el poder sindical en la argentina sindical

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Marcos Schiavi El poder sindical en la Argentina peronista (1946-1955)

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Es un trabajo bastante interesante realizado por Schiavi, donde analiza el movimiento obrero en la Argentina de 1946-1955

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Marcos Schiavi

El poder sindical en la Argentina peronista(1946-1955)

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COLECCIÓN BITÁCORA ARGENTINADirigida por Alejandro Falco

Marcos SchiaviEl poder sindical en la Argentina peronista (1946-1955). 1a ed. BuenosAires: 2013.416 p. ; 15x22 cm.ISBN 978-950-793-166-61. Política Argentina. 2. Sindicalismo. 3. Peronismo. I. TítuloCDD 320.82Fecha de catalogación: 15/10/2013©2013, Marcos SchiaviHecho el depósito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina, tirada de esta edición: 500 ejemplares

Este libro se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2013 enGráfica San Martín, Pueyrredón 2130, San Martín, Provincia de BuenosAires, República Argentina. Ninguna parte de esta publicación, incluido eldiseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida demanera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico,óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito del editor.

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Índice general

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XIII

I El gobierno militar (1943-1946)

1 Gobierno militar, sindicatos y política . . . . . . . . . . 3

2 Desarrollo y sindicalización en las industrias metalúrgica y textil . 29

II Los primeros treinta meses (1946-1948)

3 Consolidación política, auge económico y movilización obrera. . 71

4 La organización del gremio metalúrgico . . . . . . . . . 83

5 Negociación y conflicto metalúrgico . . . . . . . . . . . 107

6 Organización textil y conflictividad en las empresas . . . . . 141

7 La regulación del conflicto textil . . . . . . . . . . . . 171

III La política sindical durante la crisis (1949-1951)

8 Crisis económica y disciplina sindical . . . . . . . . . . 201

9 La UOM en tiempos de crisis . . . . . . . . . . . . . 213

10 Unidad y crisis textil . . . . . . . . . . . . . . . . 233

IV La segunda presidencia (1952-1955)

11 Cambio de rumbo económico, resistencia y límites. . . . . . 259

12 Metalúrgicos y textiles a comienzos del segundo gobierno . . . 271

13 Convenios colectivos y oposición obrera . . . . . . . . . 289

14 Las continuidades de la resistencia . . . . . . . . . . . 315

Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339

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VIII

Apéndice

Asociación Obrera Textil . . . . . . . . . . . . . . 349

Cámara Argentina de la Industria Metalúrgica . . . . . . . 355

Siglas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359

Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361

Índice de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . 373

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Prólogo

Este libro es en realidad una tesis doctoral. Su título original, muchomás solemne, es «La dinámica sindical durante los dos primeros gobiernosperonistas (1946-1955). El caso de las industrias metalúrgica y textil en laCiudad de Buenos Aires y sus alrededores». Fue defendida en abril de 2012,bajo la doble dirección de Alejandro Schneider (Universidad de BuenosAires) y Danielle Tartakowsky (Université Paris 8).

Salvo pequeños detalles, el texto de este libro es el de la tesis, tal cualfue defendida. Sus líneas básicas, que se mantienen como fueron planteadasoriginalmente, son el resultado de un proceso que llevó cinco años de trabajo,y su redacción final expresa un momento de mi desarrollo intelectual yprofesional.

Mi posición en relación al objeto «sindicalismo peronista» ha cambiadocon el correr del tiempo. No lo veo igual hoy que en el 2004, año enque comencé a investigar al sindicato metalúrgico y la huelga de 1954. Elmovimiento sindical peronista generó en mí siempre un fuerte interés; unsentir que al comenzar su estudio podía ser definido como desconfianza.Hoy la situación es diferente.

Considero esta investigación como un real aporte a los estudios sobre pe-ronismo y movimiento sindical; un campo que se ha expandido radicalmenteen los últimos años y en el que la agregación de distintas tesis particulares(centradas en sindicatos nacionales o en regiones del país) está conformandouna nueva interpretación general.

La imagen de un movimiento sindical conservador, monolítico y, sobretodo, cooptado plenamente por el Estado ha sido superada. La investigaciónde Louise Doyon, hace ya varias décadas, había demostrado que el sindica-lismo en los años peronistas había tenido una praxis autónoma en ciertosniveles y esferas. Nuevos trabajos, en el que este está incluido, reafirmaronla línea y la profundizaron, reconociéndole no solo peso económico, sinoque también político.

