estereotipos, prejuicios y marginaciÓn exreclusos

Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Educación.

Curso: Segundo de Educación Social Grupo: T6

Trabajo realizado por:

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ETEREOTIPOS, PREJUICIOS Y DISCRIMINACIÓN A LA HORA

DE REINSERTAR EXRECLUSOS EN LA

SOCIEDAD.

Sarai Serrano Sánchez

ÍNDICE:

1. Estereotipos, prejuicios y discriminación desde el punto de vista de la psicología social…Pág. 2

2. ¿Por qué se crean estereotipos y prejuicios sobre los ex reclusos?................................................Pág. 3

3. Formas de marginación hacia los ex reclusos y repercusiones personales y sociales…..Pág. 4

4. Principales fallos en la reinserción y propuestas alternativas……………………………………….Pág. 6

5. Análisis de la encuesta……………………….Pág. 7

6. Opinión personal……………………………….Pág. 11

7. Anexo…………………………………………….....Pág. 13

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1. Estereotipos, prejuicios y discriminación desde el punto de vista de la psicología social.

Desde la Psicología Social se han elaborado teorías del estereotipo y del prejuicio.En primer lugar, hay que aclarar de forma simple estos conceptos:

-Estereotipo social:Un estereotipo es una imagen mental muy simplificada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades características. Puede ser tanto positivo como negativo, aunque normalmente es negativo.Tienen un componente cognoscitivo, debido a las creencias que se tienen de los diferentes grupos.

-Prejuicio social:Pensamiento y actitud, por lo general negativa, que una persona o un individuo tienen ante otra persona o grupo de personas a los que considera ajenos a su grupo de referencia, entendido el grupo como una región, nación, religión, cultura, clase social, etc.Tienen un componente afectivo o emotivo, manifiestan lo que sentimos hacia otros grupos.

-Discriminación:Trato diferencial que se da a las personas por su pertenencia a una categoría social determinada.Muestra un componente o expresión conductual, tanto verbal como no verbal, de las actitudes prejuiciadas y estereotipadas.

Los estereotipos van frecuentemente acompañados, aunque no siempre, de prejuicios, de opinión favorable o desfavorable hacia cualquier miembro de la categoría en cuestión sin haber tenido una experiencia anterior en la que basar dicho juicio. Aunque hay prejuicios que se tienen ante determinadas personas, a la psicología social le interesan los prejuicios sociales, es decir, los que expresan una actitud negativa hacia un determinado grupo.

Funciones de los estereotipos:

Según Elosúa, 1994, 35-36 y Diaz-Aguado, 2003, 72-73 son:

1. Función cognitiva de simplificación de la complejidad de los estímulos del medio ambiente. Guían nuestra interpretación de la realidad y crean una memoria selectiva.2. Ayudan a formar la identidad social.3. Contribuyen a la creación y mantenimiento de las ideologías de grupo.4. Explican o justifican una variedad de acciones sociales contra otros grupos externos. Ayudan a explicar la conducta del endogrupo de la mejor manera posible.5. Contribuyen a establecer relaciones de causa-efecto entre fenómenos que ocurren simultáneamente. Por ejemplo, cuando se relaciona el hecho de que si una persona a delinquido, a pesar de que pase por la cárcel, lo volverá a hacer.

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Características de los estereotipos:

Según Olmo, 2002; Díaz Aguado, 2003; Echevarría y González, 1995 son:

• Se suponen o inventan ideas sobre el exogrupo, pero se presentan de forma razonable porque se asocian estrechamente a determinadas características observables.• Por el hecho de centrar la atención en las diferencias entre el endogrupo y el exogrupo conduce a una percepción exagerada de las diferencias en detrimento de las semejanzas. Se asocian determinadas características a un grupo, como si otros grupos no pudieran compartirlas también.• Cuando construimos un estereotipo tendemos a sobreestimar la presencia de un determinado atributo en un grupo (por ejemplo, la agresividad en los varones) y a subestimar la presencia de un elemento contra-estereotípico (el cariño). Se elimina, de este modo, la posibilidad de variación individual intragrupal.• Los estereotipos sesgan las respuestas incluso de los sujetos que conscientemente dicen rechazarlos. Es lo que se denomina estereotipaje implícito.• Un estereotipo negativo omite o suprime cualquier comportamiento positivo.• Se adscriben siempre a minorías, nunca a grupos mayoritarios.

