Titulo de la edición original: The Road to Chess Mastery.

Traducida por Enric Balza i Valls.

Es propiedad, 1990. © Max Euwe y Walter Meiden.

© de la edición en castellano: Editorial Hispano Europea, S. A. Bori i Fontestá, 6-8.08021 Barce­lona (España).

Fotocomposición y encuademación de esta obra realizada en los talleres de Horeb, I. G./A. Parras. Polígono industrial Can Trias, 5-8. 08232 Vilade-cavalls (Valles Occidental).

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autori­zación escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las Leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cual­quier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distri­bución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos, así como la exportación e im­portación de esos ejemplares para su distribución en venta fuera del ámbito de la Comunidad Eco­nómica Europea.

Depósito Legal: B. 7091-1990.

ISBN: 84-255-0842-8.

IMPRESO EN ESPAÑA PRINTEO IN SPAIN

HOREB, I. GVA. PUMAS - Pol. Ind. Can Trías, 5-8 - 08232 Viladecavalls

Prefacio 9. Defensa Grünfeld-lndia. 111

Introducción

1. La apertura 2. La transición al juego me­

dio 3. El juego medio . . . . 4. El final 5. Estrategia, táctica y situa­

ciones tácticas . . . . 6. Estrategia 7. Táctica 8. La situación táctica. . . 9. La iniciativa

10. Resistencia 11. Estilos de juego . . . . 12. Aspecto psicológico del

ajedrez

PARTIDAS

1. Defensa Nimzo-lndia I

2. Defensa Nimzo-lndia II.

3. Apertura inglesa . .

4. Apertura Benoni . .

5. Apertura Ruy López I.

6. Apertura Ruy López II

7. Apertura Ruy López III

8. Defensa holandesa .

10. Defensa Grünfeld inver­tida

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11. Gambito de dama rehu­sado I

12. Gambito de dama rehu­sado II

13. Gambito de dama rehu­sado III

14. Gambito de dama rehu­sado IV

15. Defensa Caro-Kann

16. Defensa siciliana I.

17. Defensa siciliana II.

18. Defensa siciliana III

19. Defensa india de rey I. .

20. Defensa india de rey II .

21. Defensa india de rey III.

22. Defensa india de rey IV ,

23. Giuoco p i a n o . . . .

24. Defensa india de dama

25. Apertura seudo-Retl.

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T

Prefacio

Frecuentemente los jugadores de ajedrez alcanzan cierto nivel y parecen in­capaces de mejorarlo. En ciertos momentos de la partida llegan a alcanzar posi­ciones sólidas e incluso prometedoras pero no tienen ideas bien establecidas para continuar. Normalmente pueden ganar a otros jugadores sin saber exacta­mente por qué. Desconocen muchas de las sutilezas para crear una posición fuerte y frecuentemente no comprenden los requerimientos estratégicos de la si­tuación en que se encuentran ellos mismos, y bajo el punto de vista táctico no lo analizan con suficiente cuidado o imaginación.

Estudiar las partidas de los maestros —incluso si van acompañados de ex­celentes anotaciones— no siempre ayuda. Los motivos de cada movimiento no pueden puntualizarse por los comentaristas, y los no iniciados muchas veces no tienen ni idea de por qué se han hecho.

Este libro es una colección de veinticinco partidas comentadas especialmen­te para mostrar a los jugadores corrientes la forma de mejorar su ajedrez me­diante la discusión de las ideas básicas de un cierto número de aperturas mo­dernas, explicando cómo manejar algunas posiciones típicas del juego medio, mostrando frecuentes ejemplos del análisis táctico que debe realizar un jugador antes de decidir la próxima jugada e indicando los motivos de los movimientos más obvios de cada partida. Debido al abundante espacio de que disponemos, a nuestra esperanza de enseñar a los principiantes, y a las frecuentes consultas sobre las necesidades del jugador corriente, hemos podido incluir mucho mate­rial que no figura normalmente en una partida comentada. Aplicando cuanto haya aprendido estudiando estas partidas, el lector podrá encontrar por sí mis­mo el camino para llegar a maestro.

La más alta forma de maestría en el ajedrez queda ejemplarizada en el juego de los maestros. Cuando un amateur experimentado juega con un maestro pronto se da cuenta de que se enfrenta con un estilo de juego diferente, distinto al que halla al jugar con otro amateur, incluso si es un amateur muy hábil. En el juego del maestro hay algo dominante, incluso abrumador, que evidencia que éste posee una perspicacia y conocimientos que el aficionado no tiene. El maes­tro dispone de una dimensión extra, por decirlo así.

Ciertamente el maestro hace un juego más penetrante con una táctica más cuidada, ve de más lejos y comete menos errores que su contrincante aficiona­do, y a este respecto puede parecerle a este último muy difícil si no imposible imitarlo. Además el maestro tiene un mejor concepto global sobre la estrategia del ajedrez y una comprensión más sutil de cierto tipo de posiciones cuya exis­tencia otros jugadores no siempre conocen.

8 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Dicho de otra forma: el maestro conoce unos «secretos» que le permiten crear posiciones favorables que conducen a la victoria.

En la introducción de este libro describimos las diferencias existentes entre el maestro y el jugador corriente, en las distintas fases y aspectos de la partida y señalamos cómo puede este último mejorar su juego en cada fase. Seguida­mente, valiéndonos de veinticinco partidas entre maestro y amateur, veremos cómo ha sido concebida y conseguida la victoria.

Nos hemos valido de las partidas entre maestro y amateur por varios moti­vos. En primer lugar porque en esta clase de juego queda más evidente el estilo agresivo del maestro, ya que los jugadores corrientes en general no son propen­sos a neutralizar la presión del contrario en cualquier punto de la partida.. En se­gundo lugar, los errores del aficionado tienden a ser más serios y bien definidos que los del maestro y por tanto se prestan más por sí mismos a pormenorizar, y en tercer lugar, probablemente no hay mejor forma de demostrar al alumno cómo debe explotarse un juego inferior y señalar cómo lo explota realmente el maestro.

Las partidas se han ordenado aproximadamente según la eficacia del ama­teur, situando los más flojos hacia el principio del libro. Pero frecuentemente se ha prescindido de este orden para agrupar entre sí partidas con la misma aper­tura. Se comentan e ilustran las ¡deas fundamentales de distintas aperturas, pero predominan las aperturas y defensas más modernas.

Al ir avanzando las partidas, el oponente al maestro se va fortaleciendo pro­gresivamente, y efectivamente gana las tres últimas partidas del libro. En estas tres últimas partidas mostramos por una parte en qué aspecto el amateur ha mejorado lo suficiente para ganar y por otra parte por qué ha perdido el maestro, perdiendo por razones distintas a lo que hace el amateur.

Estamos muy agradecidos a Mr. Norman Cotter de Wilmington, Delaware, por su solícita lectura del manuscrito, a Albert Klein de Columbus, Ohio, que ha revisado las pruebas y a Fredric Foote de Hastings, Michigan por su exhaustivo estudio tanto del manuscrito como de las pruebas y por las muchas sugerencias útiles que ha hecho.

M.E. W.M.

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Los aficionados al ajedrez son muchos y entre ellos los hay que después de practicar mucho jugando contra competidores hábiles, estudiar cuidadosamen­te los manuales de ajedrez y leer partidas de maestros han asimilado muchos de los principios del juego y han aprendido a hacer movimientos fuertes, probando por sí mismos de evitar puntos débiles en el tablero, llegando a un estado en que no cometen errores tácticos evidentes: resumiendo, son jugadores fuertes. Es­tos aficionados no pierden piezas por descuido. Tienen una fina percepción de algunas de las sutilezas del juego posícional mayor que la que tenían la mayor parte de maestros del siglo xix. Normalmente no encuentran dificultades en abrumar a su oponente más débil y peor informado. Sin embargo, en competi­ciones estos amateurs normalmente pierden frente a los maestros actuales.

Esta diferencia hace que un jugador ambicioso se pare y reflexione. ¿Qué ha­bilidades tiene un maestro que no tiene un amateur? ¿Qué línea separa al maes­tro de un aficionado fuerte? ¿Qué puede hacer un amateur para llegar a maestro o por lo menos para mejorar su juego? ¿Qué es un maestro?

El maestro está versado en la técnica del manejo de cada una de las fases de la partida: apertura, juego medio y final. Considera la partida como un conjunto en el que cada movimiento forma parte de una cierta estrategia o concepto tác­tico. Aprecia sutilmente las posibilidades de todas las posiciones. Puede anali­zar cuidadosamente y prever exactamente las consecuencias de cada movi­miento. Comprende los principios básicos anejos a las distintas posiciones. Su juego táctico es cuidadoso, sus errores son menos y menos serios que los de otros jugadores. Conoce muchas partidas del pasado y está bien informado de las líneas jugadas en competiciones actuales.

El maestro y el aficionado ven las posiciones del ajedrez desde puntos de vista distintos. El maestro tiene una visión y comprensión de una posición y sus implicaciones que el aficionado no ha alcanzado todavía: también conoce la re­lación mutua entre los distintos principios cuya existencia el amateur ni siquiera sospecha.

Vamos a examinar varios aspectos del ajedrez en los que sea evidente la di­ferencia entre maestro y amateur, indicando qué es lo que este último debe ha­cer en cada zona para reforzar su juego y progresar hacia maestro.

1. LA APERTURA

Hasta cierto punto no hay una diferencia apreciable entre maestro y amateur durante la apertura, ya que ambos deben jugar según la misma línea teórica.

10 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Pero sí hay una gran diferencia entre jugar variantes respecto a la rutina y com­prenderlas. Desde el primer movimiento el maestro sabe por qué realiza cada una de las jugadas, ya sean estratégicas o tácticas. Por el contrario, muchas ve­ces el amateur aprende variantes emocionales y las juega mecánicamente. En tales casos el aficionado frecuentemente pierde el hilo por completo a la primera desviación de lo que dice el libro, mientras el maestro, conociendo el fondo del movimiento sabe cómo sacar ventaja del mal juego del contrario si lo hay.

Generalmente el maestro juega la apertura ajustada a la teoría, pero ocasio­nalmente prescinde deliberadamente de la mejor continuación teórica para es­quivar una cierta variante que le haría jugar en una línea que no le gusta, que no esté de acuerdo con su temperamento, o simplemente para confundir al contra­rio como es el caso, por ejemplo, del movimiento 13 de las negras en la partida 19. Así pues, un movimiento dudoso por parte del maestro puede tener un signi­ficado bien diferente del que tendría si el mismo movimiento fuera realizado por un amateur.

El maestro tiene también otros motivos para desviarse de la línea teórica. Puede hacer, y de hecho lo hace, estudios sobre variantes especiales de apertu­ras y puede descubrir vías para mejorarlas. Siendo el maestro un jugador sólido es capaz de descubrir ligeros errores en algunas de las líneas usuales. Conse­guir mejoras quizá no es tan difícil como pueda parecer, pues al fin y al cabo ¿qué es una teoría? Las teorías nacen de dos fuentes: El resumen estadístico de las líneas jugadas en competiciones entre maestros y amateurs avanzados y el análisis más pausado de las variantes de aperturas usadas por estos mismos ju­gadores antes y depués de la competición. Este último tipo de análisis es de más confianza por que no existe la presión de un límite de tiempo como en los partidos de competición.

Muchas veces los maestros analizan previamente líneas especiales que lue­go utilizan por primera vez durante la competición para sorprender a su contrario relativamente poco preparado.

Los expertos en aperturas examinan todas las partidas en las que se ha juga­do una línea especial o una determinada variante, así como todos los análisis teóricos disponibles sobre tal línea, y de estos estudios se deduce una teoría que es mucho más que una recopilación estadística, ya que interpreta y reporta conclusiones. El maestro puede ser capaz también de mejorar estas teorías, pero esto es mucho más difícil, ya que ei campo ha sido ya investigado por uno o más expertos que le han precedido.

Cuando el amateur se separa de la teoría en su juego sobre el tablero, nor­malmente es porque no le resulta familiar o porque no la recuerda. En estos ca­sos, el movimiento substitutivo es probablemente peor que el teórico o incluso constituye un evidente error, en cualquier caso el contrario lo aprovechará pron­tamente.

En las partidas de este libro frecuentemente el amateur se separa de la teo­ría. En la primera partida, el 7.° movimiento de las negras es un error teórico. En la partida quinta, 9 ... C4T muestra una falta de conocimiento de las aperturas por parte del amateur. En la novena partida el 7.° movimiento de las blancas es malo porque no está de acuerdo con las características de la apertura. En la dé­cima partida el 6° movimiento de las negras es un desatino estratégico. Tam­bién en la partida 20 es el 6.º movimiento negro el que arruina el juego. En todos

Introducción 11

los casos, las consecuencias son serias. En partidas tales como las 2, 4, 11,16 y 17 el amateur no comete errores en los primeros movimientos, pero demuestra que no ha comprendido la apertura lo que a su vez comporta serias consecuen­cias en el juego medio. La respuesta del movimiento 9 ... C4T de la partida 5 puede considerarse como un perfeccionamiento de la teoría.

De cómo el amateur puede mejorar su técnica en la apertura

El amateur debería estar algo familiarizado con todas las principales apertu­ras y especialmente conocer a fondo dos o tres de ellas. Si proyecta jugar en competiciones debería estar bien informado de las aperturas y sus variantes em­pleadas actualmente. Pero es prácticamente imposible para quien no dedique horas y más horas al ajedrez tener más que un conocimiento superficial sobre al­gunas variantes de aperturas bien conocidas. Por ello, la mejor forma de mejorar la apertura es probablemente estudiar la ¡dea que existe detrás de cada una de ellas y jugarlas sin olvidar su idea básica, poniendo al mismo tiempo mucha atención a las implicaciones tácticas de cada posición.

Uno debería tratar de comprender las ideas de los movimientos separados que constituyen las aperturas individuales y apreciar sutilmente lo que constitu­ye una buena posición durante y al final de la fase de apertura.

Las ideas detrás de las aperturas pueden encontrarse en los manuales de ajedrez, en artículos publicados en revistas especializadas y frecuentemente en partidas comentadas. En las que figuran en este libro se ha prestado mucha atención en explicar tanto el significado como el objetivo de la apertura como conjunto, y de los movimientos que la forman. El amateur sacará provecho ju­gando cierto número de partidas con una misma apertura. Esto le dará una idea de cómo se desarrolla ésta, y de los puntos fuertes o débiles que le son inheren­tes así como los problemas que aparecen durante su ejecución. Además, el amateur avanzado, especializado en ciertas aperturas y sus variantes, puede in­tentar mejorar la teoría tal como hacen los maestros. Naturalmente, es posible que descubra pequeños errores tanto en partidas de competición como en el análisis teórico.

Pero aparte de aprender los movimientos teóricos de cualquier apertura en particular, el amateur debe fijar en su mente los elementos de una buena posi­ción y tratar de situarse sólidamente siempre que se enfrente a una apertura que no le sea familiar o a un movimiento extraño aunque sí lo sea.

2. LA TRANSICIÓN AL JUEGO MEDIO

Cuando se han desarrollado la mayoría de piezas y están prontas para la lu­cha activa, la apertura está próxima a terminar y el juego medio próximo a co­menzar. Quizás ésta es la fase más difícil de jugar, en parte porque no está trata­da en los libros y en parte porque si bien las piezas están dispuestas para jugar, en general no han entrado aún en contacto con las fuerzas contrarias y por tanto

12 Ajedrez. El camino hacia la maestría

debe pensarse más estratégica que tácticamente. En esta parte de la partida es donde se evidencia si el jugador ha entendido lo que hizo en la apertura o sim­plemente hizo una serie de movimientos aprendidos de rutina en un tratado. En esta fase hay que hacer proyectos para el futuro estableciendo una estrategia global. Es muy importante elegir la estrategia oportuna, lo que a su vez puede resultar sumamente difícil. La estrategia en el paso al juego medio tiene sus raí­ces en la apertura.

La diferencia entre amateur y maestro se evidencia mucho más aquí que en la apertura. Frecuentemente el amateur desorientado, y no sabiendo qué hacer con la posición creada por sí mismo, juega sin objetivo, y con vacilaciones como hace en las partidas 8 y 14. Por el contrario, el maestro comprendiendo el tipo general de estrategia que surge de la apertura jugada, y conociendo las caracte­rísticas de su posición particular y los objetivos a los que aspira, planea su estra­tegia de acuerdo con ios dictados de su situación y sienta las bases para una continuación afortunada en el juego medio. En las ocho últimas partidas del libro ambos contendientes saben exactamente lo que pretenden; podemos ver en es­tas partidas un enfrentamiento vigoroso e interesante entre los objetivos de am­bos contendientes que normalmente, pero no siempre, gana el maestro.

Cómo puede un amateur mejorar su juego en la transición al juego medio

Hay varios trabajos que comentan esta fase de transición, y para tratar de mejorar esta parte del juego se puede examinar cuidadosamente lo que hacen en ella los maestros. Las partidas de competición muchas veces ilustran tales técnicas, pero deben estudia se con la intención de averiguar qué es lo que pasa inmediatamente después de la apertura. Resulta muy interesante estudiar esta fase en partidas maestro-amateur para observar el proceder del primero ante los vacilantes movimientos del segundo, como se ve claramente en las partidas 8 y 14 por ejemplo. En este trabajo se presta una atención especial a esta parte del juego.

Una jugada significativa en la transición al juego medio es ante todo cuestión de comprender la apertura. Por ejemplo, en la partida 9 el jugador con las negras sabe que la posición alcanzada después de la apertura le da ocasión para co­menzar un ataque contra el centro de peones-blancos. Por los mismos indicios el jugador de las blancas sabe que tiene que sostener su centro y para ello inclu­so lleva su rey al campo de batalla y emprende una resistencia heroica que pro­bablemente tendría éxito frente a un contrario ligeramente más flojo que el maestro.

3. EL JUEGO MEDIO

El juego medio es la parte del ajedrez en la que pueden haber piezas en cual­quier zona del tablero. Se caracteriza por la complejidad de las relaciones mu­tuas entre piezas y por las múltiples posibilidades de acción existentes.

Introducción 13

Esta es la parte del juego que supone el mayor reto a la imaginación del juga­dor. Contrariamente a lo sucedido con la apertura no ha estado sometida a una investigación teórica exhaustiva, y contrariamente a los finales no ha sido con-densado en técnicas puras. A falta de indicaciones claras sobre cómo proceder y debido a su propia complejidad radica aquí la mayoría de problemas. Para ju­gar apropiadamente esta parte se debe, por un lado, contemplar la posición como un conjunto para juzgar acertadamente cuál es la línea de juego correcta a seguir, y por otro, observar todos los detalles sin desdeñar ninguna posibili­dad, ya sean éstas evidentes u ocultas.

En el juego medio intervienen toda suerte de consideraciones estratégicas generales: ya sea para reforzar su potencia o cambiar piezas, ya sea para man­tener presión o cambiar peones, ya sea para cubrir o cerrar filas permanentes, o bien para empezar un ataque por todo lo alto contra el rey contrario, concentrar­se para ganarle una pieza al enemigo, debilitar la posición de los peones o pre­parar un final favorable mediante la liquidación total de piezas. Además de todas estas cuestiones están siempre los problemas tácticos que deben prevalecer sobre cualquier consideración estratégica. ¿Tiene el contrario alguna amenaza que deba destruirse? Si éste es el caso, ¿cómo? Si no lo es ¿puede uno prepa­rar amenazas por sí mismo? ¿O podrá uno mismo crear una situación incómoda para el contrario que le obligue a jugar de una forma que le perjudique?

En el ajedrez, así como en la vida real, no todas las personas ven la situación desde un mismo punto de vista. Si situamos a media docena de jugadores frente a una misma situación compleja del juego medio probaremos que tales jugado­res la ven desde distintos ángulos en su búsqueda del mejor movimiento. Estas variaciones inesperadas aumentan el atractivo del ajedrez y evitan que se con­vierta en una cosa puramente mecánica que se pueda aprender rutinariamente o introducirlo en una máquina computadora.

En el propio juego medio y en su transición son muy notables las diferencias entre maestro y amateur. Normalmente el amateur aprecia menos la situación sobre el tablero y conoce menos sus posibilidades. Si la situación es posicional el amateur muchas veces falla al buscar la estrategia correcta y si la situación es táctica el amateur tiende a ver poco y a no realizar análisis tan extensos y co­rrectos como lo haría el maestro.

Cómo puede el amateur mejorar su actuación en el juego medio

No existe una fórmula fácil para convertirse en un experto de las complejas situaciones que se alcanzan en el juego medio, pero puede ser un buen principio el estudio intensivo del juego medio de los maestros con vistas a comprender cada uno de los movimientos individuales y su relación con el conjunto de la es­trategia. Hay que reforzar tanto el juego táctico como el estratégico. Bajo el título de tácticas expondremos cómo puede un amateur mejorar su juego táctico, y bajo el de estrategia cómo comprender mejor los elementos estratégicos y posi-cionales del juego.

Constituye una buena idea observar el tablero completo y desplegar la imagi­nación en busca de movimientos que creen situaciones favorables a uno mismo

14 Ajedrez. El camino hacia la maestría

y que molesten al contrario. El movimiento más obvio no es siempre el mejor, y no se debe ceder fácilmente a forzar un juego mecánico tal como situar una torre en una fila abierta o llevar un caballo al cuadro 3b. Estos pueden ser unos movi­mientos correctos pero en la situación existente puede haber algo mucho mejor. A veces son adecuados unos movimientos tranquilos, pero los que incrementan la presión o suponen una amenaza directa o indirecta pueden obligar al contrario a hacer alguna cosa que comprometa su posición o por lo menos que le ponga las cosas más difíciles. Siempre son de desear las jugadas que retengan la ini­ciativa.

Algunas veces el juego medio forma un conjunto completo basado en un tema único. Pero, por el contrario, frecuentemente está formado por una serie de fases estratégicas cada una de las cuales tiene su propio objetivo que una vez cumplido sitúa el juego en una nueva fase con diferente objetivo. Frecuente­mente, en los comentarios a las partidas que siguen, el lector encontrará la fra­se: «El juego entra ahora en una nueva fase.» Los amateurs necesitan una cierta habilidad para percibir esas fases y formular sus objetivos.

Si bien el juego medio no ha sido estudiado con la extensión que lo han sido las aperturas y los finales, hay algunas posiciones tipo que por sí mismas condu­cen a procederes bien perfilados. El juego de los maestros nos hace ver que for­maciones normales de peones tales como la situación en las partidas 10 y 12; otras debilidades en su formación, tales como las partidas 2 y 9; el mayor núme­ro de peones en el lado de dama, como en la partida 25, etc. pueden ser explo­tadas por métodos prescritos. Entre estos tipos de juegos normales están el ata­que minoritario en la partida 13, la estrategia de fila abierta en las 11 y 16, el ata­que en el ala de dama en la 3, en el ala de rey en las 17 y 19, ataque contra el rey en fila abierta en las 6 y 22, el ataque con todos los medios disponibles en las 1, 12, 20, 21 y 24, presión continuada a lo largo de la diagonal y la fila abierta en la 23 y la estrategia de cadena de peones de las 19 y 21. Con un tipo de po­sición normal se puede emprender un tipo de juego también normal, si no con precisión matemática, sí por lo menos dentro de un esquema trazado. Familiari­zándose con las situaciones normales del juego medio y las formas de hacerles frente, el amateur puede aumentar su habilidad para dominarlo.

4. EL FINAL

El final es aquella parte de la partida en la que habiendo sido ya can biadas muchas piezas, el rey contrario puede tomar parte activa en el combate. No to­das las partidas llegan a este estado.

El final difiere de la apertura y del juego medio en que en general tiende por sí mismo hacia un tipo de juego trazado metódica y cuidadosamente, conocido como técnica. Debido al escaso número de piezas en el tablero es posible pre­ver con mayor cuidado y exactitud lo que sucederá y buscar entre varios -tipos de posiciones los que conducen a los métodos propios de manejar las distintas situaciones de un final.

El maestro está versado en las técnicas de los finales. Una vez se ha llegado a una determinada situación, conoce la mejor forma de manejarla, y puesto que estas situaciones normalmente no se prestan a innovaciones como sucede

Introducción 15

constantemente en las aperturas o con las múltiples posibilidades que caracteri­zan el juego medio, es suficiente tener un conocimiento corriente de las técnicas de los finales.

Es de gran utilidad conocer no sólo las técnicas sino también las consecuen­cias de las posiciones finales. Tal información le permite a uno perseguir una for­mación favorable en el final, incluso desde el juego medio, con la seguridad de que si la logra el resultado será alcanzar la victoria.

Naturalmente, el amateur está mucho menos informado de estas técnicas que el maestro. Lo que para el maestro es una cuestión de trámite en el final, para el amateur es un juego duro que requiere un análisis meticuloso con todo el peligro de caer en error inherente a cualquier situación sobre el tablero.

Cómo puede el amateur mejorar su juego en un final La mejora del juego en un final procede de un mayor conocimiento de: (a) el

resultado de los tipos de finales normalizados; (b) la forma específica de jugar estos tipos normalizados.

Es muy importante conocer las consecuencias teóricas de las posiciones normales ya que este conocimiento sirve de orientación hacia qué dirección conviene llevar el juego cuando la posición es suficientemente compleja para permitir elegir, si, por ejemplo, en un final uno de los bandos tiene una torre, un caballo y un peón mientras el otro bando tiene sólo una torre y un caballo, sa­biendo en qué circunstancias una torre y un peón ganan frente a una torre, se podrá tener una idea de cómo jugar para simplificar cambiando caballos.

Es igualmente importante saber cómo jugar correctamente una posición final normal. Por ejemplo, no es suficiente haberse quedado con rey y un peón contra rey en posición tal que el peón pueda llegar a coronar. Hay que saber además cómo conducir el juego para no hacer tablas por rey ahogado, siendo esta una técnica que se puede aprender: si no se aprende, el jugador corre el riesgo de perder siempre que se encuentre en esa posición. En tales finales tiene una im­portancia considerable comprender el significado y aplicación del concepto de oposición. El amateur debería familiarizarse con finales clásicos tales como los de torre y peón contra torre; rey y peón contra rey; finales de peones en los que intervenga la oposición, con posiciones que comprendan peones pasados pro­tegidos, un peón pasado alejado, la dama frente a peones adelantados, etc.; fi­nales consistentes en luchas entre alfil y peones contra caballo y peones, en los que hayan factores favorables al caballo, como sería el tener peones en un sólo lado del tablero (como en la partida 2), o peones bloqueados en el color del alfil contrario, o factores favorables al alfil, tales como peones en ambos lados del tablero o peones bloqueados cuando los peones contrarios están sobre el color del alfil propio.

Al manipular con los finales deben recordarse claramente las siguientes ge­neralizaciones: (a) En más del 90 % de los casos un peón de más en un simple final de peones es decisivo, (b) En una formación con pieza/s y peón/s el peón extra resulta decisivo en quizás un 50 o un 60 % de los casos, pero es definitiva­mente decisivo tan pronto como el jugador tiene, además del peón en más, al­guna otra ventaja posicional. Por ejemplo en la partida 2 las negras tienen, ade-

16 Ajedrez. El camino hacia la maestría -

más del peón en exceso, una gran movilidad. En la partida 9 el rey contrario es vulnerable. En las partidas 7, 10-, 11, 13, 16 y 23 el poseedor del peón en más, goza de una mayor actividad de sus piezas, (c) El rey juega un papel muy impor­tante en los finales. Por ejemplo en la partida 14 el rey negro puede pasearse por todo el tablero para molestar a las piezas contrarias, mientras que el rey blanco está obligado a confinarse por sí mismo en la defensa de los peones próximos. Por otra parte, hay que tener en cuenta la vulnerabilidad del rey, aún en los fina­les, como puede verse en la partida 9. (d) La iniciativa es quizás aún más impor­tante en los finales que en las demás fases de la partida. En los finales de torre el tener la iniciativa puede considerarse que vale por lo menos como un peón. En la partida 25, poseyendo las negras la iniciativa son capaces de no cejar frente a los dos peones más que tienen los contrarios, (e) Dos peones pasados conec­tados tienen mucha fuerza y cuando llegan a la 6.a linea tienen en general la mis­ma fuerza que una torre. Curiosamente, si el rey contrario está en la vecindad de dos peones pasados conectados pueden surgir dos posibilidades extremas: 1) Si el rey puede bloquear el más retrasado de los dos peones, la formación queda prácticamente sin valor, pero 2) si el bando con los dos peones puede atacar al rey contrario (situación que normalmente se da) la fuerza de ambos peones se robustece como puede verse en la partida 24.

En resumen; el final es una fase de la partida en la que vale más el conoci­miento que la perspicacia, y que puede aprenderse hasta cierto punto con un estudio a fondo. No está fuera de razón lo que aconsejan grandes maestros como Capablanca: «Conoce el juego de los finales.»

5. ESTRATEGIA, TÁCTICA Y SITUACIONES TÁCTICAS

Al leer comentarios sobre las técnicas del ajedrez no se puede ir muy lejos sin encontrarse con los términos estrategia y táctica, aplicadas a veces sin mu­cha cohesión a toda suerte de maniobras y a veces más precisamente para des­cribir dos procesos distintos de la actividad del ajedrez. Aun cuando estrategia y táctica son cosas distintas, están tan entrelazadas en algunas ocasiones que al trabajar sobre una idea estratégica hay que tener en cuenta que el plan puede desviarse o cambiarse totalmente transformándose en un asunto táctico, y fre­cuentemente una decisión táctica depende en parte de los objetivos estratégi­cos de un jugador. Sobre estrategia y táctica hay un tipo de posición en la que existe lo que podríamos llamar una situación táctica porque requiere cálculo y por tanto difiere de la definición comúnmente aceptada de táctica en cuanto no supone llevar a cabo un plan estratégico preconcebido.

Cualquiera que sea el significado exacto de estos términos es muy importan­te para el éxito de la partida emplear cada uno de estos conceptos en el mo­mento apropiado. En general todo jugador experimentado atiende a los detalles tácticos, pero muchos amateurs son total o parcialmente desconocedores de la estrategia y del importante papel que desempeña para tener éxito en el ajedrez, y de la táctica en cuanto se refiere a llevar adelante un concepto estratégico.

Introducción 17

6. ESTRATEGIA

La estrategia es la ciencia de formular un plan para alcanzar objetivos dados en una fase dada de la partida. La estrategia trata del conjunto de objetivos más bien que de los cálculos específicos que intervienen en la ejecución de tales ob­jetivos. El pensamiento estratégico parece estar más en orden cuando la posi­ción es tranquila y no hay problemas tácticos a resolver. La elección de la estra­tegia a seguir surge de las características de la posición. Existen diferentes tipos de situaciones que requieren una mentalidad estratégica:

(a) En los movimientos de apertura hay siempre un objetivo básico: se puede tratar de controlar el centro, o colocar piezas en posición activa de ataque o de defensa; puede ser abrir una fila, o hacer presión sobre determinadas zonas del tablero. Importa tener en la mente un objetivo estratégico claro, pues por una parte estos objetivos pueden orientar al jugador cuando su contrario se aparta de la teoría, y por otra le sugerirá el plan estratégico para iniciar el juego medio.

(b) En cualquier posición tranquila en la que no hayan problemas tácticos es preferible que el jugador busque una estrategia activa que no que juegue sin objetivo alguno. Los movimientos que se realizan con un propósito son más efi­caces que los que no lo tienen. Algunos ejemplos de mentalidad estratégica pueden ser: aplicar presión sobre ciertos puntos de la posición enemiga, evitar el enroque contrario y sobreprotegiendo el centro propio. Después de una serie de movimientos con tales intenciones, a veces caen las posiciones contrarias por la acumulación de fuerzas levantadas por el jugador.

(c) En ciertas posiciones tranquilas un jugador puede hallar movimientos que creen problemas tácticos a su contrario y le obliguen a realizar movimientos en detrimento suyo y le fuercen a aceptar algunas debilidades.

(d) Cuando realmente exista alguna debilidad en la posición del oponente, el propio plan estratégico gira frecuentemente alrededor del aprovechamiento de esta debilidad. Por ejemplo, en la partida 2 las negras aprovechan la fon-na­ción avanzada de peones blancos en el ala de dama; en la partida 3 son las blan­cas las que explotan la débil posición negra de peones en el ala de dama; en la partida 4 las blancas explotan al mismo tiempo los cuadros débiles de las ne­gras y la posición de su rey no enrocado.

(e) En algunas ocasiones la posición está ya madura para preparar un plan de ataque extenso. Por ejemplo, en la partida 1, dominio del centro, la posesión de los dos alfiles y la acumulación de fuerza anuncian un ataque con todos los recursos contra el rey por el lado de rey del tablero; en la partida 11, las blancas preparan un ataque a lo largo de la fila abierta de AD y luego por la línea 7; en la partida 13 la estructura de peones posibilita un ataque minoritario; en la 17 una combinación entre el dominio blanco del centro, su formación de peones en su ala de rey y la ligera debilitación del ala del rey negra abonan para un ataque por el lado de rey.

El maestro siempre conoce la necesidad de jugar según un plan y sabe cuál es el más apropiado para la situación en mano. Frecuentemente el amateur jue­ga sin ningún plan, como en la partida 7, lo elige equivocado como en la 14, o

18 Ajedrez. El camino hacia la maestría

empieza un plan y falla luego al llevarlo a la práctica, como en la 8. Muchas par­tidas de amateurs consisten en unos movimientos no afines que pueden no ser tácticamente malos pero que carecen de objetivos y coordinación.

Cómo puede el amateur mejorar su juego estratégico

Aun cuando los comentaristas del ajedrez acostumbran a prestar más aten­ción a las variantes tácticas que a los conceptos estratégicos, hay algunos tra­bajos dedicados especialmente a la estrategia, y un cierto número de maestros que en sus comentarios resaltan el pensamiento estratégico. De estos trabajos el amateur puede iniciarse en formar una mentalidad estratégica, y una vez se haya hecho cargo de la importancia de pensar en términos estratégicos, puede estar a la expectativa de las distintas fases estratégicas de la partida al enfren­tarse con maestros. En sus propias partidas, siempre que se encuentre en una posición sencilla, se puede obligar a sí mismo a buscar movimientos que tengan un objeto y sigan un plan. También puede estudiar provechosamente partidas que informan sobre diferentes tipos de estrategia, tales como el ataque por el ala de rey, el ataque al centro, el ataque minoritario, etc. que se encuentran en este libro.

7. TÁCTICA

Una vez se ha fijado un plan estratégico, los medios para llevarlo a cabo son ya una cuestión de táctica. La táctica es la ciencia de ejecutar un plan estratégi­co mediante una serie de movimientos específicos. Supone calcular los movi­mientos requeridos para alcanzar el objetivo teniendo en cuenta las réplicas ra­zonables del contrario. Por ejemplo, en la partida 1 en la que las blancas han for­mado una acumulación de fuerza, la estrategia consiste en romper la pared de peones negros valiéndose de tal fuerza, y el problema táctico es hallar los movi­mientos con los que se pueda conseguir esa rotura. En la partida 2 en la que las blancas tienen débiles los peones en el flanco de dama, el problema táctico de las negras es determinar los movimientos con los que puede explotar esa débil formación. Al final de la partida 2 encontramos una situación típica en forma de la llamada clavada. La propia partida ya enseña cómo aprovecharse de la clava­da y sacar ventaja de ella ganando una pieza. En la partida 17 en la que está in­dicado un ataque por el ala de rey para las blancas, el problema táctico es el de planear la secuencia exacta de movimientos con los que se podrá llevar a cabo el ataque. El ataque se contempla con el clásico sacrificio de la torre. En muchas otras partidas podemos ver la misma clase de relación entre la estrategia prede­terminada y la subsiguiente táctica. Al igual que en la partida 1, vemos una acu­mulación de fuerza en las 19, 20, 21, 22, 23 y 24. En la partida 13 se muestra la obra maestra de estrategia de Zugzwang sobre todo el tablero mediante un cier­to número de variantes, la mayoría de ellas de una simple naturaleza táctica.

Uno de los tipos específicos de juego táctico es la combinación, que es una pequeña parte de la partida durante la que necesariamente se alcanza cierto re-

Introducción 19

sultado. La secuencia de los movimientos forman una cadena lógica que no se puede partir. Si se observan los movimientos uno por uno pueden parecer faltos de objetivo o incluso errores, aunque en conjunto constituye una unidad extre­madamente activa. Después de movimientos incomprensibles por sí mismos, surge súbitamente la solución y se manifiesta claramente el objetivo real.

En la partida 15, vemos cómo las blancas, temiendo que los medios pura­mente estratégicos no conduzcan más que a igualar, recurren a una combina­ción astuta que modifica a su favor las características sobre el tablero. La debili­dad del flanco de rey negro representa el principio de un plan nuevo y promete­dor. En la partida 18 las negras tienen que recurrir a una combinación dificultosa para conservar una ligera ventaja. En las partidas 3 y 4 vemos cómo un rey no enrocado hace posibles combinaciones sacrificantes. En la partida 11 la vulne­rabilidad de la 8.a línea da lugar a combinaciones de varias clases. En la partida 5 alrededor de una pieza vulnerable giran combinaciones por parte de ambos bandos y la partida 22 nos muestra una forma típica de sacrificio fingido en una posición en la que el rey y las piezas fuertes están sobre la misma diagonal.

Cómo puede el amateur mejorar su juego táctico

Una vez que el amateur haya aprendido a pensar en términos de conceptos estratégicos y a formularse objetivos estratégicos deberá tratar de imaginarse los pasos tácticos con los que poder llevar a cabo tal estrategia.

Existen tratados especializados en combinaciones ajedrecísticas que le ayu­darán a desarrollar su habilidad en planearlas y realizarlas. También será prove­choso un estudio cuidadoso de los pasos tácticos y conceptos estratégicos con los que son tratadas las partidas en este libro. Puede ser muy ilustrativo el estu­dio de cómo el maestro ejecuta tácticamente cualquier concepto estratégico.

8. LA SITUACIÓN TÁCTICA

Siempre que las piezas del bando contrario entren en contacto con cualquier otra forma que suponga una amenaza o siempre que puedan hacerlo con un movimiento creándose una situación que requiere calcular los movimientos, existe lo que podríamos denominar una situación táctica ya que el jugador debe valorar el resultado de su jugada si se lleva o no se lleva a cabo la amenaza o el cambio.

Puede aparecer una situación táctica ya sea durante el curso de ejecución de un plan estratégico o en cualquier momento en una serie de movimientos acci­dentales o carentes de objetivo, cosa que ocurre frecuentemente en un juego amateur. Cuando existe una situación táctica, ésta requiere una atención inme­diata con preferencia a cualquier otra consideración. En tal posición un error po­dría ser muy serio pues puede llevar a una inferioridad posicional, a pérdida de material e incluso a mate.

La importancia de mantener eficazmente una situación táctica no puede so-brestimarse. Lo mínimo que se puede pretender es no hacer ningún movimiento

20 Ajedrez. El camino hacia la maestría

que incurra en desventaja para el jugador, y el máximo es encontrar un movi­miento que suponga de alguna forma una desventaja para el contrario. En este conjunto se puede encontrar frecuentemente un movimiento agresivo que plan­tee problemas al contrario y le amenace con algo terrible. Estos movimientos lle­van a un juego vivaz y muchas veces sitúan al oponente frente a toda clase de inconvenientes. Hay que observar que estos movimientos incisivos son frecuen­temente, pero no siempre, los mejores movimientos para una posición dada. Su verdadero valor en cada caso debe determinarse mediante un análisis. Hay que investigar y valorar toda posibilidad razonable y escoger de entre ellas la línea que ofrezca los máximos recursos.

Para muchos amateurs el ejedrez es la resolución de situaciones tácticas a través del análisis. No conocen otro tipo de juego que el de examinar cualquier posición dada para descubrir cuánto se puede lograr de ella —frecuentemente sin hacer referencia a los requerimientos posicionales—. Ciertamente el análisis apropiado de las situaciones tácticas constituye uno de los aspectos más im­portantes del ajedrez, que los jugadores no deben descuidar. De hecho, si cual­quiera de los conocimientos sobre el ajedrez fuera preferible a todos los demás, probablemente se trataría de un conocimiento táctico.

Cómo puede el amateur mejorar su dominio sobre situaciones tácticas

Las variantes dadas en las partidas comentadas enseñan cómo manejar cier­tas situaciones tácticas e indican el proceso del análisis teórico tal como lo ha­cen los maestros y los comentadores. El amateur puede muy bien hacer sus propios análisis tácticos de tales posiciones y compararlos con los del comenta­dor, anotando cuidadosamente los tipos de posibilidades que él mismo vislum­bra en ese análisis. Al analizar deben citarse algunos principios generales:

(a) Investigar cada jaque y captura: aun cuando alguno de ellos parezca evidentemente erróneo puede conducir a algún resultado inesperado que valga la pena.

(b) Investigar todas las posibilidades —tanto todos los movimientos proba­bles como algunos improbables—. Uno de los fallos frecuentes en los amateurs es no examinar los movimientos sospechosos aparentemente erróneos; a veces uno de tales movimientos es el que verdaderamente atribula más al contrario.

(c) Llevar el análisis hasta el final. Una secuencia de movimientos que pue­den parecer malos en un momento dado pueden resultar favorables si se prosi­gue un poco más.

(d) No menospreciar al contrario. No hay que suponer que hará lo que más nos favorezca. Por el contrario, hay que suponer que hará cualquier esfuerzo para hallar la mejor vía para sí mismo.

(e) Investigar con atención especial aquellos movimientos que fuercen al contrario a responder únicamente por una sola vía, tales como amenazas fuer­tes, amenazas dobles, ataque a la dama, etc.

(f) Prestar toda atención al orden de los movimientos que forman la realiza-

Introducción 21

ción de ideas estratégicas o tácticas. Un error en el orden puede dar al oponente ocasión de librarse de una dificultad, y aunque no sea éste el caso, ese orden equivocado puede no ser el más eficaz. Puede suponer al jugador una pérdida de tiempo y de energías obligándole a considerar muchas más variantes.

9. LA INICIATIVA

«Iniciativa» es el término empleado en ajedrez para describir una situación en la que uno de los jugadores puede tomar el mando de ella de tal forma que el otro se vea forzado a seguir el juego del primero, o no tenga por sí mismo un jue­go activo. La iniciativa es el capital más valioso en cualquier momento de la par­tida, pero especialmente en el juego medio y en el final. En general un jugador debería tomar la iniciativa siempre que pueda y conservarla tanto como pueda. El secreto para tomar y conservar la iniciativa está en hacer movimientos activos en lugar de pasivos o neutros. El jugador fuerte presiona continuamente forzan­do al contrario a jugar a su aire siempre y cuando pueda. Obsérvese en las par­tidas entre maestros que de entre un cierto número de movimientos el maestro elige normalmente los activos.

Todo jugador de ajedrez ha tenido la experiencia de dominar completamente el juego cuando ha actuado contra un principiante que quedó tan cerrado des­pués de unos pocos movimientos que no pudo emprender ninguna acción eficaz en absoluto. Esto es porque el principiante no hizo nada adecuado para contra­rrestar el audaz empuje de su rival, y mucho menos para tomar él mismo la ini­ciativa. En forma análoga, pero a escala mucho más sutil, el maestro domina la partida cuando juega con amateurs. Normalmente el maestro no controla la si­tuación de forma tan opresiva y en tan poco tiempo, pero frecuentemente suce­de que un amateur experimentado contra un maestro quede completamente atado a partir de un cierto momento. La partida 3 constituye un excelente ejem­plo de esto.

La iniciativa puede lograrse de varias formas siendo la más evidente hacer un movimiento activo que obligue al contrario a responder de una determinada ma­nera restringiendo así su elección. Si el oponente no consigue neutralizar la pre­sión del otro bando, la iniciativa del primero va creciendo y creciendo haciéndo­se a veces irresistible. De ahí el intento de hacer movimientos activos que ejer­zan presión sobre las posiciones contrarias. Otra forma de hacerse con la inicia­tiva es jugar haciendo un movimiento con amenaza de ganar algo. Para detener la iniciativa se puede rehusar el cambio de piezas activas por piezas pasivas del adversario. Otra forma de retenerla es aceptando el cambio cuando una retirada supondría una pérdida de tiempo.

Una situación especial en la que la iniciativa tiene un papel muy importante es cuando uno de los bandos tiene una acumulación de fuerza, es decir, que tie­ne muchas más piezas que el contrario preparadas para una actuación inmedia­ta. En tales casos el jugador que tiene la acumulación debe jugar activamente, o sea, sacrificar si es necesario, para meter en acción a todas sus piezas y abrir brecha en las posiciones del rival. Si no le saca todo el provecho a su acumula­ción de fuerza puede perder la ventaja que tiene, y lo que sería peor, caer en si-

22 Ajedrez. El camino hacia la maestría

tuación de desventaja. Esto podría haber pasado en la partida 18 si las negras se hubiesen dormido sobre los laureles después de capturar dos peones.

Una de las formas especiales de iniciativa es el ataque. Un ataque sólo tiene garantía cuando el contrario tiene una debilidad y el jugador dispone de suficien­tes piezas para aprovecharla. En estos casos se debe actuar en seguida antes de que el oponente pueda aportar suficientes piezas para resistir eficazmente.

Una vez que un jugador ha conseguido la iniciativa, puede ser difícil arreba­társela. El amateur debe procurar siempre conservar la iniciativa y cuando su contrario parezca que le va a coger, tratar de neutralizar su presión y parar sus amenazas.

Normalmente el maestro está preparado para jugar más activamente porque sabe cómo tomar la iniciativa, y trata en cada movimiento de encontrar una répli­ca activa que se la acreciente.

Cómo puede el amateur tomar la iniciativa

En las partidas que figuran en este libro el maestro puede elegir entre varios movimientos y podemos ver que de entre ellos normalmente elige el más activo. También el amateur debe tratar de buscar por sí mismo tales movimientos. En las partidas 3, 4, 9,10,13,16 y 17 el maestro toma la iniciativa desde el principio por su mejor actuación en la apertura. En la partida 12 vemos cómo la iniciativa en forma de presión constante y creciente termina en un ataque decisivo. En partidas tales como las 18, 21 , 22, 23, 24 y 25 ambos bandos luchan para la ini­ciativa durante una parte considerable del juego. La toma de iniciativa no siem­pre se manifiesta claramente. Por ejemplo, en la partida 7 el maestro toma toda clase de medidas veladas como en los movimientos 10 y 12 de las negras, y sú­bitamente, en los movimientos 13 y 15 aparecen maniobras visibles que forzosa­mente suponen ganar un peón en la jugada 17.

10. RESISTENCIA

Si tu contrario tiene la iniciativa, e incluso si es una iniciativa fuerte, esto no quiere decir necesariamente que estés condenado a perder. En la mayoría de los casos (y éste es uno de los aspectos del ajedrez) existe una salida. Una posición puede parecer deplorable, pero si no lo es demasiado, el maestro podrá señalar un camino para salir de dificultades.

La resistencia es uno de los factores más importantes en el ajedrez y que tie­ne gran influencia para el resultado. En general se puede decir que un error, si no es demasiado grave, no decide la partida, y si el jugador tiene la habilidad de ha­cer después de una mala jugada el movimiento correcto, muchas veces podrá salvar la partida.

La tenacidad es una cualidad importante para el buen jugador: en general los maestros la tienen. Además, la tenacidad tiene su lado psicológico. El atacante que esperaba ganar la partida, o una fase de ella, se encuentra con nuevos pro­blemas y dificultades que le pueden aburrir, agotar, y hacer perder la paciencia.

Introducción 23

A veces el defensor obstinado no sólo salva la partida sino que incluso la gana. El factor más importante de una defensa eficaz es dar con los movimientos

defensivos adecuados. El amateur no está en general muy ducho en la defensa. Comete dos o tres errores y las cosas se le facilitan mucho a su contrario. Ade­más muchas veces está convencido demasiado pronto de que va a perder la partida y frecuentemente llega a la conclusión: «¿Por qué intentar hasta el final? De todas formas voy a perder», con lo que juega más superficialmente que de costumbre y pierde rápidamente la partida. Si el amateur supiese que la mayor parte de posiciones son defendibles se vería estimulado a pensar más profunda­mente, y si supiera que resistir tiene su mérito actuaría mucho mejor en muchos casos específicos. En la partida 25 se encuentra un buen ejemplo de resistencia a ultranza.

Ciertamente, como veremos en las partidas 11, 16, 18 y 21 el error es a ve­ces demasiado serio y la resistencia es inútil. Pero después de todo, esto es de esperar cuando el ganador ha volcado todas sus energías en el juego haciendo siempre los movimientos más agudos, no dudando en sacrificar, sabiendo cómo consolidarse al mismo tiempo que rompe las defensas enemigas.

Cómo puede el amateur mejorar en la defensa

Cuando un jugador está a la defensiva debe analizar cuidadosamente la po­sición y buscar todas las posibilidades de defensa de una situación dada, aun aquellas que superficialmente parecen completamente ajenas al caso. Debe ser tan imaginativo y rico en recursos en la defensa como en el ataque.

Cuando un defensor se convence de que su situación está perdida debería estimularse en lugar de desmoralizarse, pues la idea de que «ya no tengo nada que perder» puede ayudarle a analizar más objetivamente y llevarle a considerar toda suerta de sacrificios posibles que puedan hacerle dudar de si el conjunto de su posición era defendible.

Se pueden citar unos pocos principios relativos a una defensa eficaz:

(a) Tratar de cambiar cuantas más piezas sea posible, especialmente las piezas atacantes del contrario. No dudes en sacrificar material para debilitar el ataque. Esto es lo más conveniente si el propio enemigo ha sacrificado material él mismo para llegar al ataque.

(b) Salvo que sea absolutamente necesario no muevas peones en el frente por donde está atacando el contrario. Estos movimientos de peones sólo se de­ben hacer cuando no se pueden evitar. Estos detalles de la defensa fueron seña­lados por el gran campeón mundial Steinitz.

(c) Mantente siempre alerta ante las posibilidades de contra-ataque. En ge­neral es mucho más eficaz una defensa activa que una pasiva. En la defensa pa­siva se van acumulando las dificultades, mientras que la activa puede llevar la si­tuación a una nueva fase en la que el defensor no esté tan fuertemente presiona­do.

24 Ajedrez. El camino hacia la maestría

11. ESTILOS DE JUEGO

No todos los jugadores ganan sus partidas de la misma forma, y todos los maestros tienen un estilo de juego característico. Hay jugadores, como Morphy, que prefiere el juego abierto y los hay que, como Steinitz lo prefieren cerrado. También hay maestros del tipo de Alekhine y Tal que ganan con sutilezas tácti­cas y ataques fuertes, y aún los hay que se especializan en el juego posicional como Capablanca y Petrosian.

El hecho de que un maestro juegue predominantemente con un cierto estilo no significa que sea incapaz de usar otro, pero probablemente por su tempera­mento prefiere uno sobre los demás, o deja la elección a según sea su contrario.

Tanto en la apertura como en el juego medio hay posiciones que pueden tra­tarse de formas claramente distintas. Por ejemplo, después de 1 P4D P4D 2 P4AD P3R, la secuencia 3 C3AD C3AR, etc. Tal como se juega en las partidas 11, 12 y 14 lleva a un tipo de juego completamente distinto del de la secuencia 3 PxP como en la partida 13. Existen numerosas posiciones en el juego medio en las que el jugador debe elegir entre retener una ligera ventaja posicional ga­nando quizá después de una larga lucha, o realizar un ataque táctico enérgico que pueda conllevar cierto riesgo, pero que supone una decisión mucho más temprana.

El amateur debe elegir el estilo más de acuerdo con su temperamento. Si le gusta mucha acción con combinaciones de todo el tablero puede estudiar las partidas de Alekhine. Sí prefiere un juego reposado basado en la acumulación de pequeñas ventajas puede sacar mucho provecho estudiando cuidadosamen­te las técnicas de Capablanca.

Cualquiera que sea su estilo preferido no debe caer en el error de aferrarse únicamente a ese estilo cuando la situación pida otro tipo de juego. En una lucha entre amateurs se dan constantemente errores tanto tácticos como estratégi­cos. Tales errores deben ser explotados inmediatamente de la forma más apro­piada al tipo del error, no importando cual sea el estilo preferido. Por ejemplo, cuando un jugador atacante puede ganar un peón simplificando la posición y re­duciendo la lucha a un final debe hacerlo salvo que esté completamente seguro de que yendo al ataque sacará algo más. Aun cuando no domine los finales tan bien como el ataque, e incluso si no logra la ganancia, deberá aceptar esta situa­ción de final y aprender cómo manejarla. Si no lo hace su porvenir como jugador será muy menguado incluso en el ataque ya que sólo será capaz de jugarlo cuando éste represente una decisión absoluta, pero estos ataques son, en por­centaje, sólo una pequeña parte de todos los que se pueden presentar.

12. ASPECTO PSICOLÓGICO DEL AJEDREZ

En el ajedrez la psicología juega un papel mucho más importante de lo que se puede suponer, sobre todo en los niveles altos. Se puede decir que en los campeonatos mundiales el factor psicológico es por lo menos tan importante como la habilidad real de los jugadores.

A nivel de amateur intervienen distintos tipos de actitudes psicológicas. Al-

Introducción 25

gunos sólo están satisfechos cuando atacan, y si el contrario sabe que un deter­minado jugador hará cualquier cosa para mantener el ataque puede inducirlo a hacer sacrificios tontos. Otros por el contrario recuerdan demasiado el lema «la seguridad ante todo», y su falta de iniciativa les hace perder frecuentemente la partida. Este es el caso de la partida 7 en la que el amateur juega sólidamente pero sin iniciativa pensando demasiado en su propia seguridad. Hace movimien­tos insulsos lo que le acarrea inconvenientes. El maestro, sin forzar nada, cons­truye una posición sólida, pero se reserva algunos medios agresivos para usar en cada momento oportuno con lo que gana un peón. Ahí es el amateur quien se impacienta para entrar en acción, y si su oponente espera lo suficiente, llegará a hacer algún error en su ansia de precipitar la acción.

En el juego de los maestros, una de las situaciones psicológicas más impor­tantes es cuando uno de los jugadores se conforma con hacer tablas mientras que el otro desea ganar. Esta situación se puede dar cuando uno de los jugado­res es decididamente inferior al otro y por tanto juega pensando sólo en las ta­blas, y también cuando en una competición a uno de los contendientes le bastan las tablas para alcanzar el resultado deseado.

Jugar para hacer tablar es completamente distinto que jugar para ganar. Ello supone:

(a) Cambio de piezas de tal forma que no implique pérdida de tiempo ni una mala posición de una o más de las piezas restantes.

(b) No jugar movimientos atrevidos: atender primero a la seguridad de los propios cuadros importantes antes de fijar la atención en los cuadros contrarios; esto también se puede expresar diciendo «mantente en tu propia mitad del ta­blero».

(c) Evitar complicaciones tan pronto como amenacen surgir, pero de tal for­ma que no se incurra en desventaja posicional. Esto es difícil de realizar ya que evitar complicaciones generalmente supone desventajas.

Por su propia naturaleza el ajedrez es un juego en el que ganar puede resul­tar difícil, pero se hace diez veces más difícil si el contrario no aspira a ganar. En­tonces uno se ve enfrentado a un enemigo mal dispuesto a aventurarse, que no empleará el tipo de juego atrevido que podría proporcionarle la ocasión de tomar la iniciativa.

En algunas partidas de este libro se presenta tal situación: en las 23 y 24 el experto juega movimientos inocuos. Especialmente en la partida 23 el amateur consolida simplemente su posición y el maestro tiene que exponer la suya para emprender maniobras más o menos arriesgadas.

La partida 24 es un caso especia! de la psicología en el ajedrez. En ella el maestro temiendo hacer tablas con un contrario inferior a él pide demasiado de la posición propicia a tablas y acaba perdiendo al tratar de sacar de ella una vic­toria.

Para ganar a un jugador más flojo, o incluso a uno equivalente cuando cual­quiera de ellos sólo pretende hacer tablas, el maestro recurre frecuentemente a medios especiales: en un momento de la partida hace un movimiento negligente intentando incitar al contrario a que comience una verdadera lucha dándole la impresión de que está habilitado para algo más que tablas. Naturalmente en es-

26 Ajedrez. El camino hacia la maestría

tos casos el maestro debe hilar muy fino para que su negligencia no le resulte demasiado cara. El campeón mundial Emanuel Lasker fue un gran experto en este tipo de juego: conocía exactamente lo que podía arriesgar. Fue él quien dijo que un error no hace perder nunca una partida si el maestro tiene cuidado de no cometer un segundo error. Esta situación es la que aparece en la partida 25 en la que el contrario emprende una verdadera lucha después del primer movimien­to negligente del maestro. Pero en esta partida el maestro fue demasiado des­cuidado. Hizo dos movimientos malos (el 4.° y el 9.°) que sin embargo no fueron unos errores francos. Muchas veces el amateur no es capaz de explotar tales movimientos, pero en esta partida el amateur, ya un «experto» demostró que po­día.

Otra arma psicológica de un maestro es la de dejar a su contrario la elección de una posición difícil. Esto podría haber sido recomendado en la partida 20 en la que el amateur podría haber hecho un movimiento tal que obligase al contrario a perder tiempo, energía y decisión y que luego, después de haber hecho esta elección, el oponente pueda temer la responsabilidad asumida. Quien elige ad­quiere cierta responsabilidad que muchas veces se convierte en una carga para él. Es muy posible que después de dos o tres movimientos más, el maestro ten­ga la sensación, cierta o errada, de que ha elegido mal. Esta táctica psicológica da al contrario una sensación de incertidumbre. Esto es muy importante porque tan pronto como uno se siente dudoso tiende a jugar más ineficazmente.

En otros tiempos estos métodos psicológicos fueron considerados más o menos fraudulentos, pero hoy se les ha reconocido como un arma importante en el arsenal de jugadores prominentes.

Resumiendo: En esta introducción se han citado y comentado los elementos que contribuyen a formar un jugador fuerte.

Si puedes incorporarlos a tu propio juego, tienes la casi seguridad de haber mejorado y te encontrarás a ti mismo en el camino de la maestría en ajedrez.

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PARTIDAS

• El centro ideal: P4D P4R • Ideas tras la defensa Nimzo-lndia • Cambio de una ventaja por otra • Iniciativa frente al juego pasivo • Debilitando la posición del contrario • Estrategia frente a táctica • Control del centro

• Empleo del centro en conjunción con los dos alfiles

• Formando una acumulación de po­der

• Empleo de una acumulación de po­der para romper la resistencia ene­miga

Algunas situaciones sobre el tablero son más favorables que el promedio y a esto se le llama ventaja. Existen muchos tipos de ventaja: material (más peones o piezas), mejor desarrollo, más movilidad, mayor dominio del espacio, forma­ción de peones sólida, una posición segura del rey, la iniciativa, el ataque, un ca­ballo situado en un cuadro fuerte, los dos alfiles, etc. Las ventajas pueden ser re­lativamente permanentes o sólo temporales.

Estando frente a un buen jugador no es posible conservar todas las ventajas que puedan existir sobre el tablero en un momento dado de la partida. Frecuen­temente hay que renunciar a alguna de tales ventajas, pero jugando bien se con­siguen otras ventajas que compensan, o bien se debilita al contrario. Cualquiera que sea la ventaja conseguida normalmente debe hacerse uso de ella lo más pronto posible pues de otra forma puede desaparecer quedando sólo la desven­taja. En ajedrez es fundamental la idea de substituir una ventaja por otra y hacer uso de ésta antes de que desaparezca.

En la partida que sigue, el amateur con negras renuncia a la ventaja de los dos alfiles para recuperar la iniciativa, lo que es una ventaja temporal. En lugar de hacer uso de la iniciativa juega pasivamente lo que permite a las blancas ex­plotar su ventaja compensatoria de los dos alfiles. Las blancas son capaces de establecer la combinación ideal de dos características favorables: el centro y los dos alfiles.

Normalmente los dos alfiles tienen la máxima eficacia cuando el jugador que los conduce tiene un centro fuerte, ya que esto evita que el contrario organice una formación de peones que reduciría la movilidad y actividad de los alfiles.

30 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Como resultado de estos dos factores favorables las blancas pueden formar una concentración de fuerzas abrumadora. Dada su propia acumulación de fuerzas y el escaso desarrollo de su contrario puede tolerar el sacrificio a fin de llevar rá­pidamente sus piezas al centro de la lucha. Rompe completamente las defensas negras, y antes de que el amateur pueda poner en orden sus fuerzas, el maestro envuelve al rey negro y hace mate.

DEFENSA NIMZO-INDIA

Variante 4 D2A P4D

BLANCAS: Maestro

1 P4D

NEGRAS: Amateur

Los cuatro cuadros en medio del ta­blero —4D, 4R, 5D, 5R— constituyen lo que se denomina el centro. Es un hecho bien conocido entre los buenos ajedrecistas que el bando que contro­la estos cuatro cuadros goza de una enorme ventaja, pues en estas cir­cunstancias le es difícil al contrario emprender con éxito cualquier acción sobre el tablero. Esto es válido tanto en la apertura como en el juego medio.

La formación ideal del centro es P4D P4R ya que ello ocupa dos de los cuadros centrales y ejerce presión so­bre los otros dos. Si uno de los juga­dores consigue llegar a esta formación sin que el otro la pueda romper, el pri­mero goza del pleno control del centro con todas sus ventajas.

En esta partida las blancas empie­zan inmediatamente a construir su centro ideal y a establecer su control sobre él. Es evidente que con 1 P4D controla el cuadro 4D ocupándolo. No tan evidente, pero igualmente impor­tante es la segunda forma en que 1 P4D contribuye al control del centro. Hay que observar que el peón en 4D ejerce un cierto control sobre los cua­dros 5AD y 5R ya que amenaza tomar

cualquier pieza negra que pueda ir allá. En ajedrez, este segundo tipo de control, la amenaza de tomar, se de­nomina presión.

1... C3AR

Es altamente importante para las negras neutralizar los esfuerzos de las blancas para controlar el centro y tra­tar de establecer un control por sí mis­mas. Lo que hace es o bien ocupar a su vez cuadros centrales o hacer pre­sión sobre el centro. En la mayor parte de las aperturas los intentos por una parte de controlar el centro se neutrali­zan con una serie de contrapresiones por la parte contraria. Después de cierto número de movimientos este proceso tiende a igualar el control de ambas partes.

En la partida, en vez de ocupar el centro mediante 1 ... P4D, las negras ejercen el control del centro con 1 ... C3AR, ejerciendo presión sobre las casillas 4D y 5R, además de prever que las blancas establezcan el centro ideal mediante 2 P4R, reservándose el segundo jugador a realizar otros movi­mientos.

La réplica 1 ... C3AR lleva a la va­riante abierta de las defensas indias.

Esta defensa india es muy elástica y es tan jugada como el tradicional gambito de dama.

2 P4AD

La jugada lógica para controlar las casillas centrales. Con esta jugada se

Defensa Nimzo-lndia I 31

4 D2A apresuran las blancas a controlar la casilla 5D.

2 ... P3R

Este movimiento ejerce alguna pre­sión sobre el cuadro 4D de las negras y abre una diagonal para su AR. Fre­cuentemente conduce a la defensa Nimzo-lndia.

Una de las ventajas de esta forma de apertura es que reserva para las negras la posibilidad de pasar al gam­bito de dama, o jugar, después de que las blancas hayan llevado su CD a 3A como normalmente hacen ... A5C asumiendo el alfil un papel muy impor­tante en la lucha por el centro.

Llegados a este punto se podría ha­ber jugado 2 ... P3CR que conduce a la defensa india del rey (véanse las partidas 19-22) o 2 ... P3D que lleva a la india antigua.

3 C3AD

Un movimiento lógico para controlar el centro. Amenazando 4 P4R.

Contra la jugada 3 C3AR se podría llegar a la defensa india de dama, des­pués de 3 ... P3CD (véase partida 24).

3 ... A5C

Este movimiento lleva al alfil a un cuadro desde el que puede asumir un papel importante en la lucha por el centro continuando tal lucha impidien­do la amenaza 4 P4R.

Normalmente en la defensa Nimzo-lndia las negras cambian este alfil por el CD blanco con el resultado frecuen­te de que las blancas tienen un peón doblado, lo que es una desventaja, pero reteniendo en compensación los dos alfiles, lo que es una ventaja. Ade­más, le queda abierta la fila CD, tam­bién ventajosa.

En 2AD la dama rehace la amenaza posicional de P4R, y protegiendo el CD da a las blancas la posibilidad de evitar doblar sus peones si las negras jugasen ... A x C + .

La cuestión de si las negras deben o no cambiar su AR por el CD blanco, tiene una importancia teórica conside­rable. En la cuestión están involucra­dos numerosos valores comparativos que muestran en cuan delicadas con­sideraciones se basa a veces el juego de los maestros. Si las negras juegan voluntariamente 5 ... AxC sin estar forzadas a hacerlo por la jugada blam ca P3TD puede no valer la pena a las negras renunciar a su ventaja de los dos alfiles con la intención de dejar a las blancas con la desventaja de los peones doblados. Pero ciertamente les merece la pena a las negras hacer este cambio si las blancas han de per­der un tiempo con P3TD para forzar el cambio. Por esto 4 P3TD A x C + , es bueno para las negras mientras que 4 P3R AxC+ no se juega nunca, pues en este último caso las blancas no pierden ningún tiempo.

32 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Llegados aquí, las blancas tam­bién habrían podido responder 4 D3C 4 P3TR 4 P3CR 4 C3A o 4 P3R. Des­pués de 4 P3R ta continuación más importante junto a 4 D2A, las blancas simplemente prosiguen su desarrollo y dejan a las negras elegir si quieren cambiar el alfil por el caballo blanco. Tal como hemos visto antes, los maestros no realizan este cambio en estas circunstancias.

4 ... P4D

Las negras intentan evitar la jugada P4R.

Igualmente buena era la continua­ción 4 ... P4A, con buenas posibilida­des, tal como se verá en la partida nú­mero 2 y también la jugada 4 ... 0-0.

Pero la jugada 4 ... 0-0 permitiría a las blancas jugar la línea de P4R, lo que les haría ocupar el centro el cual, pese a todo, resulta un tanto vulnera­ble, tal como se señala a continuación:

a) Después de 4 ... 0-0 5 P4R P4D! 6 P5R C5R y las negras obtienen un buen contrajuego en su desarrollo.

b) Después de 4 ... P3CD, el avan­ce 5 P4R es mucho más fuerte ya que la réplica 5 ... P4D no es posible por 6 D4T+ y ganarían una pieza.

En otro orden de cosas el avance P4R puede traer a veces ventajas y desventajas.

5 P3TD

Las blancas fuerzan a su rival a to­mar una decisión. Pueden suprimir la presión en el centro retirando el alfil o bien cambiar este alfil por un caballo lo que, como sabemos no siempre es recomendable.

Las blancas también pueden jugar 5 PxP, que conduce a una suerte de

variante de cambio tal como la descri­ta en la partida 13. Es difícil comparar la solidez de esta línea con 5 P3TD.

Muchas veces es cuestión de tem­peramento y de conocimiento de una línea especial.

Si 5 A5C PxP 6 P3R D4D, siendo difícil a las blancas recuperar su peón.

5 ... A x C +

Puesto que así se desprende de uno de sus dos alfiles, el cambio es perju­dicial para las negras salvo por el he­cho de que tiene la posibilidad de con­tinuar con una variante aguda.

Si en lugar de esto las negras juga­ran 5 ... A2R el juego se convertiría en una especie de variante ortodoxa del gambito de dama teniendo las blancas en mano el movimiento extra P3TD.

6 DxA

En la Nimzo-lndia normalmente las blancas evitan el doblado de sus peo­nes teniendo libertad de elección.

Llegados a este punto, incluso 6 PxA no supone doblar peones ya que las blancas pueden desdoblarlos con PxP. De todas formas, después de 6 PxA las negras tienen un buen contrajuego en el centro lo que parece compensar los dos alfiles: 6 ... P4A, y por ejemplo 7 P3R D4T 8 PxPD PRxP 9 A2D C5R y las negras mejo­ran un poco porque tienen un juego li­bre y pueden eliminar en cualquier momento el par de alfiles blancos (... CxA).

6 ... C5R!

Este es un movimiento correcto no sólo porque gana un tiempo sino tam­bién porque de esta forma las negras toman la iniciativa.

Como compensación por la pérdida

Defensa Nimzo-lndia I 33

de uno de los alfiles, las negras tienen mejor desarrollo que podrá utilizar to­mando la iniciativa 6 ... C5R es el pri­mer paso para ello.

7 D2A

El mejor cuadro para la dama, en parte porque desde esta posición queda dirigida hacia el centro y en parte porque no obstaculiza el desa­rrollo de otras piezas blancas como sería el caso si la dama hubiera ido a 3D.

7 ... 0-0?

Ya hemos señalado que la compen­sación de las negras por los dos alfiles es su avance en desarrollo. CON SU sexto movimiento las negras tratan de sacar provecho de este avance.

Pero el séptimo movimiento no si­gue en la misma vena, y ahora el con­junto de la situación no conduce a nin­guna parte.

En cualquier posición, pero espe­cialmente en aquellas en las que el ju­gador lleva ventaja de tiempo o de ini­ciativa contrarrestada por alguna des­ventaja en otro aspecto, le es muy im­portante descubrir la continuación más sagaz. Frecuentemente, tal conti­nuación depende de la habilidad del jugador para descubrir movimientos que entrañen amenaza.

En esta posición las negras debe­rían continuar activamente, es decir, deberían buscar un movimiento que obligase a las blancas a defenderse. Aquí debería jugarse 7 ... C3AD y con­tinuar en plan de combate: 8 C3A P4R 9 PxPR A4A con toda suerte de ame­nazas. Después de 8 P3R las cosas se mantienen confusas: 8 ... P4R (amena­zando al PD blanco por segunda vez); 9 PxPD DxP 10 A4A D4T+ (véase cómo la amenaza prosigue); 11 P4C

CxPC 12 DxC C7A+ doble 13 R2R (las negras han forzado a las blancas a renunciar a la posibilidad de enroque), D 8R+ 14 R3A (obliga al rey blanco a ir al centro) CxT (ganando en el cam­bio).

Esta posición ha sido analizada por varios maestros que no han llegado a una conclusión definitiva en cuanto a las ocasiones relativas de ambos con­tendientes. Sin embargo, a pesar de la mala posición del rey y de su desven­taja en material, se ha establecido la teoría de que la situación de las blan­cas no es demasiado mala.

Otro movimiento activo preferible es 7 ... P4AD.

8 P3R C2D?

Un nuevo movimiento pasivo. Ob­sérvese que ninguno de los dos últi­mos movimientos de las negras cons­tituye un error táctico. No pierde nin­gún material, pero sin embargo, con estos dos movimientos las negras quedan en inferioridad posicional, y a partir de aquí el juego se convierte en un modelo de cómo explotar ciertas ventajas posicionales, en particular la posesión de los dos alfiles, y después de una serie de movimientos casi for­zados, la mayoría en el centro.

Las negras deberían haber jugado un movimiento activo tal como 8 ... P4AD o bien 8 ... P3CD. La actividad del últi­mo movimiento se hace evidente en la siguiente continuación: 8 ... P3CD 9 A3D A3T! 10 AxC (es preferible 10 P3CD) PxA 11 DxP AxP 12 DxT A4D 13 DxP AxP 14 A2D AxT y las negras recuperan todo el material per­dido de una manera favorable.

9 A3D

Este movimiento presiona sobre el centro, ataca el caballo, y obliga a las

34 Ajedrez. El camino hacia la maestría _ _ _ _

negras a defenderlo o retirarlo, per­diendo en cualquier caso un movi­miento.

Hasta aquí en líneas principales to­dos los movimientos de las blancas han sido estratégicos, es decir que se han interesado en formar una buena posición. No han entrado las tácticas en el juego. La táctica es la parte del juego que requiere prever lo que suce­derá cuando se junten las piezas, y cuando surja tal posibilidad deben analizarse las variantes tácticas. Por ejemplo, 9 P3A es por sí mismo un buen movimiento con el mismo objeto que el del texto, pero que no es reali­zable aquí por 9 ... D5T+ 10 P3C CxP 11 D2A C4AR, mejorando las negras un peón.

9 ... P4AR

Las negras intentan retener un aga­rradero en su cuadro 5R.

Es evidente que 9 ... CR3A habría supuesto para las negras la pérdida de dos tiempos completos. En el caso de que 9 ... CD3A las blancas habrían ju­gado 10 P3A alcanzando pronto P4R.

10 P3A

Ahora las blancas juegan lo que le hubiera costado un peón hace una ju­gada. ¿Por qué?

Posicionalmente las blancas tienen la oportunidad de controlar completa­mente el centro del tablero, pese a la amenaza que se cierne de 10 ... D5T+.

La diferencia en esta posición es que las negras tienen un peón en 4AR, casilla por donde podría salir el caba­llo, tras:

10 ... D5T+ 11 P3C CxP 12 D2A. Ahora las negras pueden continuar

con: 12... P5A13PXPAC4AR. Pero las blancas podrían continuar

con: 13 C2R, ganando el peón y mante­

niendo la ventaja de los dos alfiles. Por ejemplo: 13 ... C4AR 14 CxP DxD+ 15 RxD y las blancas amenazan 16 CxPRy 16PxP.

10 ... C5-3A

Las blancas tienen ahora la oportu­nidad de destrozar completamente el centro de las negras. Mejor hubiera sido 10 ... C3D para evitar el cambio que sigue.

11 PxP CxP

Y no puede retractarse con el peón debido a 12 AxP.

Obsérvese que el amateur no come­te desatinos francos, y hasta cierto punto se defiende lo mejor posible. Pero uno no puede dar tal ventaja po-sicional a un jugador maestro. La pre­ponderancia de las blancas es tanta que a la larga las negras no la podrán resistir, supuesto que las blancas eli­jan la continuación correcta. Por esta razón es bueno ver cómo explota es­tas ventajas un maestro.

Aquí las blancas tienen una combi-

nación ideal de dos ventajas: a) la ma­yoría en el centro y b) los dos alfiles.

Los dos alfiles necesitan movilidad y el centro la proporciona. Conviene ob­servar que el contrario no tiene impor­tancia en el centro, lo que podría blo­quear los alfiles blancos.

El propio centro de las blancas no reduce la movilidad de sus alfiles ya que adelantándolos se pueden activar en el momento oportuno.

12 C2R

Preparando el movimiento P4R para mantener el control completo del cen­tro.

Jugar de inmediato 12 P4R no resul­ta bueno por 12 ... PxP 13 PxP C5A, forzando prácticamente a las blancas al cambio de uno de sus alfiles.

12 ... P3A

Las negras no pueden evitar la juga­da P4R y por ello quieren consolidar en el centro el caballo en 4D.

Jugar de inmediato 12 ... P4R podría acarrear perder una pieza después de 13 D3C, P3A 14 P4R, o bien simple­mente ganar un peón mediante 13 AxP.

Otra línea de las negras 12 ... P4A es también interesante.

Si las blancas siguen con 13 PxP, se continuaría con 13 ... D4T+, recu­perando el peón (14 P4CD? CxPC).

Las blancas podrían mejorar el jue­go con 13 P4R, PARxP 14 PxPR C2R (14 ... CR-3A 15 P5R) 15 PxP, y las blancas tendrían un sólido peón más.

13 0-0

Si jugaran directamente 13 P4R, después de 13 ... PxP 14 PxP, las blancas tendrían algunas dificultades para enrocar, por lo que posponen el

Defensa Nimzo-lndia I 35

avande de P4R hasta la jugada si­guiente, con mayor efectividad.

13 ... P3CR

Con objeto de debilitar las amena­zas a lo largo de la diagonal blanca 1CD-7TR por la combinación de la dama y el alfil amenazando también ... P4R.

Si las negras pudiesen neutralizar el centro blanco se reduciría mucho la ventaja de éstas. En general, dos alfi­les no tienen ningún valor salvo que puedan ser utilizados. De todas for­mas la jugada del texto tiene el incon­veniente de proporcionar al AD una diagonal completa en la que jugar una vez las blancas hayan alcanzado P4R.

14 P4R

El largo período de tiempo del avan­ce de este peón ha formado parte de la estrategia, posponiéndolo durante cinco o seis movimientos.

14 ... C4-3A

No es bueno cambiar peones ya

36 Ajedrez. El camino hacia la maestría

que cada cambio da más fuerza a los alfiles blancos.

El CR negro tiene cuatro cuadros en los que refugiarse con seguridad, pero es difícil decir cuál de los cuatro es el mejor. Cada uno de ellos tiene ciertas ventajas pero también algunas des­ventajas.

En los cinco movimientos siguientes las blancas activarán sus piezas de tal forma que conseguirán una concen­tración de fuerzas. Algunos de los mo­vimientos serán directos, es decir, diri­gidos directamente a objetivos defini­dos, y otros serán indirectos, simple­mente reforzando la posición. Al final de los cinco movimientos las piezas quedan dirigidas hacia un campo completo: el centro y el lado del rey. El conjunto de todos estos movimientos forman lo que podemos llamar una acumulación de fuerza cuyo objeto es tener suficientes piezas a mano por lo que pudiera suceder.

15 A4AD

Es de suma importancia para las blancas llevar su alfil a esta diagonal ya que desempeña un gran papel a lo largo de la partida debido principal­mente al ineficaz peón negro en 3R. Por este motivo, podría haber sido mejor para las negras haber jugado 14 ... CR-3C para evitar 15 A4AD.

15 ... C3C 16 A2T

El PR de las negras está defendido pero está clavado. Ahora las blancas amenazan ganar un peón por 17 PxP PxP 18 DxP.

16 ... R2C

Previniendo la jugada de las blancas A6T.

17 A4AR

Este movimiento coloca al AD blan­co en una diagonal sobre la que tiene pleno dominio ya que el AR negro ha desaparecido del tablero. Aún cuando este movimiento no entraña amenaza alguna tiene su importancia en cuanto a su función de controlar más territorio lo que a su vez contribuye a la con­centración de poder.

Las blancas nunca jugarían un mo­vimiento tal como P5R ya que esto li­mitaría inmediatamente la acción del AD blanco, y también la del AR des­pués de... CR4D.

17 ... P3TR

Este movimiento tiene un aspecto positivo y otro negativo. En cierta for­ma reduce las posibilidades del AD blanco, y si las negras atinan a jugar... P4CR seguido de ... P5A, se reducen las futuras posibilidades del AD blan­co. Pero mientras se pueda responder a ... P4CR con A5R el movimiento del texto tiene una significación me­nos positiva. Por otra parte, 17 ... P3TR debilita el ala del rey negro y motiva un deterioro rápido de la posición del rey.

18 TD1D

Este es un movimiento preparatorio fuerte. Las blancas desean atacar, pero antes de lanzarse realizan ciertas preparaciones, siendo ésta una de ellas. Releva al caballo de proteger 4D y facilita que las blancas jueguen A5R, ya que no han de temer inmediata­mente ... CD2D y ... CxA ya que en tal caso la dama negra sería amenazada por la TD blanca.

18 ... D2R

Las negras retiran su dama de la co­lumna que domina la torre blanca.

Siempre que el rey o la dama estén en línea recta con una pieza menor que le amenazaría de no interponerse un peón o pieza, existe un peligro la­tente y salvo que exista una buena ra­zón para hacer otra cosa, es prudente retirar el rey o la dama de la línea de ataque indirecto de la pieza menor del contrario.

19 C3C

Movilizando el caballo, el cual es puesto en una casilla ventajosa sobre la que podrá desarrollar cómodo con­trajuego.

Si 19 ... P4C, las blancas podrían re­plicar 20 A5R, seguido por 21 C5T+.

