El papel de la investigación en laindustria agroalimentaria

Adolfo Cazorla Montero *

' Direc[or General del IN[A (Ministerto de Ciencia y Tecnología).

El desarrollo del cambio tecnológico presenta distintas caracte-rísticas temporales, tanto en su obtención como en su adopción. Así,gran parte de la investigación agraria que se financia en el Estadocorresponde a cambios tecnológicos en los procesos productivos,derivados de un mejor conocimiento de los sistemas biológicos ybioquímicos y de la comprobación de su funcionamiento conside-rando la intervención humana. Estos cambios tecnológicos son decarácter progresivo, como lo es su adopción por parte de los usua-rios. No obstante, existe un segundo tipo de tecnologías que sonfácilmente transferibles y adoptables, cuando las ventajas económi-cas son notorias o el impacto social de su uso aconseja a las Admi-nistraciones Públicas su regulación.

En el día de hoy, voy a referirme a este segundo tipo de tecnolo-gías, de productos y de procesos. Es preciso señalar que en el primertipo de tecnologías -las progresivamente incorporadas- España secaracteriza por tener un sistema público de investigación altamentecompetitivo. Aunque dispone de un relativamente escaso número deinvestigadores, es competitivo en publicaciones científicas, en rela-ción con los países de nuestro entorno socioeconómico. Sin embar-go, en cuanto a la producción y adopción de tecnología propia, eséste un país altamente dependiente.

En relación con la dependencia tecnológica que presenta el sec-tor agroalimentario, es conveniente resaltar que ésta es muy marca-da en tecnologías de producción primaria, en tecnologías de produc-to y de proceso en la industria agroalimentaria y en patentes. Encuanto a la producción primaria, existe un déficit comercial impor-tante en variedades de cultivos agrícolas, en animales vivos -tantopara su cruce (porcino), como para su cría (especies de acuicultura)y engorde (vacuno)- y en preparados de piensos. Con relación a laindustria agroalimentaria, un estudio reciente en la FIAB estima enun 51,5% su autonomía de renovación de tecnologías de producto yen un 41% la autonomía en las tecnologías de proceso. El gasto en

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investigación y desarrollo intramuros es inexistente en las empresascon un número de trabajadores inferior a 50, apareciendo en el seg-mento de las empresas entre 50 y 99 empleados, y existe en la tota-lidad de las empresas mayores de 250 empleados. Por otra parte,aunque no es posible identificar el mercado de patentes que afecte aeste sector agroalimentario precisamente, es de esperar que, cuandomenos, si no es más desfavorable, tenga el comportamiento generalque afecta a todos los sectores. La capacidad tecnológica en porcen-taje del P.I.B. es para España, entre 1988 y 1993, en pagos igual al0,4% y en ingresos entre 0,05 y 0,2%, claramente deficitario. Mien-tras que, para los cuatro grandes países europeos (Alemania, Fran-cia; Reino Unido e Italia), tanto los pagos como los ingresos varíanen el mismo período entre 0,2 y 0,3%.

Así pues, tanto el impulso de la interacción entre la investigaciónpública y la iniciativa privada, como sobre todo el desarrollo de laI+D+I en el sector privado, se identifica claramente como necesariopara conseguir equilibrar el déficit apuntado. En este sentido, esadecuado mencionar la plataforma que representa el Plan Nacionalde I+D e Innovación, aprobado por el Gobierno el pasado 12 denoviembre. Junto al objetivo de alcanzar en el año 2003 un gasto enI+D equivalente al 1,3 por 100 del PIB, el Plan también se proponepromover el incremento de la participación empresarial, de maneraque pase de149 por 100 actual a165 por 100. Para el año 2000, pri-mer año de vigencia del Plan Nacional, los Presupuestos Generalesdel Estado se han incrementado el 10,5 por 100 en la financiaciónde las actuaciones de la Administración General en ciencia y tecno-logía. Si se considera también la financiación procedente de otrasAdministraciones y de las empresas, en 2000 se dedicarán unosrecursos totales a I+D+I superiores al billón de pesetas.

El tejido empresarial querría ver puestas a su diposición aquellastecnologías que son rapidamente adoptables. Dentro de este tipo detecnologías, me voy a referir a aquellas que cumplen con la condi-ción "sine qua non" de estar dirigidas a la agricultura sostenible.Me voy a referir a la evaluación de riesgos ambientales y a las tec-nologías que forman parte de "la sociedad de la información".

