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El 13 de abril de 2002 se reflejó la rebeldía de un pueblo que se negó a perder a su presidente Hugo Chávez Frías, luego de un golpe de Estado. Entre la incertidumbre, poca información y la represión de los organismos policiales de la capital de la República, los revolucionarios salieron a las calles en busca de la verdad. Chávez retornó al poder gracias a la reacción de su gente. El pueblo salió al rescate

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Page 1: Encarte 13A

El 13 de abril de 2002 se reflejó

la rebeldía de un pueblo que se

negó a perder a su presidente

Hugo Chávez Frías, luego

de un golpe de Estado.

Entre la incertidumbre, poca

información y la represión

de los organismos policiales

de la capital de la República,

los revolucionarios salieron

a las calles en busca de la

verdad. Chávez retornó al

poder gracias a la reacción

de su gente.

El pueblo salió al rescate

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2 Miércoles 13 de Abril de 2011

Centenares de personas nunca creyeron que Hugo Chávez había renunciado. Tampoco les tuvieron miedo a las balas

Miraflores, los entonces diputa-dos a la Asamblea Nacional, Ro-drigo Cabezas y Luis Tascón se subieron a la parte alta del por-tón principal de Miraflores para decirles a las partidarias y los partidarios de la Revolución que Chávez no había renunciado.

A pesar de la censura mediáti-ca, la gente se hizo eco del mensaje real: Chávez estaba preso. Punto de empuje suficiente para que el pue-blo empezara a tomar puntos estra-tégicos de las calles caraqueñas.

Catia, El Valle, Fuerte Tiuna, Miraflores, entre otros, fueron los sitios tomados por las revolucio-narias y los revolucionarios en la

que fue “la noche más larga” para todas y todos.

“Recuerda que en la marcha del 11 de abril hubo una mujer herida a quemarropa, y después, llegando a Plaza Venezuela hubo otro. Ya con esos heridos se estaba dando la se-ñal de que iban a reprimir. Todo lo estaba viendo por televisión. Al ver eso, yo fui el primero en salir a la calle”, explicó Naudy Rafael Álva-rez, quien después se convertiría en un personaje célebre (ver pág 5).

LO QUE LLEGÓAl ver la violencia, Álvarez de-

cidió salir el mismo 11. Se fue al Palacio de Miraflores por la auto-

pista Francisco Fajardo, y se unió a un grupo de revolucionarias y revolucionarios en la sede de la Presidencia para resistir dos días más.

Álvarez y otras 15 personas se convirtieron en caminantes, y transitaron desde El Calvario hasta Fuerte Tiuna. Decenas de personas se les sumaron.

“Éramos como un imán. La gente se fue uniendo cuando le decíamos que al Comandante lo tenían en Fuerte Tiuna, y que íbamos por él. Allí vi que empe-zaron a bajar con banderas para unirse a nuestro grupo”, explicó Álvarez.

Cuando llegaron a un lugar lla-mado Alcabala 3, ya había 20 per-sonas. Completaron casi 100. Los primeros 100 protagonistas de la respuesta que Chávez presagia-ba. Recibieron amenazas, pero igual se quedaron.

La muchedumbre se apoderó del lugar y encaró sin armas a un trozo de Ejercito desorientado, pero vigilante. Poco a poco serían cada vez más.

Álvarez relató que un mayor del Ejercito los atendió y hasta les ofreció armas, sólo esperando las órdenes para defender la patria o sencillamente para apegarse al “Gobierno de transición”.

T/ Alex CarmonaF/ Héctor Rattia

La noche del sábado 12 de abril fue una especie de punto de quiebre después del golpe de

Estado del día anterior. El mismo 11 de abril, cuando el presidente Hugo Chávez salía del Palacio de

El pueblo aguantó la represión de la PM y se lanzó a la calle

La consigna era:“Vamos a defender esta Revolución”

Page 3: Encarte 13A

3Miércoles 13 de Abril de 2011

LA SEGUNDA PARTEEl Ejército estuvo tranquilo. Pero

la mañana del 12 de abril (cerca de las 6:00 am) la Policía Metropoli-tana (PM) se acercó a la autopista Valle-Coche, donde está ubicado el cañón de la Alcabala 3.

“En la redoma de retorno de la autopista Valle-Coche nos mata-ron a cinco compatriotas: dos en la autopista, uno en la redoma y otros en la bomba. Ellos venían bajando, desarmados. Los poli-cías hicieron eso para amedren-tarnos, pero no lo lograron. Allí sentimos el apoyo del Ejército, porque el mayor que nos atendió, dio la orden de que los soldados hicieran tiros al aire para que los PM se dieran cuenta de que no es-tábamos solos”, explicó Álvarez.