Las blancas mueven directamente su potencial. Esta movida casi fuerza a las negras a avanzar el . . . P4C.

Ahora suponiendo que se jugara 19... P4C 20A5R R3C.

Las blancas no tienen la réplica 21 C5T, aunque pueden explotar favora­blemente la posición del caballo ju­gando:

21 AxP! (un notable sacrificio), Ax A 22 PxP+ R2A 23 PxA+, con una buena posición de las blancas. Han ganado un peón y su caballo puede

Defensa Nimzo-lndia I 37

amenazar la posición negra de otra manera.

19 ... T1D

Esta jugada no resuelve nada. Las negras tienen que jugar algo. El

juego de las negras está prácticamen­te paralizado y no tienen ninguna juga­da buena.

20 TR1R

Amenazando 21 PxP, debido a la mala posición que ocupa la dama ne­gra en la columna.

Las blancas dominan indirectamen­te las dos columnas centrales, la de rey y la de dama.

20 ... D1A

El juego entra ahora en una nueva fase. Entre los movimientos del 15 al 20, las blancas han formado una acu­mulación de fuerza, y en el movimien­to 21 empieza a hacer uso de ella. Puede apreciarse cómo cada movi­miento juega su papel en el ataque fi­nal (o variantes) para seguir.

38 Ajedrez. El camino hacia la maestría

21 PxP

Para forzar una decisión. Este cam­bio puede hacerse solamente si existe un motivo forzado para él. Las blancas renuncian a su centro y de no existir una razón forzada para actuar de otra forma, las negras podrían responder ... CD4D. Tan pronto como las negras puedan situar un caballo en su 4D, las blancas no tendrán mucha ventaja.

21 ... PRxP

Forzada. Si 21 ... PCxP, seguía 22 Ax P ganando un peón.

Tampoco disponen las negras de la jugada 21 ... CD-4D ya que 22 PxPRy si:

a) 22 ... CxA 23 P7R etc. o b) 22 ... AxP 23 A x P + ! (una juga­

da intermedia) RxA 24 T x A y las blan­cas tienen dos peones más.

22 D1A

Atacando el PTR de las negras y amenazando ganar la dama.

22 ... P4C

Imposible era jugar 22 ... D1T 23 A x P + DxA 24 T7R+ ganando la dama y 22 ... C1C 23 A x C seguido de 24 AxP.

23 AxP

La base de este sacrificio es una combinación de destrucción. Aniquila los peones del ala de rey. Este sacrifi­cio es posible si existen suficientes piezas de ataque a disposición del ju­gador que lo hace.

En esta partida están dispuestas a tomar parte inmediata en el ataque las

piezas blancas: dama, caballo, alfil y una torre.

23 ... PxA 24 D x P +

Esta es la continuación lógica. Las blancas han realizado todos los movi­mientos anteriores a fin de romper la resistencia negra. Llegados a este punto están obligadas a forzar la vic­toria en vista de la enorme preponde­rancia en material de ataque frente al desarmado rey.

24 ... R1T

Después de 24 ... R2T 25 C5T y gana igualmente. Las siguientes va­riantes dan una idea de cómo romper la resistencia en tales casos. Veremos que esto no es demasiado fácil si se quieren tomar en consideración todas las posibilidades.

(24 ... R2T 25 C5T).

(1)

25 ... C x C 26 DxC+ R2C (26 ... D3T 27 T7R+) 27 D5C+ y 28 T7R(+).

(2)

25 ... CD-2D 26 T6R. (2a) 26... C x C 2 7 DxC+etc . (2b) 26... C1CR27T6Cetc. (2c) 26... C1R 27 T6T+! DxT 28

D8C+ + (2d) 26... C4D 27 AxC PxA 28

T7R+ R1T 29 T7C seguido de mate.

(3)

25 ... CD-4D 26 A x C CxA 27 T5R!. (3a) 27 ... A2D 28 T x C PxT 29

C6A+ R1T 30 D6C! ganando. (3b) 27 ... T3D 28 TD-1R (amena­

zando 29 T7R+), T3C 29 D4T (29 T7R+ no decide en esta posición por 29 ... CxT 30 TxC+ R1T!)

(3b1) 29 ... T3T 30 T8R D3D (30 ... D2A 31 TR-7R) 31 T8D D3C 32 T7R+ etc.

(3b2) 29 ... D3T 30 TxC PxT 31 T7R+ R1C 32 T8R+ R2T 33 D7R+ T2C 34 CxT DxC 35 D4T+ R3C 36 T7R y ganan

Seguimos en la jugada que se reali­zó en el movimiento:

24 ... R1T

25 D4T+ R2C

Si 25 ... C2T 26 T7R.

26 C5T+ R3C

Si 26 ... CxC 27D5C+! R2T28 DxC + R2C 29 D5C+ seguido de 30 T7R.

Defensa Nimzo-lndia I 39

27 C4A+ R2C (forzada) 28 D5C+ R2T

Forzada ya que si 28 ... R1T se ga­naría la dama por 29 C6C+.

29 T7R+!

Un segundo sacrificio, con la idea de forzar el mate.

También ganaba 29 C6C seguido de 30 T7R.

29 ... D x T

Ahora si 29 ... R1T 30 D4T+ etc.

30 D6C+ R1T

31 D6T+ D2T

O bien 31 ... C2T.

32 C6C+ + El amateur, con las negras, ha per­

dido porque no ha llegado a compren­der las ideas subyacentes en la aper­tura. En la Nimzo-lndia, el que juega con las negras debe estar preparado para cambiar su AR por el CD blanco. La teoría ha descubierto líneas me­diante las que las negras pueden con­seguir compensaciones ya sea forzan­do el doblado de peones en territorio hostil o tomando la iniciativa. Si las ne­gras no comprenden las compensa­ciones existentes pueden perder los dos alfiles por nada, con todas las ma­las consecuencias que le acompañan.

•

9

• Variante 4 D2A P4A de la Nimzo-India

• Inconvenientes de un avance pre­maturo de los peones del ala de dama

• Explotando la debilidad de la for­mación de peones

• Ganancia del peón aislado • Considerando el peón de más • La clavada perpetua

Observa Steinitz que de todas las piezas del ajedrez, el peón tiene una parti­cularidad que no tienen las demás: sólo puede ir hacia delante y nunca hacia atrás. Debido a ello Steinitz advierte que hay que tomar precauciones extras con el movimiento de peones.

Ciertamente hay cosas en que un peón es más útil en la 4.a fila que en la 2.a

y quizás aún más en la 6.a. Pero esto no es la regla general; deberían haber razo­nes claras y definitivas para adelantar los peones en ciertas fases del juego y en ciertas zonas del tablero. Esto es especialmente cierto en la apertura pues los movimientos de los peones pueden retrasar el desarrollo lo que aumenta la vul­nerabilidad de los propios peones avanzados.

Adelantar peones en el lado de rey entraña más riesgos que hacerlo en cual­quier otra parte del tablero, pues los peones del lado del rey tienen normalmente la misión de proteger a la pieza más valiosa del tablero: el rey. Sin embargo, esto no quiere decir que se puedan adelantar alegremente peones en el lado de dama sin tener consecuencias desventajosas. Si el oponente es capaz de atacar con sus propios peones avanzados del lado de dama y abrir brecha en la formación pueden resultar consecuencias muy desagradables.

En esta partida hay un avance inmotivado de peón en el lado de dama que parece atractivo porque las blancas pueden hacer retroceder el alfil negro al mismo tiempo que avanzan sus peones. Pero las negras disponen de contra­medidas. Pronto estos peones blancos serán atacados y destruidos, y de la an­tes alegre falange de peones blancos subsiste únicamente un PA aislado que pronto sucumbirá. Esta es la primera fase de la partida.

Seguidamente las negras tienen que resolver el problema de ver cómo con­vertir su material extra en victoria. Tienen la oportunidad de forzar un peón pasa-

42 Ajedrez. El camino hacia la maestría

do. Pero esto por sí solo raras veces resuelve el problema, pues en general el contrario tiene justamente las mismas posibilidades de obtener el peón que las que tiene su poseedor de apoyarlo. Pero el resultado de este estira y afloja sobre el peón pasado se reduce frecuentemente a que las piezas defensoras quedan limitadas a algunos puntos desde los cuales pueden bloquear el peón pasado lo que da a las piezas del otro lado la oportunidad de emprender algo nuevo: ¡un segundo frente!

Esta es la ventaja de una clara superioridad.

DEFENSA NIMZO-INDIA

Variante 4 D2A P4A

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4D C3AR 2 P4AD P3R 3 C3AD A5C 4 D2A

La idea de esta línea en la defensa Nimzo-lndia, estará explicada en las notas de esta apertura y en las anota­ciones previas a las jugadas realiza­das.

4 ..; P4A

Las negras inmediatamente atacan el centro blanco.

En este momento pueden también jugarse 4 ... P4D y 4 ... 0-0.

5 PxP

Las blancas también pueden jugar 5 P3R o también 5 P3TD AxC+ lo cual es satisfactorio para las negras, des­pués de 6 DxA PxP 7 DxP C3A 8 D3A P4D y después también de 6 PxA D4T 7 A2D 0-0.

Las negras hacen alguna presión contra el ala de la dama blanca y el PA doblado de las blancas podría hacerse débil.

5 ... 0-0

Una posición difícil. Las blancas de­ben proseguir su desarrollo, teniendo siempre en cuenta las consecuencias estratégicas y tácticas de ... A x C + . Las negras deben buscar el camino para recuperar el peón de su 4AD y juzgar cuidadosamente sobre el valor de ... A x C + . Esta jugada ... A x C + puede ser mala para las negras en una determinada posición, mientras que puede ser buena en otra posición lige­ramente distinta. En la mayoría de los casos las negras no harán voluntaria­mente este movimiento y sí únicamen­te cuando se vean obligadas a ello por el movimiento P3AD de las blancas.

En primer lugar veamos las conse­cuencias de ... A x C + .

Digamos que las blancas jueguen 6 P3CR. Las negras podrían replicar 6 ... AxC+ 7 DxA C5R 8 D2A D4T+ 9 A2D CxA 10 DxC DxPA y es difícil decir si las negras han conseguido igualdad completa, pues después de 11 T1A C3A 12 A2C P3D 13 C3A las blancas mantienen una ligera ventaja posicional porque el PD negro queda en una columna abierta.

No obstante, si las blancas preten­den obtener una mayor ventaja me­diante 8 D3T, intentando apoyar el peón 8 ... C3T 9 P4CD pierde por 9 D3A!.

Simultáneamente las negras ame­nazan 10 ... DxP+ y 10 DxT, conse­cuencia táctica.

Otra posibilidad es 6 A5C. Este mo­vimiento aumenta las posibilidades tácticas de las negras puesto que en ciertas circunstancias les permite 6 ... AXC+ 7 DxA C5R 8 AxD CxD. En la posición dada esto no es bueno por­que pierde un peón después de 9 A7R T1R 10 A6D, pero las negras pueden preparar la combinación con 6 ... C3A, y por ejemplo, 7 C3A A x C + 8 DxA C5R 9 AxD CxD. Las negras siguen con dificultades después de 10 A7A C5R 11 P3TD CxPAD 12 A6D C6C.

Verdaderamente las negras no es­tán obligadas a jugar ... A x C + ; pue­den continuar simplemente con ... AxP, pero en tal caso las blancas tie­nen un excelente juego: buen desarro­llo, influencia en el centro y más espa­cio.

Por tales motivos las negras respon­den a 6 A5C con ... C3T con la inten­ción de controlar su cuadro 5R des­pués de ... CxP. Si las blancas no ha­cen nada especial al respecto, las ne­gras tienen un buen juego; por ejem­plo: 7 C3A CxP 8 P3R CD5R y las blancas no pueden evitar doblar sus PA.

Las blancas deben intentar un juego

Defensa Nimzo-lndia II 43

más vivo: 6 A5C C3T 7 P3TD (primero fuerza al alfil negro a declarar sus in­tenciones y de todas formas así obtie­ne los dos alfiles), ... AxC+ 8 DxA CxP (8 ... C5R no valdría ahora: 9 AxD CxD 10A4T [obien10A7R] y 11 P4CD gana un peón).

Ahora las negras amenazan aniqui­lar los alfiles mediante ... CD5R y en general adquieren ventaja por el hecho de tener más tropa en la batalla, por ejemplo: 9 A4A (para rechazar ... CR5R) P4D 10 T1D CR5R 11 D2A D3A y las negras tienen la iniciativa.

Las blancas eligen 9 P3A pero lo sorprendente es que esto no prevé la combinación ya mencionada varias veces: 9 ... CR5R 10 AxD CxD 11 A7R, aparentemente una refutación, pero 11 ... C6C también gana el cam­bio 12 AxT RxA 13 T1D CxT 14 RxC. Las negras tienen por fin un jue­go igualado.

Estos comentarios, que en alguna forma está en el campo de la marcha actual del juego, son para informar so­bre el valor de un avance en desarro­llo, y para demostrar cómo entran las tácticas en la apertura por la posición vulnerable de la dama blanca.

Así pues 5 ... 0-0 es, por un lado, un movimiento de desarrollo y por otro un movimiento de espera para ver qué es lo que preparan las blancas. En gene­ral se considera este movimiento como el más activo ya que la simple continuación 5 ... AxP 6 C3A 0-0 7 A5C da a las blancas un juego más li­bre.

En las anteriores variantes podemos ver que a veces el caballo negro toma el PAD (5) blanco, mientras que en otros casos lo hace el alfil, todo de­pende de lo que hagan las blancas.

Jugando inmediatamente 5 ... AxP las negras liberan a las blancas de esta ¡ncertidumbre.

44 Ajedrez. El camino hacia la maestría

6 P3TD

Las blancas fuerzan a las negras a declarar sus intenciones. Como se ha visto en los comentarios anteriores, este es uno de ios mejores movimien­tos ya que evita las complicaciones que surgen en otras líneas. Las blan­cas pueden responder también 6 A2D o bien 6 C3A.

6 ... AxPA

Hacer el cambio ahora, o sea 6 ... A x C + sería un error estratégico que dejaría a las negras sin los dos alfiles y tendrían dificultades.

No obstante: 6 ... AxC + 7 DxA C5R 8 D2A C x PAD 9 P4CD y las blan­cas tienen una excelente partida, por ejemplo: 9 ... C3T es forzada, y las ne­gras no pueden atacar la formación de peones blancos mediante la jugada ... P4TD.

7 P4CD(?)

Aun cuando las blancas agresiva­mente hagan retroceder al alfil negro, el movimiento es dudoso porque su­pone una debilitación de los peones del ala de dama blanca, debilidad de la que las negras pronto podrán tomar ventaja. Naturalmente, no se puede generalizar, pero siempre se debería mirar este movimiento con suspicacia. Todo depende de si las negras pue­den sacar ventaja con un eventual ... P4TD.

Supongamos que las blancas ensa­yan la aparentemente y plausible 7 A5C?, las negras podrán ganar un peóncon7 . . .AxP+ 8RxA C5C+ se­guido de ... DxA, lo que demuestra la importancia de no jugar por rutina, sino por el contrario analizar cada paso, mirando especialmente hacia los jaques y capturas.

El mejor movimiento de las blancas en esta situación es 7 C3A conservan­do la misma ligera ventaja que hemos visto en otras variantes.

7 ... A2R 8 C3A

La jugada del texto es superior a 8 A2C ya que las blancas pierden la po­sibilidad de proteger su PCD mediante la jugada T1CD.

Si las blancas jugasen 8 P4R podría entrarse en una diferente línea: 8 ... P4TD 9 P5R PxP! 10 PxC AxP y las negras están bien.

8 ... P4TD

Las blancas tienen una formación de peones imponente en el ala de dama, pero las negras mediante 8 ... P4TD pretenden inducir a avanzar los peones con el fin de debilitarlos, lo que puede hacer fácilmente porque las blancas no querrán cargar por sí mismas con dos peones aislados con PxP ni pueden permitir que las negras jueguen ... PxP sin proteger antes su TD. Si jugasen 9 P5C las negras po-

drían ocupar y defender el importante cuadro 4AD después de... P3D y... C-2D-4A.

9 T1CD

Las alternativas son muy atractivas:

a) 9 P5C ganando a las negras ca­sillas, expansionándose;

b) 9 A2C PxP 10 PxP T x T + 11 A x T A x P ganando un peón;

c) 9C2T PxP 10PxP A x P + y las blancas no pueden tomar el alfil por­que perderían su torre.

9 ... C3T

Las negras atacan el PCD de las blancas, con dos piezas, y si se proce­de a avanzar el mismo, dejan una pre­ciosa casilla en 4AD para el caballo de las negras.

10 C2T

Este caballo está forzado a proteger al PCD desplazándose al borde del ta­blero. Después de sólo algunas juga­das las blancas se ven obligadas a li­mitar su aspecto de defensa. Todo esto ha sido consecuencia de la juga­da floja de las blancas en el 7.° movi­miento.

10 ... P4D

Las negras prosiguen su desarrollo por la vía regular al mismo tiempo que permite a sus piezas seguir atacando el ala de dama. Es un intento de abrir posiciones a fin de sacar el máximo provecho del desarrollo blanco más retrasado; es una forma de responder al dominio blanco en el centro con su PAD.

11 P3R

Defensa Nimzo-lndia ¡I 45

Si 11 PxP las negras con su dama, su caballo y su peón obtendrían una posición satisfactoria. En caso de 11 ... PxP la desventaja del PD aislado quedaría paliado por el rápido desa­rrollo que dejaría a su AD.

Si 11 P5A las negras atacarían la formación de peones blancos median­te 11 ... P3CD o bien 11 ... A2D, como en la partida.

11 ... A2D

Este alfil se dispone ahora a jugar por el flanco de dama.

12 P5A(?)

Las blancas juegan en otra direc­ción a la correcta. Lo preferible era 12 PxPD para continuar después de 12 ... C x P c o n 13P4R.

Las negras tienen un buen juego ya que después de 12 PxPD continua­rían con 12 ... PxPC y si 13 PxPC CxPD atacando el PCD de las blan­cas y ganando un tiempo.

Si las blancas ganaran el peón me­diante 13 PxPR tendrían dificultades

46 Ajedrez. El camino hacia la maestría

después de 13 ... AxP 14 C x P CxC 15 PxC T7T 16 D3D D1A! etc.

Después de la jugada del texto las negras llevan un adelanto en desarro­llo de no menos de tres movimientos, es decir, que las blancas tienen cuatro piezas desarrolladas, y las negras seis con enroque. Esto quiere decir que mientras las blancas completen su de­sarrollo, las negras pueden reforzar considerablemente su ofensiva en el lado de dama.

¿Cómo se puede explicar el adelan­to en desarrollo de las negras? Porque las blancas han perdido tiempo ha­ciendo movimientos defensivos tales como T1C C2T etc. y con movimien­tos tales como P4CD y después P5A continuando así su cuestionable ca­rrera en lugar de admitirlo y jugar PxP o incitando a las negras a cambiar peones. La intención de las blancas es la de ganar más espacio en el ala de dama. Ahora las blancas lo tienen, pero al precio de tres tiempos, lo que inutiliza el espacio; sólo crea debilida­des.

Verdaderamente, siguiendo el texto, las blancas han establecido una ma­yoría de peones en el lado de dama, de lo que puede y debe resultar un peón pasado. La dificultad, sin embar­go, estriba en que un peón pasado ne­cesita apoyo, y en este caso las blan­cas no pueden dárselo por lo que tal peón resulta débil y eventualmente se pierde.

12 ... PxP

Con la idea de abrir la columna de la TD de las blancas y compremeter los peones blancos un poco más.

13 PxP

Aquí, como en la partida anterior, el

maestro tiene a su disposición dos claras ventajas, que en ésta son:

Un desarrollo avanzado y ocasiones de ataque contra los peones blancos del ala de dama. La valía de dos ven­tajas aumenta progresivamente. Ga­nar la partida basándose en una ven­taja puede ser una cuestión difícil, mientras que poseyendo dos ventajas se reduce el trabajo a mucho menos de la mitad. No debe extrañar que un amateur como el de la partida 1 aun­que no cometa errores no pueda resis­tir el esquema lógico de explotación de su adversario.

13 ... D2A

El texto sirve para preparar un ata­que contra la punta de lanza de peo­nes blancos mediante ... P3CD. Si las negras hubieran tratado de atacar di­rectamente los peones en punta me­diante el movimiento ... P3CD habría seguido 14 P6A y 15 P5C y las negras habrían tenido un tiempo más difícil.

El poseedor de un peón en punta debe apoyarlo y defenderlo protegién­dolo cuanto sea posible concentrando fuerzas y después de una larga conso­lidación tomar en cuenta su avance.

El oponente deberá atacar al peón en punta atacándolo con otro peón tan pronto como le sea posible sin darle oportunidad de separarse.

Las negras juegan 13 ... D2A en lu­gar de 13 ... T1A en parte porque su TD puede figurar en alguna posible táctica posterior contra el CD blanco y también porque cuando le llegue el tumo de juego puede también movili­zar a su TR a 1AD.

14 A2C

Este es un movimiento de rutina que indudablemente han realizado las blancas según la teoría de que un alfil

tiene más fuerza cuando está situado sobre una diagonal larga. Pero el mo­vimiento no hace nada frente a la ame­naza negra... P3CD.

El motivo de preocupación inmedia­ta en el campo blanco es que su dama está desprotegida. Por tanto, lo co­rrecto sería 14 A3D para poder res­ponder a 14... P3CD con 15 PxP o in­cluso con 15D2R.

14 ... P3CD!

Tomando ventaja de la clavada a lo largo de la columna AD.

Ahora las negras amenazan tomar un peón. Un peón de ventaja ya es significativo por sí, pero en esta posi­ción el peón extra PD da a las negras la posibilidad de convertir más adelan­te este PD semipasado en un verda­dero peón pasado.

Finalmente hay que observar que las negras no pueden jugar, en lugar de lo jugado, el simulado sacrificio 14 ... CxPA, por los movimientos 15 AxC o bien 15 A5R (protegiendo el caballo de 21).

15 A5R

Defensa Nimzo-lndia II 47

Molestando a la dama negra, obli­gándola a ponerse en la menos activa casilla 1AD, por lo que redundará en no poder colocar la TR en la fila CD que le tenían reservada de antemano.

Esta movida deja protegido también el CD blanco de la columna TD.

15 ... D1A

La dama debe mantener la clavada.

16 AxCR

Para forzar la réplica 16 ... AxA qui­tando una de las piezas negras que atacan la casilla 5AD de las blancas.

¿Qué se podía jugar en lugar de 16 AxCR?

Veamos unos ejemplos de la posi­ción:

Las negras amenazaban 16 ... PxP. El cambio 16 AxCD no serviría des­pués de 16 ... DxA y el C de (2TD) es atacado; 17 C1A PxP 18 PxP D4T+.

Otra posibilidad de las blancas ha­bría sido también: 16 P6A, el sacrificio fingido, a lo que habría podido seguir la accidental continuación de 16 ... DxP 17 DxD AxD 18 P5C C4A 19 P x A T x C 2 0 T x P .

¿Cómo podría juzgarse la posición resultante?

Las blancas tienen un potente peón pasado. Sin embargo, las negras tie­nen un centro fuerte, y un mejor centro resultante de un desarrollo superior como se deduce de:

20 ... CR-5R 21 P7A P3A 22 A4D P4R! 23 T8C T1T 24 AxC A x A 25 TxT+ RxT 26 A6T C3D y las negras ganan un peón.

16 ... AxA 17 A x C

Quitando una amenaza y una pre-

48 Ajedrez. El camino hacia la maestría

sión sobre el punto del peón blanco de 5AD.

Después de 17 P6A (esta es otra forma de la variante) DxP 18 DxD AxD 19 P5C C4A 20 PxA TxC 21 TxP T8T+ y la ventaja de las negras es obvia.

17 ... DxA

No 17 ... TxA debido a 18 P5C se­guido de 19 P6A.

18 C1A

Con esta serie de cambios las blan­cas se han quedado con un peón pa­sado.

18 ... PxP

Las blancas se han quedado con el PA aislado, sin apoyo, de ningún otro propio.

Este peón blanco queda muy debili­tado. Las blancas no pueden retomar con la dama pues entonces 19 ... TR1A le costaría una pérdida de mate­rial.

19 PxP

Ahora que está empezando una nueva fase del juego hagamos una alusión de la posición.

Las blancas tienen igualdad en cuanto a piezas y peones, y su PAD es un peón pasado. Hay que remarcar que han sido las negras que con sus movimientos han creado este peón pasado de su contrario y ello por un motivo comprensible; de todas formas este peón pasado está aislado y es vulnerable porque las piezas negras se mantienen realmente en su disposi­ción: hay más atacantes que defenso­res. El gran handicap para las blancas es que todavía no han enrocado ni por el momento pueden hacerlo.

Por otra parte, las negras tienen un desarrollo excelente, controlan la co­lumna TD y tienen los dos alfiles.

En este punto, lo más que pueden esperar las negras es:

a) ganar el PAD blanco; b) evitar que enroquen las blan­

cas, y lo mínimo sería ni ganar el peón ni evitar el enroque de las blancas.

Las negras temen no alcanzar el máximo y en consecuencia optan por un término medio: ganar el peón sin evitar el enroque blanco. Con esta idea, juega 19 ... D4T+.

Otro intento que se podría haber he­cho es 19 ... TR-1A 20 C3C A4CD 21 TR1A.

O también 19...TR1C.

19 ... D4T+

Atacando al rey blanco no enrocado las negras no pueden evitar que a la larga las blancas enroquen, pues tie­nen caballos que cubren los cuadros de interés, pero pueden sacar ventaja de la vulnerable posición del rey blan­co haciendo que pierdan tiempo en protegerse, y así ganan el PAD blanco.

En consecuencia renuncian a intentar evitar el enroque de las blancas para tratar de ganar el peón aislado blanco PAD.

20 C2D

Las blancas preferían cambiar da­mas pero no pueden proponerlo ya que a 20 D2D? A6A.

20 ... A5T

Las piezas negras entran en acción atacando y presionando a la dama blanca lo más posible.

21 C3C

La única jugada. Si 21 D2T DxP 22 0-0? A4CD ganando el cambio.

En esta variante las negras impedi­rían el enroque y conseguirían el máxi­mo.

21 ... AxC

Las negras han obtenido el máximo de la posición. Ahora ganan el peón.

22 TxA TR1A

El PAD de las blancas será tomado. Si se intenta 26 P6A D3T 24 P7A

D2T y más pronto o más tarde el peón será eliminado.

23 0-0 T x P

Las negras con la jugada 23 ... DxP invitan al cambio de dama, pero como la dama negra es más activa que la dama blanca las negras no quieren cambiar damas ahora.

Las blancas en su intento perentorio de enrocarse han perdido en cambio un peón.

Defensa Nimzo-lndla II 49

24 D3D

El juego está entrando en una nueva fase. Las negras han ganado un peón, pero ganar la partida no resultará fácil, ya que ambos lados tienen únicamen­te peones en el lado de rey.

Esto hace que el caballo blanco, de corto alcance, sea relativamente más fuerte que el alfil negro de mayor al­cance.

Sin embargo, de momento, el alfil negro es muy fuerte.

Por su excelente posición en su 3AR ejerce presión a lo largo de toda la dia­gonal, y particularmente en los cua­dros clave 1TD 2CD 3AD de las blan­cas.

24 ... TD1AD

La estrategia negra en este punto será:

(a) un movimiento de rutina; el do­blado de torres para llevar la torre a 6A 7A o 8A dependiendo de la situación;

(b) seguridad para su rey; (c) penetración en la posición

blanca lo que se hace con 26 ... T6A;

50 Ajedrez. El camino hacia la maestría

(d) búsqueda de objetos de ata­que;

(e) adelantar el PD.

25 P3C P3C

En una lucha entre piezas fuertes siempre es bueno aprestar cuadros de escape para el rey.

26 TA1C

Las blancas también doblan torres lo que les facilita posibilidades tales como T5C o T8C.

26 ... T6A

Las negras nunca progresarán sin cambiar por lo menos una o dos de sus piezas fuertes, en primer lugar porque las torres blancas dominan de­masiados cuadros y luego porque las mismas blancas pueden jugar T8C y cambiar torres en cualquier momento.

27 T x T TxT

Las negras recapturan con su torre en lugar de hacerlo con la dama por­que ésta es más activa que la blanca y desea retenerla.

28 D1A R2C \

A veces se hacen movimientos del rey para resguardarlo de asaltos súbi­tos. Aquí el movimiento se hace para cortar potenciales vías de escape a las blancas. Suponiendo que la torre o la dama blanca está en apuros —si la pieza amenazada puede escapar dan­do jaque— esto le proporcionaría tiempo y soltura.

29 C3A

El caballo blanco busca un cuadro

desde el que bloquee el PD negro se-mipasado que pronto entrará en ac­ción.

29 ... P4R

Con la clara intención de adelantar el PD en el momento oportuno.

30 R2C

Las blancas protegen su caballo para estar en condiciones de responder a la esperada... P5DconPxPloqueno sería posible si el caballo no estuviera protegido. Si las blancas no pudieran jugar PxP probablemente las negras podrían conseguir tener un peón pasa­do protegido, es decir, un peón pasado protegido por un peón adyacente y uno muy avanzado.

Sin embargo, las blancas defienden su caballo por mal camino como se verá en la continuación.

Sería preferible 30 D2R o 30 D1D. Aún hubiera sido mejor 30 C1R para poder responder a 30 ... P5D con 31 PxP PxP 32 C3D! construyendo una sólida barricada contra el posterior avance del PD negro.

Esta barricada es lo más sólido por­que el cuadro 3D es dé color contrario al del alfil negro.

La mejor manera de tratar un peón pasado es bloquearlo con una pieza. Esta es particularmente eficaz si el peón está aislado pues entonces es difícil expulsar al bloqueador.

Pero si las blancas hubieran jugado 30 C1R las negras tendrían que pos­poner el avance de su PD hasta que lo hubieran podido adelantar sin conver­tirlo en un peón pasado clavado.

30 ... P5D 31 PxP D4D!

Situación llamada de «clavada per­manente» y que decide la lucha. El rey blanco no se puede mover porque el caballo necesita estar protegido: esta es una situación bien conocida que el lector debe recordar.

Obsérvese que si bien el plan estra­tégico de las negras tiende a coronar el peón pasado, no por eso pierden la oportunidad que se le ofrece gratuita­mente de sacar el máximo provecho de la situación táctica creada por la clavada del caballo. El movimiento 31

Defensa Nimzo-lndia H 51

... D4D es una jugada intermedia que no le cuesta ningún tiempo a las ne­gras: está jugada como amenaza.

32 D1D

Previniendo el juego que seguiría si se jugase 32 D2R PxP 33 T1D (33 T5C falla ganándose por 33 ... P6D 34 TxD PxD y las negras ganan ante la amenaza ... TxC) P6D 34 D2D P4C y ahora como en la partida.

No obstante la continuación 32 D2R proporcionaba a las negras unas con­siderables dificultades, como por ejemplo: 32 ... PxP 33 T1D P6D 34 D3R P3T (34 ... P7D fallaba por 35 TxP).

Y ahora:

a) 35 T2D? A4C! b) 35 R1C? P7D 36 T x P DxC c) 35 P4T (la jugada precisa de las

blancas), y la continuación posible po­dría ser: 35 ... T6C (una jugada de es­pera) 36 T2D P4C 37 R2T (todas relati­vamente buenas) PxP 38 PxP D4A 39 C1R (esta no es forzada pero si las blancas no eliminan el PD de las ne­gras tendrán que perder) AxP 40 CxP (40 TxP AxP) A4C y las negras ga­nan: (41 P4A?TxC!)

32 ... PxP 33 T2C

Las blancas pierden una pieza de una forma muy instructiva pero no ha-bria nada que hacer de cualquier for­ma. Si 33 P4T para prevenir el avance del PC negro, podría continuarse con la jugada 33 P3T.

33 ... P4C

Las negras amenazan 34 ... P5C.

34 P4C

52 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Si 34 P3T P4T.

34 ... P4T!

Y no 35 PxP por 35.. . P5C.

35 P3TR PxP 36 PxP D5R 37 D2R

Esta no es la defensa. A la jugada 37 R3C se contestaría con 37 ... A4R+ c bien con 37 ... D5A+.

37 ... DxP+

38 R1A DxC

O 38... TxC.

39 Abandonan En cierto modo al amateur pierde k

partida porque no se da cuenta de que

el peón avanzado en el lado de dama seria débil en este caso muy especial. La cuestión es muy sutil e incluso un maestro podría equivocarse en tal si­tuación.

De hecho hay partidas incluso de grandes maestros que discurren por esta línea, y es basándose precisa­mente en ellas que el jugador activo sabe que debe ser cauteloso con P3TD P4CD en una fase temprana de la partida. Nuestro amateur no sabía esto. No se le puede culpar por ello, y una vez a la defensiva también se pue­de perdonar que continúe con una mala estrategia con su 12.° movimien­to P5A. Después de esto ya no puede escapar viéndose forzado a la defensa y posterior pérdida del peón. Ha desa­rrollado la mejor defensa posible y sólo hacia el verdadero final pudo ha­ber elegido una línea que ofreciese más resistencia.

• La apertura inglesa • Formas de mantener la igualdad en

la apertura • Formas de mantener la igualdad en

el medio juego • La flexible mayoría de peones

• Ataque sobre la formación del flan­co de dama negro

• Explotar la debilidad en la forma­ción de peones

• Motivo para el cambio de piezas • Vulnerabilidad del rey en el medio

del tablero.

Las partidas de ajedrez no siempre se ganan con un ataque fulminante a las posiciones del rey ni arrastrando al rey a una situación mortal. A veces la dispo­sición de piezas y peones dicta un ataque lejos del mismo rey y, tal como hemos visto en la partida 2, a veces es la estructura de los peones contrarios el objeto de una estrategia ganadora.

En principio, la formación de peones más fuerte es cuando todos ellos están sobre una línea horizontal. Al principiar la partida, están así todos los peones de ambos bandos, en una posición sin fallos. Tan pronto como un peón sale de esta horizontal se convierte en blanco de ataque de un peón enemigo que puede traducirse en abrir una fila con ventaja para el contrario, en dejar al jugador que adelante sus peones a una posición débil, o bien en ambos casos. Las formacio­nes desventajosas tales como peones aislados, doblados o retrasados, etc. tie­nen todas ellas sus inconvenientes y frecuentemente se pueden explotar estas debilidades. Otra cuestión es la de cómo inducir al contrario para crear tales po­siciones malas de peones.

El movimiento por el flanco (fianchetto) P3C tiene el ligero inconveniente de que el contrario puede a veces adelantar su PT a 5T con objeto de abrir la fila de torre después de cambiar estos peones o debilitar el PC hostil en su 3C.

Cuando el rey contrario ha enrocado corto y cuando ha jugado un fianchetto en el mismo lado, el avance PTR del otro jugador puede dar como resultado una línea abierta de TR que se convierta en un arma potente contra el rey enemigo, más potente en general que una fila abierta de torre en el ala de dama.

Frente a un fianchetto no enrocado en el lado de dama, la técnica es distinta.

54 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ahí, frecuentemente, se adelanta el PAD para sostener o disputar el centro de­jando al PCD defendido sólo con el PTD. En tales casos el ataque P4TD 5TDx6CD suele ser eficaz frente al débil fianchetto. Puede desembocar por un lado en una posición floja de los peones del ala de dama para el jugador que ha jugado el fianchetto, o bien forzarlo a proteger con piezas sus peones. Una vez se han inmovilizado piezas para proteger los peones el otro jugador puede sacar ventaja de la situación por un camino completamente diferente, particularmente emprendiendo acciones en cualquier otra zona del tablero.

APERTURA INGLESA BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 P4AD

En lugar de ocupar el centro las blancas desarrollan un peón latera! con la idea de evitar contactos con el enemigo en los primeros pasos de la partida a fin de desarrollarse rápida­mente.

Este tipo de juego, denominado apertura inglesa, conduce frecuente­mente, a un fianchetto del lado de rey por ambas partes.

Por transposición puede conducir también a un cierto número de apertu­ras corrientes tales como el gambito de dama rehusado (véanse las parti­das 11 a 14) o a cualquiera de las va­rias aperturas indias (véanse las parti­das 9, 10, 19 a 22 y 24). Parte de su atractivo proviene de su flexibilidad.

Cuando las negras responden 1 ... P4R a la apertura inglesa se le ha de­nominado siciliana inversa, es decir, la siciliana con un movimiento de más. Esta continuación no se considera tan fuerte para las negras. Las blancas continúan con 2 C3AD y 3 P3CR.

La siciliana no es mala para las ne­gras, si bien esta continuación puede resultar buena para las blancas.

1 ... C3AR

Las negras responden con un movi­miento que presiona sobre sus cua­

dros centrales 4D y 5R pudiendo de­sembocar en el gambito de dama, en una de las aperturas indias o en la pro­pia apertura inglesa, y cualquier varia­ción que se haga no lleva ni al gambito de dama ni a las defensas indias ni a la apertura Retí.

2 C3AD

Sin entrar en contacto con su con­trario las blancas ejercen presión so­bre sus cuadros 5D y 4R manteniendo así un equilibrio y control en el centro.

2 ... P3R

Con esta réplica parece como si las negras pretendiesen jugar una defen­sa Nimzo-lndia (véanse partidas 1 y 2).

3 P4R

Esta es la llamada apertura franco-inglesa, un intento de las blancas de o bien alcanzar mayoría en el centro o bien desplazar el caballo negro me­diante P5R. Ninguno de estos objeti­vos puede lograrse sin compensación para las negras.

Las blancas también habrían podido jugar 3 P4D lo que podría llevar al gambito de dama después de 3 ... P4D o a la Nimzo-lndia después de 3 ... A5C.

3 ... P4D

Igualmente buena es:

3 ... P4A para poder proseguir a 4 P5R C1C! y las blancas no han conse­guido ninguna ventaja con el avance de su peón, y las negras pueden obli­gar a su cambio mediante la jugada ... P3D.

Por ejemplo: 5 P4A C3AD 6 C3A P3D 7 PxP (de otra manera su PR quedaría débil) 7 ... AxP 8 P4D C3A 9 PxP AxP 10DxD+ RxD y las negras no tienen nada que temer.

4 P5R

Prácticamente forzada. Después de 4 PAxP o 4 PRxP 4 ... PxP 5 P x P CxP y las blancas se quedarían con el PD aislado.

4 ... P5D!

Después de la tranquila 4 ... CR2D las blancas obtendrían una ventaja de espacio con 5 P4D.

5 PxC PxC

6 PCxP

Las blancas han tenido que elegir entre 6 PxPC 6 PCxP o PDxP. La continuación 6 PxPC PxP+ 7 AxP AxP habría llevado a una igualdad. En cualquier caso, con 6PCxP y 6PDxP las blancas terminan con peones do­blados, pero hay peones doblados con mayor ventaja que otros peones doblados. Después de 6 PDxP DxD+ 7 RxD PxP las blancas no tienen una mayoría de peones flexible en el ala de dama. Los peones blancos doblados no pueden forzar un peón pasado, mientras que las negras, a pesar de su peón doblado, podrán forzar un peón pasado.

La regla del pulgar para peones do­blados dice que si hay dos bloques de peones opuestos entre sí y en la mis­ma fila, pero separados por otro peón, el peón doblado no cuenta. Pero tan pronto uno tenga un peón en una fila en que el contrario no tenga ninguno, entonces el doblado sí cuenta cuando se trata de forzar un peón pasado.

Así, en el ejemplo de esta posición (después de 6 PDxP DxD+ 7 RxD PxP), no hay ningún peón simple en

56 Ajedrez. £1 camino hacia la maestría

una fila en el ala de dama, pero en el centro el PR negro sí lo es. Por tanto el peón doblado negro cuenta mientras que el peón doblado blanco no cuen­ta. Las negras podrán forzar un peón pasado pero las blancas no.

En el ejemplo anterior si hubiéramos colocado el PCR blanco en su 2R o 3R el peón negro doblado tampoco con­taría.

6 ... DxP 7 P4D

Ahora las blancas tienen una espe­cie de centro, debilitado por un peón doblado y por tanto vulnerable bajo ciertas circunstancias. El peón dobla­do es útil por cuanto refuerza el centro protegiendo al peón en 4D, pero tam­bién es vulnerable ya que después del movimiento negro ... P4A las blancas no pueden capturar en casi ninguna ocasión puesto que esto supondría tri­plicar peones.

Por tanto las negras pueden atacar directamente el PD blanco e indirecta­mente su PAD después de una prepa­ración adecuada con movimientos ta­les como ... T1AD ... C4TD y ... A3TD.

7 ... P3CD

7 ... P4A es más consistente, des­pués de haber explicado sus razona­mientos después de la séptima movi­da de las blancas. La partida podría continuar con 8 C3A P3TR (una jugada prudente y así evita el doble movi­miento de las blancas de 9 A5C y 10 A3D), 9 A3D C3A 10 A3R P3CD.

8 A2R

Una nueva idea. Usualmente se jue­ga 8 C3A A2C 9 A2R C2D 10 0-0 con ligera iniciativa de las blancas.

Otra ilustración es la Flohr-Kashdan, jugada en Folkstone en 1933, con esta continuación:

10 ... A3D 11 A5C D4A 12 D4T P3TD 13 P5A con una pequeña iniciativa por el peón sacrificado.

8 ... A2C 9 A3A

Este movimiento neutraliza el AD negro y posibilita continuar el desarro­llo mediante C2R y, además, prepara P5D como respuesta a ... P4A.

Las negras deben decidirse por el cambio de alfiles, y la partida podría tener el siguiente desarrollo:

9... AxA 10CxA A3D y

a) 11 D4T+ P3A 12 0-0 0-0 13T1R T1A seguido de 14 ... C2D. Las blan­cas con este jaque en la jugada 11ª, sólo han conseguido realizar un pe­queño hostigamiento.

b) 11 0-0 0-0 12 P4TD C3A y las blancas tendrán atacado su peón do­blado después de... C4T!.

Pero el aficionado no comprendien­do el disminuido valor del alfil detrás de su peón, debilita la posición al jugar

9 ... P31D?

Después de este movimiento el PCD negro puede ser un punto débil. Cier­tamente está protegido por el PTD ne­gro, pero las blancas buscando la for­ma de explotar esa debilidad ven que pueden atacar este peón adelantando su PTD a 4TD y 5TD. Entonces las ne­gras deben, o bien defender su PCD con ... C2D o capturar el PTD blanco, pero en ambos casos las negras de­ben tomar medidas especiales en fa­vor de sus peones del ala de dama, y en cualquier caso las negras se en­cuentran con una posición de peones débil que les supondrá serios proble­mas.

10 C2R

Antes de empezar el ataque al PCD negro mediante P4TD las blancas pre­paran el enroque, lo que siempre es una buena idea, pues ante una emer­gencia sí puede hacerse necesario en­rocar. Además, ahora el caballo puede tomar parte en la lucha.

Las blancas también podrían haber jugado inmediatamente P4TD pero

Apertura inglesa 57

más pronto o más tarde habrían tenido que jugar C2R ya que en algunas va­riantes el caballo participa en la bata­lla.

10 ... A3D 11 P4TD

Planeando proseguir el ataque a la formación de peones negros del ala de dama mediante 12 P5TD.

Veamos lo que seguiría si las negras se despreocuparan del ataque a su PCD y siguieran con:

11 ... 0-012P5TD.

(1)

12... D2R 13D3C y s¡ (1a) 13... C2D 14 P6T! ganando por

lo menos un peón (1b) 13... PxP 14 P5A! ganando una

pieza (1c) 13... D2Á 14T1CD C2D 15P5A

ganando un peón

(2)

12... PXP13D3C

58 Ajedrez. El camino hacia la maestría

(2a) 13 ... D2R? 14 P5A ganando una pieza

(2b) 13... A3T 14TxP con una clara superioridad

¿Cómo pueden desarrollarse las ne­gras?

(2c) ... A1A 14 TxP A2D 15 D7C ga­nando una pieza ya que después de 15 ... D1D 16 R1T D2A 17 DxT C3T 18 DxT+ seguido de 19TxC

(3)

12 ... C2D 13 P6T etc. ganando un peón.

(4)

12 ... A2A (probablemente lo mejor) 13 D3C C3T (las negras colocan el ca­ballo al borde del tablero). 14 P5A P4C (14 ... D1D 15 PxP PxP 16 PxP AxP? 17T1CDya16... C4A17PxC) 15 0-0 P4R 16 A3R y las blancas tie­nen un buen juego porque amenazan P4A.

11 ... P4TD

Para evitar una debilidad posicional las negras se dan a sí mismas otra: un PCD desprotegido y atrasado. La va­riante 4, arriba indicada, es ciertamen­te la menos mala.

12 T1CD

Las blancas toman inmediatamente la iniciativa atacando el PCD negro e indirectamente al AD. El siguiente mo­vimiento de las blancas demuestra lo que esto significa.

12 ... C2D 13 P5A! A2A

14 PxP CxP

Las blancas han desdoblado sus peones mientras que las negras que­dan no sólo con dos peones aislados sino también con un enjambre de pie­zas vulnerables amenazadas indirec­tamente.

15 A3T

Ahora las blancas impiden el enro­que de las negras cuya posición em­peora mucho. El juego de las blancas muestra gráficamente la forma de ir ganando ventajas posicionales. Te po­nes en camino para ganar un peón y en el proceso fuerzas al contrario a que ceda algo para defenderlo; en este caso la diagonal 3TD-8AR que aprovechan las blancas para evitar el enroque negro.

15 ... T1CD

Pues las blancas amenazaban ga­nar una de las piezas con 16 A5A.

16 A5A A1T

Un movimiento antinatural, pero las negras no tienen otra cosa.

17 C3C

Preparando meter al caballo en ac­ción por la vía 4R.

17 ... C4D 18 T x T +

Las blancas cambian aquí:

a) para ganar un tiempo ya que el AR negro ahora es vulnerable en cuan­to no está protegido (véase el 19.a mo­vimiento blanco)

b) porque después del cambio jue­ga proporcionalmente con más mate­rial, ya que la TR negra está y sigue estando fuera de juego.

18 ... AxT 19 D3C

Las blancas ganan un tiempo.

19 ... D1D 20 AxC!

Este cambio elimina a un enemigo poderoso y fuerza la apertura de la fila de rey para un ataque directo.

20 ... PRxA

Si 20 ... PAxP las blancas ganan un alfil después de 21 D5C+ D2D 22 DxA+

21 0-0

Las blancas han estado tan ocupa­das apresando sus ventajas que hasta ahora no han encontrado tiempo para enrocar. Ahora amenazan a las negras con 22T1R+ y 23T7R+.

Apertura inglesa 59

21 ... AxC

Las negras realizan este cambio por dos razones:

a) Eliminan una pieza vulnerable que sirve de protección a la dama y li­bera su dama de la misión de prote­gerla.

b) Eliminan el caballo blanco que es una pieza de ataque; por ejemplo: 21 ... P3A 22T1R+ R2A 23T7R+ R1C 24 C5A!

22 PAxA

La norma general es: «Tomar siem­pre con los peones llevándolos hacia el centro.»

Pero en estas especiales circuns­tancias se viola esta regla general.

Si 22 PTxA R2D(I). En cualquier caso las blancas tienen

un total control del tablero. Se amenaza 23 T1R+ R2D 24 T7R+

R1A 25T7T.

22 ... P3A

Buscando una huida al rey.

60 Ajedrez. Ei camino hacia la maestría

23 T1R+ R2A

Si 23 ... R2D las blancas ganarían rápidamente con 24 T7R+ R1A 25 T7T.

24 T7R+ R1C

Si 24 ... R3C 25 D2A+ R3T 26 D5A ganando.

Por ejemplo: 26 ... T1C 27 P4C P3C 28P5C+ PXP29D3T++.

25 D2A

Con la idea de jugar la dama a 5A y rematar el ataque.

25 ... P3C

Para impedir que la dama blanca vaya a 26 D5A tal como se dijo ante­riormente. Pero ahora la dama blanca encuentra otra vía.

Si 25... P3T26D6C.

26 D2R Abandonan

Las negras no tienen ninguna defen­sa satisfactoria contra 26 D6R+.

Si 26... D1AD27T8R+. En esta partida, como en otras mu­

chas, el amateur domina la apertura satisfactoriamente. Las fases que si­guen a la apertura demuestran ser las más peligrosas para el amateur. Esta es la fase en que el jugador debe va­lerse por sí mismo después de haber conseguido los movimientos maestros dados por la teoría.

• Ideas tras la Benoni • Cambio de alfiles prematuro • Cuadros débiles de un color • El rey expuesto en el centro

• Sacrificio para explotar la posición insegura del rey

• Apresurando el ataque

En el ajedrez el derecho a enrocar es un privilegio muy valioso dado la vulne­rabilidad del rey en su cuadro original como ha podido verse en la partida 3. Una estrategia correcta de apertura exige controlar el centro tanto con peones como con piezas, y puesto que frecuentemente esto supone avanzar el PR y el PD para ocupar dicho centro, la protección natural del rey por estos dos peones de­saparece pronto aumentando la vulnerabilidad del rey.

Esto casi obliga a tratar de escapar de la zona peligrosa valiéndose del enro­que. Por tanto, ambos bandos tienen la importante tarea táctica de ver de no perder el derecho a enrocar. Este privilegio puede quedar anulado por varios motivos. Un jaque franco realizado por un caballo enemigo fuerza el evento: el rey estará obligado a abandonar su cuadro inicial. Un jaque de una dama, torre o alfil hostil puede responderse muchas veces interponiendo alguna pieza, pero hay algunas circunstancias en las que el rey se ve obligado a moverse.

¿Cuan seria es la pérdida del derecho a enrocar? En muchas ocasiones esto no significa nada, cosa especialmente cierta en situaciones en las que se han cambiado damas. Pero incluso con las damas todavía sobre el tablero, el rey puede muchas veces mantenerse a salvo detrás de sus PD y PR. Pero cuando falta uno de los peones que protegen el centro se puede crear una situación crí­tica como veremos en la siguiente partida. La posición del rey en el centro se ha hecho más insostenible con el prudente sacrificio de una pieza para eliminar el último peón negro del centro y exponer al rey al ataque directo de tres piezas potentes y dos peones activos.

El desarrollo armonioso de las blancas es una base sólida y una garantía de lo correcto del sacrificio.

A lo largo de la partida entran en juego varios otros conceptos importantes entre los que están los débiles cuadros resultantes cuando se cambia uno de los

62 Ajedrez. El camino hacia la maestría

alfiles. En tal evento el jugador que ha hecho el cambio puede encontrar mucho más difícil controlar los cuadros del color del alfil cambiado.

Frecuentemente el jugador debe tomar precauciones especiales para prote­ger los cuadros débiles, lo que le deja menos piezas y tiempo para otras activi­dades.

APERTURA BENONI

BLANCAS: Maestro

1 P4D 2 P4AD

NEGRAS: Amateur

C3AR P4A

La apertura Benoni fue denominada así en 1825 por A. Reinganum de Frankfurt, Alemania, sin dar ninguna razón especial para tal nombre.

El movimiento 2 ... P4A es una es­pecie de contragambito que supone un intento por parte de las negras de disputar inmediatamente el control del centro a las blancas. En este punto la posición no es distinta que el ataque negro al centro blanco en la defensa Nímzo-lndia vista en la partida 2, pero debido a la réplica blanca usual P5D en la Benoni pronto se llega a una for­mación de peones y a un tipo de juego completamente distintos.

La idea básica detrás de la Benoni es animar a las blancas a adelantar su centro jugado P5D para luego atacar­lo.

En los años 30 la Benoni fue teórica­mente desaprobada, pero actualmen­te no se conocen detractores y mu­chas veces las negras sacan buenos resultados de ella. Sin embargo, esto puede ser debido a que jugadores fuertes y osados la emplean más que a sus méritos intrínsecos.

3 P5D

nan la tensión en el centro y sientan la formación de peones que da a esta apertura sus propias características. Las blancas adquieren mayor movili­dad y más terreno, pero en compen­sación las negras después de un fian-chetto en el ala de rey consiguen una diagonal abierta para su AR. Es más, después de los movimientos que aho­ra seguirán, que son los jugados co­rrientemente y que muchos maestros consideran forzados para las blancas, las negras consiguen mayoría de peo­nes en el ala dama como opuesto a la mayoría de peones blancos en el cen­tro.

Si se hubiese jugado 3 PxP D4T+ 4 C3A DxPA, las negras habrían recu­perado su peón, pero aún mejor 3 ... P3R y las blancas no pueden mante­ner el peón extra:

a) 4P4CD P4TD!. b) 4 A3R C3T (compárense las po­

siciones similares en el gambito de dama aceptado).

Si las blancas ignoran el ataque ne­gro y juegan 3 P3R, las negras no ten­drán muchos inconvenientes para igualar con 3 ... P4D. En la siguiente posición, con dos filas de peones cen­trales opuestos, la pregunta siempre es:

(a) ¿Puede un rival aislar mi PD ju­gando ... PxPD y ... PxPA?

(b) ¿Tengo alguna compensación (en este caso movilidad y espacio)?

Avanzando su PD las blancas elimi- Una vez quede aislado el PD surge

una cuestión muy importante: ¿Podrá proseguir más pronto o más tarde mi peón aislado?

En tal caso, el peón aislado es ven­tajoso.

Después de 3 P5D el juego puede seguir por una de dos líneas. Las ne­gras pueden afianzar su centro con 3 ... P3D en cual caso las blancas conti­nuarían con C3AD y P4R construyen­do una formación fuerte de peones. A su vez las negras con un fianchetto en el ala de rey consiguen una diagonal para su AR y mediante ... P4CD alguna oportunidad para atacar en el ala de dama. O bien las negras pueden inten­tar romper la formación de peones centrales blancos, lo que hace en esta partida jugando 3 ... P3R después de lo que sus objetivos son parcialmente los mismos que con 3 ... P3D, o sea:

(a) asegurar la diagonal larga 2CR 7CD.

(b) ocasiones de ... P3CD que aquí es más fácil ya que el PAD blanco de­saparecería de su 4AD y en conse­cuencia,

(c) una mayoría en el ala de dama.

Actualmente está en boga 3 ... P3R y en cualquier caso los resultados conseguidos con este movimiento son superiores a los obtenidos con la va­riante 3 ... P3D.

3 ... P3R 4 C3AD

Las blancas refuerzan el centro. 4 PxP destruiría el centro blanco. Después de 4 ... PAxP las negras

tendrían la posibilidad de seguir ata­cando el centro mediante la jugada ... P4D después de lo cual quedan situa­das maravillosamente bien.

En el caso de jugarse 4 PxP las ne­gras ganarían estas opciones:

Apertura Benoni 63

(a) ventaja numérica de peones en el centro y

(b) la ventaja de tener cubierta la columna de AR.

4 ... PxP

Las negras destruyen parte de la formación central de las blancas que les da algún mayor control de espacio y una mayoría en el centro.

En su lugar las negras podrían haber jugado 4 ... P3D pero están jugando para la mayoría en el ala de dama.

5 PxP

El peón blanco avanzado, apoyado apropiadamente, será un factor res­trictivo para el desarrollo negro.

Es posible 5 CxP CxC 6 DxC que tiene la misión especial de mantener el PD atrasado y conduce a otra clase de juego. La compensación para las ne­gras es un rápido desarrollo porque la dama blanca es vulnerable en su 5D. El juego puede continuar: 6 ... C3A 7 C3A P3D (amenazando 8 ... A3R y 9 ... P4D y eliminando la flojedad) 8 P4R C5C 9 D2D P4A y las negras tienen la

64 Ajedrez. El camino hacia la maestría

iniciativa después de 10 P3TD PxP. En este caso la estrategia de las blan­cas no estaría justificada.

5 ... P3D

Las negras consolidan su centro y abren una diagonal para su AD. Pronto se desarrollarán su AR a 2CR desde donde ejercerá gran presión sobre la diagonal larga.

Con todo esto las blancas ocuparán mayor espacio en el centro, pero las negras ejercen por lo menos igual pre­sión con sus dos formidables alfiles. Hay que notar que ninguno de los alfi­les negros queda cerrado por sus peo­nes. De esta forma, las negras tienen dos buenos alfiles por decirlo de algún modo.

6 P4R

Las blancas juegan este movimien­to:

(a) para reforzar su PD (b) para hacer eventualmente una

rotura completa en el centro mediante P5R

(c) para abrir una diagonal para el desarrollo de su AR.

En otros tiempos aquí se jugaba 6 P3CR porque los jugadores «estaban acostumbrados» a este movimiento, como en la apertura india de rey, pero es evidente que después de 6 P3CR y 7 A2C el AR blanco es muy malo por­que está bloqueado por su propio PD y después de P4R por su PR.

Siguiendo el texto, la formación re­sultante, típica de la Benoni proporcio­na a las negras las dos ventajas ya mencionadas:

(a) la apertura de una eficaz diago­

nal larga por un fíanchetto del lado de rey

(b) sacar partido de su mayoría en el lado de dama.

6 ... P3CR

Cuando las negras hayan completa­do el fianchetto con ... A2C controlará cuadros tan importantes como sus 4R y 5D y estará en condiciones de cam­biar el CD blanco por su propio AR si es deseable, y estarán amenazando indirectamente a la TD detrás de la pieza y el peón.

7 C3A

El caballo aumenta la presión en el centro y puede eventualmente apoyar al peón avanzado P5R.

7 ... A5C(?)

Quizás es natural que las negras de­seen neutralizar la creciente fuerza blanca, pero este movimiento es erró­neo en varios aspectos:

(a) Como principio general, las ne­gras no pueden acceder a tomar la ini­ciativa tan pronto.

(b) Ya que las negras han llevado su PCR a la tercera línea, no pueden retirar su alfil a 4TR si se le ataca, y de­berá perder un tiempo llevándolo a 2D o 1AD o cambiarlo.

Sin embargo, el cambio, es malo, en parte porque el cambio sería de un alfil por un caballo, y además porque una vez cambiado el alfil, los cuadros blan­cos se debilitan para las negras. ,

Pero hay un punto a favor: las ne­gras cambian el CR blanco con lo que los cuadros 5R y 4D de las blancas quedan sin protección, y por lo tanto

aumenta la influencia negra en el cen­tro.

Llegados aquí, las negras deberían haber proseguido su desarrollo con el movimiento lógico 7 ... A2C con lo que las blancas podrían continuar 8 A4AD o 8 A2R o bien 8 A5CR naciendo una interesante lucha de espacio contra fuerza. Sería malo para las blancas ju­gar en ese caso 8 P5R por 8 ... PxP 9 CxP 0-0 amenazando las negras tan­to 10 .. .TIRcomo 10... CxP un sacri­ficio fingido que ganaría un peón.

8 P3TR

Las blancas presionan al alfil negro para que tome una decisión, ya que sabe que las negras deben o bien cambiar y perder su buen alfil o retirar­lo perdiendo un tiempo.

Además, P3TR restringe las posibili­dades de las negras, ya que no podrán jugar C5CR.

8 ... AxC

Probablemente habrían hecho mejor las negras retirando el alfil. Con el cambio:

(a) ayuda al desarrollo blanco (b) se priva a sí mismo de su buen

alfil (c) deja a las blancas el control de

los cuadros blancos del tablero, pero (d) incrementa la influencia negra

en el centro ya que desaparece el CR blanco que controlaba sus cuadros 5R y4D.

9 DxA A2C(?)

Si bien este movimiento parece ser el movimiento de desarrollo lógico no siempre se puede hacer lo aparente­mente «lógico». Aquí hay una amena­za táctica que hay que tener en cuen-

Apertura Benoni 65

ta, y debería jugarse 9 ... P3TD para evitar el jaque que ahora seguiría. Además 9 ... P3TD no es sólo un movi­miento defensivo sino también agresi­vo ya que prepara ... P4CD para apro­vechar la mayoría de peones en el ala de dama.

10 A5C+!

Un movimiento posicional excelente ya que saca ventaja de la debilidad de los cuadros blancos de las negras.

10 ... CD2D?

Este movimiento evidentemente es perdido. Constituye el error decisivo de la partida.

El único movimiento es 10 ... CR2D que resulta interesante. Pero a menu­do sucede que en caso de debilidad en el lado de dama, las negras llevan su CR para ayudarlo. En tal caso, 10 ... CR2D evitaría el siguiente movimiento A5C con el que las blancas pueden forzar a las negras a renunciar al enro­que, lo que en general es cosa muy seria.

66 Ajedrez. El camino hacia la maestría

11 A5C

Esto evita que las negras jueguen 11 ... 0-0 después de lo cual 12 AxCD DxA 13 A x C pierden pieza las ne­gras. Obsérvese cómo la ausencia del AD negro, ha situado a éstas en una posición muy comprometida.

11 ... P3TR

Nada de lo que puedan hacer las negras las salvará de perder el dere­cho a enrocar. También podrían haber jugado 11 ... P3TD con el mismo resul­tado 12 A x C + RxA.

12 A x C +

Las blancas realizan este cambio ya que las negras han de tomar con su rey el cual estará muy expuesto en esta posición.

Las negras no podían seguir con 12 ... DxA, ya que perderían una pieza después de 13 AxC, AxA 14 D x A

12. . . RxA

Ahora las negras tienen el rey en una posición muy floja, y las blancas

buscan la mejor forma de aprovechar­se de esta situación.

13 A4A

Las blancas tienen que hacer algo frente al ataque de su alfil, y en general es una buena idea dirigir piezas contra cuadros de las proximidades del rey enemigo, cosa que aquí resulta muy frecuente porque el rey es muy vulne­rable en su posición no enrocada.

13 ... T1R

Las negras se apresuran a desarro­llar rápidamente sus piezas, intentan­do controlar el peligro P4R y previ­niendo indirectamente un posible C5C lo que podría ser contestado por ... CxPR.

Y en este punto la línea 13 ... C4T podía haber sido continuada por las blancas por 14 A2T o por un eventual 14AXP.

14 0-0

Con la torre negra en la columna de rey, las blancas se apresuran a poner a su rey en seguridad retirándolo de un eventual ataque.

14 ... P3T

Para prevenir un eventual movi­miento blanco del C5C.

15 TR1R

Puesto que las blancas planean abrir la posición mediante P5R se hace necesaria una presión adicional de su torre a lo largo de la columna de rey.

15 ... C4T

Apertura Benoni 67

Esto obliga a las blancas a tomar una decisión. Si ahora jugasen la obvia 16 A2T las negras completarían su de­sarrollo con ... D3A y las blancas ten­drían muchas más dificultades para hacer sentir su superioridad.

16 AxPD!!

Las blancas pueden hacer este es­pectacular sacrificio porque después de 16 ... RxA 17 DxP consigue por lo menos dos peones por su alfil y ame­naza los dos PCD y PCR negros ade­más de haber cerrado el escape del rey negro hacia la primera línea.

16 ... RxA

Entre otras cosas las blancas ame­nazan ahora ganar una pieza mediante 18 DxP+ y si 18 ... C3A 19 DxA.

17 ... D3A 18 P5R+!

¡Insistiendo en el ataque! Las blan­cas, que tienen mejor desarrollor sa­can ventaja de la insegura posición del rey negro. El sacrificio del peón libera

su cuadro 4R para el caballo y obliga a las negras a jugar de tal forma que su TD se queda sin protección.

La alternativa 18 DxPCD también es buena, pero la del texto fuerza más.

18 ... TxP 19 DxPCD TD1R

Forzada. La plausible jugada 19 ... TxT+ 20 TxT favorece a las blancas porque entonces pueden amenazar 21 C4R+ ganando la dama.

20 C4R+

Las blancas pueden afrontar este ul­terior sacrificio porque el rey negro está en descubierto y las blancas tie­nen a mano la posibilidad de D6A+. Lo jugado gana dos torres por un ca­ballo y conduce al mate.

20 ... TxC 21 D6A+

Otro potente movimiento. Ambas torres negras caerán y el mate está en el aire.

21 ... R2R

68 Ajedrez. E/ camino hacia la maestría

Si 21 ... R4R22 DxT+ etc.

22 TxT+ Abandonan

Ya que si (a) 22 ... R1A o R2A 23 DxT+ + .(b)22 ... R1D23TxP+ + .

En esta partida el hundimiento del amateur comienza en la apertura con la prematura puesta en ejecución de un plan cuya idea básica no es mala. Las negras cambian su AD por el CR blanco para reforzar su influencia en el centro, pero no se da cuenta de los

peligros que entraña esta estrategia. De haber protegido a tiempo su diago­nal crítica 1R-5TD mediante 10 ... P3TD o en forma más correcta me­diante 11 ... CR2D las consecuencias de su dudoso cambio en el 7º movi­miento se habrían atenuado conside­rablemente. La tempestad que se de­sarrolla después del fracaso en prote­gerse a sí mismo es tan abrumadora que el amateur no alcanza nunca la oportunidad de demostrar sus habili­dades defensivas.

• La teoría de los movimientos en la • Consecuencias a la larga de un Ruy López error en la apertura

• Variante de apertura (5 ... CxP) de • Peligro de un caballo en el centro, la Ruy López sin retirada

• Planteamiento estratégico • La fuerza de las amenazas tácticas • Dos líneas estratégicas en la varian­

te de apertura: 9 P3AD frente a 9 D2R

De entre todas las aperturas de PR, la Ruy López (1 P4R P4R 2 C3AR C3AD 3 A5C) es la que ofrece a las blancas las máximas posibilidades de conservar la ventaja inicial de haber jugado primero. Debido a esto la Ruy López ha sido muy estudiada y tiene más partidarios para las aperturas que cualquier otra.

En la Ruy López el planteamiento está basado a largo término. Para conser­var su ligera ventaja inicial las blancas deben comprender dónde reside tal ven­taja y elegir movimientos que la mantengan o aumenten. Si juega con indiferen­cia las negras pronto igualarán.

Para el amateur, la Ruy López es una apertura al mismo tiempo fácil y difícil; fácil en el sentido de que raramente las grandes complicaciones combinativas surgen en las etapas inicíales como en el caso de aperturas tales como el gam­bito de rey en algunas variantes del giuoco pianno. En general la Ruy López dis­curre por líneas tranquilas. Por otra parte, le resulta difícil al amateur tener un co­nocimiento completo del Ruy López pues no puede uno limitarse a las líneas ge­nerales y a los movimientos normalizados, ya que un determinado movimiento puede tener cierto significado y valor en una variante y otros completamente dis­tintos en otra. Este es el caso que se presenta en esta partida, que resalta este aspecto especial de la apertura.

En las más de las líneas de la Ruy López, el movimiento ... C4TD después de que las negras hayan desviado el AR blanco a 3CD es muy bueno tanto si tiene por objeto cambiar el AR blanco como preparar el avance, normalmente eficaz, del PAD. Sin embargo, en esta primera partida tanto el movimiento del caballo

70 Ajedrez. El camino hacia la maestría

como el avance del PAD son incorrectos por motivos tácticos tal como veremos en su desarrollo.

En las partidas entre maestro y amateur este último se equivoca frecuente­mente no ya en la apertura misma, sino en los primeros pasos del juego medio, siendo aquí insuficiente la teoría de la apertura.

RUY LÓPEZ

Variante abierta (5 ... CxP)

BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 P4R P4R 2 C3AR C3AD 3 A5C

La apertura Ruy López aporta a las blancas más posibilidades que la ma­yoría de las otras.

Con 3 A5C las blancas ejercen pre­sión indirecta contra las posiciones negras pues mediante AxC amenazan ganar eventualmente el PR negro. No lo pueden hacer inmediatamente puesto que 4 AxC PDxA 5 CxP(?) se contesta con 5 ... D5D o 5 ... D4C con­duciendo cualquiera de las dos a recu­perar el peón y da a las negras por lo menos una posición pareja. Pero las negras deberán tener en cuenta conti­nuamente la posibilidad de que las blancas jueguen AxC en circunstan­cias más favorables como veremos en dos ejemplos en los que primero pro­tegen su PR, con lo que las negras no pueden recuperar el peón con su dama después de que las blancas ha­yan jugado CxPR:

(a) 3 ... C3A 4 P3D amenazando 5 AxC PDxA 6 CxP y las negras no pueden recuperar su peón con 6 ... D5D,

(b) 3...P3TD 4A4T C3A 5 0-0 A2R {véase partida 6); 6 T1R y nuevamente

las blancas amenazan jugar AxC para sacar ventaja como por ejemplo 6 ... 0-0 7 AxC PDxA 8 C x P y las blancas ganan un peón.

3 ... . P3TD

La variante Morhy. Esta se conside­ra como la variante más fuerte de la Ruy López, ya que las negras conser­van para sí mismas la posibilidad de romper en cualquier momento la pre­sión blanca sobre el CD negro me­diante ... P4CD.

En esta variante de la estrategia blanca son elementos importantes:

(a) presión directa contra el CD ne­gro y por extensión contra el rey que está detrás del caballo

(b) presión indirecta contra el peón negro en 4R

(c) forzar a las negras a jugar ... P4CD seguido de un intento de explo­tar este movimiento jugando P4TD en el momento oportuno a fin de debilitar el lado de dama negro.

La estrategia general negra es la opuesta a la blanca.

En general va dirigida a evitar que las blancas alcancen los tres objetivos antes citados. Además, las negras es­tán vigilando una oportunidad de cam­biar el AR blanco eventualmente me­diante ... P4CD y ... C4TD.

4 A4T C3A

Apertura Ruy López I 71

Un movimiento de desarrollo que contribuye a centralizar las piezas ne­gras. En algunos casos las negras pueden tomar el PR blanco, no con el fin de ganar un peón ya que las blan­cas pueden recuperarlo, pero sí para igualar de la manera más simple.

5 0-0

Llegados a este punto 5 no se considera el más fuerte, ya que alivia­ría ia presión contra el PR negro, facul­tando a éstas para cambiarlo.

Esta es una de las dos principales variaciones clásicas del Ruy López, denominada de contraataque o abier­ta. Es arriesgada porque abre el juego antes de que el rey negro esté enroca­do a salvo. Las blancas, que acaban de enrocar, tienen su torre preparada para atacar en la columna de rey.

Para la otra línea 5 ... A2R (defensa cerrada) véase la partida 6.

¿Cómo lo harán ahora las blancas para sacar ventaja de la posición ne­gra algo arriesgada? Con un movi­miento tal como 6 T1R pueden recu­

perar inmediatamente su peón, pero sin ventaja, como por ejemplo 6 ... C4A 7 CxP A2R después de lo cual las blancas tienen que permitir el cam­bio de su PR y el rey negro puede ir a una posición segura.

Es mucho más importante para las blancas hallar la forma de sacar venta­ja de la debilidad negra en la columna de rey, que recupera inmediatamente su peón. Por tanto juegan

6 P4D

Las blancas tratan de abrir aún más el juego invitando a 6 ... PxP que pue­de ser peligroso para las negras. El movimiento 6 P4D que no era bueno una jugada antes, ahora sí que lo es porque las negras han abierto parcial­mente la columna de rey con su ... CxP.

Obsérvese lo que sucede si las ne­gras juegan 6 ... PxP 7 T1R P4D 8 CxP y las blancas recuperan ensegui­da uno de sus peones y recuperarán también el otro. No es muy prudente por parte de las negras provocar com­plicaciones en un momento en que su rey no está todavía en una posición segura. Por otra parte, las negras de­ben tener algunas oportunidades ya que la posición del rey blanco no está suficientemente defendida. Las negras pueden iniciar un contraataque sor­presa con la enérgica variante Riga: 8 ... A3D 9 CxC A x P + sólo para forzar tablas por jaque continuo si las blan­cas toman el alfil: 10 RxA D5T+ 11 R1C DxP+,etc .

Pero las blancas pueden evitar las tablas jugando 10 R1T! respondiendo las negras 10 ... D5T con toda suerte de amenazas lo que obliga a las blan­cas a liquidar de una u otra forma: 11 TxC+ (movimiento forzando la liqui­dación) PxT 12 D8D+ (forzando) DxD

72 Ajedrez. El camino hacia la maestría

13 CxD+ RxC 14 RxA y las blancas tienen el mejor final tal como se ha de­mostrado en algunas partidas.

6 ... P4CD

Las negras realizan este movimiento en el momento oportuno, que es tan tarde como sea posible. Deben reali­zarlo ahora para estar en condiciones de responder al T1R blanco con ... P4D. Si, por ejemplo, hubiesen jugado 6 ... A2R? entonces 7 T1R P4D 8 CxP ganando ventaja porque las blancas recuperan su peón y además tienen la iniciativa amenazando CxC.

Las negras deben jugar ... P4C tan tarde como les sea posible porque desvía el alfil blanco a 3CD, un cuadro más activo desde el que domina una diagonal más importante así como el cuadro 5D dirigiéndose hacia el ala negra del rey. Además ... P4CD debili­ta el lado de dama negra abriendo la posibilidad a las blancas de jugar P4TD.

Sin embargo, este último movimien­to no es en general tan importante en la variante abierta del Ruy López como en la defensa cerrada.

7 A3C

Desde su 3CD el AR supone varias amenazas como puede verse en las siguientes combinaciones posibles:

(a) 7...A2R 8A5D C3D 9 P x P con juego favorable para las blancas. Han ganado su peón y tienen mucha más libertad para un avance en desarrollo.

(b) 7 ... PxP 8 T1R P4D seguido por:

(1) 9 C3A PxC 10 AxP A2D 11 TxC+ A2R 12 D2R y las ne­gras no pueden enrocar (por 12 ... 0-0 13 AxC seguido por TxA)o

(2) 9 AxP DxA 10 C3A D1D 11 T x C + A2R 12 CxPD A2D 13 C5D etc. con buen juego.

Puesto que 7... PxP no funciona, las negras han de restituir el peón lo que hacen con 7 ... P4D que es muy eficaz para formar una nueva posición en el centro y mantener el CR negro en su fuerte situación.

7 ... P4D 8 PxP A3R

Forzada, ya que las blancas estaban amenazando AxP.

La partida entra ahora en una nueva fase. Hay que tomar decisiones estra­tégicas. Estudiemos cuidadosamente esta posición para determinar en qué deben basarse tales decisiones. Las blancas tienen cuatro peones en el ala de rey frente a tres negros. Las negras tienen cuatro peones en el ala dama frente a tres blancos. Estas son las ca­racterísticas que determinan los pla­nes a hacer para cada lado en el futuro próximo.

Las blancas tratarán de avanzar sus peones del lado de rey, y las negras tratarán de hacerlo con los suyos del

Apertura Ruy López I 73

ala dama. Esto significa que las blan­cas tienden a C4D (u otros movimien­tos del caballo), seguido de P4AR mientras que las negras tienden a ... C4TD seguido de ... P4AD. No obstan­te, el CR blanco no se puede mover mientras su PR no esté protegido. Pri­mero las blancas deben expulsar el caballo negro en 5R y proteger así su PR a lo largo de la columna de rey. El primer objetivo de la estrategia inme­diata blanca es la eliminación del ca­ballo negro.

¿Cómo se puede conseguir este ob­jetivo?

La manera más directa, es: 9 CD2D C4A (9 ... A2R 10 T1R C4A y el resulta­do es similar al de la posición) 10 T1R A2R 11 P3A (necesarios para la prepa­ración de C4D). Se ha demostrado que, después de 11 ... 0-012 A2A P5D el juego de las negras es satisfactorio.

Hay también otras formas de atacar al caballo negro.

Hemos visto ya el ataque doble con torre y caballo: también podríamos ha­ber atacado con torre y alfil, con alfil y caballo o con dama y caballo, etc.

Con la continuación tradicional 9 P3A las blancas pretenden hacer sitio a su AR en 2A y controlar el cuadro 4D. Al principio de la partida ya hici­mos notar que la única meta positiva de las negras era la de cambiar el AR blanco por... C4T. Aquí tenemos ver­daderamente la primera oportunidad que tienen las negras para hacerlo y esto explica el movimiento blanco P3A. Sin querer decir que éste sea el único movimiento correcto en este momento. Las negras responden 9 ... A2R y aquí hay dos variantes sólo para informar de cómo las blancas pueden arreglárselas para expular al caballo negro, y veremos que ninguna de es­tas variantes nos supone una clara ventaja.

(a) 10CD2D 0-0 11 A2A P4AR 12 PxP (al paso), CxP3A, con posición dificultosa por el flanco.

(b) 10 CD2D 0-0 11 D2R C4A 12 C4D (después de 12 A2A PSD con buen juego para las negras) C x A 13 CDxCR (13 CxCD CxA!) D2D 14 CxC DxC y las negras tienen los dos alfiles y la estrategia blanca (el avance de los peones en el flanco de rey), es ahora más fácilmente realizable.

Como ya hemos explicado antes, ninguno de los dos sistemas introduci­dos por 9 P3A lleva a una clara ventaja para las blancas. Por el contrario, en muchos casos las negras obtienen contra ocasiones muy buenas, si bien esto no quiere decir que tengan las mejores. Por este motivo la variante abierta ha sido durante mucho tiempo adoptada por jugadores audaces con­duciendo las negras.

Por tanto, los jugadores con blan­cas empezaron a responder como en la presente partida.

9 D2R

Un nuevo sistema, el sistema Mos­cú, para fijar la posición del caballo en 5R por T1D seguido de P4AD.

Esta jugada da la oportunidad a las negras de cambiar el AR de las blan­cas, mediante ... C4T o bien ... C4A.

9 ... C4T?

Esta partida nos demostrará que este movimiento no es demasiado fuerte. En seguida sabremos que tan pronto las negras mitigaran su presión sobre el PR blanco, éstas pueden ju­gar inmediatamente C4D.

Es cierto que las negras cambian el AR blanco por su caballo de la forma más sencilla y que además imposibili­tan el plan estratégico de las blancas

74 Ajedrez. El camino hacia la maestría

de jugar T1D y P4AD pero éstas, las blancas, pueden ahora llevar a cabo, mucho más fácilmente, su fin estraté­gico de expulsar el caballo negro en 5R sacando ventaja de su superiori­dad en el flanco de rey.

Si en este instante las negras simpli­fican el juego mediante 9... C4A con la idea de cambiar el AR de las blancas por este caballo negro, las blancas atacarían mediante la idea de jugar T1D y después P4AD: 10 T1D C x A (mejor 10 ... A2R) 11 PTxA2R 12 P4A PCxP 13 PxP 0-0 14 C3A C5C (14 ... P5D 15 D4R) 15 PxP CxP y las blan­cas ganan un peón mediante 16 Tx P.

En general se puede ver cómo las blancas ejercen presión contra la posi­ción negra. Mejor es 9 ... A2R 10 T1D C4A y la situación se pone bastante dificultosa. Ahora las blancas dispo­nen de tres posibles continuaciones:

(a) 11 AxP AxA 12 C3A A5A 13 T x D + TxT 14 D3R P5C 15 P3CD A3R 16 C4R T8D+ 17 C1R C5D 18 A2C CxP 19 D2R TxT 20 AxT C x A 21 CxC AxC y el resultado es dudo­so.

(b) 11 P4A P5D 12 PxP P6D 13 D3R CxA 14 PxC C5C 15 C4D A5C y las negras tienen buen juego.

(c) 11 A3R 0-0 12 P4A PCxP 13 AxP C4T! con igual de posibilidades.

Estas variantes son el resultado de análisis exhaustivos a lo largo de los años. Quedan muchos puntos poco claros para el lector, pero que infor­man sobre lo que pudo suceder.

10 C4D

Esta jugada prepara el posterior 11 P3AR (amenazando al caballo negro) y también 11 P4AR (preparando la ma­yoría de peones en el flanco de rey blanco, plan de la estrategia), para

realizar el CxA como siguió en la par­tida.

La jugada 10 C4D es muy superior a la más antigua 10 T1D y también 10 C4D prepara el avance del peón AR blanco.

