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EL BARCO CONOCIDO como "Mazarrón 11",de origen fenicio, está hundi-do en las costas próximas a Cartalena y es uno de tos más importantes

peci localizados por los arque6lolos lubmar" les. Arriba,momen de la recuperación de un ánfora ¡miento.

Normalmente, estos pecios atraen la atención de la opiniónpública cuando se intenta recuperar alguno que transportabaun cuantioso tesoro, pero los expertos huyen de esta lucrativabúsqueda. Tal y como explica Manuel Martín Bueno, catedrá-tico de Arqueología y director del equipo de ArqueologíaSubacuática de la Universidad de Zaragoza, "a los arqueólo-

gas solo nos preocupan los datos histó-ricos, la recuperación del patrimoniohistórico como documento para enri-quecer nuestro conocimiento". El exper-to aragonés considera la caza de tesoros"absurda y fuera de nuestro interés".

De este modo, los pecios de todas lasépocas ofrecen un testimonio único pa-ra conocer nuestro pasado, así como laarquitectura naval, la vida cotidiana delas tripulaciones o las rutas comercia-les. Rafael Azuar afirma que "el valorde una pieza no está en su tasación mo-netaria, sino en la cantidad de informa-ción histórica que aporta".

Los yacimientos submarinos en las cos-tas españolas se cuentan por centenares.Como muestra, en Andalucía hay regis-trados unos ochenta correspondientes atodas las épocas (desde la Prehistoriahasta la Guerra Civil), pero la riquezapatrimonial pendiente de catalogar bajolas aguas andaluzas es enorme: cerca de

ochocientos barcos hundidos entre los siglos XVI y XIX.Galicia y toda la cornisa del Cantábrico también constitu-

yen una zona muy rica, con más de setecientos naufragios

I1:RECIENTEPOLÉMICA sobre el rescate del galeónSussex en aguas andaluzas y su preciada carga de4.000 millones de euros en oro ha puesto de mani-

fiesto la importancia del patrimonio sumergi-do en aguas españolas. Pero la investigación

arqueológica sub acuática en nuestro país se remonta a uncuarto de siglo, y va mucho más alláde la búsqueda de tesoros.

Las costas españolas son el mayor ce-menterio de barcos del mundo. La em-presa norteamericana Sea Hunt, dedica-da a la recuperación de tesorossubacuáticos, ha cifrado en 3.000 las na-ves hundidas. El arco cronológico queabarcan estos pecios es amplísimo y tes-timonia la rica historia peninsular. Bar-cos fenicios en Cartagena, buques roma-nos y griegos en Catalunya y Baleares,galeones de la Carrera de Indias en An-dalucía y Galicia, restos de grandes bata-llas navales en Cádiz y Vigo, submari-nos alemanes en Melilla y el Cantábricodemuestran de la importancia de estepatrimonio, que en muchos casos aúnespera ser descubierto y estudiado porlos expertos.

¿Por qué esta riqueza? Para el di-rector del Centro Nacional de Investi-gaciones Arqueológicas Submarinas(CNIAS), Rafael Azuar, está claro: "Elárea del estrecho de Gibraltar y el li-toral mediterráneo presentan una gran cantidad de yaci-mientos ya que se cuentan entre los puntos de tráfico ma-rítimo más transitados históricamente".

~ EL SECRETARIO DEL CONSEJO DE INDIASPedro de Ledesma propuso, en 1623, estesistema de recuperación de galeones.

HISTORIA BAJO El MAR

La arqueología subacuática en Españanació en los años 70 con la creación delos patronatos de Excavaciones Arqueo-

lógicas Submarinas en las diferentes provin-cias. El impulso definitivo llegó en 1982, cuan-do se celebró en Cartagena el VI CongresoInternacional de Arqueología Subacuática y sepresentaron el Centro y el Museo de Investiga-ciones Arqueológicas Submarinas. Tres añosmás tarde, se aprobó la Ley 16/1985 de Pa-trimonio Histórico Español que traspasabalas competencias en arqueología a las co-munidades autónomas.

En el plano internacional, España ratificó enel 2002 la Convención sobre Protección delPatrimonio Cultural Subacuático impulsada porla Unesco. Este acuerdo establece, en su pri-mer artículo, la definición de patrimonio cultu-ral subacuático: ''Todos los rastros de existen-cia humana que tengan un carácter cultural,histórico o arqueológico, que se hallen bajo elagua parcial o totalmente, de forma periódicao continua, por lo menos durante cien años".

Manuel Martín Bueno, catedrático de Ar-queología de la Universidad de Zaragoza,

explica los orígenes de la disciplina: "En losaños 50 y 60 hubo algunos hallazgos y tra-bajos de recuperación protagonizados porbuceadores. En los 70 se vio la necesidadde dejar estas tareas en manos de profesio-nales de la arqueología".