En la década peronista el movimiento sindical logró y defendió unimportantísimo poder político, económico y social, gracias al cual mantuvocierto margen de movimiento determinado por su vínculo orgánico con el

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gobierno. Partir de esta suposición, y no desde la negatividad o desde laheteronimia y la verticalidad, permite que vaya tomando forma una nuevahipótesis general del período. Permite pensar la presencia de tres sindicalistasen el primer gabinete de Perón como una demostración de fuerza y no comocooptación; hace que la caída de la conflictividad en plena crisis puedaexplicarse por decisiones político-estratégicas de las organizaciones y no porpura represión estatal; complejiza al movimiento sindical en su conjunto; y,hace posible que se pueda afirmar que la identificación política peronistano era un síntoma de debilidad sindical sino su opción política, una opciónconsciente.

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Agradecimientos

En primer lugar, quiero agradecer a las dos instituciones donde desarrolléesta investigación: la Universidad de Buenos Aires, casa de la cual soy orgu-lloso egresado y docente, y la Université Paris 8 donde fui excelentementerecibido en mis estadías de 2010 y 2011. Debo mencionar además que estetrabajo no hubiese sido posible sin el apoyo económico del Consejo Nacionalde Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Muchas han sido las personas que me brindaron su apoyo en estos años.Alejandro Schneider, mi director y amigo. Danielle Tartakowsky, quien meabrió las puertas de Vincennes-Saint Denis. Mis compañeros de cátedra, losde Historia Social General y los de Historia de América Contemporánea.Nicolás Ferraro y Diego Ceruso, con quienes discutimos textos escritos acuatro manos. Bruno Fornillo, amigo y camarada. Alejandra Birgin, quienme dio una mano inmensa en la Casa Argentina en París. Gustavo Contreras,con quien compartimos fuentes e hipótesis. Estos son algunos de tantos sinlos cuales no se podría haber realizado esta investigación. A todos ellos,gracias.

Obviamente, el mayor agradecimiento es a mi familia: mi padre Gui-llermo, mi madre Marta y mi hermana Julia. Sin ellos nada de esto tendríasentido.

Por último, a Luna. Gracias a ella este es un libro escrito con felicidad.Con la presentación de la tesis doctoral se cerró una búsqueda que

llevó más de un lustro. Fue un trabajo arduo, pero que nunca dejó de serplacentero. Desde un comienzo tuve conciencia de la centralidad que teníala historia que investigaba: su centralidad política e historiográfica. Lo quedescubrí en el camino fue que también es una historia familiar: mis abuelasConcepción y Titina fueron obreras textiles durante los años peronistas,una trabajó en La Bernalesa, la otra en Fabril Financiera y Ducilo. Sonprotagonistas de este relato. ¿Cómo no mencionarlas entonces?

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Introducción

Por eso, al hablar del peronismo, no podré prescindir,totalmente de mí. Toda experiencia concreta envuelvea la vez al sujeto y al objeto.

Juan José Sebreli

El sindicato en lugar del comité; el sindicato, sininterferencias de políticos, como única manifestaciónde la voluntad popular.

Mariano Tedesco

El verdadero programa de las masas es lo que ellashacen.

René Zavaleta Mercado

La relación entre el movimiento sindical y el peronismo ha sido uno de losprincipales elementos de la política argentina de los últimos setenta años, talvez, el más importante. Este vínculo marcó los orígenes del peronismo y suconsolidación en el poder; luego explicó, en gran medida, su supervivenciadurante los años de proscripción política y, por último, su retorno al poderen 1973, casi dos décadas después de haber sido derrocado por un golpemilitar en septiembre de 1955. Aún hoy, a comienzos de nuestro siglo, estevínculo es nodal en la gobernabilidad argentina.

Las primeras dos presidencias de Juan Domingo Perón, entre 1946 y1955, son, a nuestro entender, el período histórico más adecuado paraintentar aprehender la lógica general de esa relación. En esa etapa, seforjaron los lazos entre peronismo, justicia y bienestar social, que perduraronpor años en el imaginario de la mayoría de los trabajadores argentinos.