10 ... P4AD

De momento parece que las negras hayan cumplido su objetivo ya que han adelantado su PAD y obligado al caballo blanco a cambiar. De todos modos es curioso el hecho que como consecuencia de 9 ... C4T? el caballo negro en 5R sea más o menos despla­zado especialmente después de 10 ... P4AD que impide al caballo ir a su 4AD.

Pero las negras ya están en dificul­tades. Consideremos el obvio movi­miento 10 ... A2R 11 P3AD CxA (sin este cambio las blancas retiran su alfil a 2A y la jugada negra 9 ... C4T habría sido completamente insensata) 12 PxC 0-0 (las blancas amenazan TxP como en la partida) 13 P4CD! y las blancas amenazan ganar una pieza con 14 P3A C4C 15 P4TR. Además, después de 10 ... A2R las blancas pueden también ganar un peón: 11 C x A PxC 12 D4C con doble ataque.

Lo que es remarcable en esta parti­da es la estrategia hasta el último mo­vimiento, con ambos bandos jugando de acuerdo con un plan general, tal como el de mirar la posición del caba­llo tratando de sacar ventaja de la ma­yoría en el ala de rey, etc. A partir de aquí entran las tácticas debido a la po­sición vulnerable del caballo en el cua­dro 5R negro y a los intentos de dicho caballo por escapar.

El amateur está verdaderamente en gran desventaja y no es de extrañar que el maestro, que es un jugador mu­cho más ducho, sea capaz de hacerse

Apertura Ruy López I 75

con la preponderancia en bien pocos movimientos.

12 P3AD

Para hacerle sitio al AR ya que las negras estaban amenazando ganar una pieza con 12 ... P5A.

12 ... CxA

De otro modo, el alfil blanco que está amenazado por el caballo se ubi­caría en 2A huyendo del caballo negro de 4TD presionando además sobre el caballo negro de 5R por ejemplo: 12... P5A 13 A2A seguido por 13 ... C4A 14 D5T+ o por 13 ... C4C 14 D4C con clara superioridad de las blancas en los dos casos.

13 PxC

Ahora las blancas tienen superiori­dad en el flanco de dama y amenazan ganar el PT mediante: 14 Tx P TxT 15 DxP+. Y las amenazas en el flanco de rey son muy fuertes también: 14 D4C D2D 15 P3A y se gana el caballo negro

ya que no tiene ninguna casilla de hui­da.

13 ... D3C

Parando las dos amenazas de mo­mento. Ya que si 14 P3A seguiría 14 ... P5A+ dejando la casilla negra de 4AD para la retirada del caballo amenaza­do.

Y si en esta posición las negras hu­biesen jugado 13 ... C4C las blancas habrían ganado un peón por dos dife­rentes procedimientos, a saber:

(a) 14TxP TxT 15DxP+ etc. (b) 14 D4C C2A 15 DxP+ etc.

Y no se puede jugar 13 ... D2D por la jugada 14 P3A. Esto renueva la ame­naza de 15 P3A ya que:

14 A3R

Para hacer sitio al AR ya que las ne­gras estaban amenazando ganar una pieza con 15 ... P5A.

14 ... A2R 15 D4C

Esto renueva la amenaza de 16 P3A ya que las negras no están en condi­ciones de responder adecuadamente ante dicha amenaza y la ganancia del PCR mediante 16 DxP.

15 ... 0-0

Hubiera sido un poco mejor: 15 ... R2D ya que no hubiera sido prudente, por parte de las blancas, tomar el PC negro ya que esto le hubiera dado al contrario una columna para un ataque por el flanco de rey. En este caso las blancas continúan con 16 P3A y des­pués de 16 ... P4T 17 D6C P5D las blancas ganan sus piezas con 18 A1A!

76 Ajedrez. El camino hacia la maestría

pero no en condiciones tan favorables como en la partida.

16 P3A

Las negras tienen encerrada ia pieza que deben perder.

16 ... P5D

Si 16 ... P4TR las blancas jugarían 17 D6C! pero no 17 DxPT por T4A dando una casilla de huida al caballo negro por vía 4C.

17 A6T Abandonan

Después de 17 ... T2A 18 DxC ata­cando la TD o bien 18 PxC sin com­pensación por la pieza perdida.

La principal razón por la que el ama­teur ha perdido tan rápidamente la partida ha sido la falta de conocimien­tos teóricos de estas variantes moder­nas del Ruy López. Hay que ser un ju­gador muy experimentado para juzgar que 9 ... C4TD es dudosa. Cuando el amateur ha hecho esta mala jugada ya no podrá recuperar su posición, dete­riorándose el juego.

Variante cerrada (5 ... A2R) de la Ruy López El ataque Worrall Maniobra característica del CD blanco en el Ruy López Estrategia característica del ala de dama negra en la Ruy López

• Combinación basada en el ataque indirecto.

• Sacrificio de peón para abrir una columna para el ataque

• Ataque por el flanco de rey a lo lar­go de la columna abierta.

• Ataque total por el ala de rey

Puede describirse claramente la estrategia general del ataque por el ala de rey, pero los detalles de su ejecución deben elegirse cuidadosamente desde un punto de vista táctico.

Para emprender un ataque por el ala de rey el jugador debe controlar el cen­tro o por lo menos tenerlo estabilizado de tal forma que el contrario no pueda ini­ciar ninguna acción seria por ahí.

El oponente debe tener alguna debilidad o algún punto de ataque en su lado de rey.

Una vez existen estas dos condiciones, la técnica general del ataque en el lado de rey son las siguientes:

1) Tener el mayor número de piezas posible dispuestas para jugar inmedia­tamente.

2) Abrir tantas líneas como se pueda, tanto columnas como diagonales. 3) Ir llevando las piezas, una tras otra, a posiciones cada vez más favora­

bles, cuando sea posible y con movimientos, de tal forma que el contrario no tenga tiempo de tomar medidas defensivas necesarias en su ala de rey.

4) Sacrificar cuando sea necesario para llevar las piezas adecuadas a los cuadros claves.

5) Acosar continuamente al rey enemigo, despojarlo de toda protección, hacer cambios y sacrificios cuando sea factible para completar este final.

6) Hacer el mejor uso de las amenazas.

78 Ajedrez. El camino hacia la maestría

La aplicación adecuada de estas técnicas no da al contrario ninguna oportu­nidad para que pueda introducir sus piezas en la batalla, las amenazas se hacen irresistibles y el rey enemigo muchas veces se ve envuelto en una red inexorable.

APERTURA RUY LÓPEZ

Variante cerrada (5 ... A2R)

BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 P4R P4R 2 C3AR C3AD 3 A5C P3TD 4 A4T C3A 5 0-0

Esta es la apertura Ruy López. Para las ideas básicas tras la apertura, véa­se la partida 5.

Llegados a este punto la apertura se bifurca según dos sistemas principa­les:

a) el contraataque o variante abier­ta (partida 5) y

o) la defensa cerrada (esta partida)

5 ... A2R

La ¡dea básica tras la variante cerra­da es completar el desarrollo tan rápi­damente como sea posible. Las ne­gras construyen una posición sólida y esperan mantener el centro, es decir, guardar su PR en 4R.

Otras posibilidades:

(a) 5 ... CxP con la apertura de la columna de rey, donde las blancas pueden tener ocasiones de un ataque directo, como en la partida 5.

(b) 5 ... A4A dando la oportunidad a las blancas de hacer un sacrificio fin­gido después d e 6 C x P C x C 7 P4D.

Esto no les da ninguna ventaja des­pués de 7 ... CxP 8 D2R A2R 9 DxC C3C.

La teoría prefiere la jugada 6 P3A en lugar del sacrificio fingido.

6 D2R

El ataque Worrall. Esta línea tiene dos ideas básicas:

(a) Las blancas protegen su PR, y amenazan ganar un peón mediante 7 AxC seguido de 8 CxP. Por ejemplo: 6 ... 0-0? 7 A x C PAxA 8 CxP D5D 9 C3A y no se puede seguir con 9 ... DxPR ya que se pierde una pieza me­diante 10 DxD CxD 11 T1R (11 P4AR12 P3D).

(b) Tienen la idea de colocar la TR en la columna de dama, exactamente en 1D en la que tendrá gran actividad y controlará dicha columna.

Aquí las blancas podrían haber ju-

Apertura Ruy López II 79

gado igualmente según la línea 6 T1R con igual amenaza. Es importante te­ner protegido el PR blanco. La elec­ción de línea a seguir es una cuestión de gustos o temperamento, pero lo del texto (D2R T1D) requiere un movi­miento más que 6 T1R para conseguir el mismo objetivo. En cualquier caso el cuadro 1AR blanco debe desocuparse a fin de llevar más tarde a él el CD.

Otros movimientos, tales como 6 C3A y 6 P3D no son tan agudos y fa­cultan a las negras a conseguir su ob­jetivo de forma sencilla: 6 P3D P4CD (para evitar la pérdida de PR); 7 A3C P3D etc.

De todas formas, el hecho de que los movimientos sean menos pe­netrantes no quiere decir que sean in­feriores; sólo significa que las negras no se enfrentan aún con problemas di­fíciles en las primerísimas fases de la partida.

Obsérvese que 6 A x C seguido de 7 CxP no daña a las negras que dispon­drían de 7 ... CxP y 7 ... D5D.

6 ... P4CD

Al igual que en la partida 5 las blan­cas posponen ... P4CD hasta el último momento posible, ya que el AR blanco es más directamente activo en su 3CD (desde donde ataca el cuadro 2AR) que en su 4TD. No obstante, el ataque del alfil en 2AR negro no es significati­vo ahora que las negras pueden enro­car.

7 A3C 0-0 8 P3A

Prepara para el avance P4D y hace sitio para el AR blanco que puede ser atacado después de ... C4TD. El AR blanco es llamado el «alfil atacante». En general no es favorable cambiar un alfil por un caballo pero es peor permi­

tir cambiar el «alfil atacante» por un caballo. Ciertamente, no se ven muy claras por ahora las posibilidades de ataque de este alfil pero en general a la larga se manifiestarán por sí mis­mas.

8 ... P3D

Las negras que están ansiosas de conservar su peón en 4R construyen una falange sólida de peones, siendo éste el movimiento adecuado para completar el desarrollo.

En esta situación generalmente se prefiere 8 ... P4D.

Entonces la partida seguiría, como se indica a continuación, en estilo de gambito: 9 PxP(?).

(1) 9 ... CxP 10 CxP C5A! 11 D4R CxC

(1a) 12 DxCA3D! con ataque gana­dor

(1b) 12 DxT D6D con ataque gana­dor

(1c) 12P4D! A2C! 13DXA C7R+ 14 R1T CxA 15 TxC C6D 16 T1A P4AD (igualando)

(2) 9.. . A5CR 10PxC P5R 11 P4D PxC 12 PxP A4T con excelen­tes posibilidades para las negras

Estas variantes son difíciles de se­guir, pero dan una idea de las compli­caciones que pueden surgir. En la práctica las blancas siempre rehusan el gambito con 9 P3D.

9 P4D

Las blancas toman posesión del centro a pesar de las posibilidades de un ataque negro con ... A5C. Muy fre­cuentemente las blancas juegan 9 P3TD para prevenir la clavada que si­gue.

80 Ajedrez. El camino hacia la maestría

9 ... A5C gada, pero ordinariamente no la aplican los maestros.

Un ataque a! centro blanco. Las ne­gras clavan el caballo blanco y amena­zan ganar un peón con 10 ... PxP 11 P x P C x P .

Las blancas deben refutar la amena­za, para lo que tienen varias posibili­dades. Examinemos las principales de ellas:

(1)

10A3R (1a) 10...PXP11 PxPC4TD12A2A

C5A 13 A1A (igualdad); (1b) 10... CxPR 11 A5D D2D (un sa­

crificio fingido) 12 AxC(4) P4D 13 A2A P5R (y las negras tienen una pequeña ventaja).

(2)

10T1D (2a) 10... PxP 11 PxP P4D 12P5R

C5R 13 C3A CxC 14 PxC C4T 15 A2A D2D (igualdad según la teoría);

(2b) 10 ... D1A para mantener el cen­tro; no es que sea una mala ju-

La práctica enseña que en cada una de estas variantes, la posición de las negras es buena debido a su fuerte A (5CR). Por este motivo las blancas eli­gen una variante enfocada al centro de tal forma que no se tenga que preocupar más de él.

10 P5D

En esta posición el A (5CR) negro ya no tiene tanta fuerza. La cuestión es que ahora las blancas pueden en cual­quier momento expulsar el alfil con P 3TR 4CR. Tales movimientos debilitan el lado de rey blanco si la posición es abierta pero no si es cerrada como lo es después del 10.° movimiento del blanco.

Este movimiento alivia la tensión en el centro y en ciertas circunstancias las negras podrían atacar al peón en vanguardia en 5D mediante ... P3AD forzando prácticamente un cambio de peones y posteriormente llevando a cabo el avance ... P4D, obtener la ma­yoría en el centro. De no tener éxito tendrá un peón retrasado en una co­lumna abierta.

10 ... C4TD

Las negras deben mover su caballo y a! ir a su 4TD:

(a) hace que las blancas pierdan un movimiento para evitar cambiar su alfil por el caballo negro.

(b) se dan a sí mismas la posibili­dad de jugar su caballo vía 2C a un cuadro mejor tal como su 4AD.

Como se ha comentado en la ante­rior partida, este movimiento de caba-

Apertura Ruy López II 81

lio generalmente es bueno y sirve para dos fines:

(a) para hacer retroceder al alfil blanco

(b) abrir espacio para el avance ... P4AD.

11 A2A

Ahora la partida ha entrado en una nueva fase. Con un centro estable, ambos bandos pueden empezar a for­mular planes.

Las blancas buscan un ataque por el ala de rey a realizar mediante P3TR P4CR C - 2D - 1A - 3C - 5A en un bre­ve período de tiempo. El AR blanco to­mará parte en este plan sólo si las ne­gras tratan de atacar el centro blanco mediante P4AR o P4D (después de haber cambiado su PAD por el PD blanco).

Las negras tratarán de atacar por el ala de dama, ataque llevado a cabo mediante un avance de sus peones por el ala de dama.

Los detalles de la estrategia negra no se pueden perfilar tan claramente como los de la blanca.

11 ... P4A

Tal vez sería mejor 11 P3A para for­zar más o menos a que las blancas respondan 12 PxP réplica que las blancas tienen opción de jugar, des­pués de lo cual las negras se quedan con PD retrasado no necesitando apresurarse para recuperarlo con ... CxP pero puede prepararse antes para ... P4D por ejemplo: 12 ... D2A 13 T1DTD1D.

12 P3TR

Primer paso en la estrategia blanca de ataque al ala de rey negra. Este movimiento conduce también a elimi­nar la clavada negra al CR blanco.

Ahora las negras tienen tres movi­mientos para elegir:

a) 12 ... A x C que dejaría a las blancas con los dos alfiles, lo que es sólo una pequeña ventaja en esta po­sición cerrada.

b) 12 ... A2D generalmente preferi­da porque en la actual etapa el AD ne­gro tiene poco que hacer por el lado de rey aunque está obstaculizando algo.

c) la jugada realizada en esta parti­da 12... A4T.

12 ... A4T

El inconveniente de este movimien­to es, en primer lugar, que el AD pue­de ser más activo en su cuadro 2D, en segundo lugar que podría estar obsta­culizando en este lado del tablero. En su 4TR bloquea la ejecución de la ma­niobra C-4TR -5A y en tercer lugar si se va a su 3CR y las negras desean ju­gar ... T1R ... A1A ... P3CR y ... A2C tal como se da a veces en esta variante, el AD en 3CR estaría también obsta­culizando.

82 Ajedrez. El camino hacia /a maestría

13 CD2D

Es el segundo paso de la estrategia blanca proyectada.

El caballo irá a 1AR y luego a 3R o 3CR un proceder normal del CD en la Ruy López.

13 ... T1R

La TR desaloja 1AR para hacerle si­tio al alfil, que puede proteger el 2CR negro. De todas formas el alfil obsta­culiza.

14 T1D

Dejando espacio para el caballo a 1AR.

14 ... A1A

15 C1A

De acuerdo con el plan.

15 ... P5A

Principio del ataque negro en el flan­co de dama.

Desaloja su cuadro 4AD para el ca­ballo.

16 P4CR

Las blancas adelantan ahora en lu­gar de haberlo hecho antes pues cuentan con la posibilidad del sacrifi­cio negro... CxPC.'

Las blancas tienen ahora un defen­sor fuerte del ala de rey en su C(1 AR).

Las blancas demoran C3R o C3C hasta haber adelantado su PCR por­que su ataque es más fuerte con PCR en 4CR. Si ahora pueden llevar su CD a 5AR y cambiarlo por el alfil negro po­drá recuperar con el PCR abriendo con ello la columna CR para un ataque contra el rey enrocado.

16 ... A3C 17 C3C C2C

El caballo irá a su 4AD donde ocu­pará una posición fuerte.

18 R2T

Dejando lugar para la torre en la co­lumna de CR en caso de que ésta quedase abierta después de C5A AxC PCxA.

18 ... C4A

Ahora el PR blanco es atacado tres veces y defendido también tres veces.

19 A5C

Otra jugada esperada era 19 C5A en lugar de la del texto. Pero las blancas no cogerían ventaja a las negras, tras la jugada realizada por éstas en la fase 14 ... A1A dejando sin protección a su CR negro.

19 ... A2R

Ciertamente el alfil debe volver al cuadro 2R desde el que vino en el mo-

Apertura Ruy López II 83

vimiento 14 pero esto las negras no lo pudieron prever en su momento. Ade­más, 19 ... A2R supone la amenaza de ataque indirecto de ... CxPD como veremos.

20 C5A

Finalmente el CD blanco ha alcan­zado la posición pretendida en territo­rio enemigo desde donde ejerce pre­sión contra el ala de rey y amenaza con renovar la clavada del caballo ne­gro después de CxA.

Steinitz, el fundador del juego posi-cional, descubrió durante la segunda mitad del siglo xix el valor de cerrar el centro y seguidamente atacar el flanco de rey adelantando los peones de ese lado.

El caballo blanco parece muy fuerte en su 5AR pero la posición pierde un peón para las blancas, como pronto veremos.

20 ... AxC

Las negras esperan ganar un peón por sorpresa. Pero antes tienen que retirar el caballo, pues si jugara 20 ... CxPD inmediatamente, las blancas replicarían 21 AxA CxA 22 CxPD etc.

Pero al retirar el caballo les da a las blancas la columna CR abierta utiliza-ble para atacar.

Sin la perspectiva de ganar un peón, quizá las negras habrían elegido un momento más tardío para el cambio, o no hubiesen cambiado. La presión del caballo blanco no es todavía agobian­te. Por tanto, las negras no sienten aún la necesidad de cambiar.

21 PCxA

Las blancas toman con el PC en lu­gar de hacerlo con el PR porque de­

sean abrir la columna CR para el ata­que.

21 ... CxPD

Una combinación típica y bien co­nocida basada en el ataque indirecto del AR negro contra el AD blanco.

Esto también es posible en ... C5C+ que no lleva a ganar ningún peón ni re­sulta ventajoso para las negras.

Ahora empieza la lucha de la colum­na abierta contra el peón de más. La combinación hubiera funcionado muy bien si las negras no hubieran sido for­zadas en el movimiento anterior a dar al enemigo la columna abierta CR que demuestra ser muy eficaz para las blancas.

22 AxA CxA

Las negras tienen ahora el peón de más, pero en compensación las blan­cas tienen la columna abierta CR.

La estrategia blanca consiste ahora en ocupar la columna CR y concentrar todas sus fuerzas contra el rey negro. Llevará su TR a 1CR y tiene a su dis­posición la posibilidad P6A si bien esto no es tan serio.

23 T1CR

84 Ajedrez. El camino hacia la maestría

23 C x P es una pérdida de tiempo ya que, según los análisis, las negras pueden mantener su peón de más: 23 ... CxPA! 24 PxC TxC o bien 24 CxPAR (desesperada entrega de pie­za de las blancas para intentar mante­ner la iniciativa) RxC 25 D5T+ P3C 26 D x P + C2C y las blancas tienen poca compensación por la pieza sacrifica­da.

23 ... P3A

Previniendo P6A. Si 23 ... R1T 24 C5C! T1AR 25D5T.

24 C4T

Para abrir la diagonal para la dama y reforzar el ataque contra los PTR y PCR negros.

24 ... T2T

Las blancas amenazaban forzar la decisión mediante 25 D4C. No servía 25 D4C ahora por la respuesta 25 ... C1A.

25 D5T

"No hay aquí una amenaza directa, pero ciertamente tal movimiento pue­de inquietar a las negras. En tales po­siciones, la amenaza indirecta es mu­chas veces más fuerte que la directa, particularmente D4C.

25 ... P4D?

Esto resulta dudoso. Las negras as­piran al contrajuego y al mismo tiempo desembarazarse de su peón atrasado. Pero las negras están jugando con li­gereza. Es correcto 25 ... C1A des­pués de lo cual las blancas deben rea­lizar movimientos tales como 26 T3C 27 TD1CR y quizá T6C en el momento

oportuno. El hecho de que no aparez­ca todavía una ganancia forzada nos demuestra que el resultado de la lucha está aún abierto. Por tanto no debe­mos juzgar demasiado severamente los movimientos negros 20 y 21.

26 T x P +

¿Bajo qué condiciones pueden las blancas tomar en cuenta tal sacrifi­cio?:

(a) Tiene cuatro piezas fuertes, una dama, un caballo y dos torres dis­puestos contra la posición del rey con­trario.

(b) La posición del rey, bloqueado por su propio caballo negro, está po­bremente defendida. Sin embargo las blancas deben calcular cuidadosa­mente.

26 ... RxT 27 T1C+

Las blancas tienen menos piezas, pero todas ellas a excepción del alfil están movilizadas para el ataque, mientras que las piezas negras están relativamente inactivas. Además, el

Apertura Ruy López II 85

rey negro está restringido y no tiene ningún cuadro de escape. Las blancas deberán tener mucho cuidado en:

a) no dar ocasión a las negras para que movilicen sus piezas inactivas.

b) No dar al rey negro la ocasión de escapar.

¿Qué es lo que pueden jugar las ne­gras en esta posición?

Si a) 27 ... R1A 28 D6T+ amenazan­do mate, b) 27 ... C3C 28 PxC P3T y (1) 29 C5A+ o (2) 29 DxP+! ! RxD 30 C5A+ R5T31 A1D+ + .

Por eso las negras juegan:

27 ... R1T 28 D6T

Amenazando mate con la jugada del texto mediante 29 D7C y 29 DxPA ya que a 29 ... C1C seguiría ganando 30 C6C++.

Aparentemente fuerte la jugada 28 D7A es dudosa por: 28 ... C x P 29 DxT T2R 30DxC CxC.

28 ... CxPA

Las negras se ven obligadas a de­volver su pieza extra, continuando su rey en posición muy precaria.

Las blancas, a pesar de su fuerte ataque, se encuentran en un dilema bien conocido por los ajedrecistas. Si aceptan el caballo negro, obtienen el ataque y han perdido en el cambio. Pero ias negras han abierto ahora sufi­cientes líneas para que sus propias fuerzas puedan acudir a la defensa de su situación y de su sitiado rey, y pue­den también forzar el cambio de algu­na de las piezas blancas atacantes, con lo que se reduciría el ataque. Por ejemplo: 29 CxC T1C o 29 PxC T1C 30 C6C+ TxC 31 PxT P5R! 32 P7C+ R1C y las blancas no tienen ninguna continuación bien definida.

Por tanto, las blancas deben buscar un camino más enérgico para aprove­char su ventaja, lo que reside en la po­sibilidad de hacer un jaque doble. Hay que observar que en algunas variantes el alfil blanco parece recobrarse y ejer­cer alguna fuerza de ataque.

29 C6C+ R1C 30 C7R+ (doble jaque)

El doble jaque impide que las ne­gras se interpongan en su 2CR y el ca­ballo blanco corta la defensa negra en su PAR. Obsérvese que después de 30 CxP+ las negras interponen su to­rre o su caballo, y las blancas no tie­nen combinación ganadora.

30 ... R2A

Esta es la única movida posible. Si 30... R1T 31 DxPA+.

31 DXPT+ R3R 32 DxC+

86 Ajedrez. El camino hacia la maestría

32 ... R3D?

Si 32 ... RxC 33 T7C+ gana la TD negra y da a las blancas el control de la 7.a línea. Sin embargo, esto habria sido ligeramente mejor para las negras que lo del texto.

La partida podría haber continuado 33 ... R3D 34 TxT PxP 35 P4C! PxP al paso (35 ... C6D 36 TxP+) 36 PxP y

a) las blancas tienen sólo un peón menos

b) el rey negro está en posición muy insegura, apartado de su 2.a línea y situado en la 3.a

c) las blancas amenazan 37 P4C seguido de 38 TxP+

d) las blancas también amenazan 37 Ax P recuperando el peón con aún más amenazas

e) Las negras no tienen movimien­tos relevantes, tales como 36 ... T2R o 36.. . D1A37DxPA+,etc.

Por tanto, las blancas deberán ga­nar, pero no sin lucha.

Al igual .que en tantos otros casos las negras van mal porque están ma­terialmente vigilados. Su ventaja del cambio no significa mucho.

33 DXPA+ R2A

Si 33 ... C3R 34 C5A+ amenazando ganar por:

a) 34 ... R2A 35 DxPR+ ganando pero no fácilmente o bien

6) 34 ... R3A 35 PxP+ DxP 36 T1D D4A (36 ... D6A? 37 C7R+) 37 T6D+.

34 T7C

Final de la partida. La jugada inme­diata 34 D6A+ no llevaba a ningún si­tio.

La jugada 34 CXP+ también gana pero no tan rápidamente como la del texto.

34 ... C2D

¿Qué otra cosa? Las blancas ame­nazan ganar la dama por 35 C6A+ a la descubierta.

35 CxP+ R2C 36 D6D+

Amenazando ganar rápidamente mediante 37 T x C + .

36 ... R1T 37 TxC

Las blancas hacen un cambio y un falso sacrificio de su torre, ya que ésta podrá ser recuperada de inmediato.

37 ... TxT

Si 37 ... DxT 38 C6C+ ganando la dama.

38 C6C+ R2C 39 CxT T1T

Con la ¡dea y la esperanza de poder realizar un contraataque.

Apertura Ruy López ¡I 87

40 C5A+ R1A 41 DxP+ Abandonan

Ya que si 4 1 . . R2A42 C6R+ ganan­do la dama.

Si bien el alfil blanco no ha tomado parte directa en el ataque, tuvo una in­fluencia indirecta. Tan pronto como las negras intentaron atacar el centro blanco, el alfil podría entrar en acción. En esta partida actúa en forma pre­ventiva, es decir, que impide a las ne­gras emprender contraacciones.

Hasta su 24.° movimiento el ama­teur hace un buen juego emprende­dor. Ha trazado la apertura franca­mente bien y le hace una pequeña tre­ta a su oponente quitándole uno de sus peones.

Quizá no estuvo suficientemente al tanto de que en compensación las blancas llegarían a un ataque muy

enérgico a lo largo de la columna abierta. Pero más en esta partida que en las anteriores, el amateur demues­tra tener iniciativa.

Su defensa, aún cuando está lejos de ser perfecta, da una buena impre­sión general.

El juego se cambió completamente con e! sacrificio blanco de un peón. Si las negras no hubiesen permitido el sacrificio, ambos contendientes ha­brían seguido presionando: las blan­cas en el flanco de rey y las negras en el de dama.

En la práctica el sacrificio de un peón da oportunidades y por tanto no debería juzgarse por su absoluta co­rrección.

El ajedrez es un juego, no una fór­mula matemática, ni un juego para una computadora.

• Las vanantes Berlín y Steinitz de Ruy López

• Igualando en el centro • Cediendo el centro • Razones para el cambio de damas

Peligros de un ataque indirecto Consiguiendo objetivos estratégi­cos Aumentando la ventaja posicional Ataque contra el peón retrasado

Frente al brillante juego combinacional con sus atrevidos sacrificios y ata­ques por todo lo alto, está el reposado juego posicional, que consiste en una acumulación lenta de pequeñas ventajas.

En el juego posicional no hay combinaciones profundas ni ataques directos ocultos. El conductor de las negras, como jugador posicional, en primer lugar busca simplemente la igualdad, luego sitúa las piezas en los sitios adecuados de forma que queden disponibles para actuar cuando sea el momento.

La técnica posicional es menos espectacular que la combinacional, pero más sutil, y por tanto quizá más difícil de manejar. Un amateur tiene a veces más dificultad en resistir el apretón insidioso de la serpiente que el ataque directo y feroz de un león. Esto explica que campeones como Smyslov, Petrosian y Capa-blanca hayan tenido tan altos resultados frente a la parte más débil en torneos.

Los amateurs saben que cualquier iniciativa, cualquier avance puede crear una debilidad y ofrece un blanco que es bien recibido por un contrario capacita­do. En su temor de emprender algo que pueda comprometer su posición, puede muy bien sobrepasarse en la dirección contraria, y esto es precisamente lo que pasa en esta partida. Las blancas construyen una posición sólida, pero le falta tomar la iniciativa. En lugar de esto realiza movimientos de espera mientras el contrario refuerza constantemente sus posiciones y es el primero en hacer ame­nazas imparables y tan fuertes que desequilibran la relación de material. Sólo después de haber perdido dos peones consigue el amateur lo que tiene para ju­gar su partida, pero, naturalmente, ya es demasiado tarde.

90 Ajedrez. El camino hacia la maestría

APERTURA RUY LÓPEZ 4 o-o

Variante Steinitz

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4R P4R 2 C3AR C3AD 3 A5C C3A

Variante Berlín del Ruy López. Esto parece ser una buena réplica.

Desarrolla un caballo importante en su cuadro natural y ataca el PR blanco.

Emanuel Lasker lo considera como la mejor continuación.

Capablanca jugó este movimiento en conexión con 4 ... P3D como se ve en esta partida. Sin embargo, la expe­riencia ha demostrado que con este sistema las negras pueden llegar a un juego sujeto. No obstante, esto no evi­ta que lo jueguen las generaciones más viejas.

Actualmente la opinión general es la de que 3 ... P3TD 4 A4T C3A etc. (véanse partidas 5 y 6) da a las negras un juego más libre con más posibilida­des de contraatacar.

Las investigaciones sobre las aper­turas hacen cambiar continuamente la opinión de los maestros en cuanto a la fuerza relativa de las distintas líneas. La fuerza relativa de una variante de una apertura dada depende de la línea elegida y del punto a que ha llegado la investigación teórica en un momento dado. Por ejemplo, en la variante Morphy de la Ruy López, después de 3 ... P3TD 4 A4T C3A 5 0-0 hubo un tiempo en que tanto 5 ... CxP (partida 5) como 5... A2R (partida 6) estuvieron consideradas muy malas, y ciertos ju­gadores prefirieron otras líneas entre ellas 3 ... C3A. Hoy los movimientos 5 ... C x P y 5 ... A2R de la línea Morphy están consideradas sólidas y fuertes.

Las blancas hacen un movimiento de desarrollo e indirectamente prote­gen su PR pues después de 4 ... CxP pueden recuperar su peón con 5 T1R (o con 5 D2R o 5 AxC) ya que 5 ... P4D no es recomendable por 6 CxP.

En la práctica se prefiere otra va­riante después de 4 ... CxP, por ejem­plo 5 P4D A2R (5 ... PxP 6 T1R es muy arriesgado para las negras); 6 D2R C3D 7 AxC PCxA 8 PxP C2C (variante Río de Janeiro) y las blancas han recuperado su peón y posible­mente han mejorado un poco su posi­ción, pero la partida no es tan sencilla. El jugador con las blancas rechaza la simple línea 5 T1R porque tal movi­miento puede llevar a una simplifica­ción y a tablas.

4 ... P3D

Con una transposición de movi­mientos hemos llegado a la variante Steinitz de la Ruy López, que se consi­dera que da a las negras menos oca­siones de contrajuego que muchas de las otras líneas. Un inconveniente ge­neral de 4 ... P3D es que el AR negro queda con este movimiento encerra­do. En muchos casos esto es inevita­ble jugando con las negras. En general las negras no están en condiciones de tomar la iniciativa y en la mayoría de los casos se darán por satisfechas con un juego contraído pero sólido. Esto no significa que las negras deben ju­gar para hacer tablas, pero deben evi­tar variantes arriesgadas surgidas del intento de igualar inmediatamente o de tomar prematuramente la iniciativa, y harán bien en simplificar lo más rápi­damente posible para evitar que las blancas adquieran demasiada iniciati­va.

Las negras disponen además de la

jugada 4 ... CxP, de otra discutida lí­nea, tal como el movimiento 4 ... A4A y después de sacrificio, fingido 5 CxP se puede continuar con 5 ... CxC 6 P4D CxP 7 D2R D2R 8 DxC C3C!.

5 P4D

La lógica continuación de desarrollo con una amenaza.

Las blancas amenazan ganar un peón mediante 6 PxP.

Y después de 5 ... A5C 6 PxP y después de 6 ... PxP, las blancas ga­nan un peón mediante la continuación 7 AxC+ PxA 8 DxD+ TxD 9 CxP.

Si las negras intentan ganar un peón mediante 5 ... CxP 6 P5D! P3TD 7 A3D atacando los dos caballos y ga­nando una pieza.

Hay que considerar el efecto de la jugada blanca 6 P5D después de ano­tar la réplica de las negras 5 ... A5C 6 P5D atacando una pieza.

No obstante, en esta situación pre­cisa las negras tienen una salida. Ob­sérvese que este tipo de posiciones se dan frecuentemente en las partidas, ya sea en el flanco de dama o en el de rey.

6 ... P3TD (único movimiento co­rrecto). Las blancas pueden escoger ahora entre:

a) 7 A4T P4CD 8 PxC PxA y las blancas no tienen nada; antes de in­tentar ganar el PT negro han de prote­ger su propio PR, y además su propio peón P(6AD) es tan débil como el PT doblado negro.

b) 7 PxC PxA 8 PxP T1CD. Esto parece prometedor pero un simple examen de la posición evidencia que las blancas no pueden defender su peón.

c) 7 A x C + PxA 8 PxP CxP y ciertamente los peones negros están mejor que los blancos. Esto quiere de-

Apertura Ruy López III 91

cir que 6 PSD no es una amenaza real; sólo restringe las posibilidades negras tal como hemos visto después de 5 ... CxP.

5 ... A2D

Las negras prefieren desclavar su CD de una vez, deteniendo la amena­za 6 PxP y eliminando la amenaza fin­gida 6 P5D.

6 C3A

Las blancas desarrollan una pieza importante protegiendo al mismo tiempo su PR.

6 ... A2R

Las negras no han de temer 7 AxC AxA 8 PxP ya que pueden tomar el PR blanco: 8 ... PxP 9 CxP AxP 10 CxA CxC con juego igualado.

Las negras también podrían haber jugado 6 ... PxP lo que es entregar el centro, es decir, en este caso confor­marse con un peón en la 3.a línea cuando el contrario tiene uno en la 4.a.

Como norma general es mejor no renunciar al centro salvo que sea ab­solutamente necesario.

7 T1R

92 Ajedrez. & camino hacia la maestría

Las blancas protegen su peón con la torre, y las blancas amenazan ahora ganar un peón, por AxC seguido de PxP; y si 7 ... 0-0? se podría continuar con la siguiente variante: 8 AxC AxA 9 P x P P x P 1 0 D x D y

a) 10 ... TDxD 11 CxP AxP 12 ( x C CxC 13 C3D P4AR 14 P3AR A4A+ 15 CxA (no 15 R1 A? por la con­tinuación de 15 ... A3C! y 16 PxC PxP a la descubierta, etc.) CxC 16 A5C T4D17 A7R seguido por 18 P4AD y las negras salen desfavorecidas des­pués del cambio.

b) 10 ... TRxD 11 CxP AxP 12 CxA CxC (ahora las blancas no pue­den tomar por mate en su primera fila) 13 C3D! P4AR 14 P3AR A4A+ 15 R1A y las negras pierden material.

Al comparar las vías por las que las blancas juegan en las dos variantes anteriores, observamos el notable he­cho de qué si es la TR o la TD la que está en su 1D, se marcará una diferen­cia fundamental en el contrajuego blanco. Esto es característico en las combinaciones: un pequeño cambio de posición cambia completamente el asunto.

Aquí hay un ejemplo claro de posi­ción en la que las negras se ven forza­das a renunciar al centro.

7 ... PxP

Las negras se ven forzadas a renun­ciar al centro debido a la amenaza blanca. Ahora las blancas tienen una ligera ventaja.

8 CxP

Las blancas tienen un juego libre: ocupan sus cuatro líneas y las negras sólo sus tres líneas primeras. Pero el problema para las blancas es:

a) cómo sacar provecho de esta ventaja (atacar después de una prepa­ración cuidadosa)

b) cómo conservar la ventaja que desaparece casi automáticamente (como en la partida) tan pronto las ne­gras jueguen ... P4D tras lo cual las blancas no tienen nada.

8 ... 0-0

La estrategia ahora de las blancas es la siguiente:

a) prevenir que las negras puedan jugar... P4D

b) desarrollar las piezas rápida­mente

d) mucho más tarde preparar un ataque en el lado del rey.

También la estrategia de las negras es la siguiente:

a) procurar el cambio de piezas. b) realizar la jugada ... P4D y así

abrir su juego.

Las blancas juegan con ciertas difi­cultades y por ello juegan:

9 A1A

Esto impide el cambio de ambos al­files blancos y su caballo, pues de otra forma las negras jugarían ... CxC etc.

En general cada cambio favorece al jugador que domina menos espacio.

Tal vez sería mejor 9 AxC a fin de doblar peones negros. Esta es la línea más aceptada, cuya continuación po­dría ser:

9 ... PxA 10 A5C P3TR 11 A4T C2T 12 AxA DxA.

También se juega 9 CxC PxC 10 A3D.

Al igual que en la variante 9 AxC las negras tienen alguna compensación

-

por su debilitada posición de peones en la columna de caballo abierta.

La jugada 9 P4A pese a que tiene la apariencia de agresiva, según un cui­dadoso análisis, debilita un tanto la posición. Por ejemplo:

9 ... CxC 10 DxC AxA 11 CxA P4D!y

a) 12 P5R C5R amenazando ... A4A!o

b) 12PxP CxP y si 13P4A C5C y es evidente que la diagonal 1CR-5AD no es ventajosa para las blancas, y que después de la jugada blanca 9 P4A la línea resultante es favorable a las negras.

La jugada P4AR es válida para las blancas en determinadas circunstan­ciáis, después de P4R-P4AR para ata­car en el flanco de rey.

9 ... CxC

Como acabamos de indicar se ob­serva que en esta posición cada cam­bio favorece a las negras. Esto no sig­nifica que con este cambio las negras obtengan una ventaja: simplemente les permite mover más libremente, y por lo mismo corta la posibilidad de un ataque blanco y va igualando las dos posiciones.

10 DxC

Con este movimiento el amateur ha tratado la partida como un maestro, pero esto no ha sido demasiado difícil ya que se ha limitado a seguir las re­comendaciones de la teoría. Ahora ac­túa por sí mismo y debe saber lo que hacer con la posición. Pero aparente­mente no lo sabe. Simplemente espe­ra que las negras anulen su preponde­rancia en el centro. Falla al no ver que toda la lucha en esta fase de la partida

Apertura Ruy López III 93

gira alrededor de la posibilidad de que las negras adelanten su PD.

10 ... T1R

Las negras ejercen alguna presión indirecta en la columna de rey. Por presión indirecta se entiende la pre­sión que aparecería por sí misma cuando una pieza interpuesta en una línea abierta se moviese a cualquier otra parte. Los ataques indirectos pueden ser muy traicioneros. Cuando se mueve la pieza encubridora la ame­naza indirecta se convierte en directa. Esto lo veremos en la continuación de la partida.

11 P3A

Las blancas parecen construir una pared de peones para evitar que las negras ataquen. Pero el movimiento carece de fuerza positiva. Si las ne­gras tienen éxito en conseguir... P4D entonces P3A resulta débil. Además la diagonal 1CR-5AD abierta ahora por las blancas puede pasar a ser favora­ble para las negras.

Aquí podría haber sido posible 11 P3CD preparando el fianchetto del AD blanco.

94 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Además la jugada natural 11 A5CR posiblemente seguida de 12 TD1D ha­bría sido suficiente para llegar a una buena igualdad.

11 ... A3R

Las negras se están preparando muy claramente para ... P4D que abri­ría su juego y le daría una igualdad completa.

12 D2A

Una tímida jugada de las blancas pero no demasiado mala. Con su dama en la casilla 4D no deberían te­mer nada las jugadas P4D seguido de ... P4AD y también de ... P5D.

Las blancas contra el intento de 12 ... P4D podían seguir con 13 P5R C2D 14 P4A con un poderoso ataque, por la movilidad de su cadena de peones en el flanco de rey.

Si las blancas hubiesen jugado 12 T1D las negras hubiesen tenido que preparar su ... P4D mediante 12 ... P3A igual que la jugada en la partida.

Con 12 A5CR se llega a la igualdad mediante la continuación de 12 ... P4D 13PxP CxP 14AxA CxA.

12 ... P3A!

Esto debilita el PD negro, pero ase­gura la posibilidad del avance ... P4D siempre que se desee. Hemos visto que un avance inmediato no significa mucho (12... P4D13P5R).

Sin embargo, después del cambio de damas (... D3C!), este avance po­dría resultar más fuerte. Todo esto se demuestra en la continuación de la partida.

13 A2D

Para desanimar a las negras a jugar

... D4T pero las negras no están intere­sadas en ello. La réplica normal habría sido 13 A3R para eludir el cambio de damas.

13 ... D3C!

El último objetivo de las negras es jugar... P4D e igualar en el centro. Si ahora las negras avanzan su PD, las blancas pueden o bien tomarlo o avanzar su propio PR. Es importante examinar con cuidado ambas posibili­dades. Mientras las damas están so­bre el tablero el avance es mejor para las blancas puesto que significa con­seguir la mayoría de peones en el ala de rey lo que es un arma poderosa en el ataque contra el rey enemigo. Con las damas ya eliminadas del tablero, generalmente queda fuera de cuestión tal ataque al flanco de rey, y un avance de peones conduce muchas veces sólo a una debilitación que puede ser aprovechada por el jugador a la defen­siva.

Con 13... D3C las negras posibilitan el cambio de damas para hacer inefi­caces el ataque blanco con P5R des­pués de ... P4D de las negras. La dama, siendo la más importante de las piezas, asume la mayor parte en el ataque. Sin las damas es casi imposi­ble atacar con éxito al rey defendido por una pared de peones, y por eso el cambio de damas supone mucho en este caso.

14 C4T?

Este movimiento protege al PCD que está siendo atacado y amenaza a la dama negra pero aparta al caballo del centro del tablero y elimina la pre­sión que este caballo ejercía sobre el cuadro 5D de las blancas.

Las blancas están temerosas de ju­gar 14 DxD porque después vendría

Apertura Ruy López III 95

14... PTxD. Las negras tienen una co­lumna semiabierta que compensa sus peones doblados, pero nada más que eso. Pero si las blancas, ahora ó más tarde responden P3TD no tendrían di­ficultades particulares debido a la co­lunia semiabierta de las negras.

14 ... DxD+

De acuerdo con el plan, las negras imbian y luego avanzan su PD.

15 RxD

Con una serie de movimientos bien simples, las negras han hecho posible su propia estrategia (... P4D) y ha deja­do a las blancas con dos debilidades significativas:

a) El caballo blanco está de mo­mento fuera de juego.

b) Su rey está en una diagonal abierta que pronto será accesible a las negras, y además está algo encerrado por sus propios peones.

15 ... P4D!

Por fin las negras han conseguido ... P4D que ahora les supone más que

igualdad debido a las dos debilidades blancas.

16 P5R?

Esto parece fuerte porque coloca un peón en terreno enemigo y moviliza la mayoría del lado de rey, pero hemos ya aprendido que sin damas ese avan­ce pierde importancia porque no su­pone ningún ataque mortal. Además el peón está a precario mientras no esté apoyado por el PAR y veremos en la partida que no es fácil añadir la nece­saria protección con P4AR.

Si las blancas hubieran comprendi­do que habían malogrado su ocasión de tomar ventaja de su preponderan­cia en espacio, habría jugado por sim­plificación cambiando inmediatamente peones.

En lugar de ello aún piensa, basán­dose en su apertura que está en buen camino y que quizá tiene la obligación de emprender algo. Pero no hay en absoluto bases para ello. Realmente las blancas han destruido esa posibili­dad permitiendo el avance del PD ne­gro.

Después de 16 PxP CxP 17 P4AD C5C las negras están sólo un poco mejor que las blancas: sus piezas me­nores están más centradas y más coo­perantes. Después de una serie de movimientos sin color no se podía es­perar que las blancas fuesen capaces de conseguir igualar completamente.

16 ... C2D

Ahora el PR blanco está atacado in­directamente, es decir, que una vez los dos alfiles negros abandonen la columna de rey, el PR blanco será amenazado. Además el rey blanco está en una posición más bien incó­moda y restringida.

Por tanto, las blancas se enfrentan con dos problemas:

96 Ajedrez. El camino hacia la maestría

a) cómo evitar la pérdida de un peón después de ... P4CD ... A4AD+ y ... A4AR (véase el desarrollo de la par­tida) y,

b) cómo evitar el desplazamiento de su rey después de ... P4CD y .... A4AD+.

17 P3CR

Las blancas ven el peligro lejano de la posición restringida del rey, pero no el peligro inmediato de su PR. No se dan cuenta de que los dos alfiles que enmascaran la amenaza ... TxP se pueden retirar con el tiempo.

La réplica 17 P4AR también entraña dificultades:

17 ... P4CD 18 C3A A4A+ 19 R3A {19 A3R? P5D!) P4C! y si 20 PxP A4A! y el rey está en mala posición expues­to al ataque por las piezas menores ya que ya no está protegido por peones.

La jugada 17 P4CR previniendo la contestación de las negras ... A4AR sería contestada por 17 ... A5T+.

17 ... A4AR

Ganando tiempo con el ataque con­tra el PAD.

18 TD1A

Las blancas se ven obligadas a rele­gar la TD para defender su PAD, ya que no sería bueno 18 P3A P4CD y el caballo blanco está perdido.

Después de 18 A3D AxA 19 PxA P4CD 20 C3A A4A+ y las negras ga­nan el PR después de esta jugada.

Después de 18 P4AD PxP 19 AxP? P4CD ganando pieza.

18 ... P4CD

Asegurando el cuadro 4AD para su AR.

19 C3A A4A+

De una forma simple y maravillosa las negras han aumentado su ventaja posicional hasta el punto de ganar un peón. Ambos alfiles se jugaron a tiem­po, con lo que el ataque indirecto con­tra el PR blanco se convierte en direc­to que las blancas no pueden parar por la necesidad de prestar cuidado a las amenazas de los alfiles negros.

20 R2C CxP

La amenaza indirecta contra el PR blanco iniciada en el movimiento 10 es la que ha llevado a ganar este peón. Pero las negras no sólo han ganado un peón: además han conservado la iniciativa.

Compárese esta posición con la de ocho o diez movimientos antes. Las negras han extendido enormemente sus fuerzas.

Ahora las negras ocupan cuatro lí­neas y las blancas sólo tres.

21 P4CR

Las blancas, que hasta ahora han sido muy cautelosas, ahora lanzan las

precauciones al aire y hacen un intento brutal para recuperar el terreno perdi­do. La jugada no es ni buena ni mala ya que las blancas pierden de todas formas.

Tiene la ventaja de dar la iniciativa a las blancas durante unos pocos movi­mientos.

21 ... A3C 22 R3C

Añade protección al PCR de forma que ahora las blancas amenazan 23 P4A seguido de 24 P5A. Se rechaza 22P4A por 22 ... CxP.

22 ... P4TR

Para rechazar la amenaza.

23 A4AR

Amenazando el caballo negro fuer­te.

23 ... P3A

Protegiendo su caballo y abriendo una segunda casilla de retirada para su alfil.

24 AxC

Para desembarazarse de una pieza molesta que podría hacer movimien­tos tales como ... C5A y jugar A3D.

24 ... PxA

Este cambio sirve a las negras para llevar un peón hacia el centro, que re­sulta muy fuerte.

25 A3D

A pesar del hecho de quedarse con un peón aislado si las negras cambian,

Apertura Ruy López III 97

las blancas ofrecen el cambio de alfil para eliminar los dos alfiles y liberar la TD de tener que defender el PTD. Si las negras hubiesen cambiado, la TD blanca estaría en la buena fila (25 ... AxA 26 PxA amenazando 27 CxPC o CxPD).

25 ... A2A

Naturalmente las negras no deben cambiar su alfil activo por el alfil de las blancas.

26 P5C

Amenazando 27 P6C y después de 27... A3R 28TXP.

26 ... P3C

Para rechazar la amenaza.

27 T2R

Preparando doblar las torres

27 ... A3D

Protege el centro, y al mismo tiem­po amenaza con ganar una pieza me­diante 28 ... P5R+ a la descubierta.

28 R2C R2C 29 TD1R

98 Ajedrez- El camino hacia la maestría

Por fin todas las piezas blancas es­tán en función.

Finalmente las blancas han liberado su juego pero al precio de un PAR de­bilitado y algunos otros inconvenien­tes, como son el que las negras ten­gan los dos alfiles y la plena ocupa­ción del centro. Esto representa que sus alfiles no están permanentemente bloqueados por peones mientras el centro permanezca movible. Por otra parte, la movilidad de las piezas me­nores blancas es limitada.

29 ... T2R 30 C1D

Para llevar el caballo a mejores cua­dros y desvalorizar ... A5C. Hubiera sido preferible C-1C -2D para proteger el PAR que pronto quedará sumamen­te debilitado.

De acuerdo con la idea de que una estrategia de ataque debería concen­trarse en las debilidades del enemigo, las negras juegan ahora:

30 ... T1AR

El comienzo de un ataque contra el PAR blanco, que pronto llevará a ga­nar un segundo peón.

31 C2A

Las blancas buscan el mejor cuadro para su caballo.

31 ... A1R

Dejando sitio para la otra torre.

32 P3C

Si las blancas jugasen 32 C3T T(2) -2AR 33 C1C P4A (amenazando ganar una pieza mediante 34 ... P5A); 34 P3A

A3A. Las blancas tienen una posición desesperada.

Las negras amenazan: P5A P5D P5R con un vigoroso juego: 35 ... P5R 36 PxP PxP 37 A x P A x A + 38 TxA T7A+ seguido de mate.

Lo terrible es que las blancas no puedan reforzar su posición de ningu­na manera.

Si se jugara 35 T2AR y T1AR sería refutado por 35.. . P5R.

Las blancas deciden ceder un se­gundo peón con la esperanza de con­seguir contrajuego de una forma u otra.

32 ... T2-2AR

Nuevamente el claro estilo del maestro (sin combinaciones profun­das, sólo jugando las piezas en su lu­gar correcto) conduce a ganar otro peón.

33 P4AD

Esta es la mejor jugada.

33 ... T x P 34 PxPD PxP 35 A1C A3A

Apertura Ruy López /// 99

Nuevamente situando las piezas en su lugar correcto. Dos alfiles y dos to­rres quedan dirigidos contra el rey blanco: una tremenda concentración de fuerzas.

36 T1D 37 A4R

T6-5A

La última esperanza de las blancas: 37... PxA38TxA .

37 ... A4A!

Ganando a la fuerza

38 C3D

Otras movidas pierden pieza.

38 ... 39 CxA

40 Abandonan

PxA P6R+ a la des­cubierta

Ya que si 40 R1C T5C+ etc. Y Si 40 R3C T5C+ 41 R3T T6A+ + . Toda la partida está caracterizada

por un juego simple y seguro por parte de las negras y unos esfuerzos deses­perados por parte de las blancas para escapar de la férrea sujeción del con­trario.

• La teoría de la defensa holandesa • Obtener la igualdad en el centro • Colocar alfiles y caballos en sus casillas más efectivas • Estrategia preventiva • Manteniendo la tensión en el centro • Las consecuencias de jugar sin plan • Concebir y conducir un plan estratégico de largo alcance • Creación y posesión de una casilla fuerte

En la concepción y ejecución estratégicas es donde se observa mayor dife­rencia entre el maestro y el amateur. El amateur vacila tanteando un plan, fre­cuentemente sin estar seguro de lo que es una estrategia correcta y fallando a menudo al llevarla a efecto una vez concebida.

El maestro entiende la posición como un conjunto y deduce su estrategia de los requerimientos de tal posición. Concibe un plan sólido y procede luego a eje­cutarlo haciendo las concesiones necesarias y los cambios según la situación táctica que surja. Cada movimiento tiene su objeto. No es de extrañar que sus piezas estén corrientemente en el lugar justo para cooperar en un ataque con­certado contra las debilidades del contrario.

El amateur no sólo se queda corto al fallarle una estrategia propia bien perfi­lada: al tratar de evitar complicaciones facilita a su oponente la formulación de su estrategia.

Por ejemplo, en general al amateur no le gusta una tensión no resuelta en el tablero pues obliga al jugador a tomar en consideración múltiples posibilidades al elegir un movimiento y dificulta e incluso imposibilita fijar una estrategia defini­tiva. El amateur prefiere conocer lo que tiene alrededor, y por tanto tiende a disi­par la tensión por medio de cambios de peones, pero al hacerlo facilita no sólo su propia tarea sino también la del contrario.

Mientras exista tensión y se mantengan múltiples posibilidades es difícil for­mular un plan definitivo, pero eliminando la tensión y estableciendo una posición estable, el amateur da a su contrario la bien recibida oportunidad de formular una estrategia bien fundada.

102 Ajedrez. El camino hacia la maestría

DEFENSA HOLANDESA

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4AD

Este movimiento que hemos visto ya en la partida 3, está de acuerdo con el principio general de control del cen­tro. No debilita de ninguna forma el ala de dama y ejerce un cierto control so­bre el cuadro 5D blanco. Pero tiene la característica adicional de ser muy fle­xible conduciendo a cualquier número de aperturas.

1 ... P4AR

Este movimiento está de acuerdo con el principio general del centro, ya que el PAR negro ahora ejerce algún control sobre su cuadro 5R. Asimismo se puede convertir más tarde en la punta de lanza de un ataque negro contra el ala de rey blanca, pero tam­bién puede ser una debilidad en el lado de rey negro.

2 P4D

Con una transposición de movi­mientos llegamos a la defensa holan­desa.

La secuencia normal para dicha de­fensa es 1 P4D P4AR pero muchos ju­gadores dudan en responder a 1 P4D directamente con 1 ... P4AR por 2 P4R el gambito Staunton que lleva a un juego verdaderamente violento.

Las blancas abandonan un peón para un ataque duro.

Tanto Marshall como Denker han ju­gado el gambito Staunton con éxito.

2 ... C3AR

Las negras ahora ejercen control

sobre su cuadro 5R con el CR y el PAR.

3 C3AD

Las blancas quieren asegurar el control de las casillas centrales 4R y 5D.

3 ... P3CR

La variante Leningrado de la defen­sa holandesa, que desarrolla el alfil ne­gro a 2CR. La variante normal 3 ... P3R no es inferior a lo jugado.

4 C3A A2C

Esta posición difiere de la defensa india de rey sólo en que las negras han jugado P4AR lo que tiene la ventaja de ejercer presión sobre su 5R pero tiene el inconveniente de debilitar el centro negro hasta tanto las negras no consi­gan llevar su PR a 4R.

5 P3R

Las blancas pueden elegir entre de­sarrollar su AR por la vía de 2R o por la de 2CR. Puesto que el PAR está en 4A, el fianchetto P3CR seguido de 6 A2C entraña el inconveniente de que las negras podrán más tarde empren­der un ataque contra el adelantado PAR.

5 ... 0-0 6 A2R

En este tipo de apertura el AR es más útil en 2R, desde donde puede ir a 3A, que en 3D desde donde se po­dría dirigir contra una cadena de peo­nes y encontrarse con dificultades si eventualmente las negras jugasen ... P4R amenazando P5R. Por otra parte 6 A3D podría permitir a las propias

Defensa holandesa 103

blancas jugar P4R con todas sus ven­tajas y desventajas.

6 ... P3R

El plan de las negras es jugar... P4R después de la previa preparación de P3D y ... CD2D.

Si las negras hubiesen jugado direc­tamente 6 ... P3D se hubiese podido seguir de la siguiente e instructiva ma­nera:

Después de 6 ... P3D 7 P5D P4R 8 PxP al paso, AxP y las blancas tienen la posibilidad de poner un caballo en la casilla fuerte de 5D, después de una previa preparación.

La consecuente continuación y el cambio en 5D (... A x C PxA) dejaría a las negras con un peón retrasado en la columna AD, que podría convertirse fácilmente en objeto de ataque ya que entonces la columna quedaría abierta a las blancas. Si las negras jugasen ... P3A para alejar el caballo, el PD negro quedaría debilitado. Si después de 6 ... P3D 7 P5D las negras jugarían 7 ... CD2D con la intención de apostar su caballo en su 4AD, las blancas conti­nuarían 8 C4D y el cuadro negro 3R seguiría siendo una nulidad para ellas.

7 0-0 P3D 8 A2D(?)

El AD blanco ha de desarrollarse ya sea a 2D o en la otra dirección a 2CD o 3TD. En 2D refuerza la posición blanca desde el punto de vista defensivo pero no desde el ofensivo. Además el alfil en 2D está obstaculizando a otras pie­zas tales como la dama y el CR. Por tanto habría sido mejor desarrollar el alfil en la otra dirección a pesar del he­cho de que en tal caso las negras pue­den adelantar su PR sin más prepara­ción. Por ejemplo: 8 P3CD P4R 9 PxP PxP y si 10 CxP? C5R 11 CxC AxC. Pero en lugar de jugar 10 CxP? las blancas debieran continuar 10 A3T con un juego fino. Por ejemplo: 10 ... T1R 11 DxD TxD 12 TR1D T1R 13 C5D! CxC 14 PxC y las negras están en apuros porque su PAD puede debi­litarse fácilmente en la columna abier­ta.

Esto quiere decir que 8 ... P4R es prematuro. Siempre es arriesgado abrir el juego mientras se esté retrasa­do en cuanto a desarrollo.

8 ... CD2D

Preparando jugar... P4R.

9 T1A P4R

Con dos movimientos las negras han alcanzado ... P4R estableciéndo­se la igualdad en el centro. Debido a que su PAR está en 4A junto al PR tie­ne también la iniciativa en el centro.

10 D2A

Con esta jugada las blancas despe­jan la primera línea para liberar el mo­vimiento de sus torres y hace presión en la cerrada columna de AD. Esto tendría importancia si la columna AD

104 Ajedrez. El camino hacia la maestría

estuviera abierta o semiabierta, pero ya que todavía está cerrada, el movi­miento blanco deja a las negras espe­rando la ocasión de abrirla mediante movimientos tales como ... P3AD, se­guido de.. . P4D pero no impide en ab­soluto que lo haga. No obstante lo ju­gado en la partida no es malo.

10 ... P3A

Para evitar que las blancas jueguen C5D, lo que en las actuales circuns­tancias no tiene mucha importancia pero que puede hacerse fuerte en caso de movimientos tales como ... D2R o ... D1R ya que CxC PxC ya que entonces las blancas quedan fa­vorecidas porque les proporciona ata­que en la columna AD.

El movimiento realizado no irá se­guido ahora de ... P4D ya que las ne­gras no intentan abrir la columna.

Con esto se completa la apertura y no hay problemas tácticos de presión. Por tanto, en este momento las blan­cas determinan las líneas generales por las que se desarrollará esta parti­da; en otras palabras, determinan la estrategia.

Las blancas analizan dos líneas po­sibles:

(a) 11 PxP PxP 12 TR1D. Hay que observar que después de este cambio en el centro, la fuerza de ... P5R queda un poco mermada ya que después de este avance el caballo blanco se podría situar en el cuadro 4D blanco.

(b) 11 P4CD esperando llegar a un ataque al ala de dama. Podría seguir con P5C y las negras tendrían escasas posibilidades de cambiar peones ya que la columna AD en la que las blan­cas se muestran fuertes quedaría abierta.

No podemos decir cuál de los dos sistemas es mejor: cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Las blancas deben examinar la posición y formarse una idea de lo que está pla­neando y por qué. Elige (b) y juegan:

11 P4CD P5R

A su vez las negras toman una deci­sión estratégica importante: deciden jugar por el flanco de rey. Adelantando su PR, el centro de gravedad se trans­fiere al ala de rey en donde momentá­neamente tiene una cantidad de espa­cio abrumadora.

12 C1R

El caballo estaría mejor situado en su 2D donde podría haber ido desa­rrollando el AD a 2C.

12 ... P3TD

Las negras no desean que su propia estrategia por el lado de rey se vea in­terrumpida por la necesidad de defen­derse de la estrategia blanca por el lado de dama y hacen este movimien­to para oponerse adecuadamente a P5C blanco. Si ahora las blancas jue­gan P5C, la columna TD puede abrirse para las negras.

Defensa holandesa 105

13 P4TD(?)

Una preparación innecesaria. Indu­dablemente las blancas estaban inti­midadas por la formación negra P3TD P2CD P3AD y probablemente jugaran 13 P4TD mecánicamente sin siquiera analizar las consecuencias de 13 P5C y evaluar la posición resultante.

Las blancas bien pudieran haber ju­gado inmediatamente 13 P5C! PTxP 14 PxP. En este caso las negras in­tentarían ... C3C seguido de ... A3R para controlar el cuadro negro 4D.

Pero en cualquier caso la batería a lo largo de la columna AD habría gana­do fuerza. La partida podría haberse desarrollado 14 ... C3C 15 P4TR A3R 16 PxP PxP 17 P5T TXP (17 ... C5A 18 CxP gana un peón) 18 CxP T7T 19 CxC+ AxC 20 D3D con posibilir dades para ambos bandos.

13 ... R1T

Para apartar al rey de la línea de ja­que de la dama o del AR en caso de que las blancas prosigan su avance P5C, etc.

14 P3A

Aparentemente las blancas han olvi­dado su plan de golpear en el flanco de dama con P5C. Sin embargo, lo ju­gado es bueno. Las blancas golpean el centro y a la punta de lanza de la ca­dena de peones. Si las negras respon­den 14 ... PxP no se puede evitar 15 AxP y 16 P4R. Esto da la razón a la estrategia de atacar la punta en lugar de la base de la cadena de peones ne­gros.

Al fin y al cabo las piezas blancas entran rápidamente en acción.

Si las blancas siguen con su primer plan y juegan 14 P5C las negras se en­frentarán con algún problema. Las ne­gras no deberían abrir la fila AD con 14 ... PAxP 15 PAxP pues entonces el doblado blanco en la columna AD tie­ne su justificación. Incluso 14... PTxP 15 PAx P no es fiable pues las blancas ejercen presión sobre el cuadro 3AD negro y pueden sacar ventaja de su columna semiabierta AD. Mejor hubie­ra sido 14 ... P4A pero en tal caso las blancas hubieran arrebatado a las ne­gras su cuadro 4D y evitado que juga­sen ... P4D para apoyar su P5R.

14 ... T1R

Para defender al peón en 5R y ha­cerle sitio al caballo en C1A

15 P4A?

Pero las blancas no han comprendi­do los requerimientos estratégicos de la posición y con 15 P4A alivia la pre­sión sobre el centro y por lo tanto faci­lita a las negras la formulación de un plan conjunto, pues ya no tendrá que tener en cuenta la vulnerabilidad de su PR. No se debe nunca mitigar la pre­sión en el centro salvo que sea abso­lutamente necesario.

Las blancas podrían haber jugado 15 PxP CxP 16 CxC PxC y habrían

106 Ajedrez. El camino hacia la maestría

tenido perspectivas por ambos lados. Pero también podrían haber hecho pri­mero el movimiento de espera 15 R1T para cambiar peones después de que las negras hubiesen jugado 15 ... C1A lo que probablemente hubieran hecho para despejar la diagonal para el alfil, etc.

Después del cambio en 4R blanco, el mejor sitio para el CD negro es en su 3AR. Obsérvese que las blancas no hacen este cambio mientras el CD ne­gro pueda llegar a su 3AR en un movi­miento.

Pero hace el cambio después de que el caballo haya ido a su 1AR.

15 ... C1A

En el último movimiento de las blan­cas ha asegurado el centro a las ne­gras. Ahora éstas conciben una estra­tegia nueva: atacar por el ala de rey, lo que se hará jugando ... P4CR después de una preparación adecuada. Esto viene a ser una especie de estrategia de cadena de peones en la que será atacada la punta de la cadena 4AR ya que la base de ella en 3R es inaccesi­ble.

La estrategia de cadena de peones será comentada en la partida 19.

16 P3C

Para hacerle sitio al caballo. Nueva­mente si el AD blanco se hubiera de­sarrollado a 2CD, el CR podría haber ido a 2D en el 12.° movimiento, lo que hubiera sido para él un cuadro mucho mejor.

Se puede observar que las blancas no tienen un plan realmente eficaz. De hecho no tienen plan real alguno. El amateur está jugando a tientas movi­miento tras movimiento.

16 ... A3R

Hay que desarrollar el AD. Ahora de­saloja el cuadro AD para la TD y desde 3R ejerce presión sobre el cuadro 4AD blanco. Tan pronto como las negras puedan llevar su dama a 2AR las blan­cas se pueden ver inducidas a avanzar su PA asegurando el cuadro 4D negro para su AD.

Obsérvese que el plan de ataque blanco en el flanco de dama, antes tan prometedor está realmente muy lejos de serlo, pues: 17 P5C PTxP y

(a) 18 PAxP C4D y las negras han maniobrado para ocupar el cuadro central fuerte.

(b) 18 PTxP D2AD seguido de 19 ... D2A ejerciendo presión sobre la for­mación de peones blancos.

17 C1D

Planeando C-2A-3T y, quizá 5C.

17 ... D2R

Conectando las torres y dando a las negras la posibilidad de jugar... D2AR.

18 C2A P3T

Defensa holandesa 107

Para poder jugar con seguridad ... P4CR. Es notable cómo se llevan len­tamente a cabo planes en una posi­ción cerrada: un movimiento en un ala, luego en otra, esperando únicamente la oportunidad óptima.

19 P3T

Puesto que 19 C3T no lleva a ningún sitio después de 19 ... CD2T las blan­cas planean por sí mismas adelantar su PCR atacando la base de la cadena de peones negros.

19 P4CR

Las negras esperan que las blancas cambien peones tras lo cual las ne­gras tendrían la columna abierta TR.

20 PxP?

Hubiera sido mucho mejor 20 C2C después de lo que las negras no po­drían jugar nunca ... PxP sin que el caballo blanco tomase una posición fuerte en su 4AR. Entonces las negras se verían obligadas a variar su estrate­gia y después de una preparación muy cuidadosa jugar para adelantar su PCR. Nuevamente el mismo tipo de error que en su 15.° movimiento: el amateur le pone las cosas fáciles a su contrario.

20 ... PxP

Lo importante es que la columna TR está ahora abierta para atacar. Bas­tante más tarde, ya que será un proce­so lento, las negras llevarán su caballo y/o su dama a esta columna.

21 P4C

aislando pronto el PR negro, pero esto no parece muy ofensivo.

21 C3C

Para introducir el caballo en el juego y despejar la primera línea para liberar el movimiento de las torres.

En esta fase de la partida no hay nada más claro. Las negras tratarán de llevar sus piezas a sitios mejores para alcanzar una concentración de fuerza. Posiblemente el C(3C) irá a 5R.

22 PxP

En este movimiento y en el siguiente las blancas se impacientan, no les gusta esperar, tratan de tener un poco más de libertad.

Tal vez se hubiese recuperado el ataque en el lado de dama con 22 P5C aun cuando este ataque no logra tanto cómo hubiera logrado unos pocos movimientos antes cuando le hubiese podido dar a las blancas algunas con­traoportunidades.

22 ... 23 C4C

AxP AxC

Las negras cambian aquí con el alfil para fijar el peón blanco en un cuadro en el que lo puede atacar. La alternati­va 23 ... CxC 24 PxC pierde un tiem­po para las negras y da a las blancas la oportunidad de reforzarse.

24 PxQ

Las blancas debieron considerar 24 AxA que cambia una pieza más.

24 ... 25 D1D

D2D

Lo mejor en estas circunstancias, Forzada, ya que 25 T5A C5T 26

TxP A3T. La torre no tiene retirada.

108 Ajedrez. El camino hacia la maestría

25 ... P4D

Para abrir la diagonal negra 1CD-7TR para la dama, y tratar de asegurar el cuadro 4D negro para el caballo en el caso eventual de que las blancas no adelanten su PAO. Obsérvese que las negras hacen este movimiento sólo después de haber desaparecido la po­sibilidad de que las blancas abran la columna AD.

26 C2C(?)

Las blancas deberían haber cedido algo para evitar que las negras consi­gan un cuadro fuerte en su 4D.

26 PxP? es malo porque les da a las negras el cuadro 4D negro para su alfil.

Pero 26 P5A! es bueno ya que impi­de que el caballo negro ocupe ese cuadro. Pero en tal caso las negras al­canzan su otro objetivo: el ataque por la columna TR. Las negras prosiguen ... R2T ... T1T... R1C. Su ataque resul­ta difícil de parar.

También el movimiento 26 P5C me­rece ser tomado en consideración, ya que después de él las negras ocupan también el valioso cuadro central 4D:

26 ... PDxP 27 PxPA PxP 28 TxP C4D.

26 ... PxP

Ahora las negras aseguran su cua­dro 4D para el caballo. Este cuadro es mucho más importante para ellas que el PR aislado resultante que no puede ser atacado de ninguna forma.

27 TxP

Forzado, puesto 27 AxP pierde el PCR.

27 ... C4D

El caballo ocupa una posición domi­nante de la que no puede ser desaloja­do. Desde este cuadro central paraliza toda el ala de dama. En este momento no está atacando nada, pero pronto lo hará.

A un lugar como ese se le denomina cuadro fuerte, es decir un cuadro que no puede ser controlado por peones contrarios y está dentro o cerca de te­rritorio enemigo y en que se cumplen tres condiciones siguientes:

a) ningún peón contrario puede controlarlo

b) el cuadro está dentro o cerca del territorio enemigo

c) hay que estar en condiciones de, tarde o temprano, llevar más pie­zas al cuadro que el contrario. Esto conduce a que se ocupe el cuadro preferentemente con un caballo.

28 D1R

Puesto que el CR negro ha ocupado su cuadro fuerte 4D ha disminuido la presión negra contra el cuadro 4CR blanco. Esto permite moverse a la dama blanca, pero lo jugado no logra

Defensa holandesa 109

mucho. Las blancas planeaban 29 D3C 30TR1AD 31 R2A.

Tal vez hubiera sido mejor 28 A1R. Entonces si 28 ... D3D 29 A2A seguido de 30 D1R y 31 A3C. O quizás hubiese sido preferible tratar de escapar con el rey mediante 28 R2A. Pero si el rey blanco consigue dirigirse hacia el cen­tro, el caballo negro en su 4D ejerce una acción limitadora importante.

28 ... D3D

Esto no sólo impide que la dama blanca vaya a 3C sino que al mismo tiempo prepara el ataque ... T1TR y ... D7T+ para después ... A3A y R2C.

29 T1A?

Una terrible pérdida de tiempo. El rey blanco está en una posición terri­ble. Algo habría que hacer; posible­mente 29 T5AR seguido de 30 D2A después de lo cual el rey blanco po­dría escapar por la primera línea si fue­ra necesario.

29 ... A3A 30 P5CD

Demasiado tarde. Todavía era bue­no 30 T5AR.

30 ... PTxP 31 PxP R2C

De acuerdo con el plan. Ahora las negras están preparadas para 32 ... T1T, etc.

32 PxP PxP 33 R2A

Perdiendo un tiempo, pero ya es de­masiado tarde para encontrar el buen camino: 33 A4A T1T 34 R2A T7T ame­nazando 35 ... C5T. Las negras tienen una franca superioridad. Todas sus piezas están prontas para entrar en acción: un ejemplo de concentración de fuerza.

En otras palabras, la idea 33 A4A y 34 A x C en general es buena pues cuando uno se ve atacado es buena cosa cambiar piezas donde sea posi­ble, a fin de cortar el ataque. Pero aquí esto no es suficiente.

O 33 T5AR T1T 34 A1A D7T+ 35 R2A C5T de todas formas gana jugan­do las negras simplemente... CxT y 6 ... T6T.

33 ... T1AR

Para forzar al rey blanco.

34 R1C T1T 35 T1T D7T+ 36 R2A TD-1AR 37 Abandonan

La amenaza de 37 ... AxP+ a la descubierta o cualquier otro jaque a la descubierta preconiza la pérdida de

110 Ajedrez. El camino hacia la maestría

material, pero en cualquier caso, el rey blanco está tan embotellado que no se le ve salida.

La partida podría haber continuado: 37 D1C (37 T7T+? A2R+! a la des­

cubierta) C5T (las negras pueden es­perar) y

(a) 38 T7T+ A2R+ a la descubierta 39R1R CxC+

(b) 38 T1C A2R+ 39 A3A (después de 39 R1R DxT+ seguido de mate) TXA+ 40 R2R TxP +!! 41 AxT C6AD+

(c) 38 R1R CxC+ 39 R1D C(7C)xP+ 40 R1A DxA etc.

• La teoría de la Grünfeld: ataque • Motivo para el cambio de damas contra el peón central • Explotación de las debilidades

• La debilidad del peón central abier- • Ataque contra el rey en la apertura to • Juntando ganancias

Hemos visto en partidas anteriores a jugadores que controlan el centro o bien ocupándolo con peones y piezas, o bien ejerciendo presión sobre él me­diante piezas alejadas.

En la Grünfeld-lndia, las negras permiten deliberadamente que las blancas ocupen con peones el centro al que luego atacan.

En esta partida las negras debilitan mediante cambios el amplio centro de peones, obligando a las blancas defender lo que queda con su rey. Finalmente las negras rompen completamente el centro, y el rey blanco, despojado de sus protectores, se convierte en el objetivo de la torre y los dos alfiles negros que se lanzan a hostigar al rey blanco tanto como puedan sin darle ningún respiro.

La eficacia de la técnica descrita depende del tipo de centro de peones que alcancen las blancas. Pequeñas diferencias pueden hacer que la construcción del centro de peones sea segura o insegura. En la Grünfeld-lndia, la presencia del CD blanco en su 3AD hace que la línea 3 ... P4D 4 PxP CxP 5 P4R sea mu­cho más atractiva para las negras que otras posiciones análogas en aperturas similares.

Puesto que las pequeñas diferencias entre tipos de centros de peones son tan sutiles, a los amateurs les resulta difícil encontrar el camino de estas apertu­ras. Movimientos que parecen buenos se pueden convertir en errores desventa­josos. Para seguir la línea correcta es necesario conocer la Grünfeld a fondo.

En esta partida el amateur realiza un movimiento evidente que se convierte en un error estratégico. El amateur defiende, y frente a otro amateur podría ha­ber conseguido tablas e incluso más, pero el maestro explota al máximo los errores del amateur no dándole ninguna ocasión de librarse.

112 Ajedrez. El camino hacia la maestría

La Grünfeld típica. Formación de peones.

DEFENSA GRÜNFELD-INDIA

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4D 2 P4AD

C3AR P3CR

Movimiento característico de las aperturas indias de rey, que serán tra­tadas en detalle en las partidas 19 al 22.

La estrategia clásica consistía en ocupar el centro con peones.

Esta estrategia ha sido comentada en la Ruy López y en cierta medida en la defensa Nimzo-lndia (partidas 1, 2, 5, 6 y 7).

El texto es un ejemplo de estrategia moderna, que no ocupa el centro con peones sino que dirige piezas hacia el centro con la intención de esperar a ver qué es lo que va a hacer el contra­rio, en el centro y después actuar de acuerdo con ello.

Dependiendo de cómo continúen las blancas, en la india de rey, las ne­gras pueden adoptar distintas forma­ciones de peones.

Por ejemplo:

(a) P3D P4R (la india de rey: parti­da 19, con el AR blanco en 2R; Partida 22 con el AR blanco en 2CR).

(b) P3D P4AD 3 P3CR A2C 4 A2C P3D 5 C3AD 0-0 6 C3A seguido por:

(1) 6 ... P4A 7 0-0 (yugoslava) o

(2) 6 ... C3A 7 P5D C4TD (va­riante Panno).

(c) P4D: 3 P3CR P4D o 3 P3CR A2C 4 A2C P4D (variante Grünfeld de la india de rey) (partida 21): 3 C3AD P4D (defensa Grünfeld, como en la presente partida) 3 C3AD A2C 4 C3A 0-0 5 P3CR P4D. Esta variante es qui­zá la que da un pequeño y vigoroso juego a la Grünfeld.

(d) P3A 3 P3CR P3AD 4 P5D (par­tida 20).

Es importante saber bajo qué cir­cunstancias deberian emplearse estas distintas formaciones de peones ne­gros. Esto no se puede definir riguro­samente: veremos algo de ello en esta partida y en las 19,20, 21 y 22.

3 C3AD

Las blancas disputan el control ne­gro sobre el cuadro 4R blanco.

3 ... P4D

El movimiento temático de la Grün-feld-lndia. Esta es una forma peculiar de activarse en el centro porque ofre­ce el PD central a cambio del no cen­tral PAD, lo que indica la voluntad de seguir con clara minoría en el centro pero con la posibilidad de atacar el amplio centro blanco de forma eficaz,

Defensa Grünfeld-lndia 113

lo que no existe en la variante Marshall del gambito de dama rehusado (1 P4D P4D 2 P4AD C3AR 3 PxP CxP). Esta posibilidad de atacar en forma eficaz el centro blanco es debida a :

(a) El cambio ... CxC que seguirá, y

(b) la posesión del AR negro fian-chettado.

Este mismo movimiento puede ha­cerse en otras aperturas similares, pero frecuentemente con otras conse­cuencias. Compárese 3... P4D en esta apertura con el mismo movimiento en la línea Marshall antes citada, en la que resulta flojo porque no consigue ni (a) ni (b) y con la partida 21 en la que no es ni flojo ni fuerte pues sólo consi­gue la (b).

Las blancas pueden demostrar a las negras una clara superioridad en el centro mediante:

(a) 4 C3A; (b) 4 D3C; (c) 4 A4A; (d) 4P3R.

Lo más bueno es probablemente 4 C3A seguido de 5 D3C por ejemplo:

4 C3A A2C 5 D3C PxP (5 ... P3A 6 P3R P3R 7 A3D 0-0 8 0-0 CD2D 9 A2D es otra línea) 6 DxPA 0-0 7 P4R A5C 8 A3R CD2D etc. - l a idea de Smys-lov— con ataque ganador para las

i blancas, en el flanco de dama, con dos caballos negros en el ala de dama.

4 PxP

Las blancas deciden tomar el peón y destrozar el centro negro, que es exactamente lo que hacen en la línea Marshall citada y en la partida 21, pero con una notable diferencia, pues en la línea Marshall aún no han desarrollado su Cu al 3AD. Esto da al CR negro bastantes menos posibilidades en la línea Marshall que en la Grünfeld-ln­dia.

4 ... CxP

Las negras consienten cambiar su PD por el PAD blanco. En general no es prudente ceder un peón central por uno lateral, pero aquí se dan condicio­nes especiales.

5 P4R

ParSTorñar la posesión del centro. Si las blancas no desean presentar

a las negras un buen centro como ob­jetivo deben replicar en 5 P3R, las ne­gras tendrían un juego fácil en cuanto podría desarrollar sus piezas y soca­var el centro; por ejemplo:

5 ... A2C 6 C3A P4AD etc. O bien 5 C x C DxClas negras ga­

narían un tiempo promocionando su desarrollo dándoles al mismo tiempo una fuerte posición.

