿cuándo

fue que fue revelado el misterio de la Primera Venida de

Cristo públicamente? Mientras el Señor Jesucristo estuvo

aquí en la tierra, públicamente no fue revelado ese misterio;

es más, el Señor cuando Él estuvo allá en… en el monte de

la transfiguración con Pedro, Jacobo y Juan, y se transfiguró

delante de ellos, el Señor les dijo: “A nadie le digáis nada de

esto.”

Y cuando también en aquella ocasión que el Señor

preguntó: ¿Quiénes dicen los hombres que es el Hijo del

Hombre? Y Pedro le dijo por revelación Divina, él dijo: “Tú


Sello, el misterio de lo que los Truenos han hablado, porque

cuando Dios lo haga públicamente, a través de quien lo

haga, escucharemos el Nombre nuevo del Señor, el cual

estamos esperando todos; y lo escucharemos probadito por

la Palabra, de que no habrá ¿qué? no habrá lugar a dudas.

Pero ¿qué es lo que pasa? como cada cual se hace de su

propia interpretación y todos… y todos creen que son

ministros, y todos creen que son escogidos para… Dios va a

hacer algo entonces, Dios cuando va a hacer algo, o va

revelar algo, o va a hablar algo, el solamente usa a una sola

persona. Porque en dos o tres o cuatro o cinco, o diez

personas, hay ideas diferentes ¿Ve Ud.? Hay

interpretaciones diferentes y por tal motivo, se pondrían a

pelear el uno con el otro y cada cual tratando de establecer

su propia, su propia idea, su propia interpretación y lo que

forman son confusiones.

Por eso es entonces que Dios solamente, cuando va a

hacer algo, escoge a una sola persona (a una sola persona).

Él fue a revelarle el misterio de… de los Sellos, escogió a

uno solo, y vea usted que cuando escoge a uno para hacer

algo, a una persona para revelar algo, para dar a conocer

algo, para El siendo la Palabra, revelarse a través de tal o

cual persona, primero entonces viene y se vela. Se mete ahí,

esa Palabra se mete ahí, entonces esa persona lo entiende

bien y entonces viene y lo da a conocer. O sea, entonces

Dios a través de la persona se revela y da a conocer lo que

está ya, allá adentro de esa persona, lo cual esa persona lo

entiende bien.

Entonces, ¿qué sucede? El dijo que habría de revelar el

misterio de los Sellos, lo reveló a través de carne humana.

Pero, todo el mist… el misterio del Séptimo Sello no fue


terrenal, vamos a convencer a la gente y nos van a oír. No, si

no oyeron a Dios allá en carne humana, no podían oír a Dios

a través de los discípulos. Y si no han oído a Dios en carne

humana hoy, no podrán oír a Dios nuevamente moviéndose

en este tiempo en la forma que Él dijo que se habría de

mover para darnos a conocer públicamente a todos los

escogidos, el misterio del Séptimo Sello, el misterio de lo

que los Truenos emitieron o dieron a conocer. Pero ya ha

sido dado a conocer el misterio de los… de los Siete

Truenos, ha sido dado a conocer públicamente en su

manifestación en carne, Dios a través del hermano Branham,

lo dio a conocer pero privadamente; lo reveló pero nadie lo

entendió ¿Ve Ud.?

Entenderlo completamente nadie lo entendió, lo que

tuvieron fueron conjeturas. Unos conjeturaban una cosa,

otros otra, otros otra, y con las conjeturas cada cual se hizo

de sus conjeturas y cada cual le dio su propia interpretación,

a lo que Dios reveló y cada cual entonces hizo ¿qué? cada

cual hizo su propia manera de creer o de entender lo que

Dios reveló, cuando todavía no estaba dado a conocer

públicamente. Y más bien la posición que debió haber sido

asumida era: “Eso vamos a dejarlo quieto hasta que Dios lo

dé a conocer públicamente como El lo prometió.” Y para

darlo a conocer públicamente como El lo prometió, si El lo

dio a conocer privadamente, o sea, lo reveló a través de

carne humana y nadie lo entendió, para revelarlo, darlo a

conocer públicamente para que sea entendido, también tenía

que hacerlo a través de carne humana. Entonces, lo que

todos teníamos que estar haciendo es estar vigilando a quién

de los ministros usará Dios para darnos a conocer

públicamente a todos los escogidos, el misterio del Séptimo


eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente;” encontramos que

en esa ocasión el Señor le prohibió a Sus discípulos dar a

conocer públicamente quién era Jesús de Nazaret; ¿por qué?

porque todavía no había llegado el tiempo de hacerlo

público y entonces esa revelación tenía que estar solamente

allí velada, pero sin hacerse público. ¿Ve usted?