La aparición de esta especialidad en Españaes algo tardía si se compara con otros paíseseu-ropeos como Francia e Italia. Pero todos los ex-pertos que ha podido consultar cuo coincidenen que, poco a poco, la arqueología en nuestropaís va alcanzando el nivel internacional. RafaelAzuar considera que "la incorporación de Espa-ña a este terreno ha sido tardía, pero avanzacon rapidez y eficacia". Según Martín Bueno,se han hecho grandes progresos ya que "la si-tuación es similar a la del entorno europeo,prueba de ello es nuestra presencia continuadaen foros internacionales".

La cuestión legal en este ámbito también escompleja. La Ley 16/1985 equipara los yaci-mientos subacuáticos con los terrestres. PeroXavier Nieto (director del CASC, Centre d'Ar-queologia Subaquatica de Catalunya) cree quees necesario establecer diferencias entre el tra-

bajo en tierra y el subacuático: "Son ámbitos di-ferentes afectados por una serie de legislacio-nes muy complejas. Sería conveniente que elEstado y las autonomías se propusieran haceruna legislación específica".

Mucho más que barcosUno de los errores habituales respecto a la ar-queología subacuática es pensar que únicamen-te se ocupa de barcos hundidos. "Los peciosson solo una parte más de los restos arqueológicos que podemos encontrar bajo las aguas", ex-plica el director del CNIAS. El abanico de yac-mientos que se pueden encontrar es amplísimo:puertos marítimos y fluviales, fondeaderos, po-blados e inclusociudades.

Precisamente, uno de los yacimientos más re-presentativoses el poblado neolíticode la Dragabajo las aguas del lago de Banyoles.Su estudioes una fuente de. información prácticamente in-agotable, tal y como explica XavierNieto: "Lleva-mos diez años trabajando y aún nos quedanotros diez o doce más". Otra zona interesanteesla de las costas de Denia, donde se han encon-trado materiales de diversas épocas.

18 CLío Agosto 2006

España carece de un inventario de supatrimonio subacuático. Este podría ser

mucho mayor del que se conoce.

~ ESTUDIO DE UN PECIOgriego del siglo VI a. de C. enla cala Sant Vicenlf (Pollenca,Mallorca). Este barco comerciabacon las islas Baleares.

dio Santa Cruz, quien agregaque "esto dificulta la protec-ción de los yacimientos".

Hay iniciativas en marchapara proteger este peculiarpatrimonio español. La más

representativa tal vez sea el Proyecto Poseidón, que vela por ladefensa de yacimientos subacuáticos andaluces en la zonacomprendida entre Ayamonte y Tarifa. Su promotor, GonzaloMillán del Pozo, quiere hacer un gran esfuerzo para catalogarlos más de ochocientos navíos allí presentes y "evitar el saqueoque realizan los cazatesoros disfrazados de turistas o de cientí-ficos".Este proyecto ha obtenido ayudas europeas y estatales.

que abarcan desde barcos yflotas de guerra de FelipeII en el fondo de Finisterrehasta submarinos alema-nes hundidos por la RoyalNavy durante la SegundaGuerra Mundial, pasando por grandes buques mercantesdel siglo XVII bajo las aguas vascas. Solo en la bahía deLaredo se calcula que hay cincuenta barcos naufragados,de los cuales unos diez están localizados.

Catalunya, con 760 yacimientos, y el resto del Levante es-pañol han aportado datos extraordinarios para conocer lanavegación durante la Antigüedad y la Edad Media. Asimis-mo, se pueden encontrar pecios más contemporáneos, comoel barco italiano de pasajeros Sirius que se fue a pique fren-te a la costa cartagenera (una tragedia comparable a la delTitanic) o los barcos aliados de la Primera Guerra Mundialhundidos por submarinos alemanes cerca de Tarragona.

Desgraciadamente, este patrimonio no estácompletamente catalogado. "Dada la carenciade un inventario de patrimonio subacuático,solo podemos elucubrar sobre lo que tenemos",afirma el arqueólogo gallego Miguel San Clau-

DE MElCART A NEPTUNOSi se estudian los restos sumergidos más significativos enlas costas españolas, es inevitable comenzar por los naufra-gios de la Antigüedad. Los pueblos más importantes de esta

época surcaron las aguas de la península Ibé-rica. Los testimonios de tartesios, fenicios,griegos, cartagineses y romanos esperan enlos fondos marinos.

Agosto 2006 CLío 19

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Si hay unos pecios que destacan en este período, sin ningunaduda se trata de los dos barcos fenicios encontrados en la Playade la Isla en Mazarrón (Murcia). Fueron localizados en 1988, perono se empezó a excavar hasta cincoaños después, y el proyecto lo lideró elCNIAS. Con una antigüedad superiora los 2.500 años, son un claro ejemplodel tipo de yacimiento que apasiona alos arqueólogos.

"Los barcos fenicios de Mazarrónson de una importancia universal",asegura Manuel Martín Bueno. Estosno transportaban ningún tesoro, perohan proporcionado a los investigado-res una información vital. Son prácti-camente los únicos testimonios de lamagnífica arquitectura naval fenicia:gracias a ellos se sabe que sus artesa-nos unían las tablas de madera per-fectamente y las recubrían con plomopara que resistieran mejor el paso deltiempo e hicieran frente a los capri-chos de Melcart, dios fenicio del mar.