Los policías dispararon a 30 metros de distancia de sus víc-timas. Uno de ellos resbaló y la muchedumbre lo atrapó hasta casi lincharlo. El funcionario se salvó “por la intervención de un cristiano, que hizo entrar en con-

ciencia a quienes querían tomar venganza con sus propias ma-nos”, refirió el militante.

Con la detención de ministros y diputados, ya la PM había mos-trado cuál sería su trabajo duran-te esos días. Carlos Fernández, Nicolás Rivera y Henry Atencio fueron algunos de los apresados sin investigación ni proceso judi-cial ese 12 de abril de 2002.

La Policía Metropolitana tenía una lista de funcionarios del Go-bierno Nacional, a quienes debía apresar sin contemplación y al amparo de la matriz de informa-ción sobre la masacre de puente Llaguno, ocurrida el 11 de abril.

“A cada uno nos fueron a bus-car a nuestras casas. A mí me partieron dos costillas; fuimos torturados. Conmigo también detuvieron a Henry y a Rafael Cabrices. Inicialmente empeza-ron con nosotros”, explicó Rivera, a quien lo aprehendieron en su casa, ubicada Caricuao.

A Cabrices lo capturaron cerca de la redoma de la India, en El Paraíso; y a Atencio, en El Cementerio.

“Nos tuvieron 24 horas esposa-dos. Y si te muestro mi hombro izquierdo verás que tengo una herida de bala que me dio un Po-li-Chacao”, agregó Atencio. Todos fueron detenidos por la policía científica.

Rivera precisó que no le queda-ba ninguna duda de que se ini-ciaba una dictadura. Aparte de las dos costillas fracturadas, tuvo una fisura en el cráneo. Atencio recibió varios golpes en el estó-mago que han requerido seis in-tervenciones quirúrgicas.

“En ese momento la orden era matarlos a ellos, porque supues-tamente la sociedad civil pedía

justicia por lo que ellos, en teo-ría, hicieron en puente Llaguno”, agregó Carlos Fernández, otro de los perseguidos.

“Yo tuve suerte en ese momen-to de detención, porque un fun-cionario de la policía científica, quien es mi amigo, escuchó por el walkie talkie que estaban dando la orden de mi detención. Me dijo ‘piérdete’. Sin embargo, igual me allanaron la casa y sometieron a una tía de 80 años, porque ella defendía mis cosas, las mismas que se llevaron”, agregó Fernán-dez, quien en ese momento era locutor de Radio Venezuela.

ORDEN DE AJUSTICIARLOSFernández se quedó en casa de

unas amistades que lo protegie-ron. A Rivera, Atencio y Cabrices los encerraron en un cuarto pe-queño, en la avenida Sucre, que apenas estaba dotado con un tele-visor por el cual observaron lo que acontecía en las calles capitalinas.

“El director nos veía, se llevaba la pistola a la boca y soplaba su punta. Después nos hacía señas de que nos iban a matar a Chávez y a cuatro más; es decir, a noso-tros”, agregó Atencio.

“Me indicaban que lo harían el 14 de abril. A nosotros y a Chávez. Qué estábamos lis-tos” , agregó Atencio.

“La orden era matarnos a los que estábamos presos. Buscar a los que estaban afuera, y después ma-tarlos también. Bien sea por supues-ta fuga o de otra

manera, porque la culpabilidad estaba clara, según ellos. Como estaban en el poder, nadie nos de-fendería, y ¿cómo se defiende un muerto? Lo tenían todo planifica-do”, agregó Rivera.

El 12 de abril en la noche, los presos sintieron el apoyo de al-gunas personas que sabían de su inocencia. Atencio refirió que en ese momento se pudo haber des-atado una masacre, ya que más de 100 personas fueron hasta las puertas del lugar donde se encon-traban, y el funcionario a cargo dio la orden de abalear a quien se acercara a la reja.

ARDUA LABORLos celulares, las llamadas, los

mensajes de texto, entre otros recursos, fueron fundamentales para informar que el Presidente no había renunciado. Motoriza-dos de los Círculos Bolivarianos hicieron correr la noticia en el centro de Caracas.

Según Naudy Álvarez, los mo-torizados notificaron que Chávez sería trasladado a la isla La Or-chila, para aislarlo del tumulto de gente que lo reclamaba.

“Los motorizados fueron los pioneros en mantener el hilo constitucional, porque actuaron como los verdaderos mensajeros

en toda Caracas. Eran moto-rizados que iban de Caracas a Guarenas y a La Guaira para llevar el mensaje contra el bloqueo mediático”, agregó Álvarez.

En efecto, cerca de 200 motorizados también se

acercaron a la Alcabala 3 para dar la verdadera información.

