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Autor/a: Enrique Vázquez Paz

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�� Interiorizar el concepto de desarrollo y de sus implicaciones para la Cooperación Internacional al desarrollo.

�� Alcanzar un conocimiento profundo del problema del subdesarrollo y de sus implicaciones para la Cooperación Internacional al Desarrollo.

�� Comprender la teoría del desarrollo en sus vertientes filosófica, política, sociológica, económica y de los principales enfoques y modelos teóricos de la misma.

�� Desarrollar la capacidad de analizar el problema del subdesarrollo y la desigualdad global desde una perspectiva filosófica, política, sociológica y económica desde una perspectiva crítica.

�� Ser capaz de fundamentar críticamente la teoría del desarrollo, y particularmente la teoría del Desarrollo Humano y la teoría del Desarrollo Sostenible y de propugnar modelos de desarrollo ajustados a las mismas.

�� Ser capaz de analizar críticamente textos relativos al desarrollo y al subdesarrollo.

�� Comprender el problema de la pobreza y el subdesarrollo como el principal problema mundial a nivel global.

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INTRODUCCIÓN DESARROLLO Y SUBDESARROLLO Aproximación histórica al concepto de desarrollo: - Aproximación al Concepto de Desarrollo; - Análisis Histórico de los distintos Enfoques en Teoría del Desarrollo: Teorías del Crecimiento Económico por Etapas. Modelos Neoclásicos de Cambio Estructural (Modelos de Cambio Estructural y Pautas de Desarrollo). Modelos de Dependencia Internacional (Enfoque de la Teoría de la Dependencia; La Perspectiva del Desarrollo Humano y del Desarrollo Sostenible).

EL PROBLEMA DEL DESARROLLO

Programa de Formación – Divulgación Dinámica, S.L.

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INTRODUCCIÓN

El punto de partida: la erradicación de la pobreza. Si atendemos a la actual situación social, económica y política del mundo no tenemos más remedio que mostrarnos bastante decepcionados. Ni los sistemas socialistas lograron edificar la sociedad igualitaria y libre que prometieron ni el liberalismo ha dado lugar a esas sociedades de la abundancia donde todos los individuos disfruten de un estado de bienestar y libertad elevado. Algunos países han logrado desarrollar estados del bienestar avanzados, (países nórdicos y algunos estados europeos como Suiza, Países Bajos, Austria y alguno más), pero estos casos no dejan de ser excepciones. Incluso, en países desarrollados como Francia, Inglaterra, España, Italia, etcétera, la irrupción del cuarto mundo, (con sus bolsas de marginalidad y pobreza), el desempleo, el subempleo y otros males nos fuerzan a ser bastante escépticos respecto a la idea de progreso. En definitiva, ninguna de las ideologías enfrentadas durante el siglo XX, marxismo y capitalismo, parecen el bálsamo para los males que aquejan a las sociedades en el siglo XXI. El devenir del ser humano a lo largo de la historia debiera ser un devenir civilizatorio en pos de una sociedad más justa donde todos tengamos nuestro lugar como seres humanos. Hoy, en los umbrales del siglo XXI, si posamos nuestra mirada en alguno de los países desarrollados occidentales: Noruega, Suecia, Dinamarca, etcétera, podríamos pensar que esto, de hecho, esta sucediendo. La historia aparece ante nuestros ojos como el lugar donde se produce la civilización a través del trabajo sucesivo de las generaciones. En estas sociedades avanzadas, la ciencia y la tecnología han logrado elevar la esperanza de vida, la productividad de la tierra, la cobertura sanitaria, etc. Sus sistemas educativos han logrado que la mayor parte de sus habitantes tengan la oportunidad de lograr su desarrollo individual y social. En estas sociedades desarrolladas del primer mundo, se ha producido un enorme avance respecto a épocas pasadas. Pero, ¿qué ocurre si globalizamos nuestra mirada haciendo más amplio nuestro punto de vista?, ¿Entonces que vemos? Vemos América del sur, Centroamérica, Oceanía, Europa del este, Asia, y finalmente África...

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Si observamos el mundo como totalidad, aparcando por un momento nuestra mirada euro céntrica, y tratamos de quitarnos los anteojos de desarrollo que llevamos puestos, ¿qué vemos?, ¿Qué es lo que nos rodea por todas partes sin que apenas nos demos cuenta? Pobreza1. Vivimos en una isla de desarrollo. Como decía M. Ghandi: “cuando hablamos del mundo, estamos hablando de Asia”. Europa no es el mundo. Europa es una minúscula minoría privilegiada. El mundo son ellos. Los que no tienen nada: “los que -como dice Galeano- valen menos que la bala que los mata2.” La pobreza no es una cifra. No es una estadística sociológica más. No es algo irreal. Es un hecho cotidiano. La mitad de la población mundial esta sumida en la pobreza: ¿cómo podemos levantar la mirada satisfechos y decir que hemos avanzado en la civilización?, ¿Cómo podemos sostener que el mundo hoy es más civilizado que ayer? Decía Pedro Casaldaliga, un sacerdote jesuita abanderado de la teología de la liberación: “la pobreza es la macro blasfemia de nuestro tiempo”. Y es la macro blasfemia, por que no es un hecho aislado. La pobreza, no es anomalía. Es norma. Oigamos lo que nos dice el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en su Informe sobre el Desarrollo Humano 2009: “Cuando los gobiernos sub-nacionales enfrentan grandes obligaciones para financiar los

servicios básicos, los mecanismos fiscales redistributivos pueden ayudar a contrarrestar los

desequilibrios entre los ingresos asignados y los gastos. Las transferencias entre gobiernos

normalmente se realizan entre estados y localidades sobre la base de por lo menos dos

criterios: la necesidad (como habitantes, tasas de pobreza, etc.) y la capacidad generadora de

ingresos (en términos que no desincentiven los esfuerzos tributarios locales).

Ahora bien, no existe ningún patrón de transferencia que sea adecuado para todos los casos,

ya que las circunstancias y los objetivos difieren en cada país. Las subvenciones per cápita

exigen que se contabilice a todas las personas, incluido a los migrantes en situación irregular

y su familia. Las transferencias pueden utilizarse asimismo para reembolsar costos

específicos, especialmente de servicios sociales donde existen argumentos sólidos en pro de

igualar el acceso. Sin embargo, un sistema de transferencias bien diseñado no se basa mucho

en la asignación de fondos para fines específicos, de modo que las subvenciones deben ser lo

más simple, confiable y transparente que sea posible”.

Cosas tan simples y cotidianas para nosotros como beber agua, comer regularmente, tener hijos sanos, planificar nuestro futuro, disfrutar de ratos de ocio, etcétera, son utopías inalcanzables para muchas personas en los países del denominado tercer mundo.

1 Para obtener una visión global consultar: PNUD, (2009). Informe sobre Desarrollo Humano . Ediciones Mundi Prensa, Madrid. 2 Galeano, Eduardo. (1989). El libro de los abrazos . Editorial siglo XXI.



