el sol de san telmo #30

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p. 1 Section El Sol de San Telmo Número 30 Buenos Aires Marzo 2012 “De vuelta en las calles de San Telmo” www.elsoldesantelmo.com.ar GRATIS Una charla con Jaime Torres. p. 3 Mutual Las Mil Flores. p. 4 La Junta Comunal visita San Telmo. p. 5 Carnaval: historia y actualidad. p. 6 Murga Los Caprichosos de San Telmo. p. 8 Noticias Comunitarias. p. 10 Maravilloso adoquín. p. 10 Patrimonio intangible. p. 11 Foto: Ole Gunnar Onsøien

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Número 30 del periódico barrial El Sol de San Telmo, del Casco Histórico de la ciudad de Buenos Aires.

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Page 1: El Sol de San Telmo #30

p. 1

Section El Sol de San Telmo

Número 30 Buenos Aires Marzo 2012 “De vuelta en las calles de San Telmo” www.elsoldesantelmo.com.ar GRATIS

Una charla con Jaime Torres. p. 3 Mutual Las Mil Flores. p. 4 La Junta Comunal visita San Telmo. p. 5 Carnaval: historia y actualidad. p. 6 Murga Los Caprichosos de San Telmo. p. 8

Noticias Comunitarias. p. 10 Maravilloso adoquín. p. 10 Patrimonio intangible. p. 11

Foto: Ole Gunnar Onsøien

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El Sol de San Telmop. 2Mensaje editorial

Nuestra Misión:El Sol de San Telmo es un periódico no-partidario dedicado a forta-lecer y celebrar el barrio de San Telmo y el Casco Histórico de Buenos Aires. Definimos nuestra visión editorial como periodismo comuni-tario. Valoramos toda comunicación que genere un foro abierto de participación y diálogo para las muchas voces que constituyen la comunidad de San Telmo. Reconocemos que vivimos en una época en la cual los medios (tanto masivos como independientes) ocu-pan cada vez más el espacio de intercambio y comunicación que antes ocupaban nuestros espacios públicos—las plazas, parques y veredas donde nuestros abuelos se juntaban para conectarse con el mundo y con sus comunidades. Por eso queremos revalorar el intercambio y la conexión humana a través de un periódico cuya identidad, contenido, y espíritu se definen a través de la participación activa de sus lectores y colaboradores. Todos los que viven o trabajan en el barrio, o simplemente le tienen cariño, están invitados a formar parte del debate sobre San Telmo: su patrimonio tangible e intangi-ble, su pueblo y su futuro.

Our Mission:El Sol de San Telmo is a non-partisan publication committed to strengthening and celebrating the neighborhood of San Telmo and the Historic District of Buenos Aires. We define our editorial vision as community journalism and value all communication that creates an open forum of participation and dialogue for the many voices that constitute the community of San Telmo. We recognize that we live in an era when the media (corporate and independent) increasingly occupy the role of exchange and communication that our public spaces once did—the plazas, parks and sidewalks where our grandparents gathered to connect with each other, with the world, and with their communities. This is why we want to revalue human exchange and connection through a publication whose identity, content and spirit are defined through the active participation of its readers and contributors. All those who live, work, or simply have a special affection for the neighborhood are invited to be part of the debate about San Telmo: its tangible and intangible heritage, its people and its future.

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Directora y editora: Catherine Mariko BlackDirector ejecutivo y propietario: Gonzalo Plaza

Corrección: Isabel BláserColaboraron: Isabel Bláser, Daiana Ducca, José Edgardo “Super 8” Gherbesi, Robert Godal, Pablo Masson, Ole Gunnar

Onsøien, Diana Rodríguez, Clara Rosselli, Juan Manuel Sandoval.

El arte de nuestro logo es unfileteado del maestro Martiniano Arce

www.martinianoarce.comDirigir consultas al: 15-5374-1959

[email protected]

Registro de Propiedad Intelectual: 872827

Todo MundoAnselmo Aieta 1095Panadería Cosas RicasPerú 1081/85Restaurant ManoloBolívar1299Librería FedroCarlos Calvo 578Del LimoneroBalcarce 873 La FundamentalPasaje Giuffra 370San AntoninoBolívar 1087AlmaZenArteBalcarce 1056 Dietética HarlemPerú 910Panadería TentempieChile 626Granja MharleyMercado de San Telmo

Bicicleta NaranjaPasaje Giuffra 308

Ferretería San JuanAv. San Juan 574

Nonna BiancaEEUU 425

Siempre JuntosTacuarí 745

Bomberos Voluntarios de San Telmo

Balcarce 1249

Kioscos de Diarios:- Carlos Calvo y Perú

- Carlos Calvo y Chacabuco-Independencia y Perú-Piedras y Carlos Calvo

-Piedras y Chile-Perú y México

-Defensa y Brasil

Dónde retirar El Sol:

Mensaje editorialCon este número de El Sol de San Telmo, empezamos un nuevo año y un nuevo ciclo editorial. Dado que no publicamos el periódico durante los meses de enero y febrero, el lema de esta edición es “volver a la calle”. Tomando la calle como el más popular y democrático de los espacios públicos que compartimos, hemos explorado inicia-tivas, personalidades y costumbres vinculadas a este concepto.

2012 es un año para estar atentos, desde el punto de vista de la política participativa, porque comienzan a ejercer su autoridad por prim-era vez las Juntas Comunales de las 15 Comunas de la Ciudad Au-tónoma de Buenos Aires. Aunque nuestra Comuna 1 es una de las más complejas y grandes de la ciudad y aunque la Junta Comunal que nos representa está lidiando con el desafío de iniciar sus actividades sin una sede propia, los 7 integrantes que la componen ya están demost-rando su voluntad de conectarse con sus representados (ver nota página 5). Al momento de enviar esta edición a la imprenta, aún no se ha realizado la reunión del Consejo Consultivo del 7 de marzo, pero ob-servamos con interés que se tuvo que cambiar el sitio de la misma, orig-inalmente previsto para la Manzana de las Luces, al Salón Dorado de la Legislatura porteña porque el primer lugar no tenía espacio suficiente para todas las personas anotadas para asistir. En una época cuando la crítica a la participación política es una excusa fácil, consideramos que lo arriba mencionado es una muy buena señal ciudadana.

Pareciera que 2012 será un año importante para varios empren-dimientos de gran envergadura en el barrio: además de la demo-rada apertura del Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) en el ex Padelai, se está generando un debate interesante alrededor del proyecto Feria del Sur, destinado al bajoautopista entre las calles Balcarce y Bolívar. El hecho de que tantos vecinos y organizaciones bar-riales estén participando en la conversación sobre los méritos y/o peligros de semejante intervención urbana, indicaría que el vecindario está dis-puesto a tomar un papel activo en el proceso de definir qué tipo de barrio queremos tener.

Por primera vez desde que empezamos a publicar El Sol de San Telmo en 2007, tenemos el placer de presentar una de las tradiciones populares más coloridas de Buenos Aires: Carnaval. Al contar con

una de las murgas barriales más antiguas desde el resurgimiento de esta fiesta callejera (Los Caprichosos de San Telmo), es un deber presen-tar su historia, que incluye un documental que se estrenó a fines del año pasado. Aunque ya terminó el Carnaval porteño de 2012, esperamos que las notas desarrolladas en esta edición les ayuden a reconocer el valor, tanto social como cultural, que tiene la tradición carnavalesca en San Telmo, uno de los barrios donde más se puede apreciar las huellas de la historia y la cultura afro en Buenos Aires.

Por otro lado, la muerte del presidente de la República de San Telmo, Manuel “Quique” Fernández, es una triste noticia para compartir. Quique era una de las personas que más aprovechaba la calle (o la vereda, para ser precisos) para entablar conversaciones, debates y relaciones con los vecinos y visitantes de San Telmo. De alguna man-era, dejó su marca en varios espacios que destacamos en este número: desde ser un agente instrumental en la organización de la reunión con las autoridades de la Junta Comunal en San Telmo, hasta representar los intereses de la población mayor en diálogos con el grupo empre-sarial detrás del proyecto Feria del Sur. Sus fuertes opiniones y su carácter tenaz eran rasgos de un luchador preocupado por el de-sarrollo del barrio de San Telmo, un luchador que se extrañará.