Otro ejemplo de un hundimientode la Antigüedad está en Mallorca;se trata de un barco griego del sigloVI a. de C. hallado en la cala de SantVicenc de Pollenca. Transportaba unacarga de vinos de Italia y aceite deCorinto, y parece ser que naufragó a

causa de un fuerte temporal. La investigación de este pecio de-nominado Sant Vicent; V ha sido un proyecto conjunto delConsell Insular de Mallorca y el Centre d'Arqueologia Sub-

aquática de Catalunya (CASC). Estehallazgo y el de otras naves griegasde la misma época cerca de Marse-lla han permitido conocer mejor lasantiguas rutas comerciales entre lasBaleares y las colonias helenas deEmporion y Massalia.

En un repaso a los pecios másimportantes de la Antigüedad, nopueden faltar las naves romanas.Catalunya y Valencia ofrecen dosejemplos extraordinarios. El pri-mero en ser excavado, en el cabode Creus (Girona), fue el denomi-nado Culip IV, entre 1984 y 1988.El segundo se encuentra en unpunto cercano a la Albufereta ali-cantina, su estudio aún está encurso y corre a cargo del Centred'Arqueologia Subaquática de laComunitat Valenciana. Ambos ya-cimientos también son una mues-tra del comercio en la Antigüedad;en el caso de la nave encontradaen Catalunya se trataría de rutasentre Narbona y diversas ciudadesibéricas, y el otro parece ser un ea-

~ DISEÑO PARA UN TRAJE DE BUZO ideado porAlejandro Durand en 1720. Se puede considerarun precursor de las escafandras.

EL PELIGRO DE LOS CAZATESOROS

ES opinión unánime de todos los arqueó-lagos subacuáticos que el mayor peli-gro para los barcos hundidos es la ac-

ción de las empresas cazatesoros. Estasentidades obtienen beneficios a través del ex-polio sistemático de las valiosas cargas queaún puedan quedar en las bodegas de los pe-cios. El ejemplo más reciente es el del Sussex,un galeón británico hundido en aguas de labahía de Algeciras en 1694 cuyo rescate fueintentado a principios de este año por una deestas compañías cazatesoros: la norteameri-cana Odyssey Marine Exploration, que había

llegado a un acuerdo con el Ministerio de De-fensa británico para recuperar el oro trans-portado. La Administración central española yla autonómica andaluza, que se opusieron aeste intento, obligaron al barco fletado por laempresa a abandonar su búsqueda.

Unejemplo recientede expolio sucedió en Ga-licia en 1995. Otra de estas empresas se llevóun cargamento de lingotes de oro y monedas,valorado en seis millones de euros, procedentedel vapor inglés Douro hundido en 1882 cercade la ría de Laxe, en aguas internacionales. Elbotín acabó en un banco de Singapur.

Estas empresas cuentan con la tecnologíamás avanzada para poder rastrear y localizarlos barcos hundidos. Se centran solamente enaquellos que transportaban un tesoro y,mientras lo recuperan, no se preocupan dela preservación de los materiales que pue-dan resultar de interés histórico. Para Car-men García, directora del Centro de Arqueo-logía Subacuática de la Junta de Andalucía(CAS), "el expolio causa una destrucción irre-parable de los yacimientos arqueológicos".

Nerea Arqueología Subacuática, una empre-sa malagueña que colabora con la Administra-ción en la protección de los yacimiento sub-marinos, se muestra muy crítica con la laborde estos cazatesoros. Además, su portavoz,Javier Noriega, considera "inconsistentes"los informes que ha presentado Odyssey pa-ra demostrar que el pecio investigado es elSussex; "incluso podría tener perfectamentecualquier otro pabellón europeo".

« ESTE CAÑÓN DE HIERRO probablementeformó parte de la artilleria de uno de losbarcos que intervino en la batalla de Trafal-gar. Fue localizado én las costas de Cádiz.

» ESTRUCTURA DE PROTECCiÓN de unpecio para evitar su deterioro. Se conocecon el nombre de "caja fuerte".

Muchos buques de la Carrera de Indiasnaufragaron intentando remontar

el curso del río Guadalquivir.

so de intercambios entre laprovincia Bética y el puertode Lucentum (Alicante).

Este predominio de hallaz-gos relacionados con las ru-tas mercantiles no es casual.Taly como explica Xavier Nieto, director del CASC,"en arqueo-logía submarina nos dedicamos a estudiar determinados aspec-tos de la economía antigua: transporte, comercio ..." Por estemotivo, las investigaciones deben traspasar la esfera local y eshabitual que diversos países e instituciones colaboren. "Un bar-co podía salir de Cartago con rumbo a Marsella y hundirse cer-ca de Baleares, por eso estamos obligados a trabajar con hori-zontes muy amplios",asegura el arqueólogo catalán.

