el sol de san telmo #27

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p. 1 Section El Sol de San Telmo Número 27 Buenos Aires octubre 2011 “Buscando el secreto de la convivencia” www.elsoldesantelmo.com.ar GRATIS LA LUCHA POR CONVIVIR El conflicto sobre el ex Padelai. p. 3 Los asentamientos de la Comuna 1. p. 5 Un encuentro con el Caballero Rojo. p. 6 La Gran Mateada Barrial y muestra fotográfica San Telmo Recuerda. p. 7 Un nuevo proyecto para el bajo autopista genera debate p. 8 Documentos de un micro mundo. p. 11 Foto: Geraldine Brezca

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Periódico barrial del Casco Histórico de Buenos Aires.

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Page 1: El Sol de San Telmo #27

p. 1

Section El Sol de San Telmo

Número 27 Buenos Aires octubre 2011 “Buscando el secreto de la convivencia” www.elsoldesantelmo.com.ar GRATIS

LA LUCHA POR CONVIVIR

El conflicto sobre el ex Padelai. p. 3 Los asentamientos de la Comuna 1. p. 5 Un encuentro con el Caballero Rojo. p. 6 La Gran Mateada Barrial y muestra fotográfica San Telmo Recuerda. p. 7

Un nuevo proyecto para el bajo autopista genera debate p. 8Documentos de un micro mundo. p. 11

Foto: Geraldine Brezca

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El Sol de San Telmop. 2Mensaje editorial

Nuestra Misión:El Sol de San Telmo es un periódico no-partidario dedicado a forta-lecer y celebrar el barrio de San Telmo y el Casco Histórico de Buenos Aires. Definimos nuestra visión editorial como periodismo comuni-tario. Valoramos toda comunicación que genere un foro abierto de participación y diálogo para las muchas voces que constituyen la comunidad de San Telmo. Reconocemos que vivimos en una época en la cual los medios (tanto masivos como independientes) ocu-pan cada vez más el espacio de intercambio y comunicación que antes ocupaban nuestros espacios públicos—las plazas, parques y veredas donde nuestros abuelos se juntaban para conectarse con el mundo y con sus comunidades. Por eso queremos revalorar el intercambio y la conexión humana a través de un periódico cuya identidad, contenido, y espíritu se definen a través de la participación activa de sus lectores y colaboradores. Todos los que viven o trabajan en el barrio, o simplemente le tienen cariño, están invitados a formar parte del debate sobre San Telmo: su patrimonio tangible e intangi-ble, su pueblo y su futuro.

Our Mission:El Sol de San Telmo is a non-partisan publication committed to strengthening and celebrating the neighborhood of San Telmo and the Historic District of Buenos Aires. We define our editorial vision as community journalism and value all communication that creates an open forum of participation and dialogue for the many voices that constitute the community of San Telmo. We recognize that we live in an era when the media (corporate and independent) increasingly occupy the role of exchange and communication that our public spaces once did—the plazas, parks and sidewalks where our grandparents gathered to connect with each other, with the world, and with their communities. This is why we want to revalue human exchange and connection through a publication whose identity, content and spirit are defined through the active participation of its readers and contributors. All those who live, work, or simply have a special affection for the neighborhood are invited to be part of the debate about San Telmo: its tangible and intangible heritage, its people and its future.

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Directora y editora: Catherine Mariko BlackDirector ejecutivo y propietario: Gonzalo Plaza

Corrección: Bruno BallestreroColaboraron: Adrián Bevilacqua, Geraldine Brezca,

Diego Buey, Daiana Ducca, Lisandro Gallo, Kala, Pablo Masson, Dario Mosso, Clara Rosselli.

El arte de nuestro logo es unfileteado del maestro Martiniano Arce

www.martinianoarce.comDirigir consultas al: 15-5374-1959

[email protected]

Registro de Propiedad Intelectual: 872827

Todo MundoAnselmo Aieta 1095Panadería Cosas RicasPerú 1081/85Restaurant ManoloBolívar1299Librería FedroCarlos Calvo 578Del LimoneroBalcarce 873 La FundamentalPasaje Giuffra 370San AntoninoBolívar 1087AlmaZenArteBalcarce 1056 Dietética HarlemPerú 910Panadería TentempieChile 626Granja MharleyMercado de San Telmo

Bicicleta NaranjaPasaje Giuffra 308

Ferretería San JuanAv. San Juan 574

Nonna BiancaEEUU 425

Siempre JuntosTacuarí 745

Bomberos Voluntarios de San Telmo

Balcarce 1249

Kioscos de Diarios:- Carlos Calvo y Perú

- Humberto 1 y Chacabuco- Carlos Calvo y Chacabuco

-Independencia y Perú-Piedras y Carlos Calvo

-Piedras y Chile-Bolívar y México-Defensa y Brasil

Dónde retirar El Sol:

Reflexiones sobre la convivencia

Este número de El Sol de San Telmo toma como eje temático la idea de la convivencia. No es la primera vez que exploramos las dinámicas implícitas en una población conocida por su alto nivel de diversidad so-cial, económico y cultural, pero en ésta edición vemos los resultados más difíciles que se producen cuando distintas posturas chocan en situaciones controversiales.

El conflicto que hoy rodea el ex Padelai y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, que tiene gerencia sobre ese predio desde 2009, es un buen ejemplo de la complejidad de nuestro barrio. Al ser un espacio que cuenta con una historia repartida a lo largo de épocas que se destacan por sus grandes diferencias en usos y habitan-tes, no es sorprendente que siga habiendo tanto debate sobre su papel en la zona. Como la nota de la página siguiente demuestra, el pasado no desaparece fácilmente si sus heridas no están bien curadas. La maraña de argumentos sobre los dueños legales, las obligaciones no cumplidas por parte de las autoridades estatales y las opiniones mixtas del público tiene un peso real que, junto con la crisis económica en europa, han paralizado los intentos de generar un nuevo centro cultural ahí.

Más adelante, nuestros lectores podrán informarse sobre otro proyec-to de gran envergadura y presupuesto, que propone desarrollar un trabmo del bajo autopista. Siendo éste otro espacio que generó

una herida en el tejido urbano y social de la zona, la propuesta de sanarla debe negociarse entre una multitud de posturas que reflejan las diversas necesidades de los vecinos. Como suele pasar cuando aparece una iniciativa de afuera, los argumentos sobre cómo manejarla –y para quiénes–, corren el riesgo de dominar el debate, a costo de encontrar soluciones que sean lo más beneficiosas para la mayoría.

Nuestra política editorial se basa en el poder de la comunicación y el compromiso a escuchar. Opinamos que una comunidad heterogé-nea solo se puede preservar y avanzar a través de una práctica contí-nua de diálogo, junto con el desarrollo de actitudes pluralistas, inclusivas y respetuosas hacia las diferencias. Aunque el grueso del contenido de este número es denso, esperamos que aporte algo a esta práctica comunicativa y que abra la mesa de debate, sin imponer respuestas sino invitando al lector a reflexionar y a formar sus propias conclusiones.

También incluimos una joya sobre el mítico personaje del Caballero Rojo y un recordatorio para que anoten el sábado 26 de noviembre en sus agendas. En esa fecha festejaremos el lado divertido de nues-tra comunidad colorida con la Gran Mateada Barrial y la anticipada inauguración de la muestra fotográfica San Telmo Recuerda.

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octubre 2011 Número 27

Por Clara Rosselli, Daiana Ducca y Catherine Mariko Black

Los vecinos de San Telmo estamos expectantes de lo que el destino le deparará al conjunto de edificios del ex Patronato de la Infancia, ubicados en forma de “U” entre las calles Humberto Primo, Balcarce y San Juan. Algunas de las cuestiones primordiales que detienen su revi-talización pertenecen al campo de lo legal, otras a la crisis económica en Europa que produjo una demora en el traslado del Centro Cultural de España en Buenos Aires al predio y su subsiguiente ocupación por fa-milias con un viejo reclamo al Go-bierno de la Ciudad.

Es triste que un lugar que alguna vez albergó, protegió y curó a ni-ños sin padres, hoy navegue a la deriva de una confusión legal sobre a quién le pertenecen sus dominios y sobre quién debe ocuparse de su conservación. Es triste también que un edificio de semejante valor histórico como el antiguo Patronato de la Infancia, siga degradán-dose a causa de la espera de resolución de estos conflictos. Lo que el debate que actualmente rodea al “ex Padelai” demuestra es que los problemas pasados que no fueron resueltos en su momento vuelven a aparecer. Visto de otra manera, que la resolución del conflicto ac-tual se basa primero en reconocer y entender esta historia.