2. ¿Por qué se crean estereotipos y prejuicios sobre los ex reclusos?

En primer lugar, y antes de centrarnos en los estereotipos y prejuicios sobre los ex reclusos debemos explicar cómo se originan, en general, los mismos.

El origen de los estereotipos sociales tiene lugar por un proceso cognitivo básico de categorización que se da la hora de percibir y estructurar el medio ambiente. Este proceso consiste en la ordenación y agrupación de los objetos del medio ambiente en diferentes categorías, con el objetivo de hacer más simple la complejidad del entorno. Los estereotipos no sólo tienen funciones cognitivas sino que contribuyen a la creación y mantenimiento de ideologías dentro de un grupo lo que explica o justifica acciones sociales contra otros grupos.

Por otro lado, el hecho de que formemos parte de un grupo y no de otro tiene mucho que ver con la idea que nos vamos formando de nuestro grupo (endogrupo) y de los que no formamos parte (exogrupos). Ponemos en competición el primero con los segundos estableciendo categorías, construyendo nuestra identidad a partir de las pertenencias grupales y comparando nuestro grupo con los otros. Así cuando ponemos en competición el endogrupo con el exogrupo estamos discriminando, de tal modo que somos capaces de atribuir al exogrupo categorías sociales que no tienen ningún referente objetivo.

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De esta manera podemos explicar por qué se originan los prejuicios y estereotipos hacia los ex reclusos, ya que comparamos el grupo al que pertenecemos con su grupo y, de esta manera atribuimos ciertas características generales que no tienen por qué ser ciertas.Las personas caemos en lo que se denomina esencialismo subjetivo, de esta manera, atribuimos a todos los ex reclusos algo en común, que es lo que lo distingue de los demás grupos. Un ejemplo claro es la tendencia a pensar que los ex reclusos son personas peligrosas y poco fiables ya que han sido delincuentes y, en cierto modo, se les sigue viendo como tal.

Tal como aportó el primatólogo Franz de Waal, en una entrevista concedida en 2010 a la revista Redes, el límite de la empatía está allá donde se acaba el conjunto de individuos que se perciben como miembros del grupo, es raro que un individuo tenga empatía hacia miembros de grupos distintos del suyo. En todos los experimentos se ve que los individuos tienen más empatía con miembros de su grupo que otros que perciben como ajenos y, cuando esto sucede, aquellos que no pertenecen al grupo se perciben como una amenaza y, en consecuencia, aparecen los estereotipos y prejuicios seguidos de la desconfianza, el miedo, etc. De ahí que se tienda a desconfiar y crear ciertos estereotipos acerca de los ex reclusos, al no pertenecer a ese grupo, nos cuesta empatizar con el mismo.Cuando no nos hemos visto en la situación por la que ha pasado un ex recluso y, por lo tanto, no formamos parte de ese grupo, tenderemos a creer que las actitudes o características correctas son las que posee nuestro grupo, dicho de otro modo, que la esencia humana es patrimonio del mismo y, en consecuencia, deshumanizamos, en parte, al grupo de los ex reclusos.

3. Formas de marginación hacia los ex reclusos y repercusiones personales y sociales.

Tal como hemos visto en el apartado anterior, las personas tendemos a ver como una amenaza otros grupos a los que no pertenecemos, de esta manera, los rechazamos y esto da lugar a diversas formas de marginación.Las más comunes son:• EVITACIÓN: Evitar al grupo o a la persona, no hablarle, no querer verlo.• ABUSO VERBAL o INSULTO: Hablar negativamente del grupo y al grupo o la persona que identificamos con el grupo.• DISCRIMINACIÓN: Mientras que el prejuicio es una actitud, la discriminación es un comportamiento que menosprecia al grupo e incluso lo excluye, lo margina.

En el caso de los ex reclusos, muchas son las dificultades a las que se tienen que enfrentar al salir de la cárcel e intentar buscarse un hueco en la sociedad. Podemos distinguir principalmente tres campos:

-En el ámbito laboral:Muchos centros penitenciarios tienen programas de formación y empleo donde a los usuarios se les da la posibilidad de formarse laboralmente con el objetivo de que al salir del centro puedan incorporarse al mundo laboral ya que, es bien sabido, que una de las claves para sentirse integrado en la sociedad es participar económicamente en ella.