Caracas

• La noche del 12 de abril de 2002, mientras las y los ma-nifestantes se organizaban, el presidente Hugo Chávez esperaba su traslado desde el regimiento de Policía Mili-tar hasta el batallón O'Leary, cercano a la comandancia del Ejército. Eran cerca de las 10:00 pm. Posteriormente lo llevaron en helicóptero a la bahía de Turiamo.

L h d l 12 d b il d

Hechos resaltantes

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4 Miércoles 13 de Abril de 2011

T/ Alex CarmonaF/ Héctor Rattia

Con varios muertos y presos y un mandatario de facto, en la oposición comenzó a notar-

se el descontrol el 13 de abril de 2002.

En una grabación reciente, Henry Ramos Allup, actual secre-tario general del partido Acción

El gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga se desmoronó en cuestión de horas

La oposición nunca previó la manifestación popular que acabó con sus planes

Dos días duró la dictaduramás corta de Venezuela

Democrática (AD), dijo que la dirigencia opositora tuvo en sus manos el decreto que colocaba a Pedro Carmona Estanga como supuesto presidente transitorio, hecho que evidencia que no hubo tal vacío de poder. De acuerdo con el testimonio de Rodrigo Ca-bezas, quien en ese momento era diputado de la Asamblea Nacio-nal (AN), Ramos Allup criticó la persecusión contra el parlamen-tario Tarek William Saab, hoy go-bernador de Anzoátegui.

La firma del decreto del gobier-no de facto y el silencio mediático contrastaban con la incertidum-bre e impotencia que sufrían las partidarias y los partidarios de

Chávez en las afueras de Fuerte Tiuna.

“Creo que a la gente la activó el silencio informativo. La gente se molestó mucho por el hecho de que le negaran escuchar a Chávez y que le negaran su paradero. Ese silencio alrededor del Presidente no les hizo bien” a los sublevados, dijo Ernesto Villegas, periodista y autor del libro Abril, golpe adentro, que recoge la mayor cantidad de datos de la conspiración.

“El pueblo, al enterarse de que Chávez no había renunciado, em-pezó a reclamar que su voto fuese respetado. Hay gente que siente que el Presidente piensa que es esperanza, y quedarse dormido

era lanzarse a la desesperanza”, agregó.

NO LO CONTROLARONRealmente el 13 de abril, con la

multitud en la calle y Chávez en La Orchila, la situación comenza-ba a tornarse insostenible para el régimen de facto.

La dirigencia opositora empe-zó a salir por la parte de atrás del Palacio de Miraflores, temerosa de que las fuerzas militares leales al Gobierno constitucional detu-vieran a las y los cómplices del golpe de Estado.

Mientras unos entraban, otros salían. Caída la noche los minis-tros Aristóbulo Istúriz (Educación)

y Ana Elisa Osorio (Ambiente) in-tentaron dar una rueda de prensa para aclarar la situación, pero al saber que los líderes de la derecha comenzaron a irse de Miraflores, tomaron rumbo al Palacio para la retoma oficial del lugar.

“Cuando la gente nos vio llegar cayó en una locura colectiva. Ya entendían que el regreso del Co-mandante estaba por darse. Por eso nosotros nos fuimos a custo-diar el Palacio”, informó Osorio en el documental Voces de abril.

El tratamiento de los medios de comunicación internacionales empezó a cambiar hacia las 2:00 pm, mientras Carmona Estanga intentaba hablar inútilmente con

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5Miércoles 13 de Abril de 2011

la Asamblea Nacional para tomar una decisión sobre la juramenta-ción del nuevo Mandatario.

Los medios de comunicación empezaron a referirse a Chávez, de nuevo, como el Presidente.

“Me imagino que ellos sacaron sus cuentas y entendieron que Camona debía salir, o de lo con-trario ocurriría una guerra civil. Evaluaron sus circunstancias y empezaron a recular. Vi cuando Efraín Vásquez Velazco dijo que los militares reconocerían sólo a la autoridad que la AN designara. En ese momento prácticamente estaban diciendo que no recono-cerían al Gobierno de Carmona”, agregó Juan Barreto, diputado de la AN en ese momento.

Entre las 2:00 pm y las 5:00 pm, la oposición vivió sus tres horas finales de derrota después de ha-ber conseguido el poder por la fuerza.

Para Barreto, “ellos sobreesti-maron sus fuerzas”. La oposición “nunca tuvo una mesa operacio-nal para controlar lo que había logrado, y se dedicó a hacer sus negocios. Celebraban, hicieron de

“El pueblo, al enterarse de que Chávez no había renunciado, empezó a reclamar que su voto fuese respetado. Hay gente que siente que el Presidente es esperanza, y quedarse dormido era lanzarse a la desesperanza”

González González, el mismo que secuestró a mi Comandan-te, quien dijo que a mí me ha-bían pagado para que llorara. Yo lo reté y le mandé a decir que diera la cara, para debatir y ver quién decía la verdad o la mentira. Le exigí que expli-cara quién me pagó, porque yo no era como él, que vendió este país.