5 ... CxC

En esta línea, pero no en la antes ci­tada variante Marshall, las negras to­man el CD blanco. Este recurso de te­ner la posibilidad de tomar el CD blan­co es lo que marca la diferencia entre ambas líneas.

6 PxC

114 Ajedrez. El camino hacía la maestría

El centro blanco parece ahora muy fuerte, pero en realidad es muy vulne­rable.

Esta vulnerabilidad procede del he­cho de que las negras puedan atacar muchas veces al PD blanco no siendo el PAD una protección muy substan­cial porque las negras pueden jugar... P4AD sin tener que temer la réplica PxP ya que esto podría dejar a las blancas con una posición de sus peo­nes tan pobre que su peón extra cons­tituiría un pasivo más bien que un acti­vo.

¿Cómo pueden las negras jugar para contrarrestar el centro blanco?

6 ... P4AD

Las negras jugarán ... P4AD y A2C. Posiblemente cualquiera de los dos podría hacerse en primer lugar.

Como cuestión de hecho, sin ... P4AD el movimiento ... A2C no tiene mucha fuerza. Por tanto, si las negras juegan 6 ... A2C las blancas deben sa­ber, en todo caso, que luego seguirá ... P4AD. De no ser así las negras de­berían considerar el jugar inmediata­mente 6 ... A2C ya que así las blancas no sabrían de dónde les vendrá el si­guiente tiro.

El movimiento ... P4AD se encuentra en numerosas aperturas tales como el gambito de dama aceptado con el ob­jeto de cambiar el PAD por el PD neu­tralizando así el centro.

Aquí no es este caso. En la Grünfeld las negras cambian su PAD por el PD blanco para debilitar el centro.

En posiciones de peones como ésta las blancas no pueden nunca respon­der con PxP porque acabarían con dos peones aislados, por ejemplo:

7 PxP D4T 8 D2A A2C 9 A2D DxP (4) y las blancas tienen dos peones centrales aislados sin compensación alguna.

Para las blancas es un gran handi-cap no poder tomar el peón negro sin incurrir en el inconveniente citado.

Las blancas pudieran haber jugado 7 P5D pero un peón central que se adelante demasiado pronto se verá forzado a cambiar, lo que representa una pérdida de tiempo y, además, en este caso, peones aislados. Por ejem­plo:

7 ... A2C 8 A2D P3R 9 A4AD D4T 10 D2A P4CD y después de 11 A2R PxP 12 PxP 0-0 el PD blanco puede que­dar muy debilitado. Y además las ne­gras tienen la iniciativa. Después de 13 C3A T1R las blancas ya no pueden en­rocar.

7 C3A(?)

Las blancas intentan por tercera vez defender su PD. Pero las negras pue­den anular esta defensa en cualquier momento clavando el caballo con ... A5CR. Por tanto 7 C3A no es adecua­do.

Las blancas deberían haber jugado 7 A4AD seguido de 8 C2R. Con esto el ataque negro contra el PD blanco es menos efectivo. El peón queda prote­gido adecuadamente. Si entonces las negras tratan de clavar el CR blanco con ... A5CR las blancas responden P3A por lo que pone de manifiesto la gran diferencia entre las dos formas de desarrollo con el caballo.

Según la teoría, la siguiente conti­nuación conduce a una posición igua­lada:

7 A4AD A2C 8 C2R C3A 9 A3R y el PD blanco es atacado cuatro veces y defendido también cuatro veces, con lo que han mantenido su centro.

Las blancas no tienen ventaja ya que tener el centro sólo constituye una ventaja si el bando que lo tiene puede utilizarlo avanzando, expulsando pie­zas y/o creando espacio con fines de

Defensa Grünfetd-lndia 115

ataque. Pero las blancas no pueden hacer nada de esto. La teoría conti­núa:

9... 0-0 10 0-0 PxP 11 PxPA5C12 P3A C4T 13 A3D posición verdadera­mente dificultosa que se ha dado en varias partidas entre grandes maes­tros que han sido ganadas alternativa­mente por las blancas y las negras.

Otra posibilidad antes usada es 7 A5C+:

(a) 7 ... A2D 8 A x A + DxA (mante­niendo la posibilidad de C3A) 9 C3A A2C 10 0-0 PxP 11 PxP C3A (Kash-dan-Alekhine, Londres 1932).

(b) Dudosa es 7 ... C3A 8 AxC+ PxA 9 A3R A2CR 10 C2R PxP 11 PxP P4AD y las blancas pueden ha­cer un sacrificio: 12 PxP A x T 1 3 D x A con buenas oportunidades (13 ... 0-0 14A6T).

Y si las blancas posponen el cambio AXC+ por ejemplo:

7 ... C3A 8 C2R A2C 9 0-0 PxP (de otro modo 10 P5D) 10 PxP 0-0 11 AxC PxA 12 A3T previniendo ... P4AD.

7 ... A2C 8 A4AD

Si no hay amenaza, continúa el de­sarrollo.

8 ... PxP

Podría pensarse que este cambio aligera la presión contra el PD blanco, pero por el contrario lo expone a un ataque directo, como es evidente en la continuación. ,

Las negras podrían haber jugado 8 ... C3AD o 8 ... A5C aumentando la presión contra el PD blanco, pero las negras tienen en la mente una conti­nuación forzada, y para evitar el traba­

jo de tener que calcular lo que sucede­ría si las blancas no recuperasen su 4D con su PA, plantean inmediata­mente el problema.

Si las negras hubiesen jugado 8 ... D2A amenazando indirectamente el AR blanco, la respuesta 9 A3D habría sido mala por: 9 ... PxP 10 PxP D6A+ ganando la pieza.

Las blancas también podrían res­ponder 9 A3C en cual caso 9 ... PxP 10 PxP D6A+ 11 A2D no representa nada, o bien 9 D3C atacando al PAR.

Después de 9 CxP se quedarían con un PAD verdaderamente débil.

9 ... C3A

El PD blanco se ve atacado tres ve­ces y defendido sólo dos.

10 A3R

Las blancas podrían también defen­derse con 10 A2C pero la continuación negra sería la misma, quizás un poco más fuerte.

116 Ajedrez- El camino hacia la maestría

Obsérvese que las blancas no pue­den jugar 10 P5D ya que el AR negro podría tomar la TD blanca.

Examinemos ahora 10 P5R que pa­rece plausible porque reduce la in­fluencia del AR negro en la diagonal.

En algunas posiciones de este tipo P5R es muy fuerte (véase la partida 21 en la que este avance ayuda a tomar ventaja del vacío en 3AR de la posi­ción negra: este no es el caso en la presente partida).

Posicionalmente P5R crea dos debi­lidades definidas y permanentes: el PD y el vacío en 4D negro; pero no es fácil para las negras explotar estas fla­quezas.

En esta posición 10 P5R A5C 11 A3R 0-0 12 0-0 AxC y las blancas de­ben tomar con el peón, creando una pequeña debilidad en la posición y en su flanco de rey.

Y si las negras se deciden a jugar... P3R ... C2R y ... C4D tienen ventaja por ocupar las casillas débiles de la posición de las blancas.

10 ... D4T+

Jugada forzada para quitar a las blancas el privilegio del enroque (11 R1A o R2R) y las blancas debilitan su PD si jugasen 11 D2D o 11 A2D.

11 D2D

Esta jugada debilita el PD de las blancas.

11 R2R era tal vez más preferible. Si 11 A2D las negras seguirían con

11 ... D6T!. Ahora el PD está atacado dos veces

y las blancas no pueden jugar 12 A3R defendiendo su PD atacado, por la buena jugada de las negras 12 ... D6A+

11 ... DxD+

En general, el jugador atacante no cambia damas. Sin embargo cambiará si:

(a) La dama contraria es más fuer­te que la propia, o

(b) conviene a sus planes estraté­gicos o tácticos.

En este caso las negras cambian porque tienen un plan definido para atacar el PD blanco, y para este plan es importante que el rey blanco esté en una posición expuesta.

Otros movimientos cuestan un peón privando al PD blanco de uno de sus apoyos.

Las blancas y las negras están toda­vía igualadas en piezas.

Las damas han desaparecido del ta­blero y la partida entra en una nueva fase. Las blancas tienen varias debili­dades: sus peones centrales son vul­nerables y están siendo atacados: su rey, privado del derecho de enroque, está localizado en una columna cen­tral; su TD está en una diagonal en la

Defensa Grünfeld-lndia 117

línea directa con el alfil fianchettado negro.

¿Cómo pueden las negras sacar ventaja de todo ello? Lo logrará si puede encontrar un movimiento que al mismo tiempo ataque a uno de los de­fensores del peón vulnerable en 4D blanco y abrir camino para un ulterior ataque a tal peón y por extensión al rey blanco.

Por tanto, juega

12 ... A5C!

Las negras amenazan ganar el PD alejando a uno de sus defensores.

13 R3A

El único movimiento bueno, pero esto indica que el amateur no teme colocar su rey en una posición ex­puesta sobre e! tablero. Probablemen­te está enterado de que tan pronto como las negras amenacen entrar en un final, el rey se mantendrá aquí muy activo. En general, en los finales el rey debe ir al «frente».

Naturalmente, hay algunos movi­mientos malos:

(a) 13 P5D pierde el cambio. (b) 13 R3D pierde un peón des­

pués de 13 ... A x C 14 PxA 0-0-0 15 A5D (15 AxP? C4R+) C5C+ 16 R4A CxA 17PxC T2D, etc.

(c) con 13 P5R no pierde material, pero tendrá dificultades en la conti­nuación. Por ejemplo: 13 ... AxC 14 PxA 0-0 seguido de mover las torres negras a 1AD y 1D.

13 ... T1AD

Ahora las negras amenazan ganar una pieza con ... C4T.

Las blancas tienen ahora dos debili­dades:

(a) SuPD. (b) La posición de su rey.

Las negras tienen la opción entre explotar la nueva debilidad con 13 ... T1AD o aumentar la presión en la pri­mera mediante 13 ... T1D. Es más difí­cil defenderse frente a ataques proce­dentes de dos direcciones que ante un doble ataque: es decir, que las debili­dades de distintas clases son las más difíciles de defender.

Surge un daño progresivo. Por tal nuevo motivo las negras explotan la nueva debilidad con 13 ... T1AD en lu­gar de jugar 13 ... T1D que aumentaría la presión en una de las debilidades, pero que no sería lo mejor. Las negras deberían reservar su cuadro 1D para su TR de forma que la TD pueda entrar en juego en el cuadro 1AD.

Llegados a este punto, las negras pudieron cambiar con 13 ... AxC para reforzar la presión contra el PD blanco y doblarle un peón lo que habría sido razonablemente bueno, pero hacién­dolo hubiera dejado a las blancas con los dos alfiles que a la larga podrían compensarlo por la eventual pérdida de un peón (compárese el comentario al 18.° movimiento negro).

Al no cambiar, las negras han de­mostrado su gran autocontrol.

De entre cíen jugadores, noventa y nueve habrían hecho lo mismo por pura pereza y desde ahora en adelan­te las negras tienen que vigilar conti­nuamente cuando pueda el caballo blanco abandonar su actual situación aumentando las posibilidades blancas sin correr riesgos.

14 TD1AD 0-0

Las negras movilizan también su TR. Obsérvese que no tratan de apro­vechar inmediatamente la debilidad. Como norma general refuerzan prime-

118 Ajedrez. El camino hacia la maestría

ro su posición, es decir, concentran sus fuerzas. Las negras pudieron ha­ber intentado explotar inmediatamente tal debilidad con 14 ... C4T pero éste no lleva a ninguna parte después de 15 R4C.

15 TR-1D

Otro movimiento fuerte. Las blancas están determinadas a parar la tormen­ta y sobrevivir.

Al decidir este movimient© las blan­cas estudian la situación después de 14 ... 0-0 negro, y se preguntan a sí mismas cómo pudieron las negras to­mar ventaja de la presencia del rey blanco en la misma columna que la to­rre negra.

Y ¿qué hay detrás de 15 ... P4CD? Siguiendo la plausible continuación

16 AxP C x P + a la descubierta 17 R4C!. ¿Cómo tendrían que continuar las negras? Con 17 ... C7A+ 18 R4T T6A (amenazando mate en 6TD) 19 T3D.

Las blancas llegan a la conclusión de que en la posición resultante esta­ría algo mejor que ahora.

Conclusión: 15 ... P4CD no gana in­mediatamente, y por ello las blancas eligen el movimiento del texto.

No obstante podrían analizarse las siguientes continuaciones:

(a) 15 R3C? A x C 16 PxA AxPD perdiendo un peón.

(b) 15 R3C AxC 16 PxA es muy bueno para las negras: 16 ... TR1D 17 A5D C5C+ 18 R2D CxA 19 PxC P4A y las blancas tienen una posición muy comprometida.

(c) 15 P5R P4CD! y la posición de las negras es superior.

(d) 15 P4TD P3TD y las blancas se encuentran con el problema de tener que elegir entre: R3C R3D P5R y TR-1D.

15 ... P4CD!

Las negras sacan ventaja de la cla­vada indirecta (si el caballo negro no estuviera en la columna AD la clavada sería directa).

La combinación conduce a ganar un peón en pocos movimientos como ve­remos.

Las negras pudieran haber conti­nuado 15 ... TR1D para seguir con su principio original «primero concentra tus fuerzas» y esto hubiera sido co­rrecto. Pero es cuestión de comparar las ventajas que se obtienen dando el golpe inmediatamente o más tarde.

En este caso particular no habría gran diferencia. Las blancas podrían continuar 16 P5R (prácticamente no tienen otra cosa) y 16 ... P4CD lleva a desarrollos similares a los de la parti­da.

16 AxPC

Forzado ya que con cualquier otro movimiento del alfil las negras llegan al jaque a la descubierta sin perder el PC.

16 ... CxP+ (descubierta)

Defensa Grünfeld-lndia 119

17 R4C

Forzado para proteger el alfil.

17 ... CxC

También 17 ... C7A+ es muy fuerte, pero no decisivo. Lo del texto es pre­ferible porque gana un peón en una excelente posición.

18 PxC AxP

Ahora resulta evidente por qué las negras no cambiaron en su 13.° movi­miento. Ahora hay un alfil y no un ca­ballo negro en 3AR blanco, lo que constituye una enorme diferencia. De haber un caballo negro en el 3AR blan­co, las blancas podrían proseguir 19 Ax P y aunque las negras podrían con­servar su ventaja en material mediante 19 ... CxP el peón blanco pasado PTD apoyado por el rey y los dos alfiles su­pondría mucha fuerza que podría compensar sobradamente la pérdida de un peón.

Aquí se ve lo que pueden represen­tar los dos alfiles en circunstancias es­peciales. Después de todo resulta de­safortunado para las blancas que las negras no hicieran el obvio cambio en su 13.° movimiento. En ese caso se habría visto recompensado el enérgi­co contrajuego de las blancas y sus previsiones exactas.

19 TxT

Las blancas no tienen muchas op­ciones. Después de 19 T7D T x T 20 AxT T1A 21 A3R se llega a la misma posición que en la partida.

19 ... TxT 20 T7D

La única posibilidad.

20 ... A6A+

Igualmente bueno habría sido 20 ... Ax P pero las negras tratan de llevar la máxima fuerza de los dos alfiles contra el rey desprotegido.

21 R3T

Si 21 R3C P4TD y si 22 TxPR falla frente a 22 ... A8D+ 23 R3T A5C+, etc.

21 ... P4TD!

Indirecta protección del PR de las negras, ya que si 22 TxP? A5C+.

22 A3D

Las negras amenazaban ganar el PR de las blancas.

22 ... T1C

120 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Con la amenaza de 23 ... A8D y 24 ... A7C++ o bien 23 ... T5C y 24 ... A7C++.

23 A2A

Evitando la línea antes mencionada. Otra posibilidad era: 23 T7A A4R! y:

(a) 24 T7T A8D y las blancas tienen la doble amenaza de mate en 2CD o en6D.

(b) 24 T4A A8D! 25 A2A A7R y la torre blanca está perdida:

(1) 26T4T A7C++. (2) 26 T5A A3D ganando la torre. (3) 26 T6A A7C+ 27 R4T

A4C+ ganando la torre.

Se puede ver la fuerza de las torres y los dos alfiles en las líneas y colum­nas abiertas, con los dobles ataques o mates que pueden producir.

23 A7R

Las negras amenazan ganar la torre blanca por:

24... A7C+ 25R4TA4C + . Si las negras juegan 23 ... T5C las

blancas evitan la amenaza mediante 24A3C o 24A1A.

24 T7A

Si 24 A3D A8D 25 A1A (la única ju­gada) A5C+ 26 R2C A7D+ (descu­bierta) ganando por un rápido mate.

Si 24 T7T A7C+ 25 R4T A4C+ y

(a) 26 R3C A6D+ (descubierta) o (b) 26RxP A6A++.

24 ... A4R! 25 Abandonan

La torre no tiene movida.

(a) Y si la torre se mantiene en la línea, por ejemplo: 25 T7T 25 T7D o 25 TxP se forzaría la victoria con: 25 ... A7C+ 26 R4T A4C+ y

(1) 27 R3C A6D+ (descubier­ta) etc.

(2) 27RXP A6A++. (b) 25 T6A A7C+ 26 R4T A4C + 27

rey mueve y AxT ganando la torre. (c) 25 T5A A3D.

(1) 26R4T AxT 27AxA T1AD ganando el alfil y permane­ciendo con una torre gana­dora.

(2) 26 A3C T1AD ganando la torre.

En comparación con las partidas anteriores observamos aquí una gran mejoría por parte del amateur. Su jue­go más sólido es debido a:

(a) Una serie de movimientos más atrevidos con su rey.

(b) Una disposición para tomar la iniciativa si las negras no acertasen con la continuación correcta, y

(c) Una defensa cabal contra las múltiples amenazas sutiles de su con­trario.

• Apertura 1 C3AR • Cómo sacar ventaja de los peones • Cómo sacar ventaja de los peones doblados y aislados

colgantes • Razones para el cambio de damas

A lo largo de un cierto número de partidas un jugador de ajedrez se encontra­rá probablemente con distintas formaciones tipo de características especiales y que requieren un estilo de juego especial por ambas partes. Incluso un jugador más bien fuerte se encuentra a veces incapaz de manejar tales formaciones si no ha oído hablar nunca de ellas y no sospecha los peligros latentes a los que se puede ver expuesto. El conocimiento de la existencia de una formación dada previene al jugador de que hará bien en estudiarla más a fondo y aprender sus puntos fuertes y débiles así como las técnicas normales para su tratamiento.

Esta partida muestra cómo un jugador que ignora los peligros inherentes de los peones colgantes puede llegar por sí mismo a una posición que inmediata­mente antes del décimo movimiento sea ya prácticamente insostenible.

A través de cambios de peones centrales a veces puede encontrarse uno con un par de peones en columnas adyacentes, separados de todos los demás peones por lo menos por una columna en cada lado. A estos se les denomina peones colgantes. Según en qué circunstancias estos peones pueden ser fuer­tes, pero en otras pueden ser más arriesgados que los peones aislados ya que forman, por decirlo de algún modo, un dúo de dos peones aislados.

Cuando hay muchas piezas en el tablero, particularmente sí se trata de pie­zas menores, los cuadros dominados por los peones colgados pueden constituir una avanzada fuerte. En esta partida, sin embargo, los peones colgados son dé­biles debido principalmente al poco desarrollo.

Existen varios tipos de técnicas para explotar la vulnerabilidad de los peones colgados:

a) Atacarlos con piezas forzando a que el contrario los proteja también con piezas, y entonces atacar las piezas defensoras cambiándolas en el momento oportuno. Esta técnica termina frecuentemente ganando un peón o debilitando los del contrario.

122 Ajedrez. El camino hacia la maestría

b) Forzando a adelantar uno de los peones colgados, y entonces colocar una pieza en el cuadro enfrente del peón retrasado.

c) Atacar uno de los peones colgados con un peón propio obligando a un cambio que deja al contrario con un peón aislado.

Los PAD y PD negros son peones col- miento similar de las negras en las gados. aperturas indias (véanse los comenta-Posición después de 8 ... PxP. rios al primer movimiento negro en la

partida 1).

GRÜNFELD INVERTIDA

BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 C3AR

La forma clásica de controlar los cuadros centrales es ocupándolos con peones (1 P4R o 1 P4D). El movimien­to del texto 1 C3AR emprende el con­trol del centro con piezas. Desde su puesto en 3AR el caballo ejerce un cierto control sobre los cuadros cen­trales 4D y 5R. Impide que las negras jueguen 1 ... P4R.

Este movimiento en lugar de confi­nar a las blancas en una línea definida reserva para ellos el máximo de posi­bilidades al igual que lo hace un movi-

1 ... P4D

Ahora tenemos una especie de apertura india inversa, es decir, que las blancas desarrollaron su CR y las negras jugaron ... P4D.

2 P3CR

Con este movimiento la apertura se convierte en una india de rey invertida. Para un comentario sobre las ideas básicas de la india de rey, véanse las partidas 19 a 22.

La réplica 2 P4A conduce a la aper­tura Reti pura, creando posiciones si­milares a las de la partida 25 cuya idea básica es la de posponer la ocupación del centro con peones. En el caso de que las negras no sigan esta estrate­gia y ocupe el centro con uno o más peones, las blancas atacarán dicho centro con su PAD. Cuando el centro quede de esta forma despejado las blancas lo ocuparán con sus propios peones. Como ejemplo típico tene­mos: 2 ... P3R 3 P3CR C3AR 4 A2C PxP 5 D4T+ A2D 6 DxPA A3A 7 0-0 CD2D 8 D2A A2R 9 C3A 0-0 10 T1D C3C 11 P4R D1A 12 P4D. La estrate­gia blanca ha tenido un éxito comple­to. Ahora las blancas ocupan el centro con dos de sus peones, y las negras tienen un juego contraído.

2 ... P4AD 3 A2C C3AD

Defensa Grünfeld invertida 123

Esta réplica da oportunidad a las con los colores cambiados, salvo que blancas de jugar una Grünfeld inversa, las blancas tienen un movimiento ex­oportunidad que no tendría si las ne- tra. Es evidente que un movimiento gras hubieran respondido 3 ... C3AR o extra puede suponer más en esta po-3 ... P3CR. sición agresiva que en otra reposada y

por tal razón lo jugado es probable-4 p4D mente lo mejor.

-Esto es la Grünfeld invertida. Para las líneas básicas de ésta véase la par­tida 9.

Debemos observar que en la Grün­feld invertida las blancas tienen una posición Grünfeld y un movimiento más, es decir, que su AD está plena­mente desarrollado lo que no sucede en el correspondiente movimiento en la Grünfeld.

4 ... P3R

La continuación más sólida y repo­sada. También son posibles otros mo­vimientos tales como 4 ... C3A.

No es recomendable 4 ... PxP que conduce al cambio de la variante de la Grünfeld: 5 CxP P4R 6 CxC PxC 7 P4D tras lo cual las negras tienen grandes dificultades. Esta es exacta­mente la posición de la partida anterior

5 0-0 C3A

Movimiento de desarrollo.

6 P4A

Primer síntoma de que las blancas tienen un movimiento más que en la variante análoga de la Grünfeld. Este movimiento les permite tomar la inicia­tiva en el centro aún más que con la Grünfeld normal. Las blancas amena­zan con tomar 7 PxPD y si las negras recuperan con su caballo, mediante 8 P4R, las blancas pueden alcanzar una clara mayoría en el centro. Por otra parte, si las negras recuperan con su peón, las blancas podrán en algún momento cambiar peones en 4AD ne­gro y aislar con ello el PD negro. Esta última variante se conoce en la litera­tura del ajedrez como variante Rubins-

124 Ajedrez. El camino hacia la maestría

tein del gambito de dama y se da nor­malmente después de 1 P4D P4D 2 P4AD P3R 3 C3AR P4AD 4 PxPD PRxP 5 P3CR C3AD 6 A2C C3A 7 0-0. En ambos casos las blancas lo­gran alguna superioridad en el centro.

6 ... P3CD?

Un movimiento pésimo por:

(a) faculta a las blancas para debi­litar el centro negro cambiando ambos peones centrales,

(b) debilita la diagonal ya controla­da por el AR blanco y

(c) también debilita la diagonal ne­gra 1R-5TD.

Después de 6 ... PxPA 7 D4T A2D (necesario para evitar las consecuen­cias del triple ataque contra el CD ne­gro mediante C5R) 8 PxP AxP 9 DxP. Las blancas tienen buen juego, pero la situación de las negras no es definitivamente inferior.

Por otra parte, después de 6 ... PxPD 7 CxP la posición blanca es ciertamente preferible pues amenaza debilitar la estructura de peones ne­gros mediante 8 PxP y si 8 ... CxP entonces 9 CxC.

7 PxPD

Este cambio y el siguiente destruyen el centro blanco, es cierto, pero da a las piezas blancas la oportunidad de atacar los peones centrales negros re­manentes.

7 ... PRxP

Los peones centrales negros que­dan ahora muy debilitados. Algo mejor hubiera sido 7 ... CRxP. Aparente­mente el amateur no está familiarizado

con los peones colgados, o no com­prende su significado.

8 PxP PxP

Véase diagrama en página 122. Las negras juegan 8... PxP en lugar

de 8 ... AxP para evitar un peón aisla­do pero hubieran hecho mejor jugando 8 ... AxP pues, después de 8 ... PxP tiene lo que se llama peones colgantes y estos peones pueden ser doblemen­te débiles que los aislados, pues se puede decir que cada uno de los col­gados está aislado por sí mismo.

Hay situaciones en que los peones colgados son defendibles e incluso fuertes (véase la introducción a la par­tida 12) pero en este momento están tan expuestos que no es cuestionable su debilidad.

Los peones colgados pueden supo­ner un capital cuando el bando que los tiene posee la iniciativa con muchas piezas desarrolladas. Pero este no es el caso en la presente situación. Es di­fícil proteger los peones mientras que atacarlos es la cosa más fácil del mun­do.

9 C3A

Un movimiento preparatorio que de­sarrolla una pieza blanca y ejerce pre­sión en el centro negro.

9 ... A2C?

Sería mejor 9 ... A2R pero la siguien­te línea más o menos lógica demues­tra que las dificultades negras pronto se podrían hacer insuperables debido a que sus peones centrales son tan vulnerables: 9 ... A2R 10 A5C A3R (10

... P5D11 CxP) 11 D4T D2D (las juga­das obvias en los dos lados) 12 TD1D 0-0 13 A x C A x A 14 CxP A x C 15 P4R AxPC 16 TxA D2C 17 TxP ga­nando un peón.

Si 9 ... A3R 10 A5C P5D (10 ... A2R de arriba) 11 C4R! y las blancas están mejor que las negras. Después de 9 ... P5D 10 CxP PxC 11 AxC+ A2D 12 AxT.

10 A5C

Atacando indirectamente el PD ne­gro. En esta temprana fase de la parti­da el amateur ya está empezando a entrar en una posición perdedora, y aún con la mejor defensa del mundo ya no puede salvar la partida.

10 ... P5D

Prácticamente forzada ya que otros movimientos tales como 10 ... C4TD o bien 10 ... C1CD sería contestado con 11 C5R con más presión en el PD de las negras.

11 C4R

Esto abre posibilidades de atacar el PAD negro en conjunción con T1AD amenazando también doblar el PAR negro.

11 ... A2R

Esto no evita el doblado del PAR ne­gro ya que se necesita el alfil para pro­teger el PAD, pero las negras no dis­ponen de un movimiento mejor.

12 AxC

Defensa Grünfeld invertida 125

Para dar a las negras un doble peón aislado. En general esto es motivo su­ficiente para renunciar a los dos alfiles. Además, sólo hay que temer a los alfi­les cuando están agresivos: en esta posición los dos alfiles negros actúan como piezas defensivas.

12 ... PxA

Si 12 . . .AxA 13 CxP. Llegados aquí, las negras están en

una situación desesperada. Todos sus peones son débiles. Pero ¿cómo de­berían continuar las blancas para sa­car ventaja de estos débiles peones?

No es posible ni necesario para las blancas sacar ventaja directamente del PAD negro. Si 13 T1A D3C 14 D2A C5C y las negras ganan alguna com­pensación.

13 C4T!

Un movimiento excelente, ya que desde este cuadro el caballo puede ocupar el cuadro 5AR enfrente de los peones doblados, lo que paraliza toda el ala de rey.

Un peón aislado tiene doble incon­veniente:

126 Ajedrez. El camino hacia la maestría

(a) no se puede proteger con otros peones y por lo tanto puede ser ataca­do más fácilmente.

(b) El contrario puede situar una pieza delante del peón aislado, y tal pieza no puede ser expulsada por peones. Esto significa que en general este cuadro es fuerte (compárese con los comentarios al movimiento 17 de la partida 8).

13 ... D3C 14 C5A

Con la posibilidad de 15 CD6D+ cambiando el AD negro llevando a la dama negra a la diagonal del alfil blan­co. Además es obvio que siempre que lo deseen las blancas pueden reforzar su presión sobre ei PAD cambiando el AR.

14 ... T1D

Previniendo CD6D+. Si ahora 14 ... 0-0 las blancas gana­

rían con el siguiente ataque: 15 D1A seguido de 16 D6T. Y si las negras juegan 15 ... R1T 16 D6T T1CR 17 CxPAR y ganan. 14 ... DxP? pierde una pieza después de 15 T1C.

15 D1A

Atacando el PAD negro (las blancas amenazan CxA y la captura del PAD) amenazando además 16 D6TR (que prepara la penetración D7C desviando la torre) y 16 D4AR (que restablece la amenaza C6D+).

15 ... A1AD

¡Imperativo! El caballo en 5A es tan fuerte que es cuestión de vida o muer­te obligarle a declarar inmediatamente sus intenciones. Con este movimiento

el amateur se ha defendido admirable­mente en esta posición desesperada.

16 CxA

Simplificando la partida lo que es mejor, pues 16 C7C+ R2D (16 ... R1A no era recomendable por la acción de 17 D6T) 17 D4AR amenazando mate con A3T permite la fuerte defensa ... C4R después de lo cual no hay nada claro en la posición.

Escoge la línea que conduce a la continuación más claramente favora­ble. Aun cuando (como sucede en esta partida) la ventaja alcanzada sea «sólo» de un peón en más en el final hay que hacerse cargo de que tales combinaciones, en general, sólo son posibles contra una defensa débil.

16 ... RxC 17 DXP+

Las blancas fuerzan el cambio de damas, cortando así la poca iniciativa que tienen las negras dejándolos en una posición de peones lamentable. Después de 17 CxPAD las negras hu­bieran retenido alguna iniciativa. Siem­pre que sea cuestión de cambiar o no cambiar piezas, estudíese la posición de peones resultante después de ha­ber desaparecido tales piezas. Si la posición de peones es favorable debe realizarse el cambio.

Este es el final de los peones col­gantes. Las blancas ganan un peón y conservan por añadidura una ventaja posicional, pues las negras siguen con un par de peones doblados aislados y otros tres peones aislados.

17 ... DxD 18 CxD

Ahora la partida entra en una nueva fase. Las negras no sólo tienen un peón menos sino que la mayoría de los que tiene son débiles.

18 ... C4R 19 TD1A

Para sacar ventaja de la columna abierta.

19 ... A4A 20 TR1D

Defensa Grünfeld invertida 127

Obligando a la TD a mantenerse donde está cumpliendo la doble fun­ción de guardar el PD y defender el rey de ataques por su segunda línea, lo que sería necesario después de reti­rarse el caballo blanco. La torre negra es una pieza sobrecargada.

Es lástima que la TR no esté en su 1D y la TD disponible para guardar la columna AD.

20 ... P6D

Pierde inmediatamente un peón, pero en ningún caso se podía mante­ner la posición. Por ejemplo, después de 20 ... T3D 21 C3C (amenazando T7A+ y atacando por segunda vez al PD negro):

(1)

21 ... TR1D 22T7A+ (1a) 22 ... TR2D 23 TxT+ ganando

el PD. (1b) 22.. . R1R 23TXPT.

(2)

21 ... P6D 22PXP (2a) 22 ... CxP 23 T7A+ R3R (23 ...

R2D 24 TXT+ ganando una pie­za) 24 TxPT CxPC? 25 T1R+ ganando una pieza.

(2b) 22 ... AxP 23 T7A+ganando por lo menos un segundo peón.

(2c) 22. . .TxP 23TxT CxT 24T7A+ R3D 25 TxPA ganando un se­gundo peón y la partida.

21 PxP CxP 22 CxC TxC 23 T x T AxT 24 T7A+ Abandonan

128 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Con dos peones apoyados y pasa­dos las blancas tienen la partida gana­da.

Después de 24 ... R3R 25 TxPT y las negras podrían intentar un contra­

ataque 25 ... T1AD (seguido de un eventual 26 ... T8A+). Sin embargo, después de 26 A7C T8A+ (26 ... T2A? 28 R3A y las negras no tienen nada que hacer (28 ... T7A 29 A6T!).

• La teoría del gambito de dama • La explotación de la 7.a línea rehusado • La explotación de la 8.a línea

• La explotación de la columna abier- • Total atadura de las piezas adver-ta sarias

El gambito de dama es una de las aperturas más populares en competicio­nes porque para las negras te resulta más difícil conseguir la igualdad con esta apertura que con cualquier otra. Si las negras juegan cabalmente llegarán even-tualmente a igualar, pero si no lo hacen, las blancas disponen de varios medios para incrementar su escasa ventaja inicial, dependiendo de la actuación de las negras.

Debido al movimiento 2 P4AD las blancas tienen la posibilidad, en la mayoría de las variantes del gambito de dama rehusado, de abrir la columna AD con un cambio de peones. Las negras pueden responder a PADxPD con ... PRxP tras lo cual las blancas tienen la columna semiabierta AD y las negras la también se-miabierta columna de rey (compárese con la partida 13). Pero si las negras han movido previamente ... P3AD como normalmente hacen, podrían responder a PADxPD blanco con ... PAxP en cual caso tanto blancas como negras tendrían una columna AD completamente abierta.

La estrategia de jugar en la columna abierta es bien distinta de la de jugar en la semiabierta. En el primer caso la ventaja está del lado del bando que controla tal columna y es capaz de impedir que el contrario gane control sobre ella. El medio para alcanzar este objetivo es ocupar la columna con las más piezas fuer­tes posibles.

Una vez asegurada la hegemonía sobre la columna abierta puede pensarse en aprovechar plenamente sus ventajas.

El método estratégico indicado es el de intentar penetrar en las posibilidades contrarias a lo largo de la 7.a y 8.a líneas.

En vista del hecho de que los peones son más vulnerables a los ataques ho­rizontales y a los ataques desde atrás, la penetración es la forma más eficaz de emplear la columna abierta en el final de la partida. La penetración también pue-

130 Ajedrez. El camino hacia la maestría

de servir para apoyar desde el lado un ataque frontal al ala de rey. Ambas cues­tiones constituyen el tema de esta partida.

GAMBITO DE DAMA REHUSADO

Variante clásica

BLANCAS: Maestro

1 P4D 2 P4AD

NEGRAS: Amateur

P4D

Gambito de dama. De entre las varias aperturas, no hay

ninguna en que las ideas que le siguen puedan ser tan claramente perfiladas.

Las blancas responden inmediata­mente a la licitación de las negras para el control del centro. Este movimiento tiene numerosas implicaciones:

(a) Invita a las negras a jugar 2 ... PxP (gambito de dama aceptado) cambiando un peón central por uno la­teral. La teoría del ajedrez señala que a la larga las negras no podrán soste­ner el peón extra, y si lo intentan están propensas a caer en una mala posi­ción.

(b) Amenaza 3 PxP seguido del control total del centro por parte de las blancas. Por ejemplo 3 ... DxP 4 C3AD D4TD 5 P4R.

(c) Con 3 PxP amenaza también abrir la columna AD para las blancas.

2 ... P3R

Las negras no tienen muchos movi­mientos eficaces donde elegir. Deben hacer frente a la amenaza blanca PxP. Puedan jugar: (a) 2 ... P3R que es lo que figura en esta partida, apo­yando el PD mientras que al mismo

tiempo construye una posición sólida. Este movimiento tiene el inconvenien­te de encerrar el AD negro, pero pues to que el PCD negro sería muy vulne­rable sin la protección del AD, en mu­chos casos lo mejor es que éste se mantenga por ahora en su cuadro ori­ginal.

Por tanto, el hecho de quedar ence­rrado no es demasiado grave.

(b) 2 ... P3AD, la defensa eslava (ver partida 14).

(c) 2 C3AR(?) 3 PxP CxP 4 C3AR seguido de 5 P4R y las blancas con­trolan completamente el centro.

(d) 2 ... PxP gambito de dama aceptado. Frecuentemente se elige la línea 3 C3AR C3AR 4 P3R P3R 5 Ax P P4A (un movimiento muy importante con el que las negras tratan de neutra­lizar el centro) 6 0-0 P3TD y las negras tienen algunas compensaciones en el lado de dama a cambio de su ligera minoría en el centro.

3 C3AD

Desarrollando su caballo a su 3AD desde donde ejerce algún control so­bre el cuadro 4R. Bajo ciertas condi­ciones las blancas amenazan tomar posesión de este cuadro mediante 4 P4R. Este movimiento del caballo au­menta también la presión blanca so­bre su cuadro 5D que está siendo amenazado por el PAD blanco.

3 ... C3AR

Gambito de dama rehusado I 131

Un movimiento de desarrollo que neutraliza la presión blanca en los cuadros 4R y 5D blancos.

4 A5C

Clavando el caballo negro las blan­cas anulan la presión que ese caballo ejercía sobre el centro. Además lleva una pieza importante a un cuadro fuer­te.

Las blancas amenazan también 5 AxC y

(a) 5 ... DxA 6 PxP PxP 7 CxP ganando un peón o

(b) 5. . . PxA 6 PxP que deja a las negras con dobles peones aislados que como hemos visto en la partida 10 supone una debilidad muy seria.

4 ... A2R

Con 4 ... A2R las negras desclavan su caballo al mismo tiempo que des­pejan el camino para el enroque. Este es el lugar lógico para desarrollar el al­fil en vista de la pretensión de las ne­gras de dominar el centro. Evita que las blancas lleven a cabo la anterior amenaza.

Con 4 ... A5C (variante Manhattan) las negras evitan que las blancas lle­ven a cabo la amenaza AxC clavando su caballo. El juego puede proseguir: 5 P3R CD2D 6 PxP PxP 7 A3D seguido más tarde de C2R para apoyar al CD clavado. Esta variante se considera menos sólida que la clásica del gambi­to de dama rehusado porque el alfil negro en su 5CD no tiene mucho sig­nificado si las blancas pueden defen­der bien su CD.

Si en lugar de esto las negras hubie­sen jugado 4 ... A3D movimiento que a veces hacen los amateurs con la idea

de que el alfil desde 3D podrá em­plearse para un eventual ataque al 2TR blanco, las blancas pueden pro­seguir con su amenaza: 5 P x P P x P 6 AxC seguido de 7 CxP ganando un peón. Pero las blancas no deben transponer movimientos y jugar 6 CxP? CxC 7 AxD A5C+ 8 D2D AxD+ 9 RxA RxA ganando una pie­za.

5 P3R

Un buen movimiento de desarrollo que refuerza el centro y abre una dia­gonal de forma que el AR blanco pue­de defender el peón del gambito. Ade­más, realizado en este momento no encierra al AD que a su vez está desa­rrollado.

También 5 C3A es igualmente bue­no.

Llegados a este punto, o un poco después los amateurs juegan a veces 5 AxC con la idea equivocada de que un caballo tiene más fuerza que un al­fil. Las estadísticas señalan que, exis­ten más posiciones en las que el alfil supera en fuerza al caballo que el caso contrario, y por tanto antes de cambiar el alfil por un caballo hay que tener ar­gumentos positivos para hacerlo.

De igual modo se puede cambiar el caballo por un alfil salvo que existan razones sólidas para no hacerlo.

Además de estas razones generales para no hacer el cambio, se debe es­tudiar la posición específica, cosa siempre obligada con 5 AxC pues el alfil blanco desaparece del tablero y las negras sin ninguna pérdida de tiempo llevan su AR a un cuadro mu­cho más eficaz desde el que ejerce presión sobre una diagonal principal.

5 ... CD2D

132 Ajedrez. El camino hacia la maestría

En este cuadro el CD tiene dos fun­ciones distintas dependientes de la continuación de la partida.

(a) Apoya al CR y a este respecto su presencia puede ser importante si las blancas han desarrollado su alfil a 3D y su dama a 2A, y después de que las negras hayan enrocado, las blan­cas amenazan A x C seguido de A x P + . Además a veces se lleva el CD desde 2D a 1AR para defender su 2TR.

(b) En 2D forma parte de una de las preparaciones necesarias para li­beralizar el juego de las negras. Las negras, como segundo jugador, tiene menos libertad de movimientos y el juego más cerrado que las blancas. Las negras tendrán que abrir sus posi­ciones en algún momento para tener el mismo grado de libertad de que dis­frutan las blancas desde el mismo principio de la partida. Normalmente este abrir el juego se consigue con lo que se conoce como movimiento libe­rador, o sea, un movimiento de peón en el centro que fuerza un cambio por uno de los dos lados formando una lí­nea abierta o semiabierta.

Cuando consideramos la posición del texto observamos que si las ne­gras pueden conseguir jugar ... P4R sin desventaja para sí mismas esto les proporcionará:

(a) igualdad en el centro y (b) libertad de movimiento de sus

piezas menores y en particular su AD que hasta ahora estaba encerrado. Además observamos que en ciertas condiciones ... P4AD puede conside­rarse un movimiento liberador.

El problema de liberalizar el juego aparece más claro después de que las negras hayan completada su desarro­llo en el flanco de rey y se enfrentan con la necesidad de meter en juego sus otras piezas.

Ahora resulta evidente que 5 ... C3A que los principiantes juegan a menudo es en general inferior, en parte porque el CD en el cuadro 3AD no apoya al CR y en parte porque bloquea el desa­rrollo del PAD lo que en un caso u otro es en detrimento de la liberación del juego negro.

6 C3A

El CR debe desarrollarse y este es el cuadro natural para ello ya que desde él el caballo tiene el mayor radio de in­fluencia. Desde su 3AR ejerce un cier­to control sobre su cuadro 5R y dificul­ta el movimiento de liberación de las negras, y además desde su 3AR el ca­ballo podrá ir luego a su 5R desde el que ejercerá una influencia restrictiva fuerte sobre los movimientos negros.

6 ... 0-0

Las negras han completado su de­sarrollo llevando el rey a lugar seguro y a la torre a un cuadro desde el que

Gambito de dama rehusado I 133

puede entrar en acción más fácilmen­te.

7 T1A

Este es un movimiento estratégico importante, jugando más tarde PxP las blancas tienen la posibilidad de convertir la c Dlumna AD en una colum­na semiabierta. Con su torre dominan­do la columna pueden jugar en ella de varias formas: doblando las torres, lle­vando la dama a 2AD, etc.

Si el control de la columna abierta AD es de desear, nos podemos pre­guntar ¿por qué las blancas no juegan 7 PxP para hacerse inmediatamente con ella? Las blancas, que pueden abrir la columna en cualquier momen­to esperan a ver si las negras juegan ... PxP para liberarse ellas mismas, lo que podría ser mejor para las blancas. Si estas últimas hacen el cambio ayu­darán a las negras en sus esfuerzos para liberarse. Comparado con la con­tinuación real, la 7 PxP CxP! repre­sentaría un ligero tiempo a favor de las negras. Incluso en el gambito de dama rehusado, las blancas deben jugar a veces 3 PxP (véase partida 13).

7 ... P3A

La teoría recomienda este movi­miento como preparación apropiada a los planes de liberación conjuntamen­te con ... P4R. El significado del movi­miento se verá claro con lo que sigue.

8 A3D

Finalmente las blancas desarrollan su AR a un cuadro en el centro del ta­blero desde donde ejerce presión a lo largo de dos diagonales apuntando particularmente a 2TR negro. Hasta ahora han demorado jugar el AR con la esperanza de que las negras juga­

sen ... PxP para poder replicar AxP sin perder un tiempo.

8 ... PxP

Las negras juegan ... PxP ahora:

(a) para hacer perder un tiempo a las blancas.

(b) para desocupar su cuadro 4D para su CR, y

(c) como principio de una serie de movimientos para liberar su posición.

9 A x P C4D

El segundo paso hacia la liberación de sus posesiones. Si las negras no hicieran nada para ello se quedarían tan restringidas que las blancas no tendrían inconveniente alguno para si­tuar todas sus piezas en posición acti­va.

Ahora se ve claro que 9 ... C4D no habría sido posible sin la preparación 7 ... P3A.

10 AxA

Un movimiento natural, ya que

134 Ajedrez. El camino hacia la maestría

eventualmente 10 A4A entraña ciertos inconvenientes: después del cambio 10 ... CxA las blancas tendrían peo­nes doblados y aislados que de todas formas quedan compensados por otras ventajas.

10 ... DxA 11 0-0

Las blancas colocan su rey en posi­ción más segura y sacan la torre. En muchos casos es conveniente poner el rey a salvo antes de tomar medidas en el centro.

Si 11 P4R las negras habrían prose­guido con 11 ... CxC 12TxC P4R con presión contra el centro blanco, por­que el PR blanco estaría al aire. Y si las blancas jugasen 13 P5D el avance del PD no significaría mucho. Por ejemplo: 13 P5D PxP 14 PxPC3C 15 A3C A5C y el peón pasado blanco es débil y fuerte al mismo tiempo; débil porque está aislado y fuerte por ser peón pasado.

11 ... C x C

Las negras quieren liberalizar su jue­go mediante... P4R pero no lo pueden hacer mientras su caballo permanezca en 4D. Por tanto, cambia.

12 TxC

Hemos llegado a la posición norma­lizada en esta apertura. En este mo­mento, la estrategia negra apunta a:

(a) neutralizar el centro blanco, (b) liberar el AD negro.

Corrientemente el juego prosigue: 12 ... P4R (movimiento de liberación negro) que:

(a) hace una postura para contro­lar o eliminar el centro,

(b) abre una diagonal para el AD negro aprisionado.

(c) conduce a la simplificación que dificulta o imposibilita que las blancas consigan los objetivos estratégicos en los que el gambito de dama rehusado es más fuerte. Caben varias continua­ciones:

(a) 13PxP CxP 14CxC DxC(en este punto la neutralización es com­pleta); 15 P4A (para movilizar la mayo­ría de peones blancos) D3A (para res­tringir el avance blanco) 16 P5A (para limitar el alcance del alfil negro) con al­gunas dificultades para las negras, por ejemplo, su AD queda encerrado.

(b) 13 D2A (las blancas eligen de­jar a las negras tomar la iniciativa en el centro y atacar a lo largo de la fila AD) P5R(13 ... PxP da juego a las blancas

Gambito de dama rehusado I 135

en la columna y en el ala de rey) 14 C2D C3A 15 A3C A4A 16 P4A para f i ­jar la posición. La opinión general es que las blancas están un poco mejor porque tienen juego por la columna semiabierta.

(c) 13 D1C P5R (13 ... PxP tiene los mismos inconvenientes que en [b]) 14 C2D C3A 15 P4CD también con al­gún juego para las blancas. Existen varias continuaciones, si bien las in­vestigaciones teóricas no han llegado todavía a formar juicio definitivo sobre las ventajas para las blancas de cada una de estas líneas.

12 ... P4AD

Esta es la desviación principal res­pecto a la línea ortodoxa del gambito de dama rehusado. Supone algunas dificultades para las negras pero no son insuperables.

Con este movimiento las negras lo­gran su objetivo estratégico de neutra­lizar el centro blanco, pero no el de li­berar su AD.

La primera desventaja de lo jugado en la partida es la de que las blancas adquieren control sobre la columna AD.

Por tanto 12 ... P4R es algo más fuerte y más en línea con la estrategia negra indicada.

13 D2A

Las blancas asumen el mando en la columna AD y amenazan por ejemplo 14 A3D atacando los PTR y PAD ne­gros.

13 ... PxP

Para destruir el centro blanco y pa­rar la amenaza citada.

Ahora las blancas deben decidir en­tre tomar el peón negro con su PR o con su caballo. Esta es una decisión grave que puede llegar a ser una cues­tión de vida o muerte. Veamos las ven­tajas e inconvenientes en cada caso:

(a) 14 PxP. Ventajas: más libertad para las blancas, especialmente de lle­var el caballo a 5R, la TD al flanco de rey, impedir el avance del PR negro. Desventajas: el peón aislado que pue­de pasar a ser débil, y el cuadro en­frente del peón aislado que puede ser ocupado por el contrario.

(b) 14 CxP. Un buen movimiento con toda suerte de posibilidades pero con el inconveniente de que las blan­cas ya no ocuparán uno de los cuatro cuadros centrales con un peón, y que la posición de los peones de ambos bandos es prácticamente simétrica. En tales posiciones se puede adquirir ventaja, pero será temporal porque no

136 Ajedrez. El camino hacia la maestría

está basada en la posición de peones. Las ventajas basadas en la posición de los peones son de carácter mucho más permanente que las basadas en la posición de piezas ya que éstas se trasladan de un lugar a otro mientras que la estructura de peones permane­ce constante durante un cierto número de movimientos.

Las blancas creen más ventajoso tener mayor control del centro, y jue­gan:

14 PxP C3A

Es importante llevar el caballo al lado de rey para proteger el 2TR ne­gro. Si 14 ... C3C 15 A3D (con tiempo) P3TR 16 T7A y el tiempo extra da lu­gar a que las blancas tomen la 7.a lí­nea.

15 A3D

Sin tiempo. El objetivo de las blancas será ahora

el de explotar la columna AD que está abierta y dominada completamente por las blancas. Los esfuerzos de las negras se encaminarán a hallar el modo de oponerse a la dominación blanca y a liberar su AD.

Puesto que como veremos en el próximo movimiento, las negras pue­den igualar el juego con 15 ... P3CR cabe preguntarse si el obvio movi­miento 15 T1R hubiera sido mejor. Después de 15 ... D3D, las blancas pueden sacrificar un peón con 16 C5R DxP a fin de iniciar un ataque con 17 T3TR o 17 T3CR o incluso 17 T3A.

15 ... P3CD

Un movimiento plausible, pero como veremos en la continuación de

la partida, este método es demasiado lento. Veamos alguno más.

(a) 15 ... P3TR (para evitar CSC) 16 T7A D3D 17 C5R (estableciendo una avanzada fuerte en territorio enemigo) C4D (si 17 ... DxP 18 C x P TxC 19 TxA+) 18 A7T+ R1T 19 C x P + e in­mediatamente se ve (1) la fuerza del control en la 7.a línea; (2) que en esta variante las negras no consiguen evi­tar el dominio blanco de forma senci­lla.

(b) 15 ... P3CR! 16 T7A D3D 17 C5R C4D no conduce a nada para las blancas. Por tanto, antes de ocupar la 7.a línea las blancas deben hacer pre­paraciones tales que las negras no puedan jugar ... C4D y hacer retroce­der la torre blanca. En este caso es correcto 16 A4R.

Ahora las negras no pueden prose­guir su desarrollo, e incluso después de 16 ... CxA 17 DxA quedan de mo­mento sin saber cómo continuar, de forma que las blancas ahora puedan jugar TR1A y proseguir su estrategia de columna abierta o en según qué circunstancias llevar el caballo a 5R o incluso a 5C para seguir atacando la posición del rey actualmente debilita­do.

El texto indica que el amateur pro­bablemente no se dio cuenta de la im­portancia de la penetración de la 7." lí­nea por las piezas blancas. Quizás es­peraba hacer retroceder sin grandes inconvenientes a la torre. La continua­ción demuestra que estaba equivoca­do.

16 T7A

Las blancas toman el control de la 7." línea, lo que es consecuencia lógi­ca del control de la columna abierta.

Gambito de dama rehusado I 137

16 ... D3D

Las negras se mueven hacia el cua­dro más activo posible dadas las cir­cunstancias. Llevar la dama a la 1.a lí­nea sería demasiado pasivo. Cubrir la dama con la 16 ... A2D provocaría una autoclavada que las blancas podrían tratar de explotar inmediatamente con movimientos tales como C5R y A5C.

Ahora que las blancas tienen la 7.a

línea ¿qué pueden hacer con ella? ¿Cómo pueden incrementar sus ven­tajas? Esta es una parte de la técnica del juego medio que no se puede con­densar en una regla general, pero que se puede describir a través de ejem­plos.

En la posición a mano de las blan­cas se observa que si pudiesen llevar su alfil a 4R forzando con ello a la TD negra a desocupar el cuadro 1TD po­drían jugar Tx PT ganando un peón.

Pero el caballo negro protege el cuadro 4R blanco. Por tanto las blan­cas buscan ia forma de eliminar ese caballo y juegan:

17 C5C

El movimiento de las blancas coloca a su caballo en una posición desde la que con un movimiento más puede atacar con tiempo al caballo negro, y además fuerza la respuesta negra amenazando ganar su PTR. A mayor abundamiento ataca al PAR que a pe­sar de estar defendido por el rey y el ATR puede ser tomado puesto que la TR negra tiene que defender también a su alfil.

Después de 17 T1A amenazando 18 TxA (18 ... TxT 19 DxT T x D 20 TxT+) las negras rechazan con 17 ... P3C (creando un hueco) y amenazan desviar la torre blanca con 18 ... C4D.

17 ... P3TR

Si 17 ... P3C 18 CxPA! (mandando en la 7.' línea), DxP? (mejor hubiera sido 18... TxC 19 TxA+ etc. y las ne­gras tienen un peón de menos) 19 AxP! con un abrumador ataque.

18 C7T

Más sencilla habría sido la combina­ción arriba mencionada: 18 CxPA TxC (18 ... DxP es arriesgado por 19 T1D) 19 TxA+ etc. Pero las blancas esperan obtener más ventajas de su control sobre la 7.a línea.

También 18 C4R CxC 19 A x C lleva prácticamente a la misma posición con la diferencia de que el rey negro está ahora en 1G en lugar de 1T. Puesto que desde el punto de vista de las negras el rey está mejor en 1C que en 1T el inmediato C4R no saca venta­ja de todas las posiciones posibles.

Con la del texto las blancas elimina­rán al caballo negro, en parte para po­der llevar su alfil a 4R y forzar a la TD negra de 1TD y en parte porque si el caballo negro va a 4D se podría llegar a un juego sumamente complicado.

Las negras aún podrían intentar

138 Ajedrez. El camino hacia ¡a maestría

despejar la 7." línea con 18 ... C4D. De este movimiento nacen enormes com­plicaciones a consecuencia de ciertas sutilezas tácticas inmersas en la posi­ción. La continuación de esta variante podría ser: 18 ... C4D 19 T6A.

(a) 19 ... D2R 20 CxT C5C (el pun­to del contrajuego de las negras) 21 TxA CxD 22 C6C+ TxT 23 C x D + , etc.

(b) 19... D1C 20CxT C5C 21 D4A C x T 22 DxC A2C (22 ... RxC 23 A4R) 23 D7D RxC 24T1A A4D 25T7A D1R 26 DxD+ RxD y las blancas dominan absolutamente en la 7.a línea, con po­sibilidades de victoria, ya que dominar la 7.* línea, en general, es una impor­tante ventaja.

18 ... CxC

Después del cambio de este caba­llo, las blancas no deben temer que su torre sea desviada, sino que más bien pueden estar seguras de sus piezas en la 7.' línea. Ahora que la frustración de la estrategia negra es un hecho, el amateur empieza a defenderse por sí mismo con mucha inventiva y tesón. El maestro tiene que jugar muy afinada­mente para conservar sus ventajas y acrecentarlas.

19 A x C + R1T 20 A4R

De acuerdo con el plan. Si las negras continuasen con 20 ...

A3T 21 T1A TD1A y las blancas gana­rían por 22 TxT AxT 23 DxA!.

Esta es la cuestión de explotar la 8." línea.

20 ... T1CD 21 TxPT

Primer resultado tangible del control

de la 7.a línea. Las blancas no sólo ga­nan un peón sino que también ensan­cha su campo en la 7.a línea lo que puede posibilitar las maniobras en esta línea.

21 ... DxPD

Las negras conservan la igualdad en material, pero no por mucho tiempo.

22 T1D

Una posición interesante. Obsérve­se cómo las blancas aumentan su do­minio de cuadros y con un movimiento hecho con tiempo.

22 ... D4R

Protegiendo la TD ya que otra juga­da podría hacer posible la siguiente combinación. Por ejemplo: 22 ... D3A 23 D7A!.

La réplica a la jugada 22 ... D4A ten­dría esta interesante secuencia. Las blancas después de 2 3 D x D PxD ata­carían a la TR que tiene encomendada la protección de rey en la 8.a línea. Las blancas continuarían con 24 TxP ga-

nando el peón ¡... y más! Las negras no pueden responder 24 ... TxT te­niendo en cuenta 25 T8D+ etc. A par­tir de aquí entra definitivamente el do­minio de la 8." línea.

Si 22 ... D5C 23 P3TD (las blancas no pueden jugar 23 TxP? TxT 24 T8D+ T1A y las blancas pierden una torre) D4C 24 TxP.

En el ajedrez y especialmente en el juego medio, hay posiciones en las que aparecen frecuentemente temas repetitivos que se encuentran en va­riantes que surgen de una misma po­sición. En esta posición el tema repeti­tivo es la necesidad de proteger el rey negro a lo largo de la 8.a línea median­te la TR. Este tema aparece también en la línea principal.

23 TxP

¡Un triunfo en la 7.a línea! La TR es una pieza recargada con dos misio­nes:

(a) la protección del PAR, (b) vigilar la 8.a línea.

La TR no puede desempeñar ambas funciones.

23 ... A3T

Las negras despejan la línea para li­berar su TR.

24 T17D

Obsérvese que las blancas no cam­bian torres, lo que relajaría la tensión, pero en cambio mantienen y aumen­tan la presión en la 7.a línea enviando ahí la otra torre para apoyar a su com­pañera.

Gambito de dama rehusado / 139

Naturalmente las negras cambian para cortar el ataque y relevar la pre­sión. Si las negras hubiesen enviado cualquiera de sus torres a 1A las blan­cas habrían podido responder 25 T7A evitando cualquier contraataque.

25 TxT R1C

Es muy importante eliminar la red de mate en la 8.a línea. Las negras lo hu­biesen recibido si hubiesen seguido con: 25 ... T1AD? 26 DxT+ AxD 27 T8A++.

26 T7A

La torre vuelve a la fila o columna AD en donde está protegida por la dama, y naturalmente nuevamente controla la columna al mismo tiempo que sigue ejerciendo presión continua en la 7.a línea.

Cuestionable es 26 T7T? porque a 26 ... T1AD las negras ganan después de 27D1C DxA.

26 ... T1D!

24 ... TxT Amenazando ... DxA! y ... DxT! no

140 Ajedrez. El camino hacia la maestría

pudiendo recuperar las blancas por 28 ... T8D+ seguido de mate. Obsérvese el gran papel que en esta partida juega la 8.a línea tanto para las negras como para las blancas.

Con este movimiento el amateur acusa su mejoría.

27 P3TR T5D

Un movimiento de contraataque que actúa como un bumerang. La torre ne­gra no puede dejar la 8.a línea.

28 A7T+

Ahora las blancas obligan a las ne­gras a mover su rey ya sea al cuadro de alfil en donde está más expuesto a ser atacado por las columnas abiertas, o al cuadro de torre en donde es más vulnerable al mate por la 8.a línea.

28 ... R1T

Si 28 ... R1A 29 T7T después de lo cual el alfil no tiene cuadros buenos. Y 29 ... T5A es rehusado por 30 D1D (amenazando mate) T5D 31 D3A+ etc. Aparentemente el rey negro no está a salvo en 1AR, pero tampoco lo está en 1TR.

Las blancas buscan la forma de ex­plotar su control de la 8.a línea, y en­cuentran un movimiento con doble amenaza que pueden jugar con tiem­po.

29 T7T

Amenazando 30 TxA y 30 T8T+.

29 ... A1A

Las negras a la jugada 30 DxA+ pueden seguir con 30 ... RxA.

Amenazando T x A seguido de mate. Las blancas aún deben jugar con cui­dado. Su dama no puede moverse li­bremente por la amenaza negra de mate en la 8.a línea. Además, la dama blanca debe proteger a su alfil.

30 ... T1D

He aquí un tipo de posición que fre­cuentemente es de la mayor frustra­ción para el jugador de ajedrez.

Efectivamente, las blancas tienen ganada la partida, pues de no surgir nada mejor pueden cambiar piezas y ganar con su exceso de peones. Pero saben que en esta situación debe existir una forma de vencer más rápida y elegantemente, pero no encuentran la continuación apropiada. ¿Qué de­berán hacer?

El rey negro está encerrado en una red casi mortal. Las blancas deben considerar el posible mate razonando:

«Si el alfil blanco estuviera en su 6CR y la dama o torre blanca en 8AD, el mate estaría asegurado.»

Y, por tanto, las blancas juegan:

30 T8T 31 A6C

Gambito de dama rehusado I 141

Ahora las blancas amenazan real­mente 32 TxA o bien 32 DxA.

31 ... D4AD

Forzada. Las blancas no pueden lle­var a cabo su modelo de mate, pero la amenaza de ello obliga a las negras a desplazarle hacia una posición más ventajosa desde la que no podrá ame­nazar de mate a las blancas.

32 DxD

Una vez las blancas puedan ejercer el cambio con una posición de peones favorable, lo hacen consiguiendo un peón pasado poderoso lejos del rey negro. Las blancas han permutado una ventaja en espacio, que era tem­poral, por una ventaja en la estructura de peones, que es permanente.

Para un análisis de las permutas de ventajas, véase la introducción a la partida 1.

32 ... PxD

Las negras quedan completamente atadas: su alfil no se puede mover, la torre no puede abandonar la 1 .* línea, el rey no dispone de movimientos efi­caces, los avances de su peón no sig­nifican nada. En contraste con esta in­movilidad de las negras las blancas tienen el PTD pasado y un peón de más.

33 P4TD

Siguiendo el principio de avanzar el peón que está completamente libre.

33 ... R1C 34 P5T R1A 35 P6T R2R 36 TxA!

Hay también otros movimientos ga­nadores, pero esta es la secuencia más elegante. Por ejemplo: 36 P7T A2C no es tan convincente.

36 ... TxT 37 A4R

Este movimiento amenaza ganar la torre negra mediante 38 P7T y 39 P8T.

37 ... T2A 38 A7C! Abandonan

Las negras no pueden evitar 39 P7T seguido de 40 P8T = (D).

•

Un precoz T1AD en el gambito de dama rehusado Cómo manejar... P3CD en el gam­bito de dama rehusado Creando peones colgantes para el contrario

Ataque de los peones colgantes por el adversario La debilidad y la fuerza de los peo­nes colgantes Importancia de un análisis cuidado­so de las posibilidades tácticas.

Tanto la partida 10 como la actual evidencian la vulnerabilidad de la forma­ción de peones colgados. Pero en la partida 10 tales peones eran consecuencia de un error por parte del amateur, mientras que en la presente surgen del desa­rrollo lógico de la estrategia natural derivada de la apertura.

En esta partida la formación de peones negra P4AD P4D es tan dinámica que tales peones constituyen al mismo tiempo una seria debilidad y una fuente po­tencial de fuerza para las negras.

A medida que se va desarrollando la partida se muestra la técnica sumamen­te eficaz de atacar los peones colgados. Esta técnica se corona con éxito sólo a través de un factor táctico accidental el C(2R) negro está en situación que da a las blancas ocasión de simplificar a su favor. Pero de momento es suficiente la debilidad de la formación.

Los peones colgados contienen entre ellos dos elementos de fuerza: la posi­bilidad de abrir filas a través del avance de los peones colgados y la ampliación del espacio controlado por su poseedor, y la posibilidad de controlar cuadros clave que se pueden convertir en avanzada para los caballos y alfiles del bando de los peones.

144 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Posición después de 21 P3CD.

En el diagrama se ve la posición en la partida que sigue si las blancas hubie­ran jugado 21 P3CD (en lugar de 21 C3DI). En esta posición, adelantando su PD las negras habrían tenido la posibilidad de abrir una fila con todas las ventajas y riesgos que esto reporta. Juguemos 21 ... P5D 22 AxA (pues las blancas no pueden permitir la mutilación de su flanco de rey con 22 ... AxA 23 PxA DxA y

(a) 23TxPAPxP! seguido de: (1) 24 TxTD P x P + y las negras tienen más movilidad mientras el rey

blanco está inseguro. (2) 24 TxT+ T x T 25 PxP D5R recuperando el peón, y nuevamente

las negras tienen más movilidad.

(b) 23 PxP PxP y las negras tienen más movilidad.

Esto es una demostración de cómo puede emplear un jugador los peones colgados para abrir líneas, controlar más territorio y aumentar su movilidad.

Si en lugar de 21 P3CD las blancas jugasen 21 C3D (como hace en la partida) 21 ... P5A (forzado) 22 C4A (más cauteloso que 22 D x Q las negras contestarían 22 ... T4A (situación en el diagrama).

Gambito de dama rehusado II 145

Posición después de 22 ... T4A.

Ahora el PD negro está prácticamente retrasado pues no puede avanzar fá­cilmente, y el PAD negro forma una punta de apoyo de tal forma que tarde o temprano el caballo negro podrá ir a su cuadro 6D, desde donde ejercería una presión fenomenal sobre toda la posición blanca. Por su parte, las blancas po­drían llevar su caballo a su cuadro 4D, pero si lo intentan aumentarían las posibi­lidades de que las negras maniobrasen C-3C -4R-6D. De momento la posibili­dad de que las negras sitúen su caballo en su 6D es menos importante que la debilidad del ala de dama blanca, pues una vez las negras protejan su caballo amenazarán T4T. Las negras tienen una movilidad razonable y posibles ocasio­nes de ataque a cambio de la debilidad de su cuadro 5D.

GAMBITO DE DAMA REHUSADO

Maniobra Tartakover BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 P4D P4D 2 P4AD P3R 3 C3AD C3AR 4 A5C A2R 5 P3R

Hasta aquí los movimientos son exactamente los mismos que en la

partida 11 en la que ya fueron comen­tados.

5 ... 0-0

Normalmente las negras enrocan tempranamente en el gambito de dama rehusado, y lo pueden hacer ahora en lugar de jugar 5 ... CD2D como se hizo en la partida 11.

Naturalmente, si las blancas juga­sen ahora 6 AxC las negras no po­drían terminar con un caballo en su

146 Ajedrez- El camino hacia la maestría

3AR pues no podría recuperar su CD, pero las blancas raramente hacen este cambio ya que deja a las negras con los dos alfiles. La única razón por la que las blancas pueden jugar 6 AxC es para lograr una variante de cambio por transposición (véase la partida 13): 6 ... A x A 7 PxP PxP 8 D3C P3A 9 A3D y las blancas tienen juego fácil puesto que no tienen problemas de desarrollo y tienen una estrategia prescrita de ataque minoritario. Pero los dos alfiles ya contarán a la larga.

6 T1A

Las blancas desarrollan ahora su TD a su cuadro natural desde donde do­minará la fila AD que se puede abrir tan pronto como uno de los dos ban­dos cambie peones centrales.

El movimiento del texto es un inten­to de tanto 6... P4A (una suerte de va­riante Tarrasch en la que las negras tratan de abrir pronto el juego) como 6 ... C5R (variante Lasker en la que las negras persiguen unas tablas fáciles a través de una simplificación por cam­bios). Las siguientes variaciones ense­ñarán cómo en el texto se evfa cada uno de estos movimientos:

(a) 6 ... P4A 7 AxC (para forzar A x A y privar al PAD negro de la pro­tección de su AR) AxA 8 PxPA (no 8 PxPD por 8... PxPD(5).

(b) 6 ... C5R 7 AxA DxA 8 PxP CxC (forzada) 9 TxC PxP 10 D2A P3AD 11 A3D P3TR 12 C2R.

Para quienes están familiarizados con la variante Lasker les será eviden­te que en la anterior variante las blan­cas han ganado un poco de tiempo y ahora están preparadas para un ata­que minoritario (partida 13).

6 ... P3TR

Este movimiento es ventajoso para las negras por dos motivos:

(a) retira su PT del cuadro 2TR donde se podría convertir en el blanco de ataque de la dama blanca en 2AD y del alfil en 3D, y

(b) fuerza a las blancas a elegir en­tre los tres movimientos siguientes, de los que los dos primeros pueden ser li­geramente desventajosos para ellas:

(1) Las blancas podrían cambiar su alfil por el caballo negro, lo que dejaría a las negras con los dos alfiles.

(2) Las blancas podrían apartar su alfil a su 4AR cediendo su pre­sión indirecta en el centro.

(3) Las blancas podrían llevar su alfil a 4TR continuando desde ahí ejerciendo presión indirecta sobre el centro.

Para las negras 6 ... P3TR puede te­ner el inconveniente de debilitar ligera­mente la posición del rey enrocado. Tan pronto como se mueva un peón enfrente del rey se convierte en un po­sible objetivo de ataque.

7 A4T

Gambito de dama rehusado II 147

Las blancas optan por mantener la presión indirecta en el centro, lo que relativamente es lo mejor.

Si hubieran jugado 7 A4A y abierto más tarde la columna AD mediante PxP la acción combinada de su TD y su AD en su 7AD sería embarazosa para las negras. Por tanto, las negras hubieran respondido inmediatamente a A4A con 7 ... P4AD, que es la res­puesta normal en tales posiciones.

7 ... P3CD

La maniobra Tartakover. En el gambito de dama rehusado

uno de los problemas más serios para las negras es el desarrollo de su AD. En esta partida propone el fianchetto del AD.

8 PxP

Casi siempre las blancas juegan PxP cuando las negras fianchettan el AD en tal posición. No sólo es ventajo­so para las blancas abrir la columna que controla con su TD sino que tam­bién si las negras responden 8 ... PxP el AD negro fianchettado queda relati­vamente ineficaz en la diagonal cerra­da. Pero las blancas también tuvieron que calcular las posibilidades de movi­miento alternativo que ahora juegan las negras.

8 ... CxP 9 CxC

A la misma posición se llega des­pués de 9 AxA DxA 10 CxC.

9 ... PxC

Forzada, pues 9 ... A x A hubiera su­puesto la pérdida del cambio luego de 10CxPA.

Se ha terminado la primera fase de la partida.

Las blancas tienen únicamente una pieza y dos peones desarrollados y su rey no enrocado está expuesto al ata­que. Por otra parte dominan la colum­na abierta AD con su TD. Por tanto su estrategia será por consiguiente ata­car por el lado de dama.

Las negras han enrocado y abierto líneas para su AD. En vista del hecho que su PAD está prácticamente atra­sado su estrategia será adelantar el PAD a 4A tan pronto como pueda y quizás intentar algún ataque contra el rey blanco no enrocado.

Una vez el PAD negro esté en 4A quedarán peones negros colgados en 4AD y 4D que serán el tema de futuras estrategias.

Las blancas buscan un plan basado en los puntos débiles de las negras: el PAD y el PD. Ven la posibilidad de ata­car el PD negro jugando A-2R -3A se­guido ya sea de C-2R-4A o de C-2R -3A siendo preferible lo primero porque no cierra la fila AD en ningún momen­to. También buscan la forma de prote-

10 AxA DxA

148 Ajedrez. El camino hacia la maestría

ger al rey de ataques prematuros, y así juegan:

11 A2R!

Si las blancas se decidiesen a ata­car el PAD débil de las negras, con la plausible jugada:

11 D2A(?) P4AD 12 PxP P5D!. Esto es peligroso para las blancas:

(a) 13 C3A P x P 14 A5C (previnien­do ... T1R) C3T y

(1) 15 PxPC? D5C+ ganando una pieza.

(2) 15 AxC? AxA y las blancas no pueden enrocar. Además se amenaza ... PxP+ y las torres negras pueden jugar libremente en su primera línea.

(3) 15 0-0 CxP 16TR1R PxP+ 17 DxP D3A y las blancas no tie­nen ninguna compensación por el peón.

(b) 13A3D PxP 14A4R PxP+ 15 RxP T1R 16 AxT D6R+ 17 R1A A3T+ ganando.

11 ... T1D

La continuación 11 ... P4AD 12 A3A A2C 13 C2R T1D sería igual a la posi­ción de la partida.

Pero si en ese instante 13 ... P5A 14 P3CD P4CD 15 C3A la posición de las blancas sería ventajosa.

En este momento, en la actual situa­ción, las negras no pueden aprove­charse de las posibilidades que resol­verían el problema de los peones col­gantes y aún establecer una mayoría del lado de la dama.

En esta posición las negras tienen la posibilidad de simplificar el juego me­diante: 11 ... D5C+ 12D2D DXD+ 13 RxD P3AD. Nótese que el juego de las negras ha sido forzado para defen­der el PAD de tal manera que su caba­

llo no puede hacer otra cosa porque tiene que defender su peón débil.

El medio juego continuaría con: 14 C3A A2C 15 C5R! T1AD 16 P4CD y el desarrollo y juego de las negras es in­ferior, motivado por la defensa que han tenido que hacer sus piezas sobre el PAD.

Después del análisis de la jugada 11 ... P4AD se observa que podría simpli­ficarse el juego mediante la jugada 11 ... D5C si deciden mantener el soporte sobre su PD.

12 A3A

El PAD negro estará retrasado mien­tras permanezca en su 2AD y puesto que en un momento u otro tendrá que avanzar, las negras deciden que avan­ce ahora. El hecho de que este avance termine con peones negros colgados no quiere decir que el movimiento sea erróneo, pues como ya se puntualizó en la introducción a la partida, los peo­nes colgados a veces son fuertes y otras veces débiles dependiendo de otros factores sobre el tablero.

12 ... P4AD 13 C2R

De acuerdo con el plan trazado. Si las blancas jugasen 13 PxP las

negras podrían contrarrestar la ventaja de material de las blancas, por el de desarrollo, por ejemplo:

13 ... A2C 14 C2R P5D 15 AxA DxA 16 0-0 PxPA y las complicacio­nes no son desfavorables a las negras.

13 ... C3A

Para desarrollar su CD a su cuadro natural y presionar contra el cuadro 4D blanco.

14 0-0

Gambito de dama rehusado II

En todo caso hay que llevar al rey a lugar seguro.

Las blancas retrasan PxP porque cuanto más tarden en hacer el cambio tanto menos provecho sacarán las ne­gras de la apertura de la columna CD. Sin embargo, en cierto aspecto el re­traso de PxP podría ser desfavorable para las blancas, particularmente si las negras pueden establecer ventajosa­mente una mayoría en el ala de dama mediante ... P5A. Pero acabamos de ver en el comentario bajo el 11." movi­miento de las negras que este avance en aquel momento suponía una venta­ja para las blancas.

14 ... A3T(?)

Las negras en lugar de utilizar su al­fil para proteger su PD lo sitúa activa­mente en una diagonal abierta en la que clava el caballo blanco ejerciendo así presión indirecta contra el cuadro 4D de las blancas. Desde el punto de vista táctico las negras esperaban 15 D4TAxC!16AxACxP! .

Pero el alfil en su 3TD está suelto, y puesto que la dama blanca gana tiem­po atacando a este alfil, en el 14.° mo­vimiento hubiera sido mejor 14 ... A2C.

15 T1R

Desclavando para proseguir con su ataque contra el PD negro.

15 ... D3D

Manteniendo la protección de su PD, aguantado y protegido por el ca­ballo no protegido pero dejando libre la casilla 2R para el caballo.

Si 15 ... P5A 16 C4A las negras si­guen teniendo el problema de defen­der su PD. Por ejemplo: 16 ... C5C 17 P3TD C6D 18 CxC PxC con buen juego para las blancas.

Si 15 ... AxC 16 TxA y no 16 ... PxP fallando por la jugada 17 TxC.

16 C4A

Continuando con su plan de presio­nar contra el PD obligando al caballo negro a ir a un puesto defensivo.

16 ... C2R

La única jugada.

17 D4T

Las blancas sitúan su dama en un cuadro desde donde tienen más cam­po y controlan más cuadros, hacen si­tio para su TR en la columna de dama que pronto se abrirá y atacan al alfil negro desprotegído forzándole a per­der un tiempo, y a asumir un papel de­fensivo.

17 ... A2C 18 PxP

Por fin ha llegado el momento de cambiar peones. Ahora las blancas tienen las máximas ventajas, pues la TD negra está confinada en la defensa de su PTD y así no les es posible a las negras sacar ventaja de la sobreveni­da fila abierta CD.

18 ... PxP

150 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ahora las negras tienen un par de peones colgados y, tal como ya ob­servamos en la partida 10 los peones colgados pueden constituir una debili­dad, pero no necesariamente: depen­de de la actividad de las piezas lige­ras.

Los peones colgados requieren una estrategia especial por parte del juga­dor contrario. En la introducción a la partida 10 se relacionan varios de los recursos empleados contra la forma­ción de peones colgados. Veamos cómo en esta partida las blancas ex­plotan esa debilidad.

19 TR1D

En primer lugar sitúa su TR en el mejor cuadro posible, desde el que aporta una presión adicional en el PD negro.

19 ... D3CD

En general, la dama es una pieza demasiado valiosa para dejarla en una columna en la que hay una torre ene­miga, aun cuando se interponga una pieza o un peón de cualquier color. Al llevar su dama a 3CD las negras se si­túan fuera de línea con la torre blanca al mismo tiempo que protegen su PTD pudiendo entrar la TD en acción. Ade­más,- atacan el PCD blanco.

20 D3T

Ahora las blancas ponen su aten­ción en el otro peón colgado, lo que es una maniobra clásica de la técnica de peones colgados. Esto es la continua­ción del ataque directo que empezó con 16 C4A.

20 ... TD1AD

Hasta aquí las negras han podido

proteger ambos peones colgados, pero todas sus piezas están ocupadas con ello, sin posibilidad de emprender nada más.

21 C3D!

Habiéndose cumplido la misión del caballo en 4A ahora se incorpora al ataque sobre el otro peón colgado. El objeto de este ataque es forzar a las negras a que debiliten su posición: la verdadera esencia del juego posicio-nal.

Obsérvese que las blancas tienen que actuar inmediatamente ya que las negras amenazan liberar su juego me­diante ... P5D.

Como ejemplo véase el análisis en la introducción a la partida 12. Pero después del movimiento del texto, y puesto que las negras no pueden pro­teger su PAD por tercera vez, se ven forzadas a adelantarlo.

21 ... P5A

En general, la posición horizontal es la más segura para un par de peones adyacentes. Tan pronto como uno de tales peones se ve obligado a avanzar, la línea diagonal de peones resultantes es de por sí un punto débil, entre otras cosas por el hecho de que deja dispo­nibles para el contrario unos cuadros fuertes en que colocar sus piezas. En esta posición las blancas obtienen el fuerte cuadro 4D. Por otra parte, la for­mación en diagonal tiene también al­gunas ventajas para su poseedor como ya se ha indicado en la introduc­ción de esta partida.

Si no hubiera que considerar algu­nos detalles técnicos ni amenazas, probablemente las blancas habrían tratado de maniobrar para ocupar su casilla 4D o quizás aumentar la pre­sión contra el débil PD negro. Por su

Gambito de dama rehusado II 151

parte, las negras probablemente pre­sionarían sobre el PCD o incluso trata­rían de llevar su caballo a 6D si bien éste sería un proceso lento. Pero puesto que ambos caballos, blanco y negro, están aprisionados, las blancas deben empezar analizando táctica­mente y preguntarse si después de ... PxC el peón pasado negro persegui­do será fuerte o débil, pues si de­muestra ser fuerte será verdadera­mente ¡muy fuerte!