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Sin embargo, la realidad con la que se encuentran muchas personas tras salir del centro penitenciario puede no ser favorable para ellos.

-En el ámbito familiar:El ámbito familiar posiblemente sea el más delicado de los tres. Cuando una persona sale de la cárcel la realidad con la que se encuentra, en muchos casos, es muy distinta de la que existía cuando entró: Muchas personas entran a la cárcel teniendo niños pequeños y, por lo tanto, se pierden gran parte de su infancia o incluso adolescencia, o bien teniendo familiares de edades avanzadas que pueden fallecer o enfermar con el paso de los años, etc. Esto supone que cuando una persona sale de la cárcel, en ciertos casos, es complicado retomar los lazos familiares.

-En el ámbito social: tal como ocurre en el ámbito familiar, el paso del tiempo puede dar lugar a que muchas de las amistades establecidas en un pasado hayan cambiado, esto repercute fuertemente en la persona ya que puede llegar a crearse un sentimiento de soledad debido a que muchas de sus antiguas relaciones se han distanciado e incluso perdido.

Todo esto tiene una serie de repercusiones negativas para la persona ex reclusa:Cuando una persona abandona un centro penitenciario los apoyos sociales se hacen imprescindibles, ya que, aparte del aspecto afectivo y emocional que puedan ofrecer, adquieren un papel muy importante en la solución de problemas materiales frecuentes entre los ex internos (en vivienda y salud, por ejemplo). Y no sólo son importantes los vínculos, sino su calidad, es decir, el capital social con que cuentan los ex internos al abandonar la cárcel. Es en este sentido donde la familia y amigos adquieren un papel fundamental.Por lo tanto, cuando no existen unos lazos socio-familiares estables es mucho más complejo que la persona logre reinsertarse en la sociedad y romper con su antigua vida ya que las personas necesitamos tener cubierto el ámbito afectivo para desarrollarnos, sentirnos integrados y crecer dentro de la sociedad. El otro pilar importante para sentirnos integrados en la sociedad es participar económicamente en ella, esto lo hacemos a través de la consecución de un empleo. En este sentido, si un ex recluso no tiene facilidades para acceder a un puesto de trabajo, es imposible que se sienta integrado.

Todo esto conlleva a que cuando una persona ex reclusa se encuentra con una situación desestabilizada de alguno de estos aspectos, se produzca un sentimiento de aislamiento de la sociedad. Si además no cuenta con una base económica sostenible o un apoyo financiero, será muy difícil que la persona se vea motivada para rehacer su vida.Esto se traduce en que la persona se sienta deprimida ante el sentido de su vida y puede derivar en que decida volver a delinquir ya que, en muchos casos, reconocerá este camino como el más sencillo o, simplemente, como el más cercano a sus posibilidades.

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4. Principales fallos en la reinserción y propuestas alternativas.

Una vez analizados los problemas con los que se encuentran las personas al salir de la cárcel, podemos destacar los siguientes fallos en los modelos de reinserción:

Por un lado, hay que destacar que hoy en día existe una sobresaturación de los centros penitenciarios debido a que han aumentado las actividades penalizadas y las penas. Esto conlleva que no se consiga atender las necesidades de cada persona y, por lo tanto, la inserción se complique.

Los principales problemas en la reinserción se dan en el ámbito laboral.Por un lado, nos encontramos con el hecho de que dentro de nuestra sociedad se considera que es más importante emplear a las personas de la calle que a los ex reclusos ya que los primeros, según el pensamiento social, merecen más un puesto de trabajo que una persona que ha cometido un delito. Esto es algo que los mismos sindicatos piensan, a pesar de que éstos no están en contra de los ex reclusos y defienden el hecho de que no se les haga hacer trabajos forzosos, priorizan a la gente de la calle por delante de los ex reclusos a la hora de emplearles.

Además, las empresas tienen grandes reparos a la hora de decidirse a contratar una persona que ha estado en la cárcel debido a que consideran que son personas inestables económica y emocionalmente y, por lo tanto, tienden a perder el empleo con facilidad.