Y entonces estaba la revelación, allí estaba la

revelación, pero no estaba dada a conocer públicamente, no

había sido hecho público el tremendo misterio de la Venida

de Dios en carne humana en Jesús de Nazaret y nadie

conocía ese misterio, ¿ve usted? Entonces, Él era la

revelación de Dios en carne humana, pero el prohibió que

dieran a conocer públicamente ese misterio hasta que el

fuera quitado. “Cuando yo sea quitado entonces, denlo a

conocer; cuando yo sea quitado entonces ustedes pueden

predicar sobre eso.”

Y entonces, fíjense, ‘ustedes van’. Entre ellos podían

predicarlo, entre el grupito que subió al aposento alto, todas

esas cosas; pero para afuera, para el mundo, tampoco lo

podían predicar hasta que no fueran investidos con el

Espíritu Santo. Es la misma cosa que nos pasa a nosotros

hoy, todas estas cosas que nosotros sabemos hoy en día,

estas cosas no pueden ser predicadas para el público de

afuera, porque son solamente para el momento, para el

grupo de escogidos que va a recibir la plenitud de Dios. Y

cuando la hayamos recibido, y seamos investidos del Poder

de lo alto, entonces es que tenemos que salir fuera a decirles

a la humanidad lo que Dios hizo en este siglo veinte, y

hablarles acerca la Segunda Venida de Cristo.

Pero, fíjese, el misterio de la Segunda Venida de Cristo

con Su nombre Nuevo y el cambio de Adoración y todas


estas cosas, esto para el mundo todavía no es el tiempo. Pero

dice que sería dado a conocer el misterio del Séptimo Sello a

la Novia, a los escogidos, cuando llegara el tiempo; sería

dado a conocer públicamente a los escogidos ese misterio,

¿ve usted?

Entonces, ¿cuándo fue que fue dado a conocer para los

escogidos, para todo aquel grupo de escogidos allá, la

Primera Venida de Cristo, ese misterio? ¿Públicamente a

ellos? ¿A los escogidos? Fue después que el Señor ascendió

a los Cielos. Entonces fue que entonces, Pedro, Jacobo y

Juan pudieron entonces soltar la lengua y decir lo que había

pasado allá en el Monte de la Transfiguración. Y esto lo

pudieron hacer ¿cuándo qué? Cuando estaban en el

Aposento Alto.

Y entonces pudieron poner el nuevo Orden de

Adoración allí, puesto en medio de los 120 y todas estas

cosas. Pero vemos también que habían sobre 500 hermanos

que habían visto cuando el Señor ascendió a los cielos. Pero

que solamente 120 pudieron cuadrar con toda la revelación

del misterio de Dios revelado en carne humana en Jesús de

Nazaret y pudieron cuadrar con todo lo que correspondía

para ese tiempo: el nuevo Orden de Adoración, el Nombre

para Redención y todas esas cosas. ¿Ve Ud.?

Entonces, tenemos que ver que el misterio del Séptimo

Sello sería dado a conocer públicamente a la Novia, a los

escogidos, cuando llegara ese tiempo. ¿Cuándo sería?

después que Dios terminara Su trabajo a través del velo de

carne que usó para revelar los misterios. Porque ya todo está

revelado.

Luego entonces sería dado a conocer lo que Dios hizo,

lo que Dios reveló: “La revelación de Dios a través de carne


predicadores, para darse a conocer al Pueblo de Dios. Y

entonces, ¿qué pasa? Dice Dios a través de Su manifestación

en carne, El dice que prime… que la Palabra tiene que ser

primero traída para luego ser confirmada. Primero tiene que

ser la Palabra hablada y luego Él la confirma. ¿Ve Ud.?

Entonces, si es la Palabra genuina, si es Dios realmente, la

Palabra revelándose, entonces El se encarga del resto, El se

encarga de… de confirmar esa Palabra.