-¿Entonces le sirvió de des-ahogo el llanto?

-Después, la misma señora me dijo que no parara, que can-tara el Himno Nacional y ha-blara. Me dijo que me embromé porque me grabaron, y me dio risa.

-¿Considera usted que ese llanto lo hizo famoso?

-Muchas veces las armas también son las lágrimas, por-que son el reflejo de ese senti-miento noble de un ser huma-no. No lloré para ser famoso; si después la gente me reconoció por ser el llorón, como todavía me dicen, fue otra cosa, pero lo hice porque lo sentí.

-¿Pensó que Chávez no vol-vería?

-Nosotros estábamos conven-cidos de que nuestro Coman-dante no nos iba a abandonar. El depuso las armas por amor al pueblo.

-Pero siempre se tejió la in-formación de que Chávez esta-ba derrocado.

-A nosotros nos decían que Chávez había renunciado, pero sabíamos que no, porque él es un hombre de palabra. Noso-tros nos enteramos en la Alca-bala 3 de que él no había renun-ciado.

-¿Cuántas veces cantó el Himno Nacional?

-Sinceramente canté el Him-no como 60 veces. Lo he canta-do tanto que ya no me acuerdo de cómo se canta.

-¿Piensa usted que Chávez también ha llorado como us-ted?

-Bastante. Chávez también ha llorado. Estoy seguro de eso.

T/ A.C.

El nombre de Naudy Rafael Álvarez es poco común para muchos, pero su rostro es

uno de los más famosos del 12 de abril de 2002.

En medio del silencio mediá-tico, una imagen tomada por una estudiante de comunica-ción social fue utilizada por distintos documentales que mostraron la realidad que vivió el pueblo revolucionario.

Álvarez, una semana antes, había soñado que Chávez es-taba atado de manos. Con el sentimiento a flor de piel, se incorporó a la lucha en la calle, la noche del 11 de abril de 2002, y poco a poco se convirtió en uno de los cabecillas del grupo que llegó a Fuerte Tiuna el día siguiente.

Con su experiencia como sol-dado, pudo liderar una parte de la sublevación popular que acompañó el regreso del Jefe del Estado.

-¿Qué es lo que más recuer-da de ese 12 de abril?

-Tenía mucha angustia. To-maba mucho café. El 12 de abril yo estaba en el cañón de la Alcabala 3 con mucha an-gustia e impotencia.

-¿Se dio cuenta de que lo es-taban grabando?

-Una estudiante de comuni-cación social estaba grabando todo lo que sucedía ese día. A mi lado se encontraba una mujer que me decía: “Compa-triota, desahóguese y llore. Le va a dar un infarto”. Y en eso, lloré. Cuando miro al frente, veo a la muchacha enfocándo-me. Intenté detenerme, pero no pude. Seguí llorando. Está-bamos cantando el Himno. No me salía la letra, me salían las lágrimas.

-¿Sentía impotencia?-Yo sentía que era como una

especie de antena receptora que acumulaba todo el dolor y la impotencia de un pueblo. Y no como dijo el militar Néstor

Naudy Álvarez simbolizó la impotencia de un pueblo que lloró a su Presidente

“Muchas veces las lágrimas también son las armas”

• El 13 de abril de 2002, Pe-dro Carmona Estanga recibió la visita de los embajadores de España (Manuel Viturro) y Estados Unidos (Charles Shapiro)

• También se reunió con dueños de medios de comuni-cación en la Sala del Consejo de Ministros.

• El vicealmirante Héctor Ramírez Pérez le informó a los dueños de medios que “la situación se complicaba hora a hora”, debido a que el Ejército no les permitió sacar a Chávez a Cuba, reseña el li-bro Abril, golpe adentro. Ra-mírez Pérez agregó que “nos encontramos ante un golpe de Estado”.

• Fue el contraalmirante Carlos Molina Tamayo quien conminó a Carmona Estanga a dejar Miraflores cerca de las 2:00 pm del 13 de abril.

El 13 d b il d 2002 P

Hechos resaltantes

eso una fiesta y despreciaron el movimiento popular. Quisieron controlar a la gente a punta de plomo y se equivocaron”, agregó Barreto.

OTROS ESTADOS El famoso helicóptero que de-

volvió a Chávez a Miraflores lle-gó cargado con el premio que el pueblo revolucionario esperaba: su Presidente.

En San Cristóbal, Táchira, la turba que sacó violentamente del Palacio de Gobierno al mandata-rio Ronald Blanco la Cruz final-mente se escondió.

En Maracaibo, la avenida Pa-dilla fue como un pequeño Mi-raflores con Rodrigo Cabezas al mando. En las distintas ciu-dades del país se celebró, como en la avenida Urdaneta de Cara-cas, el retorno de Hugo Chávez Frías.