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Aunque nos parezca increíble, hoy, en los umbrales del siglo XXI, hay seres humanos que mueren cada día literalmente de hambre. Hace muchos años se abrió una disputa filosófica entre Voltaire y Pope. Voltaire a consecuencia de la contemplación de la destrucción causada por el terremoto de Lisboa teorizó una visión pesimista de la historia y del hombre. Pope, por el contrario, era lo que se denomina un optimista metafísico: sostenía que el mundo esta “perfectamente” bien como esta. Esto lo expresaba con el aforismo: “todo esta bien”. Según su opinión lo que entendemos como mal no lo es verdaderamente. Es solamente un error de perspectiva. Nosotros los seres humanos, estamos incapacitados para comprender el sentido profundo de la historia, y por ello, valoramos negativamente lo que en el fondo con perspectiva suprahumana es un bien. Voltaire compartía el punto de vista de Pope. De repente, un 11 de noviembre de 1755 tembló el suelo bajo Lisboa y el mar se levanto engullendo la mitad de la ciudad y a sus habitantes con ella. Voltaire3 perdió de golpe todo su optimismo. A partir de entonces, el filósofo francés defendió que: “la historia es el lugar del mal”. El mal, no aparece ya como una entidad abstracta que el hombre edifica por su incompetencia para desentrañar los profundos designios de lo real. El mal ya no es un error de perspectiva. “El mal es”, existe. El mal tiene realidad: es destrucción y sufrimiento. Es el dolor de los seres humanos. El mal es el terror de una ciudad entera destruida, y finalmente del género humano completo. Imaginemos por un momento que Voltaire aterrizara en el siglo XXI y en vez de visitar Noruega, Suecia o Dinamarca, visitara Sudan, Gambia, Somalia, la República Democrática del Congo, Chad o Nicaragua... ¿Qué pensaría? ¿Qué pensaría el filósofo si pusiera sus pies en un campo de refugiados de Darfur? ¿Qué pensaría si arrastrase sus pies por los barrios de chabolas de Calcuta o las favelas de Sao Paulo? Probablemente, pensaría que el mal no solo es real, sino que desgraciadamente, cada vez es más real. Más real, y más humano. Pues bien, si tuviésemos que identificar uno entre los múltiples males que amenazan al hombre en nuestro tiempo, este sin duda sería la pobreza. La pobreza existe. La vemos cada día en la televisión y en los periódicos. La escuchamos en las radios. La vemos radiografiada año tras año en los informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en los de la

3 Voltaire. Obras completas. Editorial Besterman.



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Organización Mundial de la Salud (OMS), en los de la FAO, etc. Pero la pobreza no por ser real es necesaria. Por esto, el punto de partida de toda reflexión y de toda acción en el campo de la Cooperación Internacional ha de tener como objetivo la erradicación de la pobreza. Para poder valorar en su justa medida este programa hemos conocer y comprender los conceptos de desarrollo y subdesarrollo y las distintas reflexiones teóricas que desde la ciencia, la política y la filosofía han tratado de elaborar modelos conceptuales en los que enmarcarlos. Como medidas referentes a la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil, materna, el avance del vih/sida y el sustento del medio ambiente se aprueba en el año 2000 la Declaración del Milenio. El compromiso de la comunidad internacional fue “no escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema”. En este momento ya hemos recorrido más de la mitad del camino hacia la fecha límite de 2015, año en el cual deberían lograrse los objetivos de desarrollo del Milenio. Los objetivos de desarrollo del Milenio envuelven las aspiraciones de desarrollo del mundo en su conjunto. Pero no son sólo objetivos de desarrollo, representan valores y derechos humanos universalmente aceptados como la lucha contra el hambre, el derecho a la educación básica, el derecho a la salud y responsabilidad frente a las generaciones futuras. Hemos realizado importantes avances hacia el logro de los ocho objetivos, pero no estamos bien encaminados para cumplir con nuestros compromisos.



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Para objetivos, y en respuesta de aquellos que demandaban un cambio hacia posturas más sociales de los mercados mundiales y organizaciones financieras se añade el Objetivo 8, ‘Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo’. En otras palabras, el objetivo promueve que el sistema comercial, de ayuda oficial y de préstamo garantice la consecución en 2015 de los primeros siete Objetivos y, en general, un mundo más justo.

Cada Objetivo se divide en una serie de metas, un total de 18, cuantificables mediante 48 indicadores concretos. Por primera vez, la agenda internacional del desarrollo pone una fecha para la consecución de acuerdos concretos y medibles.

Los títulos de los ocho objetivos, con sus metas específicas, son:

• Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambr e.

- Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre. - Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario. - Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes.

• Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.

- Asegurar que en 2015, la infancia de cualquier parte, niños y niñas por igual, sean capaces de completar un ciclo completo de enseñanza primaria.

• Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.

- Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de finales de 2015

• Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.

- Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores de cinco años.

• Objetivo 5: Mejorar la salud materna

- Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna.



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• Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y ot ras enfermedades.

- Haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA en 2015. - Lograr, para 2010, el acceso universal al tratamiento del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesiten. - Haber detenido y comenzado a reducir, en 2015, la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves

• Objetivo 7: Garantizar el sustento del medio ambien te.

- Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente. - Haber reducido y haber ralentizado considerablemente la pérdida de diversidad biológica en 2010. - Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento. - Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios marginales.

• Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

- Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. - Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados. - Atender las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo (mediante el Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los resultados del vigésimo segundo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General). - Encarar de manera integral los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales para que la deuda sea sostenible a largo plazo. - En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo a precios asequibles. - En cooperación con el sector privado, dar acceso a los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de la información y las comunicaciones.

El único objetivo que no está marcado por ningún plazo es el octavo, lo que para muchos significa que ya debería estar cumpliéndose.

Informe 2009 Objetivos del Desarrollo del Milenio. Naciones Unidas. Nueva York 2009.



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DESARROLLO Y SUBDESARROLLO

El interés humano por el desarrollo social arranca desde los orígenes más remotos de la sociedad humana. Los hombres del pasado al entrar en contacto con las sociedades vecinas y con sus propios orígenes (históricos o míticos) no pudieron evitar plantearse interrogantes respecto a su propio desarrollo social y cultural. En el siglo V Antes de Cristo en la democrática Atenas los ciudadanos comparaban la magnificencia económica, artística, cultural y filosófica de su ciudad con la del resto de las polis griegas. Sin duda para ellos Atenas estaba más desarrollada porque sus naves surcaban el mediterráneo en todas direcciones llevando y trayendo sus productos a cada rincón del imperio, en su acrópolis los templos se elevaban majestuosos en honor de los olímpicos, en sus calles y avenidas discutían los ciudadanos de ciencia, arte y filosofía. Naturalmente para muchos ciudadanos de Atenas su sociedad estaba más desarrollada porque poseía una constitución democrática que el pueblo se había otorgado a sí mismo. Basta leer el discurso de Perícles en alabanza a la democracia ateniense para sentir como fluye a través de sus palabras el pensamiento de un pueblo que se siente culturalmente en la vanguardia de la civilización. Un pueblo que se siente desarrollado. Desde nuestra óptica actual en la que para la formulación del concepto de desarrollo no basta con el componente económico, cultural y artístico, sino que exigimos además un importante componente ético, la sociedad democrática ateniense nos parece subdesarrollada ya que uno de los pilares básicos sobre el que se sustenta es la esclavitud de gran parte de sus integrantes. Esto nos aproxima a un aspecto importante del concepto de desarrollo. Además de ser un concepto multidimensional (dimensión económica, cultural, artística, social, ética, etcétera) el desarrollo es también un concepto relativo. El desarrollo no es tal respecto a un ideal absoluto que podamos identificar con claridad y al cual dirigirnos como la flecha hacia el centro de la diana. El desarrollo es siempre relativo a la percepción y al autoconcepto que el ser humano tiene de sí mismo y que esta condicionado por la sociedad en la que esta inmerso y por el momento histórico en el que se encuentra.

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1. Aproximación histórica al concepto de desarrollo: - Aproximación al Concepto de Desarrollo; - Análisis Histórico de los distintos Enfoques en Teoría del Desarrollo: Teorías del crecimiento económico por etapas. Modelos neoclásicos de cambio estructural (Modelos de cambio estructural y pautas de desarrollo). Modelos de Dependencia Internacional (Enfoque de la teoría de la dependencia. La perspectiva del desarrollo humano y del desarrollo sostenible).