Valor social, valor patrimonial, valor cultural.

El edificio que perteneció al Patronato de la Infancia, conocido para muchos como el “ex Padelai”, tiene un importante significado social en la historia de Buenos Aires. Hacia 1890 el movimiento higienista, apresurado por las plagas de fiebre amarilla y de cólera que acecharon Buenos Aires, motivó la erección de infraestructura hospitalaria. Era una época en que la ciudad se veía modificada por la recepción de grandes oleadas inmigratorias y con ellos el hacinamiento y la promiscuidad de los conventillos.

Bajo este panorama surge el Patronato de la Infancia, gracias a una institución de beneficencia que intentaba dar protección, ayuda y un hogar digno a los niños desamparados. Un logro del Patronato es haber sido la primera institución benéfica que patrocinó el dictado de normas jurídicas adecuadas para la protección de los menores.

Si bien en la actualidad el edificio del ex Padelai presenta cierto estado de degradación, es para nosotros, los vecinos de la cuidad, parte de nuestro patrimonio arquitectónico tangible.

El predio perteneció al complejo de edificios que integraban la “Man-zana de la Residencia”, fundada por los padres jesuitas, donde se en-contraban: la Casa de Ejercicios Espirituales, el Hospital de Hombres, la Cárcel de Mujeres, y la Iglesia de Nuestra Belén, conocida como iglesia de San Pedro Telmo. En el predio del Patronato funcionaba un lavadero municipal. Contaba con dispensario de lactantes y consultorios médicos con quirófano.

El edificio sobre Humberto Primo es atribuido al arquitecto Juan An-

tonio Buschiazzo, quien construyera además el Mercado de San Tel-mo en 1897. A él se le atribuyen también el Asilo y Dispensario “Manuel A. Aguirre” edificado en Balcarce 1119. En 1913 se construye el pasaje

subterráneo que atraviesa la calle Balcarce, a la altura de 1100, uniendo la Escuela de Artes y Oficios con sus talleres. Muchos vecinos antiguos del barrio todavía recuerdan ver los niños del orfanato en sus uniformes grises, o haber ido a la clínica que atendía los niños del barrio.

En búsqueda de una vivienda digna

El Patronato funcionó en esta sede hasta 1978, cuando fue expropiado por parte del gobierno militar. Entonces, el edificio se vio abandonado por varios años y luego, a partir de 1984, ocupado por familias de bajos recursos que buscaban en el enorme predio vacío una respuesta a su falta de vivienda.

A fines de 1991, y en un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad bajo la intendencia de Carlos Grosso, las familias del ex Padelai formaron la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Limita-da. El Gobierno de la Ciudad les entregó el título de propiedad por el 70 por ciento del inmueble, para que –por intermedio de apoyo estatal y colaboración de las familias– se construyan allí viviendas (del restante, 25% era destinado a equipamiento comercial y el 5% a equipamiento comunitario). Pero las obligaciones de este contrato no se cumplieron y en 1996 las familias hicieron una demanda al Gobierno de la Ciudad para un traslado a otra vivienda adecuada. En el año 2000, censo por

medio, el Gobierno de la Ciudad otorgó a las familias subsidios y créditos a pa-gar en 15 a 20 años sin interés, con la condición de que renunciaran a cual-quier futuro reclamo sobre el predio. Algunas familias aceptaron la oferta, mientras otros se negaron, pidiendo “escritura por escritura”, es decir: una vivienda asegurada a cambio de irse. A principios de 2003, bajo la intendencia de Aníbal Ibarra y con el argumento de peligro estructural, desalojaron a las familias que quedaron en el predio en uno de los operativos policiales más controvertidas de esa época.

Desde agosto pasado, representantes de las familias que antiguamente hab-itaron el predio y que conforman la Co-operativa de Vivienda, Crédito y Consu-mo San Telmo Limitada, permanecen acampando sobre la calle Balcarce al 1100. Según Carlos Vargas, el presi-dente de la cooperativa, “estamos pidiendo viviendas dignas a cambio del 70% de la propiedad que es legal-

mente nuestra”.

En conversación con ellos, se pone en evidencia que la herida del desa-lojo y los acuerdos previos que no se cumplieron sigue abierta. También explica, por lo menos en parte, la dificultad de seguir adelante con un proyecto para este espacio, habiendo tanto todavía irresuelto por detrás.

Uno de los vocales de la cooperativa, Manuel Aguilar, recuerda con gran indignación: “Nos dijeron que el edificio se iba a venir abajo. Con la excusa de que nos estaban haciendo un favor, nos echaron”.

Noemí Mealla, de 41 años y madre de cuatro hijos, recuerda que: “cuando nos desalojaron éramos 8 en mi familia. Nos sacaron como si fuéramos ladrones… no importaba si había niños, mujeres embaraza-das, nada… Yo soy de Jujuy y mis hermanas a raíz de esta situación se volvieron a la provincia…”.

Leonardo Zelnick, que hoy tiene 30 años pero en aquel momento tenía alrededor de cinco, dice: “Psicológicamente vivimos muy mal el desalojo, porque no fue pacífico sino que hubo una gran represión, con balas de gomas, gases lacrimógenos…”.

Después del desalojo el predio permaneció vacío y abandonado du-rante seis años hasta que el Gobierno de Mauricio Macri gestionó un proyecto para expropiar la propiedad y prestarlo por 30 años al Gobi-erno de España a cambio de su restauración y puesta en valor. La ley de expropiación del inmueble que fue aprobada por la Legislatura en 2009 estableció que el predio volvería a manos del Estado mediante una in-demnización de $12.000.000 que se la destinaría a la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Limitada. El dinero fue deposi-tado en un fondo judicial en el Banco Ciudad a nombre de la cooperativa (cuya existencia algunos estimaban seguía únicamente en nombre, sin los papeles vigentes).

El pasado 7 de mayo, un grupo de integrantes de la cooperativa se presentó en el predio y acampó en el patio central. Llegó el embajador de España a mediar la situación y se armó una mesa de negociación, de la cual participaron Omar Abboud (director del Instituto de la Vivienda – IVC), el doctor García (IVC) y el

p. 3Conflicto sobre el ex Padelai

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Páginas 2 y 3: integrantes de la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Con-sumo San Telmo Ltda., acampados frente al ex Padelai. Fotos: Kala.

¿Centro cultural o conflicto social?El histórico debate sobre el ex Padelai continúa

“Estamos pidiendo viviendas dignas a cam-bio del 70% de la propiedad que es legal-

mente nuestra”. –Carlos Vargas

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El Sol de San Telmop. 4Conflicto sobre el ex Padelai

procurador Ramiro Monner (Pro-curación General de la CABA). Las familias se marcharon ese mismo día, luego de obtener por parte de los fun-cionarios porteños el compromiso ver-bal de tratar el asunto si la cooperativa producía una certificación del INAES (Instituto Nacional de Asociativ-ismo y Economía Social) que avale su vigencia.

En el mes de julio presentaron una co-pia certificada del registro de la matric-ulación de la cooperativa en el INAES, como así también el aval de la escritura. Pero la respuesta del Gobierno era que faltaba la documentación completa del organismo, aunque la cooperativa afirma que “los papeles se perdieron” dentro del mismo INAES. En lo concreto, hasta hoy no lograron obtener respues-ta a su pedido de buscar una solución habitacional para las familias inscriptas en la cooperativa.

Todos coinciden en que su reclamo se basa en obtener una vivienda y no el dinero. Según Vargas: “Nos moles-ta que desde el Gobierno lo único que nos dicen es que tienen el dinero. Pero no necesitamos dinero, necesitamos la vivienda para nuestras fa-milias. Si disponen del dinero, que nos compren la vivienda pero que nos la den con una escritura en la mano”. El presidente aclara que aún la cifra de 12 millones de pesos no es suficiente para resolver la situación habitacional de las 120 familias que hoy integran la cooperativa.

Como los integrantes de la cooperativa, que según Vargas “no tienen ningún problema con España ni con que ellos estén aquí”, la mayoría consideran que este lío legal es el resultado de la falta de responsabili-dad de parte del Gobierno de la Ciudad durante las distintas adminis-traciones que trataron el predio.