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XIV MARCOS SCHIAVI

En esa década, la influencia política y social del movimiento sindical fue«determinante y permanente»,1 una situación no esperada ni deseada porPerón cuando, en 1943, lanzó su carrera política. Esta influencia le dio alperonismo un fuerte componente popular y de clase. La penetración delsindicalismo en el aparato estatal y el frustrado intento de desindicalizaciónpolítica expresado en el Partido Peronista (PP) no hicieron más que reafirmarla posición central de las organizaciones obreras en la sociedad argentina demediados del siglo XX. Lejos estuvieron de convertirse en sindicatos estatalesque acataran cada una de las iniciativas del gobierno, sino que mantuvieroncierto margen de acción pese a las reiteradas presiones oficiales. Como bienafirma Omar Acha:

«Su identidad [la de la central obrera] política no suponía unaaceptación automática de las decisiones proferidas por las másaltas autoridades partidarias. Su base societaria tampoco con-sentía sin protestar las exigencias de productividad y ajusteeconómico que crecientemente acosaban al gobierno peronista.Porque la Confederación General del Trabajo (CGT) no ocupabauna posición estatal es que las determinaciones estatales de laproductividad eran solo medianamente exigibles (. . . ). Cuandollegó el momento de concretar este apoyo social y político a ungobierno que consideraban el más suyo, las reacciones fueroninocultablemente ambiguas. La identidad política era entoncescuestionada por los intereses particulares. La fluctuación de lacentral obrera entre sus intereses particulares (“civiles”) y suidentidad peronista (“política”) suponía una inestabilidad quela cúpula partidaria peronista siempre buscó domeñar».2

La dinámica sindical estuvo determinada, además, por «una intensa poli-tización de los conflictos sociales en donde los distintos actores identificabansu condición social con el antagonismo entre peronismo y antiperonismo».3

Muchas veces, las huelgas se llevaron adelante o se criticaron en nombredel peronismo y el desarrollo de la patria.

En este punto, es necesario reconocer que han sido múltiples los estudiosque indagaron sobre la relación peronismo-sindicatos; en particular, sobre laexistente en sus orígenes. Sin embargo, aún resta mucho por conocer sobre

1. J. Torre. La vieja guardia sindical y Perón: sobre los orígenes del peronismo.Buenos Aires: Sudamericana, 1990, pág. 259.

2. O. Acha. «Sociedad civil y sociedad política durante el primer peronismo». En:Desarrollo Económico, vol. 44, n.o 174: Buenos Aires (2004), pág. 206.

3. R. Sidicaro. «Consideraciones sociológicas sobre las relaciones entre el pero-nismo y la clase obrera en la Argentina, 1943-1955». En: Populismo y neopopulismoen América Latina: El problema de la Cenicienta. Compilado por M. Mackinnon y M.Petrone. Buenos Aires: EUDEBA, 1998, pág. 155.

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INTRODUCCIÓN XV

la dinámica sindical y cómo esas organizaciones obreras se vincularon con elgobierno y sus políticas entre 1946 y 1955. Tradicionalmente, al analizarseeste período, se ha tomado en cuenta solo el papel de la CGT. Poco se haexaminado el rol de los sindicatos de rama, y sus relaciones con las basesmovilizadas, las cámaras empresarias, la central obrera y el gobierno.

Para llenar parte de ese vacío, la presente investigación se proponecontribuir al conocimiento del mundo sindical a partir del estudio de dosgremios industriales: el metalúrgico y el textil. Dentro de la generalidad deltema sindical, hemos seleccionado estos dos casos debido a la importanciapolítica y económica que tuvieron tanto dentro del movimiento sindicalcomo en el ámbito general. A su vez, se ha elegido la ciudad de Buenos Airesy sus alrededores por ser el área de mayor desarrollo industrial y sindicaldurante esos años.

Esta introducción se divide en tres apartados. El primero presenta sucin-tamente los actores, el recorte temporal y el geográfico. El segundo recorrelas principales líneas del vasto debate historiográfico. El último presenta losobjetivos de la investigación, sus hipótesis centrales y el corpus documentalrelevado.

Presentación de actores

La dinámica sindical del período tuvo dos características principales,en cierta medida generadas por el proceso político general, pero tambiéndeterminantes de este: altos niveles de sindicalización e importantes picosde conflictividad.

La llegada del peronismo al poder conllevó una inédita masificaciónde las organizaciones sindicales, una multiplicación radical en la cantidadde sus miembros. En los sindicatos industriales, de transporte y servicios,tomados en conjunto, la afiliación pasó de 537.414 en 1945 a 1.992.404cinco años después. Dentro de este crecimiento, la actividad industrial fuela que se desarrolló en mayor medida. Mientras a comienzos del períodocompartía con el sector de transporte la misma proporción de afiliados, alcomenzar la década del cincuenta, esta igualdad se había transformado enuna diferencia de casi cuatro a uno. Así lo muestran los cuadros 1 y 2.

En paralelo a esta sindicalización, se registraron tres momentos deelevada conflictividad obrera: durante los primeros tres años, al comenzarla década de 1950 y en 1954. En cada caso, las causas fueron diferentes;también, la situación de los sindicatos; por ende, los conflictos fueron denaturaleza disímil. En el cuadro 3, se observan el número de huelgas, lacantidad de huelguistas y los días perdidos en la ciudad de Buenos Aires.