Palabras más, palabras menos, Hugo Chávez regresó vivo y dis-puesto a seguir su mandato, rele-gitimado en el año 2006 tras un nuevo proceso electoral.

Caracas

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6 Miércoles 13 de Abril de 2011

Lo cuenta el documental Un golpe y una carta, de David Segarra

Juan Rodríguez dio a conocer la cartaescrita por Chávez el 13 de abrilT/ Várvara Rangel HillF/ Archivo CO

Con varios muertos y presos y un mandatario de facto, en la oposición comenzó a notar-

se el descontrol el 13 de abril de 2002.

“Primero que nada, sáqueme de la duda. ¿Usted renunció o qué broma fue?”. Con esta fra-se comienza el documental Un golpe y una carta (2009), de David Segarra, que narra cómo vio luz la carta que el presidente Hugo Chávez escribió en Turiamo, es-tado Aragua, a las 14:45 pm del 13 de abril de 2002, para avisarle a Venezuela y al mundo que no había renunciado a la Primera Magistratura.

El audiovisual se centra en las anécdotas del soldado de la Guar-dia Nacional (GN), Juan Rodrí-guez, quien fungió como el heral-do más preciado de la Revolución en los nefastos días del golpe de Estado en abril de 2002.

Rodríguez ingresó en 1985, cuando tenía 17 años de edad, a la Fuerzas Armadas de Venezue-la. Al graduarse, prestó servicios en un centro penitenciario de los llanos; luego fue patrullero moto-rizado en Caracas, y finalmente fue asignado a la Base Naval de Turiamo.

“El 12 de abril (de 2002) tenía la responsabilidad de las casas recreacionales, y pude observar en la bahía la llegada de dos he-licópteros a eso de 11:00 pm a 11:15 pm. Eso era muy extraño para mí, porque en los 10 meses que llevaba de supervisor de las casas recreacionales de Turiamo no observé vuelos nocturnos. Me preocupé, y en la mañana del 13 de abril tomé la camioneta con cinco bombonas de gas vacías; esa fue la excusa para irme a ver qué era lo que estaba pasando”, relata el soldado en el audiovi-sual de 23 minutos.

Rodríguez recuerda que en la primera alcabala lo detuvieron y le negaron la salida, porque esta-ban “acuartelados”. “Eso me dio más sospechas de que estaba pa-sando algo grave”, refiere. “Cuan-do el maestro Ramírez me saca de

dudas y me dice que al Presidente lo tienen secuestrado en enferme-ría, tuve una idea debido a que no sospechaban de mí”.

El soldado logró entrar al cuar-to en el que permanecía secues-trado el Mandatario. “Primero que nada, sáqueme de la duda. ¿Usted renunció o qué broma fue?”, interrogó. Chávez se levan-tó y dijo: “Hijo, no he renunciado ni renunciaré. Lo más seguro es que me van a desaparecer o a fu-silar”.

En el encuentro con el Presi-dente, el efectivo de la GN le ase-guró que le era leal, y le pidió que escribiera una carta a la familia y al pueblo, al tiempo que se com-prometió a dar a conocer la mi-siva. “Le hice ese juramento por Dios, por la patria, y mis hijos”, prosigue. “Haga una nota, tírela en la papelera, escupa los desper-dicios y luego, cuando lo saquen, me la llevo”, insistió.

En el documental de Segarra se mezcla el testimonio del militar con tomas del Jefe del Estado se-cuestrado y los traslados entre las bases militares. En las imágenes Chávez expone, minutos antes de partir a La Orchila, que fue trai-cionado por el Alto Mando militar. “A esta altura podría negarme (al traslado), porque constitucional-mente soy el Presidente”, insiste.

Una vez que se llevaron a Chávez, el soldado cumplió con su palabra: entró a la enferme-ría y sacó la nota de la papelera. Aprovechando el ruido de los helicópteros, Rodríguez partió en su camioneta y burló las alcaba-las con la excusa de comprar el gas doméstico. Se dirigió al Ba-tallón de Paracaidistas en Mara-cay. “Me paré firme frente a uno de los tenientes, y le dije: ‘Estoy cumpliendo instrucciones del ciudadano Presidente de la Repú-blica, que lo tienen secuestrado

en Turiamo. Necesito hablar con el comandante del batallón, esto es urgente, aquí traigo la carta para el pueblo”.

La carta, de puño y letra del comandante Chávez, fue leída a la multitud que reclamaba el re-greso del Presidente. Desde ahí la noticia corrió como pólvora.

“Nos fuimos a la sala de operaciones, y comenzamos a enviar por fax la carta a todos los medios nacionales e inter-nacionales”, destaca. “En Mara-cay comenzó el plan de rescate, y tuvieron que rendirse por un cuerpo de 2 mil soldados”, aña-dió. “Tuvieron que entregarlo”, destaca Rodríguez.