Generalmente se suele interpretar la idea de sostenibilidad en uncontexto fundamentalmente medioambiental. Así, desde que el tér-mino empezó a tener una aceptación generalizada, a partir de laCumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, los principales com-ponentes de la sostenibilidad aplicada a la Agricultura suelen tener

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que ver sobre todo con aspectos como laboreo mínimo, disminucióndel aporte de productos agroquímicos a las cosechas, adaptación detierras de cultivo a tareas de reforestación, etc.

Además de la necesidad de un mayor respeto por el medioambiente, en una Agricultura que pretende ser una actividad soste-nible, no hay más remedio que aceptar que el producto agrario ha deser económicamente competitivo y rentable en sí mismo. Esta acep-ción económica de lo sostenible implica que una actividad económi-camente rentable aguanta, es decir, se sostiene por sí misma y enningún caso olvida los diferentes aspectos medioambientales.

Vivimos en un mundo cada vez mas interdependiente, con unosmercados internacionalizados, de manera que nuestras condicionesde vida pueden verse afectadas por la modificación de detenninadosfactores en sectores o lugares alejados de nuestro entorno.

Para afrontar toda la serie de cambios que se están produciendoconviene familiarizarnos con la complejidad de los problemas quenos afectan, haciendo un esfuerzo por aportar y poner en prácticaideas nuevas e imaginativas a los retos que tiene planteados laagricultura y el medio rural, que deben ser concebidos de maneradiferente, asignándoles nuevas funciones que sirvan de comple-mento a las tradicionalmente relacionadas con la producción dealimentos.

Desde el punto de vista social, se está produciendo un avancecreciente de un nuevo sistema de valores posmodernos, lo que estádando lugar a que sectores cada vez más amplios de la sociedad sepreocupen por aspectos tales como la calidad de vida o el deteriorodel medio ambiente, considerando resuelto el problema de la ali-mentación en su dimensión cualitativa gracias al desarrollo científi-co y tecnológico.

En este sentido, la sociedad demanda un territorio rural vivo,dinamizado por una sociedad activa que necesita satisfacer una seriede necesidades además de la autosuficiencia alimentaria. Hace falta,por tanto, cambiar de política para ir hacia una agricultura en la quepueda sintonizarse su faceta mercantil, es decir, de integración en lalógica del mercado y su faceta de respeto a la integración social yambiental, buscando por lo tanto el sistema que permita una pro-ducción que preserve la naturaleza, ordenando los territorios y per-mitiendo a las comunidades rurales desarrollarse en un momento enque campo y ciudad aparecen mucho más complementarios queantagonistas.

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En palabras de Loyola de Palacio, "El europeo tiene derecho aguardar sus gustos tradicionales por determinados alimentos, pro-ducidos con arreglo a normas de calidad, enraizadas en costumbresseculares; pero, sobre todo, considera que la defensa de su propiomundo rural cumple funciones medioambientales, especialmentesociales, para mantener sobre la tierra una población con garantiza-da estabilidad económica. Es lo que se conoce en el lenguaje euro-peo como multifuncionalidad".

En la potenciación de estos aspectos cuantitativos y de conserva-ción de las tradiciones, se basan las perspectivas inmediatas dedesarrollo para una gran parte de nuestro medio rural. Sin embargo,debemos tener presente que la evolución de estas áreas rurales deberealizarse en función de las características de cada zona y de cadaactividad, avanzando con una metodología que podemos denominarde "dos velocidades". Por un lado, se debe potenciar, en aquellosterritorios en los que sea viable, el desarrollo de una agricultura yganadería sofisticada, moderna, con los últimos adelantos tecnoló-gicos, cuyos productos, dirigidos a los grandes mercados, resultencada vez más competitivos y atractivos para la población; pero almismo tiempo, no debemos olvidar esa segunda velocidad, la deaquellas zonas que, por sus características edafológicas o climatoló-gicas, no pueden acometer este tipo de proyectos. En estas zonas sedebe potenciar el desarrollo de una agricultura orientada haciapequeñas producciones de gran calidad, cuyos productos alcancenunos precios más elevados y que, dirigidos a pequeños mercadosmás selectos y específicos, obtengan el reconocimiento y la deman-da de determinados sectores de la población.