En este mismo sentido, se produce un fallo desde la institución penitenciaria debido a que, a pesar de que en muchos centros se trata de formar a las personas reclusas a través de cursos de formación ocupacional, talleres o la realización de pequeños trabajos dentro del centro penitenciario (lavandería, cocina, panadería, etc.) es muy difícil aprender realmente un empleo estando en la cárcel ya que una persona no aprende a partir de las tareas que le hacen realizar en el centro penitenciario.

Por último, otro de los fallos más destacables en la reinserción, es no establecer ningún tipo de apoyo tanto social como económico para la persona que sale de la cárcel. Es muy difícil que una persona que ha pasado X años alejada de la sociedad consiga reinsertarse sin ningún tipo de ayuda

Ahora bien, ¿que posibles soluciones pueden existir ante estos problemas?Algunas de las propuestas alternativas serían:En primer lugar, contra la sobresaturación de las cárceles se debería favorecer la construcción de nuevos centros penitenciarios que mejoren la calidad de estancia de las personas que allí se encuentran y donde se consiga atender de manera más individualizada las necesidades de cada persona a través de un equipo de educadores sociales, psicólogos, etc. Los cuales, se encarguen de trabajar con las personas para facilitar una serie de recursos, técnicas y ayudas que puedan favorecer su futura reinserción.

Por otro lado, en relación a los problemas de reinserción laboral, una posible solución pasaría por que el estado no solo creara una empresa dentro de la

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cárcel, sino que también creara empresas públicas que estén formadas en un tanto por ciento muy elevado por ex reclusos y el paso por esta empresa fuese el trampolín para ir a otra empresa.Si la persona ex reclusa se responsabiliza en esa empresa y trabaja satisfactoriamente, esto solucionaría la problemática que deriva de la desconfianza de los empresarios por contratar ex reclusos, ya que estaría demostrado previamente que la persona a la que se va a contratar tiene experiencia en otra empresa con resultados positivos.

Otro pilar fundamental para resolver estas situaciones sería concienciar a la sociedad de los problemas que sufre éste colectivo y conseguir el apoyo de los sindicatos. Para ello, los medios de comunicación juegan un papel fundamental, sin embargo tal y como he recogido en la encuesta que he realizado, la mayoría de las personas piensan que éstos no tratan prácticamente nada el tema de la reinserción.

Por último, es fundamental que la persona cuente con un apoyo al salir de la cárcel.Por un lado, se debería establecer un subsidio de excarcelación que permita a la persona tener una base económica sólida que le permita vivir dignamente mientras ésta busca empleo.Por otro lado, se tendría que establecer una especie de tutor que ayude a la persona en el duro trabajo de volver a la sociedad una vez esté fuera del centro penitenciario. Para ello, dicho tutor, debería poder ayudar en la búsqueda de empleo, de actividades de ocio alternativo, e incluso si es necesario, facilitar apoyo sobre como gestionar los gastos y organizar su economía. Pero sin que esto quiera decir que el tutor sea una figura que haga todo por el ex recluso, sino un facilitador que ayude a éste a saber moverse por sí mismo. Éste tutor, irá dejando más autonomía a la persona a medida que ésta se fuese integrando en la sociedad y, finalmente, solo sería necesario controlar los avances de la persona cada cierto tiempo para prevenir que pueda surgir algún problema.

5. Análisis de la encuesta

Para la realización de mi trabajo, he realizado una encuesta a veinte personas de edades comprendidas entre los 14 y los 55 años contando con 16 hombres y 14 mujeres.En primer lugar, cabe destacar que un 40% de las personas encuestadas conocen o han tenido relación con alguna persona que haya estado en la cárcel.Dentro de ese 40% destacaremos que la relación que se ha dado ha sido amistosa en un 70% de los casos, familiar en un 25% y laboral en un 5%.Por otro lado, un 60% de las veinte personas encuestadas nunca han tenido ningún tipo de contacto con una persona ex reclusa.Una vez aclarado esto pasaremos a analizar las encuestas. Para ello observaremos los resultados más destacados dentro de la misma:

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¿Son reales los estereotipos que se les atribuyen a los ex reclusos?