“Esto pasa porque el gobierno no hizo las cosas bien de entrada”, opina Pablo Ortíz, presidente de la Asociación de Amigos de la Plaza Dorrego. “Por haber sacado la gente con violencia en el desalojo, el lu-gar quedó manchado. No nos olvidemos que la ocupación del ex Padelai fue terrible para el barrio, era un lugar muy oscuro por el cual ni se podía pasar por la puerta. Pero había que tener una política de asistencia so-cial mucha más humanista y más profunda, no simplemente esa idea de que te los saques de encima dándoles un dinero. Me gustaría que el Gobierno de la Ciudad convocara a la gente que está acampada y que solucione el problema una vez por todas”.

“Es responsabilidad del Estado de la ciudad solucionar los conflictos pendientes”, dice Edio Bassi, titular de la librería Fedro y la re-vista zonal TELMA. “Pero sospecho que el Estado español tiene la ex-cusa ideal para retirase del proyecto por problemas presupuestarios de origen, debido a la crisis europea.”

Crisis, acuerdos y desacuerdos

Inmediatamente después de que la Legislatura aprobó la expropiación del inmueble en 2009, el Gobierno de la Cuidad firmó un convenio con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el De-

sarrollo (AECID), a quien cedió el uso del predio y sus casi 6.000 m2 in comodato por 30 años a cambio de que desarrolle allí su centro cultural. En el momento del convenio, ambos lados se mostraron entusiasma-dos con el proyecto, que contemplaba –además de la recuperación y puesta en valor del inmueble patrimonial– la inclusión de un Centro de Interpretación del Casco Histórico de 400 m2, una sala de cine, jardines y baños públicos y la intensa programación de actividades por la cual el CCEBA es conocido en el circuito cultural de la Ciudad.

Lo que no se contempló fue la crisis europea, que obligó al gobierno es-pañol a recortar gastos y por ende a limitar las condiciones en el llamado a concurso de anteproyectos para la refuncionalización del inmueble.

Originalmente, el gobierno porteño anunció que la AECID gestionaría los concursos y procesos necesarios para la restauración de los inmuebles y la ad-ecuación del espacio en coordinación con la Subsecretaría de Patrimonio Cultural y la Sociedad Central de Arquitectos (SCA). Entonces se generó una controversia cuando el gobierno es-pañol comunicó que tomaría un “servicio de arquitectura” en vez de convocar el concurso de anteproyectos según la nor-mativa argentina.

“En principio, la idea era hacer un con-curso con la participación de la Socie-dad Central de Arquitectos. Pero como consecuencia de la crisis económica que afecta a España, el gobierno decidió convocar a un contrato de servicios de arquitectura, de manera de garantizar la continuidad del proyecto”, dijo Ricardo Ramón Jarne, director del CCEBA a Página/12 en agosto. “De acuerdo con la legislación española, la convocatoria y la selección deben quedar en manos de

técnicos del Estado español, de manera que excluye la intervención de cualquier asociación privada”. Aclaró que “se trata de una inversión de entre 7 y 8 millones de euros, dinero público de España. Por la crisis, se han caído todos los proyectos de la Agencia de Cooperación en América latina, salvo éste”

Sin embargo, la SCA decidió rechazar las condiciones del concurso y en una carta del 12 de julio dirigida a la Federación Argentina de En-tidades de Arquitectos (FADEA), el presidente de la sociedad Arq. Enrique García Espil, recomendó que ambas entidades no participen en el concurso:

“Las presentaciones carecen de anonimato, se priorizan los anteced-entes y el precio, …no hay elección de Jurados en representación de los participantes, sino que las presentaciones son evaluadas solamente por representantes de los Organismos Públicos, se ha fijado un plazo excesivamente corto para la presentación de los trabajos. …Todo esto, sin que exista ninguna participación de profesionales locales en la elaboración de las Bases, ni en la evaluación de los proyectos. Por todo esto, esta Sociedad Central de Arquitectos considera que el Llamado no ofrece garantías de fallo ecuánime para los participantes”.

Aunque la FADEA y la SCA no participaron en el concurso, el Arq. Luis Grossman, director del Casco Histórico porteño dijo: “Se presentaron más de 40 propuestas, lo que no es poca cosa. Entre ellas, algunas eran ar-gentinas y me han dicho que hay nombres conocidos entre los autores”.

Grossman, quien es socio vitalicio de la SCA institución a la que pertenece y respeta, intenta comprender la postura de la AECID: “En este momento el gobierno de España está restringiendo mucho las inversiones fuera del país por la crisis que está vi-

“Se trata de una inversión de entre 7 y 8 mil-lones de euros, dinero público de España. Por la crisis, se han caído todos los proyectos de

la Agencia de Cooperación en América latina, salvo éste”. –Ricardo Ramón Jarne

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La inauguración de la primera exposición que realizó el CCEBA en el predio, en abril de 2010. Foto: Lisandro Gallo.

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Page 5: El Sol de San Telmo #27

octubre 2011 Número 27p. 5

Conflicto sobre el ex Padelai

viendo. No obstante ello, lo acordado para realizar el CCEBA se mantuvo vigente. Pero para mantener esa cifra, Ricardo Ramón Jarne tenía que hacer el concurso (de anteproyectos) según las normas europeas. Era una consigna inamovible. La decisión de Jarne fue ajustarse a ello”.

“Creo –continúa– que lo actuado comporta una respuesta adecuada y muy conveniente para ese predio y ese barrio. Lograr, sin necesidad de inversión alguna, instalar un centro cultural de alto nivel en un vecin-dario que lo amerita y contar con un centro de atracción de alcance met-ropolitano, es un objetivo que se espera desde hace años”.

Entre la espada y la pared

Presionado entre la crisis económica europea y el conflicto legal sobre el predio, el CCEBA como proyecto cultural en la zona está esencialmente parado. Desde afuera, el predio parece tan muerto como estaba dos años atrás, salvo algunos agregados como los carteles de reclamo de la cooperativa e instalaciones gráficas en las paredes y las ventanas.

Para Manuel Aguilar, uno de los integrantes de la cooperativa, “no hicieron nada más que darle una lavada de cara. Agregaron algunos baños químicos, hicieron arreglos menores y cortaron el pasto…hasta las ventanas están con las mismas maderas que dejamos”.

Las demoras en las obras han producido una impresión generalizada de que el lugar nunca llegó a funcionar, a pesar de que se hayan realizado más de 100 actividades ahí desde abril de 2010 incluyendo obras de teatro, muestras de arte, charlas y presentaciones (desde que el acampe se instaló en agosto, se trasladaran las actividades a sus sedes de la calle Florida y Paraná).

Para contrarrestar a las miradas dudosas, durante una actividad insti-

tucional el septiembre pasado, Jarne mismo aclaró: “Ese centro cultural nos costará 9 millones de euros de obra y 1.2 millones en actividades al año, todas ellas gratuitas para el público. …Cuando llegamos en 2009 el Padelai estaba en ruinas, para poder garantizar unas condiciones de seguridad óptimas en su interior hemos tenido que sacar toneladas y toneladas de escombros e invertir otros 800.000 euros en el reforzamiento de estructuras”.

Pero si bien el CCEBA abrió sus puertas al público, fue prin-cipalmente el circuito de cultura y arte que se enteró y no el vecindario mismo.

Fernando Giesso, titular de la inmobiliaria Giesso e hijo del celebrado arquitecto y promotor cultural de San Telmo Osvaldo Giesso, opina: “En líneas generales la idea del centro cultural me parece bien. Creo que enriquecería a San Telmo, que es un barrio fundacional de la Ciudad y algo tiene que ver con España históricamente. Por otro lado, no vi que el CCEBA hizo mucho para insertarse en el barrio salvo el proyecto San Telmo Recuerda…nunca vi nada ahí, tampoco un plan o un proyecto de lo que iban a hacer. Parecería que las actividades fueron más orien-tados hacia la gente joven, pero la verdad es que nunca me enteré”.

“El proyecto me parece correcto, aunque está bastante de-morado” comenta Ortíz. “Creo que es una solución viable

para el espacio, siempre y cuando se haga un desarrollo que termine en un centro cultural que es de la jerarquía del espacio y de los vecinos también”.

Reflejando la visión del Gobierno de la Ciudad, Grossman opina que la consolidación de un centro cultural en el ex Padelai podría conformar un polo cultural junto con el MAMBA (Museo de Arte Moderno de Bue-nos Aires), en San Juan y Defensa y el paseo comercial “Feria del Sur” proyectado para el bajoautopista entre Bolívar y Balcarce (ver nota p. 8). “Entre estos tres proyectos se generará una sinergia muy positiva”, comentó al respecto.