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Desde una óptica científica el desarrollo de la antropología durante el siglo XIX despierta el interés por comparar y evaluar las distintas sociedades humanas que el proceso de colonización ha puesto de relieve. Con la publicación por Charles Darwin a mediados del XIX del “Origen de las especies” el interés por el desarrollo (entendido el concepto en un sentido amplio) se coloca en un primer plano. El pilar básico de la teoría evolucionista explicitada en la obra de Darwin es la certeza de que el desarrollo existe: el desarrollo es un hecho natural. A nivel estrictamente biológico Darwin constata que las especies no son fijas como postulaba el creacionismo sino que se transforman adaptándose al medio natural en una constante (y trágica) lucha por la vida. No hubo que esperar mucho tiempo hasta que las corrientes enmarcadas dentro del denominado Darwinismo Social extendieran la idea de cambio y evolución al estudio y comparación de unas sociedades con otras. Naturalmente pronto se proclamo la superioridad evolutiva de la sociedad occidental sobre las denominadas sociedades primitivas. En algunos caso esta idea se radicalizo dando lugar a paradigmas y teorías racistas que ayudaron a la justificación del colonialismo. La tesis era la siguiente: las sociedades europeas son más fuertes (más evolucionadas) que las “primitivas” por lo tanto es lícito que estas sean objeto de explotación por parte de las primeras. No es más que la translación al plano social de las consecuencias del evolucionismo en el plano biológico. La pregunta que estaba en el aire era: ¿Que sociedades están más evolucionadas? Desde la óptica evolucionista parecía una pregunta natural. Esta interpretación biologista del cambio social se ha cuestionado posteriormente con la relativización de los conceptos de raza y cultura desde la antropología cultural (se ha puesto en cuestión si es lícito hablar de sociedades avanzadas y sociedades primitivas), del propio concepto de evolución desde la filosofía de la ciencia, y en lo que a nosotros afecta por la complejización del propio concepto de desarrollo. En nuestros días el interés por el desarrollo en un sentido técnico y restringido del mismo (teoría del desarrollo y teoría económica del desarrollo) nace después de la segunda guerra mundial. Es generado en parte por dinámicas de índole político y geoestratégico, y en parte por el proceso histórico de la descolonización que arranca con el final del enfrentamiento bélico.

1.1. APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL CONCEPTO DE DESARROLLO



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A escala geopolítica el fin de la segunda guerra mundial constituye un momento histórico clave para entender la construcción de las relaciones políticas y económicas internacionales hasta el derrumbamiento del bloque socialista a principios de la década de los noventa. Es el momento fundacional de la época histórica denominada la guerra fría. Las condiciones geopolíticas de la guerra fría van a tener gran importancia en aspectos relativos al desarrollo. La magnitud de la catástrofe humana y económica derivada de la segunda guerra mundial no conocía parangón en la historia humana. Este hecho facilita el planteamiento de profundos interrogantes respecto a la posibilidad de un desarrollo humano continuo. Hasta entonces, la idea general era la de que el hombre y las sociedades tienden a avanzar históricamente en su desarrollo de forma imparable. El paradigma de este pensamiento es el optimismo ilustrado del siglo XVIII y su idea de progreso. La segunda guerra mundial representó una profunda quiebra de este ideal. La cuestión que flotaba en el aire en el debate filosófico4 y político era: ¿Cómo podemos hablar de progreso humano después de Ausctwitz5? No obstante esta quiebra era más una quiebra moral y ética que programática ya que el programa de desarrollo científico y económico “ad infinitum” no fue abandonado. Los países europeos devastados por la guerra tenían sus economías prácticamente desmanteladas y el tejido social e institucional seriamente dañado y fragmentado. Ante esta situación se pusieron en marcha programas y acciones de promoción del Desarrollo para lograr reconstruir sus economías y sus infraestructuras. Los equilibrios políticos y geoestratégicos jugaron un papel fundamental en la aplicación de estos programas de ayuda facilitando la consolidación de dos bloques antagónicos: el bloque capitalista comandado por los Estados Unidos que agrupaba a la mayoría de los países de Europa Occidental, y el bloque socialista comandado por la Unión Soviética que agrupaba a la mayor parte de los países de Europa Oriental. Junto a esta situación de reconstrucción social y económica de los países europeos encontramos una dinámica paralela de de liberación nacional de las antiguas colonias. Estas aprovechan la coyuntura histórica para poner en marcha movimientos de liberación nacional y alcanzar su independencia económica y política. Se inicia de esta forma un proceso de importancia fundamental para la teoría del desarrollo como es la descolonización. La descolonización aparece en principio como una dinámica de liberación social cargada de esperanza para las antiguas colonias que tras muchos años de subordinación política y explotación económica alcanzan su libertad. Esta

4 Reflexiones filosóficas posmodernas (Derrida, Lyotard, Foucault, etcétera) y neomarxistas de la “Escuela de Frankfurt”. 5 Campo de exterminio instalado por el gobierno Nazi Alemán durante la segunda guerra mundial. Se encuentra situado una zona del este de Europa dentro de las fronteras de la actual Polonia. Se calcula que murieron en este campo 1,5 millones de personas.



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esperanza radica en la idea de que el subdesarrollo económico y social de estos países es consecuencia de la explotación inmisericorde de sus recursos por parte de las metrópolis, y que por lo tanto la recuperación de la libertad económica y política representa también el inicio del fin del subdesarrollo. Desgraciadamente esta esperanza quedara pronto frustrada por la evidencia de la perpetuación del subdesarrollo en la mayor parte de estos países a pesar de haber culminado sus procesos de descolonización.

1.1.1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE DESARROLLO

El concepto de desarrollo es bastante ambiguo y polémico. En una primera acepción tiene un origen principalmente económico. Desde esta óptica desarrollo sería igual a desarrollo económico. Sin embargo, esta concepción economicista del desarrollo ha sido ampliamente criticada desde múltiples instancias por ser insuficiente, por no decir radicalmente falsa. La experiencia de las décadas de los 50 y 60 cuando un gran número de países en desarrollo alcanzaron altos niveles de crecimiento económico, pero los niveles de vida de la mayor parte de su población permanecieron inalterados o incluso descendieron puso de manifiesto que esa concepción economicista del desarrollo era reduccionista:

“Lo que hay que preguntar acerca del desarrollo de un país es: ¿qué ha sucedido con la pobreza?, ¿y con el desempleo?, ¿y con la desigualdad? Si los tres alcanzaban niveles elevados y se han reducido, podemos afirmar sin lugar a dudas que ha habido desarrollo en el país en cuestión. Pero si uno o dos de estos problemas ha empeorado, y sobre todo si han empeorado los tres, no podemos llamar a ese proceso desarrollo aun que la renta per-capita se haya multiplicado por dos”6

El desarrollo es ante todo un proceso. No es como se ha concebido tradicionalmente una meta o un fin a alcanzar, sino un proceso creativo endógeno (fruto de dinámicas intrasociales) y exógeno (fruto de dinámicas intersociales.) Lejos de ser solamente un proceso económico como algunas teorías del desarrollo lo han entendido, es un proceso multidimensional:

“Se debe concebir el desarrollo como un proceso multidimensional compuesto por grandes transformaciones de las estructuras sociales, de las actitudes de la gente y de las instituciones nacionales, así como por la aceleración del crecimiento económico, la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza absoluta.”7

6 Dudley Seers, “The meaning of development”. Eleventh World Conference of the Society for International Development, Nueva Delhi (1969). 7 Todaro, Michael P.: El desarrollo económico del tercer mundo. Alianza Editorial. Madrid. 1985.



