CARACTERISTICAS DE LA PERSONA HUMANA.

Se dice que la persona es una realidad radicalmente original, por lo tanto no se puede definir ni aclarar, la forma más próxima a su descripción seria por comparaciones negativas y enumeración positiva de sus características.

Lo primero y más obvio que debe decirse de la persona es que no se trata de objeto o cosa alguna. (pag. 44)

En mi punto de vista no se puede comparar un objeto con una persona, ni un animal con una persona, ya que las cosas materiales u objetos no cuentan con un raciocinio. Los animales actúan por instinto, y para sobrevivir.

Se dice que la persona trasciende todo objeto, en la medida en que es más que mero objeto y más que mera respectividad a lo objetivo, es decir, que incluso trasciende a sí misma en cuanto que formadora de objetos, o lo que es más exacto que trasciende su propia operación objetivante. (pag. 51)

Si bien hemos aclarado que la persona no se puede comprar con un objeto y a mi parecer es debido a que la persona cuenta con raciocinio, a pesar de entender el concepto de trascender, en mi punto de vista el concepto que maneja el autor de trascender da a entender que existe algo después de la vida, que dejamos algo atrás y no solo nuestros logros, nuestros logros en esta vida como terminar una carrera, tener un buen trabajo son bienes materiales, los cuales el autor no cuenta como trascender. A mi parecer el trascender es cuando dejamos nuestra marca en la historia, el ser recordados, cuando no tenemos ningún logro significativo, únicamente somos recordados por nuestros hijos y por los hijos de nuestros hijos, pero en algún punto seremos totalmente olvidados.

La persona humana puede trascender activamente sus propias operaciones y sus logros: al trascenderlos los reconoce como limites, a la vez que los supera. (pag. 51)

Para poder trascender debemos superar cada obstáculo que se nos presenta, al pasarlos los llamamos limites, todos somos capaces de superar las dificultades que se nos presentan, lo único que debemos hacer es esforzarnos, ponerse una meta y hacer lo mejor posible para poder llegar a ella y cumplirla, de esta manera conseguiremos estar más satisfechos con nosotros mismos y podremos ser más felices.

Dios, de quien difiere sumamente toda criatura, es, con todo, el destino del hombre, pero solo puede ser destino del hombre, si el hombre es capaz de él, es decir, capaz de aquel de quien difiere máximamente toda criatura y, por consiguiente, el hombre mismo. (pag. 61)

Nos dice que el destino del hombre es Dios, un creador del que no se conocen pruebas, debemos creer en algo que no está comprobado, y aparte él es dueño de nuestro destino, de eso que nos ara trascender, debemos esforzarnos por ser mejores personas, por

superar los límites que tenemos para trascender y prácticamente ganarnos nuestro destino, que en mi forma de ver las cosas debe cambiar cada ocasión que tomamos una decisión, si este no fuera el caso, podríamos no superar nuestros límites y conformarnos con lo que tenemos y de este modo tendríamos el mismo destino.

Yo creo que debemos superar nuestros límites personales, y tratar de ser mejores personas, no esperando un destino, del cual no estamos seguros, no debemos cambiar para estar mejor después de morir, si no cambiar para disfrutar nuestra vida, regresarle a la sociedad y al prójimo lo más que se pueda.

Bibliografía

FALGUERAS SALINAS, I. (1998). Hombre y destino. Pamplona: EUNSA.