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Entrevista de Trabajo

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Entrevista de Trabajo

Una entrevista de trabajo consiste en un

dialogo directo entre el entrevistador y el

entrevistado. El entrevistador tiene como

función principal sacar la mayor información

posible del entrevistado preguntando por

diversas cosas (currículum, experiencias,

habilidades, aficiones e intentará ponerte en

situaciones reales para estudiar tus

reacciones). En ocasiones puede haber mas

de un entrevistador para poder tener mas de

un punto de vista a la hora de elegir un

candidato

Desde el punto de vista del entrevistador como mencionamos anteriormente es conseguir información directa y auténtica sobre tu trayectoria profesional y personalidad, además de averiguar la adecuación de tu perfil a la empresa y al puesto ofertado.

Desde el punto de vista del entrevistado es conseguir información de la empresa y del puesto que ofrecen para contrastar información respecto a lo que viste en los anuncios o otras fuentes, también demostrar la adecuación al puesto

PERSONAL:: a su vez ese tipo de entrevista puede ser:

-Estructurada: el entrevistador sigue un guión preestablecido y hace las mismas preguntas a todos los candidatos.

-No Estructurada o libre: en la que el entrevistador dará plena libertad al entrevistado, a lo que le precede preguntas generales en relación con lo que el entrevistado dijo anteriormente.

-Semi-estructurada o mixta: es una combinación de los dos tipos mencionados anteriormente.

Luego también existe un tipo de entrevista que

se realiza en grupo o colectivamente( dinámica

de grupo): en este tipo de entrevista se reúnen

un grupo de varios candidatos generalmente de

hasta 10 personas, y se plantea una situación a

resolver entre los participantes. Es una técnica

para conocer las habilidades y la personalidad de

un candidato en un equipo de trabajo y en su

relación con los demás. El evaluador observará

aspectos como el grado de participación. La

capacidad de liderazgo y comunicación, la

iniciativa, la capacidad de relación.

Intenta averiguar quién será tu interlocutor y prepara la entrevista en consecuencia.

Entrevista de trabajo con una empresa de selección

Te entrevistará un experto en técnicas de entrevista, en muchos casos será psicólogo de formación.

Generalmente no está capacitado para saber si tu perfil técnico es el idóneo para ocupar el puesto al que aspiras. Su principal objetivo es detectar si tu formación, personalidad y motivación coinciden con el retrato que le pide la empresa.

La entrevista girará básicamente en torno a datos de tu personalidad y competencias. En esas entrevistas, tu actitud (reacciones, comportamiento...), motivación y lenguaje no verbal son de especial importancia.

Entrevista de trabajo con un responsable de recursos humanos de la empresa

Estos entrevistadores tienen generalmente conocimientos en técnicas de entrevista, conocen bastante bien el perfil del puesto ofrecido, y además tienen un amplio conocimiento de la cultura empresarial.

Además de interesarse por tu formación, capacitación técnica, personalidad y motivación, van a tratar de predecir tu capacidad de integración en la empresa y tu compatibilidad con tu jefe y compañeros de trabajo.

Suele ser la entrevista más completa que puedes llegar a realizar. En ella, tienes que vigilar todos los aspectos.

Entrevista con un técnico de la empresa

Si pasas la entrevista con la empresa de selección o el responsable de recursos humanos de la empresa, lo normal es que posteriormente te entreviste un técnico de la propia empresa, probablemente con la persona que será tu jefe directo.

Estos entrevistadores no son expertos en técnicas de entrevista. Evaluarán si eres un buen profesional para el puesto ofrecido y si se van a sentir a gusto trabajando contigo. Te harán preguntas de contenido técnico en relación con el trabajo en cuestión. Se centrarán en averiguar tu capacidad de trabajo y si les "caes bien".

Debes incidir en tu capacidad para realizar el trabajo ofrecido y en tu motivación para incorporarte a su departamento.

http://www.youtube.com/watch?v=gzSI9SSkkUo&feature=related

En una entrevista de trabajo, el peor enemigo son los nervios. Para relajarse, es esencial conocer las preguntas que pueden descolocar y añadir presión a un ambiente ya de por sí bastante tenso.

No dejes nada a la improvisación: estate preparado para responder a la mayoría de las cuestiones que aquí se muestran, ya que son muy habituales en los procesos de selección. Eso sí, no te aprendas una serie de respuestas estereotipadas. Reflexiona acerca de ellas e intenta recordar una serie de ítems que te saquen de un apuro en alguna pregunta inesperada.

El objetivo de la entrevista de trabajo es

convencer al entrevistador de que uno se

siente motivado y capacitado para el puesto de

trabajo ofrecido. Por ello, es recomendable

informarse previamente sobre la actividad de

la empresa y sus últimas actuaciones.

De esta manera, se podrán preparar con

suficiente antelación las respuestas a las

preguntas más habituales que se hacen en una

entrevista de trabajo.

A lo largo de la misma se debe mostrar

motivación por trabajar y desempeñar el

puesto al que se aspira.