En este panorama sindical, los casos metalúrgico y textil ocuparon unlugar central. Se trataba de dos de los gremios que más habían progresado,dando un salto cuantitativo mayúsculo: de tener a comienzos de la década

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XVI MARCOS SCHIAVI

1945 1948 1950

Industria 212.518 (100%) 795.752 (374%) 1.088.781 (512%)

Transporte 194.570 (100%) 306.977 (158%) 311.623 (160%)

Servicios 130.326 (100%) 430.196 (330%) 592.000 (454%)

Total 537.414 (100%) 1.532.925 (285%) 1.992.404 (371%)

Cuadro 1 – Afiliación sindical entre 1945 y 1950. Fuente: L. Doyon. Perón y lostrabajadores: los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-1955. Buenos Aires: SigloXXI, 2006, pág. 243.

1945 1948 1950

Industria 39,5% 51,9% 54,6%

Transporte 36,2% 20,0% 15,5%

Servicios 24,2% 28,1% 29,7%

Total 99,9% 100% 100%

Cuadro 2 – Proporción de afiliados por sector entre 1945 y 1950. Fuente: L. Doyon.Perón y los trabajadores: los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-1955. BuenosAires: Siglo XXI, 2006, pág. 244.

del cuarenta menos de diez mil trabajadores afiliados, llegaron, en diezaños, a que en cada actividad hubiera organizaciones con más de cien milmiembros. Su devenir en este período estuvo marcado por su dinámicainterna, su posición estratégica y las propias características de la rama.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue fundada en 1943 por un grupoopositor a la dirigencia de la, por entonces, organización más importantede la rama, el Sindicato de Obreros de la Industria Metalúrgica. Apoyadapor el coronel Perón desde 1944, la UOM se convirtió en algunos años en elsindicato único del sector metalúrgico en toda la Argentina. La AsociaciónObrera Textil (AOT), por su parte, fue creada a fines de 1945, también por ungrupo desprendido de la mayoritaria Unión Obrera Textil (Independencia).Esta joven organización rápidamente se transformó en la representación másimportante de la rama textil y llegó a ser sindicato único en 1949. Ambasorganizaciones tenían una estructura semejante: una dirección nacionalubicada en la ciudad de Buenos Aires, distintas seccionales con escaso poderde decisión y una gran cantidad de comisiones internas asentadas en lasfábricas más grandes de la industria.

Junto con estas semejanzas organizativas, había dos características es-tructurales que las diferenciaban, más allá de la dinámica interna, de los

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INTRODUCCIÓN XVII

Año n.º de huelgas n.º de huelguistas n.º de días perdidos

1946 142 333.929 2.047.601

1947 64 541.377 3.467.193

1948 103 278.779 3.158.947

1949 36 29.164 510.352

1950 30 97.048 2.031.827

1951 23 16.356 152.243

1952 14 15.815 313.343

1953 40 5.506 59.294

1954 18 119.701 1.401.797

Cuadro 3 – Huelgas en la ciudad de Buenos Aires entre 1946 y 1954. Fuente: L.Doyon. Perón y los trabajadores: los orígenes del sindicalismo peronista, 1943-1955.Buenos Aires: Siglo XXI, 2006, pág. 252.

vaivenes políticos y del tipo de liderazgo y movilización que se dio en ellas;estos dos elementos resultaron ser determinantes en el poder y consolidaciónsindical.

El primero de esos factores era el desarrollo de la propia rama industrial.Mientras que, en los primeros años de gobierno peronista, la industria textilfue una de las que más crecimiento ostentó, para desacelerarse a partir de1950 y luego estancarse, la de metales, maquinarias y equipos se afianzó conel cambio de década, convirtiéndose en el pilar industrial argentino. Como esde suponer, estas transformaciones influyeron en las expresiones y prácticasde los trabajadores organizados de cada rama durante el período que nosocupa. La segunda característica se vincula con las particularidades de sumano de obra. En este sentido, la cuestión del género es clave. Mientras lametalúrgica era una mano de obra mayoritariamente masculina y calificada,la textil era la actividad industrial que más mujeres ocupaba en la Argentina.La mitad de su personal era femenino. Este factor, sumado a la menorcalificación, a la presencia de migrantes europeos recién arribados al país yal llamado «golondrineo»,4 debilitó sobremanera la organización sindicaltextil. A lo largo del libro, debido al recorte temático elegido, no hemos

4. La baja calificación requerida más los exiguos jornales de esta industria,comparados con los de otras actividades, generaban una permanente renovación depersonal. Lucio Bonilla, dirigente sindical textil socialista, comentaba que debidoa esto: «La permanencia de trabajadores afiliados al sindicato textil era una ruedacontinua; se iban unos y venían otros». Entrevista a Lucio Bonilla, marzo de 1971,págs. 10-11. Archivo Historia Oral, Universidad Torcuato Di Tella.

