El Tutor de e-learning

Un tutor online es una tarea bastante difícil ya que demanda un mayor esfuerzo a nivel cognitivo, psicológico, social, técnico, motivacional, de tiempo, etc. en donde aparte de requerir todas las habilidades de un buen formador “presencial” debe también saber desarrollar las competencias críticas necesarias en el área de las TIC.

Asimismo para poder enfrentar la educación a distancia que hoy nos convoca con las dinámicas, políticas y características que ésta implica, se suman las de entender la naturaleza y la filosofía de este nuevo tipo de educación, identificar plenamente las características de este nuevo educando, diseñar y desarrollar cursos interactivos usando de manera apropiada las nuevas tecnologías, organizar los recursos de manera de potenciar el estudio independiente, involucrarse tanto en la organización, gestión, función, métodos, estrategias, evaluación y por sobre todo en la tutorización de los procesos de aprendizajes.

Todo docente, por definición, debe cumplir con ciertas competencias profesionales genéricas, tales como un alto nivel de conocimiento de los contenidos que debe enseñar, manejo adecuado de metodologías de enseñanza y de evaluación, capacidad comunicacional, además de competencias específicas propias de los niveles en los que puede impartir la docencia. Además, debe estar caracterizado por una fuerte inclinación hacia el servicio, hacia la ayuda a los demás.

En el caso del profesor online, para acercarse al proceso aprendizaje - enseñanza, en ese orden, entendido como una instancia en que lo logrado por el discente es mucho más importante que lo realizado por el docente, son fundamentales un manejo comunicacional que le permita relacionarse de manera fluida y efectiva con sus alumnos, junto con la disposición permanente de la respuesta oportuna, tanto

como en un tiempo que sea significativo para quienes la esperan. En tanto más pronta y efectiva sea esta respuesta, tanto más estimulante y retroalimentadora puede llegar a ser.

Debería tener en cuenta los conocimientos previos de sus alumnos, sean estos producto de la academia o netamente vivenciales, sus situaciones contextuales presentes y pasadas y, sin duda, las inquietudes y expectativas de quienes recibirán sus orientaciones.

Dado que en la educación a distancia no se produce un encuentro cara a cara, con lo cual la comunicación pierde una posibilidad que puede llegar a ser muy facilitadora, se considera fundamental que el profesor on-line tenga presente que su manejo del lenguaje será tremendamente decidor en cuanto a capturar el interés y a mantener en alto el nivel motivacional de los alumnos, en el entendido que una palabra adecuada, dicha en el momento preciso, en el contexto adecuado y en el sentido pertinente puede jugar un papel más que importante.

Este proceso de aprendizaje-enseñanza, contrastado con el tradicional, exige, de parte del docente, una mayor capacidad de percepción y de interpretación de los mensajes emitidos por sus alumnos, toda vez que no está la instancia de la intercomunicación oral inmediata, complementada con los elementos paralingüísticos que le dan un valor adicional. Por lo dicho, este profesor "a distancia" podrá "acortarla" en tanto se caracterice por una actitud altamente receptiva y retroalimentadora, que se constituya en un fuerte vínculo formativo que permita mantener abierto un canal permanente de comunicación bidireccional.