Ahora yo les pregunto: ¿ha confirmado Dios Su Palabra

de que Su Nombre nuevo es el que nosotros hemos oído,

siendo expresado? ¿ha confirmado Dios que el Nuevo Orden

de Adoración es de la manera que ha sido revelado o

expresado para el pueblo? él lo ha confirmado, ¿ve usted?

porque Él confirma Su Palabra. Y Su Palabra tiene que ser

primero expresada y El se encarga del resto. No importa

quién diga que no es así. El que se pare y diga: “No es así;”

se ha parado delante de Dios porque El es la Palabra, y Dios

viene y dice: “¡Es así, punto!”

Y entonces, ¿qué es lo que sucede? los escogidos

solamente ven una cosa, porque ellos no tienen oídos para

oír nada más que una cosa, la Palabra. Por eso dijo el Señor:

“Mis ovejas oyen ¿qué? Mi voz,” y Su voz es la Palabra, y

Su Palabra siempre, cuando va a ser oída o es oída, tiene que

ser oída a través de carne humana. No puede ser oída de otra

manera.

Por eso el Señor dijo… le dijo a los discípulos, fíjese, le

dijo a los discípulos para aquella Segunda Dispensación, les

dijo: “Miren, si me oyeran a Mí, les van a oír a ustedes, si no

me oyen a Mí no les van a oír a ustedes tampoco”. Eso nos

enseña a nosotros que no tenemos que hacernos de ilusiones

de que por nuestra sabiduría humana, nuestro entendimiento


si eso fue cuando fue a venir el Espíritu, las primicias del

Espíritu, cómo será hoy para venir la plenitud del Espíritu a

nosotros? Tenemos que también tener los requisitos llenos y

someternos a la Palabra de Dios en esta hora. Y entonces,

podemos luego estar confiados en que recibiremos lo que El

nos prometió.

Tenemos que recibir ¿qué? la plenitud del Mensaje de la

hora primero, tenemos que recibir realmente el Mensaje de

esta Nueva Dispensación de la manera que corresponde para

esta Nueva Dispensación y entonces viene el Espíritu en

toda Su plenitud. Así es que estamos en ese tiempo, en ese

momento, y tenemos también que saber que Dios no obra a

menos que sea a través de carne humana, entonces tenemos

que ver dónde y cómo se está velando Dios y cómo se está

revelando o dándose a conocer en este tiempo. Porque El es

la Palabra.

Y podemos conocer la Palabra correcta y El es la

Palabra correcta, ¿cómo? a medida que El se revela, a

medida que Él se revela. ¿Y cómo El se revela? El se revela

a través de donde se vela. No busque a Dios revelado a

través de cualquier persona, porque El no se revela a través

de cualquier persona. El solamente se revela a través de

donde El se ha velado primero. ¿Ve Ud.?

Entonces, El primero tiene que velarse en carne y El es

la Palabra, para luego revelarse. Por ejemplo… por ejemplo

el Nombre nuevo del Señor, de la nueva… el Nuevo Orden

de Adoración, la Venida del Señor y todas estas cosas, que

estaba ya revelado pero oculto de nuestros ojos, para

nosotros poderlo oír, para nosotros poderlo oír revelado,

todas estas cosas, primero tuvo que velarse. Tuvo que

velarse en predicadores y luego revelarse a través de esos


humana.” A través del velo de carne donde El estuvo velado

en toda Su plenitud.

Ahora podemos ver que nosotros hemos llegado a ese

tiempo, todo el mundo estaba esperando por todos los

países, todos los ministros y todo el pueblo estaba esperando

ese momento glorioso porque ahí está dicho, en los Sellos

esta dicho, que el misterio del Séptimo Sello no sería dado a

conocer públicamente hasta que llegase esa hora. Los

Truenos, lo que los Truenos revelaron, o emitieron, fue el

misterio del Séptimo Sello y eso nadie lo sabría

públicamente hasta que llegase ese tiempo. ¿Ve Ud.?

Ahora, nosotros sabemos cuál es el misterio del

Séptimo Sello, sabemos que es la Venida del Señor con Su

Nombre Eterno. Sabemos también para lo cual El ha venido,

ha venido para reclamar a Sus atributos los cuales están

manifestados en carne humana hoy en día, los cuales están

viviendo aquí en la Tierra como seres humanos.

Entonces ¿por qué nosotros sabemos todas esas cosas

ya? porque ya públicamente fue revelado a los escogidos el

misterio del Séptimo Sello, lo cual estábamos esperando con

tanto anhelo y con tanto regocijo; pero que solamente los

escogidos, solamente los escritos en el Libro de la Vida del

Cordero, ellos solamente verían y entenderían. El resto no,

porque los misterios de Dios son para los predestinados,

para los escogidos, para la Novia solamente.