Finalmente, con orgullo podemos anunciar (ver página 11) la publi-cación de un libro que hemos realizado en colaboración con la Asociación Civil Rumbo Sur y el proyecto San Telmo Recuerda, durante muchos meses. “San Telmo: Alma de Barrio” es el fruto de un rico encuentro entre instituciones que comparten la misma visión: valorar y celebrar lo que hoy se suele llamar el “patrimonio intangible” del Casco Histórico porteño. La expresión más sencilla y localista, en nuestro caso, sería “identidad barrial”. En realidad, es la esencia de este lugar que no para de encantar: el “alma de barrio” que sigue animando e iluminando a San Telmo. El 9 de marzo, junto a una nueva in-auguración de la muestra fotográfica de San Telmo Recuerda que algunos apreciaron en la Gran Mateada Barrial, podremos ver los resultados concretos de nuestra dedicación en este ámbito.

Muchísimas gracias a los que nos acompañaron hasta ahora y que 2012 sea un año de crecimiento positivo para todos.

Clínicas de periodismo comunitarioEl Sol de San Telmo ofrece clínicas gratuitas de periodismo comunitario en espacios y organizaciones zonales para brindarle a distintos sectores de la comunidad un mayor acceso a las herramientas de comunicación y para involucrarlos más directamente en el discurso público. Cada clínica tiene una duración de un mes y está compuesta por cuatro módulos semanales de una hora aproximadamente. El producto final de cada participante es una nota, que luego publicaremos en nuestra página web. Una selección se publicará en la versión impresa del periódico (ver página 10, por ejemplo).

Si le interesa la idea de incorporar esta actividad en su organización, por favor contactarse al 15 5374-1959 o [email protected].

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Marzo 2012 Número 30p. 3

Cultura: Jaime Torres

Una charla con Jaime Torres“Además de pagarnos y manifestarnos cariño, encima nos aplauden”

Por Diana Rodríguez

Entrar a la casa de Jaime Torres es como ingresar a un mundo único de plantas, perros, muebles de madera, charangos y recuerdos. El maestro charanguista recibió a El Sol de San Telmo en su estu-dio, ubicado en el acogedor altillo de una antigua casona de tres pisos en la calle Piedras. Después de haber arran-cado el año tocando en el interior (estuvo en la Costa Atlántica, San Luis, Mendoza, Bariloche y Ushuaia, entre otros lu-gares), Torres se presentará en nuestro barrio, en el Torcuato Tasso, los jueves de marzo (8; 15; 22 y 29), a las 22.

¿Cómo será el show del Tasso?

Estará lleno de sorpresas, la primera es que sigo tocando… (risas). Hemos su-mado al charango sonidos de otros in-strumentos autóctonos como la quena, el sikus, el cuatro, el acordeón, además de la guitarra, la percusión y el piano. Con estos instrumentos vamos a interp-retar ritmos y melodías de Bolivia, Perú, del norte de Argentina, junto con música de Ecuador, Venezuela y de otros países hermanos de America del Sur. Pero además la función ha de estar en-galanada con músicos invitados, y digo “engalanada” porque de verdad es un gusto muy grande para mí compartir el escenario con el Negro Fontova, con Susana Moncallo, que es una mezzosoprano argentina excelente, con el Tata Cedrón, entre otros. Tenemos algunas cosas arma-das y otras de mi próximo trabajo discográfico, que está por salir, que lleva un título un tanto pretencioso: “Pa’ cantar y bailar”.

A sus 74 años, el artista tucumano tiene una carrera apabullante: tocó en el Colón, en el Lincoln Center, en Paris, Amsterdam, Berlín, Frankfurt y en una gran cantidad de ciudades del mundo. Recorrió la Argentina junto con Ariel Ramírez (con quien grabó cinco discos) y también llevó su arte al Festival de Jerusalén en Israel, al frente de músicos y cantores populares de la Quebrada de Humahuaca. En 1970 tocó en Washing-ton, invitado por la OEA y, en 1987, dio 48 recitales en Japón; por citar alguna de sus giras.

Fue ganador del Premio Konex de Platino (en 1995) como “Mejor in-strumentista de música pop argentina” y en su extensa carrera, Jaime Torres, ha actuado junto con roqueros como la Bersuit y Divididos, pero también con Pavarotti y Mercedes Sosa.

Probablemente lo que mantiene jovial a este hombre maduro es que tiene su capacidad de asombro intacta: “Poder escuchar y ruborizarse, admirar… yo creo que esto es bueno, habla de que el ser humano no está tan dañado todavía”, reflexiona.

“Cuando comenzamos a tocar el charango nunca consideré que era un artista que estaba iniciando una carrera. Era un obrero, hijo de inmi-grantes bolivianos, un joven estudiante que tocaba por placer. Jamás soñé con el hecho de poder viajar y estar en tantos espacios diferentes”, cuenta con humildad.

Hablando sobre el charango, su instrumento predilecto, comenta: “Está siempre la excelencia de la música, del instrumento, pero detrás de todo está la excelencia del hombre en un lugar, que pertenece a un pueblo. El hecho de mostrar cómo somos y de dónde venimos. Entonces no se trata solamente de tocar bien un carnavalito o una cueca, sino qué hay detrás de eso, qué cultura hubo, que pasó antes”.

¿Es un instrumento netamente argentino?

Buena pregunta. Seguramente si hablás con un boliviano, te va a decir que es boliviano, y si te encontrás con un peruano te va a decir que es de Perú. Pero es más hermoso todavía: pertenece a todos estos pueblos andinos, si bien es cierto que el charango tiene hoy afincada su resi-dencia, su corazón, en las regiones de Sucre y Potosí, que es de donde

comienzan a emanar sus sonidos.

¿Después de haber recorrido el mundo con su charango, se siente un embajador de la cultura andina?

No, trato de ser un fiel representante del lugar de donde vengo. Para mí es algo maravilloso y sigo asombrándome. Es como que estás en el inventario de mucha gente, algunos son del país pero otros no. Acabo de recibir un correo de un joven, hijo de argentinos, que vive en Suecia y me manda una foto para que lo identifique: me dice “hace dos años estuve con usted y me saqué esta foto. Quiero decirle que usted es un compañero para mí porque siempre me acompaña. Pero además con-seguí otro disco donde usted participa haciendo música electrónica y mis compañeros están todos maravillados”. Todo esto es algo más que gratificante. Pensá que una persona por ahí trabaja 8 o 10 horas por día y no solamente no es reconocido, sino que además esta muy mal pago en general. Y lo digo desde el lugar de haber sido obrero.

¿En que trabajaba?

Hacia muebles de madera. Si bien es cierto que era mi padre el que estaba a cargo de todo, yo me fui haciendo con la práctica y hasta los 30 años me sostenía trabajando en el taller. Quería ser ebanista más que carpintero, cosa que me hizo muy feliz porque fueron momentos en los que asimilé muchas cosas, desde el trabajo cotidiano. Primero, a valorar ciertas cosas que por ahí uno no apre-cia y después lo que cuesta ganar un mango con el trabajo. Quién hubiera imaginado que además de pagarnos y manifestarnos cariño, encima nos aplauden. Es un valor el hecho de tocar ahora en el Tasso, que está tan cerca de mi casa. Es también volver al barrio, como que voy a saludar prim-ero a los vecinos.

¿Cómo es su relación con San Telmo?

Es un barrio del que no me voy más. Vivo aquí desde hace alrededor de 30 años. Recuerdo que en los años 40 ó 50, mis padres tenían unos amigos en la calle Bolívar y yo venía a jugar al Parque Lezama. Está lleno de his-

toria y, además, el hecho de estar a 15 minutos del centro de Buenos Aires no deja de ser una ventaja. Acá uno puede andar en alpargatas, o salir en chancletas a la calle. Todavía se vive ese clima que fue alguna vez característico de Buenos Aires, salir a tomar mate a la puerta. Es una satisfacción vivir en un barrio y haber construido en la tierra y no en el aire, como los que viven en un piso 14.