22 DxC

En vista de la posible fortaleza del PAD negro (después de ... PxC) y la movilidad de todas las piezas negras excepto el alfil, este movimiento re­quiere un análisis muy preciso que in­cluya una valoración de las posibilida­des negras una vez alcanzado P6D, es decir:

(a) qué puede hacer el P6D por sí mismo,

(b) qué puede pasar después de ... DxPC,

(c) qué podría pasar después de ... T7A,

(d) qué posibilidades tendrían las blancas de ganar el P6D negro,

(e) las propias ocasiones de ata­que blancas que son muy importantes pero completamente accidentales en cuanto normalmente sería soprenden-te que sólo la dama y un alfil puedan resultar peligrosos a un flanco de rey bien protegido, pero hay varias cir­cunstancias accidentales, tales como la vulnerabilidad de la torre y el hecho de que la dama deba proteger al alfil además de otras funciones que le im­piden moverse libremente que refuer­zan las ocasiones de ataque de las blancas. Como cuestión de hecho, las negras pueden parar fácilmente el ata­que blanco, pero perdiendo su valioso PD.

Prácticamente las blancas no tuvie­ron ninguna otra continuación real­mente convincente. Pudieran haber emprendido el ataque con 22 C4A pero no es seguro el éxito.

22 ... PxC 23 TxT

Para evitar ... TxT y para mantener la TR en la columna de dama desde donde puede atacar y parar el peón negro.

23 ... TxT 24 P3CD

En primer lugar las blancas deben proteger su PCD.

Si 24 A4C T2A seguido de combina­ciones sorprendentes:

(a) 25 D8R+ R2T 26 A5A+ P3C 27 AxPD DxP! etc. Si

(b) 25 D8D+ R2T 26 A5A+ P3C 27 AXPD T8A!!

24 ... D3T

Atacando al PTD blanco y prote­giendo a su propio PD avanzado.

25 A4C!

Un movimiento muy potente: ataca a la torre negra que no puede dejar la primera línea por D8R+ dejando al alfil en una posición desde la que puede ir a su 5AR desde donde amenaza ganar el peón avanzado negro PD y posible­mente participar en un ataque contra el rey negro. En esta posición, un mo­vimiento inactivo sería muy arriesga­do. Las negras están amenazando T7A y el control de la 7.a línea, y even-tualmente P7D.

25 ... P7D

152 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Las negras piensan que pueden sa­car provecho de su peón pasado y del control de su diagonal 3TD-8AR. Ame­nazan ... D7R si el alfil blanco abando­na su actual diagonal.

Hubiera sido preferible 25 ... T1A pero entonces las blancas ganan el peligroso peón pasado con 26 A5A. La partida podría haber proseguido 26 ... D3AD 27 AxP P5D 28 P4R. En ese caso hubiera sido malo 26 ... A1A 27 A x P DxP28A7T+! .

26 A x T D7R

Amenazando mate con 27 ... DxT y 27 ... D8R+ etc.

Las negras tienen las jugadas forza­das e intentan dar mate.

S¡26...AxA 27D8D+ R2T 28DxP. Las blancas tienen una continuación

forzada y anuncian mate en siete juga­das:

27 D8R+ R2T 28 A5A+ P3C 29 DxP+ R1T 30 D6A+! R1C 31 A6R+ R2T32 D7A+ R1T33 D8C+ + .

La partida ha sido bien jugada por el amateur y si el maestro no hubiera he­cho cada movimiento en el momento oportuno el amateur podría haber ob­tenido compensaciones. Sólo el movi­miento 25 de las negras es errado y ha acelerado la pérdida. Este movimiento fue dictado por un impulso psicológi­co corriente: las negras ven que van a perder un peón e intentan lo imposi­ble.

Pero es probable que esta línea del gambito de dama rehusado no sea lo más fuerte para las negras y de la que con un juego cuidadoso las blancas siempre sacan alguna ventaja.

• Importancia estratégica de una co- • Ataque contra un peón retrasado lumna semiabierta • Creación de un segundo frente

• Ataque minoritario • Zugzwang en todo el tablero

Aunque es mucho más difícil generalizar sobre el juego medio que sobre las aperturas o finales, tal como vimos en la partida 10 con los peones colgados, existe un cierto número de posiciones tipo en el juego medio que tienden por sí mismas hacia unas estrategias normalizadas. De entre todas ellas, una de las mejor conocidas es la del ataque minoritario.

Jugada por primera vez hacia los últimos de los años 1920, este ataque se aplica más frecuentemente en posiciones surgidas del gambito de dama rehusa­do en las que las blancas tienen una columna AD semiabierta y las negras otra columna R también semiabierta, y en la que el PAD negro está en su tercer cua­dro como puede verse en el diagrama.

Posición típica de los peones en el ataque minoritario. En el flanco D de las blancas tienen 2+1 peones contra 4 de las negras.

154 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Después de las preparaciones convenientes las blancas adelantan su PCD hasta que entre en contacto con el PAD negro. Normalmente esto debilita de al­guna forma la posición de los peones negros lo que subsiguientemente explotan las blancas.

El ataque minoritario es sutil y muy difícil de combatir por las negras incluso jugando un maestro contra otro maestro.

Normalmente el defensor pierde la oportunidad de conseguir un contraata­que después de lo cual el atacante puede cumplir su objetivo tranquilamente y con toda su fuerza. Naturalmente este ataque resulta más enérgico si el contra­rio en lugar de defenderse busca la seguridad en el contraataque. Todo depende de quien sea el primero en estas estrategias conflictivas. Teniendo en cuenta el hecho de que en general este tipo de posiciones no ofrecen a las negras muchas oportunidades de atacar por el ala de rey, normalmente prevalecerá el ataque minoritario.

En la literatura sobre el ajedrez figuran muy pocos ejemplos en los que ganen las negras una partida en las que las blancas hayan lanzado un ataque minorita­rio.

GAMBITO DE DAMA REHUSADO

Variante dei cambio BLANCAS: NEGRAS: Maestro Amateur

1 P4D P4D 2 P4AD P3R 3 PxP

Puede sorprender que las blancas jueguen 3 PxP ya que esto permite que las negras respondan 3 ... PxP li­berando su AD cuyo desarrollo consti­tuye normalmente el mayor problema en este tipo de aperturas (véase parti­da 11). Sin embargo en este cambio hay un factor que explica la estrategia blanca.

Las blancas hacen el cambio para tener a su disposición la columna de AD semiabierta. Una columna semia-bierta es una columna en la que se va eliminando el peón de uno de los ban­dos, pero en la que permanece el del otro bando. Puesto que frecuente­mente las columnas abiertas son inúti­les para ambos bandos porque ambos la pueden controlar con las torres, la posesión de una semiabierta es mu­chas veces más importante estratégi­camente y más prometedora que un infructuoso intento de controlar una columna abierta de la que se han eli­minado los peones de ambos bandos.

En la posición que se tiene a mano

Gambito de dama rehusado III 155

las blancas pueden actuar a lo largo de la columna semiabierta AD y las ne­gras por la también semiabierta co­lumna rey. Pero la experiencia há en­señado que les es más fácil a las blan­cas operar por la columna AD que a las negras por la de rey.

Esta partida mostrará lo que repre­senta poseer una columna semiabierta y cómo puede ser explotada ésta.

3 ... PxP

La alternativa 3 ... DxP podría res­ponderse con 4 C3AD ganando con ello un tiempo para las blancas y per­mitiendo precozmente P4R. Cierta­mente, después de 4 ... D1D 5 P4R las negras pueden intentar romper el cen­tro blanco con 5 ... P4AD pero luego de 6 P5D o 6 C3A las blancas tienen un juego excelente.

4 C3AD C3AR 5 A5C A2R

Todas estas son jugadas de desa­rrollo normales que buscan controlar los cuatro cuadros centrales.

6 P3R

En una posición de este tipo hay dos clases de peligros de ataque es­condidos para las negras:

a) Un ataque combinacional con­tra el ala de rey negra, que como nor­ma va acompañado del enroque largo de las blancas.

b) El ataque minoritario tal como se ve en esta partida, y que es de na­turaleza posicional.

6 ... 0-0

En posiciones en las que la dama blanca está en su casilla 1D, el AR está o puede ir a su 3D, el AD en 5CR, el CR en 3AR y el CR negro en su 3AR como en la presente partida, es pru­dente por parte de las negras jugar... P3TR tan pronto como sea posible para restarles a las blancas ocasiones de elegir.

En los comentarios posteriores a los movimientos 10 y 11 de las negras ex­plicaremos más claramente el signifi­cado de todo esto.

En sí mismo el avance del PTR ne­gro supone una ligera debilidad por el lado de rey que debe aceptarse si hay un motivo especial para hacer ese mo­vimiento. Sin embargo sólo en cir­cunstancias especiales puede explo­tarse esa debilidad, como por ejemplo si las blancas pueden adelantar con éxito su PCR circunstancia que ape­nas existe aquí.

7 D2A

Situando su dama en 2AD las blan­cas afirman sus derechos tanto en la columna semiabierta AD como en la diagonal 1CD-7TR.

156 Ajedrez. El camino hacia la maestría

7 ... P3A

Este movimiento era necesario en un momento u otro para proteger el PD negro.

8 A3D

Ahora las blancas amenazan 9 A x C y 10 AxP ganando un peón.

8 ... CD2D

Las negras también hubiesen podi­do jugar 8 ... P3TR y después de 9 A4T habría llegado a la misma línea co­mentada después del movimiento 6 de las negras.

9 C3A T1R

Si las blancas decidiesen hacer el ataque combinacional contra el PTR negro, ahora podrían enrocar por el lado de dama y luego adelantar sus peones del lado de rey. La partida po­dría seguir: 10 0-0-0 y

a) 10 ... C1A 11 P4TR A3R 12 TD-1C T1A 13 AxC AxA 14 P4CR o

b) 10... P3TR 11 A4T C5R 12AXA

DxA 13 AxC PxA 14 C2D P4AR 15 P4CR. *

10 0-0

Con este enroque por el ala de rey en lugar del de dama, resulta evidente que las blancas optan por el trata­miento posicional de la partida. Tan pronto como sea posible las blancas tratarán de sacar ventaja de sus posi­bilidades por el lado de dama.

10 ... P3TR

Si las negras hubiesen jugado este movimiento cuando fue sugerido por primera vez (6 ... P3TR 7 A4T 0-0 8 D2A P3A 9 A3D CD2D 10 C3A T1R 11 0-0 ...) o incluso en el movimiento 8 podrían ahora continuar 11 ... C5R li­beralizando su juego, mientras que ahora 10 ... C5R perdería un peón. Compárese el movimiento ... C5R en el juego actual y en ta variante arriba mencionada.

Juego actual: 10 ... C5R? 11 AxC AxA 12 AxPT-t- perdiendo un peón.

Después de 10 0-0 insertando los movimientos 10 ... P3TR 11 A41 C5R! 12 AxC AxA con una posición razo­nable de las negras.

Por otra parte, si las negras hubie­sen jugado 6 ... P3TR quizá las blan­cas hubieran preferido 0-0-0 a 0-0 eli­giendo como plan el ataque al lado de rey negro. •

11 A4AR

Las blancas pueden escoger entre jugar 11 A4AR o 11 A4T. Si las negras hubieran jugado 6 ... P3TR las blancas podrían haber apartado su AR a 4TR no habiendo aquí ninguna elección.

Nos podemos preguntar: «Si el te­ner el AD en 4AR es tan importante ¿por qué no jugarlo de una vez?» La

Gambito de dama rehusado III 157

explicación profundizaría en la teoría de las aperturas, cosa que no pode­mos considerar aquí. En general 11 A4AR es preferible porque desde ese cuadro el alfil controla varios cuadros importantes en el lado de dama y pue­de colaborar en el ataque minoritario que pronto emprenderán las blancas. Por otro lado se debe examinar si las negras después de A4AR pueden cambiar ventajosamente, el. alfil por el caballo. Por tanto, después de A4AR las blancas han de tomar en conside­ración el movimiento ... C4TR que amenaza cambiar su valioso alfil. Por este motivo las blancas juegan en mu­chos casos P3TR tan pronto como puedan a fin de abrir el cuadro 2TR para retiro de su AD.

11 ... C1A

En este caso particular no importa que las blancas no hayan jugado toda­vía P3TR pues 11 ... C4T es refutado por la conocida combinación 12 CxPD y si 12... PxC 13 A7A ganando la dama.

12 P3TR

Para retener su AD después de ... C4T.

12 ... A3D

Las negras hacen bien en cambiar alfiles, por una parte para despejar el campo e iniciar posiblemente un ata­que al lado de rey, y por otra parte para eliminar el AD blanco y rebajar la presión contra el lado de dama negro.

13 AxA DxA

Las blancas no han sido capaces de retener su AD pero aún tienen una li­gera ventaja ya que se han cambiado

su alfil malo, el que estaba en cuadros del mismo color en que están sus peo­nes avanzados, por el alfil bueno de las negras, es decir, el que estaba en cuadros de color contrario de los ocu­pados por sus peones avanzados.

14 TD1C

¡Preparando el ataque de las mino­rías!

Este ataque se llama así porque las blancas, con una formación de 2-5 peones ataca a la formación negra de 4-3 a lo largo de la columna semia-bierta AD. En este ataque, el PAD ne­gro se mantiene en 3A. Pronto se verá claramente la fuerza y las consecuen­cias de este ataque minoritario.

14 ... A2D

Las negras podrían haber jugado 14 ... P4TD pero las blancas hubieran contestado 15 P3TD con el mismo re­sultado general.

15 P4CD

El primer empujón activo contra el PAD negro.

158 Ajedrez. El camino hacia la maestría ___

15 ... D2R? Ahora hay cuatro posibilidades:

Las blancas buscan aumentar su control de espacio y seguir con 16 ... C5R que combina una maniobra de li­beración con un ataque.

En general es poco lo que se puede hacer contra el ataque minoritario. Un movimiento como 15 ... P3TD sería contestado con 16 P4TD y luego, si 16 ... P4CD 17 PxP y después de 17 ... PTxP las negras siguen con su PAD retrasado, o después de 17 ... PAxP con un peón aislado, PD y otro retra­sado en 3TD.

Pero aquí las negras pierden la oportunidad de frenar la velocidad del ataque blanco al no jugar... TD1 A. En este caso la dama blanca quedaría si­tuada desfavorablemente en la línea de la TD negra, y las blancas deberían hacer varios movimientos preparato­rios, tal como TR1A antes de jugar P5C ya que ahora esta jugada fallaría ante... PxP AxP C5R.

16 P5C

El objeto del ataque de las minorías es debilitar la formación de peones enemigos.

a) Si las negras cambian, su PD queda aislado.

b) Si cambian las blancas y las ne­gras recuperan con su peón, las ne­gras tendrán un peón retrasado en la columna AD semiabierta.

c) Si las negras recapturan con su alfil, su PD queda aislado como en el primer caso.

d) Si el peón negro sobrepasa el PC blanco, las blancas pueden cam­biar, resultando: un peón negro aisla­do en la columna dama y un cuadro fuerte en 4D blanco para el caballo blanco. Así, no importe por qué cami­no vaya el ataque minoritario, las ne­gras acaban con una posición de peo­nes inferior, debilidad que las blancas podrán comenzar a explotar.

16 ... C5R

Este movimiento no es malo. Tiende a asegurar mayor libertad para las ne­gras y ejercer una ligera presión sobre la posición blanca.

Limita la libertad de acción de las blancas hasta obligarlas a tener prote­gido su caballo. Además, ya hemos visto que las negras no pueden hacer mucho para contrarrestar la estrategia blanca de debilitar los peones del ala de dama negra.

17 C5R

Amenazando ganar un peón cortan­do la comunicación del caballo negro con su base cambiando a 4R blanco así como intensificando la presión so­bre el cuadro 2D negro.

17 ... C x C

No hay nada mejor. No resolvería tampoco la línea de: 17 ... P3A por 18

Gambito de dama rehusado III 159

CxA CxC 19 PxP PxP y la posición resultante es buena para las blancas, pudiendo continuarse después con 20 CxC PxC 21 A6T y el PAR de las ne­gras está muy débil.

Después de 18 ... DxC 19 PxP DxP (19 ... PxP 20 CxC pierden un peón) 20 CxP ganando un peón (20 ... DxC?? 21 A4A) DxD 21 AxD C7D 22 C7A y las blancas mantienen el peón.

Las blancas pueden o bien debilitar los peones o bien ganar uno de ellos.

Después de 17 ... C3D 18 PxP AxP 19 CxA PxC 20 C4T y resulta el ata­que ganador, al igual que en la partida.

18 DxC

Las negras tienen otras posibilida­des:

a) 18 ... PxP 19 CxA CxC 20 TxP C3C 21 D3C seguido de P4TD y P5TD con fuertes oportunidades para las blancas, atacando el PD y PCD de las negras.

b) 18 ... P4AD 19 CxA (19 DxP DxD ganando el caballo), es para te­ner en consideración.

Después de 19 ... CxC 20 PxP y las negras tienen aislado el PD. Pero la

situación no es mala porque todas sus piezas están activas,

c) 18 ... TR1A como en la partida.

18 ... TR1A

Amenazando ... P4AD y ... PxP las negras fuerzan a las blancas a tomar una decisión. De todas formas la deci­sión será favorable a las blancas ya que las negras pronto se encontrarán con el PAD retrasado: uno de los prin­cipales deseos de las blancas en el ataque de las minorías.

19 PxP A x P

Si 19 ... PxP se seguida con 20T7C con más presión en la 7.a línea.

20 CxA

Ahora las negras consiguen su peón retrasado.

20 ... PxC

Forzado ya que si 20 ... TxP 21 D3C perdiendo un peón. ¡Por fin! Ya tene­mos la configuración de peones defi­nida hacia la que las blancas han esta-

1 gg Ajedrez. El camino hacia la maestría

do trabajando. Las negras tienen un peón retrasado en su 3AD y está a punto de comenzar una nueva fase de la partida. ¿Cómo pueden las blan­cas sacar partido del peón retrasado negro? Las blancas no pueden lograr­lo simplemente atacando, pues las negras están en condiciones de de­fenderse. Las blancas deben hacer presión en dos frentes, es decir, que deben poder atacar a 3AD que es el punto vital, y al mismo tiempo poder iniciar una acción en cualquier sitio.

Este es el secreto de conseguir ven­taja posicional. Cuando la presión va dirigida en dos direcciones las negras tendrán dificultades para defenderse en ambos frentes y eventualmente pueden desmoronarse ante la doble presión blanca.

21 TR1A

Es lógico, para las blancas, ejercer más presión a lo largo de la columna AD y evitar que las negras liquiden su debilidad con ... P4AD. Además, pre­sionando contra el PAD las blancas pueden mantener más fácilmente su li­gera superioridad en la columna CD. Las negras no se pueden oponer a esta presión mediante ... TD1C ya que las blancas cambiarían torres y gana­rían el PAD.

21 ... D3R?

Las negras dejan la séptima línea para proteger su PAD.

Esto ofrece a las blancas el segundo frente, es decir, la posesión de la 7.a lí­nea.

Las negras deberían haber jugado 21 ... T2A. En tal caso las blancas hu­bieran continuado 22 D5TD D3D 23 D6T amenazando 24 T7C.

22 D2A

Amenazando ganar el cambio con A5A. Las blancas también podrían ha­ber jugado 22 T7C en cual caso las negras podrían haber continuado 22 ... C2D. Con lo jugado en el texto las blancas tratan en primer lugar de to­mar posesión de la diagonal 5AR-8AD.

22 ... D3D

No hubiera sido mejor 22 ... P3C por 23T7C.

23 T7C!

La fuerza de esta movida es que las negras no tienen piezas fuertes para evitar esta penetración. Si se sigue 23 ... T2A se pierde un peón por medio de 24 TxT DxT 25 DxP. O bien 23 ... TD1C 24 TxPT. Las piezas negras es­tán completamente embotelladas para poder defender todos sus peones.

23 ... C3R

La única pieza que puede moverse. La idea es adelantar ... P4AD y de

esta forma desembarazarse del débil PA. Este peón no sólo es una debili­dad sino también un obstáculo. Impi­de que la torre y la dama puedan mo­verse libremente. Si las negras pueden desembarazarse de su PA el PD será débil, pero no un obstáculo.

Después de 23 ... P4TD (o ... P3TD), las blancas ganan el PA con 24 T6C. La salida 24 ... D6T (haciendo presión sobre el alfil blanco y PTD) no funcio­na. Las blancas responden simple­mente 25 T x P A T x T 26 DxT y la res­tante torre negra está atacada de for­ma que las negras no tienen ninguna oportunidad de tomar el alfil blanco.

Las negras pudieron considerar en seguida la salida: 23 ... D6T.

Las blancas tienen varias respues­tas siendo la más sencilla 24 D3A!

Gambito de dama rehusado III 161

DxD (24 ... DxP? pierde la dama des­pués de 25 T1T) 25 TxD y llegamos a una posición similar a la de la partida: 25 ... C3R 26 A5A R1A 27 AxC PxA 28 P3C y las negras están en apuros, o zugzwang.

Finalmente 23 ... C2D no facilita las cosas por 24 A5A.

24 A5A

Esto impide que las negras desarro­llen sus planes. Si las negras adelan­tan su PÁ las blancas pueden cambiar un caballo y ganar un peón.

Las negras están ahora en una es­pecie de juego forzado en todo el ta­blero. Esto es aturdidor. No pueden mover una sola pieza sin perder por lo menos un peón. Examinemos a fondo esta situación.

a) 24... R1T 25TxPA. b) 24 ... R1A 25 AxC seguido por

26D7T. c) 24... D6T 25AxC PxA 26D6C

D1A 27 DxPR+ ganando dos peones.

d) 24 ... D1D o D1A 25AxC PxA 26 D6C D3A 27 DxD PxD 28 T7R ganando un peón.

e) 24 ...TD1C 25TxPT. f) 24 ... TR2A 25 TxT seguido de

26 DxP. g) 24 ... cualquier otro movimiento

de TR 25 DxP. h) 24 ... cualquier movimiento del

caballo 25 AxT. /) 24 ... P3TD o P4TD 25 T6C ga­

nando el PAD. j) 24 ... P4A 25AxC y

(1) 25 ... DxA 2 6 P x P o (2) 25... PXA 26D6C.

k) 24 ... P3A 25 AxC+ DxC 26 D6C seguido de mate.

I) 24 ... P3C 25 AxP PxA 26 DxP+ con próximo mate.

m) 24 ... P4AR 25 P4TR y las ne­gras se encuentran en zugz­wang.

n) 24 ... P4C (la del texto).

24 ... P4C

Prácticamente la única jugada que no pierde material en seguida.

Literalmente hablando, las negras no están en zugzwang, porque ahora el rey negro se puede mover.

25 A4C

Haciendo sitio para la dama y man­teniendo un virtual zugzwang en cuan­to a piezas negras se refiere.

25 ... R2C

El único movimiento como se puede deducir de las distintas posibilidades reseñadas después del movimiento 24 de las blancas.

26 P3C

Llegados a este punto las blancas hubieran podido jugar igualmente 26 D5AR pero este movimiento es aún más fuerte si el rey negro está en su

152 Ajedrez. El camino hacia la maestría

1CR. Por tanto, las blancas hacen un movimiento de espera que no altera la situación y fuerza a las negras a una posición más desfavorable.

26 ... R1C

La única jugada posible.

27 D5AR

Las blancas descargan la presión al PAD negro porque ven que pueden al­canzar una ventaja decisiva por el otro flanco.

27 ... C1D

Después de 27 ... T2A que ahora es posible, porque moviendo su dama las blancas abandonan la doble amenaza en la columna AD. Las blancas ganan un peón al igual que con 28 TxT CxT (28 ... DxT deja a las negras en posi­ción desesperada después de 29 D6A amenazando DxPT y AxC) 29 D7D y después de todo las negras se ven obligadas a perder su PAD.

28 T7D D3R

Otra jugada de la dama neg.a no es buena. Por ejemplo, 27 ... D6T 28 T2A 0 27... D1A28TxPDetc.

29 D3A

Las blancas ganan un peón por 29 DxD PxD 30 T7R R1A 31 T7T pero aún es más fuerte la jugada del texo.

29 ... D5R

Otras jugadas pierden un peón de inmediato. Por ejemplo: 29 ... D3C 30 TxPD.

30 D6A

Atacando el PTR negro y forzando a retroceder a la dama.

30 ... D3C

Después de 30 ... D2T las blancas ganan inmediatamente por 31 T7R amenazando T8R+ y AxT.

31 DxD+ PxD 32 TxPD

También es posible 32 T6D.

32 ... PxT 33 AxT

Gambito de dama rehusado III 163

Puesto que la torre blanca es más fuerte que la negra, las blancas prefie­ren dejarlas sobre el tablero en lugar de jugar 33 TxT. En lo que viene a continuación se ve bien la fuerza de esa torre.

33 ... T1C

La réplica de las negras 33 ... R2A para liberar al rey podría ser contesta­da por las blancas por: 34 T7A+ R3A 35A7C CxA 36TxC.

Las blancas han mantenido su su­perioridad posicional y no tendrán mu­chas dificultades en realizar su peón extra. Esto aún podría haber sido un poco mejor que lo que sigue, pues después de la continuación del texto las blancas ganan forzosamente un segundo peón.

34 T7A

Atacando el PTD negro, las blancas evitan que la torre negra ataque el PTD blanco después del cual podría seguir ...TxP.

34 ... P4TD

El caballo negro no puede jugar puesto que 34 ... C2A se contestaría con 35 A6R.

35 T5A

Aunque atacando dos peones ne­gros desprotegidos las blancas no pueden tomar ninguno de ellos sin an­tes poner a salvo su alfil.

Pero por otra parte, excepto para ... T8C+ la torre negra no puede aban­donar la primera línea pues en tal caso las blancas podrían tomar uno de los peones negros, mientras que después de R2C y de un movimiento tal como A4C las blancas ganarían uno de los peones negros, ya que no se pueden proteger los dos.

35 ... P5T

Después de 35 ... R2A 36 A6T o A4C ganando el peón.

36 A7D

Ahora las blancas atacan los PTD y PD negros.

36 ... T7C 37 A x P TxPT 38 A3C

El PD negro está perdido.

38 ... T8T+ 39 R2C R1A 40 A x P

El caballo negro está cercado por el alfil blanco de forma que no puede moverse sin ser tomado o cambiado dejando a las blancas con un final ga­nador en cualquier caso ya que tienen dos peones pasados.

40 ... Abandonan

Cuando no hay compensación algu­na, lo único que puede hacer el juga­dor con las negras es esperar y estar preparado para resistir el golpe. Esto es lo que sucede en esta partida.

164 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Difícilmente se puede decir si el que maneja las negras es un maestro o un aficionado excepto en el movimiento 21 de las negras en el que ofrece a su contrario un segundo frente.

Ciertamente un maestro no hubiera

hecho tal cosa. Pero aparte de ese movimiento 21 sólo se puede atribuir a la mala suerte del aficionado que se encuentra en una posición muy difícil de defender.

• Teoría de la defensa eslava en el • Inconvenientes de quedar una pie-gambito de dama rehusado za fuera de juego

• Buscando un plan para el juego • Huecos en la posición medio • Cambio de torres en el final

• Importancia de la centralización • Paralización de las piezas contra-• Motivos para el cambio de piezas rias en el final

• El papel del rey en un final

Uno de los problemas más conflictivos en el ajedrez es la elección de una es­trategia eficaz en el juego medio. Tal estrategia debe lograrse en las característi­cas de la posición, y cuando no existen debilidades enemigas a las que atacar habrá que enfocarla hacia la neutralización de los intentos del contrario de acu­mular fuerza, hacia la liberación de uno mismo, etc.

Un error de apreciación en la estrategia no es tan fácilmente castigado como un error táctico. Por tal motivo aun cuando un jugador no haya elegido en un momento dado la mejor línea estratégica no está necesariamente perdido de modo irreparable y muchas veces con el subsiguiente juego adecuado se puede recuperar y llegar a una posición en la que el contrario, ligeramente superior, en­cuentre difícil llegar a algo más que a tablas.

La posibilidad de convertir una posición algo desfavorable en una línea hacia tablas se puede dar tanto en el juego medio como en el final. El juego que sigue demuestra que el amateur falla en la fase crítica de la partida, que es cuando hay que hacer planes, pero también demuestra que en varios momentos de esta misma fase el amateur podría haber convertido la posición de forma que incluso un maestro habría encontrado difícil conseguir algo más que hacer tablas.

GAMBITO DE DAMA BLANCAS NEGRAS REHUSADO Amateur M a e s t r °

1 P4D P4D Defensa eslava 2 P4AD P3AD

166 Ajedrez. El camino hacia la

La defensa eslava del gambito de dama rehusado. Hemos visto en la partida 11 cómo la línea clásica del gambito de dama rehusado 2 ... P3R cierra al AD y la mucha energía que habrá que imprimir después para abrirle huecos al alfil.

En la defensa eslava 2 ... P3AD apo­ya el centro y conserva para las ne­gras el privilegio de sacar más tarde el AD si así lo desea.

3 C3AR

Si las negras aceptan el gambito y juegan 3 ... PxP, las blancas recupe­ran el peón del gambito con el método usual:

4 P3R P4CD 5 P4TD P3R 6 PxP PxP 7P3CD etc.

En este momento las blancas fre­cuentemente juegan 3 C3AD que con­duce a otras variantes. Si las negras aceptan el gambito no podrá mante­ner el peón tampoco pues después de 3... PxP.

(a) 4P4R! (1) 4 ... P4CD 5 P4TD P5C (5

... P3TD? 6 PxP PAxP 7 CxP) 6 C2T, ganando el peón negro AD o CD y si 6 ... P6C 7 C3AD A3T y las blancas recuperan el peón con C3A seguido de C5R y después de alguna prepa­ración, con C2D.

(2) 4 ... P4R 5 C3A PxP 6 DxP DxD 7 C x D P4CD 8 P4TD P5C 9 C1D A3T 10 C3R siempre recuperando el peón del gambito.

(b) 4 P3R P4CD 5 P4TD P5C 6 C2T, ganando el peón negro de AD o CD.

3 ... C3A 4 C3A PxP

maestría

Aquí las negras violan aparentemen­te el principio de mantener el control de los cuatro cuadros centrales cam­biando el peón central en su 4D por el peón lateral en 5AD. No obstante, las negras tienen compensación. Amena­zan retener el peón extra jugando 5 ... P4CD. Normalmente para recuperar el peón las blancas debilitan su posición jugando 5 P4TD cediendo su cuadro 4CD a las negras. Moviendo más tarde ... A5CD las negras clavan el CD blan­co y ganan control sobre el cuadro 4R blanco de forma que las blancas no podrán más adelante hacer uso de su mayoría en el centro.

Al llegar a este punto los amateurs (y hasa 1930 también los maestros) juegan 4 ... A4A que tiene el inconve­niente de debilitar el PCD negro; por ejemplo 5 PxP PxP (lo menos malo para las negras sería 5 ... CxP que deja el centro a las blancas); 6 D3C y las negras están en apuros ya que el movimiento ataca el PCD negro y ejer­ce presión contra el PD negro. Llega­dos aquí, para defender el PCD es me­jor 6 ... A1A (como jugó Capablanca contra Alekhine en 1927 pero esto de­muestra lo malo que realmente es 4 ... A4A). Otros movimientos: (a) 6 ... D2D 7 C5R gana o bien el PD o el PCD; (b) 6 ... D3C 7 CxP DxD 8 CxC+ PRxC 9 PxD con un peón en más para las blancas las que de todas formas tie­nen algunas dificultades que superar.

5 P4TD

Después de 5 P3R, que también es jugable pero ciertamente no mejor, 5 ... P4CD 6 P4TD P5C y, o bien (a) 7 C1CD A3T las negras guardan el peón un rato y obtienen compensaciones con ... P4A siempre que las blancas recuperen el peón o (b) 7 C2T P3R lo que cuesta un movimiento extra para situar el CD en una posición activa.

Gambito de dama rehusado IV 167

La continuación 5 P4R P4CD es un gambito, pues después de 6 P4TD P5C las negras mantienen su peón ex­tra ya que el PR blanco está perdido.

5 ... A4A

Con este movimiento las negras ejercen presión en el centro, contro­lando el 4R blanco y evitando que las blancas jueguen P4R.

6 P3R

Frecuentemente aquí se juega 6 C5R. Este es un movimiento posible, pero va contra el principio de mover una pieza más que una sola vez en la apertura. Las negras podrían conti­nuar entonces con 6 ... P3R y llegar al movimiento temático de clavada del AR es todo lo mismo: 7 CxP(4A) A5CD. Si las blancas intentan tomar el centro con P3A y P4R las negras po­drían sacrificar 7 P3A A5CD 8 P4R AxP 9 PxA CxP quedando en una posición difícil para ambos bandos.

6 ... P3R 7 AxP A5CD

Con esta clavada las negras ejercen presión en el centro blanco y las blan­cas no pueden adelantar su PR. Con este tipo de control del centro las ne­gras ganarán superioridad de espacio.

En este momento cada bando tiene desarrolladas tres piezas, pero el AD blanco no lo está. Los dos alfiles ne­gros están bien desarrollados lo que compensa algo la mayoría numérica blanca en el centro.

8 0-0 0-0

Hemos llegado a una posición en el juego medio en el que las blancas de­ben hallar un buen plan. Observan el AR negro suelto y el PCD desprotegi­do y juega

9 D3C

Las blancas esperan forzar el cam­bio del alfil negro o ganar el PCD ne­gro.

Ya que las blancas no consiguen re­sultados positivos con 9 D3C deberá jugar de acuerdo con el principio es­tratégico general: centralización en la fase de apertura.

Por esto las blancas ensayan o ana­lizan estas dos jugadas:

9 D2R (seguido de P4R) o bien 9 C5R (preparando P3A y P4R). El últi­mo movimiento es replicado por 9 ... P4A con la neutralización del centro blanco. Compárese la posición des­pués de estas dos líneas:

(a) 9 C5R P4A 10 C2T A4T11 PxP DxD 12 TxD A7A (igualado).

(b) Sin embargo, después de 9 D2R, las negras igualan el juego del mismo modo: 9 D2R P4A? (mejor es 9

168 Ajedrez. El camino hacia la maestría

... A5C o bien 9... C5R) 10 C2T A4T 11 PXP C3A 12T1D D2R 13 C4D TR1D 14 P4CD! y las blancas ganan:

(1) 14 ... Axp pierde una pieza después de 15 C x C PxC 16 CxA.

(2) 14 ...CxP 15 A2D es complica­do, sin embargo pierden mate­rial con: 15 ... DxP (15 ... C3A 16 CxC y 17 AxA) 16 C3C D3C 17CxA etc.

9 ... D2R

Con el mismo movimiento las ne­gras protegen su AR y su PCD, lo que es necesario después de 10 ... P4TD 11 C2T! es fuerte y obliga al cambio del AR negro.

Las blancas esperaban errónea­mente que las negras jugasen 9 ... AxC. Hay numerosas razones para que las negras no cambien aquí. Es­tratégicamente no debieran cambiar por los motivos siguientes:

(a) No cambiar nunca un alfil por un caballo salvo que existan razones importantes para hacerlo.

(b) No reforzar el centro del con­trario (9 ... AxC 10 PxA! y las blancas refuerzan el centro).

(c) No abrir líneas para el contrario (9 ... AxC 10 PxA! y el AD, ahora inac­tivo, puede ir a 3T!. La apertura de la fila CD para la torre puede resultar im­portante más tarde).

Existe también una razón táctica para no jugar 9 ... AxC que es 10 DxP!.

10 A2D

Esta es una posición compleja cu­yas consecuencias no son fácilmente apreciadas por el amateur. Por ejem­plo, después del evidente 10 ... CD2D

sería muy fuerte 11 P4R! y (a) 11 ... CxP pierde una pieza después de 12 CxC, (b) 11 ... AxP también pierde una pieza después de 12 CxA, (c) 11 ... A x C 12 PxAD AxA 13 CxA PxP 14 D x P es favorable para las blancas.

En este punto 10 C2T sería contes­tado con 10 ... A3D en el principio de centralización. Las negras pueden ju­garlo porque ahora su PCD está prote­gido.

10 ... P4TD

Protegiendo doblemente el AR evita que las blancas jueguen 11 P4R.

11 TR1D?

Este es el tipo de error en que fre­cuentemente caen los amateurs. El movimiento del texto es justamente una jugada de espera sin ningún obje­tivo exacto. ¿Estará mejor la TR en 1D que en 1AR? Es dudoso. En alguna variante la clavada del CR blanco por ... A5CR podría poner en dificultades a las blancas.

La posición es crítica, y ambos ban­dos tratan de clarificar a su favor la si-

Gambito de dama rehusado IV 169

tuación en el centro. 11 TR1D no re­suelve nada y por tanto es una pérdida de tiempo.

En algunas posiciones puede ser preferible hacer un movimiento de es­pera para ver qué es lo que el contra­rio piensa hacer, pero no debe hacer­se en una posición crítica en la que pueden conseguirse algunos objeti­vos.

Si las blancas hubieran jugado 11 TFU R amenazando 12 P4R la cosa ha­bría sido bien distinta. Bueno o malo, este movimiento estaría de acuerdo con las características de la posición. Después de 11 ... CD2D 12 P4R A5C 13 P5R C4D 14 A5CR es difícil que surjan posibilidades. Esto no quiere decir que 11 TR1R habría sido la línea correcta, simplemente habría sido sólo una posibilidad que merece estu­dio.

Un examen más a fondo de la posi­ción lleva a la conclusión de que la si­guiente estrategia es mejor:

(a) El plan de las blancas debería consistir en llevar su CD a 3CR desde donde controla el centro, no puede ser cambiado, y puede molestar al alfil ne­gro en su 4AR.

(b) Las blancas por consiguiente movilizan su AD para emplazarlo en 3AD. Las blancas intentan montar un plan estratégico con: 11 C2R 12 C3C 13A3A.

Hay que reparar que después de 11 C2R el resultado de la posición de las negras no tiene ninguna ventaja.

(a) Porque a la réplica 11 ... CD2D se puede seguir después con 12 AxA PxA y el peón 5CD de las negras que­dará eventualmente débil.

(b) Las blancas tienen también una satisfactoria posición después de 11 ... A3D 12 C3C A3C (12 ... A5CR 13 C5R o ventajoso para las blancas por 13. . .AxC 14PxA CR2D 15DxP!) 13 A3A y la posición de las blancas es sa­tisfactoria.

No 13 ... CD2D porque fracasa des­pués de 14 DxP. (Hay que notar la di­ferencia que hay entre esta jugada y 13 DxP después de 12 ... A3D en la presente partida), sin embargo las ne­gras pueden intentar tablas después de14...TR1CD 15DxP T1AD 16D5C TD1C 17 D6T, etc.

En este instante las negras pueden continuar después de 13 A3A con 13 ... P4A seguido por 14 ... C3A.

11 ... CD2D

Este movimiento desarrolla el CD, prepara ... P4R y conecta las torres, las que ocupando la 1 .a línea son útiles para fines defensivos y ofensivos.

12 C2T(?)

Las blancas juegan esto para indu­cir al cambio de alfiles, pero el CD queda completamente apartado del juego en 2TD.

Muy superior es todavía 12 C2R A3D 13 C3C A5CR 14 DxP y las ne­gras están obligadas a forzar unas ta­blas en 14 ... TD1C 15 D6T (15 DxP? T3C!) T1T etc; o bien 14 ... TR1C 15 DxP T1AD (no 15 ... T3C? a causa de que la TD está sin protección); 16 D5C TR1C 17D6A etc.

Compárese la posición del caballo en 2TD con el mismo caballo después de 12 C2R.

12 ... A3D

170 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ahora las negras pueden obtener una clara superioridad en el centro. Controla su 5R y las blancas no pue­den evitar que juegue ... P4R. Sin em­bargo, su ventaja que aparenta mu­chas ventajas posicionales es rutinaria en este tipo de apertura.

En este momento las blancas deben considerar el modo de equilibrar el juego.

Después de 13 DxP? (conduce a tablas después de 12 C2R), esto falla aquí después de 13 ... TR1CD 14 DxP A5R! 15 P5D AxC 16 PxA C4R.

Puesto que las blancas no tienen la posibilidad de evitar la amenaza negra ... P4R que eliminaría el CR blanco y expone el lado de rey a un jaque con todas las fuerzas, optan por llevar su AR relativamente inactivo a 3D que después del cambio 13 ... AxA 14 DxA lleva la dama al centro para de­fensa y refuerzo del cuadro 4R. Por tanto juegan

13 A3D

Sin embargo podrían haber hecho mejor jugando el movimiento, también de ataque 13 A3A que llevaría a un cambio general después de 13 ... P4R

14 PxP CxP 15 CxC AxC 16 AxA DxA después de lo cual queda poco de la posición puesto que el AR negro también ha sido cambiado. Para evitar esta extremada simplificación las ne­gras pudieron haber jugado 13 ... C5R después de lo cual podría cambiar en primer término su caballo por el alfil blanco, adelantando luego el PR evi­tando así la simplificación general en su 4R.

13 ... A x A

Las negras hacen este cambio por varias razones:

(a) Después de 13... A5CR y 13... C5R las posibilidades de 14 DxP revi­ven.

Era mucho mejor para las blancas la jugada 12C2R.

(b) Las negras no quieren perder su influencia sobre 5R.

(c) Las negras están completa­mente satisfechas de cambiar el buen alfil blanco en 3D pero no lo estarían de cambiar el mal alfil en 2D blanco. Compárese esto con el movimiento 12 de las negras cuando apartó el buen alfil.

14 DxA P4R

Gambito de dama rehusado IV 171

Un movimiento liberador. Estudie­mos sus efectos sobre la posición:

(a) Con éi las negras ocupan el cuadro central 4R mientras que hasta ahora sólo las blancas han tenido un peón en el centro en su 4D.

(b) Se fuerza un cambio de peones y de piezas en el centro, lo que au­menta la movilidad de las piezas ne­gras.

(c) Permite a las negras controlar más espacio.

(d) En esta posición en particular no libera el AD negro que ya está libre y cambiado, pero sí lo hace en otras variantes.

(e) Debilita la defensa blanca, ya que conduce al cambio del CR blanco que es el puntal de la defensa blanca.

Observemos que si las blancas no cambiaran peones las negras pudie­ron hacerlo por sí mismas. Pero la amenaza negra ... P5R es más eficaz. Después de 15 D2R P5R 16 C1R el caballo blanco queda apartado de su fuerte posición, y las negras pueden organizar una buena posición de ata­que mediante 16 ... C4D y algo así como 17... P4AR.

Debido a estas razones las blancas cambian prudentemente.

15 PxP CxP 16 CxC

Este cambio fuerza la debilitación del ala de rey blanca.

Posiblemente sea preferible 16 D2R CXC+ (si 16 ... TR1D 17 A3A simplifi­cando) 17 DxC C5R o bien 17 ... D4R 18 D3C y el debilitamiento del flanco de rey no puede ser forzado.

16 ... D x C

En alguna forma las blancas se ven ahora obligadas a debilitar su forma­ción de peones frente a su rey. Pue­den elegir entre jugar 17 P4A o 17

P3CR; si eligen 17 P4A, las negras re­plican con 17 ... D2R manteniendo el control sobre su 5R, lo que es muy se­rio ya que las blancas tienen su mal al­fil encerrado por sus propios PR y PAR, y mientras las negras controlen su cuadro 5R las blancas no podrán jugar P4R. Observemos también que 17 P4A D2R 18 AxP? sería contesta­do con 18 ... TxA 19 DxA DxD 20 TxD TxP y la clavada sobrevenida en la fila TD es mortal.

17 P3CR

En una posición de este tipo existen huecos en el lado blanco de rey. Esto representa que los cuadros blancos 3AR y 3TR están debilitados de tal for­ma que pueden ser ocupados por la dama, el alfil o el caballo negros. En esta partida las negras pueden llevar su dama a 6TR y su caballo a 5CR.

Obsérvese lo inútil que es el caballo blanco en 2TD.

Sin embargo, en este momento las blancas amenazan ganar una pieza con 18 A3A. La amenaza es muy im­portante particularmente en el juego medio, y cada uno de los dos bandos debe ver qué amenazas puede hacer y a qué amenazas debe hacer frente.

17 ... C5R!

~~

172 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Este es un movimiento particular­mente bueno pues logra mucho: (a) detiene la amenaza blanca 18 A3A que podría ganar el alfil negro; (b) prepara C-4C -6A o 6T; (c) protege el alfil ne­gro; (d) libera el cuadro 3AR negro para la dama, desde donde ésta pue­de atacar al PAR blanco.

18 C3A

Las blancas ponen a su activo ca­ballo dentro del conflicto.

Sin embargo, hay una línea aún más aguda: 18 A3A CxA 19 DxA(19 CxC A5C con una pequeña mejoría para las negras) DxD 20 TxD CxC 21 TxC TD1D con un juego un poco superior al final para las negras, que están en posesión de la columna de dama.

18 ... C4A

Las negras no pueden cambiar por­que después de 18 ... CxC 19 AxC perdería su alfil. Además, tampoco de­sea cambiar por razones estratégicas: su caballo resultaría útil en la posición debilitada de peones blancos.

La alternativa 18 ... C4C (penetran­do en el flanco de rey), pierde una pie­za a causa de 19 P4A y

(a) 19 ... C6A+ 20 R2C D4T 21 D2R (no 21 DxA? TD1D seguido de 22 ... CxA) o

(b) 19... C 6 T + 2 0 R2C D3R (20 ... D4T 21 DxA) 21 P5A D3T22 P4R D4T 23 DxA.

Obsérvese que los cuadros blancos en la posición blanca son débiles: hay huecos en ambos lados. Aquí uno se da cuenta de la importancia que tiene el disponer del buen alfil para proteger esos cuadros blancos.

19 D2A

Las blancas quieren impedir que las negras ocupen su 3CD.

Si en lugar de esto las blancas hu­biesen jugado 19 D1A las negras pue­den afirmar la presión con 19 ... C6C o mejorarla todavía con 19 ... TR1D.

19 ... D3R

La estrategia negra en este punto consiste en penetrar en las posiciones blancas por la vía de 6C o 6D. La pre­sión contra la posición blanca puede desembocar en la ocupación de la fila D o en la ganancia de un peón y vere­mos, siguiendo esta partida, cómo de­bido a esta presión las blancas no pueden evitar perder un peón o dejar la fila D para las negras.

20 R2C

Las blancas quieren impedir que las negras jueguen D6T. De momento, éste no es el objetivo de las negras pero puede serlo en cualquier otro momento.

Si las blancas despejan la fila D ju­gando 20 A1R las negras responde­rían 20 ... TR1D quedando preparadas para ... D6C. Las blancas no pueden parar la penetración negra en el lado de dama pero si pueden suavizar las consecuencias. Aquí hubiera sido me­jor 20 C2R para situar el alfil en un puesto más activo en 3A y posible­mente introducir el caballo en el juego por la vía 4D

20 ... TR1D

Las negras pudieron haber jugado 20 ... D6C inmediatamente, pero pri­mero refuerzan su posición en la fila D.

21 P4R(?)

Estratégicamente este movimiento

Gambito de dama rehusado ¡V 173

permite a las blancas eliminar debili­dades de su lado rey (P3A todavía es necesario) y liberar su alfil, pero tal como veremos en la continuación ese movimiento conduce prácticamente a la pérdida de un peón.

Las blancas podrían haber evitado la pérdida de un peón mediante 21 A1R. Por ejemplo 21 ... D6C 22 D2R

21 ... D6C

Parece que todas las líneas pierden ahora un peón para las blancas.

(1)

22D1CA4R (1a) 23T3T D5A! (1a1) 24 P3A AxC seguido de ...

D7R+ (1a2) 24P3C D5C 25C5C DXP+ (1a3) 24A3R TxT 2 5 D x T CxPR

(1b) 23P4A A x C (1b1) 24 AxA TxT 25 DxT DxD 26

TxD CxPR 27 AxPR CxP! (1b2) 24 PxA D5A y la amenaza 25

... D7R+ produce a las blancas la imposibilidad de defender su PR.

(2)

22 TR1AD A4R 23 P3A (23 T3T Dx D 24 T x D AxC 25 AxA CxPR) DxD 24 TxD C6C 25 T1D AxC 26 PxA T6D 27 T2C C4A y las negras intentan al menos ganar un peón. Por ejemplo:

(2a) 28 T2T TD1D 29 R2A CxPR etc.

(2b) 28 R 2 A C x P R 2 9 T x P ? C x P etc.

Por tanto las blancas juegan:

22 D x D CxD 23 TD1C AxP

El doble ataque a la descubierta contra el alfil blanco conduce a la ga­nancia de un peón.

24 PTxA

Es a considerar 24 A5C. Las negras desean continuar con 24 ... TxT 25 TxTA4R.

24 ... CxA

Las negras no toman con la torre porque su torre es mejor que la blanca y desean conservarla.

25 TD1A C6C

174 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ahora las blancas tienen tres posibi­lidades:

(a) No cambiar en absoluto las to­rres: 26 T1CD R1A. Esto es probable­mente lo mejor.

(b) Cambiar ambas torres: 26 T x T + TxT 27 T1D TxT 28 CxT. En­tonces las negras tienen que jugar muy cuidadosamente este final para sacar ventaja de su peón extra. Exami­naremos esta variante después del movimiento 27.

(c) Cambiar una torre, pero esto deja la fila D a las negras lo que les da una ventaja adicional.

En los finales de torres el bando más fuerte cambiará todas las torres si en el final con piezas menores su rey está mejor situado que el contrario. Este es ciertamente el caso si su rey puede penetrar en las posiciones ene­migas lo que no es posible si las torres continúan en el tablero.

26 T x T + TxT

Suponiendo que ahora las blancas fuercen el cambio de la torre restante amenazando comandar la fila D: 27 T iD TxT 28 CxT. En esta posición parece que el rey negro pudo despla­zarse directamente, pero examinemos más detalladamente la situación:

(a) 28 ... R1A 29 R3A? R2R 30 R3R R3D y el rey blanco no se puede acer­car más, puesto que con R3D pierde un segundo peón después de 31 ... C4A+ y las negras ganan fácilmente. De cualquier forma.

(b) 28 ... R1A 29 C3R! (contraata­que) y por ejemplo, ya sea 29 ... C4A 30 C4A! CxPR 31 CxP CxP 32 CxP o bien 29 ... R2R 30 C5A+ y el rey debe defender su PCR, y después de 30 ... R3A sigue 31 C6D. El cambio de

peones no lleva a una ganancia clara. (c) 28 ... C4A! 29 C3A R1A (des­

pués de haber amarrado al caballo blanco).

(También pudo haberse jugado 29 ... C6D 30 C1D pero es lo mismo ya que el caballo negro tiene que retirarse después de R-3A-3R) 30 R3A R2R 31 R3R R3D 32 R4D C3R+ 33 R4A. El rey blanco tiene que apartarse demasiado del ala de rey para impedir que el rey negro penetre en la otra. Obsérvese lo mal colocado que está el caballo blan­co para contraatacar, siendo este el resultado del movimiento 28 de las ne­gras. 33 ... P4CR! (amenazando ... P4T seguido de ... P5T). En los finales de caballos muchas veces decide el peón pasado más alejado. Después de 34 P4CR el rey negro pudo penetrar en el ala R: 34 ... R4R etc.

Con todo, después del cambio de todas las torres las negras aún tienen serias dificultades para triunfar.

Pero de las tres posibilidades seña­ladas después del movimiento 25 de las negras, las blancas han elegido la menos ventajosa cambiando una sola torre y jugando seguidamente

27 T2A

Importa observar que ahora las ne­gras tienen dos ventajas: un peón más, y una fila controlada por una to­rre. Es difícil defenderse de dos armas al mismo tiempo. En ajedrez a+a es más que 2a, es decir, que dos venta­jas es más que el doble de una venta­ja.

27 ... P3A 28 P3A T6D

Amenazando ganar un peón con la combinación 29 ... T x P 30 RxT C5D+.

Gambito de dama rehusado IV 175

29 T2A C7D

El plan negro es muy sencillo: en primer lugar inmovilizan tantas piezas blancas como puedan y luego adelan­tarán su rey. El movimiento del texto ataca el 3AR blanco y abre posibilida­des como C5A y C6R+. El caballo blanco sólo puede ir a 2TD donde no tiene ninguna fuerza.

30 P4CR

Si las blancas no hubieran hecho este movimiento, las negras podrían continuar con ... P4T y P4CR a fin de crear un peón pasado después de una ulterior simplificación.

30 ... C5A 31 R3C C4R

El caballo negro está mejor situado en su cuadro central 4R desde donde se prepara para ocupar eventualmente su 5AR.

Las negras no deben jugar 31 ... CxP 32 TxC TxC 33 TxPC. Esto li­beraría el juego blanco y daría com­pensaciones. El secreto de los finales para el bando más débil es ¡contraata­

car! En posiciones tales como esta, aun una gran ventaja se reduce mucho dando al contrario alguna iniciativa.

32 R2C P4CR

Este movimiento asegura el cuadro negro 5AR para las negras. Las negras prevén C-3C -5A+ forzando al rey blanco a 3C; entonces surgen posibili­dades de mate como más adelante lo veremos evidente.

33 R3C C3C

Las negras pudieron avanzar su rey inmediatamente, pero esto no consti­tuye una gran diferencia. Es sólo cues­tión de por qué camino las negras inu­tilizan la torre blanca, si directamente atacando el PA o indirectamente con posibilidades de mate.

34 C2T

Las blancas empiezan ahora una serie de movimientos repetitivos que demuestran elocuentemente lo bien atadas que las han dejado las negras.

34 ... C5A

Con el caballo negro situado aquí la torre blanca no podrá nunca contraa­tacar mientras las negras tengan la amenaza ... T7D y ... T7C+ + .

35 C3A R2A

Con el lado de rey inmovilizado las negras llevan ahora al rey a actuar en el lado de dama.

36 C2T R3R

176 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Antes de mover su rey hacia el cen­tro, las negras han tenido que exami­nar 37 T2T R4R! 38 TxP T7D 39 T2T C7R+ 40 R3T (ante la jugada ... C8A+ a la descubierta) TxP 41 C3A C8C+ 42 R3C TxT 43 RxT CxP+ y ganan.

37 C3A C3C

La forma de responder a 38 T2T es 38 ... C5T.

Si 37 ... R4R(?) 38 T2T R5D 39 TxP T7D (de análoga forma a la variante), sin embargo la salvedad de mover 40 T7D+ es posible

38 C2T R4R

Ahora el rey puede avanzar, porque en el caso de 39 T2T C5T.

39 C3A R5D 40 C2T R5A

Obsérvese que la torre sigue indi­rectamente inmovilizada ya que cual­quier movimiento por parte de la torre blanca podría contestarse con, o bien ... C5T o bien ... C4R y además queda impedido el contraataque contra el PT negro.

40 ... R6R puede ser respondido con 41 C1A concediendo a las blan­cas algunas jugadas oportunas.

41 C3A R6C 42 R2C C4R 43 R3C C5A

Ahora las negras ganan el PCD y probablemente el PT

, 44 Abandonan )

Sólo una variación muestra cómo transformar a la vez una victoria en ta­blas y es:

44T2TCXP45C2R.

(a) 45.. . CxP??46C1A+ (b) 45 ... T7D? 46 C1A+ R7A 47

T x T + RxT 48 C3C+ con posibilida­des de tablas.

(c) 45 ... RxP? 46 C1A T8D 47 - TxC T x C 48 TxP con posibilidades

de tablas. 3 (d) 45 ... T2D! que gana fácilmente i pues las negras han paralizado el con-a traataque en la fila TR y las blancas ya r no pueden impedir la pérdida de su

PTD (46 C1A+R6T) tras lo cual las ne-

Gambito de dama rehusado IV 177

gras tienen tres peones pasados en el lado de dama.

En esta partida, la principal diferen­cia entre el amateur y el maestro estri­ba en el grado con que cada uno de ellos asume la posición inmediata­

mente después de la apertura. El ama­teur falla al hacer planes para sí mis­mo, y no se da cuenta de lo que son los planes del maestro, y no los com­bate en debida forma.

Teoría de la defensa Caro-Kann Planteo del juego medio Explotación de la pieza suelta Tácticas sutilmente calculadas para mantener la primacía

Debilitando la posición del rey con­trario Planeando el juego medio Desviando una pieza de una línea abierta crítica.

En casi todas las partidas de ajedrez llega un momento en que termina una fase y está a punto de comenzar otra, en el que no hay problemas tácticos apre­miantes, y en el que el jugador debe preguntarse a sí mismo: ¿qué haré a conti­nuación? ¿En qué dirección se dirigirá ahora el juego? Este momento puede lla­marse el momento de la decisión, en el que hay que decidir un plan que muchas veces es puramente estratégico y a veces también táctico.

Por «decisión» entendemos la formulación de un plan general para la conti­nuación del juego. En general la decisión se toma en un momento en que las co­sas están relativamente calmadas, sin piezas amenazadas, sin amenazas enemi­gas y en una situación táctica relajada que no exija prioridad.

Algunas veces es posible formular un plan para toda la partida, pero corrien­temente se decide sólo para una fase dada de, por ejemplo, entre cinco y diez movimientos.

Una vez que el jugador juzga que ha llegado el momento de decidir debe es­tudiar cuidadosamente la situación desde todos los puntos de vista. Debe valo­rar sus propias fuerzas y debilidades así como las de su contrario y debe sope­sar los pormenores de la posesión tales como la distribución de peones, locali-zación del rey enemigo, la existencia de columnas abiertas o semiabiertas, etc.

El plan se basará en una o más ideas generales: objetivos a procurar. Única­mente estableciendo estos objetivos se podrá avanzar de buena forma. Quienes falten al hacer el plan vagarán sin objetivo de uno a otro movimiento o depende­rán exclusivamente de las oportunidades tácticas del momento para ganar algu­na ventaja.

No es que una vez hecho un plan éste debe ser inalterable. Lo que haga el contrario y los requerimientos tácticos del momento pueden

180 Ajedrez. El camino hacia la maestría

hacer que un jugador lo reconsidere, lo modifique o lo cambie completamente si las circunstancias lo justifican.

Pero es importante tener objetivos y un plan para conseguirlos. A veces la posición es tal que se impone por sí mismo un plan único: no es

lógica ninguna otra continuación. Otras veces, que son naturalmente las más complicadas, hacen posibles va­

rios planes, y en estos casos la adopción de uno u otro depende en cierto modo en los méritos comparativos de las varias posibilidades así como del tempera­mento del jugador, quien por ejemplo puede preferir un juego de ataque que en­trañe riesgos y sacrificios o una solución posicional que pulverizará al contrario más lentamente pero con más seguridad.

DEFENSA CARO-KANN

BLANCAS: Maestro

1 P4R

NEGRAS: Amateur

Después de 1 P4R las negras tienen numerosas continuaciones. Véannos­las:

(a) ocupar rápidamente el centro con 1 ... P4R (preliminar de muchas aperturas)

(b) después de una previa prepa­ración jugar ... P4D (francesa, Caro-Kann)

(c) atacando el P4R blanco, por 1 ... C3AR (defensa Alekhine)

(d) iniciar un ataque independiente al lado de dama y al centro mediante 1 ... P4AD (siciliana)

(e) atacar desde distancia el cen­tro de las blancas (fianchettos)

1 ... P3AD

Defensa Caro-Kann: Las negras preparan atacar el centro blanco me­diante ... P4D.

Las negras pudieron dar el golpe en el centro inmediatamente con 1 ... P4D pero no sin algunas desventajas para ellas, o intercalar un movimiento pre­

paratorio (1 ... P3R defensa francesa o 1 ... P3AD la Caro-Kann). Esta última tiene la ventaja sobre la francesa de no encerrar el AD después de 2 ... P4D.

Tiene el inconveniente de quitarle al CD negro su cuadro natural 3AD y per­diendo un tiempo para el desarrollo. Por «desarrollo» debemos entender uno de los siguientes tipos de movi­miento:

(a) sacar una pieza fuera (b) enrocar (c) mover un peón para que abra

una línea para un alfil

Así 1 ... P3R es un tiempo para el desarrollo, pero 1 ... P3AD no lo es.

2 C3AD

Naturalmente y en jugada clásica, las blancas responden 2 P4D. Con esta réplica tradicional toman pose­sión de los cuadros centrales. Ocupan con peones sus propios cuadros 4D y 4R y ganan control sobre los cuadros AD, D, R y AR de la 5.a línea.

La variante más reciente 2 C3AD se basa en la idea de que las blancas no necesitan ocupar en este momento su cuadro 4D y que retrasando este mo­vimiento logran un desarrollo conside-

Defensa Caro-Kann 181

rabie de piezas lo que les da mayor actividad en una precoz etapa del jue­go y en algunos casos un tiempo muy importante (véanse los comentarios después de 4 CxP).

2 ... P4D

Las negras responden ai intento blanco de ocupar el centro.

3 C3A

Esta continuación es más flexible que la clásica a la que también se po­dría llegar con 3 P4D. Tal como vere­mos después del 4.° movimiento ne­gro, la continuación del texto impide que el alfil negro se desarrolle a... 4AR como hace en una rama importante de la misma línea clásica.

Si las negras responden con 3 ... P5D sigue 4 C2R P4AD 5 P3D seguido de 6 P3CR etc.

Esto nos da la india de rey inversa, con dos tiempos de más para las blan­cas.

(a) por ser las blancas (b) por la pérdida de tiempo cau­

sada por jugar... P3AD -4AD.

Las negras buscan una continua­ción adecuada. Razonan:

(a) 3 ... C3A es posible pero no fá­cil después de 4 P5R C5R.

(b) 3 ... A5C satisface; después de 4 P3TR (no 4 ... A4T 5 P4CR A3C 6 PxP PxP 7 P4TR! P3TR 8 C5R etc. muy instructivo, pero) 4 ... AxC 5 DxA y las blancas tienen los dos alfiles, pero este no es un juego abierto en el que los dos alfiles son sumamente efi­caces: ocasiones las hay siempre.

(c) 3 ... P3R bloquea el AD y (d) 3 ... PxP rompe la tensión pero

sitúa al CD blanco en mejor posición. En general, los amateurs no gustan de situaciones ambiguas en el tablero, y por lo tanto eligen.

3 ... PxP 4 CxP

Y ahora ¿qué jugarán las negras? En la línea clásica (1 P4R P3AD 2

P4D P4D 3 C3AD PxP 4 CxP) mu­chas veces las negras continúan efi­cazmente con 4 ... A4A y luego 5 C3C A3C 6 P4TR P3TR 7 C3A C2D! evitan­do 8 C5R.

Pero en el texto en este momento 4 ... A4A sería malo por que las blancas han desarrollado ya su CR que aún no lo estaba en la línea clásica. El texto seguiría entonces: 5 C3C A3C 6 P4TR P3TR 7 C5R (imposible en la línea clá­sica) A2T 8 D5T P3CR 9 A4A! amena­zando mate. Las blancas tienen un de­sarrollo tremendo, el alfil negro está inútil en 2TR y las blancas tienen otras amenazas que más adelante quebra­rán la posición negra.

Hay que comparar esta línea con la clásica vista antes.

La teoría señala entre otros movi­mientos 4 ... A5C que podría ir segui­do de 5 P3TRAxC.

182 Ajedrez. El camino hacia la maestría

La teoría también nos lleva a la con­tinuación del texto.

4 ... C2D

Esta es una buena idea de Salo Flohr. Las negras jugarán luego 5 ... CR3A evitando que las blancas doblen los peones negros mediante CxC+. El problema del AD no desarrollado se resolverá con un oportuno ... P4AD ... P3CD y ... A2CD.

5 A4A

O bien 5 P4D seguido de 6 A3D. Con lo del texto, el 2AR negro es

muy vulnerable, y si las negras no jue­gan ... P3R, más pronto o más tarde tendrán problemas en su 2AR o 3R: por ejemplo, 5 .. P3CD?? 6 AXP+ RxA 7 CR5C+ R1R 8 C6R ganando la dama. El movimiento 5 ... C3C puede crear problemas de la siguiente forma:

6 A x P + RXP 7C5R+ R1R 8D5T+ P3C 9 C x P y

(a) 9... PxC 10DxT o (b) 9 ... CR3A 10 C x C + PxC 11

C x T + .

Incluso después de 5 ... C3AR las blancas tienen la posibilidad de iniciar un ataque con 6 CR5C P3R y CxPA RxC 8C5C+.

No es seguro que el ataque blanco prospere pero las negras, con su rey en posición vulnerable, seguramente tendrán problemas que resolver.

Las blancas fuerzan más o menos a las negras a encerrar su AD jugando:

5 ... P3R 6 0-0 CR3A 7 C3C

Antes de hacer este movimiento las blancas han tenido que calibrar sus

ventajas e inconvenientes. A favor: el cambio de caballos favorece a las ne­gras ya que los cambios favorecen al bando que domina menos terreno. En contra: el movimiento pierde un tiem­po ya que ciertamente el caballo no está mejor situado en 3CR que en 4R.

7 ... A2R 8 P4D

El movimiento oportuno en el mo­mento oportuno. Las blancas desarro­llan este importante peón, ocupan el centro, aumentan su control sobre sus 5AD y 5R y liberan su AD. Hasta ahora era muy importante introducir piezas en la lucha, pero ahora es el momento de ocupar el centro. Un buen ejemplo de razonamiento moderno.

8 ... 0-0 9 D2R

La dama blanca presiona para con­servar la columna de rey, protege su propia 2.a línea, desaloja la 1.' para li­beralizar el movimiento de las torres y cede para éstas su cuadro de dama a la torre.

9 ... P4AD

Las negras han movido por segunda vez su PAD, pero esta pérdida de tiempo era inevitable. La jugada inicial 1 ... P3AD era necesaria para controlar el cuadro 4D negro.

Ahora 9 ... P4AD importa para neu­tralizar el centro blanco.

En general, un tiempo en el juego medio no es tan importante como en la apertura, y si este doble movimiento partido presenta dos aspectos dife­rentes deberá ser estudiado. Debe re­cordarse también que este movimien­to fuerza en cierto modo al contrario, y puede imaginarse que bajo ciertas cir-

Defensa Caro-Kann 183

cunstancias pueda convertirse en una ganancia en lugar de una pérdida de tiempo. Tratemos de ilustrar este con­cepto.

Desde la posición inicial 1 P4D P4D 2 P4AD C3AD 3 C3AD P4R 4 PxPD CxP. Las blancas han de jugar ahora. Compárense entre sí las siguientes continuaciones:

(a) 5P4R (b) 5 P3R C4A 6 P4R C5D

La posición después de (a) es exac­tamente la misma que después de (b) con una diferencia esencial en la situa­ción: después de (a) han de mover las negras pero después de (b) lo han de hacer las blancas. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que en (a) donde las blancas han jugado P4R en un movimiento han perdido un tiempo mientras que en (b) en donde las blan­cas han jugado P-3R -4R en dos movi­mientos han ganado un tiempo.

10 T1D

La torre puede ejercer gran presión en la columna dama sobre todo por­que la dama negra está aún en esa co­lumna.

10 ... P3CD

De acuerdo con el plan Flohr men­cionado después del 4.° movimiento negro.

El desarrollo está prácticamente completo: se ha llegado al juego me­dio. Este es uno de los puntos más di­fíciles en una partida de ajedrez. A ve­ces las blancas basan su siguiente movimiento en un plan a largo término bien formulado, mientras que en otras ocasiones lo basan en principios ge­nerales. Pero en cualquier caso se de­ben seguir mentalmente un cierto nú­mero de pasos para dar con el mejor movimiento o, por lo menos, con un movimiento admisible.

En primer lugar hay que preguntar­se: ¿Tienen las negras alguna amena­za táctica? En la posición actual no tienen más que 11 ... PxP. En segun­do lugar: ¿Cuál es la estrategia proba­ble de las negras? Parece que las ne­gras proseguirán su desarrollo con ... A2C y ... D2A. Y en tercer lugar: ¿Cuál es el movimiento aparente mejor para mí y a dónde conduce?

En esta posición hay que considerar las siguientes posibilidades:

(a) 11 A4A A2C 12 PxP AxP 13 C5R D2R. Esto parece llevar a un jue­go satisfactorio para las negras.

(b) 11 A5CR presionando al caba­llo negro de 2D con la posibilidad de AxC AxA ya que no tiene otra protec­ción el CR negro. Por ejemplo: 11 ... A2C 12 PxP PxP 13 C5R y las negras tienen grandes dificultades. Las blan­cas amenazan 14 AxC y 15 CxC. Después de 13 ... D2A las blancas ga­nan una pieza después de 14 CxC y si 13 ... D1R se sigue con 14 A5C o bien 14 CxC CxC 15 AxP! un sacrificio fingido que gana un peón (15 ... PxA 16 DxP+ etc.). Para aliviar la presión las negras harían bien en jugar 11 ... P3TR después de lo cual 12 AxC AxA

184 Ajedrez. El camino hacia la maestría

13 PxP PxP 14 A5C D2R y parecen superadas las dificultades.

(c) 11 C5R es otra continuación fuerte. Se amenaza 12 C6A y cambiar el AR de las negras. Algunas de las posibles respuestas parecen no fun­cionar:

(1) 11 ...A2C 12 PxP PxP (o 12... AxPA) 13 A5CD y ganan.

(2) 11 ... D2A parece bueno. Pero 12 CxP! (uno de los objetivos del último movimiento blanco) RxC (12 ... TxC 13 D x P y las blancas ganan la torre) 13 DxP+ R1R (13 ... R3C 14 D5A++) 14 C5A amenazando mate en pocas jugadas. Se amenaza 14 ... C1CD 15 A5C+ R1D 16PxP+ a la descubierta, etc.

(3) Un poco mejor es el cambio de caballos: 11 ... CxC 12 PxC C2D (12 ... C4D 13 C5A es pe­noso para las negras) 13 C4R D2A 14 C6D AxC y después de 15 TxA o después de 15 PxA las blancas mantienen la pre­sión que ciertamente es com­parable a la conseguida en la partida.

(4) Quizá la mejor respuesta de las negras después de 11 C5R se­ría 11 ... A3D después de lo cual:

(a) 12 CxP no parece bien; 12 ... T x C 13 DxP D2R (se cam­bian dos peones por una pie­za, pero las negras tienen un buen desarrollo).

(b) 12 PxP tampoco parece bien; 12 . . .AxC y

(c) 12 CxC AxCR consolidan el juego de las negras (13 PxP AXP14 A5CRA2R)

(d) 11 PxP que parece la más fa­vorable de todas pues introduce en el juego la presión de la torre en la co­lumna de dama, creando inmediata­

mente posibilidades tácticas que de otra forma no serían aprovechables.

11 PxP AxP

11 ... PxP no hubiera sido malo, ya que el AR negro hubiera seguido pro­tegiendo el cuadro 3AR negro. En mu­chos tipos de partidas el AR negro de­sempeña un mayor servicio defensivo en 2R que ofensivo en su 4AD. En la partida se manifiesta que las negras necesitan protección de su 3AR. El he­cho de que después de 11 ... PxP las negras tengan dos peones aislados no cuenta, como lo ha demostrado la práctica: lo que es más bien curioso.

12 C5R

La fuerza del previo 11 PxP de las blancas aparece clara.

Abrió la columna dama y permitió a las blancas sacar ventaja de su mayor control de espacio y especialmente del CD negro clavado.

12 D2A

Las negras tienen que abrir la clava­da o caer en el desastre.

Por ejemplo, después del plausible 12 ... A2C 13 A5CD es muy fuerte.

Puesto que las negras han de mover su dama, eligen el mejor cuadro para ella. En 2AD la dama negra protege su 3AD de la invasión por parte del caba­llo blanco, ataca a éste en su 5R y vigi­la su cuadro 2CD para poder respon­der con ... A2C a un posible D3A.

13 A4A

Otra vez la dama negra queda so­metida a un ataque indirecto que en­globa la doble amenaza:

(a) 14 CxC y

Defensa Caro-Kann 185

(b) 14C6C.

Obsérvese que 13 CxP TxC 14 DxP no haría gran cosa después de 14... C1A.

13 ... CxC 14 A x C D2R

Las blancas han tenido muchas po­sibilidades de golpear la posición ne­gra, y ha sido problema de éstas el re­ducirlas al mínimo.

En varios aspectos han hecho una buena tarea quedando sólo un punto vulnerable: su 3AR que veremos en la continuación.

La actual posición es de gran impor­tancia en la partida a mano, y es muy instructiva en cuanto a los métodos de análisis del ajedrez. Veámoslo.

Si las blancas les dan tiempo, las negras jugarán ... A2C disputando el control blanco de la columna abierta de dama con su TR o su TD1D y ... ¿qué tendrán las blancas? Posible­mente nada más que una igualada. Su ventaja se habrá evaporado. Por tanto debe buscar la forma de sacar ventaja de su mejor desarrollo antes de que

las negras puedan hacerse con ella. ¿Cómo lo pueden hacer?

En todas las posiciones en las que un bando tiene mayor desarrollo, le es necesario al que lo tiene, investigar al­guna forma de capitalizar esa superio­ridad antes de que el contrario com­plete o compense su desarrollo.

En la posición actual, la torre negra está suelta, o sea, desprotegida. Una pieza suelta es siempre un aviso para tratar de buscar una combinación po­sible. Aun cuando se pueda proteger la pieza suelta, esto lleva tiempo, lo que proporciona al atacante un movi­miento más.

Ahora las blancas investigan la si­guiente línea:

15 D3A (atacando la TD negra) A2C 16 AxC AxD 17 A x D AxT 18 AxT y las blancas tienen una pieza más, por­que si 18 ... TxA 19 TxA o si 18 ... AxPAD 19 AxA. Las blancas ven que por esta línea salen ganando. Sin em­bargo, investigan hasta más lejos pues probablemente las negras tienen va­riantes más favorables. Su razona­miento es:

«Con 15 D3A A2C 16 AxC las ne­gras tendrán que responder 16... PxA para evitar la pérdida de una pieza. Con esto las blancas habrán desbara­tado la posición de peones negros y abierto el flanco de rey negro.»

Con esta idea mueven:

15 D3A

Obsérvese que el ataque al despro­tegido AD negro ha forzado la réplica de las negras que asegura a las blan­cas la continuación de la partida por las líneas comentadas antes.

15 ... A2C 16 A x C PxA

186 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ahora las blancas han conseguido su objetivo estratégico de doblar el PAR negro, mutilando la protección de los peones del lado de rey. Ahora sur­ge la pregunta: ¿era buena la estrate­gia?

La rotura del ala de rey negra, ¿aca­bará en un ataque de mate por parte de las blancas, o la columna semia-bierta del CR dará compensaciones a las negras, especialmente en conjun­ción con su alfil en 2CD?

El problema de las blancas es cómo explotar las debilidades negras con­sistentes en un rey débil y un PAR(3) también débil.

Es importante combinar un ataque contra ambas debilidades.

Las blancas tienen ahora las si­guientes continuaciones de ataque:

(a) 17D5T y (b) 17D4A

Primero examinaremos la jugada 17 D5T que tiene las siguientes posibili­dades:

(a) 17 ... R1T? 18 A3D P4A 19 CxP PxC 20 AxP P3A 21 T7D y ga­nan.

(b) 17 ... P4A 18 D6T al igual que en la partida.

(c) 17...TR1DM8D6TR1T19C5T T1CR y las negras tienen contra­oportunidades.

Comparando estas variantes con la continuación de la partida se llega a la conclusión de que realmente 17 D4A es la preferible.

17 D4A

Manteniendo presión contra el PAR(3) negro y dejando libre el cuadro 5T para el caballo.

17 ... P4A

La defensa 17 ... R1T lleva a casi lo mismo que la partida: 18 P4C AxT 19 T7D (como en la partida). Otras conti­nuaciones son inferiores:

(a) 17 ... P4R? 18 D6T (amenazan­do 19 C5A y 19 C5T).

(b) 17 ... TR1D 18 C5T (amenazan­do 19 D3C+ y mate en pocas jugadas) R1T19 CxP D1A (previniendo 20 D67) 20 P3CR y las blancas tienen un peón de más y un ataque con muchas posi­bilidades. Si las blancas hubiesen ju­gado 17 D5T en lugar de 17 D4A la de­fensa de las negras habría sido más efectiva.

18 D6T

Las blancas amenazan ahora el ju­gar 19 C5T y no sirve la defensa 19 ... P3A por la adecuada réplica de 20 AxP+ (a 20 ... DxA? 21 D7C++).

También es interesante la siguiente continuación: 18 ... AxP+ 19 RxA D4A+ 20 R1R DxA 21 D5C+ R1T 22 D6A+ R1C 23 T4D seguido de C5T y las blancas ganan.

Defensa Caro-Kann 187

Las continuaciones de las negras son prácticamente forzadas.

18 ... R1T

Si 19 C5T las negras seguirían con 19 ... T1CR con oportunidades en la columna CR.

Este es el momento crítico de la po­sición. Las réplicas ahora de las blan­cas son forzadas porque no pueden permitir a las negras que se consoli­den en la defensa por las jugadas ... T1Dobien.. .T1CR.

Es a considerar la siguiente combi­nación: 19T7DDxT20D6A+ R1C21 C5T amenazando mate. Pero las ne­gras tienen una buena defensa con 21 ... D5D o bien 21 ... A5D.

Por todo ello las blancas se deciden a jugar la del texto:

19 P4CD!

Para apartar el alfil del acceso a su cuadro 5D.

19 ... AxP

Forzada. Si 19 ... A3D 2 TxA! ga­nando rápidamente, 20 ... DxT 21

D6A+ R1C 22 C5T y las negras tienen que sacrificar su dama para evitar el mate: 22 ... D5D 23 DxD P3A.

20 T7D!

Las blancas desean continuar con 21 D6A+ y 22 C5T.

Así como no quisieron que las ne­gras pudiesen jugar... A5D defendién­dose contra el mate, ahora desean apartar la dama negra de la defensa de su cuadro 3AR. La dama debe aceptar el sacrificio de la torre o ser tomada.

20 ... DxT 21 D6A+ R1C

Ahora sigue una serie de movimien­tos forzados.

22 C5T+ A6AD (forzada)

El último ensayo.

23 DxA P3A (forzada) 24 A x P +

La dama negra debe estar forzada desde su 2.a línea, y para ello las blan­cas sacrifican una segunda pieza. Pero en una combinación a mate hay que sacrificar cualquier número de piezas supuesto que se llegue a una victoria forzada con las piezas directa­mente implicadas en el mate.

24 ... DxA (forzada) 25 D3C+ R2A (forzada) 26 D7C+ R1R (forzada) 27 DxA! Abandonan

Esto gana en todas las variantes con las amenazas blancas consecuti­vas de 28 C7C+ seguida de 29 T1D+. Por ejemplo:

188 Ajedrez. El camino hacia la maestría

(a) 27... T1D28C7C+ + (b) 27 ... D4R 28 C7C+ R1D 29

T1D+ etc. (c) 27 ... D1A 28 T1R+ R1D 29

D7R + +

Aquí, al igual que en muchas de las partidas anteriores, el amateur ha fa­llado por no ver con suficiente profun­didad en el momento de la decisión, lo que sucede con frecuencia inmediata­mente después de la apertura.

En esta partida podemos censurar el movimiento 11 de las negras pero no podemos censurarle de jugar sin plan.

Por el contrario, su estrategia está bien clara: primero desarrollarse, lue­go neutralizar el centro del contrario y entonces situar todas las piezas al máximo de actividad. Se demuestra que es extremadamente difícil para el maestro contrarrestar estos planes y ejecutar los propios por él mismo de­cididos.