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estudiado de manera particular la cuestión de género; sin embargo, esto noimplica desconocer el peso que este elemento tuvo en la dinámica sindical.

Para que la investigación fuera factible, para evitar generalizacionesindebidas, fue necesario hacer también un recorte espacial. Por eso, hemosdecidido estudiar la dinámica sindical de metalúrgicos y textiles, particu-larmente, en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. La centralidadde esta zona en la industrialización argentina de posguerra es indudable;fue allí donde se asentaron la mayor cantidad de fábricas, donde hubo másobreros ocupados y mayor volumen de producción. Además, la estructu-ra centralizada que tuvieron ambos sindicatos provocó que, al investigarBuenos Aires, no solo se analizara la seccional particular, sino también ladirección nacional.

La etapa histórica abordada en este libro es conocida como «peronismoclásico» o «década peronista». La mayoría de las investigaciones fechan suinicio en junio de 1943. Aquí, en cambio, se ha optado por centrarse en elestudio de las presidencias peronistas (iniciadas en junio de 1946). Esto nosignifica que no hayamos analizado el período anterior; precisamente, losdos primeros capítulos están dedicados a él y hacen las veces de introducciónhistórica. Las principales hipótesis de este trabajo se centran en la dinámicasindical durante las presidencias peronistas, pues consideramos que en ellasse dieron las transformaciones más relevantes en el mundo del trabajo.

La iniciada en junio de 1946 no fue, sin embargo, una etapa homogénea.Sus vaivenes políticos y, sobre todo, económicos impactaron con fuerzaen la dinámica sindical. Por eso, y en pos de presentar más claramenteel análisis realizado, hemos optado por dividir la década peronista en elpoder en tres períodos: 1946-1948, 1949-1951 y 1952-1955. El primeroes un momento de auge económico y de consolidación, en el que la jovenexpresión política peronista logró asentarse, construir consensos y ampliar subase electoral. Así fue como alcanzó, en las elecciones legislativas de 1948,alrededor del 60 % de los sufragios. La segunda etapa, abierta en 1949, fuede crisis económica y de reafirmación del poder, cuyo mayor ejemplo resideen la reforma constitucional de 1949 que permitió la reelección presidencial.El tercer y último período transcurre desde el nuevo y arrasador triunfoelectoral a fines de 1951 hasta el golpe militar de septiembre de 1955;comienza con lo peor de la crisis económica y la muerte de María EvaDuarte de Perón en el invierno de 1952, y continúa con cierta recuperacióneconómica y un incremento imparable de la violencia política, que incluyóbombardeos a civiles y quemas de iglesias.

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Siglas

AOT Asociación Obrera Textil, pág. XVI.ATA Asociación Textil Argentina, pág. 176.ATP Agrupación Textil Peronista, pág. 184.CAIM Cámara Argentina de la Industria Metalúrgica, pág. 25.CAIT Cámara Argentina de la Industria Textil, pág. 58.CATITA Compañía Argentina de Talleres Industriales, Transportes y

Anexos, pág. 39.CEN Consejo Económico Nacional, pág. 225.CGE Confederación General Económica, pág. 262.CGT Confederación General del Trabajo, pág. XIV.CNPyBS Congreso Nacional de la Productividad y el Bienestar Social,

pág. 263.COTRA Confederación Obrera Textil de República Argentina, pág. 148.CUSC Comité de Unidad Sindical Clasista, pág. 44.DNT Dirección Nacional del Trabajo, pág. 10.ETN Establecimientos Textiles Núñez, pág. 245.FAIM Federación Argentina de la Industria Metalúrgica, pág. 302.FEC Federación Empleados de Comercio, pág. 11.FOIT Federación Obrera de la Industria Textil, pág. 46.FOT Federación Obrera Textil, pág. 46.FOTA Federación Obrera Textil Argentina, pág. 142.GOU Grupo de Oficiales Unidos, pág. 5.IAPI Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, pág. 205.ISI Industrialización por Sustitución de Importaciones, pág. 30.LF La Fraternidad, pág. 3.MTyP Ministerio de Trabajo y Previsión, pág. 230.OIT Organización Internacional del Trabajo, pág. 187.PC Partido Comunista, pág. 15.PL Partido Laborista, pág. 18.POR Partido Obrero Revolucionario, pág. 278.PP Partido Peronista, pág. XIV.PS Partido Socialista, pág. 15.