Las quejas de los ex reclusos respecto a la dificultar de reinserción son:

¿Consideras que la comunidad de ex reclusos hace todo lo posible para lograr la integración y la convivencia en la sociedad?

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Existe contacto con un ex recluso

No existe contacto con un ex recluso





¿Qué grado de responsabilidad crees que tienen las personas ex reclusas en las situaciones de marginación?

¿Piensas que el hecho de no sentirse integrados en la sociedad anima a los ex reclusos a volver a delinquir?

¿Cómo te sentirías si te enterases de qué un compañero de trabajo/ estudios es un ex recluso?

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Como podemos observar, se dan diferencias muy significativas entre las personas que conocen o han mantenido algún contacto con una persona ex reclusa y las que no.En general, las personas que nunca han mantenido contacto con un ex recluso opinan que los estereotipos que existen acerca de los mismos (personas inestables, poco fiables, que suelen volver a delinquir, etc.) son, en gran medida, ciertos.Además la gran mayoría coinciden en que las quejas de los ex reclusos sobre la dificultad de reinserción son, casi siempre, una excusa para justificar su situación y, por lo tanto, creen que podrían hacer más a la hora de reinsertarse en la sociedad ya que la mayoría tienden a volver a delinquir.En este sentido, la mayoría de personas que nunca han tenido contacto con un ex recluso opina que, en algunos casos, son los propios ex reclusos los que provocan su situación de marginación o bien la actitud que toman.Y, a pesar de que muchos están de acuerdo en que el no sentirse integrados en la sociedad les anima a volver a delinquir, la gran mayoría, coinciden en que esto puede afectar pero no justifica la decisión que toma un ex recluso cuando decide volver a delinquir.Por último, los datos indican que si alguna de estas personas se encontrase con que un ex recluso es compañero de trabajo/estudios, la mitad evitaría relacionarse con el mismo por miedo y la otra mitad aceptaría la situación pero siempre manteniendo precaución respecto a la persona. Solo una mínima parte de estas personas (5% de los encuestados) trataría de integrar a la persona.

Por otra parte, la mayor parte de las personas que conocen o han mantenido algún tipo de relación con una persona que haya estado en la cárcel opinan que los estereotipos creados acerca de dichas personas suelen ser tópicos basados en el desconocimiento.Muchos de ellos, piensan que las quejas respecto a los problemas de reinserción suelen ser lógicas y estar justificadas ya que los ex reclusos ponen de su parte para integrarse pero sufren mucha marginación. Por lo tanto, la mayoría considera que es la sociedad la que da lugar a estas situaciones de marginación, aunque algunos están de acuerdo con que en ocasiones los propios ex reclusos las provocan.En este sentido, la opinión general sobre si las situaciones de marginación animan a los ex reclusos a volver a delinquir, es que, efectivamente, es la causa principal ya que si una persona no se siente integrada en la sociedad no puede iniciar una nueva vida.Por último, destacar el hecho de que en la última pregunta sobre cómo se sentirían si un compañero de trabajo/estudios fuese un ex recluso, la mayoría de la gente que ya ha tenido contacto con uno contesta que les parecería correcto pero se andarían con precaución, y una parte muy destacable de los encuestados (45%) opinan que lo aceptarían perfectamente e intentarían que dicha persona se sintiese integrada.

Por lo tanto, podemos comprobar cómo los estereotipos y prejuicios acerca de los ex reclusos condicionan a las personas para pensar de una determinada manera.Las personas que han tenido un contacto con un ex recluso y, por lo tanto, conocen de primera mano la situación que éstos viven, no tienen unos prejuicios tan marcados como las personas que nunca han tenido contacto con ninguno.

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Esto se debe a que una persona que conozca a alguien que ha estado en la cárcel dará respuestas basadas en la experiencia y, sin embargo, las personas que no conocen a nadie tenderán a fundamentar sus respuestas sobre los estereotipos que existan acerca de éste colectivo.Es por esta razón por la que las primeras personas están más dispuestas a integrar a una persona ex reclusa dentro de un grupo sin tener tanto reparo como las segundas; debido a que el hecho de haber mantenido un trato cercano con un ex recluso rompe muchos de los estereotipos y prejuicios que las personas que no conocen a ningún ex recluso puedan tener.Del mismo modo, como marcan los datos de otra de las preguntas realizadas en la encuesta, las personas que han tenido contacto con algún ex recluso estarían más dispuestas a contratar a uno si dirigiesen un negocio que las que no lo han tenido.