Sin embargo, a la larga, la resisten­cia del amateur, si bien brava y obsti­nada era desesperada debido a los muchos movimientos brillantes del maestro enemigo.

• Teoría de la defensa siciliana • Ataque combinado contra el ala de • La variante del dragón de la Sicilia- dama blanca

na • Neutralizando los movimientos del • Abriendo líneas contrario • Tomando posesión de las líneas • Dominio de la 7.a línea

abiertas • Cortando las líneas de comunica-• Fuerza del AR negro en el ala de ción del contrario

dama blanca • El irresistible peón pasado

En ajedrez ninguna apertura es tan fuerte que el contrario no pueda llegar a igualar con los movimientos apropiados, pero para ello hay que comprender las ideas que hay tras la apertura y saber lo que el contrario está procurando.

Esto es particularmente cierto en el caso de la defensa siciliana, que es una de las más sutiles aperturas. En la mayor parte de las variantes de la siciliana las negras no buscan el control directo del centro y casi nunca intentan un ataque contra el rey enrocado en el lado de rey.

Las ideas tras la defensa siciliana parecen misteriosas, pero en realidad es­tán muy claramente definidas. El juego de las negras no es espectacular pero sin embargo revela ventajas en el lado de dama. Primero abren su columna AD lue­go con su dama y una de sus torres normalmente presionan para mantener su columna semiabierta AD. Frecuentemente juega su CD a 4TD para hacer presión u ocupar el cuadro 5AD. En la variante del dragón de la siciliana se fianchetta su AR que así ejerce presión sobre su diagonal completa y adquiere una gran fuer­za ya que presiona también los cuadros 1TD 2CD y 3AD blancos.

Esta estrategia es tan sutil que muchas veces colapsa la estructura del ala de dama de las blancas sin que puedan hacer nada frente a ello incluso con el me­jor juego y la plena realización de cuanto está sucediendo.

190 Ajedrez. El camino hacia la maestría

DEFENSA SICILIANA

Variante del dragón BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4R P4AD

La defensa siciliana: una de las más intrigantes réplicas a 1 P4R. Tiene un carácter moderno que dificulta mucho a las blancas el realizar el tipo de jue­go que normalmente hacen con la apertura 1 P4R, las negras en lugar de luchar con la ocupación blanca del centro con un contrajuego para la po­sesión del mismo, tratan de asegurar el juego en el otro lado del tablero.

Con 1 ... P4AD las negras:

(a) Dominan su cuadro 5D. (b) Están preparadas para abrir la

columna AD para contrajugar en el lado de dama después de que las blancas jueguen P4D.

2 C3AR

Las blancas pretenden disputar el control negro en el cuadro blanco 4D. Si se jugase inmediatamente 2 P4D seguiría 2. . . P x P 3 D x P C3AD con lo que las negras ganan un tiempo ya que las blancas tienen que perder un movimiento para retirar su dama del peligro.

Por tanto, las blancas hacen el mo­vimiento preparatorio 2 C3AR ejer­ciendo presión sobre su 4D y amena­zando ganar control sobre él mediante 3 P4D. Además 2 C3AR desarrolla el CR blanco a su cuadro natural.

2 ... C3AD

Las negras incrementan su presión sobre el cuadro 5D.

También se puede jugar en este ins­tante la jugada 2 ... P3D. La idea de esta jugada es prevenir un eventual P5R de las blancas.

Es interesante estudiar las diferen­tes líneas existentes después de ... C3AD y ... P3D.

a) 2 ... C3AD 3 P4D PxP 4 CxP C3AR 5 C3AD P3D 6 A5CR.

b) 2 ... P3D 3 P4D PxP 4 CxP C3AR 5 C3AD P3CR.

En a) las negras no pueden llevar a cabo su fíanchetto en el lado de rey en su 5.° movimiento debido a 5 ... P3CR? 6 CxC seguido de 7 P5R y las piezas negras caen en desorden.

Tampoco pueden jugar P3CR en su 6.° movimiento ya que 7 AxC PxA re­presentaría una fuerte debilitación de su estructura de peones; en b) las ne­gras sí pueden llevar a cabo su fían­chetto por el lado de rey porque han pospuesto el desarrollo de su CD.

3 P4D

Las blancas toman posesión de su 4D. Si ahora 3 ... PxP 4 CxP CxC 5 DxC y no puede expulsar a la dama como se hubiera podido después de un prematuro 2 P4D.

3 ... PxP

Las negras no quieren que las blan­cas construyan un centro fuerte. Si las negras no tomasen, las blancas po­drían continuar 4 P5D, ganando espa­cio.

Además, este es el punto más im­portante de la estructura siciliana: las negras han llevado su PAD a su 4A para estar preparadas para cambiar un peón lateral por un peón central blanco, creando en el centro una ma­yoría potencial. Después del cambio las negras tienen un PR y un PD mien-

Defensa siciliana I 191

tras que las blancas sólo tienen el PR. En ajedrez es muy importante la

cuestión de cuándo mantener tensión en el centro permitiendo un cierto equilibrio y cuándo cambiar.

En general hay que tomar si:

a) Se perdería un tiempo no to­mando: por ejemplo 1 P4R P4D 2 P5R? pierde un tiempo que no se de­sea perder, mientras que 2 PxP lo gana.

b) Si no se desean otras dificulta­des: por ejemplo 1 P4R P4D 2 C3AD P5D.

En el texto las negras toman para evitar 4 P5D. Es más, se cambia un peón lateral por uno central y se abre la columna AD.

4 CxP

El caballo blanco está ahora en el centro del tablero, pero las negras pueden (y a veces lo hacen) desviarlo con ... P4R (véase la partida 18).

Sin embargo si las negras cambia­ran ahora caballos con 4 ... CxC 5 DxC las blancas quedarían conside­rablemente más desarrolladas. Por tanto, normalmente las negras respon­den:

4 ... C3A

Las negras atacan el PR de las blan­cas obligándolas a protegerlo, pero in­duciéndolas a hacerlo de la forma más económica, es decir con 5 C3AD y al hacerlo evitan que las blancas jueguen más tarde P4AD que les daría un aga­rre muy fuerte en el cuadro central 5D.

5 C3AD

Como ya se apuntó después del se­gundo movimiento negro, ahora las

blancas amenazan 6 CxC seguido de 7 P5R. Por tal motivo las negras deben hacer algo para evitarlo.

Obsérvese que este avance del peón no era posible con el movimiento anterior, pues a 5 C x C PCxC 6 P5R? es refutado con 6 ... D4T+.

5 ... P3D

Aquí 5 ... P3CR es refutado con 6 CxC PCxC 7 P5R y al caballo negro no le queda ningún sitio bueno a don­de ir.

5 ... P3R es el principio de otro sis­tema para desarrollar las negras.

Si ahora 6 CxC PCxC 7 P5R en­tonces es posible 7 ... C4D. La partida generalmente sigue 6 CR5C (mejor para debilitar el efecto de la clavada que sigue) A5C 7 P3TD AxC+ 8 CxA P4D 9 PxP PxP y aún cuando las ne­gras tienen ahora un peón aislado, sus posibilidades no son malas ya que las blancas no pueden evitar el avance del PD negro a su 5D lo que proporciona considerables posibilidades de incre­mentar la actividad.

6 A2R

i92 Ajedrez. El camino hacia la maestría

En la defensa siciliana el cuadro 2R es un buen lugar para el AR blanco. Desde ahí guarda su cuadro 4CR de­sanimando a las negras de que vayan a él con su caballo.

Otro cuadro bueno es el 4AD que actualmente se prefiere para el alfil: 6 A4A P3CR? 7 CxC PxC 8 P5RÜ. En una partida entre Schlechter y Lasker éstos prosiguieron 8 ... C5C (no 8 ... PxP?? 9 AxP+!) 9 P6R P4AR y las negras sólo pudieron mantenerse con grandes dificultades.

En la siciliana el cuadro 3D no es bueno para el AR blanco, en parte de­bido a la presencia de un peón en 4R y en parte el caballo blanco en 4D nece­sita la protección de la dama.

El ataque Richter 6 A5CR obliga a las negras al sistema 3R: 6 ... P3R 7 D2D A2R 8 0-0-0 y las blancas tienen un juego precioso pero las negras no carecen de compensaciones.

6 ... P3CR

La variante del dragón. Las negras desarrollarán su AR a 2C desde donde ejercerá una fuerte presión sobre la diagonal.

O 6 ... P3R que conduce al sistema Schevenigen, cuya idea es maniobrar a lo largo de la columna AD y even-tualmente avanzar en el centro.

O 6 ... P4R que lleva al sistema Bo-leslavsky (véase la partida 18).

7 A3R

Las blancas llevan su AD a un cua­dro desde el que refuerzan el cuadro 4D blanco que puede ser necesario después del próximo movimiento ne­gro que indirectamente ataca el 4D blanco.

Llegados a este punto también se juega 7 C3C que es la forma más sen­cilla de aliviar la presión negra contra

el cuadro 4D blanco. Aun antes de que las negras hayan desarrollado su alfil a su 2CR. El movimiento 7 C3C tiene la ventaja de controlar el cuadro 5D blanco, y después de una cuidadosa preparación (primero las blancas han de proteger su PR) C5D seguido de P4AD puede llegar a ser muy fuerte.

7 ... A2C

A lo largo de la partida las blancas han de cuidarse de neutralizar la pre­sión del AR negro en la diagonal. Ade­más no deben perder de vista su TD que aunque separada del AR por un cierto número de piezas no estará nunca completamente a salvo mien­tras permanezca en 1 TD.

8 0-0 0-0

9 P3TR(?)

Para evitar ... C5CR que supone el cambio de un alfil por un caballo; pero modernamente este movimiento se considera superfluo. Después de 9 D2D C5CR 10 AxC AxA 11 P4A es muy fuerte: 11 ... A2D (para liberar al alfil de un inconveniente después de

Defensa siciliana I 193

P5A) 12 TD1D T1A 13 T2A para seguir con C5D y más tarde después de la preparación debida, con P4CR y P5A las blancas asumen la iniciativa y tie­nen ocasiones para atacar. Los dos al­files negros no suponen gran cosa en esta posición más bien apretada.

9 ... A2D

Desarrolla el alfil y hace sitio para ... T1A. Desde su 2D el alfil puede even-tualmente ir a 4CD o a 5TD y además protege al CD negro por lo que las ne­gras también podrían jugar... P3TD y ... P4CD.

10 D2D

Despejando la 1.a línea, posibilitan­do para más tarde el movimiento A6T para forzar el cambio del fuerte AR ne­gro y debilitando para las negras sus propios cuadros.

Jugar inmediatamente A6T haría perder una pieza después de ... CxC.

10 ... P3TD

Un movimiento temático en la sici­liana: el comienzo de un ataque al ala de dama mediante P-4CD -5CD o bien P4CD seguido de C4TD. Impidiendo C5C prepara también el camino para ... D2A.

11 P4A

Para aumentar la superioridad blan­ca en el centro o impedir un posterior ... C4R. El P4A sirve en parte para controlar el cuadro 5R blanco y en parte para preparar A3AR sin bloquear el PAR.

Además, bajo condiciones especia­les el avance blanco P4CR P5A P5C puede resultar peligroso para las ne­gras.

Por otra parte la posición blanca se hace más vulnerable tal como vere­mos más tarde. Su cuadro 4R ya no puede más estar protegido por su PAR.

Obsérvese que el peón blanco en 3TR cumple la positiva misión de im­pedir ... CR5C pero crea un hueco en el 3CR blanco. En muchos casos este agujero no es serio, pero por otra par­te a veces constituye un problema. Véase también cómo en este momen­to 11 A6T perdería una pieza porque la dama blanca tendría que proteger tan­to el PD como el caballo (4D).

11 ... T1A

En la siciliana la TD normalmente va a 1AD en especial para empezar a pre­sionar sobre la columna semiabierta AD pero también, hasta cierto punto para apartarse de la diagonal larga en donde estaría en línea con el AR blan­co si éste fuera a su 3AR como se hace frecuentemente.

12 A3A D2A

Las negras aumentan su presión en la columna AD. El objeto de esta pre­sión lo veremos dentro de poco.

194 Ajedrez. El camino hacia la maestría

El plan de desarrollo blanco parece muy armonioso: P4R+ P4AR y tras estos peones, los alfiles y el caballo preparados para entrar en acción, y ahora la dama en 2D completa el con­junto. Se ha necesitado medio siglo para demostrar que esta formación no es armoniosa, sino que por el contra­rio es muy vulnerable.

13 TD1R?

Mejor sería jugar ahora 13 TD1D ya que después de 13 ... C4TD (amena­zando ... C5A) 14 D3D C5A 15 A1A (igual que en esta partida), ya que es muy importante para las blancas man­tener el soporte al C de 4D. Esto ocu­rre en esta partida.

13 C5D tiene la desventaja de dejar desprotegido el PAD ya que después de la siguiente continuación, se perde­ría un peón: 13 ... CRxC 14 PxC CxC 15 A x C AxA+ 16 DxA DxP 13 TD-1A es igualmente bueno ya que prepa­ra 14 C5D y en el caso de que las ne­gras jugasen 13 ... C4TD 14 C5D CxC 15 PxC C5A 16 D2R CxA o 16 ... CxPC.

13 ... C4TD

Otro movimiento temático en la sici­liana. Amenaza 14 ... C5A lo que sitúa al caballo en una posición verdadera­mente dominante. A esta amenaza no la puede parar 14 P3CD porque las blancas perderían su caballo. En su 4TD el caballo aumenta la presión en la columna AD.

14 D3D

Anticipándose a 14 ... C5A. Si las blancas no hubieran movido aquí la dama, después de 14 ... C5A las ne­gras habrían cambiado ... CxA lo que sería muy delicado para las blancas,

ya que su AD protege al cuadro 4D que es vital, y después del cambio el AR negro sería muy fuerte por tal eli­minación. Además si 15 D1A las ne­gras también tendrían 15 ... CxP 16 DxC DxC.

Pero quizá sería mejor 14 D2A pues después de 14 ... C5A 15 A1A las ne­gras no pueden clavar con 15 ... D3C como hacen en esta partida.

14 ... C5A

Las negras han conseguido una po­sición ideal en la siciliana. Tienen:

a) Control sobre la línea semiabier-taAD.

b) Un ataque contra el 2CD blan­co.

c) Amenaza de presión sobre el cuadro 3AD blanco, ya que para des­viar el caballo negro las blancas debe­rían jugar P3CD en cual caso el caba­llo blanco (3AD) quedaría atacado.

o) La posibilidad de P-4CD -5C. e) La posibilidad de ... P3R segui­

do de ... P4D.

15 A1A

Defensa siciliana I 195

El AD blanco se ve obligado a aban­donar su posición central y retroceder para defender al PCD atacado, cosa muy seria porque ese alfil es vital para mantener la posición central blanca frente a ataques de diversa índole.

Si las blancas intentan defenderse con 15 P3CD las negras ganan un peón con 15 ... C7C 16 D2D DxC 17 DxD TxD 18A1A C5A.

15 ... D3C

Amenazando tanto 16 ... CxPC como 16 ... P4R ganando un caballo después de 17 PxP PxP seguido de 18... PxC.

Además, existe la amenaza indirecta del AR negro contra el caballo 4D!.

16 P3CD

Ahora la posición parece formidable para las negras, ya que el C(4D) blan­co no se puede mover y puede quedar sujeto en cualquier movimiento a un ataque adicional del AR negro.

Aún existe un único camino para sa­car sólo una ligera ventaja. Veamos las posibilidades:

a) 16 ... CxP? 17 TxC P4A 18 TxP DxC+ 19 DxD AxD+ 20 R1T AxC 21 TxA C4T 22 A3T y las blan­cas no tienen nada que temer.

b) 16 ... C4R? 17 PxC PxP 18 A3R PxC 19 A x P y las blancas están bien.

c) 16 ... P4R? 17 PxC PxC 18 C5D y las blancas tienen buen juego.

d¡ 16 ... C5C?. Jugada que intenta presionar sobre el caballo de las blan­cas ubicado en 4D.

Después de 17 C(3)-2R los dos ca­ballos negros se encontrarían amena­zados.

Después de 17 ... CR4R 18 PxC CxP se seguiría con 19 D3R (descla­vando) C x A + 2 0 C x C .

En posiciones complicadas del jue­go medio hay que explorar todas las posibilidades, aunque no se puede es­tar seguro de encontrar algo. Sin em­bargo frecuentemente surge un tema que indica en qué líneas se puede en­contrar el mejor movimiento. Aquí te­nemos la doble consideración:

a) Que la dama negra clava el C(4D) blanco, y

b) Que el AR negro también está en una diagonal con tal caballo.

Por tanto las negras juegan:

16 ... C4TR

Despejando la diagonal. Las negras atacan ahora doblemente al C(4D) blanco.

17 C(3)-2R!

Las blancas protegen por segunda vez su C(4D). No obstante la clavada persiste, lo que es mqlesto.

Es curioso que aún cuando el C(5) negro está aprisionado, si l?.s blancas

196 Ajedrez. El camino hacia la maestría

lo toman pierden una pieza extra debi­do a la prioridad de jaque: 17 PxC? DxC+ 18 DxD TxD+ seguido de 19 ... AxC.

17 ... C6C!

Atacando al defensor. El C(2R) blan­co es una pieza recargada. Tiene que defender tanto su 3CR como su 4D, lo que es demasiado.

Otras continuaciones no funcionan: 17 ... P4R 18 PxC PxC 19 AxC PxA y las negras no han sacado nada.

18 C x C

Si 18 PxC CxT? 19 RxC las ne­gras pierden material.

Sería correcto 18 ... C x C + y 19 ... DxC+ ganando un peón.

18 ... DxC+ 19 D x D

Después de la preferible jugada 19 R1T las negras replican 19 ... DxD 20 PxD C4T y las negras están algo me­jor porque su torre tiene la columna abierta y sus alfiles están bien dirigi­dos.

19 ... A x D + 20 R2T C4T

Con esto ha terminado una fase del juego medio y va a empezar otra.

La posición blanca está caracteriza­da por la vulnerabilidad de sus peones del ala de dama, y la imposibilidad de consolidarla mediante P4A como de­muestra la partida. La posición negra está caracterizada por una concentra­ción de piezas en el lado de dama.

21 P4A

Prácticamente las blancas se ven forzadas a hacer este movimiento, movimiento que en general es muy bueno para las blancas, pero en este caso particular las negras pueden ex­plotarlo.

Si las blancas tratan de proteger su PAD mediante 21 T2R la jugada 21 ... A6A amenazando 22 ... A4C ganan después del cambio o 21 ... P4CD quedando el PAD retrasado y muy vul­nerable.

21 ... P4CD!

Un movimiento estratégico muy im­portante. Abre columnas y diagonales. Ahora el PAD blanco está triplemente atacado y sólo una vez defendido.

Cuando un jugador abre una colum­na ha de estar seguro de que sacará más provecho de ella que su contrario. Aquí tenemos un ejemplo típico de toma de posesión de una columna se-miabierta, un ataque abrumador con­tra un peón enemigo que obstruye la columna. En esta posición, el objetivo estratégico de las negras es penetrar por la 7.a línea.

22 PxP

Las negras pueden responder a 22 A2D con 22 ... A3C y entonces las blancas se enfrentan con el mismo problema. 23 AxC AxA 24 T1A no

Defensa siciliana I 197

constituye una salida satisfactoria de­bido a 24 ... A7D seguido de 25 ... AxP.

22 ... AxP

Ahora las negras dominan la colum­na AD con su torre y las diagonales importantes con sus dos alfiles, mien­tras que las blancas no dominan nada en absoluto. Las negras no tendrán aún todo su propio camino.

23 A2R

Naturalmente las blancas pretenden reducir el control negro. Cambiando un alfil que no domina nada por un alfil que domina unos cuadros fuertes, las blancas reducen su desventaja.

23 ... T7A

Las negras no pueden evitar que las blancas eliminen uno de los dos alfi­les, pero aumentan su dominio de la posición bajo otro aspecto: control de la 7.a línea, lo que es el último objetivo de la columna abierta.

Después de 23 ... AxA 24 TxA las blancas habrían alcanzado dos fines:

a) Eliminar uno de los dos alfiles, y

b) Evitar la ocupación de la 7." lí­nea por la torre negra.

24 AxA PxA 25 T2R

Las blancas prosiguen con su estra­tegia de neutralizar la influencia negra en columnas y líneas abiertas.

25 ... TR1AD

26 A3T

Las blancas deben apartar su alfil del peligro, y al hacerlo liberan al pro­pio tiempo la TR para otras misiones.

26 ... A2T!!

Amenazando 27 ... TxT 28 CxT T7A ganando las blancas el PTD.

Las negras dominan ahora la gran diagonal negra y especialmente la ca­silla 5D.

Si 26 ... A3C? se continuaría con 27 A4C TxT 28 CxT T7A 29 A x C AxA 30 C1A A7D 31 C3D! TxP 32 T2A.

La superioridad de la jugada 26 ... A2T contra la de 26 ... A3C? se ha vis­to claramente después de los movi­mientos reseñados.

27 A4C

Si 27 T(1)-1 R A7A 28 TxT TxT y las negras han completado el control de la 7.a línea.

Las blancas no pueden defender su PTD por medio de 29 T1TD por A5D.

Doblando las torres, las negras mantienen su agarre en la 7." línea. 27 ... TxT

198 Ajedrez. El camino hacia la maestría

28 CxT T7A!

En lugar de 28 ... C2C situando el caballo en una posición inactiva, las negras prefieren cederlo a las blancas a cambio del caballo blanco que está colocado en posición más activa. Las negras preferirían ... C3A a ... C2C ya que el cuadro 3AD es mucho mejor para el caballo, pero después de 29 T1A el caballo negro no quedaría ven­tajosamente situado en su 3AD. Por tanto, primero 28 ... T7A y luego el ca­ballo podrá ir (si todavía puede) a su 3AD.

29 AxC

Si 29 C1A C3A ganando un peón, después de 30 C3D TxPT.

Y las negras ganan una pieza des­pués de 30 A3T P5C o 30 A1R TxC.

29 ... TxC

Amenazando al PTD y al PR. Obsér­vese que las negras no habrían podido tomar este caballo si su alfil hubiera estado en su 3CD. Entonces debería haber jugado 29 ... AxA, en cuyo caso

el caballo podría ir a su 1AD protegien­do el PTD blanco.

Esta es la gran diferencia entre 26... A2T y 26 ... A3C.

El resultado global de la estrategia negra es la ganancia de un peón, lo que es consecuencia directa de su control sobre la columna abierta y so­bre la 7.a línea.

30 T1A

Puesto que no pueden proteger su PR, las blancas asumen el dominio so­bre la colu ina AD. Las negras res­ponderían mejor a 30 P5R con 30 ... PxP 31 PxP A1C.

30 ... TxPR

Esto centraliza y da a las negras un peón pasado y otro semipasado. 30... TxPTD también daría un peón de ven­taja a las negras, pero habría sido mu­cho más difícil materializar esta venta­ja, y la situación táctica les daría a las blancas más oportunidades:

30 ... TxPT 31 T8A+ R2C 32 A3A+ P3A 33 P5R PDxP 34 PxP y las blan­cas amenazan PxP+ y T7A+.

Después de 34 ... PxP 35 AxP+ R2A 36 T8TR y la situación no está clara.

Hay que impedir que el contrario tome la iniciativa, especialmente en los finales con torres y piezas meno­res. Normalmente la iniciativa vale casi tanto como un peón.

31 T8A+ R2C 32 A3A+ P3A 33 R3C

Después de 33 P3C sigue 33 ... T7R+ 34R1T TxP

33 ... T6R+ 34 R2T

Las blancas no pueden poner a su rey en territorio enemigo, todo lo cual resultaría muy peligroso. Si 34 R4C?

Defensa siciliana I 199

P4T+ 35 R4T TxA! 36 TxT A7A+ 37 P3C R3T seguido por 38 ... P4C 39 P x P P x P + + .

34 ... A4A

Para cortar la comunicación de la torre blanca y retirar el alfil negro de un punto vulnerable, ya que T7A blanco podría ser abrumador.

35 A5T

Ya que después de 35 A2D o 35 A2C seguiría 35 ... T7R ganando el PTD de las blancas.

35 ... P5C

El alfil blanco es apartado de su cuadro 1R y se fortalece la posición del alfil negro ya que las blancas ya no podrán jugar P4CD.

Además el PTD blanco está inmovi­lizado y las negras amenazan captu­rarlo con T7R. Obsérvese cómo am­bas piezas blancas están ahora seria­mente restringidas.

36 T8C

Pero las blancas atacan doblemente el PCD negro.

36 ... T5R

Protege el PC y ataca el PA.

37 R3C

Si 37 P3C:

a) 37 ... T7R+ 38 R1T TxP 39 AXP A7A 40P4C A6C 41 P5A PxP 42 PxP T7AR o

b) 37 ... P4T amenazando romper la cadena de peones blancos median­te ... P5T.

En todos estos casos las negras no sólo consiguen dos peones extra, sino que el rey blanco está muy inseguro.

37 ... R2A

Tanto las blancas como las negras intentarán llevar su rey al centro, espe­cialmente las blancas para desviar la torre negra de su punto central.

38 T7C

Este movimiento no tiene mucha agudeza, pero algo han de hacer las blancas, y si tratan de llevar su rey al centro surgirán nuevamente combina­ciones muy atractivas: 38 R3A T6R+ 39 R4C P4T+ 40 R4T T6AR! 41 P3C (las blancas no deben caer en el evi­dente mate 41 PxT? A7A++) T x P + ! 42PXT A7A+ + .

38 ... R3R 39 A8D

Las blancas atacan doblemente el 2R negro.

39 ... P4D

Con este simple movimiento las ne­gras protegen sus PR y torre, y posibi­lita ... A3D y adelanta un peón pasado.

200 Ajedrez. El camino hacia la maestría

40 A7A

Para prevenir ... A3D seguido de la ganancia del PAR de las blancas.

40 ... P5D! 41 T5C P6D!

En este punto, las negras pueden permitirse sacrificar su alfil para coro­nar. Si 42 TxA P7D.

42 P5A+

Para abrir el cuadro 4A blanco para su alfil parando así el peón pasado.

42 ... PxP 43 A4A TxA 44 Abandonan

Si 44 RxT P7D y no hay nada que impida coronar a las negras.

Las negras ganaron su peón extra, su centralización, la mayor movilidad de su torre y alfil, y por la posición vul­nerable del rey blanco.

En esta partida el amateur no da muestras de la negligencia tan carac­

terística en las anteriores. Desarrolla planes estratégicos inmediatamente a continuación de la apertura, demues­tra iniciativa, está al cuidado de ame­nazas contrarias que para cuando es posible y no cesa de presentar la ma­yor resistencia posible aún después de haber empezado a perder terreno gradualmente debido a la consistencia del juego de su oponente maestro.

La única debilidad desplegada por el amateur se puede encontrar alrede­dor del 10.° movimiento, cuando se muestra un poco demasiado optimista al enjuiciar sus posibilidades de tomar la iniciativa, pero esto se comprende fácilmente en una apertura como la si­ciliana en la que las negras están en la retaguardia mucho tiempo y sólo más tarde entran en acción, lo que fácil­mente da a las blancas la impresión de que tienen lo mejor de su parte. En una partida entre dos oponentes fuer­tes en la que uno de los dos conten­dientes sobrevalora su posición es fá­cil aunque peligroso para él tratar de evitar líneas hacia tablas que pudieran haber sido las mejores en otras cir­cunstancias.

• El valor del P3AR en la variante de • Forzar la apertura de la columna de la siciliana torre

• El ataque de las blancas en el flan- • El camino del sacrificio y ataque so­co de rey en la siciliana bre el rey por piezas pesadas

Normalmente, los ataques contra las posiciones de rey no debilitados requie­ren más tiempo de preparación que los ataques contra posiciones débiles. Si en una partida ambos bandos están jugando para un ataque contra un rey enroca­do, en general el factor decisivo es el tiempo, y en vista de cuanto se ha dicho, la debilidad de la posición del rey puede tener mucho peso.

En la defensa siciliana mientras las negras hacen los movimientos necesarios para el ataque posicional en el flanco de dama descrito en la partida anterior, muchas veces las blancas emprenden una irrupción fuerte en el flanco de rey. Este ataque al ala de rey tiene muchas posibilidades de hacerse peligroso, sobre todo en la variante del dragón de la siciliana donde las negras debilitan ligera­mente su formación de peones en el lado de rey para el fianchetto de su AR faci­litando a las blancas un punto de ataque en 3CR negro. Frente a tal ataque las negras deben jugar enérgicamente tanto para desarrollar su propio ataque como para llevar a cabo una contraofensiva en el centro. Por otra parte las blancas de­berán ultimar su ataque antes de que el ataque de las negras tome su rumbo.

Esta partida es un ejemplo de ataque de las blancas por el flanco de rey y de las negras por el flanco de dama. Ya está formada la fuerza defensiva y ofensiva del P3AR blanco, el desastroso final del fallo de las negras para jugar activamen­te, y finalmente el método empleado por las blancas para romper la formación negra de los peones al lado del rey abriendo la fila TR y explotando esta fila para acercarse al mate.

BLANCAS: NEGRAS: D E F E N S A S I C I L I A N A Maestro Amateur

1 P4R P4AD Variante P3AR 2 C3AR P3D

202 Ajedrez. El camino hacia la maestría

En la defensa siciliana frecuente­mente se juega 2 ... C3AD. Para las di­ferencias entre esta jugada y 2 ... P3D véanse las notas al pie de la segunda jugada negra de la partida 16.

3 P4D PxP 4 CxP C3AR 5 C3AD P3CR

Con este fianchetto las negras muestran su intención de desarrollar su AR a 2C jugando la variante dragón de la siciliana.

6 A3R

Este movimiento coloca al alfil en una diagonal importante, apoya el C(4D) blanco y contribuye a despejar la primera línea para el enroque.

Si bien las blancas han movido su alfil a 3R 6 ... C5C no es conveniente en este momento porque después de 7 A5C+ 7 ... C3AD ganaría un peón para las blancas, y 7 ... A2D sería con­testado inmediatamente con 8 DxC ganando el caballo.

6 ... A2C

El alfil del fianchetto negro ejerce presión a lo largo de toda la diagonal.

7 P3A

Este movimiento tiene un significa­do muy especial: refuerza el centro y sugiere que en el plan estratégico de las blancas se incluye el enroque largo por el lado de dama y un ataque por el lado de rey que será introducido por P4CR movimiento posible por 7 P3A. Además se elimina la posibilidad de la salida... C5C.

7 ... C3A 8 D2D

En su casilla de 2D la dama despeja el camino para el enroque largo y per­mite que en el momento favorable el alfil pase a 6TR desde donde puede forzar el cambio del alfil negro creando cuadros negros débiles en el ala de rey negra.

Esta maniobra no se puede llevar a cabo inmediatamente, sin embargo, puesto que la dama tiene también la función de apoyar el C(4D). Si 9 A6T A x A l O D x A C x C perdiendo una pie­za.

8 ... 0-0

El rey negro no puede mantenerse seguro en el centro y la posición no se presta por sí misma a enrocar por el lado de dama por varios motivos entre los que figura la ausencia del PAD ne­gro. Por tanto, a pesar de la clara in­tención de las blancas de atacar por el lado de rey, las negras no disponen de mejor movimiento que el enroque.

9 0-0-0

Las blancas completan su desarro­llo. Ahora están preparadas para llevar adelante su estrategia que consiste en:

a) avanzar los PTR y PCR

ó) forzar la apertura de la columna TR

c) aniquilar el AR negro mediante A6T o A4D

a) desenvolver un ataque mortal contra el rey negro.

9 ... A2D

Según la teoría las negras no pue­den permanecer pasivas. Deberían ju-

Defensa siciliana II 203

gar9. . .CxCseguidode10.. . A3R. La partida podría ser: 9 ... CxC 10 AxC A3R 11 P4TR D4T (amenazando el PTD) 12 R1C TR1AD (amenazando 13 ... TxC y 14 ... DxP+) 13 P3T P3TD y 14 ... P4CD.

En esta variante juegan ambos ban­dos, pero en la partida sólo lo hacen las blancas.

10 P4CR

Las blancas inician el ataque basán­dose en el hecho de que el lado de rey está muy debilitado por ... P3CR y en que su rey ha enrocado por el lado opuesto. Avanzando los PCR y PTR las blancas pronto podrán abrir la co­lumna TR o la de CR.

Naturalmente, la posibilidad de abrir una columna es de gran importancia para el ataque.

10 ... P3TD

Un movimiento temático en la ma­yoría de las variantes de la siciliana. Las negras pretenden ... P4CD segui­do, en ciertas circunstancias de ... P5CD. Pero aquí esta demostración en el lado dama no es útil porque el ataque blanco es demasiado incisivo y la réplica de las negras demasiado pa­siva.

Las negras deben emprender accio­nes contra el ataque blanco mediante ... D4T ... TD1AD y ... CxC como en las variantes dadas después del nove­no movimiento negro. Pero las negras acaban de perder un tiempo con ... A2D y un tiempo es muy importante en la lucha para la prioridad entre ataque y contraataque.

11 P4TR

Las blancas prosiguen su ataque contra el P3CR negro. En este ataque deben avanzar ambos peones: el PCR y el PTR.

11 ... P4CD

Las negras, olvidándose del ataque inminente van desarrollando su propio ataque al ala de dama blanco. El siste­ma de las negras es demasiado lento: no defiende nada y como cuestión de hecho deberían haber optado por la defensa más que por el contraataque.

Las negras se podrían haber defen­dido hasta cierto punto con un movi­miento aparentemente peculiar: 11 ... P4TR.

Parece raro debilitar voluntariamen­te la posición del rey avanzando uno de los peones defensores. Pero estu­diándolo un poco se ve que 12 PxP CxPT proporciona a las negras un nuevo baluarte, y también que 12 P5C no avanza el ataque blanco. Después de 11 ... P4TR las blancas han de va­riar de estrategia: han de intentar eli­minar el CR negro que es una verda­dera fortaleza en la defensa negra, pues una vez suprimido el CR negro, el movimiento blanco PxP será rr,u-

204 Ajedrez. El camino hacia la maestría

cho más eficaz, abriendo la columna CR y debilitando el PTR negro. La par­tida puede proseguir: 12 C5D seguido de:

a) 12 ... CRxC 13 PxC CxC 14 AxC AxA 15 DxA PxP 16 PxP y las blancas preparan un violento ataque mediante P5C seguido por P5T. (P5T al mismo tiempo bloquea la posición.)

b) 12 ... PxP 13 C x C + AxC 14 CxC

(1) 14 ... PxC 15 P5T PxPA 16 PxP y las blancas tienen un fuerte ataque, por ejemplo: 16 ... PXP 17A4A+ P3R 18DXPD T2A 19 D3C!y ganan.

(2) 14 ... AxC 15 P5T PxPA 16 PxP y las blancas ganan, por ejemplo: 16 ... AxPR 17 D2T AxPCR 18 A3D y si 16 ... PxP 16 A4A+ etc.

En todas estas variantes la apertura de la columna TR parece ser decisiva.

12 P5T

El primer resultado de la estrategia blanca: las negras no pueden impedir que las blancas abran la columna TR.

Si ahora 12 ... PxP las blancas res­ponden 13 P5C que conduce a la apertura de la columna TR en lugar de la CR. Las blancas también podrían responder 13 PxP que también es muy fuerte: por ejemplo: 13 ... T1R 14 T1C R1T 15 P6T A1AR y el juego ne­gro no es envidiable pero quizá las blancas deberán trabajar aún más para ganar.

12 ... P5C

Aparentemente las negras están al­canzando uno de sus objetivos estra­tégicos: apartar el CD blanco, lo que es un objetivo general genuino de la

siciliana. Pero en esta partida las ne­gras juegan según los principios gene­rales sin tener en cuenta la posición específica.

En consecuencia el caballo blanco va a su 5D que en cierto modo forma parte del plan blanco de cambiar de­fensores del lado de rey para reforzar el ataque.

13 C5D

13 ... CxC5D

Este cambio favorece al atacante ya que desaparecen todas las piezas de­fensivas negras, pero ¿qué tenían que hacer las negras? Si 13 ... C1R 14 CxC AxC 15 A6T amenazando PxP AxA y D6T+.

14 PxC CxC 15 AxC

El PCD negro está amenazado y las blancas amenazan abiertamente AxA P x P y D6T+.

15 ... AxA 16 DxA D4T

Defensa siciliana II 205

Primera amenaza negra, pero ya es demasiado tarde. El plan de las blan­cas ha hecho tales progresos que pueden despreciar la amenaza y movi­lizar todas sus fuerzas para el ataque final.

Cuando la situación de un jugador es tan fuerte y su ataque tan abruma­dor normalmente puede resolver la combinación ganadora sin perder tiempo en la defensa.

Por ejemplo, aquí 17 R1C se con­testa con 17 ... D4A que hace que la dama blanca renuncie a una posición central dominante lo que disminuye considerablemente las ocasiones de ataque de las blancas.

Por otro lado, las blancas se han de asegurar de que llevarán a cabo sus movimientos de ataque. Si las blancas hubiesen jugado 17 P6T amenazando mate, 17 ... P3A hubiese sido una ré­plica adecuada, y en tal caso el ataque global finalizaría después de muchos movimientos.

Por tanto las blancas juegan:

17 A3D

pondrá de manifiesto la fuerza de este movimiento:

a) despeja la primera línea lo que permite que la TD actúe en la columna AR

b) ataca al P3CR amenazando, bajo ciertas circunstancias PxP y después de... PTxPo ... PAxP, AxP.

Es evidente que algo más tarde el alfil apostado en 3D estará en condi­ciones de tomar parte activa en el ata­que.

17 ... DxPT

Es evidente que las negras no pue­den jugar 17 ... D4A ya que se jugaría 18 D4AR seguido de 19 D6T y el mate vendría rápidamente después de abrir la columna TR.

Y si 18... DxPD 19 D6T que decidi­ría rápidamente.

18 PxP PAxP

Si 18... PTxP?? 19D8T+ + .

19 TxP!

¡El camino clásico! Las blancas amenazan 20 D8T+ + y D7C+ + . Pero incluso la vía clásica debe calcularse exactamente. Un pequeño cambio de circunstancias puede echar a perder la combinación, y entonces no hay que elegir la «vía clásica».

El movimiento alternativo 19 AxPC conduce a la misma posición, como ocurre en el movimiento 23 de la parti­da después de 19 ... PxA 20 T8T+ R2A 21 T7T R1R 22D7C.

Ambas líneas son igualmente bue­nas.

En la continuación de la partida se 19 ... RxT

206 Ajedrez. El camino hacia la

Si antes de tomar esta torre las ne­gras hubiesen sacrificado su dama por la otra torre sólo para impedir el ata­que combinado blanco de dama y to­rre, habrían perdido lo mismo.

Si 19 ... D8T+ 20 R2D DxT+ 21 RxD RxT 22 D4R y si 22 ... T1CR 23 DxPR+ T2C 24 DxPD y ganan las blancas.

20 T1T+ R1C

21 T8T+Ü

Se fuerza el mate en pocas jugadas. Igualmente bueno era 21 D8T+ for­

zando el mate de la siguiente manera: 21 ... R2A 22 A x P + RxA 23 D7T+

R3A (si 23 ... R4C 24 D6T++) 24 P5C+ RxP (o 24 ... R4R 25 D4R++) 25D6T+ R4A 26T5T++.

21 ... R2A 22 T7T+ R1R 23 D7C Abandonan

No hay nada que pueda evitar una matanza por la 7.a línea, y un próximo mate. Por ejemplo:

23 ... R1D24 DxP+ R2A 25DXA+ R3C 26D7A+ + .

maestría

Por parte de las blancas vemos una estrategia clara tendiendo a abrir la columna TR, seguida de una explota­ción de tal columna y luego de la 7.a lí­nea.

La estrategia negra es quizás igual­mente directa pero mucho más lenta. De hecho, sólo la dama negra ataca la posición del rey blanco, y a pesar de la amenaza... D8T+ las negras no tienen mucha fuerza, porque después de R2D este jaque no lleva en absoluto a ningún sitio. La cuestión es que las ne­gras no tienen contrajuego en la 8.a lí­nea ni en ningún sitio del tablero, por lo que las blancas pueden conducir su propio juego casi como quieran.

Las blancas deben estudiar cuida­dosamente la situación ya que bajo ciertas condiciones ... D8T+ puede ser peligroso, y una vez sacrificada su torre las blancas deben poder seguir con el ataque pues de lo contrario se encontrarán en una situación más re­posada, con una pieza menos y sin ini­ciativa.

Esta no es una gran partida por par­te del amateur. En ningún momento ha podido defenderse por sí mismo. No ha podido iniciar su propio ataque y ha fallado al valorar el ataque de su ene­migo. De haber comprendido que el ataque de las blancas llegaría tan pronto quizá se habría podido defen­der mejor. Pero siempre le es difícil a un jugador jugar sobre actuaciones aún lejanas.

En este caso especial la teoría de las aperturas ha realizado la valoración por nosotros. Este es uno de los de­fectos de este amateur en particular y de todos los amateurs en general; que se olvidan de algunas de las sutilezas de la teoría de las aperturas. Pero puesto que esta teoría es tan extensa y sutil difícilmente podemos censurar al amateur de que ignore todos esos detalles.

La variante Boleslavsky en la defen­sa siciliana Un nuevo concepto en el tratamien­to de la siciliana y la importancia de la casilla central negra 4D Aplazamiento del desastre

Móviles para el sacrificio y el cam­bio La importancia del juego activo con igualdad de material enfrente Ataque y contraataque

Uno de los rasgos más fascinantes del ajedrez es que los jugadores descu­bren siempre cosas nuevas en cuanto a su naturaleza y sus técnicas. Lo que una generación considera como malo es considerado como francamente bueno por las generaciones siguientes.

En general se considera que un hueco constituye una debilidad seria ya que permite a la parte contraria colocar piezas en él. Pero en la variante Boleslavsky de la siciliana descubierta en 1940 las negras crean deliberadamente huecos sa­biendo que o bien podrán eventualmente suprimirlos con ventaja o bien obten­drán compensación en algún sitio.

A consecuencia de esta estrategia y de una combinación calculada aguda­mente, las negras se encuentran en el juego medio con una ventaja de dos peo­nes. Una vez que uno de los dos jugadores lleva ventaja en material ¿cómo de­berá continuar?

Esta partida muestra la importancia de un juego vigoroso aún cuando se ten­ga ventaja de material.

Es curioso que antes de apuntarse el tanto, en muchos casos el jugador tiene que ganar dos veces la partida. Primero tiene que vencer estratégicamente a su contrario colocándolo en posición de clara desventaja o privándole de uno o más peones. Pero como esto no es suficiente para que el enemigo abandone, tiene que ganarle también tácticamente. En la práctica no siempre el jugador comprende la importancia de esta segunda fase del juego. Tienden a creer que una vez conseguida una victoria estratégica la partida se jugará sola. Frecuente­mente el jugador que lleva la ventaja estratégica tiende a dormirse en los laureles y juega pasivamente en lugar de buscar movimientos atrevidos con los que rete-

208 Ajedrez. El camino hacia la maestría

ner la iniciativa. Esta estrategia de no hacer nada puede resultar fatal. En aje­drez, la iniciativa es muy valiosa. A veces vale tanto como uno o dos peones e incluso a veces más.

DEFENSA SICILIANA

Sistema Boleslavsky

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4R P4AD 2 C3AR C3AD 3 P4D PxP 4 C x P C3A 5 C3AD P3D 6 A2R

Otra defensa siciliana. Para la teoría de estos primeros movimientos véase la partida 16.

6 ... P4R

El sistema Boleslavsky. Este es un movimiento singular na­

cido no antes de 1944 ¿por qué es tan raro? Porque deja el cuadro central

negro 4D desprotegido en flagrante contradicción con los principios co­rrientes.

Poco antes de la guerra Reuben Fine escribió de la siciliana (después de 4 CxP y en franca contradicción del concepto de Boleslavsky):

«Las blancas tienen ahora su caba­llo en una dominante posición central. Sólo se puede alejar con ... P4R por parte de las negras. Pero ... P4R crea­ría un hueco o agujero absoluto en el 4D negro lo que es bastante peor que la desventaja causada por el fuerte CR blanco.

«Resumiendo, el caballo blanco sólo se puede apartar después de una pre­paración larga, y mientras tanto las negras quedan sometidas a una posi­ción algo cerrada.»

Por otra parte, (a) 6 ... P4R gana un tiempo para las negras forzando a las blancas a jugar su caballo y (b) las ne­gras podrán jugar ... P4D más tarde, por tanto tienen mayoría en el centro.

La práctica demuestra que en la mayor parte de los casos las negras logran su objetivo y las blancas deben buscar caminos para compensar.

7 C3C

También es posible 7 C3A que lleva prácticamente a la misma continua­ción que 7 C3C.

Después de 7 CxC PxC las negras controlarían su cuadro 4D. Esta no es una mala variante para las blancas. Continúa 8 0-0 y 9 P4A.

7 ... A2R

En este momento la ocupación del

Defensa siciliana III 209

cuadro débil mediante 8 C5D perdería un peón blanco después de 8 ... CxP. Pero incluso si C5D fuera posible más tarde no llevaría a ningún sitio des­pués de ... CxC PxC. Entonces el cuadro 4D negro ya no sería débil puesto que estaría bloqueado por el propio peón blanco.

Estratégicamente 8 A5CR sería un movimiento fuerte pues seguido de 9 AxC reforzaría el control blanco sobre el cuadro 5D. Pero tácticamente, des­pués de 8 A5CR 8 ... C x P iguala: (a) 9 CxC AxA 10 C x P + R2R y el caballo en 6D puede ser capturado y si (1) 11 C4R DxD+ 12 TxD la posición del rey negro en el centro es mejor que si hubiera estado en el flanco: un caso general en el final.

Y si (2) 11 C x A + TxC y las negras no tienen nada que temer, (b) 9 AxA CxC 10 AxD C x D 11 TxC RxA 12 TxP+ R2R y las negras están bien.

Por tanto, las blancas juegan:

8 A3R

Continuando simplemente el desa­rrollo.

8 ... P4TD

Las negras planean ... P5T y quizá... P6T debilitando el ala de dama blanca y dando mayor espacio a las negras en esa ala.

En general, este movimiento no vale mucho en la siciliana ya que puede ser detenido por P4TD pero en esta parti­da, si las blancas lo detienen con P4TD representa que el CD negro puede ir a su 5CD reforzando la pre­sión en su cuadro 4D.

9 P4TD

Las blancas en cualquier caso jue­gan 9 P4TD lo que supone que las ne­

gras intentarán ocupar su 5CD para poder jugar... P4D.

Las blancas podrían haber jugado 9 P3TD. Entonces las negras habrían respondido 9 ... P5T 10 C1A A3R, se­guido de 11 ... P4D que es el objetivo estratégico.

9 ... 0-0 10 0-0 C5CD!

11 D2D

Ahora es casi imposible que las blancas eviten que las negras jueguen ... P4D y ya sabemos lo que esto signi­fica.

Si las blancas se refuerzan con 11 A3A las negras seguirían con 11 ... A3R.

Si 11 A5CR A3R (11 ... CxP? 12 AxA CxC 13 PxC DxA 14 PxC y las negras perderían una pieza) 12 ÁxC AxA 13 A3A D3C! y las negras tienen un buen juego y preparan la típica combinación de 14 ... CxP 15 DxC AxC ya que si las negras jugaran 15... DxC las blancas podrían realizar el cambio de damas. Y si 14 C2D las ne­gras juegan ... TR1D seguido de ... P4D.

210 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Las blancas planean incrementar la presión en la columna de dama llevan­do una de sus torres para apoyar di­cha columna.

11 ... A3R

Preparando ... P4D. Si las negras hubieran jugado direc­

tamente el avance de 11 ... P4D lo que le hubiera dado por lo menos un «jue­go igualado» se hubiese podido seguir de la siguiente manera:

11 ... P4D 12 PxP CRxP 13 CxC CxC (a) 1 4 T R 1 D C x A 1 5 D x C D 2 A o (b) 14 A5A AxA 15 CxA C5A! 16

D x D ? C x A +

La técnica consiste en primer lugar en reforzar la presión a lo largo de la columna AD contra 7AD negro y luego avanzar. Esta presión se realizará mo­viendo piezas menores para estar en condiciones de jugar el AD y la dama negra en la columna AD.

En general el ir demorando el golpe puede ser una verdadera lucha de ner­vios contra el enemigo ya que no sabe exactamente dónde defender. Véanse también los comentarios bajo el 13.° movimiento blanco.

12 TR1D

Si ahora 12 ... P4D 13 PxP CRxP 14 CxC CxC 15 C5A y las blancas están bien.

12 ... T1A

Con la siguiente combinación en puertas: 13 P3A P4D! 14 PxP CRxP 15 CxC TxP! 16 C x A + DxC y las negras recuperan su caballo y ganan un peón extra ya que las blancas no pueden proteger su caballo.

13 TD1A?

Es comprensible pero no es sano, como demuestra la partida. Seria pre­ferible 13 A3D después de lo que las negras jugarían 13 ... P4D con un jue­go más bien satisfactorio. Tienen sus caballos bien situados y un mayor es­pacio. El movimiento 13 A3D demues­tra lo que se gana posponiendo el gol­pe; después de 11 ... P4D las blancas no hubieran tenido nunca la idea de realizar semejante movimiento pasivo. Ahora es la única defensa pues hay otros reveses en el aire.

13 ... TxC!!

Una sorprendente combinación de cuatro movimientos, no demasiado perspicaz pero absolutamente forza­da.

La combinación se basa en un cier­to número de circunstancias aparente­mente sin importancia que serán co­mentados a medida que surjan. La pri­mera es que el PR blanco estaba pro­tegido por el CD. Eliminando a su pro­tector las negras ganan por lo menos el PR en el cambio.

Defensa siciliana III 211

14 PxT

Después de 14 DxT podría conti­nuarse con: 14 ... CxPR 15 D1R CxPAD! 16 TxC AxC o si 16 DxP AxC con ventaja material para las ne­gras.

14 ... CxPR 15 D1R

Forzada. La segunda circunstancia es la movilidad limitada de la dama blanca. La tercera es la precaria situa­ción del caballo blanco en 3C (protegi­do por el P2AD), que será tomado.

15 ... CxPAD(7)! 16 TxC

También forzada, ya que 16 D1A perderia más material: 16 D1A CxA 17 PxC AxC perdiendo con ello un alfil más las blancas (dos piezas en total por la torre).

La cuarta circunstancia: la posición diagonal de C-T-T. Cuando el alfil tome el caballo quedará en posición de ganar el cambio.

El maestro ve los puntos caracterís­ticos y trata de darles forma mediante una combinación. Busca movimientos que fuercen al contrario. Pero de mo­mento no juega realmente los movi­mientos, sólo los juega mentalmente y luego valora sus resultados.

16 ... A x C

Las negras recuperan el cambio y tendrán dos peones más.

17 T2C A x T 18 AxA

Tales posiciones son verdadera­mente delicadas. Las negras han ga­nado dos peones, pero de momento no cuentan. Durante el tiempo que es­tán ahí existe una especie de igualdad en el tablero, y en esta situación el ju­gador con más peones es propenso a evitar la batalla confiando en que te­niendo dos peones más no puede te­ner ningún tropiezo. Pero está equivo­cado: debe luchar activamente, no puede permanecer pasivo. Si juega tí­mida o indiferentemente es lo mismo que perder toda su ventaja.

En esta posición, las negras deben defender su PCD que está siendo ata­cado, pudiendo al mismo tiempo ata­car al PAD blanco. Pero 18 ... D2A puede ser imprudente por dos moti­vos:

(a) A6C un poco más tarde (b) TxPC también atacará más

tarde a la dama

18 ... D1A

Esto también facilita a las negras la posibilidad de jugar a lo largo de la diagonal, especialmente a su 3R.

212 Ajedrez. El camino hacia la maestría

19 A3A

Aparte de tener dos peones menos, las blancas no están del todo mal, qui­zás incluso están mejor que las ne­gras.

Las blancas tienen sus dos alfiles. El AR negro es pasivo, sus PTD y PCD son débiles e incluso su PD lo es un poco.

19 ... P4A

Obsérvese que las piezas negras están colocadas defensivamente y no colaboran en su ataque agresivo.

El mérito del movimiento del texto reside en que neutraliza los dos alfiles blancos y monta una lucha por la ini­ciativa, que amenazaba pasar comple­tamente al bando blanco:

Después de 19 ... CxPAD las ne­gras perderían una pieza con 20 T2A.

Las blancas tendrían ocasiones cla­ras de hacer tablas después de 19 ... D x P 2 0 D x D (o20D1C) CxD 21TxP A1D 22 A6A.

20 A x C

Las blancas hacen este cambio en parte porque su AR no es eficaz de cualquier manera estando obstruido por el caballo negro, y en parte porque hay que eliminar el caballo ya que ejer­ce presión sobre varios cuadros fuer­tes de la posición blanca. Las negras han aceptado doblar un peón para eli­minar uno de los dos alfiles blancos.

20 ... PxA 21 D1C

Atacando simultáneamente los PCD y PR negros.

21 ... DxP 22 T x P A3A

Moviendo su alfil las negras lo po­nen en acción, aunque defensivamen­te, pero es que en 2R era simplemente una pieza desprotegida.

¡Véase el cambio que se ha produci­do en la posición!

Ahora las negras están igualadas. Aun cuando les pueda costar uno de los dos peones extra, cosa que no su­cede, es aconsejable jugar en lugar de esperar. Aún no se ha ganado la bata­lla pero ahora las negras tienen tantos triunfos como las blancas,

23 P3T

Mientras las negras puedan dar mate a las blancas, una vez la dama blanca abandone la primera línea, las blancas deben perder un tiempo de esta forma para evitar dar movilidad a su dama.

Por ejemplo: 23 DxP? hubiera sido fatal.

23 ... P4D

Protege el PR y prepara ... P5D. Las negras pretenden conseguir amena­zas tan pronto como sea posible, avanzando los peones. En tales posi­ciones, la cuestión reside muchas ve­ces en cuál de los dos contendientes

Defensa siciliana III 213

puede desarrollar antes las amenazas.

24 D5C

Naturalmente, las blancas deben in­tentar forzar alguna forma de ataque con su dama.

24 ... P5D

Justo en el momento preciso. El PD estaba atacado, y la jugada

del texto es obvia, pero en vista de lo que sigue se aprecia que las blancas tienen un ataque peligroso que apenas puede ser detenido con contrajuego.

Si esto no hubiera sido posible, el movimiento correcto hubiera sido 24 ... D6D ya que:

(a) 25 DxD hubiera perdido inme­diatamente, dando un fuerte peón pa­sado y las negras tendrían dos peones extra; pero después de:

(b) 25 A5A habría problemas; por ejemplo: 25 ... DxD 26 TxD (26 PxD también es bueno: el PC blanco se hace peligroso) T1D 27 TxP P5D (ob­sérvese la inactividad del alfil negro detrás de sus PR y PD. En el juego medio, en el que el alfil tenía la impor­tante misión de defender el PCR esto hubiera sido correcto, pero en un final deben estar activas todas las piezas).

25 A6T!

Las blancas pueden ofrecer este sa­crificio porque si 25 ... PxA 26 D7D amenazando mate.

Después de 25 D5D-t- R1T 26 D7A las negras tendrían defensa con 26 ... D1A! 27 T7A D1D dejando la dama blanca y el alfil amenazados, por lo que las blancas perderían una pieza.

25 ... P6R!

El avance negro de su PR sirve al mismo tiempo de defensa y de con­traataque. Las negras disponen ahora de varias amenazas: 26... PxP+ 26 ... D8R+ y la secuencia 26 ... PxA 27 D7D D6D etc.

Después de un movimiento relativa­mente tranquilo como es 25 ... P6D las negras deben enfrentarse a 26 D7D con fuertes amenazas. La cuestión es que las negras deben acelerar su ata­que, y esto es lo que se logra con el movimiento del texto.

Del mismo modo, un 25 ... PxA in­mediatamente hubiera forzado a las negras a dar jaque continuo después de 26 D7D!. •

26 D5D+

Aquí 26 D7D no hubiese significa­do mucho después de 26 ... D8R+ 27 R2TPxP ganando.

26 ... R1T 27 D7A

¡Un movimiento muy fuerte para un amateur! Las blancas amenazan mate por varias vías; por ejemplo 28 D x T + + o bien 28 A x P + AxA 29 DxA++.

27 ... PxP+

No es bueno 27 ... TxD? por 28 T8C+ seguido de mate.

214 Ajedrez. El camino hacia la maestría

28 R2T

También habría sido un magnífico y sorprendente contrajuego: 28 RxP TxD! 29 T8C+ A1D+ a la descubierta !!.

28 ... T1CR

Único pero suficiente movimiento. Si ahora 29 AxP+ 29 ... AxA gana.

29 T1C

¿Qué otra cosa?

29 ... D8R 30 Abandonan

¡Vaya partida! Al igual que en la partida anterior el

amateur está jugando aquí contra una estrategia con la que no está familiari­

zado, y a la que no se puede enfrentar haciendo simplemente los movimien­tos de desarrollo corrientes.

Aquí el amateur hizo los movimien­tos de desarrollo normales, que eran movimientos ortodoxos, pero además tuvo que enfrentarse con un factor psi­cológico desfavorable. Tuvo la impre­sión de que su posición estaba com­pletamente a salvo, pero si hubiera comprendido mejor el singular sistema contra el que estaba jugando segura­mente no habría pasado por alto el sorprendente sacrificio de las negras en su 13.° movimiento.

Aparte de esto, el amateur ha juga­do perfectamente bien, especialmente en sus intentos de conseguir compen­saciones después de la pérdida de dos peones. El maestro sólo ha podi­do llevar al amateur a su campo des­pués de un juego muy agudo y una previsión muy profunda y exacta.

El forcejeo en el centro puede desembocar en una gran variedad de forma­ciones de peones. Por una parte es posible que con los cambios uno de los ban­dos pierda todos sus peones centrales, y entonces el otro bando ha ganado la primera fase de la lucha teniendo ahora la obligación de sacar ventaja de la ma­yoría conseguida en el centro. Por otra parte, debe mantenerse la tensión en el centro durante una parte a toda la fase del juego medio, lo que indica que la lu­cha por el centro no quedó resuelta. O los peones pueden avanzar de la forma que queden diagonalmente paralelas a cualquier otro en una formación inmóvil conocida como cadena de peones.

La cadena de peones requiere una estrategia de tipo muy especial consis­tente en atacar la base de la parte hostil de la cadena. Un ataque de esta índole puede conducir a dos suertes de ventajas si ha sido preparado apropiadamente y llevado a cabo en el momento oportuno mediante un cambio de peones:

(a) la creación y el dominio de una columna abierta (b) creación de un peón débil en la base de la cadena del contrario.

En la práctica de esta estrategia hay que considerar siempre la posibilidad y oportunidad de extender la cadena, en cual caso la base de la cadena contraria se mueve una línea menos. La posibilidad de tal extensión requiere una compa­ración muy precisa entre las posibilidades antes y después de ella.

En esta partida, que gira alrededor de la cadena de peones, las blancas fuer­zan un peón débil en la base de la cadena negra, pero como compensación las

• La teoría de la apertura defensa in- • Propósito de atacar por la columna dia de rey abierta

• Estrategia y aplicación de la cadena • La función de lanzar peones en pre-de peones en la defensa india de vención de la huida del rey rey • El poder de acumulación de ata-

• La importancia de llevar bien la es- cantes trategia indicada

216 Ajedrez. El camino hacia la maestría

negras ganan el control de la columna abierta que ellas mismas han creado en el otro lado del tablero.

A medida que se va desarrollando la partida queda demostrado que el ata­que por la columna abierta es más significativo que el peón débil en la base de la cadena.

DEFENSA INDIA DE REY

Variante principal (sin fianchetto del AR blanco)

BLANCAS: NEGRAS: Amateur Maestro

1 P4D C3AR 2 P4AD P3CR 3 C3AD

Ya habíamos encontrado estos mo­vimientos en la Grünfeld-lndia (partida 9). A partir de aquí la Grünfeld-lndia continúa.

3 ... A2C 4 P4R

Con este movimiento las blancas

impiden que en adelante las negras jueguen la Grünfeld.

El movimiento 4 P4R es una lógica continuación de 3 C3AD puesto que si las blancas no lo juegan las negras tendrán una segunda y mejor ocasión de jugar... P4D y después de ... PxP CxP la oportunidad de hacer el cam­bio CxC(6AD) seguido de un ataque contra la formación central de peones P3AD-P4D desde todos los lados como por ejemplo en la Grünfeld (par­tida 9).

Por tanto, si las blancas juegan C3AD en la india de rey, no debe per­mitir a las negras la posibilidad de ... P4D en mucho tiempo.

Ahora las blancas tienen una forma­ción imponente de peones centrales en la 4.a línea, que controlan sus 5CD 5AD 5D 5R y 5AR.

¿Cómo pueden las negras permitir que las blancas controlen tanto terre­no en el centro?

La fuerza de un centro consiste en:

(a) la extensión e importancia de los cuadros dominados

(b) la naturaleza y disponibilidad del espacio detrás del centro, que puede constituir la base de la actua­ción.

Por tanto, al valorar el propio centro hay que preguntarse:

(a) ¿controlo más y mejores cua­dros que mi contrario?

(b) ¿puedo utilizar para un ataque el espacio que hay detrás del centro?

Defensa india de rey I 217

Las blancas deben darse cuenta de que al jugar P4R debilita su cuadro 4D en un sentido amplio, ya que al haber hecho tal jugada ya no puede ni con mucho mantener fácilmente la tensión en el centro. Después de que las ne­gras hayan jugado ... P3D y ... P4R o ... P3D y ... P4AD su peón en la 4.a lí­nea en combinación con el AR ejercen presión contra el cuadro 4D olanco.

En general, si el bando que ocupa el centro puede mantener la tensión, está en ventaja. Dicho de otra forma: es bueno para las blancas mantener la formación P4AD P4D P4R frente a la formación negra P3D P4R. Pero si las blancas hubiesen jugado P5D o PDxPR, abandonarían la tensión, lo que puede traer desventajas.

En este momento las blancas tam­bién habrán podido jugar 4 C3A pero esta línea les da menos posibilidades. Asimismo podrían haber jugado 4 P3CR a lo que las negras habrían res­pondido 4 ... P4D lo que para las ne­gras es una Grünfeld reforzada ya que el fianchetto en el lado del rey no re­presenta mucho para las blancas en la Grünfeld.

4 ... P3D

Para ganar alguna influencia en el centro ya que siempre es arriesgado dejar al contrario un centro excelente por no tener controlados con un sim­ple peón los cuadros propios de la 4.a

línea. El movimiento ... P3D se encuentra

a veces en aperturas en las que las ne­gras permiten a las blancas ocupar hacia cierto punto el centro como en la defensa Alekhine.

Si las negras pudieran permitir que las blancas ocupasen la 4.a línea con tres peones centrales no es recomen­dable que les permitan subir a la 5.a lí­nea. Y aún las negras podrían haber

jugado 4 ... 0-0 y después de 5 P5R C1R tendrían la posibilidad de atacar al peón avanzado blanco mediante ... P3D y ... P4AD. Pero este proceso es más dificultoso. Más sencillo es 4 ... P3D.

5 C3A

Una encrucijada importante. Las blancas pueden elegir entre 5 C3A 5 P3CR 5 P3A y 5 P4A.

Las blancas tienen que decidir cómo quieren desarrollar su AR, o bien jugando 5 C3A empleando el AR para proteger el PAD o bien 5 P3CR y el fianchetto del alfil a 2CR.

La elección tiene una importancia especial al resolver si se debe o no mantener la tensión en el centro. Cual­quiera que sea la forma de desarrollar el AR este problema se presentará en unos pocos movimientos. Pero el cri­terio para tomar una decisión variará según la elección que en este momen­to tomen las blancas.

Por otro lado, con 5 P3A variante Samisch de la india de rey, las blancas dicen:

«Con movimientos tales como P4CR y P4TR-5 no desea atacar el ala de rey. Antes tengo que cerrar el cen­tro con P5D y enrocar en el lado de dama.» Por ejemplo: 5 P3A 0-0 6 A3R P4R 7 P5D CD2D 8 D2D P4TD 9 P4CR C4A 10 P4TR A2D 11 P5T! con un fuerte ataque.

Finalmente, P4A lleva a la variante de la india de rey llamada de «los cua­tro peones». Un centro amplio tiene al­gunas ventajas pero por otra parte no siempre es fácil oponerse al ataque negro contra tal centro.

5 ... 0-0 6 A2R

La alternativa 6 A3D entrañaría va­rios inconvenientes:

218 Ajedrez. El camino hacia la maestría

(a) La dama blanca perdería el control directo de su columna.

(b) Le sería difícil al AR desempe­ñar ninguna función especial desde 3D ya que la diagonal 1CD-7TR no es es­pecialmente vulnerable con la forma­ción negra de peones P2AR P3CR P2TR y el AR queda bloqueado por su propio PR.

El alfil en su 2R no tiene ninguna función especial.

Permite enrocar, no evita la presión de la dama en la columna de dama (aunque a veces evita que la TR blan­ca domine la columna rey) y a veces desde 2R ayuda a guardar el cuadro 4CR blanco como sucede en esta par­tida.

6 ... P4R

Ahora las negras toman posesión de un cuadro central. Es cierto que el li­bre movimiento del AR negro está blo­queado por 6 ... P4R pero al mismo tiempo el alfil contribuye a reforzar la presión con la diagonal larga. Después de un eventual... PxP la fuerza del al­fil negro del fianchetto queda conside­rablemente aumentada. Por otra parte, si las blancas hubiesen jugado P5D la diagonal habría quedado definitiva­mente cerrada, pero este movimiento es una concesión tanto por la parte de las blancas como de las negras.

Ahora el PR negro está atacado por el PD y el CR blancos, y defendido sólo por su propio PD; sin embargo, el análisis demostrará que el movimiento del texto comprende sólo un sacrificio por parte de las negras. Por ejemplo 7 PxP PxP 8 C x P CxP recupera el peón.

A las negras les interesa jugar ahora 6 ... P4R para posibilitar que el CD ne­gro pueda ir ya sea a 3A o a 2D. Si las negras hubiesen jugado 6 ... C3A in­mediatamente las blancas hubieran

respondido 7 P5D y el caballo hubiera tenido que volver a su base (7 ... C1C). Pero después de 6 ... P4R seguido de 7 ... C3A si 8 P5D C2R en donde el ca­ballo está bien situado.

7 0-0

Aquí las blancas también podrían haber jugado 7 P5D pero esto va con­tra el principio de mantener la presión en el centro tanto como se pueda. Por otra parte 7 P5D hubiera impedido que el caballo negro fuese a 3AD.

7 ... C3A

Amenazando ganar un peón con 8 ... PxP 9 CxP CxP ib CxCD CxC 11 C x D C x D 12 CxPACxPC. El tex­to es mucho más osado que 7 ... CD2D ya que intenta forzar a las blan­cas a declararse en el centro.

8 P5D

Las blancas deciden cerrar el cen­tro. Este es un punto decisivo en la partida pues tan pronto las blancas juegan 8 P5D las negras tienen sus oportunidades en el lado de rey. Antes de 8 P5D el .ovimiento ... P4AR por parte de las negras (naturalmente des­pués de que el CR negro haya desalo-

jado el cuadro 3AR) puede ser una de­bilidad para ellas después de que las blancas jueguen PDxP y PRxPAR. En ese momento el ataque lateral iniciado con ... P4AR habría dejado a la posi­ción negra vulnerable por la diagonal. Después de 8 P5D ya no existe este peligro.

¿Qué otras posibilidades tienen las blancas? ¿Podrían mantener la pre­sión en el centro además de ura ma­yor libertad para sí mismas sin ningu­na contraocasión para las negras?

Las blancas pudieron elegir 8 A3R C5CR 9 A5C P3A 10 A1A lo que sin duda habría cambiado toda la partida.

¿Es mejor 8 A3R que 8 P5D? En cierto aspecto sí, puesto que mantiene la presión, pero en otro no ya que las negras tienen sus compensaciones en forma de ganar algunos tiempos.

La línea 8 P x P PxP no da ventaja a ninguno de los bandos. Después de 9 DxD si 9 ... T x D 10A5C! y las negras deben jugar 10 ... T1R debido a la amenaza 11 C5D precedida posible­mente de A x C y la posición negra no es del todo satisfactoria. Es mejor 9 ... CxD 1 0 C x P CxP.

8 ... C2R

Defensa india de rey I 219

Ahora estamos en presencia de una cadena de peones ya mencionada brevemente bajo el 15.° movimiento negro de la partida 8.

Una cadena de peones está forma­da por dos líneas en diagonal de peo­nes unidos, una blanca y otra negra. La cabeza de cada una de ellas es la parte más avanzada en territorio con­trario, y la base la más retrasada en te­rritorio propio.

Una cadena de peones puede estar formada por dos o más peones de cada color. En el caso presente la par­te blanca de la cadena está formada por los peones en sus cuadros 4R y 5D mientras que la parte negra lo está por los situados en su 4R y 3D. La cabeza blanca es el peón PD blanco y la negra por el PR negro. La base de la parte blanca es el PR blanco y la de la par­te negra es el PD negro. La presencia de tal cadena de peones requiere una estrategia muy especial por ambas partes. Cada jugador deberá atacar la base de la parte contraria, es decir, las blancas deberán atacar el PD ne­gro y las negras deberán atacar el PR blanco.

Esta forma de ataque se hace avan­zando uno de los peones propios al cuadro en el que quede en contacto diagonal con la base de la cadena del contrario quedando así los peones en una posición en la que cualquiera de los dos bandos puede cambiar.

El objetivo de este tipo de ataque es abrir una columna y privar a la base de la cadena contraria de su proyección a los peones. Si se abre la columna la torre podrá aportar al juego su máxima fuerza. Si se priva a la base contraria de su protección podrá ser atacada por piezas y capturada. Sin embargo el jugador que consiga atacar la base enemiga adelantando uno de sus peo­nes no debe necesariamente hacer el cambio. Tiene la opción entre cambiar

220 Ajedrez. El camino hacia la maestría

peones creando la columna abierta y privando a la base enemiga de su pro­tección o adelantar su propio peón atacante un espacio más, extendiendo así la cadena más en territorio enemi­go aumentando su control en él.

La estrategia de la cadena de peo­nes será comentada también en rela­ción a la posición que aparece des­pués del 9.° movimiento de la partida 22.

9 C1R

Esta jugada es defensiva, y prepara jugar P3A (para proteger el PR blanco después de jugar las negras... P4AR), y ofensiva también ya que es posible situar al caballo en 3D, haciendo de soporte al PAD para un futuro avance a5A.

9 ... C2D

Este movimiento es defensivo ya que defiende el cuadro 4AD negro contra el futuro avance de las blancas P5A (como en la línea que ya se señaló como estrategia de las blancas), y ofensivo porque permitirá a las negras realizar el contragolpe de ... P4AR (esta es otra de las líneas señaladas para las negras para su estrategia), y como caso excepcional poder jugar también C4AD.

También 9 ... C1R es bueno, pero desde ese cuadro el caballo no ejerce control alguno sobre su cuadro 4AD ni protege el 4R: por otra parte este mo­vimiento conserva abierta la diagonal para el AD negro.

10 A3R

Un movimiento ofensivo que prepa­ra P5AD para más tarde y que se hace ahora para mantener su AD en pose­sión agresiva de la diagonal preparan­

do para él la retirada a 2A jugando P3A. Mientras tanto las negras jugarán ... P4AR 5AR.

Sin embargo, actualmente se consi­dera mejor 10 C3D por:

(a) las blancas no pierden tiempo teniendo que jugar A2A después de ... P5AR.

(b) se considera que el AD blanco es más activo cuando está desarrolla­do en su 2D desde donde puede llegar a 4CD o 5TD.

10 P4A? no estaña de acuerdo con la estrategia de la cadena de peones pues ataca la cabeza y no la base de la cadena de su contrario.

Las negras responderían 10 ... PxP ganando su cuadro 4R para sus pie­zas (11 AxP C4R). Atacando la cabe­za de una cadena se corre el riesgo de dar al contrario un cuadro fuerte.

Pero hay posiciones en las que un ataque contra la cabeza de la cadena obtiene éxito. El 14.° movimiento blan­co de la partida 8 es un ejemplo.

10 ... P4AR

Atacando la base de la cadena blan­ca como dicta la estrategia.

11 P3A

Para permitir que el alfil retroceda a 2A.

La línea que comienza 11 PxP lo que no es mal movimiento aquí, resul­ta ser muy instructiva.

Las negras no responderían 11 ... CxP pues ello daría a las blancas el cuadro fuerte 4R. Por el contrario, hu­biesen jugado: 11 ... PxP 12 P4A y si ... P5R (ciertamente no es lo mejor) las blancas obtendrían el cuadro 4D que podría ocupar con C2AD-4D y el peón PR pasado y protegido no tiene ningu-

Defensa india de rey I 221

na importancia ya que está bloqueado (por el AD blanco) lo que es más un in­conveniente que una ventaja.

11 ... P5A

Este es un momento de la partida muy importante. La cadena de peones se ha expansionado. La base blanca ahora es P3AR en lugar de P4R y la estrategia negra consiste en jugar para P5C. En este momento no juega para debilitar la base de la cadena blanca que está suficientemente pro­tegido, sino para abrir la columna CR. Cuando más lejana está la base ene­miga tanto más difícil es atacarla con éxito. Por tanto, las negras tienden a abrir y no a debilitar. Esto es una ge­neralización pero pueden prevalecer circunstancias especiales. Obsérvese que el 3D negro puede ser atacado por P5AD C5C y (si el AD blanco hu­biera permanecido en la diagonal 1AD-3R) A4CD (o A3TD). Sin embargo, es evidente que el 3AR blanco sólo puede ser atacado unas pocas veces.

11 ... PxP habría sido una estrate­gia equivocada pues las blancas ha­brían jugado 12 CxP ocupando el cuadro fuerte 4R.

Aun cuando las blancas no tuvieran caballo para ocupar su cuadro 4R y si hubieran tenido que responder... PxP con 12 PxP la posición resultante no sería buena para las negras porque no habrían conseguido nada. La columna abierta es para las dos torres y ahora las negras ya no tienen base para ata­car, mientras que las blancas sí la tie­nen; el PD! negro.

12 A2A P4CR

Ambos bandos juegan de acuerdo con un plan, pero pasará bastante tiempo antes de que cualquiera de ellos consiga su objetivo.

13 C3D

Es coherente con el objetivo blanco de jugar P5AD en un momento favora­ble abriendo entonces la columna AD y debilitando el PD negro mediante PADxPD.

13 ... T3A

La torre irá a 3CR desde donde par­ticipará en el intento de abrir la colum­na CR y atacar al rey blanco enrocado.

Algunos jugadores prefieren 13 ... T2A lo que es un poco más lento, pero que defiende la 7.a línea en caso de que las blancas atacasen por la co­lumna AD con sus TD y CD.

14 P5A

También las blancas empiezan a realizar su objetivo estratégico. Si pueden forzar a las negras para que jueguen 14 ... PxP, se abrirá la colum­na AD y el PR negro quedará debilita­do.

14 ... P4TR

222 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Las negras pasan por alto el ataque blanco a la base de su cadena de peo­nes y prosiguen con su propia estrate­gia de intentar abrir la columna CR.

15 PxP

No es mala pero quizás habría sido aún mejor 15 T1A ya que hubiese dado la posibilidad adicional de P6A reteniendo además las amenazas PxP y C5C.

Cuando se dispone de una opción es de buena política dejar al contrario en la duda de que por qué columna se va a proseguir.

15 ... PxP 16 T1A!

¡Un movimiento muy bueno! Toma posesión de una columna abierta y amenaza un ataque a lo largo de ella mediante C5C. Sería una torpeza por parte de las negras permitir que el CD blanco salte por 5CD a 7AD y even-tualmente al cuadro fuerte 6R!.

16 ... P3T

Forzado y debilitante. Ahora las

blancas sacan ventaja de este debilita­miento del cuadro 3CD negro. ¿Cómo puede hacerlo? Un camino es por P 4TD 5T C 4R 6C y otro es simplemente C4T, D3C C6C. Las blancas ocupan su cuadro 6CD y prosiguen su ataque por la columna AD. Es cierto que en cualquier momento las negras pueden jugar P4CD para rebatir el juego blan­co, pero esto significa un posterior de­bilitamiento que permite a las blancas replicar más tarde C 4C 6A.

17 P3CD

Planeando C2C 4A o 4T. Este es un tercer sistema también

muy instructivo pero algo lento, y de ahí una línea que ofrece menos opor­tunidades en el tiempo disponible.

17 ... T3C

Las negras pueden ignorar la de­mostración de fuerza blanca en el lado de dama y colocar una pieza mayor en la columna que deseen abrir.

18 C2C

Es congruente. Las blancas planean atacar el PD negro con C4A preparan­do al mismo tiempo una brecha en su 6CD.

18 ... R1T

Las negras siguen preparando la sa­lida ... P5CR. Obsérvese los cálculos extremadamente cuidadosos que ha­cen para preparar la subida. Conside­raron un 18 ... C3AR inmediato, pero este movimiento tiene sus desventa­jas: dejaría desprotegido el 3CD ne­gro. Además, después de conseguir las negras su ... P5CR las blancas po­drían jugar A4T y las negras no ten­drían una forma buena para continuar

el ataque. Por tanto, las negras despe­jan su cuadro 1CR planeando C(2R) 1CR 3T desde donde ejercer presión sobre el cuadro 5CR negro.

19 P4TD

Para poder jugar C4A sin riesgo de que el caballo sea expulsado inmedia­tamente por... P4C.

19 ... C1CR 20 C4A C3T

Hasta ahora ambos bandos han realizado sus respectivos planes es­tratégicos de la forma más lógica. Ahora las blancas podrían haber conti­nuado con P5T y C6C prescindiendo del ataque negro. En lugar de esto ha buscado una línea defensiva contra el arrasador negro en forma de P4CR y P4TR.

21 P3T?

Las blancas no pueden evitar ... P5C en ningún caso, e intentarlo con un movimiento de peón debilita mu­cho. Si las blancas desean parar el

Defensa india de rey i 223

avance del peón negro debería haber­lo hecho de alguna otra forma:

(a) 21 D1R para después de 21 ... P5C continuar con 22 A4T! y en tal caso prepara la contra con... A1A y ... A2R (no ... A3A simultáneamente por­que intercepta la protección de su PD).

(b) 21 P4CR PxP al paso y si 22 PxP P5C o si 22 AxP P5T 23 A2A P5C! 24 PxP CxP 25 AxC C3A 26 P3T CxA 27 PxC AxP. En ambos ca­sos las negras pueden continuar su ataque por el ala de rey, pero no tan eficazmente como con lo jugado en la presente partida.

21 ... P5C

Parece como si lo jugado en el texto les costase a las negras un peón, pero esto es sólo temporalmente. Las ne­gras tienen ya seguro abrir la columna caballo. Ahora se ve cuan inútil fue el último movimiento blanco con sólo debilitar y colaborar.

22 PTxP PxP 23 PxP C3A

Con este movimiento las negras se dan a sí mismas la posibilidad de recu­perar el peón y abrir la columna.

24 P5C

Una tentativa preciosa. Las blancas ganan el cambio pero pierden la parti­da.

También sería insuficiente:

(a) 24A6C D2R y (b) 24C6C T1C.

Con ninguna de estas variantes las blancas pueden evitar ... C(3A)xPC después de lo que hay toda suerte de

224 Ajedrez. El camino hacia la maestría

amenazas similares a las que veremos en la partida.