GAlEONES DE UN IMPERIOLos galeones hundidos de la época del Imperio Español sin du-da constituyen uno de los ejemplos más atractivos para el granpúblico, ya que en numerosos casos transportaban grandescantidades de oro y otros metales preciosos traídos de Améri-ca. Donde se concentra un mayor número de estos navíos esen las costas andaluzas; ahí reposan unos ochocientos galeonesde los cuales se calcula que más de cien contienen algún teso-ro: "Elvalor de sus cargas sumaría más de 116.000 millones deeuros", asegura Gonzalo Millán del Pozo, del Proyecto Posei-dón. Nombres como San Miguel, Vera Cruz o San Pedro sonsolo una muestra de esta larga lista de barcos cargados de te-soros que encontraron un trágico final frente a las playasandaluzas. La alta concentración de este tipo de buques enAndalucía tiene una explicación lógica. Sevilla era el punto

de destino de todo el co-mercio que provenía de lascolonias americanas. Mu-chos naufragaron intentan-do remontar el Guadalqui-vir; tenían que esperar la

pleamar para superar la barrera de Sanlúcar de Barrarneday eran sorprendidos por temporales.

Pero no todos los naufragios de la época están relacionadoscon los viajes a América. Así por ejemplo, en las playas de LaHerradura (Granada) se hundió en 1562 una flota de veinti-cinco naves con destino a Nápoles al mando de Juan de Men-daza; entre 4.000 y 5.000 marineros murieron cuando la es-cuadra sucumbió a un violento viento de Levante. Además seperdieron millones de piezas de oro y plata, destinadas a pa-gar a los Tercios españoles destacados en Italia.

Otra flota de veinte naves al mando de Martín de Padillase hundió en el año 1596 a causade un fuerte temporal enla entrada de la ría de Corcubión (Galicia); murieron 1.706personas en el que fue uno de los naufragios más graves su-cedidos en la Costa da Morte.

En el País Vasco, concretamente en el puerto de Getaria,se encontraron los restos de un barco luso hundido en 1524.Se trataba de una nave que comerciaba con esclavos, oro ymarfil traídos de África. Fue descubierto en los años 80 y desu estudio se ha encargado el Departamento de ArqueologíaHistórica de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. La nave haservido para conocer el comercio entre Portugal y sus pose-siones en el Continente Negro.

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Agosto 2006 ct.Io 21

La leyenda en torno a la batalla de Rande,en Vigo, asegyra que junto con los galeones

se hundió una carga de oro y plata.

EL ORO Y LA PLATA DE RANDEEl caso más llamativo de un naufragio de galeones con un car-gamento de oro hay que buscarlo en aguas gallegas. Concreta-mente, los pecios de la batalla del estrecho de Rande en la ríade Vigo, del 23 de octubre de 1702. En plena Guerra de Suce-sión española, una flota compuesta por veintitrés galeones es-pañoles y veinticuatro buques de guerra franceses de escoltatrajo de América miles de piezas de oro y de plata. La preciadacarga tenía como objetivo financiar el esfuerzo bélico de Feli-pe V contra el archiduque Carlos de Austria. Durante el viajede regreso, la flota francoespañola descubrió una poderosa es-cuadra angla holandesa quelos esperaba en el cabo deSan Vicente. Ante la impo-sibilidad de llegar a Sevilla,la escuadra decidió buscarrefugio en Vigo. Allí los ga-leones fueron atacados por los buques de guerra ingleses y ho-landeses que querían hacerse con el botín. Ante la feroz aco-metida y la clara inferioridad de sus fuerzas, el conde deVelasco, al mando de la flota española, y el almirante Chateau-Renault, comandante francés, decidieron quemar sus barcosantes de que cayeran en manos del enemigo.

¿Pero qué sucedió con el tesoro? La leyenda dice que lapreciada carga, valorada en centenares de toneladas deoro y plata, se fue al fondo del mar en las bodegas de losgaleones. El mito del oro de Rande nació al día siguiente

de la batalla, alentado por los propios ingleses que queríanjustificar una costosa campaña afirmando que se habíaprivado al enemigo de tan preciada carga.

Cazatesoros de diversas épocas han creído que en el fon-do de la ría de Vigo aún queda mucho oro por encontrar.El lecho marino de Redondela está lleno de un espeso fan-go que rápidamente recubrió los pecios, lo que contribuyóa aumentar la leyenda del oro perdido. El propio Julio Ver-ne habla del tesoro de Rande en su novela Veinte mil le-guas de viaje submarino.

Diversos gobiernos españoles han encargado la búsque-da de posibles restos deoro. Entre los años 1869 y1873 se cedieron los de-rechos de explotación delos galeones de Rande alfrancés Hippolyte Magen,

pero solo consiguió recuperar veinte kilos de plata. En losaños 50 del siglo XX, se concedió un permiso al ingenieronorteamericano John S. Potter, quien había calculado queaún quedaban 500 toneladas de oro y plata y 250 tonela-das de piedras preciosas en el fondo de la ría de Vigo,aunque su búsqueda tampoco tuvo mucho éxito.