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PURN Partido Único de la Revolución Nacional, pág. 25.SIAM Sociedad Industrial Americana de Maquinarias, pág. XXXV.SIyC Secretaría de Industria y Comercio, pág. 74.SMATA Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor,

pág. 214.SOEME Sindicato de Obreros y Empleados del Ministerio de Educación,

pág. 312.SOIM Sindicato de Obreros de la Industria Metalúrgica, pág. 43.SOTU Sindicato de Obreros Textiles Unidos, pág. 142.SRA Sociedad Rural Argentina, pág. 72.STyP Secretaría de Trabajo y Previsión, pág. 10.TAMET Talleres Metalúrgicos San Martín, pág. 37.UCR Unión Cívica Radical, pág. 4.UCR-JR Unión Cívica Radical-Junta Renovadora, pág. 18.UEIM Unión de Empleados de la Industria Metalúrgica, pág. 99.UES Unión de Estudiantes Secundarios, pág. 266.UF Unión Ferroviaria, pág. 3.UIA Unión Industrial Argentina, pág. 18.UOM Unión Obrera Metalúrgica, pág. XVI.UOT Unión Obrera Textil, pág. 46.USA Unión Sindical Argentina, pág. 44.UTA Unión Tranviarios Automotor, pág. 8.YPF Yacimientos Petrolíferos Fiscales, pág. 40.

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Referencias

Entrevistas realizadas y consultadas

Antonietta. Obrera textil.Athos Fava. Militante comunista y obrero metalúrgico.Concepción Sciortino. Obrera textil.Lucio Bonilla. Militante socialista y obrero textil. (Archivo Historia Oral,

UTDT).Mariano Tedesco. Fundador de la AOT. (Archivo Historia Oral, UTDT).Mario Loyola. Obrero textil.Torcuato Sozio. Directivo de SIAM. (Archivo Historia Oral, UTDT).Valentín Golzman. Obrero metalúrgico.

Documentación Estatal

AGN, Fondo: Secretaría Técnica.AGN, DAI, Fondo: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Serie Homo-

logación de Convenios Colectivos de Trabajo por Actividad y SerieLaudos Arbitrales.

Censo Industrial de 1946.Censo Industrial de 1954.Manual práctico del segundo plan quinquenal (1953). Buenos Aires, Subse-

cretaría de Información.Informes. Ministerio de Industria y Comercio de la Nación. Dirección Gene-

ral de Industria Manufacturera. Industrias acogidas al régimen de laley 13.892 (decreto n.º 14.630/44) de fomento y defensa.

Memoria y Balance (1951). Ministerio de Trabajo y Previsión.Segundo Plan Quinquenal (1952). Buenos Aires, Subsecretaría de Informa-

ción.

Archivos y Bibliotecas consultados

Archives départementales de Seine-Saint-Denis (Francia).

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362 REFERENCIAS

Archivo Histórico del Partido Comunista de la Argentina.Archivo General de la Nación. Archivo Intermedio.Archivo General de la Nación.Biblioteca del Congreso de la Nación.Biblioteca del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social .Biblioteca Leopoldo H. Tettamanti. Secretaría de Industria, Comercio y

Minería.Biblioteca Nacional.Biblioteca Obrera Juan B. Justo.Biblioteca del Sindicato de la Madera de Capital Federal.Biblioteca Tornquist-Banco Central de la República Argentina.Bibliothèque de Documentation Internationale Contemporaine (Francia).Centro de Documentación e Información. Ministerio de Economía y Pro-

ducción.Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la

Argentina.Centro de Documentación Eva Perón-Confederación General del Trabajo.

Documentación sindical

A los compañeros de SIAM. Avellaneda, 28 de mayo de 1947.A los compañeros y compañeras de Alpargatas. 12 de enero de 1950.A los compañeros y compañeras de Piccaluga. 1950.A los trabajadores de la Seda. UOT. Septiembre de 1946.Alerta Compañeros. San Martín, 28 de setiembre de 1949.Asamblea General de los trabajadores de la Seda. AOT. Septiembre de 1946.Asociación Obrera Textil. Memoria y Balance. (1954-1955).Boletín informativo para los obreros de la Lana. Septiembre de 1946Campomar. Feudo Textil. 1949.Carta de Heriberto García, secretario de organización de la Unión Obrera

Textil. 23 de noviembre de 1945.Compañero y compañera textil. Comisión por convenio justo. Quilmes, 30

de junio de 1950.Confederación General de Trabajo. Actas del Consejo Directivo. (1952-1954).Confederación General de Trabajo. Memoria y Balance. (1950-1951)Confederación General de Trabajo. Memoria y Balance. (1952-1953)El Hilador. Editado por los trabajadores de Establecimiento Textil Nuñez.