Se nota que le gusta hablar, es simpático y coqueto (“no estaba prepar-ado para las fotos”, afirma, vestido de entrecasa, con remera y jogging). Cuenta que le gustaría reactualizar su disco con piano, “porque hay mu-chos jóvenes pianistas realmente fantásticos con los que me gustaría reversionar algunas cosas e incursionar en otras formas, también. Por esto es, quizás, que se me va haciendo corta la vida… Ojalá que me llegue el momento de partir debiendo algunas cositas, no muchas, porque siempre hay posibilidades de sumar propuestas, intenciones, que tienen que ver con el hecho artístico musical pero social, por sobre todas las cosas”.

Una foto del Che nos mira desde la pared con su eterna sonrisa revo-lucionaria. Torres recuerda que alguna vez el charango era un instru-mento “que socialmente no caía bien” y se alegra de que en los últimos años esto haya cambiado. “Y no solamente en Argentina, sino en todos los pueblos de América del Sur, algo que hay que celebrar”.

Dos de sus cinco hijos trabajan con él: Sebastián es el sonidista del grupo y Manuela forma parte del elenco, como bailarina. Habla de “la tenaci-dad, el ahínco, la entrega y el amor que hemos tenido todos juntos a lo largo de tantos años”. Destaca a Federico Siciliano, quien lo acompaña hace 14 años, conocido como “el Pulpo”, porque toca de todo: piano, acordeón, guitarra, guitarrón, charango, bandoneón. Tiene palabras de agradecimiento para con sus músicos, Javier Sepúlveda, Goyo Alvarez, Jorge Gordillo, Hernán Pagola y Adriana Leguizamon.

¿Recuerda qué sintió la primera vez que tocó un char-ango?

“Era un niño. Lo que sí recuerdo nítidamente es cuando mi nieto, Benja-min, se me acercó tímidamente, tendría 3 ó 4 años, a mirar el charango. De pronto lo hice sonar y le cambió la fisonomía de una manera tan hermosa… Nunca olvidaré la expresión de su rostro ante ese instru-mento que hablaba”.

Su esposa, Elba, es también su secretaria. “Como buen morocho, me casé con una rubia de ojos azules. Cuando decidimos casarnos, pensé ‘voy a mejorar la raza’”, se ríe y agrega: “Y efectivamente la mejoré, porque tenemos cinco negros”.

Jaime Torres en su casa de San Telmo. Foto: Edgardo “Super 8” Gherbesi.

“Poder escuchar y ruborizarse, admirar… yo creo que esto es bueno, habla de que el ser humano no está tan dañado todavía”.

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El Sol de San Telmop. 4Por el barrio: La Mutual Mil Flores

Por Daiana Ducca.

En el año pos-electoral se puede observar cuáles iniciativas políticas siguen generando propuestas y acciones concretas, sobre todo a nivel local. La Mutual Mil Flores pareciera ser una de ellas. “Reconstruyendo el tejido social a pura solidaridad” fue el lema bajo el cual comenzaron a trabajar miembros de La Cámpora junto a vecinos de San Telmo en febrero de 2010. Esta agrupación se fue transformando en un espacio de acción comunitaria y, a través de ella, en diciembre pasado se for-malizó con personería jurídica propia la Mutual Mil Flores, que cuenta con alrededor de 500 miembros. Son conocidos en el barrio por la feria de alimentos que realizan los sábados en el Parque Lezama, donde los vecinos pueden hacer sus compras más económicamente.

Si bien es un espacio político con un claro vínculo partidario, la Mutual está motorizada por una visión de movilización social pensada desde lo barrial y comunitario.

Nos acercamos al Centro Cultural Templanza Suramericana, la sede de la Mutual, ubicado en Defensa 680, para hablar con Enrique Aurelli, quien lidera este espacio. Él nos cuenta que “la Mutual fue el emergente de la realidad que se estaba viviendo en el barrio: gente que debía despla-zarse hacia otros lugares por el aumento del precio de los alquileres y, a la vez, el auge del turismo que provocaba una movilidad de precios”.

Aurelli recuerda que “el primer conflicto fue entre las vecinas y el to-mate. Cuando el precio del tomate aumentó notablemente, prevalecía en la gente la preocupación por si iba a ocurrir lo mismo con las demás frutas y verduras”. La idea de la feria surgió a través de la experiencia de uno de los vecinos quien, debido a la hiperinflación durante la presiden-cia de Alfonsín, iba a comprar al Mercado Central. A partir de esa idea, el grupo hizo una lista con los principales productos de la canasta familiar y un relevamiento de precios por todo San Telmo.

“Fuimos un día al Mercado Central, miramos los precios y tratamos de ‘ver’, en esa cadena, quién se quedaba con la diferencia, ya que no había relación entre lo que se gastaba al comprar en el Mercado Central con lo que se gastaba en la verdulería o supermercado del barrio…” relata Aurelli, quien también tiene un local de indumentaria y diseño sobre las calles Defensa y la Av. Independencia.

Lo que comprobaron era “cómo se daba la formación de precios y que eran las grandes empresas quienes generaban el aumento”. A partir de ahí “la gente se empezó a apropiar del conocimiento. Iban a interpelar

a los comerciantes de las verdulerías del barrio y se transformaban -sin saber- en controladores de precios”.

Aurelli cuenta que esta primera experiencia en San Telmo se fue mul-tiplicando en distintos lugares del país. El año pasado la Secretaria del Interior del Gobierno de la Nación, adoptó la práctica en Mendoza y ahora, “hay posibilidades de que se establezca como política nacional”.

A partir de la feria se empezaron a generar otros espacios de acción y

la Mutual hoy está formada por distintas áreas de trabajo: gestoría y trámite, turismo y desarrollo, educación, compras comunitarias y ser-vicios. También se intenta dar a conocer los proyectos que se realizan desde la gestión nacional como: los programas de vacunación, la Ley de Medios y la televisión digital, entre otros. El año pasado realizaron una campaña para ayudar a que los vecinos cambiaran sus lámparas con-vencionales por las de bajo consumo. Este año hicieron difusión sobre derechos y salud sexual y el 27 de febrero realizaron un campeonato de metegol, siempre utilizando los espacios de reunión pública, como el Parque Lezama, para interactuar con los vecinos.

Mientras hablamos con Aurelli, mate de por medio, varias veces nos in-terrumpen vecinos queriendo averiguar sobre los talleres que se dictan en la misma sede. El primero en ingresar es un hombre que consulta por el apoyo escolar que se ofrece porque teme que, si no se prepara, su hijo pueda repetir el año. Luego viene una mujer consultando por el taller de italiano y se sorprende al enterarse que es gratuito. Estos talleres son dictados por los mismos vecinos del barrio que hacen su aporte según el campo en el que tengan conocimiento.

Aurelli cuenta que, en este momento, desde la Mutual están organizan-do un “diagnóstico comunitario” acerca de diferentes temas que preocu-pan a la gente del barrio. “Queremos focalizar, manzana por manzana, a cada vecino para que pueda exponer -en un foro- sus opiniones”, explica. Menciona el proyecto “Feria del Sur” del bajoautopista: “este proyecto fue presentado como una iniciativa privada, no por los vecinos. Por eso desde (este diagnóstico) nosotros queremos darle voz a la gente del barrio, in-cluirla”, afirma Aurelli.

Partiendo de lo habitual de espacios políticos –mucho discurso y poca acción sostenida en el tiempo–, las iniciativas de la Mutual se caracteri-zan por un interés netamente local, con los pies plantados en el barrio y sus necesidades particulares.

Cualquier persona puede hacerse socia de la Mutual abonando men-sualmente $10 y así obtener los beneficios de la misma, que incluyen: las compras comunitarias, ofrecer los servicios de su profesión o activi-dad al resto de los integrantes, anotarse en los talleres del Centro Cul-tural Templanza Suramericana.

