el reino de hielo

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planeta feli, el reino de hielo

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  • Piero Barcelli Reyna

  • El reino de hielo Piero Barcelli Editorial Arcngel San Miguel S.A.C. R.U.C.: 20523712285 Jr. Chavn 196, Brea Telf.: 331 1846 - 135*5342 / 823*7098 [email protected] [email protected]

    Primera edicin, setiembre de 2010 Serie Planeta Feliz

    Derechos Reservados para Editorial Arsam sobre la composicin, edicin e ilustraciones incluidas en el presente libro.

    Tiraje: 1000 ejemplares

    Impresin, diseo y diagramacin: Grfi ca Arsam S.R.L. R.U.C.: 20342527931 Jr. Chavn 196, Brea.

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2010-11778

    Registro Proyecto Editorial N 31501051000424

    ISBN:

    www.arsamperu.com

    Printer in Per

    Est prohibida la reproduccin total o parcial de este libro, su tratamiento informtico, la transmisin de cualquier forma o de cualquier medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, registro u otros mtodos, sin el permiso previo escrito de los titulares del Copyright.

    Este libro ha sido elaborado bajo exigencias y recomendaciones medio-ambientales en conformidad con la Legislacin Gubernamental vigente.

  • Primera Parte

    no lejos del Polo Sur hay un pas del que hoy casi nadie co-noce. Lo gobierna un rey Pingino y lo habitan animales que ya en la Tierra han desaparecido y otros que estn muy pronto a desaparecer. Pero, cmo es que llegaban todos ellos a ese lejano reino? Pues suceda as: el rey Pingino mandaba a un cndor a contar, uno por uno, todos los animales que haba en el planeta. Muy pronto volva el Cndor y le informaba al Pingino qu animales abundaban y cules haba pocos. Luego de saber qu animales corran peligro de desaparecer, encargaba la misin de rescatarlos a una Ballena Azul muy grande. La Ballena recorra el ancho mar y comenzaba a llamar a los animales en peligro, emi-tiendo sonidos que solo ellos podan or. Las criaturas llegaban como hipnotizadas, recorriendo a veces largas distancias hasta el mar, y all la Ballena escoga a una o a dos y las haca subir en su lomo; cuando se trataba de pjaros o animales chicos, los llevaba dentro de su boca. Pero siempre los trasladaba a gran velocidad, mar adentro, hasta el Reino del Hielo.

  • En una oportunidad les toc a dos Osos Panda (un Oso y una Osa) ser los llevados por la Ballena Azul a este misterioso reino del Pingino.

    Adnde nos llevas, enorme Ballena Azul? reclam uno de los Osos Panda al enorme animal. Ambos osos sentan mucho fro, pero sobre todo, extraeza de estar encima de ese monstruo en pleno Ocano.

    A un sitio mejor, infelices criaturas contestaba la Ballena Azul, en donde reina un generoso seor.

    Los Osos Panda, que hasta entonces no se haban visto bien, se reconocieron. Pertenecan a familias enemigas. Sus padres, sus abuelos y ellos mismos, que haban vivido durante aos en luga-res diferentes de una misma montaa, en otro tiempo se hubieran echado a pelear si se encontraban cara a cara. Pero estos Osos estaban desamparados y lejos de casa.

    Pero luego de ese silencio, la Osa Panda, al ver al antiptico Oso que la acompaaba en el viaje, dijo:

    Pero si t eres uno de los sucios Osos Panda que viven al lado izquierdo de la gran montaa!

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  • 6Pues s dijo el Oso Panda macho, y t vives del lado derecho! Pero de qu vale, muchacha. A la Ballena le da igual que seamos de familias rivales y nos llevar a los dos al infierno.

    A medida que la Ballena avanzaba, aparecan los montes blan-cos, los cuales botaban un vapor helado. En el mar pareca no haber algn pez, solo unos curiosos animalitos con picos de pato que se zambullan con gran facilidad en el Ocano. Los Osos al verlos, creyeron que la Ballena los cazara y comera. Pero, por el contrario, cuando ella los vio, mostr gran reverencia ante esas indefensas criaturas del Mar. Eran pinginos, quizs parientes del mismo Rey.

    Al parecer, ya estaban cerca del destino, pues la Ballena dis-minua su velocidad.

    En el lado del reino que daba al Mar se situaba un hermoso Palacio que lo vigilaban dos fornidas Focas. Todas sus paredes y sus techos estaban hechos con el hielo ms antiguo del pas, que era ms duro que cualquier piedra que se haya visto. Por las no-ches, este Palacio, que pareca de cristal, brillaba an ms que la Luna en el Cielo.

  • Nadie poda llamar al Rey sin previa cita, a menos que fuese la gran Ballena Azul, que traa animales de la Tierra. Cuando el enorme cetceo se aproximaba hasta el Palacio despus de reco-rrer grandes extensiones de mar, las focas anunciaban la llegada de la Ballena, y por supuesto, de los nuevos visitantes, al jefe del reino, el Rey Pingino.

    Mi saludo a Su Majestad, Rey Pingino dijo la Ballena Azul inclinndose a su rey. Hoy he trado hasta el reino a dos indefensos Osos Panda que viven en la Tierra. Unos tipos que se hacen llamar humanos, pero que se parecen a los monos, son los que estn cazando a los animales. A este tipo de osos casi los han desaparecido.

    Oye Ballena mentirosa dijo un Mono muy listo y con-flictivo que la haba escuchado, los monos somos pacficos y no matamos a nadie! Mientes, Ballena.

    No, no se trata de tus hermanos, monito, sino de unos tipos que se les parecen. Bueno, no lo entenderas as te lo explicara, mono charlatn.

    Claro que lo entendera si te expresaras bien, Ballena tor-pe y embustera!

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