El último intento de conseguir una concesión de las auto-ridades para buscar el tesoro de Rande está todavía muy pró-ximo: a finales del 2005, el consorcio rusoalemán San SimónGmbHi presentó un plan de recuperación que contempla

22 CLío Agosto 2006

una enorme inversión, de 230 millones de euros. Su audazoferta se basa en estudios que afirman que en la ría de Vigopodría estar sumergida una fortuna valorada en 2.5°0 millo-nes de euros.

Los defensoresde la existencia deun tesoro se basanen el caso del gale-ón Santo Cristo deMaracaibo, el másgrande de su clase,con 33 metros deeslora y con una ca-pacidad de trans-porte de 507 tone-ladas. Fue apresadopor los ingleses du-rante la batalla, pe-ro cuando era re-maleado topó conun bajo y se hundióen la salida sur dela ría de Vigo. Es elúnico de los galeones que todavía no ha sido localizado y sedice que transportaba buena parte del tesoro.

Pero los arqueólagos no se muestran tan optimistas cuandohablan de un posible tesoro. Casi todos coinciden en que la ma-

yor parte del oro y de la plata pudieron ser desembarcados justoantes de la batalla; en las naves solo habría quedado una peque-ña cantidad traída de contrabando. La autorización para trans-

portar por tierra losmetales preciosossufrió cierto retraso,ya que cualquierbarco venido deAmérica tenía quedejar su carga en Se-villa. Este contra-tiempo alimentóel mito de que losbarcos se habríanido a pique congran parte del oroaún en sus bodegas.

"En Rande se hahecho muy pocaarqueología, preo-cupa más el posi-ble tesoro", se la-menta Miguel San

Claudio Santa Cruz. Este experto insiste en la importancia deRande como yacimiento de gran interés: "Constituye un con-junto histórico único por ser una flota de Indias entera perdi-

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~ ESPAÑOLES Y FRANCESES se vieron obligados a quemar sus barcos en Rande.

La polémica sobre elSussex puso de mani-fiesto los problemas

que se presentan en el estu-dio de un pecio. ¿Quiéntienederecho a recuperar los res-tos? ¿El país con soberaníasobre las aguas donde seprodujo el hundimiento? ¿Elpaís al que pertenecía el bar-co? ¿Qué sucede cuando lanave se hunde en aguas in-ternacionales?

Sobre estos temas, cuoha consultado al catedráticode Derecho Internacional yexperto en Legislación Marí-tima Mariano J. Aznar. En elcaso de que el pecio se en-cuentre en aguas internacio-nales, "si se trata de un bu-que comercial hundido, seaplicarían leyes relativas a

los hallazgos en el mar", ex-plica Aznar.

La cuestión cambia radi-calmente cuando se trata deun buque de Estado; porejemplo, un galeón de la Ca-rrera de Indias o cualquiernavío de guerra. "En ese ca-so gozaría de inmunidad so-berana y los restos seríanpropiedad del Estado del pa-bellón, salvo si se hubieseabandonado expresamente."

Cuandose trata de un barcode Estadohundidoen las aguasterritoriales de otro país, "el Es-tado del pabellón continúasiendo el propietario. Pero pa-ra acceder a los restos tieneque solicitar las autorizacio-nes pertinentes del país quecontrola las aguas", apuntaeste catedrático.

« VISTA DE UN BARCO DE MAZARRÓN. SU estudio es una de lasprincipales campañas de investigación que lleva a cabo el CentroNacional de Investigaciones Arqueológicas Submarinas de Cartagena.

» LA PRIMERA EXPLORACiÓN EN RANDE en la que se utilizó la luz eléc-trica tuvo lugar en 1870 gracias a los trabajos del ingeniero Ernest Ba-zin. Las tareas de investigación se vieron muy facilitadas.

Agosto 2006 ct.ío 23

da en un mismo momento". San Claudio concluye que "la ar-queología y la búsqueda de tesoros no se pueden mezclar".Otro investigador muy crítico con el tesoro de Rande es Ya-go Abilleira, autor del libro Los galeones de Vigo: "Antes delcombate se descargaron de forma oficial 395 toneladas deplata y los inglesestan solo capturarondos toneladas".

Con tesoro o sin él,los galeones de Randeson un testimonio ex-cepcional de un mo-mento decisivo de lahistoria de España; fue-ron los protagonistasde una de las mayoresbatallas navales aconte-cidas en las costas de lapenínsula Ibérica.

TESTIGOSDE TRAFALGARComo no podía ser deotra manera, Trafalgar,la batalla más célebreacontecida en costas españolas, también ha dejado una grancantidad de testimonios arqueológicos bajo las aguas. Con vis-tas al reciente segundo centenario, el Centro de ArqueologíaSubacuática de la Junta de Andalucía (CAS) inició un proyectoconjunto con National Geographic y la fundación norteameri-

~ ENTRAFALGAR,un navio se hundió durante la batalla y dieciocho en una tormenta posterior.

cana RPM Nautical para localizar los restos del combate. Du-rante la batalla solo se hundió un barco, el Achille francés; lasotras naves, unos dieciocho buques francoespañoles, se fuerona pique como consecuencia de la fuerte tormenta que azotó lazona después del enfrentamiento.