Más información: http://lacamporast.blogspot.com

Cómo utilizar la calle para generar comunidadLa Mutual Mil Flores busca traducir la ideología política a la acción local

Campeonato de Metegol en el Parque Lezama

Por Isabel Bláser

Esta actividad se realizó en el Parque Lezama el lunes 27 de febrero desde las 9 hasta las 15 en conjunto con La Asociación de Fútbol de Mesa. Podían inscribirse en distintas categorías chicos, jóvenes y adultos que supieran o no jugar.

Entre los que disfrutaron de la jornada estaban los maduros in-tegrantes de un centro de jubilados del vecindario; vecinos que se sentían atraídos por el entusiasmo de los participantes; chicos del barrio -algunos de los cuales no habían visto nunca un Me-tegol-; jóvenes que duermen en la plaza que disfrutaban del jue-go, dejando por un momento de lado su situación de desamparo; jugadores especializados en esa disciplina que aportaron tanto su habilidad como su buena predisposición para convocar a los que querían participar de la original propuesta; y los curiosos que, por suerte, nunca faltan.

Según Enrique Aurelli, de la Mutual de Mil Flores/La Cámpora San Telmo, la idea de este tipo de actividades es la integración del tejido social.

Compra comunitariaLa Mutual Mil Flores ofrece sus bolsas de 10-15kg por $35 los sábados en el Parque Lezama. La canasta de marzo incluye: za-pallito, anco, batata, berenjena, cebolla, manzana, naranja, papa, remolacha, pera, tomate, zanahoria, zapallito redondo, sandía, choclo y uva. Vecinos interesados pueden acercarse a la sede de la Mutual en Defensa 680 para dejar una seña por su compra.

Page 5: El Sol de San Telmo #30

Marzo 2012 Número 30p. 5

Gobierno: Junta Comunal

La Junta de la Comuna 1 recorre los barriosEn febrero los Comuneros visitaron San Telmo para conocer a los vecinos

Por Catherine Mariko Black e Isabel Bláser

El jueves 23 de marzo las autoridades de la Junta Comunal 1 realizaron su prime-ra visita “oficial” al barrio de San Telmo. El 10 diciembre del año pasado, asumie-ron sus cargos los 7 comuneros elegidos por el voto popular y que representan los barrios de San Telmo, Montserrat, San Nicolás, Constitución, Puerto Made-ro y Retiro (incluyendo parte de la Villa 31) en lo que se ideó como un “tercer nivel de gobierno”, más participativo y democrático, para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Junta de la Comuna 1 no ha tenido un comienzo fácil para poder ejercer su rol como intermediario entre la ciuda-danía y el gobierno municipal.

Por ejemplo, la implementación ofi-cial de la Ley Orgánica de las Comunas (Ley 1777, aprobada por la Legislatura porteña en 2005) ha sido criticada por su falta de compromiso para descentralizar las funciones del gobierno. En el Presupuesto del 2012 ($171 millones para las 12 comunas, comparados con los $1.635,27 millones que co-rresponderían al 5% del presupuesto total del GCBA mencionado en la Ley 1777) y en la creación de las controvertidas Unidades de Atención Ciudadana, que se superponen con las Juntas Comunales, la adminis-tración macrista no le otorgó a las nuevas autoridades ni los recursos ni las competencias legales que le fueran adjudicados según la normativa original.

El secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, Eduardo Mac-chiavelli, explicó al diario Clarín que la idea del gobierno es hacer un traspaso de responsabilidades a lo largo del período 2012- 2013: “Tene-mos un plan ambicioso para transferirles facultades a las Comunas de aquí a dos años, que es cuando empiezan a vencer los contratos con los actuales concesionarios de los servicios públicos de mantenimiento, lo que permitiría luego que las Comunas puedan elegir qué nuevo tipo de servicio tener”. Esto significa que las únicas facultades reales que tienen las Juntas Comunales, por ahora, son: el alumbrado, la poda de árboles y los guardianes de las plazas.

Por otro lado, los 7 integrantes de la Junta Comunal 1 no tienen una sede propia, porque el edificio donde antes funcionaba el CGPC1 y que está destinado a la Comuna 1, está en refacción desde fines del año pasado. Durante la reunión entre vecinos, instituciones y comercios ba-rriales del 23 de febrero, realizada en la parrilla La Rosalía de San Telmo, los Comuneros se presentaron individualmente e invitaron al público a exponer los temas que consideraran de importancia para poder tomar conocimiento de los mismos.

Fue una primera conversación con el vecindario antes del 7 de mar-zo, día del primer Consejo Consultivo de la Comuna 1*. Los Consejos Consultivos son reuniones obligatorias convocadas por cada Junta Co-munal, donde cualquier vecino o entidad dentro de la Comuna puede hacer visible sus inquietudes y participar directamente en el proceso del gobierno comunal. Sin embargo, la Junta Comunal 1 decidió hacer, durante el mes de febrero, una serie de reuniones preliminares en los barrios de la Comuna; lo que describió Edith Oviedo como “una visita de presentación”.

Varios de los Comuneros destacaron esta decisión de la Junta de “salir a la calle”, a pesar de su falta de infraestructura para conocer en profun-didad las inquietudes de los distintos barrios, hablando directamente con los vecinos. Oviedo hizo hincapié en el hecho de que “no podemos operar como las otras Juntas Comunales (por falta de una sede propia) porque estamos realmente sin la herramientas que corresponderían para poder hacer nuestra tarea. Hasta ahora hemos trabajado con nada, haciendo reuniones en lugares prestados de los distintos barrios”.

Alejandro Szer, vecino de San Telmo y dirigente del Club San Telmo y del Centro Cultural Martín Fierro (sito en la calle Perú al 1200) dijo que “más

allá de nuestras diferencias ideológicas y políticas…en toda la ciudad de Buenos Aires no hay otra Junta Comunal que haya tomado esta ac-ción ‘agresiva’ de ir hacia los barrios y escuchar a los vecinos”.

La presidenta de la Junta, Cristina Brunet, agregó: “Al segundo día de nuestro trabajo nos despojamos de nuestras diferencias ideológicas y

empezamos a trabajar como un todo”. Ella también mencionó la dificultad de no tener una sede donde realizar su trabajo, pero aclaró que “para no-sotros La Comuna no es el edificio, sino el gobierno que se realice en forma conjunta con los vecinos. Más allá de que tengamos edificio o no, esto es una realidad más allá de las paredes”. Según Brunet, crearon 12 áreas de trabajo divididas entre los 7 integrantes de la Junta (ver recuadro abajo).

Una vez finalizadas las presentacio-nes individuales, se abrió el micrófo-no a los asistentes. Aunque la reunión había sido convocada, según Brunet, principalmente para comerciantes del barrio, la gran mayoría de los que se anotaron para hablar eran repre-sentantes del sector social y cívico, incluyendo escuelas, cooperadoras y asociaciones civiles.

Uno de los temas que dominó el debate fue el proyecto Feria del Sur, destinado

al bajo autopista (ver Noticias Comunitarias, página 10). Varias insti-tuciones y personas vinculadas a las actividades que se desarrollan en el polideportivo Martina Céspedes expresaron su preocupación por la desaparición de este espacio. Una joven vecina destacó la falta general de espacios donde chicos y adolescentes pueden acceder a actividades recreativas, sin tener que pagar. Brunet aclaró que este tipo de empren-dimiento excede las competencias de la Junta Comunal y que “este día no es para solucionar temas, sino escuchar”, pero invitó a todos los in-teresados a volver a presentar el tema en el Consejo Consultivo del 7 de marzo, donde se formarían distintas comisiones de trabajo.

Otras cuestiones que tocaron los vecinos incluyeron la necesidad de un plan de manejo y desarrollo sustentable para el Casco Histórico, para “evitar la pérdida de patrimonio y la pérdida de la escala de vida ve-cinal e identidad” según las palabras del arquitecto Alberto Martínez integrante de San Telmo Preserva,. En este mismo sentido, Gabriel Santagata, director de la revista Alerta Militante, destacó la existencia de un patrón de desarrollo urbano y económico donde “los vecinos son victimas de emprendimientos destinados al turismo” sin ser consulta-dos de antemano.