La tendencia mundial parece ir dirigida hacia el equilibrio de losprecios internacionales, por lo que la agricultura europea deberábasarse en unos aspectos cualitativos que proporcionen a sus pro-ducciones unas características diferenciadoras y atractivas, quegeneren tendencias de consumo hacia este tipo de producciones porlas que los consumidores estarán dispuestos a abonar un sobrepre-cio. La misión del agricultor del futuro debe ser la de descubrir losnuevos nichos de mercado y las nuevas necesidades de la poblaciónpara buscar la manera de encontrar medidas para satisfacerlas,siempre dentro de un respeto hacia el medio ambiente y las caracte-rísticas endógenas del territorio.

Líneas Europeas de ayuda, como la Diversificación de Activida-des en el medio rural y la Mejora de Estructuras y Modernización

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de Explotaciones agrarias, son una muestra de las nuevas tendenciasmarcadas por la Unión Europea y que tienen como objetivo el poneren marcha esa "segunda velocidad", que permita el desarrollo de lasáreas rurales menos favorecidas (Consejo de la Unión Europea,1998). Estas medidas van dedicadas a la puesta en marcha de activi-dades novedosas, a la aplicación de planes de mejora y moderniza-ción y, a uno de los puntos más interesantes, la primera instalaciónde jóvenes agricultores. Es éste un elemento fundamental para elrejuvenecimiento de mano de obra rural que les permitirá acometernuevos proyectos de inversión con una mentalidad más empresarialy decidida que la de sus predecesores, basada en unos principiosasociativos claros, que permitan agrupar intereses mejorando lacompetitividad de sus producciones, lejos de la tradicional mentali-dad proteccionista y subsidiada que afecta a gran parte de nuestromedio rural.

Esta diversificación de actividades es lo que puede hacer quemuchas economías rurales salgan adelante y que no sean únicamen-te las explotaciones agrarias bien dimensionadas, aquellas que avan-zan en lo que denominamos "primera velocidad", las que puedanpermitirse el desarrollo de una actividad rentable en el medio rural.Será la diversificación la que pennita que muchas explotacionesque, solamente con su actividad agrícola o ganadera no serían via-bles, resulten competitivas, introduciendo en su actividad otrasfuentes de rentas, que no tienen por qué ser necesariamente agra-rias, pero sí han de resultar complementarias y en ningún casoexcluyentes de esa actividad tradicional.

1. EVALUACIÓN DE RIESGOS AMBIENTALES

En el tema del respeto medioambiental es donde se identifi-can nuevas tecnologías para el desarrollo de los sistemas de Eva-luación de Riesgos Ambientales de las actividades agroalimenta-rias.

Los protocolos de Evaluación del Riesgos Ambientales (proto-colos E.R.A.) aparecen como extrapolación, al ámbito medioam-biental, del paradigma propuesto por la Academia Nacional deCiencias Americana en los años 80 para gestionar la utilización desustancias peligrosas para la salud humana.

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Durante toda la década de los 90, se ha producido un incre-mento exponencial tanto en el desarrollo científico de protoco-los de evaluación de riesgo como en su adaptación como herra-mienta de gestión y toma de decisiones ambientalmentesostenibles.

En la actualidad las Evaluaciones de Riesgo constituyen la basefundamental de la normativa Europea en todos aquellos impactosligados a la utilización de sustancias químicas y emisión de conta-minantes; y se están extrapolando rápidamente a otros impactosambientales. '

El gestor puede definir el nivel de aceptabilidad en función de larelevancia de los impactos, la comparación de estimacionescoste/beneficio, o incluso características socioeconómicas. Así, porejemplo, la Unión Europea suele ser más estricta (aceptar un menornivel de riesgo) que la OMS en temas como la contaminación deaguas potables y alimentos, ya que considera que en función delnivel de desarrollo existente, el ciudadano europeo esta dispuesto aasumir el coste adicional que supone esta decisión con tal de reducirel riesgo potencial ligado a la presencia de contaminantes en estosproductos.