Para muchos vecinos, el ex Padelai sigue siendo un signo de pregunta, un lugar más concretamente vinculado a su historia social (la ocupación y desalojo) que a las incursiones recientes del CCEBA. Aunque en general las opiniones tiran a favor del proyecto cultural, el público local no llegó a sentir su presencia ni a conocer su visión institucional. Como bien dice Bassi, “el barrio no quiere que el predio quede abandonado, pero todavía no conoce el proyecto del centro cultural ya que no lo vio funcionar”.

Desde la cooperativa, Vargas también aclara que “el problema no lo ten-emos con los españoles, es con el Gobierno de la Ciudad. No tenemos nada contra España, aunque sí nos gustaría ver que desarrollen activi-dades ahí adentro y hasta ahora el centro cultural ha hecho muy poco”.

Apretado entre el gobierno porteño, los reclamos de la cooperativa y el estado español, Jarne se mostró frustrado y desalentado. Al pedido de un comentario para esta nota, respondió: “Yo no me puedo manifestar, lo ideal es que el barrio diga lo que quiere…hasta que no se resuelva el conflicto yo no puedo hablar”.

Más del 14% de la población de la Comuna 1 vive en villas

Según el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, realizado en octubre del año pasado, 14,3% de la población de la Comuna 1 vive en las villas 31 y 31 bis de Retiro y en la villa Rodrigo Bueno de la Reserva Ecológica. Las villas y asentamientos de la Capital se concentran en 4 de las 15 comunas en las que está dividido el distrito: las dos que conforman la zona sur (la 4 y la 8), la 7 (Flores y Parque Chacabuco) y la 1, que agrupa los barrios de Constitución, Montserrat, Puerto Madero, Re-tiro, San Nicolás y San Telmo.Donde hay más porcentaje de personas que viven en villas en Capital Federal es en la Comuna 8, que abarca los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati. Las cifras indican que las personas que residen en villas representan 32,9% de las 184.703 personas que viven en esa jurisdicción. En segundo lugar está la Comuna 4, que abarca Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios, donde el 16,3% de sus habitantes vive en villas.Los datos fueron difundidos por la Dirección General de Estadística y Censos porteña. Respecto de la población total del distrito, las vi-llas y asentamientos representan casi el 6 por ciento de los 2.890.151 habitantes de la Capital.Según el censo de 1991, las personas que vivían en villas habían aumentado 54,4%, sumando 52.608. La siguiente década el cre-cimiento fue del 104,2%. De acuerdo al Censo del 2001, 107.422 personas residían en asentamientos, mientras que el año pasado se censaron 163.587 personas, es decir, 52,3% más que 2001.A pesar del aumento de población de las villas, la superfi-cie que ocupan no creció sustancialmente. En 1962 ocupaban 146,5 hectáreas; en 1980, 246,5 hectáreas; en 2001 292,7 hectá-reas, y en 2010, 259,9 hectáreas. “En los últimos 30 años no creció en superficie sino que crecieron en altura. No hay más terrenos, salvo cuando se hace una ocupación ilegal al costado de las vías del ferrocarril, por ejemplo”, indicó Nora Zuloaga, subdirectora general de Estadística Sociodemográfica.El número de villas y asentamientos se mantiene igual que en 1962. En aquel entonces eran 30, al igual que las que se registraron en el último censo. Sin embargo, no son las mismas. Varias han desapare-cido, como las villas 7, 8, 9, 10 y 12, entre otras por regularizaciones dominiales. Mientras que han aparecido nuevas, como Los Piletones o Rodrigo Bueno.La Comuna 1 es la que más creció en los últimos diez años, según las cifras definitivas del Censo. El relevamiento determinó que aumentó casi un 20% la población de la comuna, pasando de 171.975 a 205.886 habitantes. En esta curva ascendente influyó principalmente el aumento de propiedades en Puerto Madero, como así también la consolidación de San Telmo como polo turístico y gastronómico.

—Nota publicada originalmente en el periódico zonal En San Telmo y Sus Alrededores, www.ensantelmo.com.ar

Carlos Vargas, presidente de la cooperativa. Foto: Kala.

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El Sol de San Telmo

Texto y fotos por Geraldine Brezca

Buscando un espacio para dar clases de yoga en San Telmo, llegué a un gimnasio de boxeo en la calle Piedras entre Garay y Cochabamba. Toda-vía sin saber con quien me iba a encontrar, en los primeros 5 minutos de charla con el encargado, me develó su identidad: Jorge Di Cicca, mejor conocido como EL CABALLERO ROJO, cosa que cambió, totalmente, mi manera de ver el lugar y de interactuar con él.

Me llevó a viajar en el tiempo, a los domingos de mi infancia en la casa de mis tíos Perla y Ricardo donde, gracias a sus hijos y los otros varones de la familia, el dial siempre se clavaba en Titanes en el Ring. Para los que no lo conocieron, era el programa de televisión de lucha libre crea-do por Martín Karadagián, que se presentaba, entre 1962 y 1988, en el Canal 9.

Mientras transcribo esta nota, pienso que nunca me hubiera imaginado estar escribiendo sobre el Caballero Rojo. Pero debido a mi pasión por la línea delgada entre la realidad y la ficción, me vi atraída por este per-sonaje y su historia.

Al principio del encuentro intenté hacer un paralelismo con la canción del Caballero Rojo y la persona detrás de la máscara. Pero al cantarla,

Jorge no recordaba bien la letra. Mientras trataba de convencer a dos de sus alumnos del gimnasio a que lo acompañaran, (sin éxito) uno de ellos sacó el celular y dijo, “Ponete al lado de la chica, que te saco una foto para tu Facebook”.

Hace 31 años que vive en San Telmo, el lugar que eligió para venirse

a vivir con su madre, a quien cuidó hasta sus últimos días. Hoy es su barrio, donde todos sus vecinos lo conocen y lo saludan, pero cuando sugerí que habláramos de San Telmo, me contestó: “No podría hablar de San Telmo sin antes hablar de La Boca”. Ahí me contó que es hijo

de padres italianos, quienes llegaron después de la guerra, trabajaron duro y tuvieron tres hijos. Jorge es puro corazón cuando habla de sus hijos, padres y hermanos y lo importante que son para él y fue a partir de ahí que se empezó a dibujar ese superhéroe al que originalmente fui en busca.

Como todo buen tano, Jorge es un gran valorador de la familia y habla de la importancia de cuidar a los mayores: “Ellos nos cuidaron, nos edu-caron, nos dieron de comer. ¿Cómo uno los va a mandar a esos centros para que otros los cuiden?”

Cuenta que su hermano lo introdujo al Catch (el estilo de lucha libre que se popularizó en Titanes) y le presentó a Martín Karadagián, quien enseguida lo aceptó, y quien además estuvo abierto a los personajes que Jorge proponía interpretar. Explica que fue al conectarse con su parte artística que decidió cómo quería interpretar a los personajes. Por ejemplo, cómo se agazapaba el Leopardo para llegar al ring.

“Cuando estamos frente a las cámaras, tenemos que demostrar que so-mos verdaderos artistas. Yo les recomiendo a todos los chicos y a toda la gente, que haga lucha deportiva, porque eso no es violencia. No se permite la violencia porque hay un reglamento. Es

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Quiénes somos: el Caballero Rojo

“Nosotros te hacemos llorar, reír ... y siem-pre sin hablar, solamente con los gestos. Te enseña a ser un buen artista. No cualquiera

lo puede hacer”. –Jorge Di Cicca

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Superhéroe de San Telmo: el Caballero RojoUna charla con el hombre detrás de la máscara, Jorge Di Cicca: “Mi maestro fui yo mismo”

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El Caballero Rojo/la Gran Mateada Barrial

aprender un deporte donde no se lastima, donde el beneficio es para cada uno. La lucha Catch es una especie de circo; como un acróbata en el ring, demostrás cosas que no puede hacer otro. No se trata de ha-blar, sino de demostrar con tu propio cuerpo: podés hacer llorar o reír al público, o hacer unas tomas esplendidas y que te aplaudan. Es como Carlitos Chaplin…el tipo te hacía llorar, reír y siempre sin hablar. Esto es lo mismo. Nosotros te hacemos llorar, reír y siempre sin hablar. Sola-mente con los gestos. Te enseña a ser un buen artista. No cualquiera lo puede hacer”.

