el santo rosario - misterios con los pasajes biblicos
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Santo Rosario
I M P R I M A T U R
Arzobispado de México
+ Card. Ernesto Corripio Ahumada
Mayo 24, 1989
Censor.
Mons. J. Trinidad Ambriz
PROLOGO
A todos los devotos de la Virgen:
El Santo Rosario es una de las devociones más gratas a Nuestra Señora y más prove-chosas a sus hijos. Oración mental y vocal a la vez. Oración perfecta. La mente y el corazón meditan y contemplan los misterios, mientras la lengua desgrana devotamente Padrenuestros y Avemarías, fórmulas de origen divino.
La Santísima Virgen se apareció en Lourdes con el rosario entre las manos. En Fátima vuelve a aparecerse con el rosario e insiste para que los niños videntes lo recen, y precisamente meditando los misterios.
Y anuncia que "Francisco se salvará, pero que antes rezará muchos rosarios". Y Francisco cumple a maravilla el encargo de la Virgen, apartándose de su prima y de su hermanita para rezar a solas el rosario, pensando en los misterios, profundamente recogido.
OFRECIMIENTO
Para ayudarte a que lo imites, hemos preparado este librito. Al comienzo del rosario, ábrelo en el misterio que se anuncie. Mientras el que guía recita el padrenuestro, da un vistazo general al grabado correspondiente, con el fin de motivar tu imaginación y ambientarte debidamente.
Durante el rezo de las avemarías lee mentalmente la frasecita correspondiente. La idea que allí está encerrada y el cuadro de al lado te ayudarán poderosamente a meditar el misterio, a enfervorizarte, a que la Madre del cielo te escuche y te bendiga.
No lo olvides. El que ora se salva. La familia que reza unida, permanece unida.
Reza bien a la Virgen, y por Ella a Jesús.
A Jesús por María.
P. Antonio Trimakas ofrece este esfuerzo editorial a los devotos de María, como signo de adhesión a
S.S. Juan Pablo II.
Cómo Rezar el Rosario
El Rosario es una forma vocal y mental de rezar sobre los Misterios de nuestra Redención. Está dividido en cinco decenas.
El rezo de cada decena está acompañado por la meditación de uno de los quince sucesos o "misterios".
Haga la Señal de la Cruz y diga el Credo de los Apóstoles o el Acto de Contrición.
Rece un "Padrenuestro".
Rece Tres "Avemarías" y un "Gloria".
Medite sobre el Primer Misterio, rezando un "Padrenuestro", diez "Avemarías y un "Gloria".
Medite sobre el Segundo Misterio, diciendo un 'Padrenuestro", diez "Avemarías", y un "Gloria".
Medite sobre el Tercer Misterio, diciendo un 'Padrenuestro", diez "Avemarías" y un "Gloria".
Medite sobre el Cuarto Misterio, diciendo un 'Padrenuestro" diez "Avemarías" y un "Gloria".
Medite sobre el Quinto Misterio, diciendo un 'Padrenuestro", diez "Avemarías y un "Gloria".
Oraciones finales: Rece una Salve.
Aquí, y al final de cada decena después del Gloria al Padre se dice la siguiente invocación:
V. María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
R. En la vida y en la muerte ampáranos, gran Señora.
OFRECIMIENTO
Señor Dios nuestro, dirige y acepta todos nuestros pensamientos, palabras y obras, y Tú, Virgen santísima. Alcánzanos gracias para rezar devotamente tu Santísimo Rosario.
Concluída la última decena, se reza lo siguiente
SALUTACIÓN
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre.
Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo.
Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo.
Dios te Salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad.
Dios te salve, María. concebida sin mancha de pecado original. Amén.
Acción de gracias
Infinitas gracias te damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de tu benéfica mano; dígnate, Señora, tenernos ahora y siempre bajo tu protección y amparo, te saludamos con una salve.
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Letanías de la Santisíma Virgen
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad.