Al finalizar el documental, el soldado celebra el despertar de las Fuerza Armada en los tiem-pos de la Revolución Bolivariana. “Por eso hoy en día me entrego más a este proceso”, garantiza.

Caracas

DirecciónDavid Segarra

Guión David Segarra

Vicent Chanzá

Vicente Forte

Producción

Vanessa Vargas

Guarataro Films

Venezolana de Televisión

Edición Thairon Martínez

Núria Vila

Ficha técnica

Page 7: Encarte 13A

7Miércoles 13 de Abril de 2011

T/ Alex CarmonaF/ Miguel Romero

Entre el derrocamiento y el regreso del presidente Hugo Chávez sucedieron hechos

que en el momento no salieron a la luz pública.

Mientras el 12 y el 13 de abril se autojuramentaba Pedro Carmona Estanga, y Chávez permanecía secuestrado, un avión militar de Estados Unidos voló sin autori-zación por el cielo venezolano, y varios barcos de ese país se acer-caron a las costas criollas.

Mientras el embajador de ese país visitó a Carmona Estanga en Miraflores, un militar esta-dounidense buscó reunirse con

T/ Alex CarmonaF/ Luis Franco

"Víctor, vete tranquilo. Ve y cuida a mi familia, que en estos momentos vamos al

rescate del canal”. Las palabras que le dijo Jesús Romero Ansel-mi, presidente de Venezolana de Televisión (VTV) a su chofer Víctor Castro apuntaban a una causa. Su familia podía correr peligro, pero estaría bien en manos de Castro; en cambio, el rescate de VTV era cuestión de liderazgo y ameritaba su presencia.

“Me abrazó y me dijo que, ante cualquier amenaza, defendiera a su familia mientras él se iba al canal”, agregó Castro, quien cata-logó a Romero Anselmi como un “resteado” con VTV.

UNA PUERTAQue VTV retornara al aire era

una cuestión de honor para las revolucionarias y los revoluciona-rios. Si bien es cierto que la noche del 13 de abril toda Caracas sabía que el presidente Hugo Chávez regresaría, el resto del país seguía con el silencio mediático audio-visual. Sin duda, era obligatorio colocar al aire, nuevamente, a la televisora de Los Ruices.

“Nosotros necesitábamos una señal de TV y por eso decidimos re-tomar el canal ocho. Recuerdo que Iván Rodríguez, otros camaradas de Ávila TV y un técnico, cuyo nom-bre no recuerdo, se fueron al sector Los Mecedores, donde están las antenas. Aunque eso estaba custo-diado por la Guardia Nacional, otro compatriota, que era teniente, influ-

yó para que se abrieran las puertas”, explicó Juan Barreto, entonces dipu-tado de la Asamblea Nacional.

Finalmente, fue el técnico quien logró conectar la señal a pesar de

los cambios tecnológicos que ha-bía en ese momento. Aunque en principio fue débil, por lo menos le dio luz a la otra realidad.

Caracas

T/ Luis Jesús González CovaF/ Archivo CO

En la víspera del golpe de Esta-do, Cristina González, actual presidenta de la Radio del Sur,

se encontraba en la Vicepresiden-cia de la República, junto a un grupo de periodistas que acom-pañaban al titular de entonces, Diosdado Cabello, y al respon-sable de Defensa, José Vicente Rangel.

La comunicadora recuerda que el 11 de abril de 2002 las televiso-ras dividieron la pantalla. Luego de vivir la tensión de la marcha y la masacre ocurrida a pocos me-tros de Miraflores, González fue a la sede de Venezolana de Televi-sión (VTV) para acompañar a sus colegas, entre los que figuraba Je-sús Romero Anselmi, presidente de la planta estatal de televisión.

“Estuvimos preparando mate-rial y tratando de comunicarnos con el exterior vía internet. Está-bamos muy preocupados porque llegaban noticias de que habían matado a compañeros, cosa que en muchos casos no fue verdad”, comentó.

Buena parte de la versión ofi-cial sobre los hechos ocurridos ese día no salió, porque efectivos policiales del estado Miranda to-maron la estación horas después de que el gobernador de esa enti-dad para la época y hoy diputado, Enrique Mendoza, había “anun-ciado” el cierre de la televisora.

“El comportamiento de los medios privados, que era todo lo que había en ese momento, fue absolutamente repugnante. Los medios perdieron todo valor y el pueblo los derrotó, así de sencillo. Por otro lado, vimos lo inmora-les y lo canallas que son y serán siempre. Son una mafia, carteles mercantilistas”, sentenció.

Caracas

homólogos venezolanos sin tener mucho éxito.

Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias, inves-tigó los hechos y dio a conocer, días después, lo que nadie sabía de lo sucedido entre el 12 y 13 de abril de 2002.

CLARIDAD“Vimos al agregado militar de

la Embajada de Estados Unidos, con rango de coronel, en Fuerte Tiuna, en los momentos de mayor crisis. No pudimos hablar con él, pero era evidente que conversó con los militares que tenían el control horas antes del levanta-

miento en favor de Chávez”, ex-plicó Díaz Rangel.

Una periodista y un fotógrafo del diario observaron a un oficial de la Marina estadounidense que se acercó a conversar con un ofi-cial venezolano. “Él se confundió, porque contactó con el hermano y no con quien estaba conspiran-do. Ante ello, le dio una tarjeta para que lo llamara luego. Eso lo dije en una columna que escribí”, agregó Díaz Rangel.

“El otro elemento fue la presen-cia de una aeronave de Estados Unidos en la zona de Falcón, cer-ca de La Orchila. Esa nave violó el espacio aéreo venezolano, aun-

que no se logró precisar cuál era su objetivo”, especificó.

Hay fotografías del agregado militar y de la tarjeta que el oficial de la Marina entregó a un venezo-lano. El diario también consiguió las coordenadas de la aeronave que violó el espacio aéreo.

“Las informaciones fueron distin-tas. Al coronel lo pudimos fotogra-fiar en Fuerte Tiuna. Las coordena-das de la aeronave nos las entregó el propio presidente Chávez. Lo publicamos pocos días después de los hechos”, precisó. También hay fotografías de la tarjeta que entregó el oficial de la Marina.

AYUDARONDíaz Rangel prácticamente se

convirtió en la persona que mayor cantidad de datos acumuló sobre este caso. Por ello, sostiene: “Es-tados Unidos estaba informado y decidido a dar el apoyo a los gol-pistas, pero como los que intenta-ron no pudieron terminar de dar el golpe, no se completó esa ayuda”.

Sin embargo, deja claro que, a su juicio, “Estados Unidos no es-taba dando el golpe”. Insiste en que “no hubo pruebas suficientes de que fue un golpe promovido por Estados Unidos”. Por lo tanto, recalcó, “es exagerado decir que el pueblo derrotó al imperio”.

Caracas

EEUU estaba decidido a apoyar a los sublevados, relata Eleazar Díaz Rangel

El diario Últimas Noticias mostró las pruebas de la injerencia de Estados Unidos en el golpe

Fue un acto de gallardía la repartura del canal el 13 de abril

VTV también fue rescatada del secuestro político

Cristina González

“El 11 de abril los medios perdieron todo valor”

Después de los sucesos, el propio presidente Hugo Chávez entregó al periódico las coordenadas de la aeronave estadounidense que violó el espacio aéreo venezolano, cerca de La Orchila

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8 Miércoles 13 de Abril de 2011

Edición Especial

Coordinación Alexander Carmona |

Diseño GráficoArisabel Yaya Silva |

Edición Eliecer Aché | José Gregorio Brito | Juan Ramón Araujo

Impresión Fundación Imprenta de la Cultura |

T/ Alex CarmonaF/ Héctor Rattia

Con varios muertos y presos y un mandatario de facto, en la oposición comenzó a notarse

el descontrol el 13 de abril de 2002. Guillermo Garroz, Director de

Protección y Defensa Civil en el año 2002, después de nueve años, publicó una lista con nombres y apellidos de 85 fallecidos que ca-yeron en los sucesos ocurridos en-tre el 11 y 13 de abril de ese año.

Ante la contingencia e incerti-dumbre que se vivieron en esos días, el exfuncionario relató que tomó sus previsiones con una es-pecie de plan de acción, que no conocían sus superiores “sencilla-mente porque no le preguntaron”.

T/ Alex CarmonaF/ Luis Franco

La respuesta a las pruebas que presentó Guillermo Garroz, exdirector de Defensa y Pro-

tección Civil, las cuales indican que entre el 11 y el 14 de abril de 2002 hubo 85 fallecidos, durará pocos meses, según lo informado por Luisa Ortega Díaz, fiscal ge-neral de la República.

Hace dos semanas, Garroz dio a conocer una lista de 85 personas fallecidas en esos días, con nombres y apellidos, y la presentó ante el Ministerio Público (MP), con la intención de que “se haga justicia”, de acuerdo con lo informado por el exfuncionario; no obstante, para darle veracidad al caso, se necesita verificar minucio-samente la mayor cantidad de datos posibles, trabajo que es-

tán haciendo funcionarios del Ministerio Público (MP).

“A nosotros nos toca hacer la pesquisa. Verificar si de verdad estas personas fallecieron, revi-sar el acta de protocolo de sus defunciones y comparar las in-formaciones en cada uno de los centros hospitalarios que Garroz tiene en esa lista”, explicó Luisa Ortega Díaz.