Por eso es que como en el Tercer Éxodo, en este Tercer

Éxodo, así como en el primero y como en el segundo,

salieron tres grupos, de los tres grupos que salieron, en el

primero, solamente un grupito pequeño entró a la Tierra

prometida, el grupo de creyentes y establecieron el Nuevo

Orden.


Solamente un grupito pequeño, en el segundo éxodo,

entró a la Tierra prometida cuando entraron al día… al

Aposento Alto y luego llegaron al Día de Pentecostés,

entraron a la Tierra con un Orden nuevo de Adoración,

Nombre del Señor para Salvación, el cual no era conocido

en la Ley; ese Nombre no se conocía en la Ley.

Pero ahora en la nueva Dispensación sí fue dado a

conocer y entonces entraron y poseyeron la Tierra,

recibieron el Espíritu Santo. ¿Ve Ud.? Entonces, los otros

tres, los otros dos grupos, los incrédulos y los creyentes

manufacturados ¿qué les paso? Dice: “No pudieron llegar a

Pentecostés,” no pudieron entrar a la Tierra prometida. Los

incrédulos, pues no pudieron creer y se fueron. Los

creyentes manufacturados, cuando llegó el momento de

subir al Aposento Alto, hum hum, no pudieron subir. Y

están tipificados en Judas, que vendió al Maestro.

Así es que de los 500 hermanos, aquellos que vieron

la… la Venida y el… y el ascenso del Señor en una nube,

allí también estaban los creyentes manufacturados. Pero de

sobre 500 que eran, no pudieron llegar a Pentecostés. ¿Qué

les paso? Les pasó algo, no pudieron ver lo que tenían que

ver en ese tiempo de los 10 días desde que el Señor se fue

hasta que recibieron el Espíritu Santo. No pudieron ver el

proceso por el cual tenían que pasar. Y no pudieron soportar

que aquel hombre, Pedro, que fuese el líder, la cabeza de

aquél grupo. Pero sin embargo era el líder, la cabeza, la cual

Dios estaba utilizando porque a él le fueron dadas las llaves

y él era aquél al cual le fue dicho: “Tú eres el pastor de todo

ese grupo.”

¿No fue eso lo que le dijo el Señor? ¿Pastorea mis

ovejas, pastorea mis corderos? Tenían que ser pastoreados


durante ese tiempo para recibir lo que Dios les había

prometido. Y tenían que ser pastoreados en el mensaje que

correspondía a la nueva dispensación, ¿ve usted? a ellos les

tomó diez días nada más. Parece que nosotros pues somos

más tardíos que ellos. Tuvieron problemas en esos días unos

con los otros, ahí está en el libro de: “Los Sellos,” unos

decían: “mm mm, ya es el tiempo, llevamos ocho días,

vamos a salir por fe, porque el Señor nos mandó a salir. Les

mandó a salir, pero primero les dijo: “Tienen que recibir el

Espíritu, tienen que recibir el Poder de lo Alto.” Entonces

tenían que llenar los requisitos que había que llenar y

someterse a la enseñanza que era para esa dispensación, para

poder llenar los requisitos y así recibir lo que Dios les había

prometido.

Y así pasa hoy en día, nosotros estamos en el tiempo del

Aposento Alto, el aposento alto allá, los diez días, tipifica el

lapso de tiempo nuestro hasta que recibamos la plenitud. El

día de pentecostés, recibir el Espíritu Santo el día de

pentecostés, eso para nosotros representa o tipifica: ‘recibir

la plenitud,’ el momento que recibamos la plenitud del

Espíritu Santo. Pero primero ellos tuvieron que recibir ¿qué?

la plenitud de la Palabra, del mensaje que correspondía para

esa dispensación y establecerlo en medio de ellos.

Como dice Dios a través del hermano Branham:

“Tuvieron que establecer el Orden de Adoración,” poner

cada cosa en su sitio, llenar los requisitos, aun poner en… en

el ministerio a uno, porque había sido dejado vacante el

hueco de un Apóstol, Judas se ahorcó, entonces quedó ese

lugar de un Apóstol, y entonces tenía que ser colocado uno

en ese lugar. Hasta eso tuvo que ser un requisito que ellos

llenasen para poder venir la ple… la… el Espíritu a ellos. ¿Y

finales, señor, que le traerán la palabra...

Documents