Dios Espíritu Santo, ten piedad.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad.
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega
Madre de Cristo, ruega
Madre de la Iglesia, ruega
Madre de la divina gracia, ruega
Madre purísima, ruega
Madre castísima, ruega
Madre sin mancha, ruega
Madre sin corrupción, ruega
Madre inmaculada, ruega
Madre amable, ruega
Madre admirable, ruega
Madre del buen consejo, ruega
Madre del Creador, ruega
Madre del Salvador, ruega
Virgen prudentísima, ruega
Virgen venerable, ruega
Virgen digna de alabanza, ruega
Virgen poderosa, ruega
Virgen clementísima, ruega
Virgen fiel, ruega
Espejo de justicia, ruega
Trono de la sabiduría, ruega
Causa de nuestra alegría, ruega
Vaso espiritual, ruega
Vaso honorable, ruega
Vaso insigne de devoción, ruega
Rosa mística, ruega
Torre de David, ruega
Torre de marfil, ruega
Casa de oro, ruega
Arca de la alianza, ruega
Puerta del cielo, ruega
Estrella de la mañana, ruega
Salud de los enfermos, ruega
Refugio de los pecadores, ruega
Consuelo de los afligidos, ruega
Auxilio de los cristianos, ruega
Reina de los Ángeles, ruega
Reina de los Patriarcas, ruega
Reina de los Profetas, ruega
Reina de los Apóstoles, ruega
Reina de los Mártires, ruega
Reina de los Confesores, ruega
Reina de las Vírgenes, ruega
Reina de Todos los Santos, ruega
Reina concebida sin mancha original, ruega...
Reina al cielo asunta, ruega...
Reina del santísimo rosario, ruega...
Reina de la paz, ruega...
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACION
Señor y Dios nuestro, concede a tus siervos gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y que, por la gloriosa intercesión de la Virgen María, libranos de las tristezas presentes y disfrutemos las alegrías eternas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
RECOMENDACION
Nunca como en Fátima recomendó la Santísima Virgen el Rosario tantas veces y con tanta insistencia. En la última de las apariciones, al preguntarle quién era, contesta: "Soy la Virgen del Rosario".
La Virgen pidió que se le haga compañía meditando los misterios del Rosario. -"La Señora nos ha recomendado rezar el Rosario y hacer sacrificios por la conversión de los pecadores".
(Jacinta).
ANTIFONA DE FATIMA
- Aprobada para rezar después de cada decena del rosario, en recitación pública o privada, el día 4 de febrero de 1956.
Dijo la Virgen en Fátima el día 13 de julio de 1917 que, terminada cada una de las decenas del Rosario, se rezase esta plegaria:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia".
ORACIÓN AL SEÑOR SAN JOSE
- Aprobada por la Sagrada Penitenciaría Apostólica, el día 10 de marzo de 1941.
San José, Padre y Guardián de vírgenes, a cuya custodia fueron encomendadas la misma Inocencia, Cristo Jesús, y la Virgen de las vírgenes, María, por estas dos queridísimas prendas Jesús y María te ruego que, preservando de toda mancha de pecado, sirva castísimamente a Jesús y María con mente limpia, corazón puro y cuerpo casto. Amén.
JACULATORIAS
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío (núm.5)*.
Purísimo Corazón de María, sed mi salvación. Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía (núm. 19)*.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía (núm. 19)*.
Jesús, José y María, descanse en vuestros brazos en paz el alma mía.
Oh María, alcanzadme el dolor de los pecados y el perdón de ellos.
Por tu limpia concepción, ¡Oh soberana Princesa!, una muy grande pureza te pido de corazón.
San José, San Miguel, Angel de mi guarda, socorredme y rogad por mí.
Jesús, María y José, iluminadnos, protegednos y salvadnos. Así sea.
Del enquirídion de las Indulgencias núms. ref. págs. 76-77.