Carmen García Rive-ra, directora del CAS,ha explicado a CLÍO losresultados que de mo-mento han conseguido:"Los trabajos realizadosdurante este proyectopermitieron la prospec-ción geofísica de unárea muy extensa, en laque se han detectadounas 150 anomalías".Ahora se está trabajan-do en la datación exactade estos objetos. Hastahoy se han encontradodiez piezas de artillería.Gracias al estudio desus características y alconocimiento del nom-

bre del fundídor, se ha logrado fecharlas y "se ha podido estable-cer, por su cronología y tipología, que pertenecen a barcos parti-cipantes en Trafalgar", asegura la investigadora.

Como sucede en Rande, hay algunos restos difíciles deestudiar por la presencia de grandes capas de lodo. Por

HASTA EL CONFIN DEL MUNDO

A demás de los pecios de las costas pe-ninsulares, hay numerosos barcos espa-ñoles repartidos por los fondos mari-

nos de todo el mundo. La mayoría erangaleones que cubrían rutas con las colonias.Entre ellos destaca el Nuestra Señora de Ato-cha, hundido frente a los cayos de Florida.Sustesoros están valorados en más de 360 millo-nes de euros. Fuehalladoen los años 80 por laempresa Treasure Salvors.

Pero hay un caso más interesantedesde el punto de vista histórico. Se tra-ta del barco de guerra San Telmo, quenaufragóen 1819 en el cabo de Hornoscuando transportaba tropas para sofo-car la rebelión de las colonias america-nas. Los fuertes vientos y corrientes losepararon del convoy y desapareciócon 644 hombres a bordo.

Se cree que naufragó en la Antárti-da, cerca de la isla Livingstone, yque parte de su tripulación pudo so-brevivir un tiempo en la zona. Si fue-se cierta esta hipótesis, los marine-ros del San Telmo habrían sido losprimeros en haber desembarcado enese lejano continente, poco antes deque lo hiciera oficialmente el capitánbritánico William Smith.

Desde el año 1993 Manuel Martín Buenoha dirigido diversas expediciones arqueoló-gicas en la Antártida para buscar indiciosdel n~ufragio. No se ha podido encontrar elSan Telmo, pero el catedrático aragonésexplica que "se han localizado los restos deun barco hundido, pero es necesario reali-zar una campaña de verificación". Tambiénse han hallado restos de asentamientos de

cazadores de lobos polares y uno de náu-fragos. Aunque al final no se consiga ubicarel San Telmo, estos investigadores españo-les pueden decir que han sido los primerosen realizar una excavación arqueológica enel continente antártico.

; ESTEVEHíCULOoperado a distancia, es su-mergido por trabajadores de la empresa cazate-soros Odyssey, conocida por su búsqueda del

"Sussex" en Gibraltar. Abajo, restos deun barco que podria ser el "Sussex" yánforas romanas descubiertas mientrasse rastreaba este pecio.

24 CLío Agosto 2006

En la bodega de la goleta británica"Beatrice", hundida frente a Cartagena,

estaba el sarcófago del faraón Mikerinos.

vamente). El coronel britá-nico Richard Howard-Vysedescubrió el sarcófago deMikerinos y decidió llevar-lo junto a otras piezas va-liosas ai Museo Británico.

Pero las fuerzas de la naturaleza evitaron que alcanzará sudestino y el vehículo hacia la otra vida del faraón reposa enalgún lugar próximo a Cartagena.

Otro naufragio sin víctimas cuya car-ga ha despertado todo tipo de especula-ciones es el del vapor Alfonso XII enGran Canaria, en febrero de 188S.Transportaba diez baúles con mone-das de oro para pagar a las tropasdestinadas en Cuba. Solo se pudieronrecuperar nueve y el restante ha dadolugar a todo tipo de leyendas. De to-das formas, según la hipótesis másplausible, el décimo baúl habría que-dado afectado por la explosión quese causó para abrir la bodega duran-te el rescate del oro. Algunos buzoscanarios han encontrado monedasde esa época cerca del pecio, hechoque avala esta teoría.

ejemplo, se cree que el San-tísima Trinidad está hundi-do en Zahara de los Atunes;los sonares han detectado lapresencia de un pecio, peroel barro que lo recubre haceimposible comprobar si se trata de este barco. Lo mismo su-cede con otro buque español, el Argonauta. Pese a que diver-sos buceadores de la zona defienden que lo han localizado, elCASaún no lo ha confirmado.