Varias personas, como Víctor Rodríguez de la Feria de San Telmo del Museo de la Ciudad, mencionaron la necesidad de controlar la actividad comercial y callejera especialmente los domingos, así como el problema de la basura y la seguridad. “El polo sur se ha convertido en el estacio-namiento del Microcentro”, agregó Rodríguez, señalando un tema que padece cada vez más el barrio.

En general en la reunión hubo pocos momentos tensos, lo cual parece-ría reflejar bien la trayectoria de los Comuneros en sus comunidades. Si bien falta tiempo y la prueba de la voluntad de la gestión actual para redistribuir el poder, así como la efectividad de estos nuevos represen-tantes de intereses locales, ahora podemos decir –por fin– que una nueva etapa en el gobierno participativo empezó.

Para más información:

http://comunas.buenosaires.gob.ar

Correo electrónico: [email protected]

*El Consejo Consultivo Comunal puede estar integrado por represen-tantes de entidades vecinales no gubernamentales, partidos políti-cos, redes y otras formas de organización con intereses o actuación en el ámbito territorial de la Comuna. No perciben rcompensación económica alguna por sus servicios. Las normas de funcionamiento interno de cada Consejo Consultivo Comunal deben garantizar el de-recho de los vecinos domiciliados en la Comuna a participar en forma individual de las actividades del mismo. Asimismo, garantizan el fun-cionamiento del Consejo Consultivo Comunal a escala barrial.

“Más allá de nuestras diferencias ideoló-gicas y políticas… en toda la ciudad de

Buenos Aires no hay otra Junta Comunal que haya tomado esta acción ‘agresiva’ de

ir hacia los barrios y escuchar a los vecinos”.

—Alejandro Szer

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Daniel Vigo, Martin Bochkezanian, Edith Oviedo, Mirta Marcos, Cristina Brunet y Alejandro Szer en La Rosalía el 23 de febrero pasado.

La Junta Comunal 1 integrantes y áreas de trabajo

Dra. Cristina Brunet, presidente, (PRO). Administración General impuesta por ley.

Lic. Martin Bochkezanian (PRO). 1) Vias Secundarias 2) Cuerpo de inspectores

Lic. Mirta Marcos (PRO). 1) Espacios Verdes 2) Seguridad

Prof. Daniel Vigo (PRO). 1) Participacion vecinal 2) Educación

Prof. Edith Oviedo (FPV).1) Cultura y patrimonio histórico 2) Medio Ambiente

Lic. Alejandro Szer (FPV). 1) Desarrollo económico local 2) Deportes

Dra. Mara Lavalle (PROYECTO SUR). 1) Control de servicios públicos 2) Salud

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El Sol de San Telmo

Por Clara Rosselli

Como todos los fines de semana del mes de febrero, el carnaval co-mienza a sentirse en los preparativos para el evento que tendrá lugar la noche del sábado en la avenida San Juan, entre Tacuarí y Chaca-buco. Todo es movimiento, aquí y allá brillan los atuendos de los tra-jes de los niños que corren, sus madres atrás cargadas de bolsas con provisiones de todo tipo que repartirán entre la totalidad del elenco murguense mientras que los muchachos más grandes se encargan del vallado, la tarima y el escenario y la musicalización.

Algo de historia

El Carnaval es una celebración que se realiza desde tiempos inmemoria-les y cuyo aspecto más destacado es ser una fiesta popular a través de la cual el pueblo se expresa. Su origen puede remontarse en la historia a las fiestas paganas dedicadas al dios griego del vino, Baco, a las celebra-ciones saturnales y las lupercales para los romanos o las que realizaban los egipcios en honor del toro Apis.

El Carnaval llega a América traído por los navegantes españoles y por-tugueses que desembarcaron en este continente a partir del siglo XV. En el cristianismo es una festividad que precede a la cuaresma, los tres días

antes del miércoles de ceniza y representan un periodo de permisividad y descontrol previo al de la abstinencia de las carnestolendas, momento de “quitar la carne”.

Con el tiempo, cada pueblo adoptó un significado diferente para las festividades de Carnaval según fuese su cultura, su situación social y lo que -en ese sentido- quisiese comunicar. Para algunos era una fiesta que expresaba el ansia de liberación, para otros era una crítica social o la manera de burlarse de la política. En algunas regiones se mezcló con festividades existentes y se trasformó adquiriendo diferentes significa-dos y maneras de celebrarse.

En nuestro país, probablemente el Carnaval más conocido es el de la región mesopotámica, que mezcla el estilo de festejo del Carnaval brasileño y la Scola do Samba con elementos del candombe. Entre los más reconocidos están el Carnaval de Gualeguaychú, que se encuentra dentro de los cinco mejores del mundo, y el de Gualeguay, ambos en la provincia de Entre Ríos, por su majestuosidad, cantidad de integrantes y sus corsódromos.

En el noroeste, las celebraciones por Carnaval se mezclan con las anti-guas tradiciones indígenas pertenecientes a la civilización andina pre-hispánica, las cuales tienen como hilo conductor el tema del desentierro y el entierro del diablo de Carnaval. El carnavalito, es un estilo folclórico

centenario, desarrollado precisamente para estas celebraciones.

En la provincia de La Rioja, La Chaya Riojana es una fiesta ancestral y popular muy ligada al Carnaval. En ella, el Pujllay es el dios del carnaval que nace el sábado anterior al festejo y su entierro tiene lugar el Do-mingo de Cenizas y se lo representa con un muñeco de trapo de tamaño natural con cabeza canosa. Allí se bailan chayas, chacareras, zambas y demás ritmos folclóricos.

En la ciudad de Buenos Aires y Rosario, se festeja al ritmo del bombo y el platillo, de las murgas porteñas.

Carnaval en Buenos Aires

En Buenos Aires y Montevideo, fueron los esclavos negros los que en la época de la colonia tomaron de los criollos la fiesta de Carnaval para expresar su ruego de libertad. Así, incorporaron el candombe a estas fiestas estivales. Cada paso de su danza tenía un significado y los movimientos recordaban a las danzas de raíces africanas. Bailaban agazapados o contorsionándose, emulando el castigo que recibían de sus amos. El salto era la intención de liberación. Más adelante, con las oleadas inmigratorias de los albores del mil novecientos, el candombe bonaerense fue mutando y absorbiendo costumbres de las culturas tur-ca, italiana y española y así surgieron las murgas, caracterizadas por sus cantos de letras “atrevidas” y las comparsas, que tenían más cantidad de

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Cultura: la tradición de Carnaval

Carnaval porteñoHistoria y recuperación de esta fiesta popular

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Marzo 2012 Número 30p. 7

Cultura: la tradición de Carnaval

bailarines e instrumentos.

Entre las costumbres destacadas del Carnaval está la de disfrazarse como una manera de trasgresión o crítica. La gente se viste de animal, de diablo, etc..Antiguamente los negros se vestían con las ropas de sus amos, se usaban máscaras para ocultar la identidad e incluso el sexo de la persona que las usaba. Otra gran costumbre, vigente hasta hace poco en nuestra ciudad, es la de arrojarse agua . Desde los tiempos del Virreinato y durante gran parte del siglo XIX, no solo se lanzaba agua desde los balcones, sino también harina, salvado y huevos. Muchas ve-ces se rellenaban las cáscaras de los huevos con agua y se los arrojaban a los transeúntes. Muy recordadas son las “bombitas” de agua y no falta quien no haya recibido un “bombazo” en la calle hasta hace algunos años, antes de que se perdiera la costumbre y se cambiara por el uso de nieve artificial atomizada.