MAGNIFICAT
Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo al contemplar la bondad de Dios mi Salvador.
Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya y ved aquí el motivo porque me tendrán por dichosa y feliz todas las generaciones.
Pues ha hecho en mi favor cosas grandes y maravillosas Él que es Todopoderoso y su nombre infinitamente Santo. Cuya misericordia se extiende de generación en generación a todos cuantos le temen.
Extendió el brazo de su poder y disipó el orgullo de los soberbios. Trastornando sus designios, desposeyó a los poderosos y elevó a los humildes; a los necesitados los llenó de bienes y a los ricos los dejó sin cosa alguna.
Exaltó a Israel su siervo, acordándose de él por su gran misericordia y bondad. Así como lo había prometido a nuestro padre Abraham y a toda su descendencia, por los Siglos de los Siglos. Amén.
Santo Rosario Meditado
MISTERIOS GOZOSOS
Lunes y jueves
1er. Misterio - La Anunciación a María y la Encarnación del Hijo de Dios.
Fruto: La humildad.
Después de enunciado cada misterio se dice un Padre nuestro. Diez Avemarías y un Gloria al Padre.
2o. Misterio. - La visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel.
Fruto: La caridad para con el prójimo.
3o. Misterio. - El Nacimiento de Jesús en el portal de Belén.
Fruto: El amor a la pobreza.
4o. Misterio. - La Presentación de Jesús en el templo y la Purificación de Nuestra Señora.
Fruto: La obediencia.
5o. Misterio. - El Niño Jesús hallado en el Templo.
Fruto: La diligencia en buscar a Jesús.
La Anunciación a María y la Encarnación del Hijo de Dios.
La Santísima Trinidad decide enviar al Hijo al mundo para redimir a los hombres.
Desde la eternidad, María fue escogida para ser Madre de Dios hecho hombre.
Es enviado el arcángel San Gabriel, y encuentra orando a la Virgen de Nazareth.
La saluda: "Dios te salve, llena de gracia".
La Virgen se asusta al oír tales alabanzas.
Prosigue el Angel: "No temas, María, has hallado gracia delante de Dios.
"Concebirás por obra del Espíritu Santo y de Ti nacerá el Hijo del Altísimo".
María exclama: "Soy la esclava del Señor: hágase en mí según tu Palabra".
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Santa María, Madre de Dios...
La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel
Santa Isabel, milagrosamente, va a ser madre de un niño, el precursor de Jesús.
María, su prima, va a visitarla y ayudarla.
El viaje es largo y penoso; unos cien Kilómetros de mal camino.
Al llegar la Virgen, Isabel la saluda: "Bendita tú eres entre todas las mujeres...".
María exclama: "Mi alma glorifica al Señor y se regocija en Dios mi Salvador".
Nace el niño prodigioso y discuten acerca del nombre.
Zacarías, su padre, que estaba mudo, escribe en la pizarra: "Juan es su nombre".
Al punto recobra el habla y bendice a Dios
'Bendito sea el Dios de Israel que ha visitado a su pueblo..."
"Y tú, niño, irás delante del Señor. preparándole el camino".
El Nacimiento de Jesús en Belén.
María y José llegan a Belén una tarde de crudo invierno.
Como nadie les ofrece hospedaje, se retiran al portal.
A media noche nace milagrosamente el Niño Jesús.
La Virgen le envuelve en pañales y lo acuesta en un pesebre.
La Virgen y San José son los primeros que adoran al Niño Dios.
Los ángeles dicen a los pastores: "En Belén hallaréis al Redentor recién nacido".
Y cantan: "Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres buenos".
Llegan los Pastores al Portal y adoran al niño Jesús.
Llegan después los reyes de Oriente, guiados por una estrella milagrosa.
Adoran al Niño Jesús y le ofrecen oro, incienso y mirra.
La Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de Nuestra Señora
La Santísima Virgen, como si fuera una mujer cualquiera, va al templo a purificarse, dándonos ejemplo de humildad.
Y ofrece a Jesús al Eterno Padre por nosotros.
San José lo rescata por cinco monedas y dos palomas.
El anciano Simeón toma al Niño y dice:
"Señor, ahora ya puedo morir en paz, porque mis ojos han visto al Redentor".
Luego profetiza la pasión de Cristo:
"Una espada atravesará tu corazón, le dice a la Virgen S. Ana, la profetisa, dice maravillas de aquel Niño.
Jesús es luz que nos guía al cielo.
La Virgen, desde aquel día, pensaba continuamente en la muerte de su divino Hijo.
El Niño Jesús hallado en el Templo
A los doce años Jesús va a Jerusalén con sus padres a celebrar la Pascua.
Al regreso Jesús se queda en el Templo, sin que sus padres lo adviertan.
María y José, después de un día de marcha, notaron su pérdida.
Vuelven a Jerusalén, y lo buscan con gran dolor por todas partes.
Al tercer día lo encuentran en el Templo.
Jesús discutía con los doctores y los dejaba admirados.
Su Madre le dice: "Cómo has hecho eso con nosotros?".
Jesús les contesta: "¿No sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?"
Volvieron a Nazareth y Jesús obedecía.
Si Dios nos llama a su servicio, hemos de seguir la vocación, aunque tengamos que separarnos de los padres.
Pasajes Bíblicos
MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y Jueves)
1. La Anunciación del Angel a María, y la Encarnación del Hijo de Dios.
Lc 1, 26-38; Jn 1, 6-18; Gen 3, 14-15; Is 7, 10-15; Is 40, 1-I1.
2. La Visita de María Santísima a su prima Santa Isabel.
Lc 1, 39-45; Lc 1, 46-56; Lc 1, 68-79; Mt 11, 2-10; Jn 1, 19-28.
3. El Nacimiento de Jesús en Belén.
Lc 2, 1-21; Mt 2, 1-12; Tít 2, 11-14; Is 60, 1-12.
4. La Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen María.
Lc 2, 22-39; Heb 10, 1-10.
5. El Niño Dios perdido y hallado en el Templo entre los doctores.
Lc 2, 41-52; Lc 19, 47-48; Jn 7, 14-18; Jn 7, 28-29; Cant 5, 17-6, 1; Eclo 1,_ 1-20; Is 61.
MISTERIOS DOLOROSOS.
Martes y viernes
1er. Misterio. - La oración y agonía de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos.
Fruto: La contrición de los pecados.
2o. Misterio. - La flagelación de Nuestro Señor atado a la columna.
Fruto: La mortificación.
3o. Misterio. - La coronación de espinas.
Fruto: El amor a las humillaciones.
4o. Misterio. - Jesús lleva la cruz a cuestas.
Fruto: La conformidad en las pena
5o. Misterio. - La crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Fruto: El horror al pecado.
Cuando la Virgen Santísima se apareció en Lourdes, lo hizo en el momento que Santa Bernardita y sus compañeras rezaban el rosario. La misma Señora desgranaba en su mano las cuentas de su propio rosario.
La oración y agonía de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos
Después de la cena, Jesús, con los Apóstoles, se retira al huerto a orar.
Jesús se pone muy triste; le asustan los tormentos; le abruman nuestros pecados.
"Padre, si es posible, pase de Mí este cáliz".
"No se haga mi voluntad, sino la tuya".
Jesús va a ver a sus Apóstoles y los halla dormidos. Vuelve a orar más y más.
Tal es la congoja, que el Señor suda sangre que corre hasta el suelo.
Un ángel del cielo conforta a Jesús.
Llega Judas con los soldados y besa traidoramente a Jesús.
"Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?".
Jesús se entregó a sus enemigos para nuestra salvación.
La flagelación de Nuestro Señor atado a la columna.