INVESTIGACIÓNDesde que se conoció el caso, el

Ministerio Público está abocado a investigarlo.

“Nosotros estaremos infor-mando en el momento oportuno. Ahora vamos a hacer el trabajo minucioso, porque debemos revi-sar las actas de defunción de cada uno de los 85 fallecidos que la lis-ta refleja. En cada una de ellas se establece la razón por la que fa-lleció cada uno”, agregó la Fiscal

General. Al mismo tiempo, ex-plicó que al tener las razones de los decesos, “podemos comparar si esos fallecidos fueron por los sucesos de abril del 2002”.

Luisa Ortega Díaz también re-cibió hace dos días un documento de los familiares de las víctimas por los acontecimientos de hace nueve años.

Ortega Díaz se comprometió y dijo que el MP le dará celeridad a las investigaciones del caso.

Hasta los momentos, el Minis-terio Público maneja como nú-meros oficiales 19 fallecidos entre el 11 y el 12 de abril, aunque las investigaciones pudieran arrojar más, en caso de que las investiga-ciones indiquen que los datos de la lista de Garroz son ciertos.

Caracas

Según el informe que tiene en sus manos el exdirector del organismo, en los tres días de sucesos se totalizaron 85 víctimas

Guillermo Garroz, director de Defensa Civil entre el 11 y 13 de abril, presentó otra lista de fallecidos

¿Cuántos muertos hubo realmente?

La fiscal general Luisa Ortega Díaz dijo que empezaron las pesquisas caso por caso

El Ministerio Público verificará estos datos

“El 11 de abril, Luis Camacho Kairuz (viceministro de Seguri-dad Ciudadana) me preguntó que dónde estaban las ambulancias y el personal. Enseguida le di ubica-ciones, y él me invitó a que cuida-ra al personal; es decir, que no los tuviera visibles, ya que iban a dis-parar. Lo asombroso fue que a la 1:30 pm del 11 de abril, él ya sabía que dispararían”, explicó Garroz.

En los acontecimientos hubo he-ridos y muertos. Fueron 19 en total, el 11 de abril. Todos están incluidos

en la lista de Garroz; no obstante, el 12 de abril la situación comenzaría a cambiar según su testimonio.

“Cerca de las 4:00 am vi a Mi-guel Dao y a Lázaro Forero. Les pregunté y me dijeron que me fuera. Creo que estaban allanando la oficina de Freddy Bernal. Ya los hechos se habían dado, pero des-pués concluí que Camacho Kairuz no quería que el personal de De-fensa Civil fuera afectado, ya que todos tenían unos chalecos pareci-dos al de los periodistas”, indicó.

LO QUE COMPLETÓUna llamada del mismo Cama-

cho Kairuz fue el canal de una invitación para una reunión en el Ministerio de la Defensa, a la cual no asistió. Allí comenzó el punto de partida para su nuevo plan.

“Después de ese contacto que me hicieron, no llamé a más na-die, y ante ello activé al personal que quedaba a mi cargo. Lo dis-tribuí por los principales centros hospitalarios de la capital de la República”, agregó.

El operativo consistió en hacer varias rondas entre el 12 y el 14 de abril, por las emergencias de los hospitales.

Cada caso de heridos que llega-ba a sus manos era anotado con nombres y apellidos, y clasificado según la gravedad del caso como afectados, lesionados y heridos.

De acuerdo a lo dicho por el exdi-rector de Defensa Civil, aunque en su lista hay un margen de error, en esta se indica que la mayoría fueron víctimas de la violencia por la lucha política que hubo en esos días.

“Le dije al Ministerio Público, cuando presenté mi informe, que hay un margen de error, pero nuestro personal pregun-

taba la causa de cada caso que entraba a los hospitales y los que llegaban por los sucesos po-líticos de esos días los colocaban en la lista que entregué hace poco”, apuntó.

Según el informe que facilitó Garroz entre el 11 y el 14 de abril del año 2002 hubo 85 fallecidos, 658 afectados y 673 lesionados.

Los números inéditos fueron recogidos en 15 centros hospita-larios entre Caracas y Miranda. La mayoría se dieron entre el 12 y el 14 de abril.

De acuerdo a lo informado por Garroz, las víctimas llegaban cada una a los centros hospitala-rios desde Caricuao, San Martín, Petare, La Yaguara.

Garroz emitió un suspiro cuan-do se le preguntó la razón por la que no había dado a conocer la lista años atrás, a lo que respon-dió que “pensaba que no la tenía hasta que empezó a buscarla en su computador”.

“Me dediqué a buscarla en ar-chivos de mi computadora y con el tiempo la encontré. Mi intención es que se haga justicia con esas vícti-mas que no se conocen”, apuntó.

Caracas