Escuchar atentamente cada pregunta y esperar

unos segundos antes de responder denotan

confianza en uno mismo, y es esencial

establecer una buena relación con el

interlocutor.

Lo principal en el momento de responder a una

pregunta es saber cómo adaptar la respuesta a

las necesidades del interlocutor, así como a las

características del puesto que hay que cubrir.

Por regla general, las preguntas más

frecuentes se enfocan hacia aspectos

personales, de formación y experiencia

profesional.

Entre las cualidades más valoradas destacan la

responsabilidad, la seriedad en el trabajo o la

disposición a trabajar duro.

Se valora la capacidad de un candidato de

asumir las diferencias y rebatirlas, pero con

tacto.

Es determinante que el aspirante al puesto

demuestre un equilibrio tanto en las cuestiones

profesionales como personales.

Las primeras impresiones son siempre muy

importantes en una entrevista de trabajo. Los

estudios demuestran que los primeros 100

segundos son cruciales a la hora de determinar

la percepción de un candidato.

Es por ello que, debes cuidar tu aspecto y

forma de vestir. Este simple gestos puede

diferenciarte de los demás candidatos y

ayudarte a conseguir el objetivo.

En una entrevista de trabajo debes elegir una

ropa que sea más formal y elegante que lo que

vistes normalmente. Esto refleja un respeto

por el proceso e indica que estás haciendo un

esfuerzo extra.

La ropa de marca no se considera profesional,

sobre todo si vas enseñando el logo. Puede

crear una imagen equivocada de ti así que,

déjate la ropa de marca, vaqueros, chaquetas

o faldas en casa y elige algo más sencillo.

Tu objetivo es que el entrevistador esté pendiente de lo que le estás contando. Por eso evita los complementos llamativos alrededor del cuello, como corbatas con colores fuertes, muchos collares o pendientes grandes. Llevar mucha colonia puede distraer también al entrevistador.

Sé profesional.

Es decir, nada de pendientes, de chicle, de tatuajes al aire. La ropa informal no es adecuada y la ajustada deja entrever que prefieres llamar la atención por tu aspecto que por tus conocimientos. Las joyas en lugares como el brazo o los dedos de los pies no resultan serios y debes quitártelos para la entrevista.

http://www.youtube.com/watch?v=82xvqX0FCZg

Si bien la entrevista sirve para comprobar si tu perfil corresponde al puesto mediante un juego de preguntas y respuestas, el entrevistador a veces utiliza métodos para averiguar otras cosas. Tras las habituales preguntas sobre tu formación, tus defectos y cualidades, tu historial y tus expectativas sobre el puesto, de repente puede surgir una pregunta que te deje sin habla y que te desestabilice. Pues bien, de eso se trata: de evaluar tu reacción frente a una situación imprevista.

http://haganegocios.com/50-preguntas-respuestas-usuales-entrevista-trabajo.html

Todos sabemos que la educación y el respeto

son elementos fundamentales a la hora de

establecer una conversación formal, en éste

sentido nos centraremos en dos aspectos:

o Trato de usted.

o Cuidado con el tono de voz.

Existen una serie de reacciones fisiológicas al

estado mental y personal, tales como sudores,

temblores, etc.

Es importante aprender a controlar los nervios

y las reacciones que producen sobre nuestro

organismo ya que pueden jugarnos una mala

pasada.

Usa tus ojos para hablar

Los ojos son las ventanas del alma. La persona que mira limpiamente a los ojos de otros es una persona segura, amistosa, madura y sincera. Sus ojos y su mirada pueden decir tanto porque expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza, inquietud, tensión, preocupación, estimación o respeto. Por sus ojos muchas veces se puede saber lo que está pensando. Por eso, constituyen una ayuda poderosa en la conversación.

El uso adecuado de las manos

Tus manos se pueden aprovechar muy bien para complementar tus palabras y dar mayor fuerza a tu conversación. No las utilices inútilmente y mucho menos para hacer cualquier cosa que distraiga a la otra persona. Tampoco las uses violentamente, palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona.

Cuidado con lo que tocas

Hay muchas personas que siempre están dando palmadas en la espalda o tocando a los otros en los brazos, como para llamar su atención. Es bueno demostrar cariño, pero también hay que guardar el debido respeto a los demás. Muéstralo no tocando a la otra persona innecesariamente. Hay quien se siente muy molesto si le tocan, ten cuidado. Pero tampoco hables o escuches con las manos metidas dentro de los bolsillos porque eso denota indiferencia y mala educación.

Gestos que denotan impaciencia o aburrimiento

La actitud física demuestra lo que el alma está sintiendo. Si alguien finge interés en una conversación, la otra persona se dará cuenta muy fácilmente por sus gestos y ademanes. Moverse nerviosamente o levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente el reloj demuestra aburrimiento y es una gran falta de respeto. Si tienes que mirar la hora, hazlo en el reloj de otro.

