CUENTO

EL RÍO MÁGICO

Esta era una vez, y con ésta

son dos veces, Renato se fue a

caminar por la montaña,

recogiendo las latas de aluminio

que botaban los turistas, siempre

que reunía 60, era un kilo lo vendía

y compraba frutas y caramelos. En

eso que se agacha a recoger una

lata, vio un pájaro de siete colores,

parecía un arco iris y el copete

como una bandera, su ternura

impresionó a Renato y le parecía

que quería que lo siguiera, se metió

detrás de una cortina de bejucos,

más adelante cruzó una sábana de

agua que caía en forma de cascada

y sus ojos recibieron el brillo de un

valle esmeralda con un arroyo de plata por el centro cuando

quiso dar un paso una voz lo detuvo:

¡ Alto Renato, seré tú guía, no podrás ir solo al río mágico

porque te puedes perder y allí hay misterios que conocerás

poco a poco y con alguien que te enseñe soy

Mastarabundachi!

Acompáñame por favor comenzó a hablar:

-Esa que parece una mata de ocumo, con la hoja muy ancha,

es la mata de papillo (le quito una hoja), la frotó y largó una

cascara; quedando la hoja como un pergamino), sirve para

escribir y dibujar, me dijo.

Y esa otra pregunté:

-Ah, esa es la de pino, sus hojas se machacan y dan

perfume, la corteza se remoja y da un aceite para el piso y los

muebles, bueno para limpiar.

-Na' guará, si hay matas.

-Mira esa que parece de papa, apio y yuca.

-Si esa tiene los tres tipos de hoja y si cortas una hoja de

yuca sacarás yuca o papa, si cortas una hoja de papa. Esa

otra es de cambur y si le quitas la concha al cambur y la rallas

por el lado verde salen tiras como de carne mechada y si es

por el lado blanco sale avena.

-Y el río ¿por qué lo llaman el río mágico?, le pregunté.

-Ya verás me contestó: los peces cambian de colores, hay

unos que se pueden comer y otros no, si vas a sacar peces

que no sean más de tres porque si sacas hasta tres largan las

escamas al soplarlos, pero si sacas más de cuatro o más se

vuelven duros como una piedra. El agua del río si la tomas

con el cuenco de la mano, es agua fresca, si tomas en un

vaso es jugo, si sacas con una olla es agua caliente.

-Oiga Mastarabundachi y esa música.

-Ah

eso

son

los

pájaros que vienen a ensayar y tienen una orquesta.

-¿Me puedo bañar en el río?

-Si pero no más de media hora y si tienes frío le das la

espalda al viento y se te quita el frío, la arena si la frotas es

jabón.

-Ah ya se porque lo llaman el río mágico.

-Si pero no le digas a nadie como se llega, ven solo si

tienes un dolor, el agua te cura. Al salir del río te paras frente

a la sábana de agua y la cortina de bejucos, cierra los ojos y el

sal cantando hasta siete pasos y los abres si no te perderás.

-Adiós Mastarabundachi.

-Hasta luego Renato, dile a los niños que cuiden la

naturalezaaaa.

Se oyó como un eco y cuando Renato salió estaba allí el

pájaro de siete colores que parecía un arco iris y copete de

bandera, ese era el guardián del río mágico y colorín colorado

este cuento se ha acaba'o, el que no se pare se queda pega'o.

Fin…