El encuentro cambió de tono cuando Jorge se puso la mascara del Caballero Rojo. Ahí sentí que me hablaba el personaje que él había encarnado por tantos años. Un per-sonaje, me informó, que es conocido in-ternacionalmente, gracias a sus viajes por Europa y las Américas.

Además del Caballero Rojo, Jorge inter-pretó a: El Cid Campeador, El Hombre Vegetal, El Leopardo y Drink-C, en-tre otros. Pero al final de esta secuencia colorida de personajes, dice que el que mas le gusta encarnar es el de Jorge Di Cicca. Y lo podemos ver en una lucha sin mascara contra Chicho de Catanzaro, en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=87Zf4pMAqBY.

Me contó que coleccionistas preservan el fenómeno cultural de Titanes

en una variedad de objetos, desde figuritas, álbumes, trajes, afiches y hasta los muñequitos de los Titanes del chocolatín Jack.

Recordando los muñequitos Jack, llegué a una analogía con lo que re-presenta San Telmo para mí: un lugar que todavía preserva la belleza del pasado, donde hay un sentimiento y un valor de lo antiguo…sen-sación que también me trae este encuentro.

Jorge Di Cicca, campeón de lucha libre en Argentina por 10 años consec-utivos, quien representó al país en los Jue-gos Olímpicos, es un hombre dedicado a la gimnasia y siempre andaba por lugares donde se practicaba el deporte. “Mente sana corpori sano” es la lema que pronun-cia al hablar de su dedicación a la salud.

En el gimnasio hay bolsas de boxeo, cuadros con fotos de Titanes en el Ring y afiches de boxeo, lo que, a mi parecer, lo hace un sitio superPop. Para los que también quieran conocerlo en persona, el próximo 16 de diciembre por la tarde ahí se llevará a cabo una exhibición de boxeo mezclado con lu-cha, con algunos luchadores antiguos de Titanes en el Ring, como Oscar de Meli, mejor conocido como la Momia blanca, el Caballero Rojo y otros nuevos a quien Jorge mismo entrena, transmitiendo a la nueva

generación su sabiduría de Titán.

Consultas: Tel.: 4300-2001

La Gran Mateada Barrial e inauguración de la muestra

fotográfica San Telmo RecuerdaSábado 26 de noviembre, de 15 a 20, Plaza Dorrego

¡Vengan con sus termos y buenda onda!

Convocamos a los vecinos de San Telmo a juntarse en la Plaza Dorre-go, espacio cívico e histórico del barrio, para conocerse mediante la costumbre popular y tradicional de compartir un mate al atardecer. Hoy hay cada vez menos espacios para el encuentro vecinal: informal, abierto y al aire libre. La Gran Mateada Barrial es una propuesta para revivir estos valores, una ocasión para juntarse en el espíritu íntimo y barrial que le hace de San Telmo “un pueblo chico en la gran ciudad”.

Sobre la muestra fotográfica

Este año se celebrará la inauguración de la muestra de San Telmo Recuerda, un proyecto colaborativo para rescatar y registrar la memoria fotográfica del barrio. Lanzado en 2010 con más de una decena de entidades zonales, San Telmo Recuerda invita a los vecinos del Casco Histórico a compartir sus fotografías del barrio del año 2000 y anteriores. Las imágenes son escaneadas e incorporadas en un archivo digital para preservar este patrimonio cultural. Luego de la Mateada Barrial, esta muestra circulará por distintos espacios culturales de la zona. www.santelmorecuerda.blogspot.com

¿Podés ayudar? Buscamos:

Músicos, poetas, artistas, titiriteros, mimos, payasos, magos, dona-ciones de yerba, facturas y bizcochitos, regalos para sortear, volun-tarios e impresión de las fotografías y/o folletería.

Contactar a: [email protected], 15 5374-1959.

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El Sol de San Telmop. 8Foro abierto: Feria del Sur

Un nuevo proyecto para desarrollar el bajo autopista genera debateLos autores de la Recova de Posadas proponen un paseo peatonal y comercial entre Balcarce y Bolívar

Por Catherine Mariko Black

Este año, un proyecto de gran envergadura para el desarrollo del bajo autopista entre las calles Balcarce y Bolívar empezó a circular por la Legislatura porteña. “Feria del Sur” contempla la construcción de unos 16.000 m2 para uso comercial/social/gastronómico y unos 6.400 m2 de cocheras debajo de la autopista 25 de Mayo, con la pro-puesta de “reconstruir la unidad del barrio por medio de un recorrido peatonal con actividades culturales, comunitarias y comerciales”, según su presentación arquitectónica.

Mientras se trataba el proyecto en distintas comisiones de la Leg-islatura, representantes del grupo de empresas constructoras que están formulando el proyecto empezaron a buscar la opinión de los vecinos mediante reuniones privadas con individuos e instituciones barriales.

Sobre el proyecto

CRIBA s.a., Servente s.a., Constructora Lanusse s.a. y Crivelli Construc-ciones s.a. conforman el grupo empresarial detrás de Feria del Sur, siendo el mismo grupo que desarrolló la “Recova de Posadas”, un conjunto comercial de alta gama que incluye una estación de servicio, varios restaurantes y un estacionamiento de autos debajo de la Avenida 9 de Julio en su terminación con la Avenida Libertador.

Feria del Sur fue presentado ante la Comisión de Evaluación y Desar-rollo de Iniciativas Privadas del Gobierno de la Ciudad de Bue-nos Aires en 2008, siendo éste un régimen que permite que iniciativas privadas puedan ser propuestas y desarrolladas con el aval del Gobierno de la Ciudad (el Gobierno Nacional también tiene su equivalente). Una vez aprobada por la comisión y por el poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad, el proyecto se trata en la Legislatura porteña y en una audiencia pública. Si logra ser aprobado, el Ministerio de Desarrollo Urbano abre una la licitación de obras o un concurso de proyectos dentro del cual el autor original tendría una ventaja de 5% por encima de los otros postulantes.

En este caso, el grupo empresarial invertiría unos $15 millones de dólares para realizar el proyecto a cambio de poder explotar los locales comerciales del proyecto por 20 años. Pero como proyecto de interés público, en un espacio urbano que pertenece al Estado, la propuesta de Feria del Sur, según Eduardo Serventes, uno de los titulares del grupo, es “curar las heridas producidas por la autopista 25 de Mayo y unir dos sectores del barrio que hoy están separados por un lugar in-hóspito, feo y de difícil paso”.

En lo concreto, Feria del Sur contempla un paseo comercial cubierto a lo largo del trayecto de la autopista entre Bolívar y Balcarce (con estacionamiento para 266 cocheras entre Balcarce y Paseo Colón). El paseo central, con cielorrasos artísticamente intervenidos con la colaboración del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, será acompañado por locales comerciales. En los planos arquitectónicos figuran murales y soportes para graffitis en las medianeras externas, un hotel boutique sobre la calle Cochabamba y dos patios internos en cada

punto: uno de esculturas y otro de artes gráficas, ambos con lugares de esparcimiento, vegetación y hasta una fuente.

Hasta aquí, parece un paseo comercial como otros que ya existen en la Ciudad (y la Recova misma), pero el proyecto también propone una serie de usos para la comunidad, incluyendo: un anfiteatro y sala de usos múltiples para actividades sociales “convenidas con el Ministerio de Cultura de la Ciudad y con asociaciones vecinales”, el acondiciona-miento de las instalaciones del Club San Telmo y de la Asociación Civil Parque Telmo, un jardín materno-infantil y la construcción de una nueva delegación para los Bomberos Voluntarios en frente a su cuartel actual, el cual estaría desplazado por el proyecto tal como está planteado.

Comunicación y confianza

Serventes, el representante del proyecto que ha sido más activo en su difusión local, comenta: “Nunca un proyecto de esta envergadura, que influye en la vida de los vecinos, puede tener éxito si no se logra un consenso anterior con ellos. La inversión proyectada es importante, por lo que en estos casos se busca tener la mínima seguridad que no se va a un fracaso; entonces se transforma de vital importancia la opinión de quienes lo van a vivir en el futuro”.

Según Serventes, se presentó el proyecto a más de 30 representantes de intereses sociales, públicos y barriales a lo largo de un año. Dice que la decisión de convocar estas reuniones informativas era en parte porque “el Gobierno de la Ciudad había tenido hacía poco tiempo una mala ex-periencia en el barrio justamente por cometer el error de no consultar a los vecinos y tratar de imponer un proyecto sin escuchar al principal implicado”.