Probablemente era mejor 24 A4T en cual caso las negras responderían 24 ... C(3T)xP y antes de continuar su ataque tendrán que hacer algunos movimientos preparatorios tales como ... D1A ya que su caballo está clavado.

24 ... TxP 25 A4T C(3A)-5C!

La torre negra no puede escapar. Si 25 ... T3C 26 A5T.

26 AxT

No era necesario tomar enseguida. Sería mejor primero 26 T3A para ganar tiempo para la defensa.

No es bueno 26 CxPD? ya que se­ría contestado con 26 ... C6C.

26 ... DxA

Las blancas han ganado el cambio, pero al ataque negro se hace muy fuerte, pues ahora están amenazando mate con 27 ... D5T y 28 ... D7T+.

27 AxC AxA

Si 27 ... CxA las blancas podrían evitar que las negras llevaran adelante su amenaza mediante 28 T3A para 28 ... D5T? 29 T3T.

28 D2D D3C

Para no ser estorbado por C x PD. Si por ejemplo 28 ... T1CR 29 CxPD el caballo puede alcanzar su cuadro 5AR y ser ahí un estorbo.

29 D2AR

Esto faculta a las blancas para jugar C 2D 3A (defensivo) o para seguir D4T o D6C (ofensiva). Tales posibilidades parecen bien para las blancas.

29 ... T1CR

Aquí estamos en presencia de la formación de una acumulación de po­der. Poniendo las piezas en posición las amenazas vienen automáticamen­te.

30 T2A

Sobreprotección de su cuadro 2CR un ejemplo de acumulación de poder defensivo. Si las blancas hubieran lle­vado a cabo su plan defensivo original se ve que en cualquier caso el ataque negro iría creciendo en fortaleza:

30 C2D D4T 31 C3A A3A amena­zando 32 ... A1D seguido por 33 ... AxC 34 DxA A3C+ o 32 ... A6T.

En jugadas ofensivas las blancas no pueden pensar en detener el ataque.

Si 30 D4T A3A. Si 30 D6C A1AR amenazando 31 ... A6A!

Ahora las negras querrían mover su AD para desalojar su cuadro 5CR para su caballo (... C5C ... D7T++) pero por otra parte no les gusta sacar su alfil de ese cuadro puesto que ahí es muy va­lioso para el ataque, y después de 30

... A2D 31 D4T es una buena ofensiva. Por tanto, combinan las dos ideas y juegan.

30 ... D4T

Las negras ceden su PD para ganar un poco de tiempo y después de 31 CxP meter su AR en acción mediante 31 ... A1AR bajo ciertas circunstan­cias, para seguir con ... A4AD.

La acumulación de poder se está haciendo abrumadora. No hay defen­sa suficiente. Las blancas no pueden defenderse por sí mismas pues:

(a) El rey blanco es vulnerable y está defendido únicamente por su PCR.

(b) Todas las piezas negras están activas.

(c) Las negras tienen la columna abierta CR.

(d) El PAR negro es muy fuerte en la 5.a línea.

Sin embargo, esto no quiere decir que cualquier forma de ataque es sufi­ciente. Las negras deben jugar cuida­dosamente, por ejemplo 31 D6C.

Defensa india de rey i 225

(a) No 31 ... A2D 32 C2D C5C 33 C3A y las negras no consiguen nada.

(b) No 31 ... A3A 32 DxPD A5T 33 DxPR+.

(c) Pero 31 ... A1AR (primera clari­dad en la columna CR); y

(1) 32 CxPD pierden una pieza después de 32 ... D3C 33 C4A DxD 3 4 C x D A4A+.

(2) 32 R2A D5T+ y el rey no ten ­dría un buen escape por culpa del vigoroso PAR! de las ne­gras.

(3) 32C2D A2R 33DxPC (33C3A perdiendo una pieza) A5T 34 TR1AD A6C 35 C1A y las ne­gras ganan por haber movido sus fuerzas del modo más efectivo.

Un claro ejemplo ilustrado es: 35 ... A1A 36 D8C C5C 37 DxPD A7T+ 38 CxA D x C + 39 R1A P6AÜ ¡la llave de la combinación! Y se amenazan 40 ... D8T++.

Si las blancas juegan de un modo indiferente he aquí cómo podría seguir la partida: 40 C2R PXP+ 41 R1R P8C=(D)+ 42 CxD D x C + 43 R2R D6R+ 44 R1A C7T+! 45 TxC-l- A6T+ 46 T x A + DxT+ 47 R1R T8C+ y mate en tres jugadas. La serie de jaques es admirable.

Ciertamente hay muchas más va­riantes, pero de darlas todas sólo con­seguiríamos confundir al lector. La lí­nea que hemos escogido es la más di­ficultosa para ambas partes. Volva­mos atrás al esquema que sigue al 30.° movimiento negro y ensayemos 31 C2D A3A (amenazando ... A 5T 6C y bajo ciertas circunstancias ... A1D 3C+) 32 C3A AxC 33 DxA C5C 34 D3T DxD 35 PxD C6R+ doble ga­nando una torre.

En la partida las blancas jugaron:

226 Ajedrez. El camino hacia la maestría

31 CxPD A1AR

Ganando un tiempo atacando al ca­ballo blanco.

32 C4A

Si 32 C5A AxC 33 PxA C5C gana.

32 ... A6A!

¡Considérese la acumulación de po­der! Cada pieza juega su parte; la torre ejerce presión directa contra el PCR blanco y detrás de él al rey blanco; el AD añadido a la presión amenaza ga­nar un peón; el AR está preparado para ir a su 4AD desde donde puede desviar la dama blanca de su puesto abrigado; igualmente el caballo puede expulsar la dama blanca de su 2AR mediante C5C con la continuación ... D7T+. La dama coopera en el mate en 7TR después de C5C.

33 D x A A4A+ 34 Abandonan

Con esto ganan la dama. Si 34 TR-2A o TD2A DxD!.

Y si 34 D2A C5C! y mate a la jugada siguiente.

En esta partida el amateur presentó una buena lucha a medida que activa­ba su ataque por el flanco de dama contra el ataque del maestro en el lado de rey.

Ciertamente, no eligió la vía más rá­pida para atacar como ya se puntuali­za en las observaciones después del 16.° movimiento negro, pero aún el sistema lento le da algunas oportuni­dades.

El error decisivo del amateur ha sido su 21 .* movimiento con el que intentó parar un avance que no se podía pa­rar. Debido a ello surgieron serias con­secuencias.

Pero durante mucho rato el amateur encontró el movimiento defensivo apropiado y el maestro tuvo que hallar una larga serie de variantes de sacrifi­cio para valerse de sus ventajas.

• Fianchetto de las blancas en el lado • Razones psicológicas para hacer de rey en la india de rey movimientos que obliguen a elegir

• Formas de retardar la igualada ne- al contrario gra en la apertura • Penetración en el ala abierta de rey

• Cómo proceder cuando las negras • Abriendo la posición para el ataque toman la iniciativa demasiado pron- • El movimiento intercalado en las to en la apertura combinaciones

La función de las negras en la apertura es procurar la igualdad superando gradualmente su ligera desventaja inicial. Con mejor juego por parte de las blan­cas, las negras sólo pueden llegar a igualar a través de una serie de movimientos sólidos y lentos.

Si las negras intentan tomar prematuramente la iniciativa corren el riesgo de terminar en inferioridad debido a la ligera ventaja inicial de las blancas.

Para tomar la iniciativa en la apertura normalmente las negras han de asumir algún nesgo dejando algunos puntos débiles en su posición. En tales casos las blancas deben descubrir las debilidades en que han incurrido las negras y hallar la mejor forma de explotarlas.

La refutación blanca a estas prematuras iniciativas negras acaban frecuente­mente en un avance en el desarrollo de las blancas con la consecuencia para las negras de no poder enrocar en el momento oportuno.

Mientras la posición se mantenga cerrada esto no importa mucho. Por tanto, las blancas tendrán que emplear sus tiempos extras para tratar de abrir el juego, lo que harán colocando sus piezas hacia el frente cerca de la posición negra.

En la partida que sigue a continuación, este conocido proceso se lleva a cabo con habilidad, precisión e inventiva.

BLANCAS: NEGRAS: DEFENSA INDIA DE REY Maestro Amateur

1 P4D C3AR Contra -fianchetto 2 P4AD P3CR

228 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Movimientos iniciales de la india de rey. Si ahora las blancas jugasen 3 C3AD esto podría llevar a la Grünfeld-India que proporciona a las negras mucho contrajuego en la diagonal lar­ga (véase partida 9).

Pero posponiendo el desarrollo de su CD las blancas evitan la Grünfeld. En lugar de ello, juegan:

3 P3CR

En general, en tales posiciones el AR blanco ocupa un lugar más favora­ble en el flanco que en el centro en donde frecuentemente estorba a otras piezas. Desde su 2CR el alfil controla más cuadros de los que controlaría desde su 2R o 3D. Sin embargo, si las blancas están planeando atacar la po­sición del rey negro enrocado median­te P4TR5T el alfil puede resultar más útil en su 2R o 3D para apoyar el avan­ce de este.

3 ... P3A

Para jugar 4 ... P4D lo mismo iguala completamente el centro. Las negras, que debido a jugar las segundas tie­nen algo menos de iniciativa que las blancas, deben procurar igualar cual­quiera que sea la apertura que jue­guen. En esta posición las negras es­peran igualar con los siguientes movi­mientos: 4 A2C P4D 5 PxP (difícil de evitar ya que el AR blanco no estará situado como para mantener la ten­sión en 4AD) PxP 6 C3AR A2C etc.

Puesto que la anterior variante con­duce a una posición simétrica en la que las negras están virtualmente igualadas, las blancas deberán buscar una jugada que les permita retener su ligera superioridad.

4 P5D

Con el movimiento del texto las blancas sacrifican un tiempo con el fin de conseguir una preponderancia de espacio y acrecentar la actividad de sus peones del flanco. Evita que las negras jueguen ... P4D lo que reduciría sensiblemente la actividad del AR blanco. Es cierto que por estar situado detrás de un peón en 5D también por aquí puede quedar reducida su activi­dad, pero indirectamente el alfil podría desempeñar un buen papel.

La partida, por sí misma, muestra la función preventiva del AR blanco, y las negras nunca juegan ... P3R por mie­do de dar a su rival la oportunidad de abrir la importante diagonal en la que está situado el AR blanco.

4 ... PxP

Este movimiento no viene forzado, pero las negras esperan obtener ven­taja por lo que siguen:

5 PxP D4T+?

Un intento de hacerse con la iniciati­va lo que de todas formas es peligroso para el segundo jugador en una fase tan temprana de la partida.

Defensa india de rey II 229

Las negras podrían continuar con 5 ... P3D o bien con 5 ... A2C. Si las ne­gras jugasen 5 ... A2C podría seguirse con 6 P6D y responder con 6 ... P3R pero mientras el PD blanco ejerce pre­sión no impide el desarrollo, y más tar­de puede resultar debilitado.

Vamos a ver cómo las blancas con­trarrestan 5 ... D4T+.

6 C3AD C5R?

El punto flaco del plan de las ne­gras: deja abierta una diagonal por la cual son vulnerables. Pretenden 7 D3D (o 7 D2A) CxC 8 PxC A2C 9 A2D C3T que presiona contra el ala de dama blanca, y si 10 P4AD C5C!.

7 D4D

Atacando a la torre suelta. Este mo­vimiento no parece detener los planes negros 7 ... C x C y (a) 8 PxC T1C se­guido de 9 ... A2C con el mismo resul­tado que la nota anterior, o (b) 8 DxC DxD+ 9 PxD A2C con ventaja posi-cional de las negras. Pero las blancas tienen algo mejor.

7 ... 8 A2D!

C x C

Este es el rechazo al arranque de las negras como se ve de la crucial com­binación: 8 ... PxPD 9 DxC C3A (for­zado ya que las blancas estaban ame­nazando 10DxA++) 10DxT DxT 11 A6T. Esto demuestra que las negras se ven forzadas a debilitar su ala de rey mediante ... P3A o ... T1C.

¿Cuál fue el error de las negras? Ac­tuaron contrariamente a un importante principio general. «No tomes la iniciati­va sin un desarrollo avanzado», y no calcularon las consecuencias exactas. Obsérvese que se puede actuar en contra de los principios si las previsio­nes lo justifican. Lo indicado por los principios es el camino principal pero siempre es posible que exista un atajo más rápido en algún caso específico.

Las blancas no podían jugar aquí 8 DxT por 8 ... C5R+ a la descubierta 9 R1DCxP+.

8 ... T1C

Sería mejor 8 ... P3A pero las negras están soñando con ... A2C. Enfrenta­dos con la elección entre ... P3A y ... T1C (como se ve en el análisis des­pués del 8.° movimiento blanco), las negras escogen la peor de las dos pues este movimiento elimina definiti­vamente el enroque por el lado de rey y hacerlo por el de dama no parece muy atractivo (la columna AD está abierta) las perspectivas del rey negro están lejos de ser de color de rosa.

9 AxC D2A

En lugar de esto 9 ... D1D podría ha­ber ganado un tiempo

10 T1A

Las negras estaban todavía amena­zando 10 ... A2C y 11 ... AxA. Des­pués de lo jugado no sería prudente

230 Ajedrez. El camino hacia la maestría

por parte de las negras seguir con 10 ... A2C teniendo en cuenta 11 D2D AxA 12 TxA D1D 13 D6T, ganando un peón y atacando la posición negra desde el flanco. Obsérvese que 10 T1A retiene alguna iniciativa para las blancas amenazando indirectamente la dama negra.

10 ... P3D

Haciendo sitio para la dama y evi­tando una eventual grieta con P6D.

11 C3A

No hay camino directo de sacar ventaja de la precaria situación de la dama negra y de las otras debilidades de la posición enemiga. Así, las blan­cas no pueden hacer nada mejor que completar su desarrollo y llevar fuer­zas de refresco a la lucha para aprove­char las ventajas recientemente adqui­ridas.

11 ... P3TR?

Las negras temen 12 C5C que po­dría crear complicaciones, y por eso hacen este movimiento debilitador. El

castigo o lo malo es que siempre crea nuevos males. El movimiento del texto evita 12 C5C pero no era absoluta­mente necesario evitarlo. Habían otras cosas más importantes a hacer en el ala de dama.

Cuando se tiene mal juego, como tienen las negras aquí, generalmente no es posible parar todas las amena­zas, y entonces es una buena idea psi­cológica dar al contrario una opción que le haga perder tiempo y energía. Aquí, por ejemplo, en lugar de hacer un movimiento que el contrario pueda responder sin esfuerzo, hubiera sido mejor para las negras hacer un movi­miento que obligase a las blancas a perder tiempo y energía analizando. Después de 11 ... C3T o 11 ... C2D las blancas tendrían que elegir entre la continuación del desarrollo normal 12 A2C y el movimiento agresivo 12 C5C y sólo mediante un análisis riguroso se puede averiguar cuál de las dos es mejor.

12 A2C C3T

Uno se puede preguntar por qué en posiciones como ésta el caballo debe ir a 3T apartado del centro en lugar de ir a 2D en el centro. Si se lleva el caba­llo a 2D necesitará otro movimiento para llevarlo a 3AR, y no puede per­manecer bien en 2D en parte porque bloquea el desarrollo del AD negro y en parte porque el propio caballo no es muy eficaz en 2D.

El caballo ¿está mejor en 3AR nece­sitando dos movimientos para llegar ahí que en 3TD a donde puede llegar con un solo movimiento? Quizá, pero no es seguro.

Desde 3TD el caballo puede ir a 4AD pero por ahora puede quedarse en 3TD. Desde 2D también podría ir a 4AD pero lo tendría que haber hecho

Defensa india de rey II 231

más pronto, para no obstruir el desa­rrollo del AD.

13 0-0 P4CR

Las negras desean jugar ... A4A pero antes quieren evitar que las blan­cas jueguen C4T. El remedio es peor que la enfermedad ya que este avance de peón faculta a las blancas a entrar en las posiciones contrarias.

14 D3D!

Con un mismo movimiento las blan­cas evitan ... A4A y toman posición en la diagonal que les permitirá penetrar en el debilitado flanco del rey negro. Las blancas amenazan 15 A7C! sa­cando ventaja del ataque indirecto del AD blanco contra la dama negra. Por ejemplo: 15 A7C D2D 16 A x A T x A 1 7 D7T ganando un importante peón y presionando la posición negra desde el lado o flanco.

14 ... D2D 15 C4D

El principio de la última etapa: la ex­plotación de las ventajas blancas. El handicap de las negras reside en la in­

segura posición de su rey. Para apro­vechar esta inseguridad del rey las blancas deben adelantar sus piezas y abrir la posición a lo largo de la colum­na AR. Ambas cosas sucederán pron­to.

El texto evita ... D4A y prepara 16 P4A!.

15 ... A2C

Las blancas amenazaban: 16 D7T T3C 17 C6R! y si 15 ... C4A las blancas continuarían con 16 D7T T3C 17 P4CD C5T 18C6R etc.

16 D7T R1A

Este era uno de los objetivos del úl­timo movimiento negro.

Después de todo, el rey negro tiene un sitio, pero ¡qué sitio! Obsérvese que está en línea directa con la TR blanca aun cuando ahí hay dos peo­nes interpuestos.

17 P4A!

El avance decisivo. Las blancas amenazan abrir la posición y vencer inmediatamente c o n 1 8 P x P P x P 1 9 C6R+.

17 ... P5C

Forzada ya que si 17 ... T1T se se­guiría con 18 C6R+! PxC 19 DxA+ etc.

18 P5A

Se amenaza, ganando 19 C6R+.

18 ... D1D?

La única forma de oponer alguna re­sistencia sería con 18 ... A x C + 19 AxA si bien después del cambio del

232 Ajedrez. El camino hacia la maestría

alfil del fianchetto las negras están condenadas a perder por lo menos su PT ahora y otra cosa más tarde.

19 C6R+

Una combinación fácil ya que los movimientos negros son prácticamen­te forzados.

19 ... A x C

Si se hubiera jugado ahora 19 ... PxC 20 PAxP+ a la descubierta, A3A 21 D7A++.

20 A x A +

Un movimiento intermedio que fuer­za la réplica negra. Obsérvese la im­portancia que tiene en esta combina­ción el orden en que se realizan los movimientos.

20 ... TxA 21 D8T+ T1C 22 D x P + T2C

Si las negras hubiesen jugado 22 ... R1R después de 23 PAxA habría las siguientes posibles continuaciones:

(a) 23 ... P3A 24 D5T+ seguido de mate.

(b) 23 ... T1A 24 TxP TxT 25 D8T+ T1A 26 D5T+ seguido de mate.

(c) 23 ... PxP 24 PxP D3C+ 25 R1T y ahora no se tiene ninguna de­fensa contra la jugada 26 D7T.

23 PAxA P3A 24 T5AR

La ventaja del movimiento del texto es que desde 5AR la torre puede ir o bien a 5CR (tal como veremos en el fi­nal de la partida ... PxT no sirve por T1A+) o bien a 5TR con varias amena­zas.

Obsérvese que 24 T4AR no sería adecuado por:

(a) después de 24 ... R1C no hay ninguna continuación convincente

(b) después de 24... D3C+ 25 R1T DxP 26 TD1A R1C no gana directa­mente.

Después de 24 T5AR las negras no tienen ninguna defensa satisfactoria, a saber:

(a) 24 ... R1C 25 T5T amenazando

Defensa india de rey II 233

mate y si 25 ... R1A 26T5C como en la partida

(b) 24 ... D3C+ 25 R1T DxP 26 TD1A y no hay defensa posible contra la línea ganadora 27 T5C.

24 ... C2A

Con la esperanza de llevar el caballo a la defensa.

Se amenaza un mate próximo y si 25 ... PxT 26 D8T+ T1C 27 T1A+ R1R 28DXT+ + .

A veces una partida va mal desde su principio, siendo esto cierto a veces para los maestros, pero forzado para los amateurs. Una ¡dea errónea, y la mejor posición queda desbaratada. En tales casos es difícil conseguir nada, y en esta partida el amateur no triunfó.

25 T5C! Abandonan

Ocupación del centro en la apertura Buscando el movimiento que difi­culte más al contrario Cambio de una debilidad por otra Explotando el hueco

Rehusando el cambio cuando no es ventajoso Ataque al ala del rey Movimiento con tiempo Un sacrificio combinado

Hay posiciones frecuentes en el tablero en los que uno de los dos jugadores hace alguna concesión a fin de obtener en cambio alguna ventaja. A esto se le podría denominar cambio de valores posicionales en comparación al cambio de peones y piezas en el campo,del material. Es muy difícil valorar una ventaja posi-cional frente a una desventaja. No existe en este aspecto una escala como la hay para las piezas y peones. Cada cosa depende de circunstancias especiales. Por ejemplo: la posesión de los dos peones blancos ¿les compensa la debilita­ción de su posición de peones? o un hueco en la posición de peones blancos ¿queda compensado con un hueco en el lado del rey negro? Este último caso permite una respuesta más general ya que una debilidad relacionada con la po­sición del rey, generalmente es más seria de la que no lo está.

En esta partida los valores posicionales juegan un papel muy importante. En su movimiento 10 las blancas adelantan su PR dando al caballo negro la oportu­nidad de ocupar un cuadro fuerte. A cambio de ello las blancas tienen la ocasión de llevar uno de sus caballos atacantes a un hueco muy próximo al rey negro. Si­gue una escaramuza y aparentemente no pasa nada especial, pero cuando de­saparece el humo de la batalla se ve que el resultado ha sido que se ha debilita­do la posición del rey negro en cuanto ahora tiene sólo dos peones en la 3.a línea en lugar de los tres originales en la 2.a línea. Esta doble debilidad falta de un peón y los dos restantes adelantados un cuadro, da a las blancas la ocasión de arremeter con todas sus fuerzas contra la posición negra y decidir la lucha con un sacrificio astuto.

236 Ajedrez. El camino hacia ¡a maestría

DEFENSA INDIA DE REY

Semi-Grünfeld

BLANCAS: NEGRAS: Maestro Experto

1 P4D C3AR 2 P4AD P3CR 3 P3CR A2C

En lugar de tratar de levantar una pared defensiva de peones para opo­nerse a la acción del alfil blanco lian-chettado como hicieron las negras en la partida 20, las negras prefieren fian-chettar su propio alfil.

4 A2C

Con el fianchetto el alfil blanco ejer­ce presión a lo largo de la diagonal lo que da a las blancas un considerable control del centro.

4 ... P4D

Las negras juegan ... P4D como en la defensa Grünfeld, pero aquí la situa­ción de las blancas es bien distinta que la posición análoga en la Grünfeld, pues en esta partida si 5 PxP CxP, las blancas pueden ahuyentar al caba­llo negro mediante 6 P4R sin que las negras tengan el cambio favorable 6... CxC. Compárese con la partida 9.

5 P x P

Las blancas cambian en este mo­mento para aprovechar la presión del AR blanco de la manera más eficaz. Después de 5 CR3A o de 5 CD3A las negras podrían contestar 5 ... P3A lo que estorbaría la actividad del alfil blanco. Entonces las negras habrían conseguido la posición por la que es­

tuvieron esforzándose en la partida 20. En este caso también hubiera sido sa­tisfactorio para las negras 5 ... PxP.

5 ... CxP 6 P4R

Las blancas aprovechan inmediata­mente la ocasión de hacerse con el centro. Hemos visto ya este avance en otras varias partidas con distintos gra­dos de éxito. Para valorar este tipo de centro debemos considerar los si­guientes factores:

(a) el grado de movilidad de las piezas en comparación con el de las piezas contrarias,

(b) la posibilidad de acción como consecuencia de la mayor movilidad.

(c) la vulnerabilidad del centro.

La posesión del centro supone una responsabilidad para el jugador que la disfruta. Si no consigue sacar ventaja de los factores (a) y (b) tendrá que su­frir las consecuencias de (c).

Puesto que un ataque al rey no se presenta por sí solo, las blancas tienen que trabajar en esa dirección, y esta tarea no es fácil.

Defensa india de rey III 237

6 — C3C

Las negras se ven forzadas a mover su caballo ¿a dónde lo llevarán? ¿Bus­carán simplemente el punto más se­guro? ¿o intentarán encontrar un lugar desde el que el caballo pueda incomo­dar a su adversario y forzarlo a movi­mientos menos ventajosos?

En esta posición, la réplica 6 ... C3C es insubstancial ya que no fuerza nada. Pero buscando encontramos el movimiento 6 ... C5C destinado a per­turbar la posición blanca y su control del centro. Prácticamente fuerza 7 P5D a la que seguiría 7 ... P3A.

Analicemos la réplica 6 ... C5C. Las blancas tienen varias posibilidades:

(a) 7 C2R? Ax P seguido por (1) 8 C x A DxC 9 D x D C7A+

10 R1D CxD ganando un peón o

(2) 8 DxA? C7A+etc. (b) 7 D4T+ CD3A 8 P5D y las ne­

gras parecen a punto de perder una pieza pero ... P4CD! 9 DxPC C7A+ 10 R1D A2D y las blancas no pueden capturar un caballo u otro por 11 PxC? A x P + a la descubierta, o bien 11 RxC? C5D+

(c) 7 P3TD CR3A 8 P5D C5D 9 C2R A5C 10 CD3A con posibilidades muy buenas para las negras.

(d) 7 P5D (lo mejor) 7 ... P3AD 8 C2R PxP 9 PxP y las blancas quedan con el PD aislado y adelantado.

Es decir, que 6 ... C5C es mejor que lo jugado en el texto porque no deja a las blancas la incuestionable posesión de su buen centro.

7 C2R

Según el sistema elegido el caballo se desarrolla a 2R:

(a) para proteger el PD de tal for­ma que el caballo defensor no pueda quedar clavado (después de 7 C3AR A5C, el PD queda verdaderamente aprisionado).

(b) para mantener libre la diagonal del alfil del fianchetto.

7 ... 0-0 8 0-0 P3R

Controlando su 4D las negras pre­paran el avance ... P4AD. Lo del texto tiene la desventaja de crear un hueco en la posición del lado de rey negro y debilitar el cuadro 3AR negro. Pronto veremos lo que esto significa.

Las negras también podrían haber avanzado enseguida su PAD sin otra preparación alguna: 8 ... P4AD 9 P5D P3R o bien 9 ... C3T teniendo las ne­gras alguna contraoportunidad en el lado de dama. Smyslov ha jugado fre­cuentemente en esta línea. Esto con­duce a otro tipo de juego, por ejemplo: Euwe-Smyslov (candidatos 1953) 8 ... P4AD 9 P5D P3R 10 P4TD C3T 11 C3T PxP 12PxP A4A 13C3A C5C 14 A3R y las blancas tendrían un buen juego.

Si las blancas jugaran 9 PxP des­pués de 8 ... P4AD, por el peón sacrifi­cado se podría seguir con: 9 ... DxD+ 10 RxD C5T con buen juego para las negras.

9 CD3A C3A

Era imposible sacar adelante el 9 ... P4AD planeado teniendo en cuenta el simple 10 PxP. Compárese el mismo 9 ... P4AD en una posición en la que las blancas no tuvieran desarrollado su CD en 3A, por ejemplo: 9 P3TR P4AD 10PxP DxD 11 TxD C5T.

La cuestión es que después de 9 CD3A el caballo negro ya no tiene el cuadro 5TD a su disposición.

238 Ajedrez. B camino hacia la maestría

10 P5R!

Este es el movimiento clave. El rey negro ha enrocado y las piezas blan­cas están suficientemente desarrolla­das y preparadas para actuar. Las blancas se preparan para controlar su 6AR mediante 11 C4R y 12 A5C como se verá en la partida.

Dicho de otra forma, las blancas tra­tan de explotar la debilidad del hueco en 3AR en la posición negra del lado de rey.

Es cierto que las blancas tienen el mismo hueco, pero no hay una pieza negra en la vecindad que pueda sacar ventaja de él y se necesitarían por lo menos dos piezas.

Lo jugado en la partida tiene un in­conveniente: permite que las negras tomen posesión de su cuadro 4D para sus piezas.

10 ... C5C

Las negras juegan esto para contro­lar su cuadro 4D y evitar la debilitación de su formación de peones mediante AxC (6A) blanco.

11 C4R

Las blancas amenazan tomar el control de la casilla negra de 3AR des­pués de las jugadas: 12 A5C D2D 13 C6A+ A x C 14 A x A seguido por 15 D2D y 16 D6T con inminente mate.

11 ... P3TR

Prácticamente forzado, salvo que las negras estén dispuestas a permitir la susodicha invasión con A5C y C6AR+.

12 C6A+!

En esta posición las blancas deben considerar:

12 ... AxC 13 PxA DxPA 14 AxPR T1R (14 ... T1D? 15 D2D D2R 16 A5C P3AR 17 AxPA, etc.) 15 D2D, y las blancas están más desarrolladas y po­seen los dos alfiles mientras el rey ne­gro no está seguro.

12 ... R1T

El caballo blanco está magnífica­mente situado en su 6AR constituyen­do una amenaza permanente para el rey negro, pero la cuestión es cómo emplear de la mejor manera posible esta posición favorable. En estos ata­ques hay generalmente dos grandes problemas: cómo llevar una pieza a un lugar fuerte, y luego cómo sacar ven­taja de la presencia de dicha pieza en ese lugar. El último problema requiere en muchos casos sacar las piezas para apoyar a la fuerte y colaborar con ella.

13 P4TR

Lo del texto sirve de preparación para P5T (y esto se ve en la continua­ción de la partida) para C4C y después de ... P4TR para A5C, ya que ahora el PTR protege el alfil.

Defensa india de rey III 239

13 ... P4A

Única contraoportunidad negra. La estrategia indicada es romper la posi­ción blanca del centro, cambiar damas (lo que reduce cualquier ataque al rey enemigo a la mitad de su anterior vi­gor) y crear posibilidades para su CD en sus 7AD o 6D.

Si las blancas en lugar de proseguir con su propia estrategia como se des­cribe bajo el 13.° movimiento blanco, intentasen combatir la estrategia ne­gra cambiaría completamente el as­pecto de la cuestión: por ejemplo 14 PxP? DxD 15 TxD C5A con toda suerte de amenazas y con un contra­juego fuerte.

14 C4C

Las blancas siguen llevando adelan­te su propio plan. Este es un intere­sante ejemplo de acción y contraac­ción en flancos opuestos. En tales ca­sos ambos jugadores tienen prisa.

14 ... P4TR

(a) 14... PxP 15AxPAR (1) 15 . . .AxA 16CxA P6D 17

C3A R2C 18C4C.

La superioridad de las blancas es incuestionable por:

(a) Las blancas tienen el total con­trol de la casilla negra de 3AR.

(b) El ala de rey negro está muy debilitada.

(c) El PD de las negras está cada vez más débil.

(d) El AR de las blancas tiene gran actividad.

(2) 15... P6D 16D2D PxC 17 A x A + RxA 18 D6T+ etc.

(b) 14... R2T 15 D2DP4TR (forza­da) 16 C6A+ AxC 17 PxA DxPA 18 PxP C(3C)-4D 19 P3T C3AD 20 AxC ganando las blancas un peón. Si 20 ... T1D es refutado por 21 D6T+.

15 A5C

De acuerdo con el plan, las blancas asumen el control de su casilla 6AR.

15... D2A 16 C6A

Continuación lógica de la estrategia blanca.

16 ... PxP

También las negras deben proseguir con su estrategia.

17 C4A

Y las blancas con la suya. Ahora las negras no tienen defensa frente a C(4)xPT.

17 ... DxP Las alternativas son también favora­

bles a las blancas: ¿Qué otra cosa pueden hacer?

240 Ajedrez. El camino hacia la maestría

18 C(4)xPT

Si ahora 18 ... PxC 19DxP+ segui­do de mate.

Por tanto, las negras no pueden aceptar el sacrificio, y las blancas pue­den cambiar su C(5T) por el AR negro e intentar luego atacar por los débiles cuadros del ala de rey negro, jugando D2D seguido de A6T.

Si 18 ... CR (o CD)-4D las blancas continuarían 19 T1R D3D 20 CxA RxC (como en la partida) 21 DxP. Este peón está protegido en la partida, pero no en la variante.

18 ... C2D

Las negras deben intentar minar la fortaleza blanca en el cuadro 3AR de las negras.

Las blancas pueden ganar el cam­bio de varias formas.

Por ejemplo:

(a) 19CxC AxC 20 CxA RxC 21 A7R C3A (o 21 ... C4D) 22 AxT+ Tx A, etc. O bien

(b) 19 C4C D3D 20 CxA RxC 21 A6T+ R1C 22AxT CxT.

Ninguna de estas combinaciones hubiera facilitado la tarea de las blan­cas ya que el peón pasado negro en su 5D demostrará ser un verdadero obstáculo. Por esto las blancas optan por una continuación con la que en primer lugar eliminan el PD negro. Em­piezan:

19 T1R

Un movimiento intermedio conve­niente.

19 ... D3D 20 CxA

Esta ha sido la intención blanca du­rante todo el tiempo, pues hay que eli­minar el alfil para hacer aún más vul­nerable la posición del rey negro.

20 ... RxC 21 CxC

Si 21 D3A entonces 21 ... P4R lo que evitaría 22 CxC seguido de 23 D6A+.

21 ... AxC

Forzado, pues si 21 ... DxC 22 D2D! ganando el caballo negro o el cambio (23 A6T+ seguido de 24 AxT). Es cier­to que se puede pensar que esto lleva a posiciones similares a las menciona­das como posibles para el 19.° movi­miento de las blancas. Pero la gran di­ferencia estriba en que en esta varian­te las blancas pueden ganar el PD ne­gro (que es el peligroso peón pasado en la variante anterior) de propina como se deduce claramente de 22 ... C3A 23 A6T+ R1C 24 AxT RxA 25 TD1D seguido de 26 AxC y 27 DxP.

22 A4A

Defensa india de rey III 241

Obsérvese que una vez desapareci­do el alfil negro del fianchetto los cua­dros negros en su territorio quedan débiles.

La alternativa 22 D2D no lleva a nin­gún sitio. Las negras responden 22 ... T1T.

22 ... D3C

Forzado. Si 22 ... D2R 23 D x P + se­guido por 24 A6D!.

Si 22 ... D4A 23 T1AD. La jugada del texto mientras tanto protege el PD.

23 A5R+ P3A 24 AxPD

(a) los dos alfiles (b) el ala negra de rey está debilita­

da.

24 ... D2A

Las negras no pueden mover la dama de forma indiferente.

Si 24 ... D1D 25 A5A ganando el cambio.

Y si 24 ... D3D 25 AxP+ ganando la dama.

25 T1AD C3A 26 P5T!

Sin pérdida de tiempo las blancas han recuperado su peón sacrificado y prosiguen el ataque. Demolerán siste­máticamente la nueva línea de protec­ción del rey negro.

26 ... P4R

Si 26 ... P4CR 27 D3D ganando por lo menos un peón después de 27 ... A1R28TXP.

27 A5A T1T 28 A6D

Obsérvese cómo todos los movi­mientos blancos están hechos con tiempo.

28 ... D1A

Las negras mantienen la protección de su alfil.

29 PxP

¿Cuál es el resultado de toda esta complicada maniobra? El material es equivalente pero las blancas tienen dos ventajas posicionales:

242 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Las blancas han conseguido su ob­jetivo del ulterior debilitamiento de la posición del ala de rey hasta el punto de estar efectivamente preparadas para el golpe decisivo.

29 ... A4A

El movimiento 29 ... A6T lleva a las mismas consecuencias que los de la partida, es decir, 30 AxC y 31 TxP.

¿Por qué las negras no capturan in­mediatamente el peón blanco? La cuestión es que la posición del rey ne­gro está a propósito para un ataque por todo lo alto. Después de 29 ... RxP llegamos, como en el propio jue­go, al barrido por parte de las blancas del resto de los peones del baluarte negro: 30 AxP P x A 3 1 D6D+ R2C 32 TxP y el ataque de las blancas es irre­sistible.

Con lo del texto las negras intentan construir un nuevo frente defensivo, con la ayuda de su alfil, pero en vano.

30 AxC PxA 31 TRxP!

Con las piezas negras separadas de su rey las blancas pueden afrontar un

sacrificio considerable a fin de llevar sus propias piezas al ataque inmedia­to. Deberían estudiarse cuidadosa­mente las consecuencias de aceptar el sacrificio. Se ve el desamparo en que queda el rey sin la protección de los peones y asaltado por piezas ene­migas: 31 ... PxT 32 A x P + .

(a) 32 ... R1A? 33 P7C+ etc. (b) 32... R1C 33AxT

(1) 33 ... RxA 34 D5T+ C2R 35 D7T+ R3A 36 D7A+ R4C 37 T5A! (amarrando casi todas las piezas ne­gras) T1C 38 P7C y no hay defensa posible contra. 39 P8C=D+ seguido de 40 DxA+ o bien 40 T x A + .

(2) 33 ... AxP y las blancas tienen dos peones de más, y ocasiones de atacar de­jando al adversario sin de­fensa, por ejemplo: 34 D4DD2A35TxP!D2A36 D4CR.

(c) 32 ... RxP 33 A x T DxA 34 T x P + .

(1) 34... R4C 35P4A+ + . (2) 34 ... R2A 35 D5D+ ga­

nando el alfil y más. (3) 34 ... R2C 35 D4D+ R2T

36 D4T+ R1C 37 D5C+ ganando otra vez el alfil.

(d) 32 ... R3T 33 D2D+ R4T (33 ... RxP 34 AxT) o bien 34 A6A seguido de mate en 5C.

Vistos estos análisis las negras de­ciden no aceptar el sacrificio y juegan:

31 ... RxP

Se podría haber alargado la resis­tencia con 31 ... AxP 32 T7R+ A2A.

32 T7R T6TR

Defensa india de rey III 243

Las negras juegan este movimiento esperando poder continuar con 33 ... D1T. Pero esto no ayuda nada. Si por ejemplo: 32 ... T2T 33 TxT RxT 34 D5T+ R2C 35 T1R A3R 36 A4A! y ga­nan por penetración de la dama blan­ca. Si 33 ... T1R 34 T7AD gana un se­gundo peón.

33 T4A Abandonan

Las blancas amenazan 34 P4CR A3R 35 D2A+. Si las negras juegan 33 ... D1T se decide la partida con 34 T4C+ A x T 3 5 DxA+ R3T36A4A++.

Una partida bien jugada por parte del maestro y lo mismo por parte del experto. Los motivos por los que este último ha perdido deben verse como consecuencia de la línea que se ha se­guido en la apertura. En la época en que se jugó esta partida, la teoría aún no había establecido que «8... P3R no

es recomendable porque el hueco en el 3AR negro puede resultar delicado como se ha visto en partidas tales como la Euwe-Lupi (Londres 1946)».

Por tanto, el experto no podía cono­cer esto y sería mucho pedir que pu­diese prever (ni aun un maestro lo hu­biese podido), las subsiguientes com­plicaciones y ser capaz de sopesar los pros y los contras.

Realmente el experto hace todo lo posible pero sin conseguir nada. En un momento oportuno emprende accio­nes en el centro, abre caminos y evita por procedimientos indirectos una de-bacle en su flanco de rey.

En varias ocasiones encuentra los movimientos defensivos correctos y no le ayuda el tener que enfrentarse eventualmente con problemas insolu-bles. Aquí, al igual que en las partidas 5 y 17, el perdedor, a pesar de sus de­rrota, no se diferencia de un maestro.

La teoría del P3CR blanco en la De­fensa India de Rey La teoría del juego del CR de las blancas en la Defensa India de Rey Técnica de la cadena de peones Tensión Restringiendo la movilidad del con­trario

Fallo de simplificar en el momento crítico Peligro de los movimientos mecáni­cos temáticos Creando presión a lo largo de una columna abierta El sacrificio fingido

Una de las virtudes del maestro es que sabe lo que pretende y mantiene siempre una visión objetiva de lo que está sucediendo en el tablero. Al amateur le falta esta visión de conjunto y es frecuentemente demasiado optimista porque no discierne sobre la situación completa y cuando las cosas se desenvuelven fa­vorablemente en una zona del tablero mira el futuro con demasiada confianza.

El amateur puede caer en una situación peligrosa en el momento en que su iniciativa entra en un proceso más lento. Es capaz de seguir soñando en el éxito a pesar del cambio de ritmo. Ciertamente, en este momento el éxito no es evi­dente pero el amateur tiende a creer que se trata de una cuestión accidental y espera confiadamente su línea para rehacerse pronto. No cambia nunca su pun­to de vista respecto a una situación cambiante, en primer lugar porque no es ca­paz de hacer un análisis correcto y detallado de ella, y en segundo lugar porque sospecha que podría descubrir que las cosas no son tan prometedoras como esperaba que fuesen; esta actitud es ejemplo de una típica debilidad humana: el deseo de estar al margen de las malas noticias.

Cuando en casos críticos se ha perdido la iniciativa completamente y el maestro se da cuenta de que jugando inmediatamente para hacer tablas puede salvar la partida que de otro modo estaría perdida, en general elige la continua­ción apropiada conformándose con las tablas. Pero en general el amateur espe­ra lo imposible: que de alguna forma reaparezca la iniciativa que le lleve al triun­fo.

246 Ajedrez. El camino hacia la maestría

En esta partida aparece este motivo psicológico. El amateur ha jugado un ajedrez más bien fuerte durante la primera parte de la partida, ha tomado la ini­ciativa y ha tratado de romper completamente la línea del frente enemigo. Sin embargo, esa línea es demasiado fuerte y el maestro puede mantener la igual­dad. Cuando el amateur, no dándose cuenta de que lo más a que puede esperar es a tablas, persiste en hacer movimientos atrevidos, el maestro saca ventaja del inmotivado juego del contrario y toma la iniciativa para sí mismo. La fase final de la partida está caracterizada por los atractivos giros tácticos, pero a pesar de la tenaz defensa del amateur, este último no puede resistir a la larga los potentes golpes del maestro.

Son notables los varios sacrificios fingidos que aparecen tanto en la partida misma como las variantes que surgen del juego.

DEFENSA INDIA DE REY

Variante principal con fianchetto blanco de AR

BLANCAS: NEGRAS: Experto Maestro

1 P4D C3AR 2 P4AD P3CR 3 C3AD A2C 4 P4R P3D

Hemos visto ya esta apertura y co­mentado la teoría de estos movimien­tos en la partida 19.

5 P3CR

Hemos visto este fianchetto en el ala de rey blanca, en combinación con la apertura de PD en las partidas 20 y 21.

Las blancas igualmente podrían ha­ber jugado primero 4 P3CR y luego 5 P4R. También podrían haber jugado solamente P4R como en la partida 19 o sólo P3CR como en la 20, y más tar­de, o nunca, P4R.

El objeto de jugar ambos P4R y P3CR tempranamente es el de reser­varse la posibilidad de jugar CR2R, movimiento que ciertamente merece ser considerado, pues en su 2R el ca­

ballo no estorba al AR, y lo que es más importante, permite P4AR.

Contra este tipo de desarrollo las negras tienen triunfos: un ... P4R tem­prano (puesto que el CR blanco no está desarrollado en su 3AR) y el refor­zamiento de la presión mediante ... C3AD (después de ... P4R). El CD pue­de entonces retirarse a su 2R después de que las blancas hayan jugado P5D. Todo esto sucede en esta partida.

5 ... 0-0 6 A2C P4R

La idea básica de las negras en el fianchetto en el lado del rey es la de aprovechar la actividad del AR. Uno de los medios para hacerlo consiste en jugar ... P4AD, otro ... P4R refor­zando con ello la presión del AR negro contra el centro. Las negras pudieron anteponer a ... P4R.

a) 6 ... CD2D con esta jugada las negras pierden la oportunidad de co­locar su CD en 2R como en la partida, y porque el CD2R, es tan fuerte como se verá más adelante; o bien

b) 6 C3A con la ¡dea de inducir a las blancas a jugar P5D inmediata­mente; por ejemplo: 7 P5D C4R 8 D2R y después 9 P3TR (para prevenir ... A5C) y el caballo de las negras será atacado por 10 P4AR.

7 C3A

Las blancas llevan su caballo a 3A para ejercer presión en sus cuadros 5R y 4D.

También sería posible y bastante bueno 7 CR2R con la ventaja señalada bajo el 5.° movimiento blanco. Las blancas debieron considerar las si­guientes alternativas distintas a 7 CR2R.

a) 7 PxP PxP 8 DxD AxD y las negras dominan la fila de dama, mien­tras que el AR blanco está detrás de una diagonal cerrada. Además el cua­dro 5D negro puede ser fuerte para ellos ya que no hay ningún peón blan­co situado desde donde pueda hacer retroceder a un caballo negro coloca-

o ahí. o) 7 P5D esta jugada es bastante

uena para las negras, que inmediata-ente juegan 7 ... C1R seguido de 8...

Defensa india de rey IV 247

P4AR con la ¡dea estratégica de atacar la cadena de peones (compárese la partida 19). Con esta variante las ne­gras se apresuran a atacar forzando al PD de las blancas, con la ganancia de un tiempo de desarrollo para las ne­gras.

c) 7 A3R no es bueno ahora por 7 ... C5C. La línea 7 A5C sería sin duda mala, pues después de 7 ... P3TR las blancas deben o bien cambiar su alfil por el caballo negro, lo que general­mente no ocurre en la apertura, o bien retirarse perdiendo tiempo.

7 ... C3A

Una jugada que desarrolla una pieza y ejerce presión sobre el PD blanco. Las negras también podrían haber ju­gado 7 CD2D. Este tipo de movimien­to ya ha sido comentado bajo la 6.a ju­gada negro.

Podrían haber jugado 7 ... PxP que conduce a otro tipo de juego sosega­do, que no es malo aun cuando las ne­gras han renunciado al centro, ya que consiguen posibilidades a lo largo de la gran diagonal 2CR-7CD.

Un ejemplo: 8 CxP T1R 9 0-0 CD-2D 10 P3C? (las blancas no tendrían la cadena de peones segura ya que sería vulnerable para las negras siendo ata­cado por medio de ... P5TD; preferible es 10 P3TR seguido por 11 A3R) P3A 11 A2C D3C 12 D2D C4A 13 TR1R P4TD 14 TD1C P5T 15 A1TD PxP 16 PxP C5C! 17 P3T TxA! 18 TxT CxPA y las negras ganan, ya que re­cuperan el material sacrificado más los peones extras: 19 DxC C6D o bien 19 RxC CxPC (Zita-Bronstein, Buda­pest 1946).

8 P5D

Puesto que hay que mantener la presión en el centro tanto tiempo

248 Ajedrez. El camino hacia la maestría

como sea posible, las blancas demo­ran hasta ahora este movimiento te­mático. Otras posibilidades son:

(a) 8 0-0 PxP 9 C x P y las negras realizan el sacrificio fingido: 9 ...CxP! 10 CxCD CxC 11 CxD CxD 12 Cx PC seguido por:

(1) 12 ... AxC 13 AxA TD1C 14 TxC TxA y las negras ciertamente no están mal.

O bien (2) Las negras ganan un

peón, jugando 12 ... CxPC en lugar de 12 ... AxC pero sin embargo esto es un poco complicado.

Un ejemplo: 13 CxPD PxC 14AxT C x P 15T1C A4A 16T4C TXA 17 TxC A6D.

Esto demuestra cómo a veces un jugador ha de pensar la fuerza que pue­de tener un ataque indirec­to (9 ... CxP!), cuando una pieza interrumpe la línea de ataque.

b) 8 PxP PxP y la situación resul­tante después de 7 PxP no es venta­josa para las blancas, y su casilla 4D queda muy débil.

c) 8 A3R en este punto el jugador ha de tener en cuenta que: (7 A3R es prácticamente refutada por 7 ... C5C) y después de 8... C5CR 9 A5C P3A 10 A1A.

Sin embargo, se ha visto que el alfil blanco ha perdido varios movimientos, aunque a cambio ha obtenido las si­guientes ventajas:

(1) ... P3A deja con impedimento de jugar a su AR.

(2) Un posterior ... P4A es mucho más efectivo como reacción

contra P5D de las blancas (ca­dena de peones fuerte) pues en las circunstancias alteradas las blancas pueden preferir no ju­gar P5D por lo que la jugada negra ... P4A no sería un movi­miento eficaz.

(3) El CR negro retrocederá con tiempo por P3TR.

8 ... C2R

El caballo va a 2R para presionar sobre 4AR negro y participar en la ba­talla en cadena que se avecina.

9 0-0

En este momento ambos bandos tienen el mismo número de piezas de­sarrolladas y ninguno de los dos tiene aún desarrollado el AD. Este es el mo­mento en que los dos deben iniciar su estrategia de la cadena de peones. Esta estrategia ha sido explicada de­talladamente bajo el 8.° movimiento negro de la partida 19.

9 ... C1R

En general no es deseable retroce-

Defensa india de rey ¡V 249

der una pieza anti-desarrollándola, por llamarlo así pero está justificado que ahora lo hagan las negras para poder atacar el PR blanco que es la base de su cadena.

También hay que considerar 9 ... C2D que tiene la ventaja de permitir que el caballo vaya a 4AD, pero el in­conveniente de bloquear el AD. En 1R e! caballo protege también al PD lo que podría ser importante si este peón fuera atacado por P5AD.

El movimiento 9 ... C4T para prepa­rar la misma estrategia tiene el incon­veniente de que no amenaza ... P4AR ni ninguna otra cosa parecida, ya que 10 ... P4AR 11 PxPPxP?(11 ... AxP no está de acuerdo con la estrategia de la cadena de peones, ya que el cuadro 4R blanco podría convertirse en un cuadro fuerte para las blancas), 12 CxP perdería un peón para las ne­gras teniendo en cuenta la actual si­tuación desprotegida del caballo ne­gro en su 4TR.

Las blancas se enfrentan ahora con el problema de hacer o no hacer algo contra la estrategia de cadena de peo­nes negra.

Si las blancas continuaran con su primer objetivo jugando 10 P4CD pre­parando 11 P5A se encontrarían en apuros. Después de 10 P4CD las ne­gras responderían 10 ... P4TD y debi­do a que la TD blanca no está protegi-

[ da, éstas no podrían jugar 11 P3TD. Esto significa que 10 P5C o A3TD es forzado y en ambos casos las ocasio­nes para realizar el ataque a la base negra jugando P5A se ven muy mer­madas.

¿Por qué las blancas no juegan 10 A3R protegiendo su torre de forma que ahora puede entrar en juego el

. avance del PCD blanco? Prolongue­mos un poco más el análisis: 10 A3R P4AR 11 P4CD seguido de:

a) 11 ... P5A12 P x P P x P 13A4D y las blancas van bien: pueden seguir lo planeado con P5A. En esta posición vemos que el CR negro habría estado mucho mejor en 2D que en 1R (véase el 9.° movimiento de las negras en que tuvieron que elegir entre ...C1R y ... C2D) ya que desde 2D el caballo po­dría saltar inmediatamente a 4R ocu­pando un cuadro central fuerte y pre­parar una catástrofe completa para la posición del rey blanco avanzando sus peones del lado del rey.

b) 11 ... P3TR (más prudente y por tanto más fuerte: las negras preparan el avance de su PCR) 12 P5A P5A (mejor aquí que en [a]) 13 Px PA PRx P 14 A4D P4CR amenazando tanto 14 ... P5CR seguido de 15 ... P6A (arrinco­nando el alfil fíanchettado en la esqui­na) como 14 ... C3C seguido de 15 ... C4R ocupando el fuerte cuadro cen­tral.

Por tanto juegan

10 C4TR

Las blancas en lugar de seguir hacia el primer objetivo de la estrategia de cadena de peones, es decir, atacar la base de la cadena, se dirige hacia el segundo objetivo de atacar la cabeza de la cadena. Con el movimiento del texto están preparando P4A que tam­bién es posible.

Atacar contra la cabeza de la cade­na tiene el peligro de que el contrario puede conseguir un cuadro fuerte después del cambio de peones. Por ejemplo, en esta posición: 11 P4AR seguido de algún movimiento arbitra­rio de las negras, 12 PxP? AxP sería fuerte para las negras. O bien 11 P4AR PxP 12 TxP? también lo es, pues en ambos casos las negras tienen domi­nio completo sobre el cuadro 5R de las blancas. Las conclusiones en cuanto a atacar la cabeza de una ca-

250 Ajedrez. El camino hacia fa maestría

dena de peones son por tanto: a) en general las blancas jugarán P4AR sólo si pueden responder a ... PxP por PxP controlando así su cuadro 5R. b) en general, la ¡dea tras P4AR es avanzar luego P5AR en lugar de PxP. En la continuación de la partida se co­mentarán algunos de estos puntos.

10 ... P4AR

El movimiento estratégico para la técnica de la cadena de peones. En general este movimiento se debería ju­gar únicamente si las negras pueden responder a PxP de las blancas con ... PxP. Si las negras retomasen con una pieza, las blancas pueden hacerse fuertes en su cuadro 4R.

11 A5C!

Un buen movimiento por parte del experto que demuestra conocer las posibilidades de la situación.

Este movimiento restringe las posi­bilidades de las negras, por ejemplo, a) ahora no es posible 11 ... P3TR pues 12 A x C será seguido de 13 CxPC b) las negras desean jugar ... PxP y ... C4A (véase más adelante cuándo aparece clara la importancia de este movimiento) pero su caballo está clavado. El movimiento ... C4A puede parecer contrario a la primitiva idea de las negras de retomar con el peón en su 4AR pero con ... C4A sur­gen dos posibilidades para el caballo blanco y ninguna de las dos es buena: a) CxC PxC que es buena para las negras; b) C3A (pérdida de tiempo) y más tarde el caballo negro va a su cuadro 5D.

11 ... C3AR

Para desclavar el otro caballo. En su lugar, a) 11 ... P5A sería excelente si

después 12 PxP PxP 13 D2D A4R (con el alfil negro en un cuadro fuerte). Pero las blancas juegan inmediata­mente D2D y después de 12 ... PxP 13 PAxP la posición de las blancas es mejor pues tienen más espacio y ma­yor desarrollo. La apertura de la fila AR sólo es ventajosa para el bando mejor desarrollado, que en este caso son las blancas.

b) 11 ... PxP no lleva a ninguna parte. No hay que precipitarse en jugar tal movimiento. Las blancas nunca re­forzarán voluntariamente la posición negra con PxPA PxP. La situación del PR blanco frente al PAR negro plantea un problema difícil. En general PRxPA es favorable a las negras y ... PAxPR lo es para las blancas salvo que las negras puedan continuar con ... C4A. Así pues, aquí existe una es­pecie de equilibrio o tensión mutua.

12 D2D

Para evitar ... P3TR así como un eventual ... P5A. Ahora las blancas pueden jugar A6T siempre que quie­ran.

12 ... CxPR

Defensa india de rey IV 251

Este es el inicio de un plan. Las ne-gran ceden deliberadamente el cuadro 4R de las blancas a cambio de venta­jas que pronto se pondrán de mani­fiesto. Es dificultoso para las negras esperar más ya que las blancas están en mejores condiciones que las ne­gras para mejorar su situación: dispo­nen de movimiento, como TR1R P4A e incluso P4CD y P5AD. Las negras dis­ponen de menos espacio donde mo­verse.

13 CxC 14 TR1R!

PxC

Aquí el jugador con las blancas muestra sus progresos hacia el maes­tro poniendo las cosas más difíciles para las negras.

Las blancas podrían haber jugado ahora (y normalmente un amateur lo hubiera hecho) 14 AxP pero entonces hubiera sido más fácil para las negras liberalizar su juego y explotar la ausen­cia del AR blanco por su 2CR ya que entonces las negras podrían jugar ...A6T con tiempo: por ejemplo, 14 AxP A6T 15 TR1R D2D y ahora ... C4A con toda suerte de oportunida­des.

Después de 14 TD1R la TR blanca quedaría encerrada, lo que sería muy inoportuno.

14 ... A4A

Para proseguir el desarrollo jugando ... D2D desclavando una vez más al caballo, seguido de ... TD1R. Las ne­gras no han de temer CxA ya que 15 ... PxC les proporcionaría una sólida protección de su P5R y las blancas tienen planeado dejarles a las negras su peón extra sólo temporalmente.

15 AxP

15 CxA? sería malo, pues después de 15 ... PxC las negras tendrían un centro sólido y un peón en más.

15 D2D

Para después de todo desclavar el caballo.

El cambio 15 ... AxA hubiera dado a las blancas más libertad de maniobra, ya que por sí mismas nunca hubieran jugado CxA ni AxA.

En general, es prudente mantener tanto como se pueda la tensión exis­tente entre piezas si se tiene la seguri­dad de que el contrario no romperá esa tensión porque resultaría en per­juicio suyo.

16 P4A(?)

Las blancas atacan la cabeza de la cadena de peones. Movimiento atrevi­do esperando quizás 16 ... PxP?? 17 AxC DxA 18 AxA ganando una pieza e intentando abrir la fila de rey. Este movimiento elimina el PAR blanco como posible objeto de ataque. Pero realmente abre la fila AR en donde las negras son las dueñas, abriendo ade­más su diagonal 2CD-7CR para el AR negro.

Este movimiento es el principio de una actitud equivocada por parte del jugador de las blancas, que persiste en conservar la iniciativa cuando de­bería conformarse con un juego más sosegado, o incluso simplificando como en las alternativas a) y 6) que si­guen. En realidad, existen varias alter­nativas:

a) La jugada menos emprendedo­ra 16 P3A debe ser considerada.

b) Es preferible y más satisfactoria 16 AxC DxA 17 P4A A3T 18 D2C. Al-

252 Ajedrez. El camino hacía la maestría

gunas veces las jugadas menos enér­gicas son buenas jugadas.

c) 16 AxA? PxA lleva un peón de las negras hacia el centro, como ya fue notado.

16 ... AxA

A lo largo de la partida las negras siempre han tenido la intención de ju­gar ... AxA para seguir con ... C4A lle­vando con ello el caballo a la lucha. Pero no podía hacerlo antes porque el caballo estaba clavado.

17 TxA C4A

Finalmente se ha realizado el plan con las siguientes implicaciones: a) no hay que temer CxC PxC; b) desde su 4AR el caballo negro puede saltar a su 5D donde queda firmemente situado, y c) las negras están amenazando 18 ... P3TR ganando material.

18 PxP

Es mejor porque abre un camino para el alfil blanco en el caso de ... P3TR. No hubiera sido aconsejable 18 CxC PxC 19T1R (oT2RoT3R) P5R.

18 ... AxP

No hubiera sido bueno 18 ... PxP

porque hubiera dejado a las negras con un peón aislado.

19 CxC

Cuando en esta posición las blan­cas juegan CxC no es ventajoso para las negras retomar con su PC, pues no resulta de ello ningún dúo (dos peones en la misma línea, uno al lado del otro). El experto comprende la diferencia en­tre CxC en este momento o en un momento anterior cuando retomar con el PC hubiera dado el dúo al contrario.

a) 19 C2C también sería bueno, pero 19 C3A colocando el caballo en línea recta con la torre negra sería malo por 19... CxP (sacrificio fingido); 20 CxA CxT 21 C x D C x D 22 CxT C6A+ seguido de 23 ... T x C y las ne­gras ganan un peón. En caso de ame­naza indirecta hay que averiguar siem­pre la posibilidad de un sacrificio fingi­do. Véase el comentario bajo el 8.° movimiento de las blancas, variante a).

b) Después de 19 TD1R CxC y (1) 20 TxC D4A o (2) 20 A x C D4A las ne­gras salen algo mejor paradas ya que dominan la fila AR mientras que en la fila R en la que dominarían las blancas está cerrada.

19 ... TxC

Defensa india de rey IV 253

Aquí, como ya se ha indicado antes, 19 ... PxC dejaría a las negras con un peón aislado en lugar del dúo deseado que a veces alcanzan las negras en si­tuaciones similares cuando su PR está aún en 4R.

20 TD1R?

Un serio error del experto. Este serio error junto con su cuestionable 16." movimiento es bastante para acabar mal.

Este movimiento es demasiado te­mático. Es mala idea en ajedrez doblar las torres sin un objetivo definido y despreciar la importancia del doblado negro en el movimiento siguiente. Hay un proverbio latino que dice: «Si dos personas hacen la misma cosa, no es exactamente la misma.»

También sería malo 20 TD1AR T x T + 21 RxT D4A+ y si 22 T4A DxA ganando el alfil, y si 23 T8A+ TxT+ü y no serían las negras, sino las blancas las que perderían su dama.

Las blancas deberían haber jugado 20 A4A AxA 21 TxA TD1AR 22 TxT DxT y a) 23 T1R o quizás sencillamen­te b) 23 D2R seguido de 24 T1AR y si­guientes jugadas, simplifican ía situa­ción; ambos caminos llevan a tablas porque queda muy poco material en el tablero y ambos contendientes tienen filas abiertas.

20 ... TD1AR

Las negras dominan la columna abierta y ya amenazan la penetración por 21 ... T7A 22 DxT? TxD 23 RxT D4A+.

Sería mala 20 ... AxPCD 21 DxA TxA 22 T7R!.

21 T(4)-2R

Esto detiene la amenaza pero hay

que observar que las blancas están ya a la defensiva. Sin embargo, el experto encontrará ahora o más tarde el movi­miento adecuado.

En este momento 21 A4A debilitaría la posición 21 ... AxA:

a) 22 TxA? T x T 23 PxT D5C+ y las negras ganan un peón.

b) 22 PxA T(4)-2A previniendo 23 T7R y abriendo la diagonal para la dama negra de 4AR 5CR y 6TR y las blancas han perdido un peón en ese largo recorrido.

21 ... D2A

Nuevamente el maestro vuelve a ejercer presión. Está amenazando 22 ... T8A+ 23 R2C (23 TxT? DxT++) D6A+ 24 R3T T4A y las blancas están en precaria situación porque las ne­gras amenazan 25 ... P3TR y 25 ... D4T+ ganando una pieza. La jugada 25 ... P3TR gana una pieza, porque el alfil no puede ser retrasado ante la in­minente amenaza de mate.

22 R2C!

Buena defensa la que ha previsto el experto ante las posibles amenazas.

Si en ese instante se jugara... D6A y las blancas contestaran 22 D3R? T6A! 23 D4R T8A+ ganando: 24 R2C TxT 25 TxT D7A+ 26 R3T seguido por 26 ... DxPC ganando un peón, o bien 26 ... T4A con presión.

22 ... T8A

Mueve de cualquier forma para re­novar la amenaza... D6A.

23 D3R

Las blancas detienen la amenaza y planea un eventual P5A a fin de soca­var la posición del alfil negro ya que en

254 Ajedrez. El camino hacia la maestría

estas circunstancias las negras no responderán ... PxP.

23 ... D4A

Si 23 ... T6A inmediatamente, 24 D2D es buena, o bien 24 D4R es posi­ble: 24 ... T7A+ 25 R3T; sin embargo, después de 23 ... D4A las negras ame­nazan 24 ... T6A 25 D4R DxD (primero 25 ... T7A+) 26 TxD T7A+ ganando un peón en favorables circunstancias.

24 A6T!

Nuevamente una defensa muy bue­na que crea posibilidades para un pró­ximo futuro.

Este movimiento expulsa la torre ne­gra de la 1.a línea, por lo que desde ahora las negras deberán tener en cuenta el jaque a su 1R después de haber movido su alfil.

24 ... T2A 25 P4CD

El experto no sólo encuentra la me­jor defensa sino que también busca contra-ocasiones.

Este movimiento no cambia mucho las cosas, pero aporta el PCD de la lí­nea del alfil negro reforzando un pos­terior P5A. Dejan la elección a las ne­gras.

No obstante, también merecería ha­berse tomado en consideración 25 P5A T6A 26 D5C y ahora 26 ... T7A+ que es aparentemente fuerte no vale en absoluto (27 TxT DxT+ 28 R3T! aquí se ve la importancia de 24 A6T de las blancas que posibilita una amena­za combinada). Las negras deben ju­gar 26 ... DxD 27 A x D T6D y pronto ganarán un peón.

25 ... T6A 26 D2D

La réplica 26 D4R pierde un peón después de 26 ... DxD 27 TxD T7A+ pero con 26 D5C las blancas podrían ofrecer una mayor resistencia: 26 ... DxD (26 ... T7A+? no serviría a los planes de esta jugada inmediata) 27 AxD R2C (o bien 27 ... T6A).

Las blancas han perdido un peón, la posición de las negras es muy sólida y no hay duda de cuál va a ser el resul­tado final. Con la jugada del texto las blancas prefieren jugar a campo abier­to.

26 ... T3A

Las negras previenen 27 P5A en una complicada variante: 27 P5A T6D 28 D5C (véase ahora la importancia de estar la torre en 3A ya que no permite la amenaza de D8D+) D6A+ 29 R3T! TxP 30 PxP AxPD! 31 T8R+ A1A con juego perdido para las blancas. Sin esta jugada fuerte tal vez las blan­cas hubieran podido mantener el jue­go.

(a) No sirve 26 ... A6A?? ya que después de 27 T8R+ etc. (véa­se jugada 24 de las blancas).

b) No 26 ... T6D 27 D5C y las ne-

Defensa india de rey IV 255

gras no tienen nada: 27 ... D6A+ 28 R3T y las blancas amenazan D8D+.

d) No sirve 26 ... T6A 27 DxT! AxD 28 T8R+ T1A 29 AxT (mucho mejor que 29 TxT+) AxT 30 A6T+ a la descubierta, R2A 31 T8A+ R2R. 32 TxD PxT y las blancas tienen una pequeña ventaja, por los dos peones aislados de las negras.

27 A3R

Es relativamente lo mejor. Las ne­gras no tienen amenazas especiales pero cada movimiento de las blancas debilita la posición. Recuérdese que 27 A5C pierde después de 27 ... T6D 28 D2A D6A+ 29 R3T R4A y a) si las blancas mueven su alfil en la diagonal 1AD-6TR 30 ... T4T++; b) si las blan­cas juegan 30 A7R las negras hacen mate en tres jugadas, empezando 30 ... T4T+ 31 A4TTxA+ etc. c) después de 30 A4T 30 ... P4CR o bien gana una pieza o hace mate, o) 30 D1A afloja la presión contra la torre (6D) negra, de forma que la dama puede moverse li­bremente: 30 ... D4T+ 31 A4T P4CR. Es de notar en esta variante que 29 ... AxP que aparentemente es bueno, trae complicaciones después de 30 T8R+.

27 ... D5R

Las negras amenazan mate con el doble jaque a la descubierta 28 ... T x P + doble.

28 R1C

Si ahora 28 ... Tx A? 29 TxT A5D 30 D2AR!!. Una desclavada remarcable cediendo la dama con lo que las ne­gras sólo consiguen tablas. Este es un recurso para el experto, pero las ne­

gras no caen en la trampa, y juegan simplemente

28 ... DxPA 29 T1AD

Si 29 A2A Tx A 30 TxT A5D. Obsér­vese el sacrificio fingido que siempre existe en 2A o 3R. Sin embargo, no funcionaría en la variante bajo el 28.° movimiento de las blancas como ya hemos visto.

29 ... D5C

a) Protegiendo el cuadro 1AD que es muy importante en esta variante.

Si 30 T x P T8A+ 31 R2C A x P 32 PxA D6A+ 33 R3T T8T+. 34 T2T D4T+ etc.

b) Amenazando el sacrificio fingi­do ... Tx A y ... A5D.

c) Amenazando un posible... AxP.

30 T2AR TxA!

Un sacrificio fingido que resulta ga­nador.

31 Abandonan

256 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Ya que si 31 TxT AxT 32 DxT A5D o bien 31 DxT TxT 32 RxT (o 32 DxT)A5D.

El tema del sacrificio fingido ha do­minado completamente toda la última fase de la partida.

Teoría de la variante 4 ... D2R en el juego «Giuoco Piano» Manteniendo el centro Evitando cambiar:

a) cuando el contrario está en aprietos b) para conservar los dos alfiles c) para conservar una pieza para el ataque

• Cambiando para evitar que una pie­za contraria se haga demasiado fuerte

• Abandono del centro • Búsqueda del plan correcto • Acumulación de fuerza a lo largo de

columna y diagonal

A veces se da el caso de que un amateur gane a un maestro e incluso a un gran maestro. Cuando sucede esto hay que suponer en primer lugar que el ama­teur juega un ajedrez excelente y está en buen camino para llegar a ser un maes­tro, y en segundo lugar que el maestro vencido ha cometido algún error de juicio que le ha costado la partida.

Pero el error de un maestro normalmente es distinto al de un amateur, por lo que una partida perdida por el maestro resulta más instructiva de distinta forma en que lo es una perdida por el amateur.

En la partida que sigue es cuestión de mantener el centro, lo que es uno de los mayores problemas del ajedrez. Poseer el centro generalmente supone una gran ventaja, lo que es particularmente cierto en el grupo de las clásicas apertu­ras de PR porque en ellas la posesión del centro normalmente lleva consigo la posibilidad de iniciar un ataque al flanco de rey. Por tanto, en aperturas tales como la Ruy López, Giuoco Piano y otras aperturas de PR se encuentran ciertas lineas dirigidas primordialmente a conservar el centro por parte del jugador con las negras. Esto no quiere decir que no hayan alternativas. Un jugador debe vigi­lar constantemente las posibilidades de perder el centro en condiciones favora­bles. Sin embargo, si se está jugando según una línea en la que el objetivo pri­mordial sea el mantenimiento del centro, antes de cederlo hay que estar comple­tamente seguro de tener una compensación adecuada en alguna otra dirección.

258 Ajedrez. El camino hacia la maestría

En cuanto a mantener o abandonar el centro es una cuestión de valoración. Al abandonarlo se rompe la tensión y de ello nace una nueva situación en la que se pueda compensar la superioridad enemiga en el centro con otras ventajas posi-cionales. Antes de tomar una decisión hay que estar completamente seguros de que las valoraciones son correctas.

En la partida que se desarrolla a continuación el maestro renuncia al centro sin tener una compensación suficiente. La valoración es defectuosa, y encuentra su castigo. Sin embargo, no se puede criticar muy severamente ya que ha sido cogido en una situación con problemas técnicos y psicológicos.

Tan pronto como empiezan a ceder los movimientos en una posición tensa, el defensor puede temer haber mantenido demasiada tensión y tratar de encon­trar alguna variante aceptable cediendo el centro. Pero estando emocionalmente ligado con su valoración no está en condiciones de hacer un juicio objetivo, lo que explica que aún un maestro pueda equivocarse en tan difíciles circunstan­cias.

Y aún hay otro factor psicológico en las partidas entre maestro y amateur, es decir, la obligación que tiene el primero de ganar al segundo. Esto puede inducir al maestro a no quedar satisfecho con una actitud pasiva, sino que por el contra­rio se arriesga con tal de ganar. En estas condiciones es prudente por parte del amateur jugar movimientos simples y sólidos, dejando que su contrario se ahor­que a sí mismo en su afán de tomar la iniciativa.

GIUOCO PIANO

Variante cerrada (4 ... D2R) BLANCAS: NEGRAS: Experto Maestro

1 P4R P4R 2 C3AR C3AD 3 A4A A4A 4 P3A

La línea clásica del giuoco piano. Las blancas planean atacar el centro negro y salir con una formación de peones superior.

4 ... D2R

En lugar del movimiento más usual 4 ... C3A las negras defienden su cen­tro con la dama planeando conservar su peón en 4R en vez de cambiarlo.

Junto con 4 ... C3AR, 4 ... D2R es la mejor defensa en el giuoco piano. La jugada del texto es menos atrevida que 4 ... C3AR puesto que las negras

dejan de atacar teniendo así un juego más pasivo. Sin embargo, mediante 4 ... D2R y sólo con este movimiento, las negras consiguen mantener el centro; es decir, que después de haber juga­do las blancas P4D no pueden forzar a las negras a jugar 5 ... PxP.

5 P4D

Giuoco piano 259

Las blancas pretenden forzar el cambio de peones centrales como en la variante 4 ... C3AR con la diferencia de que en la variante 4 ... D2R las ne­gras no se ven forzadas a jugar 5 ... PxP.

Si 5 0-0 las negras continuarían su desarrollo con 5 ... P3D y la posición seria eventualmente la misma que la de la partida.

5 ... A3C

Las negras retiran su alfil de acuer­do con la estrategia general de esta variante: mantener el peón negro en su4R.

Estaría contra el principio de esta variante de apertura el abandonar el centro mediante 5 ... PxP. Las blan­cas responderían 6 0-0! (después de 6 PxP las blancas pierden un peón en circunstancias menos favorables: por ejemplo, 6 ... DxP+ 7 A3R A5C+ 8 C3A P4D! y las negras no tienen mu­cho que temer) y las negras tendrían que elegir entre:

a) 6 ... P3D o 6 ... C3A ambas su­geridas por 7 PxP y las negras ha­brían perdido el centro para nada. Su dama en 2R está mal ahí pues está ex­puesta a un ataque posible (C5D).

b) aceptar el gambito con 6 ... PxP 7 CxP y las blancas tienen muy adelantado su desarrollo. Un ejemplo 7 ... P3D 8 C5D D1D 9 P4CD! A x P 10 CxA CxC 11 D3C C3AD 12 AxP!+ con un fuerte ataque para un solo peón.

c) 6 ... C4R 7 CxC DxC 8 P4A! PXP+ a la descubierta 9 R1T PxP (mejor 9 ... D5D pero después de 10 D3C C3T 11 C x P y las blancas tienen suficiente compensación) 10 PxD PxT(D) 11 D5D y ganan: 11 ... P3AD (para evitar el mate después de los si­

guientes movimientos) 12 DxPAR+ R1D 13 A5C+ R2A 14 DxPC etc.

d) 6 ... P6D: una continuación sóli­da pero no suficiente; es sólida porque con ello las negras fuerzan a las blan­cas a tomar de tal manera que ambos pierden algún tiempo pero tienen una posición del peón que no conduce a un desarrollo rápido: 7 P5R! P3D 8 A5CR P3A 9 P x P A CxP 10CD2D (10 T1R C4R) A5CR 11 P4C A3C 12 P4TD P4TD 13 P3TR y las blancas están un poco mejor porque han enrocado, porque pueden recuperar en cualquier momento el peón sacrificado (mien­tras que el rey negro está expuesto y de momento no puede enrocar por el lado de rey) y porque la dama está si­tuada en la fila de rey junto con su rey.

6 0-0

Una alternativa importante sería: 6 P5D C1C (o 6 ... C1D) 7 P6D DxP 8 D x D PxD y las negras tienen un jue­go limitado. Sin embargo, si... C1D las negras podrían mantenerse firmes con un posterior ... C3R y tener un buen peón extra.

Si 6 PxP C x P 7 CxC DxC (com­párese con el segundo comentario bajo el 7.° movimiento de las blancas)

6 ... C3A 7 T1R

Sería inútil clavar el CR negro me­diante 7 A5CR por cuanto las blancas han enrocado y las negras no. En tal caso las negras desclavarían con ... P3TR y ... P4CR construyendo al mis­mo tiempo una posición de ataque.

Sin embargo cabe preguntarse si 7 P x P podría no forzar a las negras a ceder el centro. Cuando las blancas cambian la situación es menos venta­josa para ellas que si cambian las ne­gras. Después de 7 ... CxP las blan-

260 Ajedrez. El camino hacia la maestría

cas tendrían un solo peón central, mientras que si las negras hubiesen jugado 7 ... PxP y las blancas respon­dido PxP las blancas tendrían dos peones centrales que es lo ideal. Pero después de 7 PxP CxP 8 CxC DxC 9 R1T (para prepararse para P4A) P3D 10 P4A D2R las negras están mejor pues su 3CA es muy potente. Las blancas sólo tienen una ligera superio­ridad en el centro mientras que las pie­zas negras son muy activas. Las ne­gras amenazan 11 ... CxP y 11 ... C5C y sería imposible que las blancas evi­tasen una desventaja decisiva; por ejemplo, 11 A3D C5C 12 D3ACxP! 13 RxC D5T+. Después de 11 P5R tanto

11 ... C5C como 11 ... C5R son bue­nas e incluso lo es 11 ... PxP 12 PxP DxP 13 T1R C5R pues si 14 D2R A4AR 15 C2D 0-0-0 etc.

7 ... P3D

Igual de buena es 7 ... 0-0.

8 P3TR

Para evitar que las negras claven el CR blanco. Es importante evitar esa clavada, ya que reforzaría la presión negra contra el PD blanco y puede in­citar a las blancas a jugar P5D lo que aligera la presión central y es satisfac­toria para las negras en vista de un posterior R4AR.

Hasta cierto punto, 8 P3TR es debi­litante. La partida Rellstab-Sámish (Kiel, 1949) continuó 8 ... P3TR (para sacar ventaja de la debilitación blan­ca); 9 C3T P4C 10 C2A P5C 11 C4T PxP 12 P3CR T1CR y las negras lle­van la mejor parte. No obstante, sería preferible 11 PxP AxPC 12 C3R y las blancas no quedan mal.

Por el mismo motivo, 8 A5CR es tan malo como lo era 7 A5CR (véase el co­

mentario bajo el 7° movimiento de las blancas).

Si 8 A3R, las negras juegan A5C presionando contra el PD blanco como ya se ha mencionado. Después de 8 Á3R resulta menos bueno 8 ... C5C 9 A5CR P3A 10 A1AD seguido de 11 P3TR y el caballo negro no está tan bien.

8 ... 0-0 9 C3T!

Aun cuando el caballo se ha desa­rrollado hacia el lado del tablero con­trariamente a lo que, es normal, aquí existe un motivo. Hasta ahora hemos visto transgredir por algún motivo las normas por parte de los maestros, pero aquí es un experto el que de­muestra sus progresos violándolos por alguna buena razón.

Este es un movimiento con truco. El plan principal es C-2A-3R-5D posible­mente en conexión con A5CR. Un plan algo inferior podría ser: A3D (o A1A) seguido de C4A. Esta secuencia no parece muy prometedora, pero pién­sese en 9 ... C1D (para preparar ... P3AD que protege el cuadro 4D de las negras y permite retirarse al alfil) 10 A1A C1R? (para reforzar el P4R me­diante ... P3A) 11 C4A P3AR 12 P4TD P3A 13 CxA PxC 14 D3C+ y las blancas ganan un peón. Una táctica sorprendente alrededor de una posi­ción aparentemente reposada.

Ni 9 A5CR ni 9 A3R hubieran sido malos en este movimiento, pero lo ju­gado en el texto es más perspicaz.

9 ... R1T

Las negras deben mantener su cen­tro: tan pronto como lo pierdan su dama queda muy mal situada y apare­cen amenazas tales como P5R. Lo del texto ayuda a conservar el centro,

pues después de este movimiento las negras pueden jugar ... C1CR o ... C1R seguido de ... P3A.

Una consecuencia del movimiento jugado es que desde ahora en adelan­te las blancas deberán tener en cuenta la variante . . .PxP;PxPCxPR porque después de que el rey negro haya quedado fuera del campo del AR blan­co, las negras pueden apoyar su ca­ballo en 5R mediante ... P4AR. En esta variante las negras renuncian al cen­tro, pero con ello ganan un peón.

10 C2A

En este momento 10 A1A que fue tan eficaz en la variante citada bajo el 9.° movimiento de las blancas, perde­ría un peón: 10... PxP11 PxPCxPR. La cuestión es que las negras no de­ben temer una auto-clavada del caba­llo como en el movimiento ... P4AR. Una auto-clavada es una situación en la que las negras pusiesen su caballo en su 5R cuando hubiese una torre blanca en su 1R y la dama negra en su 2R.

Después de 10 A3D las blancas per­derían su PD.