En la actualidad se dispone de una serie de Guías Técnicas desa-rrolladas oficialmente por la Unión Europea que recogen la metodo-logía básica para la'realización de evaluaciones de riesgo ambientalde diferentes tipos de sustancias.

En concreto, las más desarrolladas y utilizadas son las corres-pondientes a sustancias industriales, productos fitosanitarios ymedicamentos de uso veterinario, y se están desarrollando lascorrespondientes a biocidas.

Los procedimientos están totalmente implementados en la nor-mativa comunitaria para todos los "productos nuevos",.que no pue-den comercializarse sin una evaluación previa, y ha sido extendida aalgunas de las sustancias existentes incluidas en una serie de listasprioritarias.

Este proceso normativo se ha visto acompañado por un desarro-llo científico-tecnológico paralelo. Dentro de las innovaciones tec-nológicas y metodológicas de mayor interés en el campo agrícoladestacan aspectos tales como:

1. Tecnologías para valorar impactos sobre los ecosistemasacuáticos y terrestres, distribuidos en 5 niveles de compleji-

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dad (que suponen una reducción de la incertidumbre y unaumento del coste de los ensayos a realizar).

2. Escenarios para predecir los niveles de exposición produci-dos por diversas prácticas agrícolas (por ejemplo, aplicaciónde productos fitosanitarios, aplicación de lodos de depurado-ra en suelos agrícolas, utilización de purines y estiércoles,etc.).

3. Criterios y diagramas de tomas de decisión en el marco delDesarrollo Sostenible aceptados por los quince Estadosmiembros.

4. Aplicaciones específicas en las llamadas Evaluaciones deRiesgo Orientadas a Objetivos, en las que se han desarrolladometodologías para actividades concretas, como la utilizaciónde productos para la protección de la madera.

Todos estos procesos están en una continua evolución científica,tecnológica y normativa. Las guías técnicas están sometidas a conti-nuas adaptaciones al progreso técnico, y todas las normativas que seestán discutiendo (directivas marco del agua y del aire) se basan enla utilización de evaluaciones de riesgo.

Así como la aplicación normativa de las evaluaciones de riesgoambientales se ha centrado fundamentalmente en la evaluación desustancias, los avances tecnológicos han dado un paso más paraabordar el problema real: los impactos complejos producidos porlas actividades.

En este sentido, y utilizando los principios generales y escena-rios específicos acordados por la UE, se pueden realizar aplicacio-nes concretas que utilizan los principios de las evaluaciones de ries-go en todos los aspectos ligados con la evaluación de impactos pazael medio ambiente.

El uso de estas herramientas se está ampliando para cubriraspectos más genéricos, y en la actualidad pueden aplicarse en losEstudios de Evaluación del Impacto Ambiental de cualquier activi-dad agraria, como base para realizar Ecoauditorias de explotacionesagrícolas, ganaderas, forestales e industrias agroalimentarias, comosistemas de evaluación de la utilización de purines, estiércoles,lodos de depuradora en prácticas de abonado, etc.

Además, el concepto inicial, ligado a los impactos producidospor la contaminación, se esta extendiendo a cualquier otro tipo deimpacto, como los relativos a los organismos modificados genética-

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mente, introducción de especies, agentes patógenos, impacto querepresente un peligro potencial para el hombre o los ecosistemas.

2. TECNOLOGÍAS DE LA "SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN"

El Plan Nacional de I+D+I reconoce que la sociedad españolaestá viviendo una transformación fundamental, pasando de unasociedad industrial a la sociedad de la información y del conoci-miento. Algunos comparan el cambio que se está produciendo alque ocurrió con la aparición de la sociedad industrial.

Las tecnologías de la sociedad de la información aceleran el pro-ceso de globalización de la economía, la internacionalización de lasempresas, las nuevas formas de acceder al mercado las empresas(fundamentalmente para las PYME), el refuerzo de su competitivi-dad y la creación de empleo.

En palabras de Ramón Marimón, Secretario de Estado de PolíticaCientífica y Tecnológica, "A menudo, buenas ideas y proyectos no seplasman en desarrollos de innovación tecnológica por el riesgo quesupone actualmente el salto entre la investigación pública y la inno-vación privada, para ello deben ser puestas en marcha un conjunto deiniciativas orientadas a favorecer la inversión privada en innovación,al tiempo que se realiza una utilización inteligente de los recursosdisponibles, teniendo siempre presente que la revolución de la infor-mación cubre un terreno muy amplio que va desde la investigaciónbásica y aplicada a la innovación empresarial y anuncia la posibili-dad de profundos cambios culturales y sociales a los que las humani-dades y las ciencias sociales habrán de saber responder".