Aprender a sentarse

Aprende a sentarte tranquilo y comportarte cuando se escucha. Reparte equitativamente el peso de tu cuerpo para no cansarte mientas estás sentado conversando. Si te sientas en el borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea posible.

Si cambias constantemente de posición, estás expresando a gritos que estás aburrido. Si mueves incesantemente los pies durante la conversación, tu interlocutor pensará que estás molesto, inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido. Sitúate en una posición cómoda y descansada que te permita respirar mejor y manejar mejor tu voz.

Control de la mirada

Cuando estés hablando con alguien, no estés mirando a todos lados: a la ventana, al techo, al suelo o limpiando sus uñas. Tampoco mires morbosa y curiosamente los zapatos, pantalones, camisa o peinado del que habla. Mantén el contacto ocular, pero sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos.

De todas formas, si quieres fijar la mirada durante mucho tiempo en alguien sin cansarte psicológicamente, mira su entrecejo. Para el otro/a no hay diferencia.

Control de las expresiones del rostro

¡Sonríe! Intercalar sonrisas cálidas y francas en la conversación transmite confianza, alegría y buena disposición. Sin embargo, no exageres. Sonreír demasiado frecuentemente puede convertir el gesto en una especie de mueca y dar la impresión de que es algo hueco, vacío y fingido.

Apretar exageradamente los labios puede delatar que tienes dudas o desconfianza acerca de lo que el otro está diciendo o sugerir que no estás expresando realmente lo que piensas o sientes.

ACTO LO QUE REFLEJA

Acariciarse la quijada Toma de decisiones

Entrelazar los dedos Autoridad

Dar un tirón al oído Inseguridad

Mirar hacia abajo No creer en lo que se escucha

Frotarse las manos Impaciencia

Apretarse la nariz Evaluación negativa

Golpear ligeramente los dedos Impaciencia

Sentarse con las manos agarrando la cabeza por

detrásSeguridad en sí mismo y superioridad

Inclinar la cabeza Interés

Palma de la mano abierta Sinceridad, franqueza e inocencia

Caminar erguido Confianza y seguridad en sí mismo

Pararse con las manos en las caderas Buena disposición para hacer algo

Jugar con el cabello Falta de confianza en sí mismo e inseguridad

Comerse las uñas Inseguridad o nervios

La cabeza descansando sobre las manos o mirar

hacia el pisoAburrimiento

Unir los tobillos Aprensión

Manos agarradas hacia la espalda Furia, ira, frustración y aprensión

Cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie Aburrimiento

Brazos cruzados a la altura del pecho Actitud a la defensiva

Caminar con las manos en los bolsillos o con los

hombros encorvadosAbatimiento

Manos en las mejillas Evaluación

Frotarse un ojo Dudas

Tocarse ligeramente la nariz Mentir, dudar o rechazar algo

1- No ser negativo

Deja a un lado las actitudes extremadamente críticas o derrotistas. La confianza y conocer todo lo bueno que uno puede aportar es fundamental.

2- No mostrar nerviosismo

Puede interpretarse como inseguridad o falta de madurez para el puesto al que aspiras. Recomendamos buscar técnicas para controlar el nivel de tensión.

3- No criticar a anteriores empresas o compañeros

El personal de recursos humanos sabe que las mismas críticas que vierte el entrevistado sobre su antiguo empleo se repetirán en futuras entrevistas de trabajo; Señal de una persona conflictiva o que no sabe trabajar en equipo.

4- No evitar preguntas

Es recomendable contestar a todas. En una entrevista de trabajo es vital estar atento a la evolución de la conversación, porque el entrevistador realiza muchas veces la misma pregunta de distintas maneras. Antes de acudir a la cita, prepara unas respuestas mínimas sobre el tipo de trabajo que buscas, y ten claros tus argumentos. En caso de no entender una pregunta, no dudes en pedir que la reformulen.

5- No interrumpir

Interrumpir a tu interlocutor es señal de no saber escuchar y de excesiva impaciencia, lo que denota falta de profesionalidad. Saber escuchar es tan importante como saber hablar

6- No hablar más de la cuenta

Hay que ser claro, conciso y directo. Las entrevistas suelen estar limitadas a una duración concreta, y si por confusión se responde mal, el entrevistado queda en evidencia por su locuacidad.

7- No mentir

Exagerar aspectos del currículo; crea falsas expectativas, y los entrevistadores tienen más experiencia en procesos de selección que el entrevistado, quien puede ser pillado en cualquier momento.

8- No utilizar palabras vulgares

El lenguaje denota educación y profesionalidad. La precisión del vocabulario en trabajos de alta cualificación es fundamental, pero tampoco debe utilizarse un lenguaje farragoso, según aconsejan otras agencias de trabajo temporal.

9- No adoptar una mala postura

Da mala imagen sentarse excesivamente reclinado, estirar las piernas o brazos y colocar las manos en la nuca, entre otros gestos. Ensaya posturas formales con las que estés cómodo.

10- No masticar chicle

Ni tampoco caramelos. Una imagen horrible.