Pero agrega que también fue por experiencia previa: “En el proyecto de la Recova, se hizo una asociación de vecinos la cual tuvo terrible geren-cia en el proyecto. Fue casi contemporánea una cosa y la otra. Cuando se abrió un lugar para la autopista en esa zona, los vecinos empezaron a quejarse y a juntarse para ver la solución. En forma contemporánea surgió nuestro proyecto y los dos se desarrollaron en conjunto”.

A través de sus conversaciones con gente local, dice que casi todos los entrevistados compartieron algunas temáticas en común: “Respecto al proyecto en forma genérica y general, todos eran muy conscientes de que la autopista había causado un daño urbanístico en San Telmo, efectivamente cortando el barrio en dos. Se había desarrollado más la

zona cercana a la Plaza Dorrego y el sector hacia el Parque Lezama se había quedado estancado. Otro tema que mencionaron muchos era la iluminación y seguridad en la zona inmediata de la autopista como algo que nosotros podríamos mejorar”.

Respecto a las inquietudes: “Más allá de las necesidades particulares a cada grupo, aprendimos que al vecino le gusta su barrio de San Telmo y no quiere verlo transformado en otro tipo de barrio, no quiere que se Palermice. Arquitectónicamente no queremos tener contraste con el barrio, pero justamente ahí no hay edificios históricos porque fueron destruidos. Entendemos que si hacemos algo que es más al estilo de Barrio Norte vamos a perder nuestro público, entonces hacer algo que no corresponde es perder el éxito comercial. Al contrario, vamos a tener que cuidar que el proyecto tenga una arquitectura y un diseño lo más cerca de lo que es San Telmo y no una mala imitación.

“Justamente uno de las interrogantes que plantearon más que uno era ‘¿esto va ser un Shopping?’ pero mi respuesta es no, esto no va a ser un cubo cerrado sino un paseo abierto que tenga varias entradas lat-erales; va a ser un paseo peatonal donde hay distintos comercios pero también distintas áreas de esparcimiento y encuentro donde el vecino puede sentirse cómodo…lo que tratamos de buscar es que el vecino de alguna manera encuentre en este proyecto un lugar más de su barrio donde puede estar”.

Pero Serventes aclara que el proyecto no apunta solamente al vecino. “Originalmente lo que propusimos era un paseo totalmente comercial para unir los dos San Telmos separados por la autopista. Pero lo que nos enseñó los intercambios con los vecinos es que, para tener éxito, vamos a tener que satisfacer a tres públicos diferentes: el vecino de San Telmo, el porteño de otros barrios y el turista. En el proyecto inicial todo eso no se tenía en cuenta. Nos dimos cuenta que esto no pude ser simple-mente una cuestión de traer comercios y restaurantes de afuera sino que su éxito será en la medida en que el vecino lo sienta como lugar propio, y el vecino tiene necesidades muy particulares”.

Necesidades locales

Si bien la mayoría del barrio todavía no está informada sobre el proyec-to, El Sol de San Telmo habló con varias personas que lo conocieron a través de estas reuniones previas. Como bien dice Serventes, la reacción general a la idea de mejorar el bajo autopista como proyecto urbanístico en sí, es positiva. Todos reconocen que es un espacio “desaprovechado”, “lúgubre”, “muerto”, “inseguro”, “sucio”, etc. y que el Estado no se ha ocu-pado de mejorarlo. De ahí empiezan a explayarse diversas opiniones so-bre cuál sería la mejor manera de aprovechar este espacio.

Alicia Vásquez, presidenta de los Bomberos Voluntarios de San Telmo y Puerto Madero, dice: “Estoy de acuerdo con el proyecto en general porque creo que le va a dar vida a un espacio que hoy está desaprovechado. Lo que sí me parece que habría que ver es qué ven-tajas, además de que esté lindo, qué les den a los vecinos, qué ben-eficios tiene como valor agregado, teniendo en cuenta que es un es-pacio público”. Siendo una de las entidades que el proyecto contempla trasladar, Vázquez aclara que “el cuartel nuestro ya

“Para tener éxito, vamos a tener que satis-facer a tres públicos diferentes: el vecino de

San Telmo, el porteño de otros barrios y el turista”.–Eduardo Serventes

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Foro abierto: Feria del Sur

nos queda chico, pero los bomberos no nos vamos a mover hasta que tengamos un lugar mejor”.

Juventud y tercera edad

Elvira Milano, directora del jardín de infantes El Instituto In-tegral del Sud, a una cuadra de la autopista sobre la calle Defensa opina que: “En líneas generales me parece muy interesante porque le va a dar vida a ese lugar y lo del estacionamiento está bien porque no hay lugar donde guardar autos. Lo único que me parece importante es que, en vez de construir un jardín maternal, hagan algo para los ado-lescentes. La decisión de poner un maternal es terreno del Ministerio de Educación y yo creo que esa necesidad ya está cubierta. Pero hay otras que no, por ejemplo el tema de los adolescentes no está resuelto. No tienen un lugar donde encontrarse, están muchas veces en la calle misma, realmente necesitan un espacio propio”.

Milano también señala con preocupación las canchas del Polideporti-vo Martina Céspedes, debajo de la autopista entre Bolívar y Defensa, que hoy brindan un espacio de gimnasio a varias escuelas de la zona incluyendo la Normal 3, el Comercial 4 y la Secundario 27 (las tres de enfrente), el Otto Krause y la Juan M. de Pueyrredón. Según Serventes, el proyecto final se verá obligado a dar una solución a este uso (una idea era el acondicionamiento del Club San Telmo), pero todavía no está definido cuál sería la mejor manera de hacerlo.

Carlos Fernández Blanco, dirigente del Club San Telmo, dice que “el club está expandiendo sus actividades deportivas porque estamos realmente al límite. Ahora estamos construyendo un espacio para la práctica de deportes más grande que el que tenemos sobre la calle Perú, pero igual no podemos satisfacer toda la demanda. Nos hubiese gustado tal vez que ese primer tramo del terreno se destinara al club, pero por lo menos queremos conservar lo que tenemos”.

También opina que “todo lo que sea embellecer y mejorar el bajo au-topista –que es una intervención urbana que no forma parte de San Telmo y no es ni del espíritu, ni de la estética del barrio– me parece fan-tástico, en la medida que se limite al bajo autopista y que no se afecten las actividades actuales que están al beneficio de la comunidad”.

Manuel “Quique” Fernández, presidente de la República de San Telmo, señala la necesidad de incorporar espacios y actividades para la gente mayor. “En San Telmo tenemos una cantidad importante de gente mayor, y en los últimos años hemos perdido mucho espacio público que antes utilizaba el vecino. Pensamos que es importante tener más lugares seguros donde la gente pueda encontrarse, y les sugerimos una pileta comunitaria porque esa actividad física es una de

las más completas y beneficiosas para la gente mayor”.

Viabilidad económica

Pero más allá de las necesidades de este sector en particular, Fernández opina que el valor del proyecto podría derivar de “jerarquizar el bar-rio e integrarlo. Estamos intentando crecer el barrio. Necesitamos que el turista camine más—antes llegaba solamente hasta la calle Carlos Calvo, ahora puede llegar hasta el Parque Lezama. Buscamos que San Telmo se vaya integrando, ni siendo solamente para el turista ni sola-mente para el vecino”.

Juan Carlos Maugeri, presidente de la Asociación de Anticuarios

y Amigos de San Telmo comparte la idea de fortalecer el recorrido co-mercial y turístico del barrio. “Me parece bien que una entidad revitalize un punto oscuro en el recorrido entre el Parque Lezama y la Avenida De Mayo donde el Estado no hace nada. Pero para mi juicio la empresa va a tener que hacer un esfuerzo enorme para revitalizar ese espacio, que hasta ahora no se ha podido. Hoy todo el flujo de visitantes es desde la Plaza de Mayo hasta la Plaza Dorrego, y si el Gobierno no puede regu-lar el tema de los vendedores ambulantes me pregunto cómo lo van a hacer ellos”.

Edio Bassi, uno de los dueños de la librería Fedro y director comercial de la revista TELMA, refleja la duda sobre su viabilidad económica y su relevancia para el barrio: “Sabiendo que el actual Go-bierno de la Ciudad tiene como modalidad la concesión de espacios públicos para que el sector privado invierta y, al mismo tiempo, resolver como contrapartida algunas necesidades comunitarias, soy de la idea de negociar lo mejor posible para que se tengan en cuenta las necesi-dades de los habitantes de la zona.