Más allá de Trafalgar, hubo otroshundimientos significativos en Espa-ña durante el siglo XIX y principiosdel XX. Sin duda, uno de los más cu-riosos es el de la goleta británica Bea-trice que naufragó el 13 de octubrede 1837, sorprendida por un fuertetemporal en aguas cercanas a Carta-gena. No hubo víctimas, pero la pecu-liaridad de este siniestro hay que bus-caria en la carga que transportaba. Enla bodega del Beatrice viajaba el sarcó-fago del faraón Mikerinos, de la IV di-nastía. Este monarca egipcio erigió unade las tres grandes pirámides de la mese-ta de Gizeh, junto a las de Keops y Ke-frén (su abuelo y su padre, respecti-

»EL "SANTíSIMATRINIDAD", navío españolque fue el mayor de su época, se hundíódurante la batalla de Trafalgar.

~ DOS MIEMBROS del Centro de ArqueologíaSubacuática de Andalucía realizan trabajosde medición y dibujos de cañones.

Agosto 2006 ct.Io 25

Sique »

También cerca de Cartagena, el hundimiento del barco depasajeros Sirius es uno de los que ha registrado más muer-tos en la historia contemporánea de España. El 4 de agostode 1906, este transatlántico italiano que había salido de Cé-nava con rumbo a Buenos Aires chocó con una traicionera ci-ma del Bajo de Fuera, muy próximo al cabo de Palos. El im-pacto fue consecuencia de la imprudencia del capitán JoséPiccone, quien navegaba muy cerca de la costa y a una veloci-dad de diecisiete nudos para ganar tiempo, dadas las numero-sas escalas que tenía que hacer en su recorrido. El golpe des-garró el casco del Sirius, que comenzó a hundirse por la popa.El número de botes era insuficiente parasalvar a todo el pasaje, ya que la nave ibasobrecargada con inmigrantes ilegalescon destino a América. La tripulaciónabandonó el barco dejando a los pasaje-ros a su suerte; la rápida intervenciónde varios buques que transitaban por lazona evitó una tra-gedia mayor. Segúnel recuento oficial,hubo 292 muertos,pero no fueron con-tados los inmigran-tes ilegales; algunasfuentes cifraron eltotal de fallecidosen 500 personas. Porsus siniestras simili-tudes, con el tiempoel Sirius fue conoci-do como el Titanicdel Mediterráneo.

temporánea de España. Sucedió el 7 de marzo de 1939,cuando este carguero del bando franquista se dirigía a Car-tagena con tropas para apoyar la rebelión contra la Repú-blica en esa ciudad, en los días finales de la guerra. A causade un error de coordinación de los mandos de la opera-ción, el navío llegó a la bocana del puerto cuando la suble-vación ya había sido controlada y fue presa fácil para lasbaterías de la defensa costera. Un impacto en las municio-nes que transportaba provocó una gran explosión que en-vió la nave a pique de inmediato, dejando un rastro dra-mático: 1.5°0 muertos y centenares de heridos. El

Gobierno de Franco no quería que nada enturbiara la vic-toria que estaba a punto de conseguir, por lo que silencióel hecho y no se mencionó en los periódicos de la época.

En el bando republicano el hundimiento más dramáticofue el del submarino C-3, el 12 de diciembre de 1936, apocas millas de'! puerto de Málaga. Fue víctima del sub-marino alemán U-34, uno de los dos enviados por el almi-rante nazi Doenitz para apoyar a Francisco Franco y parapracticar tácticas de guerra submarina. Un único impactode torpedo fue suficiente para enviar al fondo a la naverepublicana; perecieron 37 de sus 40 tripulantes. Este pe-cio fue localizado en el año 1998 por el buque de Salva-mento de la Armada Mar Rojo.

Precisamente, los U-Boats alemanes dejaron marcas desu presencia en aguas españolas como consecuencia de lasdos guerras mundiales. A pesar de no intervenir en ningu-

na de estas contiendas, España vio có-mo, cerca de sus aguas, los dos bandosse enfrentaban por el control de losmares. Durante la Pr im er a GuerraMundial, los submarinos alemanes aco-saron a los mercantes aliados. JosepMaria Castellví y Josep Guarro explicanlos combates entre estas naves en su li-bro La guerra secreta del Mediterrani.

~ EL ·U-34", submari-no alemán dirigido porel capitán JohannesKlassing, actuó en lascostas de Tarragonaen varios momentosde la Primera GuerraMundial. Foto de losservicios secretosingleses.

PECIOS DE LAGUERRA CIVILLa Guerra Civil es-pañola también hadejado su marca en la historia de los naufragios. Pese aque las batallas terrestres -como las del Ebro, Teruel oGuadalajara- tienen más fama, también se produjeronchoques de consideración en las costas españolas. El pri-mero destacable fue el del acorazado España, uno de losbuques más veteranos de la Marina española en su tiem-po: había participado en diversos desembarcas durante laGuerra de Marruecos. Al estallar la Guerra Civil sus man-dos apoyaron las operaciones nacionales en el frente delnorte. El 30 de abril de 1937, mientras perseguía un mer-cante, chocó con una mina colocada por algún buquefranquista y se hundió en aguas del cabo Galizano (enCantabria). La tripulación al completo fue rescatada porel destructor Velasco.