Algo interesante de analizar, y en lo que coincide un 85% de las veinte personas encuestadas, es que los medios de comunicación no aportan información acerca de la realidad de los ex reclusos. Por lo general, esto conlleva a que la población, a no ser que tengan algún tipo de contacto con una persona ex reclusa, o se encuentre informada por otros medios, base sus opiniones en los estereotipos establecidos; lo que provoca que se creen prejuicios que no favorezcan la reinserción de dichas personas.

A pesar de todos estos estereotipos, cabe destacar, que de las veinte personas encuestadas un 70% coinciden en que es importante mejorar la reinserción de los ex reclusos en la sociedad y concienciar a la sociedad. Por lo tanto, en general, se está de acuerdo en que existe un problema a la hora de reinsertarles en la sociedad, entre otras cosas, porque no hay una buena concienciación sobre esto.

6. Opinión personal.

Para comenzar, comentaré que para la realización de éste trabajo he necesitado consultar muchas y diversas fuentes de información y, por lo tanto, a medida que he ido avanzando en el mismo, he descubierto un gran número de datos e información que desconocía sobre la situación de los ex reclusos.

En base a esto, me he dado cuenta de que los ex reclusos se enfrentan a una gran serie de problemas tanto económicos como sociales al salir de la cárcel que hace que su reinserción en la sociedad sea más complicada de lo que se puede pensar.Sin embargo, las personas no somos conscientes de esta problemática ya que no es algo que observemos en nuestro día a día, ni siquiera en los medios de comunicación. Por lo tanto, no nos damos cuenta del verdadero problema social que supone.Opino que las personas somos egoístas por naturaleza y, por lo tanto, todas las acciones que realizamos a lo largo de nuestra vida van encaminadas a buscar nuestro beneficio propio. Por lo tanto, en general, no nos cuestionamos los problemas que pueden afectar a los demás, en este caso a los ex reclusos, ni actuamos para solucionarlos. A no ser, claro está, que nos afecten de primera mano.

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Además, ha quedado claro que los estereotipos y los prejuicios nos condicionan debido a que nos hacen tener una imagen concreta sobre el colectivo de los ex reclusos que, muchas veces, puede ser muy diferente. Las personas tendemos a no ver más allá de lo propiamente estereotipado y esto es un error que todos deberíamos aprender a encauzar.Por ejemplo: si un ex recluso entra a trabajar a una empresa X, la mayoría de las personas, basando sus estereotipos en el desconocimiento, se mostrarán distantes y cautas respecto a esa persona. Sin embargo, pocos se preguntarían que puede haber detrás de esa persona, o intentarían conocerlo y tratar de integrarle.

Muchas personas cuando salen de la cárcel, lo hacen estando reformadas y preparadas para empezar una nueva vida; es la sociedad en general, quien debido a todos esos estereotipos y prejuicios, no termina de aceptar la integración plena de los ex reclusos.Por lo tanto, desde mi punto de vista, creo que es necesario enseñar a romper con los estereotipos y prejuicios desde edades muy tempranas. Pienso que la educación tiene un papel imprescindible a la hora de orientar a las personas que, en un futuro, construirán la sociedad.Lógicamente, es imposible que dichos estereotipos y prejuicios desaparezcan del todo, ya que son algo que siempre va a estar presente de una manera u otra.Sin embargo, se puede trabajar la manera de dejarlos a un lado y ver más allá.

Para concluir, pienso que es muy importante concienciar a la sociedad ya no solo de cara a los ex reclusos sino en general. Debemos aprender que todos somos personas independientemente de nuestra religión, sexo, raza, condición social, etc.Por desgracia, en nuestra sociedad actual es muy difícil dejar los estereotipos y prejuicios a un lado ya que están muy marcados. Por ello, cuando una persona no pertenece al mismo grupo social que nosotros lo tachamos de diferente y discriminamos.