En los años veinte, la murga comenzó a surgir en los clubes de barrio y luego se extendió por los clubes más grandes. En Carnaval, al espectá-culo de la murga se sumaron las bandas de jazz, folclore, tango y músi-ca tropical. Las murgas expresan principalmente, pero no necesaria ni condicionalmente, una crítica social y una sátira relacionada con el con-texto sociopolítico que se esté viviendo. Pero -por esta misma razón- es también un espacio de unidad entre el barrio, la comunidad y la familia. En Junio del 76, durante la dictadura militar, se quitaron los feriados de Carnaval en un intento de controlar y acotar esa expresión popular. Más tarde, con el regreso de la democracia, las murgas comenzaron a resurgir muy lentamente. Más información sobre la Comisión de Carnaval del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/carnaval/

Páginas 7-8: Varias murgas actúan en los corsos de la Avenida San Juan durante los fines de semana de febrero 2012; el público acompaña los festejos con nieve artificial. Fotos: Ole Gunnar Onsøien.

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El Sol de San Telmo

Por Clara Rosselli

Hoy en día, no todos los barrios tienen su murga. Aquí, en el nue-stro, está Los Caprichos de San Telmo dirigida por Héctor “Pichi” Roteiro, que inició su actividad hace quince años. No siempre se llamó igual, en su momento cam-bió de nombre y de ubicación. Al principio los integrantes practica-ban en las plazoletas de la 9 de Julio y, finalmente, cuando esas plazoletas le quedaron chicas, se mudó a la plaza de San Juan y Chacabuco.

Pichi es el “padre” de Los Ca-prichosos de San Telmo. Dispone, organiza, dirige. “Esta es una murga muy familiar”, nos cuenta y agrega –seriamente- “el que no estudia o no trabaja no puede sa-lir en la murga”. Los Caprichosos tiene actualmente cerca de cien-to cuarenta integrantes que la conocieron a través de familiares o amigos; mientras paseaban por la plaza o durante las fiestas de Carnaval. La forman desde chiquitos de un año y medio hasta adultos. No hace falta ningún tipo de habilidad para integrarla, sólo tener ganas de hacerlo.

Y, ¿qué es el murguero? “Algunos dicen y coincido, que el murguero es el eslabón perdido entre el negro candombero y el compadrito.”El mur-guero aparece en la época de las milongas pero toma muchos rasgos de la época de la colonia. Usa levita, galera, bastón y guantes, ropas típicas de esa época. Su vestimenta tiene brillo porque los negros candombe-ros usaban la ropa de sus amos, a veces regalada por ellos y otras no y la daban vuelta para evitar que éstos las reconocieran. Así, quedaba el resplandor de los forros a la vista. Usar ropas brillantes no es sólo una alegoría murguera, sino que rememora una situación real del pasado cultural en el Río de la Plata.

Podría decirse que los murgueros se preparan todo el año para mostrar su pompa durante febrero pero esta aseveración no es totalmente cierta. También participan de eventos y reuniones sociales indistinta-mente de la fecha y la estación del año. La murga Los Caprichosos de San Telmo, por ejemplo, se ha presentado en varios acontecimientos, no sólo en el barrio sino también en la provincia de Buenos Aires y en el interior del país. “Esta es una murga que ha tenido la suerte de recor-

rer muchos kilómetros” dice orgulloso Pichi. Nos comenta también que están organizando un viaje para presentarse en Bahía Blanca y seguir hacia el Sur durante el próximo mes de noviembre.

La murga, a diferencia de otras expresiones artísticas, tiene la capaci-

dad de crecer y decrecer sin que su estructura se debilite. Esto es debido a que su esencia está cimentada en la participación social y es indepen-diente de la cantidad de integrantes, de la música o de la coreografía. Orgánicamente la procesión de la murga se organiza según la edad y

el género de cada participante. El desfile lo preside el estandarte, que es la bandera del grupo, donde el nombre, los colores, el barrio y el año en que fue creada la murga son infaltables. Le siguen las “mascotas” (los niños más pequeños), luego las “medianas” (las niñas más jovencitas), detrás las chicas más grandes, luego las madres, el “escenario” (los que suben a recitar y a cantar en la ta-rima), los directores y la “fantasía” (los disfrazados de banderas, de dados, de muñecos, de payasos, etc.), después los percusionistas (tocan bombos y platillos) y final-mente los varones, comenzando por los más chicos hasta los trece años de edad terminando con los jóvenes más grandes.

La murga “es un hecho artístico, es un ámbito de contención social, es un grupo de amigos que sale a di-vertirse en las noches de carnaval”, comenta Pichi. Sin importar lo que hagan afuera, adentro de la mur-ga sus integrantes sienten un gran respeto por ella, lo que no es una

cuestión menor. Todos están conecta-dos aún en los meses de invierno en

los que no se juntan a practicar. “La murga tiene que ver con un lugar de pertenencia. La murga no se explica, la murga se siente” remarca Pichi.

Como una gran familia, las madres de los niños murgueros son las eternas presentes en el festejo. Ellas son las que están atentas a las necesidades del grupo. Reparten agua, galletitas o nieve artificial du-rante el Carnaval y son las que –previamente- cosen los trajes y pre-paran los adornos. Durante el evento, tienen su lugar dentro del desfile o lo siguen desde afuera, pero siempre están presentes. “Creo que esas madres (las que salen a bailar o las que simplemente ayudan) estaban desde siempre integradas y participaban”, comenta Pichi.

El ambiente de la murga es de alegría. Antes, durante y después del desfile, la murga convoca a curiosos, a los eternos seguidores, a los que buscan compartir un momento “entre amigos”. Es que la murga crea lazos de amistad que año tras año persisten en la comunidad. Son lazos tan fuertes que, como nos dice Pichi, “es muy difícil soltar la murga”.

El Centro Murga los Caprichosos de San Telmo está en Chacabuco 1314, abierto de lunes a sábado de 16 a 21. [email protected] Facebook: La Casa Caprichosa St.

p. 8Quiénes somos: Murga los Caprichosos de San Telmo

“La murga tiene que ver con un lugar de pertenencia. La murga no se explica. La

murga se siente”.

—Hector “Pichi” Roteiro

g

Los Caprichosos de San TelmoLa murga como segunda familia y el Carnaval como la noche cuando todos pueden ser estrellas

Arriba: músicos y bailarines de la murga Los Caprichosos de San Telmo. Página 9: integrantes de la murga y Pichi Roteiro. Fotos: Ole Gunnar Onsøien.

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Quiénes somos: Murga los Caprichosos de San Telmo

El documental de los CaprichososPor Robert Godal y Clara Rosselli

En 2011, la cineasta canadiense Alison Murray presentó un docu-mental sobre Los Caprichosos. Murray llegó a Buenos Aires en parte atraída por el tango, y trayendo su experiencia profesional en baile, coreografía y cinematografía sobre el baile. Cuenta que un día estaba caminando por el barrio, donde vive parte del año con su esposo y bebé, y escuchó el ritmo de los bombos. Se toparon con una práctica de la murga en el parque y, fascinada, ella decidió hacer una investi-gación documental sobre el tema.

Murray tomó interés particularmente en las historias de los integran-tes de la murga. Uno de ellos es Sergio Pasquini, vecino de Constitu-ción, donde vive con su mujer y enfrenta con humor y gracia a una realidad económica difícil. Murray retrata no solamente su rol en la murga sino su vida y nos hace testigos de la decepción y perseveran-cia de otras personas como Sergio.

También expone otro aspecto social de esta tradición; la murga to-davía no tiene la aprobación de todos. Una costumbre que tiene su

origen en la cultura negra, que le da expresión a la opresión y la po-breza, todavía es objeto del desprecio de la clase media.

Según Murray, “Los temas más importantes del documental tienen que ver con la comunidad, la alegría, dónde encontramos la felicidad y qué necesitamos para ser felices en la vida, qué nos hace una estre-lla o un héroe. Cuando estas personas están vestidos de murgueros y actuando, son estrellas. Son héroes en su comunidad por lo que hace con la murga. Eso es maravilloso, y ayuda a revitalizar este barrio donde viven. Los mantiene unidos”.

El día del estreno en Buenos Aires, cuando la murga fue a verlo, se sorprendieron por el trabajo de Murray. “Nos encontramos que al-guien que no tiene nada que ver con nuestra idiosincrasia le vio un costado social a la murga, no solo la función social de la murga para afuera sino la que tiene para adentro y la composición social de sus integrantes. Fue un trabajo muy interesante que a nosotros nos dejó anonadados”, comenta Pichi.