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1.1.2. ANÁLISIS HISTÓRICO DE LOS DISTINTOS ENFOQUES

EN TEORÍA DEL DESARROLLO

En los últimos treinta años las teorías sobre el desarrollo económico han estado dominadas por tres corrientes de pensamiento:

a) Teorías del crecimiento económico por etapas b) Modelos neoclásicos de cambio estructural c) Modelos de dependencia internacional

1.1.2.1. Teorías del Crecimiento Económico por Etapas En la década de los cincuenta y principios de los sesenta se utilizó el paradigma de las “etapas del crecimiento económico”. Para este paradigma el desarrollo se compone de una serie de etapas consecutivas que todos los países deben superar. Es una teoría del desarrollo esencialmente económica. Básicamente la teoría formula una receta a aplicar por los países subdesarrollados para lograr alcanzar las metas de desarrollo logradas por los países desarrollados. Estos tienen que seguir la senda que los países desarrollados siguieron antes que ellos. Desarrollo es concebido como sinónimo de crecimiento económico agregado. El “Plan Marshall” “demostró” que en un periodo relativamente corto de tiempo y gracias a la ayuda técnica y financiera de los Estados Unidos se podían recuperar las economías de los países europeos devastados por la guerra. Además las sociedades industriales europeas habían sido en el pasado sociedades agrícolas subdesarrolladas. La transformación que las sociedades europeas habían llevado a cabo para pasar de sociedades agrarias a sociedades industrializadas podía servir de guía para que los países subdesarrollados pudieran romper el círculo del subdesarrollo. En este paradigma se sitúa la Teoría de las etapas del crecimiento de Rostow. Su creador fue el historiador económico norteamericano W.W. Rostow. Según su teoría la transición del subdesarrollo al desarrollo conlleva la superación de una serie de etapas por parte de los países subdesarrollados. Desde la óptica económica la teoría de las etapas de Rostow proponía la siguiente receta: el principal obstáculo al desarrollo es que en los países pobres la formación neta de capital alcanza niveles relativamente bajos. Los países pobres no son capaces de ahorrar el capital necesario para poder generar



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crecimiento económico. Por ello los países industrializados debían transferir masivamente capital y asistencia técnica a estos países. Hacia falta un plan Marshall para los países del tercer mundo. Esta receta economicista encajaba muy bien en el marco de la guerra fría en el cual había que justificar las transferencias de capital y tecnología a los países amigos y satélites.

Críticas al modelo de las etapas:

�� El modelo de la teoría de las etapas ha demostrado ser insuficiente para una teoría completa del desarrollo. Las recetas que propone no siempre

funcionan.

�� El incremento del ahorro y de la inversión es una condición necesaria para acelerar el crecimiento, pero por sí misma no es suficiente.

�� El Plan Marshall funcionó con los estados europeos por que estos

presentaban unas condiciones estructurales, institucionales, culturales y políticas suficientes para que las inversiones generasen unos niveles de

producción elevados. Además hay un segundo aspecto fundamental que no se tiene en cuenta en la teoría de las etapas: hoy día los países subdesarrollados forman parte de un sistema económico y político internacional muy integrado y complejo. Dentro de este sistema de interrelaciones internacionales, hasta la mejor estrategia puesta en

marcha por un estado para alcanzar el desarrollo puede ser anulada por fuerzas externas que no están bajo su control.

�� Debido a la insuficiencia de esta teoría del desarrollo por etapas que

equipara desarrollo a desarrollo económico (y que se ha revelado insuficiente incluso para propiciar este último) poco a poco se fue

abandonando este enfoque.



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1.1.2.2. Los Modelos Neoclásicos de Cambio Estructural La teoría del cambio estructural se centra en el mecanismo por el cual los países subdesarrollados cuyos sistemas económicos se basan fundamentalmente en la agricultura tradicional de subsistencia transforman su estructura económica para convertirse en economías modernas con una importancia mayor de los sectores secundario y terciario. En estos modelos se usa la teoría neoclásica del precio y la econometría moderna para la descripción de estos procesos de transformación. Uno de los modelos clásicos dentro de esta teoría es el del Nóbel W. Arthur Lewis centrado en la transformación estructural de las economías de subsistencia. Todavía hoy tiene muchos partidarios entre los economistas norteamericanos que estudian la economía del desarrollo. Básicamente el modelo consiste en la concepción de dos niveles estructurales en los países en desarrollo. Un primer nivel correspondiente a un sector tradicional agrario de subsistencia con un nivel de productividad muy bajo o nulo, y un segundo sector más moderno con una elevada productividad pero muy poco desarrollado. En el primer nivel hay un excedente de mano de obra que puede ser encauzado al segundo nivel sin que descienda la productividad del primero, ya que esta es concebida como de subsistencia. Con el aumento de la mano de obra en el segundo sector aumenta la producción y con ello los beneficios de los capitalistas que reinvierten en inversiones que a su vez generan empleo captando más mano de obra procedente del primer nivel. El modelo se centra principalmente en el proceso de transferencia de mano de obra del sector tradicional al moderno y en el crecimiento de la producción y el empleo. La transformación estructural se producirá con el desplazamiento del centro de gravedad de la actividad económica del sector agrario al sector moderno. Criticas al modelo de Lewis: �� Aunque el modelo de Lewis es simple y coincide a grandes rasgos con la

experiencia histórica del crecimiento en occidente, tres de sus supuestos clave no se adaptan a la realidad económica e institucional de la mayor

parte de los países del tercer mundo. �� Primeramente, el modelo supone que el ritmo de transferencia de mano de

obra y de creación de empleo de un sector al otro es proporcional a la tasa de acumulación de capital en este sector. Pero no cuenta con que la

inversión de capital en equipos avanzados pueda hacer innecesaria una tasa masiva de transferencia de mano de obra desde el primer sector.



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Esto, suponiendo además que el capital se invierte siempre en el propio país hecho que esta muy lejos de ser cierto. Otro aspecto que no se tiene

en cuenta es que el aumento de producción y en consecuencia de beneficios puede repartirse entre los capitalistas poco numerosos mientras

que los niveles de renta y empleo de la mayoría de los trabajadores no varían de forma apreciable. Por esto aunque crezca significativamente el

Producto Nacional Bruto (PIB) de un país las mejoras en el bienestar social agregado pueden ser pequeñas o nulas.

�� El segundo supuesto discutible es el de que hay un exceso sistemático de

mano de obra en el primer sector y una capacidad ilimitada de absorción y creación de empleo en el sector moderno. Investigaciones realizadas

tienden a demostrar que en los países en desarrollo tiende a pasar exactamente lo contrario: hay un desempleo importante en las áreas

urbanas y poco exceso de mano de obra en el área rural. Naturalmente hay excepciones estaciónales y geográficas a esta regla.

�� El tercer supuesto poco realista es que en el sector moderno hay un mercado de trabajo competitivo que garantiza la existencia de un salario

urbano constante que agota el exceso de mano de obra rural. El hecho es que los salarios en el área urbana tienden a crecer rápidamente aun en

presencia de un elevado nivel de desempleo.

�� Podemos concluir que cuando se tienen en cuenta los múltiples efectos distorsionante que se dan en los países en desarrollo hay que modificar considerablemente los supuestos del modelo de dos sectores de Lewis

para que se adapte a los países en desarrollo.

�� Este enfoque ha sido desplazado fundamentalmente por dos enfoques diferentes que compiten entre sí: los “modelos neoclásicos de cambio

estructural” (teoría económica moderna y modelos estadísticos de descripción para el proceso de cambio estructural) y la “teoría de la

dependencia internacional”.