“Mi sospecha es que si se tuviera en cuenta todas las necesidades el proyecto sería inviable, ya que las necesidades sociales y comunitarias son prioritarias y mayores a las económicas. Desde mi punto de vista de comerciante y conociendo la realidad económica de la zona, creo innecesaria la creación de un paseo de compras ya que naturalmente, por la dinámica del mercado, San Telmo está atravesando una etapa de fuerte presión comercial para instalarse como uno de los polos de con-sumo de la ciudad.

“Los espacios para locales comerciales que dispone la zona son muchos, están disponibles y no hacen falta más. Creo que hay que respetar esta dinámica porque de por sí es difícil para todos y no hay que forzar a San Telmo comercialmente.

“Mi sugerencia es que no hagan lo que no hace falta comercialmente sino que piensen en cómo pueden financiar la inversión teniendo en cuenta las verdaderas necesidades de la zona (además de las sociales, que no le van a aportar ganancias, pero que el Estado debería compen-sar). Estoy seguro que hacen falta estacionamientos, y que no vendría mal un sector de locales comerciales sobre las calles para mejorar el paso por debajo de la autopista…pero el resto parece estar demás.

“Uno de mis temores es la degradación del espacio, teniendo en cuenta que estamos en la zona Sur de la ciudad. No conozco cuáles son las garantías que ese lugar se vaya a mantener bien cuidado y seguro, teniendo en cuenta que el Estado todavía no pudo poner orden en el espacio público y viendo el descontrol del comercio informal de la calle Defensa. ¿Cómo será el espacio durante las noches o los días de menos circulación, por ejemplo? Tampoco sé si van a poder evitar que el espa-cio sea “tomado por manteros”.

Fernando Giesso, titular de la inmobiliaria Giesso que queda al lado de la autopista concuerda que hay una “terrible falta de estacio-namiento” y que el espacio hoy está desaprovechado, pero también cuestiona la lógica comercial proyectada. “Que haya negocios sobre las calles está bien, pero que no se generen espacios muertos. Meter toda una calle ahí adentro me parece medio insalubre o contranatural y temo que podría terminar siendo un lugar muerto”.

Coherencia con el entorno

El arquitecto Alberto Martínez, integrante de la agrupación vecinal San Telmo Recuerda, profundiza sobre la aparente tensión entre el éxito comercial y las necesidades locales: “Un proyecto inte-gral que genere áreas destinadas a actividades comunitarias, culturales y de esparcimiento físico y visual es algo loable y necesario. La cuestión es que seguramente no redundaría en beneficios

“Me parece que habría que ver qué ventajas, además de que esté lindo, qué

les den a los vecinos, qué beneficios tiene como valor agregado, teniendo en cuenta

que es un espacio público”.–Alicia Vázquez

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económicos, el objetivo que tiene que ver con el éxito de todo tipo de emprendimiento privado.

“Su diseño puede ser bien valorado, pero ajeno a nuestra escenografía; no se integra al perfil, escala y carácter barrial. No cabe duda que en su momento la traza de la autopista abrió una profunda herida en nuestra trama urbana, que no cicatriza ni se cura fácilmente.

“Los usos previstos para un emprendimiento en un barrio con fuerte identidad como el nuestro, no pasan por un paseo de compras con una función primaria comercial, que evidentemente apunta a incentivar la asistencia del turista a una zona hoy ya saturada de esta corriente, sin planificación que la ordene. Consecuentemente, no aporta práctica-mente nada, o muy poco, al mejoramiento y afianzamiento de la cali-dad de vida del vecino, de sus hábitos y sus costumbres.

“En realidad, este tipo de intervenciones propuestas por desarrolla-dores privados sin previo consenso vecinal y amparado en normas y dictámenes, se hace muy difícil de digerir. La crítica más destacada es que todo proyecto de esta envergadura requiere la participación de los involucrados para que transmitan sus necesidades e inquietudes. En este caso, el vecindario sería el indicado y no fue convocado, algo que en su momento le sugerimos a los proyectistas”.

Patricia Barral, también de San Telmo Recuerda, reflexiona sobre lo que define como una política de desarrollo social, cultural y económico para la zona Sur que no contempla la identidad y los valores de sus habitantes actuales: “La idea instalada de que con los vecinos de San Telmo no se puede hablar es una trampa tendiente a hacernos ver como retrógrados que no queremos el progreso. Pero deberíamos definir progreso. Queremos preservar y ese parece un concepto de difícil comprensión para la administración Macrista. La ironía, de cualquier modo, es que no queremos otra cosa que conversar. Ahora, si conversar es escuchar y asentir sin discutir, entonces sí, tienen razón. Queremos discutir un Plan de Gestión para el Casco Histórico cuyos ejes ya he-mos puesto a consideración ante las autoridades decenas de veces. Tal

vez no encaje con el plan global (del Gobierno) para los barrios del Sur que tiene como una de sus prioridades el cambio total de su perfil veci-nal, comercial e inmobiliario. La Feria del Sur así planteada lo demues-tra. El futuro barrio privado justo enfrente del Casco Histórico, también.

“Macri decidió hacer suya esta iniciativa privada porque ‘está en línea con los objetivos del gobierno de impulsar el desarrollo económico y social del sur’, dice la presentación en la Legislatura. Además dice que ‘El proyecto genera continuidad comercial y turística para la calle Defensa’. Es decir, no hay políticas públicas para los vecinos de la calle Defensa.

Quienes allí viven deben resignarse a esta decisión y a todo el desmadre que ya se sufre los domingos.

“Finalmente todo el complejo Feria del Sur abona más sobre todo lo que los vecinos más comprometidos con la esencia del barrio y varias orga-nizaciones como San Telmo Preserva, no queremos: más turismo, más comercio, más especulación inmobiliaria y más pérdida de identidad y de escala vecinal”.

Sentarse a la mesa

Aunque Feria del Sur ya lleva varios años en planificación (su inicio, aclara Serventes, fue durante la administración de Telerman) y más de un año en tratativas con el Gobierno y con algunos representantes

barriales, pareciera que el trabajo verdadero de concordar algo que re-sponda tanto a las necesidades comerciales del desarrollador como a las necesidades diversas de la comunidad está recién por comenzar.

Se estima que habrá una audiencia pública antes de fin de año, después de la cual el proyecto vuelve a ser votado en el recinto de la Legisla-tura. Pero Serventes subraya que en su experiencia con la Recova de Posadas, la articulación que se generó con los vecinos era clave para el eventual éxito del proyecto. “He hablado con muchísimas personas para Feria del Sur, pero he notado que la gente del vecindario está bastante disgregada para juntarse y hablar de este tipo de proyecto en un solo foro…pareciera que hay un montón de asociaciones con motivos dis-tintos. Los vecinos en el otro caso se juntaron específicamente para tra-tar el proyecto de la autopista, lo cual nos facilitó mucho entender las necesidades y características de la zona. A nosotros nos encantaría que algo parecido pasara acá”.

Bassi afirma la opinión de varios cuando dice que “no alcanza con las consultas individuales que la empresa realizó hasta el momento. Ten-emos que pasar a una segunda instancia donde se ponga en circulación las opiniones de todos los interesados y se pueda debatirlo en conjunto. El riesgo es que cada uno por separado apruebe el proyecto teniendo en cuenta solo sus intereses, mientras se olvide de los demás (porque los desconoce). Yo apuesto a la negociación, pero solo si dan tiempo suficiente para que se realice una comunicación efectiva”.

Si se diera esta instancia de negociación entre los desarrolladores, el go-bierno porteño y la comunidad, y si todas las partes pudieran defender con buena fe sus intereses sin ignorar las necesidades de los demás, tal vez por la primera vez en años recientes un proyecto de gran enverga-dura en la zona se podría implementar de forma consensuada.

Aunque el grupo detrás de Feria del Sur está avanzando con cautela, dado las históricas dificultades que suelen acompañar este tipo de ini-ciativa, lo cierto es que convocaron a varios referentes locales para con-versar de antemano y afirman un deseo de trabajar en conjunto con la comunidad. ¿Estarán dispuestos a contemplar las necesidades sociales que proponen la comunidad?