Otro caso relevante fue el del crucero nacional Balearesdurante la batalla del cabo de Palos. Se trata del mayor inci-dente naval de la Guerra Civil,que se produjoen la noche del 5 al 6 de marzo de 1938. Doso tres torpedos lanzados por el destructor re-publicano Lepanto alcanzaron mortalmentela nave de los sublevados: 788 marineros pe-recieron y 435 fueron rescatados.

Otro naufragio importante en el bandofranquista fue el del Castillo de Olite, lamayor tragedia naval de la historia con-

« NO MENOS destruc-tivo fue el ·U-35", queatacó barcos aliadosfrente a Tarragona, lasBaleares y Valencia.Foto tomada desde lacubierta mientras tor-pedeaba un mercante.

- Bibliografía• SARMIENTO, L., Tesoros sumergidos,

Planetamar, 2005.

-Internet• www.masdebuceo.com• www.bajoelagua.com• www.proyectoposeidon.com

26 erro Agosto 2006

Según estos autores, los U-Boats hundieron 46 barcos yprovocaron 366 muertos. La mayoría de las víctimas fue-ron del vapor artillado francés Medjerda.

El 11 de mayo de 1917, el capitán del submarino U-34 (queno tiene nada que ver con el de Málaga) divisó a través de superiscopio al barco fran-cés frente al cabo de Tor-tosa y dio la orden deataque. Bastó el impactode un único torpedo paraenviar a pique al mercan-te; 352 de sus 575 pasaje-ros perecieron ese día.Los autores del libro pu-dieron localizar el pecioen el 2004 a l0S metrosde profundidad.

Los submarinos alema-nes empleados en la Se-gunda Guerra Mundialtambién actuaron en lascostas españolas. En estecaso sí hubo U-Boats hun-didos. Galicia reúne elmayor número: "Concretamente, hay veintisiete, que partíande sus bases en Francia y atravesaban el golfo de Vizcaya pa-ra atacar las rutas mercantes aliadas", explica Miguel SanClaudio. Poco a poco, los británicos fueron perfeccionandosus tácticas de guerra antisubmarina. "Esto obligó a los ale-

manes a ir hacia el sur y se acercaban cada vez más al litoralgallego. Sin embargo, igualmente eran cazados".

El submarino alemán U-617, seriamente dañado por laRoyal Navy en 1943, embarrancó en el cabo de Tres For-cas (cerca de Melilla). Su tripulación lo pudo abandonar, y

las autoridades alema-nas pidieron al Gobier-no de Franco que lo vo-lara para que no cayeraen manos del enemigo.

En síntesis, los peciosen las costas españolasabarcan casi 3.000 añosde historia. Aportanuna información va-liosísima sobre susépocas, independien-temente del tesoroque puedan contener.Sus crónicas son apa-sionantes: mercade-res que cruzaban losmares de la Antigüe-dad, galeones que traí-

an tesoros de América o barcos de guerra de todos lostiempos. Desgraciadamente, aún queda mucho trabajo ar-queológico por hacer para conocer estas historias tan va-liosas. Pero, si algo está claro, es que la fortuna de los ga-leones no reside en su oro sino en su historia .•..

~ RESTOS DEL PECIO "CABRERA 11I",hundido en la isla balear del mismo nombre.

Agosto 2006 ct.Io 27

GIRAS(Grupo de Investigacióny Rescate ArqueológicoSubmarino). Museo de SanAntón, La Coruña.

Prospeccionesarqueológicas de la costaasturiana. Universidad deOviedo

COSTA ASTUR- lANA

Y CANTABRA

GALlCIA ASTURIAS

ANDALucíACAAS (Centro andaluzde Arqueologia Submarina).La Caleta (Cádiz)

,) Corbeta alemanaGneisenau (1900)

Puerto de Málaga

o Portaviones Ark7' Roya' (1941)Ó Frente a Manilva,.... (Málag,~a~)~--=:;¡;;:;-r-

LlAS (Laboratorio paraInvestigaciones ArqueológicasSubacuáticas), MuseoMarítimo del Cantábrico,Santander.

v:-<~.

Ou

MINISTERIO DE CULTURACNIAS (Centro Nacional deInvestigaciones ArqueológicasSubmarinas), Museo Nacionalde Arqueología Marítima, Cartagena

~~~:§i~~ru~c~e;roBaleares (1938)'" "","", .~.I Cabo de Palos

Castillo de Olite (1939). Cartagena

LEYENDA~~----------------------------~IBatimetríaOrganismos oficiales

o entidades gestorasTipos de barcos

~ Antigüedad

".rA_~ Siglos XVI-XVIII

•••• SigloXIX

~ISigIO~Acorazado España (1924)Cabo Tres Forcas IMe/illa)

-----""- Submarino U-617 (1943)~ Cabo de las Tres Forcas

MEDITERRÁNEO SUR Zonas marítimasICerca de 1.000... de yacimientos

deOa200m.

de 201 a 500 m.

de 501 a 1.000 m.

de 1.001 a 2.000 m.

de 2.001 a 3.000 m.

de 3.001 a 4.000 m.