Para congraciarse con los judíos, Pilatos manda azotar a Jesús.
Los soldados desnudan a Jesús y le atan a una columna
Descargan una lluvia de azotes sobre las desnudas espaldas del Redentor.
Los latigazos desgarran las carnes divinas hasta descubir los huesos.
Se ha formado un charco de sangre en el suelo.
Jesús sufre el tormento de los azotes para pagar nuestros pecados sensuales.
Pecador, cuando peques, pensarás.
que estás a Cristo azotando
y que El te pide llorando:
¡Hijo, no me azotes más!
La coronación de espinas
Los sacrílegos soldados se burlan de Jesús, solo y abandonado.,
Le vendan los ojos y le pegan bofetadas,, diciendo:" Adivina, ¿quién te ha pegado?".
Le visten de rey por burla y le hacen reverencias grotescas, diciendo:
"Dios te salve, rey de los judíos".
Le ponen en la cabeza una corona de espinas.
Luego le golpean la cabeza. con una caña y hacen que penetren las espinas.
Corre la sangre por la cabeza y las sienes de Jesús.
Los soldados escupen al Señor en la cara.
Pilatos presenta a Jesús al pueblo diciendo: "Ecce Homo".
Jesús quiso padecer la coronación de espinas para pagar por nuestros pecados de soberbia y vanidad.
Jesús lleva la cruz a cuestas
Los judíos piden a gritos la muerte de Jesús: "Crucifícale".
Pilatos, hipócritamente, se lava las manos y firma la sentencia de muerte.
Jesús toma su cruz al hombro y camina hacia el Calvario.
Le acompañan dos ladrones, soldados, verdugos, y curiosos.
Salen al encuentro de Jesús la Virgen dolorosa y San Juan.
Cae Jesús varias veces bajo el peso de la cruz
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.
La Verónica limpia al Señor la cara ensangrentada.
Jesús consuela a las piadosas mujeres.
Si queremos salvarnos, todos hemos de llevar la cruz, haciendo penitencia.
La crucifixión y muerte de Nuestro Señor
En el Calvario, dan a beber al Señor hiel y vinagre, atormentándole el paladar.
Desnudan a Jesús y le mandan que se tienda sobre la cruz.
Le clavan a martillazos una mano, y salta la sangre divina. La Virgen está presente.
Le estiran los brazos, y le clavan la otra mano.
Le clavan luego los pies, Jesús sufre horriblemente sin quejarse.
Levantan la cruz en alto, y la fijan en tierra, con gran tormento del Señor.
Jesús habla en la cruz: 'Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen".
Nos deja a la Virgen por Madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo; ahí tienes a tu Madre".
Al cabo de tres horas, dice: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
E inclinando Jesús la cabeza, muere por nuestra salvación.
Pasajes Bíblicos
MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y Viernes)
1. La oración y agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos.
Mt. 26, 36-44; Mc 14, 32-41; Lc 22, 39-46; Lc 11, 1-13.
2. Nuestro Señor Jesucristo es atado a una columna y cruelmente azotado.
Mt 27, 20-26; Mc 15, 6-15; Rom 8, 21-39; Heb 9, 11-15; Is 50, 4-9; Is 52, 13-15.
3. Cristo Jesús es coronado de espinas.
Mt 27, 27-31; Mc 15, 16-19; Jn 18, 33-37.
4. Jesús va al Calvario con la Cruz a cuestas.
Mt 27,31-32; Mc 15, 20-23; Lc 23, 26-31: Jn 19, 4-24; 1 Pe 2, 20-25; Is 53.
5. El Hijo de Dios es clavado en la Cruz, y en ella muere por nuestra redención.
Mt 27, 33-56; Mc 15, 22-40; Lc 23, 33-49; Jn 19, 25-37; h: 12, 31-33; Flp 2, 5-11; Zac 12,10.