Las tecnologías de la sociedad de la información deben facilitar:

- la cohesión económica y social,

- la superación del aislamiento de comunidades remotas y rura-les,

- la extensión de nuestro mercado a Iberoamérica y Mediterrá-neo.

Del liderazgo que se ejerce en el desarrollo y aplicación de lastecnologías de la sociedad de la información dependen: la competi-tividad de las empresas, la creación de empleo, la calidad de vida yel desarrollo sostenible.

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Parece claro que la actividad agraria, como actividad empresa-rial, es más, la actividad empresarial rural, debiera beneficiarse tam-bién del cambio tecnológico que supone el desarrollo de la sociedadde la información, si es que no desea quedar al margen.

El contexto en el que se desarrolla la sociedad de la informaciónestá constituido por tres elementos principales:

1. La economía, donde las empresas actúan como motores delcrecimiento.

2. EI avance científico y tecnológico, como factor de competiti-vidad.

3. La sociedad, como destinataria de los beneficios.

Dentro de los esfuerzos públicos en investigación científica einnovación tecnológica agroalimentaria, la implicación de la socie-dad de la información debería propiciar cambios en varios ámbitos,que trataré a continuación.

2.1. Influencia de la sociedad de la informaciónen la coordinación de los esfuerzos públicos en I+DAgroalimentario

Ya se han realizado esfuerzos en la coordinación del sistemapúblico español de I+D. El nuevo Plan Nacional, adicionalmente alque supuso la Ley de la Ciencia, supone un nuevo esfuerzo de coor-dinación, reuniendo bajo el mismo Programa a Acciones quecorresponden a otros previos Programas Nacionales. Aunque elalcance de dicha reunión aún no es claro, se realiza un nuevo esfuer-zo de coordinación con la reunión en un mismo Ministerio de Cien-cia y Tecnología a Organismos Públicos de Investigación que reali-zan I+D en campos afines y complementarios.

Aunque la intención de las autoridades reguladoras se percibe enel mismo sentido, no parece que sea suficiente como para lograr lacoordinación que se piensa como deseable. Es decir, coordinaciónal nivel de planteamiento y ejecución de proyectos, con el fin depropiciar sinergias de desarrollos distintos en distintas áreas delconocimiento.

No existe programa de I+D en cualquier ámbito geográfico denuestro entorno socioeconómico que no intente promover la multi-

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disciplinariedad en los equipos que proponen proyectos de I+D. Noobstante, la cultura de coordinación de los investigadores públicosespañoles está basada en la coordinación entre investigadores afi-nes, con el objetivo de compartir esfuerzos.

La consecución de coordinación entre conocimientos comple-mentarios debe, en mi opinión, estar basada en dos realizaciones,hasta ahora poco conseguidas. En dos carencias.

La primera es la identificación de prioridades de investigaciónque correspondan a problemas bien identificados. Es claro que losproblemas reales son complejos -lo sencillo ya esta resuelto- y, sudefinición precisa, incita al concurso de conocimientos complemen-tarios para el planteamiento de su solución. En caso de que se logrerealizar una identificación completa de un problema, los gestores deI+D tienen dos opciones: a) convocar un programa estratégico pararecibir propuestas de solución, y b) "encargar la investigación". Eneste caso se encuentran con dificultades para poder realizar dichoencargo, con el fin de intentar su solución. Estas dificultades secorresponden con la segunda carencia apuntada: la ausencia delinventario de capacidades de la investigación pública española -porno mencionar el ámbito europeo-.

La información sistematizada de ^quién sabe qué?, el inventariodel conocimiento -y tecnologías- que domina cada investigador, noes accesible ni para los investigadores proponentes de proyectos nipara los gestores de la Investigación. En España, esta informaciónestá parcelada entre las distintas Administraciones, los distintosOrganismos Públicos que realizan Investigación y, aun dentro deellos, entre los distintos Centros de Investigación. Además, es fre-cuente que los investigadores conozcan la información de sus afi-nes, y los gestores la información exclusivamente sobre investiga-dores, llamémosles clave.