�� Esta última presenta una formulación más radical con un fuerte componente político. Para ella el desarrollo y el subdesarrollo se

enmarcan en una estrategia de relaciones conflictivas de poder en el ámbito nacional e internacional. Esta teoría tiende a subrayar los

impedimentos políticos e institucionales al desarrollo económico. Desde este enfoque se concibe la pobreza como un fenómeno político y no

meramente económico.



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Modelo de Cambio Estructural y Pautas de Desarrollo Se trata de un modelo estructuralista empírico que trata de adaptarse a la situación real de los países en desarrollo. Este modelo subraya la existencia de restricciones nacionales e internacionales al desarrollo de los países empobrecidos. Entre las nacionales cabe destacar las limitaciones en las dotaciones de recursos, en la extensión de un país (pequeña dotación territorio, insularidad, etcétera), en el tamaño de su población (países escasamente poblados o superpoblados), así como en restricciones de carácter político (dictaduras, democracias formales, etcétera), cultural (conflictividad interétnica, religiosa, etcétera) e institucional (ausencia o debilidad institucional, corrupción, etcétera.) Entre las internacionales se destacan los condicionantes instituidos por el sistema económico internacional claramente ventajoso para los países desarrollados. Las dificultades en el desarrollo de estos países se localizan en ambos niveles: nacional e internacional. Pero es fundamentalmente en el sector internacional donde se encuentran los obstáculos más importantes. En la medida en que estos países tengan acceso a aprovechar las ventajas que proporcionan los países desarrollados (fuentes de financiación, tecnología, mercados para la exportación, etcétera) podrían desarrollarse incluso más rápidamente de los que lo hicieron los países desarrollados. Este modelo a diferencia del anterior reconoce que los países en desarrollo forman parte de un sistema internacional que puede promover e impedir su desarrollo. Los partidarios de este modelo estructuralista suelen mostrarse optimistas en el sentido en que piensan que una correcta identificación de los factores que propician el desarrollo respecto a un país determinado junto con unas políticas adecuadas a nivel nacional e internacional generará necesariamente pautas beneficiosas de crecimiento auto sostenido. 1.1.2.3. Modelos de Dependencia Internacional Enfoque de la Teoría de la Dependencia En los últimos años los modelos enmarcados en a “Teoría de la Dependencia” han ido ganando adeptos debido a un desencanto cada vez mayor ante los modelos anteriores (modelo de etapas y modelo de cambio estructural.) Esencialmente el enfoque de la teoría de la dependencia achaca el subdesarrollo a unas condiciones internas de carácter económico y político y a



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unas condiciones externas en el ámbito internacional de dependencia y subordinación con respecto a los países desarrollados. Dentro de este enfoque se pueden diferenciar dos corrientes: el “modelo de dependencia neocolonial” y el “Modelo del paradigma falso”. El Modelo de dependencia neocolonial deriva principalmente del pensamiento económico-político marxista. Este achaca el subdesarrollo del tercer mundo a la dinámica global de evolución histórica capitalista que genera sistemáticamente profundas relaciones de desigualdad entre los países ricos y los países pobres. Estas relaciones de desigualdad son similares a las que se dan entre el capitalista y el proletario en el nivel de las fuerzas de producción. Dentro de esta corriente se enmarca la denominada concepción Centro/Periferia. Los países ricos capitalistas están situados en el centro del sistema político-económico global. Los países pobres, por el contrario, ocupan la periferia del sistema capitalista global. Además, a nivel local dentro de cada país desarrollado o subdesarrollado se reproduce la misma dinámica de desigualdad social. Es decir, cada país sea rico o pobre también cuenta con un centro y una periferia. En los países ricos el centro lo constituyen la clase media y alta que disfrutan de los beneficios que reciben por la explotación de las clase baja situada en la periferia. En los países pobres el centro lo ocupan las elites políticas y económicas aupadas al poder por los intereses de las antiguas colonias y que explotan sistemáticamente a la inmensa mayoría de la población empobrecida que representa la periferia. De esta forma se establece una alianza de intereses entre los centros de los países ricos y los centros de los países pobres, que paradójicamente no se da entre las periferias. ¿Y por que no se da una alianza entre las periferias? Por una razón muy simple: a la periferia del norte (la clase más baja y depauperada) le conviene que los países pobres se mantengan en el subdesarrollo para poder seguir disfrutando de los pocos beneficios que la explotación de los mismos (y particularmente de la periferia) por parte de los países dominantes dentro del sistema capitalista les toca en el reparto. Piénsese por ejemplo en los bajos costes de las materias primas, en la explotación energética, etcétera. La teoría de la dependencia identifica instituciones y actores capitalistas que actúan estratégicamente para asegurar la perpetuación de este sistema de explotación y para anular cualquier intento de transformación de la estructura internacional de dominio. Tales actores son fundamentalmente los gobiernos capitalistas de los países ricos, las grandes corporaciones y multinacionales, la gran banca, los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), etcétera), y en última instancia los propios ciudadanos de los países ricos.



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En resumen, esta perspectiva neocolonial y neomarxista atribuye la continuidad del subdesarrollo y la pobreza a la conjunción de las políticas explotadoras de los países capitalistas del hemisferio Norte y de las pequeñas élites existentes en los países subdesarrollados:

“El subdesarrollo, lejos de constituir una situación de retraso previa al capitalismo, es más bien una consecuencia y una forma particular del desarrollo capitalista que se conoce como capitalismo dependiente”

Un segundo modelo dentro de las teorías de la dependencia es el “Modelo del paradigma falso”: Este enfoque atribuye el subdesarrollo del tercer mundo a un asesoramiento bienintencionado pero incorrecto (por desinformación y desconocimiento) por parte de expertos internacionales de los países desarrollados, agencias internacionales de desarrollo, y otros actores internacionales. Estos expertos ofrecen unos modelos económicos altamente desarrollados que orientan las políticas económicas de los países pobres y que no funcionan adecuadamente en los mismos. Estos modelos suelen estar basados en los modelos de Lewis y en los modelos de cambio estructural. Generalmente son beneficiosos solo en el ámbito macroeconómico beneficiando a las élites de estos países pero inútiles para reducir las desigualdades o para la redistribuir la riqueza. En ocasiones estos modelos son aplicados por expertos pertenecientes a los propios países en desarrollo pero formados económicamente en los países ricos. Estos expertos tratan de extrapolar los modelos macroeconómicos de estos a los países en desarrollo. Para resumir, podemos decir que los modelos de la teoría de la dependencia abogan por la inutilidad de “correctas” teorías macroeconómicas mientras los sistemas económicos y políticos a nivel internacional no sean radicalmente transformados y sigan basados en relaciones desiguales de explotación y dominio de los países ricos sobre los países pobres. Otro factor importante dentro de estos modelos es la creencia de que el desarrollo estrictamente económico no es el único factor a tener en cuenta. Se considera que un desarrollo económico fuerte sin una importante redistribución de la riqueza que tienda a reducir las desigualdades no puede ser considerado desarrollo.



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La Perspectiva del Desarrollo Humano y la Perspectiva del Desarrollo Sostenible

Más allá de la teoría de la dependencia las formulaciones economicistas del desarrollo comienzan a resquebrajarse con dos nuevas formulaciones: el “Desarrollo Humano” y el “Desarrollo Sostenible”.