Las personas no somos conscientes de que relacionarnos y compartir ideas, experiencias, opiniones con cualquier otra persona es algo que nos enriquece a nosotros mismos y, por lo tanto, a la sociedad.Cuando tomamos la decisión de no aceptar en nuestro grupo social/laboral/ familiar a un ex recluso, estamos renunciando a que esta persona comparta sus experiencias con nosotros, sus errores, sus logros. En general, estamos renunciando a enriquecernos como personas y, por otro lado, estamos negando a la otra persona el derecho de integrarse en la sociedad y crecer dentro de ella.

Por lo tanto, para conseguir una correcta integración en la sociedad de las personas ex reclusas, debemos comenzar por romper con los estereotipos y concienciarnos de que tal vez no sea un problema que nos afecte de primera mano, pero es un problema que nos perjudica a todos como sociedad y por lo tanto, de una manera u otra, repercute en nosotros como personas.

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ANEXO 1.

*ENCUESTA A REALIZAR:

CUESTIONARIO SOBRE EX RECLUSOS

Edad:Sexo:

1. ¿Conoces o has tenido contacto con alguna persona que haya estado en la cárcel?

□ Sí □ No

2. Si la respuesta es afirmativa, esta relación se da por motivos: □ Familiares □ Laborales □ Amistosos

3. ¿Son reales los estereotipos que se les atribuyen a los ex reclusos? □ Si tienen esa fama por algo será, no me fío de ellos. □ No siempre, pero muchas veces son ciertos □ No, suelen ser tópicos basados en el desconocimiento

4. La comunidad de ex reclusos es: □ Diversa y heterogénea, hay de todo. □ Marginal □ Inadaptada socialmente.

5. Las quejas de los ex reclusos respecto a la dificultad de reinserción en la sociedad son:

□ Exageradas □ Lógicas y justificadas □ Una excusa

6. ¿Consideras que la comunidad de ex reclusos hace todo lo posible para lograr la integración y la convivencia en la sociedad?

□ Hacen todo lo posible pero sufren mucha marginación □ Podrían hacer más, ya que muchos vuelven a delinquir □ No quieren integrarse

7. ¿Qué grado de responsabilidad crees que tienen las personas ex reclusas en las situaciones de marginación?

□ No tienen la culpa, las provoca la sociedad. □ En algún caso provocan esas situaciones □ Su actitud es la causa de esto

8. ¿Piensas que las personas salen reformadas de la cárcel? □ No, en cuanto salen suelen volver a su antigua vida.

□ Si, normalmente se dan cuenta de que tienen que abandonar su anterior conducta.

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□ No del todo, salen reformadas un tiempo y luego tienden a delinquir de nuevo.

9. ¿Piensas que el hecho de no sentirse integrados en la sociedad anima a los ex reclusos a volver a delinquir?

□ Efectivamente, es la causa principal ya que sentirse integrado en la sociedad es lo más importante para comenzar su nueva vida.

□ No, ya que vuelven a delinquir porque es su forma de vida, a lo que están acostumbrados.

□ Puede afectar, pero no es una excusa para delinquir.

10. ¿Cómo te sentirías si te enterases de qué un compañero de trabajo/ estudios es un ex recluso?

□ No podría evitar sentirme tenso/a y con cierto miedo, trataría de no relacionarme con él.

□ Lo aceptaría perfectamente, e intentaría que se sintiese integrado/a □ No me parecería mal pero andaría con precaución.

11. ¿Si dirigieses un negocio y te llegase el currículum de un ex recluso, que harías?

□ Preferiría elegir a otra persona que no fuese ex recluso por motivos de seguridad aunque éste estuviese cualificado

□ Compararía su currículum con el de otras personas y elegiría a la persona más cualificada para el trabajo.

□ Intentaría darle una oportunidad en el empleo para favorecer su integración.

12. ¿Piensas que los medios de comunicación muestran la realidad acerca de este colectivo?

□ No, ya que solo se centran en mostrar el lado positivo sin enseñar los grandes problemas.

□ Si, ya que lo que se muestra siempre está relacionado con la realidad y bien fundamentado.

□ Este tema no se trata prácticamente en los medios de comunicación.

13. ¿Consideras importante mejorar la reinserción de ex reclusos en la sociedad?

□ No, ya que pienso que tienen suficientes facilidades. □ Si, y además es importante concienciar a la sociedad. □ Ni sí ni no, simplemente es un tema que no me preocupa

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