Obviando la identificación de prioridades/problema, la utiliza-ción de las nuevas tecnologías de la información es claramente unaherramienta de primer orden en la consecución de un inventario sis-temático -y de actualización frecuente- de las capacidades de lainvestigación española. La accesibilidad de la información propor-cionada por las redes no solamente permite el acceso a la identifi-cación de investigadores con conocimientos complementarios, parala presentación de una propuesta que atienda una convocatoriapública, sino también para la organización de un equipo al queencargar el planteamiento de la solución de un problema. Y, en

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ambos casos, independientemente de las adscripciones administrati-vas de los investigadores y de los gestores.

La utilización de las nuevas tecnologías de la información per-mite la multidisciplinariedad y obviar las paredes de las distintasOrganizaciones Públicas de Investigación. Pero, además, permite lacreación de Centros virtuales, de administración/gestión controla-da. Centros que no solamente cuenten con la inforrnación accesiblede ^quién sabe qué? en un determinado tema, sino que además,sobre sus temas de alcance, sean foros:

- de consulta de opinión cualificada,

- de debate,

- productores de información elaborada, pública, no oficial,

- recopiladores de información oficial, organizada,

- de conexión dirigida con organizaciones e investigadoresinternacionales.

Dada la enorme y creciente cantidad de información disponiblemediante los medios de comunicación, la información especializa-da, organizada, posee un valor añadido a la mera acumulación deinformación. En muchos casos es el único modo de convertir lainformación en información útil.

2.2. Influencia de las tecnologías de la sociedad de lainformación en la coordinación de los esfuerzospúblicos y privados en I+D Agroalimentario

De nuevo, los sucesivos Planes Nacionales de I+D, así como losProgramas Marco Europeos, han ido incorporando instrumentosoperativos de gestión de la Investigación con la intención de promo-ver una mayor coordinación de esfuerzos de Investigación entre lossectores públicos y privados, entre los que son de destacar lossiguientes:

- La composición de los Consejos General y Asesor de la Ciencia.

- La creación de la Comisión Mixta Congreso-Senado, para elseguimiento de la I+D.

- La promoción de proyectos nacionales, concertados.

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La creación de la red OTT/OTRI.

La promoción de proyectos europeos consorciados.

La promoción de proyectos cooperativos.

La promoción y reconocimiento de Centros de Investigacióny Tecnología, de soporte privado.

La promoción de las Iniciativas EUREKA e IBEROEKA.

La participación de Técnicos de empresas y AsociacionesProfesionales de diversos sectores socioeconómicos en la ges-tión de la aprobación de propuestas de proyectos.

La promoción de acciones individuales de movilidad para lafonnación, entre Empresas y Centros Públicos de I+D.

La composición de los Consejos Rectores de los Organismosy Centros Públicos de Investigación.

La promoción de Convenios de Cooperación en I+D, entreEntidades Nacionales.

El reconocimiento de la actividad de Asociaciones y Funda-ciones -como las de Investigación o la red de FundacionesUniversidad-Empresa o Cámaras de Comercio- e Iniciativasde Evaluación del Sistema Español, o de sus componentes, deI+D, como COTEC, por ejemplo.

- Las medidas de apoyo a la innovación empresarial, funda-mentalmente a las PYME.

El lanzamiento de Observatorios de Prospección Tecnológica,mediante las Redes OTT/OTRI y OPTI.

La regulación decidida de beneficios fiscales atribuibles a larealización de esfuerzos privados de I+D.

- La promoción de iniciativas "start up" o de "spin off'.

Aunque una evaluación del impacto de la promoción de la coor-dinación de esfuerzos de I+D entre Empresas y Centros Públicos deInvestigación, mediante cualquiera de las medidas relacionadas,haya sido realizada, muy probablemente reflejará la necesidad deincrementar la participación de los sectores socioeconómicos en elSistema Español de Ciencia y Tecnología.

Y, ^,cómo pueden las tecnologías de la sociedad de la informa-ción promover la participación de los sectores socioeconómicos enel Sistema?