MISTERIOS GLORIOSOS
Miércoles, sábado y domingo
1er. Misterio. - La Resurrección de Nuestro Señor.
Fruto: La fe y la conversión.
2o. Misterio. -La Ascensión del Señor.
Fruto: El desprendimiento de las cosas terrenas y el deseo del cielo.
3o. Misterio. - La Venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles.
Fruto: El amor al recogimiento y los dones del Espíritu Santo.
4o. Misterio. - La Asunción de Nuestra Señora al cielo.
Fruto: La unión con Dios y la buena muerte.
5o. Misterio. - La Coronación de María Santísima en el cielo.
Fruto: La confianza en su protección.
La Resurrección de Nuestro Señor
Jesús resucitó resplandeciente y glorioso el domingo al amanecer.
Las santas mujeres van de madrugada al sepulcro a embalsamar al Señor.
El sepulcro está vacío; un ángel les anuncia la Resurrección.
Pedro y Juan corren al sepulcro, y también lo hallan vacío.
Jesús, resucitado, se aparece a su Madre.
Se aparece a Magdalena, vestido de hortelano.
También se aparece a San Pedro.
Por la tarde se aparece a dos discípulos que iban a Emaús.
Se aparece en el cenáculo a los Apóstoles y cena con ellos.
Los ocho días se les aparece nuevamente y convierte al incrédulo Tomás.
La Ascensión del Señor
Sube Jesús con sus Apóstoles y discípulos al monte de los Olivos.
Les dice: "Id por todo el mundo; predicad el Evangelio a todos los hombres".
"El que creyere y se bautizare se salvará, el que no creyere se condenará".
"Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo".
Jesús se despide de su Santísima Madre y de los Apóstoles.
Mientras los bendice, se va elevando majestuosamente por los aires.
Los Apóstoles le siguen con la mirada hasta que le oculta una nube.
Jesús entra triunfante en la gloria, con los santos del Antiguo Testamento.
Jesús está a la diestra de Dios Padre.
Y le muestra sus llagas en favor nuestro.
La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María
Los Apóstoles oran en el cenáculo durante diez días, presididos por la Virgen.
Echan suertes y escogen a San Matías para ocupar el puesto de Judas.
A los diez días viene el Espíritu Santo en forma de llamas, con gran ruido.
El Espíritu Santo llena a los apóstoles de valor para predicar a Cristo.
Les ilumina la inteligencia y ahora comprenden la doctrina de Jesús.
Les inflama el corazón con amor y celo.
Les comunica los dones y los frutos.
Pedro habla desde el balcón y convierte a tres mil judíos.
Los Apóstoles van por todo el mundo a predicar el Evangelio.
María es la Reina de los apóstoles y Madre de los primeros cristianos.
La Asunción de Nuestra Señora
Muere la Santísima Virgen, no de enfermedad, sino de puro amor de Dios.
Los Apóstoles se hallan milagrosamente presentes en la muerte de María.
La entierran con gran solemnidad en el valle de Josafat.
Los ángeles montan la guardia en el sepulcro de la Virgen.
Al tercer día resucita gloriosamente.
La Virgen se eleva al cielo en cuerpo y alma, llevada por los ángeles.
Suben por los aires cantando las glorias de su Reina.
Se abren de par en par las puertas del cielo.
Entra la Virgen triunfalmente en la gloria.
Angeles y santos aclaman a María.
La Coronación de Nuestra Señora
La Santísima Trinidad ofrece a María el trono más alto del cielo después del Suyo.
El Padre corona a su Hija con diadema de poder.
El Hijo corona a su Madre con diadema de sabiduría.
El Espíritu Santo corona a su Esposa con diadema de bondad.
Dios proclama a la Virgen, Reina del cielo y de la tierra.
Los ángeles y los santos la aclaman por Reina y Señora.
La Virgen en el cielo ruega por nosotros.
María emplea todo su poder en favor nuestro.
Dios no puede negar nada en el cielo a María, su Madre.