Para aquellos interesados, el 16 de marzo próximo el docu-mental se estrenará en el Club de Los Caprichosos, en Chaca-buco entre Garay y Cochabamba, hora a confirmar.

Canción de los CaprichososYo soy del barrio donde Buenos Aires empezó,

Soy de San Telmo , soy del viejo barrio del tambor,

Mi murga llega a esta barriada para cantar

Para alegrarlos en esta noche de carnaval.

Yo soy del barrio que resistió al inglés invasor,

Y fue baluarte de Juan Manuel El Resturador.

Yo soy del barrio donde Gabino Ezeiza nació

Y la Merello llegó a este mundo en un convoy.

Aquí venimos, vamos a cantar,

Desde mi barrio le traemos nuestro carnaval

Soy Caprichoso, muy caprichoso.

Nacido y criado, soy San Telmo, barrio famoso.

Bueno señores, va a comenzar la presentación,

Antes que nada vamos a dedicar la función

A esta barriada que nos recibe de corazón

En esta noche llena de luces y de emoción.

Los invitamos a disfrutar con nuestra actuación

Y les pedimos solo un momento de su atención

Para seguir junto con nosotros y celebrar

Que estamos vivos y con feriado de carnaval

Aquí venimos, vamos a cantar,

Desde mi barrio le traemos nuestro carnaval

Soy Caprichoso, muy caprichosos.

Nacido y criado, soy San Telmo, barrio famoso.

Soy Caprichoso, muy caprichosos.

Nacido y criado, soy San Telmo, barrio famoso.

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El Sol de San Telmop. 10Noticias comunitarias

Adiós a un presidenteEl 4 de marzo falleció, a los 69 años de edad, Manuel Enrique Fernández o “Quique” Fernández, como lo conocieron sus amigos, presidente de la República de San Telmo y vecino del barrio durante más de cuatro décadas.

“Sinónimo de tesón, esfuerzo, compromiso y solidaridad. Se desem-peño en múltiples actividades. Además de presidir la República de San Telmo, también era presidente del Centro de Estudios Económicos, Sociales, Culturales; productor y director del programa radial “Noti San Telmo” y director y editor del periódico “Para su Gobierno”.

Los amigos, vecinos e integrantes de la República de San Telmo el 5 de marzo velaron sus restos en el cuartel de los Bomberos Voluntarios de San Telmo y Puerto Madero y luego fueron sepultados en el Cementerio de la Chacarita.

Antes de partir, compartían estas palabras: “Yo muero pero mi amor por San Telmo no muere; os amare en el cielo como os amé en la tierra”.

“Quique creía en el bien común y tenía muy buen humor. Pensaba que San Telmo era el barrio número uno de Buenos Aires. Si se trataba de defender a San Telmo era como un león”, así lo definió un vecino en su despedida.

Muchos lo recordarán por ser el hombre mayor que atendía su local de antigüedades en la calle Estados Unidos 458, con un interés activo en el desarrollo social, cultural y económico del barrio y con un compromiso permanente para mejorarlo. Siempre tenía una nota, un proyecto o un comentario sobre estas cuestiones para compartir con el que paraba para conversar en el umbral de la entrada al Mercado de San Telmo.

En una entrevista para El Sol de San Telmo en el 2010, expresó su gran pasión por esta comunidad. “Uno se va dando cuenta que elige el barrio. No me obligaron a venir a vivir acá, sino que lo elegí. Sus características notables hacen que San Telmo sea un barrio y también una república”. ¿Será por eso que este presidente la ha servido con tanta fidelidad, te-nacidad y cariño?. Adiós Señor Presidente… lo extrañaremos.

Polémica sobre el polideportivoEn el barrio, varias escuelas y programas para la juventud temen la pér-dida de uno de los pocos espacios dedicados a la recreación y educación física para chicos: el polideportivo Martina Céspedes, ubicado debajo de la autopista 25 de Mayo. Es que ese espacio está destinado a formar parte del proyecto “Feria del Sur”, que fue aprobado por la Legislatura porteña a fines del año pasado y que propone desarrollar un paseo co-mercial y de usos mixtos entre las calles Bolívar y Balcarce a la altura de la autopista 25 de Mayo.

Durante los últimos meses, la asociación civil Creactivar Redes Comuni-tarias, que organiza la Juegoteca de San Telmo, junto a los integrantes que realizan otras actividades para los aproximadamente 2.000 chicos que se desarrollan en el polideportivo (que incluyen las escuelas Nor-mal Nº 3, Comercial Nº 4, Juan Manuel de Pueyrredón, Otto Krause y el Club de Jóvenes) protestaron ante la posibilidad de que este espacio

se pierda. Según los vecinos de la zona, faltan lugares gratuitos donde chicos y adolescentes puedan jugar o entretenerse en vez de estar en la calle.

Por otro lado, Eduardo Servente, uno de los titulares del grupo empre-sarial que originalmente propuso el desarrollo de Feria del Sur, comentó que “el polideportivo nunca estuvo en peligro...el proyecto contempla todas las actividades para jóvenes que actualmente se realizan ahí”. Según Servente, en la aprobación de la Legislatura “ya está aclarado que el proyecto que gane la licitación tiene que tomar en cuenta todas las actividades sociales que existen hoy y darles una solución, que en-cima no puede ser una solución traumática, sino que tiene que ser igual o mejor a lo que tienen ahora”. Servente agrega que el anteproyecto que se presentó en la Legislatura “es un esquema muy general que se hizo hace tres o cuatro años atrás para iniciar el trámite con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y no refleja el estado del proyecto nuestro hoy, que ha cambiado mucho y principalmente por las conversaciones que hemos tenido con los vecinos”. Se estima que el proyecto se tratará en una Audiencia Pública en los próximos meses.

Señales de una resolución al conflicto sobre el ex PadelaiSobre la calle Balcarce al 1100 pareciera que los días pasan uno tras otro sin marcar diferencia entre sí y esto se debe a que el escenario siempre es el mismo. Las familias siguen allí, turnándose para hacer guardia frente al predio anteriormente conocido como el Ex PADELAI, ahora CCEBA (Centro Cultural de España en Buenos Aires) y así, mantener ac-tivo su reclamo de vivienda.

El pasado 29 de febrero en la Secretaría de Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires, situada en Uruguay 440, se realizó una reunión para tratar de arribar a una solución en el conflicto. Según miembros de la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Ltda., el encuentro fue a puerta cerrada, entre el representante legal de la coop-erativa, César Arias, y el nuevo procurador Julio Conte Grand.

Con respecto a esta reunión, el presidente de la cooperativa Carlos Vargas -después que el Dr. Arias informara a todos los miembros de la cooperativa sobre el resultado de la misma- sostuvo que “El procurador se mostró interesado en solucionar el tema, pero parece que no está interiorizado”. Y agregó que “la mediación que tenían prevista para el 8 de marzo con el jefe de gobierno, Mauricio Macri, se prorrogó ya que el procurador pidió 15 días para ponerse al corriente del tema”.

Aunque el CCEBA no ha emitido una declaración pública sobre la situ-ación, que está negociando desde agosto del año pasado, pareciera que el proyecto de instalar su sede central en el predio sigue en pie.

Manuel E. Fernández en la Plaza Dorrego el 9 de julio pasado, motivo del festejo del aniversario de la República de San Telmo. Foto: Super 8.

Noticias comunitarias

“Piedras que he pisado”La calle también es patrimonio cultural e identidad barrial

Por Juan Manuel Sandoval*

Aunque para algunos es tan insignificante como un “bloque de pie-dra”, lo que se conoce como adoquín unió y sigue uniendo a los ve-cinos, causando fascinación en turistas de todas partes del globo y encerrando dos siglos de historia.

Podría comenzar escribiendo esta nota, contando qué es el adoquín. Buscar en un diccionario o en “Wikipedia”, su definición técnica y co-piarla tal cual. Pero no nos explicaría qué es…o, mejor dicho, qué significa el adoquín tanto para los vecinos del barrio o los visitantes que ven el “cobblestone”, “ciottolo” o la traducción que le corresponda según la parte del mundo de que se trate.