La perspectiva del Desarrollo Humano:

“Proceso de ampliación de las opciones y capacidades de las personas, que se concreta en una mejora de la esperanza de vida, la salud, la educación y el acceso a los recursos necesarios para un nivel de vida digno”8

El enfoque del Desarrollo Humano se desarrolla a partir de los años 90 como una severa revisión y crítica a los enfoques anteriores y a la economía del desarrollo caracterizada por la equiparación tradicional de desarrollo a desarrollo económico. Para la perspectiva del Desarrollo Humano el desarrollo económico no es el objetivo primordial de un modelo coherente de desarrollo sino únicamente uno de sus componentes. Los antecedentes a la perspectiva del Desarrollo Humano pueden situarse en la década de los 70 con la comprobación de que los logros alcanzados por algunos países emergentes en su desarrollo económico no tenían equivalente en sus logros en materia social. El propio Banco Mundial tomó conciencia de la necesidad de tomar medidas dirigidas a garantizar un reparto más equitativo de los beneficios del desarrollo. Además la llamada “Escuela de la Necesidades Básicas” plantea la necesidad de incluir objetivos específicos de satisfacción de necesidades en la estrategia del desarrollo. A pesar de estas nuevas perspectivas desarrolladas en la década de los 70, en la década siguiente se vuelve a producir un brusco cambio de enfoque situando de nuevo como eje de la teoría del desarrollo al desarrollo económico. Esta perspectiva se plasmo en la práctica política en los denominados Planes de Ajuste Estructural (PAE) que se impulsaron desde los organismos financieros internacionales (especialmente el FMI) y que fueron implantándose progresivamente en la mayoría de los países en desarrollo. Estos Planes de Ajuste Estructural se basaban en recetas de política macroeconómica destinadas a reducir la inflación y el déficit público de estos países. Estos Planes de Ajuste Estructural normalmente iban acompañados de exigencias de liberalización de mercados para los exportadores de los países desarrollados lo que hacia sus mercados más vulnerables ante la competencia desleal de los países ricos. 8 Pérez de Armiño, Karlos. Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo” .Editorial Icaria. Barcelona 2002.



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Para cumplir estos requisitos (reducción de inflación y déficit público) los países en desarrollo se veían obligados a reducir drásticamente su gasto público (sanidad, ecuación, etcétera) e incrementar las privatizaciones lo que a la postre representaba un impacto extremadamente grave en los sectores de población más vulnerables que se quedaban sin acceso a los recursos necesarios para sustentar sus necesidades básicas. Las consecuencias sociales de la implantación de los Programas de Ajuste Estructural fueron en algunos casos devastadoras. Ante estos efectos dramáticos, a finales de los 80 se empezó a hablar de la necesidad de un “ajuste con rostro humano” que reclamaba la necesidad de incluir en estos Programas de Ajuste Estructural medidas de política social destinadas a contrarrestar sus efectos negativos sobre la población pobre de los países en desarrollo. Un momento importante en este proceso es la propuesta del economista Ul. Haq al PNUD9 de elaborar con carácter anual un informe sobre el desarrollo humano a nivel mundial teniendo en cuenta factores de desarrollo Humano tendentes a la medición de la satisfacción de las Necesidades Sociales Básicas (NSB) y no solamente factores de carácter económico. A partir de entonces el PNUD como organismo, y sus informes anuales se han convertido en un referente en cuanto al Desarrollo Humano se refiere. Desde el PNUD se ha divulgado e investigado tomando como perspectiva este enfoque. Su principal contribución ha sido la de presentar una propuesta válida alternativa a la utilizada por las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial y FMI) rompiendo el monopolio que estas ostentaban en la definición de las estrategias de desarrollo. A partir de la colocación por parte del PNUD del Desarrollo Humano como enfoque de referencia en la investigación sobre desarrollo, otras agencias han investigado y profundizado en el enfoque comenzado a utilizarlo de forma sistemática en la programación de sus estrategias de desarrollo:

“Durante mucho tiempo la pregunta central en torno al desarrollo había sido: ¿cuánto produce una nación?; ahora la pregunta central pasa a ser ¿cómo esta la gente?”

El desarrollo es entendido en este enfoque como un proceso que tiende a incrementar las capacidades de la gente. Se conciben capacidades humanas como vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos mediante una educación adecuada, tener acceso a recursos para vivir una vida decente, etcétera. Pero el Desarrollo humano va todavía más allá ocupando otras esferas como la capacidad humana de participar activamente en los fines de la sociedad en la que vive potenciando la implicación social y política de la gente, poder ser

9 Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.



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creativo y productivo, respetarse a sí mismo y respetar a los demás, y el derecho a sentirse perteneciente a una comunidad con derechos que disfrutar y deberes que cumplir:

“En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente, y por la gente”

La Perspectiva del Desarrollo Sostenible:

“Desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades10”

El concepto de Desarrollo Sostenible se origina ante la percepción creciente de que el actual ritmo de explotación de los recursos del planeta es insostenible. Con el superdesarrollo industrial propiciado por la globalización empieza a percibirse que la naturaleza no permite cualquier modalidad de desarrollo y que es necesario tener en cuenta esa referencia fundamental a la hora de marcar los objetivos de desarrollo y alcanzarlos. La primera llamada de atención la realiza el club de Roma en 1972 con su informe “Los limites del crecimiento”, pero cuando de verdad se empieza a tener conciencia de la problemática existente es a principios de la década de los 80 con el informe “Nuestro futuro Común” que sirve de base para La Cumbre de Río de 1992. La definición que del Desarrollo Sostenible se hace en La Cumbre de Río plantea la necesidad de ser consecuentes y solidarios entre las diferentes poblaciones para hacer un uso racional de los recursos naturales que nos permita a todos alcanzar niveles satisfactorios de bienestar. Expone además un nuevo punto de vista proyectado hacia el futuro entendiendo que esa solidaridad debe garantizarse también para las generaciones venideras. Los problemas más graves de sostenibilidad que se presentan actualmente se deben al denominado “efecto invernadero”, el cambio climático, la contaminación de las aguas, la destrucción masiva de recursos naturales y la disminución de la capa de ozono. Todos estos problemas a nivel mundial son especialmente graves en los países en desarrollo. En la cumbre de Río se sellaron importantes acuerdos en los que se reflejo la urgencia de actuar drásticamente para reducir los efectos más nocivos de estos fenómenos. Estos acuerdos en la mayor parte de los casos no están siendo cumplidos por los Estados firmantes, y lo que es más grave algunos de los países con mayor responsabilidad en estos problemas ni siquiera han suscrito los acuerdos (caso de Estados Unidos o China.)

10 Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988.



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Desde algunas instancias se ha criticado la ambigüedad del término “Sostenible”. Este se puede entender en dos acepciones: una sostenibilidad fuerte y una sostenibilidad débil. En el primer caso se trataría de actuar ya para que las generaciones venideras contaran como mínimo con los mismos recursos con los que cuentan las actuales y a ser posible con más y de mejor calidad. En el segundo caso se entiende que las generaciones venideras cuenten con menor “cantidad” de recursos ya que estas previsiblemente podrían suplirlos mediante avances tecnológicos. Este último punto de vista es cuando menos discutible ya que hay recursos naturales que no parecen fácilmente sustituibles mediante avances tecnológicos. Por ejemplo: los informes de los organismos internacionales desvelan que la sobreexplotación pesquera puede poner en peligro a corto plazo la pesca como recurso natural. Cuesta trabajo idear como podría suplirse con avances tecnológicos la biodiversidad marina. Un problema básico que plantea la sostenibilidad ambiental es su presunta incompatibilidad con un crecimiento económico y de los niveles de consumo como el actual. El problema básicamente es el siguiente: los países industrializados han alcanzado ya niveles de consumo de recursos insostenibles. Si este modelo desarrollista basado en el consumo de recursos naturales se extrapola a los países en desarrollo el colapso del sistema será inevitable. Por otro lado, los países en desarrollo reclaman su derecho a desarrollarse e industrializarse como hicieron antes que ellos los países ricos por lo que algunas de las medidas que requeriría hacer frente al problema son especialmente costosas para ellos. No obstante, paradójicamente algunas de las consecuencias más devastadoras de la degradación medioambiental sustentada en este modelo de desarrollo se sufren precisamente en los países pobres en forma de catástrofes naturales y sus consecuentes desastres humanitarios. Para afrontar este problema desde múltiples instancias se esta empezando a imponer un nuevo concepto de desarrollo: “Desarrollo Humano Sostenible”. En ambos casos se supone una redistribución solidaria de recursos: en el caso del desarrollo Humano la redistribución partiría de las capas más favorecidas de la sociedad hacia las capas más vulnerables, y en el de la sostenibilidad de las generaciones actuales hacia las generaciones venideras. La redistribución de recursos en todo caso debe partir de la minoría más favorecida actualmente ya que esta que aparece como la principal responsable del déficit de Desarrollo Humano y del deterioro medioambiental a nivel global.