Y aunque el Gobierno de la Ciudad no ha logrado presentar proyectos de acuerdo a las dinámicas propias del barrio, podría aprovechar de esta oportunidad para gestionar un mejoramiento urbano donde su única inversión y mayor responsabilidad sea proteger los intereses públicos en la mesa de negociación. ¿Estará a la altura de esta tarea, a pesar de su reputación de favorecer el sector privado por encima del público?

Finalmente, aunque San Telmo tiene el desafío de lidiar con las difer-encias internas de su población heterogénea, y aunque ha sufrido de-cepciones con iniciativas no-consensuadas y ajenas al barrio (como el Proyecto Prioridad Peatón y la Torre Quartier)… ¿podría la comunidad sentarse a la mesa y buscar una solución más grande que la suma de las partes de esta historia?

Solo el tiempo dirá.

“La crítica más destacada es que todo proyecto de esta envergadura requiere la participación

de los involucrados para que transmitan sus necesidades e inquietudes”.

–Alberto Martínez

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Descripción de imágenes. P. 8: croquis de la entrada a la Feria del Sur por la calle Defensa, p. 9: dibujo de la planta del proyecto vista desde arriba, p.

10: croquis de la entrada por Cochabamba.

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Testimonios vecinales

Por Pablo Masson. Ilustración: Diego Buey.

Nos ubicamos en un departamento del barrio de Montserrat, donde vivimos un conjunto de personas de diversa índole geográfica, general-mente por razones de estudio.

Una pareja de chilenos de alrededor de 50 años buscando trabajo mien-tras estudian, aprovechando él la universidad pública. Extrañan su país y sus comidas, pues son de buen comer, y esto les hace sentir su interés por las comidas, pero a su vez su descontento por los altos precios en el barrio, como así también por los altos precios de los electrodomésticos en general en Argentina. Roberto está finalizando el ciclo básico de la UBA para su carrera en Diseño de Indumentaria y Ana acaba de comen-zar un curso de peluquería para caninos en el barrio de Palermo.

Cecilia es argentina y está estudiando Ciencias Políticas. Se está con-stantemente informando por Internet y diversos medios sobre la actualidad y las novedades que surgen en el país. El actual momento electoral la tiene atrapada y entretenida en lo que le gusta, y en lo que además es su derecho: votar, opinar y debatir sobre política. Ella tam-bién está preocupada por los altos precios en los mercados.

Dos chicas coreanas comparten una habitación. Están estudiando espa-ñol, aunque todavía no hablan muy bien. Se las ve con amigos asiáticos y comiendo sus comidas típicas más que integrándose a esta difícil so-ciedad porteña. Son simpáticas y agradables, como la mayoría de sus compatriotas.

De Colombia llegó Carolina para estudiar una Maestría en Comuni-cación. Es muy amable cuando se la trata, aunque mantiene cierta dis-tancia del resto de los inquilinos por los corredores del departamento: pasa, saluda y continúa su camino.

Una familia argentina son los dueños de casa. Él es taxista. Se mudó con su mujer cuando ella quedó embarazada. Trabaja todo el día y uno se lo encuentra de noche. Usualmente mira un poco de televisión basura antes de decir: “no hay nada para ver”. Come sano, nada frito y nada de alcohol; su dieta es 99% verduras. Ella es enfermera en un hospital privado. Se pasa el tiempo controlando qué hacen sus inquilinos. Con-stantemente da instrucciones de cómo limpiar la cocina y cómo ahorrar energía. Cuando un inquilino cocina, está esperando que termine para que le conviden, pero si llegó tarde se enoja por cualquier objeto que haya quedado sin lavar. Cuando ella come no convida. Tienen un hijo de tres años. Antes éste no contestaba, pero ahora saluda. Se la pasa gritando cuando está con la mamá, pero cuando está con la empleada domestica se porta muy bien.

Yolanda es la empleada doméstica. Tiene dos horas de viaje hasta el departamento. Su trabajo es limpiar, cocinar y cuidar al niño. Es muy querida por la gente que la conoce. Te da una mano en todo lo que necesitás y te advierte de los errores que podés cometer con la dueña. Cocina muy rico y el niño le obedece porque lo trata dulcemente.

Yo soy estudiante. Bailo tango casi todas las noches, muchas veces en milongas de San Telmo, que es uno de los barrios más importantes para

ésta danza. Además soy aspirante a Bombero Voluntario en los bomb-eros de San Telmo. Sería un honor poder ascender a Bombero y tener la capacidad de salvar vidas. Una de las cosas que más me preocupa del barrio y de la ciudad en general es la basura. La gente parece no darse cuenta que tiene un cesto de basura a cada 20 metros. Para ellos es mas cómodo tirarlo en la calle, pero la calle también es mía. Espero que no hagan lo mismo en sus casas.

Esta nota fue producida en una clínica de periodismo comunitario re-alizada por El Sol de San Telmo con los Bomberos Voluntarios de San Telmo y Puerto Madero en agosto de este año.

Nuestras mascotasDerechos y deberes para convivir

Por Dario Mosso, vecino y abogado.

El propósito de “envecinar” a los vecinos es, en definitiva, humanizar go-zosamente nuestros vínculos. Pues bien, los humanos somos animales “racionales”, y solemos convivir (aparte de comerlos), con otros ani-males. En la vida urbana, tenemos deberes y derechos para respetar.

Podemos ser propietarios de un perro o un gato, pero la ley nos exige no maltratar a nuestras mascotas, aunque muchos ignoran que hay penas para ese delito. ¿Y cómo maltratamos a una mascota? Abandonándola a su suerte por largas horas durante el día o la noche. No cuidándola. O, lo que es muy común, no teniendo en cuenta para qué destino está mejor calificada. Hay perros con los cuales resulta una crueldad tenerlo en un ambiente reducido. Y no es lo mismo un animal de compañía para un anciano, que el animal adecuado cuando hay niños pequeños. Así que una forma de trato digno es no tener la mascota que su capricho le dicte, sino la que le convenga y a la vez la que no sufra con la conviven-cia del humano.

Después está el tema de la seguridad. Un animal seguro y dignamente tratado, merece ser vacunado, cuidado de sus afecciones y mantenido limpio. Si no, es peligroso para otros animales y para los vecinos, y el Código Civil permite que alguien que sufra un perjuicio de un animal doméstico que es propiedad de un tercero haga una demanda legal.

Luego están las ordenanzas. La famosa “palita y la bolsita” se puede ver simplemente como un rasgo de educación, pero en realidad es una obligación legal, que de no cumplirse merece multa. Y en un edificio de departamentos, las mascotas son “legales” en la medida en que el reglamento las admita. Debe evitarse toda molestia y perjuicio al ve-cino que tiene otra mascota o que no tiene ninguna, porque el daño hecho por “mi mascota” a un vecino, o al animal del vecino, es también un daño indemnizable.

Así que la ley, que está hecha por nosotros, los “animales racionales”, también se ocupa de los “irracionales” que son nuestra compañía, nues-tro consuelo, o –cuando el que lo tiene no se comporta racionalmente– nuestra molestia. Hagamos parte de nuestra vecindad a las mascotas que tengamos, cuidando de ellas, de sus derechos y de los derechos ajenos. Con eso, San Telmo será, cada día, un poquito mejor para todos. Ojalá que también para las mascotas.

¿Quiénes somos? Documentos de un micromundo

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El Sol de San Telmop. 12Imagen

Futuros campeonesEsta foto es de la reserva del Club San Telmo en la Tercera Division, que salió campeón en 1964. Los

jugadores están posando con la bandera del Club y detrás se ve la vieja platea de madera de la cancha en la Isla Maciél. Hay muchos jugadores en esta foto que luego trascendieron. Por ejemplo, el cuarto de la derecha es

Norberto Monteleone, quien jugó varios años en la reserva y terminó siendo el máximo goleador de la historia del Club, con unos noventa y tanto conversiones. El tercero de la derecha es Horacio Vañasco, nacido en la Isla, un número 5 de mucha garra y uno de los símbolos del Club. Los dos jugaron más tarde en la Primera

Division, Monteleone para Los Andes y Vañasco para Temperley.

—Foto: Club San Telmo. Texto: Adrián Bevilacqua, directivo del Club.San Telmo Recuerda es un proyecto colaborativo para recuperar la memoria fotográfica del barrio. Invitamos a los vecinos a compartir sus fotografías del año 2000 y anteriores, para que sean escaneadas e incorporadas en un archivo digital y una exposición a fin de este

año. Más información: www.santelmorecuerda.blogspot.com / 15 5374 1959 / [email protected]

San Telmo Recuerda