Julio de 1949.Información al personal de Alpargatas. 1950.La Pulga. Editado por trabajadores de Alpargatas. 1950.

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REFERENCIAS 363

Los obreros textiles contra el bárbaro asesinato de Carlos Aguirre. 8 dediciembre de 1949.

Otro brutal atropello. Movimiento por una AOT libre e independiente. Juniode 1950.

Pelusa. Tribuna unitaria de los obreros de La Bernalesa. 1950.Todos a votar la lista Verde. 5 de diciembre de 1952.Unión Obrera Metalúrgica. Estatuto. Enero de 1953.Unión Obrera Metalúrgica. Memoria y Balance. Correspondiente al ejercicio

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Publicaciones Periódicas

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— Los sindicatos en el gobierno, 1973-1976. Buenos Aires: Centro Editor deAmérica Latina, 1983 (véase página 327).

— “The Meaning of Current Workers’ Struggles”. En: Latin American Per-spectives, vol. 1, no 3: Nueva York (1974) (véase página XXX).

Torre, J. y E. Pastoriza. «La democratización del bienestar». En: NuevaHistoria Argentina. Vol. 8: Los años peronistas: (1943-1955). Ed. por J.Torre. Buenos Aires: Sudamericana, 2002 (véase página 76).

Villanueva, J. «El origen de la industrializacioìn argentina». En: DesarrolloEconómico, vol. 12, n.o 47: Buenos Aires (1972) (véase página 30).

Waldmann, P. El peronismo, 1943-1955. Buenos Aires: Hyspamérica, 1985(véase páginas 72, 203).

Walsh, R. El caso Satanowski. Buenos Aires: Ediciones de la Flor, 1986(véase página 204).

Williams, R. Marxismo y literatura. Barcelona: Península, 1980 (véasepágina XIX).

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Zanatta, L. Breve historia del peronismo clásico. Buenos Aires: Sudamericana,2009 (véase página 72).

— Perón y el mito de la nación católica: Iglesia y Ejército en los orígenesdel peronismo (1943-1946). Buenos Aires: Sudamericana, 1999 (véasepágina 72).

Page 29: El poder sindical en la Argentina sindical

Índice de autores

Acha, O., XIV, XIX, 25, 72, 208,364

Aelo, O., XX, 364Alexander, R., XXII, 78, 85, 206,

268, 364Ansaldi, W., 4, 364Antúnez, D., 73, 76, 201, 202,

367AOT, 146–148Aquino, C., 41, 364Arévalo, O., 202, 266, 364Araujo, R., 39, 273, 364Aricó, J., XXVII, 42, 364Azpiazu, D., 92, 364

Badaloni, L., 120, 135, 370Baily, S., XXVII, 207, 267, 270,

364Barry, C., XIX, 364Basualdo, E., 74, 75, 202, 260,

262, 364Basualdo, V., 92, 93, 143, 364Belini, C., 33, 35, 36, 38, 75, 145,

146, 365Berrotarán, P., XIX, 365Bihr, A., 108, 365Bitrán, R., 11, 74, 260–263, 365Bonet, M., XXIII, 365Bonilla, L., 54, 369Bourdé, G., 31, 210, 365

Caimari, L., 72, 266, 365Camarero, H., XIX, 42–46, 365

Cattaruzza, A., 4, 365Cernadas, J., XXII, 365Ceruso, D., 51, 247, 365Ceva, M., 37, 161, 164, 365CGT, 293–295Cichero, D., 267, 315, 365Coggiola, O., 94, 365Contreras, G., XIX, 208, 365Coriat, B., 119, 366Correa, J., 307, 366

Da Orden, M., 203, 366De Tucumán, Universidad

Nacional, 365Del Barco, R., 266, 366Del Campo, H., XXIX, 3, 5, 8, 10,

13, 16, 17, 19, 20, 32,77, 78, 270, 366

Deppe, R., 198Devoto, F., 31, 366Di Tella, T., 46–48, 85, 153, 164,

366Dicósimo, D., XIX, 88, 366Dorfman, A., 30, 36, 39, 41, 366Doyon, L., XXXI, XXXII, 13, 14,