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No se pone en duda ingenuamente que la redistribución es difícil debido a las relaciones de poder existentes a nivel local y global, pero se asevera que la moderación estratégica y racional del nivel de consumo de recursos de los más ricos es imprescindible para acercarse a un Desarrollo Humano Sostenible. Cabe destacar que a pesar de las múltiples evidencias al respecto los economistas ortodoxos se resisten a admitir limitación alguna al crecimiento económico como meta y objetivo en teoría del desarrollo. De esta forma introducen los costes medioambientales como aspectos externos al mercado. Sin embargo, a nuestro juicio esta posición es insostenible ya que es difícil, cuando no imposible, cuantificar costes de recursos medioambientales imprescindibles para la vida. Además la evidencia parece resaltar que los mecanismos del mercado por sí mismos (la mano invisible de Adán Smith) se han revelado incapaces de realizar una gestión sostenible de los recursos naturales. Frente a esta corriente otros autores destacan que la defensa activa de medioambiente representa de hecho un impulso económico para aquellos estados que gestionan adecuadamente sus recursos naturales y protegen su medioambiente. Esto se logra por incrementos sustánciales en turismo, en calidad de la producción agraria, reducción de la emigración rural, erradicación de enfermedades de origen medioambiental, reducción del riesgo de catástrofes naturales, etcétera. Por resumir diremos que la perspectiva del Desarrollo Humano Sostenible trata de hacer compatible un desarrollo humano integral tendente a reducir las desigualdades sociales a nivel local e internacional, con un desarrollo sostenible respetuoso con los recursos naturales, y solidario con las generaciones venideras.



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GGlloossaarriioo ddee TTéérrmmiinnooss

Agricultura de Subsistencia: Se denominan sistemas de agricultura de subsistencia a aquellos cuya productividad es tan baja que se limita a proporcionar los recursos alimentarios mínimos para la subsistencia de una familia o colectividad. Generalmente este tipo de agricultura esta muy poco o nada tecnificada. La protección agricultura de subsistencia es uno de los pilares básicos para asegurar la Seguridad Alimentaria de los paises en desarrollo. Deficit Público: Indice macroeconómico que refleja la diferencia entre lo que el estado ingresa y lo que el estado gasta. Teniendo en cuenta, que en los paises en desarrollo el estado generalmente presenta un deficit crónico de ingresos y sin embargo debe hacer un esfuerzo importante en gasto social para amortiguar las consecuencias más graves de la pobreza, el objetivo de reducción del deficit público se alcanza a costa de reducir drasticamente el gasto social. Esta reducción del gasto social por parte del estado la sufren generalmente las capas más vulnerabbles de la población. Desarrollo: Es un concepto multidimensional compuesto por grandes transformaciones de las estructuras sociales, de las actitudes de la gente y de las instituciones nacionales, así como por la aceleración del crecimiento económico, la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza. Es siempre relativo a la percepción y al autoconcepto que el ser humano tiene de sí mismo que esta condicionado por la sociedad en la que esta inmerso y por el momento histórico en el que se encuentra. El desarrollo un proceso creativo endógeno (fruto de dinámicas intrasociales) y exógeno (fruto de dinámicas intersociales.) Lejos de ser solamente un proceso económico como algunas teorías del desarrollo lo han entendido, es un proceso multidimensional. Desarrollo Humano Sostenible: Supone una redistribución solidaria de recursos: en el caso del desarrollo Humano la redistribución partiría de las capas más favorecidas de la sociedad hacia las capas más vulnerables, y en el de la sostenibilidad de las generaciones actuales hacia las generaciones venideras. La redistribución de recursos en todo caso debe partir de la minoría más favorecida actualmente ya que esta que aparece como la principal responsable del déficit de Desarrollo Humano y del deterioro medioambiental a nivel global. No se pone en duda ingenuamente que la redistribución es difícil debido a las relaciones de poder existentes a nivel local y global, pero se asevera que la moderación estratégica y racional del nivel de consumo de recursos de los más ricos es imprescindible para acercarse a un Desarrollo Humano Sostenible.



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Descolonización: Dinámica de liberación nacional de las antiguas colonias. Aparece en principio como una dinámica de liberación social cargada de esperanza para las antiguas colonias que tras muchos años de subordinación política y explotación económica alcanzan su libertad política. Esta esperanza radica en la idea de que el subdesarrollo económico y social de estos países es consecuencia de la explotación inmisericorde de sus recursos por parte de las metrópolis, y que por lo tanto la recuperación de la libertad económica y política representa también el inicio del fin del subdesarrollo. Desgraciadamente esta esperanza quedara pronto frustrada por la evidencia de la perpetuación del subdesarrollo en la mayor parte de estos países a pesar de de haber culminado sus procesos de descolonización. Enfoque de la Teoría de la Dependencia: Esencialmente el enfoque de la teoría de la dependencia achaca el subdesarrollo a unas condiciones internas de carácter económico y político y a unas condiciones externas en el ámbito internacional de dependencia y subordinación con respecto a los países desarrollados. Dentro de este enfoque se pueden diferenciar dos corrientes: el “modelo de dependencia neocolonial” y el “Modelo del paradigma falso”. Enfoque del Desarrollo Humano: El Enfoque del Desarrollo Humano se desarrolla a partir de los años 90 como una severa revisión y crítica a los enfoques anteriores y a la economía del desarrollo caracterizada por la equiparación tradicional de desarrollo a desarrollo económico. Para la perspectiva del Desarrollo Humano el desarrollo económico no es el objetivo primordial de un modelo coherente de desarrollo sino únicamente uno de sus componentes. Su principal contribución ha sido la de presentar una propuesta válida alternativa a la utilizada por las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial y FMI) rompiendo el monopolio que estas ostentaban en la definición de las estrategias de desarrollo. El desarrollo es entendido en este enfoque como un proceso que tiende a incrementar las capacidades de la gente. Se conciben capacidades humanas como vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos mediante una educación adecuada, tener acceso a recursos para vivir una vida decente, etcétera. Pero el Desarrollo humano va todavía más allá ocupando otras esferas como la capacidad humana de participar activamente en los fines de la sociedad en la que vive potenciando la implicación social y política de la gente, poder ser creativo y productivo, respetarse a sí mismo y respetar a los demás, y el derecho a sentirse perteneciente a una comunidad con derechos que disfrutar y deberes que cumplir. Modelo de Cambio Estructural: Se trata de un modelo estructuralista empírico que trata de adaptarse a la situación real de los países en desarrollo. Este modelo subraya la existencia de