Es increíble el fanatismo que despierta en otras culturas algo que pisamos para cruzar la calle o del que nos quejamos al tropezar con él. Aparece como tema de charla en foros de viajeros y aventureros, deco-ración en blogs de fotógrafos que inmortalizan su viaje por San Telmo con la típica foto en blanco y negro de las calles adoquinadas cubiertas por una fina cortina de lluvia o con una pareja bailando tango.…

Los vecinos porteños, amparados en la ley Nro.65 de “Pavimentos

Originales” (la cual protege y prohíbe que se cambie el empedrado con otros materiales), por intermedio de las ONG como “Basta de Demoler”, “San Telmo Preserva” o hasta grupos en Facebook como “NO a la quita de adoquines en San Telmo” (que cuenta con casi 500 miembros), se unieron varias veces para detener su “extracción” (como por ejemplo la propuesta del “Proyecto Prioridad Peatón” en 2008, en la cual se quería reemplazar a los adoquines por baldosones grises). No solo se opusieron por su bagaje histórico, sino porque es un símbolo que nos representa como barrio, por lo que extraerlo sería quitarle parte de su identidad. Además, integra el patrimonio del Casco Histórico porteño (junto -por ejemplo- con los edificios antiguos), que convierte a San Telmo en uno de los barrios “abuelos” de Buenos Aires.

No todos saben la historia que encierran los adoquines: empezando en 1769, el Cabildo dispuso traer piedras de la Isla Martín García para las calzadas y piedras laja de Montevideo para las aceras, terminando de concretarse el proyecto en 1868.

Desde hechos históricos hasta diferentes medios de transporte que pasaron sobre el adoquín, en estos 200 años, también hay muchas personalidades que lo “pisaron”, entre ellos seguramente: Esteban

Echeverría (introductor del Romanticismo en la Argentina); el pintor, escultor y profeta Benjamín Solari Parravicini (nombrado el “Nostra-damus Argentino”); el ex líder de la banda de rock Sumo Luca Prodan, hasta “Quino” y una interminable lista que abarca el pasado, presente y -¿porqué no?- futuro.

“No me imagino las calles del barrio sin los adoquines” comenta María Teresa Quintela (80), que vive en San Telmo hace más de 30 años. Y es que “adoquín” parece la palabra del millón junto a “San Telmo”. Ya sea nombrado brevemente o como parte de algún titular, siempre se encuentra presente en toda charla sobre el barrio como por ejemplo: “Relato de viaje a Buenos Aires - Los adoquines de San Telmo” (página que junta historias de aventureros por el mundo) o “San Telmo, tango entre adoquines y reliquias” (página dedicada al turismo). Hasta en la obra “San Telmo” del compositor Gerardo Matos Rodríguez, se lo nom-bra: “¡calles de San Telmo! ¡Adoquines viejos! Piedras que he pisado”.

Solo esperemos que nuestros hijos y nietos puedan seguir pisándolos.

*Participante en una clínica de periodismo comunitario que realizó El Sol de San Telmo en el Centro Cultural Fortunato Lacámera, du-rante los meses de septiembre y octubre de 2011.

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Marzo 2012 Número 30

El 9 de marzo se presentó el libro “San Telmo: Alma de Barrio” producido por la asociación civil Rumbo Sur y El Sol de San Telmo. La presentación del libro se realizó en conjunto con una nueva inauguración de la muestra fotográfica “Memoria en Fotos” del proyecto San Telmo Recuerda, en el Espacio Virrey Liniers (Venezuela 469). Ambas iniciativas comparten la misma visión de preservación del patrimonio intangible de los barrios del Casco Histórico porteño.

“San Telmo: Alma de Barrio” cuenta con 30 retratos en texto y fotografía de vecinos, comercios e institu-ciones barriales que conforman la identidad y espíritu tradicional de esta comunidad.

En el prólogo escrito por el Arq. José María Peña, se observa que:

“Un auténtico barrio es aquel que puede actualizarse sin perder su identidad y su carácter, sin convertirse en ‘fashion’ por poco tiempo, o hasta que otro barrio re-tome el centro de la nove-dad”.

El libro, que se realizó dentro del marco del Régimen del Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y con el apoyo de la empresa Securitas, también cuenta con una selección de fotografías de San Telmo Recuerda (más información abajo). Pablo Rey, director de Rumbo Sur y gestor del proyecto del libro, participó en el jurado de la muestra fotográfica de San Telmo Recuerda.

“Mucho se avanzó y mucho queda por hacer en cuestiones de patri-monio. Edificios, monumentos y toda materialidad que defina a San Telmo y al Casco Histórico en su conjunto debe ser defendida. Pero está la otra dimensión, la de la gente que lo habita, la intangible, la que le da vida. Sin vecinos no hay barrio. Este libro es una manera de recono-cer el valor del vecino, como hacedor cotidiano de la identidad barrial. Sus costumbres y tradiciones, sus relatos y la memoria colectiva dan

sig-nificado al “ser del barrio”. Entendiendo lo rico e inabar-cable que es el tema, asumimos, arbitrari-amente, trabajar sobre tres ejes posibles:

vecinos, comercios barriales e instituciones. En desmedro del orden, pero con lógica barrial, encontrarán estos testimonios, historias y sensaciones entremezcladas, en una trama que quiere dejar rastro de su idiosincrasia, del Alma de Barrio. En los hechos, los vecinos cuen-

tan con escasos recursos legales y políticos para ejercer su ciudadanía. Este libro quiere compartir sus voces, como un simple ejercicio, un pequeño aporte para pensarnos como barrio.”

—San Telmo “Alma de Barrio”

Muestra de San Telmo Recuerda

Esta muestra itinerante se inauguró por primera vez en noviembre de 2011 en La Gran Mateada Barrial. Durante el verano se podía ver en la librería Fedro, y ahora comienza el nuevo año en el emblemático Espacio Virrey Liniers, hoy parte de la Dirección Gen-eral de Patrimonio e Instituto Histórico, en la calle Venezuela 469.

San Telmo Recuerda, un proyecto colaborativo entre más de 20 instituciones barriales del Casco Histórico porteño, busca rescatar las fo-

tografías de los vecinos como vehículo para la preservación

del patrimonio intangible. En 2010 se lanzó una convocatoria abierta a los vecinos para recibir

fotografías de la zona anteriores al año 2000. La iniciativa tiene el fin de generar un archivo fotográ-

fico digital de consulta social y cul-tural. Todas las fotos recibidas han

sido escaneadas y devueltas a sus propietarios. Esta selección de 50 en-

tre las casi 700 fotos recopiladas hasta ahora serán exhibidas en el

Espacio Virrey Liniers hasta el 31 de marzo.

Esta exposición, con fotografías desde el siglo XIX hasta el año 2000, seguirá

una itinerancia por diversos espacios culturales de la ciudad. Para acompañar la

muestra, el laboratorio fotográfico Buenos Aires Color ha realizado la impresión de un

foto-libro. Todos aquellos interesados podrán adquirirlo previo pedido en la calle Piedras 980.

La convocatoria de recepción de fotografías se encuentra abierta de forma permanente. Para tal fin contactarse con: [email protected]. Para más información sobre el proyecto visitar: www.santelmorecuerda.blogspot.com

p. 11Nuestro patrimonio

El patrimonio intangible, hecho tangibleEdición del libro “San Telmo: Alma de Barrio” y la muestra fotográfica de San Telmo Recuerda

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El Sol de San Telmop. 12Imagen

Cielo otoñalTormentas sorpresivas y estragos de luz. Los colores opacos del paisaje construido con un fondo de oscuridad luminosa. Energía contenida. Detalles de vida, semivisibles y fraccionados: la ropa colgada en una terraza; las macetas amontonadas en un balcón; las manchas de humedad marchando lentamente hacia la tierra. Verano

que termina con soplos de furia y suspiros al atardecer.

Foto y texto: Catherine Mariko Black

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