18, 25, 51, 72, 77–80,82, 97, 108, 125–127,199, 207–209, 264,270, 366

Durruty, C., XX, 366

Elisalde, R., 40, 41, 43, 44, 366

Fernández, F., XIX, 296, 309, 366

Page 30: El poder sindical en la Argentina sindical

374 ÍNDICE DE AUTORES

Ferraro, N., 211, 366Ferrer, A., 74, 75, 367Fiorucci, F., 266, 367Fonticelli, M., 203, 369

Gambini, H., 17, 202, 203, 264,266, 367

García Sebastiani, M., XIX, 202,367

Gaudio, R., XXVIII, 50, 367Gené, M., XIX, 206, 367Gerchunoff, P., 73–76, 143, 201,

202, 260, 262, 367Germani, G., XXIV, 30, 78, 125,

206, 367Gilbert, I., 277, 367Girbal Blacha, N., 74, 202, 203,

260, 367Godio, J., 267, 315, 325, 367González, E., 94, 285, 308, 367Grande Cobian, L., 39, 367Gurbanov, A., 46, 266, 367Gutiérrez, L., 37, 160, 368

Halperin Donghi, T., XXIII, 1, 368Herding, R., 198Hernández, A., 78, 368Horowitz, J., XX, 54, 368Hoss, D., 198

Iñigo Carrera, N., 7, 42, 368Iscaro, R., XX, 64, 207, 368Izquierdo, R., XIX, 368

James, D., XXXIII, 71, 97, 260,261, 328, 329, 335, 368

Katz, J., 187, 201, 368Kenworthy, E., XXV, 368Korol, J., 37, 160, 368

Liaudat, M., 38, 368Little, W., XXX, 79, 206, 207, 269,

368

Llach, J., 260, 367Llach, L., 74, 75, 143, 201, 202,

260, 262, 367Lobato, M., 34, 368Luna, F., 15, 17, 72, 203, 264,

300, 368

Maceyra, H., 264, 265, 368Mackinnon, M., 25, 72, 73, 77,

368, 370Macor, D., 73, 368Mafud, J., 78, 368Mainwaring, S., XXX, 269, 368Martínez Estrada, E., XXII, 369Matsushita, H., XX, 369Melón Pirro, J., 203, 366Ministerio de Trabajo, 103–105,

330–333, 335, 336Montgomery, D., XIX, 96, 369Murmis, M., XXVII, XXVIII, 7, 369

Nazar, M., 311, 369Neiburg, F., XX, 369Novick, M., 41, 369Novick, S., 74, 369

Offe, C., 97, 238, 369OIT, 187, 369

Panella, C., 203, 369Pardo, J., 54, 369Pastoriza, E., 76, 371Peña, M., XXVI, 78, 125, 206,

270, 369Peralta Ramos, M., XX, 35, 369Perelman, A., 56, 369Petrone, M., 370Pilone, J., XXVIII, 50, 367Pont, E., XX, 77, 369Portantiero, J., XXVII, XXVIII, 7,

369Potash, R., 4, 6, 72, 265, 369Puiggrós, R., XXIV, 369

Page 31: El poder sindical en la Argentina sindical

ÍNDICE DE AUTORES 375

RA, 11, 30–34, 41, 145, 369Ramacciotti, K., XX, 369Ramos, J., XXIV, 370Rodríguez, S., 46, 266, 367Rojo, A., 94, 370Romero, J., XX, XXI, 370Ross, P., 76, 370Rotondaro, R., XX, 206, 208, 370Rougier, M., 40, 370Rouquie, A., 3, 5, 12, 15, 265,

370Rubinstein, G., XIX, 370

Sábato, E., XXII, 370Sartelli, E., XXVI, 370Schiavi, M., 211, 296, 366, 370Schneider, A., XIX, 11, 328–330,

334–336, 365, 370Schorr, M., 92, 364Schvarzer, J., 30, 33, 35, 36, 40,

146, 160, 370Sidicaro, R., XIV, XXXIII, 204,

205, 370Simonassi, S., 120, 135, 370Sirvén, P., 203–205, 370Smith, P., XXV, 370

Tcach, A., 73, 368Thompson, E., XIX, 370Torre, J., XIV, XXX, XXXI, 2, 10,

11, 16, 32, 53, 55, 71,76, 208, 265, 327, 367,370, 371

UIA, 20, 21UOM, 86, 87, 101, 113, 273–275,

279–281

Villanueva, J., 30, 371

Waldmann, P., 72, 203, 371Walsh, R., 204, 371Wiesenthal, H., 97, 238, 369Williams, R., XIX, 371

Womack, J., 32, 220, 221, 371

Zanatta, L., 72, 371