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restricciones nacionales e internacionales al desarrollo de los países empobrecidos. Entre las nacionales cabe destacar las limitaciones en las dotaciones de recursos, en la extensión de un país (pequeña dotación territorio, insularidad, etcétera), en el tamaño de su población (países escasamente poblados o superpoblados), así como en restricciones de carácter político (dictaduras, democracias formales, etcétera), cultural (conflictividad interétnica, religiosa, etcétera) e institucional (ausencia o debilidad institucional, corrupción, etcétera.) Entre las internacionales se destacan los condicionantes instituidos por el sistema económico internacional claramente ventajoso para los países desarrollados. Las dificultades en el desarrollo de estos países se localizan en ambos niveles: nacional e internacional. Pero es fundamentalmente en el sector internacional donde se encuentran los obstáculos más importantes. Modelo de Dependencia Neocolonial: El Modelo de Dependencia Neocolonial deriva principalmente del pensamiento económico-político marxista. Este achaca el subdesarrollo del tercer mundo a la dinámica global de evolución histórica capitalista que genera sistemáticamente profundas relaciones de desigualdad entre los países ricos y los países pobres. Dentro de esta corriente se enmarca la denominada concepción Centro/Periferia. Los países ricos capitalistas están situados en el centro del sistema político-económico global. Los países pobres, por el contrario, ocupan la periferia del sistema capitalista global. La teoría de la dependencia identifica instituciones y actores capitalistas que actúan estratégicamente para asegurar la perpetuación de este sistema de explotación y para anular cualquier intento de transformación de la estructura internacional de dominio. Tales actores son fundamentalmente los gobiernos capitalistas de los países ricos, las grandes corporaciones y multinacionales, la gran banca, los organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, etcétera), y en última instancia los propios ciudadanos de los países ricos. Modelo del Paradigma Falso: Este enfoque atribuye el subdesarrollo del tercer mundo a un asesoramiento bienintencionado pero incorrecto (por desinformación y desconocimiento) por parte de expertos internacionales de los países desarrollados, agencias internacionales de desarrollo, y otros actores internacionales. Estos expertos ofrecen unos modelos económicos altamente desarrollados que orientan las políticas económicas de los países pobres y que no funcionan adecuadamente en los mismos. Estos modelos suelen estar basados en los modelos de Lewis y en los modelos de cambio estructural. Modelos Neoclásicos de Cambio Estructural: La teoría del cambio estructural se centra en el mecanismo por el cual los países subdesarrollados cuyos sistemas económicos se basan fundamentalmente en la agricultura tradicional de subsistencia transforman su estructura económica para convertirse en economías modernas con una importancia mayor de los sectores secundario y terciario. En estos modelos se



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usa la teoría neoclásica del precio y la econometría moderna para la descripción de estos procesos de transformación. Uno de los modelos clásicos dentro de esta teoría es el del Nóbel W. Arthur Lewis centrado en la transformación estructural de las economías de subsistencia. Necesidades Sociales Básicas: La denominada Escuela de las Necesidades Sociales Básicas nace con la insatisfacción ante los modelos economicistas de desarrollo y establece que no podemos hablar debidamente de desarrollo de un país si este no garantiza para la totalidad de su población la satisfacción de las Necesidades Sociales Básicas. Estas Necesidades Sociales Básicas se dividirian en cuatro grupos: Los mínimos necesarios para el consumo familiar y personal: alimento, vivienda, vestido, etcétera; El acceso a servicios esenciales: salud, transporte, educación, agua potable, etcétera; las referidas a un puesto de trabajo debidamente remunerado; necesidades relativas a un entorno saludable y humano, participación en las decisiones, libertades individuales, etcétera. Perspectiva del Desarrollo Sostenible: La definición que del Desarrollo Sostenible se hace en La Cumbre de Río plantea la necesidad de ser consecuentes y solidarios entre las diferentes poblaciones para hacer un uso racional de los recursos naturales que nos permita a todos alcanzar niveles satisfactorios de bienestar. Expone además un nuevo punto de vista proyectado hacia el futuro entendiendo que esa solidaridad debe garantizarse también para las generaciones venideras. La aceptación de los postulados de esta corriente por gran parte de la comunidad internacional se logra en La Cumbre de Río. No obstante países muy importantes desde el punto de vista industrial se han negadoa firmar el protocolo. Planes de Ajuste Estructural (PAE): Recetas de política macroeconómica destinadas a estabilizar los Índices macroeconómicos de los países en Desarrollo generalmente tienen como objetivos la reducción de la inflación y del déficit público. Estos Planes de Ajuste Estructural normalmente se acompañan de exigencias de liberalización de los mercados de estos países lo que hacia sus mercados más vulnerables ante la competencia de los exportadores de los países desarrollados. Para cumplir estos requisitos (reducción de inflación y déficit público) los países en desarrollo se veían obligados a reducir drásticamente su gasto público (sanidad, ecuación, etcétera) e incrementar las privatizaciones lo que a la postre representaba un impacto extremadamente grave en los sectores de población más vulnerables que se quedaban sin acceso a los recursos necesarios para garantizar sus Necesidades Sociales Básicas. Las consecuencias sociales de la implantación de los Programas de Ajuste Estructural en los países en desarrollo fueron en algunos casos devastadoras. Pobreza: "Situación de una persona cuyo grado de privación se halla por debajo del nivel que una determinada sociedad considera mínimo para mantener la dignidad"



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(Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo; Pérez de Armiño. Karlos). Para conceptualizar adecuadamente el concepto de pobreza lo primero que debemos tener en cuenta es que la Pobreza no es unicamente un concepto económico. La pobreza tiene un componente económico pero es un concepto multidimensional ya que las personas que se hayan en situación de pobreza presentan carencias en todos los ámbitos de la vida (económico, cultural, efectivo, social, etcétera.) Los enfoques actuales en Cooperación al Desarrollo tienen como uno de los objetivos básicos la erradicación de la pobreza al considerar que la pervivencia de la Pobreza no es compatible con el desarrollo. Sostenibilidad Débil: Se entiende que las generaciones venideras cuenten con menor cantidad de recursos ya que estas previsiblemente podrían suplirlos mediante avances tecnológicos. Este último punto de vista es cuando menos discutible ya que hay recursos naturales que no parecen fácilmente sustituibles mediante avances tecnológicos. Sostenibilidad Fuerte: Se trataría de actuar ya para que las generaciones venideras contaran como mínimo con los mismos recursos con los que cuentan las actuales y a ser posible con más y de mejor calidad. Subdesarrollo: Condición en la que se encuentran los paises pobres (diremos mejor empobrecidos) y que presenta una estructura multidimensional. El subdesarrollo es un concepto más amplio que el de pobreza económica de un país. Engloba carencias fundamentales en la capacidad de satisfacer las Necesidades Sociales Básicas de su población, junto con deficiencias póliticas, económicas e institucionales. Se toma conciencia del problema del subdesarrollo fundamentalmente a partir de la segunda guerra mundial y con los procesos de descolonización al observar que las antiguas colonias lejos de alcanzar a los países desarrolados permanecen en situaciones de pobreza y cada vez más lejos de alcanzar a estos en sus cotas de desarrollo. Teoría del Crecimiento por Etapas: En la década de los cincuenta y principios de los sesenta se utilizo el paradigma de las “etapas del crecimiento económico”. Para este paradigma el desarrollo se compone de una serie de etapas consecutivas que todos los países deben superar. Es una teoría del desarrollo esencialmente económica. Básicamente la teoría formula una receta a aplicar por los países subdesarrollados para lograr alcanzar las metas de desarrollo logradas por los países desarrollados. Estos tienen que seguir la senda que los países desarrollados siguieron antes que ellos. Desarrollo es concebido como sinónimo de crecimiento económico agregado.

el problema del desarrollo · del desarrollo pone una fecha para la consecución de acuerdos...

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