10 ... C1D

Para poder llevar su AD a 3R y des­pués de AxA retomar el alfil blanco con el caballo, o para forzar a las blan­cas a jugar P5D y también para posibi­litar ... P3A evitando un posterior C5D por parte de las blancas. Hay que ob­servar que 10 ... PxP 11 PxP CxPR (como se ha sugerido en el comentario anterior) no sirve teniendo en cuenta 12 C5C P4A 13 CxP RxC 14 D5T+ + .

11 P3CD

Giuoco piano 261

Abriendo la posibilidad de 12 A3T lo que puede ser desagradable para las negras

11 ... A3R

En esta posición, las negras preten­den neutralizar la fuerza de las blancas mediante un cambio de alfiles o for­zando a las blancas a jugar P5D.

Si 11 ... C1C (para proteger el P4R con ... P3AR de acuerdo con la estra­tegia dominante de la partida); 12 C3R! P3AD 13 A3T o 12 C3R! P3AR 13 C5D D2D 14 P4TD P3A 15 CxA PxC 16 A3T amenazando 17 PxP y las blancas están mejor ya que tienen los dos alfiles y presionan contra su cua­dro 6D mientras que las negras tienen sus piezas descolocadas.

12 A1A

Las blancas quieren impedir el cam­bio de su alfil, ya que cada cambio fa­vorece al bando que tenga el juego más sujeto.

Si 12 PxP PxP 13 CxP AxPT 14 CxP+ (un movimiento desesperado, es decir, un movimiento por el cual se deberá perder de todas formas una

262 Ajedrez. El camino hacía ¡a maestría

pieza por lo que el jugador debe sacar lo máximo que pueda de esa pérdida. En este caso las blancas deben perder su caballo para ganar el AD negro, por tanto realiza el mejor movimiento posi­ble al perder su caballo) CxC 15 PxA gana un peón pero pierde la partida, C4R! (atacando terriblemente):

a) 16A3TAXP+! (1) 17 R x A C x P + a la descu­

bierta y las blancas tienen los cuadros tan restringi­dos y en posición tan abierta que es inevitable el mate.

(2) 17 R1T P4A 18T2R CR5C con un ataque terrible con­tra las blancas.

b) 16A3R CxP 17 AxA C6A+ 18 R2C (18 R1T D4R 19 R2C D7T+ 20 R1A C6C+ y mate en la siguiente ju­gada) D4C+ 19 R1A C7T+ 20 R2R CxP+ .

c) 16 C3R CxP con dos amenazas poderosas: 17... C6A+ y 17... CxPAR.

d) 1 6 A 1 A A x P + 1 7 R x A C x P + a la descubierta.

(1) 18R2C T7A+. (2) 18R1C C6A+. (3) 18 R2R T7A+ 19 R3R

D4C+ 20 RxC D4A+ 21 R3R C5A+ 22 PxC T1R+ etc.

(4) 18 R3R C7A seguido de un mortal jaque a la descu­bierta.

Todo esto demuestra el cuidado que hay que tener en no hacer alguna combinación para ganar un peón sin haber calculado exactamente la posi­ción final y sopesado los factores que hayan variado durante la combinación.

12 ... C1C

El movimiento clave de todo el sis­

tema. Tan pronto como las negras ha­yan jugado ...P3AR su centro ya está a salvo frente a PxP a lo que podrán responder con ... PAxP abriendo la fila AR en cuyo caso puede esforzarse para más altos vuelos. Resumiendo: el tema de la apertura completa es en primer lugar consolidarse y luego bus­car la iniciativa.

13 C3R

Para poder llevar el caballo a 5D se­guido quizás de P4TD y amenazar P5T como se ha señalado bajo el 9.° movi­miento de las blancas.

Ciertamente, el movimiento 13 PxP no llevaría más que a igualar después de 13 ... PxP 14 CxP AxPT 15 PxA DxC y las negras están mejor, puesto que el ala blanca de rey está mutilada.

13 ... P3AR

Este es el final de una conocida va­riante teórica. Las negras han consoli­dado su centro y ahora tienen una po­sición sólida si bien no dinámica. La variante es muy lógica pues permite prolongar la lucha por el centro. Si las blancas hubieran tenido éxito forzan-

Giuoco piano 263

do ... PxP estarían ahora muy bien. Pero las negras lo han impedido y tie­nen un juego casi igualado (las blan­cas tienen alguna preponderancia de espacio).

La lucha se centra ahora alrededor de la presión blanca contra su cuadro 5R y contra la defensa negra de este punto. Evaluemos la situación. Las blancas controlan más territorio y tie­nen más movilidad pero no pueden to­davía iniciar un ataque contra el lado de rey blanco ya que no dominan cua­dros importantes. Por otra parte, tan pronto las blancas jugasen P5D las negras podrían emplear la estrategia de cadena de peones y atacar con avance de un peón en el lado de rey.

De momento las blancas pueden moverse más libremente, pero las pie­zas y peones negros están presionan­do por todas partes para dirigirse al campo blanco. Las blancas deben es­tar siempre alerta.

La variante clásica del giuoco piano (4 ... C3A) conduce a un juego abierto con unas buenas líneas de ataque para las blancas si bien puede ser a costa de uno o dos peones. Si al juga­dor con las negras no le gusta esta clase de juego deberá optar por la va­riante 4 ... D2R.

14 C5D

Ahora las blancas introducen una pieza en territorio hostil. No deben te­mer el cambio, que les dejaría con los dos alfiles. Naturalmente, las blancas ahora podrían tomar los dos alfiles con CxA pero entonces ... PTxC daría a las negras una compensación en la fila abierta.

14 ... D2A

Amenazando ganar un peón con ... AxC

15 P4A

Las blancas defienden su caballo por segunda vez a expensas de debili­tar ligeramente su PD.

Aquí hay que considerar 15 P4TD. Entonces a) 15 ... AxC no satisface por 16 PxA DxP? 17 A4AD D3A 18 P5T! La razón de 15 P4TD es forzar a las negras a jugar b) 15 ... P3A des­pués de lo cual 16 CxA PxC que deja a las negras en una posición algo dé­bil. Sin embargo, este camino no es necesariamente negativo pues des­pués de 15 P4TD P3A 16 CxA las ne­gras no necesitan recuperar inmedia­tamente pudiendo jugar antes 16 ... AxPC ganando un buen peón.

15 ... A4T

Para evitar el cambio del alfil por el caballo y esperando además 16 A2D AxA poniendo más fácil su posición. Además, las negras desean removili-zar su CD a 3AD ejerciendo presión contra el PD blanco, pero no lo pue­den hacer mientras su alfil esté en 3CD por 15 ... C3A?? 16 CxA seguido de17P5D.

16 T2R C3A

Para ejercer presión adicional sobre el PD blanco. Las blancas disfrutan de más movilidad y las negras tratan de compensarlo con mayor presión. Todo lo que pueden hacer las negras en po­siciones de este tipo es presionar y esperar alguna simplificación de este tira y afloja.

Una línea de juego alternativa sería 16 ... P3A 17 C3R P4AD obligando a las blancas a descubrir sus intencio­nes. Después del cambio de peones centrales, las blancas podrían situar un caballo en 5D de las negras, pero si lo hicieran las negras podrían hacer lo

264 Ajedrez. El camino hacia la maestría

mismo, C-3A-5D. Esto llevaría a una pasividad mutua, ya que cambiando cualquiera de los dos bandos el caba­llo en 5D daría al otro bando un peón pasado protegido y surgiría una nueva forma de tira y afloja, pero en este caso las blancas ya no tendrían pre­ponderancia de espacio. Probable­mente la partida terminaría en tablas cosa que el maestro no desea.

17 A2C

Este movimiento: a) protege una vez más el PD b) despeja la primera línea para desarrollar la TD y c) evita que las negras jueguen ... A6A después de ... AxC.

Ahora las blancas amenazan 18 P3T para ganar una pieza mediante 19 P4CD y 20 P5A. Esto obligaría a las negras a cambiar después en su 5D bajo casi las mismas circunstancias, lo que no es particularmente bueno ni malo.

Puesto que las blancas amenazan, las negras no pueden esperar, y no pueden hacer movimientos, tales como... TD1Dy ... CR2R.

Parece como si las negras al jugar 16 ... C3A hubieran pasado por alto la

posibilidad de llegar a tablas con 16 ... P3A y P4A por lo que puede parecer que 16 ... C3A debería considerarse como un error. Sin embargo, la posi­ción tiene aun una continuación lógi­ca: 17 ... CD2R! que prepara para 18 ... P3A en mejores condiciones; por ejemplo, 18 TD1A P3A 19 C3R C3C seguido de 20 ... C5A y 21 ... P4CR. Con esto las negras llegan al ataque que estaban buscando y que muchas veces es consecuencia de la vahante 4 ... D2R dei giuoco piano. Esta va­riante justifica 16 ... C3A.

Hay que destacar que en la anterior variante 18 P4CD perdería un peón después de 18 ... AxC.

17 ... PxP?

Hasta aquí las oportunidades eran aproximadamente las mismas. Ahora el maestro, con las negras, abandona el centro a fin de tener más posibilida­des. Después de 17 ... PxP las blan­cas surgen con más terreno y más li­bertad, pero las negras cambian para facilitar la partida y hacer más fácil la maniobra.

Este es uno de los momentos deci­sivos de la partida. Ha aumentado la preponderancia blanca de espacio. Ahora controlan cuatro líneas contra tres de las negras. Sin embargo, las negras esperan el contrajuego. Pero su valoración de la situación no fue correcta. Debieran haber jugado ya sea 17 ... CD2R o 16 ... P3A un movi­miento antes.

En general, el jugador más fuerte trata de mantener la tensión dando al contrario ocasiones de equivocarse. Como ya hemos visto en el 16.° movi­miento, las negras deseaban la lucha de caballos en su 5D ya que se hubie­ra facilitado el contrajuego de las blan­cas, y por tanto las ocasiones para ha­cer tablas hubieran sido demasiadas.

Giuoco titano 265

18 CxPD C x C 19 AxC D2D

Preparando ... C2R y previniendo la jugada blanca ... P3C. La posición es muy sutil.

Las negras no jugaron directamente 19 ... C2R por la amenaza de las blan­cas 20 P4CD A x C 21 PAxA AxP 22 T2C A4T 23 T x P y no sirve 23 ... A3C por la buena contestación 24 AxA.

19 ... AxC (o ... A x C en cualquier momento) es favorable para las blan­cas. Las deja con los dos alfiles, y después de 20 PAx A tienen la fila AD semiabierta por la que jugar.

20 D2A

Esto permite a las blancas llevar su TD a 1D preparándose para su poste­rior P5A.

Si 20 P4CD A x C 21 PAxA AxP 22 T2C (es mejor 22 D3C) no sería bueno aquí (compárese la anterior observa­ción) 22 ... A4T 23 TxP A3C y la torre está verdaderamente cogida ya que el PAD negro está protegido.

20 ... C2R

Para seguir jugando el caballo vía 3A o 3C para seguidamente continuar con C4R o C5A.

No 20 ... P3A que debilitaría el PD negro, ya que éste está en una fila abierta y no puede avanzar fácilmente porque el cuadro 4D de las negras está controlado por dos peones blan­cos. De hecho, después de movimien­tos blancos tales como C3R D3D T1D A2C A3T el PD negro parece insoste­nible.

21 CxC

Las blancas cambian para evitar que el caballo negro adquiera más fuerza. Por otra parte, las negras pue­den continuar... C-3A-4R o bien ... C-3C-4R (o 5A).

Si 21 C4A, A2A sin una significación especial.

21 ... D x C

Las blancas ahora podrían haber ju­gado 22 P5A después de lo cual 22 ... TR1D 23 P6A PxP 24 DxP A3C. Pero las blancas, que es el bando más dé­bil, no desea tomar la iniciativa. Lo que quieren es cansar al más fuerte para darle la oportunidad de cometer erro­res, y por ello juegan

22 P3C

Puesto que la dama negra ha sido expulsada de la diagonal ahora es po­sible el fianchetto blanco En 2CR el al­fil blanco presiona contra el ala negra de dama. Las bíancas consolidan su posición. El experto emplea una bue­na psicología contra el jugador más fuerte.

Ahora la posición es algo favorable para las blancas, pero les será difícil ganar ya que su superioridad es muy poca. En situaciones como ésta, el

266 Ajedrez. El camino hacia la maestría

maestro, sabiéndose superior, a veces toma deliberadamente un riesgo para iniciar un ataque no obstante, el hecho de que va algo a la zaga. Si tiene éxito gana y si falla pierde. De no haber asu­mido ese riesgo podría haber conse­guido con gran esfuerzo hacer tablas.

Siempre es descorazonador jugar duro sabiendo que lo máximo a que se puede aspirar es a hacer tablas. Esto es lo que hace que al llegar a este punto el maestro diga «o todo o nada» y que el experto suficientemente avis­pado cree el ambiente propicio para llegar a esa decisión por parte del maestro.

22 ... A3C

Esto impide P5A y ahora ya no hay peligro de que el alfil sea cambiado por un caballo.

23 A2CD

Las blancas desean conservar su al­fil para el ataque. En general nadie cambia si domina más espacio.

Por otra parte, ahora las negras

controlan con su alfil una diagonal lar­ga-

23 ... D2D?

Para poder jugar... P4AR, pero esto es un plan erróneo. Lo correcto era 24 ... D2A seguido de ... P4TD-5 o bien ... P3A y ... P4D. Por otra parte, las blan­cas no permitirían nunca avanzar a las negras ... P4D después de ... P3A. Este es uno de los objetivos del 22 P3CR de las blancas para ser seguido por el fianchetto en 2CR.

Lo del texto es un error del maestro. Obsérvese que un error del maestro está basado en un plan equivocado, o en una valoración errónea, mientras que un error por parte del amateur se basa frecuentemente en un descuido o en absolutamente nada.

24 R2T P4AR?

Pérdida de la paciencia. Las negras piden demasiado a la posición y ahora se encuentran con dificultades porque su fila de rey es más importante que la de AR. Además las negras abren dos diagonales para los alfiles contrarios.

Las negras esperaban presionar contra 2AR de las blancas, pero el simple movimiento 28 P4A acaba con toda esperanza y a las negras les que­dan solamente las malas consecuen­cias de su jugada superficial.

Debieran haber jugado 24 ... P4TD seguido de ... D2A. El objeto de 24 ... P4TD es continuar con ... P5TD abriendo la fila TD o (después de P4CD) avanzar... P6TD con toda suer­te de posibilidades.

25 PxP AxP 26 D3A T2A?

Giuoco piano 267

La única ocasión de sostener la po­sición era el cambio en la fila de rey, como por ejemplo 26 ... TD1R 27 TxT TxT seguido de ... P3A ... A1D y ... A3A. Es cierto que la posición conti­nuaría siendo difícil, pero quizás toda­vía no estaría perdida.

Las blancas tienen ahora una venta­ja decisiva.

A partir de ahora la partida se con­vierte en una verdadera partida entre maestro y experto, pero aquí es el ex­perto quien actúa de maestro. Emplea magníficamente la ventaja adquirida.

27 TD1R

Las blancas toman el control de la fila de rey y son las dueñas completas de su diagonal 1TD-8PTR. ¡Véanse las posibilidades combinacionales de es­tas dos líneas abiertas!

27 ... TD1AR 28 P4A!

Las negras no tienen nada, aparte de la fila AR mientras que las blancas do­minan completamente la fila de rey.

Las negras no pueden eliminar la presión a lo largo de la diagonal 1TD-8TR de las blancas. Esta presión con­fina a las negras en diferentes frentes y promueve combinaciones para las blancas. En primer lugar, las blancas amenazan P4CR ganando una pieza con ... A3C P5AR por ejemplo; la ame­naza es 29 P4CR A3C 30 P5AR P3TR (para hacer sitio al alfil en el caso de que las blancas decidan no cambiar alfiles); 31 PxA TxA 32 TxT TxT 33 DxP+! seguido de mate. Si las negras hacen sitio para su alfil jugando 28 ... P3TR 29 P4CR A2T las blancas prosi­guen su ataque con 30 T6R (o 30 P5A ¡la seguridad primero!) R1C 31 P5AR y las negras no pueden detener la ame­naza 32 TxPT (32 ... PxT33 D8T++). Siempre entra en juego la presión a lo largo de la diagonal.

28 ... D1D

Para abrir un refugio para el AD

29 A2C

Ahora se desarrolla el otro alfil y se ejerce presión a lo largo de la otra dia­gonal larga

29 ... P3A

Las negras debilitan su PD aunque solo bajo presión (compárese el 20.° movimiento de las negras).

Imposibilitando toda contra-acción. 30 A3A!

268 Ajedrez. El camino hacia ia maestría

¡Irresistible! ¡Las blancas no juegan para sacar ventaja de esta nueva debi­lidad, sino que prosiguen su ataque! Amenazan 31 A5T. La torre está ata­cada y no se puede mover (31 ... T2A 32 T8R). Por tanto, las negras se ven forzadas a permitir el doblado de sus peones después de 31 ... A3C 32 Ax A PxA. Hay situaciones en las que los peones doblados no ocasionan mu­cho mal, pero aquí la defensa queda muy debilitada y las blancas tienen toda clase de triunfos: una fila de rey abierta, otra fila TR también abierta, y la diagonal. Citamos unas pocas va­riantes para mostar cómo hubieran podido las blancas hacer uso de esta situación: 33 T6R P4C (o 33 ... T3A 34 D3A atacando la torre y forzando el cambio 34 ... TxT 35 TxT P4C 36 D5T+ R1C 37 D6T el viejo truco) 34 D3A y ahora:

a) la amenaza (p. ej., después de 34 ... P4D) 35 D5T+ R1C 36 T6T: el viejo truco otra vez.

b) 34 ... PxP 35 D5T+ R1C 36 P4CR (ahora el viejo truco 36 T6T fa­llaría frente a 36 ... PxP+ y las torres negras reviven pero después de lo del texto amenaza el truco) D2D detiene el

truco por 37 T6T PxT 38 D6C+ T2C 37 P5C y no hay defensa frente a 38 P6C.

Hemos visto cuan fuerte es la ame­naza 31 A5T. Pero, ¿cómo la pueden detener las negras? Supongamos que las negras juegan 30 ... R1C 31 A5T A3C 32 AxA PxA y que las negras juegan la variante anterior con un tiempo más. Aparte de la cuestión de si esto hubiera sido suficiente para aguantar el juego (y no creemos que pudieran) las blancas disponen de una fuerte jugada 32 A4C (en lugar de 32 AxA) y las blancas amenazan tanto 33 A6R (ganando el cambio) como 33 P5A (ganando una pieza).

30 ... P4D

Desesperado. Sin embargo, ahora las blancas no pueden llevar a cabo su amenaza. Si 31 A5T P5D! cerrando la diagonal.

31 P5A A4T

Esperando todavía una ocasión. 31 ... A2A sería seguido de 32 A5T

A3C (forzado) 33 AxA PxA 34 T6R P4CR y la posición es similar a la co­mentada bajo el 30.° movimiento de las blancas, pero no idéntico. Aquí las blancas pueden ganar por ejemplo con lo siguiente: 35 T6T+ R1C 36 D3D T4A (único movimiento); 37 T6C y a) 37 ... T(1)2A 38 TxP+ TxT 39 DxT y la situación es desesperada para las negras: 6) 37 ... T(4)2A 38 TxP(5).

32 P4CD P5D 33 D4A!

Sería malo 33 DxP? DxD 34 AxD AxPC.

33 ... P4CD

Giuoco piano 269

Si 33 ... A2A 34 AxPD y está asegu­rada la victoria de las blancas con un peón más y todos los triunfos.

34 DxT!

Un sacrificio fingido de dama para despejar la 8." línea de las blancas, después de lo cual éstas se recupera­rán inmediatamente en condiciones favorables. Sin este sorprendente mo­vimiento las cosas se podrían haber puesto difíciles: 34 PxP al paso AxP y el PD negro entra en función ya que cierra la diagonal 1TD-8TR de gran im­portancia en muchas variantes. Pero el experto juega como un maestro: aprovecha la ocasión de hacer un sa­crificio fingido y mantiene abiertos los ojos a las posibilidades tácticas.

Otra virtud de la combinación estri­ba en que si las blancas hubieran ga­nado solo un peón habrían cedido de­masiado barata su posición preponde­rante. Pero el experto ha valorado la posición final de la combinación no sólo en cuanto a material (el peón en más) sino también en cuanto a posi­ción (mayor movilidad de todas sus piezas y subsiguiente debilitación del lado dama de las negras).

34 ... TxD 35 T8R+ T1A 36 TxD AxT 37 AxPD A2D

Para proteger su PAD. Parece como si las negras se hayan salvado por sí mismas, no sin alguna cicatriz, pero la presión ha sido eliminada. Ciertamen­te, a la larga debe decidir el peón blan­co en más, pero no hay que esperar un final rápido. La posición de las ne­gras aún está afectada por las debili­dades. Sus piezas no pueden moverse libremente pues tienen que proteger peones o evitar penetraciones. Ade­más están obstruyéndose mutuamen­te. Véase la torre negra que está a merced de los dos alfiles blancos, y el rey negro que necesita un cuidado constante.

38 A5R

Abriendo la columna de dama y pre­parándose para jugar T1D.

38 ... T2A

Protege el alfil (2D) negro anticipán­dose al ataque de las blancas, pero no

270 Ajedrez. El camino hacia la maestría

mejora !a posición de las negras. La dificultad estriba en que las negras es­tán aún luchando contra la restricción de movimientos.

Si por el contrario 38 ... A3A 39 AxA PxA 40 T7R T1D 41 P4CR y las ne­gras están en una situación sin espe­ranza, con un peón menos y con las blancas dominando su 7.a línea ame­nazando A4R o 38 ... A3A 39 AxA TxA 40 T7R o bien 38 ... A2R 39 A x P + o si 38 ... A1R 39 T1D A2R 40 A6D y ganan por lo menos un segundo peón.

39 T1D R1C

Si 39 ... A3A entonces 40 AxA PxA 40 T6D gana «solamente» un segundo peón.

40 A4C Abandonan

Ganando las blancas una pieza, las negras no pueden seguir reteniendo los dos alfiles.

En esta partida el experto ha de­mostrado: a) un buen criterio posicio-nal: su juego es sólido, haciendo que sea difícil acercarse a su posición, no tiene puntos débiles, o) Unas buenas facultades combinativas: después de todo, la maniobra A(2CR)-3A-5T es matadora, c) Buena psicología (cosa que su contrario no mostró): sin prisas —deja que su contrario venga prime­ro— su posición se mantiene. El maestro, con las negras, al perder la paciencia: a) evita tablas con su 16.° movimiento; b) elige mal (un error de valoración) entre 17 ... PxP? y 17 ... CD2R! c) pretende sacar más de la po­sición de lo que la propia posición jus­tifica, a) Decide mal sus movimientos 24 y 26.

La teoría de ciertas variantes de la defensa india de dama Cuestionando tempranamente el AD blanco Ejerciendo presión en la gran dia­gonal Material contra posición Arrebatando un peón

Juicio errado de una posición, debi­do a factores psicológicos Explotando debilidades a lo largo de la columna Atacando nuevamente un enroque débil en el flanco de dama Atacando la fuerza de los peones pasados en el final

En el ajedrez conviene mirar hacia delante, pero no tanto que haga olvidar los problemas inmediatos. El ajedrez es de por sí tan complicado y existen tantas variantes que al tratar de descubrir posibilidades lejanas se corre el peligro de pasar por alto peligros más inmediatos.

Tan pronto como en esta partida el maestro gana un peón empieza a estu­diar la forma de explotar esta ventaja de material en un final aún lejano. Para avanzar en este plan a larga distancia hace varios movimientos que habrían sido excelentes si no hubieran existido un contrario ni problemas inmediatos.

Pero había un oponente siempre preparado para sacar ventaja de las debili­dades de la estrategia unilateral negra.

Esta forma de juego puede verse en muchas partidas de maestros, especial­mente en las que uno de los jugadores es superior al otro y se cree obligado a demostrar su superioridad ganando.

Aquí surge nuevamente el aspecto psicológico. Si el maestro hubiera ganado el peón a un rival de su misma fuerza podría

verse inclinado a estudiar cuidadosamente la situación y apreciar razonablemen­te las compensaciones que ha ganado el contrario por el peón perdido. Pero al haberlo ganado a un jugador más flojo se siente obligado a explotar esta ventaja material y olvida tomar en cuenta ciertas debilidades de su propia posición.

El experto merece confianza por haber llevado al maestro a esa posición am­bivalente, y aún más, merece alabanzas por ser capaz de sacar ventaja de la es­trategia deficiente seguida por el maestro. En esta partida el experto sobresale tanto técnica como psicológicamente.

maestría 272 Ajedrez. El camino hacia la

DEFENSA INDIA DE DAMA

BLANCAS: NEGRAS: Experto Maestro

1 P4D C3AR 2 C3AR

El movimiento más corriente es 2 P4AD.

Lo jugado en el texto no es ni mejor ni peor que 2 P4AD pero:

a) Excluye la posibilidad de que las negras jueguen el Budapest (2 P4AD P4R).

ó) Excluye la posibilidad de un posterior ... A5CD mientras las blan­cas pospongan su P4AD (... P3R y ... A5C+ sería contestado con P3A) y

c) Excluye la posibilidad de que las blancas jueguen CR2R y P3AR lo que puede tener su importancia en ciertas circunstancias especiales.

2 ... P3CD

Los amateurs frecuentemente se preguntan porqué las negras fianchet-tan en el lado de la dama después de un anterior C3AR de las blancas, pero no después de un anterior C3AD. La cuestión es que el objeto del fianchet-to en el ala de dama es controlar su cuadro 5R con su AD y su CR. Mien­tras las blancas no desarrollan su CR a 3A la posibilidad de combatir el fian-chetto negro en el flanco de dama me­diante P3AR seguido de P4R tras lo cual las blancas ejercen el control de su 4R y el fianchetto negro es inocuo.

Las negras podrían haber respondi­do igualmente a 2 C3AR con 2 ... P4D lo que llevaría al juego normal de PD y probablemente a un eventual gambito de dama, o bien con 2 ... P3CR que conduciría a la defensa india de rey.

3 P4AD A2C 4 C3A

Obsérvese que ahora las blancas están llevando una pieza a apoyar su cuadro 4R mientras que las negras lle­van dos.

Las blancas también podrían haber jugado 4 P3CR. No han de temer 4 ... AxC 5 ... PxA ya que esta secuencia:

a) fortalecería el centro blanco ya que su P4AR controlaría su cuadro 5R.

b) les deja con los dos alfiles.

4 ... P3R

Este movimiento desarrolla la posición de las negras. Ahora pueden jugar ... A5C ejerciendo presión indirecta so­bre su cuadro 5R.

a) 4 ... P4D no es malo pero no está de acuerdo con el tema de au­mentar presión siempre creciente con­tra el cuadro 5R de las negras, pues después d e 5 P x P C x P l a presión de­saparece, o por lo menos disminuye después de 6 ... CxC, pues las negras controlan su cuadro 5R con sólo el al­fil, y las blancas pueden lograr control sobre ese mismo cuadro mediante 6 D2A.

o) A 4 ... P3CR se respondería con 5 D2A y las negras no pueden evitar 5 P4R. Sin embargo, la jugada no es mala.

5 A5C

Presión indirecta, pues de momento anula la presión que estaban ejercien­do las negras sobre el cuadro 4R de las blancas.

Lo del texto es bueno pero no mejor que 5 D2A o 5 P3CR es, simplemente, otro sistema.

Defensa india de dama 273

5 ... P3TR

Las negras plantean inmediatamen­te la cuestión del alfil blanco: cambiar o retirarse. Les es conveniente plan­tear esta cuestión inmediatamente, pues si lo dejan para luego facilitan a las blancas más información sobre las ventajas e inconvenientes del cambio, como si por ejemplo hubiesen jugado primeramente 5 ... A2R. Ahora las ne­gras están preparadas para avanzar... P4CR seguido posiblemente por ... P5CR.

6 A4T

a) Después de 6 AxC DxA 7 P4R las blancas tienen el centro, pero las negras tienen dos peones aproxima­damente tan fuerte el uno como el otro ya que la posición no es abierta. Si lo fuera, ambos alfiles serían más fuer­tes.

b) 6 A4A representa la pérdida de medio tiempo, es decir, que uno debe preguntarse a sí mismo: «Puesto que 5 ... P3TR no supone aquí ninguna debi­lidad, ¿por qué no 5 A4A en lugar de 5 A5C?» Además, el cuadro 4AR no es tan eficaz para situar en él el AD para el ataque como lo es en otras varian­tes, pues si las blancas juegan más tarde C5CD para atacar el PAD negro, la respuesta sería ... P3D.

6 ... A2R

También sería tan bueno 6 ... A5C que cumple la misma función, es de­cir, la igualación de la presión en el cuadro 4R de las blancas.

El mejor movimiento para el desa­rrollo rápido. También 7 C2D es un movimiento lógico, pues proporciona a las blancas igual presión que las ne­gras sobre el cuadro 4R de las blan­cas. En esta variante este cuadro tiene tal importancia que bien vale perder el tiempo para poderlo controlar.

Quizá las negras responderían 7 ... P4D para evitar 8 P4R o bien 7 ... P4A para socavar el centro.

Obsérvese que la variante 1 P4D C3AR 2 C3AR tiene algo desventajoso para las blancas debido a la réplica 2 ... P3CD y al control del cuadro 4R de las blancas por parte de las negras, ya que 2 C3AR disminuye la posibilidad de controlar ese cuadro y priva a las blancas de la posibilidad de jugar P3AR. Sin embargo, 2 C3AR tiene la ventaja de controlar el 5R y P3AR no siempre es ventajoso.

7 ... P3D

Preparándose para ... CD2D segui­do de ... P4R.

Lo del texto crea un hueco en el 3AD de las negras, pero esto no cons­tituye un punto débil mientras el alfil negro se mantenga en su 2CD.

La formación del centro negro P3D-P3R conduce a:

a) ... P4R que es lo mejor, o b) ... P4D que tiene el inconvenien­

te de estorbar la acción del AD negro, en la diagonal larga.

Las negras podrían haber jugado aquí 7 ... 0-0 pero en lugar de ello pla­nean ... P4CR que sólo lo querrán ha­cer si no han enrocado.

7 P3R 8 A3D (?)

274 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Dudoso, puesto que elimina la pro­tección del PCR blanco y permite que las negras ganen un peón. Sería mejor 8 D2A o 8 C2D seguido de 9 P3A.

La estrategia negra consiste ahora en:

A) Aumentar la presión en el cua­dro 4R de las blancas.

b) Sacar partido de la diagonal lar­ga-

8 ... P4CR

Lo que sigue demuestra que esto es parte de la estrategia para explotar la diagonal larga. Obsérvese la coopera­ción existente entre el alfil del fianchet-to y los peones de la otra ala.

9 A3C P5C

Este es un movimiento más bien atrevido, pero que gana un peón y al mismo tiempo las negras no deben te­mer el debilitamiento excesivo de sus peones del ala de rey, ya que proyec­tan enrocar por el otro lado.

¿Podrán las blancas salvar su peón con 10 C4TR y desplazar su caballo? ¿O ceder con el peón y procurarán

contrarrestar con una base estratégica sólida?

Naturalmente, las blancas se deben preguntar si es más conveniente el ca­ballo bien situado para accionar o mantener la igualdad en peones. Deci­den conservar activo el caballo y jue­gan:

10 C2D

En la opción entre la pérdida de un peón o una mala posición del caballo, el experto demuestra sus progresos al hacer una elección de maestro.

¿Tomarán ahora las negras el peón? Después del movimiento debilitante 9 ... P5C las negras deben ser consis­tentes y tomar.

Pero las negras pudieron hacerse esta pregunta antes de jugar 9... P5C. Debieron preguntarse a sí mismas si las blancas obtienen suficiente com­pensación por la pérdida del peón. Las blancas tienen siempre una venta­ja en tiempo y algunas veces una pre­ponderancia de espacio y un centro mejor. En esta posición específica, las blancas tienen una pequeña compen­sación en todos estos aspectos, pero ciertamente no mucha.

Tomen o no tomen las negras el peón, las blancas tienen ahora una preponderancia en espacio y un mejor centro. Este no es un caso arrebatado como lo es a veces cuando un jugador toma un peón en un momento en que la posición completa es peligrosa. Por tanto, las negras juegan:

10 ... AxP 11 T1CR

Las negras tienen ahora un peón ex­tra, pero las blancas tienen como compensación más movilidad y mayo­res posibilidades.

11 ... A2C

Defensa india de dama 275

¿Cómo emplearán las blancas sus mayores posibilidades?

En parte su compensación estriba en que ahora controlan su cuadro 4R y por lo tanto lo ocupan mediante:

12 P4R!

El experto nuevamente demuestra sus progresos no perdiendo la cabeza con la pérdida del peón, sino que pro­sigue confiadamente con un movi­miento basado en consideraciones es­tratégicas sólidas.

Las blancas poseen el centro ya que ocupan sus cuadros 4D y 4R pero esto no es absoluto, ya que las negras tie­nen también un agarradero en el cen­tro en cuanto controlan sus cuadros 4D y 4R con sus peones de la 3." línea, y en cuanto jugando ... P4R pronto tendrán un centro satisfactorio.

12 ... P4R

Las negras no permitirán que las blancas jueguen un eventual P5R. Es más, han construido su centro en la forma en que fue su primera elección tras su 7.° movimiento (véanse los co­mentarios).

Si 12 ... P4D 13 PAxP PxP 14 P5R y las blancas tienen un buen juego.

También hay que tener en conside­ración que si 12 ... C3A por 13 C3C P4R 14 P5D C5C 15 A2R P4TR 16 P3TD C3T y e! caballo de dama de las negras es bastante activo en el flanco de dama. Pero esto no es mejor que la jugada del texto.

Las negras podrían haber preparado ... P4R mediante 12 ... CD2D pero de ser posible debería haberse jugado ... P4R directamente sin preparación preliminar, pues así tienen más opcio­nes de hacia dónde desarrollar su CD dependiendo de la reacción blanca. Lo del texto tiene la ventaja de obligar

a las blancas a declararse (o P x P o P5D) y evita que las blancas jueguen más tarde P5R. Es completamente ló­gico que las negras luchen por el cen­tro P3D-P4R tan pronto como puedan.

Las negras tienen la posibilidad de jugar 12 ... P4R aún cuando su PR quede ahora con una protección, pero atacado por dos sitios, pues después de que las blancas hayan cambiado en el 4R negro, el alfil blanco en su 3D queda amenazado y hay que retirarlo para salvarlo. Mientras tanto las ne­gras tienen tiempo de proteger su P4R una vez más.

Además, si 13 PxP PxP 14 A2A CD3A y a las blancas les queda un hueco muy malo en su 4D.

13 P5D

Las blancas tienen ahora mayor es­pacio, pero las negras tienen un peón más. La estrategia de las negras debe ser explotar este peón lo más pronto posible, y la forma de hacerlo es inten­tando adelantar su PAR a 4A. Pero esta tarea no es fácil, especialmente si en los siguientes movimientos las blancas atinan con la estrategia ade-

276 Ajedrez. El camino hacia la maestría

cuada para evitar que las negras con­sigan su objetivo.

13 ... CD2D

Pudiera ser una buena idea 13 ... P4AD inmediatamente, intentando ce­rrar la posición completa ya que obse­quia a las blancas con una elección di­fícil.

Si las blancas toman «al paso», el CD negro lo recuperará y si puede sal­tará a 5D pero si no toman se reduci­rán considerablemente sus oportuni­dades de desplegar un fuerte ataque contra el rey enemigo como en la par­tida.

14 P3AÍ

Al cambiar su PAR las blancas abren la columna AR y esto significa estratégicamente que se hace imposi­ble, de momento, llevar adelante el plan de las negras de jugar ... P4AR. En otras palabras: después de 14 ... PxP 15 DxP el peón de más de las negras queda devaluado ya que con­vierte el PAR en peón retrasado en una columna abierta. El experto, con las blancas, demuestra iniciativa y percepción posicional.

Pero las negras no jugarán PxP porque esto es precisamente lo que quieren las blancas. En lugar de ello protegen su PCR mediante:

14 ... P4TR

Pero ahora las blancas fuerzan a las negras a cambiar, devaluando con ello su peón extra como sigue:

15 A2R!

Forzando este cambio el experto vuelve a demostrar sus progresos ha­

cia maestro. Reduce considerable­mente el valor de ese peón extra.

15 ... PxP

Otra posibilidad habría sido 15 ... T1CR tras lo cual las blancas conti­núan 16 D2A y 17 0-0-0.

16 AxPA

También merece ser considerado 16 CxP planeando eventualmente lle­var este caballo a 5AR vía 4TR.

16 ... C1A

Haciendo sitio a la dama preparan­do el enroque largo.

También habría que considerar aquí 16 ... C4A pero este caballo no tiene ningún futuro en su cuadro 4AD pues 17 D2R y posiblemente P4CD más tar­de.

Siguiendo con lo del texto, ¿cuál deberá ser el plan de las blancas? Po­dran jugar 17 C1A planeando C-3R-5A. En su lugar se preparan para enro­car por el lado de dama y por eso jue­gan:

17 D2R

Vigoroso para las negras habría sido la continuación: 17 A4T C3C 18 AxC AxA 19 AxP A5T+ 20 R1A C5A y las blancas por el peón ganado tendrían una mala posición en el flanco de rey.

17 ... C3C

Las negras están maniobrando para hacerse con su cuadro 5AR. Esta es una parte importante de su estrategia, ya que llevando su CD a 5AR cierra la columna AR lo que le permitiría reali­zar el movimiento ... P4AR detrás de su C (5A).

• 18 0-0-0

Como es normal, las blancas enro­can por dos motivos: para introducir en el juego una de las torres y para lle­var al rey a una posición más segura.

En este caso, el hecho de que el PAD esté avanzado no debe ser consi­derado como una debilitación de la posición del rey. Las blancas sólo tie­nen que mover su rey a 1C para situar­lo en una posición completamente se­gura.

Sin embargo, en la situación actual esto es totalmente innecesario, ya que ninguna de las piezas negras en el ala de dama puede constituir una amena­za para el rey blanco.

18 ... A1AD??

Hasta aquí el maestro ha dictado el curso de los acontecimientos. Ha ga­nado un peón, y su único inconvenien­te es que está algo sujeto en el centro y en el flanco de dama.

Pero ahora las negras piden dema­siado a la situación. Están preocupa­das en sacar el máximo de su peón extra. Por tanto, preparan llevar su AD al ala de rey que es el lado correcto

Defensa india de dama 277

para tal alfil, pero menosprecian la cuantía en que este movimiento debili­tará el ala de dama en donde el rey ne­gro puede encontar un lugar seguro.

El hecho de que un maestro juegue siempre para ganar, mirando el futuro y pretendiendo demasiada iniciativa en un momento en que la iniciativa y la victoria no se corresponden aún con la posición, a veces le puede suponer un handicap.

Lo correcto habría sido 18 ... D2D seguido de 19 ... 0-0-0.

Las negras habrían conservado su peón extra, pero en vista de las cir­cunstancias habrían tenido sólo unas pocas oportunidades de ganar, ya que el peón negro de más está retrasado y en una columna abierta.

19 C1A

Este caballo se llevará a 3R para controlar el cuadro 5AR.

19 ... P5T

Las negras esperan ejercer alguna presión adicional en el lado del rey. Seguirán llevando su caballo y alfil a las posiciones enemigas. Pero estas maniobras son de menor importancia, ya que la batalla principal tendrá lugar en su ala de dama después de que las negras hayan enrocado largo incorrec­tamente.

20 A1R

Las blancas hacen este movimiento en lugar de 20 A2A en donde las ne­gras podrían atacar al alfil mediante C-5A-6T.

20 ... C5A

Aquí y en el próximo movimiento au­menta la presión de las negras.

278 Ajedrez. El camino hacia la

21 D2AD

Ya que la dama debe moverse, lo hace al cuadro del tablero más cerca­no al campo de batalla.

Ahora las negras quieren enrocar largo, y para ello debe disponer de su cuadro 2D para su dama, por tanto mueven su AD al único cuadro posi­ble, jugando:

21 ... A6T 22 C3R!

El cuadro crucial en un final es el 5AR de las blancas.

22 ... D2D 23 A2A

Para conectar las torres blancas y dirigir el alfil contra el rey negro cuan­do esté enrocado por el lado de dama.

23 ... 0-0-0

Este es un momento importante en la partida. Después de que las negras hayan enrocado se inicia un fuerte ata­que contra el ala de dama. Hay que te­ner en cuenta, no obstante, que este enroque es un serio error yendo de­masiado lejos. Por una parte, el enro­que es deseable para introducir la TD en el juego.

Esto quiere decir que las negras sólo tienen opción entre dos males. Si no enrocan, nunca conseguirán ganar la partida porque no pueden abrir la posición, pues su rey está muy inse­guro en medio del tablero. Por tanto, deciden enrocar a pesar de que el subsiguiente ataque contra la posición debe verse como una especie de so-breconfianza de que de alguna forma podrá sortear la tormenta.

24 P4T

maestría

El principio del ataque al débil flanco de dama de las negras.

En esta posición, la cuestión de si debe moverse primero el PTD o el PCD es más bien arbitraria.

El avance de un peón contra la posi­ción del rey enemigo queda justificado por:

a) una débil protección del rey opuesto con un peón (aquí el P3CD negro, que queda debilitado cuando falta el alfil del fianchetto).

b) piezas atacantes bien dispues­tas.

c) control de mayor número de lí­neas que el contrario (aquí las blancas controlan cinco columnas y las negras tres).

Los progresos del experto hacia maestro quedan patentes por su apre­ciación de la estrategia apropiada para emplear aquí.

24 ... R2C 25 P4C! P4A

Esperar también hubiera sido muy peligroso. Considérese el impacto de movimientos de las blancas tales como P5C C-2T-4C-6A.

Las negras no tuvieron mucha op­ción, pues después de 25 ... P4T 26 PxP PxP 27 P5A PxP 28 C4Aes casi mortal.

25 ... T1T merece tomarse en consi­deración, pues en ese caso la mejor continuación de las blancas es 26 P5T ya que 26 P5C podría ser contestado con 26 ... P4T evitando la maniobra C-2T-4C-6A.

Las negras se lo toman a la brava: van directamente a la línea de juego y esperan ser capaces de afrontar las consecuencias.

26 PxP(a lpaso)+

Defensa india de dama 279

Naturalmente las blancas aprove­chan esta ocasión para abrir la posi­ción. Lo jugado en el texto libera la diagonal para el AD blanco y despeja el cuadro fuerte 5D de las blancas para ocuparlo con uno de los caballos blancos lo que permitirá atacar al fuer­te caballo negro en su 5AR de tal for­ma que las negras prácticamente se ven forzadas a cambiar.

El cambio entraña graves conse­cuencias pues el PR blanco ¡ría a su 5D reforzando el alfil blanco en 3AR y haciéndolo más eficaz.

26 ... D x P

27 C(3R}-5D! C(3)xC

28 CxC C x C

29 PRxC D1A

Apoyando su alfil de forma que pue­da ir a 4A. Las negras hacen el movi­miento más activo posible.

Obsérvese que el problema del PAR retrasado negro ha quedado resuelto ya que ahora puede ir a 4A si así lo de­sea. Las negras tienen aún dos peo­nes pasados. Parece ser que el exper­to ha tenido esto en cuenta y ha sope­sado cuidadosamente las distintas al­ternativas. Ha comparado la valía de los dos peones pasados con la fuerza de su ataque al rey negro.

Uno de los problemas más difíciles en el ajedrez es el de hacer compara­ciones y también en este aspecto el experto ha progresado considerable­mente. Sabe bien que su ataque ten­drá éxito, y que por tanto la ventaja posicional de las negras no cuenta en el caso.

30 P5A!

Las blancas juegan acertadamente sobre la fuerza de su alfil en 2AR com­binado con sus PA y PC. El experto demuestra tener no sólo un sentido posicional, sino también de ataque.

30 ... TD1C

Tratando de reducir la fuerza del contrario y hacer asequible un cuadro más para su huidizo rey.

Igualmente bueno habría sido 30 ... A4A31 P6A+.

Si 30 ... PCxP? entonces 31 PxP descubriría el ala de dama aún más abriendo la columna AD y la diagonal larga, y naturalmente un posterior 31 ... PxP?? queda fuera de cuestión por 32 P6D+.

31 P6A+

Con esto las blancas consiguen un potente peón pasado y conservan la posibilidad de abrir a voluntad la posi­ción mediante P5T precedido, si es necesario, por P5C. Y no hay otra al­ternativa buena, pues 31 PxPD o 31 PxPC conduciría a un cambio de pie­zas mayores que disiparía o destruiría el ataque blanco.

280 Ajedrez. El camino hacia la maestría

31 ... R2A 32 P5T

Atacando nuevamente la estructura de peones negra del ala de dama y ha­ciendo espacio para su dama en 4T con toda suerte de amenazas.

32 ... PxP?

Las negras esperan 33 PxP D3T pero las blancas responden 33 D4T!

Sería mejor 32 ... D4A pero después de 33 D4T la partida no parece defen­dible ni por 33 ... DxA? 34 PxPa­gana, ni por 33 ... P4C(!) 34 DxP T1C 35 D3D (o incluso 35 D6T que es aún más complicada: 35 ... DxA 36 DxPT+ R1A 37 T2D y la situación está difícil, pero probablemente ga­nando las blancas) D5A+ 36 T2D que conduce a una posición verdadera­mente complicada y difícil de juzgar. Todo depende de detalles accidenta­les.

En vista de la enorme fuerza del PAD blanco hay que meditar más a fondo las posibilidades. Esta fuerza es duradera y siempre reaparece tan pronto como el contraataque negro experimenta un paro.

Dos continuaciones posibles son:

a) 36 ... Dx PC 37 T2T P4A 38 T7C P5R 39 T x A + R1D 40 T7D+ R1R 41 D2A PxA 42 T4T D6C 43 T4R+ ga­nando.

b) 36 ... A4C 37TxA DxT 38AxP T x P 39 A6C+ TxA (39 ... R1C 40 D6T) 4 0 P x T RxP 41 D3C+ ganando.

33 D4T! De nuevo el experto muestra sus

progresos con su preciso manejo de esta parte del ataque.

33 ... R1C Si 33 ... PxP? 34 D5T+ R1C 35

DxP+ + . 34 DxP D2A 35 D x D + Para obtener dos peones pasados.

Si las blancas evitan el cambio me­diante 35 D5C+ R1T las negras tienen aún su peón extra y la situación se les hace defendible.

35 ... R x D

Ahora que las damas ya no están en el ta le ro vamos a ver un ejemplo de la habilidad del experto en manejar con precisión un final.

36 AXPTD

Defensa india de dama 281

Ambos bandos tienen un par de peones pasados, pero las blancas es­tán más adelantadas. Ahora amena­zan P-5C-6C.

36 ... A4C+

Sería mejor 36 ... T1T 37 A3R TR-1CD, o bien a) 38 A2D protegiendo el PCD siguiendo manteniendo conecta­dos dos peones pasados y amenazan­do 39 T7C o bien b) 38 T7C en segui­da. Las blancas aún tienen que ganar.

37 TxA!

Adelantar rápidamente los peones pasados vale más que el cambio.

El experto está dispuesto al sacrifi­cio: una característica de juego de maestro.

37 ... TxT 38 P5C A5C

Si 38 ... T1CD 39 A x T + RxA 40 P6C y ganan.

39 AxA TxA 40 P6C+ R1A

Si las blancas ahora jugasen 41 P7C+ no significaría mucho: 41 ... R2A 42 P8C(D) TxD 43 AxT RxA. Pero tan pronto como pueda intervenir la torre blanca el juego queda decidi­do. Por tanto:

41 T1A T2C

O si:

a) 41 ... T1A 42 P7C+ R2A 43 TxP+ ! !o

b) 41 ... T5A una línea muy instruc­tiva; 42 TxT PxT 43 P7C+ R2A 44 P8C (D)+ TxD 45 AxT+ RxA 46 R2D. i

Llegados aquí, el PA blanco pasado y protegido es inexpugnable y además confina al rey negro en una zona redu­cida de forma que el rey blanco puede hacerse con todos los peones negros.

42 T6A TR1C

Si 42 ... T1D 43 TxPD! TxT 44 P7C+ seguido de 45 P8C(D)+.

43 TxPD

Las blancas amenazan ahora 44 P7C+y45T7D++ .

43 ... P4A

44 T6A

Amenazando P6D etc.

44 ... T8C+ 45 R2A T(8)-7C+ 46 R3A TxP Con la esperanza de jaque continuo

a comenzar después de ... T6C+ pero el ataque blanco es verdaderamente irresistible.

47 P7C+ R2A 48 T7A+ R3D 49 T7D+ +

• La mayoría de peones en el ala de • El contraataque al precio de dos dama peones

• Cómo avanzar los peones • La posición sujeta del rey • Cómo emplear la mayoría a manera • Sorteando una dificultad a través

de arma sin valerse de ella dema- de un cálculo exacto siado pronto • Explotando una ventaja material en

• Juego en más de un frente un final con pocas piezas

En muchas partidas de ajedrez la lucha se desarrolla en sólo una parte del ta­blero, pero en algunas hay varios frentes. Las partidas en las que interviene todo el tablero son más interesantes, pero también más difíciles de manejar. El hecho de que un jugador sólo pueda hacer un movimiento cada vez, significa que aun cuando existan varios frentes se puede atender a un solo frente cada vez. Si hay peligro en más de un frente hay que elegir cuál de ellos se refuerza en primer lu­gar. Por las mismas razones, si existen posibilidades en distintas zonas del ta­blero hay que jugar sobre donde esas posibilidades valen más. En tales partidas el manejo de la situación consiste en comparar continuamente la importancia re­lativa de la posición momentánea en los varios frentes llegando a conclusiones válidas de donde actuar. Las partidas con varios frentes requieren la máxima ha­bilidad por parte del jugador.

A veces un amateur vence a un maestro debido a una inspiración oportuna, a una combinación afortunada, o a una feliz interpretación de la posición. Pero si un amateur consigue controlar una lucha sobre el tablero sin perder el dominio de las varias partes, se puede considerar, sin exageración, que es verdadera­mente una actuación de maestro. En partidas con varios frentes, sólo los ama-teurs con fuerza de maestros pueden hallar el camino a través de ese laberinto de movimientos sin perder la amenaza.

Esta última partida de la serie muestra al experto que ha alcanzado una ver­dadera maestría en sus distintas áreas: en su inventiva profesional sin poner de­masiado empeño en esta cualidad, en su habilidad combinatoria, en el cuidado­so cálculo de las consecuencias exactas de un sacrificio, en su destreza defen-

284 Ajedrez. El camino hacia la maestría

siva cuando su contrario sacrificando una pareja de peones ejerce una fuerte contrapresión, y finalmente, en las técnicas del final.

APERTURA SEUDO-RETI

BLANCAS: Experto

NEGRAS: Maestro

1 P4AD Para las ideas detrás de este movi­

miento, véase la partida 3.

1 ... P3R

Un movimiento que excluye las con­tinuaciones india de rey e inglesa, pero hace mucho para la flexibilidad, ya que puede desembocar en un cierto número de aperturas. Después de 2 P4D P4D puede llevar al gambito de dama rehusado; después de 2 P4D P4AR a la defensa holandesa, y des­pués de 2 P4D C3AR a la defensa Nimzo-lndia.

Aquí es más comente 1 ... C3AR lle­vando a una de las aperturas indias, o 1 ... P4R la apertura inglesa en la que las blancas juegan la siciliana inverti­da.

2 P3CR

Un sistema en el que las blancas juegan el fíanchetto de su AR para controlar el centro mediante presión ejercida por el alfil a lo largo de la dia­gonal. Esto contrasta con el antiguo método de controlar el centro ocupán­dolo con peones o con piezas. Este sistema difiere de la apertura Reti en cuanto que en esta última el CR blan­co va a 3A mientras que en esta parti­da no va ahí para nada. Pero el siste­ma es similar a la apertura Reti en que está el fíanchetto en el lado de rey y en movimientos tales como P4CD por lo que lo denominamos apertura seudo-Reti.

2 ... P4D

Las negras procuran controlar el centro ocupándolo.

Es la continuación lógica de 1 ... P3R y al jugar esto las negras han re­nunciado a la idea de controlar el cen­tro desde lejos. Por ejemplo, después de 2 ... P3CR las negras habrían crea­do huecos en sus 3AR y 3TR y un maestro casi nunca acepta tales hue­cos.

Si las blancas, ahora o después de unos pocos movimientos jugasen P4D tendríamos una apertura catalana.

En lugar de 2 ... P4D las negras po­drían haber replicado 2 ... P4AR lle­gando a la defensa holandesa o 2 ... C3AR que conduce a una variante de la Nimzo-lndia o india de dama, pero más pronto o más tarde las negras tendrían que continuar con ... P4D y surgirían problemas similares a los de la partida.

3 A2C

Completando el fíanchetto las blan­cas ejercen una presión adicional para mantener en el centro, y en particular sobre su cuadro 5D.

Obsérvese que si bien el PAD blan­co está aprisionado, después de 3 ... PxP puede recuperarse inmediata­mente mediante 4 D4T+. Por otra par­te, la rutina 3 P3CD? perdería un peón para las blancas después de 3 ... PxP 4 PxP D5D.

Las blancas podrían haber jugado 3 PxP pero no habrían sacado ninguna ventaja tomando y al hacerlo habrían abierto la diagonal para el AD negro. Como regla empírica, cuando dos peones de distinto color están situa­dos en la posición que Kmoch deno-

Apertura seudo-Reti 285

mina «lever», de forma que cualquiera de ellos puede capturar al otro, no se debe jugar, salvo que exista alguna poderosa razón, PxP mientras no se tema ... PxP.

En esta posición, si las negras jue­gan 3 ... PxP renuncian al centro.

Podrían jugar 3 ... C3AR lo que es relativamente bueno y después de lo cual tendrían un juego perfectamente manejable, si bien ligeramente sujeto, al igual que en la clásica variante del gambito de dama rehusado o en la de­fensa francesa. Lo mismo sucedería después de 3 ... P3AD.

Para evitar perder el centro o que­darse con un juego sujeto, las negras continúan

3 ... P5D

Esto les da alguna ventaja de espa­cio, pero por otra parte proporciona un objetivo a las blancas. Si se liquida­ra la avanzadilla P5D podría resultar que la maniobra requiriese demasiado tiempo. El movimiento no es notable­mente bueno, pero tampoco definiti­vamente malo.

A veces se encuentra este movi­miento en la secuencia 1 C3AR P4D 2 P4A P5D en cuyo caso 3 P4CD es una réplica fuerte. En la posición del texto se evita P4CD y este puede ser el mo­tivo por el que las negras opten por el avance.

4 P3R

Las blancas atacan inmediatamente al peón negro en vanguardia, lo que pueden hacer con seguridad, pues si a) 4 . . . PxP 5 PAxP las blancas consi­guen un magnífico centro con P4D más la fila abierta AR y no tiene que temer; o) 4 ... P6D pues el peón negro avanzado no perturba el desarrollo de las blancas: éstas pueden llevar su ca­ballo a 3AD y quizás su AD a 2CD. Aparte de esto, el PD negro se debili­

tará y a la larga será insostenible pues las blancas disponen para mucho más tarde de movimientos tales como A1ARC1Ry D3C.

Las blancas también podrían haber jugado 4 C3AR o 4 P3D pero en gene­ral si uno decide atacar la vanguardia enemiga, hará bien en atacar ensegui­da.

Sin embargo, si el jugador con las blancas teme innecesariamente ... P6D debería jugar primero 4 P3D.

4 ... P4AD(?)

Lo del texto tiene un inconveniente que veremos en la continuación.

¿Por qué hace el maestro este mo­vimiento algo dudoso? Puede haber sido algo descuidado deliberadamen­te sabiendo que se podrá recuperar más tarde. Actualmente está general­mente admitido que un moderado error no es suficiente para perder la partida: es el segundo error el que la pierde. Hay jugadores que cometen deliberadamente un primer error por razones psicológicas. El contrario, que no logra sacar ventaja porque no hay un segundo error se descorazona y se descuida. Otras posibilidades son:

a) 4 ... PxP (véase la nota bajo el 4.° movimiento de las blancas).

b) 4 ... C3AD para disuadir a las blancas de la jugada PxP.

No es bueno sacar el caballo de las negras a 3AD porque restringe el de­sarrollo del PAD de las negras.

La partida podría continuar con: 5 C2R P4R para seguir con la estratégi­ca cadena de peones 6 P3D y 7 P4R.

c) ... P4R (el mejor) con la ventaja de mantener el avance y espacio, con la desventaja de la pérdida de un tiem­po.

5 PxP

286 Ajedrez. El camino hacia la maestría

Aquí las blancas capturan para ob­tener mayoría en el flanco de dama. Tan pronto las negras jueguen ... C3AD el capturar es menos atractivo porque después de PxP CxP ya no hay mayoría en el lado de dama.

Las alternativas 5 C3AR 5 C2R y 5 P3C son todas posibles pero no son más que movimientos de desarrollo de rutina sin un objetivo en particular. Más en su punto está 5 PxP porque tiene la finalidad estratégica de conse­guir para las blancas la mayoría en el ala de dama.

5 ... PxP

5 ... DxP es obvio porque entonces las blancas tienen un PD retrasado, pero sólo temporalmente, porque la dama negra no se puede mantener por sí misma en su 5D después de 6 P3D seguido de 7 A3R o 7 C3AR. Una vez ha sido retirada la dama, sigue P4D y entonces, después de PxP las blancas tienen mayoría, pero sin la presión del PD negro sobre su cuadro 4D como en la partida.

6 P3D

Ahora las blancas tienen mayoría en el lado de dama con presión de su AR a lo largo de la diagonal larga para apoyarla, lo que es ideal. Por otra par­te, las negras tienen mayoría en el centro.

6 ... A5C+(?)

Quizás un poco atolondrado. Las negras esperaban 7 A2D AxA+

cambiando su AR que estaba más o menos obstaculizado por su PD. Si bien el AR negro no era demasiado malo, sus movimientos estaban algo restringidos por el peón en 5D.

Aquí 6 ... C3AD o 6 ... C3AR sería li­geramente mejor.

7 R1AÜ

El maestro alerta ante el amateur. Este es un camino de lo más original para preparar el avance de los peones del ala de dama, que es el primer paso para sacar ventaja de la mayoría en el lado de la dama. Esto supone un buen criterio posicional por parte del ama­teur. Es sorprendente la forma en que moviliza su mayoría en ese lado. Ahora las blancas amenazan a) estratégica­mente, P3AD seguido de P4CD; b) tácticamente D4T+ ganando una pie­za.

La amenaza táctica debe ser recha­zada en cualquier caso, pero la estra­tégica es más difícil de combatir. Ge­neralmente en situaciones como ésta, con el alfil negro en 2R o 1A al movi­miento P3TD de las blancas se le en­frenta ... P4TD. Si es posible, las ne­gras no deben permitir P4CD pero aquí no sirve 7 ... A2R pues las blan­cas jugarían 8 P4CD! El único intento es el movimiento no natural 7 ... P4TD

pero entonces después de 8 D4C las negras entran en dificultades: deben delimitar su ala de rey mediante ... P3CR por ejemplo, 7 ... P4TD 8 D4C y ahora:

a) 8 ... P3C (debilitando el flanco de dama);

b) 8 ... D3A 9 C2R.

(1) 9 ... C3A 10 AxC+ ganan­do un peón.

(2) 9...A4A 10A5C D4A (10... D3C 11 C4A empeorando las cosas). 11 DxD PxD y las blancas tienen piezas activas y las negras un peón aislado y una serie de peones doblados.

Estas variantes parecen indicar el por qué el maestro no intenta parar el avance blanco en el lado de dama.

Después de 7 A2D (en lugar de 7 R1A) las blancas no podrían imponer el avance de su mayoría de peones por 7 ... P4TD por ejemplo: 8 P3TD A x A + seguido de 9 ... P5T o bien 8 D4T+ A2D 9 D3C A3A.

Por todo ello, la jugada 7 R1A es la estratégicamente indicada.

7 ... C2R

Detiene la amenaza de 8 D4T+ que ahora puede refutarse con 8 CD3A.

8 P3TD

El principio de la materialización del avance mayoritario en el ala de dama.

8 ... A3D 9 P4CD

¡Un avance soberbio! Las blancas han sentado su mayoría.

9 ... 0-0

El lector, recordando cómo el maes­tro con las negras rompió un avance blanco similar a éste en la partida 2, se puede preguntar «¿Por qué no jugar aquí 9 ... P4TD?» Después de 9 ... P4TD la continuación blanca es 10 P5A A2A 11 P5C y la mayoría blanca no sería menos peligrosa. Esta situa­ción saldrá más tarde en la partida. La diferencia crítica entre las situaciones de ambas partidas es la siguiente: si las blancas consiguen la dominación P5CD-P5AD sin perder un peón, están a salvo, ya que la réplica... P3CD pue­de contrarrestarse con P6AD. Por otro lado, la formación P5CD-P4AD es mala para las blancas, ya que cede a las negras su cuadro 4AD y P4CD-P5AD no satisface a las blancas ni aun después de ... P3CD PAxPC DxPC! y el P4CD queda aislado después de ... PTxP.

10 C2R

Atacando al PD negro manteniendo

288 Ajedrez. El camino hacia la maestría

libre la diagonal del AR forzando al AD a defender el PCD.

10 ... A2A

Obsérvese que las negras están prácticamente forzadas a mover esta pieza desarrollada para proteger su PD.

Con su AR en 2AD la perspectiva de las negras mejora. No siempre han de tener en cuenta la posibilidad de que las blancas jueguen P5A y ellas mis­mas pueden jugar... P4TD.

En este momento también sería po­sible 10 ... P4R que será jugado en el próximo movimiento. Con 10 ... CD3A las negras perderían un peón después de 11 P5C. La posición avanzada de los peones blancos en el ala de dama es eficaz.

11 A2C P4R

Protege y al mismo tiempo refuerza el centro.

12 C2D

De momento no es más que un sim­ple movimiento de desarrollo que no obstante ofrece a las blancas múlti­ples posibilidades: a) permite al caba­llo blanco guardar el centro frente a un posible ... P5R. b) El caballo blanco puede ir a 3C para apoyar el ataque al ala de dama, c) Puede ir a 4AD des­pués de P5AD. d) Puede ir a 3AR-5CR como ocurre en la partida.

12 ... P4A

Para contrapesar el centro, y con la esperanza de jugar eventualmente ... P5R o incluso ... P5A. Sin embargo, este movimiento debilita el PR negro y la diagonal blanca 2TD-8CR lo que de­mostrará ser casi mortal diez movi­

mientos más adelante. Los comenta­dores calificaban estos movimientos como errores decisivos, lo que es un despropósito. Este es sólo un aspecto de la situación que accidentalmente surge diez movimientos más tarde.

Las negras hubieran podido jugar 12 ... P4TD tras lo cual las blancas ha­brían dejado las cosas tal como están.

13 P4TD

El avance. Salvo la TR todas las pie­zas blancas están situadas provecho­samente, y ahora planean aprovechar su mayoría en el lado de dama.

13 ... P4TD

Esto no detiene el avance, pero lo rompe. En otras palabras, las blancas se ven ahora prácticamente forzadas a jugar 14 P5C después de lo que tienen una mayoría de 2-1 (las blancas PCD+PAD contra el PCD negro). La mayoría de 2-1 no es tan fácilmente aprovechable como la de 3-2, pues después del último avance del PAD (P-5A-6A) ... P x P P x P fácilmente re­sulta un peón aislado de una mayoría 2-1.

Apertura seudo-Retí 289

Además el movimiento del texto crea un hueco en el 5AD de la falange blanca. Teóricamente hablando, tam­bién crea otro en el 4CD de las blan­cas, pero esto es de escasa importan­cia ya que ningún caballo negro lo puede ocupar.

14 P5C

Estratégicamente forzado, pues la alternativa 14 PxP A x P conduce a la inactividad y casi parálisis del flanco.

14 ... C2D

Si las negras dispusieran ahora de un movimiento más (... C4A) tendrían una posición dominante en la que ha­brían bloqueado y aniquilado la mayo­ría blanca y quedarían dispuestas para lograr su propia mayoría en el centro.

15 A3TD

Evita 15 ... C4A. Si ahora 15 ... A3C entonces 16 C3C y las blancas man­tendrían el control sobre su 5AD. Ob­sérvese que 15 ... P3CD que rehusaría toda la estrategia de las blancas no es posible, y que a 15 ... T1C (o ... T2T) para preparar... P3CD se le responde­ría con P5A amenazando P6C. Es im­portante darse cuenta de cuan atadas se encuentran las negras en el ala de dama debido a la mayoría blanca sin que estas últimas hayan hecho uso de tal mayoría.

15 ... T1R

Desclava el CR negro.

16 D3C

Esta fase de la partida es de extre­ma importancia. Las blancas no jue­gan P5A, solamente amenazan jugar­

lo, impidiendo así que las negras to­men sus medidas para ocupar su 4AD y con ello detener el avance del ala blanca e inutilizar su mayoría. El avan­ce del PAD blanco tendría el inconve­niente de dar a las negras su cuadro 4D; por ejemplo: 16 P5A C3AR 17 D3C+ C(2}4D seguido de 18 ... A3R y queda bloqueado el ataque blanco al flanco de dama y expulsado su AR de la diagonal, mientras las negras que­dan preparadas para contrajugar en el centro.

16 ... R1T

Dando al contrario la oportunidad de jugar el mal movimiento 17 P5A.

Las negras podrían haber jugado 16 ... C3AR pero entonces las blancas no habrían jugado 17 P5A+ desc. (te­niendo en cuenta 17 ... C(2)4D como ya se ha comentado en la observación anterior) sino un movimiento tal como por ejemplo 17 T1R evitando ... A3R debido a C4AR (17 T1R A3R 18 C4A PxC 19 TxA PxP 20 PTxP y ha cam­biado completamente el cuadro: las blancas tienen los dos alfiles, una fila abierta, presión contra su 7CD etc.) Después de 16 ... C3AR17T1R hubie­ra seguido en un momento u otro el movimiento ... R1T ya que serían im­posibles movimientos tales como ... T1CD mientras el rey negro estuviera en su 1 CR (... T1CD P6C o P5A ganan­do una pieza). Esto no hubiera cam­biado mucho la característica de la partida después de 16 ... C3AR en lu­gar de 16 ... R1T como lo jugado en el texto.

17 C3AR

Amenazando 18 C5C y 19 C7A+. Bajo ciertas circunstancias, un poste­rior P5A podría ser muy fuerte debido

290 Ajedrez. El camino hacia la

a combinaciones tales como C7A+ a la descubierta.

Pero en este momento 17 P5A C3AR daría ventaja a las negras en cuanto tienen más contrajuego que las blancas.

El hecho de que el experto no haya jugado inmediatamente 17 P5A de­muestra que va progresando. No sólo sabe lo que representa la mayoría en el lado de dama, sino también la forma de emplearla, y lo que es todavía más importante, sabe que hay ocasiones en que se debe posponer la realiza­ción. Como ya dijo Tarrasch, «muchas veces la amenaza es más seria que su ejecución».

Obsérvese que tan pronto las blan­cas se salen de movimientos activos también cuenta la insegura posición de su rey.

17 ... P3T

Oponiéndose a la amenaza blanca 18C5C.

18 P4T!

Un movimiento sutil que amenaza nuevamente C5C y que demuestra

una hábil previsión por parte del ex­perto. Por ejemplo, 18 ... C3AR 19 C5Cy

a) 19... PxC 20 PxP+a la descu­bierta, C2T 21 AxC seguido de 22 P6C.

b) 19...T1A 20P5A y (1) 20 ... C(2)-4D 21 P6A ga­

nando en el cambio porque la torre no defiende la casi­lla 2AR por ejemplo: 21 ... A3D 22 AxC AxA 23 C7A+.

(2) 20 ... C(3)-4D 21 P6C (esto también es posible en la variante previa) A1C 22 P6A! etc. y si 22 ... PxP 23 P7C.

(3) 20 ... PxC 21 PxP+ a la descubierta C2T 22 P6A! PxP 23 AxC DxA 24 P6CR A3R 25TxC+ R1C 26 D2A A4D 27 AxA+ PxA 28 R2C amenazando 28...T3A29TD-1TTXP30 T8T+ ganando la TD.

18 ... C1A

Esto detiene el sacrificio C5C y por tanto el ataque. Si ahora 19 C5C? PxC 20 PxP+ a la descubierta, R1C 21 P5A+ A3R. En vista de esto, el ex­perto podría jugar 19 P5A? amenazan­do nuevamente 20 C5C pero tras 19... A3R no tendría más que un mal juego.

En esta posición las negras tienen un camino para reforzar la suya, es de­cir, jugar ... A3R y tratando luego de posesionarse de su cuadro 4AD.

¿Cómo evitan esto las blancas? Una de las características del juego del maestro es no preguntarse únicamen­te «¿Cuál es mi movimiento más fuer­te?» sino también «¿Cómo puedo evi­tar que mi contrario realice su movi­miento más fuerte?» Según el pensa-

Apertura seudo-Retí 291

miento de Tarrasch, «inmoviliza las piezas de tu contrario». En otras pala­bras: las blancas no tienen amenazas positivas pero todas sus fuerzas están disponibles, de tal forma que casi cualquier movimiento de las negras les perjudica.

19 T1R!

¡Gran maestría propia de un exper­to!

Las blancas se activan en tres fren­tes: los dos flancos y el centro. Nada de lo que hagan ahora dará resultados inmediatos, pero cada pequeño cam­bio en la situación puede determinar que alguna de las líneas laterales se convierta en una brillante realidad. Examinemos unas pocas posibilida­des, recordando que las líneas en a) son muy favorables para las blancas debido a su mayoría en el lado de dama, que está preparada para avan­zar pero que sólo lo hace cuando tal avance suponga una clara ventaja.

a) 19 ... T1C (para continuar ... P3CD ganando la batalla estratégica al controlar su cuadro 4AD) 20 P6C! (sa­cando ventaja del hecho de que el cuadro CD de las negras está ahora ocupado, pues sin la torre en su 1 CD el avance sólo supondría la debilita­ción de la estructura de peones blan­ca), AxP 21 CxPR gana después de 1) 21 ... R2T 22 C7A D2A (debe prote­gerse el alfil en 3CD) 23 A6D etc. o bien 2) 21 ... A3R 22 C4A (las blancas amenazan 23 CxA y 24 C7A+) y 2a) 22 ... R1C 23 CxA CxC 24 P5A etc. o 2b) 22 ... R2T 23 CxA CxC 24 C7A etc. ganando una pieza porque la dama negra no puede defender el alfil y el caballo al mismo tiempo.

b) 19 ... T2T 20 P6C haciendo el mismo tipo de jugada.

c) 19 ... A3R 20 C(2)-1C! ganando

un peón después de 20 ... C2D 21 CxPD o 20 ... C(2)-3C 21 P5T. Véase cómo las blancas hacen jugar forzado,

d) 19... C3R 20C1A (o20C(2)-1C) y las negras pierden su PR.

19 ... A3D

Para incitar a las blancas a avanzar su PAD y llevar luego su AD a 3R des­de donde ataca a la dama blanca.

Ahora podemos ver lo hábiles que fueron las blancas al posponer este avance. En este momento ganan dos movimientos con el avance.

20 P5A A3R

No simplemente 20 ... A2A a causa de 21 C5C (acción en ambos lados del tablero) PxC (forzado) 22 PxP+ a la descubierta C2T y el juego queda de­cidido con 23 D7A seguido de 24 D5T.

21 D2C A2AD 22 C(2)-1C

Esta es una previsión muy perspicaz por parte del experto. Obsérvese que hay objeciones a 22 C1A: 22 ... A4D 23 CxPR (ahora o nunca) AxA+ 24 RxA

292 Ajedrez. El camino hacia la

D4D+ 25 C3A TD1D (para proteger el PD) y la situación relativa de C3A+R2C es mucho peor que después de 22 C(2)1 C desde donde 3AC queda doble­mente protegido (véase en el análisis que sigue la posición depués de 25 C(1C)3A).

¿Cómo deben continuar las negras después de la jugada del texto? No sirve 22 ... A4D por ejemplo: 23 CxP A x A + 24 RxA D4D+ 25 C(1)-3A (cla­vando su caballo, pero donde se de­muestra que este caballo ha estado mejor colocado en 1C que en 1AD)ysi

a) 25 ... C1C 26C4A C3R 27C6C! AxC 28PxA y la amenaza 29T5R se­guida de 30 TR1R haría posible una triplicación después de 31 D2R, es de­cir, la colocación de la torre en 5R y la otra en 1R después de la dama en 2R hace que las negras vean peligrar sus peones de 5D y de 4AR.

b) 25 ... TD1D 26 T2R C1C 27 TR-1R C3A 28 C4A TxT 29 TxT C5R (ex­celente recurso) 30 C6C AxC 31 PxA C6A 32 T5R D2D 33 D3C y las blancas mandan en la partida.

Estas son «variantes maestras» para demostrar que las negras no pueden aprovecharse de la clavada ... D4D C3A R2C. Ello es debido a que tam­bién tienen que cuidarse de su PD perdiendo con ello tiempo que em­plean las blancas para llevar a cabo la maniobra C-4A-6C cambiándolo por el AR negro a fin de despejar su cua­dro 5R y hacerse con el control de la fila de rey. Por tanto las negras juegan

22 ... P5R

Una de las posibilidades latentes de la posición de las negras. Este es el re­curso del maestro. Después de 23 PxP A5A+ 24 C2R P6D gana. No ha-

maestría

bría sido posible este movimiento sin el avance P5A y el retraso de la dama blanca. Obsérvese cómo finalmente la insegura posición del rey blanco juega un papel.

23 C x P

Se realiza este movimiento a pesar de la peligrosa amenaza negra ... A4R.

23 ... A4D

La alternativa 23 ... A4R 24 CxA AxD 25 CxD AxA 26 CxP supondría alguna pérdida para las negras. Pero con lo del texto 24 ... A4R es una ame­naza terrible.

En esta posición las blancas tienen dos peligros: a) el C(4D) puede quedar clavado, pues está en la misma diago­nal que la dama blanca; b) la inmovili­dad del rey blanco, consecuencia de C1C que tuvo sus ventajas pero como se puede ver ahora tiene también in­convenientes.

24 PxP A5A+ 25 C(4)-2R

De esta forma las blancas eliminan la posible clavada del C4D.

En otro orden de cosas, el bloque formado por R1A T1R C2R C1C A2C y P2AR es inactivo y vulnerable.

El movimiento 25 C(1)2R pierde después de 25 ... A4R.

25 ... PxP 26 A x P

Con esto el alfil entra en el campo de tiro de la TR negra, pero las blan­cas deben intentar aguantar. Lo del texto tiene un lado bueno: hace sitio para el rey y prepara la posibilidad de planear algo así como R2C C(2)3A y C(1)3A. Con tres movimientos las

'

blancas pueden tener un juego exce­lente y además tienen dos peones más.

26 ... C4D

Para colocar todas las piezas posi­bles contra la fortaleza blanca. Este movimiento tiene el inconveniente de dejar el A(5A) negro en el aire.

27 D4D

Si ahora 27 ... A6C: 28 D3D y el alfil deberá decidirse y 28 ... AxP fallaría frente a 29 AxC.

27 ... D3AÜ

Si alguna vez un maestro ha tenido una salida las negras la tienen. Ahora, después de 28 DxD PxD la posición de las blancas sería mucho más com­prometida a pesar de sus dos peones extra, pues la cuestión es que las ne­gras tienen superioridad en cuanto a fuerzas disponibles. Las blancas tie­nen pocas, siendo su dama la más im­portante. Las negras cambian esta po­tente dama y no obstante la natural re­ducción de posibilidades faltando las

Apertura seudo-Retí 293

damas, la superioridad de las negras con las piezas restantes es aún pre­ponderante. Por ejemplo: si 29 A2A AxPCR o 29 AxC AxA 30 P3A T3R 31 R2ATD1R.

28 R2C!

Por fin el rey se aparta de la clavada. Este es uno de los tres movimientos li­beradores antes mencionados. El ex­perto no ha perdido la cabeza durante el contraataque y ha encontrado una defensa eficaz.

No 28 DxA por 28 ... C6R++.

28 ... DxD

Las blancas amenazan DxA. Las negras esperan explotar la clavada en la fila rey mediante DxD.

29 CxD

Las blancas aún se encuentran en apuros, pues su AR está clavado. Ahora todos ios movimientos giran al­rededor de esta clavada.

29 ... C3A

Las negras tuvieron también otra posibilidad: 29 ... A6D. El análisis de­mostrará que lo del texto es mejor porque las blancas podrían haber sa­crificado el cambio. Por ejemplo, 29 ... A6D 30 AxC TxT 31 AxP y el peón blanco pasado decide

30 P3A

La única jugada

30 ... CxA

Si 30 ... A4D (atacando la pieza cla­vada una vez más) 31 P6C! y las blan­cas sacan ventaja pues han desviado

294 Ajedrez. El camino hacia la maestría

el alfil a un mal cuadro (en su 4R des­clava y las blancas juegan AxA en 1CD o 1D rompe la comunicación en­tre torres). Después de 31 ... A1D las blancas podrían jugar 32 AxA TxT 33 AxP T1C 34 A6T. Los peones blancos conectados son irresistibles. O si las negras simplifican en su 5R: 31 ... CxA 32 PxA C6A 33 C3T CxP 34 C5CD y las blancas quedan bien con todas sus piezas en juego y un peón pasado avanzado.

31 PxC

Si 31 TxC TxT32 PxT A6D 33 R3A C3C y las cosas quizás se ponen un poco más difíciles.

31 ... A6D 32 C(1)-3A

Ahora las blancas deben ceder uno de sus peones extra, pero confían en poder hacer algo con el otro.

Si 32 R3A TD1D y las blancas si­guen con problemas.

32 ... AxPR

Evita el doblado de las torres; por ejemplo 33 T3R A x C + y a) 34 RxA TxT-t- seguido de 35 ... AxP. b) 34 TxA T5R y las negras tienen la fila.

Con 32 ... TxPR 33 TxT AxT 34 T1R y las blancas consiguen la fila abierta y tienen las mismas posibilida­des que en la partida, es decir P6C se­guido de C5CD.

33 P6C!

Este es un movimiento anti-posicio-nal en cuanto bloquea su propio alfil y hasta cierto punto inmoviliza la mayo­ría. Pero se fuerza a que el AR negro pase a un mal lugar.

34 C5CD

Ahora las blancas amenazan realizar el fuerte movimiento C6D atacando sus cuadros 4R 8R y 7CD con la posi­bilidad de ¡r a sus cuadros 4AD y 7AR.

34 ... A3AR

Para conectar las torres y oponerse a la amenaza C6D lo mejor que se pueda.

35 C6D AxC+ 36 RxA TxT 37 TxT T1C

El único movimiento que protege el PCD.

38 T8R TxT 39 CxT C2D 40 CxA

Es ventajoso para las blancas cam­biar el máximo número de piezas posi­ble, pues la posición de peones resul­tante lo será a su favor.

33 ... A1D 40 ... PxC

Las blancas sacrifican un peón para abrir completamente, lo pueden hacer.

41 P6A! PxP

Apertura seudo-Reti 295

O 41 ... CxP 42 P7A seguido de 43 A5A y las negras ya no pueden evitar que las blancas coronen:

42 P7C R2C 43 A6D R2A 44 P8C=D CxD 45 AxC P4AD 46 A7A Abandonan

El rey negro sólo puede evitar que el PTD corone corriendo hacia el lado dama del tablero y mientras tanto el rey blanco puede tomar los peones negros que permanecen en el lado de rey y coronar sus propios peones de esta ala.