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Una primera consideración de la respuesta a esta pregunta pare-ce obvia: mediante la aplicación al sector agrario y alimentario delos desarrollos existentes. Es decir, la utilización de las tecnologíasde la información, como receptor; para estar informado (de elemen-tos básicos de sus procesos -p. ej., meteorología y patologías- detecnologías aplicables a sus procesos y productos, de precios y demercados) y, por otra parte, para tener acceso a comprar y vender ^contratar- a distancia, además de para participar de la informacióngeneral, cultural.

Una segunda utilización de las tecnologías de la sociedad de lainformación es proactiva; para abastecer de información al sistema-p. ej., en redes de avisos- para aportar opiniones sobre propuestasde modificaciones, para formar parte de asociaciones de interesesdiversos. Y, en la utilización de mayor integración, para la realiza-ción de propuestas y para la identificación de "cuellos de botella" deprocesos.

La identificación de prioridades/problema que requieran investi-gación, desarrollo o transferencia de innovación, organizada y siste-máticamente recogida por observatorios tecnológicos, deberán seruna de las fuentes relevantes en la identificación de prioridades deI+D+I, así como para el impulso de la investigación "por encargo",a la que me he referido.

No obstante a lo apuntado, no es obvio decir que, en España, lagran mayoría de los subsectores agrarios y buena parte de los ali-mentarios no se encuentran en situación de utilizar estas tecnologíasinmediatamente. Sin entrar en los casos individuales, aún parece pre-cisa una mayor integración, como usuarios comunes de servicios, dela mayoría de los pequeños propietarios, de tal modo que pudieranestar asistidos por personal formado en estas tecnologías (agentesinteligentes), contratado en común. Puede ser ésta una solución acorto plazo más factible que el desarrollo masivo del nivel de forma-ción y del cambio cultural en la población agraria, sobre todo si setienen en cuenta las zonas objetivo de desarrollo rural, en donde lanecesidad de romper el localismo puede ser mayor.

La consideración del tema, desde el punto de vista de los inves-tigadores del sector público, requiere realizar una recapitulación delas motivaciones (objetivos/motores) del esfuerzo investigador.Aunque dichas motivaciones hayan podido ocurrir simultáneamen-te, es posible percibir motivaciones preferentes en la segunda mitaddel siglo, que han sufrido una clara evolución.

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Desde una situación de partida, en la que los investigadorestuvieron como máximo objetivo satisfacer su curiosidad intelectual,se ha desarrollado -durante una larga etapa- la competitividad entrelos investigadores, de modo que el reconocimiento social entre ellospuede decirse que fue el objetivo preferente de sus investigaciones.

En relación con el sector agroalimentario, el beneficio de losagricultores, el de las empresas relacionadas con el sector agrario yalimentario y su adaptación a la política europea fueron las princi-pales motivaciones de los investigadores. Mientras que, desde haceunos pocos años, es la sociedad el objetivo destinatario del esfuerzoinvestigador para la investigación agroalimentaria.

Esta reflexión muestra una aproximación de las motivaciones delos investigadores y de los destinatarios de sus resultados de investi-gación. Es decir, las tecnologías de la información pueden ahora serel vehículo de encuentro entre los resultados de I+D y sus usuarios,promoviendo así un crecimiento económico y de empleo cualifica-do en el medio rural.

No solamente es posible poner al alcance de cualquier empresa-rio agrario o alimentario los resultados de I+D, sino que, por ellomismo, se debe propiciar una mayor participación de los empresa-rios agrarios o alimentarios, en acciones de desarrollo tecnológico 0de innovación que emprendan los centros públicos.

Por otra parte, es posible realizar un seguimiento de la aplica-ción de resultados de I+D que permitan mejorar su eficacia, bien insitu o, posteriormente, tras modificaciones de la tecnología.

Todo ello, tiene el condicionante común de adoptar la tecnologíade la información. Los empresarios pequeños, mediante su formación,su asociación para obtener servicios comunes y mediante la contrata-ción de agentes inteligentes, que les den el servicio y propicien la inte-racción con la sociedad digital del conocimiento. Los investigadores-y los Organismos Públicos donde trabajan- entrando con decisión enel uso de las tecnologías de la información, realizando toda clase deacciones accesibles (amigables), para la interacción con los subsecto-res socioeconómicos, además de cuidar su Curriculum Vitae.

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