El verdadero devoto de María no se condenará.
Pasajes Bíblicos
MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles, Sábados y Domingos)
1. La gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, tres días después de su muerte.
Mi 28, 1-8; Mc 16, 1-14; Lc 24, 1-48; Jn 20, 1-29; Rom 6; 1 Cor 15, 51-57.
2. La admirable Ascensión de Jesús a los cielos.
Act. 1, 1-11; Col. 3, 1-4.
3. La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y María Santísima.
Act 2, 1-21; Act 8, 14-17; Jn 16, 5-15.
4. La Asunción de la Virgen María Santísima al cielo en cuerpo y alma.
Cant 2, 8-14; Cant 8, 5; Lc 1, 46-50.
5. La Coronación de María Santísima como Reina y Emperatriz de los cielos y de la tierra.
Ap 12; Ap 21, 1-14; Prov , 8; Eclo 24, 1-31; Sal 87 (86) Sión, madre.
LAS INDULGENCIAS
La Sagrada Penitenciaría Apostólica, con fecha del día 29 de junio de 1968, publicó el nuevo Enquiridión de las Indulgencias.
1. ¿Qué son las indulgencias?
Son la remisión total o parcial de la pena temporal del purgatorio debida por el pecado (pág. 17, núm. 1).
2. ¿Qué es la pena temporal debida por el pecado?
Aunque el perdón de los pecados nos libra del castigo eterno del infierno la justicia divina exige cierto castigo temporal en expiación por los pecados mortales perdonados y por los pecados veniales.
3. ¿Qué es la indulgencia plenaria?
Es aquella que remite toda la pena temporal (pág. 17, núm. 2).
4. ¿Qué es la indulgencia parcial?
Es la que remite una parte de la pena temporal (pág. 17, núm. 2).
LAS INDULGENCIAS DEL ROSARIO
Indulgencia Plenaria
A quienes lo recen en un templo y oratorio público, o en familia, en una comunidad religiosa, en una asociación piadosa (pág, 62, núm. 48). Los sacerdotes confesores pueden cambiar estas condiciones para aquellas personas que están legítimamente impedidas de cumplir con ellas (pág. 24, núm. 34).
Condiciones: (para 1 4 ref. pág. 62, núm. 48).
Basta con rezar sólo una parte del Rosario; pero deben rezarse las cinco decenas sin interrrupción.
Al rezo vocal hay que añadir la meditación piadosa de los misterios.
En la recitación pública deben anunciarse los misterios según la costumbre aprobada del lugar, pero en la privada basta que el fiel una a la oración vocal la meditación de los misterios.
No se exige tener un Rosario (Contador) que esté bendito para ganar las indulgencias. (Para 5-10 ref. págs. 17-25 y núm. correspondiente).
Hay que hacer confesión sacramental, recibir dignamente la Comunión Eucarística y orar por las intenciones del Papa. También es necesario estar libre de cualquier pecado aunque sea venial (núm. 26).
Estas tres condiciones se pueden cumplir días antes o después del rezo del Rosario (núm. 27).
Con una confesión sacramental se pueden ganar muchas indulgencias plenarias. Con una Comunión Eucarísitica y una oración por las intenciones del Papa se gana solamente una indulgencia plenarias (núm. 28).
La condición de rezar por las intenciones del Papa se cumple rezando un Padre Nuestro y un Ave María (núm. 29).
Se puede ganar la indulgencia plenaria por sí mismo o por los difuntos como sufragio (núms. 3 y 4).
Cumplidos estos requisitos, se puede ganar indulgencia plenaria todos los días una sola vez excepto en artículo de muerte (núm. 24).
INDULGENCIA PARCIAL
A quienes lo recen en el estado de gracia santificante de otra forma o en otras circunstancias, no señaladas en la Plenaria (pág. 62, núm. 48, y pág. 22, núm. 26, y pág. 21, núm. 22).